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Una noche, después de pensarlo por


un tiempo, Harold decidió salir a caminar
bajo la luna.
i
            
      
  


No había luna, pero Harold necesitaba


una para salir a caminar bajo la luna.
O 
 
Y también necesitaba algo sobre lo
cual poder caminar.

    
Dibujó un largo camino derecho para
no perderse.
      
 

   
  
Y así
O se fue a caminar, llevando

   su

  
gran crayola morada con él.
  
    



r
    
 
  
   


Pero parecía no llegar
a ningún lugar con su
largo camino derecho.
 


 

 O 
  




Entonces se salió del camino


por un atajo. Y la luna fue
con él.
i

 
 
 
 

   
 

El atajo lo llevó
justo a un lugar
donde Harold
pensó que tenía
que haber un
bosque.
     

   
  
  
    

Como no quería perderse


en el bosque, dibujó un
bosque muy pequeño,
sólo con un árbol.
°
Resultó  
ser un manzano. 
 
i
    
 


 
  
Las manzanas serían muy sabrosa
cuando se pusieran rojas, pensó
Harold.
 
 
      

   
 
Entonces puso un dragón terrible bajo
el árbol para cuidar las manzanas.
Era un dragón muy terrible.
°   
  
  
Incluso asustó a Harold, quien se echó
°
hacia  

atrás.   

Su mano con la crayola roja, tembló.
 
 
 
 
  

De repente se dio cuenta de lo que

estaba 
 

sucediendo.
 
  
Pero para ese entonces Harold estaba
r
     
de cabeza en un océano.

 
    
Se puso a pensar rápido.

   
O Y  
 
en un santiamén estaba
a   
trepando un pequeño bote.
  
Rápidamente empezó a navegar.
   
O Y

la luna navegó 
con él. 



O 

 
Después de navegar un buen 
 
 
rato, Harold llegó a tierra sin 
mayores problemas.


 
 

Desembarcó en la playa, 

preguntándose dónde estaba.

   
 

 
La playa de arena le hizo pensar en un
i
  
    
picnic.
 OY 


 
pensar en un picnic, le dio
 
hambre...


  
Por eso, se armó un picnic.
 
   
  

Sólo había pastel.
i
   
 
Pero sólo había de los nueve
r
     
 
pasteles favoritos de Harold.

   
Cuando Harold terminó su picnic,
ð
   

  
todavía quedaba mucha comida.

   
No le gustó ver que se desperdiciara

   

el pastel.
     
Entonces Harold dejó un alce
   
  
hambriento y un puercoespín
    
para terminar la comida. 
    

Y así se fue, buscando una
O  
  
montaña para trepar,
 

   
 
 
para ver dónde estaba.
Harold sabía que cuando más
alto fuera, más lejos podría ver.

Entonces, decidió
dibujar una montaña
más alta.
Si fuera lo suficientemente alto,
pensó, podría ver la ventana
de su dormitorio.
Se empezó a sentir cansado
y pensó que lo mejor sería
meterse en la cama.
Esperó poder ver la ventana
de su habitación desde lo
alto de la montaña.
Pero cuando estaba mirando al
otro lado de la montaña, se resbaló.
Y no había "del otro lado de la
montaña".... estaba cayendo en
el vacío.
Pero por suerte, conservó
su ingenio y su crayola morada.
Dibujó un globo y se tomó
firmemente de él.
Y dibujó un canasto bajo el globo,
lo suficientemente grande para
entrar en él.
Podía ver muchas cosas desde
lo alto del globo.
Pero no podía ver su ventana.
Ni siquiera podía ver una casa.
Entonces, dibujó una casa.
Con ventanas.
Y aterrizó el globo en el jardín
de la casa.
Ninguna de las ventanas
eran sus ventanas.
Trató de pensar dónde
debía encontrarse su
ventana.
Entonces decidió preguntar
a un policía.
El policía apuntó en la
dirección que él estaba yendo
de todas maneras.
Pero le agradeció igual.
Recordó dónde estaba su
dormitorio cuando vio la luna.
Siempre estaba todo bien
cuando la luna estaba cerca.
Entonces Harold dibujó
su cama.
Luego dibujó las sábanas
y se cubrió con ellas.
La crayola morada cayó al piso.
Y Harold cayó en un profundo
sueño.

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