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G.

Salud Sexual y Reproductiva

1. Consejería planificación familiar / Criterios de elegibilidad

En el contexto de la salud sexual y reproductiva en adolescentes, la consejería se


conceptualiza como la acción donde el proveedor de salud facilita la orientación al
adolescente a resolver dudas y problemas en una atmósfera comprensiva,
mediante el cual los ayuda en la toma de decisiones informadas, voluntarias y
confidenciales. Es importante recordar que la presente guía es una herramienta
técnica sobre la utilización de métodos anticonceptivos que contribuya a prevenir
los embarazos en adolescentes mayores de 14 años, basada en decisión
voluntaria e informada (1).

Se han identificado los siguientes objetivos con relación a la consejería orientada a


las y los adolescentes:

Prevenir las infecciones de transmisión sexual y VIH, prevenir los embarazos no


planificados entre los adolescentes.
Promover la salud sexual y reproductiva.
Brindar información científica completa y precisa, así como la consejería sobre
salud sexual y reproductiva.

La consejería en salud sexual y reproductiva proporciona un medio para que los


adolescentes conozcan sus derechos y las opciones de anticoncepción que
existen, elementos importantes para la toma de decisión asertiva, que incluye la
elección sobre cuándo y con quién tener relaciones sexuales, hasta cuando
postergar el inicio de su vida sexual o tener relaciones sexuales seguras y saber a
dónde acudir para atención en salud (2).

Principios de Consejería

Se refieren a las consideraciones técnicas, que el personal de salud que brinda


consejería, debe tomar en cuenta para el desarrollo de su trabajo, en un marco
ético que no afecte la integridad física o mental de las y los adolescentes.

La consejería se conceptualiza como un proceso centrado en los siguientes pasos:


Encuentro inicial y participación, haciendo uso del ACCEDA

1. Atienda: salude la/el adolescente, llámelo(a) por su nombre, preguntar si


desea la consulta individual o con algún acompañante.
2. Converse: con el/la adolescente con la finalidad de obtener información
clínica, como antecedentes médicos, estilos de vida, situación socioeconómica.
3. Comunique: sobre los distintos métodos anticonceptivos.
4. Encamine: sobre la toma de decisiones y fijación de metas apropiadas para
la edad con el fin de cambiar o mantener el método elegido.
5. Decida: en base a los derechos sexuales y reproductivos.
6. Acuerde: próxima cita y en caso necesario realice referencia a servicios
específicos para seguimiento de adolescentes y jóvenes (servicios amigables,
espacios amigables y clínicas integrales de adolescentes).

Criterios Médicos de Elegibilidad

La edad por sí misma no constituye una contraindicación médica para otorgar


métodos a la población adolescente.

Las y los adolescentes pueden utilizar cualquier método anticonceptivo de manera


segura, siempre que tengan la información correcta de su utilización y consejería
adecuada para elegir de acuerdo al idioma y al contexto sociocultural.

Siempre enfatizando en las infecciones de transmisión sexual.

La guía sobre prevención del embarazo en la adolescente de la Academia


Americana de Pediatría recomienda el uso en adolescentes de los anticonceptivos
reversibles de acción prolongada, conocidos como LARC por sus siglas en inglés,
dentro de los que se hallan los DIUs (medicados o no), implantes sub-dérmicos y
acetato de medroxiprogesterona en forma depot, que ofrecen una protección
anticonceptiva de varios años y son seguros.

Se ha demostrado que los métodos reversibles de larga duración, que


proporcionan de 3 a 10 años de anticoncepción, son seguros para las y los
adolescentes.

Es crucial entender que las principales limitaciones en la indicación y continuidad


de la anticoncepción tiene relación con los condicionantes de la conducta de
las/los adolescentes, con los mitos y creencias existentes y con el acceso a la
atención en salud (3).
La elección del método anticonceptivo puede estar influenciada por las relaciones
sexuales esporádicas y la necesidad de ocultar a actividad sexual y el uso de
anticonceptivos.
Métodos modernos:
Adolescentes que tuvieron una relación sexual no protegida:

En caso de una relación sexual no protegida o en caso de que se rompa el condón


durante la relación sexual, se puede utilizar las píldoras de anticoncepción de
emergencia. Las píldoras anticonceptivas de emergencia consiste en la
administración de progestina o progestina más estrógeno. Las píldoras
anticonceptivas de emergencia (PAE) se conocen como píldoras “del día
después”, “de la mañana siguiente” o anticonceptivos poscoitales.

Las PAE actúan evitando o retrasando la liberación de óvulos por los ovarios
(ovulación). Además espesan el moco cervical impidiendo el paso de los
espermatozoides. No provocan aborto, ni perjudican si hay un embarazo existente
(4).

Criterios Médicos de Elegibilidad para el uso de métodos


anticonceptivos

Los criterios están elaborados para asegurar un margen adecuado de seguridad


en el uso de anticonceptivos. En general las y los adolescentes son elegibles para
usar cualquier método y deben tener una variedad de opciones anticonceptivas.

Propósitos de los Criterios Médicos de Elegibilidad

Abordar las ideas erróneas sobre quien puede y quien no puede utilizar métodos
de anticoncepción seguros.

Reducir las barreras de la práctica médica, aquellas no justificadas por la


evidencia.
Mejorar la calidad, acceso y utilización de los servicios donde se distribuyen
métodos anticonceptivos.

Categorías de elegibilidad del método anticonceptivo


Criterios de Elegibilidad Médica para Adolescentes:

2. Técnica del PAP/IVAA, Cáncer Cérvico Uterino.

Detectar de manera oportuna lesiones premalignas en el cuello del útero y así


tratarlas a tiempo, para prevenir el desarrollo del cáncer cervicouterino, una de las
principales causas de muerte en las mujeres, es el propósito fundamental del
Papanicolau.

“El PAP es un examen que sirve para pesquisar precozmente el cáncer de cuello


uterino. Lo que hacemos es estudiar las células del cuello del útero para buscar
lesiones premalignas y así tratarlas, evitando que se conviertan en un tumor
cervical”, dice la Dra. María Jesús Acuña, gineco-oncóloga del Hospital Regional
de Arica.

Atributos del PAP

El PAP es un procedimiento ginecológico que cuenta con atributos que validan su


eficacia y sencillez para proteger la salud de las mujeres y combatir el cáncer
cervicouterino:

 Simple
 Sencillo
 Rápido
 No doloroso
 Efectivo

Paso a Paso del PAP

Este examen toma alrededor de 15 minutos y se realiza en un box de atención


privado. A continuación, el paso a paso del procedimiento (5):

 Un matrón (a) o un médico pueden tomar el examen PAP.


 En el box de toma de muestra, la paciente se sienta en posición
ginecológica para que el profesional de salud introduzca un espéculo
(instrumento para mantener abierta las paredes vaginales) en la vagina
para exponer el cuello del útero.
 Con una espátula, se extraen células de la mucosa superficial del útero, las
que luego se llevan para estudiarlas en laboratorio y pesquisar lesiones
 Si la paciente está relajada, confiada y el profesional de salud realiza el
PAP con todas las condiciones que requiere, el examen no provoca dolor ni
molestia.

Desde cuándo y cada cuánto tiempo realizarlo

A partir de los 25 años, y hasta los 64 años de edad, se debe realizar el PAP cada
tres años.

La inspección visual con ácido acético (IVAA), también lla- mada


cervicoscopia, consiste en la observación del cuello uterino a simple vista (sin
aumento) después de aplicar ácido acético diluido, para realizar el tamizaje de las
anormalidades cervicales.

La Inspección Visual Directa con Ácido Acético (IVAA) es una técnica que
ayuda a diferenciar el tejido sano del tejido canceroso.  

El tejido normal del cuello uterino tiene coloraciones rojas y rosadas. Al


agregar ácido acético, esta coloración no cambia, lo cual indica que el
tejido está sano. 

El tejido canceroso, tiene la característica que se reproduce de una


manera descontrolada, por lo que al agregar ácido acético, este reacciona
con proteínas presentes y cambia de color a blanco. El color blanco
indica que el tejido no está sano y puede ayudar a diagnosticar cáncer de
cuello uterino (6).
Cáncer de Cuello Uterino

El cáncer de cuello uterino es cáncer que se origina en las células del cuello del


útero. También se conoce como cáncer de cérvix o cáncer cervicouterino. El cuello
uterino es la porción final, inferior y estrecha del útero (matriz) que conecta el útero
con la vagina (canal del parto). El cáncer de cuello uterino se forma, por lo
general, de manera lenta a lo largo del tiempo. Antes de que este cáncer se forme,
las células del cuello del útero sufren ciertos cambios conocidos como displasia y
se convierten en células anormales en el tejido del cuello uterino. Con el tiempo, si
las células anormales no se destruyen o se extraen, es posible que se vuelvan
cancerosas, se multipliquen y se diseminen a partes más profundas del cuello
uterino y a las áreas que lo rodean.

El cuello uterino tiene dos partes principales:


 El ectocérvix (también llamado exocérvix) es la parte más baja del
cuello uterino que se observa durante un examen ginecológico. El
ectocérvix está revestido de células delgadas y planas llamadas células
escamosas.
 El endocérvix es la parte interna del cuello uterino que forma el canal
que conecta la vagina con el útero. El endocérvix está revestido
de células glandulares en forma de columna que producen moco.

Estas dos partes se unen en la zona de transformación. La mayoría de los


cánceres de cuello uterino comienzan en las células escamosas de la zona de
transformación.

En la atención del cáncer, a menudo trabajan juntos distintos tipos de médicos


para crear un plan de tratamiento integral de la paciente que combine distintos
tipos de tratamientos. Esto se denomina equipo multidisciplinario (en inglés). Los
equipos de atención del cáncer incluyen una variedad de otros profesionales de la
atención médica, por ejemplo, auxiliares médicos, personal de enfermería de
oncología, trabajadores sociales, farmacéuticos, asesores, dietistas y otros.

A continuación, se describen los tipos de tratamiento frecuentes que se usan para


el cáncer de cuello uterino. Su plan de atención también puede incluir tratamiento
para síntomas y efectos secundarios, una parte importante de la atención del
cáncer.
El tratamiento del cáncer de cuello uterino depende de varios factores, entre ellos,
el tipo y estadio del cáncer, los efectos secundarios posibles, así como las
preferencias de la mujer y el estado de salud general. Tómese el tiempo para
obtener información sobre todas sus opciones de tratamiento y asegúrese de
hacer preguntas sobre cosas que no estén claras. Hable con su médico acerca de
los objetivos de cada tratamiento y lo que usted puede esperar mientras recibe el
tratamiento. Estos tipos de conversaciones se denominan “toma de decisiones
compartida”. La toma de decisiones compartida es cuando usted y sus médicos
trabajan juntos para elegir tratamientos que se ajusten a los objetivos de su
atención. La toma de decisiones compartida es especialmente importante en los
casos de cáncer de cuello uterino, ya que existen diferentes opciones de
tratamiento.

Las mujeres con cáncer de cuello uterino pueden tener inquietudes sobre si el
tratamiento que reciben puede afectar su función sexual y la capacidad para tener
hijos, llamada fertilidad, o de qué manera puede hacerlo, de modo que deben
hablar sobre estos temas con el equipo de atención médica antes de comenzar el
tratamiento. Las mujeres embarazadas deben hablar con el médico sobre la
manera en que los tratamientos podrían afectarlos tanto a ella como al bebé en
gestación. El tratamiento podría posponerse hasta después del nacimiento del
bebé (7).

Cirugía
La cirugía es la extirpación del tumor y de parte del tejido circundante sano
durante una operación. Un oncólogo ginecológico es un médico especializado en
el tratamiento del cáncer ginecológico mediante cirugía. A menudo se utilizan
estos procedimientos en el cáncer de cuello uterino que no se ha diseminado más
allá del cuello uterino:

 La conización consiste en el uso del mismo procedimiento que la


biopsia en cono (consulte Diagnóstico) para extirpar todo el tejido
anormal. Este procedimiento puede utilizarse para extirpar el cáncer
de cuello uterino que solo puede verse con un microscopio, llamado
cáncer microinvasivo.
 El LEEP es el uso de una corriente eléctrica que se transmite a
través de un gancho de alambre fino, con el que se extirpa el tejido.
Este procedimiento puede usarse para extirpar el cáncer
microinvasivo de cuello uterino.
 Una histerectomía es la extirpación del útero y el cuello uterino. La
histerectomía puede ser simple o radical. Una histerectomía simple
es la extirpación del útero y el cuello uterino. Una histerectomía
radical es la extirpación del útero, el cuello uterino, la parte superior
de la vagina y el tejido que rodea el cuello uterino. Una histerectomía
radical incluye una disección extensiva de los ganglios linfáticos
pélvicos, lo que significa que se extirpan los ganglios linfáticos. Este
procedimiento se puede realizar mediante una incisión grande en el
abdomen, denominada laparotomía, o incisiones más pequeñas,
denominadas laparoscopía.
 En caso de ser necesario, la cirugía puede incluir una
salpingooforectomía bilateral. Este procedimiento consiste en la
extirpación de ambos ovarios y ambas trompas de Falopio. Se
realiza en el mismo momento que se realiza una histerectomía.
 La cervicectomía radical es un procedimiento quirúrgico en el que se
extirpa el cuello uterino, pero se deja el útero intacto. Incluye una
disección de los ganglios linfáticos pélvicos (vea más arriba). Esta
cirugía puede utilizarse en el caso de las pacientes jóvenes que
desean preservar su fertilidad. Este procedimiento se ha convertido
en una alternativa aceptable a la histerectomía para algunas
pacientes.

Para casos en los que el cáncer de cuello uterino se ha diseminado más allá del
cuello uterino, puede usarse el siguiente procedimiento:

 La exenteración pélvica es la extirpación del útero, la vagina, el colon


inferior, el recto o la vejiga, si el cáncer de cuello uterino se ha
diseminado a estos órganos después de la radioterapia (ver más
abajo). La exenteración pélvica es necesaria en raras ocasiones. Se
usa mayormente en algunas personas cuyo cáncer ha regresado
después de la radioterapia.

Las complicaciones o efectos secundarios de la cirugía varían según la magnitud


del procedimiento. En ocasiones, las pacientes experimentan sangrado
considerable, infección o daño en los sistemas urinario e intestinal. Antes de la
cirugía, hable con el equipo de atención médica sobre los posibles efectos
secundarios de la cirugía específica a la que se someterá.

Debido a que estos procedimientos quirúrgicos afectan la salud sexual de la mujer,


es conveniente que las mujeres hablen en detalle con el médico sobre sus
síntomas e inquietudes antes de la cirugía. Es posible que el médico ayude a
reducir los efectos secundarios de la cirugía y proporcione recursos de apoyo
sobre cómo sobrellevar los cambios. Si los procedimientos quirúrgicos extensivos
han afectado la función sexual, se pueden utilizar otros procedimientos quirúrgicos
para construir una vagina artificial (8).
Radioterapia

La radioterapia es el uso de rayos X u otras partículas con alta potencia para


destruir las células cancerosas. El médico que se especializa en administrar
radioterapia para tratar el cáncer se denomina radioncólogo. La radioterapia puede
administrarse sola, antes de la cirugía o en lugar de la cirugía con el objetivo de
disminuir el tamaño del tumor.

El tipo más frecuente de tratamiento con radiación se denomina radioterapia de


haz externo, que consiste en radiación que se aplica desde una máquina externa
al cuerpo. Cuando se administra tratamiento con radiación usando implantes, el
tratamiento se denomina radioterapia interna o braquiterapia. Un régimen o
programa de radioterapia, por lo general, consiste en una cantidad específica de
tratamientos que se administran durante un período determinado que combina
tratamientos con radiación interna y externa. Este enfoque combinado es el más
efectivo para reducir las probabilidades de que el cáncer reaparezca, lo cual se
denomina recurrencia.

En los cánceres de cuello uterino en estadio temprano, generalmente se usa una


combinación de radioterapia y quimioterapia de dosis baja (ver más abajo). El
objetivo de la radioterapia combinada con quimioterapia es aumentar la efectividad
del tratamiento con radiación. Esta combinación se administra para controlar el
cáncer en la pelvis con el objetivo de curar el cáncer sin recurrir a la cirugía.
También se puede administrar para destruir el cáncer microscópico que podría
quedar luego de una cirugía.

Los efectos secundarios de la radioterapia pueden incluir fatiga, reacciones leves


en la piel, malestar estomacal y deposiciones líquidas. Los efectos secundarios de
la radioterapia interna pueden incluir dolor abdominal y obstrucción intestinal,
aunque esto es poco frecuente. La mayoría de los efectos secundarios
habitualmente desaparecen poco tiempo después de finalizar el tratamiento.
Después de la radioterapia, el área vaginal puede perder elasticidad, por lo que
algunas mujeres también querrán usar un dilatador vaginal, que es un cilindro de
caucho o de plástico que se introduce en la vagina para evitar el estrechamiento.
Las mujeres que han recibido radioterapia con haz externo perderán su capacidad
de quedar embarazadas y, a menos que los ovarios se hayan desplazado
quirúrgicamente fuera de la pelvis, las mujeres premenopáusicas ingresarán a la
menopausia.
Algunas veces, los médicos aconsejan a sus pacientes abstenerse de tener
relaciones sexuales durante el período de tratamiento con radioterapia. Las
mujeres pueden reanudar la actividad sexual normal al cabo de unas semanas
después del tratamiento si sienten que están preparadas (9).

Terapias con medicamentos

La terapia sistémica es el uso de medicamentos para destruir las células


cancerosas. Este tipo de medicamentos se administra a través del torrente
sanguíneo para llegar a las células cancerosas en todo el cuerpo. Las terapias
sistémicas para el cáncer de cuello uterino son administradas por un oncólogo
ginecológico o un oncólogo clínico, médicos especializados en el tratamiento del
cáncer con medicamentos.

Algunos de los métodos frecuentes para administrar terapias sistémicas incluyen


un tubo intravenoso (i.v.) que se coloca en una vena con una aguja, o una pastilla
o cápsula que se traga (por vía oral).
Los tipos de terapias sistémicas que se usan para el cáncer de cuello uterino
incluyen los siguientes:
 Quimioterapia
 Terapia dirigida
 Inmunoterapia

Cada uno de estos tipos de terapias se analiza a continuación con más detalle.
Una persona puede recibir 1 tipo de terapia sistémica por vez o una combinación
de terapias sistémicas al mismo tiempo. También se pueden administrar como
parte de un plan de tratamiento que puede incluir cirugía y/o radioterapia.

Los medicamentos utilizados para tratar el cáncer se evalúan constantemente.


Con frecuencia, hablar con su médico es la mejor forma de obtener información
sobre los medicamentos que le recetaron, su finalidad y sus potenciales efectos
secundarios o interacciones con otros medicamentos. También es importante
informar a su médico si está usando algún otro medicamento con receta o de
venta libre, o suplementos. Las hierbas, los suplementos y otros fármacos pueden
interactuar con los medicamentos para el cáncer.

Quimioterapia

La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas,


generalmente al evitar que las células cancerosas crezcan, se dividan y produzcan
más células.
Un régimen o programa de quimioterapia, por lo general, consiste en una cantidad
específica de ciclos que se administran en un período de tiempo determinado. Una
paciente puede recibir 1 fármaco por vez o una combinación de diferentes
fármacos administrados al mismo tiempo. Para las mujeres con cáncer de cuello
uterino, la quimioterapia a menudo se administra en combinación con radioterapia
(ver más arriba).
Aunque la quimioterapia puede administrarse por vía oral (por la boca), todos los
fármacos utilizados para tratar el cáncer de cuello uterino se administran por vía
intravenosa (i.v.). La quimioterapia i.v. se inyecta directamente en una vena o se
administra a través de un tubo delgado llamado catéter (en inglés), que se coloca
temporalmente en una vena grande para facilitar las inyecciones.

Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen de la mujer y de la dosis


utilizada, pero pueden incluir fatiga, riesgo de infección, náuseas, vómitos, caída
del cabello, pérdida del apetito y diarrea. Estos efectos secundarios generalmente
desaparecen después de finalizado el tratamiento.

Con mucha menor frecuencia, determinados fármacos pueden causar algo de


pérdida de la audición. Otros pueden causar daño renal. Es posible que se
administre líquido adicional por vía intravenosa para proteger los riñones. Hable
con su médico sobre los posibles efectos secundarios a corto y largo plazo según
los fármacos y las dosis que recibirá.

Terapia dirigida

La terapia dirigida es un tratamiento que se dirige a los genes o a las proteínas


específicos del cáncer, o a las condiciones del tejido que contribuyen al
crecimiento del cáncer y la supervivencia. Este tipo de tratamiento bloquea el
crecimiento y la diseminación de las células cancerosas y, a la vez, limita el daño
a las células sanas.

No todos los tumores tienen los mismos blancos. Para determinar cuál es el
tratamiento más efectivo, el médico puede realizar pruebas para identificar los
genes, las proteínas y otros factores involucrados en el tumor. Esto ayuda a que
los médicos puedan encontrar el tratamiento más efectivo que mejor se adapte a
cada paciente, siempre que sea posible. Además, continúan realizándose estudios
de investigación para obtener más información sobre objetivos moleculares
específicos y tratamientos nuevos dirigidos a ellos. Obtenga más información
sobre los conceptos básicos de los tratamientos dirigidos.

Inmunoterapia

La inmunoterapia, también llamada “terapia biológica”, está diseñada para


estimular las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer. Utiliza
materiales producidos por el cuerpo o fabricados en un laboratorio para mejorar,
dirigir o restaurar la función del sistema inmunitario.

El inhibidor de puntos de control inmunitarios pembrolizumab (Keytruda) se utiliza


para tratar el cáncer de cuello uterino que ha recurrido o se ha diseminado a otras
partes del cuerpo durante o después del tratamiento con quimioterapia. Algunas
células cancerosas manifiestan la proteína PD-L1, que se une a la proteína PD-1
en las células T. Las células T son células del sistema inmunitario que matan a
ciertas células, como las células cancerosas. Cuando las proteínas PD-1 y PD-L1
se unen, la célula T no ataca a la célula cancerosa. Pembrolizumab es un inhibidor
de la proteína PD-1, por lo que bloquea la unión entre la PD-1 y la PD-L1, lo que
permite que las células T encuentren y ataquen a las células cancerosas.

Diferentes tipos de inmunoterapia pueden causar diferentes efectos secundarios.


Los efectos secundarios frecuentes incluyen reacciones cutáneas, síntomas
similares a la gripe, diarrea y cambios de peso. Hable con su médico sobre los
posibles efectos secundarios de la inmunoterapia recomendada para usted.
Obtenga más información sobre los aspectos básicos de la inmunoterapia.

3. Autoexamen de mama

Un autoexamen de mamas es un chequeo que una mujer se realiza en casa para


buscar cambios o problemas en el tejido mamario. Muchas mujeres sienten que
hacer esto es importante para su salud.

Sin embargo, los expertos no se ponen de acuerdo respecto a los beneficios de


los autoexámenes de mamas para detectar el cáncer de mama o salvar sus vidas.
Hable con el proveedor de atención médica respecto a si el autoexamen de
mamas es apropiado en su caso.

El mejor momento para hacerse un autoexamen mensual de las mamas es más o


menos de 3 a 5 días después del comienzo del periodo. Hágalo siempre al mismo
momento cada mes. Las mamas no están tan sensibles o con protuberancias en
ese tiempo en su ciclo menstrual.
Si usted ha llegado a la menopausia, realícese el examen el mismo día todos los
meses.

Empiece por acostarse boca arriba. Es más fácil examinarse todo el tejido
mamario si está acostada.
 Coloque la mano derecha por detrás de la cabeza. Con los dedos del medio
de la mano izquierda presione suave pero con firmeza haciendo
movimientos pequeños para examinar toda la mama derecha.
 Luego, estando sentada o de pie, palpe la axila, ya que el tejido mamario se
extiende hasta esta zona.
 Presione suavemente los pezones, verificando si hay secreción. Repita el
proceso en la mama izquierda.
 Utilice uno de los patrones que se muestran en el diagrama para constatar
que esté cubriendo todo el tejido mamario.
Luego, párese frente a un espejo con los brazos a los lados.
 ire las mamas directamente y en el espejo. Busque cambios en la textura
de la piel, como hoyuelos, arrugas, abolladuras o piel que luzca como
cáscara de naranja.
 Igualmente observe la forma y el contorno de cada mama.
 Revise para ver si el pezón está hundido.

Haga lo mismo con los brazos elevados por encima de la cabeza.


Su objetivo es acostumbrarse a sentir sus senos. Esto le ayudará a encontrar algo
nuevo o diferente. Si lo hace, comuníquese con su proveedor de inmediato (10).
4. Examen Ginecológico

Para la atención ginecológica, una mujer debe escoger un profesional con quien
pueda hablar con confianza de ciertos temas delicados, como el sexo, el control
de la natalidad y el embarazo, o los problemas relacionados con la menopausia.
El profesional sanitario puede ser un médico, una enfermera-comadrona, una
enfermera practicante o un auxiliar médico.

Una evaluación ginecológica incluye la anamnesis ginecológica y el examen


ginecológico.

La exploración ginecológica se refiere específicamente a la exploración del


aparato reproductor femenino. Incluye una exploración mamaria. Si las
circunstancias de la mujer lo justifican y la mujer lo desea, se realiza una
exploración pélvica. Pero el médico (u otro profesional de la salud) puede
proporcionar atención médica más general y hacer un examen físico más amplio
durante la visita ginecológica.

Si una mujer tiene alguna duda o temor sobre la exploración ginecológica, debe
hablar de ello con el médico antes de la exploración. Si alguna parte de la
exploración causa dolor, hay que decirlo. Por lo general, se indica a la mujer que
orine antes de la exploración física, y se le puede pedir que recoja una muestra
de orina para su análisis.

El médico puede palpar el cuello y la glándula tiroidea para detectar masas y


anomalías. Una glándula tiroidea aumentada de tamaño e hiperactiva
(hipertiroidismo) puede causar anomalías menstruales. Se explora la piel en
busca de signos de acné, vello corporal excesivo más típico de hombres
(hirsutismo), manchas y crecimientos.

Normalmente se realiza una exploración de las mamas antes de la exploración


ginecológica. En posición sentada, se exploran las mamas en busca de
irregularidades, retracciones, adherencias de la piel, bultos y secreción. Luego,
en posición sentada o tumbada, con los brazos por encima de la cabeza, se
palpa cada mama con la palma de la mano y se examina cada axila en busca de
ganglios linfáticos aumentados de tamaño, protuberancias y anomalías. Mientras
se realiza la exploración, puede revisarse con la mujer la técnica
de autoexploración mamaria.

Puede usarse un estetoscopio para escuchar la actividad del intestino y para


detectar ruidos anormales producidos por la sangre fluyendo a través de vasos
sanguíneos estrechados. También se percute con los dedos en algunas áreas
del abdomen, y se palpa suavemente todo el abdomen para detectar la
presencia de crecimientos anormales u órganos internos aumentados de tamaño,
en especial el hígado y el bazo. Aunque se pueden sentir algunas molestias
cuando se realiza una palpación profunda, la exploración no debe ser dolorosa.
También se puede revisar el pulso en la ingle (que normalmente está presente) y
la existencia de ganglios linfáticos aumentados de tamaño y hernias.

Exploración Pélvica

Se realiza una exploración ginecológica cuando


 Las mujeres presentan síntomas, como dolor pélvico.
 Es necesario realizar pruebas de cribado para detectar cáncer de
cuello uterino u otros trastornos.

Las mujeres deben contactar con su médico para saber si es necesario
realizarles exploraciones ginecológicas a esa edad y con qué frecuencia.

A los 21 años la mayoría de las mujeres deben comenzar a hacerse pruebas de


cribado del cáncer de cuello uterino, como la de Papanicoláu (Pap).

La exploración pélvica incluye los siguientes elementos:


 Exploración de los órganos reproductores externos
 Evaluación y examen de los órganos reproductores internos
 Examen del recto (a veces)
Durante la exploración pélvica, la mujer se coloca tumbada boca arriba con las
caderas y las rodillas flexionadas y las nalgas en el borde de la camilla. Las
camillas especiales para exploración ginecológica cuentan con estribos para las
piernas que ayudan a mantenerse en esta posición. Por lo general, se
proporciona a la mujer una talla o una bata abierta, y se pide a un auxiliar que
esté presente durante la exploración y, a veces, que ayude al examen. Si la
mujer desea observar la exploración debe comentarlo con el médico, que le
proporcionará un espejo. Se puede explicar la exploración o comentar los
hallazgos antes, durante o después de esta.

Antes de que comience el examen pélvico, el médico le pide a la mujer que relaje
sus piernas y caderas y respire profundamente.

Durante la exploración, primero se inspecciona la zona genital externa y se


observan la distribución del vello y la presencia de anomalías, decoloración,
secreción o inflamación. Esta exploración puede no detectar alteraciones o dar
pistas de trastornos hormonales, cáncer, infecciones, lesiones o abusos
sexuales.
Se distienden los tejidos alrededor del orificio de la vagina (labios) y se explora la
abertura. Con un espéculo (instrumento metálico o de plástico que separa las
paredes de la vagina) se exploran las áreas más profundas de la vagina y el
cuello uterino (la parte inferior del útero). Este último se explora meticulosamente
para detectar señales de irritación o de cáncer de cuello uterino. El médico
puede emplear un pequeño cepillo de plástico para obtener una muestra para su
análisis, por lo general una prueba de Papanicoláu (citología) o una variante de
ésta (para la detección sistemática del cáncer de cuello uterino). Se puede tomar
una muestra para detectar infecciones de transmisión sexual.

El médico indica a la mujer que haga un esfuerzo (como si fuera a defecar) para
determinar con mayor facilidad si hay prolapso de la vejiga, el recto o el intestino
dentro de la vagina (denominado prolapso de órgano pélvico).

Después de retirar el espéculo de la vagina, el médico inserta sus dedos índice y


corazón protegidos por un guante y palpa la pared vaginal para determinar su
fuerza y consistencia. También se palpan posibles tumores o áreas dolorosas al
tacto dentro de la vagina.

Con los dedos todavía en el interior de la vagina, el médico coloca la otra mano
en el abdomen inferior por encima del hueso púbico (esta técnica recibe el
nombre de examen bimanual). Entre las dos manos, el útero se palpa
habitualmente como una estructura con forma de pera, lisa y firme, y es posible
determinar su posición, tamaño, consistencia y dolor a la palpación (si existe).

A continuación se palpan los ovarios desplazando la mano sobre el abdomen


hacia los lados y ejerciendo una presión ligeramente mayor. Se necesita más
presión porque los ovarios son pequeños y resultan mucho más difíciles de
palpar que el útero. Esta parte de la exploración puede resultar molesta, pero no
suele ser dolorosa. Se determina el tamaño de los ovarios y si presentan dolor a
la palpación.

Tacto rectal
Puede hacerse un tacto rectal; para lo cual se introduce el dedo índice por la
vagina y el dedo corazón por el recto y así se explora la pared posterior de la
vagina con el fin de detectar crecimientos anormales o engrosamientos.
Además, puede explorarse el recto en busca de hemorroides, fisuras, pólipos y
tumoraciones. Para detectar sangre oculta, se obtiene una pequeña muestra de
heces con un dedo enguantado. También es posible entregar un kit para realizar
la prueba de sangre oculta en heces en casa (11).
5. Previniendo identificación de ITS

Las infecciones de transmisión sexual (ETS) son infecciones que se contagian por
contacto sexual. Aunque la incidencia de ETS en realidad ha disminuido en los
Estados Unidos durante la última década, el número de esas infecciones en los
niños y adolescentes aún es muy alto. Aproximadamente 25% de los adolescentes
tendrán una ETS antes de graduarse de la secundaria.

Las bacterias o los virus causan las ETS. Cualquier persona que tiene sexo con
otra persona se puede contagiar. Mientras que los síntomas de ETS pueden ir
desde una leve irritación y malestar a un dolor severo, muchas veces es posible
que no haya ningún síntoma. La ETS conocida como clamidia, por ejemplo,
generalmente no muestra síntomas y ocasiona solamente síntomas leves. El
diagnóstico posiblemente no se hará hasta que se presenten complicaciones.

Los adolescentes y jóvenes adultos tienen mayores tasas de ETS que cualquier
otro grupo de edad. Una de las razones principales es que con frecuencia tienen
sexo sin protección. También tienen más probabilidades biológicamente de
desarrollar una infección. Además, tienen menos probabilidades de acudir a los
servicios de atención médica que les pueden dar información sobre cómo
protegerse contra las ETS.
Prevención de las ETS

La mejor manera en que los adolescentes pueden prevenir las ETS es no tener
relaciones sexuales. Ellos deben comprender que cuando eligen tener sexo, esta
es una decisión que puede afectarles por el resto de su vida. Los adolescentes
deben saber que tener sexo puede ocasionar un embarazo o una ETS. Asegúrese
de que su adolescente comprende los riesgos. Por ejemplo, asegúrese de que
sabe que el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), el cual es
ocasionado por el virus de inmunodeficiencia (VIH), es una causa importante de
muerte en las personas de 15 a 24 años. La presencia de otras ETS como la
clamidia, herpes, gonorrea y sífilis pueden aumentar la probabilidad de contraer
una infección de VIH. De acuerdo con el Centro de control y prevención de
enfermedades, las personas que tienen ETS tienen por lo menos de 2 a 5 veces
más riesgo de adquirir VIH por medio del contacto sexual.

Las infecciones de transmisión sexual también pueden ocasionar enfermedad


inflamatoria pélvica en las mujeres (una infección del útero y las trompas de
Falopio) y epididimitis en los hombres (inflamación del tubo en espiral detrás de
los testículos). Las complicaciones de las ETS pueden ocasionar infertilidad o un
embarazo ectópico (un óvulo fertilizado que crece fuera de la matriz). Si una mujer
está embarazada, un ETS puede infectar su bebé.

Los adolescentes pueden enfrentar presión de los compañeros para tener sexo.
Ellos deben comprender que pueden resistir esa presión y que está bien esperar
para tener sexo. Recuerde a su adolescente que decir “no” posiblemente no será
fácil algunas veces, pero decir “no” en la actualidad es mejor que hacer algo de lo
que pueda arrepentirse mañana. Proporcione alguna guía sobre lo que su
adolescente puede decir sin herir los sentimientos de su pareja, como:

 “Me gustas mucho, pero aún no estoy listo para tener sexo”.
 “En realidad me divierto mucho contigo y no me gustaría arruinar nuestra
relación con el sexo”.
 “Eres una persona maravillosa, pero el sexo no es la forma en que yo
demuestro que alguien me gusta”.
 “Quiero esperar hasta casarme para tener sexo”.

Además, dígale a su adolescente que consumir alcohol o drogas puede afectar su


capacidad de tomar una buena decisión. Las drogas y el alcohol pueden hacer
que sea más difícil permanece firme acerca de la elección de esperar para tener
sexo. Incluso los adolescentes que son sexualmente activos pueden intentar
comportamientos sexuales de alto riesgo mientras toman alcohol o usan drogas.
Si un adolescente empieza a tener sexo, es importante que practique el sexo
seguro (12). El sexo seguro significa usar un método anticonceptivo de barrera
(por ejemplo, preservativos de látex) cada vez, empezando con la primera
experiencia sexual. Los preservativos no son una garantía contra las ETS. La
única manera de prevenir realmente el contagio de una ETS es no tener sexo. Sin
embargo, los preservativos pueden reducir significativamente el riesgo de ETS y
VIH. Hable con su adolescente acerca de cómo puede reducir su riesgo de ETS al
limitar la cantidad de parejas sexuales durante su vida.

Cualquiera que es sexualmente activo debe hacerse pruebas de ETS


regularmente. Las mujeres deben hacerse un examen de Papanicolaou
anualmente. Esta es la primera línea de defensa contra el cáncer cervical y los
cambios precancerosos ocasionados por el papiloma virus. Muchos médicos
recomiendan que todos los adolescentes sexualmente activos se hagan pruebas
dos veces al año para gonorrea y clamidia y una vez al año para sífilis. La
asesoría regular sobre el VIH también es importante. Las pruebas se deben
realizar con más frecuencia si ocurren síntomas como una descarga vaginal
anormal, irritación o dolor.

Uso correcto de preservativos

Aunque posiblemente usted ha hablado claramente con su adolescente sobre las


ventajas de esperar para tener sexo, debe hablarle sobre los anticonceptivos. Para
prevenir la transmisión de ETS, se debe enseñar a los adolescentes cómo usar los
preservativos de manera efectiva. El preservativo debe estar hecho de látex. Los
estudios de laboratorio han demostrado que el VIH y otros virus pueden pasar a
través de los preservativos de membrana natural o de piel de cordero. Recuerde a
su adolescente que otras formas de control anticonceptivo, incluyendo píldoras
anticonceptivas, inyecciones como Depo-Provera y los implantes como Norplant,
no previenen las ETS. Solo los preservativos de látex ofrecen esta protección (13).

Comparta la siguiente información sobre el uso correcto de preservativos


masculinos con su adolescente:

 Se debe usar un nuevo preservativo cada vez que su adolescente tiene


sexo.
 Los preservativos se deben manipular con cuidado para evitar que se
rompan o corarlos con las uñas, los dientes o instrumentos afilados.
 Un preservativo se debe colocar en el pene después de que está erecto y
antes de cualquier contacto genital.
 Se debe usar suficiente lubricación durante las relaciones sexuales con un
preservativo. Si se usa un lubricante en la parte externa del preservativo,
debe ser un producto a base de agua como K-Y Jelly, Astroglide o Aqua-
Lube. Los lubricantes a base de aceite como la vaselina o las lociones
corporales pueden debilitar el material látex.
 Al retirarlo, el preservativo se debe sostener firmemente contra la base del
pene para evitar que se deslice. El retiro se debe hacer con el pene aún
erecto.

Un preservativo femenino, hecho como una funda de poliuretano lubricado y


llamado Reality, también está disponible. Siga las instrucciones en el empaque del
producto para usarlo correctamente.

¿Está en riesgo su adolescente?

Los estudios demuestran que si su adolescente tiene una o más de las siguientes
características, él o ella tiene mayor probabilidad de contagiarse de una
enfermedad de transmisión sexual:

 Varias parejas sexuales


 Contacto sexual con una o más personas con una ETS conocida, ya sea en
el presente o en el pasado
 Relaciones sexuales con una nueva pareja durante los últimos 2 meses
 Más de 2 parejas sexuales en los últimos 12 meses
 Síntomas o signos de una ETS
 Haber sido un paciente en una clínica de ETS
 No usar anticonceptivos o el uso de un anticonceptivo sin barrera (por
ejemplo, píldoras anticonceptivas)
 Actividad homosexual masculina
 Personas sin hogar
 Uso de drogas inyectadas (por ejemplo, heroína)
 Participar en “sexo de supervivencia” (por ejemplo, intercambiar sexo por
dinero, alimentos, drogas o refugio)
 Haber pasado tiempo en una instalación de detención

Referencias Bibliográficas.

1. Organización Mundial de la Salud. Programas y proyectos. Salud de


la madre, el recién nacido, del niño y del adolescente. OMS 2018.
Disponible en:
http://www.who.int/maternal_child_adolescent/topics/adolescence/de
v/es

2. Departamento de Epidemiología, Ministerio de Salud Pública y


Asistencia Social a Programa Nacional de Salud Reproductiva.
Comunicación personal. Guatemala; octubre 2017.

3. Organización Mundial de la Salud. Directrices de la OMS para La


Prevención del Embarazo Precoz y los Resultados Reproductivos
Adversos en adolescentes de los países en desarrollo. Informe de un
grupo científico de la OMS. Ginebra: OMS; 2011.

4. Departamento de Promoción y Educación en Salud, Ministerio de


Salud Pública y Asistencia Social a Programa Nacional de Salud
Reproductiva. Comunicación personal. Guatemala; enero 2018.
5. Secretaria de Planificación y Programación de la Presidencia.
Política Nacional de Juventud 2010-2015: Construyendo una Nación
Pluricultural, Incluyente y Equitativa. Guatemala; 2010.

6. Procurador de Derechos Humanos de Guatemala. Análisis de la


Situación de Embarazos en Niñas y Adolescentes en Guatemala
2011-2013: Informe Temático. Guatemala.

7. Ministerio de Salud de El Salvador. Salud Sexual y Reproductiva de


los y las adolescentes y jóvenes en América Latina: Incorporando la
Perspectiva de Derechos Humanos en las inversiones de Salud
Pública. El Salvador; 2012.

8. Institución del Procurador de los Derechos Humanos, Defensoría de


los Derechos de la Mujer. Análisis de la situación: Embarazos en
niñas y adolescentes en Guatemala 2011-2013. Pp 16. Informe
temático. Guatemala; 2013.

9. Consejo Nacional de la Juventud, Gabinete Especifico de la


Juventud, Fondo de Población de las Naciones Unidas. Plan
Nacional de Prevención de Embarazos en Adolescentes y Jóvenes
2013-2017. Guatemala; 2015.

10. Organización Mundial de la Salud. Departamento de Salud


Reproductiva e Investigaciones. Recomendaciones Sobre Prácticas
Seleccionadas para el Uso de Anticonceptivos. 3da. Edición. Suiza;
2018.

11. OMS. USAID. Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health.


Planificación familiar. Un manual mundial para proveedores. Estados
Unidos. 2011.

12. World Health Organization. Medical eligibility criteria for contraceptive


use. Firth edition. Geneva 2015.

13. Organización Panamericana de la Salud. IMAN Servicios: Normas de


atención de salud sexual y reproductive de adolescentes. Informe de
un grupo científico de OPS. Washington, D.C. OPS; 2005.

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