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Principios de Consejería
Las PAE actúan evitando o retrasando la liberación de óvulos por los ovarios
(ovulación). Además espesan el moco cervical impidiendo el paso de los
espermatozoides. No provocan aborto, ni perjudican si hay un embarazo existente
(4).
Abordar las ideas erróneas sobre quien puede y quien no puede utilizar métodos
de anticoncepción seguros.
Simple
Sencillo
Rápido
No doloroso
Efectivo
A partir de los 25 años, y hasta los 64 años de edad, se debe realizar el PAP cada
tres años.
La Inspección Visual Directa con Ácido Acético (IVAA) es una técnica que
ayuda a diferenciar el tejido sano del tejido canceroso.
Las mujeres con cáncer de cuello uterino pueden tener inquietudes sobre si el
tratamiento que reciben puede afectar su función sexual y la capacidad para tener
hijos, llamada fertilidad, o de qué manera puede hacerlo, de modo que deben
hablar sobre estos temas con el equipo de atención médica antes de comenzar el
tratamiento. Las mujeres embarazadas deben hablar con el médico sobre la
manera en que los tratamientos podrían afectarlos tanto a ella como al bebé en
gestación. El tratamiento podría posponerse hasta después del nacimiento del
bebé (7).
Cirugía
La cirugía es la extirpación del tumor y de parte del tejido circundante sano
durante una operación. Un oncólogo ginecológico es un médico especializado en
el tratamiento del cáncer ginecológico mediante cirugía. A menudo se utilizan
estos procedimientos en el cáncer de cuello uterino que no se ha diseminado más
allá del cuello uterino:
Para casos en los que el cáncer de cuello uterino se ha diseminado más allá del
cuello uterino, puede usarse el siguiente procedimiento:
Cada uno de estos tipos de terapias se analiza a continuación con más detalle.
Una persona puede recibir 1 tipo de terapia sistémica por vez o una combinación
de terapias sistémicas al mismo tiempo. También se pueden administrar como
parte de un plan de tratamiento que puede incluir cirugía y/o radioterapia.
Quimioterapia
Terapia dirigida
No todos los tumores tienen los mismos blancos. Para determinar cuál es el
tratamiento más efectivo, el médico puede realizar pruebas para identificar los
genes, las proteínas y otros factores involucrados en el tumor. Esto ayuda a que
los médicos puedan encontrar el tratamiento más efectivo que mejor se adapte a
cada paciente, siempre que sea posible. Además, continúan realizándose estudios
de investigación para obtener más información sobre objetivos moleculares
específicos y tratamientos nuevos dirigidos a ellos. Obtenga más información
sobre los conceptos básicos de los tratamientos dirigidos.
Inmunoterapia
3. Autoexamen de mama
Empiece por acostarse boca arriba. Es más fácil examinarse todo el tejido
mamario si está acostada.
Coloque la mano derecha por detrás de la cabeza. Con los dedos del medio
de la mano izquierda presione suave pero con firmeza haciendo
movimientos pequeños para examinar toda la mama derecha.
Luego, estando sentada o de pie, palpe la axila, ya que el tejido mamario se
extiende hasta esta zona.
Presione suavemente los pezones, verificando si hay secreción. Repita el
proceso en la mama izquierda.
Utilice uno de los patrones que se muestran en el diagrama para constatar
que esté cubriendo todo el tejido mamario.
Luego, párese frente a un espejo con los brazos a los lados.
ire las mamas directamente y en el espejo. Busque cambios en la textura
de la piel, como hoyuelos, arrugas, abolladuras o piel que luzca como
cáscara de naranja.
Igualmente observe la forma y el contorno de cada mama.
Revise para ver si el pezón está hundido.
Para la atención ginecológica, una mujer debe escoger un profesional con quien
pueda hablar con confianza de ciertos temas delicados, como el sexo, el control
de la natalidad y el embarazo, o los problemas relacionados con la menopausia.
El profesional sanitario puede ser un médico, una enfermera-comadrona, una
enfermera practicante o un auxiliar médico.
Si una mujer tiene alguna duda o temor sobre la exploración ginecológica, debe
hablar de ello con el médico antes de la exploración. Si alguna parte de la
exploración causa dolor, hay que decirlo. Por lo general, se indica a la mujer que
orine antes de la exploración física, y se le puede pedir que recoja una muestra
de orina para su análisis.
Exploración Pélvica
Antes de que comience el examen pélvico, el médico le pide a la mujer que relaje
sus piernas y caderas y respire profundamente.
El médico indica a la mujer que haga un esfuerzo (como si fuera a defecar) para
determinar con mayor facilidad si hay prolapso de la vejiga, el recto o el intestino
dentro de la vagina (denominado prolapso de órgano pélvico).
Con los dedos todavía en el interior de la vagina, el médico coloca la otra mano
en el abdomen inferior por encima del hueso púbico (esta técnica recibe el
nombre de examen bimanual). Entre las dos manos, el útero se palpa
habitualmente como una estructura con forma de pera, lisa y firme, y es posible
determinar su posición, tamaño, consistencia y dolor a la palpación (si existe).
Tacto rectal
Puede hacerse un tacto rectal; para lo cual se introduce el dedo índice por la
vagina y el dedo corazón por el recto y así se explora la pared posterior de la
vagina con el fin de detectar crecimientos anormales o engrosamientos.
Además, puede explorarse el recto en busca de hemorroides, fisuras, pólipos y
tumoraciones. Para detectar sangre oculta, se obtiene una pequeña muestra de
heces con un dedo enguantado. También es posible entregar un kit para realizar
la prueba de sangre oculta en heces en casa (11).
5. Previniendo identificación de ITS
Las infecciones de transmisión sexual (ETS) son infecciones que se contagian por
contacto sexual. Aunque la incidencia de ETS en realidad ha disminuido en los
Estados Unidos durante la última década, el número de esas infecciones en los
niños y adolescentes aún es muy alto. Aproximadamente 25% de los adolescentes
tendrán una ETS antes de graduarse de la secundaria.
Las bacterias o los virus causan las ETS. Cualquier persona que tiene sexo con
otra persona se puede contagiar. Mientras que los síntomas de ETS pueden ir
desde una leve irritación y malestar a un dolor severo, muchas veces es posible
que no haya ningún síntoma. La ETS conocida como clamidia, por ejemplo,
generalmente no muestra síntomas y ocasiona solamente síntomas leves. El
diagnóstico posiblemente no se hará hasta que se presenten complicaciones.
Los adolescentes y jóvenes adultos tienen mayores tasas de ETS que cualquier
otro grupo de edad. Una de las razones principales es que con frecuencia tienen
sexo sin protección. También tienen más probabilidades biológicamente de
desarrollar una infección. Además, tienen menos probabilidades de acudir a los
servicios de atención médica que les pueden dar información sobre cómo
protegerse contra las ETS.
Prevención de las ETS
La mejor manera en que los adolescentes pueden prevenir las ETS es no tener
relaciones sexuales. Ellos deben comprender que cuando eligen tener sexo, esta
es una decisión que puede afectarles por el resto de su vida. Los adolescentes
deben saber que tener sexo puede ocasionar un embarazo o una ETS. Asegúrese
de que su adolescente comprende los riesgos. Por ejemplo, asegúrese de que
sabe que el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), el cual es
ocasionado por el virus de inmunodeficiencia (VIH), es una causa importante de
muerte en las personas de 15 a 24 años. La presencia de otras ETS como la
clamidia, herpes, gonorrea y sífilis pueden aumentar la probabilidad de contraer
una infección de VIH. De acuerdo con el Centro de control y prevención de
enfermedades, las personas que tienen ETS tienen por lo menos de 2 a 5 veces
más riesgo de adquirir VIH por medio del contacto sexual.
Los adolescentes pueden enfrentar presión de los compañeros para tener sexo.
Ellos deben comprender que pueden resistir esa presión y que está bien esperar
para tener sexo. Recuerde a su adolescente que decir “no” posiblemente no será
fácil algunas veces, pero decir “no” en la actualidad es mejor que hacer algo de lo
que pueda arrepentirse mañana. Proporcione alguna guía sobre lo que su
adolescente puede decir sin herir los sentimientos de su pareja, como:
“Me gustas mucho, pero aún no estoy listo para tener sexo”.
“En realidad me divierto mucho contigo y no me gustaría arruinar nuestra
relación con el sexo”.
“Eres una persona maravillosa, pero el sexo no es la forma en que yo
demuestro que alguien me gusta”.
“Quiero esperar hasta casarme para tener sexo”.
Los estudios demuestran que si su adolescente tiene una o más de las siguientes
características, él o ella tiene mayor probabilidad de contagiarse de una
enfermedad de transmisión sexual:
Referencias Bibliográficas.