Asignatura Datos del alumno Fecha

Prevención y tratamiento Apellidos: Gimeno Navarro

20/03/2022
del delincuente Nombre: Sergio

Criminología clínica e incidencia de orientaciones

biologicistas

¿Somos «malvados» por naturaleza biológica, por la influencia de la cultura en la

que vivimos, o por ambas cosas a la vez? En otras palabras, ¿puede nuestro
ambiente y forma de vida alimentar ese gen para que desarrolle sus
particularidades, o en su explosión solo actúa la biología?

Como ya vimos en la asignatura del Grado de Criminología “Teorías

Criminológicas I” ,el entorno es el elemento clave capaz de de explicar la
delincuencia en la teorías ambientalistas, las cuales son la antítesis de los
modelos biologicistas. Se hizo referencia entonces a a la herencia como factor
decisivo a la hora de hablar de criminalidad , nombrándose cuatro tipos de
investigaciones relativas a la genética criminal:

● Los estudios sobre familias criminales.

● Los estudios sobre gemelos.
● Los estudios sobre adopción.
● Las investigaciones sobre cromosomas.

De igual modo se vio que las malformaciones cromosómicas también han

sido objeto de estudio y se han considerado factores capaces de ofrecer información
en materia criminal. Es interesante conocer las diferentes malformaciones
cariotípicas y síndromes y los autores que han tratado la materia, así como la
tendencia a relativizar los resultados de las investigaciones sobre anomalías
genéticas

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A mayor abundamiento, según vimos también en la asignatura Psicología de

la Personalidad, el término epigenética fue introducido por Waddington para definir
el estudio de las interacciones entre el genotipo y el fenotipo. Se trata de
representar diferentes trayectorias que un genotipo puede tomar a lo largo del
desarrollo del organismo. En relación con el comportamiento, se está comprobando
la importancia de la interacción ge-ambiente en la conformación de los rasgos de
conducta. Por ejemplo, se ha comprobado cómo las crías de algunas especies
muestran menos respuesta al estrés si reciben mejores cuidados maternos.

Las modificaciones epigenéticas son señales que se añaden al ADN para

indicar cuándo debe funcionar o silenciarse un gen determinado. Las mismas se
agregan muchas veces de forma programada y otras a partir de la interacción con el
ambiente, y de esa manera permite que la función de los genes se adapte al entorno
concreto en el que vive cada persona.

Aquellos criminales con el denominado «Síndrome de Brunner», ¿están

correctamente juzgados o debería haberse tenido en cuenta su predisposición a
la violencia?, es decir, ¿cómo se entendería la autodeterminación biológica frente
al libre albedrío?

A grandes rasgos, el síndrome de Brunner es una deficiencia de

monoaminooxidasa A, que supone un proceso caracterizado por una leve
discapacidad intelectual y problemas de conducta que comienzan en la primera
infancia.
Los signos asociados a este proceso pueden incluir problemas de conducta
como alteraciones del espectro autista y trastorno por déficit de atención e
hiperactividad (TDAH)

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En el ámbito penal, la alteración en la percepción, es una eximente que ha

sido considerada por la doctrina y jurisprudencia como causal de
inimputabilidad.
El vigente código penal, dice en su artículo 20.1 que “Están exentos de
responsabilidad criminal: El que al tiempo de cometer la infracción penal, a
causa de cualquier anomalía o alteración psíquica, no pueda comprender la
ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión [...]” BOE (1995).

Según la jurisprudencia, se requiere una deficiencia o enfermedad mental de

base biológica y también que esa situación haya tenido una incidencia en la
capacidad de comprensión o de actuación del sujeto en el caso concreto. Por
tanto, para determinar si alguien es inimputable no sólo basta con que tenga una
patología grave, sino que ésta haya influido de forma concreta en su actuación.
En último término, el problema de la inimputabilidad es de valoración no sólo
psiquiátrica sino jurídica.
Para analizar el presupuesto biológico de esta eximente debe seguirse la
clasificación internacional de enfermedades mentales realizada por la
Organización Mundial de la Salud (CIE 11) y por la Asociación Psiquiátrica
Americana (DSM V). Esto, -y damos respuesta concreta a la pregunta-, complica
jurídicamente la inimputabilidad en un proceso penal toda vez que el síndrome
Brunner no está en el DSM-5: sería necesario incardinar la patología a algún
trastorno contemplado en la lista del CIE ó del DSM para que surtiera efectos
jurídicos de exención de la responsabilidad criminal.
Por su parte, de lo que interpretamos sobre el síndrome de Brunner,
pensamos que -sin atender al derecho positivo (artículo 20 del Código Penal)-, la
persona que lo padece sufre “de forma biológica” una patología que le puede
llegar a impedir entender lo ilícito de una conducta punible y/o actuar más
violentamente “por causa biológica”, sin estar en su decisión la de delinquir: en
ese caso y según la intención del legislador, debería descargarse la

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responsabilidad criminal aunque, como decíamos, la actual aplicación de la ley

requiere en la práctica que la patología esté listada en el CIE o en el DSM
vigentes.

¿Cómo incide la MAO? ¿Qué efectos podría llegar a tener a nivel penal?

Nos ratificamos en lo que antecede en el último párrafo de la respuesta

anterior. El gen MAO-A es el encargado de degradar neutrotransmisores como la
dopamina, la noradrenalina y la serotonina, tres sustancias químicas cuya
alteración puede desestabilizar la salud emocional y las reacciones ante el estrés,
de forma que el individuo podría modificar su conducta “por culpa de la
biología”. El ánimo del legislador es que sea causa eximente (o eximente
incompleta) pero la práctica necesita que esté catalogado oficialmente como
enfermedad en uno de los manuales.

¿Cómo podrían llegar a extrapolarse las cuestiones planteadas al caso de Manuel

Delgado Villegas (Recurso 2 del tema 2)?

Según el artículo de referencia, Los asesinos y violadores en serie no son XX

ni XY en el cromosoma que define la sexualidad humana. Son XYY. El Arropiero
tenía esa anomalía genética, definida como trisomia de los cromosomas
sexuales. Se ha relacionado con la tendencia a la agresividad y la predisposición
a la psicopatía así como con problemas en el lenguaje, hechos que definían
perfectamente al apodado “Arropiero”. Delgado Villegas, por cuanto hemos
consultado, sí conocía la ilicitud del hecho a la hora de cometer homicidios: baste
recordar que pidió al inspector tres días más de libertad para que otro asesino no
tuviera en su haber más número que él. Sin embargo, una tensión interior que no
tienen otras personas, un impulso incontrolable, una acción conducida por un
“cromosoma Lombrosiano”, le lleva a cometer inmotivados asesinatos que , tal

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vez, sin ese error cromosomático no los habría cometido. Entonces, ¿Debería ser
eximido de su responsabilidad? En la práctica, como decimos, es de difícil
aplicación; con respecto a la eficacia del control social… tal vez no es
conveniente..

REFERENCIAS

Cultura colectiva. Disponible en:

https://culturacolectiva.com/estilo-de-vida/seis-rasgos-que-varios-asesinos-tienen-e
n-comun

Mejor con salud. Disponible en:

https://mejorconsalud.as.com/sindrome-de-brunner/

Eximente de anomalía o alteración psíquica. (n.d.-a). Retrieved March 21,

2022,from

https://guiasjuridicas.wolterskluwer.es/Content/Documento.aspx?params=

H4sIAAAAAAAEAMtMSbF1jTAAAUMjUzNDtbLUouLM_DxbIwMDCwNzAwu

QQGZapUt-ckhlQaptWmJOcSoAhIT6hTUAAAA=WKE

Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal., (1995).

MARTÍNEZ, T. (2015). «Genes antisociales y exención o atenuación de la

responsabilidad criminal». Gac. int. cienc. Forense Nº17, Octubre-Diciembre, 50-66.
Disponible en: https://www.uv.es/gicf/3R3_Martinez_GICF_17.pdf

Plataforma Editorial, 2018.

«Epigenoma para cuidar tu cuerpo y tu vida«.

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