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a) La velocidad.
b) La Cantidad
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Los títulos de participación social, por su parte, son aquellos que reconocen
determinados derechos, ya sea de asociado o de acreedor, de la entidad que los
emite. Mediante el título, el poseedor puede ejercer los derechos que éste le confiere,
pero también puede cederlo, con lo cual transfiere su cuota social con las
prerrogativas de carácter institucional o pecuniario que le entrega el título en su
calidad de socio. De esta suerte también facilita la circulación 1.
La letra de cambio nace para responder a una necesidad jurídica concreta que
es el traslado jurídico de dinero papa poder cumplir una obligación en un lugar distinto
de aquel en que se celebra la convención. Los títulos de crédito vienen a llenar una
sensible necesidad en el tráfico mercantil, que era la poca seguridad y rapidez e
insuficiencia de la cesión de créditos personales la cual no es útil en materia
comercial.
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Sandoval López, Derecho Comercial. Títulos de crédito, contratos mercantiles y operaciones bancarias.
Tomo II.
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Concepto de Título de Crédito
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Características de los Títulos de Crédito
Desde otro punto de vista, el deudor sólo debe pagar la obligación a quien sea
el legítimo tenedor del título, quien deberá entregarlo o restituirlo al deudor, al darse
cumplimiento la obligación. Es esencial la necesariedad, pues no hay ejercicio del
derecho para el acreedor sin el título de crédito y no puede concebirse un título de
crédito sin el derecho individualizado en el título. De esta forma el título y el derecho
son consubstanciales: El título sirve de soporte o vehículo para el derecho que ostenta
el acreedor.
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En ciertos casos, el instrumento escriturado sólo es necesario para crear la
relación jurídica, pero una vez que ésta se ha generado, pueden subsistir en forma
independiente el documento y la relación jurídica ya creada.
II. La Literalidad
Ésta consiste en que los términos o el tenor en que está extendido el título,
determinan su contenido, alcance y modalidades. En otras palabras, la extensión,
monto, modalidades y cualquier otra circunstancia relativa al documento debe constar
en él mismo, vale decir, que todas las condiciones del crédito deben estar escrituradas
en el mismo documento en que se contiene el crédito, al igual que cualquier
circunstancia que lo afecta, con lo cual si no está en el título no existe 2.
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Sin perjuicio de esta característica hay una excepción en materia de letras de cambio ya que el aval, que por
regla general debe constar en la letra o en una hoja de prolongación adherida a ella, puede constar en un
instrumento separado y que, obviamente, estará fuera del título.
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Sobre esta base, el acreedor no podrá exigir ni percibir una cantidad diferente
ni condiciones diversas a aquellas que consten expresamente en el título. Por su parte
el deudor, está enmarcado en su obligación a aquello que esté literalmente expuesto
en el documento.
Por otra parte, podemos decir que la autonomía se refiere a que el titular lo
adquiere en forma originaria, lo que equivale a decir que su derecho no emana del
derecho del tradente sino que nace ex novo en el adquirente al recibir el documento
según su ley de circulación, no importando las relaciones que hayan existido entre
anteriores portadores del documento. En otras palabras, el titular anterior sólo efectúa
la tradición del título, pero el nuevo titular o adquirente, adquiere el derecho
documental que se encuentra circunscrito al documento mismo, prescindiendo de las
personas o relaciones personales anteriores.
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IV. Abstracción de los Títulos de Crédito.
Esta cosa nueva se asimila al trato que la ley da a las cosas muebles y se le
aplica en consecuencia en términos generales, las normas que rigen esta clase de
bienes y naturalmente la legislación propia de los títulos de crédito.
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Forma de Adquisición de los Derechos sobre el Título y Extinción de
éstos.
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Los derechos llamados emergentes del título mismo o propios del documento,
nacen como nuevos para el adquirente o nuevo titular, por ello, no se pueden oponer
al último titular o portador las excepciones personales que procedía oponer a los
titulares o portadores anteriores del documento.
Los títulos de crédito admiten una serie de clasificaciones que pasamos a enumerar y
explicar.
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B) Títulos de crédito mercantiles:
Son aquellos que emanan de obligaciones mercantiles y es asimismo
mercantil el documento que contiene la obligación fundamental.
Ejemplo:Letra de Cambio; Pagaré.
B) Representativos de mercaderías.
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C) Títulos de participación social o valores mobiliarios:
Son aquellos emitidos por personas jurídicas sean éstas públicas o
privadas, que otorgan al partícipe asociado o acreedor de la entidad emisora,
una serie de derechos en contra de ella, generalmente convenidos con el
emisor, y que se caracterizan por su Negociabilidad.
Ejemplo:
Acciones de sociedades anónimas, bonos o debentures, los pagarés
reajustables emitidos por el Banco Central, etc.
Los valores mobiliarios pueden ser emitidos al portador, en forma
nominativa, esto es, indicando el nombre del titular, o bien, a la orden del
asociado o acreedor que se individualiza precedido de la expresión “a la
orden de”.
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4. Según la forma de extenderse.
A) Títulos al portador.
B) Títulos a la orden.
C) Títulos Nominativos.
A) Títulos al portador:
Son aquellos emitidos sin designar en el texto de título el nombre del
beneficiario o bien, si se menciona éste, se le agrega la expresión “o al
portador”.
Esta clase de títulos permiten la identificación total del derecho
incorporado con el título mismo. Son de fácil circulación, pues basta la
tradición del documento para transferirlo sin necesidad de endosarlo o
cederlo según las reglas de cesión de créditos. Estos créditos pueden haber
nacido a la vida comercial como un crédito al portador o bien a través de un
endoso en blanco adquirir este carácter.
Estos títulos tienen algunos inconvenientes que pueden suscitarse en
caso de extravío y en el ejercicio de la acción reivindicatoria, cuando el dueño
ha perdido la posesión de éstos, resultando la imposibilidad de
individualizarlos o determinarlos para poder entablar esta acción eficazmente.
B) Títulos a la orden:
Esta clasificación se refiere a la forma en que se puede hacer la
transferencia del crédito, la cual se hace a través de la firma o endoso del
documento. En este tipo de título el titular aparece individualizado precedido
de la expresión “a la orden de”.
El endoso puede ser de varios tipos, siendo el más común el traslaticio
de dominio, el cual puede ser regular, que lleva la firma del endosante, el
nombre del beneficiario y la fecha en que se realizó el endoso; o en blanco,
que lleva sólo la firma del endosante. La diferencia entre uno y otro es que el
documento que ha sido endosado de manera regular sólo puede ser
endosado nuevamente por medio de un nuevo endoso regular, en cambio el
que ha sido endosado en blanco se puede hacer circular sin necesidad de un
nuevo endoso sino que a través de la entrega del título ya que en éste no se
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designa la persona del beneficiario del endoso, con lo cual se transforma un
documento a la orden en un documento al portador.
El endoso junto con transferir el dominio vincula al endosante con el
endosatario y éste último pasa a ser el legítimo titular del título y puede
ejercer los derechos que emanan del documento, por la posesión del título.
Lo exhibirá a su endosante y a los obligados al pago por la secuencia de una
cadena regular no interrumpida de endoso que los transforma en codeudores
solidarios de obligación.
En el caso de estos documentos, además, no sólo se responde por la
garantía de derecho sino que también por la de hecho, es decir, por el pago
efectivo de la prestación que se contiene en le título, siendo responsable
tanto quien endosó el documento como quien lo emitió.
C) Títulos nominativos:
Son aquellos en que aparece debidamente individualizado el titular del
documento por su nombre y apellidos precedido de la expresión “páguese a”.
En ciertos casos, se inscriben además en el registro de la entidad emisora.
Estas clases de títulos implican una alteración al crédito en cuanto a su
transferencia ya que sólo se pueden transferir según las reglas de la cesión
de créditos personales. En este tipo de cesión el cedente sólo va a responder
de la garantía de derecho siendo necesario notificar al deudor,
transfiriéndose el crédito con todos sus accesorios y excepciones personales
contra el cedente.
En relación con la compensación, el Art. 1659 del Código Civil establece
que el deudor que acepta la cesión sin reserva no puede oponer como
excepción la compensación que hubiera podido oponer al cedente. Por otra
parte, en materia comercial se pierden las excepciones si éstas no se
reservan por el deudor al momento de la notificación del crédito.
Para considerarse legítimo titular de estos títulos, es necesario
poseerlos, presentarlos al emisor o deudor, justificar su tenencia por una
serie de cesiones de derechos o serie regular de traspasos y debida
inscripción en su caso en el Registro de la entidad emisora del título, esto es,
del “transfer” (registrar las transferencias del título nominativo en el registro
de la entidad emisora).
Finalmente, el titular debe identificarse adecuadamente ante el deudor
que debe efectuar el pago.
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5. Según la forma de emisión.
A) Títulos unitarios.
B) Títulos múltiples.
A) Títulos unitarios:
Aquellos que no admiten división o fraccionamiento.
Ejemplo:
Letra de cambio.
B) Títulos múltiples:
Aquellos que pueden dividirse o fraccionarse.
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Ejemplo:
Los cupones de los bonos, que la entidad emisora paga al titular
comprendiendo amortización e intereses del capital.
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Legítimo Titular del Título de Crédito.
Los títulos de crédito facultan a quien lo posee según “la ley de su circulación”
para exigir del obligado, el pago de la prestación que da cuenta el título.
Por su parte el deudor, de pagar válidamente su obligación a quien ostente el carácter
de legítimo titular por la posesión del título y la exhibición del documento
correspondiente, en el que se consigna el crédito.
Es importante “la posesión del título de crédito”, por cuanto dentro de las reglas
del derecho, “el poseedor es reputado dueño mientras otro no justifique serlo”. En
estas circunstancias, quien tiene la posesión del título tiene también el carácter de
aparente titular, con lo cual queda exento de su obligación de acreditar su carácter de
acreedor y el deudor queda liberado de la deuda pagando al poseedor del título aún y
cuando no sea éste en definitiva el verdadero titular del derecho.
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Si el título ha circulado por la vía del endoso, el último endosatario o tenedor
del título, acredita mediante la posesión, el derecho a cobrar al deudor el crédito
respectivo. Basta justificar su tenencia frente al deudor mediante la cadena serie de
endosos que figuran en el documento. Sin embargo, en estricto derecho si algunos de
los endosos son falsos, o el endosante no podía transferirlo por alguna incapacidad,
no se identificará la posesión del título con la propiedad del derecho correspondiente.
No obstante, en general, la investidura formal que tiene el último endosatario,
aparentemente le otorgará el carácter de titular y propietario del derecho que se
incorpora al título.
La cesión de créditos personales regulada por el Código Civil se utiliza para los
créditos nominativos y ella se puede hacer a cualquier título, oneroso o gratuito, pero
siempre se perfeccionará con la entrega material del mismo y sólo producirá efectos
frente a los terceros y frente al deudor en la medida que el cesionario notifique al
deudor o bien que el deudor acepte la cesión. En caso que no se notifique la cesión o
bien que el deudor no la haya aceptado, éste le podrá pagar al cedente o el crédito
podrá ser embargado por los acreedores del cedente ya que la cesión es inoponible
por incumplimiento de las formalidades exigidas.
Al cederse un crédito la cesión se realiza con todos sus accesorios salvo las
excepciones personales del cedente al cesionario; por otra parte, el deudor conserva
todas las excepciones que tenía contra el cedente, salvo la de compensación que
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para ejercerla debe reservarla al momento de la notificación. Lo mismo sucede si es
que no se aceptó la cesión del crédito.
Por último, el cedente sólo responde por la existencia del crédito al momento
siempre que aquella haya sido hecha a título gratuito. En ningún caso su
responsabilidad se extiende a la solvencia del deudor sin que haya un pacto expreso
respecto de este punto, y aún existiendo esta cláusula sólo responderá de la solvencia
al momento de la cesión, no respecto de la solvencia futura del deudor. Además, la
responsabilidad del cedente sólo se extiende al beneficio que éste haya obtenido por
la cesión, salvo que haya un acuerdo distinto.
La cesión de créditos mercantiles, por otra parte, se aplica para aquellos títulos
que no son endosables y se aplican para su cesión las reglas que da el Código Civil.
La única diferencia es que las excepciones para hacer valer al cesionario el deudor
debe hacerlas presentes al momento de la notificación siempre que ella no aparezca a
la vista del documento ya que si es así se pueden oponer al cesionario.
1. El Cedente:
Es la persona que por medio de la cesión transfiere su título de crédito.
2. El Cesionario:
Es la persona que por medio de la cesión o transferencia adquiere el título de
crédito.
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3. El Deudor Cedido:
Es la persona del deudor del crédito, esto es, el obligado al pago del
documento quien, en virtud de la cesión pasa a tener un nuevo acreedor.
Como habíamos señalado, los créditos nominativos son aquellos en los cuales
aparece debidamente individualizado el nombre del acreedor o beneficiario, de modo
que sólo pueden ser cobrados por la persona que aparece así designada en el
documento.
En el caso de la cesión de estos títulos, específicamente en lo que se refiere a
su perfeccionamiento, debemos hacer una distinción:
La cesión requiere para que surta efecto entre cedente y cesionario, que se
verifique entre ambos la entrega o tradición del título.
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Si el crédito consta de escritura pública, deberá entregarse copia autorizada
de ella. Si el derecho cedido es materia de juicio, deberá hacerse referencia al
juicio o pleito correspondiente.
Respecto del deudor cedido y terceros, para que la cesión surta efectos y se
perfeccione, es necesario que se le notifique al deudor cedido por el cesionario la
cesión o sea aceptada por éste (Art. 1902 Código Civil).
a) Notificación al Deudor:
Las normas para notificar al deudor son distintas en el Código Civil y en el
Código de Comercio.
De acuerdo al Código Civil, la notificación debe hacerse con exhibición del
título que llevará anotado el traspaso del derecho con la designación del cesionario
y bajo la firma del cedente (Art. 1902 Código Civil).
Conforme al Código de Comercio, señala que tratándose de créditos
mercantiles, la notificación debe hacerse por un ministro de fe.
La notificación debe hacerse por intermedio de un ministro de fe con
exhibición del respectivo título para lo cual basta el simple requerimiento del
cesionario (Art. 162 incs. 2º y 3º del Código de Comercio).
Aceptación Expresa:
Es aquella que el deudor cedido efectúa en términos formales y explícitos,
concurriendo en el acto de la cesión, o bien, manifestándola en los mismos
términos en un instrumento separado, en que se haga la debida referencia.
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Aceptación Tácita:
Consiste en un hacho que la suponga, como la litis contestación o
contestación de la demanda al cesionario del derecho, un principio de pago al
cesionario, etc. (Art. 1904 Código Civil).
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Las excepciones reales, esto es, las que emanen del título de crédito.
Las excepciones personales, que podía hacer valer en contra del cedente.
Al efecto, el Art. 163 inc. 2º del Código de Comercio dispone: “las excepciones
que aparezcan a la vista del documento o que nazcan del contrato podrán oponerse
contra el cesionario, en la misma forma que habrían podido oponerse contra el
cedente”.
“La cesión del crédito no traspasa las excepciones personales del cedente”
(Art. 1906 del Código Civil).
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Debió decir la cesión del crédito, no traspasa al cesionario las acciones
personales que tuviere contra el deudor cedido el cedente.
1) Garantías de Derecho:
Son las que se refieren a:
La existencia de un crédito.
2) La Garantía de Hecho:
Se refieren a la responsabilidad del cedente por la solvencia presente y
futura del deudor.
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Garantía de Derecho.
Al efecto, el Art. 1907 del Código Civil establece: El que cede un crédito a título
oneroso, se hace responsable de su existencia al tiempo de la cesión, esto es, de que
verdaderamente le pertenecía en ese tiempo; pero no se hace responsable de la
solvencia del deudor, si no se compromete expresamente a ello; ni en tal caso se
entenderá que se hace responsable de la solvencia futura, sino sólo de la presente,
salvo que se comprenda expresamente la primera; ni se extenderá la responsabilidad
sino hasta concurrencia del precio o emolumento que hubiere reportado de la cesión,
a menos que expresamente se haya estipulado otra cosa.
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