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LA EJECUCIÓN DE LAS OBLIGACIONES DE HACER

Consiste este procedimiento básicamente en el otorgamiento de un plazo para


la ejecución voluntaria, transcurrido el cual se inicia la ejecución forzosa, con
medios que dependerán del tipo de obligación a que ha sido condenado el
deudor. Por ejemplo, si la obligación de hacer no es personalísima, el ejecutante
puede optar por la ejecución sustitutoria a costa del ejecutado o reclamar el
resarcimiento de daños y perjuicios. «Posiblemente la solución indemnizatoria
sea más efectiva en atención a las complicaciones, dilaciones y conflictos que
se pueden plantear en el trámite ejecutivo a resultas de una condena de “hacer”
a costa de quien causó el daño»

Por su naturaleza son consideradas obligaciones positivas, pues, se encuentran


constituidas por una prestación, acción, comportamiento, conducta, acción, acto
debido u actividad, que justamente consisten es un hacer, producir, realizar y, o
ejecutar algo.

Por las obligaciones de hacer, el deudor o sujeto pasivo de la relación


obligacional se encuentra comprometido, sometido o ligado frente al acreedor o
sujeto activo o frente a un tercero a realizar, efectuar, ejecutar, producir o realizar
algo en provecho, beneficio o utilidad de éstos, quienes asumen la facultad, el
derecho o la potestad de exigir dicha prestación o conducta de hacer algo.

CLASIFICACIONES

Las obligaciones de hacer se clasifican en fungibles, infungibles, de resultado y


de medios o de mera actividad.

a) Fungibles

Una obligación de hacer es fungible cuando la prestación puede ser cumplida


por una persona distinta al deudor, es decir, por un tercero. El beneficio o
provecho del acreedor queda igualmente satisfecho, si dicha prestación la realiza
el mismo deudor u otro, pues, al acreedor o sujeto activo simplemente le interesa
la realización de la prestación, independientemente de la persona del deudor o
de quien cumpla con la prestación de hacer, es decir, en esta clase de
obligaciones el deudor originario puede ser sustituido poto otro que cumpla con
la prestación establecida.
Ejemplo:

María Zapata Bravo (deudora) se compromete a hacer un juego de muebles de


comedor de madera caoba, tapizado en color marrón claro para el día 15 de
enero de este año frente a Carmela Cazorla Rojas (acreedora). A la acreedora le
resulta indiferente quien hiciera el juego de muebles, lo que le importa es que la
obligación de hacer sea cumplida, por

esa deudora o por otra (o), lo que prima en la acreedora es que la prestación sea
cumplida y de ese modo ver satisfecho en su beneficio su obligación.

b) Infungibles

La obligación de hacer es infungible cuando la obligación debe ser cumplida por


el mismo deudor -en persona-, por el deudor originario con el cual se constituyó
u origino la obligación de hacer, es decir, que la prestación de hacer sea realizada
por el mismo deudor o sujeto pasivo de la relación obligacional que el acreedor
o sujeto activo eligió debido o por sus cualidades y aptitudes profesionales o
personales. Se trata de obligaciones personalísimas o intuito personae. En esta
clase de obligaciones de hacer la persona del deudor no puede ser sustituida por
otra. Sólo ese deudor debe cumplir con la prestación

en beneficio del acreedor para que éste vea satisfecho el cumplimiento de la


obligación. Entonces, en esta clase de obligaciones de hacer, al acreedor o
sujeto activo sí le interesa que quien cumpla con la prestación sea el mismo
deudor, es decir no le sería indiferente si dicha prestación la cumpliera un tercero,
pues, desde el momento de nacer o constituirse esta obligación el deudor o
sujeto pasivo ha sido elegido por sus aptitudes, calidades y cualidades. Por ello
que el deudor o sujeto pasivo es el que debe cumplir con la prestación y no un
tercero, por ende, el deudor no puede ser sustituido por otro, en consecuencia,
las obligaciones de hacer infungibles no pueden ser cumplidas por cualquiera.

Ejemplo:

Piero Flores Villena, un abogado de renombre, (deudor) se compromete a


informar oralmente el día 15 de octubre de este año, en el proceso penal; juicio
oral por el delito de peculado que se viene tramitando en la Tercera Sala Penal
de la Corte Superior de Lima, frente a Jorge Bautista Claros (acreedor). Al
acreedor sí le importa que ese deudor elegido al constituirse la obligación realice
u efectúe el informe oral en el día programado y, por ende que la prestación no
sea cumplida por otro abogado asociado al estudio del deudor.

c) De resultado

La obligación de hacer es de resultado cuando además del hacer, ejecutar,


realizar algo en beneficio o en provecho del acreedor o sujeto activo de la
obligación, el objeto de la prestación consiste en la obtención de un resultado. El
deudor se libera de su obligación solo si cumple con obtener el resultado querido
frente y a favor del acreedor.

Ejemplos:

Lourdes Galindo Pérez (deudora) se compromete en hacer la decoración de una


fiesta infantil con todos los arreglos: globos, torta, piñata y sorpresas de
Superman para la fiesta del hijo de Manuela Ramírez López (acreedora) que
empezará a las 4 de la tarde del día 30 de septiembre de este año. La obligación
se tendrá por cumplida y en consecuencia se

extinguirá si la deudora cumple con todo lo prometido y, el acreedor queda


satisfecho con dicha prestación.

d) De medios o de mera actividad

La obligación de hacer es una de medios o de mera actividad cuando la


prestación, conducta o comportamiento que va ha realizar el deudor o sujeto
pasivo de la obligación básicamente consiste en un realizar, en desplegar una
actividad, en efectuar una actividad o una conducta independientemente de la
obtención de un resultado, pues el resultado es algo inesperado, contingente e
incierto. El deudor se libera de la obligación sólo cumpliendo, desplegando o
realizando la actividad específica y determinada y así mismo el acreedor o sujeto
activo queda satisfecho con dicha actividad.

Ejemplos:

Un enfermero Gerardo Rojas Bouchon (deudor) se compromete a cuidar a la


paciente Amelia Inocente Ichocán (acreedora) de 80 años de edad, durante
todos los días hasta que requiera de él o hasta que viva, durante las 24 horas
del día, es decir, el deudor o sujeto pasivo debe cumplir con suministrarle los
medicamentos señalados, sacarla a pasar, acompañarle y ayudarle en hacer sus
necesidades biológicas y físicas: ir al baño, bañarla, peinarla, vestirla, conversar
con ella, dormir con ella, ver televisión y, todo los cuidados necesarios para una
persona de esa edad: en este caso, el deudor cumple con su prestación,
realizando todos los días todas las actividades que se encuentra obligado a
realizar, al margen que con su asistencia, compañía, cuidado y dedicación,
pueda evitar que la acreedora algún día muera.

ANÁLISIS

en concreto, existirán obligaciones en las que el cumplimiento por el deudor


dentro del plazo establecido será de mayor importancia que en otras.

Por ejemplo, si la obligación consistiese en dar una suma dineraria el día 27 de


mayo a las 5:00 de la tarde y el deudor efectuase dicho pago a las 6:15 p.m., lo
más probable es que la demora no cause ningún inconveniente al acreedor. De
otro lado, si existe una obligación de hacer por la cual un cantante se
compromete a dar un concierto el día 29 de mayo a las 7:00 de la noche, resulta
evidente que si tal cantante se aparece a las 11:30 p.m., habrá causado muchos
inconvenientes —probablemente la inejecución total de la obligación— y será
titular del pago de daños y perjuicios a su acreedor. De ahí la importancia del
plazo y el respeto del mismo.

Entonces lo que determinará la importancia o no del plazo en el cumplimiento de


las obligaciones será la subsistencia o no del interés del acreedor en que esa
prestación se llegue a ejecutar. En las obligaciones con prestación de dar el
retraso no implicará necesariamente la pérdida de interés del acreedor en su
ejecución (aun así, sea tardía), pero en las de hacer lo mas probable es que el
retraso en la ejecución traiga aparejados daños al acreedor 3

En lo que se refiere al modo, manera o forma de cumplimiento, cabe hacer


hincapié que en las obligaciones de hacer él es más relevante que en las
obligaciones de dar, en tanto en éstas a menudo no se requiere de un
cumplimiento exacto, en cuanto al tiempo de ejecución de la prestación.
(Osterling Parodi y Castillo Freyre, 2008, p. 191)

Resulta evidente que en el modo pactado para el cumplimiento de la obligación


de hacer, no se está aludiendo al modo —sinónimo de cargo — como una de las
modalidades del acto jurídico, sino que el artículo 1148 está empleando el
término en sentido lato, vulgar, debiéndose entender por modo a la forma o
manera en que deberá ejecutarse la obligación. Volviendo al ejemplo del
cantante, es evidente que si se hubiese comprometido a actuar con el apoyo de
una orquesta de 20 músicos, y se apareciese solamente con 10, no podría
ejecutar su obligación en el modo o forma pactados. (Ibídem, p. 192)

Por otra parte, consideramos que el modo no se aplica a las pequeñas


diferencias, en las cuales no se podría rehusar la ejecución del hecho, aunque
sí exigir una indemnización, en caso de que se generasen daños o perjuicios.
Por ejemplo, si el cantante se presentase con 19 músicos en lugar de 20. O la
eventual destrucción de dos mil ejemplares de la edición de un libro porque la
calidad del papel es ligeramente distinta a la prevista en el contrato. (Ídem)

El no cumplir una obligación en el modo pactado vulneraría los principios de


identidad e integridad del pago. Sin embargo, esas pequeñas diferencias no
causarían necesariamente un daño al acreedor de la relación jurídica
obligacional por lo que este no podría impedir que el deudor cumpla con su
prestación, aunque no sea en los términos estrictamente pactados al momento
de celebrarse el contrato.

En lo atinente a la naturaleza de la obligación y las circunstancias del caso habrá


que atenerse al caso en concreto, entendiéndolas nosotros como sinónimos.

LA EJECUCIÓN POR UN TERCERO

La ejecución por un tercero puede ser llamado también ejecución forzada,


incursionando más en el tema la ejecución forzada es la facultad que tiene el
acreedor para forzar a pagar a su deudor con auxilio de la fuerza pública cuando
esté no cumpla con la obligación voluntariamente.
(Colombero, 2006), nos dice, “cuando dos o más sujetos deciden contraer una
obligación, están generando un vínculo jurídico que le permite al acreedor
exigirle, la ejecución por un tercero”.

El dicho vínculo ha sido generado por una causa valida conforme al


ordenamiento jurídico, y la consecuencia vendría a ser el cumplimiento voluntario
por parte del deudor, el acreedor podrá recurrir a una serie de facultades que le
otorga el ordenamiento jurídico para exigir coactivamente el cumplimiento
obligacional. En términos simples consiste en la negativa del deudor que se
niega a cumplir con su obligación. La ejecución forzada es la facultad que tiene
un acreedor para forzar a pagar a su deudor con auxilio de la fuerza pública
siempre en cuando este no cumple con la obligación voluntariamente. La
posibilidad de poner en movimiento a la autoridad jurisdiccional para lograr, con
su auxilio, el respeto de la norma de derecho es una medida eficaz para logar su
eficacia. Característica del derecho civil, es que este es coercible, es decir el
derecho nos da la facultad de exigir nuestros derechos a través de la fuerza.

Ejecución especifica:

El problema inicia cuando el deudor se niega a cumplir con sus obligaciones de


manera voluntaria, frente a esta situación el acreedor hace uso de ejecución
efectiva, este puede recurrir a dos opciones, recurrir a la ejecución forzada o la
ejecución por tercero.

Ejecución por tercero:

En ocasiones será posible obtener el acatamiento efectivo de las obligaciones


de hacer si el hecho puede ser proporcionado por un tercero, caso en el cual se
realizará con cargo al deudor, quien deberá abonar igualmente daños y
perjuicios.

Si la obligación es de hacer solamente el acreedor puede cumplirla de manera


personal, la satisfacción del acreedor puede cumplirla de manera personal, la
satisfacción del acreedor solo será posible por equivalente.

SUPUESTOS DE PRESTACIONES
Como lo venimos anticipando, en caso que la obligación sea considerada
infungible esta no admitirá el cumplimiento por parte de terceros, ya sea que esta
iniciativa provenga del propio tercero o de la iniciativa del deudor, el acreedor se
encuentra legitimado a resistirse a ese pago por no respetar el principio de
identidad que lo hace válido, de otra manera se lo estaría forzando a recibir una
cosa distinta a la debida.

Esto trae como consecuencia que la imposibilidad de cumplimiento que afecte al


obligado se convierte en absoluta; dado que no hay posibilidad que un tercero lo
sustituya, la prestación se convierte en definitivamente irrealizable para
cualquiera. Esto importa que la muerte del deudor cause la extinción de la
obligación.

Por lo tanto, ante la falta de cumplimiento voluntario de una obligación de hacer


infungible si bien podrá iniciarse la ejecución forzada para que el deudor cumpla,
el límite estará dado por la coacción física, “nemo ad factum cogi potest” (nadie
puede ser obligado a hacer una acción).

El ordenamiento jurídico trae en concreto dos figuras que ayudan a atenuar el


impacto negativo que genera el incumplimiento del deudor en este tipo de
obligaciones. De esta manera las partes pueden preventivamente establecer una
cláusula penal a los fines de compeler al deudor de manera tal que su falta de
adecuación le genere consecuencias patrimoniales disvaliosas que pretenda
evitar. Por otro lado, iniciada la ejecución forzada, habiendo resolución judicial,
puede ser pausible de astreintes, como penas pecuniarias impuestas
judicialmente para lograr vencer la resistencia del deudor al mandato judicial.

Ahora bien, en última instancia el incumplimiento trae aparejado la modificación


del objeto de la obligación en la de pagar daños y perjuicios, dado que el
cumplimiento in natura resulta inviable.

ANÁLISIS:

Para eso entendemos que es fundamental en este tipo de obligaciones insertar


la cláusula penal, que funcione sobre todo de manera conminatoria en relación
con la actitud del deudor. Ante el incumplimiento el acreedor si bien podrá exigir
la ejecución forzada de la prestación, el límite vendrá dado por la resistencia en
la que prosiga el condenado, siendo un paliativo pedir la imposición de astreintes.

OBLIGACIÓN DE NO HACER

DEFINICIÓN

La obligación de no hacer consiste en que el deudor se abstenga de realizar algo


que de lo contrario podría lícitamente hacer. Puede consistir en un no dar o en
un no hacer. Las obligaciones de “No Hacer”, son negativas, ya que su prestación
consiste en que el deudor se ha de abstener de aquello que, de no mediar la
obligación, le sería permisible ejecutar o realizar. La ventaja económica para el
acreedor radica en “ese abstenerse”, en ese no hacer esto o aquello que se
obliga el deudor

De acuerdo con el artículo 1158 de nuestro Código Civil (en adelante CC):

“El incumplimiento por culpa del deudor de la obligación de no hacer, autoriza al


acreedor a optar por cualquiera de las siguientes medidas:

1. Exigir la ejecución forzada, a no ser que fuese necesario para ello emplear
violencia contra la persona del deudor.

2. Exigir la destrucción de lo ejecutado o destruirlo por cuenta del deudor.

3. Dejar sin efecto la obligación”.

LA EJECUCIÓN FORZADA

Exigir la ejecución forzada, a no ser que fuese necesario para ello emplear
violencia contra la persona del deudor. Si el no hacer consistía en no realizar una
edificación y esta de igual forma se hizo. La ejecución forzada consistiría en
exigir destruir lo ejecutado o destruirlo por cuenta del deudor (supuesto b)
estando vedado el uso de la fuerza contra la persona del deudor.

Si el no hacer consistía en una obligación intuitu personae (verbigracia, el secreto


profesional) y se incumple, nace para el acreedor el derecho a demandar daños
y perjuicios.
LA TRANSVERSABILIDAD DE LAS OBLIGACIONES DE NO HACE
De las opiniones esbozadas, entendemos por obligaciones de no hacer a aquella
abstención a la que se compromete el deudor que puede involucrar también un
no dar. Un ejemplo es el llamado secreto profesional, otro ejemplo, revelado por
un profesor de obligaciones, es aquella obligación de no revelar el secreto de la
fórmula de la Coca-Cola y un tercero el no construir una edificación.

Un cuarto ejemplo de obligación de no hacer lo encontramos en el artículo 15 de


la Ley General de Salud (N. 26842) que reza: “Toda persona, usuaria de los
servicios de salud, tiene derecho: A exigir la reserva de la información
relacionada con el acto médico y su historia clínica, con las excepciones que la
ley establece”. A su turno, el Código de Ética del Abogado en su artículo 74
contempla como obligación de no hacer al secreto profesional: “Alcance. El
secreto profesional es el deber de reserva que tiene el abogado para proteger y
mantener en la más estricta confidencialidad los hechos e información referidos
a un cliente o potencial cliente que conoce con ocasión de la relación
profesional”.

ANÁLISIS

Podemos basarnos en tres puntos sobre todo en relación al incumplimiento de


las obligaciones de no hacer, empezamos con la exigencia de la ejecución
forzada a no ser que fuese necesario para ello emplear violencia contra la
persona del deudor; es decir, si el no hacer consistía en no realizar una
edificación y esta de igual forma se hizo, la ejecución forzada consistiría en exigir
destruir lo ejecutado o destruirlo por cuenta del deudor estando vedado el uso
de la fuerza contra la persona del deudor; además, si el no hacer consistía en
una obligación intuitu personae (verbigracia, el secreto profesional) y se
incumple, nace para el acreedor el derecho a demandar daños y perjuicios.

Como segundo punto es exigir la destrucción de lo ejecutado o destruirlo por


cuenta del deudor, A criterio de una doctrina nacional, si la obligación de no hacer
consiste en no ejecutar alguna obra, y el deudor incumple su compromiso, el
acreedor podría plantear una medida cautelar a fin de que se destruya lo
ejecutado. De no plantear un interdicto, el acreedor podría iniciar un proceso de
conocimiento, invocando el derecho establecido en la primera parte del inciso
segundo del artículo 1158 del Código Civil Peruano. En dicho caso el acreedor
tendría dos opciones por optar, destruir personalmente lo ejecutado de manera
indebida por el deudor y cobrar a este último los gastos que hubiera efectuado
con motivo de tal destrucción, pero con autorización judicial y la segunda opción
es contratar a un tercero para que destruya lo ejecutado indebidamente por el
deudor, pagarle a dicho tercero y cobrar posteriormente este monto al deudor
incumpliente con previa autorización judicial.

Por último, dejar sin efecto la obligación, si el incumplimiento de la obligación


fuese irreversible (como por ejemplo el revelar un secreto), esto equivale a decir
que ya no habría ninguna posibilidad de volver la situación al estado de cosas
anterior a la producción del incumplimiento. Si se revela tal secreto, ya no habrá
remedio alguno; además, consideramos que las obligaciones de hacer serán
irreversibles cuando se traten de obligaciones intuitu personae las cuales en el
caso de incumplirse generarán un derecho en cabeza del acreedor al
resarcimiento de los daños irrogados.
Bibliografía
Colombero, A. (2006). Las obligacione de hacer y la ejecución de la prestación
por un tercero . austral.edu.ar, (págs. 3-7). Lima.

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CASTILLO FREYRE, Mario (2018). Derecho de las obligaciones. Colección “Lo


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OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario (2008). Compendio


de derecho de las obligaciones. Lima: Palestra.

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