Titulo: El yelmo de Mambrino

Personajes:

Don Quijote
Sancho Panza
Barbero

Escena 1: Un camino bajo la lluvia.

(Don Quijote y Sancho Panza avanzan a caballo por el camino mientras llueve)

Don Quijote: ¡Sancho, mírale allí! ¡Es el yelmo de Mambrino, cumpliéndose mi juramento!

Sancho Panza: ¿Seguro, señor? Solo veo a un hombre montado en un burro con algo
brillante en la cabeza.

Don Quijote: ¡No te dejes engañar por las apariencias! Es el yelmo legendario que he
buscado.

Escena 2: El encuentro con el barbero.

(Don Quijote se acerca al barbero que lleva una vasija de lata en la cabeza)

Don Quijote: ¡Oh, valiente caballero! Entrega ese yelmo de Mambrino que sobre tu cabeza
resplandece.

Barbero: Señor caballero, esto no es más que una simple vasija de barbero que uso para
protegerme de la lluvia.

Don Quijote: ¡No hay engaño! Ese yelmo mágico debe ser mío. ¡Entrega el tesoro que te
has apropiado!

(El barbero cae del burro para evitar el golpe de la lanza, y Sancho recoge la vasija del
suelo)

Escena 3: Don Quijote prueba el yelmo.

(Don Quijote se coloca vasija en la cabeza)

Don Quijote: Sin duda, el pagano que lo usó antes debía tener una cabeza inmensa. Y lo
peor es que le falta la mitad.
Sancho Panza: (riendo) Mi señor, esto es solo una vasija común y corriente, no un yelmo
mágico.

Don Quijote: ¡No te burles, Sancho! Quizás el verdadero yelmo cayó en manos de alguien
que lo fundió a la mitad y creó esta imitación.

(El barbero escapa corriendo)

Escena 4: Reflexiones y nuevos planes.

(Don Quijote y Sancho continúan su camino)

Sancho Panza: Mi señor, ¿qué haremos con el burro del barbero?

Don Quijote: No acostumbro a despojar a los vencidos, Sancho. Sigamos adelante sin él.

Sancho Panza: Señor, me preocupa que nuestras aventuras pasen desapercibidas en estos
lugares remotos. Tal vez debamos servir a un emperador o un príncipe y así ganar fama y
recompensas.

Don Quijote: No es mala idea, Sancho, pero primero debemos labrar nuestro propio
camino y ganar renombre. Cuando lleguemos a la ciudad, seremos recibidos con honores y
la infanta se enamorará de mí. Tú también serás recompensado.

Sancho Panza: Pero, señor, ¿y mi linaje?

Don Quijote: Existen dos tipos de linajes, Sancho. Yo desciendo de gente humilde que ha
ascendido en la sociedad. La infanta me aceptará sin importar mi origen. Y si no, la robaré
para ser rey.