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DEMANDA CIVIL DE INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y

PERJUICIOS

SECRETARIO:
EXPEDIENTE: 2022-134-JC
ESCRITO: 05-2022
CUADERNO: Principal
SUMILLA: Demanda de
indemnización por daños y
perjuicios.

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO ESPECIALIZADO EN MATERIA


CIVIL DE LIMA 

Eva Cecilia León de Rivera, identificada con DNI No. 20222022, con domicilio
real y procesal en Av. Universitaria No. 1801, distrito de San Miguel, provincia y
departamento de Lima, con domicilio electrónico en la casilla electrónica
42357192; a Ud., respetuosamente me presento y digo:

I. DE LOS DEMANDADOS Y SU DIRECCIÓN

Compañía NORDISA S.A., empresa integrante del Grupo Concordia S.A.,


ubicada en Jr. Paseo de la República de Ecuador N° 557.

II. PETITORIO

1. Primera Pretensión principal

Solicito a Ud. Señor Juez, declarar o a la empresa denominada


“COMPAÑIA Y DISTRIBUIDORA NORDISA S.A (en adelante, “Nordisa”)
como tercero civil responsable de la muerte del señor Vicente Eduardo
Rivera León como consecuencia de la omisión de prestar una debida
seguridad en su establecimiento.

1.1. Primera Pretensión Accesoria


Solicito a Ud. Señor Juez una indemnización por daños y perjuicios
derivados de responsabilidad civil extracontractual por el monto de
S/. 3,000.00 soles (tres mil y 00/100 soles) a la señora León.

1.2. Segunda Pretensión Accesoria

Solicito a Ud. Señor Juez exigir a la empresa Nordisa la obligación


de destinar un monto equivalente a S/. 72,000 (setenta y dos mil y
00/100 soles) en calidad de lucro cesante de la Sra. León, mediante
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pensiones de S/.600 (seiscientos y 00/100 soles) mensuales,
durante el periodo de 10 años.

1.2.1. Segunda Pretensión Subordinada

Si por alguna razón, Ud. Señor Juez considera que la


empresa Nordisa no debe asumir la obligación de brindar la
pensión indicada en la segunda pretensión accesoria, se
solicita como segunda pretensión subordinada el pago de S/.
35,000.00 (treinta y cinco mil y 00/100 soles) al contado, en
calidad de lucro cesante.

1.3. Tercera Pretensión Accesoria

Solicito a Ud. Señor Juez exigir a la empresa Nordisa el pago de S/.


50,000.00 (cincuenta mil y 00/100) por el daño psicológico moral
generado a la Sra. León.

1.4. Cuarta Pretensión Accesoria

Solicito a Ud. Señor Juez, que se disponga a la empresa Nordisa el


pago de los intereses legales derivados de la indemnización
solicitada, costas y costos del presente proceso.

DAÑO
S/ 3,000
DAÑOS EMERGENTE
PATRIMONIALES
LUCRO CESANTE S/ 72, 000

DAÑOS
DAÑO MORAL S/ 50, 000
EXTRAPATRIMONIALES

III. FUNDAMENTOS DE HECHO

1.- El día 26 de mayo del 2020 un grupo de nueve asaltantes ingresó al colegio
Faustino Sánchez Carrión donde redujeron a catorce personas a las 6 p.m.

2.- Posteriormente, a las 8 p.m., lograron acceder a un torreón de vigilancia


almacén de la empresa Nordisa utilizando escaleras telescópicas. Maniobra que
fue posible debido a la carencia de un cerco eléctrico.

3.- Los asaltantes lograron reducir a tres vigilantes y abatir a uno haciéndose con
el control efectivo del almacén.

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4.- Durante la toma del almacén, el señor Vicente Rivera fue herido gravemente.
Tomó alrededor de dos horas para que una ambulancia costeada por sus
compañeros de trabajo lo llevase a la clínica Médicos Seguros, donde este falleció
al ser atendido una hora después.

5.- Al día siguiente, la señora Eva Cecilia de León Rivera se dirige al almacén para
agendar una reunión con la directora de la empresa; visita en la cual se percata de
la pobre seguridad del lugar al no haber vigilante en el portón principal a pesar de
haber sufrido un robo el día anterior.

6.- La señora Cecilia no logró reunirse con la directora; en su lugar, se reunió con
el gerente de operaciones, el apoderado general de la empresa y el ingeniero José
Rosas. Estos alegaron que la empresa ya había cubierto los gastos del sepelio e
insinuaron que, en el caso más extremo, estarían dispuestos a dar una
indemnización de 5000 dólares americanos. Dicha oferta fue rechazada.

7.- En los siguientes días, la señora Cecilia experimentó varios episodios de


angustia, tristeza y estrés producto de haber visto la muerte de su único hijo.
Debido a esto, ella acudió a una cita con el psicólogo Herrera Zapata, el cual la
diagnosticó con trastorno por estrés post-traumático.

8.- Además, la situación económica de la señora cayó en grave riesgo debido a


que tuvo que asumir un costo de 3,000 soles por diversos trámites y a que su hijo
era su única fuente de ingresos ya que su esposo falleció hace 17 años.

9.- Posteriormente, en el transcurso de las investigaciones, los vigilantes


declararon que eran incapaces de cubrir adecuadamente el área del almacén
debido a que les faltaba personal. Razón por la cual, no todas las entradas ni
torreones estaban vigilados.

10.- Ante esto, la empresa Seguridad S.A. alegó que el personal que había
proporcionado era exactamente el que había sido requerido por la empresa
Nordisa.

11.- Asimismo, en las pericias policiales, se constató el estado de desuso de


ciertos torreones y la carencia de cerco en los muros del almacén.

12.- En adición a ello, el personal del colegio contiguo al almacén declaró que, en
sus preparativos para el asalto al almacén, los asaltantes mencionaron que habían
escogido dicho lugar debido a que habían notado una poca seguridad,
específicamente, la falta de un cerco.

IV. FUNDAMENTOS DE DERECHO

A) En relación la responsabilidad extracontractual por parte de la empresa


sobre la muerte del señor Rivera

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Con todo lo mencionado en los hechos, la empresa demandada tiene la figura de
tercero civilmente responsable, pues si bien no participó del hecho ilícito llevado a
cabo por los delincuentes, si mantiene un vínculo laboral con la víctima, el Sr.
Rivera; y debido a que el atentado se llevó a cabo dentro de las instalaciones de la
empresa, se deberán hacer responsables de la falta de seguridad, y la omisión de
ayuda proporcionada cuando el occiso la necesitaba. Así, deberán responder de
manera solidaria ante los daños causados.

El artículo 1969° hace referencia a la responsabilidad extracontractual, señalando


la indemnización de daño por dolo o culpa. Como se describe en los hechos,
Vicente Eduardo Rivera León, contaba con un contrato por locación de servicios
con la empresa demandada, y al momento del atentado se encontraba en el centro
de trabajo. Ante ello, la empresa tiene el deber de protección de velar por la
seguridad de las personas que se encuentren en el local, no solo de los
trabajadores, por lo que se considera una omisión a la acción de hacer que no se
desprende de una obligación contractual.

Por ello, la presente demanda tiene un enfoque extracontractual, en la medida que


la empresa provoca bajo la omisión de una acción, la ejecución de un daño; el cual
fue no contar con la debida seguridad en el centro laboral. Este si bien no es un
deber que pueda desprenderse directamente de las actividades de los trabajos, la
empresa si tiene el deber de proteger y ser responsable de lo que acontece
dentro de sus instalaciones.

Este deber de protección, se debía manifestar de diferentes formas como, por


ejemplo, contar con las herramientas necesarias para utilizar las maquinarias, o
para realizar cualquier trabajo dentro de las instancias. Aunque de dichos ejemplos
se desprenden de una obligación contractual con respecto de sus trabajadores, la
seguridad del local también es responsabilidad extracontractual de la empresa
con las personas ajenas a ella, e incluso posibles clientes; la cual como se adjunta
en la sección de medios probatorios, y según las declaraciones de los mismos
trabajadores y los detenidos, el local no contaba con un cerco eléctrico que
pudiese imposibilitar la entrada por el techo de la propiedad. Esto se consideró
como una facilidad para las personas que ingresaron a robar dentro de las
instalaciones.

Del mismo modo, la empresa, por el tamaño de su longitud, no contaba con los
respectivos guardias de seguridad suficientes, para poder ofrecer seguridad a las
personas que se encontraban dentro de la instalación en el momento del asalto.
Como se señala, sólo hubo cuatro guardias de seguridad que se redujeron en una
primera instancia, por falta de atención, debido a la longitud de la propiedad.

Por consiguiente, queda demostrado el incumplimiento al deber de protección por


parte de la empresa sobre el señor Rivera, mientras realizaba actividades no
pactadas en su contrato de locación, al no contar con las medidas de seguridad ni
con el personal capacitado; lo cual generaba el propenso riesgo de que las
personas que se encontrarán dentro del establecimiento sean víctimas de robo e
incluso consecuencias mayores, como la del señor Rivera.

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Esta falta de seguridad muestra una negligencia notoria por parte de la empresa
demandada, al no contar con los elementos necesarios para ofrecer seguridad a
los trabajadores que se encuentren dentro del establecimiento. Así podemos
afirmar que se cumple lo descrito en el artículo 1969°, en cuanto la empresa
Nordisa a través de la omisión de prestar la debida seguridad, genera un daño
irreparable hacia la señora Rivera. Adicionalmente, se puede encajar el artículo
1978° que señala la responsabilidad por inducción y complicidad, en cuanto la
carencia de elementos de seguridad ayuda a que el hecho ilícito cause el daño.

Otro elemento importante a demandar, es la negligencia de los protocolos de


emergencia que tiene la empresa demandada, porque recién después de dos
horas de lo sucedido, los propios trabajadores tuvieron que contratar una
ambulancia para que el Sr. Rivera sea llevado al hospital por emergencias. Este
hecho es alarmante, porque una vez más muestra la negligencia de la empresa de
no velar por las personas que se encuentran dentro de su instalación, al no llamar
a una ambulancia para que pudiese llevar a la persona herida a un centro médico,
y, por el contrario, esperar que sean ellos mismo quienes soliciten la urgencia.

Con todo lo mencionado, se puede añadir la figura del tercero civil responsable a
la empresa, pues si bien no participó del hecho ilícito llevado a cabo por los
delincuentes, si mantiene un vínculo con la víctima, el Sr. Rivera. Debido a que fue
dentro de las instalaciones de la empresa, se deberán hacer responsables de la
falta de seguridad, y la omisión de ayuda proporcionada cuando el occiso la
necesitaba. Así, deberán responder de manera solidaria ante los daños causados.

B) En relación a la indemnización por daño ocasionado en la demandante

Artículo 1985.- Contenido de la indemnización

La indemnización comprende las consecuencias que deriven de la acción u


omisión generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona y
el daño moral, debiendo existir una relación de causalidad adecuada entre el
hecho y el daño producido. El monto de la indemnización devenga intereses
legales desde la fecha en que se produjo el daño.

Lucro cesante

El lucro cesante se refiere a la privación del aumento de la utilidad o ganancia


deseable (Castillo, 2017: 147). En otras palabras, el lucro cesante viene a ser el
monto patrimonial que se ha dejado de percibir a causa del daño ocasionado.
Como se ha señalado anteriormente, la demandante, es viuda desde hace 17
años, y su hijo, el Sr. Rivera, era el único sustento económico, por lo que su
muerte ocasionará que la señora Eva León de Rivera, deje de percibir dinero
proveniente del sueldo del occiso.

Ante lo mencionado anteriormente, podemos alegar que existe un perjuicio


económico hacia la madre del occiso, ocasionado por la falta de protección y
negligencia que aconteció en la muerte del Sr. Rivera. La señora Eva León, al no
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tener ningún ingreso económico por ningún lado, queda expuesta a un estado de
necesidad, provocado, como mencioné anteriormente, por las negligencias
llevadas a cabo en el evento desafortunado, que tuvo como consecuencia la
muerte de su hijo.

Daño Moral

Como se muestra tanto en los hechos como en las pruebas, existe un daño moral
ocasionado a la señora Eva León, pues como señala el examen psicológico, el Dr.
Herrera le diagnosticó estrés post-Traumático. Dicho estrés se demostraba en las
constantes angustias y depresiones que trajo la muerte de su único hijo, así como
el hecho que vivió todo el sufrimiento del mismo, pues lo tuvo en sus brazos
desangrándose sin que sea atendido en la clínica.

Como lo acepta la doctrina nacional, el daño moral, de acuerdo a Brebbia, citado


en Osterling, es toda lesión, conculcación o menoscabo de un derecho subjetivo o
interés legítimo, de carácter extrapatrimonial, sufrido por un sujeto de derecho
como resultado de la acción ilícita de otra persona (2010:7). Esto significa que el
daño moral es aquel perjuicio a las emociones de otra persona, ocasionándole una
afectación psicológica. Este es el caso de la Sra. Eva León de Rivera, que como
mencioné, los documentos muestran la afectación psicológica que trajo consigo la
muerte de su hijo producto de la negligencia que tuvo la empresa al brindar
seguridad y salud a sus trabajadores.

V.- MEDIOS PROBATORIOS

- Contrato de prestación de servicios entre Nordisa y Vicente Eduardo


Rivera León.
- Parte Policial que relata los hechos detallados.
- Declaración testimonial de los cuatro vigilantes
- Declaración testimonial del personal del colegio
- Fotografías del local industrial
- Recibos de los gastos realizados a raíz de la muerte del hijo. (daño emergente)
→ 3K
- Boleta de pago de la remuneración de Vicente Eduardo Rivera León
(1200 soles)
- Cita médica de la Sra. León con el psicólogo Dr. Herrera Zapata (daño
moral)
- Diagnóstico del Dr. Herrera Zapata respecto a la condición de la Sra
Eva León. (daño moral)
- Recibos de agua y luz de la vivienda donde vivían la Sra. León y su
hijo.

VI.- MONTO DE PETITORIO

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El monto del petitorio de la presente demanda asciende a la suma total de S/
128,000.00 (ciento veintiocho y 00/100 soles), más intereses legales, costas y
costos del proceso.

En primer lugar, los S/3,000.00 corresponden al resarcimiento de los gastos efectuados por
la Sra. León por trámites relacionados al daño ocasionado a la vida del señor Rivera. →
daño emergente

En segundo lugar, 50% del sueldo de quien fuese el Señor Vicente Rivera, a las
cuentas de la Sra. León, durante el periodo de 10 años. Lo cual es un equivalente
al monto de S/. 450.00 del alquiler de la vivienda y S/.150.00 por recibos de agua y
luz, con la finalidad de que pueda cubrir gastos básicos de supervivencia. Ello se
deriva del hecho de que, pese a desempeñar un cargo de trabajador de seguridad,
la empresa empleadora no le brindó las garantías de seguridad mínimas que le
corresponde a un trabajador, así como tampoco seguro de vida, con lo que, de
haber cumplido con ello, la póliza de siniestro hubiera sido otorgada a la Sra. León
como familiar directo.

Finalmente, se toma en consideración el monto de S/ 50,000.00 (cincuenta mil y


00/100 soles) como equivalente al daño moral ocasionado a la Sra. León, en
específico de carácter emocional tomando en consideración los montos que
implicaría sus tratamientos de consultas psicológicas, medicamentos, entre otros
vinculados.

Al respecto, cabe mencionar que, durante el periodo de dos años desde ocurrido el
trágico suceso, la situación de estrés post-traumático de la Sra. León, tras ver a su
hijo desangrado, solo fue incrementando ya que, tras no contar con recursos
económicos suficientes, no puede recibir una atención debida.

POR LO EXPUESTO:

A Ud. Señor juez solicito se sirva a admitir la presente demanda, calificarla


positivamente y en su oportunidad declararla FUNDADA, conforme a ley.

Lima, 26 de mayo de 2022

Abogados:

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Joseph Sebastián Zamora Agurto Kyara Florencia Wu San Martín

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Henry Gabriel Macedo Rosario

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