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José dela Mar
y Cortázar
El Mariscal De Seis Esclavos

Simón Valdivieso Vintimilla

3 El Mariscal de Seis Esclavos


JOSÉ DELA MAR
El Mariscal de seis esclavos

DERECHOS DE AUTOR:
Simón Valdivieso Vintimilla

DISEÑO:
Dis. Jonatan Albarracin Hurtado

IMPRESION:
Graficas Hernandez

PRIMERA IMPRESIÓN
1000 EJEMPLARES

Cuenca - Ecuador

José dela Mar y Cortázar 4


Índice

SÍNTESIS BIOGRÁFICA DOCUMENTADA

SU MUERTE

DOCUMENTOS FIRMADOS

LA VIDA SENTIMENTAL DEL MARISCAL

JOSÉ DELA MAR EN LA VIDA POLÍTICA DEL PERÚ

PRESIDENTE DEL PERU

EL DESTIERRO

RETRATOS DESCRITOS DEL MARISCAL

EL MARISCAL JOSÉ DELA MAR VISTO POR UN PERUANO

BOLIVAR Y JOSE DELA MAR

JOSE DELA MAR, MASON

JOSE DELA MAR Y GOYA

UNA ANÉCDOTA DEL MARISCAL

JOSE DELA MAR, EL APODO

JOSÉ DELA MAR Y LA BIBLIOGRAFÍA ECUATORIANA

5 El Mariscal de Seis Esclavos


José dela Mar y Cortázar 6
El único deber que tenemos con la Historia es rescribirla, Oscar Wilde.

J
osé Domingo de la Merced dela Mar y Cortázar, cuencano de
nacimiento y peruano por decreto, es uno de los personajes que ha
sido motivo de crítica sistemática en el Ecuador, a tal punto que incluso
en algún momento se pretendió cambiar el nombre del Aeropuerto de
Cuenca, en lo más temprano, pero en la década de los treinta del siglo pasado se
comenta, se intentó quitar el nombre de la calle.

Gracias al avance tecnológico –internet- hemos podido ir tras las huellas del Mariscal
José dela Mar, encontrándonos con suficiente material bibliográfico y documental
que nos permite poner de manifiesto una síntesis biográfica un tanto distinta de la
que los escasos libros nos han hablado.

Cuando el documento aparece, el mito desaparece. Habíamos señalado en algún


momento y justo cuando nos hemos referido a la vida de los hombres que han
escrito la historia de nuestra patria. En ese norte con este trabajo pretendemos
presentar una síntesis histórica documentada del Mariscal José Domingo de la
Merced dela Mar y Cortázar, y no como se ha escrito “José de Lamar” o “Mariscal
Lamar”; por lo que este trabajo está orientado así mismo a mostrar la verdadera
identidad-apellido del Mariscal.

Como que no calza la forma de escribir la identidad del Gran Mariscal, porque
hemos estado acostumbrados a hacerlo como La Mar o Lamar, es decir cuando nos
referimos al cuencano que peleó en Ayacucho y fue el Primer Presidente del Perú.

Siempre nos hemos referido a nuestro personaje como El Mariscal Lamar, pero sus
biógrafos internacionales, pocos por supuesto, se refieren solo como José de La Mar
-tal cual lo hace Simón Bolívar en sus cartas- y no Lamar. En algún momento de la
historia cuencana se acentuó un debate en torno al apellido, discusión que se la
hizo siempre desde el libro, es decir desde la historiografía oficial.

7 El Mariscal de Seis Esclavos


José Domingo dela Merced así reza su partida bautismal que reposa en el Archivo
de la Curia de Cuenca, bautizado el 12 de mayo de 1776, en donde se lee muy
claramente que el apellido de nuestro héroe -como él firma en los documentos a
los que haremos alusión- es justamente como consta en ese asiento documental
cuando se dice que es hijo legítimo de Don Marcos dela Mar.

El tema del apellido del Mariscal, es un asunto de fondo, porque la identidad es


esencial en el ser humano, de ahí que interesados como estamos en la vida y obra
de José Domingo dela Merced –no Mercedes- hijo legítimo de Don Marcos dela Mar
y Doña Josefa Cortázar, nos hallamos encontrado con varios documentos que dan
cuenta de la talla de ese hombre libre y de buenas costumbres, y que un biógrafo
suyo, claro no ecuatoriano, lo llama “General de seis esclavos”.

La Paleografía tiene como propósito el estudio de las características caligráficas


personales de los escritores o copistas, las cuales exigen un detenido análisis para
determinar su auténtica identidad. No hemos estudiado, pero si hemos palpado los
viejos documentos cargados de historia, hongos y ácaros, y de ahí que entendemos
que en el Siglo 18 que es el siglo en el que vive su padre y nace nuestro personaje,
el apellido del Mariscal era “dela Mar” de tal suerte que él firma todos documentos
que trae este libro, como “José dela Mar” coincidiendo con la fe de bautismo y que
da cuenta de la identidad de su padre. Históricamente existen apellidos como el de
nuestro personaje, ejemplo de ello, Martínez dela Torre. Y, para el colmo “Dela”
también es apellido.

Son los documentos los que hablan. Los encontrados no contienen ninguna
apreciación subjetiva de quien escribe -como se podría pensar- sino los pone a
consideración de aquellas y aquellos que se interesan por la historia. Incluso el
mismo título de la obra puede ser interpretado de una forma distinta a la intención
del autor. “Mariscal de Seis Esclavos” no quiere decir otra cosa, sino evidenciar una
realidad del siglo 19, ese siglo en el que nuestra América abrazaba la causa de la
independencia para liberarse de la España que dominó unos cuantos siglos.

No debe asustar –y quizá por eso es que ha estado escondido- el hecho que uno
de los adalides de la independencia americana junto a Sucre, Bolívar, Sanmartín
haya tenido a su mandar esclavos negros, porque esa era la realidad americana.
Verbi gracia, Manuela Sáenz también tuvo sus dos esclavas negras que la amaron y
la acompañaron junto a sus tres perros que serán descubiertos en este libro en las
páginas que siguen.

Las fuentes bibliográficas encontradas nos permiten hacer esa aproximación


humana que intentamos a través de estas páginas. Hemos optado por la literatura

José dela Mar y Cortázar 8


peruana y costarricense para hacerlo, sin menoscabar o menospreciar la nacional,
ya que en las primeras hemos encontrado datos que identifican a nuestro personaje
de una manera un tanto distinta así como nos ha permito esclarecer su apellido,
de su puño y letra.

El Mariscal José dela Mar y Cortázar es un Hombre Grande. No es el traidor de la


patria ecuatoriana, es exaltado en el Perú y en Costa Rica.

Cuenca y el Ecuador están en deuda con José dela Mar y Cortázar, sabiendo que fue
Comandante General de las Armas de la Provincia de Guayaquil en 1822 y adalid
de la libertad americana. Hace falta un monumento en mármol, granito o bronce.

José dela Mar no fue traidor. Y es lo que además pretendemos demostrar a través
de estas páginas, puesto que nos hemos basado en bibliografía extranjera, de la que
se desprende que José dela Mar no traicionó a Colombia ni a los interés libertarios
de América. El Mariscal es honrado en Costa Rica como lo es en el Perú.

José dela Mar estuvo en contra de la perpetuidad en el poder. Y eso es lo que le


ha costado ser etiquetado históricamente como traidor del Libertador. Cuenca
estuvo junto al Mariscal y a su causa. De ahí que un documento encontrado nos
hace ver que Bolívar perdona a los cuencanos, pues dice “He dado un indulto a los
habitantes del Azuay que se habían hecho cómplices de los peruanos”.

9 El Mariscal de Seis Esclavos


SÍNTESIS BIOGRÁFICA
DOCUMENTADA

Ejemplar del Periódico “El Patriota de Guayaquil” que da cuenta del


nombramiento del General José dela Mar como Comandante
General de la Provincia..1

1 Reproducida en: http://www.museodeguayaquil.com/index.php?option=com_content&view=


article&id=151&Itemid=3 La referida imagen ilustra el artículo biográfico escrito por el señor Víctor
Hugo Arellano Paredes, publicado en la página web del Museo Municipal de Guayaquil.

José dela Mar y Cortázar 10


11 El Mariscal de Seis Esclavos
Su nacimiento

Transcripción paleográfica

“En doce de Mayo de mil setecientos setenta y seis Bautisé, puse olio, y
crisma a Joseph Domingo de la Merced hijo legítimo de Don Marcos dela
Mar, Juez, oficial real de las Reales Caxas de esta ciudad, y de Doña Josepha
Cortázar fueron sus padrinos el Doctor Don Ignacio Cortázar, por sí y Doña
María Morán por poder de mi señora Doña Ana de Labayén a quienes se les
hizo saber su obligación y parentesco, y lo firmé. Fray Matheo Sotomaior”
(sic).

José dela Mar y Cortázar 12


Al pie del asiento de bautizo a mano izquierda, alguien transcribió unos versos que
el poeta José Joaquín Olmedo compuso a su amigo el Gran Mariscal. Este texto no
forma parte del documento que da fe de su nacimiento y bautizo en la ciudad de
Cuenca; sin embargo consideramos oportuno transcribir igualmente porque forma
parte de la historia del personaje.

El texto es como sigue:2

Allá por otra parte,


sereno, pero siempre infatigable,
terrible cual su nombre, batallando
se presenta La Mar, y se apresura
la tarda rota del protervo bando.

Era su antiguo voto, por la patria


combatir y morir; Dios complacido
combatir y vencer le ha concedido.

Mártir del pundonor, he aquí tu día:


ya la calumnia impía
bajo tu pie bramando confundida,
te sonríe la Patria agradecida;
y tu nombre glorioso,
al armónico canto que resuena
en las floridas márgenes del Guayas
que por oírlo su corriente enfrena,
se mezclará, y el pecho de tu amigo,
tus hazañas cantando y tu ventura,
palpitará de gozo y de ternura.

Alude Olmedo en sus versos a las calumnias que se habían cernido sobre el Mariscal
a raíz del fracaso militar durante la Junta Gubernativa, acusándolo de encontrarse
en connivencia con los españoles, cuando dice: “…ya la calumnia impía bajo tu pie
bramando confundida, te sonríe la Patria agradecida…”.

2 La victoria de Junín – Canto a Bolívar, José Joaquín Olmedo se refiere también a la intervención de José dela Mar en la batalla.

13 El Mariscal de Seis Esclavos


José dela Mar y Cortázar 14
Las fotografías que constan en la página anterior, corresponden a la casa en donde
nació el Mariscal José dela Mar en el año de 1776; casa en la que como se señala en
el pie de página también nació Abdón Calderón Garaycoa.

Hoy se levanta el edificio en el que en su momento funcionó el Banco del Azuay y a


la fecha es la Alcaldía de Cuenca, cuya fotografía está a continuación.

En la siguiente fotografía se observa la Iglesia Matriz –a la fecha de nacimiento de


José dela Mar- iglesia en la que fue bautizado el Mariscal.

Al fondo la espadaña de la Iglesia de la Concepción. A la derecha la casa de José


Miguel Valdivieso que luego pasó a propiedad de la Iglesia de Cuenca y funcionó
por muchos años la Casa Episcopal, de ahí que a la calle Luis Cordero se la conoció
como “Episcopal”.

15 El Mariscal de Seis Esclavos


Su muerte3

Transcripción
Defunción General Jose Lemars4
En la ciudad de Cartago a los trece días del mes de octubre del año de mil ochocientos
treinta,. Yo el Beneficiado Rafael del Carmen Calvo, di sepultura eclesiástica al
Benemérito General del Perú Don José Lemars, viudo adulto de 50 años, recibió el
Santísimo Sacramento de la Extremaunción y no los demás por estar privado y fue
su entierro solemne. En la papelera se encontró su testamento y para que conste lo
firmo.
Rafael del Carmen Calvo
(Rubricado)
Fray José Eugenio Quesada
(Rubricado)

3 archivocuria@arquisanjose.org
4 Se conserva el texto del documento enviado por el administrador del Archivo.

José dela Mar y Cortázar 16


Fuente: Archivo Histórico Arquidiocesano Monseñor Bernardo Augusto Thiel.
Subfondo: Libros Sacramentales, Defunciones de Cartago. Libro 12, folio 47, sin
asiento, 13 de octubre de 1830

El asiento de defunción está en la parte superior del folio. El resto del texto
corresponde a otras defunciones. Hemos preferido insertar el folio completo.

Su funeral

En ese afán de encontramos con el Mariscal José dela Mar y Cortázar, pudimos
alcanzar al Archivo Histórico de Costa Rica en donde se nos facilitó una copia del
funeral del Mariscal en el año de 1830 y que forma parte del Álbum de Figueroa.

El Álbum de Figueroa es uno de los documentos más célebres del Archivo Nacional
de Costa Rica. Se trata de una especie de gran álbum de recortes en el cual su autor,
José María Figueroa Oreamuno, incluyó información variada sobre la Costa Rica del
siglo XIX.

Es así como en 191 folios de diversos tamaños (la mayoría de ellos de 82,5 x 60 cm)
se encuentran textos manuscritos e impresos, dibujos, mapas, árboles genealógicos,
fotografías, cuadros estadísticos de la población y caricaturas. El contenido también
es diverso en relación con los temas que se abordan: historia de los indígenas,
de la colonia y de la vida independiente, narraciones y descripciones, situaciones
de la vida cotidiana y política, diarios de viajes, sismología, geografía, historia y
antropología entre otros.5

Es aquí entonces en donde nos encontramos con un Mariscal distinto al que nos
habían contado los libros de historia escritos en América del Sur. Y es que ese
dibujo de Figueroa nos presenta un cuadro que no nos habíamos imaginado como
es aquél de su funeral asistido de seis esclavos negros de su propiedad.

Si revisamos la historiografía costarricense, claro que se habla de la presencia del


General del Perú en esas tierras y que incluso permitió que se escribiera una novela
histórica titulada “General de Seis Esclavos”.6

De esa obra tomo prestado el nombre para la presente biografía del Mariscal José
dela Mar y Cortázar.

Muy pocos autores nacionales se refieren al sepelio del Mariscal en los términos
que se hace en la novela histórica que tiene su sustento no solo en la tradición oral
costarricense sino en el documento referido en líneas que precede; un documento
gráfico que forma parte del Archivo Histórico de Costa Rica.

5 http://www.archivonacional.go.cr/figueroa/album.htm
6 Miguel Salguero

17 El Mariscal de Seis Esclavos


Dibujo que recoge el funeral del Mariscal José dela Mar y Cortázar
“Entierro en Cartago del ex Presidente del Perú Excelentísimo José Domingo Lamar,
uno de los héroes de la independencia sur Americana…”

José dela Mar y Cortázar 18


Exequias del General La mar en la Cartago de 18307

Guillermo Brenes Tencio8

Sin duda alguna, nunca en los anales históricos de la Cartago de mediados del siglo
XIX, se había dado un funeral con toda la pomposidad posible y con la asistencia de
todos los vecinos, principales y del “común”, como cuando se realizaron las exequias
del General José Domingo De La Mar y Cortázar (1788-1830), héroe de la lucha
por la independencia de Sudamérica. Destacó en las Batallas de Junín y Ayacucho,
mano derecha del libertador José de San Martín. Primer presidente de la temprana
República del Perú (1822-1823 y 1827-1829).

Nació en el seno de una acomodada e influyente familia. Su madre, doña Josefa De


Cortázar y Labayen, pertenecía a las rancias familias principales de Guayaquil. Su
padre, don Marcos De La Mar y Migura, fue un funcionario español, administrador
de las Cajas Reales y Contador Mayor del Tribunal de Cuentas de Santa Fe. La Mar
casó con una guayaquileña, hermana del ex presidente de Ecuador, don Vicente
Rocafuerte y Rodríguez de Bejarano (1835-39), quien murió en el Perú y cuya familia
estuvo muy vinculada a la señorial Lima.

Por una serie de documentos, se sabe que La Mar era “de elevado cuerpo y bellas
facciones, elegante y militar apostura. Su mirada era seria, viva, bondadosa; su
hablar dulce, elocuente y persuasivo. La gran capacidad de que estaba dotado y la
esmerada educación que recibiera, hacía su trato afable y subyugante; y las nobles
cualidades de su alma se rebelaban en todas las acciones y todos los momentos de su
vida”; además, “siempre fue adorado por las damas”, pero carecía de concepciones
políticas y filosóficas y como le disgustaba el poder “perteneció al género de los
gobernantes tristes”.9

Durante su exilio, el General Lamar fijó su residencia cien cuadras al norte de la Iglesia
de Nuestra Señora de La Soledad, donde poseía una pequeña estancia a orillas del
río Toyogres. Vecindario modesto, pero aun considerado importante después del
situado frente a la Plaza Principal de la ciudad de Cartago. Imaginémoslo, paseando
por las plazas y mal empedradas calles de la Muy Noble y Muy Leal, vestido de
gala, montado en un caballo garboso y asistido por seis criados de origen africano.
Nostalgia, brumas, quietud: todo encajaba dentro de su temperamento.

7 Se conserva el texto como está en el libro.


8 http://www.prensalibre.co.cr
9 “…La Mar guardaba mesura y corrección en todo: en sus ademanes, en sus discusiones, en sus órdenes.
Una disciplina interior, inculcada por atildados y serios maestros, dirigía su vida hasta en los más mínimos
detalles. Comparado con la mayoría de los militares de la época, duros y toscos, forjados en la fragua de las
luchas libertarias, el Mariscal parecía un abate aristocrático, director espiritual de duquesas. Pero, a pesar
de esta blancura y delicadeza aparentes, advertíase en sus finas maneras cierta gravedad y firmeza muy en
armonía con su alto grado militar –Mariscal de Campo español y Gran Mariscal peruano- y con su vida militar
aureolada de leyenda y pródiga en hechos magníficos…”.En: “Cuando los mariscales combatían”, Francisco
Vegas Seminario.

19 El Mariscal de Seis Esclavos


Sólo un año disfrutó de la apacible y aldeana Cartago, porque el 12 de octubre
de 1830, a eso de las 11 de la mañana, lo sorprendió la muerte. Tenía 52 años
de edad10 y problemas crónicos de salud hacía luengo tiempo. Tremenda fue la
emoción de sus amigos peruanos residentes en Costa Rica y de las nuevas amistades
cartaginesas, que admiraban al valiente y bien intencionado ex presidente peruano
que había luchado por una América libre y republicana. En los registros parroquiales
de Cartago se conserva el acta de su sepelio que al pie de la letra dice:

“En la ciudad de Cartago á los trece días del mes de octubre del año mil ochocientos
treinta. Yo el Pbro. Rafael del Carmen Calvo, Cura Interino, dí sepultura eclesiástica
al Benemérito. General del Perú don José Lamar11, viudo de 50 años. Recibió el
Santo Sacramento de la Extremaunción y no los demás por estar privado, y fue su
entierro solemne. En la papelera se encontró su testamento y para que conste lo
firmo. Rúbrica: Rafael del Carmen Calvo fr. José Eugenio Quesada’’.

El Jefe de Gobierno del Estado de Costa Rica envió un comunicado a la Gobernación


de Cartago, misiva donde se ordenaba que los funerales del General La Mar, debían
realizarse con toda la parafernalia luctuosa propia de los beneméritos caudillos que
lucharon por la independencia hispanoamericana; inclusive solicitaba que tanto los
miembros del Ayuntamiento cartaginés en pleno como todas las autoridades civiles
y particulares asistieran a las exequias.

El General La Mar había llegado a Puntarenas al amanecer del 23 de junio de 1829,


a bordo de la goleta La Mercedes, en calidad de exiliado después del golpe de
Estado que lo había despojado del poder, acción propiciada nada menos que por su
compañero de armas e ideales, el Mariscal Agustín Gamarra.

En el puerto del Pacífico costarricense fue recibido con todos los honores de un
presidente en ejercicio, inclusive con el estruendo de potentes cañonazos, de la
misma manera la comitiva fue recibida en la ciudad de San José, por el patriarcal
jefe de Estado don Juan Mora Fernández (1824-1833), pero a los pocos días, el
General don José La Mar, se trasladó a la Muy Noble y Muy Leal Cartago, para residir
en la tranquila y aristocrática ciudad que seis años antes era la capital de la pequeña
Costa Rica.

Años después, cuando el general hondureño Francisco Morazán Quesada estuvo en


Lima en 1841, Bermúdez lo recibió como huésped de honor, amistad que llegó al
extremo que le daba todo el apoyo material para que Morazán invadiera Costa Rica,
con el fin de iniciar la lucha para restablecer la República Federal de Centroamérica,
bajo el liderazgo del que en otrora fuera su flamante presidente. El único favor que

10 El Mariscal muere de 54 años de edad.


11 En el documento, cuya copia ya nos hemos referido, y conforme la transcripción paleográfica del encargado
del Archivo Arquidiocesano se escribe “Lemars” y no Lamar, como se lo hace en el libro.

José dela Mar y Cortázar 20


solicitó Bermúdez fue que en caso de tener éxito la campaña bélica en Costa Rica, se
repatriaría los restos del Gran Mariscal que reposaban en el Cementerio de Cartago,
bajo la mayor solemnidad posible.

Merced a la traición de Villaseñor en un vergonzoso pacto en un lugar llamado El


Jocote (abril de 1842), Morazán logró derrotar las fuerzas del Jefe Supremo del
Estado de Costa Rica, licenciado Braulio Carrillo Colina (gobernó entre 1835-1837 y
1838-1842), y se proclamó “Libertador de Costa Rica”.

Costa Rica entró entonces en una gran efervescencia política. Vivió el país una
“dictadura extranjera”, producto de la ambición de Morazán por reconquistar el
poder en Centroamérica. Una de sus primeras acciones como Jefe de Estado fue
ordenar la exhumación de los restos del General La Mar. Con ese fin, su ministro
de Guerra, General José Miguel Saravia, viajó a Cartago con la orden para el Vicario
Eclesiástico de levantar los restos del ex presidente del Perú.

El 10 de setiembre de 1842, se cumplió la orden del líder unionista centroamericano.


En una magnífica urna enchapada en oro y plata se depositaron las reliquias del
General La Mar, tal como lo comunicó el padre Calvo así: “Hecha la excavación se
hizo un prolijo examen para que no quedase parte alguna que no se recogiese y en
mi presencia se han colocado todos los restos en la urna que Usted destinó para tal
efecto”.

De tal suerte, la lujosa arca fue depositada en la residencia solariega de doña


Anacleta Arnesto de Mayorga – Fajardo y Troya, dama de alcurnia de Cartago,
donde en un solemne velorio asistió lo más conspicuo de la buena sociedad de la
Vieja Metrópoli, acto que fue interrumpido en la madrugada del 14 de setiembre
de 1842, al llegar el General Morazán y el Ministro y Capitán Vicente Villaseñor,
con heridas de consideración, en medio de una lluvia torrencial. Al medio día, esta
tétrica escena fue interrumpida violentamente por el ejército josefino, tomaron
presos al General Morazán y a su camarada, se los llevan a San José y por orden
del Jefe Supremo de las Armas, don José Antonio Pinto y Soares, son fusilados en
la Plaza Principal el día 15 de setiembre de 1842. Así se inició el aciago traslado de
la urna con los restos del “gran hombre”, que se depositaron en la Santa Iglesia
Parroquial o Vicaría de Cartago por un lapso de dos años, hasta que la bella matrona
piurana doña Francisca González Otoya y Navarrete, amiga de La Mar y cónyuge
de don Georg Stiepel, comerciante alemán y dueño de fincas cafetaleras en Costa
Rica, logró conseguir del marino germano Eduardo Wallerstein, la autorización del
nuevo gobierno de don José María Alfaro Zamora (1842-1846), para repatriar en
1846, los restos mortales del general peruano, llegando estos a Lima hasta marzo de
1847, con el fin de recibir gloriosa y cristiana sepultura. Hoy, casi doscientos años
después, las cenizas del General La Mar, uno de los héroes padres fundadores de
la Nación peruana, reposan ad perpetuam en un mausoleo del Museo Cementerio
Presbítero Maestro.

21 El Mariscal de Seis Esclavos


Capilla Central de Oración en el Cementerio de Cartago

José dela Mar y Cortázar 22


Cementerio de Cartago, 1813

LOS RESTOS DE LA MAR LLEGAN A PIURA12

Cuando tratamos de la llegada del general La Mar a Piura, referimos a los amores
breves pero intensos que tuvo con la dama piurana Francisca Otoya Navarrete.

El presidente Orbegoso proyectó repatriar los restos de La Mar que estaban en


Costa Rica, pero las luchas políticas le distrajeron la atención.

Don Jorge Basadre sobre las gestiones que realizó doña Francisca Otoya, expresa
lo siguiente: “Gracias a las gestiones de doña Francisca Otoya vecina de Paita y
esposa de un alemán avecindado en Costa Rica salieron los restos de La Mar, de esa
república en abril de 1844”.

El padre Rubén Vargas Ugarte asegura a su vez lo siguiente: “Intervino más tarde
doña Francisca Otoya de Piura y ésta, amiga de Morazán, le pidió que autorizase la
entrega de los restos del Mariscal. En 1843 le fue concedido y a nombre de dicha
señora los recibió el marino alemán Eduardo Wallerstein, el cual los condujo a
Piura”.
12 http://galeon.com/formacionrepublica/capi9.htm#_LOS_RESTOS_DE_LA_MAR_LLEGAN_A_PIURA

23 El Mariscal de Seis Esclavos


Al cumplir con tanto éxito el encargo que le diera Francisca Otoya, le escribe
Wallerstein, lo siguiente: “los sentimientos de gratitud que me animan hacia Ud.
por la hospitalidad generosa que tuvo la bondad de dispensarme por muchos
años, me hicieron empeñarme en dar a Ud. una prueba de ellos, empeñándome
en satisfacer uno de los deseos de su corazón: Ud. deseaba recoger y trasladar
a su patria las reliquias del señor general don José de La Mar”. (lo acentuado me
corresponde).

Todo hace suponer que Wallerstein era el marino con quien a los 15 años se casó
Francisca en Paita. Como alemán, de espíritu amplio y liberado de prejuicios, no
titubeó en cumplir el encargo de la que había sido su esposa, en reconocimiento
por los años de felicidad que dice vivieron juntos. Cuando Francisca conoció a La
Mar ya hacía algún tiempo que se había separado del marido, estimándose que
hayan hecho vida común unos cinco años.

Francisca se casó en Paita y también vivió muchos años en el puerto, precisamente


cuando también Manuelita Sáenz estaba radicada allí. Quiso la suerte unir a
dos mujeres que habían sido grandes amores de dos militares brillantes pero
enemigos. (el acentuado me corresponde).13

Los restos de La Mar estuvieron sin duda en la casa de la calle Libertad en donde
funcionaba el año 2000 el Instituto Tecnológico Superior Cosmos. Allí recibieron la
diaria veneración de la mujer que lo amó más allá de la muerte, hasta que en enero
de 1847 salieron rumbo a Lima, para recibir el homenaje de los pueblos.

En 1845 Francisca enviaba a Lima la siguiente comunicación.

República Peruana.- Piura 8 de mayo de 1845.


Señor Ministro de Gobierno.
Señor.

En el “Redactor” Nº 12, tomo I del sábado 1º de marzo de 1843 se registra una


petición del Supremo Poder Ejecutivo, en que solicitó de la Representación Nacional,
se le autorice para hacer el gasto extraordinario que le demandaba la traslación a
esta capital de las apreciables reliquias del justo, del virtuoso e ilustre general Don
José de La Mar que yacía en tierra extranjera, donde exhaló el último suspiro, dando
las más relevantes pruebas de su decidido amor a esta nación, a quien hizo tantos
y tan señalados servicios. La Convención resolvió el 19 de febrero del mismo año
que se precediera a verificar la traslación, con la posible decencia y por cuenta del
erario nacional, para satisfacer los votos del pueblo peruano y tributar dignamente
un homenaje a la memoria del hombre justo que presidió alguna vez los destinos
del Perú.
13 Existe una novela titulada “La dama de los perros” de la escritora mexicana, María Eugenia Leefmans, y
relata cómo justamente Manuela Sáenz en Paita-Perú, tenía tres perros a su lado a los que les llamó: Lamar,
Santander y Páez, los enemigos del Libertador.

José dela Mar y Cortázar 24


Las revoluciones que han sucedido con tanta precipitación en nuestra desgraciada
patria, no han permitido que se llene el precioso objeto de la demanda, pero no
han faltado personas que con diligencia hayan procurado allanar algunos de los
tropiezos que creaba el genio de la discordia. Los restos del ilustrísimo gran mariscal
don José de La Mar, los tengo en mi casa, mandados a entregar por las autoridades
de Costa Rica que han cedido a mis suplicas y a mis relaciones en aquel país. Los
documentos que exhibiré oportunamente, garantizarán la identidad y la realidad
del depósito.

Ahora que se halla al frente de los destinos del Perú un veterano de la independencia,
amigo del general La Mar, que sintió y experimentó de cerca sus relevantes prendas
y supo admirarlas y apreciarlas, es el tiempo oportuno de hacer la denuncia y
revelación de tan precioso depósito.

Al dirigirme a U.S. con el fin de que se avise a S.E. el Presidente para que disponga lo
más conveniente, siendo a más viva emoción con los recuerdos de tan recomendable
ciudadano que hizo las delicias de sus amigos y dio gloria a su patria.- Dios guarde
a U.S.- Francisca Otoya.

Gran sorpresa se llevaría el ministro al recibir esta comunicación y saber que


los restos de La Mar estaban en suelo patrio y no en lejanas tierras extranjeras.
Y había sido el amor de una mujer lo que había vencido todos los obstáculos en
una tarea que para ser financiada el propio Poder Ejecutivo del Perú necesitaba de
autorización especial.

Por esos azares del destino, en Costa Rica el desterrado general La Mar había
conocido al marino alemán esposo de Francisca, que fue el mismo que con
mucha comprensión, ayudó a la repartición de los restos del amante de la
propia esposa.

El 16 de septiembre el congreso dispuso que sin demora se trasladasen los


restos a Lima y nombró una comisión que integraron el ya general de brigada
Ildefonso Coloma, el Dr. Manuel Asensio Cuadros y el prefecto de Ayacucho
Manuel Angulo.

El 3 de diciembre del mismo año 1845, el presidente Castilla escribía a Francisca


para agradecerle el noble comedimiento y celo patriótico que había tenido para
trasladar desde Centro América los restos del general La Mar.

El 23 de diciembre de 1846 dispuso que saliera el bergantín “Guise” hacia Paita al


mando del capitán de corbeta José M. Silva Rodríguez.

Es decir que entre el nombramiento de la comisión y de la designación del barco


había trascurrido nada menos que un año. La comisión original en realidad fue otra
y dos de sus miembros el coronel Luis La Puerta y el Dr. Saravia habían renunciado.
Todo eso dio lugar a que Ecuador en forma amistosa solicitase tener en su patria
los restos de La Mar invocando su condición de cuencano.

25 El Mariscal de Seis Esclavos


Fue así como doña Francisca fue visitada en Paita por el general Antonio Elizalde
cuñado de La Mar, pues estando el mariscal en el destierro se casó por poder
con su sobrina Ángela Elizalde que se encontraba en Ecuador. Jamás los esposos
tuvieron oportunidad de reunirse. Junto con el general Elizalde llegó a Paita en la
misma comisión don Joaquín Olmedo. Tanto el Perú, como doña Francisca con toda
amabilidad rehusaron el pedido. Ya Flores no estaba en el poder, pero el nuevo
mandatario de Ecuador se mostraba cordial con el Perú.

Olmedo y Elizalde tuvieron oportunidad en Paita de visitar a Manuela Sáenz y


de invitarla a trasladarse al Ecuador, pero la famosa exilada tampoco aceptó.
Deseaba vivir en el tranquilo aislamiento del pequeño puerto, que la había acogido
con cordialidad.

EL TRASLADO DE LOS RESTOS DE LA MAR A LIMA

Por fin, el 27 de diciembre de 1846 ancló el “Guise” frente a Paita. Como


intermediario de la señora Otoya y las autoridades de Lima, actuó el senador
Santiago Távara Andrade.

En la Iglesia Matriz de Piura, se celebraron solemnes honras fúnebres, habiendo


corrido el acto religioso a cargo del cura de Catacaos Fermín Seminario Del Castillo,
tío de Grau. La tropa formó al mando del capitán Tomas Arellano.

La urna con los restos fue conducida a Paita en donde el pueblo exigió rendirle
también multitudinario y cálido homenaje, en el que intervino la marinería y los
barcos surtos en la bahía que dispararon las salvas de reglamento.

En todos estos actos se pasó el mes de enero de 1847, pues recién a fines de
febrero llegaba el Guise al Callao. El barco había partido de Paita el 29 de enero
y antes de ingresar en la bahía estuvo varios días en la isla San Lorenzo, mientras
se preparaba el programa de recepción. Por el 1ro. de marzo a las 2 de la tarde
el Guise ingresaba lentamente, lanzando una salva de 22 cañonazos, que
contestaron todos los barcos surtos en la bahía, cuyas tripulaciones formaron
en la toldilla. Las banderas de los barcos se pusieron a media asta e izaron
grímpolas negras. Cada cuarto de hora las baterías de tierras disparaban un
cañonazo. Las banderas de los edificios públicos del Callao estaban igualmente
a media asta. Al desembarcar la urna de la falúa al muelle, el coronel Manuel
Angulo y cuatro guardias marinas la colocaron en el gran carro funerario (había
costado 4,500 pesos, suma muy alta para la época). En la iglesia del Callao se le
tributaron solemnes honras fúnebres, fue toda una procesión cívica el recorrido
del muelle a la Iglesia de la Merced. El mismo día se trasladaron los restos
a la Capilla de San Bartolomé de la catedral de Lima, y el día 4 de marzo se
celebraron solemnes honras fúnebres con asistencia de Castilla. En la catedral
permanecieron los restos hasta marzo de 1847 en que pasaron al mausoleo en
el cementerio Presbítero Maestro.

José dela Mar y Cortázar 26


El general Alejandro Deustua, gobernador de la provincia litoral de Piura, envió a
Francisca Otoya, la siguiente comunicación, que el periodista paiteño José Miguel
Godos, la hizo publicar en el diario Correo.

Gobierno Político de la Provincia Litoral.


Piura, 31 de diciembre de 1846.

A la señora Francisca Gonzáles Otoya.

Por comunicaciones oficiales que he recibido con esta fecha, la gobernación sabe que
ha zarpado ya del puerto del Callao, el bergatín nacional de guerra “Guise” que está
destinado a transportar de ésta, a la capital, los restos mortales del gran mariscal La
Mar que existen en poder de Ud.

Como la gobernación tiene noticias de que Ud. se halla próxima ausentarse de esta
ciudad, le participa este acontecimiento, para que en caso de que no pueda suspender
su viaje, para hacer personalmente la entrega de los expresados restos y sus respectivos
documentos de identidad, deje comisionado para ello a una persona de su confianza
y que se servirá decir a la gobernación quienes Dios guarde a Ud. Alejandro Deustua.

Por lo visto, Doña Francisca no estuvo en el memorable acto de entrega, pues


encomendó la labor al senador Santiago Távara.

La familia Gonzáles Otoya, residía en Paita y es así como vemos que en el sonado
caso del Pailebot “Sacramento” capturado por los hermanos Cárcamo, era juez de
marina don Manuel Gonzáles Otoya.

El apellido completo de doña Francisca era pues Gonzáles Otoya Navarrete.

Calle Libertad en Piura en la que se dice estaba ubicada la casa de Doña Francisca
Otoya Navarrete y en la que se guardaban los restos del Mariscal Jose dela Mar.

27 El Mariscal de Seis Esclavos


Casa donde vivió Manuela Sáenz en Paita. Ver recuadro en parte inferior izquierda.14

Catedral de Piura Lateral, Catedral de Piura

14 https://libertadoradellibertador.files.wordpress.com/2012/05/paita_recuerdos007.jpg

José dela Mar y Cortázar 28


Catedral de Lima. Mediados del Siglo XIX15

Antiguo Palacio de Gobierno de fines de la segunda mitad del siglo


XIX escenario del paso de primeras damas en la vida política.16

15 https://www.google.com.ec/search?q=traslado+de+los+restos+de+Jose+de+la+Llamar+a+Lima
16 https://www.google.com.ec/search?q=traslado+de+los+restos+de+Jose+de+la+Llamar+a+Lima

29 El Mariscal de Seis Esclavos


Túmulo del Mariscal José dela Mar en Lima

José dela Mar y Cortázar 30


DOCUMENTOS
FIRMADOS
EL APELLIDO

31 El Mariscal de Seis Esclavos


Histórica ha sido la discusión en torno al apellido del Mariscal. Los documentos
que siguen revelan que el Mariscal firmaba “José dela Mar” tal cual lo hacía su
padre, lo cual se desprende de la fe de bautizo del Mariscal.

Entonces no es como hoy y desde siempre –por la ausencia de documentos


firmados- se ha dicho que que nuestro Mariscal era José de La Mar y Cortázar

Firma: J dela Mar

José dela Mar y Cortázar 32


33 El Mariscal de Seis Esclavos
Firma: J dela Mar

José dela Mar y Cortázar 34


Firma: José dela Mar

35 El Mariscal de Seis Esclavos


Firma: J dela Mar

José dela Mar y Cortázar 36


37 El Mariscal de Seis Esclavos
Firma: J dela Mar

José dela Mar y Cortázar 38


39 El Mariscal de Seis Esclavos
Firma: José dela Mar

José dela Mar y Cortázar 40


Con respecto al apellido del Mariscal José Domingo dela Mar y Cortázar hay mucho
que escribir, pero los documentos referidos anteriormente ponen de manifiesto
que su apellido no era “de La Mar” o “Lamar” sino como constan en aquellos, es
decir “José dela Mar”.

Existe un estudio grafológico realizado por Marcelo Váscones Espinosa, citado por
Juan Francisco Donoso Game en “Mariscal José Domingo de La Mar y Cortázar,
Patriota o Traidor”1 que parte de la firma y rúbrica constante en un documento
firmado por José dela Mar como Presidente del Perú –que también lo refiero en
este libro- y que es idéntica a la que obra en los documentos ya señalados.

1 Pág. 14

41 El Mariscal de Seis Esclavos


José dela Mar y Cortázar 42
LA VIDA SENTIMENTAL
DEL MARISCAL1

Las esposas del Mariscal José de la Mar.18222


Dos gaviotas vuelan sobre el río Guayas. La tercera va y viene con un cadáver por el mar. A
veces vuelan sin plumas, a veces vuelan sin canto, a veces vuelan sin nombre, pero siempre
vuelan sin cuerpo. Una vuela para Lima. Otra vuela a Cartago en Costa Rica. Vuelan y regresan
a estar siempre solas en Guayaquil, acurrucadas bajo la lluvia. Las dos hacen el nido por las
noches, pero al amanecer, en vez de huevos encuentran balas. La tercera llora lágrimas
de sal. En esos tiempos en Guayaquil las mujeres nacían en unas cajas forradas de largas
aristocracias.

José Domingo La Mar y Cortázar recoge de su memoria un nido de rifles en Cuenca donde
nació un 12 de mayo de 1776. Ha dejado un libro de leyes en su palacio de gobernante del
Perú. Cuando abre su maletero de desterrado en Costa Rica, encuentra que está lleno de
traiciones. Decide morir de soledad más que de tristeza, pero muere de impotencia más que
de rabia un 11 de diciembre de 18303, allá, lejos de nadie, después de haber sido gloria de
España, donde tuvo cuatro mil hombres a su mando contra los franceses.

Su prima Josefa Rosa Nicolasa de Rocafuerte y Rodríguez de Bejarano que había nacido en
Guayaquil el 2 de septiembre de 1781, debe ser la primera esposa de tan insigne militar. De
este modo su primo Vicente Rocafuerte Bejarano será también su cuñado presidente del
Ecuador. Su entrañable amigo el poeta José Joaquín de Olmedo le visita en su hacienda de
Buijo y le nombra Comandante General de Armas de Guayaquil el 14 de enero de 1822. Un
sábado 20 de abril de ese año, le ascienden a Gran Mariscal, según dicen, por gratitud de
pueblo peruano y por disposición de Su Excelencia Don José Bernardo de Tagle Portocarrero,
encargado del poder, mientras San Martín se entrevistaba con Bolívar en Guayaquil.

¿Qué cosas se dirían entre La Mar y Bolívar en Guaranda el 2 de julio de 1822? Colombia no
quiere que Guayaquil sea un estado independiente. La Mar recoge sus armas y viaja al Perú.
Como él no tiene tiempo para matrimonios, le ayudan a decidir que debe casarse mediante
un poder un 6 de noviembre de 1822. Su esposa duerme con sobresaltos y muere yerma el
22 de abril de 1826.

No es bueno que los altos militares vivan sin esposa. Se oxidarían las medallas. No tendrían
quién les llore en sus partidas, ni quien pida perdón a Dios por sus matanzas. Tampoco es
1 Nos vamos a referir en primer lugar a sus esposas, Josefa Rosa Nicolasa de Rocafuerte y Rodríguez de
Bejarano y María de los Ángeles Dolores Pía de Elizalde y La Mar. Así mismo de la investigación realizada
se advierte que en la vida sentimental del Mariscal José dela Mar estuvieron otras mujeres como Francisca
Otoya Navarrete, de la que los historiadores se han referido, y Anacleta Arnesto Fajardo de Troya, que según
la historiografía costarricense pudo haber estado vinculada afectivamente con el Mariscal. Si bien es una
novela, no es menos cierto que Hermida Bustos en su relato novelesco hace alusión a la existencia de otra
mujer, Teresiña, la brasileña. No hay cita bibliográfica que fortalezca el relato.
2 http://www.elheraldo.com.ec/index.php?fecha=2013-03-18&seccion=Editoriales&noticia=24549
3 El dato no exacto, pues fallece el 13 de octubre de 1830

43 El Mariscal de Seis Esclavos


bueno que pasen a la historia como uno más de los gobernantes tristes, le dicen. Su familia le
apoya para que se case con su sobrina carnal que tiene los nombres apropiados para agradar
a Dios y al Gran Mariscal: María de los Ángeles Dolores Pía de Elizalde y La Mar, ella también ha
sido bautizada en la iglesia Matriz de Guayaquil un 11 de julio de 1793. La Mar está expatriado
en Costa Rica y allá se le adelantó la muerte el 11 de octubre de 1830. Ella debía casarse por
poder, pero el pudor se queda virgen.

Seis esclavos negros cargan el ataúd de quien combatiendo en tantas independencias no


les hizo libres. Delante de su féretro le lloran: un regio caballo blanco adornado con colores
de banderas y borlas de hilos de oro; y el chivo domesticado traído del Cusco que mira el
féretro por última vez parándose en dos patas. Una Señora que llaman Otoya, es la que anda
cargando los restos de su bello muerto por diferentes patrias del mar Pacífico. Por esos
tiempos, todo infierno quería tener el rango de república. La gente de Piura le pone manojos
de espinas en su tumba. Finalmente sus huesos se acomodan más en la memoria del Perú.4

 Josefa Rosa Nicolasa de Rocafuerte y Rodríguez de Bejarano5


 María de los Ángeles Dolores Pía de Elizalde y La Mar6

Francisca Otoya Navarrete

Advierte Ortega que los hombres más capaces de pensar sobre el amor son
los que menos lo han vivido, y los que lo han vivido intensamente suelen ser
incapaces de meditar sobre él, de analizar con sutileza el plumaje tornasolado
y siempre equívoco de su esencia. Para Ortega el amor: “No es un querer
entregarse; es un entregarse sin querer”. Dante creía que el amor mueve el
sol y las estrellas. El amor no es igual que el deseo, el deseo se extingue con la
satisfacción el amor es un hambre insatisfecho. Sor Juana Inés de la Cruz ve en
el una tortura y sufrimiento: “Ese amoroso tormento/ que en mi corazón se ve,
/ sé que lo siento, y no sé/ la causa porque lo siento.

4 Pedro Reino Garcés


5 Nacida en Guayaquil el 2 de septiembre de 1781
6 Bautizada en la iglesia Matriz de Guayaquil un 11 de julio de 1793

José dela Mar y Cortázar 44


Piura fue escenario del inextinguible amor de Panchita Otoya Navarrete al
presidente José de La Mar. Ella una próspera naviera entre Paita y Costa Rica lo
conoció a los 51 años y se prendó de él con una gratitud que no se acabó con la
muerte. Muerto La Mar el 11 de octubre de 1830 en el exilio trajo sus restos de
Costa Rica a Piura en 1843 y los guardó en su casona de la Calle Real hoy Libertad.
Los entregó al Gobierno peruano en 1847 cuando había cesado la tormenta del
caudillismo apasionado a inicios de la república.

Panchita casó en Paita cuando era una mocita de quince años con el marino alemán
Eduardo Wallerstein. Aunque se separó pronto de su marido este correspondió
con generosidad a su hospitalidad entregándole los restos del Mariscal. Panchita
sintió una profunda devoción por La Mar y conservó durante mucho tiempo sus
condecoraciones, espadas y otras reliquias inestimables. Lo amó en vida y más allá
de la muerte. Quienes la conocieron recuerdan que durante las insomnes noches
piuranas Panchita tejía y destejía absorta sus recuerdos. Los restos de Panchita
Otoya están en un recoveco del Cementerio San Teodoro. Allí los ubiqué después
de recorrer el cementerio prometiéndole escribir esta historia. Una loza de mármol
en la boca de un nicho olvidado recuerda que murió en Piura la navidad de 1897.7

Otra cita bibliográfica nos enseña:

“…El 23 de diciembre de 1846 dispuso que saliera el bergantín “Guise” hacia Paita
al mando del capitán de corbeta José M. Silva Rodríguez.

Es decir que entre el nombramiento de la comisión y de la designación del barco


había trascurrido nada menos que un año. La comisión original en realidad fue otra
y dos de sus miembros el coronel Luis La Puerta y el Dr. Saravia habían renunciado.
Todo eso dio lugar a que Ecuador en forma amistosa solicitase tener en su patria los
restos de La Mar invocando su condición de cuencano.

Fue así como doña Francisca fue visitada en Paita por el general Antonio Elizalde
cuñado de La Mar, pues estando el mariscal en el destierro se casó por poder
con su sobrina Ángela Elizalde que se encontraba en Ecuador. Jamás los esposos
tuvieron oportunidad de reunirse. Junto con el general Elizalde llegó a Paita en la
misma comisión don Joaquín Olmedo. Tanto el Perú, como doña Francisca con toda
amabilidad rehusaron el pedido. Ya Flores no estaba en el poder, pero el nuevo
mandatario de Ecuador se mostraba cordial con el Perú.

Olmedo y Elizalde tuvieron oportunidad en Paita de visitar a Manuela Sáenz y de


invitarla a trasladarse al Ecuador, pero la famosa exilada tampoco aceptó. Deseaba
vivir en el tranquilo aislamiento del pequeño puerto, que la había acogido con
cordialidad…”.8

7 Por: Miguel Godos Curay


8 http://galeon.com/formacionrepublica/capi9.htm#_LOS_RESTOS_DE_LA_MAR_LLEGAN_A_PIURA

45 El Mariscal de Seis Esclavos


Cuando los mariscales combatían9

“…Panchita Otoya desbordaba encanto. Caíale


el endrino cabello en bucles sobre los mórbidos
hombros, y sus vivaces ojos, de color cambiante
a la caricia de la luz, tenían raro ardor. Realzaba
su belleza el vistoso traje que llevaba ceñido
al cuerpo, bajo el cual insinuaban tentadoras
redondeces. Recuerdo que, abusando de nuestra
amistad, me desesperaba a preguntas sobre la
vida y obras del Mariscal. Insistía, sobre todo,
en saber si realmente era viudo o si ocultaba en
Lima algún amorío…”10

Fotografía de la lápida encontrada por el autor de este libro.

9 Francisco Vegas Seminario, Novela Histórica, Lima, 1959


10 Pág. 145, Francisco Vegas Seminario, Lima, 1959

José dela Mar y Cortázar 46


Anacleta Arnesto Fajardo de Troya

Doña Anacleta Arnesto Fajardo de Troya de Mayorga vestía según la moda de


mediados del siglo XIX, en un estilo victoriano conservador y de rigidez formal. /
Imagen facilitada por Guillermo Brenes T.11

Anacleta Arnesto de Troya12 y Fajardo, por matrimonio conocida como Anacleta


Arnesto de Mayorga,( Cartago, Costa Rica, 16 de julio de 1809 -ibídem, 1877) fue
la esposa del ex comandante de Cartago, Pedro Mayorga, prima hermana de don
José Troya. Es descrita como una “mujer de temple varonil, intrigante y metida en
política”. Francisco María Núnez la incluye dentro del grupo de “damas linajudas y de
talento” de Cartago. “Dama corajuda y de mucha belleza” señalan otros. “Emblema
de la patria…tipo el más perfecto de la alta dama cartaginesa, señora la más ilustre
de Costa Rica”, describe Manuel de Jesús Jiménez. El historiador cartaginés Guillermo
A. Brenes Tencio describe que vestía en un “estilo victoriano conservador y de rigidez
formal, según la moda de mediados del siglo XIX”

Historia

El periodista cartaginés Fernando Gutiérrez relata que fue la “primera mujer


costarricense que participó activamente en la política costarricense”, de tal forma que
su “figura patriótica y política la hace la mujer más sobresaliente de aquella época”.
El mismo autor resalta la figura de doña Anacleta en dos acontecimientos claves de
la vida nacional. Su oposición al golpe de estado de Braulio Carrillo, en 1838, que
derrocó al Presidente electo Manuel Aguilar Chacón, “y por ello, junto con su esposo,
sufrió destierro ordenado por su coterráneo Braulio Carrillo, con quien mantenían
diferencias irreconciliables” y, “otra faceta importante de doña Anacleta, fue como
un soldado más, luchó contra los filibusteros en la guerra del 56, guerra en la cual
murió su hijo mayor”. Don Manuel de Jesús escribe destaca su “entereza de carácter
e inagotable patriotismo sirvieron de fecundísimo dechado, así para combatir la
execrable tiranía de Carrillo, como para rechazar el ominoso yugo de Walker.

11 http://www.micartago.com/files.php?file=cartago-moda-siglo-xix-xx_180730799.jpg
12 http://es.wikipedia.org/wiki/Anacleta_Arnesto_Fajardo_de_Troya

47 El Mariscal de Seis Esclavos


Las divergencias con Carrillo van paralelas a las coincidencias con Francisco Morazán.
Ya en 1834, cuando Morazán visita Costa Rica, recibe una “suntuosa fiesta” en la casa
de doña Anacleta y se hospeda en su casona veraniega en Paraíso, de Cartago. Es en
aquella misma casa cuando el 13 de setiembre de 1842 se resguardan los restos del
General La Mar, Primer Presidente de Perú, enterrados en el Cementerio de Cartago
y exhumados por orden de Morazán. Y fue también ahí, cuando un día después el
propio Morazán llega a Cartago, huyendo de San José, que la misma doña Anacleta
le avisa que las autoridades locales le buscan, le ofrece “tres bolsas de dinero y tres
mozos, pero Morazán se rehusó porque andaba con Vicente Villaseñor y Miguel
Saravia y no los quiso dejar a su suerte”. Y es ahí mismo cuando al mismo tiempo que
Morazán era fusilado en San José, un día después de su apresamiento, “doña Anacleta
y otros partidarios del general Morazán, musitaba una oración por el caudillo que
moría”. Algunos incluso le atribuyen amoríos con él.13

Morazán para principiantes - Biblioteca Virtual Miguel de ...14

Cuando esa misma mañana llegaron a Cartago ––contra el parecer de Villaseñor–– éste,
Morazán y Vijil se dirigieron de inmediato a la casa de Pedro Mayorga, comandante
de armas de la plaza. Los dos primeros no bajaron de los caballos pero sí Vijil, para
solicitar a doña Anacleta Arnesto, esposa del referido comandante, un poco de tabaco
y comida porque durante los tres días de asedio en San José habían sufrido hambre y
privaciones de todo género. Doña Anacleta, apresurada, atendió el pedido mientras
decía, con vivas muestras de alarma “Váyanse, váyanse sin pérdida de tiempo, por
favor”, desapareciendo en el interior de su vivienda. Mientras tanto, Morazán, afuera,
llamaba a grandes voces a su amigo Mayorga, inútilmente. De pronto, en uno de los
corredores apareció el ciudadano don Félix Espinosa, encargado de la exhumación
de los restos mortales de un alto oficial del ejército peruano, el mariscal José de
la Mar y Cortázar, ex – presidente de la República y veterano de las batallas de
Ayacucho y Junín, donde peleó bajo las ordenes de Sucre. Muerto en el exilio, y
sepultado en Cartago en 1830, el general Morazán deseaba repatriar sus cenizas, en
cumplimiento de una promesa hecha al general Pedro Bermúdez, en Lima.

General de Seis Esclavos15

….Debido a estas y otras reuniones se fue acentuando una gran amistad entre los
Mayorga y el general y gran mariscal don José de La Mar. Amistad que empezó a
dar pie para las habladurías de campanario, especialmente porque el chismoso e
incorregible Fray Juan de Bobadilla comenzó a echar sal sobre la herida. “Doña Ana
cleta pasa largas horas conversando con el Mariscal, especialmente cuando don Pedro
se va para sus fincas”.

….De allí surgió lo que siempre se ha asegurado: que doña Ana tuvo muchos
amores, incluyendo con el general Francisco Morazán, durante su corto período de
Presidente, como lo veremos a su debido tiempo.
13 El texto es mayor pero hemos tomado aquella parte que nos interesa para los fines de este trabajo.
14 www.cervantesvirtual.com/.../7af9e1cc-a00e-11e1-b1fb-00163ebf5e63.
15 Miguel Salguero, Pág. 92

José dela Mar y Cortázar 48


… “No sería nada raro que don Pedro los sorprenda en actos non santos y entonces
podría cometer una barbaridad con el Mariscal. Por este motivo debemos apurar
el asunto de la toma de San José”, le susurró cerca del oído a don Joaquín de
Oriamuno cierto día, a finales del mes de setiembre. Don Joaquín, hombre severo,
medio achacoso pero que no olvidaba la afrenta del año 23 y el nombre de Gregorio
José Ramírez, meditó un momento y le respondió: “Deseos de vengarme no me
faltan ni le faltan a los coterráneos, pero hay varios puntos. Primero, convencer al
General La Mar de semejante empresa….

De nostalgias y olvidos16

El amor permanente

Desde que se conocieron y amaron por primera vez Francisca se constituyó en


su amor permanente. De su primera esposa Josefina, bella, joven y frágil, fallecida
tempranamente por razones de salud, y del segundo matrimonio con Angela, lo
único que Francisca tenía claro era que se realizaron por relaciones familiares,
políticas y sociales, más que por la pasión entre un hombre y una mujer que se
atraen y se quieren. Hermana de Antonio, Juan Francisco y Matías Elizalde, Angela
formaba parte del mismo grupo social de José y en sus idas y venidas de Lima era
obvio que en alguna se quedaría con ella, como sucedió, aunque no se la llevaría
porque ella se resistía a acompañarlo al Perú por los temores de los riesgos del
viaje.

…Francisca tiene la figura tan esbelta como la que tenía Teresiña17, la brasilera, a
esa misma edad hace casi treinta años, cuando yo tenía veinte y tres –recuerda el
Mariscal en un momento de sosiego. Me sentí entonces tan menor como mayor
me siento ahora. Pero a pesar de esta diferencia ella ha sido siempre mi punto de
fortaleza y optimismo con su carácter, su temple y entusiasmo…18

16 César Hermida Bustos, Pág. 159


17 La presencia de otra mujer en la vida del Mariscal José dela Mar la encontramos en esta novela, más no en
otros textos que se han escrito sobre el Mariscal y su biografía.
18 César Hermida Bustos, Pág. 163

49 El Mariscal de Seis Esclavos


José dela Mar en la vida
política del Perú

Antigua Portada de Lima, dibujo de mediados del siglo XIX. Hasta los años 1870,
Lima estuvo cercada por la antigua muralla colonial.19

Es en este escenario en donde se desarrollada la vida de nuestro personaje. Un


cuencano en la República del Perú, principalmente en Lima, su capital, pero también
Piura y Paita serán espacios en donde se producen hechos de gran significación.

19 http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Jos%C3%A9_de_Orbegoso_y_Moncada

José dela Mar y Cortázar 50


Presidente del Perú

José dela Mar, Presidente del Perú

51 El Mariscal de Seis Esclavos


Oficio que se conserva en el Archivo del Congreso de la República, dirigido por José
de La Mar al Presidente del Congreso, en el tiempo en que el primero ocupó la
presidencia de la JuntaGubernativa, y que contiene la firma del prócer.1

1 www//congreso.gob.pe/museo/presidentes/15-Jose-LaMar-1823-1.pd

José dela Mar y Cortázar 52


Proclama de José dela Mar a Bolívar

53 El Mariscal de Seis Esclavos


José dela Mar y Cortázar 54
55 El Mariscal de Seis Esclavos
José dela Mar, Presidente del Perú

E
l 9 de julio de 1827 residía en Loja cuando fue elegido por el Congreso
Peruano Presidente de la República en contra de las aspiraciones de los
caudillos militares Santa Cruz, Gamarra, Antonio Gutiérrez de la Fuente y
Pablo Bermúdez, quienes se consideraban con derecho a gobernar, pero
no contaron con la mayoritaria simpatía de los representantes por ser caudillos de
tendencia autoritaria y conservadora. En cambio el general La Mar era respetuoso
de las atribuciones del Congreso y era de tendencia liberal. Juró el cargo el 20 de
abril de ese año. El gobierno de la Mar enfrentaba una fuerte oposición interna en el
llamado «Triunvirato» constituido para derrocar su gobierno. Se componía por Santa
Cruz, Gutiérrez de la Fuente, prefecto de Arequipa y del Cusco y Augustin Gamarra.
El 18 de marzo de 1828 proclamó la nueva constitución de liberalismo realista. En
1828, Bolívar que rechazaba el gobierno liberal del Perú, siendo gobernante de la
Gran Colombia exigió el pago de la deuda de independencia, la desocupación de
Jaén y Maynas y la reducción del ejército. Al no aceptarla el Perú, Bolívar declaró la
guerra el 3 de julio de 1828. Luego de varias derrotas Augustin Gamarra suscribió
el Convenio de Girón con Sucre (Presidente de Bolivia), aceptando desocupar Loja
y Guayaquil y desautorizando a La Mar siendo depuesto, estando al frente del
norte; el 6 de Junio de 1829 La Fuente derroca al vicepresidente Manuel Salazar
y Baquijano. La Mar es obligado a renunciar y fue desterrado a Costa Rica, donde
muere el 11 de octubre de 1830.2

Esta narración respecto a la designación del Mariscal José dela Mar como Presidente
del Perú, la mantenemos a propósito, porque en pocas líneas se describe la forma
como llegó al poder. Es una síntesis de lo que sucedió allá por el año de 1827 hasta
el año de su muerte.

2 http://www.efemerides.ec/1/marzo/lamar1.htm

José dela Mar y Cortázar 56


Sin embargo más adelante con los documentos que han sido tomados de las fuentes
citadas oportunamente, podremos observar hechos en la vida del Gran Mariscal
que no han sido considerados por sus biógrafos, amén de sus apellidos que han
sido distorsionados, y todo ello por no ir a la fuente primaria que es el documento.

Retrato del Presidente La Mar José de la Mar 4


(dibujo de fines del siglo XIX)
Presidente Constitucional del Perú
(1827-1829). 3
nota3 al pie4
NOMBRAMIENTO DE LA JUNTA GUBERNATIVA5
DE 1822

Considerando cuanto conviene al sólido establecimiento de la independencia y


libertad del Perú, el que se conserven reunidos los poderes legislativo y ejecutivo
hasta la sanción de la constitución, para cuyo fin se ha congregado, ha venido en
decretar y decreta lo siguiente.

1. El Congreso constituyente del Perú conserva provisoriamente el poder ejecutivo,


hasta la promulgacion de la constitucion para cuyo fin se ha reunido, ó antes, si
algunas circunstancias lo exigiere a juicio del Congreso.

2. Administrará el poder ejecutivo una comision de tres individuos del seno del
Congreso, elegidos a pluralidad absoluta de sufragios.

3. Esta comisión no turnará entre los individuos del Congreso.

4. Los elegidos quedan separados del Congreso, luego que presenten el juramento
respectivo, pudiendo volver a su seno, absuelta que sea su comision y la
correspondiente residencia.

5. Esta comision consultará al Congreso en los negocios diplomáticos, y cualquiera


otros arduos.

3 http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_de_La_Mar Se conserva el texto colocado en el pie de página.


4 http://www4.congreso.gob.pe/museo/tour/sala33/01.htm
5 Conservamos el texto que consta en los documentos con las faltas de ortografía que se pueden advertir.

57 El Mariscal de Seis Esclavos


6. El primer nombramiento que constitucionalmente se hiciere para administrar el
poder ejecutivo, no podrá recaer en ninguna de las personas de la comision.

7. Se denominará esta comision JUNTA GUBERNATIVA DEL PERU.

8. Su tratamiento será el de Excelencia.

9. Se sancionará por el Congreso el reglamento que fije los límites del poder que le
confía.

Imprímase, publíquese y circúlese por quienes corresponda.- Dado en la Sala del


Congreso en Lima a las once de la noche del 21 de Setiembre de 1822.- 3° Javier
de Luna Pizarro, Presidente.- José Sanchez Carrion, Diputado secretario.- Francisco
Javier Mariátegui, Diputado secretario.- Es Copia…- Carrion.- Mariátegui.

El Soberano Congreso Constituyente Del Peru6


Ha nombrado para que compongan la Junta Gubernativa del Perú á los SS. Don José
de La Mar, Don Felipe Antonio Alvarado, y Conde de Vista Florida, y decretado se
haga saber esta resolucion.

Imprímase, publíquese, y circúlese a quienes corresponda. Sala del Congreso en


Lima á las doce de la noche del 21 de Setiembre de 1822.- 3° de la Independencia
del Perú.- Javier de Luna Pizarro, Presidente.- José Sanchez Carrion, Diputado
Secretario.- Es copia.- Carrion.- Mariátegui.

Instalación del Primer Congreso Constituyente del Perú en la capilla de la


Universidad de San Marcos el 20 de septiembre de 1822.

6 Conservamos el texto que consta en los documentos con las faltas de ortografía que se pueden advertir.

José dela Mar y Cortázar 58


LEY DE 15 DE OCTUBRE DE 18227
(Reglamento Provisional del Poder Ejecutivo)

7 Conservamos el texto que consta en los documentos con las faltas de ortografía que se pueden advertir.
8 https://www.google.com.ec/search?q=congreso+de+lima+1822+peru
9 https://www.google.com.ec/search?q=congreso+de+lima+1822+peru

59 El Mariscal de Seis Esclavos


La Suprema Junta Gubernativa del Perú comisionada por el Soberano Congreso Constituyente:

Por cuanto él mismo ha decretado lo siguiente:

REGLAMENTO PROVISIONAL DEL PODER EJECUTIVO10

Procurando el Congreso constituyente del Perú fijar los límites del poder ejecutivo
que ha confiado á la Junta Gubernativa conforme al decreto de 21 de Setiembre, ha
venido en decretar y decreta el siguiente reglamento.

CAPITULO I
DEL PODER EJECUTIVO PROVISIONAL

Art. 1. Administrará el poder ejecutivo una comision de tres individuos del seno
del Congreso, elegidos á pluralidad absoluta y con igual autoridad; haciendo de
presidente el que hubiere reunido mas sufragios.

Art. 2. Esta comisión no turnará entre los individuos del Congreso.

Art. 3. Los elegidos quedan separados del Congreso, luego que presten el
juramento respectivo, pudiendo volver á su seno absuelta que sea su comision, y la
correspondiente residencia.

Art. 4. Tendrá esta comisión el nombre de SUPREMA JUNTA GUBERNATIVA DEL


PERU; y permanecerá hasta la promulgación de la Constitucion, ó hasta que alguna
circunstancia exigiere á juicio del Congreso el que se desprenda del poder ejecutivo,
que conserva con arreglo al decreto de 21 de Setiembre.

Art. 5. En los expedientes de su respectiva atribucion firmarán ó rubricarán los


decretos y providencias al menos dos individuos de la Junta.

Art. 6. Por enfermedad ó impedimento temporal de alguno de los individuos de la


Junta, quedará el despacho á cargo de los restantes, expresando el motivo de la
falta del primero.

Art. 7. La mayoría decidirá los asuntos de la atribución de la Junta; quedando


expedito el vocal que hubiere discordado para salvar su voto en libro separado.

Art. 8. Cuando todos los vocales discordaren, se pasará el negocio con el respectivo
informe para que decida el Congreso.

Art. 9. La Junta Gubernativa tendrá el tratamiento de Excelencia.

Art. 10. El sueldo de cada individuo de la Junta será de doce mil pesos, los que se
pagarán por el Estado.
10 Conservamos el texto que consta en los documentos con las faltas de ortografía que se pueden advertir.

José dela Mar y Cortázar 60


Art. 11. La Junta tendrá la guardia y honores que prescribe la ordenanza para los
capitanes generales de Ejército.

Art. 12. Proveerá los empleos de la lista civil conforme al decreto particular que
expida el Congreso; quien igualmente resolverá acerca de la eclesiástica.

Art. 13. La Junta presentará al Congreso mensualmente una lista de las provisiones
que hiciere en todos los ramos de la administracion pública.

Art. 14. Nombrará la Junta los secretarios del despacho con arreglo al número
de secretarías que resolviere el Congreso, dándole aviso antes de publicar el
nombramiento.

CAPITULO II
DE LAS OBLIGACIONES DE LA JUNTA GUBERNATIVA
CON RELACION AL CONGRESO

Art. 1. La Junta promulgará y mandará cumplir y ejecutar todas las leyes, decretos
y órdenes del Congreso.

Art. 2. La fórmula que observará con las disposiciones que indica el artículo anterior
será la siguiente: “La Suprema Junta Gubernativa del Perú comisionada por el
Soberano Congreso constituyente:

Por cuanto él mismo ha decretado lo siguiente: (Aquí el decreto, etc.).

Por tanto, ejecútese, guárdese y cúmplase en todas sus partes por quienes convenga.
Dará cuenta de su cumplimiento el secretario del despacho”, etc. Las Constituciones
del Perú Ley de 15 de octubre de 1822 .

Art. 3. En las órdenes que por si expidiere la Junta observará esta fórmula: “La
Suprema Junta Gubernativa comisionada por el Soberano Congreso Constituyente:

Por cuanto conviene al ejércicio del poder que le ha confiado, ordena lo siguiente:
(Aquí la órden).

Por tanto mandamos se guarde, cumpla y ejecute en todas sus partes por quienes
convenga; dando cuenta de su cumplimiento el secretario”, etc.

Art. 4. La Junta Gubernativa se presentará al Congreso en sesion pública ó secreta,


siempre que lo estime conveniente, avisándolo previamente para señalar la hora de
su asistencia.

Art. 5. Toda consulta ó propuesta que haga el Gobierno al Congreso, se hará por
oficio firmado de los tres.

61 El Mariscal de Seis Esclavos


CAPITULO III
DE LA JUNTA GUBERNATIVA CON RELACION AL PODER JUDICIARIO

Art. 1. Cuidará la Junta Gubernativa de que se administre justicia en todos los


tribunales y juzgados, y de que se observen las leyes.

Art. 2. Prestará el auxilio necesario á los jueces, para que sus sentencias sean
obedecidas y ejecutadas cumplidamente.

Art. 3. No podrá la Junta conocer de asunto alguno contencioso, civil ó criminal.

Art. 4. Cuidará de que á todo individuo se le guarden los derechos de libertad,


propiedad y seguridad.

Art. 5. Solo podrá mandar arrestar, ó poner preso á algún individuo, cuando lo exija
la salud pública; pero verificada la prisión, remitirá al reo con su causa á disposición
del juzgado ó tribunal correspondiente, dentro del término de veinte y cuatro horas.

Art. 6. Podrá suspender por pronta providencia á todo empleado inepto, ó que haya
delinquido en su oficio; pero remitirá inmediatamente los documentos que hubieren
motivado la suspensión al tribunal competente, para que siga y fenezca la causa
conforme á derecho. Las Constituciones del Perú Ley de 15 de octubre de 1822 92

Art. 7. La infraccion de los dos artículos inmediatos, será reputada por un atentado
contra la libertad y el honor de los ciudadanos, y cualquiera en este caso estará
autorizado para recurrir por vía de queja al Congreso.

CAPITULO IV
DE LA JUNTA GUBERNATIVA CON RELACION
AL TESORO PUBLICO

Art. 1. Todas las rentas y contribuciones se recaudarán é invertirán por la Junta


Gubernativa, según lo dispuesto por las leyes y decretos hasta aquí promulgados, y
los que se fueren promulgando.

Art. 2. La Junta Gubernativa pasará al Congreso cada mes, ántes de imprimirlo, el


estado del ingreso, inversión y existencias del Tesoro.

CAPITULO V
DE LA JUNTA GUBERNATIVA CON RELACION
AL GOBIERNO INTERIOR DEL ESTADO

Art. único. Compete á la Junta Gubernativa la administración del Estado, la


conservación del órden y seguridad exterior.

José dela Mar y Cortázar 62


CAPITULO VI
DE LA JUNTA GUBERNATIVA CON RELACION
A LOS NEGOCIOS DIPLOMATICOS

Art. 1. Nombrará y separará los ministros plenipotenciarios y agentes diplomáticos


cerca de las demas potencias y gobiernos, con previo conocimiento del Congreso.

Art. 2. Solo el Presidente de la Junta firmará las correspondencias oficiales con los
demas gobiernos en los casos necesarios, añadiendo siempre el título de presidente;
pero los tres individuos acordarán las contestaciones. Los convenios y tratados que
se acordaren conforme al artículo 5° del decreto de 21 de Setiembre; los decretos,
órdenes, despachos, títulos, nombramientos, proclamas y pasaportes, se firmarán
siempre por los tres individuos de la Junta. Las Constituciones del Perú Ley de 15 de
octubre de 1822.

CAPITULO VII
DE LA JUNTA GUBERNATIVA CON RELACION
A LA FUERZA ARMADA

Art. 1. La Junta Gubernativa tiene el mando supremo de las fuerzas del Estado, y
dispondrá de ellas como convenga, sin que por esto deje de participarlo al Congreso
en tiempo oportuno.

Art. 2. Ninguno de los individuos de la Junta Gubernativa podrá mandar


personalmente la fuerza armada sin permiso del Congreso.

Art. 3. Nombrará los oficiales militares, y les expedirá sus títulos hasta coroneles
inclusive, mientras el Congreso fija el último grado de la escala militar.

Art. 4. La Junta Gubernativa pasará al Congreso mensualmente un estado general


del ejército en todos sus ramos existente en el departamento de la capital; y de
todos los demás, inclusos los cívicos de todo el territorio, cada seis meses.

CAPITULO VIII
DEL DESPACHO DE LOS NEGOCIOS

Art. 1. Los secretarios del despacho comunicarán las órdenes, llevarán las
correspondencias oficiales de la Junta bajo su firma y responsabilidad, quedando
rubricado el acuerdo de unas y otras en el libro correspondiente á cada secretaría.

Art. 2. Las correspondencias oficiales se dirigirán á los secretarios del despacho,


para que ellos den cuenta á la Junta.

63 El Mariscal de Seis Esclavos


Art. 3. Toda órden ó resolución se autorizará por el respectivo secretario del
despacho, previa la expresion de por órden de S.E.

Art. 4. Al margen de las órdenes que se expidieren por medio de los secretarios del
despacho, rubricarán dos de los individuos de la Junta, sin cuyo requisito no deben
ser obedecidas por aquél a quien se dirijan.

Art. 5. Los secretarios gozarán por ahora el sueldo de cuatro mil pesos libres de todo
descuento ó pensión.

Tendréis lo entendido y dispondreis lo necesario á su cumplimiento, mandándolo


imprimir, publicar y circular. Las Constituciones del Perú Ley de 15 de octubre de 1822.
Dado en la sala del Congreso en Lima á 14 de Octubre de 1822.- 3°.

JAVIER DE LUNA PIZARRO, presidente.- JOSE SANCHEZ CARRION, diputado secretario.-


FRANCISCO JAVIER MARIATEGUI, diputado secretario.

Por tanto, ejecútese, guárdese y cúmplase en todas sus partes por quienes convenga.
Dará cuenta de su cumplimiento el secretario del despacho en el departamento de
gobierno.

Dado en el palacio de la Junta Gubernativa en Lima á 15 de Octubre de 1822.


JOSE DE LA MAR.- FELIPE ANTONIO ALVARADO.- EL CONDE DE VISTA-FLORIDA.

BASES DE LA CONSTITUCION (1822)

BASES DE LA CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA PERUANA11.

La Suprema Junta Gubernativa del Perú comisionada por el Soberano Congreso


Constituyente:

Por cuanto él mismo ha decretado lo siguiente:

EL CONGRESO CONSTITUYENTE DEL PERU.

Reconociendo como bases de la Constitucion política que va á formar los siguientes


principios, por ser los mas adecuados para establecer las relaciones entre
los ciudadanos y funcionarios del poder nacional, con arreglo á los derechos,
obligaciones y facultades respectivas.

Ha venido en decretar y decreta:

Art. 1. Todas las provincias del Perú reunidas en un solo cuerpo forman la nación
peruana.
11 Conservamos el texto que consta en los documentos con las faltas de ortografía que se pueden advertir.

José dela Mar y Cortázar 64


Art. 2. La soberanía reside esencialmente en la nacion: esta es independiente de la
monarquía española, y de toda dominacion extranjera, y no puede ser patrimonio
de ninguna persona ni familia.

Art. 3. La nacion se denominará República Peruana.

Art. 4. Su gobierno es popular representativo.

Art. 5. Su religión es la católica, apostólica, romana, con exclusion del exercicio de


cualquier otra.

Art. 6. A la nacion toca hacer su Constitucion y leyes por medio de sus representantes.

Art. 7. Todos los ciudadanos deben concurrir á la eleccion de sus representantes


en el modo que establezca la Constitucion, siendo esta la única funcion del poder
nacional que se puede ejercitar sin delegarla. Las Constituciones del Perú Bases de
la Constitucion (1822).

Art. 8. La representación tendrá por base la poblacion.

Art. 9. La Constitucion debe protejer:

1. La libertad de los ciudadanos.


2. La libertad de imprenta.
3. La seguridad personal y la del domicilio.
4. La inviolabilidad de las propiedades.
5. La del secreto de las cartas.
6. La igualdad ante la ley, ya premie, ya castigue.
7. La igual reparticion de contribuciones, en proporcion á las facultades de cada
uno, y lo mismo la de las cargas públicas.
8. El derecho individual de presentar peticiones ó recursos al Congreso ó al gobierno.
9. La abolicion de toda confiscacion de bienes.
10. La abolicion de todas las penas crueles, y de infamia trascendental.
11. La abolicion de los empleos y privilegios hereditarios.
12. La abolicion del comercio de negros.

Art. 10. El principio mas necesario para el establecimiento y conservacion de la libertad,


es la division de las tres principales funciones del poder nacional llamadas comunmente
tres poderes, que deben deslindarse, haciéndolas independientes unas de otras en cuanto
sea dable.

Art. 11. El poder legislativo debe ser esencialmente uno, y no combatir contra sí mismo.

Art. 12. La iniciativa de las leyes solo compete á los representantes de la nacion juntos en
Congreso.

Art. 13. Los diputados al Congreso, como representantes de la nacion, son inviolables en
sus personas, y nunca serán responsables de sus opiniones.

65 El Mariscal de Seis Esclavos


Art. 14. El ejercicio del poder ejecutivo nunca puede ser vitalicio, y mucho ménos hereditario.
Art. 15. Los que ejercen el poder ejecutivo, y los ministros de Estado son responsables
in solidum por las resoluciones tomadas en comun, y cada ministro en particular por los
actos peculiares á su departamento.
Art. 16. Habrá un Senado central, compuesto de individuos elegidos por las provincias, dos
por cada una, en los términos que designe la Constitucion. Sus principales atribuciones
serán:
1.- Velar sobre la observancia de la Constitucion y de las leyes, sobre la conducta de los
magistrados y ciudadanos.
2. Elegir y presentar al poder ejecutivo los empleados de la lista civil del Estado, y elegir los
de la eclesiástica que deban nombrarse por la nacion.
3. Convocar á Congreso extraordinario en los casos expresos en la Constitucion.
Art. 17. El poder judiciario es independiente. Los jueces son inamovibles y de por vida. En
las causas criminales el juzgamiento será público, el hecho será reconocido y declarado por
jurados, y la ley aplicada por los jueces.
Art. 18. La imposicion de contribuciones y modo de repartirlas se determinará
exclusivamente por el Congreso.
Art. 19. La Constitucion reconocerá la deuda del Estado, y el Congreso establecerá los
medios convenientes para su pago, al paso que vaya liquidándose.
Art. 20. Habrá una fuerza pública que el Congreso señalará en cada año. Su objeto será el
mantener la seguridad exterior y la interior del Estado á las órdenes del poder ejecutivo.
Art. 21. La instruccion es una necesidad de todos, y la sociedad la debe igualmente á todos
sus miembros. El Congreso dispondrá lo conveniente para la instrucción primaria y la de
ciencias, letras y bellas artes.
Art. 22. Los socorros públicos son una deuda sagrada de la sociedad. El Congreso proveerá
sobre los establecimientos de caridad y beneficencia.
Art. 23. Para mantener la union de los ciudadanos, avivar el amor á la patria, y en memoria
de los mas célebres sucesos de nuestra emancipacion del dominio español, se establecerán
fiestas nacionales en los dias y modo que designe el Congreso.
Art. 24. La Constitucion que ahora se formare, queda sujeta á la ratificacion ó reforma de
un Congreso general, compuesto de los diputados de las provincias actualmente libres, y
de todas las que fueren desocupadas por el enemigo.
Tendréis lo entendido y dispondreis lo necesario á su cumplimiento, mandándolo imprimir,
publicar y circular.
Dado en la sala del Congreso en Lima á 16 de Diciembre de 1822. 3° de la Independencia.-
1° de la República.

José dela Mar y Cortázar 66


Juan Antonio de Andueza, presidente.- Tomás Forcada.- Julian de Morales.- Eduardo
Carrasco.- Miguel Otero.- Toribio Dávalos.- Francisco Rodriguez.- Estévan de Navia y
Quiroga.- José Mendoza.- José de Larrea y Loredo.- José Bartolomé Zárate.- Tiburcio Arce.-
José María del Piélago.- Tomás de Mendez y Lachica.- José Correa y Alcántara.- Toribio de
Alarco.- Nicolás Araníbar.- Miguel Tafur.- José Pezet.- Rafael García Mancebo.- Bartolomé
de Bedoya.- Joaquin Paredes.- Mariano Navia de Bolaño.- Manuel Antonio Colmenares.-
Juan Zevallos.- José Rafael de Miranda.- R. Ramírez de Arellano.- Pedro Antonio Alfaro
de Arguedas.- Manuel Perez de Tudela.- Cayetano Requena.- Felipe Cuellar.- Javier de
Luna Pizarro.- Francisco A. Argote.- Manuel Ferreyros.- Miguel Tenorio.- Manuel José de
Arrunategui.- Hipólito Unanue.- Ignacio Antonio de Alcazar.- F.J. Mariátegui.- Mariano
José de Arce.- Santiago Ofélan.- Tiburcio José de la Hermosa.- Tomás Dieguez.- Antonio
Rodriguez.- Alejandro Crespo y Casaus.- José de Iriarte.- Martin de Ostolaza.- Pedro
José de Soto.- Francisco Herrera Oricain.- Toribio Rodriguez.- José Lago y Lemus.- Justo
Figuerola.- Francisco Javier Pastor.- José Gregorio Paredes.- Mariano Carranza.- Alonso de
Cardenas.- Juan José Muñoz.- Mariano Quesada y Valiente.- Ignacio Ortiz de Zevallos.- El
marqués de Salinas.- José de Olmedo.- Gregorio Luna, diputado secretario.- José Sanchez
Carrion, diputado secretario.

Por tanto ejecútese, guárdese y cúmplase en todas sus partes por quienes convenga.
Dará cuenta de su cumplimiento el ministro de Estado en el departamento de gobierno.

Dado en el palacio de la Junta Gubernativa en Lima á 17 de Diciembre de 1822.- 3° de


la Independencia.- 1° de la República.

JOSE DE LA MAR.- FELIPE ANTONIO ALVARADO.- EL CONDE DE VISTA-FLORIDA.


Por órden de S.E: FRANCISCO VALDIVIESO.

12 13

12 http://jadeveloper.com/museo2/1821-1850.php?Tiempo=1
13 http://4.bp.blogspot.com/usPvK0iwBtk/UINF9ZwHkdI/AAAAAAAAArM/AnpAV6kCseM/s1600/1828+CP.png

67 El Mariscal de Seis Esclavos


CONSTITUCION DE 182814
CONSTITUCION POLITICA
DE LA REPUBLICA PERUANA

Dada por el Congreso general constituyente el dia 18 de Marzo de 1828.

El ciudadano José de La-Mar, presidente de la República.

Por cuanto el Congreso ha dado la siguiente Constitucion política de la República


Peruana.

En el nombre de Dios Todo-Poderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Supremo Autor y


Legislador de la Sociedad.

El Congreso general constituyente del Perú, en desempeño de su cargo, decreta la


siguiente Constitucion.

TITULO I
DE LA NACION Y DE SU RELIGION.

Art. 1. La nacion peruana es la asociacion política de todos los ciudadanos del Perú.

Art. 2. La nacion peruana es para siempre libre é independiente de toda potencia


extranjera. No será jamás patrimonio de persona ó familia alguna; ni admitirá con
otro Estado unión ó federacion que se oponga á su independencia.

Art. 3. Su religion es la católica, apostólica, romana. La nacion la proteje por todos


los medios conformes al espíritu del Evangelio; y no permitirá el ejercicio de otra
alguna.

TITULO II
DE LA CIUDADANIA.

Art. 4. Son ciudadanos de la nacion peruana:

1º Todos los hombres libres nacidos en el territorio de la República.

2º Los hijos de padre ó madre peruanos, nacidos fuera del territorio, desde que
manifiesten legalmente su voluntad de domiciliarse en el Perú.

3º Los extranjeros que hayan servido ó sirvieren en el ejército y armada de la


República.

4º Los extranjeros avecindados en la República desde ántes del año veinte,


primero de la independencia, con tal que prueben, conforme á la ley, haber vivido
14 Conservamos el texto que consta en los documentos con las faltas de ortografía que se pueden advertir.

José dela Mar y Cortázar 68


pacíficamente en ella; y se inscriban en el registro nacional.

5º Los extranjeros establecidos posteriormente en la República ó que se establecieren,


obteniendo carta de ciudadanía conforme á la ley.

6º Los ciudadanos de las demas secciones de América, que desde ántes del año
veinte se hallan establecidos en el Perú, gozarán de la ciudadanía, con tal que se
inscriban en el registro nacional: y los que en adelante se establecieren, con arreglo
á las convenciones recíprocas que se celebren.

Dada en la Sala del Congreso en Lima á 18 de Marzo de 1828.

Javier de Luna Pizarro, Diputado por Arequipa, presidente.- Agustin de Larrea, Diputado
por Andaguaylas.- Angel Pacheco, Diputado por Cangallo.- Alonso Cárdenas, Diputado
por Huamanga.- Pascual de Castillo, Diputado por Huamanga.- Juan Ignacio García,
Diputado por Huancavelica.- Manuel Segundo de Cabrera, Diputado por Huanta.- Juan
Pablo de Santa-Cruz, Diputado por Lucanas.- Fermín Pando, Diputado por Parinacochas.-
Eusebio Mariano Jaime, Diputado por Tayacaja.- Juan Antonio Torres, Diputado por
Cajamarca.- Antonio Rodriguez, Diputado por Chachapoyas.- José Braulio Campo-
Redondo, Diputado por Chachapoyas, vice-presidente.- Blas Casanova, Diputado por
Chota.- Pablo Dieguez, Diputado por Huamachuco.- Pedro Madalengoitia, Diputado
por Huamachuco.- José Leon Olano, Diputado por Jaen,- Antonio Arteaga, Diputado
por Lambayeque.- Justo Figuerola, Diputado por Lambayeque.- Manuel Ignacio Garcia,
Diputado por Lambayeque.- Luis Beltran Colina, Diputado por Patáz.- José Santos
Vargas Machuca, Diputado por Piura.- Juan Antonio Tábara, Diputado por Piura.- Tomás
Dieguez, Diputado por Piura.- Manuel Vicente Merino, Diputado por Trujillo.- Antonio
Muñoz, Diputado por Abancay.- Francisco Pacheco, Diputado por Abancay.- Laureano
Lara, Diputado por Aymaraes.- José Mariano García Pumacahua, Diputado por Calca y
Lares.- Eugenio Salas, Diputado por Chumbivilcas.- Pedro José de Cáceres, Diputado por
Cotabambas.- Agustin Cosio, Diputado por el Cuzco.- Manuel Jorge Teran, Diputado por
el Cuzco.- Marcos Farfan, Diputado por el Cuzco.- Francisco Borja de Pardo, Diputado
por Paruro.- Juan Pinto y Guerra, Diputado por Paruro.- Domingo Farfan, Diputado por
Quispicanchi.- Juan Tomás Moscoso, Diputado por Quispicanchi.- Cipriano de Olaguivél,
Diputado por Tinta.- Eugenio Mendoza, Diputado por Tinta.- Pedro José Leyva, Diputado
por Tinta.- Baltasar de Piérola, Diputado por Urubamba.- Evaristo Gomez Sanchez,
Diputado por Arequipa.- José Mariano Llosa Benavides, Diputado por Arequipa.-
Francisco de Paula G. Vigil, Diputado por Arica.- Manuel Perez Tudela, Diputado por
Arica.- M. Cayetano Loyo, Diputado por Caylloma.- Lucas Manuel Erquiñigo, Diputado por
Condesuyos.- Manuel Hurtado Zapata, Diputado por Moquegua.- Mariano Estévan de
la Llosa, Diputado por Moquegua.- Manuel Cuadros, Diputado por Tarapacá.- Atanasio
Caldas, Diputado por Cajatambo.- Dionisio Vizcarra, Diputado por Conchucos Bajo.- Juan
Bautista Megia, Diputado por Huaylas.- Julian Morales, Diputado por Huaylas.- Manuel
Calderon, Diputado por Huaylas.- Juan Manuel Nocheto, Diputado por Huamalies.-
Vicente Camborda, Diputado por Huari.- José Manuel Torres, Diputado por Jauja.-
Juan Ignacio de los Ríos, Diputado por Jauja.- Manuel Modesto del Burgo, Diputado
por Jauja.- Pedro José Gonzalez, Diputado por Jauja.- Antonio Velazquez, Diputado

69 El Mariscal de Seis Esclavos


por Pasco.- Francisco Quirós, Diputado por Pasco.- Ramón de Alipazaga, Diputado por
Pasco.- José Manzueto Mancilla, Diputado por Canta.- Juan José Muñoz, Diputado por
Cañete.- Juan Manuel Lozano, Diputado por Chancay y Santa.- Juan Olivera, Diputado
por Yauyos.- Isidoro Caravedo, Diputado por Ica.- Francisco Valdivieso, Diputado por
Lima.- Manuel Tellería, Diputado por Lima.- Manuel Ruiz Dávila, Diputado por Lima.-
Mariano Alvarez, Diputado por Lima.- Mariano Riquelme, Diputado por Azangaro.- José
Mariano Escobedo, Diputado por Azangaro.- Rufino Macedo, Diputado por Azangaro.-
Juan Valdez, Diputado por Carabaya.- Martín Macedo, Diputado por Carabaya.- Andrés
Barragán, Diputado por Chucuito.- Juan Crisóstomo Molina, Diputado por Chucuito.-
Manuel Muñoz García, Diputado por Chucuito.- Juan José Salcedo, Diputado por Lampa.-
Rafael Casorla, Diputado por Lampa.- Calixto Mantilla, Diputado por Huancané.- Ramón
Echenique, Diputado por Huancané.- José de Cáceres, Las Constituciones del Perú
Constitución de 1828 199

Diputado por Puno.- Gregorio Cartajena, Diputado por Huánuco, secretario.- Nicolás
de Piérola, Diputado por Camaná, secretario.

Por tanto mando se imprima, publique y circule, y se le dé el debido cumplimiento.

Dado en la casa del Gobierno en Lima á 18 de marzo de 1828.

JOSE DE LA-MAR.

Por S.E., el ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores.


FRANCISCO JAVIER MARIÁTEGUI

José dela Mar y Cortázar 70


El Destierro
DOCUMENTO 2041. DE BLANCO Y AZPURUA, XIII, 608. O.C.B. CARTA DEL LIBERTADOR
SIMÓN BOLÍVAR A JOSÉ MANUEL RESTREPO, FECHADA EN CAMPO DE BUIJÓ, AL FRENTE
DE GUAYAQUIL, 29 DE JUNIO DE 1829. LE COMUNICA LAS NOVEDADES DEL PERÚ Y
AGRADECE A ESTE PUEBLO POR HACER JUSTICIA CONTRA LA MAR.

Campo de Buijó, al frente de Guayaquil, 29 de junio de 1829.

AL SEÑOR DON JOSÉ MANUEL RESTREPO.

Mí querido amigo:

He recibido la apreciable carta de Vd. de 22 de mayo, y quedo ente­rado de


cuanto me dice en ella sobre el atraso de su salud, viaje a tierra caliente y demás.

Me es bien sensible la falta de Vd. en el ministerio, pero me es mayor la ruina de


la salud de Vd. por su consagración en él. Así, es de mi aprobación el viaje que
quiere hacer a repararla en lugar que le sea más propicio.

Yo cuento con una salud bastante buena, aunque actualmente estoy con dolor
de cabeza que atribuyo a lo mucho que me he atareado estos días en escribir,
hablar con varios comisionados de Guayaquil y leer la porción de buenos papeles
que nos han traído, y que remitimos al ministerio por la secretaría general.

Los peruanos han dado la más espléndida victoria a Colombia y nos han
vengado de La Mar. Nosotros mismos no habríamos esclarecido mejor la
justicia de nuestra causa contra el gobierno de La Mar. Vea Vd. todos los
papeles y verá si nos queda que desear. La Fuente dice más que lo que nosotros
pudiéramos decir. Yo le estoy infinitamente agradecido, y Colombia le debe ser
lo mismo, al paso que La Mar deberá sepultarse en su destierro cuando vea
los documentos que han publi­cado en Lima contra él y su administración.

Antes de anoche hemos concluido un armisticio provisorio, mientras se celebra


otro con el general Gamarra en Piura, que manda el ejército, para la evacuación
de la plaza de Guayaquil y suspensión de las hosti­lidades marítimas. Entre
tanto, van y vienen comisionados a la plaza, todos en muy buen sentido, y el
comercio franco.

He recibido comunicaciones de Gamarra muy satisfactorias. Las espero aún


mejores de La Fuente, que tiene el mando supremo del Perú y me es muy adicto,
y todo, todo nos anuncia la pronta adquisición de la paz.

Tenga Vd. la bondad de ponerme a los pies de la señora y quedo de Vd. su amigo
de corazón.
Bolívar.

71 El Mariscal de Seis Esclavos


José dela Mar y Cortázar 72
Puerto de Paita

Calle de Paita

73 El Mariscal de Seis Esclavos


Fotografía sin indicación de autor y año. Fotograbador Pablo Baixench.

Los restos que observamos en la fotografía corresponden al edificio construido en


tiempos de Braulio Carrillo (1835 - 1837 / 1837 - 1842) para servir como control adua-
nero y migratorio. Fueron declarados Patrimonio Histórico Nacional en el año 2001.

Valga la pena recordar que por ese edificio pasaron personajes que llegaron a Costa
Rica por diferentes circunstancias e intereses:

Quien podría ser el primer asilado político que la Costa Rica independiente
recibió; el depuesto primer Presidente del Perú, Mariscal Don José de la Mar y
Cortázar quien llegó a tierra tica en junio de 1829.

José dela Mar y Cortázar 74


PASAPORTE DEL MARISCAL JOSÉ DELA MAR

Pasaporte que otorga el Libertador para el General José dela Mar y Cortázar
para pasar a Guayaquil.

75 El Mariscal de Seis Esclavos


DOCUMENTO 10455 DECISIÓN MARGINAL DEL LIBERTADOR, FIRMADA POR
EL SECRETARIO GENERAL INTERINO FELIPE SANTIAGO ESTENÓS PARA EL GRAN
MARISCAL DON JOSÉ DE LA MAR, FECHADO EN LAMPA EL 16 DE JUNIO DE
1825, POR MEDIO DEL CUAL LE COMUNICA LA DECISIÓN DEL LIBERTADOR DE
CONCEDERLE PASAPORTE EN LOS TÉRMINOS CONVENIDOS*

Lampa, 16 de junio de 1825.


Al Gran Mariscal Don José de La Mar.
Concedo libre y seguro pasaporte al gran mariscal don José de La Mar, pasa.
De orden de S.E.

[FELIPE SANTIAGO ESTENÓS]

* Del original. Archivo del Libertador, Sección O’Leary, tomo 39, folio 28 recto.
También se halla este documento en: Memorias del General O’Leary, tomo XXIII,
p. 198. La decisión se originó en la comunicación que el Libertador envió al general
José de La Mar en misma fecha y cuya transcripción se ubica en el documento
anterior.

José dela Mar y Cortázar 76


El asilo

77 El Mariscal de Seis Esclavos


Documento con el que el Mariscal José dela Mar pide asilo en Costa Rica

José dela Mar y Cortázar 78


La ciudad que lo recibió

Iglesia de San Nicolás Tolentino, con plaza y Fuente de los Delfines 


Foto: Henry G. Morgan, 1892 aprox.

Fuente de los Leones-Plaza Principal Cartago-S XIX


1 Fue la Plaza Mayor el escenario perfecto para los festejos religiosos y para las corridas de toros, para la
compra y el trueque de toda clase de mercancías los días de mercado, y en uno de sus vértices, se efectuó el
acto más trascendental de la historia patria: la declaración de la Independencia de Costa Rica del Reino de
España, el 29 de octubre de 1821.

79 El Mariscal de Seis Esclavos


A mediados del siglo XIX, del libro Tropical Travel, editado por Juan Carlos
Vargas. Plaza de Cartago

Plano de la ciudad de Cartago, Siglo XIX

José dela Mar y Cortázar 80


La ciudad de Cartago, 1848, documento del Álbum de Figueroa,
Archivo Histórico de Costa Rica

81 El Mariscal de Seis Esclavos


En este documento se escribe una biografía pequeña del Mariscal, la que no se ajusta
a los datos históricos, sin embargo es importante rescatar el dibujo que se hace de
José dela Mar en la época en que vive en Cartago. Consta en el “Álbum de Figueroa”.

José dela Mar y Cortázar 82


RETRATOS DESCRITOS
DEL MARISCAL

E
l 9 de julio de 1827 residía en Loja cuando fue elegido por el Congreso
Peruano Presidente de la República en contra de las aspiraciones de los
caudillos militares Santa Cruz, Gamarra, Antonio Gutiérrez de la Fuente y
Pablo Bermúdez, quienes se consideraban con derecho a gobernar, pero
no contaron con la mayoritaria simpatía de los representantes por ser caudillos de
tendencia autoritaria y conservadora. En cambio el general La Mar era respetuoso
de las atribuciones del Congreso y era de tendencia liberal. Juró el cargo el 20 de
abril de ese año. El gobierno de la Mar enfrentaba una fuerte oposición interna en el
llamado «Triunvirato» constituido para derrocar su gobierno. Se componía por Santa
Cruz, Gutiérrez de la Fuente, prefecto de Arequipa y del Cusco y Augustin Gamarra.
El 18 de marzo de 1828 proclamó la nueva constitución de liberalismo realista. En
1828, Bolívar que rechazaba el gobierno liberal del Perú, siendo gobernante de la
Gran Colombia exigió el pago de la deuda de independencia, la desocupación de
Jaén y Maynas y la reducción del ejército. Al no aceptarla el Perú, Bolívar declaró la
guerra el 3 de julio de 1828.  Luego de varias derrotas Augustin Gamarra suscribió
el Convenio de Girón con Sucre (Presidente de Bolivia), aceptando desocupar Loja
y Guayaquil y desautorizando a La Mar siendo depuesto, estando al frente del
norte; el 6 de Junio de 1829 La Fuente derroca al vicepresidente Manuel Salazar
y Baquijano. La Mar es obligado a renunciar y fue desterrado a Costa Rica, donde
muere el 11 de octubre de 1830.1

1 http://www.efemerides.ec/1/marzo/lamar1.htm

83 El Mariscal de Seis Esclavos


GRAL. JOSE D. LAMAR2

El Gral. Lamar «había como militar ascendido al grado más elevado de la


milicia y como político su situación no podía ser más ventajosa. En dos
ocasiones distintas, 1821 y en 1827, los pueblos del Perú le elevaron a
la Primera Magistratura, sin que él la solicitase, pues en la segunda aún
estaba ausente. Hombre de un completo desprendimiento personal,
no veía sin embargo de mal ojo una guerra con Colombia; en todo caso
no la excusaría. Como general deseaba realzar la fama de los militares
peruanos, deprimida por los colombianos con dicterios humillantes. Como
patriota no podía perdonar la violencia hecha por Bolívar a la provincia
de Guayaquil su patria, para agregarla a Colombia; y como hombre, no
olvidaba el desaire que le hizo el mismo Bolívar cuando le expulsó de sus
propios hogares con expresiones injuriosas».3

2 http://www.enciclopediadelecuador.com/IndiceFotos.php?Ind=1188
3 Texto constante al pie de la foto: Dr. Francisco Aguirre Abad (Bosquejo Histórico de la República del Ecuador,
p. 226 / Museo Nacional de Historia, Magdalena Vieja – Lima)

José dela Mar y Cortázar 84


GRAL. JOSE D. LAMAR4

«Desde que se puso al servicio de la causa de la independencia americana, tan


acorde con sus sentimientos de nobleza y libertad, las actividades del general La Mar
se caracterizaron por lo decididas, por lo decisivas y por lo heroicas. Pero en donde
su enorme valía quedó ratificada a plenitud, en donde se consagró como uno de los
más grandes y genuinos campeones de la homérica lucha por la independencia, fue
en la célebre batalla de Ayacucho».5

4 http://www.enciclopediadelecuador.com/IndiceFotos.php?Ind=1188
5 Texto constante al pie de la foto: Lucio Salazar Tamariz (Una Comarca y sus Destellos)

85 El Mariscal de Seis Esclavos


6

6 http://www.enciclopediadelecuador.com/IndiceFotos.php?Ind=1188

José dela Mar y Cortázar 86


7 8

José de la Mar 9

7 http://3.bp.blogspot.com/9oWt6XpApuE/UhQlZfnJ2iI/AAAAAAAALhE/42O0zL6Rapc/s1600/jose_de_la_mar.jpg
8 http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jose_de_la_Mar.JPG
9 http://www4.congreso.gob.pe/museo/tour/sala33/01.htm

87 El Mariscal de Seis Esclavos


Capitulación de Ayacucho

Capitulación de Ayacucho. José de Canterac firma el ejemplar del tratado que le


ha entregado Antonio José de Sucre. José de La Mar, vistiendo un poncho, se
encuentra sentado a la derecha del cuadro. Acompañan a Sucre Jacinto Lara (con
capa), Guillermo Miller (pelirrojo) y Agustín Gamarra (de perfil) que le habla a José
María Córdova. Óleo de Daniel Hernández que se conserva en el Museo del Banco
Central de Reserva del Perú.10

10 Fotografía reproducida en:


http://my.opera.com/lsiabala/albums/slideshow/?album=867214&picture=110946462

José dela Mar y Cortázar 88


11

11 Colección Dr. Felipe Díaz Heredia

89 El Mariscal de Seis Esclavos


12

12 Colección Dr. Felipe Díaz Heredia

José dela Mar y Cortázar 90


13

13 Colección Dr. Felipe Díaz Heredia

91 El Mariscal de Seis Esclavos


El Mariscal
José dela Mar
visto por un peruano1

LAS PARADOJAS DE JOSE DE LA MAR2

Completamente paradójico. Hombre serio, honrado, sencillo, afable. Una


brillante foja de servicios castrenses y de guerra. Pero, íntimamente, enemigo
del militarismo. Como del caudillaje, los personalismos y del mismísimo
presidencialismo. Sin embargo, Presidente de la República del Perú en dos
oportunidades: de 1822 a 1823 y entre 1827 a 1829. Nunca buscó el poder. Lo
llevaron a él de la mano de otros. Con el apoyo de los liberales de aquella época. No
parecía político, ni le gustaba esta actividad.  Los que lo admiraban lo calificaban de
tenaz. Nada más y nada menos que Bolívar se lo dijo. Sin embargo, sus enemigos le
insultaban como cobarde total.3 Capaz de encontrar todo lo grande y lo bello. Así
consideraba a la nacionalidad peruana de nacimiento, ganada a pulso y batallas de
por medio en que se jugó por entero la existencia. Un ser de intensos sufrimientos a
lo largo de parte de su convulsionada vida. Eso sí siempre: sin ambición, sin astucia
y sin insidia. Paradójico, definitivamente, en los extremos de sus vivencias totales.

Para la elección del primer mandatario del Perú de aquella época de la república
primigenia, el Presidente de la Constituyente de 1828, Francisco Javier de   Luna
Pizarro, presentó la candidatura del Mariscal José Domingo de La Mar y Cortázar,
cuyos partidarios se hicieron notar porque usaban un distintivo colorado. El militar
estaba ausente y fuera del país. Nada había hecho para conseguir tal distinción. Tan
sólo lo escogieron por méritos propios. Por el ejemplo que acumuló.

El oficial de alta graduación resultó favorecido por el Congreso al acumularse 58


votos a su favor. Su rival, Andrés de Santa Cruz, obtuvo 29 adhesiones. En carta
particular a Antonio Gutiérrez de la Fuente, el candidato vencido calificó la elección
de “brusco y sorpresivo ataque igual al que pueden hacer a un caminante desarmado
unos bandoleros de oficio”.

1 Edgardo de Noriega, Director del Blog, 18 de octubre de 2013


2 http://miscelanea-rafo.blogspot.com/2013/10/las-pradojas-de-don-jose-de-la-mar.html
3 En la novela “General de Seis Esclavos” se dice que su apodo era “La Beata”

José dela Mar y Cortázar 92


SAN MARTIN

Por su parte, el Libertador José de San Martin envió sus mejores deseos al
nuevo Presidente y ofreció sus servicios si alguna vez la independencia  es amenazada.
Fue elegido Vicepresidente de la República, Manuel Salazar y Baquijano, quien como La
Mar había integrado la Junta Gubernativa de 1822, disuelta por el motín de Santa Cruz.

Esta designación parlamentaria de corte enteramente democrático resultó, desde


1821 liberados del yugo español, la cuarta elección presidencial. Propiamente, la
segunda  hecha por el Congreso Nacional.

Al escogerlo, Luna Pizarro fue leal a un viejo afecto. Leal a su doctrina liberal y leal
a su temperamento. Con el alto oficial en el gobierno se alejaban por completo los
peligros del caudillaje, del personalismo y del presidencialismo.

Pero debe considerarse, según Basadre, como negativo que el boliviano no 
fuera elegido. Había en Santa Cruz aptitudes administrativas singulares y eran
convenientes. Pero el hecho concreto es que quedó postergado. 

RIVALES

No era su único rival. El Prefecto del Cusco, Agustín Gamarra, aliado al de Arequipa,
Gutiérrez de La Fuente, no vio con agrado esta elección. Urubamba y Quispicanchis,
provincias del Cusco, se negaron a prestar el juramento de obediencia al Congreso.

La Mar  ejercía el cargo de Jefe Político y Militar de Guayaquil. Cuando fue sorprendido
con la  noticia de que se le había conferido la Primera Magistratura del Perú. El designado
se dirigió al Congreso por medio de una carta para agradecer esta distinción y subrayó que
se embarcaba para viajar a Lima, con el fin de hacer ver las razones que le asistían para no
aceptarla.

El Congreso, en sesión del 7 de  de Agosto de 1827, acordó, a pedido de Luna Pizarro,
nombrar una comisión de su seno que debía dirigirse al Callao el día de su arribo, con
la misión de manifestarle que no aceptaba la dimisión y que debía prestar el juramento
respectivo. Vencidos ya sus escrúpulos, entró a Lima de incognito y se hizo  cargo del
Gobierno, después de desembarcar en el puerto de Chancay y así huir de los festejos que 
prepararon  su llegada.

El día que tomó posesión del poder, 22 de Agosto, fueron estentóreas las manifestaciones
públicas y, según relató un periódico, una serie interminable  de danzas nacionales no
cesaban de recorrer las calles de Lima.  Los balcones  estaban entapizados, ondeando 
banderas con los colores nacionales en las azoteas y las puertas de infinidad de casas
capitalinas.

93 El Mariscal de Seis Esclavos


Cabe destacar que,  en actitud honesta y desinteresada, pagó de su peculio los
gastos del baile en Palacio de Gobierno para celebrar este acontecimiento y no
permitió que los abone el erario nacional.

PERUANO
Por otro lado, mucho se dijo, sobre todo sus
adversarios, que no era auténticamente peruano. En
efecto, había nacido en  Cuenca, territorio actual del
Ecuador. Sus padres: Marcos de la Mar,  funcionario
español administrador de las Cajas Reales y la criolla
Josefa Cortázar, quienes residían en Guayaquil y
estaban muy ligados a la aristocracia de esa ciudad.

Según ley del Congreso del 12 de Febrero de 1825,


a todos los individuos que habían servido en la
campaña del Perú desde el 6 de Febrero de 1824
hasta el día de la victoria de Ayacucho,  se les  otorgó
la calidad de peruanos de nacimiento.

Una resolución legislativa especial, del 15


de Febrero, mencionó su nombre entre los
comprendidos en ese honor. Estuvo a partir
de ese momento  en condiciones legítimas y
constitucionales de ser elegido como presidente.
No había vuelta que darle.

Busto del insigne peruano.

RECOMPENSADO

En la ceremonia del juramento de la nueva Constitución, ocho meses


después de haber iniciado su nuevo gobierno, consideró ser “el peruano más feliz y
altamente recompensado”. Al tomar posesión de su cargo dirigió una circular a los
prefectos para pedirles sus ideas y autorizarles a que suspendieran la ejecución de
cualquier providencia que les pareciera perjudicial, exponiendo francamente sus
necesidades. Un nuevo estilo de gobierno.

Como Gamarra y Santa Cruz, fue un militar español en su juventud. A corta edad viajó
a Madrid en compañía de su tío, Ignacio Cortázar, después Oidor de la Audiencia de
Bogotá y Regente de la de Quito. Había nacido el 12 de Mayo de 1778.

José dela Mar y Cortázar 94


Ingresó al Colegio de Nobles y, rotas las hostilidades entre España y Francia,
participó en la campaña del Rosellón, llegando al grado de Capitán. Al empezar la
guerra de la Independencia española,  tenía el grado de coronel. Le tocó combatir
en el sitio de Zaragoza.  Luego luchó a las órdenes del General Black en Valencia,
hasta la rendición de este ejército en 1812.

Prisionero en la ciudad de Dijón,  pudo fugarse a Suiza, gracias a la protección de


un noble  francés. Pasó más tarde a Italia y de allí a España, a donde llegó  en Junio
de 1814. Tres años después, fue enviado al Perú como Subinspector del Virreinato
y Gobernador del Callao.

Actuó en la primera etapa de la guerra de la Independencia peruana en las filas del


Ejército Realista. Pero al rendirse los castillos del Callao, no obstante de ostentar
el grado de Brigadier, juzgó terminados sus compromisos con España y aceptó el
despacho de General  que le dio San Martin.

GRATITUD

Tal era la confianza ganada en el bando patriota que presidió la Junta


Gubernativa creada al instalarse el primer Congreso Constituyente. Como premio
a sus campañas de guerra,  le regalaron la hacienda Ocucaje, ubicada en el valle de
Ica, que la devolvió a su dueño  de nacionalidad española.

El verdadero problema que el Gobierno de La Mar afrontó fue de carácter


internacional. Ya uno de sus actos iniciales había sido la orden para que volvieran
al escalafón los militares peruanos destituidos por Bolívar.

En ese momento, el Libertador representaba para el Perú problemas en el norte


y en el sur. Ello no obstante, el Congreso, al disponer que le fuera  comunicada
por el Poder Ejecutivo la noticia de su instalación y las del acuerdo adoptado a
cerca de la Constitución boliviana y las elecciones de Presidente y Vicepresidente,
expresó la gratitud nacional por los servicios que el Libertador prestó a la causa de
la independencia nacional. 

GUAYAQUIL

Convenientemente decidido por la causa patriota y por convicción propia,


el militar viajó a Guayaquil. Allí en esta ciudad lo designaron en 1822 Comandante
General de dicha provincia. Consiguió la capitulación del comandante realista
Villegas y la entrega para el Perú de tres buques: las fragatas “Prueba” y “Venganza.
Además de la corbeta Alejandro. En premio a tales servicios, el Supremo Delegado
Torre Tagle lo reconoció como Gran Mariscal, el 22 de marzo de 1822.

Elegido diputado por la provincia de Huaylas, concurrió a la instalación del Primer


Congreso Constituyente del Perú y fue elevado a la Presidencia de la Suprema Junta

95 El Mariscal de Seis Esclavos


Gubernativa del Perú, cuerpo colegiado creado por los diputados para suceder al
Protectorado de San Martín. Los otros integrantes del flamante organismo fueron:
Felipe Antonio Alvarado y Manuel Salazar y Baquijano.

En la Batalla de Ayacucho comandó la División Peruana.

Continuando con el plan que dejó San Martín, organizó la primera expedición a
puertos intermedios contra los realistas que aun resistían en el sur. Pero dicha
campaña fracasó y se  le culpó por ello.

Todo ello hizo que el descontento contra la Junta fuera general y por eso se consideró
necesario establecer un gobierno unitario con un solo mandatario. El 26 de Febrero
de 1823, los generales del Ejército acantonados en las cercanías de Lima tomaron
prisionero a La Mar y obligaron al Congreso a designar como Presidente de la
República a José de la Riva Agüero. En la práctica, lo que ocurrió fue el primer golpe
militar en la Historia del Perú.

MATRIMONIO

Puesto en libertad, La Mar se dirigió a Chile y después a Guayaquil donde


contrajo matrimonio con Josefa Rocafuerte de familias guayaquileñas cuyo
hermano, Vicente Rocafuerte, llegó a ser Presidente de Ecuador.

Bolívar lo nombró General en Jefe de la División Peruana del Ejercito Unido


Libertador del Perú, el 26 de Enero de 1824, con la finalidad de reorganizar las
fuerzas patriotas en Trujillo. Lo hizo a cabalidad.

Luchó en  las Batallas de Junín y Ayacucho con una división especial peruana en este
último enfrentamiento.  Convenció a Sucre de vencer a los realistas en Ayacucho, el 9
de Diciembre de 1824, donde su división, la Legión Peruana, sufrió el más rudo ataque
del enemigo. Sin embargo, el grupo, con valentía  y decisión indomable, reaccionó a 
tiempo  y finalmente fue el factor determinante para el triunfo contra los españoles.

Integró el Consejo de Gobierno instituido por Bolívar que se hizo cargo del Poder
Ejecutivo peruano, durante la estadía del Libertador en el Alto Perú. La investidura
la asumió el 5 de Enero de 1826.  Por estos tiempos falleció su esposa Josefa. No
habían  hijos de por medio. 

PRESUPUESTO

Un hecho saltante  de su  segundo gobierno fue el primer esbozo de


presupuesto presentado al Congreso por el Ministro de Hacienda, José de Morales
y Ugalde, con una relación de ingresos y egresos durante el año 1827. Los gastos
sobrepasaron los cinco millones de pesos. Mientras que los sectores de Guerra y
Marina  absorbieron casi dos millones y medio.

José dela Mar y Cortázar 96


Durante este periodo gubernamental, la Constitución
Liberal de 1828 se aprobó en reemplazo de la Vitalicia
de Bolívar. La Carta Magna terminó con ciertos rezagos
colonialistas como empleos hereditarios, mayorazgos,
vinculaciones y privilegios.

Asimismo se abolió la tortura, las penas infamantes y


sólo hubo pena de muerte en los casos de homicidio
calificado.  Estableció la elección indirecta del
Presidente y el Vicepresidente de la República para un
periodo de cuatro años, inmediatamente renovable.
Cámaras de Diputados y de Senadores, cuya renovación
se haría cada dos años por tercios y mitades.

Una realidad  resultó el Consejo del Estado al que


se le encargó la misión de observar y asesorar al
Poder Ejecutivo. Igualmente la creación de las
Retrato a carbón y tinta juntas departamentales, como medio de atenuar las
del Presidente. tendencias federalistas.

FACULTADES

La Carta Magna autorizó al Presidente  la posibilidad de suspender las garantías


constitucionales e investirse de facultades extraordinarias por un tiempo determinado,
con cargo de informar al Congreso a cerca de las medidas  tomadas. También se  fomentó 
la industria, la educación, la realización de estadísticas, la civilización de los indígenas y 
el apoyo a la inmigración.

La guerra a que se lanzó no tuvo éxito. Sin embargo al lado de las turbulencias y pecados
que después imperaron, purificada por el infortunio y el destierro, resultó engrandecida.
Su gloria ha quedado sin fervores y sin envidias, sin apasionados detractores, gloria
pálida que sugiere respeto y quizás también piedad, según Basadre.

Antimilitarista de alma, depuesto ya una vez por la guarnición de Lima, hubo de apelar
al ejército para solventar las querellas surgidas con la Gran Colombia. En el proceso de
definición de la nacionalidad peruana, constreñida antes dentro de los vastos planes del
Libertador Bolívar.

Las relaciones del Perú con la Gran Colombia se deterioraron debido en parte a las
diferencias fronterizas. La Mar reclamaba Guayaquil. Mientras que Bolívar pretendía
las provincias enteramente peruanas de Tumbes, Jaén y Maynas.

Los hechos se agravaron por razones políticas. Estaba por finalizar la influencia
bolivariana. Lo mismo que la Constitución Vitalicia. Hechos que enfurecían a Bolívar,
pues veía que su proyecto federativo se desmoronaba. Más aún cuando se hizo efectiva
la ocupación peruana de Bolivia en 1828, tras  la expulsión de Antonio José de Sucre. 

97 El Mariscal de Seis Esclavos


LA GUERRA
El conflicto con la Gran Colombia comenzó con una guerra de papel entre
ambos estados. Por intermedio de la prensa se hicieron mutuas provocaciones
e injurias. El Perú expulsó de Lima al diplomático colombiano Cristóbal Armero,
mientras que en Bogotá no se recibió al similar peruano, Jose Villa, alcanzándole  su
pasaporte para que se retire.

Bolívar declaró la guerra al Perú el 3 de Julio de 1828. La Mar aceptó el reto y


movilizó el Ejército y  la Marina peruana contra el enemigo. Hubo un bloqueo de
la costa del Océano Pacífico gran colombiano y se ocupó el puerto de Guayaquil.
Además de la provincia de Loja en el sur.

Otra división del Ejército peruano, al mando del mariscal Agustín Gamarra, marchó
desde el sur con el propósito de auxiliar a la Mar. Ambos mariscales, con 4 mil 500
hombres, planearon ocupar la  ciudad de Cuenca.

Mientras que el Libertador no pudo ir en persona al escenario de los hechos debido


a la rebelión de los generales José Maria Obando e Hilario López, por lo que ordenó
al Mariscal Sucre organice la defensa del sur de Colombia.

 El vencedor de Ayacucho, que hasta hace poco había sido Presidente de Bolivia,
organizó un ejército con veteranos de la Independencia. Entre ellos contó con el
General Juan José Flores, futuro presidente del Ecuador.

TARQUI
La Mar y Gamarra no coordinaron bien sus movimientos. Por su parte Sucre,
actuando con habilidad en la madrugada del 13 de Febrero de 1829, sorprendió al
parque de artillería peruano en el pueblo de Saraguro y lo destrozó por completo.

A continuación, el mismo Sucre, al frente de un ejército de 4 mil 500 hombres,


acorraló y derrotó a una división de vanguardia del ejército peruano, integrada por
unos mil soldados, en el lugar denominado Portete de Tarqui, cerca de Cuenca, el
27 de Febrero de 1829.

Dicha división se hallaba aislada del grueso de su ejército y pese a que poco después
acudieron en su auxilio fuerzas al mando de La Mar y Gamarra, éstas no pudieron
restablecer la batalla y optaron por retirarse en posiciones defensivas. Por su parte,
los  colombianos fueron rechazados por los Húsares del Perú.

Tarqui fue un revés para el Perú, pero no una derrota decisiva. Cada ejército quedó
dueño de su terreno y esperaban que al día siguiente se reinicie la lucha y se libre la
batalla definitiva. No obstante, el imaginario  ecuatoriano considera a la batalla Portete
de Tarqui como un definitivo triunfo y se ha consagrado el 27 de Febrero como el Día del
Ejército de ese país. Nada congruente. Si poco real, desde el punto de vista histórico.

José dela Mar y Cortázar 98


Mariscal Agustín Gamarra

CONVENIO

Los peruanos recuerdan legítimamente el valor desplegado por sus


soldados, que en número reducido en una proporción de uno a cuatro, resistieron
vigorosamente el ataque masivo del ejército colombiano  hasta sucumbir
gloriosamente.

La Mar, viendo que su situación era insostenible porque se le acababan las


municiones y  no podía maniobrar en ese territorio tan accidentado, aceptó negociar
con el adversario. El 28 de Febrero se firmó el Convenio de Girón por el cual se
estableció el retiro de las tropas peruanas del territorio colombiano que ocupó. A
su vez, los rivales reconocieron implícitamente como peruanas a las provincias de
Tumbes, Jaén y Maynas.

Pero sucedió que Sucre, inexplicablemente, redactó el parte de guerra y el decreto


de premios expedido para los vencedores de Tarqui, teniendo expresiones que
fueron consideradas falsas y ofensivas.

Por ejemplo, mandó que en el campo de combate se erigiera una columna en la que
se leía en letras de oro lo siguiente: “El ejército peruano de ocho mil soldados que
invadió la tierra de sus libertadores fue vencido por cuatro mil bravos de Colombia,
el 27 de Febrero de 1829”.

La Mar protestó en carta que dirigió a Sucre. Aclaró que el ejército peruano sólo

99 El Mariscal de Seis Esclavos


sumaba cuatro mil quinientos hombres y no esa cifra notoriamente abultada. Que
en Tarqui sólo fue derrotada  una parte del Ejército. Que en vano se esperó el ataque
final de los colombianos, el mismo que nunca vino ni ocurrió.

CONTRIBUCION

También señaló la valiosa y decisiva contribución peruana en las batallas


de Junín y Ayacucho como respuesta al reproche de que el Perú se mostraba
desagradecido a sus libertadores. Remarcó que los colombianos actuaron con
salvajismo y fusilando a buen número de los prisioneros, enrolando a la fuerza a
otro grupo de cautivos.

Por las razones expuestas, La Mar decidió suspender el Convenio de Girón hasta
que se retiraran los agravios y corrigieran los excesos. Aunque Bolívar calificó de
“quejas de vieja” las observaciones.

Para cualquier testigo neutral, era innegable que le asistía toda la razón al Presidente
del Perú que estaba dispuesto a continuar la guerra. Pero fue depuesto y tuvo que
salir del país. Gamarra, ya asentado en el poder, arregló un armisticio con la Gran
Colombia y finalmente firmó el Tratado de Paz con aquel país.

En la noche del 7 de Junio de 1829, una comisión de jefes fue a las habitaciones de
La Mar con una carta de Gamarra en que le pedía su dimisión. Ellos lo despertaron
y a renglón seguido el agraviado mandó a llamar al golpista.

Recuerdo al mandatario en una estampilla.

José dela Mar y Cortázar 100


PAITA

El cusqueño se negó a ir y el Presidente fue obligado a montar inmediatamente


en una mula que lo arrojó de la silla una vez. Lo obligaron, por la fuerza, a irse rumbo al
norte. Exactamente al puerto piurano de Paita. Casi enfermo, andando toda la noche y al
día siguiente hasta ocultarse por completo el sol. Sin probar ningún alimento.

Gamarra lo derrocó aduciendo que el artículo 85 de la Constitución, según el cual el


Presidente del Perú debe ser peruano de nacimiento y como no era su caso, tenía que
dimitir. Craso error. Por completo se olvidaba que si poseía, de acuerdo a ley, la condición
de peruano que se exigía por haber peleado
en la Batalla de Ayacucho. Lo de Gamarra  era
un pretexto y un ardid de la peor especie.

La frase entonces usada por Gamarra en una


proclama: “No más extranjeros”, no más”,
expresó su afán  por representar un espíritu
peruanista que, a sus ojos,  no contrastaba
con su actitud antiguerrera.

En la madrugada del 9, La Mar, el Coronel


Pedro Bermúdez, Jefe del Estado Mayor del
Ejército y un pequeño número de esclavos,
fueron embarcados en Paita con una escolta
de cazadores del batallón Pichincha, en una
pequeña goleta aunque en el puerto existía
un barco grande norteamericano pronto a
darse a la vela a Chile.

El 23 de Junio llegaron a Punta Arenas en


Costa Rica, tras un viaje casi sin provisiones.
Tan sólo con  arroz, galletas y camotes.
Cuenta, en carta a Luna Pizarro, que los
sencillos habitantes del puerto de Paita
vertían lágrimas, viendo en qué condiciones
se fue el Presidente. Ahora bien, felizmente
en este golpe de estado no se derramó una
gota de sangre ni se persiguió a nadie más.
Cuando presidió la Junta Gubernativa

EN CARTAGO

El escaso vecindario de Punta Arenas vio, con sorpresa, llegar a la goleta


peruana Mercedes, conduciendo al Presidente y su comitiva. El Gobierno de Costa
Rica se esforzó en atender a su inesperado huésped. Los diputados cedieron sus
dietas para la recepción de bienvenida que se cumplió en San José.

101 El Mariscal de Seis Esclavos


Después de su festejado arribo,  radicó en Cartago que quizá le recordó su tierra
natal, Cuenca, por su relativa altura y sus añejas costumbres. Su vida fue allí de
recogimiento y de amargura. Viudo y  sin hijos envió  poder a Lima para casarse con
su sobrina carnal,  Angela Elizalde. Pero nunca, por una razón u otra, pudo hacerlo.
Ella murió en olor a santidad. La amortajaron como a las vírgenes: de blanco y con
palmas.

El Presidente no tuvo, pues, cerca a nadie de su familia. El abatimiento más que


la edad fue minando su salud. Aparte de sus seis esclavos, no contó sino con la
asistencia del Coronel Bermúdez. Falleció el 11 o 12 de octubre de 1830. Poco
tiempo antes había sido asesinado Sucre. Y poco tiempo después, moría Bolívar. 

ENTIERRO
La ceremonia de su entierro   conmovió a Cartago y el ataúd fue llevado
en hombros de los seis esclavos. Lo que excitaba mayor curiosidad, por no decir
admiración, era  no solamente el nunca visto aparato militar, sino también el soberbio
caballo de batalla que el general había traído del Perú, ataviado con brillantes arreos
e insignias militares del finado y conducido ante el féretro por vistosos jinetes.

Para aumento de novedad y formando parte del numeroso acompañamiento, el


inseparable compañero de La Mar cuando salía a pie o a caballo y que siempre estaba
a su lado: el chivo del Cuzco.  Lo llamaban así al carnero  traído desde tierras lejanas
por el general. Hermoso ejemplar de raza que no se sabe por qué razón o capricho
formaba parte de la  comitiva del célebre personaje.

Su acompañante Bermúdez se casó en Costa Rica y volvió al Perú gracias a una ley de
amnistía en 1831. No pasó mucho tiempo y fue nombrado Ministro de Guerra de su
enemigo y perseguidor, Gamarra.

Con lo cual, según algunos, violó toda lealtad póstuma para con su jefe y compañero
de destierro. Este hecho contribuyó a la debilidad de su candidatura presidencial
posteriormente. Junto con Gutiérrez de La Fuente volvió a Costa Rica en 1835 y
permaneció allí hasta dos años después.

CODICIA

El cadáver de La Mar fue exhumado por orden del Presidente
centroamericano Morazán que había recibido ese encargo de Bermúdez en Lima
en 1841. El historiador costarricense Iglesias, que lo vio entonces, halló restos
descarnados y en confusa mezcla con los destrozos del rico uniforme y bordados
de oro  afiligranado.

Una sublevación popular derribó a Morazán y el cadáver quedó en poder de un


oficial salvadoreño, siendo objeto de la codicia de otros interesados porque era
guardado en una urna de oro.

José dela Mar y Cortázar 102


Gracias a las gestiones de la señora Francisca Otoya, vecina de Paita y esposa de un
alemán avecinado en Costa Rica, salieron los restos del territorio de esa república
en 1844. Muy posible es que la señora Otoya los habría guardado tres años, pues al
Cementerio de Lima llegaron el 4 de Marzo de 18344. Fueron repatriados después
de una curiosa controversia entre el gobierno peruano y el ecuatoriano que quiso
recogerlos.

Resultó  un hombre serio, sencillo y afable. Poseía una brillante foja de servicios
que se iniciaba con las campañas hechas en España contra la invasión napoleónica
y con el grado de Mariscal de Campo que obtuvo en el ejército español. Incluida la
Batalla de Ayacucho, en cuyo comando tuvo intervención eficaz.

CARACTERÍSTICAS

Pero íntimamente no era militarista. Por eso, precisamente, los liberales


lo llevaron dos veces al poder que obtuvo así por la falta de las características que
en otros se convirtió en la única justificación para alcanzarlo. Incluso se decía que
aceptó la alta magistratura con repugnancia. “Hasta el nombre de Presidente me
asusta”, había escrito en 1826.

Sus enemigos afirmaron que era un cobarde denodado. Bolívar lo definió mejor
que nadie al llamarlo “el más tenaz y el más tímido de los hombres, capaz de todo
lo grande y lo bello y al mismo tiempo incapaz de quererlo hacer”.

Al lado de su falta de ambición, de astucia y de insidia, había quizá  una enfermedad


crónica.  Acaso su rostro alimonado y sus ojos color caramelo claro ocultaban una
afección hepática y una tenaz depresión nerviosa.

Representó dos cosas paradojales: un Ejecutivo de base parlamentaria y moderado


en lo interno, con una ilusión expansionista en la frontera norte. En la convulsión
de la política peruana, sus virtudes resultaron  defectos. Sus enemigos pudieron
capturarlo en su alcoba gracias a la sencillez de su vida. Los consejeros lo
dominaron merced a su tolerancia.  Resultó un privilegio tenerlo como contenedor
o contrincante. Un hombre descollante de la Historia del Perú. No obstante sus
paradojas en todo orden de cosas. (Edgardo de Noriega)

4 El dato no es exacto puesto que eso sucedió en el año de 1847

103 El Mariscal de Seis Esclavos


Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas5
Tercera época Enero - Marzo 2015 ISSN: 1659-3537

UN RECUERDO6

Relato tomado de la Revista Pandemónium de 1902, páginas 189 a 192.

A
mediados próximamente del año de 1829 llegó a Costa
Rica el más grande é ilustre de los huéspedes que hayan
pisado jamás su territorio.

Ese hombre, que inopinadamente se presenta en nuestro país, era el


mismo que había ganado las primeras charreteras en las luchas del
Languedoc á principios de ese siglo; el mismo que á las órdenes del
inmortal Palafox había luchado en el famoso sitio de Zaragoza contra
los primeros capitanes del primer Capitán del siglo; el mismo que
años después fué valeroso compañero de Bolívar y de Sucre en los
campos de Junín y Ayacucho; el mismo que, colmado de honores,
fue proclamado Presidente del Perú; y el mismo que envanecido de
tanta gloria, y fascinado por el mareamiento que se produce en las
alturas del poder, osó creerse capaz de todo, y provocar al mismo
gran Libertador.

Ese hombre se llamó José Lamar, y aunque gran Capitán y gran


Caudillo, tuvo que sucumbir en Tarquí enfrentado á Sucre, y después
en Piura vencido por Gamarra, que le sucedió en el poder, y quien á
poco tiempo buscó también en Costa Rica un asilo porque á su vez
había sido derrotado y perseguido, después de haber alcanzado el
mayor de los honores militares, declarándolo el Perú generalísimo;
honor que no obtuvieron ni Sucre, ni San Martín, ni el mismo
Bolívar.

El General Lamar, ex-Presidente del Perú, vino acompañado del


entonces Coronel Bermúdez, de dos oficiales de menor graduación,
de tres asistentes, y de otras personas de su servidumbre. Habiendo
elegido á Cartago para su residencia, se estableció allí con las pocas
comodidades que el país podría entonces brindarle, pero rodeado de
todo el respeto y consideraciones debidas á sus títulos y á su elevado
carácter.

5 http://www.genealogia.or.cr/docs/boletines/accg_boletin108.pdf
6 Se conserva el texto tal como consta en el documento.

José dela Mar y Cortázar 104


Todo lo principal del vecindario de aquella ciudad y del de San José,
se fueron presentando á saludar y á ofrecer sus servicios y respetos
al ilustre huésped. Una de las personas que visitó algunas veces al
General fué don Joaquín Iglesias, padre del que esto escribe, quien
refería entre otras cosas algunos temas de conversación, á saber;
preguntado el señor Lamar, como era que hubiese elegido á Costa
Rica para su residencia, en vez de dirigirse á un país más conocido,
más grande y adelantado, el General, que no obstante su seriedad
habitual, sombreada por los tintes de una profunda melancolía,
era un caballero atento y hasta afable, respondió: Oí hablar de
este pequeño país, debido á correspondencias de varios extranjeros
venidos á él, y también se supo que algunos españoles, huyendo de
las agitaciones y amagos de persecución en la América del Sur, habían
sido bien acogidos en Costa Rica, é informaban favorablemente de
su pueblo y de su Gobierno7.- Además, fatigado yo de tanta lucha, de
tantas traiciones y de mil crueles desengaños, necesitaba, ante todo,
huir de aquellas escenas y alejarme de aquellos teatros de grandes
intrigas y agitaciones, en busca de tranquilidad y reposo, no fuera de la
América, sino en algún rincón de su suelo, al abrigo de la paz y libre de
políticas turbulencias: es por esto, añadió, que arribé á este pedacito
de nuestro Continente.

Otra curiosidad que se imponía, era la de saber si se encontraba


satisfecho de su elección, y sobre las impresiones que le producía esta
pequeña sección centroamericana. Tierra privilegiada y virgen es ésta:
admirado estoy al contemplarla tan tranquila y feliz, rodeada de tanas
convulsiones. Dichosos Uds. que se ven libres del choque y estruendo
de las armas, y de los males de la guerra: libres también de fatales
divisiones, y sobre todo, de aspirantes al poder, so capa de redentores
del pueblo, salvadores de principios y de instituciones que aún no
existen y que son incapaces de fundar; de ambiciosos de mando para
satisfacer venganzas ó caprichos, ó bien para enriquecerse y medrar.
Dios libre á Costa Rica de esa gran plaga social.

Corta fue la residencia en esta República de tan ilustre huésped; su


salud quebrantada por las fatigas de su larga é incansable carrera
militar, y por los sufrimientos del espíritu, era también minada por
una profunda hipocondría, ó quizá por la nostalgia. Así fue que, á
mediados ó fines del siguiente año de su arribo á este país (1830)

7 http://www.genealogia.or.cr/docs/boletines/accg_boletin108.pdf

105 El Mariscal de Seis Esclavos


terminaba su larga y gloriosa carrera, falleciendo en Cartago, rodeado
de sus compañeros y de su servidumbre, lo mismo que de algunos de
sus buenos amigos, y en medio del luctuoso sentimiento nacional.

Sus funerales fueron los más solemnes y suntuosos que se


recordaban en Costa Rica, y lo que excitaba mayor curiosidad,
por no decir admiración, era no solamente el nunca visto aparato
militar, sino también el soberbio caballo de batalla que el General
había traído del Perú, ricamente enjaezado y conducido ante el
féretro por palafreneros; los brillantes arreos é insignias militares del
finado, y para aumento de novedad, formaba parte del numeroso
acompañamiento, el inseparable compañero de Lamar cuando salía
á pie, o á caballo, y que casi siempre estaba á su lado; el chivo del
Cuzco, hermoso ejemplar de la raza, que á saber por qué razón ó
capricho formaba parte de la comitiva del célebre Capitán.

A haber maliciado siquiera, el General Lamar, que en Costa Rica no


había en ese tiempo un solo médico titular, hubiera también traído
en su acompañamiento una de estas rarezas de entonces; pues
parece increíble que el año de 1830, sólo se encontraba en el país
un médico venido de Nicaragua, llamado Julio Crespín, quien, según
parece, no tenía títulos y tan solo era un experto curandero.

En el Perú fue el General Bermúdez, un constante amigo y encomiador


de Costa Rica, y cuando sus hermanos políticos, Alejandro, Rafael
y Juan Vicente Escalante fueron desterrados por Carrillo el año de
1840, encontraron en Lima hogar y auxilios en su ostracismo, siendo
ellos los que á principios de 1842, lograron de su cuñado Bermúdez
el préstamo de veinte mil pesos oro, hecho al General Morazán con
el objeto de venir á Costa Rica á derrocar a Carrillo, fin principal de
ellos, y llevar á cabo enseguida la tentativa de reorganizar el sistema
federal en Centro América.

Cuando niño aún, y cual recuerdo vaporoso, presenciaba yo, en


Cartago, los suntuosos funerales del General Lamar, muy lejos
estaba de pensar que me tocase también presenciar, algunos
años después, la exhumación de sus preciosos restos efectuada
á principios de Setiembre de 1842, para ser devueltos al Perú que
los reclamaba y en donde los esperaba el homenaje y mausoleo
decretados por la Convenciòn peruana.

José dela Mar y Cortázar 106


Recuerdo muy bien, pues contaba yo 17 años, la triste impresión que
me causo la vista de aquellos restos descarnados y en confusa mezcla
con los destrozos del rico uniforme y bordados de oro afiligranado,
formando todo conmovedor contraste. En esta ocasión vino á mi
mente el patético lema del ¡sic transit gloria mundi!

Varias de las personas que formaban la comitiva del General Lamar


permanecieron en este país, entre ellos, uno de sus asistentes,
el Sargento Velarde, hombre de bruscas maneras y de corazón
atravesado; pero buen ebanista é inteligente en muchos oficios,
entre ellos, algo de tipografía, pues fue él quien dio las primeras
rudimentales nociones de componer y de imprimir en la prensa
introducida al país el año 1830, á los dos domésticos de don Miguel
Carranza, de apellido Abarcas, y llamados Pantaleón grande y
Pantaleón chiquito, éste último pensionado hace nueve años, á edad
muy avanzada, y que hace apenas 4 que falleció en el barrio del
Zapote. Velarde prestó importantes servicios en las milicias del país,
principalmente en el año de 1835, y ascendió al grado de Capitán ó
Sargento Mayor en el de 1842, bajo la administración de don José
María Alfaro.

El Coronel Bermúdez, elevado después al grado de General de


División en recompensa de su importantes servicios al mando de
San Martín y de Sucre, y á las órdenes de su Jefe y amigo Lamar, unió
su suerte á la de una de las bellas y espirituales hijas de esta tierra,
vástago precioso de una de las familias mas antigüas y distinguidas
del país: la joven Rosalía Escalante y Nava.

Francisco M. Iglesias

107 El Mariscal de Seis Esclavos


Bolívar
y José dela Mar

José dela Mar y Cortázar 108


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113 El Mariscal de Seis Esclavos

DOCUMENTO 1993. DE UNA COPIA. O.C.B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN
BOLÍVAR AL SEÑOR JOSÉ MARÍA DEL CASTILLO RADA, FECHADA EN QUITO, 27 DE
ABRIL DE 1829, SOBRE EL INDULTO OTORGADO A LOS POBLADORES DE AZUAY Y
LOS CAMBIOS EN EL CONSEJO DE ESTADO.

Quito, 27 de abril de 1829.

Señor don José María del Castillo Rada.

Mi estimado señor y amigo:

He tenido la mayor satisfacción al recibir la apreciable carta de Vd., del


29 de marzo. Entre las infinitas veces que he tenido el placer de estar
completamente de acuerdo con Vd., nunca lo he estado tanto como en
esta ocasión.

Muy exacto cuanto Vd. dice con respecto al Perú y al convenio de


Girón; pero ya Vd. ha visto que de nada nos ha valido la inmensa gene­
rosidad que hemos usado con los vencidos. Ahora nos dicen que viene
La Mar con todo su ejército a sostener a Guayaquil. Me parece muy
bien la opinión de Vd. sobre la marina, y es la misma que tengo for­
mada hace mucho tiempo. Nada haremos si no tenemos la escuadra
en el Pacifico.

Aunque estoy muy convencido de la necesidad que tenemos de la inte­


gridad de Colombia, no sé si tendremos bastante juicio y razón para
mantenerla mucho tiempo. Sobre todo, temo que si la conducta del
nuevo congreso no es admirable, todo se perderá.

Celebro infinito lo que Vd. me dice con relación a la empresa del señor
Ouvrard, púes esto pone más claro el proyecto de aquél, interésese
Vd., púes como dice en el arreglo de este negocio.

José dela Mar y Cortázar 114


Ya estoy desesperado por ver lo que Vd. me dice sobre la tal especulación
de cuyo resultado parece que está pendiente nuestra esperanza. No
hay la menor duda que este es el punto más capital de cuantos ocupan
nuestra atención.

Vd. parece que desea mi regreso a Bogotá, y yo también participo del


mismo sentimiento, por lo que puedo ofrecerle que no perderé un día
en el Sur, luego que pueda desprenderme de este país.

Ya he recomendado antes de ahora a los señores ministros, y a Vd.


mismo, el asunto del señor Nicolás del Castillo.

He dado un indulto a los habitantes del Azuay que se habían hecho


cómplices de los peruanos. Con esto no puede nadie quejarse de falta
de clemencia, y el señor Valdivieso, interesado en el asunto por sus
parientes, no dejará de alegrarse.

Si el señor Talavera sale del consejo de estado, sería conveniente poner


al señor Rosillo en su lugar, y aunque yo sé que Vd. tiene sus recelos de
este sacerdote, no es posible que él sea peligroso en el estado de las
cosas; y si Vd. le hacía esperar que sería arzobispo de Bogotá, cuando
vaque esa silla, no hay duda que lo tendríamos muy afectuoso con el
gobierno y muy dócil.

Parece que el señor Bresson trae miras muy satisfactorias para


Colombia y para mí. El general Urdaneta debe haberle comunicado lo
que el general Montilla dice sobre el particular.

Dígale Vd. al señor Valdivieso que le doy las gracias por su carta, y que
estoy tratando de hacer el bien conforme a la voluntad pública.

Soy de Vd. afectísimo de corazón.

Bolívar.

115 El Mariscal de Seis Esclavos


DOCUMENTO 1982. DE UNA COPIA. O.C.B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN
BOLÍVAR DIRIGIDA A JOAQUÍN MOSQUERA, FECHADA EN QUITO EL 12 DE
ABRIL DE 1829. LE COMUNICA LAS RAZONES QUE ALEGA EL GENERAL LA
MAR PARA NO CUMPLIR CON LOS TRATADOS Y CONTINUAR LA GUERRA.

Quito, 12 de abril de 1829.

Al señor don Joaquín Mosquera:

Popayán.

Mi querido amigo:

No me fue posible tener el gusto de contestar, por el último correo, la


estimable carta de Vd. del 21 de marzo próximo pasado. Yo la he leído
con sumo interés y placer.

El general La Mar ha dirigido un oficio al general Sucre lleno de


frívolas razones que él alega para violar la fe de los tratados y conti­
nuar la guerra. Verdaderamente son niñerías o chocheras dignas de
una conversación muy ociosa. Él dice que los nuestros han muerto a
algunos prisioneros durante el combate y que hemos dado un decreto
de gracias injurioso al Perú; siendo cierto, todo ha sido anterior al
tratado de Girón. Ahora sepa Vd. lo que ha sucedido antes y después
del expre­sado tratado: primero, han matado al general Mires y a varios
oficiales con él, después de cogidos, a mediados de febrero; segundo,
han faltado a la capitulación de Guayaquil en todas sus partes; tercero,
han violen­tado a la populación (sic) para que tome las armas en favor
de sus enemigos; cuarto, han faltado al tratado de Girón no devolviendo
a Guayaquil; quinto, han quemado a Bava y han matado a las mujeres,
niños y aun a los sacerdotes; sexto, han asolado las provincias de
Loja en su retira­da, matando a los señores Valdivieso, violando a las
mujeres, saquean­do a todo el mundo y llevándose a los esclavos. Ahora,
pues, sabrá Vd., mi amigo, que los Estados Unidos están empeñados
en transigir nues­tras diferencias con el Perú; yo creo que el mediador
no podrá menos que conocer la inmensa justicia que nos asiste.

José dela Mar y Cortázar 116


El General Flores ha marchado con fuerzas para tomar a Guayaquil lo
que él no podrá verificar hasta fines de Mayo, tiempo en que se secan
las aguas. Al momento que el anuncie la ocupación de aquella ciudad
yo me pondré en marcha para Bogotá, porque mis intención es estar
allí cuanto antes. A mas no dudo que conseguiremos la paz para Junio
por uno de los tres caminos siguientes: Primero por la reconquista de
Guayaquil y la amenaza al Perú, Segundo por la llegada de nuestras
fuerzas marítimas al pacifico, y Tercero por una insurrección combinada
de Gamarra con Santa Cruz que manda ya en Bolivia. Esto es casi seguro
mientras tanto no se consiga este objeto es imposible resolver nada con
respecto a Santander y en prueba de ello yo copiare a Vd. un artículo de
carta escrita al general Urdaneta por el general Heres desde Loja, dice
así: “Voy descubriendo aquí cosas muy buenas en una mesa pública
brindando La Mar p antander añadió que venían llamados por
el que había sugerido los planes de invasión, la intención era ir por el
Juanambú convocar un Congreso en Quito y separar el Sur con el Título
de república del Ecuador, La Mar debía ser el presidente como hijo del
Azuay y Gamarra del Perú reuniéndole a Bolivia”. ¡Que tal¡ Santander
estaba de acuerdo con La Mar lo llamó y le indico los medios de poner
en planta este proyecto sin embargo yo tomaré en consideración, a su
tiempo cuanto me dice Vd. con respecto a ese hombre vil, traidor y
pérfido”.

Ofrezca Vd. mis respetos a su señora; mis consideraciones al señor su


padre y amable familia, y créame de Vd. su fino amigo de corazón.

Bolívar.

(*)Tomado de “Biblioteca Popular”, N° 102. Jorge Roa. Bogotá.

117 El Mariscal de Seis Esclavos


DOCUMENTO 2016. DE UNA COPIA. O.C.B. CARTA DEL LIBERTADOR
SIMÓN BOLÍVAR DIRIGIDA AL GENERAL RAFAEL URDANETA, FECHADA EN
RIOBAMBA 26 DE MAYO DE 1829, LE NOTIFICA COMO VAN LAS NOVEDADES
EN EL PERÚ Y GUAYAQUIL.*

Riobamba, a 26 de mayo de 1829.

AL SEÑOR GENERAL RAFAEL URDANETA.

Mi querido general:

Ahí le mando una gran noticia con lo que pronto tendremos la paz, y
si no pronto ocuparemos al Perú. Yo pienso seguir con 3.000 hombres
a Piura a aprovechar el espíritu público que nos es muy favorable;
y aun aseguran que yo podría entrar en Lima sin un tiro de fusil. Se
ha confirmado por Guayaquil la insurrección de Piura y aún se dice
que de Lima también. La Mar se ha vuelto loco y borracho y tendrá
que darse un pistoletazo porque no halla por donde salir. Gamarra
está de acuerdo con todos mis amigos y está trabajando con mucha
actividad, de ma­nera que pronto tendremos la paz y la mayor
amistad con el Perú. Flores debe haber tomado las lanchas enemigas
y marchado a tomar a Guayaquil victoriosamente según me aseguran.
No tengo tiempo para más, démele Vd. expresiones a los señores
ministros y la enhorabuena por tan faustas noticias. Quedo de Vd. de
corazón.

Bolívar.

(*)Tomada del Archivo Nacional. Sección Guerra y Marina. Gran Colombia. De una
copia suministrada por el ministro de la Guerra general Rafael Urdaneta al jefe
superior de Venezuela, en oficio de Bogotá, 21 de junio de 1829, recibido en Caracas
el 31 del siguiente julio. Copiada. Por Héctor García Chuecos

José dela Mar y Cortázar 118


DOCUMENTO 2041. DE BLANCO Y AZPURUA, XIII, 608. O.C.B. CARTA DEL
LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR A JOSÉ MANUEL RESTREPO, FECHADA EN
CAMPO DE BUIJÓ, AL FRENTE DE GUAYAQUIL, 29 DE JUNIO DE 1829. LE
COMUNICA LAS NOVEDADES DEL PERÚ Y AGRADECE A ESTE PUEBLO POR
HACER JUSTICIA CONTRA LA MAR.

Campo de Buijó, al frente de Guayaquil, 29 de junio de 1829.

AL SEÑOR DON JOSÉ MANUEL RESTREPO.

Mí querido amigo:

He recibido la apreciable carta de Vd. de 22 de mayo, y quedo ente­rado


de cuanto me dice en ella sobre el atraso de su salud, viaje a tierra
caliente y demás.

Me es bien sensible la falta de Vd. en el ministerio, pero me es mayor


la ruina de la salud de Vd. por su consagración en él. Así, es de mi
aprobación el viaje que quiere hacer a repararla en lugar que le sea
más propicio.

Yo cuento con una salud bastante buena, aunque actualmente estoy


con dolor de cabeza que atribuyo a lo mucho que me he atareado estos
días en escribir, hablar con varios comisionados de Guayaquil y leer
la porción de buenos papeles que nos han traído, y que remitimos al
ministerio por la secretaría general.

Los peruanos han dado la más espléndida victoria a Colombia y nos


han vengado de La Mar. Nosotros mismos no habríamos esclarecido
mejor la justicia de nuestra causa contra el gobierno de La Mar. Vea
Vd. todos los papeles y verá si nos queda que desear. La Fuente dice
más que lo que nosotros pudiéramos decir. Yo le estoy infinitamente
agradecido, y Colombia le debe ser lo mismo, al paso que La Mar
deberá sepultarse en su destierro cuando vea los documentos que
han publi­cado en Lima contra él y su administración.

119 El Mariscal de Seis Esclavos


Antes de anoche hemos concluido un armisticio provisorio, mientras se
celebra otro con el general Gamarra en Piura, que manda el ejército,
para la evacuación de la plaza de Guayaquil y suspensión de las hosti­
lidades marítimas. Entre tanto, van y vienen comisionados a la plaza,
todos en muy buen sentido, y el comercio franco.

He recibido comunicaciones de Gamarra muy satisfactorias. Las espero


aún mejores de La Fuente, que tiene el mando supremo del Perú y me
es muy adicto, y todo, todo nos anuncia la pronta adquisición de la paz.

Tenga Vd. la bondad de ponerme a los pies de la señora y quedo de Vd.


su amigo de corazón.
Bolívar.

DOCUMENTO 1476. DE UNA COPIA. O. C. B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN


BOLÍVAR AL GENERAL JOSÉ DE LA MAR, FECHADA EN BOGOTÁ EL 22 DE
OCTUBRE DE 1827. FELICITÁNDOLO POR SU ENTRADA EN LA PRESIDENCIA
DEL PERÚ.

Bogotá, 22 de Octubre de 1827.

Al. SEÑOR GENERAL : JOSÉ DE LA MAR.

Mi Estimado y Digno Amigo:

El modo con que Vd. me participa su entrada en la presidencia del Perú


me ha llenado de satisfacción.

Yo no sé si debo felicitar a Vd., pues el mando pesa más que la muerte


al que no tiene ambición.

Mientras tanto, reciba el sincero respeto y consideración de su


afectísimo Q. B. S. M.
Bolívar.

José dela Mar y Cortázar 120


DOCUMENTO 1105. DE UNA COPIA O.C.B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN
BOLÍVAR AL GENERAL JOSÉ DE LA MAR, FECHADA EN LIMA EL 30 DE MAYO
DE 1826. BOLÍVAR LE DÁ EL PÉSAME POR EL FALLECIMIENTO DE SU ESPOSA Y
LE NOTIFICA EL ENVÍO DE UN EJEMPLAR DE LA CONSTITUCIÓN DE BOLIVIA.

Lima, 30 de Mayo de 1826.

AL SEÑOR GENERAL DON JOSÉ DE LA MAR.

MI QUERIDO GENERAL.

En días pasados tuve el sentimiento de oír que su amable, su digna


esposa, había dejado huérfana a su familia. Hasta ahora no he podido
saber la verdad de un acontecimiento que lamento desde luego, ni
tampoco puedo persuadirme que tal sea la desgracia del mejor de los
hombres.

Mando a Vd. un ejemplar de mi constitución para la República


Boliviana, en ella he procurado el bien y la estabilidad de una nación
que ha querido despojarse de su primitivo nombre y dar el mío a sus
generaciones futuras. ¿Y yo qué he hecho ni puedo hacer para llenar
tamaña deuda?

Mi Edecán O’Leary debe tocar en esa ciudad y él podrá dar a Vd. todos
los informes que desee obtener sobre la situación política del Perú.

Soy de Vd., mi querido general, amigo de corazón.

Bolívar.

121 El Mariscal de Seis Esclavos


DOCUMENTO 1981. DEL ORIGINAL. O.C.B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN
BOLÍVAR DIRIGIDA AL GENERAL MARIANO MONTILLA, FECHADA EN QUITO
EL 12 DE ABRIL DE 1829. LE COMUNICA LAS INTENCIONES DE LA MAR Y
SUS SEGUIDORES, SOBRE TODOS LOS ATROPELLOS QUE HAN COMETIDO
CONTRA LOS PUEBLOS.

Quito, 12 de abril de 1829.

Benemérito Señor General de División Mariano Montilla.

Mi querido general y amigo:

Yo principiare por darle una buena noticia, copiándole un rasgo de


una carta escrita desde Loja por el general Heres al general Urdaneta
dice así: “Voy descubriendo aquí cosas muy buenas en una mesa
publica brindando La Mar por Santander, añadió que verán llamados
por él, que había sugerido los planes de invasión. La Intención era
ir hasta Juanambu, convocar un Congreso en Quito y separar el sur
con el titulo de república del Ecuador. La Mar debía ser el presidente
como hijo del Azuay y Gamarra del Perú reuniéndole a Bolivia”. ¡Que
tal¡ ¿Qué dice Vd., mi querido general? ¿Pueden verse hombres más
pérfidos? Yo creo que como éstos no los hay en ninguna parte. En
buenas manos estaba Colombia. No contento de haberla saqueado,
querían también entregarla a pedazos a los enemigos. ¡Esto es inau­
dito! Vamos adelante.

No entregan a Guayaquil. Flores ha marchado a tomarlo por fuerza.


Los peruanos han quemado a Bava; han muerto a las mujeres, niños
y a los sacerdotes, han asesinado al general Mires, después de hecho
prisionero. En su retirada del Azuay para el Macará han arruinado
todo, todo; han asesinado a los señores Valdivieso en Loja; y, por
decirlo de una vez, han hecho cuanto hicieron los españoles. Sin em­

José dela Mar y Cortázar 122


bargo, La Mar escribe al general Sucre quejándose mucho. Dice que los
nuestros han matado a algunos prisioneros durante el combate y que
hemos dado un decreto de gracias injurioso al Perú. Siendo cierto, todo
esto ha sido anterior al tratado. Parece que el gobierno norteame­
ricano está muy empeñado en servir de mediador entre nosotros y
los peruanos; por consiguiente, es de creerse que todos los crímenes
que acabo de referir les hagan fuerza para darnos razón y que tendrán
mucho peso en la balanza de la justicia y de la política.

Yo no dudo que conseguiremos la paz para junio por uno de los tres
medios siguientes: primero, por la reconquista de Guayaquil y la
amenaza al Perú; segundo, por la llegada de nuestras fuerzas marí­
timas al Pacífico; y tercero, por una insurrección combinada de Ga­
marra con Santa Cruz que manda ya en Bolivia: esto es casi seguro.1

Yo anhelo por regresar a Bogotá. Al momento que el general Flores


me anuncie haber tomado a Guayaquil, yo me pondré en marcha. Esto
será en mayo, porque para entonces habrán desaparecido las aguas
que inundan en esta estación a aquella provincia. ¡Qué falta nos hacen
los buques nuestros!

Siento infinitamente el mal estado de su salud, deseo que Vd. se cuide y


se reponga, y me repito de Vd. como siempre afmo. amigo de corazón.

Bolívar.

Adición:
—Esta carta es también para el señor Juan de Francisco, a quien estimo muy
particularmente. No me cansaré nunca de recomendárselo por su buena amistad y
servicios.

1 Santa Cruz Presidente electo desde 1828, salió el 2 de Mayo de 1829 de Arequipa, llego a la Paz el 19 y el 24 presto el
juramento de Ley ante el prefecto de aquella ciudad Don José Ballivian Arguedas, Historia General de Bolivia p. 86.

123 El Mariscal de Seis Esclavos


DOCUMENTO 1833. DEL ORIGINAL. O.C.B. CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN
BOLÍVAR A SU EXCELENTISIMO EL GENERAL JOSÉ ANTONIO PÁEZ, FECHADA
EN BOGOTÁ EL 30 DE OCTUBRE DE 1828; LE RATIFICA QUE NOMBRO AL
GENERAL SUCRE JEFE DEL MANDO DEL SUR Y LAS NOVEDADES DE LO
SUCEDIDO CON LA MAR EL CUAL HA PRONUNCIADO UNA PROCLAMA
CONTRA MI PERSONA.

Bogotá, 30 de octubre de 1828.

A S. E. EL GENERAL JOSÉ ANTONIO PÁEZ.

Mí querido general:

No tenemos que añadir a Vd. en este correo sino la llegada del general
Sucre a Guayaquil, después de haber estado en el Callao, de donde
pudo observar la conducta del gobierno del Perú con nosotros. La
Mar ha dado una furiosa proclama contra mi, y se ha denegado
con insolente respuesta a los oficios amistosos que le ofreció el
general Sucre para componer las desavenencias con Colombia. La
Mar ha venido a mandar el ejército que está en nuestra frontera y
probablemente habrá un rompimiento muy pronto, tanto más cuanto
que la insurrección en Patia por Obando debe animar mucho a nuestros
enemigos, creyendo que es gran cosa, aunque hasta ahora no lo es, pero
que puede ser, si los pastusos se levantan, como es posible que suceda,
atendida su mala voluntad a Colombia. He dado el mando del Sur al
general Sucre con facultades de hacer la guerra o la paz y cuanto tenga
por conveniente. Nuestras tropas montan a 6.000 veteranos capaces
de resistir al Perú; pero si hay una insurrección por estos pueblos,
necesitamos siempre de tropas por estos contornos, para mantener el
orden y hacer respetar el gobierno. Por lo mismo, conviene aumentar
las tropas en esos departamentos y mandarme, desde luego, las que le
sean a Vd. posible, pues estamos en una situación muy crítica. Además
repito mi demanda del batallón de Granaderos y el escuadrón del Zulia,
para que vengan a Tunja, y Vd. debe reemplazar esa guarnición con
otra de toda confianza e inmediatamente, para que Maracaibo no
quede sin custodia y se pierda en un momento.

José dela Mar y Cortázar 124


Nada tememos de españoles: cada día vienen noticias más consoladoras
por esta parte y, al fin, parece que no hay nada con respecto a nosotros.
Este es un alivio en estas circunstancias. En el estado en que están las
cosas, he deseado que venga Diego Ibarra junto a mí, y que ponga en
su lugar en Puerto Cabello al general Valero, a quien ofrecí este destino
en caso que vacase. En aquella plaza debe estar un amigo fiel y común
a ambos, pues de otro modo hay disgustos o sospechas, que son peores
en circunstancias en que todo el mundo está inquieto.

El general Carabaño puede hacer lo que hacía Valero, y lo hará mejor


porque es hombre de economía, virtud que se debe recomendar a
Valero, porque no la tiene y bota cuanto puede con su generosidad
ordinaria.

Tengo un fuerte empeño, por el general Sucre, de mandar pagar el


dinero que dio en plata en Guayaquil para que se lo pagaran a sus
hermanos en Cumaná. Yo he resuelto que Vd. les permita la extracción
de las muías que sean necesarias para que se cubran de su deuda,
pero cargando por cada muía 30 pesos de derecho, de modo que
ellos venderán la gracia de la extracción a los comerciantes que las
hayan de embarcar, sin embargo, no debemos dejar de tener mucho
cuidado para que no embarquen más que las que se señalen, pues los
contratantes son siempre medio contrabandistas.

Yo le escribo al coronel Sucre para que ocurra a Vd. a pedirle la gracia


de embarcar las muías libres de derechos como llevo indicado. Soy de
Vd. afmo. amigo.

Bolívar
P. D. Pronto terminará la causa de los conjurados, pero Santander se escapará,
porque los cómplices se han empeñado en no decir nada. Él lo sabía, y es
cuánto está medio probado, aunque en realidad era el motor. Además, tengo
que pedir a Vd. que escoja una docena de jóvenes amantes de la carrera militar
y que tengan muy buenas costumbres, para que los mande al Magdalena a
disposición del general Montilla, a fin de que los destinen en los batallones
y escuadrones de ese distrito. También pueden venir algunos a Bogotá, de
capitanes abajo, pero venezolanos.

Yo deseo que el general Silva venga a Barinas, y que allí levante uno o más
cuerpos de caballería, para que esté en actitud de venir a esta capital cuando
se le ordene.

125 El Mariscal de Seis Esclavos


José dela Mar y Cortázar 126
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145 El Mariscal de Seis Esclavos
José dela Mar, Masón

El Masón Don José de San Martín1

C
omo masón practico la proverbial reserva, el secreto con el que rodean sus
actos y la discreción de sus declaraciones, estas actitudes corresponden
a la clásica disciplina personal de los masones. Desconocer esta relación
de San Martín es una torpeza o algo peor. En todos los casos, ninguna de las
consideraciones que se hagan en esa línea alcanza a ocultar lo evidente. San Martín,
como muchos guerreros de la Independencia, fue masón. Para bien o para mal, pero
es lo que fue. Sus pares fueron Francisco de Miranda, Militar y Político; Gustavo
Córdova Valenzuela, Docente Universitario y Periodista; El Gral. Simón Bolívar,
Masón y Libertador; El Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre y Alcala,
Triunfador en la Batalla de Junín y Ayacucho; Bernardo O´Higgins Riquelme, Político
y Militar y muchos otros nombres más como los peruanos José de la Riva Agüero,
Marquez de Goyoneche, Marquez de San Miguel , José de Torre Tagle , Vizconde
de San Donal, Beringoaga , José Baquijano y Carrillo Conde de Vista Florida , José
Matías Vásquez de Acuña, Conde de la Vega del Ren, Mariano José de Arce, Martín
George Guisse, Hipólito Unánue, Francisco de Zela, León La Chica, Francisco López
Aldana, Miguel Tafur, José de la Mar, Francisco de Paula Quiroz, Francisco Javier de
Luna Pizarro, Toribio Rodríguez de Mendoza, Bartolomé de las Heras, José Faustino
Sánchez Carrión, Francisco Javier Mariátegui y Telleria, Bernardo Monteagudo,
Mariscal Juan Millar, Manuel Péres de Tudela, José Joaquin Olmedo y Cecilio Tagle.

1 http://www.monografias.com/trabajos93/libertador-don-josesanmartin/libertador-don-jose-san-martin.shtml

José dela Mar y Cortázar 146


Masones del Perú2

Que personajes de la vida peruana pertenecen a la masoneria?....aquí les dejamos


algunos ejemplos.

S M
*Simón Bolívar     * Lizardo Montero Flores

B O
    * Óscar R. Benavides     * Manuel A. Odría

C     * Luis José de Orbegoso y


    * Andrés Avelino Cáceres Moncada

    * Ramón Castilla P
    * Ricardo Pérez Godoy
D
    * Pedro Diez Canseco     * Juan Antonio Pezet
Corbacho
    * Nicolás de Piérola Villena
E
    * José Rufino Echenique     * Mariano Ignacio Prado
Ochoa
F
    * Justo Figuerola R
    * José de la Riva Agüero
G
    * Luis Giampietri Rojas S
    * Felipe Santiago Salaverry

    * Miguel Grau Seminario     * Miguel de San Román

L U
    * José de La Mar     * Hipólito Unanue

    * Augusto Leguía

    * Nicolás Lindley López

2 http://ssecretas.com/foro/noticias-generales-las-piezas-se-van-uniendo/masones-del-peru/

147 El Mariscal de Seis Esclavos


HOMENAJE A LOS MASONES FORJADORES DE LA PATRIA3

V.·. M.·. Damas y Caballeros Resp.: y QQ.: HH.: Hace aproximadamente


tres centurias y mas, en recintos como este, que los Masones llamamos Templos
o Talleres Masónicos, con la misma simbología que ven hoy y cuyas enseñanzas y
sabiduría no han cambiado a través de los siglos, bajo el amparo de Dios, Hermanos
Masones se inspiraron en Tres Principios que cambiaron el destino de los pueblos:
LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD. Que da como resultado una nueva visión del
hombre, de cómo este se ve así mismo, y como ve su entorno: familia, grupo social,
condición de vida, forma de gobierno motivaron el surgimiento de corrientes como
el Humanismo, el Iluminismo, el Racionalismo el Liberalismo. Etc. Las Ideas salen de
estos recintos sagrados y contagian la intelectualidad de la época y el hombre, el
grupo, el pueblo la humanidad entera, al conocerlas, desea cambiar su sistema de
vida, luego vienen los movimientos populares para pasar de la monarquía y de su
dependencia a otras formas de gobierno. La Independencia de Estados Unidos de
Norte América llevada a cabo por el Resp.: H.: George Washington y La Revolución
Francesa con los HH.: Rousseau, Montesqui, Danton, Robespiere, Diderot, Lafayette
marcan los hitos más grandes de la Historia de la humanidad. América del Sur,
donde la Masonería no es ajena, también se inquieta y conmociona, surge la figura
del Insigne Masón Resp.: H.: Francisco de Miranda que la Historia lo reconoce como
el “Precursor de América” y es tal su trascendencia mundial que Francia ha escrito
su nombre en el Arco del Triunfo de Paris y es el único Americano cuyo nombre
figura allí. Los HH.·. José de San Martín y Simón Bolívar, “El Santo de la Espada
y El Libertador” completan el sueño del Resp.·. H.·. Francisco de Miranda, “¡La
Libertad del Nuevo Mundo era la esperanza del Universo!”. Ahora, ubiquémonos,
en estos compases de la Historia dentro del Virreinato del Perú, Bastión Español,
último reducto y alarde de la Corona. Los Masones aquí recibían las noticias de los
movimientos, era excitante el momento, se leía en estos Templos los diferentes
manifiestos y Declaraciones de Derechos de las Nuevas Naciones, las cartas iban y
venían, Las Logias nacían con Nombres Sugestivos como “Orden y Libertad” en Lima
y “Unión Justa” como la que existía en Lambaye que en esa época, por poner un
ejemplo cercano a nosotros.

Marca el Primer Hito en la historia del Perú el Q.·.H.·. José Gabriel


Condorcanqui, Cacique de Tinta, Tungasuca, Surimana y Pampamarca, el desenlace
lo conocemos, el ensañamiento contra este levantamiento deslindó en lo más cruel
y sanguinario. Sin embargo a pesar de la barbarie, en Logias Peruanas se escuchaba
la palabra de Rep.: H.: Pablo de Olavide y Jáuregui que la Masonería lo reconoce
como el “Masón de dos Mundos”, en estos recintos se leyó “La Carta a Los Españoles
Americanos” editada en francés originalmente y traducida al ingles y español en las
Logias Inglesas, carta donde el Resp.·. H.·. Juan Pablo Viscardo y Guzmán, establece
el derrotero y las estrategias de las campañas libertadoras de América del Sur; Aquí
queda para la eternidad la palabra culta, e inspiradora de H.·. José Baquíjano y
Carrillo el “Catedrático Liberal de San Marcos” ; en estas canteras se recibieron las
3 http://es.slideshare.net/cristianpc2012/homenaje-a-los-masones-forjadores-de

José dela Mar y Cortázar 148


enseñanzas del “Precursor ideológico y maestro del Convictorio de San Carlos” el H.·.
Toribio Rodríguez de Mendoza; Aquí también elevaron sus Oraciones al G.·.A.·.D.·.U.·.
por la libertad de los pueblos de América los HH.·. Presbíteros Francisco Javier De
Luna y Pizarro y Mariano José de Arce, ellos como buenos sacerdotes formados en
la fe cristiana e imbuidos del humanismo Masónico, convencidos de que aquí se
levantan templos a las virtudes y se cavan hoyos a los vicios, y que la palabra del
Señor que preside el Ara como Volumen de la Ley Sagrada guía nuestros pasos,
comprendieron muy bien el mensaje que el Libro de Daniel en el Cap.11 Versículo
21: nos dice: “Tu eres Señor el que muda los tiempos y las edades y transfiere y
constituye los reinos”. Dentro de estas columnas se leyeron de igual manera las
cartas furtivas del Hermano que rubricaba sus escritos como “El Solitario de Sayán”,
Resp.·. H.·. José Faustino Sánchez Carrión. En estas Logia se escuchó la voz del
Resp.·. H.·. Hipòlito Unanue vislumbrando la nueva educación del futuro ciudadano
libre del Perú, En este Crisol de Liberalismo y de Arcanos, forjó sus versos tonantes
el vate de la Epopeya Libertadora autor de “Canto a La Victoria de Junin” el Q.·.H.·.
José Joaquín Olmedo ahora considerado Ecuatoriano, en esos tiempos pertenecía al
Virreinato del Perú. Aquí se confundieron HH.·. de apellidos con títulos de nobleza
como el H.: José Matías Vásquez de Acuña El Conde De La Vega del Ren, R.·. H.·. José
Baquijano y Carrillo, Conde de Vista Florida, indios, Sacerdotes, Doctores de la Ley,
Maestros Universitarios, Españoles y Criollos, que desde época inmemorial, desde
los orígenes de la Masonería fue así y sigue siendo así; en la historia de la Masonería
se ha visto, se ha declarado que muchos reyes cambiaron al ingresar a nuestra Orden
su Cetro por las herramientas de constructores de la humanidad. y es así que dentro
de la relación de HH.·. podemos leer los nombres de: H.: José de La Mar, H.: José de
la Riva Agüero, H.: Francisco Javier Mariátegui, H.·. Vicente Castañeda, H.·. Fernando
López Aldana, H.·. Bartolomé De Las Heras, H.·. Mariano Necochea, H.·. Bernardo
Monteagudo, H.·. José Francisco de Zela, H.·.- José Luis de Orbegozo, H.·. Dionisio
Inca Yupanqui. H.·. Juan Martínez de Pinillos. En Lambayeque, Funcionó una Logia
dependiente del Oriente de La Gran Colombia: Unión Justa Nº 7 Uno de sus V.·. M.·.
fue Pascual Saco Oliveros y a ella pertenecieron: los H H.·. Juan Manuel Iturregui,
Ignacio Iturregui, Vicente Castañeda, Juan Del Carmen Casós, José Rivadeneira y
Tejada, Antonio Guerra, Melchor Sevilla, José Leguía Puemape, Mariano Quezada,
Manuel Navarrete, Antonio López de Vidaurre, José Sevilla.. Loa a Nuestro Próceres,
Loa a los forjadores de la Patria, Loa a los HH.·. que no tuvieron otro propósito
que el de servir para darnos una Patria Libre y Grande. Ellos convertidos en Manes
protectores de la Patria velan el presente protegiendo el porvenir y en razón de
la Ley de correspondencia los invocamos desde este plano para que desde los
espacios siderales donde moran, guíen siempre nuestros pasos, en el destino que
le depara al Perú, en la senda que tenemos que recorrer, ellos son como antorchas
luminosas a la vera del camino de aquel mañana esperado con Justicia y verdad y
equidad social, lumbreras permanentes de una Patria Libre y soberana; a ellos, yo
invoco desde aquí, para pedir que ante la abulia que padecemos nos convirtamos
en unión de voluntades y concierto de afectos, para que seamos mas hermanos,
más íntegros en asumir la responsabilidad que depara la construcción del futuro
del Perú; esta Patria, Perú, que como nos dice Luis Nieto..”Limita al Norte con la
Bravura, al Sur con la epopeya, al Este con el Misterio y al Oeste con la Aventura

149 El Mariscal de Seis Esclavos


y la Leyenda”. A ellos nuestros HH.·. Mayores no les hizo retroceder el miedo por
que como Horacio, sintieron “que dulce y hermoso era morir por la Patria” . Aun
tiene vigencia lo que una vez un H.·. M.·.M.·. y Presidente del Perú conocido como
“El Califa” me refiero a Don Nicolás de Piérola, quien ante una situación crucial
se pronunció así : “Para un pueblo que tiene resolución de salvarse, ninguna
situación puede llamarse desesperada, en el Perú esto dista mucho de serlo, más
aún si así lo fuese, los Hombres de Corazón solo sucumben Luchando”. V.·. M.·. ,
os pido vuestra anuencia, Para hacer una súplica al G.·. A.·.D.·. U.·. , inclinándome
ante él humildemente, manifestarle mi plegaria y confesión de peruano y Mason
en voz alta. Acompáñenme HH.·. e invitados. Seguidme con vuestra atención y con
vuestro corazón, a decir: Oh, Dios, fuego sagrado que animas todo lo existente en el
universo, razón de todo lo creado, fuerza y sustancia del cosmos, ley del universo,
inspirador de los pueblos, guía de las especies, Padre de las naciones, Señor tu
que eres bueno y justo, protector y sabio recibe mi súplica desde este templo sin
murallas, y ante el gran confesionario de tu creación, ante el lábaro sagrado de la
redención, en la que se inmolo tu amado hijo, ante la espada de la libertad y la
justicia, que pusiste en manos de nuestros próceres. Ante tu palabra bendita que
reposa en el altar de los juramentos. Reverente os suplico: Señor… ¡Haznos dignos
de recibir tu luz, tu fuerza, tu energía, tu Amor y tu Caridad, dadnos entendimiento
y sabiduría para poder comprender la trascendencia del legado que nos han dejado
los padres de esta Patria llamada Perú. Ellos y la historia, nos entregan el encargo
de mantenerla libre, hacerla prospera, justa, pujante y grande! El futuro, el devenir
será nuestra tarea. Gracias Señor, G.·.A.·.D.·.U.·.. Loa a los Masones Forjadores de
la Patria. ¡ Viva el Perú ¡ Es todo V.·. M.·. Vall.·. Lambayeque 23 de Julio del 2011.
R.·.H.·. William Guerrero Gargurevich . Ex.V.·. M.· L.·.R.·.L.·.S.·. “FRATERNIDAD Y
CONCORDIA LAMBAYECANA N°9.

Los masones en el Ecuador4

Lucha por la integridad territorial del Ecuador

…Las ciudades de Guayaquil y Cuenca fueron las gran ambición del Perú, así se
deduce de las acciones del Protector del Perú General José de San Martín, y las
del ilustre masón cuencano Mariscal José Domingo Lamar y Cortázar, primer
Presidente de esa nación, quien fuera iniciado en la Augusta Orden durante su
permanencia en España.

Secretos de Masón5

Si lo que dicen los masones es cierto (y tienen varios elementos que, al menos,
lo sustentan), entonces su Orden ha mantenido un papel vigilante y conductor de
una impensable cantidad de hechos de relevancia mundial. Quedémonos con el
Perú. La Capitulación Realista de Ayacucho, de 1824, habría sido, por ejemplo,
una Tenida Masónica presidida por los respetables hermanos o RR:. HH:. Antonio
José de Sucre y José de la Mar (los tres puntos son una convención que reemplazan
4 Agustín Valdivieso Pozo, Cuenca, 2010, pág. 83
5 http://www.larepublica.pe/26-03-2006/secretos-de-mason

José dela Mar y Cortázar 150


palabras de uso común entre masones, en este caso “respetables” y “hermanos”).
En resumen, toda la gesta independentista habría sido una guerra entre masones
patriotas y realistas. Y el encuentro de Guayaquil entre Bolívar y San Martín habría
sido, nada más y nada menos, una reunión entre HH:. MM:. (masones) que, pese a
las diferencias, se guardaban mutuo respeto.

Que políticos son masones6

La información que les proporciono es de la Logia Manco Capac de nuestra querida


ciudad de Lima y por cierto es muy esclarecedor.

Gobernantes Masones en el Perú

La lista de gobernantes masones, que tuvieron a su cargo la conducción de la joven


república peruana, es muy extensa. Aquí la presentamos Amigos y HH:.

• José de San Martín Matorras: 03-08-1821 / 20-09-1822


• José de la Riva Agüero: 28-02-1823 / 23-06-1823
• José de La Mar: 20-09-1822 / 27-02-1823; 24-02-1825 / 01-04-1825 / 05-01-1826 /
• 25-02-1826; 09-06-1827 / 07-06-1829
• Simón Bolívar Palacios: 02-09-1824 / 16-02-1826
• Hipólito Unanue: 01-04-1825 / 05-01-1826; 25-02-1826 / 28-06-1826
• Andrés de Santa Cruz: 28-06-1826 / 04-06-1827; 28-10-1836 / 20-02
• Luis José de Orbegoso: 20-12-1833 / 22-02-1835
• Felipe Santiago Salaverry: 22-02-1835 / 08-01-1836
• Justo Figuerola Estrada: 16-03-1843 / 19-03-1843; 11-08-1844 / 07-10-1844
• Ramón Castilla: 20-04-1845 / 20-04-1851; 05-01-1855 / 01-04-1857 25-10-1858 / 29-09-
1859; 22-03-1860 / 24-10-1862
• José Rufino Echenique: 20-04-1851 / 17-07-1854
• Miguel de San Román: 24-10-1862 / 03-04-1863
• Pedro Diez Canseco: 03-04-1863 / 05-08-1863; 06-11-1865 / 28-11-1865 / 07-01-1868 / 02-
08-1868
• Juan Antonio Pezet: 05-08-1863 / 06-11-1865
• Mariano Ignacio Prado: 28-11-1865 / 12-10-1867; 02-08-1876 / 18-12-1879
• Nicolás de Piérola: 23-12-1879 / 28-11-1881; 08-09-1895 / 08-09-1899
• Lizardo Montero: 09-11-1881 / 25-12-1882
• Antonio Arenas Merino: 03-12-1885 / 03-06-1886
• Andrés A. Cáceres: 03-06-1886 / 10-08-1890;10-08-1894 / 20-03-1895
• Augusto B. Leguía Salcedo: 24-09-1908 / 24-09-1912 04-07-1919 / 12-10-1919; 12-10-1919
/ 25-08
• Oscar R. Benavides Larrea: 04-02-1914 / 15-05-1914 15-05-1914 / 18-08-1915; 30-04-1933 /
08-12-1939
• Manuel María Ponce: 25-08-1930 / 28-08-1930
• Manuel Odria Amoretti: 27-10-1948 / 10-05-1950;28-07-1950 / 28-07-1956
• Ricardo Pérez Godoy: 18-07-1962 / 03-07-1963
• Nicolás Lindley López : 03-07-1963 / 28-07

6 http://www.forosperu.net/temas/que-politicos-son-masones.52844/

151 El Mariscal de Seis Esclavos


De nostalgias y olvidos7

“…No os faltan razones, Francisca, para suponer que pertenecí a La Gran Logia
como con frecuencia aseguráis debió haber sucedido. Pertenecí ciertamente a
varias causas que eran las mismas de las logias, pero volveré a explicaros para que
clarifiquéis mejor mi pensamiento sobre el papel de ellas y de otras que conocéis.
La primera ocasión fui invitado durante mi prisión en Francia y tengo mis razones
para pensar que fueron nuestros diputados desde Cádiz los que estaban envueltos.
Creo que a ellos se debió el envío de los libros y de los visitantes comedidos y
atentos que llegaban con el objeto de establecer muy discretamente las más
profundas e interesantes lides del pensamiento en las que jamás haya participado.
El seguimiento se dio en Lima y Guayaquil a donde vine con frecuencia. Más tarde
continuó con la cordial e insistente persuasión del Gran Maestro Don José de San
Martín, el Protector, quien se debía devotamente a ella. Pero la realidad siempre se
ha movido entre los poderes de varios grupos y actores…”8

“…Por mi parte siempre me valí por mí mismo y nunca me volví dependiente de


organizaciones o círculos, peor secretos…”9

Comentario:

Titulamos “José dela Mar, masón” para renglón seguido referirnos a citas
bibliográficas y linkográficas, con un sano propósito de generar una duda respecto a
la condición de Masón del Mariscal José dela Mar y Cortázar; duda que nos deja el
traslado de los diálogos novelescos-históricos de César Hermida Bustos cuando da
a entender de que José dela Mar no fue masón.

De las fuentes citadas se observa evidentemente que se lo reconoce como tal, sin
embargo, en ellas no se indica por ejemplo la Logia o Taller que perteneció o se
inició, a diferencia de Simón Bolívar o José de San Martín.

7 César Hermida Bustos, Novela


8 Pág. 154
9 Pág. 157

José dela Mar y Cortázar 152


José dela Mar y Goya
Goya y de la Mar: encuentro en Costa Rica1

Don José de la Mar y Cortázar


12 de mayo de 1778 - 11 de octubre de 1830

El suplemento Áncora de La Nación publicó el pasado domingo 25 de marzo de 2012


un artículo relativo a la exposición, en Costa Rica, de la serie completa de aguafuertes
hechos por Francisco de Goya entre 1810 y 1815 como testimonio de “Los desastres de
la guerra” que presenció en ocasión de la invasión y dominación napoleónica a España.

De acuerdo al citado texto, Francisco de Goya viajó a Zaragoza en 1808 a pedido de


su amigo, el Capitán José de Palafox; junto al cual, en calidad de Teniente Coronel,
peleó Don José de la Mar y Cortázar.

Goya grabó para la posteridad lo que observó: escenas de cruda brutalidad por
parte del ejército usurpador contra los soldados y población española. Cuadros
que hoy, 200 años después, ilustran y ofrecen una clave para explicarse el mayor
rasgo distintivo de la personalidad del Mariscal la Mar.

1 http://elcencerro-ronald.blogspot.com/2012_03_01_archive.html ; Jueves, 29 de marzo de 2012

153 El Mariscal de Seis Esclavos


Uno de los “desastres de la guerra” de Francisco de Goya.

El Mariscal José de la Mar y Cortázar, irónicamente, Benemérito de la Patria en


España y Héroe de la Liberación de América del Sur al lado de Simón Bolívar; es
considerado el Primer Presidente Constitucional del Perú.

En 1829, el General Agustín Gamarra (quien también, años después, vino a Costa Rica
a buscar de refugio) derroca y envía al exilio al Presidente la Mar y Cortázar quien en
una goleta arriba al puerto de Puntarenas el 23 de junio de aquel año en compañía
de varios de sus colaboradores. Los pocos documentos que existen mencionan,
como rasgo distintivo, el evidente ensimismamiento y estado melancólico del
primer asilado político de la historia costarricense después de su emancipación.

Después de observar los grabados de Francisco de Goya y sabedor de la presencia


física del Ex Presidente la Mar durante ese conflicto; quien por su puesto y amistad
con el Capitán Palafox debió ser testigo de primera línea de tales atrocidades;
sumado a su participación posterior en la Guerra de Independencia Suramericana
(considerado el Gran Héroe de la Batalla de Ayacucho), salta a la luz de hogaño,
perogrullesco, el tremendo trauma de guerra y su inseparable lacayo; el estrés post
traumático que agobiaron al Mariscal la Mar hasta su muerte, en Cartago, el 12 de
octubre de 1830.

Fue el Mariscal Don José de la Mar y Cortázar el Primer Presidente Constitucional


del Perú, el Primer Asilado Político de Costa Rica y el Primer Ejemplo para los ticos
de los “Los desastres de la guerra”.
Requiescat in pace.
Ronald Castro Fernández
Alajuela / El Rodeo
29 de marzo, 2012

José dela Mar y Cortázar 154


Una anécdota
del Mariscal

…Una lección en regla1

Pocos meses antes de la batalla del Portete de Tarqui encontrábase el ejército


peruano acantonado en Tambo-grande, hacienda del departamento de Piura.

Habíanse improvisado cuarteles o canchones para la tropa, y la oficialidad


ocupaba ranchos construidos con estacas de algarrobo, estera y mimbres.

El presidente de la República hallábase a la cabeza del ejército, compuesto en


su mayoría de los vencedores en Junín y Ayacucho.

En la vida de campaña, sin los goces que proporciona la permanencia en las


grandes ciudades, el juego es la única distracción del militar.

En vano el mandatario, para extinguir ese vicio, amonestaba a la oficialidad,


imponía arrestos y severos castigos, promulgaba órdenes generales y recomendaba
a los jefes de cuerpo rigurosa vigilancia. Éstos eran también desenfrenados
jugadores, y por lo tanto indulgentes con el pecador.

La tienda del comandante X... era un pequeño espacio de tres varas cuadradas,
en cuyo centro levantábase una tosca mesita, formada de una tabla puesta sobre
cuatro puntales enterrados en el suelo.

Una bujía de sebo, colocada en una bayoneta, alumbraba a veinte oficiales  allí
reunidos y cuya vida toda estaba reconcentrada en el par de dados que evolucionaban
sobre el verde tapete.

Por aquellos tiempos las pagas eran escasas, y los pobres militares no podían
hacer paradas mayores de dos o cuatro pesos. Juego roñoso y de chingana.
Hubo un momento en que el juego tomó calor. Tratábase de veinte pesos, la mayor
posta de la noche, y los dados andaban remolones para decidirse por las facetas del
azar o de la suerte.

1 http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/tradiciones-peruanas-quinta-serie--0/html/ff16cde8-82b1-11df-acc7-
002185ce6064_4.html

155 El Mariscal de Seis Esclavos


La ansiedad era unánime, y todas las respiraciones estaban en suspenso.

De repente oyose una voz que dijo: «¡Más!»

Y sobre el grupo de apiñadas cabezas dejose ver un brazo, en cuya manga


relucían los entorchados de general, y una mano que puso sobre el tapete una onza
de oro. Los jugadores se quedaron petrificados.

Aquel nuevo y rumboso jugador era el excelentísimo señor gran mariscal don
José de La-Mar, primer presidente constitucional del Perú.

El sagaz y prudente jefe recogió luego su moneda, y sin pronunciar una palabra
de reconvención se retiró de la tienda.

La lección fue más eficaz para aquellos bravos y pundonorosos soldados de


la patria vieja, que una resma de órdenes generales y que todos los artículos de
la ordenanza. Desde ese día no se volvió a jugar en el ejército que hizo la heroica
aunque por mil motivos desgraciada campaña de Colombia.

José dela Mar y Cortázar 156


José dela Mar,

el apodo
General de Seis Esclavos,1

“…A La Mar, por su comportamiento, le llamaban La Beata algunos de sus


amigos. Esto debido a su carácter taciturno. De ello dio pruebas la noche que
durmió en La Asunción, pues luego de hablar un rato con el señor Lara, se
dirigió a una poltrona que estaba en el corredor de la vivienda y permaneció
en actitud contemplativa, como hablando consigo mismo…”2

Comentario:

Sin lugar a dudas que estamos frente a una novela histórica y obviamente
tiene como ingrediente la ficción como toda novela en la que juega mucho la
imaginación del escritor.

Sin embargo de ello estimamos por lo que hemos podido leer del Mariscal
José dela Mar, que su apodo o mote puede ir con relación a su personalidad,
pero aún algo más que contribuye a lo que comentamos es el estudio
grafológico de José Domingo de La Mar (sic)3 c realizado por Marcelo
Váscones Espinosa.

Firma sin mucha rúbrica: Persona segura que piensa que ha logrado todo
por su propio esfuerzo y que es reconocida por ello.

Siglas de Presidente: Muy orgulloso de su posición.

Letra O ovalada y alargada: Sensación de hallarse en un callejón sin


salida, sufrimiento moral.
1 Miguel Salguero, Novela
2 Pág. 41
3 Pág. 15, José Domingo de La Mar y Cortázar, Patriota o Traidor?, Juan Donoso Game

157 El Mariscal de Seis Esclavos


Letra de pequeña: Mucho sentido común, calma en la toma de decisiones,
ideales limitados por exceso de trabajo burocrático.

A abierta: Reserva, reflexión, prudencia, oculta lo que cree no debe ser


divulgado, timidez, espíritu impasible y hermético.

M: Está buscando reencontrarse consigo mismo en base a paz interior.

El autor del estudio parte de la firma y rúbrica de José dela Mar que está
consignada en el documento que lo suscribe como Presidente del Perú y que
consta en este libro.4

4 Ver: José dela Mar, Presidente

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1 at http://books.google.com/

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José dela Mar y la
bibliografía ecuatoriana

“E
l Gran Mariscal Lamar” es la compilación de ensayos escritos sobre la
figura del Mariscal José dela Mar, cuyo objetivo es demostrar que nues-
tro personaje no es lo que en algún momento de la historia se dijo de él
y con lo que se pretendió desfigurar su imagen de patriota y libertador.

Desde esa perspectiva Víctor Manuel Albornoz –Siglo XX- rescata la pluma de Alber-
to Muñoz Vernaza, Vicente Rocafuerte, Daniel Florencio Oleary, Antonio Borrero
Cortázar, Tomás Rendón, Luis Cordero, Alfonso María Borrero, Remigio Crespo To-
ral, Carlos Aguilar Vazquez, Pio Jaramillo Alvarado, César Andrade y Cordero, Camilo
Andrade Pino y José María Urbina.

Todos ellos apuntan a lo mismo: defender la actuación del Mariscal José dela Mar
frente a Colombia en la persona del Libertador Simón Bolívar.

En lo contemporáneo tenemos la obra “José Domingo de La Mar y Cortázar, Patrio-


ta o Traidor?” de autoría de Juan Donoso Game, cuyo propósito es el mismo que
el de Albornoz Cabanillas.

Nuestro aporte tiene el mismo sentido pero difiere de la bibliografía referida, en


el hecho que se aporta con documentación fresca, que está escrito al margen de
cualquier carga subjetiva, dejando al lector hacer su propia lectura.

Es así que están documentos firmados por Simón Bolívar que se explican por sí so-
los y además se cuenta con el pensamiento de escritores extranjeros, que hablan
del Mariscal José dela Mar como Héroe de la Independencia Americana.

195 El Mariscal de Seis Esclavos


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