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TRASTORNOS DE

PERSONALIDAD

Elaborado por:
Claudia Flores Bengoechea
Enero, 2019
TRASTORNOS DE PERSONALIDAD: CONCEPTO GENERAL
El Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (APA, 2014) define los
trastornos de personalidad como un patrón perdurable de experiencia interna y
comportamiento que se desvía claramente de lo que la cultura en la que está inserta el sujeto,
espera para él; agregando que dicho patrón se va a expresar de manera inflexible y dominante
en distintos ámbitos de la vida de la persona, tales como la cognición, su afectividad, sus
relaciones interpersonales y el control de impulsos, causando un malestar significativo.
Quienes los sufren tienen dificultades para manejar sus respuestas emocionales hacia los
demás por lo que se les hace difícil encontrar satisfacción en las relaciones interpersonales
(Huprich, 2006).
De acuerdo a este manual, los criterios para determinar que alguien tiene un trastorno de
personalidad son los siguientes:
A. Patrón perdurable de experiencia interna y comportamiento que se desvía notablemente
de las expectativas de la cultura del individuo.
Este patrón se manifiesta en dos (o más) de los ámbitos siguientes:
1. Cognición (es decir, maneras de percibirse e interpretarse a uno mismo, a otras
personas y a los acontecimientos).
2. Afectividad (es decir, amplitud, intensidad, labilidad e idoneidad de la repuesta
emocional).
3. Funcionamiento interpersonal.
4. Control de los impulsos.
B. El patrón perdurable es inflexible y dominante en una gran variedad de situaciones
personales y sociales.
C. El patrón perdurable causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social,
laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
D. El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se puede remontar al menos a la
adolescencia o a las primeras etapas de la edad adulta.
E. El patrón perdurable no se explica mejor como una manifestación o consecuencia de otro
trastorno mental.
F. El patrón perdurable no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej.,
una droga, un medicamento) u otra afección médica (p. ej., un traumatismo craneal).
CLUSTERS
A pesar de la amplia variedad de características de los trastornos de personalidad, estos
comparten ciertos rasgos que permiten agruparlos en los llamados “Cluster”. En el cluster o
grupo A, se encuentran aquellos trastornos que tienen características raras o excéntricas,
comprendiendo los trastornos paranoide, esquizoide y esquizotípico. Luego, en el grupo B,
estarían los sujetos que son exagerados, dramáticos y emocionales; comprendiendo los
trastornos antisocial, límite, histriónico y narcisista. Finalmente, en el grupo C, encontramos
individuos que suelen ser temerosos o ansiosos, que incluye los trastornos evitativo,
dependiente y obsesivo compulsivo (A.P.A., 2014).
TRASTORNO PARANOIDE DE LA PERSONALIDAD
Los criterios diagnósticos de este trastorno son:
A. Desconfianza y suspicacia intensa frente a los demás, de tal manera que sus motivos se
interpretan como malévolos, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está
presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cuatro (o más) de los hechos
siguientes:
1. Sospecha, sin base suficiente, de que los demás explotan, causan daño o decepcionan
al individuo.
2. Preocupación con dudas injustificadas acerca de la lealtad o confianza de los amigos
o colegas.
3. Poca disposición a confiar en los demás debido al miedo injustificado a que la
información se utilice maliciosamente en su contra.
4. Lectura encubierta de significados denigrantes o amenazadores en comentarios o
actos sin malicia.
5. Rencor persistente (es decir, no olvida los insultos, injurias o desaires).
6. Percepción de ataque a su carácter o reputación que no es apreciable por los demás y
disposición a reaccionar rápidamente con enfado o a contraatacar.
7. Sospecha recurrente, sin justificación, respecto a la fidelidad del cónyuge o la pareja.
B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno bipolar o un
trastorno depresivo con características psicóticas, u otro trastorno psicótico, y no se puede
atribuir a los efectos fisiológicos de otra afección médica.
Nota: Si los criterios se cumplen antes del inicio de la esquizofrenia, se añadirá “previo,” es
decir, “trastorno de la personalidad paranoide.
RESUMEN.
¿Veamos cómo resumir lo anterior?
Lo primero que debemos hacer es subrayar las palabras más importantes de cada párrafo. Por
ejemplo, en el punto A dice:
“Desconfianza y suspicacia intensa frente a los demás, de tal manera que sus motivos se
interpretan como malévolos, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está
presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cuatro (o más) de los hechos
siguientes”.
¿Se fija que algunas palabras están subrayadas? Pues bien, al momento de resumir dicho
párrafo, usted podría anotar: “A. desconfianza, suspicacia, cree que son malévolos”.
¿Otro ejemplo? El punto 1 señala:
“Sospecha, sin base suficiente, de que los demás explotan, causan daño o decepcionan al
individuo”, de modo que en un resumen podríamos consignar algo como “sospecha que lo
dañarán o decepcionarán”.
¡Ahora inténtelo usted!
A continuación, anote lo más relevante de cada ítem, procurando no salirse del espacio
asignado (recuerde que queremos resumir).
A Desconfianza, suspicacia, cree que son malévolos”.
1 Sospecha que lo dañarán o decepcionarán
2
3
4
5
6
7
¡Excelente! Ahora seguiremos hablando del trastorno paranoide, pero ampliaremos esta
descripción a otros elementos.
Usted puede seguir haciendo este mismo ejercicio; es decir, subraya lo más relevante del
párrafo y luego lo consigna en su resumen.
Para guiarlo, se subrayará el primer y segundo párrafo.
DESCRIPCIÓN GENERAL TRASTORNO PARANOIDE.
Tal como señalan los criterios del DSM, las personalidades paranoides se distinguen por una
notable desconfianza, hipersensibilidad y una tendencia a encontrar significados ocultos en
pequeños detalles de la cotidianeidad (Vallejos 2002), dado que de algún modo se ha
destruido su capacidad para poder confiar en los demás (Millon, 2006). Lo anterior hace que
el sujeto paranoide considere cualquier situación como una en la que hay que buscar los
significados ocultos de la misma, desechando de paso, aspectos obvios de la realidad
(Shapiro, 2007).
Además de lo anterior, las personas con trastorno de personalidad paranoide tienen un gran
sentido de autoimportancia, siendo bastante autorreferentes (Vallejos 2002), lo que se ha
entendido como una defensa que compensa un trasfondo de baja autoestima, y sentimientos
de inutilidad e inferioridad (Gabbard, 2002).
De igual forma, son sujetos rectos, racionales y normativos, además de tener una idea de ser
justicieros y dada su rigidez, suelen acudir regularmente a tribunales para zanjar los
conflictos (Vallejos, 2002; A.P.A., 2014).
En términos cognitivos, no sólo el contenido del pensamiento es suspicaz; también lo es la
forma en que piensan, siendo altamente selectivos e inflexibles, generando que aun cuando
encuentren en la realidad datos que vayan contra sus creencias; no les prestarán atención; ya
que sólo atienden aquellos aspectos que confirman sus sospechas, siendo además este proceso
-el de prestar atención sólo a ciertos aspectos- algo que no pueden dejar de hacer (Shapiro,
2007).
Es importante señalar que en los paranoides el pensamiento, la orientación, la atención, su
memoria y percepción están intactas (Huprich, 2006) y que observan la realidad de manera
aguda, captando hasta los más mínimos detalles, siendo adecuada su percepción; el problema
es la interpretación que dan a esos datos, que es muy sesgada (Shapiro, 2007).
En lo afectivo, los paranoides son sujetos altamente rencorosos (Millon 2006), y tienden a
mostrar una afectividad lábil, regularmente hacia la hostilidad, siendo además tozudo y
sarcástico, lo cual genera frecuentes dificultades con los demás, quienes reaccionan frente a
su hostilidad, con lo cual vienen a confirmar las sospechas del sujeto paranoide (A.P.A.,
2014).
También se ha observado que quienes tienen trastorno de personalidad paranoide tienen un
alto sentido de la autonomía (A.P.A., 2014; Shapiro, 2007), por lo que se ha sugerido que -
al igual que pasa con la aparente alta autoestima- lo que existe en el trasfondo es una
autonomía tan frágil que los individuos sienten que sólo pueden conservarla manteniéndose
firmes y rígidos en cuanto a ella; pudiendo alternar en ocasiones con actitudes retraídas y
vergonzosas (Shapiro, 2007).
TRASTORNO ESQUIZOIDE DE LA PERSONALIDAD
Los criterios de diagnóstico para el trastorno esquizoide son:
A. Patrón dominante de desapego en las relaciones sociales y poca variedad de expresión de
las emociones en contextos interpersonales, que comienza en las primeras etapas de la
edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cuatro (o más)
de los siguientes hechos:

1. No desea ni disfruta las relaciones íntimas, incluido el formar parte de una familia.
2. Casi siempre elige actividades solitarias.
3. Muestra poco o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona.
4. Disfruta con pocas o con ninguna actividad.
5. No tiene amigos íntimos ni confidentes aparte de sus familiares de primer grado.
6. Se muestra indiferente a las alabanzas o a las críticas de los demás.
7. Se muestra emocionalmente frío, con desapego o con afectividad plana.
B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno bipolar o un
trastorno depresivo con características psicóticas, otro trastorno psicótico o un trastorno del
espectro autista, y no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de otra afección médica.
Nota: Si los criterios se cumplen antes del inicio de la esquizofrenia, se añadirá "previo", es
decir, trastorno de la personalidad esquizoide (previo).
DESCRIPCIÓN GENERAL
Las personas esquizoides se muestran indiferentes y distanciados de las relaciones sociales y
con casi nula expresividad emocional, aplanamiento afectivo, dando la impresión de estar
metidos en su mundo interno (Vallejos, 2002, A.P.A., 2014, Millon, 2006). Tienen
dificultades con sus afectos, en especial con la ira, incluso cuando están siendo agredidos
directamente; reforzando la idea de que carecen de emociones (A.P.A., 2014).
De igual forma, aparecen como sujetos desapegados y autosuficientes, desinteresados en las
cosas del mundo e incluso desinteresados en la sexualidad; sin embargo, en su fuero interno
son altamente sensitivos, con una rica vida en la fantasía y emocionalmente necesitados,
reflejando una profunda difusión de su identidad, que también se aprecia en que no sepan
quiénes son y tengan sentimientos contrapuestos (Gabbard, 2002; Millon, 2006). Por
ejemplo, los sujetos esquizoides podrían sentirse muy inseguros y perdidos cuando se
distancian de sus seres queridos; pero al reunirse con estos, podrían sentirse absorbidos al
punto de huir rápidamente de dicha compañía (Guntrip, 1968, en Huprich, 2006).
Como se dijo, los sujetos esquizoides tienen una rica vida en la fantasía y una altísima
capacidad para el pensamiento abstracto, aun cuando éste es poco efectivo; ya que sus
pensamientos son más bien vagos y confusos (Millón, 2006), además de escasa capacidad
para las cosas concretas de la vida cotidiana (Rappaport, 2011). Justamente por esta rica vida
de fantasía es que el esquizoide puede enfocarse en temas emocionales, aunque siempre
desde el discurso y lo cognitivo, sin realmente vivir la experiencia; por ejemplo, podría hacer
una clase acerca del amor, aunque no se haya sentido nunca enamorado, de lo que se concluye
que existe en ellos una sobrevaloración de los procesos de pensamiento, la cual se refleja
incluso en su lenguaje, que tiende a ser reflexivo e impersonal (Rappaport, 2011).
Resumamos los criterios:
A
1
2
3
4
5
6
7
¿Qué otras características podría ser importante recordar?
TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO
Para diagnosticar este trastorno, debemos atender los siguientes criterios:
A. Patrón dominante de deficiencias sociales e interpersonales que se manifiesta por un
malestar agudo y poca capacidad para las relaciones estrechas, así como por distorsiones
cognitivas o perceptivas y comportamiento excéntrico, que comienza en las primeras etapas
de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más)
de los siguientes hechos:
1. Ideas de referencia (con exclusión de delirios de referencia).
2. Creencias extrañas o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y que no
concuerda con las normas subculturales (p. ej., supersticiones, creencia en la
clarividencia, la telepatía o un "sexto sentido"; en niños y adolescentes, fantasías o
preocupaciones extravagantes).
3. Experiencias perceptivas inhabituales, incluidas ilusiones corporales.
4. Pensamientos y discurso extraños (p. ej., vago, circunstancial, metafórico, super
elaborado o estereotipado).
5. Suspicacia o ideas paranoides.
6. Afecto inapropiado o limitado.
7. Comportamiento o aspecto extraño, excéntrico o peculiar.
8. No tiene amigos íntimos ni confidentes aparte de sus familiares de primer grado.
9. Ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiaridad y tiende a asociarse a
miedos paranoides más que a juicios negativos sobre sí mismo.
B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno bipolar o un
trastorno depresivo con características psicóticas, otro trastorno psicótico o un trastorno del
espectro autista.
Nota: Si los criterios se cumplen antes del inicio de la esquizofrenia, se añadirá "previo", es
decir, trastorno de la personalidad esquizotípica (previo).
DESCRIPCIÓN GENERAL
Si bien lo central en el diagnóstico del trastorno esquizotípico es el patrón de déficit sociales
e interpersonales, lo que puede distinguirlo -y ayudar en el diagnóstico diferencial- es su
notable excentricidad en el comportamiento, unida a sus distorsiones cognitivas e incluso
perceptivas (A.P.A., 2014), de modo tal que el resto de las personas suelen encontrarlos
diferentes o extraños (Millon, 2006), siendo los más raros dentro del grupo de los excéntricos
(Vallejos, 2002).
Esta excentricidad va desde su apariencia personal vistiendo de manera extravagante y
desaliñada (Vallejos, 2002) hasta su forma de interactuar con otros; pues constantemente
pierden la noción de lo socialmente aceptable (A.P.A., 2014), comportándose de formas que
al resto le parecen extrañas y hasta desagradables (Millon, 2006)
En cuanto a su pensamiento, se observa una incapacidad para organizar los mismos,
cambiando de un tema a otro sin lógica aparente, además de ser distraídos, lo que dificulta
aún más su interacción con otros (Millon, 2006).
Resumamos los criterios:
A
1
2
3
4
5
6
7
8
9
¿Qué otras características podría ser importante recordar?

*TRASTORNO ESQUIZOIDE Y ESQUIZOTÍPICO, Y SU RELACIÓN CON LA


ESQUIZOFRENÍA.
De acuerdo a Kernberg (1987) existiría un continuo entre esquizofrenia, el trastorno
esquizotípico y el esquizoide, siendo este último el menos grave, calificándolos como
“prepsicóticos”; sin embargo, de acuerdo al DSM V (A.P.A., 2014) si bien existe una
población que ha tenido ambos, no es tan alta como suele creerse.
CLUSTER B
TRASTORNO DE PERSONALIDAD ANTISOCIAL
En el Manual aparecen los siguientes criterios para este trastorno:
A. Patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás, que se
produce desde antes de los 15 años de edad, y que se manifiesta por tres (o más) de los
siguientes hechos:
1. Incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos legales, que
se manifiesta por actuaciones repetidas que son motivo de detención.
2. Engaño, que se manifiesta por mentiras repetidas, utilización de alias o estafa para
provecho y placer personal.
3. Impulsividad o fracaso para planear con antelación.
4. Irritabilidad y agresividad, que se manifiesta por peleas o agresiones físicas repetidas.
5. Desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás.
6. Irresponsabilidad constante, que se manifiesta por la incapacidad repetida de
mantener un comportamiento laboral coherente o cumplir con las obligaciones
económicas.
7. Ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o racionalización del
hecho de haber herido, maltratado o robado a alguien.
B. El individuo tiene como mínimo 18 años.
C. Existen evidencias de la presencia de un trastorno de la conducta con inicio antes de los
15 años.
D. El comportamiento antisocial no se produce exclusivamente en el curso de la
esquizofrenia o de un trastorno bipolar.
DESCRIPCIÓN GENERAL
Lo esencial de este trastorno es el desprecio que sienten por los derechos de las demás
personas, así como su continua vulneración de los mismos, intensificado por la ausencia de
empatía y falta de conciencia, que los hace tener comportamientos crueles; ya que las normas
sociales les parecen irrelevantes lo mismo que los sentimientos de los demás (A.P.A., 2014,
Gabbard, 2002).
Es destacable que este tipo de comportamientos se observan desde la infancia, siendo niños
que roban, escapan de su casa o no se sienten mal al ser castigados; por el contrario, en
general son fríos y no sienten miedo (Vallejos, 2002).
Tienen un pensamiento que es a corto plazo, siendo impulsivos en la toma de decisiones,
buscando la gratificación inmediata (Millon, 22006). Este mismo aspecto -el buscar el premio
instantáneo- hace que tampoco logren perseverar en algo, pues esperan recompensas
inmediatas, de manera que cuando éstas no existen, simplemente abandona la actividad
(Vallejos, 2002).
Resumamos los criterios:
A
1
2
3
4
5
6
7
¿Qué otras características podría ser importante recordar?
TRASTORNO LÍMITE DE PERSONALIDAD
Patrón dominante de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la autoimagen y de
los afectos, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y
está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los siguientes
hechos:
1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado. (Nota: No incluir
el comportamiento suicida ni las conductas autolesivas que figuran en el Criterio 5.)
2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracteriza por una
alternancia entre los extremos de idealización y de devaluación.
3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de la autoimagen y del
sentido del yo.
4. Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente autolesivas (p. ej., gastos,
sexo, drogas, conducción temeraria, atracones alimentarios). (Nota: No incluir el
comportamiento suicida ni las conductas autolesivas que figuran en el Criterio 5.)
5. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, o conductas autolesivas.
6. Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del estado de ánimo (p. ej.,
episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que generalmente duran unas
horas y, rara vez, más de unos días).
7. Sensación crónica de vacío.
8. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira (p. ej., exhibición
frecuente de genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o síntomas disociativos
graves.

DESCRIPCIÓN GENERAL
Quienes viven con este trastorno tienen un temor intenso al abandono por parte de personas
que ellos consideran cercanas, activando conductas, afectos y pensamientos disfuncionales.
(A.P.A., 2014) y sumamente inestables (Vallejos, 2002).
Su identidad es difusa de modo notable, de modo que su imagen de sí mismos y de los otros
es contradictoria y puede alternar rápidamente entre la idealización y la devaluación, además
de separar el mundo en personas totalmente buenas y totalmente malas (A.P.A., 2014,
Kernberg, en Gabbard, 2002). Esto va a generar relaciones interpersonales inestables y
caóticas, ya que pueden pasar de una demanda excesiva por compañía a quien acaba de
conocer, a sentir, un día después, que la misma persona no les importa o es alguien muy malo
por no darle lo que necesita. En general tienen la expectativa que los demás respondan a sus
deseos de ser cuidados y queridos, y en torno a eso, pueden llegar a entregar amor a otros, a
la espera de la retribución (A.P.A., 2014). La convivencia con ellos es compleja, ya que a las
explosiones de ira les pueden seguir súplicas por perdón y arrepentimiento e incluso
amenazas suicidas por el temor al abandono (Vallejos, 2002).
En términos afectivos, predomina la inestabilidad e intensidad (Huprich 2006), siendo
predominante la ira (Grinker, 1968, en Gabbard, 2002), además de constantes sentimientos
de vacío (Kernberg, 1987).
Esta inestabilidad y variabilidad dependerá de la naturaleza de las relaciones y el grado de
estructura que tenga la situación en que se encuentren (Millon, 2006), lo que se va a
manifestar en sus conductas y en sus procesos cognitivos, especialmente cuando se
encuentran en situaciones poco estructuradas y de alto estrés; pudiendo llegar a desarrollar
síntomas psicóticos (Huprich, 2006). De igual forma, la contradicción mencionada antes en
la imagen de sí mismos y los otros, se manifiesta en sus procesos de pensamiento, pudiendo
tener pensamientos altamente incongruentes entre sí, sin llegar a cuestionárselo (Millon,
2006).
RESUMEN
Ahora, intente resumir cada uno de los criterios DSM y luego agregar los datos adicionales.
A
1
2
3
4
5
6
7
8
9

¿Hay algún otro dato que sea relevante consignar en su resumen?


TRASTORNO DE PERSONALIDAD HISTRIÓNICO
Patrón dominante de emotividad excesiva y de búsqueda de atención, que comienza en las
primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta
por cinco (o más) de los siguientes hechos:
1. Se siente incómodo en situaciones en las que no es el centro de atención.
2. La interacción con los demás se caracteriza con frecuencia por un comportamiento
sexualmente seductor o provocativo inapropiado.
3. Presenta cambios rápidos y expresión plana de las emociones.
4. Utiliza constantemente el aspecto físico para atraer la atención.
5. Tiene un estilo de hablar que se basa excesivamente en las impresiones y que carece
de detalles.
6. Muestra autodramatización, teatralidad y expresión exagerada de la emoción.
7. Es sugestionable (es decir, fácilmente influenciable por los demás o por las
circunstancias).
8. Considera que las relaciones son más estrechas de lo que son en realidad.

DESCRIPCIÓN GENERAL
Las personas con trastorno histriónico de personalidad están necesitadas de afecto a un nivel
tan elevado, que es imposible que realmente se sientan satisfechas en este aspecto. Esta
misma necesidad, hace que sus conductas sean expresivas y extrovertidas, cálidas y
seductoras, pudiendo establecer rápidamente relaciones poco profundas y hacer cosas que
son entendidas por los demás como inadecuadas y groseras, lo que genera que
frecuentemente tengas dificultades interpersonales (Vallejos, 2002). Este aspecto expresivo
y exagerado es observable también en su aspecto físico, abarcando desde el corte de pelo
hasta la ropa, que parecen buscar el impacto de los otros; aunque pueden llegar a parecer
caricaturas de lo femenino o sensual (Millon, 2006), por su seducción cruda e inapropiada
(Gabbard, 2002).
En términos afectivos, son incapaces de la modulación de los mismos, lo que se agudiza con
su interpretación subjetiva de la realidad (Vallejos, 2002), lo que se combina con un marcado
descontrol de impulsos (Gabbard, 2002). En sus relaciones interpersonales muestran una alta
angustia de separación, mostrando alta adherencia, cierto masoquismo y paranoia (Gabbard,
2002), tratando de controlar a sus parejas a través de la manipulación -por ejemplo, amenazas
suicidas- o la seducción. De igual forma, tienen dificultades con las relaciones de amistad,
tanto por sus demandas de atención constante como por su conducta seductora, que se
convierte en amenaza para quienes tienen pareja (A.P.A., 2014).
En cuanto a sus procesos cognitivos, su pensamiento tiende a ser superficial, por lo que son
personas que no reflexionan ni meditan, tienen dificultades para concentrarse; teniendo un
pensamiento global y altamente generalizado, con dificultad para los detalles y categorías, lo
que incluso se extendería al conocimiento de sí mismos, que es bastante pobre (Millon, 2006).
TRASTORNO DE PERSONALIDAD HISTÉRICO EN RELACIÓN CON EL TRASTORNO
DE PERSONALIDAD HISTRIÓNICO
Hasta el DSM II existía una categorización para el trastorno de personalidad histérico; sin
embargo, ésta desapareció en la versión III, ocupando su lugar el ya mencionado trastorno
histriónico, haciendo notar que corresponden a lo mismo (Gabbard, 2002). Kernberg (1987),
sostiene que dicha maniobra es un error, toda vez que ambos trastornos tienen características
que los diferenciarían de manera notoria. Para este autor, la personalidad histérica implica un
funcionamiento efectivo, dueño de calidez interpersonal y una cierta labilidad emocional,
que es siempre controlada y socialmente adecuada, a lo que se agrega un yo fuerte,
incluyendo un buen control de impulsos.
SIMILITUDES
De acuerdo a Gabbard (2002), los trastornos histérico e histriónico efectivamente se asemejan
en algunas de sus características, aunque siempre dejando en claro que la histérica es
adecuada socialmente. Ambas tienen una emocionalidad lábil y superficial, buscando llamar
la atención. No obstante, mientras las histriónicas podrían llegar a los actos parasuicidas, la
histérica tenderá más a la ubicación contextual y la modulación. De igual forma, esta
labilidad emocional se presentará en todos los contextos en el caso de la histriónica, mientras
que en la histérica está circunscrita a la intimidad sexual. Ambas buscan llamar la atención a
través de un cierto exhibicionismo y seducción, que -nuevamente- será generalizado e
inadecuado en el caso de la histriónica; en tanto en la histérica se presentará en el contexto
de la intimidad sexual, y siempre estará en un rango acotado y aceptado socialmente.
DIFERENCIAS
Algunas ya se han mencionado:
⎯ Las personalidades histéricas tienen un buen control de impulsos y fortaleza del yo,
a diferencia de la personalidad histriónica.
⎯ Las personas con trastorno histriónico no soportan las separaciones, en tanto para
histérica -con constancia objetal bien desarrollada- éstas no significan una crisis.
⎯ Mientras que la histriónica es abiertamente seductora, pudiendo tener conductas
promiscuas; la histérica utiliza la pseudohipersexualidad; es decir, se muestra
coqueta, sin embargo, no concreta.
RESUMEN
Como lo hemos hecho previamente, haremos el resumen de los criterios DSM.
A
1
2
3
4
5
6
7
8

¿Hay alguna otra característica que sea relevante de conocer en la histriónica?


TRASTORNO DE PERSONALIDAD NARCISISTA
Para este trastorno, los criterios a observar son:
Patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de
admiración y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y se
presenta en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los siguientes
hechos:
1. Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia (p. ej., exagera sus logros y talentos,
espera ser reconocido como superior sin contar con los correspondientes éxitos).
2. Está absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor ideal ilimitado.
3. Cree que es "especial" y único, y que sólo pueden comprenderle o sólo puede
relacionarse con otras personas (o instituciones) especiales o de alto estatus.
4. Tiene una necesidad excesiva de admiración.
5. Muestra un sentimiento de privilegio (es decir, expectativas no razonables de
tratamiento especialmente favorable o de cumplimiento automático de sus
expectativas).
6. Explota las relaciones interpersonales (es decir, se aprovecha de los demás para sus
propios fines).
7. Carece de empatía: no está dispuesto a reconocer o a identificarse con los
sentimientos y necesidades de los demás.
8. Con frecuencia envidia a los demás o cree que éstos sienten envidia de él.
9. Muestra comportamientos o actitudes arrogantes, de superioridad.
DESCRIPCIÓN GENERAL
Destacan su tendencia a sentirse grandiosos y darse una importancia superior al resto
(Vallejos, 2002), convencidos de que viven una existencia perfecta y que deben ser
admirados por ello. Dicha perfección, además, es medida en términos absolutos; es decir, es
todo o nada, por lo que cualquier cosa que se aleje del ideal, los lleva al extremo contrario:
lo peor y genera sentimientos de vacío y/o vergüenza (Millon, 2006), que, junto a la
humillación e inseguridad, van a alternar con los de grandeza (Huprich, 2007).
Relacionado con lo anterior, los sujetos narcisistas tienen una autoestima vulnerable (A.P.A.,
2014), no toleran las críticas, pues pueden dejar en evidencia esos errores que los van a llevar
por camino de la vergüenza (Millon, 2006), por lo que tenderán a devaluar a quienes los
critiquen (Kernberg, 1987).
En cuanto a sus procesos cognitivos, se observa que los sujetos narcisistas tienen una
percepción global de la realidad con dificultad para captar los detalles, lo que les permite
fantasear escenas de grandiosidad sin reparar en los pequeños o grandes obstáculos para
alcanzarlas. Al mismo tiempo, tienden a realizar evaluaciones dicotómicas acerca de sí
mismos y los otros; esto es, totalmente buenos o totalmente malos (Millon, 2006). Por
ejemplo, dado que son altamente envidiosos, tienden a realizar descalificaciones profundas
de quienes han alcanzado el éxito (Vallejos, 2002).
Esta misma envidia es la que impide que puedan depender de otros, ya que significaría que
el otro tiene algo bueno que ellos no tienen; así como los lleva a negar cualquier dato que los
contacte con sus aspectos propios devaluados (Kernberg, 1987).
De acuerdo a Gabbard, (2002) los rasgos descritos previamente responden al tipo de
narcisismo “no consciente”, denominados así ya que no muestran tener conciencia del
impacto que sus conductas tienen en los demás, estando constantemente volcados hacia sí
mismos, buscando siempre ser el centro de atención. En tanto, habría un segundo tipo, los
“hipervigilantes”, quienes son súper sensibles a las reacciones de los demás, por lo que están
atentos a lo que éstos hacen y evitan actividades en las que sean el centro de atención, por
temor a la humillación, aunque en el fondo, existe el deseo de exhibirse en toda su
“grandiosidad”.

RESUMEN
Resumamos los criterios diagnósticos de este trastorno.
A
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2
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5
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CLUSTER C
TRASTORNO DE PERSONALIDAD EVITATIVO
Patrón dominante de inhibición social, sentimientos de incompetencia e hipersensibilidad a
la evaluación negativa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente
en diversos contextos, y que se manifiesta por cuatro (o más) de los siguientes hechos:
1. Evita las actividades laborales que implican un contacto interpersonal significativo
por miedo a la crítica, la desaprobación o el rechazo.
2. Se muestra poco dispuesto a establecer relación con los demás, a no ser que esté
seguro de ser apreciado.
3. Se muestra retraído en las relaciones estrechas porque teme que lo avergüencen o
ridiculicen.
4. Le preocupa ser criticado o rechazado en situaciones sociales.
5. Se muestra inhibido en nuevas situaciones interpersonales debido al sentimiento de
falta de adaptación.
6. Se ve a sí mismo como socialmente inepto, con poco atractivo personal o inferior a
los demás.
7. Se muestra extremadamente reacio a asumir riesgos personales o a implicarse en
nuevas actividades porque le pueden resultar embarazosas.
DESCRIPCIÓN GENERAL
Lo central de este trastorno es la baja autoestima que provoca una intensa inhibición social,
por temor a ser avergonzados y humillados por los demás, a tal punto, que incluso pueden
rechazar ofertas buenas de trabajo por creer que no son capaces de realizarlo y ser expuestos
a la crítica (A.P.A., 2014). De igual forma, no harán amigos a menos que tengan garantías de
que van a ser aceptados totalmente (A.P.A., 2014; Vallejos, 2002), por lo que someten a los
demás a pruebas para comprobar su amistad (Millon, 2006).
Además, sienten que las personas están pendientes de ellos (Millon, 2006) y tienen alta
sensibilidad frente a cualquier cosa que parezca crítica, siendo también hipervigilantes; lo
que genera que puedan sentirse heridos frente a pequeños gestos que le indiquen algo en esta
línea (A.P.A., 2014; Millon, 2006). Su temor al ridículo alcanza incluso la posibilidad de
sonrojarse frente a una burla (A.P.A., 2014).
Dado que han evitado consistentemente la interacción, no han desarrollado habilidades que
les permitan desenvolverse adecuadamente en contextos ordinarios; manteniendo su
estrategia de alejarse, evitando así ser evaluados y criticados por los demás (Vallejos, 2002),
aun cuando sufren por ello, ya que realmente desean establecer contacto, sufriendo
intensamente por su soledad (Millon, 2006).
RESUMEN
Resumamos los criterios diagnósticos de este trastorno.
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TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD OBSESIVO-COMPULSIVA
Patrón dominante de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e
interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la franqueza y la eficiencia, que comienza en las
primeras etapas de la vida adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta
por cuatro (o más) de los hechos siguientes:
1. Se preocupa por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los
programas hasta el punto de que descuida el objetivo principal de la actividad.
2. Muestra un perfeccionismo que interfiere con la terminación de las tareas (p. ej., es
incapaz de completar un proyecto porque no se cumplen sus propios estándares
demasiado estrictos).
3. Muestra una dedicación excesiva al trabajo y la productividad que excluye las
actividades de ocio y los amigos (que no se explica por una necesidad económica
manifiesta).
4. Es demasiado consciente, escrupuloso e inflexible en materia de moralidad, ética o
valores (que no se explica por una identificación cultural o religiosa).
5. Es incapaz de deshacerse de objetos deteriorados o inútiles aunque no tengan un valor
sentimental.
6. Está poco dispuesto a delegar tareas o trabajo a menos que los demás se sometan
exactamente a su manera de hacer las cosas.
7. Es avaro hacia sí mismo y hacia los demás; considera el dinero como algo que se ha
de acumular para catástrofes futuras.
8. Muestra rigidez y obstinación.
DESCRIPCIÓN GENERAL
Lo central en este trastorno es el deseo de mantener el control de los diferentes aspectos de
su vida, para lo cual desarrollan un sistema de reglas, procedimientos, listas y otros detalles
que les permiten sentir que logran dicho objetivo (A.P.A., 2014).
De igual forma, están siempre buscando la perfección en las actividades que realizan,
incluyendo actividades de ocio; de modo que entorpecen la culminación de las mismas, pues
al ser exageradamente detallistas, siempre encuentran aspectos que mejorar, que para los
demás pueden resultar insignificantes, ocupando tiempo y recursos en ello. Esto puede ser
tan intenso que muchas veces no logran terminar dichas actividades (A.P.A., 2014). Junto a
esto, tienen la sensación de que nadie hará las cosas mejor que ellos, por lo que son reacios
a delegar tareas o recibir ayuda de otros (Gabbard, 2002).
Este mismo detallismo hace que la toma de decisiones sea un proceso arduo y doloroso, pues
el obsesivo intentará considerar todas las opciones, en sus pros y sus contras, las cuales
deberá examinar varias veces (A.P.A., 2014, Gabbard, 2002).
En cuanto a su estilo cognitivo, las personas obsesivas mantienen una atención constante y
enfocada en aspectos específicos de la realidad, siendo además, rígidos en ello (Shapiro,
2007). De igual forma, son de pensamientos concretos y orientados hacia los hechos (Millon,
2006).
RESUMEN
Resumamos los criterios diagnósticos de este trastorno.
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TRASTORNO DE PERSONALIDAD DEPENDIENTE
Necesidad dominante y excesiva de que le cuiden, lo que conlleva un comportamiento sumiso
y de apego exagerado, y miedo a la separación, que comienza en las primeras etapas de la
edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de
los siguientes hechos:
1. Le cuesta tomar decisiones cotidianas sin el consejo y la reafirmación excesiva de
otras personas.
2. Necesita a los demás para asumir responsabilidades en la mayoría de los ámbitos
importantes de su vida.
3. Tiene dificultad para expresar el desacuerdo con los demás por miedo a perder su
apoyo o aprobación. (Nota: No incluir los miedos realistas de castigo.)
4. Tiene dificultad para iniciar proyectos o hacer cosas por sí mismo (debido a la falta
de confianza en el propio juicio o capacidad y no por falta de motivación o energía).
5. Va demasiado lejos para obtener la aceptación y apoyo de los demás, hasta el punto
de hacer voluntariamente cosas que le desagradan.
6. Se siente incómodo o indefenso cuando está solo por miedo exagerado a ser incapaz
de cuidarse a sí mismo.
7. Cuando termina una relación estrecha, busca con urgencia otra relación para que le
cuiden y apoyen.
8. Siente una preocupación no realista por miedo a que lo abandonen y tenga que cuidar
de sí mismo.
DESCRIPCIÓN GENERAL
Quienes tienen trastorno de personalidad dependiente tienen una bajísima autoestima,
menosprecian sus capacidades y se perciben a sí mismos como inútiles, de modo que sienten
que son incapaces de vivir y sostenerse por sí mismos, por lo que necesitan y buscan a
personas que puedan darles el cuidado y protección que requieren (Vallejos, 2002, A.P.A.,
2014
Dado que necesitan de otros, siempre ayudan a los demás, son considerados y cálidos,
adoptando un rol pasivo en las relaciones; por ejemplo, no dirán que “no” y cederán a
peticiones de los demás, aun cuando sean descabelladas (Millon, 2006). También pueden
adoptar conductas activas y autónomas en apariencia, siempre y cuando esto les reditúe la
compañía o ayuda del otro (Gabbard, 2002).
RESUMEN
Resumamos los criterios diagnósticos de este trastorno.
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TRASTORNO DEPRESIVO

Criterios de investigación para el trastorno depresivo de la personalidad

− Patrón permanente de comportamientos y funciones cognoscitivos depresivos que se inicia


al principio de la edad adulta y se refleja en una amplia variedad de contextos y que se
caracteriza por cinco (o más) de los siguientes síntomas:
− El estado de ánimo habitual está presidido por sentimientos de abatimiento, tristeza,
desánimo, desilusión e infelicidad.
− La concepción que el sujeto tiene de sí mismo se centra principalmente en sentimientos de
impotencia, inutilidad y baja autoestima.
− Se critica, se acusa o se autodescalifica.
− Cavila y tiende a preocuparse por todo.
− Critica, juzga y lleva la contraria a los otros.
− Se muestra pesimista.
− Tiende a sentirse culpable o arrepentido.

KERNBERG
− Buen funcionamiento general (neurótico).
− Buena tolerancia a la ansiedad.
− Buen control de impulsos.
− Conciencia moral bien integrada aunque cargada de culpa.
− Buenas relaciones objetales.

CATEGORÍAS DEL CARÁCTER: Mal procesamiento de las necesidades de dependencia.

1. Superyó excesivamente severo.


− Tendencia a ser serio, severo, responsable, preocupado del desempeño.
− Sin sentido del humor, confiables, seguros.
− Se juzgan muy duramente (depresión). También a los demás.
− Metas imposibles: depresión. Masoquismo.

2. Dependencia exagerada del amor y aceptación de los demás.


− Vulnerable a la pérdida de amor o interés.
− Busca hacer lo imposible para ganar afecto, admiración y aceptación. Es agradecida.
− Puede ser muy demandante.
− Hace que el otro se sienta culpable (más grave).

3. Dificultades en la expresión de la agresión.


− Se deprime en vez de enojarse.
− Se culpa por su rabia.
− Complicaciones interpersonales.
− Se enojan con quienes sienten que los han rechazado y luego se sienten mal y se disculpan
y se ponen sumisos. Luego se sienten iracundos por haber sido sumisos.
− Dirige la ira contra ellos mismos.
− Razón: al ser agresivos creen que serán rechazados, entonces dirigen la agresión contra sí
mismos (se bajonea) o se taíman y da una imagen de estar dolido por lo que hizo el otro, y
el otro se acerca y pide disculpas (así él se libera de su propia culpa).
CARACTERÍSTICAS GENERALES
− Temor: ser no valorado, no aprobado.
− Deseo: ser querido, admirado, valorado.
− Autoestima disminuida: regulada externamente.
− Necesitan al otro: se acercan, comparten. La intimidad no les asegura la valoración.
− No creen que se las pueda apreciar por ser ellas mismas, sino que deben hacerse
merecedoras del aprecio a través de sus acciones.
− Hace cosas:
o Personas correctas, responsables, esforzadas, muy moralistas, rigurosas (no dicen
que "no").
o Son congraciativos, (FR contra la rabia), serviciales, colaboradores, bondadosos.
o Hacen muchas reparaciones, son conciliadores.
o Dependabilidad.
o La gratitud es a única forma de pago que se les puede ofrecer. Esperan y exigen
gratitud.

RABIA_AGRESIÓN_CULPA
− Tiene muchos remordimientos. No olvidan.
− No expresan la rabia: se callan, están taimados.
− Creen que serán rechazados, y dirigen la agresión contra sí mismos (se bajonea).
− Creen que van a "explotar".
− Da una imagen de estar dolido por lo que hizo el otro, y el otro se acerca y pide disculpas
(IP, se libera de su propia culpa).
− Hipersensibilidad al rechazo: se duele con cualquier signo de desaprobación.

OTRAS
− Manejan mal los duelos. Duelos asociados a depresiones clínicas.
− Devalúan sus logros, subrayan sus defectos (lo que ellos viven como defecto).
− Ej: trastorno dismorfofóbico: el objeto dañado pegado en el cuerpo.
− Autosuficiente les cuesta mucho pedir ayuda porque no les gusta estar en deuda, por el
superyó tan rígido.
− Rumiativos desde el superyó.
− Hace cosas que nadie haría, al resto le activa elementos sádicos.
− Proyectan la exigencia pensando en que los otros lo están evaluando y luchan por tener
buenos rendimientos porque el valor esta puesto en la calificación.
BIBLIOGRAFÍA
Asociación Americana de Psiquiatría, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales (DSM-5®), 5a Ed. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2014.
Gabbard, G. (2002). Psiquiatría psicodinámica en la práctica clínica. Ed. Médica
Panamericana.
Huprich, S. (Ed.). (2006), Rorschach Assesment of the Personality. New Jersey, Estados
Unidos: Lawrence Erlbaum Associates.
Kernberg, O. (1987). Trastornos graves de la personalidad. Estrategias psicoterapéuticas.
México: Manual Moderno.
Millon, T., Grossman, S., Millon C., Meagher, S. Ramnath, R., (2006), Trastornos de la
personalidad en la vida moderna (Marta Sedó Fernández, trad.). Barcelona, España: Masson
(obra original publicada en 2001).
Rapaport, E., y Tapia, C (2011). Comprensión psicodinámica de los estilos de personalidad.
Santiago, Chile, Universidad del Desarrollo.
Shapiro, D., (2007), Estilos Neuroticos (José Real, trad.). Madrid, España: Gaia Ediciones
(obra original publicada en 1999).
Vallejo, J. (2002). Introducción a la psicopatología y la psiquiatría. 4ª edición. Barcelona:
Masson

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