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UNIVERSIDAD TEOLÓGICA DEL CARIBE

REACCIÓN CRÍTICA: BERKHOF – HISTORIA DE LAS DOCTRINAS CRISTIANAS

ESTE TRABAJO ES PRESENTADO AL


PROFESOR EFRAÍN TOLEDO RODRÍGUEZ
EN CUMPLIMIENTO DE
LOS REQUISITOS DEL CURSO TBS302
TEOLOGÍA BÍBLICA Y SISTEMÁTICA

POR
LUIS E. REBOLLO OLMEDA, 2390

SAINT JUST, P.R.


8 DE MARZO DE 2016
Louis Berkhof nació el 13 de octubre de 1873 en Emmen, Drenthe, Países Bajos. Teólogo

reformado cuyos escritos han influido de manera significativa en los seminarios y en las

facultades de teología de las universidades de los Estados Unidos y de Canadá y en los cristianos

en general a lo largo del siglo XX. Murió en 1957 a los 84 años de edad.

En este escrito, Berkhof nos habla de las doctrinas del pecado y la gracia, y la doctrina

del libre albedrío, de acuerdo a los padres de la iglesia y otros teólogos de la época.

De entrada, vemos cual fue la postura de los padres griegos y su teología, su oposición al

gnosticismo, su concepción referente a la condición original del hombre, del pecado y su

propagación. Nos presenta a los principales representantes de la teología latina antigua y sus

diferencias con la antropología del Oriente.

Además, vemos las creencias pelagianas y agustinianas, cómo afectó la el pensamiento de

Pelagio su doctrina del libre albedrío a sus doctrinas del pecado y la gracia y su énfasis a la libre

voluntad del hombre. Por otra parte, Agustín, concibe la voluntad de desear, antes y después de

la caída, y su doctrina del pecado original y como su doctrina del pecado y la gracia le condujo a

su doctrina de la predestinación.

Berkhof también presenta la disputa de Godescalco referente a la doble predestinación,

tanto de los salvos como de los perdidos, y la doctrina de Anselmo acerca del pecado original y

su concepción del libre albedrío. Además, las opiniones acerca del pecado original entre los

escolásticos, como los católico-romanos ven la caída del hombre y su efecto sobre la naturaleza

constitucional del hombre, su definición del pecado original, su contraste de la concupiscencia, y

su punto de vista sobre la libertad a la voluntad después de la caída.

Podemos también ver, como difieren Lutero y Calvino en cuanto a la doctrina de la

predestinación y la opinión arminiana acerca del pecado y de la gracia. Este escrito nos presenta
además las teorías propuestas para explicar el origen del alma humana, entre ellas: el

traducianismo y el creacionismo y la doctrina de la evolución.

Berkhof trae las doctrinas del pecado y la gracia, el libre albedrío y la predestinación

desde diversos puntos de vista. Los padres griegos establecen determinan que no hay pecado

original en el sentido estricto de la palabra, sino que había un libre albedrío que le permitió

pecar, cayendo así bajo el poder de Satanás corrompiendo al género humano. Ellos establecen

que en la obra de la regeneración, no es Dios quien primeramente interviene con su gracia, sino

que surge primero por la libre voluntad del hombre, pero esta no puede ser completada sin la

ayuda divina (el poder de Dios asiste a la voluntad humana y la faculta para abandonar lo malo y

hacer lo que es correcto ante Dios).

Existe una primera postura, la de Pelagio, en donde establece que Adán no fue equipado

por Dios de una santidad positiva, sino de una neutral con la facultad de elegir entre lo malo y lo

bueno. Él plantea que no hay pecado original ni hereditario, sino que cada uno nace con una

naturaleza similar a la de Adán antes de la caída. Esta postura difiere totalmente de Agustín,

quien establece que toda la humanidad estaba presente orgánicamente en Adán y como resultado,

el hombre fue separado de Dios y solo por la gracia divina puede volver a reconectarse. Agustín

establece que es necesaria la intervención del Espíritu Santo para la renovación total del ser

humano. De todo esto surge el semipelagianismo que basó la predestinación en una fe y

obediencia previstas, que no niega la corrupción humana, pero con un libre albedrío que colabora

con la gracia divina, en donde el ser humano da comienzo a la obra regenerativa.

Por otra parte, Berkhof nos presenta a Gregorio, quien postula que todos los seres

humanos pecaron y pueden ser condenados, que el pecado es una debilidad que a pesar de, no

erradicó el libre albedrío del hombre sino la buena voluntad. Él establece que sin la gracia divina
no hay salvación, donde esta es la que inicia la redención de los seres humanos. Otros como

Godescalco, postula una doble predestinación, una para los perdidos y otra para los salvos;

mientras que Anselmo enfatiza la doctrina del pecado original como pecado natural,

representando una condición desde la creación. Indica que el pecado original se basa en la culpa

del individuo, pero posteriormente esa culpa se basa en la culpa de la naturaleza.

Berkhof trae la postura católico-romana, la semiagustiniana y la semipelagiana. Esta

última fue la más fuerte, que establece que la rectitud original es un don sobrenatural, en donde

el ser humano consiste de carne y espíritu, las cuales tienen un conflicto entre sí llamado

concupiscencia dificultando hacer lo correcto. Dios para compensar, le dio al ser humano un don

de justicia original que sujeta la parte inferior del ser humano a la superior. Estos, creen en la

cooperación del ser humano en la renovación espiritual del alma.

Los reformadores siguieron a Agustín y Anselmo pero con modificaciones. Calvino

establece que el pecado es la corrupción total de la naturaleza humana y es hereditaria. Por otra

parte, Arminio tiene una postura semipelagiana que no cree en la depravación total del ser

humano, sino una debilidad que con el libre albedrío que posee, puede volverse a Dios y hacer su

voluntad.

Las doctrinas presentadas en este escrito, han sido debatidas a lo largo de la historia de la

iglesia. Cada uno, de acuerdo a su planteamiento y pensamiento establecen lo que entienden que

es correcto. Al estudiar a cada uno, y entendiendo que no hay absolutos, tengo que mirar hacia la

Biblia y preguntarme, ¿qué dice realmente Dios del pecado y de su gracia? Con toda

probabilidad tendré muchas interrogantes, pero creo que hay una Verdad absoluta y proviene de

Dios. Existen diversidades de posturas y cada una es vista desde la percepción de cada uno, pero

ninguna de ellas es la final y absoluta. Creo que existe un pecado que se originó en Adán y fue
transmitido a toda la raza humana. La Palabra de Dios establece en Romanos 3:23 (RV1960)

que: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. También dice:

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”

(Efesios 2:8). Hay una gracia divina que solo puede salvar y regenerar al ser humano de ese

pecado. Creo que tenemos un libre albedrío para elegir entre lo bueno y lo malo, pero entiendo

que “solo la gracia” me puede salvar. Dios solo, tiene el absoluto poder para dirigir el camino de

un ser humano que está muerto en sus delitos y pecados, pero que predestinado en Cristo para

salvación, puede reaccionar ante ese llamado del Espíritu Santo quien es el que convence de ese

pecado. Jesús lo dijo antes de ascender: “Y, cuando él venga, convencerá al mundo de pecado y

de la justicia de Dios y del juicio que viene” (Juan 16:8 NTV).

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