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¿Existe escultismo fuera de la OMMS?

Ayer miércoles se publicó un artículo en este blog


titulado “No son scouts”, en el que se planteaba la cuestión
de si cualquiera que se autodenomine scout lo es en
realidad.

La respuesta tajante no puede ser otra que NO. Cualquiera


no se puede denominar scout porque sí. Evidentemente
debe cumplir unos requisitos.

Pero… ¿Qué requisitos? ¿Quién los establece?, y en definitiva:

¿Existe escultismo fuera de la OMMS?

Esa es la pregunta que se hacen muchos y que como era un tema que pensaba tratar en
breve, aprovecharé la ocasión para hacerlo en el artículo de hoy.

Antes de nada os ruego una lectura calmada. No trato de establecer ningún tipo de
dogma, tan sólo de traeros a este rincón virtual la información de la que dispongo para
que vosotros mismos saquéis vuestras conclusiones, y os rogaría sacarlas después de
leerlo hasta el final. Aunque sea un poco rollo.

Bien, para muchos la respuesta a la última cuestión planteada también es negativa.


Pero escuchemos sus argumentos antes y tratemos de comprenderlos, que eso es lo que
dijo siempre nuestro fundador: “Escuchad siempre a todas las partes antes de opinar”

Su argumentación la podemos encontrar por


ejemplo en el libro“World Scouting” de Eduard
Vallory. Y viene a ser la siguiente:

En 1908 Baden-Powell crea un esquema educativo


para aplicar en otras asociaciones, pero la
publicación de su libro desata tal interés en los
muchachos de la época que se hizo imprescindible
formar una entidad autónoma y crear la primera Boy
Scout Association.
Y no creáis que no hubo problemas, ya os
comenté que en el mismo comienzo hubo una
escisión que dio lugar a los British Boy Scouts.

El movimiento siguió expandiéndose por el globo,


madurando y adaptándose a su nueva condición
internacional. En 1920 nace el Escultismo Mundial
debido a la necesidad de organizar su desarrollo. Y precisamente una de sus
atribuciones, y que mana directamente de la autoridad del fundador, es la de establecer
unos criterios claros por los que una organización pueda ser considerada o no parte de
dicho movimiento.

¿Y por qué se establecen esos criterios? ¿A qué había miedo?

Pues se establecen con el fin de preservar la coherencia del proyecto educativo y evitar
que otras asociaciones imitasen parte de la estética o las prácticas para aprovecharse de
la imagen pública del escultismo y de su prestigio. Además en el caso de conductas
discriminatorias o negligentes la imagen del movimiento podía verse perjudicada.
Recordemos que ya en los principios surgieron movimientos juveniles que lo hicieron, e
incluyo aquí a regímenes fascistas y comunistas como las Juventudes Hitlerianas, los
Balilla o los Pioneros Rojos.

Por tanto era algo lógico

La OMMS estableció lo siguiente:

“La Conferencia Internacional de los Scouts declara:


Que el Movimiento Scout es un Movimiento de
carácter nacional, internacional y universal; que tiene
por objeto dotar a cada nación en particular y al mundo
entero, de una juventud fuerte física, moral y
espiritualmente.

Es NACIONAL porque por medio de organizaciones


nacionales dota a cada país de ciudadanos útiles y
sanos.

Es INTERNACIONAL porque no reconoce barreras


nacionales en la camaradería de los scouts de todos los países.

Es UNIVERSAL porque insiste en la fraternidad universal entre los Scouts de toda


nación, clase o credo.

El Movimiento Scout no tiende a debilitar las creencias religiosas individuales sino por
el contrario, a fortalecerlas. La Ley Scout exige que un Scout practique verdadera y
sinceramente su religión y la norma del Movimiento prohíbe cualquier clase de
propaganda sectaria en reuniones mixtas.”

Y además establece los siguientes elementos del movimiento scout como características
esenciales y que lo definen:

 La Ley y la Promesa scouts, sobre las cuales giran todas las demás.

 El aprendizaje mediante la acción (el famoso “learning by doing”).

 El sistema de patrullas (o de equipos).


 Un marco simbólico, sobre el que construir, basado en la capacidad de
imaginación de los chavales.

 La progresión personal, posibilitando que caja joven lo haga a su ritmo,


adquiriendo la confianza necesaria.

 Las actividades en la naturaleza, como marco ideal de la acción educativa.

 La interacción entre chicos y educadores, el apoyo de los adultos como


conductores, educadores y facilitadores, basada en la cooperación voluntaria
entre todos.

Bien, aquí tenemos la base sobre la que construir lo que es y lo que no es escultismo.

Y llega ahora la parte que yo considero el origen del problema:

La OMMS estableció que sólo se puede reconocer una organización por Estado y
que ésta debe adherirse al objetivo y principios del escultismo mundial, adoptar el
método en su totalidad, tener un texto de ley y promesa aprobados por la organización
mundial. Las asociaciones deben estar abiertas a todos quienes quieran asumir los
principios del movimiento y además deben ser independientes del Estado, apartidistas,
autoreguladas y de carácter voluntario.

En realidad no parecen requisitos extraños. Los límites son bastante genéricos. No se


habla de uniformes, ni de tradiciones, ni de programas educativos concretos. Parece dar
bastante libertad a las asociaciones nacionales.

Pero al establecer que sólo se acepta una organización por Estado se creó un problema.

El problema de la diversidad en cada país que había hecho que surgiesen varias
asociaciones en algunos. Asociaciones con características propias basadas en elementos
principalmente religiosos (scouts laicos, aconfesionales y católicos en un mismo país y
que parecían poco dispuestos a la unificación).

Se optó por una solución federativa. Se aceptaría una Federación de asociaciones por
país en aquellos en los que existiesen varias asociaciones que no fuesen capaces de
unificarse por ciertos criterios, bien religiosos o bien culturales.

Entonces…si los requisitos no son tan extraños y se aceptan federaciones ¿por qué se
crearon asociaciones independientes? ¿Por qué no se integraron en una federación?

Pues porque la aplicación de esos criterios es compleja y no se acepta cualquier motivo.


Hasta tal punto que ya Laszlo Nagy, quien fuera Secretario General de la OMMS desde
1968 a 1988, se quejó de que no se aplicaban a todos con el mismo rigor.
El mismo Sr. Nagy recoge en su obra, 250 millones de
scouts, los tres elementos principales que se encuentran en la
mayoría de las escisiones:

 El factor religioso.

 El factor cultural, por identificación con un colectivo


nacional o un territorio determinado con
características propias.

 La diferencia en la interpretación sobre las


características diferenciales del escultismo en cada
asociación, esto es, el conflicto sobre la visión
asociativa (vaya, recuerdo ahora que Tomás Ruíz Brückel, responsable de
comunicación y tesorero de ASDE, se sorprendía de mi afirmación de que este
factor era motivo de separación en otro artículo sobre los símbolos y las
tradiciones, y que en 30 años era la primera noticia que tenía).

Y aquí subyace el problema: los dos primeros elementos son reconocidos como válidos
a la hora de autorizar la división del escultismo en un país.

Sin embargo las diferencias sobre otros aspectos, llámese evolución metodológica,
sistema de progresión, uniformidad,…NO SON ACEPTADOS por la OMMS como
motivo de separación. Mientras la visión de la principal asociación esté dentro de los
límites acordados a nivel mundial los disidentes no tienen nada que hacer…salvo
marcharse.

Es decir si la asociación principal (considerada pues como genuinamente scout) decide


cambiar estos aspectos, aquellos que no lo hacen y deciden seguir haciendo lo que
hacían hasta la fecha…¡dejan de ser scouts!

El absurdo es mayúsculo, porque supone que todo lo que


se hacía hasta la fecha de cambio era… falso escultismo.

El mismo Sr. Nagy era consciente de ello pues afirmaba:

“Hay importantes asociaciones no reconocidas que crecen


y lo seguirán haciendo, con o sin reconocimiento.

Se debería tener una mayor inclinación a buscar


soluciones, por el bien de los chicos y jóvenes de las
escindidas o las no reconocidas”

Lo que está claro es que la evolución metodológica y de


imagen han cambiado elementos que formaban parte de la
cultura asociativa y ello ha ocasionado escisiones.
Esa evolución, esos cambios, pueden parecer una causa menor para separarse pero
hemos de tener en cuenta que dichos cambios, aún con muy buena intención, pueden
afectar a los sentimientos de muchos, aun cuando los otros no lo puedan entender. Y la
mayoría no puede, o mejor dicho, no debería dejar de lado ese sentimiento.

Pongamos por ejemplo la importancia de la imagen. Para algunos puede parecer una
simpleza pero su importancia es tal que la extensión del escultismo por el mundo en los
primeros años se basó fuertemente en dicho elemento estético: fotos, dibujos…que
despertaban la imaginación y el deseo de aventura.

Sé que existirán casos en los que la separación obedezca a una simple cuestión de ansias
de poder de cierto grupo de personas. Pero estoy convencido de que es tal caso no iría
muy lejos. El camino de la nueva asociación no es nada fácil pues debe luchar contra
los costes, la falta de apoyo, de labor internacional…y tomar esa decisión no es algo
que con seguridad se haga la ligera.

¿No sería más sencillo aceptar a aquellos que siguen manteniendo todas las
características requeridas por la OMMS en la Federación nacional correspondiente?

¿No se nos llena la boca diciendo siempre que es mejor integrar que excluir?

¿No sería mejor dejar de acusar a los otros de falsos o renegados?

¿Por qué se deja al margen a los demás?

¿Qué beneficios tiene discriminarlos?

¿No es mejor tratar de englobar todas las inquietudes bajo un mismo paraguas de
hermandad?

Muchas preguntas que sólo a vosotros os toca responder.

Sé que las cosas no son siempre sencillas pero de verdad creo que la unidad del
escultismo no es una unidad de organización sino de corazón. Y todos debemos trabajar
juntos, colaborando en libertad.

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