APEGO FAMILIAR

La familia representa un papel fundamental para el desarrollo de cada persona, por ser el
primer lugar en el que se crean lazos afectivos, se aprenden valores, creencias, etc.
Minuchin estudió la familia desde la teoría sistemática, considerando que no se pueden
entender los problemas de determinado sujeto, si es que no se atiende al conjunto familiar,
puesto que cada uno tiene un rol que crea consecuencias.

Se habla de la interacción sensible, la cual es la capacidad de ser sensible con respecto a

los sentimientos y conducta de cada integrante de la familia.
Uno de los elementos más importante es la empatía, por el hecho de que nos permite
entender las emociones de los demás, ello garantiza que los padres respondan
adecuadamente a la angustia que pueden presentar sus hijos.
Los niños se sienten seguros al saber que sus padres pueden empatizar con ellos.

Una base segura familiar se puede identificar por dos factores: siendo el primero una
conciencia compartida sobre como las relaciones de apego y el cuidado de los demás es
prioridad en la familia. Y el segundo factor es que los miembros de la familia se apoyen en
atender a los demás.

De forma muy frecuente, los hermanos mayores muestran un papel similar al cuidador, por
ello, en momentos difíciles, se unen entre iguales para buscar seguridad o consuelo, ello se
da por compartir experiencias emocionales, además de que han sido criados para quererse
y apoyarse. Por ello, se les suele ver como figuras de apego secundarias.

Cuando suelen darse crisis como el divorcio, ruptura marital, discusiones entre padres o la
posibilidad de que alguno de los padres abandone el círculo familiar, ello afecta el desarrollo
saludable del apego; esto se observó en un estudio de Girón, en el cual los jóvenes adultos
hijos de divorcios mostraban inadecuación personal, mayor amenaza de peligro, apego
inseguro y una calidad de relación baja con respecto a sus amigos, parejas, padres y
hermanos.

En el modelo familiar negligente, se observa que se busca anular los sentimientos al

evitarlos, rechazarlos al decirles que cierren la boca.

Estos patrones negativos se suelen repetir en la siguiente generación, pero algunos padres,
notan errores que cometieron sus cuidadores y por ello deciden romper este ciclo vicioso, al
cual realmente se le llama guiones corregidos de padres.