Una mañana Malwida , la reina de los colores se colocó delante de la

puerta de su castillo y llamo a sus subditos.

 ¡Azuuuuul !, y el azul se
presento.

Era suave y delicado, saludó a

Malwida amablemente y cubrió
el cielo y a la reina y
desapareció sin hacer ruido.

Despues Malwida llamo al rojo

¡Roooooojo!
 Que casi le hace caer.

¡auuuuuuuuush!

Malwida le ordenó

¡conviértete en un caballo! y
cabalgaron juntos.

El rojo era indómito y se atrevía con

cosas peligrosas

¡Madre mía!

Malwida también se sentía rebelde y

peligrosa.
 Aunque terminó por hartarse y
ordenó al rojo que
desapareciera.

¡Fuera de aquí!

Quedo algo rosa, pero no por mucho

tiempo, porque llegó el amarillo.

¡Ay quédate eres tan cálido y luminoso!

Le dijo la reina Malwida.

Pero el amarillo no solo era cálido y

luminoso, sino que también podía ser
quisquilloso y ordinario.

como Malwida también podía serlo se pelearon.

¡A ver a ver que no voy a estar todo el día aquí calentando a su
majestad, que tengo otras cosas que hacer! Le dijo el color amarillo

¡Pero bueno como se atreve un

color así hablarle a su reina!

¡Venga, venga, venga que me

tengo que ir!

¡Huyys ordinario!

¡uf aprovechada!

El suave azul quiso apaciguarlo, pero no consiguió imponerse.

Entonces llego curioso el rojo

y todo se volvió gris.
Y más gris y más gris y más gris .

Malwida era gris, el castillo era gris, la montaña era gris, el cielo
era gris.

¡Lárgate ¡dijo Malwida, que

insultaba y gritaba por
todos lados.
¡Fuera color feo, tristón, que te laaaargues!

Como el gris no permitió que le

ordenara nada, se quedó así, y paso
mucho tiempo.

La reina de los colores ya no era

reina, ya no era indómita, no era
suave, ni cálida, solo estaba triste.

Entonces Malwida se puso a llorar, al

principio débilmente y en un susurro.
Después cada vez más fuerte y alto
y fluyeron cantidades de lágrimas y
cuanto más lloraba más desaparecía
el gris, en su lugar se encontraban
sus lágrimas por todas partes

Y aparecieron nuevamente el suave

azul, El indómito rojo, el cálido y a
veces ordinario amarillo.

y Malwida se puso a jugar con

todos los colores, y se rieron
todos juntos y dibujaron
animales en el aire, y bailaron
juntos,
Corrieron juntos, Cantaron

Dieron volteretas y saltaron hasta

que se cansaron.
Y finalmente el suave azul lo cubrió todo.