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Yule, George. (2014). Cap 1. Los orígenes del lenguaje. (pág 7-12).

El lenguaje, Editorial
Akal, Madrid, España. Reseña elaborada por Paula Montenegro, estudiante de Comunicación
Social - Periodismo.

Los Orígenes del Lenguaje

Para comenzar, teniendo como referente el libro de El Lenguaje, del escritor George Yule
esta reseña se centrará en desarrollar detalladamente cada uno de los estudios realizados por
el autor mismo, en términos generales, el enfoque central de este capítulo según el
lineamiento del autor es reconocer uno de los interrogantes más comunes que se han
presentado varias décadas atrás, específicamente sobre la capacidad que tiene el ser humano
para comunicarse por medio de signos verbales y no verbales, así mismo, qué procesos
permiten que un individuo desde su nacimiento comience a desarrollar la capacidad de
lenguaje naturalmente.
En esa misma línea, a partir de diversos estudios realizados por científicos, el autor Yule
demuestra modelos de desarrollo y avance que argumentan varias similitudes y diferencias
entre los procesos comunicativos del desarrollo humano y el desarrollo animal que se fueron
generando gracias a los investigaciones experimentales realizadas.
De igual manera, se abordarán subtemas que en parte son poco profundizados, en definitiva
contextualizan completamente el proceso evolutivo del lenguaje en la humanidad, estos son:
la hipótesis de los sonidos naturales, la hipótesis de la adaptación física, el cerebro humano,
entre otros.
Entrando en materia, la producción del lenguaje se fundamenta principalmente en la
materialización de signos que simbolizan ideas, características de objetos, entre otros. Este
primer capítulo se enfoca en los orígenes del lenguaje, el cual expone que el lenguaje se
desarrolló hace aproximadamente 50.000 o 100.000 años atrás, aun cuando no existía
cualquier forma de lenguaje escrito, sin duda alguna, después de investigar y centrarse en un
punto clave como lo era la evolución del habla en la especie humana, las pruebas y evidencias
físicas de su transformación han sido netamente hipotéticas, por esa razón este capítulo se
inmiscuye en un inicio en el origen divino según las tradiciones bíblicas para hallar alguna
razón o causa que permita derribar las especulaciones que decada tras decada se ha ido
reproduciendo sin un hecho concreto.
De acuerdo con el texto, a lo largo de la historia distintas religiones del mundo han asimilado
que el desarrollo no solo del ser humano sino de distintos componentes que lo conforman, en
este caso el lenguaje, han sido creados y entregados al mundo por dioses divinos, es aquí
donde entra en juego el rol del creador del universo que según la religión hindú, entre otras,
aseveran que su Dios trae consigo la lengua original mundial; tras varios experimentos con
niños recién nacidos alejados de cualquier tipo de contacto con la lengua humana, se obtiene
como resultado un desarrollo nulo en sus primeros años de vida, es decir, no se desarrolla la
denominada “lengua divina”, lo que en consecuencia, complejiza la búsqueda de medios que
ayuden a reconstruir hipótesis sobre su origen real.
El origen del lenguaje ha sido sostenido a lo largo de la historia por hipótesis de distintos
índoles, en este caso, el de los sonidos naturales, más conocidos como la hipótesis del “guau -
guau”, se entiende lo anterior como el avance de las palabras primitivas gracias a las
imitaciones de los sonidos naturales que los hombres primitivos atendían a su alrededor. Las
palabras onomatopeyas como tal en su origen son las que imitan los sonidos naturales, pero
es aquí, donde entra en juego para el autor y sus lectores el interrogante sobre el
nombramiento de objetos abstractos que no emiten ningún tipo de sonido y que para la lengua
simplemente son un conjunto de palabras utilizadas como “nombres” de entidades,
igualmente, se ha sugerido que algunos de los sonidos originales de la lengua se fueron dando
por los sonidos producidos que algún tipo de emoción emite, ya sea de dolor, asombro,
molestia o alegría, no obstante, existen sonidos expresivos que simplemente se dan por
reacciones emocionales pero que como tal no se utilizan para nada, por lo tanto es otra
hipótesis que según lo expuesto del autor, no es una fuente razonable para el desarrollo del
habla.
Ahora bien, el lenguaje constituye una de las condiciones y características básicas del ser
humano, de modo que, el capítulo sobre los orígenes del lenguaje tiene distintas variables,
una de ellas es la adaptación del ser humano y esos detalles físicos que en comparación con
los seres vivos podrían ser el punto clave para la generación de los sonidos del habla; el
lenguaje no es algo que simplemente se aprende, sino es un proceso autónomo innato que
viene ya incorporado en la vida humana, por lo tanto, si se estudian características precisas
como los dientes, los labios, la boca, la laringe y faringe, se puede interpretar
automáticamente que son estados propios de la vida humana ya que a la hora de cortar o
desgarrar la comida es completamente inútil, mientras que sí son útiles a la hora de producir
sonidos dentro de la cavidad oral, lo que conlleva a que en su evolución el ser humano tuviera
que adoptar una posición erecta para generar un espacio más amplio llamado faringe el cual
ejerce un proceso vocal que permite la reproducción de sonidos por la laringe así permitirá
que los sonidos sean más distintivos entre sí, a causa de todos esos procesos de evolución
anteriormente nombrados, los seres humanos son privilegiados en gran parte porque gracias a
la emisión de sonidos han tenido mayores posibilidades de supervivencia, en este caso, todo
lo contrario a los monos, quienes no cuentan con la capacidad de utilizar la laringe y
comunicarse con mayor facilidad, claro está, su posibilidad de atragantarse al comer es nula
en comparación al ser humano.
Por otra parte, todas las lenguas humanas, incluidas la de signos, implican la organización y
combinación de signos en secuencias determinadas según lo expone el autor en el texto, es
por eso que el cerebro humano juega un papel fundamental en el control de movimientos
motores y los procesos de producción de sonidos, ya que según estudios, este se encuentra
lateralizado lo permite ejercer un soporte fisiológico de las habilidades lingüísticas y a su vez
desempeñar una función especializada sobre determinadas capacidades motoras y
secuenciales, lo que en el caso de los monos sólo se darían a través de capacidades motoras.
Todos estos procesos nombrados anteriormente que son casi automáticos, llevan a fortalecer
la tesis de que todos los seres humanos nacemos con la capacidad especial para el lenguaje, es
decir, en el genoma humano ya viene una mutación crucial que es innata y ninguna otra
criatura podría poseerla, lo que en definitiva constata luego de profundizar en cada una de las
hipótesis, que efectivamente la búsqueda por el desarrollo del lenguaje se convierte en un
estudio sobre el “gen del humano” que solo podría poseer el mismo.
Para concluir, es básico discernir que en los primates aún se da una separación entre las
facultades cognitivas y lingüísticas, todo lo contrario en un ser humano; por lo que respecta
es válido afirmar, que el proceso evolutivo humano ya trae consigo la asignación genética
que diferencia exponencialmente los procesos comunicativos de los animales y la humanidad,
es decir, su diferencia ya no es meramente cuantitativa sino cualitativa y de un grado proto -
lingüístico que frena la capacidad lingüística de los supuestos lenguajes animales.

NRC: 3657

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