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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD DE YACAMBÚ

FACULTAD DE HUMANIDADES

CÁTEDRA: CRIMINOLOGÍA

LA PERSONALIDAD

Integrante

Elianna Ferrebus
V- 24.267.802
CJP-212-00241V
Sección ED01D0V 2021-3

Prof. Antonio José Chadd Badra

NOVIEMBRE DE 2021
La Personalidad

Es la rama de la criminología general que tiene por objeto estudiar a las


personas que han cometido un delito a fin de establecer un diagnóstico sobre
su conducta, plantear el pronóstico de cómo va a evolucionar a corto y largo
plazo y elaborar un tratamiento a fin de conseguir que la persona no vuelva a
cometer el mismo delito. Esta Criminología intenta dar una explicación
exhaustiva a cada caso, considerando al ser humano como un ser biológico,
psicológico, social e individual. La Criminología Clínica también es el
diagnóstico y tratamiento de los problemas interiores y conductuales, como los
trastornos mentales, antisocialidad, alcoholismo, problemas familiares, etc.
Estudia los factores que llevaron al sujeto a cometer una conducta antisocial,
no se estudia la generalidad, sino cada caso particular.

Según el profesor Benito Almilcar Fleita la criminología estudia las


múltiples formas en que se manifiestan los actos delictuosos y los caracteres
fisiopsíquicos del delincuente. No trata de explicar o establecer el grado de
responsabilidad del delincuente, sino de fijar el grado de temibilidad según el
peligro que pueda resultar en su convivencia en la sociedad.

El genotipo es el conjunto de los genes y la información genética que


conforman a un individuo de cualquier especie. El genotipo se transmite de
generación en generación Por otro lado, el fenotipo es la expresión en forma
física de las características de un individuo de cualquier especie. el genotipo se
encuentra en los cromosomas, los cuales no pueden verse a simple vista ni ser
interpretados por cualquier persona en cambio el fenotipo se puede a ver a
simple vista, el fenotipo es la representación del genotipo. Se trata de la
interpretación física del material genético de un individuo.

La herencia y delito:

El delito no es un fenómeno hereditario antropológicamente, ni


psicológico. El delito es un fenómeno cultural, es decir aparece y desaparece
de acuerdo a las trasformaciones sociales.
No hay delincuentes incorregibles, sino incorregido es decir no ha
recibido tratamiento de rehabilitación.

Los biotipos son las formas biológicas típicas: los caracteres adoptados
por los seres vivos a través de la evolución y como mecanismo de adaptación
al medio ambiente. Estas son características estructurales y morfológicas que
se pueden clasificar de diferentes maneras. Si tomamos el caso de las plantas,
Entre los biotipos podemos mencionar arbustos, árboles y plantas, por ejemplo.

Es importante no confundir un biotipo con un biotopo. Este último


término se refiere al lugar que ofrece las características ambientales necesarias
para la subsistencia y el desarrollo. De un conjunto de seres vivos. El biotipo es
el modelo típico de una especie; el biotopo, su espacio vital.

PINATEL divide la historia de los estudios endocrinológicos en


Criminología, en tres períodos:

a) Período de los precursores (Lombroso).

b) Período de sistematización (Pende, Brandino, Di Tullio, Vidoni, Ruiz


Funes); en esta etapa se consideró que las anomalías de la secreción de las
glándulas endocrinas era el factor fundamental en la criminalidad.

c) Período de reacción (De Greeff, Sheldon, Glueck, Taft, Hurwitz) ; en


que se consideran las endocrinopatías como insuficientes para producir un
crimen.

Es indudable, como ya hemos afirmado, que no puede explicarse el


crimen o la criminalidad por medio de un solo factor o causa.

La Endocrinología ha aportado múltiples datos para la mejor


comprensión del comportamiento humano, ya Pende afirmaba que el estudio
de las glándulas de secreción interna puede explicar "en parte el cómo y no el
porqué del crimen".

Se cree que entre las funciones hormónicas y la actividad criminal se


pueden establecer las siguientes relaciones;

a) Relación de subordinación genética de las anomalías éticas y de las


tendencias criminales a las funciones hormonales.
b) Relación de simple coordinación y reciprocidad de las unas a las
otras, como manifestaciones de una especial disposición degenerativa del
individuo.

c) Relación en que las anomalías hormonales y éticas permanecen


independientes y autónomas.

La personalidad

Conjunto de características físicas, genéticas y sociales que reúne un


individuo, y que lo hacen diferente y único respecto del resto. La personalidad
está compuesta por dos elementos: temperamento y carácter.

El temperamento tiene un origen genético y el otro de tipo social, es


decir, lo determinará el ambiente en el cual vive el individuo, respectivamente
Por el otro lado, el carácter indicará el modo a través del cual actuamos, nos
expresamos y pensamos. El psicoanálisis se basa en cuatro principios
fundamentales: el inconsciente, la supresión, el conflicto y la pulsión. Por tanto,
las acciones de nuestra mente, según Freud, son el resultado de un conflicto
entre fuerzas opuestas entre sí, lo que lleva a la supresión, es decir, la
eliminación de las experiencias dolorosas o vergonzosas por parte de la mente,
mediante el establecimiento del inconsciente como una dimensión en sí.

La Criminología y el sexo.

El sexo posee una importante significación criminológica, hasta hoy el


fenómeno de la delincuencia femenina aparece como poco estudiado en la
criminología científica. La criminalidad femenina comparada con la
masculinidad se sitúa muy por debajo de esta; la participación de la mujer en la
suma total de crímenes (criminalidad) es de un máximo 13%, de una sociedad
dada. Las estadísticas criminales en todas las latitudes y en todas las épocas
coinciden en que la participación de la mujer en el delito es escasa. Quetelet, el
creador de la estadística así lo afirmó, que la criminalidad de la mujer era cinco
veces menor que la de los hombres. En Venezuela, sin embargo, en los últimos
años, por la creciente intervención de la mujer en la vida económica del país,
se ha incrementado la participación de la mujer en el área laboral; en el área
educativa la mujer tiene una presencia mayoritaria en nuestro país, vemos
como el 70% de la matrícula de los institutos de educación media, técnica y
superior está ocupado por la mujer. Esto también ha señalado un aumento de
su participación en la delincuencia y la masculinización de los delitos. En el
estudio de la criminalidad femenina, hay que tener presente que aun cuando el
hombre y la mujer sean iguales en cuanto a seres humanos, sus esencias
biológicas son distintas; y distintas sus manifestaciones a largo de la vida.
Desde la infancia comienzan a perfilarse en forma diferente los
comportamientos masculino y femenino, y es en la pubertad, con la aparición
de la función sexual cuando se dividen los caminos vitales que uno y otra
habrán de seguir. Existe una corriente que sostiene que la diferencia
estadística que sitúa a la delincuencia femenina inferior a la masculina, se debe
a ciertos factores: Factores judiciales: las víctimas de delitos cometidos por
mujeres no reaccionan contra ellas, con la misma diligencia que suscita la
delincuencia del hombre. La policía no las persigue con igual empeño y rigor;
en los tribunales es absuelta con más facilidad, afirman. Muchos sostienen que
la cantidad de delitos cometidos por mujeres es más elevada que las recogidas
por las estadísticas, porque no se denuncia. Sostienen que la mujer es gran
instigadora, dada a la complicidad, al encubrimiento y al ocultamiento de cosa
provenientes del delito y que no es recogido por las estadísticas. Pero la
mayoría coincide en opinar que con todo lo que se pueda alegar, siempre la
mujer delinque menos que el hombre, y que cuando lo hace, causa un menor
daño social. Antes de entrar en los factores biológicos, recordemos lo que
enseña, la Ley fundamental de los sexos, demostrando que el hombre y la
mujer no son nunca iguales.

Delincuencia infanto-juvenil.

Por delincuencia juvenil debe entenderse, todos aquellos actos


cometidos por menores de 18 años, que cometido por un mayor (de 18 años),
sería estimado como delito. El menor como ser en desarrollo, presenta
características, problemas y situaciones de índole especial, lo cual amerita la
existencia de una singular legislación que regule y dirija el estudio de su
problemática. El hombre en sus diferentes edades nos presenta interesantes
aspectos. En este tema, encontramos la fase etaria, puede ser un factor
criminógeno, no el único, y a la criminología le interesa además del estudio del
sexo, masculino y femenino -contenido del tema anterior- estudiar
cronológicamente la fase etaria por la cual atraviesa el hombre. El hombre
desde su nacimiento hasta su muerte, recorre una elipse vital, a través de una
serie sucesiva de etapas que se ha denominado, en interés del tema:

Infancia

Pubertad

Adolescencia

Adultez

Madurez y

Vejez

Cada una de estas etapas, cumple en el hombre, ciertos períodos de


años y en cada una, muestras diversas facetas en ese proceso biológico, se
nota, en el tema de la personalidad en su proceso de formación, estructuración
y desarrollo. En la etapa infantil, el hombre es ego centrista y tiene dificultad
para distinguir los planos objetivos del mundo circundante y subjetivo de su
propio ser; la pubertad, primera fase de la adolescencia, en la cual se producen
las modificaciones propias del paso de la infancia a la edad adulta; la
adolescencia es la edad que sucede a la niñez y que transcurre, desde la
pubertad hasta el completo desarrollo del organismo. Es probablemente, el
período de mayor desequilibrio del hombre. Es el despertar a la sexualidad,
que se le presenta como una materialidad, su curiosidad a ese mundo de
sensaciones, la falta de capacidad de auto-crítica, su inestabilidad emocional
(producto de su base endocrina, de las hormonas). Todo este descontrol, que
dura muchos años (hasta los 25 años, según el comportamiento reflejado por
las estadísticas, que constantemente da a conocer la intensidad de la
criminalidad para ambos sexos entre los catorce y veinticinco años), revelan
que en esta etapa, el hombre puede tener un comportamiento disociador, es
una etapa que se facilita, para el comportamiento irregular, especialmente en lo
que se refiere a la disciplina, deserción escolar, rebeldía dentro del hogar,
comete pequeños hurtos, consumode alcohol, drogas, pasando al tráfico.
Causa de los trastornos de la conducta juvenil- conducta criminal.

Factores biológicos, dependientes de la constitución orgánica y psíquica


de niño y los factores sociales, provenientes del medio en el cual se desarrolla
y del cual se nutre su personalidad.

Como causa de la delincuencia de niños y adolescentes se mencionan:


el alcoholismo, la adicción a las drogas, de ambos padres, antes de la
concepción y durante, y en caso de la madre durante el embarazo, se indica
con frecuencia como factores de anormalidades mentales y físicas (además de
la desnutrición, las taras provenientes de las enfermedades como rubiola, la
sífilis, y otras enfermedades venéreas, -se emplea para detectar esta tara el
empleo de la reacción de Wasserman-, citado por Cuello Calón). Se menciona
también la tuberculosis, una enfermedad que se creía controlada y/o
extinguida, se dice que es una nueva cepa resistente a los fármacos conocidos,
y no sabemos con seguridad la significación de otras enfermedades, en la
disposición a la criminalidad del menor.

El umbral delincuencial

Ahora bien, retomando la teoría de la “personalidad criminal”, tenemos


que señalar que para la teoría del “paso al acto” (acting out) el crimen tiene una
zona de tolerancia que denominan “umbral delincuencial” (término tomado de la
psicología de las sensaciones): el que una sensación sea percibida por un
sujeto no depende exclusivamente del estímulo externo, sino también de los
llamados umbrales absolutos inferior y superior; nuestro ojos, por ejemplo, no
perciben ni por debajo de las vibraciones rojas -infrarrojas- ni por encima de las
vibraciones violetas -ultravioletas-; igual ocurre con los oídos, los cuales no
perciben sonidos con menos de 16 ciclos/seg. ni por encima de 20.000
ciclos/seg… Pues bien, desde el punto de vista criminológico el interés se ha
puesto en el umbral inferior (considerado más bajo en el delincuente que en el
no delincuente) y sobre el cual se ha montado la teoría del “umbral
delincuencial”, el cual se mide por la cantidad de estímulo criminógeno
necesario para que un individuo concreto dé el paso al

acto delictivo.
determinar la relación en que se encuentran la situación externa y la
personalidad del delincuente en el momento del paso al acto.

El estado peligroso

Es obvio que para el Derecho Penal sólo entran en la categoría de los


“delincuentes” las personas que han sido condenadas por la perpetración de un
determinado delito. No obstante, a la Criminología no ha escapado la realidad
de que el reducido grupo de los condenados por la perpetración de delitos, en
modo alguno agota el mundo de los que viven del delito (hay quienes cometen
delitos con frecuencia, aunque tengan la habilidad de eludir temporal o
definitivamente la acción de la justicia penal). Es por esto que a la Criminología
interesa el estudio, tanto del sujeto que es “formalmente” delincuente
(condenado por la comisión de un delito), como el individuo que habiendo
cometido un delito no ha sido descubierto, y de aquel que, según todas las
apariencias, está a punto de delinquir (predelincuente).

Desde los comienzos de la Criminología se ha reflexionado sobre estos


hechos. Recuérdese que Enrico Ferri postuló que mejor que castigar es
prevenir.
“Estado peligroso” es un concepto inicialmente propio de la psiquiatría (de
uso común en ella desde comienzos del siglo XIX). Desde 1878 Rafaelle
Garofalo comenzó a usar dicho concepto en relación al delincuente (Pinatel,
1974), pero él habla primero de “temibilidad” (hoy denominada “capacidad
criminal”), a la cual definió como “la perversidad constante y activa de un
delincuente o la cantidad de mal que puede temerse del mismo”; es decir, la
tensión interna delictiva, la potencia delincuencial de un sujeto, lo que es capaz
de dar de sí su personalidad concreta en el campo delictivo; concepto que
posteriormente se complementa con el de “adaptabilidad social”, dejando así
señalados el concepto criminológico de “estado peligroso” y sus componentes.
Resumiendo, el “estado peligroso” tiene dos componentes: La capacidad
criminal o “potencial delictivo individual”, que depende de la personalidad del
sujeto (aplicación de la personalidad al delito). La adaptabilidad social o
idoneidad del delincuente para la vida social” (posibilidad de adaptación de su
actividad al medio en que se inserta). Entonces, la capacidad criminal viene
condicionada por el medio en que se mueve el sujeto, en cuanto que es el
campo de expansión de su personalidad (posibilidad que ofrece al sujeto para
realizar sus planes, legales o no).

BIBLIOGRAFÍAS

https://www.monografias.com/trabajos68/derecho-criminilogia-clinica/
derecho-criminilogia-clinica.shtml

http://diccionariojuridico.mx/definicion/criminologia-clinica/

https://www.dravetfoundation.eu/cual-es-la-diferencia-entre-genotipo-y-
fenotipo/

https://definicionysignificado.blogspot.com/2019/12/concepto-de-biotipo-
que-es-definicion-y.html

https://www.definicionabc.com/social/personalidad.php

https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/psicoanalisis#

https://lacienciadelderecho.wordpress.com/2016/08/05/279/

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