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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA “BENITO JUÁREZ” DE

OAXACA.

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES.

“FORMALIDADES A OBSERVAR EN LA DECLARACIÓN DE


UN MENOR DE EDAD, VÍCTIMA DE UN DELITO, EN LA
ETAPA INICIAL DEL PROCESO PENAL”.

TESIS

QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE:


LICENCIADA EN DERECHO

P R E S E N T A:

JOANNA VÁSQUEZ MARTÍNEZ.

OAXACA DE JUÁREZ, OAX. JUNIO 2023.


2

ÍNDICE GENERAL

INTRODUCCIÓN….….……………………………………………………….6

CAPÍTULO I.
REFORMA CONSTITUCIONAL DEL SISTEMA PENAL ACUSATORIO
MEXICANO (2008).

1.- EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO MEXICANO……………………..9


2.- PRINCIPIOS DEL PROCESO PENAL, ESTABLECIDOS EN EL
ARTÍCULO 20 DE LA CONSTITUCIÓN POLITICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS............................................................................11
2.1.- PRINCIPIO DE PUBLICIDAD ………………...................................11
2.2.- PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN…………...................................12
2.3.- PRINCIPIO DE CONCENTRACIÓN……………….........…………..14
2.4.- PRINCIPIO DE CONTINUIDAD ….................................…………..15
2.5.- PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN ………………………………………17
3.- BENEFICIOS QUE SE LES OTORGA A LAS VÍCTIMAS MENORES
DE EDAD, A PARTIR DE LA IMPLEMENTACIÓN DEL SISTEMA PENAL
ACUSATORIO MEXICANO …………………………………………………19
3

CAPÍTULO II.
DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES.

1.- NIÑOS VÍCTIMAS Y SUS DERECHOS, ANTE LA JUSTICIA


PENAL ……………………………….............................................25
1.1.- LAS DIRECTRICES.........................................................................27
2.- DERECHOS DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES…………….....28
3.- DEL DERECHO A LA SEGURIDAD JURÍDICA Y AL DEBIDO
PROCESO...............................................................................................30
4.- INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO………………………………………36

CAPÍTULO III.
ETAPAS DEL PROCESO PENAL ACUSATORIO MEXICANO.

1.- EL PROCEDIMIENTO PENAL ………………………………................47


2.- ETAPA PRELIMINAR, DE INICIO O DE INVESTIGACIÓN….............48
2.1.- PASOS A SEGUIR EN LA ETAPA DE INVESTIGACIÓN INICIAL ..49
2.2.- DESARROLLO DE LA AUDIENCIA INICIAL………………………...50
2.3.- SUJETOS PROCESALES Y SUS AUXILIARES ............................51
3.- LA ETAPA INTERMEDIA …………………….....................................56
4.- ETAPA DE JUICIO ORAL O DE DEBATE...........................................62
4

CAPÍTULO IV.
FORMALIDADES A OBSERVAR EN LA DECLARACIÓN DE UN
MENOR DE EDAD.

1.- MENOR DE EDAD ............................................................................ 70


2.- LINEAMIENTOS PARA LA PARTICIPACIÓN DIRECTA DE LOS NNA
………………………………………………………………………………….72
2.1.- AUTONOMÍA PROGRESIVA………………………………………….75
2.2.- PREPARACIÓN PARA LA ENTREVISTA……………………………77
2.3.- VOLUNTAD DE LA PARTICIPACIÓN............................................ 77
2.4.- COMUNICACIÓN CON PERSONAL ESPECIALIZADO................. 78
3.- MODELO DE INTERVENCIÓN DE LOS MENORES DE EDAD EN EL
PROCESO PENAL ………………………………..................................... 80
4.- REQUISITOS PARA LLEVAR ACABO UNA ENTREVISTA CON UN
MENOR VÍCTIMA DE LA COMISIÓN DE UN DELITO ............................82
4.1.- DE LAS CONDICIONES DEL LUGAR……………………………….86
4.2.- DE LAS PERSONAS QUE PODRÁN ASISTIR A LA DILIGENCIA
................................................................................................................ 88
4.3.- DEL REGISTRO DE LA DILIGENCIA………………………………...90
4.4.- LINEAMIENTOS A TOMAR EN CUENTA POR EL JUZGADOR,
CUANDO SE DESAHOGA UNA PRUEBA O DILIGENCIA QUE
INVOLUCRE A MENORES DE EDAD……………………………………...94
5

5.- CRITERIOS EMITIDOS POR EL PODER JUDICIAL DE LA


FEDERACIÓN RELATIVOS AL INTERES SUPERIOR DE LA NIÑEZ Y A
LOS DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES EN LOS
PROCESOS JUDICIALES PENALES……………………………………...98

CONCLUSIONES .………………………………………………………….112
PROPUESTAS……………..……………………………………………….114
BIBLIOGRAFÍA………………………..…………………………………….115
6

INTRODUCCIÓN.

Este nuevo sistema de justicia penal presenta un contexto


procesal indudablemente de mayor compatibilidad con las necesidades y
derechos de los niños víctimas o testigos dentro de un proceso penal.

Los niños víctimas de un delito requieren de consideraciones


y tratamiento diferenciado y especializado, es por ello que a lo largo de la
implementación del nuevo sistema acusatorio adversarial se han ido
desarrollando diversos protocolos, uno de ellos es el Protocolo para
Juzgar con Perspectiva de Infancia y Adolescencia, el cual tiene como
objetivo principal fungir como herramienta práctica para que sean de gran
utilidad para las y los juzgadores, y así poder guiar su manera de actuar
al estar en casos en donde se encuentren involucrados menores de edad.

La implementación del nuevo sistema procesal penal en


México es, sin duda, la reforma en materia de justicia penal más
trascendente en los últimos cien años. Involucra no solo un cambio en el
esquema procesal, sino que conforma toda una estructura sobre la base
del reconocimiento expreso de diversos principios, derechos y garantías
para los sujetos procesales, buscando el equilibrio en su ejercicio, así
como el respeto y protección de sus derechos fundamentales.
7

La publicidad, contradicción, concentración, continuidad e


inmediación, son los principios rectores del nuevo sistema, en el marco
constitucional. Estos son muy importantes en el proceso penal, ya que
cuando se ven involucradas víctimas menores de edad, desde el primer
momento se deben de hacer valer los principios y los derechos de la
menor víctima. Un ejemplo claro de cómo hacer valer y respetar los
principios de un menor de edad, es cuando se hace valer el principio de
publicidad, esto para evitar una revictimización, ya que la audiencia puede
o no ser pública.

Por lo expuesto y con la finalidad de desarrollar el tema


presentado en este trabajo de investigación, hago mención que en el
primer capítulo se realizó un estudio sobre la reforma constitucional del
sistema penal acusatorio del año 2008, en el segundo capítulo me refiero
y explico con claridad, lo relativo a los derechos de los niños, niñas y
adolescentes, de igual forma, en el capítulo tercero desarrollé un estudio
sobre las etapas del proceso penal establecidas en el Código Nacional de
Procedimientos Penales y en el capítulo cuarto me enfoqué en realizar un
análisis, estudio y reflexiones sobre las formalidades que se deben de
observar en la declaración de un menor de edad víctima de un delito.
8

CAPÍTULO I.
REFORMA CONSTITUCIONAL DEL SISTEMA PENAL ACUSATORIO
MEXICANO (2008).
9

1.- EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO MEXICANO.

El estado mexicano, siguiendo la tendencia en América Latina,


el 18 de junio de 2008 reformó su Constitución para modificar su sistema
de justicia penal. Esta reforma tuvo como finalidad instaurar un sistema
procesal penal acusatorio en concordancia con los modernos procesos
penales y con los estándares internacionales de protección a los derechos
humanos.

El sistema acusatorio toma su nombre de la importancia que


se le otorga a la acusación del ente persecutor que constituye un requisito
esencial del sistema y sin la cual no se puede proceder al juicio oral.

Luigi Ferrajoli identifica como acusatorio: todo sistema


procesal que concibe al juez como un sujeto pasivo rígidamente separado
de las partes y al juicio como una contienda entre iguales iniciada por la
acusación, a la que le compete la carga de la prueba, enfrentada a la
defensa en el juicio contradictorio, oral y público y resuelta por el juez
según su libre convicción.1

El sistema acusatorio es el sistema procesal propio de los


regímenes democráticos liberales, donde la libertad y la dignidad de las y

1 Ferrajoli, Luigi. Derecho y razón. Teoría del garantismo penal, 6ª ed., Madrid, Trotta, 2004, p. 564.
10

los ciudadanos ocupan un lugar central en la protección que brinda el


ordenamiento jurídico; donde imperan principios como la acusación, la
imparcialidad de la o el juez, la presunción de inocencia, el esclarecimiento
judicial de los hechos; la oralidad, la inmediación, la publicidad y la
contradicción como principios rectores del proceso penal.

El objetivo principal del sistema acusatorio es servir de


instrumento de tutela y garantía de los derechos procesales de las
personas, en su carácter de imputadas o de víctimas.

Esto quiere decir que sus objetivos apuntan a agilizar el


procedimiento, optimizar la persecución del delito, eliminar la corrupción y
reducir los costos. Todos éstos son sólo instrumentos para conseguir el
verdadero fin que es ampliar el espacio de reconocimiento y ejercicio de
los derechos y garantías de las personas.

El 18 de junio del 2008 se publicó en el Diario Oficial de la


Federación el decreto por medio del cual se reformaron y adicionaron
diversas disposiciones específicas en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en materia de seguridad y justicia en 10
artículos, 7 de los cuales son en materia penal, uno sobre facultades del
Congreso de la Unión, uno sobre desarrollo municipal, y el último en
materia laboral, reconociéndose su importancia en un cambio sustancial
dentro del sistema penal que actualmente opera en México.
11

2.- PRINCIPIOS DEL PROCESO PENAL, ESTABLECIDOS


EN EL ARTÍCULO 20 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

El artículo 20 constitucional fue objeto de una gran


transformación, al incorporarse todo lo relacionado con el sistema
acusatorio oral, entre otras cuestiones: Que el proceso penal será
acusatorio y oral. Se regirá sobre los principios de publicidad,
contradicción, concentración, continuidad e inmediación.

2.1.- PRINCIPIO DE PUBLICIDAD.

El principio de publicidad significa que en todas las audiencias


deberá permitirse el acceso del público y de los medios de comunicación,
que se podrá observar y escuchar lo que en ellas suceda. El acceso podrá
restringirse en casos especiales en que se afecte a la víctima, como los
casos de secuestro o violación, o tratándose de menores de edad.

Cuando se trata de procedimientos en los que se examinan


cuestiones relativas a menores de edad, que trascienden en la vida de
éstos, procede fijar ciertas limitaciones al amplio principio de publicidad
que rige en otros casos, no por lo que toca al acceso de las partes a las
pruebas y resoluciones, sino en lo que atañe a la observación pública de
12

los actos procesales. Estos límites atienden al interés superior del niño,
en la medida en que lo preservan de apreciaciones, juicios o
estigmatizaciones que pueden gravitar sobre su vida futura.

El principio de publicidad, además de acuerdo a Maza


Calvino2, implica que, en principio, todo el juicio debe ser público, es decir,
que el público pueda presenciar el desarrollo del juicio y por lo tanto su
monitoreo social del cumplimiento de los preceptos jurídicos que lo rigen.
Está reconocido en diferentes instrumentos internacionales de derechos
humanos. La publicidad del juicio permite el control ciudadano al sistema
de administración de justicia, al mismo tiempo que lo legitima.

2.2.- PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN.

El principio de contradicción constituye uno de los principales


cambios en el marco del sistema de justicia penal. A la luz de este
principio, todo el acervo probatorio que se realice en la etapa de
investigación deberá ser nuevamente presentado al juez, para que las
partes, en igualdad, puedan contradecirlo. En este sentido, y a la luz de
los derechos de la infancia, dicho principio se resguarda impidiendo, por
ejemplo, la participación ociosa del niño en el proceso. Se deberá, por

2Maza Calvino, Emma y López Villanueva, Juan, Derechos Humanos en el Sistema Penal Acusatorio, México, Instituto
Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, A.C., 2012, p. 24
13

tanto, lograr un equilibrio entre el derecho de la parte acusada a


contravenir el dicho del niño y la necesidad de proteger a este último de
repeticiones innecesarias.

Los objetivos del principio de contradicción son:

a). - Garantizar que la producción de la prueba, en el juicio


oral, sea bajo el control de los sujetos procesales. Ante el derecho de
una de las partes de rendir pruebas, también se encuentra el derecho de
la contraria de rebatir éstas, haciéndose cargo de la prueba desahogada,
por ende, se trata de hacer efectiva la contraposición de dos posiciones.

b). - Que los sujetos procesales escuchen los argumentos


de la contraria y puedan rebatirlos. En este sentido “a cada parte o
interviniente debe dársele la oportunidad de oponerse o contradecir las
alegaciones o peticiones de la parte contraria…”

c). - Que la información al pasar el test del contradictorio,


se asegure su verdadero valor “verdad”, otorgando confianza el
tribunal al momento de resolver.3

3 González Zurita, Israel. El principio de contradicción en el sistema procesal acusatorio adversarial.


14

2.3.- PRINCIPIO DE CONCENTRACIÓN.

El principio de concentración, esto es, que los actos necesarios


para concluir el juicio se realicen en la misma audiencia, resulta muy
relevante para el niño, si se toma en cuenta la afectación que tiene el paso
del tiempo, así como el daño que puede sufrir a partir de su permanencia
en alguna situación angustiante durante largos períodos de tiempo. Esto
hace que el principio de contradicción sea benéfico para aquél.

Se trata de conseguir una mayor rápidez en el procedimiento,


reuniendo sus diversos actos en un lapso de tiempo lo más corto posible,
reuniendo en la menor cantidad posible de actos todo el contenido del
procedimiento.

El ideal del proceso oral decía Adolf Wach, uno de los “padres
de la oralidad” es la concentración en una sola audiencia.4

La ausencia del principio de concentración se traduce en la


prolongación temporal de los juicios, provocando un perjuicio por igual a
los derechos de los imputados y de las víctimas del delito.5

4Fairén Guillén, Victor. Teoría Genertal del Derecho Procesal.


5Nataren Nandayapa, Carlos Faustino. Los principios constitucionales del nuevo proceso penal acusatorio y oral mexicano.
serie Juicios Orales, núm. 3.
15

2.4.- PRINCIPIO DE CONTINUIDAD.

Al igual que el de concentración, el principio de continuidad


evita que el niño se vea sumergido en una prolongación inútil del proceso.
El hecho de que el proceso se concentre de manera continua en un
“evento” concreto ayuda al niño a dimensionar la angustia que puede
llegar a sufrir y a lograr que éste no permee su vida de manera
generalizada.

Por este principio se da una secuencia en el proceso o en las


audiencias sin interrupciones, y sus excepciones constituyen
suspensiones o recesos. La suspensión del proceso puede darse, ya sea
por sustracción del imputado o porque tenga un trastorno mental que le
impida seguir el proceso, porque el delito necesite la satisfacción de
determinados requisitos que no se han cumplido, o por suspensión
condicional del proceso. La suspensión de las audiencias no puede ser
indefinida, sino que está limitada por un plazo máximo de 10 días
naturales.

Los casos en que puede decretarse la suspensión de las


audiencias son: por una cuestión incidental, que por su naturaleza no se
pueda resolver de forma inmediata; tenga que practicarse un acto fuera
de la sala de audiencias, o porque se tenga noticia de un hecho
16

inesperado que requiera una investigación complementaria y no sea


posible cumplir los actos en el intervalo de dos sesiones.

También puede suspenderse cuando no comparezcan los


testigos peritos o intérpretes, el juzgador o las partes se enfermen (y no
puedan ser reemplazados el Ministerio Público), lo mismo que el acusador
particular o el defensor y, finalmente, por causa de un hecho extraordinario
que haga imposible su continuación.

Por otra parte, no constituyen suspensión del proceso los


descansos necesarios para la salud de las personas, así como las
vacaciones y días feriados nacionales, por ser todos ellos derechos
humanos de los trabajadores, y en este caso, del judicial, ministerial, de
defensoría y seguridad pública, contra derechos reconocidos como justicia
social por el Protocolo de San Salvador6; además de la necesidad de los
sujetos procesales, en general, de restaurarse y descansar entre un acto
procesal y otro.

El receso que pueda decretar el juzgador para deliberar no


constituye una suspensión al proceso, pues su fin es justipreciar tanto los
hechos como las pruebas ofrecidas para dictar, razonadamente, una
sentencia.

6Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, artículo 7o., incisos g y h.
17

La suspensión si puede darse, pero debido a una causa de


enfermedad del juzgador, pero que, a su vez, tiene como límite 10 días
hábiles. Una vez transcurrido este tiempo sin que pueda reanudarse la
deliberación y sentencia, se realizará un nuevo juicio.

Por último, las audiencias pueden interrumpirse, lo que no


constituye una excepción al principio de continuidad, sino una violación, y
se da en el caso de que, decretada una suspensión, que como quedo
dicho no puede exceder de 10 días naturales, al undécimo día se
considerará interrumpido y deberá reanudarse ante un nuevo juzgador,
quedando nulo todo lo actuado en el anterior. Las excepciones a este
principio son al proceso o a las audiencias, y las primeras afectan a las
segundas, pues sin proceso no puede haber audiencias.

2.5.- PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN.

El principio de inmediación implica que las audiencias sean


dirigidas por el juez. La adecuada aplicación de este principio en materia
de la infancia supone que el juez debe tomar en consideración que la
infancia tiene un lenguaje diferente al de los adultos, por lo que la toma de
declaraciones infantiles tiene que llevarse a cabo con el apoyo de personal
especializado, lo cual no implica una limitación en la posibilidad de
18

cuestionar o comunicarse con el niño, sino que exige únicamente que la


forma en que se desarrolle dicha comunicación sea a través de una
persona especializada en el lenguaje infantil.

La complejidad de la declaración infantil la vuelve vulnerable


a tergiversaciones, a inexactitudes, que pudieran darse de su transcripción
por personal no preparado. Esto no significa que haya una oposición entre
el principio de inmediación y las características propias de la infancia, en
tanto el juzgador tiene el deber de escuchar de manera directa al niño,
pero ello no impide que se vea asistido por personal especializado en todo
momento. Cabe recordar que el principio de especialidad debiera regir
todo el ámbito de aplicación de justicia en caso de personas menores de
edad.

La inmediación representa la humanización de las


instituciones en el marco del Nuevo Sistema de Justicia Penal. Su
relevancia es que antes, el acusado o la víctima solo se relacionaban a
través de resoluciones o acuerdos que les eran notificados en papel y
ahora, tienen contacto directo y personal con el juez; quien no solo preside
las audiencias, sino que incluso está obligado a explicar al acusado y la
víctima cuántas veces sea necesario para que ambas partes entiendan el
proceso.
19

Finalmente, el principio de inmediación no permite


excepciones en la ley, pues la ausencia del juez en la audiencia anula el
procedimiento.

3.- BENEFICIOS QUE SE LES OTORGA A LAS VÍCTIMAS


MENORES DE EDAD, A PARTIR DE LA IMPLEMENTACIÓN DEL
SISTEMA PENAL ACUSATORIO MEXICANO.

Con la finalidad de establecer de la mejor forma la relación que


existe entre esta figura procesal y el nuevo sistema penal acusatorio,
exponer los logros y avances derivados de la implementación del sistema
acusatorio y de la promulgación del Código Nacional de Procedimientos
Penales, así como de la reforma en materia de derechos humanos,
consagrada en nuestra constitución, para poder brindar una justicia
integral, considerando que se podría presumir que esta figura procesal
algunas veces representaba la parte más importante del proceso y a la
vez, establecer que estaba siendo vulnerada, afortunadamente, con la
reforma del 2008 en materia penal, y la reforma en materia de derechos
humanos, podemos establecer que la víctima menor de edad, ahora en
pleno respeto de sus derechos humanos, está dotada de mayores
facultades y beneficios, que a la postre, se puede decir que en verdad está
siendo protegida con las mayores herramientas y por los operadores del
20

sistema, así como de quienes estén involucrados en el trato hacia las


víctimas, en beneficio propiamente de esta figura.

Se ha tomado en cuenta los atrasos en materia de política


penal, aquí es donde se tienen que superar los problemas culturales,
sociales, económicos y los que están inmersos en una transición tan
importante como lo es la reforma en materia penal de junio del 2008, en
la transición de un sistema inquisitorio al sistema acusatorio, expresar y
brindarle la magnitud debida a la revalorización y legislación para proteger
con mayor efectividad los derechos de la víctima menor de edad, así como
las opciones para dirimir conflictos con soluciones alternas y del mismo
modo exista una reparación del daño integral y efectiva.

Aquí, es preciso mencionar de inicio la definición de víctima


esto en referencia a la Ley General de Víctimas: Se denominarán víctimas
directas aquellas personas físicas que hayan sufrido algún daño o
menoscabo económico, físico, mental, emocional, o en general cualquiera
puesta en peligro o lesión a sus bienes jurídicos o derechos como
consecuencia de la comisión de un delito o violaciones a sus derechos
humanos reconocidos en la constitución y en los tratados internacionales
de los que el estado mexicano sea parte.

Son víctimas indirectas los familiares o aquellas personas


físicas a cargo de la víctima directa que tengan una relación inmediata con
21

ella. Son víctimas potenciales las personas físicas cuya integridad física o
derechos peligren por prestar asistencia a la víctima ya sea por impedir o
detener la violación de derechos o la comisión de un delito.

La calidad de víctimas se adquiere con la acreditación del daño


o menoscabo de los derechos en los términos establecidos en la ley antes
referida, con independencia de que se identifique, aprehenda, o condene
al responsable del daño o de que la víctima participe en algún
procedimiento judicial o administrativo.7

También podrá considerarse «víctima» a una persona que,


con arreglo a la Declaración, independientemente de que se identifique,
aprehenda, enjuicie o condene al perpetrador e independientemente de la
relación familiar entre el perpetrador y la víctima.

En la expresión «víctima» se incluye además, en su caso, a


los familiares o dependientes inmediatos de la víctima directa y a las
personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en
peligro o para prevenir la victimización.

En el proceso penal se puede establecer un desplazamiento


en el caso de la víctima u ofendido por parte del ministerio público, y en

7 Ley General de Víctimas.


22

este sentido vale mencionar que en el sistema acusatorio se puede


constituir como coadyuvante para no quedar al margen de las actuaciones
y pasa de ser solo un espectador a una figura propiamente activa dentro
del proceso, quedando atrás las determinaciones autónomas del
ministerio público.

También aquí debo mencionar que es ahora en beneficio de la


víctima el ya no ser tratado como objeto, es decir, siendo víctimas del
delito, pasan a ser víctimas del procedimiento penal, por la inquisitud de
sus métodos procesales (victimización secundaria)8.

Forma parte del trato respetuoso y digno a la víctima, que la


Justicia Penal le informe no sólo de sus derechos sino también de las
diferentes decisiones que se van adoptando en el proceso penal, en
especial las que conciernen a la sentencia definitiva y las que deciden
sobre la libertad del imputado.

La victimización secundaria se evita o disminuye no sólo si la


víctima no es olvidada para seleccionar un proceso y en la información de
sus derechos dentro del proceso y las principales decisiones que se
adopten, sino también si su denuncia o testimonio inicial, las pruebas que

8Albin Eser, Hans Joachirn Hirsch, Claus Roxin, Nils Hristie, Julio B. J. Maier, Eduardo Andrés Bertoni, Alberto bovino y Elena
Larraur, 1992. De los delitos y de las víctimas.
23

se le efectúen, los informes que se le brinden, son llevados a cabo por


personal debidamente capacitado en el trato hacia las víctimas.

La capacitación de magistrados, funcionarios o empleados en


relación a las víctimas, constituye así un asunto de interés estratégico en
el mejoramiento de la Justicia Penal, aquí también debo mencionar la
importancia del rol y responsabilidades de primera línea y otros hacia las
víctimas, el rol de la administración de justicia en la justicia para las
víctimas, educación y entrenamiento judicial.

Lo hasta aquí mostrado es suficientemente elocuente del


camino que la Justicia Penal tiene que recorrer para hacer resplandecer,
también para las víctimas, el debido respeto a sus derechos
fundamentales. Constitucionalmente es de mencionarse los derechos que
tiene la víctima en el sistema acusatorio y los cuales están contemplados
en el Artículo 20 en su Apartado “C”.
24

CAPÍTULO II.
DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES.
25

1.- NIÑOS VÍCTIMAS Y SUS DERECHOS, ANTE LA


JUSTICIA PENAL.

Es frecuente que en los sistemas de justicia penal se olvide a


las víctimas de delitos. Un sistema de justicia penal justo, eficaz y humano
es aquel que respeta los derechos fundamentales de los sospechosos y
los delincuentes, así como los de las víctimas, y se basa en el principio de
que las víctimas han de ser reconocidas y tratadas adecuadamente
respetando su dignidad. Estas diferentes víctimas, incluidos los niños
dada su particular vulnerabilidad, ya sea por sus características
personales o por las circunstancias del delito, deberían beneficiarse de
medidas adaptadas a su situación.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito


(UNODC) es depositaria de un creciente corpus de reglas y normas de las
Naciones Unidas en materia de prevención del delito y justicia penal. Estas
normas abarcan la mayoría de las áreas de reforma de la justicia penal y
el tratamiento de delincuentes y proporcionan a los Estados Miembros un
corpus dinámico de directrices que seguir a la hora de reformar sus
sistemas de justicia penal.

En el ámbito del tratamiento que los sistemas de justicia penal


dispensan a los menores, incluyen las Reglas Mínimas de las Naciones
Unidas para la Administración de la Justicia de Menores (las Directrices
26

de Pekín) las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la


Delincuencia Juvenil (las Directrices de Riad), las Reglas de las Naciones
Unidas para la protección de los menores privados de libertad y las
Directrices de Acción sobre el niño en el sistema de justicia penal.

En el área de la protección de las víctimas, la Declaración


sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos
y del abuso de poder, la resolución 1989/57 del Consejo Económico y
Social sobre la aplicación de la Declaración sobre los principios
fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de
poder, y el Plan de Acción para la aplicación de la Declaración sobre los
principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del
abuso de poder no ofrecen orientación detallada y precisa acerca del
tratamiento de los menores como víctimas o testigos de delitos.9

La Convención sobre los Derechos del Niño, que ha obtenido


una adhesión casi universal, contiene disposiciones generales relativas a
los niños víctimas de abusos y la justicia de menores.

También pueden encontrarse diversas disposiciones


pertinentes para la protección de las víctimas en varios instrumentos
internacionales jurídicamente vinculantes, como el Estatuto de Roma de

9 Manual sobre la Justicia en Asuntos concernientes a los niños víctimas.


27

la Corte Penal Internacional, la Convención de las Naciones Unidas contra


la Delincuencia Organizada Transnacional y sus protocolos, y la
Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción. En su
resolución 2005/20, el Consejo Económico y Social aprobó las Directrices
sobre la justicia en asuntos concernientes a los niños víctimas y testigos
de delitos. Las Directrices han permitido cubrir una importante laguna
existente en las normas internacionales sobre el tratamiento de los
menores en tanto que tengan la calidad de víctimas o testigos de delitos.

1.1.- LAS DIRECTRICES.

Las Directrices, que representan prácticas adecuadas


basadas en el consenso, respecto de los conocimientos contemporáneos
y las reglas, normas y principios regionales e internacionales pertinentes,
se adoptaron con objeto de aportar un marco práctico para alcanzar los
objetivos siguientes:

• Prestar asistencia para la revisión de leyes, procedimientos y


prácticas nacionales con objeto de garantizar el pleno respeto de los
derechos de los niños víctimas y testigos de delitos y de contribuir a que
las partes en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos
del Niño la apliquen.
28

• Ayudar a los gobiernos, organizaciones internacionales,


organismos públicos, organizaciones no gubernamentales y comunitarias,
y demás partes interesadas en la elaboración y aplicación de leyes,
políticas, programas y prácticas que traten de cuestiones clave
relacionadas con los niños víctimas y testigos de delitos.

• Orientar a los profesionales y, cuando proceda, a los


voluntarios que trabajan con niños víctimas y testigos de delitos en sus
actividades cotidianas en el marco de la justicia de adultos y de menores
a nivel nacional, regional e internacional, de conformidad con la
Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las
víctimas de delitos y del abuso de poder

• Prestar asistencia y apoyo a quienes se dedican al cuidado


de los niños para que traten con sensibilidad a los niños víctimas y testigos
de delitos

2.- DERECHOS DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES.

Entre los derechos de los niños, niñas y adolescentes,


podemos mencionar los siguientes:

I. Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo;


29

II. Derecho de prioridad;


III. Derecho a la identidad;
IV. Derecho a vivir en familia;
V. Derecho a la igualdad sustantiva;
VI. Derecho a no ser discriminado;
VII. Derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano
desarrollo integral;
VIII. Derecho a una vida libre de violencia y a la integridad
personal;
IX. Derecho a la protección de la salud y a la seguridad
social;
X. Derecho a la inclusión de niñas, niños y adolescentes
con discapacidad;
XI. Derecho a la educación;
XII. Derecho al descanso y al esparcimiento;
XIII. Derecho a la libertad de convicciones éticas,
pensamiento, conciencia, religión y cultura;
XIV. Derecho a la libertad de expresión y de acceso a la
información;
XV. Derecho de participación;
XVI. Derecho de asociación y reunión;
XVII. Derecho a la intimidad;
XVIII. Derecho a la seguridad jurídica y al debido proceso;
XIX. Derechos de niñas, niños y adolescentes migrantes, y
30

XX. Derecho de acceso a las tecnologías de la información


y comunicación, así como a los servicios de
radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda
ancha e Internet, en términos de lo previsto en la Ley
Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.

Las autoridades federales, de las entidades federativas,


municipales y de las demarcaciones territoriales del Distrito Federal, en el
ámbito de sus respectivas competencias, adoptarán las medidas
necesarias para garantizar estos derechos a todas las niñas, niños y
adolescentes sin discriminación de ningún tipo o condición.

3.- DEL DERECHO A LA SEGURIDAD JURÍDICA Y AL


DEBIDO PROCESO.

Las modificaciones efectuadas a la misma por el Senado de la


República, dieron pie a que la Ley General de los Derechos de las Niñas,
Niños y Adolescentes (LGNNA) reflejara las disposiciones normativas de
los tratados, convenciones y demás instrumentos internacionales
vinculatorios para el Estado Mexicano, así como las recomendaciones
internacionales emitidas por los organismos internacionales, en especial
del Comité de los Derechos del Niño.
31

De igual manera, en el contexto de la reforma constitucional


publicada el 10 de junio de 2011, se dio un paso significativo hacia el
reconocimiento y protección de los derechos humanos, ya que a partir de
ella el Estado Mexicano tiene la obligación de garantizar los derechos de
las niñas, niños y adolescentes.

Es importante considerar que, a partir de dicha reforma,


nuestro país adquirió responsabilidades que debían traducirse en nuestra
Carta Magna y en una legislación que protegiera, promoviera y garantizara
los derechos económicos, sociales y culturales, así como los derechos
civiles y políticos de las niñas, los niños y las personas adolescentes a la
luz de la Convención de los Derechos del Niño (CDN) y sus protocolos
facultativos, así como los demás tratados internacionales suscritos por
México en la materia.

Es por ello que la Ley General de los Derechos de las Niñas,


Niños y Adolescentes (LGNNA) busca ser la base mínima e integral
respecto al reconocimiento y cumplimiento de los derechos de la niñez y
la adolescencia en todo el país. En este sentido, es necesario que esta
legislación funja como un parámetro, cuyo espíritu sea el fondo normativo
y orientador para establecer una referencia en la cual el Estado Mexicano,
en sus tres ámbitos de gobierno, legisle, diseñe, implemente, ejecute y
evalúe acciones y políticas públicas dirigidas a niñas, niños y adolescentes
32

a partir de una legislación garantista que les reconozca como personas


titulares de derechos.

La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y


Adolescentes establece:

(…)

ARTÍCULO 82

Niñas, niños y adolescentes gozan de los derechos y garantías de


seguridad jurídica y debido proceso establecidos en la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, los tratados internacionales, esta Ley y
demás disposiciones aplicables.

ARTÍCULO 83

Las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y de


las demarcaciones territoriales del Distrito Federal, que sustancien
procedimientos de carácter jurisdiccional o administrativo o que realicen
cualquier acto de autoridad en los que estén relacionados niñas, niños o
adolescentes, de conformidad con su edad, desarrollo evolutivo,
cognoscitivo y grado de madurez estarán obligadas a observar, cuando
menos a:
33

I. Garantizar la protección y prevalencia del interés superior de la


niñez a que se refiere el artículo 2 de la presente Ley;

II. Garantizar el ejercicio de los derechos de niñas, niños y


adolescentes, establecidos en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, los tratados internacionales, esta Ley y demás
disposiciones aplicables;

III. Proporcionar información clara, sencilla y comprensible para las


niñas, niños y adolescentes sobre el procedimiento judicial o administrativo
de que se trate y la importancia de su participación en el mismo, incluyendo,
en su caso, formatos accesibles de fácil comprensión y lectura para niñas,
niños y adolescentes con discapacidad;

IV. Implementar mecanismos de apoyo al presentar una denuncia,


participar en una investigación o en un proceso judicial;

V. Garantizar el derecho de niñas, niños y adolescentes a ser


representados en términos de lo dispuesto en el Título Quinto, Capítulo
Segundo, de la presente Ley, así como información sobre las medidas de
protección disponibles;

VI. Proporcionar asistencia de profesionales especializados cuando la


naturaleza del procedimiento lo requiera;

VII. Proporcionar la asistencia de un traductor o intérprete;


34

VIII. Ponderar, antes de citar a una niña, niño o adolescente a alguna


audiencia, la pertinencia de la misma, considerando su edad, madurez,
estado psicológico, así como cualquier otra condición específica;

IX. Garantizar el acompañamiento de quien ejerza sobre ellos la patria


potestad, tutela, guarda o custodia durante la sustanciación de todo el
procedimiento, salvo disposición judicial en contrario;

X. Mantener a niñas, niños o adolescentes apartados de los adultos


que puedan influir en su comportamiento o estabilidad emocional, cuando
así lo determine la autoridad competente, antes y durante la realización de
la audiencia o comparecencia respectiva;

XI. Destinar espacios lúdicos de descanso y aseo para niñas, niños y


adolescentes en los recintos en que se lleven a cabo procedimientos en que
deban intervenir;

XII. Ajustarse al tiempo de participación máximo para la intervención de


niñas, niños o adolescentes durante la sustanciación de los procedimientos
de conformidad con los principios de autonomía progresiva y celeridad
procesal, y

XIII. Implementar medidas para proteger a niñas, niños o adolescentes


de sufrimientos durante su participación y garantizar el resguardo de su
intimidad y datos personales.
35

ARTÍCULO 86

Las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y de


las demarcaciones territoriales del Distrito Federal, en el ámbito de sus
respectivas competencias, garantizarán que en los procedimientos
jurisdiccionales en que estén relacionadas niñas, niños o adolescentes
como probables víctimas del delito o testigos, de conformidad con su edad,
desarrollo evolutivo, cognoscitivo y grado de madurez, tengan al menos los
siguientes derechos:

I. Se les informe sobre la naturaleza del procedimiento y el carácter


de su participación en el mismo, el que en ningún caso podrá ser el de
imputado o probable responsable;

II. Que su participación en un procedimiento se lleve a cabo de la


manera más expedita, asistidos por un profesional en derecho y atendiendo
a lo dispuesto por la fracción XI del artículo 83 de esta Ley;

III. Garantizar el acompañamiento de quien ejerza sobre ellos la patria


potestad, tutela o guarda y custodia durante la sustanciación de todo el
procedimiento, salvo disposición judicial en contrario, con base en el interés
superior de la niñez;

IV. Que se preserve su derecho a la intimidad, que no se divulguen sus


datos de identificación en los términos de esta Ley y las demás aplicables;
36

V. Tener acceso gratuito a asistencia jurídica, psicológica y cualquier


otra necesaria atendiendo a las características del caso, a fin de
salvaguardar sus derechos, en términos de las disposiciones aplicables, y

VI. Adoptar las medidas necesarias para evitar la revictimización de


niñas, niños y adolescentes que presuntamente son víctimas de la comisión
de un delito o violación a sus derechos humanos.

(…)

4.- INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO.

El interés superior del menor es un derecho subjetivo de los


niños y un principio inspirador y fundamental de los derechos de los que
son titulares, que posee un propósito protector de "los menores debido a
su especial vulnerabilidad a causa de la imposibilidad que tiene de dirigir
su vida con total autonomía".10

Este principio se incorpora puntualmente a lo largo de la


Convención y con carácter general en su artículo tercero cuyo apartado
primero establece lo siguiente:

Rodríguez Llamas, S., "La atribución de la guarda y custodia en función del concreto y no abstracto interés superior del
10

menor.
37

Artículo 3

(…)

En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a
que se atenderá será el interés superior del niño.

(…)

En estas breves líneas se encuentra un apunte de la múltiple


funcionalidad con la que se le caracteriza el principio que nos ocupa:
inspiradora tanto de políticas como de legislación (nacionales o
internacionales) susceptibles de afectar de algún modo a los menores de
edad, así como para quienes han de aplicarlas.

Esto resulta evidente en lo que se refiere a la relación entre el


ordenamiento internacional y los ordenamientos internos pues los Estados
están jurídicamente obligados por los tratados en los que han consentido,
cuyo cumplimiento ha de proveer el derecho interno con independencia
del ámbito material del que se trate, ya sea derecho civil (tutela, filiación,
régimen de visitas u otros), derecho penal o laboral, entre otros.
38

La naturaleza inspiradora del interés superior del niño es


meridianamente clara, al ser el elemento sobre el que se construyen sus
derechos, si no fuera porque los menores de edad gozan de un interés
social fundamental carecerían de una regulación específica protectora de
sus derechos (desde esta perspectiva, es el motivo de la existencia de la
misma la Convención que lo proclama). Un ejemplo de esta naturaleza
son los protocolos de la Convención.

Es un principio jurídico interpretativo fundamental, pues toda


norma que haya de aplicarse en una situación que afecte real o
potencialmente a un menor ha de interpretarse a la luz de su interés
superior, lo que nos conduce a que el órgano encargado de la aplicación
de una norma ha de considerar, de entre todas las interpretaciones
posibles, aquella que nos pueda aportar una norma aplicable a un caso
que afecta directa o indirectamente a un niño, hemos de considerar
aquella que satisfaga en mayor medida el interés de este último.

Por su parte, la profesora Carmona Luque lo caracteriza como


"un principio esencial; interdependiente respecto al conjunto de derechos
proclamados en la Convención y de manera subrayada, respecto a los
demás principios generales de ésta; exclusivo del niño; armonizador; no
absoluto; indeterminado; y dinámico".11 De esta relación nos interesan de

11 Carmona Luque, M. R., La Convención sobre los Derechos del Niño. Instrumento de progresividad en el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, Madrid, Dykinson, 2011, p. 104.
39

modo particular los dos rasgos apuntados en último lugar.

El principio de interés superior del menor es un concepto


jurídicamente indeterminado, de muy difícil definición concreta única y útil,
aplicable a todos los casos en presencia, debido a la heterogeneidad de
sus titulares, pues igual se puede predicar de un titular individual (un niño)
o colectivo más o menos amplio (un grupo de niños o todos ellos).

Por lo demás, ningún niño ni grupo de ellos es igual a otro,


bien al contrario, tienen necesidades distintas en función de las
circunstancias que a cada uno le rodean, por ejemplo, un niño huérfano,
discapacitado, refugiado, un niño soldado o víctima de un conflicto
armado, un indígena, una víctima de abusos sexuales o escolares, hijos
de padres separados pacíficamente o no.

La situación recién indicada se complica aún más porque las


diferencias de edad y madurez de los niños requieren respuestas variadas
y también porque podemos encontrarnos con quienes sobreviven en más
de una de las situaciones anteriores, o con factores de afectación al
desarrollo del niño mutables en circunstancias que pueden parecernos
objetivamente similares, la evolución particular del menor (nivel de
desarrollo emocional, autonomía...) o de su mismo entorno social.

Por todo ello, no existe una única fórmula para resolver del
40

modo que más pueda beneficiar en mayor medida el interés de los


menores, por lo que precisa interpretaciones en concreto, como dice el
profesor Pocar: "Las soluciones no pueden ser neutras, bien al contrario,
han de adaptarse al contexto y proporcionar protección al más débil" o, en
palabras de M. Vargas Gómez-Urrutia, "es precisamente la aplicación en
concreto al caso, lo que permite dilucidar su contenido".12

De lo anterior se desprende que el interés superior del menor


es un derecho y un principio con contenido y perfiles complicados de
visualizar en abstracto. La diversidad de las medidas que su aplicación
puede implicar provoca que no sea tan relevante su concepto en sí mismo
como la finalidad que persigue y los criterios que han de guiar al órgano
encargado de su aplicación.

Una consecuencia de esta indeterminación es el dinamismo


característico del principio, que permite su adaptabilidad a las distintas
situaciones en presencia. Si dotásemos de un contenido concreto al
interés superior del menor estaríamos vaciándolo de significado e
impediríamos la proyección de su aplicación.13

De acuerdo a una interpretación teleológica, el interés superior

12 Vargas Gómez-Urrutia, M., La protección internacional de los derechos del niño, Secretaría de Cultura-Gobierno de Jalisco,
1999, p. 95.
13 Carmona Luque, M. R. La Convención sobre los Derechos del Niño..., Ob, cit, p. 110.
41

del niño es principio de rango constitucional, toda vez que en el dictamen


de la reforma constitucional que dio lugar al actual texto del artículo 4o.,
se reconoce expresamente que uno de los objetivos del órgano
reformador de la Constitución era adecuar el marco normativo interno a
los compromisos internacionales contraídos por nuestro país en materia
de protección de los derechos del niño.

En este sentido, el interés superior del niño es uno de los


principios rectores más importantes del marco internacional de los
derechos del niño. En el ámbito interno, el legislador ordinario también ha
entendido que el interés superior es un principio que está implícito en la
regulación constitucional de los derechos del niño, ya que es reconocido
expresamente en la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas,
Niños y Adolescentes como un principio rector de los derechos del niño.

En el ámbito jurisdiccional, el interés superior del niño es un


principio orientador de la actividad interpretativa relacionada con cualquier
norma jurídica que tenga que aplicarse a un niño en un caso concreto o
que pueda afectar los intereses de algún menor.

Este principio ordena la realización de una interpretación


sistemática que, para darle sentido a la norma en cuestión, tome en cuenta
los deberes de protección de los menores y los derechos especiales de
éstos previstos en la Constitución, tratados internacionales y leyes de
42

protección de la niñez.

Cuando se trata de medidas legislativas o administrativas que


afecten derechos de los menores, el interés superior del niño demanda de
los órganos jurisdiccionales la realización de un escrutinio mucho más
estricto en relación con la necesidad y proporcionalidad de la medida en
cuestión.

De la interpretación del artículo 4o., sexto párrafo, de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con la
Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes,
reglamentaria de aquel precepto y con la Convención sobre los Derechos
del Niño, se advierte que el principio del interés superior de la infancia
junto con el derecho de prioridad, implican que las políticas, acciones y
toma de decisiones del Estado relacionadas con los menores de 18 años
deben buscar el beneficio directo del infante y del adolescente a quienes
van dirigidas, y que las instituciones de bienestar social, públicas y
privadas, los tribunales, las autoridades administrativas y los órganos
legislativos, al actuar en sus respectivos ámbitos, otorguen prioridad a los
temas relacionados con dichos menores.

De ahí que, para el análisis de la constitucionalidad de una


regulación respecto de menores de 18 años, sea prioritario, en un ejercicio
de ponderación, el reconocimiento de dichos principios.
43

El artículo 7 de la Convención sobre los Derechos del Niño


(ratificada por el Estado Mexicano y publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 25 de enero de 1991) dispone que el niño tiene derecho
desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y en la medida
de lo posible a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos.

En concordancia con lo anterior y conforme al numeral 3 de la


Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
(de orden público, interés social y observancia obligatoria para toda la
República), son principios rectores de la protección de los menores, entre
otros, el del interés superior de la infancia y el de la tutela plena e
igualitaria de los Derechos Humanos y de las garantías constitucionales.

En ese tenor, el artículo 22 de dicha Ley establece el derecho


a la identidad, el cual se compone por el derecho a tener un nombre y los
apellidos de los padres desde que nazca, a tener una nacionalidad y a
conocer su filiación y su origen, salvo en el caso que las leyes lo prohíban.

Así, el hecho de que el menor tenga la certeza de quién es su


progenitor, constituye un principio de orden público que es parte del núcleo
esencial del derecho fundamental a la personalidad jurídica, cuya
importancia no sólo radica en la posibilidad de solicitar y recibir
información sobre su origen, la identidad de sus padres y el conocimiento
44

de su origen genético, sino que a partir de esos elementos puede


derivarse, por una parte, su derecho a tener una nacionalidad y, por otra,
el derecho a que sus ascendientes satisfagan sus necesidades de
alimentación, salud, educación y sano esparcimiento, para su desarrollo
pleno e integral.

El principio del interés superior de la infancia, no es solamente


el mero principio inspirador u orientador de las decisiones de las
autoridades, lo que la aplicación de este principio supone “es una
limitación, una obligación, una prescripción de carácter imperativo hacia
las autoridades”, el interés superior del niño debe ser, siempre
invariablemente, la pauta que rija la elaboración de políticas, la
preparación de estructura y procesos, y la realización de actividades.

De la lectura de la Convención se desprende que el principio


del “Interés superior de la infancia” se puede aplicar de tres maneras
diferentes:

1. Como base para un enfoque orientado a la infancia, es


decir, debe servir para guiar la interpretación de cuestiones
que tienen que ver con la infancia, en un sentido particular.

2. Como principio mediador para ayudar a resolver la


confusión que se establezca conexionado con otros
45

distintos titulares de derechos.

3. Para evaluar normas jurídicas, prácticas administrativas,


políticas públicas, y acciones en materia de protección de
niñas y niños.
46

CAPÍTULO III.
ETAPAS DEL PROCESO PENAL ACUSATORIO MEXICANO.
47

1.- EL PROCEDIMIENTO PENAL.

El término procedimiento significa “método o sistema


estructurado para ejecutar algunas cosas”, es decir, el conjunto de pasos
para realizar algo, de tal manera que el procedimiento penal debe
entenderse como la serie de actos dirigidos a la solución del conflicto
penal, los cuales se agrupan por etapas y estas, a su vez, se constituyen
en el camino por recorrer para llegar a la sentencia, donde el juez resuelve
sobre las pretensiones de las partes.

Con base en el sistema acusatorio, la vía que se transitará


como resultado de la reforma del 2008 cambia radicalmente, de modo que
el nuevo procedimiento penal en México se estructura con las etapas
siguientes:

1. Preliminar, de inicio o de investigación.


2. De preparación de juicio o intermedia.
3. De juicio oral.
4. De ejecución.

Cabe precisar que la última etapa se conforma propiamente


por los actos tendentes a la aplicación de las sanciones y medidas
judiciales, cuyo objeto es la reinserción social del sentenciado y, por ende,
48

requiere un análisis a partir de enfoques criminológicos, penológicos y


penitenciarios.

2.- ETAPA PRELIMINAR, DE INICIO O DE INVESTIGACIÓN.

La etapa de investigación inicia con una denuncia o querella


ante el Ministerio Público. Cuando se trate de delitos que deben
perseguirse de oficio (homicidio, secuestro, robo calificado, violación,
etcétera), bastará con que cualquier persona le dé a conocer los hechos
a un Ministerio Público o a un policía, para que se inicie la investigación.

El Ministerio Público y sus auxiliares (peritos y policías de


investigación) deberán investigar los hechos inmediatamente para reunir
pruebas suficientes para esclarecer el delito.

El Ministerio Público integrará una carpeta de investigación en


donde registrará todas las acciones que lleve a cabo durante la
investigación. Cuando el Ministerio Público tenga suficientes elementos
para ejercer acción penal, le solicitará al Juez de control fecha para
audiencia inicial y pondrá a disposición del imputado del hecho delictivo y
su defensor, la carpeta de investigación para que la consulten y planeen
una estrategia defensiva.
49

2.1.- PASOS A SEGUIR EN LA ETAPA DE INVESTIGACIÓN.

Paso 1: Denuncia, querella o requisito equivalente.

La investigación penal inicia de manera inmediata con la


denuncia o querella de la probable comisión de un delito (la investigación
no se suspende y no se interrumpe).

Paso 2: El agente del ministerio público verifica si los


hechos denunciados son de conducta delictiva.

Entonces, el agente del ministerio público revisa si hay indicios


suficientes para continuar la investigación y corrobora que no haya
transcurrido el tiempo permitido para poder iniciar la denuncia.

Paso 3: Se otorga el número de carpeta de investigación.

La investigación podrá iniciarse con detenido o sin detenido.

Paso 4: El ministerio público solicita audiencia con el juez


de control.
50

En la audiencia inicial se le informará al imputado del hecho


delictivo, sobre la existencia de los elementos suficientes para seguir una
investigación en su contra, se le hará de su conocimiento el delito por el
que se investigará y la persona que lo denuncia.

Paso 5. El juez señala fecha y hora para celebrar la


audiencia inicial.

Paso 6: Celebración de la audiencia inicial.

2.2.- DESARROLLO DE LA AUDIENCIA INICIAL.

En cuanto el Juez señale fecha y hora para celebrar la


audiencia inicial, deben ser notificados: Ministerio Público, Asesor jurídico,
víctima, imputado y Defensor. Al inicio de la audiencia, el Juez debe
informarle al imputado sus derechos y debe revisar que se le hayan
respetado sus derechos humanos en el momento de la detención
(legalidad de la detención).

El Ministerio Público debe informarle al imputado quién le


acusa, por qué se sigue una investigación en su contra, y la existencia de
51

indicios suficientes para continuar con la investigación (formulación de


imputación). En ese momento el imputado tiene la posibilidad de
manifestarse ante la investigación que se seguirá en su contra.

El Juez determina la situación jurídica del imputado,


sujetándolo a un proceso (vinculación a proceso) o dejándolo en libertad
a partir de los elementos con los que cuenta el Ministerio Público.

2.3.- SUJETOS PROCESALES Y SUS AUXILIARES.

El ordenamiento normativo nacional dispone que en el


proceso penal acusatorio intervendrán los sujetos procesales siguientes:
el imputado y su defensor, el ministerio público, la víctima u ofendido, el
asesor jurídico y el órgano jurisdiccional. Y como auxiliares interviene la
policía, los consultores técnicos y la autoridad de supervisión de medidas
cautelares y de la suspensión condicional del proceso.
52

IMPUTADO.

Dentro de los sujetos procesales, el “imputado” es quizás el


más importante. Por eso debemos precisar qué significa ser “imputado” y
desde cuando se adquiere tal carácter en un proceso penal.14

Las legislaciones procesales no brindan una definición de


imputado, ya que se considera impropio formular definiciones
legislativamente, sino que se encargan de señalar la situación en que
debe estar y los requisitos que debe reunir un ciudadano para que pueda
ejercer los derechos que se le acuerdan en tal carácter.15

Podemos decir que imputado es “la persona contra la cual se


ejerce la persecución penal precisamente porque alguien indica que ella
es la autora de un hecho punible o ha participado en él, ante las
autoridades competentes para la persecución penal”. 16

DEFENSOR.

Su trabajo del abogado defensor es garantizar que se respeten


tanto los derechos de su cliente y la ley. El derecho de defensa garantiza

14 https://www.pensamientopenal.com.ar/system/files/2015/04/doctrina40886.pdf Augusto José Paz Almonacid.


15 Jauchen Eduardo. Derechos del Imputado. Pág.14. Rubinzal-Culzoni. Editores.
16 Maier BJ Julio. Derecho Procesal Penal Tomo II Pág. 188.Editores del Puerto.
53

que una persona sometida a un proceso judicial no quede en estado de


indefensión por actos u omisiones que sean imputables directa e
inmediatamente al órgano jurisdiccional. Se le puede asignar un defensor
de oficio o privado.

MINISTERIO PÚBLICO.

Es el encargado de investigar los delitos y llevar a Juicio a


quien se considere responsable de estos, conduce la investigación y
coordina a las policías y a los servicios periciales.

El Ministerio Público cuida los intereses de la sociedad al


perseguir los delitos, y vigila que en toda investigación se respeten los
derechos humanos, es quien debe demostrar la existencia – o no – de un
delito y la responsabilidad de quien lo cometió.

Puede solicitar las medidas cautelares – arresto domiciliario,


medidas de control electrónico, arraigo, prisión preventiva – de acuerdo
con el riesgo que puede correr la víctima, el éxito del proceso o para
asegurar la comparecencia de imputado en Juicio.
54

Debe instruir a las Policías sobre la legalidad y valor de las


pruebas recolectadas, así como de las demás actividades que realicen
dentro de la investigación.

Cuando cualquier sujeto que intervenga en un juicio, tenga en


riesgo su vida o integridad corporal, el Ministerio Público será el encargado
de garantizar su seguridad.

LOS JUECES.

Tienen la responsabilidad de impartir justicia. Deben hacerlo


de manera pronta, completa e imparcial y garantizando el Estado de
derecho para contribuir a fortalecer la democracia.

Los jueces deben respetar y garantizar los derechos de los que


intervienen en el juicio, también deben en todo momento guardar la
confidencialidad de los asuntos y no deben presentar en público al
imputado como culpable si aún no ha sido condenado.

En el Nuevo Sistema Penal Acusatorio existen varios tipos de


jueces, a todos ellos, se les llama de forma general Órgano Jurisdiccional
y dependiendo de la etapa del procedimiento participan en él, y son: el
55

Juez de Control, el Tribunal de Enjuiciamiento, el Tribunal de Alzada y el


Juez de Ejecución. Con esta especialización se aumenta la calidad de los
procedimientos penales.

VÍCTIMA.

Es la persona que sufre un delito, tiene derecho a que la


autoridad cuide su integridad física y le brinde la protección necesaria
según el riesgo que corra.

La víctima ahora tiene mayor presencia porque puede


participar activamente en la investigación y en el Juicio, ofreciendo
pruebas, recibiendo información sobre los avances, asesoría legal,
atención médica y psicológica y tiene el derecho a exigir se le repare el
daño.

La víctima podrá intervenir de forma directa en el desarrollo del


proceso alegando directamente en audiencia, realizando interrogatorios y
haciendo solicitudes como que se impongan medidas cautelares al
imputado, es decir, acciones que garanticen que el imputado asista a
Juicio y se resguarde la seguridad de la víctima.
56

ASESOR JURÍDICO.

Es el abogado que se encarga de asesorar a la víctima u


ofendido; puede ser un abogado particular contratado, o un abogado
gratuito proporcionado por el Estado.

Con la reforma constitucional, el asesor jurídico deberá ser


licenciado en derecho, con cédula profesional, quien acompañará desde
el inicio los intereses de la víctima y explicará en todo momento las
situaciones jurídicas para que las víctimas entiendan su proceso y puedan
tener voz y derechos en el procedimiento.

3.- LA ETAPA INTERMEDIA.

El Juez de Control verificará los requisitos generales de la


audiencia y declarará la apertura de la misma (art. 342 del CNPP). El
artículo 342 menciona que la inasistencia de la víctima u ofendido o su
asesor jurídico no suspende el acto. Asimismo, que si su inasistencia es
injustificada, se tendrá por desistida su pretensión, en caso de que se
hubieran constituido como coadyuvantes del Ministerio Público.

Después de que las partes han sido identificadas, el Juez de


Control exhortará a las partes para que lleguen a una solución alternativa
57

o alguna forma de terminación anticipada: acuerdos reparatorios,


suspensión condicional del proceso o procedimiento abreviado. En caso
de que las partes opten por alguno de estos medios alternativos, se
seguirá lo conducente en cada caso (art. 342 CNPP).

En caso de que las partes decidan continuar el proceso por la


vía ordinaria, el Ministerio Público procederá a exponer de forma resumida
su acusación (art. 344 CNPP).

Después, la víctima u ofendido, por sí o por conducto de su


asesor jurídico, expondrán sus pretensiones. De igual manera, el acusado,
por si o por conducto de su defensor, expondrá sus solicitudes y
pretensiones (art. 344 CNPP).

Posteriormente, el defensor y la víctima u ofendido podrán


solicitar la corrección de defectos formales de la acusación. En caso de
ser procedentes, el Juez de Control requerirá al MP que corrija los
defectos formales (art. 340 CNPP).

De no ser corregidos los defectos formales, el Juez de Control


ordenará la suspensión de la audiencia y señalará fecha para la
reanudación.
58

En caso de no haberse señalado defectos formales, que estos


no hayan resultado procedentes o que hayan quedado corregidos, el Juez
de Control abrirá el debate para resolver las incidencias y excepciones
que, en su caso, hayan presentado la defensa y el Ministerio Público (art.
344 CNPP).

Del debate anterior, el Juez de Control analizará si procede el


sobreseimiento. Lo que, en su caso, llevaría al fin del procedimiento. Si
no, continúa la audiencia.

Concluido el debate anterior, la defensa y el Ministerio Público,


en caso de existir, podrán plantear los acuerdos probatorios. Si la víctima
u ofendido se opusieran al acuerdo, el Juez de Control deberá determinar
si esta oposición es fundada o no.

Si el Juez encuentra fundada la oposición de la víctima,


rechazará el acuerdo probatorio. De lo contrario, el Ministerio Público
podrá realizar el acuerdo probatorio (art. 345 CNPP).

Después de ser examinados los medios de prueba, el Juez de


Control podrá excluir medios de prueba para que no sean rendidos en la
audiencia de enjuiciamiento.
59

Los medios de prueba a excluir, de acuerdo al artículo 346 del


CNPP, serán aquellos que no se refieran directa o indirectamente al objeto
de la investigación o no sean útiles al esclarecimiento de los hechos, así
como:

“I. Cuando el medio de prueba se ofrezca para generar efectos


dilatorios, en virtud de ser:

a) Sobreabundante: Por referirse a diversos medios de prueba


del mismo tipo, testimonial o documental, que acrediten lo
mismo, ya superado, en reiteradas ocasiones;

b) Impertinentes: Por no referirse a los hechos controvertidos,


o
c) Innecesarias: Por referirse a hechos públicos, notorios o
incontrovertidos;

II. Por haberse obtenido con violación a derechos


fundamentales;

III. Por haber sido declaradas nulas, o

IV. Por ser aquellas que contravengan las disposiciones


señaladas en el Código para su desahogo.” (Art. 346 CNPP).
60

En su caso, el Juez de Control abrirá a debate y resolverá


sobre la solicitud de exclusión de la prueba (art. 346 CNPP).

Finalmente, el Juez de Control emitirá el auto de apertura a


juicio oral, el cual deberá indicar:

I. El Tribunal de enjuiciamiento competente para celebrar la


audiencia de juicio, así como la fecha y hora fijadas para la audiencia;

II. La individualización de los acusados;

III. Las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las
correcciones formales que se hubieren realizado en ellas, así como los
hechos materia de la acusación;

IV. Los acuerdos probatorios a los que hubieren llegado las


partes;

V. Los medios de prueba admitidos que deberán ser


desahogados en la audiencia de juicio, así como la prueba anticipada;
61

VI. Los medios de pruebas que, en su caso, deban de


desahogarse en la audiencia de individualización de las sanciones y de
reparación del daño;

VII. Las medidas de resguardo de identidad y datos personales


que procedan en términos de este Código;

VIII. Las personas que deban ser citadas a la audiencia de


debate, y

IX. Las medidas cautelares que hayan sido impuestas al


acusado.” (Art. 347 CNPP).

El Juez de Control deberá hacer llegar el auto de apertura a


juicio al Tribunal de Enjuiciamiento competente, dentro de los cinco días
siguientes de haberse dictado. Asimismo, pondrá a su disposición los
registros y al acusado (art. 347 CNPP).17

17 https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/241984/Audiencia_Intermedia_-_Microflujo.pdf
62

4.- ETAPA DE JUICIO ORAL O DE DEBATE.

Con el dictado, por el juez de control del auto o resolución de


apertura del juicio oral culmina la etapa intermedia o de preparación del
juicio oral y comienza la última fase del proceso ordinario, comúnmente
conocida como “Etapa de juicio oral o de debate”.

Esta etapa, que es la esencial del nuevo proceso penal, se


realiza sobre la base de la acusación, y asegura, como en ninguna otra,
la concreción de los principios que sustentan a todo el sistema, como lo
son la oralidad, la inmediación, la publicidad, la contradicción, la
concentración y la continuidad.

A diferencia de las fases anteriores (preliminar e intermedia),


en la del juicio intervienen tres jueces profesionales, quienes, para
asegurar su objetividad e imparcialidad, no deben haber actuado en las
etapas anteriores (art. 315: restricción judicial), sin la pena de nulidad de
aquél.

Como cuestiones previas, el juez que presida el tribunal, una


vez radicado el auto de apertura del juicio, fijara el día y la hora para el
desahogo de la audiencia de debate, la que deberá celebrarse no antes
de quince ni después de sesenta días de la notificación del citado auto de
apertura; indicará el nombre de los jueces que integrarán el tribunal y
63

ordenará que se cite a todos aquellos obligados a asistir a la audiencia


(Ministerio Público, acusado, defensor, parte coadyuvante, testigos,
peritos, etc.) según sea el caso.

Al igual como sucede con la audiencia intermedia (o de


preparación del juicio oral), la de debate también se encuentra claramente
regulada en el nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales.

Esta principia con la verificación que hace el presidente del


tribunal, de la presencia de los otros jueces, de las partes y de los testigos,
peritos o intérpretes que deben participar en el debate, así como de la
existencia de las cosas que deben exhibirse en él. Luego, debe advertirle
al acusado y al público, usando un lenguaje claro, sencillo y comprensible,
acerca de la importancia y el significado del juicio, como también debe
indicarle al acusado que preste atención sobre lo que va a escuchar.

Hecho lo anterior, como lo indica el artículo 362 (Apertura), se


declara abierto el debate y el presidente del tribunal le concede la palabra,
en primer término, al Ministerio Público y a la parte coadyuvante, si la
hubiere, para que expongan en forma breve, clara y sumaria, las
posiciones planteadas en la acusación (alegatos de apertura), o sea, para
que el Ministerio Público presente su “teoría del caso”, y después al
defensor para que, si lo desea, indique en forma sintética la posición de la
64

defensa respecto de los cargos formulados (alegatos de apertura), esto


es, presente también su “teoría del caso”.

Las cuestiones incidentales serán planteadas inmediatamente


después de los alegatos de apertura, en cuyo caso se concederá la
palabra por única vez a quien lo haga y a las demás partes para que
aleguen lo que a sus intereses convenga; estas incidencias pueden
tratarse en un solo acto o sucesivamente, o bien diferirse alguna para la
sentencia, si así conviene para el debate (art. 363: incidentes). Si la
naturaleza de los incidentes promovidos lo permite, se resolverán en ese
instante por el tribunal; en caso contrario, la audiencia puede suspenderse
para tal fin hasta por diez días como máximo (art. 323: continuidad y
suspensión).

Cuando la acusación verse sobre varios hechos punibles


atribuidos a uno o más acusados, se le concede al tribunal la facultad de
disponer, incluso a petición de parte, que los debates se lleven a cabo
separadamente, pero en forma continua, es decir, sin suspender la
audiencia, como acontece lo mismo cuando se estime conveniente, para
una mejor defensa del acusado, que primero se debata sobre la
culpabilidad, y luego, si resulta procedente, sobre la pena a imponer
(clausura del debate), en cuyo caso las pruebas sobre éste último aspecto,
se recibirán, por cuestiones lógicas, después de haberse declarado
culpable al acusado (art. 365: culpabilidad, y art. 366: individualización de
65

la pena). Expuestos los alegatos de apertura, se procede a recibir las


pruebas en el orden que indiquen las partes.

Primero, las ofrecidas por el Ministerio Público y por la parte


coadyuvante y posteriormente las de la defensa. En relación con las
pruebas, se establece la posibilidad de que el tribunal puede ordenar, a
solicitud de alguna de las partes, la producción de nuevas pruebas
(pruebas supervinientes), es decir, diferentes a las anunciadas en el auto
de apertura del juicio, si en el transcurso del debate se advierte que
resultan indispensables o manifiestamente útiles para el esclarecimiento
de los hechos, siempre y cuando el solicitante justifique que no tenía
conocimiento de su existencia o que no le fue posible prever su necesidad.

Concluida la recepción de las pruebas, continúan los alegatos


finales o de clausura. Para ello, el presidente le concede la palabra al
Ministerio Público, a la parte coadyuvante, al defensor del imputado, para
que, en ese orden, expongan sus alegatos finales.

Es importante resaltar que el nuevo Código Procesal Penal


Nacional, le concede al imputado la facultad de que, en cualquier
momento de la audiencia, haga uso de la palabra para exponer todas
aquellas precisiones y argumentaciones que considere pertinentes, aún
en el caso de que antes se hubiere negado a declarar, sin más limitación
que dichas intervenciones se refieran al objeto del debate, incluso, antes
66

de que se declare cerrado éste, se le debe conceder la palabra por si


desea agregar alguna cuestión más sobre el particular.

Clausurado el debate, el tribunal deliberará en sesión privada,


cuya actividad no podrá durar más de veinticuatro horas ni suspenderse,
excepto por enfermedad grave de alguno de los jueces. Si el asunto y la
hora lo permiten, redactada la sentencia será leída ante los presentes, una
vez constituido el tribunal en la sala de audiencia; en caso contrario, sólo
será leída la parte resolutiva con sus respectiva motivación y
fundamentación y quien presidió la audiencia señalará día y hora para la
lectura integra del documento que la contiene, dentro de los cinco días
posteriores al pronunciamiento de la parte resolutiva.

En razón del principio de congruencia, la sentencia que se


dicte no puede sobrepasar el hecho punible descrito (incluyendo sus
circunstancias) en el auto de vinculación a proceso, en la acusación y en
la resolución de apertura del juicio, y contendrá, como requisitos, los
siguientes:

I. La mención del tribunal, el nombre de los jueces que lo


integran y la fecha en que se dicta; el nombre y apellido
del acusado y los demás datos que sirvan para
determinar su identidad, y el nombre de las otras partes;
67

II. La enunciación de los hechos y de las circunstancias o


elementos que hayan sido objeto de la acusación o de
su ampliación, y de la resolución de apertura;

III. Una breve y sucinta descripción del contenido de la


prueba oral, antes de proceder a su valoración;

IV. El voto de los jueces, con la exposición concisa de sus


fundamentos de hecho y de derecho;

V. La determinación precisa y circunstanciada del hecho


que el tribunal estime acreditado;

VI. La parte resolutiva, con mención de las disposiciones


legales aplicadas; y

VII. La firma de los jueces.

Finalmente cabe señalar que, por imperativo constitucional


(arts. 14 y 16 constitucionales), la sentencia que se dicte debe estar, como
todo acto de autoridad, fundada y motivada, principalmente en la parte
valorativa de las pruebas producidas, en donde rige el principio de la libre
valoración o de la sana crítica, sin más limitaciones que en tal actividad no
68

se contraríen las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las


máximas de la experiencia o que se hayan valorado aquellas obtenidas
por un medio ilícito (prueba ilícita) o que fueron incorporadas al proceso
violando las reglas marcadas por el propio Código Nacional de
Procedimientos Penales.
69

CAPÍTULO IV.
FORMALIDADES A OBSERVAR EN LA DECLARACIÓN DE UN
MENOR DE EDAD.
70

1.- MENOR DE EDAD.

Tener dudas sobre el significado y empleo del término menor


quiere decir que éste genera incertidumbre acerca de las soluciones que
supuestamente provee el sistema jurídico para algunos casos en
específico; es decir, que en ciertas ocasiones se entiende de la lectura de
la norma que hace referencia a incapaces y no a menores de edad; sin
embargo, esto es falaz, ya que, en todo caso, la legislación trata de
personas con minoría de edad, por lo que se refiere a una cuestión
cuantitativa.

Es prudente pensar que, en muchas ocasiones, surgen dudas


sobre el uso de una palabra en una oración o disposición jurídica; éstas
plantean problemas con relación a la determinación de su significado;18
sin embargo, en el caso específico de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en el empleo del término, es claro que no
surgen equívocos, ya que se refiere en todo momento a las personas
menores de edad y no a incapaces o personas que se encuentren
disminuidas en sus capacidades.

18 Santiago Nino, Carlos, Introducción al análisis del derecho, Barcelona, Ariel, 2003, p. 259.
71

Así las cosas, y en el esfuerzo de intentar desentrañar el


significado o sentido del término, ya sea de forma cognoscitiva, tratando
de detectar el significado único de este concepto, o de forma decisoria,
adjudicándole un significado que convenga al contexto, se puede exponer
lo siguiente:

En términos cognoscitivos, es fundamental preocuparnos por


lo que efectivamente ha querido decir el legislador, según el significado de
las palabras en el lenguaje ordinario; por lo tanto, es importante señalar
que el concepto es utilizado como referente a las personas que son
menores de edad, así se puede apreciar en la iniciativa que reforma el
artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
a cargo del diputado Quintín Vázquez García, y en la que hace uso del
término en un contexto referido a la edad de los niños, niñas y
adolescentes, y no así a la capacidad de este grupo.19

Ahora bien, de acuerdo con el artículo primero de la


Convención sobre los Derechos del Niño [y de la Niña], adoptada por la
Organización de las Naciones Unidas en 1959, se entiende por niño [y
niña] todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en
virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de
edad.20

19 Castillejos Cifuentes, Daniel A. Análisis constitucional sobre el uso del término menor, y niños, niñas y adolescentes.
20 Convención sobre los Derechos del Niño (y de la Niña).
72

2.- LINEAMIENTOS PARA LA PARTICIPACIÓN DIRECTA


DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES.

El derecho a la participación de Niñas, Niños y Adolescentes


(NNA) está reconocido en el orden jurídico mexicano, incluyendo diversos
tratados internacionales ratificados por México.21

Es importante recordar que este derecho se refiere a su


participación en todos los asuntos que les involucren, lo que trasciende
los aspectos relacionados con el acceso a la justicia, como podría ser el
respeto de este derecho en las políticas públicas que pudieran afectarles.
Sin embargo, aquí se abordará únicamente una faceta de este derecho,
relativa a su participación en procedimientos jurisdiccionales.22

Para la Corte IDH resulta evidente que las condiciones en que


participan NNA en un proceso no son las mismas en las que lo hace una
persona adulta. Sostener lo contrario implicaría desconocer la realidad y
omitir la adopción de medidas especiales para la protección de NNA,
causándoles un grave perjuicio.23

21 Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, México, artículo 16, fracción XV, y Convención sobre los Derechos

del Niño, Estados Unidos de América, artículo 12.


22 Amparo Directo en Revisión 2479/2012, op. cit., p. 21.
23 Corte IDH. Opinión Consultiva OC-17/2002, op. cit., párrafo 96.
73

Dos de las formas en que se materializa la participación directa


de NNA dentro de un procedimiento judicial son al rendir una opinión, o
bien, un testimonio.

Es importante distinguir conceptualmente entre opinión y


testimonio, términos que han sido diferenciados por la SCJN, por ejemplo,
en el Amparo Directo en Revisión 3797/2014.24

En este sentido, el Protocolo de la Sala de Audiencias para


Personas en Condición de Vulnerabilidad (SAPCOV) señala que la
testimonial se refiere a que NNA narren de la manera más precisa posible
lo vivido, observado, sentido, escuchado, etcétera. Con la prueba
testimonial, mediante ayuda adulta especializada, se busca clarificar y
ordenar detalles de los acontecimientos a partir de la vivencia subjetiva.

Por su lado, la opinión no implica que NNA vuelvan a narrar lo


vivido, sino que es su derecho de expresar lo que deseen sobre un tema
particular y, por tanto, no impera ninguna exigencia o necesidad de que
brinden detalles o evoquen recuerdos dolorosos.

Esta distinción se vuelve relevante en atención a la obligación


que ha establecido la SCJN para las personas juzgadoras de que las

24 Sentencia recaída al Amparo Directo en Revisión 3797/2014, pp. 45-46.


74

testimoniales infantiles sean recabadas a través de una persona


especialista en las técnicas adecuadas para obtener la declaración de una
víctima NNA.25

Ello tiene el principal objetivo de evitar la revictimización de la


infancia al momento de narrar al tribunal la experiencia vivida, así como
que se utilicen las técnicas adecuadas para facilitar el trabajo del MP y/o
la persona juzgadora aportando la información necesaria, mas no para
valorarla o interpretarla.

Por lo que hace a las opiniones que emiten NNA sobre


determinado procedimiento que podría impactar en sus derechos como la
guarda y custodia o los regímenes de convivencia, las personas
juzgadoras deberán asistirse de una persona especialista en temas de
infancia que facilite la comunicación entre el tribunal y la NNA que
participará.

Esto, pues dichas personas pueden aportar metodologías


adecuadas para que la infancia y adolescencia cuente con las condiciones
necesarias para expresarse. Eso permite conocer de la manera más
objetiva y apegada a la realidad, la voluntad y percepciones de la infancia
en cuanto a las cuestiones controvertidas.

25 Sentencia recaída al Amparo Directo en Revisión 3797/2014, op. cit., pp. 58-59.
75

Ahora bien, como otros derechos, el derecho a participar en


los procedimientos jurisdiccionales que afecten la esfera jurídica de NNA
se ejerce de manera progresiva, sin que ello pueda depender de una edad
predeterminada ni aplicarse de manera generalizada, sino que debe
analizarse caso por caso.

En atención al interés superior de la infancia, la SCJN ha


desarrollado diversos lineamientos a lo largo de sus precedentes que las
personas juzgadoras deben tomar en cuenta en la etapa probatoria. Éstos
serán de utilidad para que la participación directa de NNA a través de su
opinión o testimonio cumpla con su doble finalidad de reconocerles como
titulares de derechos y que las personas juzgadoras se alleguen de todo
lo necesario para decidir lo que es mejor para la infancia o adolescencia
involucrada. Dichos parámetros se desarrollan a continuación:

2.1.- AUTONOMÍA PROGRESIVA.

La autonomía progresiva es un concepto que reconoce a las


niñas, niños y adolescentes como personas sujetas de derechos, lo cual
implica que todos sus derechos humanos deben ser reconocidos,
respetados y garantizados, sin estar condicionados a su edad.
76

Además, la autonomía progresiva defiende que tienen la


capacidad de tomar decisiones y asumir responsabilidades de forma
gradual, mientras van creciendo. En tanto aumenta esta capacidad,
también debe aumentar su autonomía y con ello disminuir la protección de
las instituciones del Estado. Esto significa que la responsabilidad del
Estado es generar condiciones que posibiliten el ejercicio de sus derechos
y no la simple prohibición o autorización de derechos.

El concepto de autonomía progresiva aparece (o es


reconocido) por primera vez en el ámbito institucional en la Convención
de los Derechos del Niño (CDN). Es un instrumento internacional, de
carácter vinculante para los Estados firmantes, que establece un marco
jurídico de protección y asistencia integral para las personas menores de
18 años, reconociéndolas como personas con derechos,
independientemente de su lugar de nacimiento, sexo, religión, etnia, clase
social, condición familiar, etcétera.

Está basada en los principios de no discriminación, interés


superior de la niñez y adolescencia, derecho a la vida, supervivencia y
desarrollo, y derecho a la participación, estableciendo un piso mínimo de
derechos que deben ser garantizados por los Estados para asegurar la
protección de niñas, niños y adolescentes.26

26 https://jovenesredlac.org/que-es-la-autonomia-progresiva/
77

2.2.- PREPARACIÓN PARA LA ENTREVISTA.

También será de utilidad que las personas juzgadoras


consideren la conveniencia de ordenar una evaluación psicológica de la
NNA a modo de preparación para la entrevista a través de la cual se
desahogará la prueba testimonial o la opinión, pues de ella se podrían
desprender aspectos importantes como su habilidad o disposición para
hablar en una entrevista formal, un diagnóstico sobre su desarrollo
cognitivo, emocional y social, entre otras. Si no conocen la respuesta,
explicarles que se reconocerá valor a lo que digan sin hacerles sentir
culpables y explicándoles que no hay respuestas correctas o incorrectas,
sino que sólo se espera que cuente, según sea el caso, lo que ha vivido o
su opinión ante el proceso que está atravesando y que puede formular
cualquier pregunta que desee.

2.3.- VOLUNTAD DE LA PARTICIPACIÓN.

Otra de las medidas que deben tomarse previamente a la


diligencia es la relativa a que debe garantizarse que su participación sea
completamente voluntaria. En este sentido, la SCJN ha recordado que la
participación de NNA dentro del procedimiento es una opción y no una
obligación. Por ello, el momento de confirmación de la participación
voluntaria se presenta inmediatamente antes del desahogo de la prueba,
78

cuando NNA se encuentren separadas de cualquier persona que pudiera


presionarles para que participen o se abstengan de hacerlo.

Las personas juzgadoras podrán conocer esta intención de


participación a través de la persona especialista que ha estado en
contacto durante la preparación de la NNA para la diligencia en la que
participará.

Esta recomendación se basa en que el estrés y ansiedad que


genera la intervención en un procedimiento puede llevar a que, ante una
pregunta directa o mal formulada por parte de las personas juzgadoras,
NNA expresen que no quieren participar en el proceso cuando su opinión
o testimonio resultan fundamentales para lograr una correcta
determinación sobre lo que resulte acorde con su interés superior.

2.4.- COMUNICACIÓN CON PERSONAL ESPECIALIZADO.

Los NNA tienen un lenguaje distinto al de las personas adultas.


Por ello, la SCJN ha establecido que es necesario contar con el personal
especializado que facilite la comunicación entre NNA y personas
juzgadoras durante su participación.
79

Lo anterior toma una relevancia particular en la primera


infancia. Al respecto, tanto la SCJN como el Comité han establecido que
no puede negarse el derecho de participación de NN sólo por encontrarse
en la primera infancia. Por ello, las autoridades judiciales y auxiliares
deben buscar la mejor manera de interactuar con la infancia involucrada
para propiciar su participación, lo que puede lograrse con la intervención
de una persona especialista en metodologías pedagógicas y didácticas
que otorguen condiciones adecuadas a los NNA para que puedan
expresarse. A partir de estas metodologías, NNA desde muy corta edad
demuestran capacidad de comprender, elegir y tener preferencias,
recordando siempre que resulta fundamental determinar su capacidad de
comprender la situación y formarse un juicio propio.

Ahora bien, previo al desahogo de la diligencia, se recomienda


que la persona juzgadora se reúna con la persona especialista en temas
de infancia que ha acompañado a la NNA involucrada durante la
preparación con el fin de que, tanto el tribunal como las partes, puedan
aclarar los términos respecto de lo que se conversará con la NNA, lo que
deberá ser en un lenguaje sencillo para pueda comprender y continuar la
conversación.

En este sentido, la SCJN ha establecido como principio rector


el determinar objetivos precisos para la entrevista que se realice con NNA
de conformidad con la situación en la que se encuentre. Esto también
80

implica tener en cuenta que la persona especialista que realizará la


evaluación tiene como objetivo proporcionar información objetiva al
juzgado o autoridad correspondiente para tomar la mejor decisión sobre
los derechos de la infancia involucrada.

3.- MODELO DE INTERVENCIÓN DE LOS MENORES DE


EDAD EN EL PROCESO PENAL.

La información y asistencia que desde el primer momento y a


lo largo de todo el proceso se debe de proporcionar al niño declarante y a
sus padres tiene consecuencias claras en su declaración, pues le hace
consiente de sus derechos y de las posibilidades de garantizarlos.

Es conveniente que se le haga comprensible lo que sucede en


la dialéctica procesal, si tiene madurez suficiente para entenderlo, y al
margen de su presencia o ausencia física de la sala de visitas. Su opinión
acerca de su propia participación en los imprescindibles actos procesales
puede ser importante y debe de ser escuchada, así como sobre la forma
y los momentos en que pueda serle solicitada su declaración.

Es necesario informarle de las medidas de protección


aplicables tanto intraprocesales como extraprocesales, pero también
serán importantes las medidas de asistencia y apoyo en sus diversas
81

vertientes: salud física, psicológica, servicios sociales, interpretación y


traducción, etc. No descuidarse además el derecho a la intimidad del
menor de edad, cuya vulneración puede ser más dañosa dado que por
definición todavía no goza de una personalidad madura.

Todo ello al margen de su posible participación como parte


procesal acusadora a través de su abogado y representante procesal, en
los ordenamientos en que ellos se permitan, como ocurre en el español a
través de la figura de la acusación particular, que lo coloca en una posición
funcional muy similar a la del propio fiscal. De este modo, el menor de
edad debe de tener conocimiento de la posibilidad de ejercitar la
pretensión punitiva y, asimismo, la pretensión de resarcimiento de los
daños y perjuicios causados en su persona y bienes.

Más en concreto respecto a su declaración en el proceso se


resalta el derecho a ser oído y a expresar su opinión sobre todos los
asuntos que pudieran afectarle, siempre con la matización de su madurez
suficiente para que esta audiencia tenga algún sentido, aunque ya hemos
referido a la exigencia de que el personal diverso que actúa en el proceso
debe de adaptar el lenguaje y su conducta en general a nivel de
comprensión del niño y a su capacidad de comunicación, según su edad
y su uso de razón. A diferencia de los testigos mayores de edad esa
declaración debe de ser entendida como un derecho y no como una
obligación.
82

Hay una reiterada insistencia tanto en las recomendaciones y


directrices como en aquellos otros que tienen una real fuerza normativa
de evitar dilaciones indebidas, que son particularmente perniciosas para
la declaración del menor, pues aquí podrían aparecer con mayor
probabilidad elementos disfuncionales, como la mayor dificultad para
retener lo percibido, la mayor facilidad para ser sugestionado, la dificultad
para distinguir entre realidad y fantasía.

La especialización es fundamental cuando se está tratando en


el proceso a menores. Por ello, es importante otorgar un rol destacado a
los profesionales que asisten a las declaraciones, sea en la fase de
investigación o en la de juicio dependiendo además de cómo se articule la
manera de declarar del menor de edad.

4.- REQUISITOS PARA LLEVAR ACABO UNA


ENTREVISTA CON UN MENOR DE EDAD VÍCTIMA DE LA COMISIÓN
DE UN DELITO.

De la SCJN y de la Corte IDH se ha obtenido que aquella debe


ajustarse a determinados requisitos:
83

En primer lugar, la entrevista debe ser conducida por una


persona psicóloga especialista que auxilie a obtener la declaración u
opinión de NNA.

La obligación de contar con un apoyo profesional se encuentra


también recomendada por diversos documentos de organismos
internacionales, tales como las Directrices sobre la Justicia en Asuntos
Concernientes a los Niños Víctimas y Testigos de Delitos; la Observación
General número 12 del Comité27; las Guías de Santiago sobre Protección
de Víctimas y Testigos, y el informe Derecho del niño y la niña a la familia,
de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Inclusive, en casos de abuso sexual la SCJN ha sido enfática


en la obligación de las autoridades de otorgar el apoyo profesional
necesario durante la obtención de la prueba, con el objetivo de que las
víctimas NNA estén en la posibilidad de proporcionar un testimonio que
exige un proceso judicial, tanto en sede penal como civil, para sustentar
una condena por esos hechos. Además, la presencia de una persona
especialista en infancia también se vuelve necesaria para que ella
contemple estrategias que sirvan ante el manejo de la tensión y estrés de
NNA, así como la detección y el manejo de mecanismos de defensa
psicológicos.

27 Comité de los Derechos del Niño.


84

Por otro lado, la declaración o testimonio de NNA debe llevarse


a cabo en una diligencia seguida en forma de conversación y no en forma
de interrogatorio o examen unilateral que permita una narrativa libre por
parte de la infancia como base de toda la indagatoria.

La SCJN ha determinado que las mejores técnicas que


pueden ser utilizadas para obtener la declaración o testimonio de NNA son
las que han sido desarrolladas por la psicología del testimonio infantil a
través de personas especialistas debidamente capacitadas para realizar
entrevistas investigativas o cognitivas. Dichas entrevistas, si bien no son
propiamente pruebas periciales, tienen como objetivo facilitar el trabajo del
MP o la persona juzgadora, pues auxilian a que NNA relaten lo sucedido
y exterioricen la información que se necesita para el proceso.

Esto quiere decir que, en la primera fase de la entrevista, debe


permitirse a NNA realizar un relato libre de lo ocurrido y, únicamente
después de que haya concluido, se pueden introducir preguntas
aclaratorias, focalizadas y específicas para expandir y clarificar la
información.

Las preguntas que se realicen deben ser adecuadas, es decir,


no deben ser sugestivas y deben ser lo más abiertas posibles, para
orientar a NNA a dar respuestas a partir de sus propios recuerdos y no a
partir de la información contenida en la pregunta. En este punto es
85

importante recordar que, tal como lo señaló la Corte IDH en el caso V.R.P.,
V.P.C. y otros vs. Nicaragua, en los casos de NNA víctimas del delito, la
persona profesional o psicóloga especializada será quien realice las
preguntas, sin que exista la posibilidad de que la infancia o adolescencia
involucrada pueda ser interrogada en forma directa por el tribunal o las
partes.

Además, para la participación debe contemplarse el uso


adecuado de materiales de apoyo para la expresión de NNA. Las
personas juzgadoras deben tomar en consideración la existencia y
pertinencia de las formas verbales y no verbales de comunicación.

Las formas verbales deben ser iguales a las utilizadas por NNA
para expresarse y describir lo que considere necesario. Por su parte, entre
las formas no verbales se puede utilizar el juego, la expresión corporal y
facial, el dibujo, la pintura, el modelaje con plastilina, la utilización de
muñecos, etcétera.

Por otro lado, las personas juzgadoras deben tomar todas las
medidas necesarias para que la diligencia dure el menor tiempo posible;
se desarrolle en un horario adecuado para NNA por ejemplo, que no
intervenga con su hora de sueño y respetar sus tiempos de respuesta sin
presionarles.
86

Además de lo anterior, la Observación General número 12 del


Comité indica que se debe crear un espacio para permitir destacar y
abordar las cuestiones que ellos mismos consideren pertinentes e
importantes, y adaptados, en el sentido de que tanto los ambientes como
los métodos de trabajo deben adaptarse a sus capacidades, poniendo el
tiempo y los recursos necesarios a disposición de NNA para que tengan
confianza y oportunidad para aportar sus opiniones.

4.1.- DE LAS CONDICIONES DEL LUGAR.

Ahora bien, la entrevista deberá desarrollarse, en la medida de


lo posible, en un lugar que no represente un ambiente hostil para los
intereses de NNA, donde puedan sentir que les respetan y seguridad para
expresar libremente sus opiniones. Es decir, las salas de entrevistas
deberán representar un entorno seguro y no intimidatorio, hostil, insensible
o inadecuado.

Al respecto, es importante recordar que el artículo 83, fracción


XI, de la LGDNNA establece que las autoridades federales, estatales,
municipales o de las alcaldías de la Ciudad de México que sustancien
procedimientos jurisdiccionales o administrativos o realicen cualquier acto
de autoridad en los que estén involucradas NNA deberán destinar
87

espacios lúdicos de descanso y aseo en los recintos en que se lleven a


cabo procedimientos en que deban intervenir.

En el mismo sentido, la Corte IDH en los casos Rosendo Cantú


y otra vs. México y V.R.P., V.P.C. y otros vs. Nicaragua ha determinado
que las entrevistas que se lleven a cabo para recabar la declaración de
NNA víctimas del delito se realicen en salas que otorguen un entorno
seguro y no intimidatorio, hostil, insensible o inadecuado, que les brinde
privacidad y confianza. En este sentido, la Corte IDH resaltó que varios
países han adoptado como buena práctica el uso de dispositivos
especiales como la Cámara de Gessel o Circuitos Cerrados de Televisión
para seguir la declaración de NNA y minimizar cualquier efecto de
revictimización.

También el Comité ha recomendado que se debe prestar


atención a las salas del tribunal, así como a la vestimenta de las personas
juzgadoras y abogadas y la disponibilidad de pantallas de protección
visual como las cámaras de Gesell y salas de espera separadas.

Es importante tomar en cuenta que muchas veces estas salas


pueden tener algún tipo de comunicación a doble vía, es decir, que
quienes están dentro de ellas, pueden escuchar o ver a quienes están
fuera. Por ende, es recomendable que se asegure que NNA que están
88

participando no puedan escuchar o ver a personas o espacios que puedan


ser intimidatorios u hostiles al momento del desahogo.

Una buena práctica de espacios con condiciones adecuadas


para el desahogo de diligencias en las que intervengan NNA es la
SAPCOV instaurada por el Tribunal Superior de Justicia del Estado de
Chihuahua. La SAPCOV se basa en un modelo de participación protegida
y especializada de NNA en los procedimientos de justicia que aporta los
espacios y orientaciones procedimentales necesarias que benefician la
recuperación emocional de las infancias y adolescencias, a la vez que
logran obtener mejor y mayor información para los objetivos de justicia.

4.2.- DE LAS PERSONAS QUE PODRÁN ASISTIR A LA


DILIGENCIA.

Ahora bien, respecto de las personas involucradas, la SCJN


ha determinado que, además de estar presentes la persona juzgadora o
encargada de tomar la declaración y la NNA, deben asistir:

1.- La persona especialista en temas de infancia;

2.- Quien sea su representante, siempre y cuando esto no


represente un conflicto de intereses o que puedan influir
89

o alterar el comportamiento o estabilidad emocional del


infante, caso en el que deberá estar presente una tutoría
interina, y

3.- Si así lo solicita NNA, una persona de su confianza,


como puede ser otro integrante de la familia, la persona
cuidadora, una trabajadora social, un profesor o
profesora, etcétera; la persona que solicite la NNA o se
estime mejor para su interés superior.

En cuanto a la persona especialista en temas de infancia, ella


podrá ser la psiquiatra o psicóloga que se haya reunido previamente con
la persona juzgadora. Esto será de utilidad tanto para la persona
juzgadora como para que la NNA pueda sentir menos ansiedad y estrés y
para que, en su caso, la persona especialista pueda tomar las medidas
necesarias para la contención que pueda requerir la NNA en ese
momento.

Respecto a la representación de NNA, vale la pena señalar


que el objetivo de la diligencia es que la infancia o adolescencia intervenga
directamente en la diligencia. Ello no quiere decir que no pueda
acompañarles a dicha diligencia quienes están legalmente facultados para
representarles o, en caso de que exista un conflicto de intereses, quienes
hayan sido nombrados para el tribunal para ejercer dicha función.
90

Por último, respecto de las personas de confianza que solicite


la NNA, es necesario tomar en cuenta que podría ser una persona diversa
a quien le representa legalmente y que probablemente no esté llamada a
participar en el proceso.

Por ello, se sugiere que las personas juzgadoras prevean esta


obligación desde el momento en que determinen que es viable la
participación de la NNA para poder notificarle a dicha persona el día que
deberá presentarse en el juzgado para la diligencia. Es necesario precisar
que lo más recomendable es que NNA se encuentren en un espacio físico
común únicamente con la persona especialista en temas de infancia que
realizará la entrevista. En efecto, como ya se adelantaba, la Corte IDH ha
recomendado el uso de dispositivos especiales como la Cámara de
Gessel o CCTV que permiten seguir la declaración de NNA minimizando
los efectos revictimizantes que permiten que las otras personas sigan y
observen la declaración de NNA desde un espacio diverso al de la infancia
y/o adolescencia.

4.3.- DEL REGISTRO DE LA DILIGENCIA.

En la medida de lo posible, deberá registrarse la declaración o


testimonio de NNA en su integralidad, ya sea mediante transcripción de
toda la diligencia o con la utilización de medios tecnológicos al alcance del
91

juzgado o tribunal que permitan el registro de audio e imagen. De


conformidad con las características y desarrollo de la NNA que esté
involucrada, deberá cuidarse que los instrumentos de grabación
permanezcan ocultos o, en sentido opuesto, mostrarse y explicarse el
motivo de su utilización.

Esto permitirá que puedan acceder a la diligencia las demás


partes del juicio, así como que la entrevista pueda ser valorada en su
integridad por los tribunales de alzada y de amparo que puedan conocer
del asunto. Además, este registro también será de utilidad para evitar la
revictimización de NNA al no someterles a la celebración de nuevas
entrevistas cuando no sean necesarias.

En este sentido, la SCJN ha establecido que se debe


consultar a NNA respecto de la confidencialidad de las declaraciones, para
efectos de evitar generarles algún conflicto que pueda implicar una
afectación a su salud mental o, en general, a su bienestar. De cualquier
manera, la decisión final al respecto será adoptada por la persona
juzgadora.

Además, la SCJN ha señalado que, particularmente en


materia penal y como víctimas del delito, las personas juzgadoras deben
proteger la identidad de NNA como excepción al principio de publicidad
que se establece en el propio texto constitucional.
92

Esto en razón de que la participación en presencia de actores


ajenos o incluso la persona agresora podría generar una situación
atemorizante y estresante para NNA, aunado a que la revictimización que
ello podría ocasionarles generaría un impacto real y significativo en su
desarrollo.

Por su parte, en el caso V.R.P., V.P.C. y otros vs. Nicaragua,


la Corte IDH señaló que las autoridades estatales deben tomar en cuenta
las opiniones de las víctimas respetando en todo momento su intimidad y
la confidencialidad de la información, de ser el caso, evitando en todo
momento su exposición al público, a través de la adopción de medidas
que sean necesarias para evitar su sufrimiento durante el proceso y
causarle ulteriores daños.

En el mismo sentido, en su Opinión Consultiva OC-21/2014, la


Corte IDH estableció que, al inicio de la entrevista, la autoridad deberá
informar al NNA lo que sucederá, procurando en todo momento evitarle
cualquier incomodidad y resaltando que se trata de una entrevista
confidencial. Además, el Comité ha establecido al respecto que lo
preferible es que la NNA sea escuchada en condiciones de privacidad y
no en una audiencia pública.
93

La utilidad de la grabación íntegra de la participación de NNA


ha sido aludida en el desahogo de pruebas periciales en las que la SCJN
ha determinado que, en atención al ISN, dichas pruebas pueden ser
realizadas por una sola persona perita designada de común acuerdo o por
la persona juzgadora y las demás personas peritas que sean designadas
por las partes podrán analizar con detenimiento dicha grabación y emitir
su propio dictamen sobre la forma en que se realizó la entrevista, las
respuestas y el lenguaje no verbal de la NNA, así como la técnica utilizada
para la entrevista.

Así, como ya se señaló, la preservación del material en la que


se pueda reconocer no sólo el lenguaje verbal de NNA sino también el no
verbal como expresiones faciales o corporales, debe ser de manera
íntegra, para evitar la revictimización de la infancia y adolescencia que
participan en procesos. Con el fin de preservar el derecho a la intimidad y
privacidad de NNA, las personas juzgadoras podrán optar por que las
grabaciones íntegras del material permanezcan en el juzgado y sólo sean
consultadas ahí mismo. Ello para que el material en el que NNA
desahogue su testimonio o emita su opinión no se distribuya, pero que sí
pueda ser consultado por las demás partes, respetando sus derechos
procesales.

Es importante recordar que cada una de las medidas


desarrolladas en este apartado deben ser tomadas a la luz del deber de
94

protección integral y teniendo en cuenta el interés superior de la infancia.


Esto implica que las personas juzgadoras analicen las circunstancias
concretas del caso y no tomen ninguna determinación que pudiera implicar
algún perjuicio para NNA, más allá de los efectos inherentes a su
participación dentro de un procedimiento jurisdiccional.

Además, la SCJN ha establecido que cada una de las


decisiones que se adopten respecto de la participación de NNA, así como
de su valoración y tema que se abordará más adelante, deberán ser
fundamentadas con claridad y exhaustividad por parte de las personas
juzgadoras. Lo anterior, con el objeto de que puedan ser analizadas y
controladas, de ser el caso, por los tribunales de alzada o amparo, con el
fin de comprobar que la adopción de cada una de las medidas se realizó
conforme al interés superior de la infancia o adolescencia involucrada.28

4.4.- LINEAMIENTOS A TOMAR EN CUENTA, POR EL


JUZGADOR, CUANDO SE DESAHOGA UNA PRUEBA O DILIGENCIA
QUE INVOLUCRE A MENORES DE EDAD.

Los anteriores lineamientos han sido reconocidos y reiterados


por la SCJN en diversos asuntos. Las personas juzgadoras deben atender

28 Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Infancia y Adolescencia emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
95

lineamientos concretos en los casos en que se desahoga una prueba o


diligencia que involucre la participación directa de NNA. Dichas pautas se
resumen en los siguientes puntos:

 Tomar todas las medidas necesarias para evitar, en la


medida de lo posible, una revictimización mayor de la
que ya implica participar en un proceso judicial de
cualquier materia y en cualquier instancia.

 Garantizar la participación de NNA sin que su edad


biológica sea un impedimento para recabar su opinión o
testimonio.

 Considerar la conveniencia de ordenar una evaluación


psicológica de NNA a modo de preparación para la
entrevista formal.

 Garantizar, con auxilio de una persona especialista, que


la participación de NNA sea voluntaria.

 Contar durante toda la diligencia con personal


especializado que facilite la comunicación entre NNA y
personas juzgadoras durante su participación.
96

 Reunirse con la persona especialista que ha preparado


a la infancia o adolescencia involucrada para aclarar los
objetivos y términos de la entrevista.

 Inmediatamente antes de la entrevista, transmitirle a


NNA la naturaleza y propósito de la diligencia, la libertad
de expresarse sin temor, otorgarle confianza y el
mensaje del valor que se le dará a su dicho.

 Las salas donde se desahogará la entrevista deberán


representar un entorno seguro y no intimidatorio, hostil,
insensible o inadecuado.

 Procurar que NNA desahoguen la diligencia únicamente


en el mismo espacio físico que la persona especialista
en temas de infancia.

 Seguir un formato de conversación y narrativa libre para


el desahogo de la declaración o testimonio de NNA.

 Las preguntas aclaratorias que se llegaran a realizar


deben ser lo más abiertas posibles y no ser sugestivas.
97

 Contemplar el uso adecuado de materiales de apoyo


para la expresión de NNA.

 Registrar de manera íntegra la diligencia en la que


participa directamente NNA con el fin de evitar
revictimizaciones y tener todo el material disponible para
las demás partes.

 Respetar en todo momento el derecho a la privacidad e


intimidad de NNA respecto de sus declaraciones y llevar
a cabo las diligencias en las que participen en un
contexto de confidencialidad.
98

5.- CRITERIOS EMITIDOS POR EL PODER JUDICIAL DE LA


FEDERACIÓN RELATIVOS AL INTERES SUPERIOR DE LA NIÑEZ Y A
LOS DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES EN LOS
PROCESOS JUDICIALES PENALES.

Tesis
Registro digital: 2020401
Instancia: Segunda Sala
Décima Época
Materia(s): Constitucional
Tesis: 2a./J. 113/2019 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación.
Libro 69, Agosto de 2019, Tomo III, página 2328
Tipo: Jurisprudencia

DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES.


EL INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR SE ERIGE COMO LA
CONSIDERACIÓN PRIMORDIAL QUE DEBE DE ATENDERSE EN
CUALQUIER DECISIÓN QUE LES AFECTE.

El artículo 2, segundo párrafo, de la Ley General de los Derechos de Niñas,


Niños y Adolescentes prevé que el "interés superior de la niñez deberá ser
considerado de manera primordial en la toma de decisiones sobre una
cuestión debatida que involucre niñas, niños y adolescentes"; de ahí que
99

cuando se tome una decisión que les afecte en lo individual o colectivo, "se
deberán evaluar y ponderar las posibles repercusiones a fin de
salvaguardar su interés superior y sus garantías procesales". Al respecto,
debe destacarse que el interés superior del menor es un concepto triple, al
ser: (I) un derecho sustantivo; (II) un principio jurídico interpretativo
fundamental; y (III) una norma de procedimiento. El derecho
del interés superior del menor prescribe que se observe "en todas las
decisiones y medidas relacionadas con el niño", lo que significa que, en
"cualquier medida que tenga que ver con uno o varios niños,
su interés superior deberá ser una consideración primordial a que se
atenderá", lo cual incluye no sólo las decisiones, sino también todos los
actos, conductas, propuestas, servicios, procedimientos y demás
iniciativas. Así, las decisiones particulares adoptadas por las autoridades
administrativas –en esferas relativas a la educación, el cuidado, la salud, el
medio ambiente, las condiciones de vida, la protección, el asilo, la
inmigración y el acceso a la nacionalidad, entre otras– deben evaluarse en
función del interés superior del niño y han de estar guiadas por él, al igual
que todas las medidas de aplicación, ya que la consideración
del interés superior del niño como algo primordial requiere tomar conciencia
de la importancia de sus intereses en todas las medidas y tener la voluntad
de dar prioridad a esos intereses en todas las circunstancias, pero sobre
todo cuando las medidas tengan efectos indiscutibles en los niños de que
se trate.

(…)
100

Tesis de jurisprudencia 113/2019 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de


este Alto Tribunal, en sesión privada del diez de julio de dos mil diecinueve.

Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis


227/2020 en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desechada por
notoriamente improcedente, mediante acuerdo de presidencia de 30 de
octubre de 2020.

Esta tesis se publicó el viernes 16 de agosto de 2019 a las 10:24 horas en


el Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de
aplicación obligatoria a partir del lunes 19 de agosto de 2019, para los
efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario
19/2013.

Tesis
Registro digital: 2006011
Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a./J. 18/2014 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación.
Libro 4, Marzo de 2014, Tomo I, página 406
Tipo: Jurisprudencia
101

INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO. FUNCIÓN EN EL ÁMBITO


JURISDICCIONAL.

En el ámbito jurisdiccional, el interés superior del niño es un principio


orientador de la actividad interpretativa relacionada con cualquier norma
jurídica que tenga que aplicarse a un niño en un caso concreto o que pueda
afectar los intereses de algún menor. Este principio ordena la realización de
una interpretación sistemática que, para darle sentido a la norma en
cuestión, tome en cuenta los deberes de protección de los menores y los
derechos especiales de éstos previstos en la Constitución, tratados
internacionales y leyes de protección de la niñez. Cuando se trata de
medidas legislativas o administrativas que afecten derechos de los
menores, el interés superior del niño demanda de los órganos
jurisdiccionales la realización de un escrutinio mucho más estricto en
relación con la necesidad y proporcionalidad de la medida en cuestión.

(…)

Tesis de jurisprudencia 18/2014 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de


este Alto Tribunal, en sesión privada de veintiséis de febrero de dos mil
catorce.

Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis


227/2020 en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desechada por
notoriamente improcedente, mediante acuerdo de presidencia de 30 de
octubre de 2020.
102

Esta tesis se publicó el viernes 28 de marzo de 2014 a las 10:03 horas en


el Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de
aplicación obligatoria a partir del lunes 31 de marzo de 2014, para los
efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario
19/2013.

Tesis
Registro digital: 2013952
Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a./J. 12/2017 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación.
Libro 40, Marzo de 2017, Tomo I, página 288
Tipo: Jurisprudencia

DERECHO DE LOS MENORES DE EDAD A PARTICIPAR EN LOS


PROCEDIMIENTOS JURISDICCIONALES QUE AFECTEN SU ESFERA
JURÍDICA. LINEAMIENTOS PARA SU EJERCICIO.

Las niñas y los niños, como titulares de derechos humanos, ejercen sus
derechos progresivamente, a medida que desarrollan un mayor nivel de
autonomía, lo que se denomina "adquisición progresiva de la autonomía de
los niños", lo cual conlleva que actúen durante su primera infancia por
103

conducto de otras personas -idealmente, de sus familiares-. Así, el derecho


de las niñas y los niños a participar en procedimientos jurisdiccionales que
puedan afectar su esfera jurídica se ejerce, también, progresivamente, sin
que su ejercicio dependa de una edad que pueda predeterminarse en una
regla fija, incluso de índole legal, ni aplicarse en forma generalizada a todos
los menores de edad, sino que el grado de autonomía debe analizarse en
cada caso. Ahora bien, la participación de los niños en procedimientos
jurisdiccionales reviste una doble finalidad, pues, al reconocerlos como
sujetos de derecho, logra el efectivo ejercicio de sus derechos y, a la vez,
se permite que el juzgador se allegue de todos los elementos que necesite
para forjar su convicción respecto de un determinado asunto, lo que resulta
fundamental para una debida tutela del interés superior de la infancia. En
este sentido, los lineamientos que deben observarse para la participación
de niñas y niños dentro de cualquier procedimiento jurisdiccional que pueda
afectar su esfera jurídica son: (1) para la admisión de la prueba debe
considerarse que: (a) la edad biológica de los niños no es el criterio
determinante para llegar a una decisión respecto a su participación dentro
de un procedimiento jurisdiccional, sino su madurez, es decir, su capacidad
de comprender el asunto, sus consecuencias y de formarse un juicio o
criterio propio; (b) debe evitarse la práctica desconsiderada del ejercicio de
este derecho; y, (c) debe evitarse entrevistar a los niños en más ocasiones
de las necesarias; (2) para preparar la entrevista en la que participarán, se
requiere que sean informados en un lenguaje accesible y amigable sobre el
procedimiento y su derecho a participar, y que se garantice que su
participación es voluntaria; (3) para el desahogo de la prueba, la declaración
o testimonio del niño debe llevarse a cabo en una diligencia seguida en
104

forma de entrevista o conversación, la cual debe cumplir con los siguientes


requisitos: (a) es conveniente que previamente a la entrevista el juzgador
se reúna con un especialista en temas de niñez, ya sea psiquiatra o
psicólogo, para aclarar los términos de lo que se pretende conversar con el
niño, para que a éste le resulte más sencillo de comprender y continuar la
conversación; (b) la entrevista debe desarrollarse, en la medida de lo
posible, en un lugar que no represente un ambiente hostil para los intereses
del niño, esto es, donde pueda sentirse respetado y seguro para expresar
libremente sus opiniones; (c) además de estar presentes el juzgador o
funcionario que tome la decisión, durante la diligencia deben comparecer el
especialista en temas de niñez que se haya reunido con el juzgador y,
siempre que el niño lo solicite o se estime conveniente para proteger
su superiorinterés, una persona de su confianza, siempre que ello no
genere un conflicto de intereses; (d) en la medida de lo posible, debe
registrarse la declaración o testimonio de las niñas y niños íntegramente, ya
sea mediante la transcripción de toda la diligencia o con los medios
tecnológicos al alcance del juzgado o tribunal que permitan el registro del
audio; (4) los niños deben intervenir directamente en las entrevistas, sin que
ello implique que no puedan tener representación durante el juicio, la cual
recaerá en quienes legalmente estén llamados a ejercerla, salvo que se
genere un conflicto de intereses, en cuyo caso debe analizarse la necesidad
de nombrar un tutor interino; y (5) debe consultarse a los niños sobre la
confidencialidad de sus declaraciones, aunque la decisión final sea del
juzgador, para evitarles algún conflicto que pueda afectar su salud mental
o, en general, su bienestar. Finalmente, es importante enfatizar que en cada
una de estas medidas siempre debe tenerse en cuenta el interéssuperior de
105

la infancia por lo que no debe adoptarse alguna determinación que implique


perjuicio para los niños, más allá de los efectos normales inherentes a su
participación dentro del procedimiento jurisdiccional.

(…)

Tesis de jurisprudencia 12/2017 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de


este Alto Tribunal, en sesión de fecha quince de febrero de dos mil
diecisiete.

Esta tesis se publicó el viernes 17 de marzo de 2017 a las 10:20 horas en


el Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de
aplicación obligatoria a partir del miércoles 22 de marzo de 2017, para los
efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario
19/2013.

Tesis
Registro digital: 2003069
Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a./J. 30/2013 (10a.)
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Libro XVIII, Marzo de 2013, Tomo 1, página 401
Tipo: Jurisprudencia
106

INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. PARA PRESERVARLO, EL


JUZGADOR ESTÁ FACULTADO PARA RECABAR Y DESAHOGAR DE
OFICIO LAS PRUEBAS QUE CONSIDERE NECESARIAS.

Con independencia de que la admisión de las pruebas ofrecidas por las


partes en el juicio es uno de los aspectos procesales más relevantes y que
con mayor cuidado debe observar el juzgador, tratándose de los
procedimientos que directa o indirectamente trascienden a los menores y a
fin de velar por su interés superior, previsto en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, en la Convención sobre los Derechos del
Niño y en la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes, el juez está facultado para recabar y desahogar de oficio las
pruebas necesarias para preservar dicho interés, practicando
las diligencias que considere oportunas y conducentes para el conocimiento
de la verdad respecto de los derechos controvertidos.

(…)

Tesis de jurisprudencia 30/2013 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de


este Alto Tribunal, en sesión de fecha veintisiete de febrero de dos mil trece.
107

Tesis
Registro digital: 178977
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Novena Época
Materia(s): Penal
Tesis: I.4o.P.31 P
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Tomo XXI, Marzo de 2005, página 1173
Tipo: Aislada

MENORES DE EDAD VÍCTIMAS DE VIOLACIÓN.


LAS DILIGENCIAS RELATIVAS AL DESAHOGO DE SUS
DECLARACIONES DEBEN SUJETARSE A LAS MODALIDADES QUE
INDIQUE LA LEY, DE CONFORMIDAD CON LA FRACCIÓN V DEL
APARTADO B DEL ARTÍCULO 20 CONSTITUCIONAL, ASÍ COMO
ADOPTARSE TODAS AQUELLAS MEDIDAS QUE EL JUZGADOR
ESTIME CONDUCENTES PARA LA PROTECCIÓN EN SU
DESARROLLO FÍSICO Y EMOCIONAL.

Si bien es verdad que el artículo 20, apartado B, fracción V, de la Carta


Magna establece que: "Cuando la víctima o el ofendido sean menores de
edad, no estarán obligados a carearse con el inculpado cuando se trate de
los delitos de violación o secuestro. En estos casos, se llevarán a cabo
declaraciones en las condiciones que establezca la ley.", ello no conlleva a
determinar que dichas víctimas queden eximidas de intervenir en el proceso
penal, ya que, aun cuando dado su carácter de ofendidos, sus derechos se
108

encuentran elevados a rango de garantía constitucional, acorde con el


citado numeral, así como porque, a la vez, se encuentran protegidos por la
Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, y
la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño; sin embargo, no
debe soslayarse que esas garantías deben guardar equilibrio con los
derechos fundamentales del inculpado consagrados en la propia
Constitución, lo que, a su vez, debe interpretarse en armonía con el
artículo 21 ibídem que consagra la obligación de la autoridad judicial de
administrar justicia, para cuyo efecto es menester que ésta se allegue de
todos los medios que la conduzcan a pronunciar una resolución apegada a
derecho. De ahí que resulta procedente el desahogo de las declaraciones
de dichos menores aunque, dadas las circunstancias, adquieren un muy
peculiar tratamiento, pues las diligencias respectivas deben sujetarse a las
modalidades que indique la ley, así como, dado el interés superior de
los niños, habrán de adoptarse todas aquellas medidas que el juzgador
estime conducentes para la protección en su desarrollo físico y emocional.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER


CIRCUITO.

(…)
109

Tesis
Registro digital: 2014253
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Décima Época
Materia(s): Constitucional, Penal
Tesis: XXII.P.A.4 P (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación.
Libro 42, Mayo de 2017, Tomo III, página 1906
Tipo: Aislada

DERECHO DEL NIÑO A LA FAMILIA. PARA GARANTIZARLO, CUANDO


POR RAZÓN DE VIOLENCIA FAMILIAR ES SEPARADO DE SUS
PROGENITORES, LA AUTORIDAD QUE ORDENÓ ESTA MEDIDA
CAUTELAR DEBE AGOTAR LA POSIBILIDAD DE DECRETAR SU
CUSTODIA A CARGO DE OTRO FAMILIAR IDÓNEO QUE PROTEJA
RAZONABLE Y PROPORCIONALMENTE ESE DERECHO,
PREVIAMENTE A ORDENAR SU DEPÓSITO EN CENTROS DE
ASISTENCIA SOCIAL.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis


aislada 1a. CCLVII/2015 (10a.), de título y subtítulo: "DERECHO DEL NIÑO
A LA FAMILIA. SU CONTENIDO Y ALCANCES EN RELACIÓN CON LOS
MENORES EN SITUACIÓN DE DESAMPARO.", estableció que cuando la
familia inmediata no puede cuidar al menor de edad, su derecho a una
familia no se agota en el mandato de preservación de los vínculos familiares
inmediatos sino que conlleva la obligación para el Estado de garantizarles,
110

cuando se hallan en situación vulnerable, su acogimiento alternativo en un


nuevo medio familiar que posibilite su desarrollo físico, mental, espiritual,
moral y social, ante la abundante evidencia sobre los impactos negativos
que el internamiento de niños y niñas en instituciones asistenciales tiene
sobre ellos. Por tanto, para garantizar este derecho humano a favor de un
menor de edad que fue separado de sus progenitores por razón de violencia
familiar, la autoridad que decrete esta medida cautelar, previamente a
ordenar su depósito en centros de asistencia social, debe agotar
las diligencias tendentes a la identificación, búsqueda, localización y
valoración de algún otro familiar idóneo que pueda asumir la
responsabilidad de proporcionar al niño un hogar, medio familiar o entorno
que le sea lo menos ajeno posible y que contribuya a su desarrollo en los
ámbitos citados, pues así se protegerá razonable y proporcionalmente su
derecho a la familia, vinculado al interés superior de la niñez.

TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS PENAL Y ADMINISTRATIVA DEL


VIGÉSIMO SEGUNDO CIRCUITO.

(…)

Nota: La tesis aislada 1a. CCLVII/2015 (10a.) citada, aparece publicada en


el Semanario Judicial de la Federación del viernes 4 de septiembre de 2015
a las 10:15 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Décima Época, Libro 22, Tomo I, septiembre de 2015, página 303.
111

Esta tesis se publicó el viernes 12 de mayo de 2017 a las 10:17 horas en el


Semanario Judicial de la Federación.
112

CONCLUSIONES:

PRIMERA: Ser víctima de un delito tiene enormes


consecuencias para los niños, entre ellos; traumas físicos y emocionales
que afectan su desarrollo, inciden en la formación de su personalidad, en
su salud mental, así como en el desempeño académico, entre otras
cuestiones.

SEGUNDA: Al ser víctima de un delito un menor de edad, se


debe de evitar la revictimización, ya que esta puede generar temor,
ansiedad, impotencia y sensación de vulnerabilidad a lo largo del proceso
penal y a lo largo de la vida.

TERCERA: Al momento de que el menor de edad presente su


declaración, esta debe de ser en compañía de una persona especialista
ya sea psiquiatra o psicóloga, así como también puede estar el niño, niña
o adolescente en compañía de una persona de su confianza, el cual lo
haga sentir seguro o segura al momento de su declaración.
113

CUARTA: En todo el proceso penal, en el cual involucre a


niños, niñas y adolescentes que son víctimas de un delito, se debe hacer
valer y respetar las formalidades esenciales del procedimiento,
establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
y en el Código Nacional de Procedimientos Penales.
114

En base a lo antes expuesto, realizo las siguientes:

PROPUESTAS:

PRIMERA: Se brinde capacitación intensiva, completa e


integral a las partes procesales que intervengan en procesos penales en
los cuales se encuentren involucrados, niños, niñas y adolescentes, con
la finalidad de que sean respetados en todo el proceso sus derechos.

SEGUNDA: Sean debidamente observadas y cumplidas por


las Autoridades investigadoras del delito, así como por los jueces, los
requisitos establecidos en el Protocolo para Juzgar con Perspectiva de
Infancia y Adolescencia en las diligencias en las que intervendrá los niños,
niñas y adolescentes.

TERCERA: Se habiliten a la brevedad en las Agencias del


Ministerio Público y en los Juzgados de Control, espacios adecuados para
la intervención de las niñas, niños y adolescentes en diligencias judiciales.
115

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