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AUTORES LITERARIOS GUATEMALTECOS

Miguel Ángel Asturias


(Guatemala, 1899 - París, 1974) Poeta,
narrador, dramaturgo, periodista y diplomático
guatemalteco considerado uno de los
protagonistas de la literatura
hispanoamericana del siglo XX. Precursor de
la renovación de las técnicas narrativas y del
realismo mágico que cristalizaría en el
posterior «Boom» de la literatura
hispanoamericana de los años 60, con su
personalísimo empleo de la lengua castellana
construyó uno de los mundos verbales más
densos, sugerentes y dignos de estudio de las letras hispánicas.
Se graduó de abogado en la Universidad de San Carlos, en Guatemala, donde
participó en la lucha contra la dictadura de Estrada Cabrera, hasta que éste fue
derrocado en 1920. Dos años después fundó y dirigió la Universidad Popular; ya
en ese entonces había publicado sus primeros textos. Partió luego a Europa,
donde vivió intensamente los movimientos y sucesos que la transformaban, y
estudió lingüística y antropología maya en la Sorbona con el americanista Georges
Raynaud; de esa época es su traducción del Popol Vuh, junto con José María
Hurtado de Mendoza.
Regresó a Guatemala en 1933, donde ejerció la docencia universitaria, fundó el
Diario del Aire, primer radio periódico del país, y vivió una agitada vida cultural y
académica. En el período revolucionario de 1944 a 1954 desempeñó varios cargos
diplomáticos. En 1966 recibió el Premio Lenin de la Paz, y en 1967 el Premio
Nobel de Literatura. Murió en Madrid el 9 de junio de 1974, pero sus restos
reposan en el cementerio de Pere Lachaise, en París.
La obra de Miguel Ángel Asturias
Asturias es considerado precursor del «Boom» hispanoamericano por su
experimentación con las estructuras y recursos formales propios de la narrativa del
siglo XX, patente en autores como Mario Vargas Llosa, Juan Rulfo, Carlos
Fuentes, Ernesto Sábato o Julio Cortázar, y por anticipar en su tratamiento de lo
fantástico el realismo mágico, que tendría su realización más emblemática en Cien
años de soledad, de Gabriel García Márquez. Para comprender la producción de
Asturias se debe tomar en cuenta el profundo influjo que ejercieron en él tanto la
cultura maya como la vida europea. Lo maya se arraiga en la cosmovisión de un
mundo que está asentado en un profundo y auténtico pensamiento mágico y que
atrapa en sus relatos. Por otro lado, el influjo del surrealismo, la amistad con Paul
Éluard y el contacto con el Ulises de James Joyce son las otras fuerzas que
marcan su escritura.
Su obra se inserta en la vanguardia literaria y abarca géneros diversos. Según
Albízurez Palma, un exhaustivo estudioso de la trayectoria de Asturias, "Como
poeta lírico, ha dejado constancia de sus ricas posibilidades en variedad de
creaciones, algunas de temas íntimos, otras vinculadas a temas folclóricos, otras
políticos, otras con sugestiones mágicas, barrocas y de sorprendente fuerza
imaginativa. Como dramaturgo, creó un teatro tocado por el realismo mágico,
denso en significación humana y de notable poderío verbal. Como narrador,
Asturias alcanzó su máximo prestigio. Sus novelas y cuentos revelan una
apasionada y subjetiva captación de la realidad en diversas facetas: la tragedia de
las dictaduras, el mundo mágico del indígena, el mundo de magia y ensueño de la
niñez, las tradiciones de Guatemala; en sus novelas asoman los influjos
entremezclados de diversas tendencias, movimientos y corrientes literarias".

Virgilio Rodriguez Macal


Nació en la ciudad de Guatemala el 28 de junio de 1916, hijo
de Virgilio Rodríguez Beteta y de Elisa Macal Asturias. Su
padre fue un ilustre diplomático e historiador, que escribió
importantes libros sobre la Historia de Guatemala y de
Centroamérica. Virgilio Rodríguez Macal empezó a escribir
en el periódico chileno El Mercurio a la edad de 21 años. Fue
precisamente en Chile, donde vivió cuando su padre fue
embajador de Guatemala en ese país, donde nació La
mansión del pájaro serpiente, una de las más bellas de sus
obras, entre muchas más.
Contrajo matrimonio en Guatemala dos veces con la señora
Olga Chávez Flamenco, con quien procreó en su primer
matrimonio a sus hijas: Olga y Elisa. En la época del nacimiento de su segunda
hija residía en Chile, donde después de divorciarse de su esposa Olga, contrajo
matrimonio con Ana Severín Sáenz, de nacionalidad chilena, con quien procreó a
su único hijo varón, Virgilio. Posteriormente se divorció de Severín Sáenz,
contrayendo matrimonio de nuevo con su primera esposa, Olga Chávez, con quien
procreó a la menor de sus hijas, María Elena.
Dentro de las características de su personalidad de escritor, destaca el hecho de
que no era usual en él corregir lo que escribía. Cuando lo hacía, era para volver a
dejarlo como lo tenía desde la primera vez. Además, escribía muy rápidamente.
Empezaba a escribir y seguía haciéndolo durante muchas horas, por lo cual
terminaba sus obras en corto tiempo. Cuando decidió escribir Carazamba, se dio
cuenta de que faltaban muy pocos días para el Certamen de los Juegos Florales
Centroamericanos de Quezaltenango Guatemala, en el que quería participar por
primera vez, y con su primera obra Guayacan. Contrató una mecanógrafa para
que la obra fuera saliendo de una vez en limpio, para enviarla al certamen. Y en el
comedor de la 10.ª. avenida 9-37 de la zona 1 de la ciudad de Guatemala —casa
de su primera esposa— en diez días escribió Carazamba, la envió al Certamen, y
ganó con ella el Primer Premio.
Su siguiente obra fue Jinayá, también premiada en el mismo certamen, mientras
que Guayacán, fue premiada en el Certamen Nacional Permanente de Ciencias,
Letras y Bellas Artes de Guatemala. Varios de los cuentos de vaquería de su libro
Sangre y Clorofila, fueron presentados a concursos, todos con galardones.
Con Guayacán le sucedió algo muy especial: antes de enviarla al concurso en
Guatemala, cuando vivió en España, la mandó al Certamen Pedro Antonio de
Alarcón, ganando únicamente un Accésit con ella, porque, según le informaron, se
pasaba del número de páginas establecido en las bases del certamen. Sin
embargo, de alguna manera se filtró que la razón por la cual la obra no fue
premiada, fue porque el tema, los lugares y todo el ambiente de la obra, hacían
suponer que se trataba de un autor latinoamericano. Por eso, estando todavía en
España, escribió su novela Negrura, la cual se desarrolla en Europa, durante la
post-guerra. Al año siguiente, participó en el mismo certamen con esta obra,
obteniendo con ella el Premio Pedro Antonio de Alarcón. Esta novela, sin
embargo, no corresponde en nada al que ha sido su estilo característico; en ella
no se reconoce al VRM de gran fuerza y belleza, que caracteriza toda su obra.
Murió el 13 de febrero de 1964 a los 47 años víctima de un cáncer pulmonar,
planificaba una próxima novela a desarrollarse en el Oriente de Guatemala. Las
largas temporadas que pasaba en las selvas del Petén, donde se adentraba a
veces con un guía, a veces solo, fueron indudablemente las que nutrieron su
fantasía para dar vida a todos esos personajes, a todas esas escenas, a todas
esas maravillosas descripciones de ese mundo verde que tanto amó.

José Milla y Vidaurre


José Milla y Vidaurre (Nueva Guatemala de la Asunción,
Primer Imperio Mexicano, 4 de agosto de 1822 - Nueva
Guatemala de la Asunción, República de Guatemala, 30
de septiembre de 1882) fue un escritor guatemalteco del
siglo xix, considerado uno de los fundadores de la novela
en la literatura de su país natal; en especial, él destacó en
la narrativa histórica. También fue ministro de relaciones
exteriores y embajador de Guatemala ante los Estados
Unidos durante el Gobierno del general Rafael Carrera
(1851-1865), siendo uno de los firmantes en 1859 del
decreto en donde se cede Belice a la Gran Bretaña para
explotar madera, a cambio de la construcción de una vía
de comunicación entre la capital de Belice y la de
Guatemala —carretera que Inglaterra jamás construyó—. Estuvo entre el grupo de
periodistas que fundó el Diario de Centro América en 1880.
También conocido como Pepe Milla, sus padres fueron: el general José Justo Milla
Pineda, jefe de Estado de Honduras en 1827, y la señora Mercedes Vidaurre
Molina. José Milla, firmó algunos de sus libros con el anagrama Salomé Jil. Nació
en una familia bien establecida, probablemente propietaria desde la época colonial
de heredades en el actual departamento de Jutiapa. Su padre, nacido en
Honduras —entonces parte de la Capitanía General de Guatemala—, ejerció las
armas. Durante su juventud, vio los múltiples conflictos que la recién
independiente Guatemala debería afrontar por las pugnas entre liberales y
conservadores; no ejerciendo protagonismo político, no obstante, propugnó cierta
afinidad al partido conservador del Clan Aycinena, partido de tendencia absolutista
y negado a reformas ya que de esta forma protegía los privilegios que había
ostendado durante la colonia española.
Realizó sus estudios en el Colegio y Seminario Tridentino de Nuestra Señora de la
Asunción, y luego en la Escuela de Derecho de la Academia de Ciencias de
Guatemala. Dejó las ciencias jurídicas para seguir su inminente vocación, la
literatura, en la que habría de ser prolífico autor de muchos libros, aunque fue
catedrático en la facultad de Derecho y Notariado y luego desempeñó varios
cargos en el Gobierno conservador del presidente vitalicio Rafael Carrera —con
quien primeramente discrepó—; fue secretario de la Hermandad de Caridad del
Hospital General de Guatemala, oficial de la Secretaría de Relaciones Exteriores y
subsecretario general. Fue también un destacado periodista y colaboró en medios
como La Gaceta Oficial y La Semana. Casado con una pariente, descendencia
suya se uniría a la hija de Miguel García Granados —el primer gobernante de los
gobiernos liberales que se iniciaron tras la Reforma Liberal en 1871—
conformando así una típica familia en la línea de la endogamía colonial del país. A
él se debió, en gran medida, la reconsideración de la obra del poeta José Batres
Montúfar, de recuerdo relegado aun en el entorno nacional del momento.
Milla destacó siempre en los escritos de ámbito costumbrista, como Memorias de
un abogado, tal vez una de sus novelas mejor logradas. En el periódico La
Semana, del que fue director, publicó sus Cuadros de costumbres y otras novelas
históricas, La hija del Adelantado (1866), Los nazarenos (1867), El visitador (1867)
y El libro sin nombre. Con esos textos, se le elogiaría como uno de los principales
escritores de novelas históricas del siglo xix en Hispanoamérica, cuando el género
por las influencias románticas gozaba de gran popularidad entre el público
decimonónico. En la mayoría de sus escritos retrató la colonia y la idiosincrasia de
entonces. Asimismo, en sus obras costumbristas mostró una puntual descripción
de la sociedad de su tiempo. Autor también de la leyenda en verso Don Bonifacio
(1862) y de una Historia de la América Central, desde su descubrimiento hasta su
independencia (1879), escrita a sueldo por petición del caudillo liberal Justo Rufino
Barrios.
Se ha vinculado a José Milla y Vidaurre con el municipio de Quesada, en Jutiapa,
Guatemala, porque vivió allí durante ocho años, lugar que le encantó cuando lo
visitó por primera vez entre los años 1849 y 1850, en compañía de Rafael Carrera,
siendo propietario de una hacienda en esa jurisdicción.
El escritor y político hondureño Ramón Rosa Soto relata que en 1867 estudiaba en
la Ciudad de Guatemala y que conoció a Milla por intermedio de su primo, Marco
Aurelio Soto, quien junto a Antonio Batres Jáuregui, Salvador Falla y Ricardo
Casanova y Estrada —futuro arzobispo de Guatemala—, recibía lecciones
privadas de literatura con el reconocido escritor. Rosa cuenta que el encuentro
tuvo lugar en junio de 1867 en la modesta casa que entonces ocupaba el escritor
en el barrio de La Merced y que tanto él como su primo Marco Aurelio Soto,
llegaron a ella luego de haberse deleitado en los jardines del Teatro Nacional; Milla
los recibió amablemente, dando muestras de ser un hombre modesto, afable y
civilizado a pesar de que entonces era una alta figura política en el gobierno
conversador del mariscal Vicente Cerna y Cerna e incluso aceptó que Rosa
asistiera a sus clases privadas de literatura.5 Las lecciones de Milla tenían lugar
de cinco a seis de la tarde en un cuarto-escritorio y en ella le explicaba a sus
estudiantes los preceptos del arte del bien decir, las reglas del arte poética y les
ponía ejemplos con los más famosos clásicos de la literatura española que
conocía perfectamente.

Mario Monteforte Toledo


(Ciudad de Guatemala, 15 de septiembre
de 1911 - 4 de septiembre de 2003 en
Ciudad de Guatemala) fue un escritor,
sociólogo y político guatemalteco. Se
graduó como abogado en 1938 en la
Universidad de San Carlos de Guatemala y
como sociólogo en 1939 en la Universidad
de la Sorbona. Militante destacado del
Partido Unificado de la Revolución, fue
elegido diputado tras el derrocamiento, en
1944, del presidente y dictador Jorge Ubico Castañeda.
Tuvo intensa vida pública de 1946 a 1951. En 1946 acudió como representante de
su país a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, dos años después,
accedió a la vicepresidencia de la República, durante el gobierno de Juan José
Arévalo. También desempeñó la presidencia del Congreso Nacional. En 1956,
debido a la prohibición de los partidos políticos acordada por el presidente Carlos
Castillo Armas, se exilió en México, donde dio clases en la Facultad de Ciencias
Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Estuvo 35
años exiliado, pudiendo volver al país hasta el gobierno del Licenciado Vinicio
Cerezo.
Desde siempre, fue admirador de la cultura indígena guatemalteca, y se destacó
en su profesión: la sociología. Ejerció también la abogacía, sin embargo, su
trabajo preferido era la narrativa y el teatro. Fue autor de una amplia obra literaria
de carácter indigenista, compuesta tanto por novelas como poesías e incluso
teatro, sus publicaciones muestran especialmente la relación entre el ser humano
y la naturaleza, así como la indigna explotación del campesinado guatemalteco.
Falleció de una insuficiencia cardiaca a los 92 años.
Premios
En 1993 le fue concedido el Premio Nacional de Literatura «Miguel Ángel
Asturias», en Guatemala. Con el libro La Puerta Blanca, Monteforte obtuvo el
Premio Internacional de Cuentos Juan Rulfo 2001, concedido por Francia.
Fundación
En 1997, un grupo de escritores organizó la Fundación «Mario Monteforte Toledo»
y desde ese mismo año, entrega un premio literario anual.1 Pero dicho premio se
entregó por última vez en 2014. Desde entonces no se sabe qué va a pasar con el
mencionado premio.

Augusto Monterroso
(Tegucigalpa, Honduras, 1921 - Ciudad de México,
2003) Escritor guatemalteco, uno de los autores
latinoamericanos más reconocidos a nivel
internacional. Aunque nacido en Honduras,
Augusto Monterroso era hijo de padre
guatemalteco y optó por esta nacionalidad al llegar
a su mayoría de edad. Participó en la lucha popular
que derrocó a la dictadura de Jorge Ubico y
posteriormente hubo de exiliarse. Con un
paréntesis en Guatemala y algún destino
diplomático, vivió desde 1944 en México, donde
trabajó en la UNAM y, como traductor, en el Fondo de Cultura Económica.
De formación autodidacta, desde muy joven alternó la lectura de los clásicos de
las lenguas española e inglesa con trabajos que le servían para contribuir al
sostenimiento de su familia. Fue cofundador de la revista literaria Acento y se le
ubica como integrante de la Generación del 40. Escritor de fama internacional,
mereció importantes galardones y reconocimientos, como el premio nacional de
cuento Saker-Ti (Guatemala, 1952), el premio de literatura Magda Donato (México,
1970), el Xavier Villaurrutia (México, 1975), la Orden del Águila Azteca (México,
1988), el premio literario del Instituto Ítalo-Latinoamericano (Roma, 1993), el
Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1997), el
Príncipe de Asturias (España, 2000) y el Juan Rulfo (México, 2000).
Su producción narrativa incide fundamentalmente en el análisis de la naturaleza
humana desde una óptica irónica. La literatura de Augusto Monterroso, sin
embargo, es difícilmente clasificable: textos breves en general, de género
impreciso, en la frontera del relato y la fábula, del ensayo y el aforismo, escritos
con sentido del humor y de la sorpresa. Innovador y renovador de los géneros
tradicionales, específicamente de la fábula, se reconoce su importancia por el
cambio que introduce en la literatura guatemalteca del siglo XX: brevedad e ironía.
Sus relatos denotan una brillante imaginación resuelta en sutilezas. La paradoja y
el humor fino, apoyados en una enorme capacidad de observación y plasmados
en una prosa de singular precisión, denotan una fantasía exuberante y una
extraordinaria concisión.
Una gran variedad de temas se aúnan bajo una misma visión de la vida: irónica,
amarga y tierna al mismo tiempo. Sus libros breves, escuetos y casi perfectos, dan
un ejemplo singular de coherencia vocacional que es, como el propio autor, difícil y
huidiza, crítica y autocrítica, tímida y osada, ya que los caracteriza una manera
muy especial de observar y transmitir la realidad. Traducida a varios idiomas, la
obra de Augusto Monterroso incluye títulos como El concierto y el eclipse (1947),
Uno de cada tres y El centenario (1952), Obras completas y otros cuentos (1959),
La oveja negra y demás fábulas (1969), Movimiento perpetuo (1969), Animales y
hombres (1971), Antología personal (1975), Lo demás es silencio (1978), Las
ilusiones perdidas (1985), Esa fauna (1992) o La vaca (1998).
Una aproximación directa a su persona ofrece la colección de entrevistas Viaje al
centro de la fábula (1981); en 1993 publicó Los buscadores de oro, libro de
memorias. En algunos de sus últimos libros se acrecienta el carácter misceláneo
de su obra: La palabra mágica (1983) y La letra e (1986). Monterroso es uno de
los máximos escritores hispanoamericanos y uno de los grandes maestros del
relato corto de la época contemporánea. Gabriel García Márquez, refiriéndose a
La oveja negra y demás fábulas, escribió: "Este libro hay que leerlo manos arriba:
su peligrosidad se funda en la sabiduría solapada y la belleza mortífera de la falta
de seriedad".

Fray Matías de Córdova


(Tapachula, 1766 - Villa de Chiapas, 1828) Escritor y
erudito guatemalteco. Religioso de la orden de los
dominicos, fue miembro fundador de la Sociedad
Económica de Amigos de Chiapas. Introdujo la
primera imprenta de la región y fundó el periódico El
Pararrayos, desde el que desarrolló una intensa
actividad cultural.
Desde su puesto de profesor de filosofía y teología
en el Convento de Santo Domingo de Chiapas
promovió la creación de nuevas escuelas y la
alfabetización de los indígenas; redactó a tal efecto
diversas obras pedagógicas, como Cuál es el
método más eficaz y seguro para educar al indio
(1797), Método de leer con utilidad los autores antiguos de la elocuencia (1801),
Utilidades de que todos los indios y ladinos se vistan y calcen a la española, y
medios para conseguirlo sin violencia, coacción ni mandato (1824) y Método fácil
de enseñar a leer y a escribir (1824-25).
Participó asimismo en la fundación de la Universidad de San Cristóbal de las
Casas (1826) y de la primera Escuela Normal (1828). Previamente, en 1821, se
había sumado al movimiento independentista de las colonias españolas, y apoyó
la propuesta de anexionar la región de Chiapas a México.
Junto con Rafael Landívar, Fray Matías de Córdova figura entre los principales
representantes del periodo colonial de la literatura guatemalteca. A Matías de
Córdova se debe una de las principales obras de su época, compuesta a finales
del siglo XVIII: La tentativa del león y el éxito de su empresa, fábula de estimable
valor estético contra ciertas conductas humanas que constituye su más destacada
aportación en su faceta de literato.

Luis Aceituno
(Antigua Guatemala, 1958) es un periodista, crítico y
escritor guatemalteco.
Cursó estudios en la Universidad de San Carlos y los
continúo en París, ciudad dónde residió durante más de
una década de exilio forzoso, ganándose la vida como
escritor de cuentos sicalípticos. A su regreso a
Guatemala pasó a trabajar como redactor jefe de la
redacción cultural del diario El Periódico, director de la
revista cultural El Acordeón, redactor jefe de cultura en
El Diario de Centroamérica y director del programa
musical La noche de un día duro. Asimismo ha
desempeñado labor como catedrático en la Universidad Rafael Landívar y en el
Centro Cultural de España en Guatemala.
Resume su vida obra y milagros en la siguiente frase: "Realista mágico en
Macondo, barman en el Vaticano, crítico de rock en Irak, mala influencia en
Antigua, surrealista en Tulumaje, poeta modernista en Nueva York, enano en el
Circo Navarro, fumador de Gauloises en París, Blaise Cendrars en el
transiberiano, perdido irremediablemente en Tokio, Ulises en Dublín".

Ramón Aceño Durán


Ramón Aceña Durán (n. Antigua Guatemala; 16 de
enero de 1895 - f. 11 de junio de 1945) fue un
farmacéutico, poeta, dramaturgo y periodista
guatemalteco. Perteneció a la «Generación de
1920» y escribía bajo el seudónimo El Príncipe Feliz.
Fue director en jefe del periódico Excélsior en
México, y Secretario de la Universidad
Nacional ..de«» Guatemala. Publicó diversos libros y
obras.
Aceña Durán nació en Antigua Guatemala,
Sacatepequez, el 16 de enero de 1895, en el hogar
de Ramón Aceña Irungaray y Concepción Díaz
Durán. Realizó sus estudios en el colegio San Buenaventura. En 1919 se graduó
de farmacéutico en la Universidad Estrada Cabrera,Nota 1 con el trabajo de tesis
«Alrededor de la Teoría de los Iones».2
Pocos años después se incorporó en la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM). Contrajo matrimonio con la pintora María de las Mercedes
Guirola, con quien procreó cuatro hijos.
Desempeñó los cargos siguientes:
 Editor en Jefe del diario mexicano Excélsior -de 1921 a 1924-
 Secretario de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad
NacionalNota 2
 Secretario de la Universidad Nacional
 Director de la Revista de la Universidad, y
 Director del Hospital de Huehuetenango
Colaboró en el periódico El Imparcial, desde la fundación de este rotativo en 1922,
así como en el Diario de Centro América, e incursionó en los campos de la
narrativa, la poesía, el humanismo, el drama y el periodismo.

Huberto Ak'abal
Humberto Ak'abal (Momostenango, Guatemala, 1952-
Ciudad de Guatemala, 28 de enero de 2019)1 fue un poeta
Maya' K'iche' y escritor guatemalteco. Pensaba y escribía
sus poemas en idioma k'iche' y se autotraducía al español.
Fue uno de los poetas guatemaltecos más reconocidos en
Europa y Sudamérica. Sus obras han sido traducidas al
francés, inglés, alemán, italiano, portugués, hebreo, árabe,
escocés, húngaro, estonio, en más de 20 idiomas.
Sus poemas han sido publicados en periódicos y revistas
de Guatemala, Centro América, México, Estados Unidos,
Venezuela, Brasil, Colombia, Líbano, Japón, España,
Francia, Austria, Suiza, Alemania, Países Bajos e Italia.
Críticas
"Humberto Ak'abal es un poeta que mana en sí mismo la conciencia indígena (su
idioma, grandeza, espiritualidad, música y canto) y la conciencia de los nuevos
países que desde hace quinientos años en unas partes se llaman Chile, Bolivia o
Perú y en otras Guatemala o México." Carlos Montemayor.
"Quedo, de la poesía de Ak'abal, seriamente impresionado por su esencial
sencillez, por la elementalidad sagrada en que palpitan las palabras que revelan
los hechos, las cosas, los seres directamente naturales..." Antonio Gamoneda.
"Humberto Ak'abal canta como los pájaros, habla maya-k'iche' y piensa como
desearíamos que pensara la mayoría de los hombres." Miguel Rojas Mix.3 "La
poesía de Ak'abal es fuerte, toda vez que entre ésta y la vida no existe límite
alguno." Francisco Morales Santo.

Manuel José Leonardo Arce Leal


Manuel José Leonardo Arce Leal (Ciudad de
Guatemala, 1935 - 1985) fue un poeta,
dramaturgo, narrador, periodista y columnista
guatemalteco. Es considerado uno de los
escritores más relevantes del país de la
segunda mitad del siglo XX.
Fue galardonado con importantes premios
centroamericanos, como los Juegos Florales
Centroamericanos de Quetzaltenango en
1958 (bajo la rama de teatro) y en 1969 (bajo la rama de poesía), y el Premio
Centroamericano de Teatro Miguel Ángel Asturias en 1969, patrocinado por el
Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA). Su obra ha sido
traducida, entre otros idiomas, al alemán, el inglés, el francés y el portugués.
Publicó una columna en el Diario El Gráfico con el nombre de Diario de un
escribiente desde la década de 1960 hasta la de 1980.
En la década de 1980 tuvo que abandonar Guatemala ante las constantes
amenazas por parte del régimen de Romeo Lucas García. Estando en Francia
ocurrieron las peores masacres en su patria bajo los gobiernos de Lucas García y
Efraín Ríos Montt. Como protesta por las mismas escribió unos duros poemas en
contra de Efraín Ríos Montt, los cuales fueron censurados.
Falleció de cáncer pulmonar en el exilio en Francia, el 22 de septiembre de 1985.
A los 12 años su primera obra teatral fue El Tamborilero. En 1935, presentando su
obra en el teatro Abril, actuó en una obra teatral que adaptaba la película Ramona.

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