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La mediación como solución

contra el acoso escolar


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The mediation as a solution
against bullying

Ana María Granados Fonseca

Anamaría Salazar Guzmán

Juan Pablo Isaza


Resumen

A través de este trabajo se estudiará la mediación como método de solución alternativa de


conflictos y como una herramienta contra el acoso escolar. De tal manera que es
imperioso trastocar cómo ha evolucionado la mediación escolar, y de qué forma está
regulada en Colombia. Por tal motivo, es necesario desmontar la mediación desde su
concepto general, mencionando para qué sirve, qué papel cumplen los mediadores, cuál es
su objetivo, y trasladarlo al ámbito escolar. Es importante también, un estudio con las
características más importantes de la mediación escolar, acompañadas de análisis
interpretativos por parte de los participantes, sobre el contexto en el que se desenvuelve la
situación. Así, la implementación de la mediación requiere de una formación a sus
integrantes que permita mejorar, a través de técnicas, el desarrollo y las soluciones. De
esta forma, la mediación como instrumento, sirve para la prevención de acosos y otro tipo
de agresiones escolares, pretendiendo una mejor convivencia en las instituciones.
Palabras clave: mediación escolar, acoso escolar, mecanismos de solución alternativa,
convivencia escolar, integridad de los niños.

Abstract

This work is about the mediation as a method of alternative dispute resolution mechanisms
and is conceived as a tool against bullying. It is necesary disrupt the way the scholar
mediation has been developed and how the colombian authorities control it. For that
reason it is required disassemble the general idea of mediation, what is it for, what is the
part of the mediators, what is the objetive. Relocate it to the scholar enviorement. Also it is
important a study with the most important characteristics about scholar mediation,
compounded with interpretative analysis from the participants, inside the context that the
situation develops. The implementation of mediation requires certains types of information
that allows improve through techniques, the developing and the solutions. The mediation as
a tool is useful as an instrument for the prevention of bullying and other types of scholar
agresion, pretending a better coexistence in the institutions.
Keywords: Scholar mediation, bullying, alternative dispute resolution mechanisms, scholar
coexistence, chidren integrity
INTRODUCCIÓN

La violencia, que impera desde los años primitivos, ha mutado su esencia con el transcurso

de la evolución. Ha derivado en las pequeñas sociedades y pequeños grupos con una

desestructuración de métodos que le he permitido cambiar. Algunos sostienen que la

violencia ha sido necesaria para crear nuevas bases, que sirve dicen, como una suerte de

implosión necesaria cada tanto en la historia de la humanidad. Pero sólo son teorías

fundadas en la incapacidad que tienen las mujeres y los hombres para desarmarse.

A su vez, la violencia ha intensificado las relaciones personales; en esta estructura, algunos

asumen el poder y otros lo padecen. Por su parte Díaz-Aguado (2004) manifiesta que:

Las distintas dimensiones y manifestaciones contrarias a la igualdad (racismo,

sexismo, etnocentrismo, creencias antidemocráticas, concepción jerárquica de las

relaciones…) están estrechamente relacionadas entre sí, estructurándose en torno a

la personalidad autoritaria. Estructura que se caracteriza por la tendencia a percibir

la realidad de forma rígida (dicotómica), reduciendo las diferencias sociales a

diferencias biológicas y rechazando todo lo que se percibe débil o diferente. A dicha

personalidad subyace una profunda inseguridad personal, la incapacidad para

soportar la ambigüedad, el sentimiento de haber sido injustamente tratado desde la

infancia y una educación muy rígida o/y la ausencia de límites en torno a los cuales

aprender a estructurar la propia conducta. (P.92)

El acoso escolar, como la violencia, también ha evolucionado en sus formas. Por tanto, en

estos momentos es necesario plantear el debate acerca de esas formas, que pueden variar

desde el maltrato físico hasta el psicológico, y pueden usarse a través de medios distintos y
modernos como el internet. Es necesario recalcar que el Bullyng, no solo corresponde a los

espacios escolares, sino a todos los grupos donde puedan relacionarse las personas.

No obstante, la colaboración de la psicología, la psicología y el Derecho, entre otras

ciencias, han permitido crear una serie de mecanismos para que esta práctica de violencia

pueda ser erradicada en las escuelas. Basándose a su vez en promociones de tolerancia y

respeto por el otro.

De tal manera, y por la necesidad de solucionar los conflictos, antes de llegar a soluciones

jurisdiccionales de esencia contenciosa, se han creado mecanismos de solución alternativas

de conflictos, que permiten a las partes ponerse de acuerdo bajo unos términos más

armónicos. Aunque también cabe destacar que estos métodos de solución de conflictos

pretenden a su vez descongestionar, en Derecho, la rama judicial, y en los colegios, la

aplicación de sanciones que ocasiones puede derivar en excesivas. Pues es apenas justo,

que en una institución educativa, que pretende crear valores, de acuerdo la situación claro

está, permita que los actores puedan abordar el problema que los aqueja, de una manera

pacífica.

Para lo anterior, la legislación Colombia ha creado espacios normativos para que los

colegios mantengan una política escolar incluyente. Leyes como la 1620 de 2013, que

permiten a las entidades educativas desarrollar iniciativas tendientes a salvaguardar los

Derechos Humanos, sexuales y reproductivos, el desarrollo infantil y adolecente, así como

métodos que ayuden a mejorar la convivencia escolar, como la conciliación o la mediación;

por su parte, la Ley general de la educación, la 115 de 1994, modificada en sus aspectos

pedagógicos y organizativos generales por el Decreto 1860 de 1994, pone de manifiesto


principios claves para el ámbito escolar como el respeto a la vida y a los demás derechos

humanos, a la paz, a los principios convivencia, justicia, solidaridad, a la tolerancia y la

libertad. Por tal razón, es necesaria la protección de todas estas nociones con la

participación los actores del ámbito formativo, y para esto la Constitución política de

Colombia, en su artículo 116, permite a los particulares de manera transitoria administrar

justicia y emitir fallos en Derecho o en equidad.

MEDIACIÓN ESCOLAR

Los entornos sociales, en grandes o pequeños grupos tienden a la confrontación por

motivos

diferenciales en sus conductas. Según Dahrendorf, haciendo referencia a parte de la obra de

Marx, como se cita en (Domínguez y García, 2003), Marx sostiene las premisas de que el

conflicto en sociedades es innato a la naturaleza y a la estructura de grupos, y que es el

motor principal de la historia, compuesta por intereses contradictorios entre dos grupos.

Freud como se cita en Montoya (2006) advierte que en la historia de la humanidad puede

vislumbrarse de manera ininterrumpida los conflictos entre distintas comunidades, ya

fueran conglomerados menores o mayores, derivadas en confrontaciones bélicas. No

obstante Freud, como aparece en Montoya (2006), considera que eliminar las tendencias

agresivas y violentas en el ser humano, es casi una esperanza utópica; por tanto, asume que

es necesario desviar estas conductas para que no confluyan en guerras.

Por otra parte, Parsons, como se cita en (Domínguez y García, 2003), aduce que todo

conflicto es anormal y destructivo; destruyen la vida en sociedad, generando tensiones y

desequilibrios.
Domínguez y García (2003), explican a través del modelo general de Thomas, los

principales componentes del conflicto en un vasto contexto social:

 El conflicto ocurre como un proceso o secuencia de eventos. Estos eventos

tienen lugar en episodios conflictivos entre las partes (con una lógica interna).

Estos eventos incluyen experiencias internas de las partes así como los

comportamientos visibles externos.

 El proceso del conflicto no ocurre en un vacío, está conformado por los

parámetros estructurales del sistema. Estas condiciones estructurales incluyen

propiedades y características de las partes así como variables del contexto

(organizacional, social, etc.) en el cual interactúan (normas organizacionales,

presiones sociales desde otros departamentos, límites de reuniones periódicas,

etc.).

 Conformados por las condiciones estructurales, los episodios de conflicto

producen resultados del conflicto. Estos resultados incluyen tanto consecuencias

para el logro de tareas como para el mantenimiento del sistema social.

 Intervenciones de terceras partes (intervenciones a lo largo del proceso del

conflicto –mediación o arbitraje- o intervenciones estructurales en el sistema

social-organizacional en el que tiene lugar el conflicto). Estas intervenciones

pueden modificar las condiciones que crean los conflictos o que conforman la

manera en que las partes perciben y manejan el conflicto. (p.21)

Por lo tanto, es apenas lógico que se presenten dentro de instituciones educativas conflictos,

como reflejo de una sociedad que los sostiene.


La realidad del conflicto en la escuela está originada, por tanto, en el hecho de ser

una organización -y, como afirma Morgan, «el conflicto estará siempre presente en

las organizaciones», en la especificidad de su naturaleza organizativa, así como en

la relación que se establece entre los centros educativos y las metas educativas de la

sociedad a través de las políticas educativas y los currículos establecidos. Por ello,

coincidimos con Fernández Enguita en su afirmación de que «las escuelas son sedes

de conflictos propios y de la sociedad en general». (Montoya, 2009)

En Colombia, por ejemplo, el conflicto armado ha moldeado durante mucho tiempo

distintas sociedades -las más ignoradas, por su puesto, han sufrido más –afectando la

convivencia escolar. Esta afectación puede traducirse tanto en deserciones escolares o

violencia en el entorno educativo. Otras conductas como “la pobreza, el pandillismo, las

drogas, la violencia intrafamiliar, los medios de comunicación, el conflicto armado y una

larga lista de factores, se suman a las causas que desencadena la violencia en las aulas

escolares” (Agencia de prensa, 2007).

Así, los centros educativos han optado por mecanismos de solución que compromete a los

mismos estudiantes a dirimir sus problemas, casi como un mecanismo pedagógico.

En la política pública educativa debe haber un componente pedagógico dirigido a

docentes como a padres y madres de familia porque los adultos miramos a los niños

y niñas como seres incapaces. Tenemos que sensibilizar esos modelos

memorísticos, tradicionales, de imposición y punitivos, por otros modelos que

cautiven a los niños y niñas, que los hagan sentir bien. (Agencia de prensa, 2007)
Por tal razón, existen mecanismos de resolución de conflictos como la conciliación escolar,

el arbitraje escolar, la negociación escolar, y la mediación escolar.

La mediación según Navarro, Buezo, Carías y Deras (s.f),

Es un proceso de diálogo que se realiza entre las partes implicadas con la presencia

de un tercero imparcial que no debe influir en la resolución del conflicto, pero que

facilita el entendimiento entre las partes. El poder recae en el diálogo entre las

partes. No obstante, y dada la situación, este diálogo no podría darse sin un

facilitador de la comunicación. (p.105)

Por su parte Iungman (1996) sostiene que la mediación resulta interesante pues, las

personas vinculadas en el asunto mantienen un vínculo constante, pues permite que la

comunicación se recupere en el trayecto; y coloca un ejemplo que involucra a dos niñas

peleándose por una naranja, situación que un juez resolvería partiendo en dos la manzana

pero, según la autora, el mediador intentará saber para qué necesita cada niña la naranja, y

probablemente la división sería distinta, donde ambas ganaran, teniendo en cuenta el interés

de las dos.

Cabe resaltar también que al momento de iniciar el proceso de mediación escolar, deben

seguirse ciertos criterios para que esta pueda accionar de una mejor manera, tal como lo

plantea Ortega y Del Rey (s.f):

 Tener bien delimitados sus objetivos mínimos y máximos, en el sentido de

saber, aproximadamente, hasta dónde se puede llegar y desde dónde partir.


 Todo proceso de mediación debe ser solicitado y los protagonistas expresar su

deseo de que éste tenga lugar y asumir las reglas bajo las cuales esta tendrá

lugar.

 Todo proceso mediador debe estar limitado en el tiempo. Se trata de la atención

a una situación específica de conflicto y éste es concreto, o debe concretarse.

 Disponer de condiciones físicas y medioambientales, igualmente mínimas, pero

suficientes, para que los trabajos de mediación sean posibles. (p. 87)

La gobernación del Valle del Cauca en su programa Fortalecimiento a la cátedra de paz,

también plantea una definición sobre la mediación escolar (Catedradepaz.univalle.edu.co,

2018):

La mediación escolar o mediación entre iguales es un poderoso mecanismo, y a su

vez un programa que se implementa en los centros educativos, para tramitar los

conflictos entre estudiantes, tanto los originados en el aula de clase, como aquellos

que se gestan en los espacios informales de interacción (recreos, actividades

extracurriculares, encuentros de estudiantes, reuniones de padres de familia). El

principal objetivo de éste mecanismo es evitar que la violencia, la arbitrariedad, la

imposición y en general todo comportamiento agresivo y violento sean los

reguladores de los conflictos. Sus principios básicos son:

 Comprender y apreciar los problemas presentados por las partes

 Revelar a las partes que el mediador conoce y entiende los problemas

 Crear dudas en las partes respecto a la validez de las posiciones asumidas

 Sugerir enfoques alternativos.


Mediadores escolares

El mediador para Iungman (1996) es aquel encargado del proceso y las técnicas de la

mediación, que intenta llevar a las partes hacia un acuerdo que responda a las intereses y

necesidad de cada uno; asiste a las partes a identificar las zonas del problema, y alternando

las experiencias del medio con otras de la vida, recoge información y determina una

estrategia para logar un convenio.

Para lo anterior, Iungman (1996), hace referencia a una serie técnicas y habilidades

organizadas por un grupo de expertos:

Habilidad de escuchar, habilidad de desarrollo de la confianza y el entendimiento;

habilidad de la evaluación de los intereses y necesidades; habilidad para inventariar

opciones; técnicas para manejar la cólera; habilidad de autoridad; habilidad de

sensibilidad; habilidad de recentrar y remarcar; habilidad de ensayar la realidad;

habilidad de parafraseo; habilidad de negociación; habilidad para compartir

información; técnicas para romper un atolladero (punto muerto en las

negociaciones-impasse); habilidad para permanecer neutral; técnicas de conciencia

de sí mismo; habilidad en la ruptura de modelos preestablecidos o estereotipos;

técnicas de la inclusión de otras partes; habilidad del sentido del humor; habilidad

de fijación de metas; identificación de los puntos de la agenda y habilidad de su

ordenamiento; habilidad de estrategias y planeamiento; técnicas de recompensa y

afirmación; hábil uso de profesionales; técnicas para redactar acuerdos; técnicas

para conferencias privadas; técnicas de balance del poder; habilidad para desarrollar
credibilidad; técnicas para desarrollar las reglas de campo; técnicas de derivación.

(p. 4)

Por otra parte, el programa Fortalecimiento a la cátedra de paz, aporta su concepto sobre los

mediadores escolares resaltando ciertas características (Catedradepaz.univalle.edu.co,

2018):

En la mediación escolar los estudiantes son entrenados para ejercer como

mediadores y contribuir y ayudar a compañeros que se encuentren implicados en

algún conflicto, a resolverlo de forma pacífica. La participación de los mediadores

siempre es voluntaria y todos los asuntos que sean en las sesiones de mediación son

confidenciales. El clima de la mediación y la colaboración debe ser creado por el

mediador, lo cual implica:

 Reducir la hostilidad

 Orientar la discusión, de modo tal que un acuerdo satisfactorio sea posible

 Coordinar un proceso de negociación

 Seguimiento a las partes.

El programa Fortalecimiento a la cátedra de paz basado Góngora en

(Catedradepaz.univalle.edu.co, 2018) destaca que los estudiantes mediadores no emiten

juicios ni consejos, y tampoco imponen a las partes alguna decisión sobre lo que se discute;

todo esto con el fin de encontrar soluciones que beneficien a los implicados; todo lo

anterior acompañado por las directivas y el profesorado de las instituciones.

De esta forma, los implicados necesitan, además del acompañamiento por parte de los

autoridades escolares, consejos que le permitan desarrollar el proceso de mediación.

Iungman (1996), revela algunas recomendaciones aplicables a la mediación entre pares:


 Los programas deben ser hechos a la medida de las personas involucradas, por

lo cual es importante tener en cuenta el desarrollo social y el contexto de los

niños

 Aunque los niños difieren de los adultos respecto de la percepción de los

conflictos, no son actores sociales inocentes

 Los chicos utilizan el conflicto para producir organizaciones sociales, crear

alineamientos políticos y negociar sus intereses

 La literatura científica demuestra que según su edad y desarrollo cognitivo los

chicos operan con diferentes niveles de competencia en relación al conflicto.

 La aproximación al conflicto debiera estar orientada en diferentes grados.

Simples modelos de mediación pueden tener éxito si los participantes pueden

entender soluciones integradoras.

 Una forma de aproximación alternativa es introducir las habilidades básicas de

entrenamiento en el nivel primario: escucha activa, pensamiento crítico,

comunicación y habilidades del pensamiento. El entrenamiento en el proceso de

mediación para actuar como mediadores entre pares quedaría para los grados

superiores.

 La formulación de programas de mediación y habilidades en conflictos,

teniendo en cuenta el desarrollo de los estudiantes, tendrá como beneficio que

todas las partes saldrán beneficiadas.

 Todo programa de mediación escolar, para que sea eficiente, deberá tener en

cuenta toda la información que pueda derivar de los docentes, especialmente si


no son los maestros quienes luego van a entrenar a los alumnos, ya que volcarán

información acerca de la educación y su experiencia con ellos. (p.11)

Proceso de mediación

Los conflictos yacen en las sociedades derivados de inconformidades, de

incompatibilidades en las relaciones humanas. Por tanto, “el conflicto se expresa siempre

en un acto ejercido en relación a otros y en un contexto social” (Gómez, 2013, p. 9). Una

vez originado el conflicto, debe surgir un mecanismo de solución, que puede ser alternativo

o judicial.

En Colombia, con la Ley 975 de Justicia y Paz de 2005, generó la aplicación de la

justicia restaurativa como mecanismo alternativo de solución de conflictos. El

propósito de la justicia restaurativa es que, por medio de la verdad, la justicia y la

reparación, se restituya el lugar de la víctima y que el victimario comprenda el daño

que hizo a las personas y a la sociedad. La mediación como herramienta de la

justicia restaurativa es una forma pacífica de solución de conflictos, en la que las

partes enfrentadas, ayudadas por un mediador, puedan resolver sus disputas, en un

foro justo y neutral, hasta llegar a una solución consensuada, se traduce en un

acuerdo satisfactorio y mutuamente aceptado por las partes. (Caycedo y Cocunubo,

2016, p. 1742)

Para Iungman (2016), apenas se establezca el problema se debe reunir a las partes para

iniciar el proceso de mediación, que la autora describe de la siguiente forma:

 Comenzar la discusión
 Acumular información

 Desarrollar la agenda y discutir estrategias

 Generar movimiento

 Escape a reuniones privadas

 Resolver la disputa. (p.6)

Iungman (2016) plantea que para empezar la discusión, deben tenerse en cuenta dos

aspectos que son el arreglo formal y el comienzo de las temas a discutir, así como dónde

deberá ser la reunión y cuál es el turno de los interlocutores deben ser organizados de tal

forma que el desarrollo del proceso no se vea trastornado; por otro lado, el mediador debe

establecer fecha, duración, lugar de encuentro, número de participantes, observadores, y

arreglos necesarios para la reunión.

También expone Iungman (2016), el rol que debe cumplir el mediador una vez iniciado el

proceso:

Debe organizar todos estos temas teniendo en cuenta las características de las partes

que van a participar en la mediación y la cantidad de gente que va a intervenir en las

reuniones. El mediador debe realizar también los arreglos necesarios acerca del

lugar donde la reunión se llevará a cabo, para que la misma se desarrolle en un

ámbito adecuado y confortable. Estos detalles predispondrán mejor a las partes. La

posición del mediador deberá ser entre las partes, equidistante de ellas. Estará allí

para asistir a todas las partes y para ayudarlas a hablar de los temas que les

preocupan. La reunión no debe empezar rápidamente. Es importante que las

contribuciones que hagan las partes para ayudar la discusión difieran de todo lo que

hayan hecho en el pasado. El mediador no los va a ayudar a repetir conductas. A


través de su presentación, el mediador establecerá reglas que regirán el proceso. La

presentación del mediador y de las reglas que guiarán el proceso debe ser clara ya

que, pasado este momento, lo que ocurrirá será espontáneo. El mediador deberá

verificar si las partes han entendido el objetivo del proceso y cómo será llevado a

cabo. El mediador se presenta y aclara cuál es su rol. Establece un orden a seguir

por las partes para poder trabajar. Aclara la necesidad de trabajar en forma

colaborativa. Define cuál es el objetivo de la mediación. Establece el tiempo que

van a estar reunidos. Si las partes no tienen dudas les dará la palabra, para que

aclaren por qué se encuentran allí. En esta primera etapa, el mediador se tiene que

ganar la confianza de las partes, no sólo en su persona sino en el proceso de

mediación, lo que facilitará el trabajo posterior. (p.6)

Después, debe seguirse con la acumulación de información, que es la etapa donde el

mediador puede analizar cómo entiende cada parta el conflicto que llevan a cabo, y para

esto, es necesario que el mediador escuche atentamente y contemple todo tipo de

expresiones corporales por parte de los involucrados, además de realizar preguntas que

orienten a las partes (Iungman, 1996). A partir de lo anterior, el mediador desarrolla la

agenda con los temas que se resolverán, ayudando a priorizar los problemas, ponderando

cuál puede ser útil para la resolución de los demás; acto seguido, la etapa de generar

movimiento debe procurar que las partes estimen la importancia de que la decisión recae

sobre ellos; luego puede incluirse el escape a las reuniones privadas cuando el mediador

sienta que hay peligro y confusión en la relación de las partes, y debe frenar de alguna

manera la agresividad que impide el progreso; y por último, debe resolverse la disputa, que
puede dirimirse en un acuerdo o no, pero, debe haber una mejora en la relación como objeto

determinado de un buen acuerdo (Iungman, 1996).

No obstante, Cubero (2015), plantea unas limitaciones a la mediación escolar, que deberán

ser tomadas en cuenta para que el proceso no se desborde:

Otros límites que presenta la mediación son conflictos en los que las personas que

intervienen no están legitimadas para tomar las decisiones que implica este proceso

como la falta de la representación necesaria; historias en las que predominan las

mentiras y la violación de las promesas realizadas respecto al proceso de mediación;

cuando los hechos son muy recientes y los protagonistas están en una situación en la

que no pueden escuchar, contenerse o tomar decisiones; en el caso de que una de las

partes no se fie de la otra; si la complejidad del problema excede lo que se puede

resolver desde el ámbito de la mediación por tratarse de cuestiones muy graves, o

temas legales complejos; cuando la situación requiere ser denunciada porque se ha

violado la ley; en caso de violación de los Derechos Humanos y si queremos

conseguir jurisprudencia. (p. 13)

También, Iungman (2016), expresa algunas observaciones sobre injerencia de las

autoridades educativas en el seguimiento a los conflictos, ya sean resueltos por mediación o

no:

Es importante rescatar que si bien los conflictos escolares pueden ser resueltos a

través de la utilización de la mediación, tanto en el caso de mediación entre pares,

mediación para otro tipo de conflictos escolares (mediación institucional), o

conducidos por un mediador designado al efecto, los directores, como


superintendentes tendrán la posibilidad de ratificar el plan de acuerdo con los

criterios predeterminados. Es decir, se tendrá en cuenta que no se afecten las normas

administrativas, ni las políticas educativas. Dichos administradores seguirán siendo

responsables del desarrollo de las políticas, pero pueden dejar que la mediación

concilie los conflictos teniendo a la vista las reglamentaciones y las políticas de las

escuelas. La mediación no menoscaba la autoridad, la refuerza al colocarla en una

secuencia adecuada. (p.13)

Finalidades de la mediación escolar

Abordando las características de la mediación como solución alternativa de conflictos, los

mediadores, y el proceso, tanto el ámbito general como el educativo, es apenas lógico

aproximarse a los objetivos de la mediación escolar.

Iungman (1996), por ejemplo, evoca los siguientes objetivos:

 Construir un sentido más fuerte de cooperación y comunidad con la escuela

 Mejorar el ambiente en el aula por medio de la disminución de la tensión y la

hostilidad

 Desarrollar el pensamiento crítico y las habilidades en la solución de problemas

 Mejorar las relaciones entre estudiante y maestro


 Incrementar la participación de los estudiantes y desarrollar las habilidades de

liderazgo

 Resolver disputas menores entre iguales que interfieren con el proceso de

educación

 Favorecer el incremento de la autoestima en cada uno de los miembros grupales

 Facilitar la comunicación y las habilidades para la vida cotidiana. (p.12)

Y por otra parte, Cubero (2015), también representa el propósito de la mediación escolar:

La mediación escolar busca conseguir una educación integral fomentando la

participación de los alumnos y proporcionar una formación personal y social, para

lo que se debe mejorar el clima del centro, proporcionando un entorno adecuado

para el aprendizaje, el apoyo y la amistad. Por lo tanto, la mediación ayuda a reducir

los conflictos interpersonales y a lograr un clima de convivencia más positivo. Por

otro lado, tiene como valor la inclusión social ante el creciente multiculturalismo en

las aulas, por lo que los centros educativos y su personal docente deben fomentar el

conocimiento mutuo y la cooperación para el intercambio de culturas. La

implementación de experiencias de mediación y negociación entre alumnos tiene un

objetivo pedagógico, ya sea trabajando o buscando adquirir habilidades sociales,

como escuchar, plantear y analizar conflictos y reconocer a la otra persona e

identificar distintas opciones de solucionar problemas, creando un servicio de

mediación contando con la presencia de un mediador que conozca el sistema

educativo, su estructura, organización y sistema de relaciones. (p.14)

También, la mediación debe fungir como un método que pueda anticiparse al crecimiento

de un determinado problema, tal como lo manifiesta Vaello (2003):


Prevenir es anticiparse. Para anticiparse hay que conocer qué va a suceder, cuándo y

dónde. Muchos problemas futuros se pueden prever por haber ocurrido en años

anteriores en circunstancias similares, pues hay momentos y espacios especialmente

propicios a la aparición de conflictos. (P.91)

Así, podemos colegir que ambos autores reconocen en la mediación, una actividad

pedagógica que pretende por mejorar las relaciones entre los integrantes del ámbito

educativo. Además de confirmar este método, junto a otros de solución alternativa, como

un desarrollo normal dentro de las instituciones, los autores en mención proponen que esta

forma de solucionar conflicto debe ser adoptada junto a capacitaciones que permitan a los

actores seguir una clara hoja de ruta para el desarrollo de problemas

ACOSO ESCOLAR

El acoso corresponde a una forma de violencia que una persona impone a la otra para

demostrar su poder. Por eso es normal que el acoso se haya trasladado a todos los ámbitos

donde existen relaciones de subordinación; el acoso laboral, por ejemplo. Pero también la

forma del acoso puede darse entre aquellos que no tienen directamente una relación

dependiente, sino en aquellos que por motivos socioculturales intentan someter al otro para

crear un vínculo de represión.

Esta última relación, donde alguien intimida al otro para crear un poder, es común en las

escuelas. El acoso en las escuelas puede de profesores a estudiantes, entre autoridades de la

escuela a estudiantes, entre estudiantes, y demás miembros de la comunidad educativa. Esta


última forma ha evolucionado en su tratamiento y castigo. A raíz de los sucesos mortales

que se han presentado por motivo del acoso escolar, es apenas lógicos que la ley entre a

garantizar la seguridad a través de una convivencia respetuosa, dotando a las escuelas de

mecanismos para que éstas puedan afrontar estos problemas.

Fernández (1999) interpreta sobre este tipo de violencia lo siguiente:

Las consecuencias de este tipo de violencia interpersonal pueden ser altamente

nocivas para los agentes involucrados. Para la víctima, puede convertirse en

motivos de trauma psicológico, riesgo físico, causa de profunda ansiedad,

infelicidad, problemas de personalidad y, en definitiva, un sinfín de insatisfacciones

y riesgos innecesarios y lesivos para el desarrollo de cualquier individuo. También

tiene implicaciones escolares tales como fracaso escolar y pobre concentración,

absentismo, sensación de enfermedad psicosomática debido al estrés, que se

manifiesta al llegar la hora de ir al colegio, además de problemas en el sueño que

impiden un correcto reposo. (p.11)

Así, cuando hablamos de acoso escolar, o Bullying 1 en inglés, “es el término inglés para el

acoso escolar. Es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre

escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado” (Osete, 2011, p.75). Por

otro lado, Castillo (2011), sugiere que “el carácter repetitivo, sistemático y la

intencionalidad de causar daño o perjudicar a alguien que habitualmente es más débil son

las principales características del acoso” (p. 418).

Rosario Ortega, como se cita en (Monité, 2018) dirige la búsqueda al origen del acoso

escolar en factores determinantes, invitando a detallar al sujeto, su contexto familiar, la


1
En español se traduce como “intimidador”, “abusón” o “matón”.
escuela y el entorno social, como consecuencias principales del acoso escolar, pues si el

niño desarrolla ciertos tipos de valores negativos, puede que se manifieste de igual manera

frente a los demás niños.

Se puede deducir que existe una opinión generalizada entre los especialistas que

las causas de acoso escolar no se originan única y exclusivamente en la escuela,

sino que es un cúmulo de factores que provienen de distintos contextos y que

derivan en actitudes agresivas. También hay consenso respecto a las consecuencias

del acoso, si no son tratadas a tiempo, pueden arrastrarse hasta la edad adulta.

(Monité, 2018)

Dentro de todo este entramado de causas y características del acoso escolar yace la

victimización, que puede ser definida “como una conducta agresiva física o psicológica

entre iguales, realizada por un alumno contra otro al que elige como víctima” (Monité,

2018). Y continúa Monité (2018): “Este suceso debe repetirse en el tiempo, provocando en

la victima efectos claramente negativos: disminución de la autoestima, estados

de ansiedad e incluso cuadros depresivos, lo que dificulta su integración en la escuela y

el desarrollo normal del aprendizaje”.

Ante estas descripciones sobre los efectos contraídos por la intimidación y el acoso escolar,

Olweus, como se cita en (Castillo, 2011), decía lo siguiente:

Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de forma

repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o

varios de ellos. En esta situación se produce también un desequilibrio de fuerzas

(una relación de poder asimétrica): el alumno expuesto a las acciones negativas


tiene dificultad para defenderse y en cierto modo está desvalido frente a quienes lo

hostigan.

Actores del acoso escolar

Dentro del acoso escolar existen varios tipos de participantes que componen determinada

situación. Está el agresor, la víctima, los observadores y los colaboradores. Cada uno

cumple una función de acuerdo al hecho que se presente.

Dan Olweus, por ejemplo, como se cita en (Castillo, 2011), sustenta que las víctimas

“Las típicas, entre las que se encuentran los estudiantes más ansiosos e inseguros

que suelen ser cautos, sensibles y tranquilos; poseen baja autoestima, tienen una

opinión negativa de sí mismos y de su situación; y frecuentemente son considerados

como fracasados sintiéndose estúpidos y avergonzados. A este tipo de víctimas se le

ha llamado pasivas o sumisas y no responderán al ataque ni al insulto. Otro tipo de

víctimas son las provocadoras que se caracterizan por una combinación de modelos

de ansiedad y reacción agresiva. Estos estudiantes suelen tener problemas de

concentración y se comportan de forma que causan irritación y tensión a su

alrededor. Algunos de ellos pueden ser hiperactivos”. (p.419)

También, tienen tendencias a victimizarse y sentirse aislados; sufren de estados ansiosos,

episodios de llantos y crisis nerviosas; por otra parte, suele tener reacciones defensivas

anticipadas por temor de ataques permanentes (Osorio, 2013)

La víctima tiende a sentirse rechazada y “en algunos casos son también los docentes y las

instituciones, las que permiten que sucedan estas acciones maltratantes al ser negligentes

ante la necesidad de intervención que posee la víctima” (Erazo, 2012, p. 89). Es posible que
algunos caso, la víctima pueda tornarse en agresor, justificando que ha sufrido maltrato

antes; a su vez, los adultos que acompañan a este tipo de niños son inseguros, no establecen

límites parentales, y con arbitrariedad pasan del maltrato a la compasión (Osorio, 2013).

El agresor o intimidador, por su parte, según Olweus como se cita en (Castillo, 2011), “se

distinguen por su belicosidad con sus compañeros y en ocasiones con los profesores y

adultos” (p.419). Por lo general, es el autor intelectual de las estrategias para maltratar,

ponderando las situaciones donde le permitan quedar como un líder; por tanto, suele tener

personalidad dominante desde pequeño, haciendo de la fuerza y capacidad para controlarse

una característica principal (Osorio, 2013). Siguiendo con Olweus, como se cita en

(Castillo, 2011), los agresores suelen determinarse por “la impulsividad y una imperiosa

necesidad de dominar a otros. Pueden ser ansiosos e inseguros. Estos agresores sienten la

necesidad del poder y del dominio, parece que disfrutan cuando tienen el control y

necesitan dominar a los demás” (p.419).

El intimidador también, es caracterizado por ser un estudiante físicamente fuerte, más que

los otros, y tiene tendencia a repetir materias, según Cerezo como se cita en (Erazo, 2012,

p.89), así como una desmotivación hacia el entorno escolar arraigado a poca disposición

para el razonamiento, concentración, atención y solución de problemas, según Avilés como

se cita en (Erazo, 2012, p. 89).

Son provocadores, utilizan, además de las agresiones físicas, otras formas de intimidación

como los apodos, los insultos, las mofas y habladurías, generando problemas psicológicos

en la víctima (Castillo, 2011). Osorio (2013) afirma que el agresor “logra, durante largos

períodos, mantenerse como referente popular de otros que ven en él un líder con prestigio

social que imitar”. Por tal razón “se produce la situación de desigualdad entre el acosador y

la víctima, debido generalmente a que el acosador suele estar apoyado de un grupo que
sigue la conducta violenta” (Díaz –Aguado, 2006, p.17). Los padres de los agresores,

tienden a ser negligentes y carentes de autoridad, seguimiento y disciplina (Osorio, 2013).

Otro de los participantes, que se puede llamar un actor por omisión, es el espectador o

testigo no participante, que “es una persona con poca iniciativa, temeroso de denunciar las

injusticias que otros cometen por temor a ingresar en el listado de las potenciales víctimas;

incluso de dar una opinión aunque su integridad no esté en juego” (Osorio, 2013). Según

Olweus (1998), los espectadores son “agresores pasivos, seguidores o secuaces” (p.419).

Avilés, como se cita en Erazo (2012) aduce que:

Un último actor en el escenario es el observador, denominado así por su rol de

espectador y testigo de hechos grotescos de maltrato e intimidación. Su rol consiste

en estar presente ante los hechos de forma pasiva y en el cual no hace acciones de

intervención, mediación, denuncia o defensa de la víctima, convirtiéndose en

cómplice. (p.90)

Puedo encontrarse de igual manera, la figura del colaborador o encubridor, quien puede

fungir como autor material en ocasiones, de ideas perpetradas por el intimidador, pues de

alguna u otra forma, ya sea por la baja autoestima o falta de coraje, se identifica con el

matón (Osorio, 2013).

Formas de acoso escolar

Las distintas maneras de intimidación y acoso escolar han transmutado en el tiempo,

incluyendo en esta época, la agresión vía internet.


La (Ley 1620, 2013) que tiene como finalidad mitigar, a través de la creación del sistema

de convivencia escolar, las agresiones escolares, define en su artículo segundo el acoso

escolar de la siguiente forma:

Acoso escolar o bullying: Conducta negativa, intencional metódica y sistemática de

agresión, intimidación, humillación, ridiculización, difamación, coacción,

aislamiento deliberado, amenaza o incitación a la violencia o cualquier forma de

maltrato psicológico, verbal, físico o por medios electrónicos contra un niño, niña o

adolescente, por parte de un estudiante o varios de sus pares con quienes mantiene

una relación de poder asimétrica, que se presenta de forma reiterada o a lo largo de

un tiempo determinado. También puede ocurrir por parte de docentes contra

estudiantes, o por parte de estudiantes contra docentes. Ante la indiferencia o

complicidad de su entorno. El acoso escolar tiene consecuencias sobre la salud, el

bienestar emocional y el rendimiento escolar de los estudiantes y sobre el ambiente

de aprendizaje y el clima escolar del establecimiento educativo.

Y así mismo, la ley mencionada, hace referencia también al ciberacoso o ciberbullying.

Que está sometido a todas las formas tecnológicas que permitan la comunicación. Sostiene

que es una manera de intimidación con uso intencionado de tecnologías de información,

como internet, redes sociales, video juegos en líneas, teléfonos móviles, para intimidar a

través del maltrato psicológico (Ley 1620,2013).

Por otra parte el (Decreto 1965, 2013), en concordancia con lo referente la ley antes

mencionada, en su artículo treinta y nueve, define la agresión escolar como “toda acción

realizada por uno o varios integrantes de la comunidad educativa que busca afectar

negativamente a otros miembros de la comunidad educativa, de los cuales por lo menos uno
es estudiante.” Y de acuerdo con la definición, esta forma de agresión puede ser de manera

física, gestual, verbal, electrónica y relacional.

Así, el (Decreto 1965, 2013) expone definiciones concretas a cada una de la siguiente

manera:

 Agresión física. Es toda acción que tenga como finalidad causar daño al cuerpo

o a la salud de otra persona. Incluye puñetazos, patadas, empujones, cachetadas,

mordiscos, rasguños, pellizcos, jalón de pelo, entre otras.

 Agresión verbal. Es toda acción que busque con las palabras degradar, humillar,

atemorizar, descalificar a otros. Incluye insultos, apodos ofensivos, burlas y

amenazas.

 Agresión gestual. Es toda acción que busque con los gestos degradar, humillar,

atemorizar o descalificar a otros.

 Agresión relacional. Es toda acción que busque afectar negativamente las

relaciones que otros tienen. Incluye excluir de grupos, aislar deliberadamente y

difundir rumores o secretos buscando afectar negativamente el estatus o imagen

que tiene la persona frente a otros.

 Agresión electrónica. Es toda .acción que busque afectar negativamente a otros

a través de medios electrónicos. Incluye la divulgación de fotos o videos íntimos

o humillantes en Internet, realizar comentarios insultantes u ofensivos sobre

otros a través de redes sociales y enviar correos electrónicos o mensajes de texto

insultantes u ofensivos, tanto de manera anónima como cuando se revela la

identidad de quien los envía.


Por último, debe además tenerse en cuenta el acoso sexual, como otra de los métodos de

agresión que vulnera la integridad de los niños. Y de acuerdo con la (Ley 1146, 2007), en

su artículo segundo, puede entenderse el acoso sexual como “todo comportamiento de tipo

sexual contra un niño, niña o adolescente, utilizando la fuerza o cualquier forma de

coerción física, psicológica o emocional, aprovechando las condiciones de indefensión, de

desigualdad y las relaciones de poder existentes entre víctima y agresor."

LA MEDIACIÓN COMO SOLUCIÓN AL ACOSO ESCOLAR

Ante la necesidad de intervenir los conflictos que se plantean en las entidades educativas,

como por ejemplo el acoso escolar, ha sido necesario implementar métodos de solución

alternativa que los diriman. De esta manera, la mediación se convierte, por su carácter

incluyente, en “una herramienta muy valiosa para la resolución de conflictos en los centros

educativos” (Pérez, 2009, p. 84). La mediación a su vez es una negociación necesaria

importante y necesaria dentro de las habilidades sociales que permiten a las partes ponerse

de acuerdo, teniendo en cuenta el interés de ambas partes, basada en razonamientos

sensatos, sin dejar de ser objetiva, atendiendo siempre el problema (Segura, 2005).

La mediación no garantiza que los conflictos dejen de presenciarse pero, teniendo claras las

reglas que rigen este método, puede ayudar a afrontarlos; seguido también de un

acompañamiento (Pérez, 2009). Para esto, los mediadores deben estar plenamente

capacitados y los centros educativos deben procurar su preparación.

También es necesario para Pérez (2009), que los acuerdos logrados a través de la

mediación, sean solo acciones exclusivas de cada caso, sino que pueda extenderse a todo el

ámbito escolar, fomentando estrategias para la resolución de conflictos.


Todas estas características que rodean la mediación escolar, según de Prada y López

(2008), “puede dar la fuerza y el poder de consolidación necesarios a todo un proyecto de

convivencia escolar en un centro educativo” (p.105).

Sin embargo, estas características deben acoplarse a la realidad de cada institución

educativa. Por tanto, de Prada y López (2009), plantean distintas formas de mediación

aplicables:

 Mediación espontánea: Una persona ve un conflicto e inmediatamente se ofrece

para mediar entre las personas que lo han tenido.

 Mediación institucionalizada: Las personas que han tenido un conflicto recurren

voluntariamente al Servicio de Mediación que tiene el Centro. Eligen a los

mediadores-as, e intentan buscar un acuerdo para solucionar el problema. Esta

mediación requiere la existencia de personas formadas en mediación.

 Mediación realizada por iguales: Una parte del alumnado del Centro se ha

formado para resolver los conflictos a través de la mediación; cuando surge un

problema entre dos alumnos, los mediadores se ofrecen para intentar resolver el

conflicto de forma dialogada.

 Mediación externa: Cuando existe un conflicto en el Centro y no hay personas

que puedan solucionarlo se recurre a alguna persona experta, de fuera del

Centro, para intentar solucionarlo.

 Mediación realizada por adultos: Las personas adultas que forman parte de la

Comunidad Educativa (padres, madres, profesorado y personal no docente) se


forman en Mediación Escolar y se responsabilizan de intentar una solución

pacífica de los conflictos que se generan el espacio escolar.

 Comediación: Contiene aspectos de la mediación institucionalizada. Son dos

personas de diferentes colectivos (puestas por el sistema) las que realizan el

proceso de mediación (un profesor y un alumno, un padre y un profesor, etc.).

(p.106)

La mediación, que debe comprometer a la mayor cantidad de integrantes en las

instituciones educativas, está sometida inexorablemente a distintas formas de

confrontaciones. El acoso escolar, que es una de las tantas maneras de agresión, varía según

los actores implicados. Por ejemplo, las agresiones de profesores contra alumnos -que

implican desde ataques verbales, amenazas, discriminación –son más frecuentes de lo que

parecen, acusando ridiculizaciones, insultos y amenazas (Martín, 2008). También, pueden

presentarse las agresiones de alumnos a profesores, que van desde insultos, rumores

dañinos, hasta agresiones físicas (Martín, 2008). Se encuentra también el maltrato entre

iguales, que se conoce como victimización, abuso, o Bullying, donde un estudiante adopta

un comportamiento intencional dañino y repetitivo contra otro que tiene dificultad para su

defensa (Martín, 2008). Por tal motivo, la implementación de la mediación como método

interventor, deberá adaptarse a cada situación para salvaguardar antes que nada, el derecho

de cada niño.

En el departamento de Antioquia, Colombia, en una institución educativa llamada San

Rafael, propusieron la mediación como el mecanismo más idóneo para la resolución de los

conflictos escolares, específicamente para el acoso escolar y el ciberbullying (Reyes, s.f.).


Reyes (s.f), explica de esta forma como plantearon, a través de charlas, talleres y

entrevistas, el método de la mediación escolar:

Dirigido a estudiantes, personal docente y de planta de la I.E San Rafael (sede

secundaria) en el cual se expusieron, utilizando medios audiovisuales y reflexiones,

diferentes aspectos de estos como: qué son, tipologías de acoso escolar, partes del

acoso escolar, factores que lo generan, causas, consecuencias de todo orden,

particularidades, normativa (principios, derechos, mecanismos de protección),

órganos de la escuela que intervienen, competencias, funciones, cómo se interviene.

Dichos talleres se dictaron en un espacio de 4 semanas logrando abarcar una

población de aproximadamente 400 estudiantes, entre los grados séptimo a decimo,

utilizando diferentes metodologías y con el apoyo de la Orientadora Escolar, Sandy

Leandra Garcés, puesto que dicho tema también atañe a los profesionales de la

psicología, al tratarse de aspectos de la conducta humana y conflictos de

convivencia. (p.4)

De acuerdo con el proyecto antes mencionado, logró determinarse que la comunidad

educativa, San Rafael, tanto directivos, como docentes y estudiantes, además de ser

conscientes de los problemas que atañe el acoso escolar y ciberbullying, son actores

interesados en el bienestar y la buena convivencia Reyes (s.f).

Es decir, la implementación de la mediación debe ir acompañada de una concientización de

cada una de las personas pertenecientes a los espacios educativos, aduciendo su

importancia como una forma de resolver conflictos. González (2015), plantea a su vez, la

importancia de entender qué es y cuál es la importancia de la mediación, así como las

características del acoso escolar, sus intervinientes y las formas de prevención, y cómo la
mediación puede prevenir los casos de bullying o acoso en las escuelas. Por tal motivo “la

mediación debería ser un procedimiento aplicado en la marcha del día a día del centro

escolar para así crear una cultura de la convivencia” (González, 2015, p. 33).

La implementación de la mediación escolar deberá ser fundamentada en principios de paz

para mejorar la convivencia en democracia; no obstante, son pocas las instrucciones que se

ofrecen en cuanto a su implementación (Mejía, 2013). A raíz de lo anterior se considera

“que para otorgarle funcionalidad, la mediación debe instaurarse procesualmente, mediante

un conjunto de actividades planificadas, que implican la participación de diferentes

personas y de recursos materiales coordinados” (Mejía, 2013, p. 36).

Por esta razón, Mejía (2013) establece un proceso para implementar la mediación basada en

la apreciación de la convivencia:

 La apreciación de la convivencia.

 La sensibilización educativa.

 El protocolo de actuación.

 Introducción en el manual de convivencia.

 Selección del estudiantado mediador.

 Formación del estudiantado mediador.

 Coordinación y seguimiento del servicio de mediación.

 Evaluación del servicio de mediación.

 Especialización y consolidación del servicio de mediación. (p. 37)

La mediación también deberá ir acompañada, para su implementación, de guías prácticas y

materiales que soporten su funcionamiento; así como actividades de formación y planes de


convivencia. De esta manera Guerra (2008) plantea, en el caso de las guías prácticas y

materiales de apoyo lo siguiente:

A) Programas de control de asistencia y comunicación a la familia. B) Instrumentos

para el análisis de los grupos escolares. C) Establecer la mediación en la

convivencia escolar como principio básico educativo. D) Implementar foros de

mediación externos. (p. 68)

Con las actividades de formación, Guerra (2008) continúa de esta forma:

A) Cursos de formación de responsables en tema de convivencia y mediación. B)

Actividades de formación permanente para el profesorado. C) Incorporación de los

temas de convivencia en los programas de formación inicial del profesorado. (p.68)

Y para el desarrollo de los planes de desarrollo en los centros educativos, Guerra (2008),

sugiere:

A) Incorporar al Proyecto Educativo el Plan de Convivencia, presentando pautas

para su elaboración. B) Crear la “Comisión de Convivencia” en todos los centros,

asignándoles funciones de prevención, mediación y corrección de conductas

contrarias a la convivencia. C) Elaboración de planes educativos de apertura de los

centros que permitan una mayor implicación de las familias y ayuntamientos y

redunden en la mejora del clima escolar. D) Colaborar con otras instituciones, tanto

locales como autonómicas o estatales para reforzar la seguridad y la convivencia en

los entornos de los centros. (p.68)

Así, la mediación escolar es una estrategia que ayuda a los centros educativos para

establecer unas mejores relaciones entre sus integrantes.


En este sentido, la mediación aporta la herramienta idónea para dotar al alumnado y

profesorado de habilidades de análisis y gestión de conflictos. En un contexto de

convivencia “impuesta”, como son los centros educativos, es inevitable que surjan

posturas enfrentadas, o percibidas como tal. La mediación ofrece la oportunidad de

convertir dichos conflictos en una experiencia de aprendizaje. (Martín, 2008, p.30)

Es primordial por otro lado, que la mediación sea una medida, y que en general, funcione

como una medida contra el acoso, en este caso, para la construcción de un ambiente escolar

lleno de amabilidad, respeto, y que pueda ser un programa a largo plazo, con las reglas

claras y conocidas por toda la comunidad escolar (Ministerio de educación del Gobierno de

la República de Guatemala, 2011).

Cabe destacar el papel importante que cumplen los mediadores, que además de ser

imparciales, debe conocer el contexto en el que se desenvuelve la situación. De esta

manera, la mediación como método contra el acoso escolar, es una herramienta necesaria

que permite y seguirá permitiendo, en la medida que pueda ser profundizada y ampliada

mediante técnicas y teorías, la prevención y la solución a los conflictos en los

establecimientos educacionales.

CONCLUSIONES

Aunque se ha avanzado en la implementación de la mediación como método de resolución

de conflictos en las escuelas, en muchos países aún no está reglamentada directamente.

Colombia, por ejemplo, en la ley 1620 de 2013, permite desarrollar la mediación para

fortalecer la convivencia escolar, pero no establece cómo debe ser regulada ésta. No
obstante, ante la cámara de representantes fue presentando en 2015, el proyecto de ley 168,
2
que pretende establecer la mediación escolar como una estrategia para solucionar

conflictos en las instituciones oficiales. Sin embargo, este proyecto no ha tenido

seguimiento y yace en un ostracismo sin dar ninguna información.

Cuando una institución, como tal, instaura la mediación como una estrategia de

resolución de conflictos está dotándose de un instrumento altamente poderoso, no

sólo para resolver conflictos concretos, sino para enriquecer la cultura de diálogo y

negociación pacífica de las dificultades interpersonales. Esto significa que disponer

de un programa de mediación y hacer que éste funcione de manera equilibrada y,

sobre todo, si ésta se sostiene durante un periodo de tiempo prolongado,

proporciona a la cultura escolar un beneficio inespecífico que se aprecia como un

enriquecimiento del clima de relaciones, un funcionamiento fluido de la

organización y un bienestar difícil de evaluar, pero muy agradable de percibir.

(Ortega y Del Rey, p. 96)

Por tanto, ha sido necesaria la teorización de la pertinencia de la mediación en las escuelas,

que de alguna u otra manera ha porfiado mediante su propia estructuración con los

conflictos escolares, dentro de ellos el acoso. El acoso escolar, que por su parte si está

dentro de los casos a prevenir o mitigar, en muchos países, basa su reglamentación sobre

todo en los Derechos Humanos.

La educación para la convivencia debe realizarse desde y para los derechos

humanos. Todos y cada uno de los derechos de todas y cada una de las personas.
2
Documento disponible en: http://www.imprenta.gov.co/gacetap/gaceta.mostrar_documento?
p_tipo=05&p_numero=168&p_consec=435
18
Por ello, los centros educativos, y muy particularmente el profesorado, deben hacer

frente a las políticas neoliberales que asentadas en el individualismo, la

competitividad, el gerencialismo y la excelencia del mercado, cuestionan a la

democracia, el estado de bienestar y el propio derecho a la educación. (Jares, 2002,

p. 87)

Todo lo anterior, con el fin, en cierta medida, de instar porque las escuelas terminen siendo

un espacio, o mejor donde se empiece a cultivar la democracia. Así lo manifiesta Díaz-

Aguado (s.f), basada en las condiciones tomadas de Kohlberg:

1) La incorporación de la discusión entre compañeros en equipos heterogéneos

como procedimiento de enseñanza moral dentro del currículum; 2) la creación

de contextos en los que se discutan dilemas morales reales sobre las reglas, la

disciplina y los conflictos que se producen en la escuela y se adopten decisiones

de forma democrática; 3) y la construcción de un sentido de comunidad, de una

cultura moral, orientado al bienestar y la solidaridad entre sus miembros.

Innovaciones que permiten reducir los problemas de violencia, absentismo e

intolerancia, mejorar las relaciones (entre profesores y alumnos así como entre

compañeros) y la calidad de la vida en el centro. (P.148)

Programas como la mediación escolar ayudan a proteger los derechos de los niños y niñas,

que en ocasiones, por las situaciones difíciles en determinado contexto social, pueden verse

vulnerados. Así, la escuela puede fungir como un bastión inexpugnable que protege los

derechos de cada integrante de su comunidad, anhelando a su vez, que esto puede

permitirles ser mejores ciudadanos. Solo en Colombia, por ejemplo, el proceso de

mediación escolar ayuda a la estructuración de la cátedra para la paz, “que busca rescatar la
enseñanza y defensa de los valores y poner en sintonía con la paz a los centros educativos,

que agrupan y representan a la juventud colombiana” (Castro, 2014). De este modo se

construye a través de la reflexión y el respeto por la cultura de la paz, el desarrollo humano

colectivo como está contemplando en la Constitución Política (Arroyave, 2016).

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