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1. DEFINICIÓN: Palabra autosemántica que posee rango sintáctico primario (puede funcionar como Suj. , una
de las partes básicas de la oración española)
2. CARACTERÍSTICAS COMBINATORIAS:
- Pueden aparecer con un artículo u otros determinantes
- Pueden combinarse siempre con formas de cuantificación plenas: mucho, a, os, as/ tanto…, cuanto….
(Esta característica es importante ya que le permite distinguirse de otras categorías que sólo admite
cuantificadores apocopados, de tipo tan, cuan, muy… como son los adjetivos y los adverbios)
- Pertenece a una clase abierta, y por tanto no completa (como le ocurre a la preposición, por
ejemplo), y por tanto pueden ser caracterizados como nombres todos aquellos elementos que cumplan
estas condiciones.
3. EL SIGNIFICADO DE LOS NOMBRES. Desde el punto de vista del significado, los nombres pueden designar:
- objetos físicos perceptibles por los sentidos: silla, mesa, libro
- cualidades: frialdad
- acciones: movimiento, salto
- situaciones o propiedades: imaginación, generosidad
- relaciones: amigo, vecino, familia
- número y tiempo: docena, centena, par, día, semana, milenio
Tales realidades “son vistas como objetos independientes, pensadas en sí mismas y no pensadas por otros
seres” (Bello, 1874)
Pero el hecho del significado referencial del nombre no nos permite su identificación morfológica, debemos
encontrar un nuevo parámetro, éste sería la manera de significar. Así, atendiendo a su significado podemos
clasificar los nombres en:
3.1. NOMBRES PROPIOS: Ignacio Bosque lo define como “categoría gramatical que distingue e identifica a un
elemento de entre los demás de su clase”; es decir, nos dice cómo se llama, denota elementos individuales
pero sin aludir a cualidades intrínsecas de esos elementos. (“Elena no dice cómo soy sino quién soy”)
Español: Norma y Uso
Si el nombre común es la categoría gramatical que expresa la pertenencia de las cosas a alguna clase, el
nombre propio es la categoría que distingue e identifica un elemento de entre los demás de su misma clase.
Ya en las gramáticas grecolatinas se distinguía entre unius nomen (el nombre de uno) y multorem nomen (el
nombre de varios)(Donato). Las gramáticas tradicionales mantuvieron ese tipo de delimitación logicista:
designación de un individuo(NP) vs designación de una especie (NC). Bello (1847) “nombre propio es el que
se le pone a una persona o cosa individual para distinguirla de las demás de su especie o clase”
Así, ha sido reconocida su independencia en el campo sociolingüístico, semiótico o cognitivo; en cuanto a su
condición lingüística se ha hecho hincapié en su falta de contenido léxico codificado.
Es una categoría que depende de factores extralingüísticos y una clase gramatical con propiedades
morfológicas, sintácticas y semánticas relativamente distintas, pero no exclusivas
- El género:
- Nombres propios de persona: En los NP de persona de referente animado femenino se forma por
moción del masculino, mediante el morfema regular –a. (“Juan/Juana, Pepe/Pepa, Fernando/Fernanda”).
- Algunos patronímicos y nombres propios son invariable. (“Don Deogracias/Doña Deogracias, Don
Trinidad/Doña Trinidad”).
- Los NP con sufijos diminutivos apreciativos se comportan de forma análoga a los NC (determinado el
género en función de la terminación=. (“ AmparO…AmparitO, LuisA… LuisitA, RosA… RositA”).
- Nombres propios de referentes inanimados: El género de los NP inanimados se especifica por el género del
NC que especifican: (“[ciudad]Toda Sevilla , la misma Barcelona”). Aunque a veces, la terminación del NP
determina la elección de género: los terminados en -a tienden al femenino, mientras que los terminados en -
o , en consonante o en otra terminación diferente de -a fluctúan. (“Todo/Toda Toledo es un monumento;
Medio Madrid estaba allí; Destruyeron medio Berlín”).
- Los NP de accidentes geográficos tales como ríos, montes, lagos, mares, volcanes… son masculinos en
relación con el género del NC elíptico, a excepción de los NP de islas o archipiélagos, que son femeninos (“El
Teide, el Kilimanjaro, el Ebro, el Mediterráneo; Las Canarias, las Baleares, las Barbados”).
- En los NP de instituciones, es el NC el que decide el género. (“El Principal [teatro], el Valencia [equipo de
futbol]; La Maestranza [plaza de toros], la Central [universidad]).
- El número:
- Los nombres propios de persona adoptan los alomorfos -S/-ES cuando son nombres de pila (“Rosa/Rosas,
Pilar/Pilares”).
- En cambio, cuando se trata de patronímicos existe una clara tendencia a dejar invariable el nombre y
mocionar el artículo. (“Los Pérez, los Martínez”).
- Cuando termina en -IZ se realiza el plural en –ES (“Los Ortiz / Los Ortices”).
- Cuando decimos “Los Garcías son una gente muy simpática” se favorece su interpretación como NC, con el
sentido de “las personas que se apellidan...).
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- Respecto a los apellidos extranjeros, la formación del plural tiene que ver con el grado de asimilación y
popularidad que hayan alcanzado. Si la terminación del NP es asimilable a las terminaciones españolas, no es
infrecuente la formación del plural. (Los KenedyS vs los Clinton, los Bush).
- Algunos nombres de accidentes geográficos (cordilleras, archipiélagos…) poseen nº plural, como si fueran
Pluralia Tantum y deben usarse siempre en plural. También algunos nombres de ciudades. (“Los Pirineos,
[no *el Pirineo catalán, aragonés…]; Buenos Aires).
- En algunos NP de forma plural son reconocibles los elementos de la estructura o conjunto político,
geográfico, pero en otros es por simple convención. Las concordancias de la oración nos aclararán estos
casos. (Mientras podemos construir “Las Baleares son/es un archipiélago” no construiremos nunca “Buenos
Aires es/*son una ciudad”).
B) Mecanismos léxicos
1. Las preferencias léxicas
El español tiende a seleccionar un vocablo para el contable y otro para el no contable, sin que haya en dichos
vocablos ninguna marca específica para esta caracterización. La única marca perceptible es la tendencia al
singular del uso no contable y del plural para el uso contable, pero esto no es más que una tendencia, no hay
razón gramatical. Parece provenir de una forma de uso de los hablantes. (“Un kilo de merluza” se prefiere a
“un kilo de merluzas”; “un kilo de calamares se prefiere a un kilo de calamar”).
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CONTABLE NO CONTABLE
Clase o variedad Materia o substancia
3. Los sustantivos cuantificativos: Son aquellos sustantivos que pueden acompañar a los nombres no
contables para recategorizarlos como contables. Se pueden dividir en tres grupos:
- Acotadores: Son sustantivos que indican porciones de materia, denotan una magnitud acotada o
seleccionada: pedazo, trozo, diente, grana, barra… Trabajan sobre sustantivos de dos tipos:
o aquellos que con el sustantivo acotador hacen referencia a la misma entidad: (papel, tiza, cristal [Un
trozo de papel es papel])”
o aquellos que hacen referencia a distinta entidad. (jamón, queso, naranja (un trozo de naranja no es
una naranja).
Sustantivos continuos que necesitan de un nombre acotador para formar sintagmas discontinuos
Sustantivos usados como continuos/ discontinuos que aceptan opcionalmente un nombre acotador
Sustantivos de medida: Se trata de nombres cuantificativos que actúan como restrictores necesarios en la
cuantificación y que están exigidos por las características físicas de los objetos (peso, volumen, extensión,
distancia, tiempo…). Son formas del tipo “kilo, litro, galón, onza, metro, día, año, libra…”. Se diferencian de
los acotadores en que admiten plurales en los sustantivos a los que acompañan y pueden ir con contables y
no contables (“toneladas de cieno/ toneladas de desperdicios; medio kilo de azúcar/ medio kilo de
garbanzos; diez metros de terreno/ diez metros de escombros; dos años de espera/ dos años de
disgustos”).
Sustantivos de grupo. Los sustantivos del tipo “grupo”, “manada”, “serie”… se han interpretado en la
tradición gramatical como nombres colectivos. Brucart y Martínez niegan esa concepción unilateral y los
consideran como una clase especial de cuantificativos: los DE GRUPO.
Estos sustantivos tienen un significado múltiple (grupo, serie, manada…), que los hace acercarse a los
colectivos, pero a diferencia de ellos, y forman un grupo que necesita un complemento sobre el que
cuantificar. (“Paseaba por la arboleda” (colectivo); “Son un hatajo de sinvergüenzas” (sustantivo de grupo).
No podemos decir *son un hatajo y sí “es una arboleda”.
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Además, el nombre común sobre el que actúan siempre debe ir en plural, por eso parecen estar cerca de los
colectivos, pero no lo son. A su vez, estos sustantivos de grupo aceptan la pluralidad, pero es distinta a la
exigida por ellos al nombre común que acompaña. (“una hilera de árboles / unas hileras de árboles”).
En muchos casos, existe una restricción semántica entre la elección del cuantificador de grupo y el sustantivo
al que cuantifica (“un ramo, macizo, … pero no *ristra de flores”).
A continuación incluimos una lista con varios de estos sustantivos de grupo y las combinaciones y
restricciones de uso más frecuentes:
fajo billetes
rosario declaraciones, anécdotas, escándalos, desdichas
racimo uvas,
gavilla espigas, malhechores
hatajo disparates, bribones, asesinos
ristra cebollas, mentiras, salchichas
hilera árboles, coches
banco peces
círculo elegidos, apostantes, aficionados
alud proyectiles, asistentes, declaraciones
partida ladrones, malhechores
piña plátanos
recua mulas
tropel curiosos, bribones
Para terminar con los nombres contables y no contables debemos citar ahora dos fenómenos especiales:
Nombre individual: aquel cuyo valor designativo hace referencia a una sola entidad (“casa, árbol, libro,
silla”).
Nombre colectivo: El aquel nombre que designa en singular a un conjunto de entidades. Hay que hacer
notar que el nombre colectivo trata al conjunto como una entidad y cualquier predicación que se haga sobre
él afecta al conjunto pero no es necesariamente aplicable a cada uno de los elementos que lo forman (“la
arboleda es triangular …………. Los árboles no”)
¿Cómo reconocer un colectivo? Aunque el colectivo y el plural parecen tener puntos de encuentro, su
funcionamiento, tanto en cuanto a selección léxica, a concordancia y a relaciones anafóricas, nos permiten
diferenciarlos.
1. Los colectivos concuerdan con el verbo en singular. (“El gobierno decidió /*decidieron; La familia
estaba/*estaban de acuerdo”).
2. Sólo los colectivos singulares admiten el adjetivo “numeroso” en singular o plural. Los sustantivos
individuales singulares no lo admiten. (“Numeroso público, grupo, equipo, familias numerosas…(*)
numerosa silla, flor numerosa”). *El adjetivo ‘numeroso’ en plural y en posición prenominal se comporta
como un cuantificador, con valor de ‘muchos’. (“numerosas familias, [muchas, varias])”.
3. Solo los colectivos se combinan con verbos de tipo “reunir, juntar, combinar, recopilar, coleccionar,
agrupar, amontonar” (“Los miembros de la familiar se reunieron / la familia se reunió; Las familias se
reunieron ayer [ambiguo]”)
4. El uso de la preposición “entre”: Esta preposición sólo puede funcionar con:
a) Sustantivos individuales plurales (“Entre las flores”).
No admite singulares individuales (* “Perdí la nota entre el libro”)
b) SN coordinados (“Entre Juan y Pedro”).
c) Colectivos singulares, cuando estos se refieran a
- personas (“entre el público, vecindario, juventud, pareja”)
- personas sin el núcleo lo sea (“entre la opinión pública; entre la tercera edad”)
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Considerar los nombres abstractos como una interpretación de referentes inmateriales, que en realidad son
no contables. ¿Por qué esta interpretación? Porque los denominados nombres abstractos hacen referencia
más a la materialidad del referente que a su comportamiento gramatical. No parece haber un
comportamiento morfológico propio que los nombres abstractos que sea diferente de las diferencias entre
contables y no contables. Veamos:
- Los abstractos actúan con los mismos cuantificadores que los no contables (mucho arroz / mucha
arena [no contables]); actúan igual que mucho entusiasmo/ mucha pena [abstractos].
- Ambos (los no contables y los abstractos) permiten la ausencia de determinante en entornos
preposicionales (La despidió con pena / * La despidió con pañuelo).
- Los acotadores de los no contables actúan con toda naturalidad con los abstractos (“racha de viento/
golpe de tos” [no contables] actúan igual que racha de inspiración /golpe de suerte [abstractos].
- Tanto los no contables como los abstractos rechaza el adjetivo “entero” (Toda la pena/*La pena
entera [abstracto]; Toda el agua/*el agua entera [no contable]).
- Ambos rechazan el cuantificador adjetival MEDIA, pero aceptan el cuantificador “la mitad” (La mitad
de la pena/*media pena [abstractos]; La mitad del agua/*media agua [no contable]; La mitad de la
silla/media silla [contable]).
Todas estas características anteriores hacen que debamos caracterizar los nombres abstractos como una
clase de los no contables. Su comportamiento gramatical dependerá de su clasificación como contables o no
contables, independientemente de que designen o no nociones abstractas
Estos sustantivos poseen un significado intrínseco temporal, por lo que aparecen con verbos del tipo
“empezar”, “comenzar”, “concluir”, “terminar”, “durar”, “presenciar” … Son considerados un caso aparte
porque pueden tener una cierta ambigüedad semántica, y ser considerados como objetuales (“la cena está
servida) o como propiamente eventivos (la cena es a las nueve).
¿Cómo podemos distinguir estos valores?
- Cuando puedan aparecer como término de la forma “durante” deben ser interpretados como
eventivos (“Durante la cena/ durante la tormenta/*durante el rayo”).
- Cuando puedan combinarse como fromas como “tener lugar” “suceder”. (La conferencia fue a las
seis ….. tuvo lugar a las seis; *la nube tuvo lugar).
- Cuando se pueden combinar con los adverbios “antes” y “después” o con la preposición “tras”
(“después de la cena, durante el paseo, tras la sesión).
Estos ejemplos y características no nos permiten más que considerar a los nombres eventivos como
individuales contables y admitir que pueden sufrir las mismas recategorizaciones que este tipo de
nombres.5. El género y el número.
5.1. El género
En español existen dos géneros, masculino y femenino. El neutro es sólo un morfema propio de algunos
pronombres (ello, esto, eso, etc.) que nunca sustituyen a un nombre, sino a un referente complejo, como
una oración o un contexto amplio. Quiero un trozo de pan /quiero eso.
Muchas veces se identifica el género con el sexo, pero no se pueden confundir porque el género es
un rasgo gramatical y el sexo es un rasgo biológico. Hay sustantivos que designan seres de la realidad que
presentan diferencias de sexo y no variación de género. Ej.: la serpiente macho/hembra. Existen sustantivos
en los que el género es un rasgo gramatical inherente que no tiene reflejo en la realidad: la pared, el muro.
Así pues, con respecto al género hay dos clases de sustantivos:
1. Aquellos que tienen como rasgo propio o inherente el ser masculino o femenino: seres
inanimados y algunos que designan seres animados. El género se manifiesta con la concordancia con
los determinantes y adjetivos (el coche, la moto, el pelo, la casa).
2. Aquellos que pueden ser masculinos o femeninos dependiendo de la terminación o
desinencia ( chico / chica).
Las terminaciones o desinencias de género son las siguientes:
- a: sustantivos femeninos (niña, gata, nena)
- o/ -e: sustantivos masculinos (niño, gato, nene)
Muchos sustantivos que designan seres animados se valen de las desinencias o terminaciones para
diferenciar no sólo el género gramatical sino también el sexo. No obstante, existen otras desinencias para el
femenino: -esa (abadesa, marquesa), -isa (sacerdotisa, poetisa), -ina (heroína, reina), -triz (actriz,
emperatriz).
Pero esta correspondencia no es válida en todos los casos. Por ejemplo:
1. En ocasiones, el género y el sexo de los seres animados se diferencia por la oposición de palabras
y no con las terminaciones: Heteronimia (padre-madre, yerno-nuera, varón-hembra).
2. Ciertos sustantivos no animados presentar la oposición o/a para diferenciar contenidos
relacionados con el tamaño, la forma o la distinción (fruto-fruta. cesta-cesto, jarro jarra /
manzano-manzana, cerezo-cereza).
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3. La distinción de género sirve para diferenciar significados léxicos. Ej.: rayo/raya, lomo/loma. O
bien con la combinación de artículos y adjetivos. el/la editorial, el/la cólera (sustantivos homónimos).
Los géneros del sustantivo son exclusivamente hablando el masculino y el femenino. Sin embargo, se habla
también de los géneros común, ambiguo y epiceno.
a) Sustantivos comunes en cuanto al género. El género de algunos nombres de persona o animal se
manifiesta con cierta irregularidad, porque algunos de persona son comunes (invariables) en cuanto al
género: taxista, patriota, mártir, conserje...
Son comunes en cuanto al género:
- los sustantivos formados con el sufijo -ista. el/la artista. Excepto modisto.
- los sustantivos de persona acabados en -a. el/la burócrata; el/la logopeda.
- los sustantivos acabados en -e. el/la paciente; el/la cantante. Excepto algunos como el jefe/la jefa;
el nene/la nena.
Modernamente, se han desdoblado en masculinos y femeninos sustantivos referidos a títulos y profesiones
como por ejemplo ministro-a, filólogo-a, notario-notaria, médico-a.
b) Sustantivos ambiguos en cuanto al género como el/la mar, el/la acné; el/la maratón; el arte/las artes.
c) Sustantivos epicenos: Algunos nombres de animal se forman igual en masculino o femenino (epicenos):
hormiga, pantera, cebra. (no es un género sino un rasgo semántico)
Los nombres de los seres inanimados están adscritos convencionalmente al masculino o femenino. En este
caso el género casi nunca implica un referente asexuado.
En definitiva, el género de los sustantivos es de dos clases: -sustantivo (*animado]: semántico y gramatical -
sustantivo [- animado]: convencional y gramatical.
2. Sustantivos de personas que designan cargos, títulos, profesiones, etc. cuyo masculino acaba en –o.
Aunque algunas profesiones como médico, arquitecto, ingeniero, abogado, etc. se han aplicado
tanto para el masculino (Juan es médico) como para el femenino (María es médico/médica), en el Diccionario
panhispánico de dudas la Academia opta por adoptar las formas en femenino, pues hay otros sustantivos
que designan profesiones donde no se acepta la terminación en –o para el femenino (filósofo-a, músico-a,
físico-a, ministro-a, maestro-a, filólogo-a, geógrafo-a, etc.). Excepciones: piloto / *pilota; endocrino, pero
endocrinólogo-a.
4. Los sustantivos miembro, canguro y número referidos a personas son comunes en cuanto al género.
5. Los sustantivos acabados en –er tienden a ser comunes en cuanto al género: el/la canciller; el/la chófer;
el/la sumiller; el/la líder.
6. Los sustantivos acabados en –ante y -(i)ente son comunes en cuanto al género: estudiante /*estudianta;
viajante / *viajanta; gerente /* gerenta; vigilante /*vigilanta etc. Sin embargo, hay algunos que sí admiten la
terminación en –a: dependiente/dependienta; cliente/clienta; presidente/presidenta.
7. Sustantivos que designan grados militares son considerados comunes en cuanto al género: el/la soldado;
el/la cabo; el/la sargento; etc.
5.2. El número
En español hay dos morfemas de número: singular y plural. El morfo singular se representa por la
forma 0. Es el término no marcado de la oposición por lo que puede abarcar también la pluralidad de
algunos sustantivos (la mujer ha conquistado su protagonismo en la sociedad; el hombre es mortal). Los
modos de plural en español pueden ser:
-S: regla general: palabras acabadas en vocal en el singular: hombre-s, sofá-s.
-ES: palabras acabadas en consonante o vocal tónica í en singular: jabalí-es. Se tiende a formarlos
con -s (esquí-s; bisturí-s). Cuando acaba en vocal tónica -u pueden formar el plural añadiendo -es o
-s. hindús-hindúes; bambús-bambúes; iglús-iglúes excepto menús, vermús.
Ǿ: Palabras sin morfo de plural, acabadas en -S en singular: lunes, caries, martes, caos, etc.
Los sustantivos con acentuación llana o esdrújula que acaban en consonante -s o -x no varían en plural. la /
las tesis.
CASOS ESPECIALES
1. Plural de palabras extranjeras: No se han fijado unos criterios homogéneos (en unos casos se añade -s, en
otros -es y en otros se mantiene la misma forma que para el singular.
- Si son sustantivos acabados en vocal, siguen las reglas generales de formación de plurales. chalé -
chalés.
- Si son sustantivos acabados en consonante -1, -n, -d, -z, -r, -s, -x (las dos últimas eñes palabras
agudas) forman el plural con -es. Ej.: eslogan-eslóganes; fax-faxes. Pero también pueden
permanecer invariables (los best-seller; los escáner).
- Si acaban en otra consonante lo normal es que sean invariables. el /los complot; el /los debut.
Sin embargo, la RAE recomienda el plural clubes y sándwiches.
No es aconsejable el plural foráneo con -s después de consonante. chándales, debuts.
2. Plural de sustantivos latinos.
Sustantivos latinos que no se han adaptado a la forma castellana permanecen invariables. el / los
déficit; el / los memorándum.
- Sustantivos latinos que se han adaptado a la forma castellana sigue las reglas generales. currículo -
currículos.
No son aconsejables los plurales del tipo déficits, superávits, ultimátums.
3. Algunos sustantivos sólo tienen singular (singularia tantum): cenit, caos, sed, cariz.
4. Otros sustantivos sólo tienen plural (pluralia tantum): víveres, nupcias, exequias.
5. Algunos sustantivos que designan objetos compuestos de dos partes simétricas presentan el singular o el
plural indistintamente para un solo objeto. tijera/tijeras; nariz/narices.
6. En otros se utiliza el plural para designar un solo objeto compuesto de dos partes simétricas. gafas,
prismáticos.ff
7. Algunos sustantivos no contables, cuando aparecen en plural añaden un significado de clase, modalidad o
construcción. son dos vinos distintos (dos clases de vino)
Español: Norma y Uso
8. A veces la presencia del morfo plural implica un cambio adicional del significado del término en cuestión:
celo/celos; belleza/bellezas; esposa/esposas; luna/lunas.
9. Plurales con cambio de acento: régimen/regímenes; espécimen/especímenes; carácter/caracteres.
10. Los compuestos formados por NOMBRE + NOMBRE y que se escriben en dos palabras, forman el plural
añadiendo –s o –es al primer componente: coche cama / coches cama; cuenta vivienda /cuentas vivienda;
hombre rana/hombres rana; piso piloto / pisos piloto; contrato basura /contratos basura, etc. Excepción:
decreto ley / decretos leyes.
Cuando el segundo componente del compuesto es fácilmente separable del primero en estructuras
atributivas, se tiende a pluralizar este: país miembro, empresa líder, disco pirata, palabra clave, niño modelo,
etc.
Podemos decir Este país es miembro; por tanto, el plural es países miembros mejor que países miembro.
Pero no se puede decir *El piso es piloto.
11. El plural de los compuestos sintácticos con el componente extra: hora extra / horas extras; paga extra /
pagas extras.
12. El plural de los compuestos adjetivales con guión solo se da en el segundo componente: cuestiones
lingüístico-literarias.
13. El plural de los acotamientos siguen las reglas generales: los/las otorrinos; los/las fisios; las depres; las
neuras; los masocas; los profes, etc.
14. El plural de los simbolos, siglas y abreviaturas. Los símbolos nunca llevan marca de plural: 3 km /*3 kms.
Las siglas tampoco llevan marca de plural: las ONG, los CIF, los CD, las PYME. En cambio, sí la llevan si se han
lexicalizado: los ovnis, los radares, los grapos, etc. Las abreviaturas sí marcan el plural: pág. /págs.;
vol./vols.; pta /ptas; Vd /Vds.
(Completar con Gómez Torrego, La gramática descriptiva; Benito Mozas, Gramática práctica; E. Montolío,
Manual práctico de escritura académica, vol -1, pág 46-52; b2. Sarmiento, Manual de corrección gramatical y
de estilo, pág. 83 y sig.; C. Fernández, Lengua española 11, pág. 11 y sig.)
6. LOS DETERMINANTES
Los determinantes pueden definirse con un conjunto limitado de signos cuya función es concretar e
identificar el nombre al que se refieren.
El nombre puede ser modificado por elementos antepuestos o pospuestos : Mod + N + mod……
la/esa/ una/ninguna/otra + niña /de…
Los modificadores antepuestos al nombre pueden ser: - artículos (definidos o indefinidos); -
demostrativos; - posesivos; - cuantitativos (numerales o indefinidos).
A partir de esa clasificación, los determinantes antepuestos de un SN pueden ser:
- DEFINIDOS: Aquellos en los la información proporcionada por el emisor es conocida por el receptor.
Ej.: El hombres es el único animal…. Es mi libro
- INDEFINIDOS: aquellos en los que la información proporcionada no es conocida por el interlocutor.
Ej.: Vino a casa con un gato.
- CUANTITATIVOS: Aquellos en los que aparece una información de cantidad más o menos precisa. Ej.:
Tengo tres coches …. Tengo muchos coches.
Español: Norma y Uso
con Posesivos: esos tus ojos, Numerales: aquellos tres chicos, Algunos indefinidos: Todos esos chicos,
esos otros chico.
- Pospuesta: En esta posición es un modificador, con cierto carácter intensificativo y apositivo. Son
formas propias de la lengua oral coloquial. La foto esa me encanta , Pobre mujer esa que es
abandonada Compré las rosas esas /*compré rosas esas
En esta posición necesita obligatoriamente el artículo determinado o un adjetivo.
Además de esos usos personales y locativos, los demostrativos pueden tener también, en su uso textual una
posibilidad anafórica/catafórica importante, ya que pueden usarse tanto dentro de una oración como entre
oraciones distintas, pero en ese caso tienen una restricciones que conviene señalar:
- El demostrativo debe seguir obligatoriamente a su antecedente. Su valor referencial lo es respecto
al antecedente más próximo en el discurso. Ana felicitó a María porque ésta jugó mejor *Ana ganó a
María porque ésta jugó mejor.
- No puede funcionar con valor anafórico si no hay al menos dos elementos referenciales en el
discurso. Funcionará respecto al más próximo y gradualmente se irá alejando: Luis, Juan y María
están jugando, ésta al parchís, ese al ajedrez y aquel a la pelota.
- Un demostrativo no puede tener como referente un pronombre clítico *Ana la felicitó porque ésta
jugó mejor.
- Para que un demostrativo pueda ser anafórico deben cumplirse una de estas dos condiciones: a) que
el antecedente del demostrativo se encuentre en una subordinada adjunta. Ej.: María abandonó a su
marido porque éste/él no la quería; b)que se encuentren en oraciones coordinadas. Ej.: María quiere
a su marido y éste /él (la quiere) a ella.
- Está obligado el uso del demostrativo anafórico cuando: a) el antecedente es -humano o -animado:
Al intentar matar al mosquito, éste/*él me picó; Al abrir la puerta, ésta /*ella se rompió; b) hay
referentes coordinados, para deshacer la ambigüedad: Juan y Pedro no se entienden porque
éste/aquel/*él es madridista
2ª
plural ………………………… VUESTRO-A-OS-AS
6.3.2. Posesivos pospuestos. Además de expresar la propiedad respecto al nombre, de la misma manera que
el antepuesto, el uso del pospuesto indica un cierto matiz contrastivo, afectivo o irónico. Ese marido tuyo es
un genio / guardo cartas tuyas.
a) Es el único capaz de acompañara un neutro. Lo mío /* lo mi
b) Permite la aparición de artículo u otros determinantes o cuantificadores con el nombre, al contrario que
el antepuesto. El/ese libro mío/ algunos libros mío; *el mi libro/*algunos mis libros.
c) Puede aparecer en construcciones o locuciones prepositivas a costa mía, a pesar suyo, en contra tuya…
(*) Algunas de estas construcciones son consideradas coloquiales en el español peninsular (delante mío,
detrás tuyo). En el español de América es frecuente la sustitución del posesivo por el personal (los libros de
vosotros, es idea de nosotros…)
a) Cardinales: designan cantidades exactas. Son los nombres de los números naturales (* Se
incluyen aquí los derivativos con -ena y el sustantivo ‘millar’), tres, doce, decena, centena, millar,
… Sólo actúan con nombres contables, a los no contables los recategorizan. tres mesas, dos
grandes alegrías….
b) Ordinales: designan a los elementos de una sucesión ordenada, denotan el orden numérico. Ej.:
primero…. vigesimoquinto. No expresan cantidad en sentido estricto, por tanto, respecto al
sustantivo más que cuantificarlo, lo identifican o individualizan
c) Multiplicativos: Denotan multiplicación del contenido semántico del sustantivo. doble ración,
parto triple….
d) Fraccionarios o partitivos: Expresan la división del contenido del sustantivo. tercio, mitad,
cuarto…
6.4.2. Cuantificadores indefinidos. Señalan de manera imprecisa la cantidad a que hace referencia el
nombre. Desempeñan la función de “cuantificar” la extensión significativa del nombre.
Clasificación:
a) Singularizadores: Se denominan así porque se usan casi exclusivamente en singular. Algún/a: Se
usan casi exclusivamente en singular. Van antepuestos al nombre. Cierto/a: siempre
antepuestos. (Si van detrás, son adjetivos: cosa cierta). Otro/a: indican unidades de la misma
naturaleza. Pueden combinarse con numerales y cuantitativos (antepuestos) y con
demostrativos (pospuestos). Pon otras dos copas/tiene otros muchos libros … compraré ese otro
coche. Cualquier/a: determina al nombre precisando que se trata de una unidad no definida de
aquel. No admite artículo .Ej.: cualquier libro, cualquier resolución…
b) Partitivos: Señalan una parte indeterminada de algo. Se usa en singular con N No contables y en
plural con N contables. Pueden tener: variación de género y número
(mucho/demasiado/poco/tanto); variación de número (bastante. Perdimos bastante tiempo) o
permanecer invariables (más/menos: Estos pueden funcionar como adverbios en posición
posverbal o precediendo al adjetivo. comimos más, el perro más feroz). Mucho: admite artículos
o posesivos antepuestos y la forma otros/-as pospuesto. Los muchos amigos… sus muchos
amigos… muchas otras cualidades. Admite superlativo: muchísimo. Demasiado: sólo admite la
combinación con “poco” pospuesto. Toma demasiada poca leche. Poco: puede ir precedido de
artículo y del intensivo “muy”. Ha perdido las pocas fuerzas que le quedaban, le queda muy poco
dinero. Admite diminutivo (poquito) y superlativo (poquísimo).Tanto: Seguido de un segundo
término, explícito o implícito, iguala la cantidad o intensidad de la cualidad expresada. Tiene
tanta inteligencia como su padre. Si carece del término de comparación, enfatiza o intensifica.
No se puede ni andar con tanto turista. Admite superlativo: tantísimo.
c) Totalizadores: todo/ningún, - o. Hacen referencia a cada uno de los miembros del conjunto.
Concuerdan en Gº y nº con el nombre al que determinan. Todo: tanto en singular como en
plural tiene el mismo significado, excepto cuando en singular va precedido por artículo, ahí toma
el significado de ‘entero, completo’. Ej.: se comió todo el pan (entero). Se combina con:
demostrativos y posesivos (todos sus regalos, todas esas flores), con Art.+relativo+de (todo el
que estudia, aprueba), con pronombres personales (todos ellos irán). Ningún/-o: pierde la –o
ante nombre masculino singular. Las formas plurales son usadas infrecuentemente y pospuestas
al nombre. no hay comodidades ningunas .
Español: Norma y Uso
d) Pluralizadores: unos/ -as, varios/ -as. Significan dos o más unidades no determinadas. Unos/ -
as: no son el plural de un/una. Pueden tener valores de pluralidad sin expresar cantidad: pasaron
unos señores; plural partitivo: pasaron unos cuantos aviones; cantidad reducida: pasaremos unos
días en la playa; énfasis: son unos vagos (‘muy vagos’); aproximativo: costó unos dos mil euros.
Varios/-as: hacen referencia a un número reducido de personas o cosa. Saludé a varias amigas.
e) Distributivos: Señalan la distribución de las partes de un todo por elementos individuales. Cada:
Es invariable. Se combina con nombres en singular (cada día que pasa) y con numerales (cada
mil hombres…). Sendos/ -as: tiene carácter dual y señala la distribución entre dos personas o
cosas. Con cuerda en gº con el nombre al que modifica. Los dos detenidos tenían sendos
abogado. Tal/tales: Es menos ‘distributivo’ que los anteriores, se aproxima a los valores del
demostrativo, por el que puede ser sustituido sin variación de significado. Ej.: tal conducta no me
agrada… esa conducta
6.4.3. Cuantificadores focales o presuposicionales. Son adverbios (en algún caso preposiciones) que inducen
la interpretación cuantitativa del elemento al que modifican, presuponiendo la existencia o inexistencia de
otros elementos. Son un grupo cerrado que se divide en: Incluyentes (Afirmativos: también, incluso, hasta;
Negativos: Tampoco, ni siquiera) y Excluyentes: Sólo, al menos, apenas.
Estos elementos pueden actuar sobre cualquier tipo de sintagma: si actúan sobre el Sj. suelen
precederlo (Sólo Juan compró un coche), si actúan sobre el PRED pueden producir casos de ambigüedad que
hay que deshacer mediante la entonación, focalizando el elemento cuantificado por este adverbio ( Juan sólo
compró una casa en Madrid)
Estos cuantificadores y su valor pragmático están ordenados en una escala valorativa que tiene que
ver con el sentido positivo o negativo de la oración en la que aparece el cuantificador. Así, también-tampoco
están en una parte media de la escala, mientras que incluso, hasta, ni siquiera ocupan las posiciones más
altas, con valores afirmativos y negativos:
Tipo Cuantificador Posición en la escala Ejemplo
Incluso/hasta/ Juan sabe hablar incluso inglés
Ni siquiera la más alta Juan sabe hablar hasta inglés
No habla ni siquiera inglés
INCLUYENTES
Tampoco/también medio-alta Juan sabe hablar también inglés
Juan tampoco sabe hablar inglés
7. EL ADJETIVO
Es una categoría nominal secundaria (por sí sola no puede constituir núcleo de su sintagma), que
pertenece a una clase abierta (su número es ampliable) y que funciona como MODIFICADOR INTENSIONAL
Español: Norma y Uso
del nombre (indica propiedades). Es una CLASE MARCADA respecto al nombre (la existencia de N > Adj pero
no al revés). Concuerda con el N en género y número y también con los cuantificadores, determinantes y
actualizadores de éste. Puede funcionar como: Modificador del nombre : casa blanca; Predicado nominal : la
casa es grande; Complemento predicativo: María llegó cansada
Características combinatorias:
a) No puede aparecer combinado con determinativos únicamente: *mi alegre.
b) Puede combinarse con cuantificadores, pero sólo en forma apocopada, no en forma plena. tan
guapo ...vs...*tanto guapo
c) Puede ser modificado por adverbios de grado y aparecer en construcciones comparativas. muy alto,
más alto que..., tan alto como...
d) Puede aparecer antepuesto o pospuesto al nombre, pero en general, pospuesto identifica al
referente, y pospuesto lo modifica intensivamente. roja pelota (intensión) ...vs ... pelota roja
(identificación)
e) Podemos clasificarlos en dos grandes grupos, que a su vez, se subdividen:
a. CLASES ABIERTAS: Clasificadoras o evaluadoras de la intensidad
b. CLASES CERRADAS: con un número fijo de miembros y desprovistos de significado léxico,
cuyo valor está en su capacidad deíctica (Demostrativos) o en la señalización de la posesión,
cantidad o especificidad (Posesivos, numerales e indefinidos).
Determinantes y adjetivos. Aunque estas dos categorías tienen la obligación de concordar con el
nombre, no pueden ser confundidas. Los adjetivos tienen una extraordinaria complejidad léxico-conceptual,
mientras que los determinantes están desprovistos de significado léxico. Así, los adjetivos no legitiman
referencialmente a los sustantivos, sino que los clasifican (como marcadores de extensión) y los evalúan
(respecto a su intensión). Por el contrario, los determinantes tienen valor referenciador y establecen
relaciones significativas sólo dentro de su contexto sintáctico. LA casa amarilla es de mi hermano. *casa
amarilla es de mi hermano. Además, los artículos, demostrativos y posesivos (con valor de adjetivo) no
pueden actuar nunca como predicados.
Clasificación de los adjetivos. Se pueden dividir en:
- Adjetivos asignadores de propiedades: los adjetivos calificativos (expresan una única propiedad) y
los adjetivos relacionales (expresan varias propiedades).
- Adjetivos que indican la manera en que el concepto que representa el sustantivo se aplica al referente
que le corresponde. Se denominan adjetivos adverbiales (En correlación con el modo de significar
de los adverbios)
Por ejemplo: Cuando decimos 'un falso amigo' o 'el supuesto asesino', estamos diciendo
que el significado de 'amigo' o 'asesino' no se aplica (o puede que no se aplique) al objeto-referente.
a) Adjetivos relacionales: (expresan una característica del sustantivo en relación a un grupo, y que
derivan normalmente de sustantivos: ovino, metálico, novelístico, alimenticio, familiar, personal.)
- Características sintácticas:
a) La mayoría no pueden ocupar posiciones predicativas.
b) No aceptan adverbios de grado ni pueden formar parte de construcciones comparativas.
c) No tienen antónimos ni entran en correlación de polaridad.
d) Van siempre pospuestos. Si no, es que han sido recategorizados como calificativos.
e) Acompañan más frecuentemente a nombres deverbales o nominalizaciones que a nombres
comunes.
f) Nombre + adjetivo relacional forman una unidad compacta de manera que ni adjetivos
calificativos ni adverbiales (modales, circunstanciales) pueden intercalarse. Tampoco complementos
preposicionales.
g) Cuando en un SN concurren varios adjetivos relacionales estos se adosan o incrustan unos a en
otros de manera que el más a la derecha modifica al N + 1er adjetivo relacional.
h) No se coordinan con los adjetivos calificativos ni con los adjetivos adverbiales
Indica si es correcto o no:
- Características morfológicas:
Son siempre sufijales y derivan de nombres. Sufijos preferentes: -al/-ar, -ario, -aro, -ico, -ivo, -ista, -
esco, -il (pero no exclusivos)
Es característico ir acompañados de prefijos preposicionales ( ante-), adverbiales ( pre-, anti-),
prefijoides -o temas grecolatinos- (neo-, paleo-). El prefijo en realidad se refiere a la unidad base
nominal + prefijo.
La relación N + adjetivo relacional es equivalente a ciertos compuestos: significado unitario,
cohesión sintagmática, trasparencia, flexión interna. Hay sin embargo diferencias.
b) Adjetivos calificativos
Características:
Asignan una propiedad estable o transitoria
Morfológicamente la mayoría son formas primitivas aunque también pueden ser deverbales:
-oso, -ble, -dor/-tor, -
Atribuyen cualidades esenciales o características: formales, es decir, rasgos que distinguen
un objeto de otro; situación de una entidad respecto a una norma [niño bajito];
propiedades que permiten identificar [persona jovial, pared roja].
Rasgo semántico básicos: lleva implícito un constituyente de 'GRADO' . Por lo que:
a) Pueden llevar adverbio de intensificación [Muy delgado / tremendamente listo /
Poco discreto ]
b) Pueden formar construcciones comparativas y de medida [ ...es menos estudioso
que... / ....corre el triple que... / ...mide 1,80 de alto / ...tiene 57 Km de largo.
Español: Norma y Uso
- No todos los adjetivos graduables son polares: los absolutos (intersectivos) no son polares, los
relativos, sí)
Dimensión Largo, alto, ancho, amplio, delgado, profundo, alargado, estirado, inmenso...
(participios adjetivales)
(o tamaño)
momentáneo, imperceptible
Prop. Físicas Forma [redondo, ovalado, cóncavo] - Tacto [blando, áspero, seco,]
Peso [liviano, robusto, macizo] - Olor [fétido, fragante]
Consistencia [espeso, denso, fluido] - Temperatura [tibio, helado]
Sabor [agrio, dulce, picante] - Sonoridad [grave, intenso,
flojo]
Color Términos básicos [gris, verde]
Aproximativos derivados [amarillento, grisáceo, rojizo]
Compuestos a los que dan lugar [rojiblanco, blanquiazul]
Sustantivos lexicalizados en significados de color [naranja, violeta, cielo,
salmón]
Compuestos del tipo /adj. de color/ + /Sust. O Adj./ [Azul celeste, rojo
fuego, verde botella]
Edad Viejo, moderno, añejo, caduco
c) Adjetivos adverbiales
a) Modales:
-Van antepuestos al nombre al que modifican. (En posición pospuesta, pierden su sentido adverbial)
[Una simple mentira / Una mentira simple]
Gradación y atribución adjetival. Al predicar una determinada cualidad de un N mediante un Adj., puede
darse con diferente intensidad o gradación que tiene las siguientes restricciones:
- Superlativos sintéticos: no admiten formaciones analíticas con valor intensificador o comparativo. *
muy altísimo, más altísimo que…
- Tampoco admiten estas formaciones los numerales (*muy tercero, tercerísimo) o los adjetivos que
expresan estado o situación (Ej.: asesinado/*asesinadísmo, jubilado/*mas jubilado que…)
- Comparativos: No pueden ser usados en formaciones analíticas los comparativos del tipo mejor,
peor, exterior, inferior, superior, posterior… todos los que provienen de formas sintéticas latinas en
–IOR y están lexicalizados. Algunos han perdido su valor comparaivo.
- Caso extraño: Se admite la construcción analítica (intensificación mediante CN. con prep. DE) en el
llamado “superlativo hebreo” Ej.: “Rey de reyes, Maestro de maestros”
8. LOS PRONOMBRES
Bajo la denominación de ‘pronombre’, el español agrupa una serie de signos cuyo comportamiento
sintáctico y significativo es muy especial. Son formas deícticas cuya función es sustituir al N/GN, señalar o
indicar algo/alguien que está ante nosotros o hacer referencia a las personas que participan en el acto
comunicativo.
Los pronombres cumplen funciones semejantes a las del GN pero se diferencian del mismo en:
- el pronombre no es portador de significado léxico, su valor es gramatical.
- Su comportamiento sintáctico no es el mismo.
- Los pronombre adoptan formas diferentes según su función sintáctica, el nombre no.
Aún así, ambos pueden variar en género y número (En los pronombres de forma única –YO, TÚ- el
género se manifiesta con la concordancia). En algunos casos tienen formas diferentes para distinguir el +/-
humano.
Los pronombres y los determinantes. Son elementos que aparecen en distribución complementaria: los
pronombres aparecen en posiciones pre- o posverbales, mientras que los determinantes se dan en contextos
nominales. El niño juega al tenis (art. + N)… Él juega al tenis (pronombre + V) ; Siguió esa señal (Dem + N) …
la siguió (Pron. + V)
En los casos de demostrativos, posesivos e indefinidos, tienen una doble función: como
determinantes concretan e identifican al nombre al que se refieren, como pronombres, lo sustituyen con
valores deícticos.
8.1. Los pronombres personales. Los pronombres personales son una categoría polémica. Han sido
clasificados de varias formas por diversos autores. Así, ANDRES BELLO los coloca junto al artículo, la RAE,
junto al nombre y ALARCOS los denomina “sustantivos personales”: “unidad lingüística que sustituye al
nombre para evitar repeticiones”. En realidad, tiene puntos comunes con el nombre sobre todo, con el
adjetivo y con el artículo
El pronombre personal pertenece a la clase del sustantivo (nombre, adjetivo, artículo), tiene
características comunes y realiza las mismas funciones que el sintagma nominal.
La diferencia es que el nombre común tiene rasgos semánticos inherentes (significado léxico), que
puede ser restringido (casa grande), mientras que el pronombre no tiene rasgos semánticos, es un
Español: Norma y Uso
elemento “vacío” que adquiere valores en el discurso. Además, el pronombre denota de forma inequívoca –
él- de ahí que no pueda llevar determinantes, ni modificadores, ni complementos.
Tanto los nombres propios como los pronombres personales de 1ª y 2ª persona pueden funcionar
como vocativos. Sin embargo, los pronombres personales pueden llevar cuantificadores (todos vosotros…) y
numerales pospuestos (vosotros tres…), mientras que los nombres propios no admiten estas modificaciones.
Esto se debe a la posibilidad de plural de los pronombres que no tienen los nombres propios. Aún más, los
pronombres tienen “persona” y los nombres (comunes o propios) no. De ahí que los pronombres personales
deban ser una categoría con entidad propia.
Los pronombres personales y el verbo. El pronombre personal remite a las personas gramaticales, por lo
que está relacionado con el verbo. Por lo general, remite a uno de los participantes en el acto comunicativo
presente en el contexto lingüístico o extralingüístico, pero esta función deíctica sólo la realizan la primera y
la segunda persona.
Son estos últimos –yo/tú- los que tienen verdadero valor de persona, son reversibles en el acto
comunicativo, no permiten asignar valor de verdad a los enunciados independientemente del contexto y se
corresponden con los correspondientes deícticos de lugar y tiempo aquí, allí, hoy, mañana.
La 3ª persona es la “no persona”, no existe en todas la lenguas y es el único que podría llamarse sustituto
del nombre. Cuando el prohombre de 3ª persona tiene un uso deíctico se denomina ad oculos (ante los
ojos) y tiene un valor análogo al de un demostrativo –díselo a él/ese-. Los de 3ª persona pueden tener
además valor referencial denotando a un antecedente del que es correferencial. Ej.: -Marta ha dicho que
ella no va»-.
Modos de referir:
a) No a la totalidad de lo que designan. Había una pareja. Ella tenía un niño en los brazos.
b) A una clase. Yo trato bien a los perros y ellos confían en mí.
c) A una oración, en el caso de los pronombres neutros: Me dijo que no iba a venir, pero yo no lo creí.
d) A veces los pronombres no tienen antecedente ni realizan función deíctica sino que tienen
referencia genérica: se refieren a un grupo amplio de individuos. Esto ocurre con los pronombres de
2ª persona y no es imprescindible su presencia en el enunciado. Se interpreta como un cuantificador
universal. Si [tú][todo el que] vas al gimnasio con regularidad, adelgazas.
e) Los de 3ª persona del plural pueden también tener una referencialidad indeterminada y equivaler a
un cuantificador existencial (alguien). Llaman al timbre.
f) En otras ocasiones, la referencia no es la que se deriva de sus rasgos y propiedades. Es el caso de los
“plurales ficticios” de modestia (a), de afinidad (b), uso familiar de la 1ª persona del plural en lugar
de la 2ª (c):Queremos presentar en este trabajo; Hemos perdido; ¿Cómo nos encontramos hoy?
Paradigma. Los pronombres personales tienen PERSONA, GÉNERO y NÚMERO. Además, han conservado
restos del CASO latino, pues tiene formas diferentes según su función sintáctica. Su paradigma se divide en
Tónicos y Átonos:
- Pronombres personales de la serie tónica:
SUJETO OBJETO
Español: Norma y Uso
ACUSATIVO DATIVO
1s Me
2s Te
3s Lo/ la le
1p Nos
2p Os [no en Am.]
3p Los/ las les
Posición de los pronombres átonos. La posición de los clíticos no siempre es la misma, puede variar
dependiendo de las propiedades de la flexión del verbo.
a) Cuando se trata de verbos conjugados el pronombre aparece delante. Los quiero mucho.
b) Cuando se trata de infinitivos, gerundios e imperativos van en posición posverbal. Los participios no
admiten clíticos. No es bueno quererlo tanto. Léanlo / No lo lean / *No léanlo. *He admirado mucho.
c) Cuando aparece con perífrasis verbales, los pronombres átonos pueden:
a. - preceder al verbo auxiliar: te lo tengo que decir-
b. seguir al verbo principal cuando es infinitivo o gerundio: Tengo que decírtelo.
d) No admiten la posposición en oraciones impersonales. Cuando se está trabajando / *Cuando está
trabajándose.
e) No admite anteposición la perífrasis haber que + infinitivo. Hay que hacerlo / *Lo hay que decir.
f) No admiten clíticos antepuestos los verbos de opinión, creencia o conocimiento (creer, afirmar,
negar), verbos factitivos (lamentar o sentir). Cree saberlo todo / *Lo cree saber todo; negó
conocerla/*la negó conocer;
Ordenación de las secuencias de clíticos.
a) Cuando un verbo llevo adjuntado más de un clítico, el orden de estos no es libre, sino que está
rígidamente fijado:
o Los clíticos de segunda persona han de preceder a los de primera: Te (me/nos) fuiste
o Los de primera a los de tercera persona: Me/te lo dieron
Español: Norma y Uso
Leísmo, laísmo y Loísmo. Para usar adecuadamente los pronombres átonos de 3.ª persona lo(s), la(s),
le(s) según la norma culta del español general, debe tenerse en cuenta, en primer lugar, la función sintáctica
que desempeña el pronombre y, en segundo lugar, el género y el número gramatical de la palabra a la que
se refiere. En el siguiente cuadro se muestra la distribución de formas y funciones de estos pronombres:
singular plural
lo
masc. los
(también le, cuando el referente
compl.
es un hombre)1
directo
fem. la las
3.ª pers.
neutro lo los
le les
compl. indirecto
(o se ante otro pron. átono) (o se ante otro pron. átono)
1. El artículo delante de sustantivos que empiezan por a o ha tónica: el aula, el águila, etc.
Español: Norma y Uso
2. Los indefinidos cualquier/-a, quienquiera no adoptan la forma plural cuando preceden al sustantivo:
cualquier obstáculo /*cualesquiera obstáculos
3. La locución cuantitativa un poco de es una locución adverbial y por tanto invariable: un poco de agua / *un
poco de agua.
4. Cuando un determinante precede a dos o más sustantivos coordinados irá en singular y concordando en
género con el más próximo: esos alumnos y alumnas; mucha sinceridad y esmero; alguna orientación y
consejo; muchos edificios y casas; las catedrales y museos.
El adjetivo concuerda con el sustantivo en género y numero, pero hay casos especiales.
1. El adjetivo como modificador de dos o más sustantivos. Cuando un adjetivo precede a varios sustantivos
coordinados, concuerda con el primer sustantivo: Tengo bellos cuadros y esculturas.
Si los sustantivos son nombres propios de distinto género, concuerda en masculino y plural: Los pequeños
Pepe y María fueron a casa de sus abuelos.
2. La concordancia con sustantivos epicenos (bebé, víctima, criatura, etc.) depende del género del
sustantivo y no del sexo del referente: La víctima fue trasladada /*trasladado al hospital
Cuando un adjetivo aparece intensificado con de lo más (=muy), tiende a permanecer en masculino singular:
Son unas chicas de lo más simpático (mejor que de lo más simpáticas).
En estructuras comparativas del tipo lo + adj en grado comparativo en plural + posible, este debe
permanecer en singular: Dame unas galletas lo menos dulces posible /*posibles.
Mejor y peor cuando intensifican a adjetivos son adverbios y por tanto, no deben ir en plural: Esos chicos son
los peor considerados de la clase /*los peores considerados.
Aparte funciona como adjetivo cuando modifica a un sustantivo, pero formalmente sigue siendo adverbio y
por tanto, es invariable: unas personas aparte /*unas personas apartes.
Inclusive es formalmente un adverbio y por tanto, no existe plural: De la página 10 a la 30, ambas
inclusive /*inclusive.
4. Concordancia con cardinales. Cuando el numeral cardinal pospuesto a un sustantivo femenino funciona
como ordinal y posee diferencia de género, la concordancia puede ser en masculino o en femenino: página
veintiuno (página número veintiuno) / página veintiuna.
Español: Norma y Uso
Los cardinales compuestos de un-a han de concordar en género con el sustantivo al que cuantifican: veintiún
países; veintiuna naciones.