Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Sumario: 1. Antecedentes y encuadramiento sistemático del artículo 1762 del Código Civil. —
2. La responsabilidad civil de los profesionales (con particular referencia a los profesionales
médicos). — 3. Sobre la distinción (y utilidad) de la distinción entre obligaciones de medios
y resultados.
Nótese lo siguiente:
(i) Se hace referencia al deudor (prestador de servicios) y no solo al profesional.
(ii) Se pone énfasis a la solución de problemas técnicos de especial dificultad.
Recuerdo que en el Seminario Internacional “Responsabilidad civil de los pro-
fesionales”, realizado los días 19 y 20 de noviembre de 1991, en el que fue invitado
Atilio Aníbal Alterini, se discutieron los alcances de este numeral. Estuvieron presentes,
además, Max Arias-Schreiber Pezet943, Carlos Cárdenas Quirós, Carlos Fernández
Sessarego, Fernando Vidal Ramírez y Lizardo Taboada Córdova. Arias-Schreiber
puso en tela de juicio el artículo 1762 del Código Civil, inspirado en su homólogo
2236 del Código Civil italiano944, por cuanto su redacción podía llamar a confusión,
522
Sección segunda: Contratos nominados Art. 1762
privilegiando injustamente a los profesionales frente a los demás obligados a la pres-
tación de servicios. Cárdenas Quirós sugirió que la disyunción del artículo 1762
del Código Civil debe entenderse como “asuntos profesionales de especial dificultad”
o “problemas técnicos de especial dificultad”. Posición a la cual, en su momento, me
adherí. En efecto, el aporte del legislador peruano al modelo jurídico italiano fue el
de “asuntos profesionales” y, consiguientemente, el carácter de “especial dificultad”
también le debería ser común945.
En concordancia con ello, se afirma:
“[L]a interpretación que ha de hacerse del art. 1762 es aquella que solo admita las
especiales dificultades técnicas de la prestación que hacen que el profesional solo res-
ponda por dolo o culpa grave; en otros términos, si la prestación profesional es aquella
de las que pueden calificarse de normales en el ejercicio de la actividad profesional,
inevitablemente el profesional se halla sometido a las reglas generales”946.
945 Espinoza Espinoza, Juan, “Responsabilidad civil de los profesionales”, en Revista de Derecho y Ciencias Políticas.
UNMSM, vol. 49, Lima, 1991-1992, p. 325. En este mismo sentido, Fernández Cruz, Gastón, “Responsabi-
lidad civil médica”, en Diálogo con la Jurisprudencia, año i, n.° 1, Lima: Gaceta Jurídica, 1995, p. 63.
946 Gutiérrez Camacho, Walter, “Paciente o consumidor: el contrato de servicio médico y la responsabilidad
del médico”, en Diálogo con la Jurisprudencia, año 6, n.° 22, Lima: julio del 2000, p. 67.
947 El cual prescribe que “se presume que la inejecución de la obligación, o su cumplimiento parcial, tardío o
defectuoso, obedece a culpa leve del deudor”.
948 Que establece lo siguiente: “actúa con culpa leve quien omite aquella diligencia ordinaria exigida por la
naturaleza de la obligación y que corresponda a las circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar”.
949 Musolino, Giuseppe, “Contratto d’opera professionale”, en Busnelli, Franceso (dir.), Il Codice Civile.
Commentario, Milano: Giuffrè Francis Lefebvre, 2020, p. 562.
950 Palacios Martínez, Eric, siguiendo a Mario Zana, “La responsabilidad civil de los profesionales: Linea-
mientos generales para su tratamiento en el sistema jurídico peruano”, en Responsabilidad Civil II, Hacia
523
Art. 1762 Libro VII: Fuentes de las obligaciones
La pericia consiste en los conocimientos técnicos adquiridos sea a través del estu-
dio, sea a través de la experiencia, que permiten realizar la prestación según “las reglas
del arte”951. La impericia profesional presenta un contenido variable, que se verifica
en relación a cada supuesto particular, relacionando la conducta efectivamente tenida
por el deudor con la naturaleza y el tipo del encargo profesional y las circunstancias
concretas en las cuales la prestación se debe desenvolver952. La culpa profesional no se
traduce solo en la falta de buena voluntad, de celo o de escrupolosidad, sino se refiere
principalmente a la falta de pericia, es decir, al elemento específico de la responsa-
bilidad en el campo de las profesiones, tanto que, según algunos pronunciamientos
jurisprudenciales (en la experiencia jurídica italiana) tendría normalmente por objeto
los errores técnicos, debidos a la falta de conocimientos técnicos y/o de experiencia
profesional953.
Para que se configure el dolo, resulta suficiente el conocimiento de deber una
determinada prestación y omitir darle ejecución, aceptando así el riesgo de impedir la
satisfacción de la pretensión acreedora, mientras no se necesita del requisito adicional
de la conciencia y voluntad de ocasionar un daño954.
En buena cuenta, ¿qué se debe entender por culpa inexcusable en asuntos profesionales
y problemas técnicos de especial dificultad? La doctrina que vengo siguiendo explica que
no necesariamente se trata de eventos o de faltas macroscópicas en absoluto: en tal
acepción entra toda desatención e ignorancia que normalmente no se espera de un
prestador de servicios de un nivel similar955. Por otro lado, el standard exigible debe ser
superior al prestador de servicios medio y su expertise debe trascender la preparación
media y estar comprometido con actividades técnicas de nivel superior956.
No debe entenderse que el artículo 1762 del Código Civil tenga aplicación reduci-
da, circunscrita solo a los contratos de servicios profesionales. Semejante interpretación
colisiona con la sistemática diseñada por el Código Civil. En efecto, el artículo 1756,
que está ubicado en el Libro VII, fuentes de las obligaciones; Título IX, prestación
de servicios; Capítulo primero, disposiciones generales, establece:
una unificación de criterios de cuantificación de los daños en materia civil, penal y laboral, a cura de Juan
Espinoza Espinoza, Lima: Rodhas, 2006, p. 392.
951 Musolino, op. cit., p. 554.
952 Idem.
953 Musolino, op. cit., pp. 554-555.
954 Musolino, op. cit., p. 572.
955 Musolino, op. cit., p. 577.
956 Musolino, op. cit., 580.
524
Sección segunda: Contratos nominados Art. 1762
d. El depósito.
e. El secuestro”.
Si bien es cierto que el artículo 2236 del Código Civil italiano, sistemáticamente
se encuentra encuadrado en el contrato de obra intelectual (art. 2230 del CC italia-
no), entendido como un subtipo del contrato de obra (art. 2222 del CC italiano),
el artículo 1762 del Código Civil, se coloca en las disposiciones generales y, por tanto,
también es aplicable —por ejemplo— al contrato de obra. En efecto, en un laudo de
fecha 15 de abril del 2013, en arbitraje tramitado en la Cámara de Comercio de Lima,
se decidió (p. 185) lo siguiente:
“Que no cabe duda que el contrato entre X e Y que da motivo a este arbitraje reúne
las condiciones establecidas en el artículo 1762 del Código Civil: por un lado, es un
contrato de obra destinado a la construcción de una planta, lo que constituye una
modalidad de la locación de servicios (artículo 1756); por el otro es ostensible que
involucra aspectos técnicos especialmente complejos, que trascienden la preparación
profesional o técnica media”957. [El énfasis es mío].
957 Hago la aclaración, que no puedo ofrecer mayor información por el deber de confidencialidad que existe,
de acuerdo al artículo 43 del Reglamento de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Lima, del año 2017.
958 Musolino, op. cit., p. 582.
525
Art. 1762 Libro VII: Fuentes de las obligaciones
luz de los cánones comunes; por el contrario, la pericia debe corresponder a las reglas
del arte específicas de cada prestación de servicios en particular959.
Recordemos que el artículo 1319 del Código Civil define como culpa inexcusa-
ble (que coincide con el concepto de culpa grave) a la “negligencia grave”. Se afirma
con razón que la culpa es “la forma de calificación jurídica de la diligencia”960. En
atención a ello:
Así, “el juez (o el árbitro) puede valorar una negligencia como más o menos
grave en relación a las circunstancias en las cuales el comportamiento del sujeto se
haya desenvuelto”962. Por otro lado, la noción de dolo coincide “con la voluntad
del sujeto de causar el daño”963, la cual encuentra respaldo normativo en el artículo
1318 del Código Civil, a propósito del incumplimiento de la obligación (al referirse
al gerundio “deliberadamente”).
Un ejemplo típico de negligencia grave se da cuando un médico amputa erró-
neamente la pierna equivocada. En el contexto de un gran proyecto de construcción,
un ejemplo de negligencia grave sería si un contratista construyera un edificio alto sin
utilizar acero en el sistema de soporte estructural, poniendo en peligro la integridad
estructural del edificio. En contraste, los equipos o componentes defectuosos, que
requieren reparación o reemplazo, probablemente se clasificarían como negligencia
ordinaria, ya que tales problemas son comunes en la mayoría de los proyectos de
construcción y pueden ocurrir aun cuando el contratista haya tomado precauciones
razonables.
La limitación de la responsabilidad a la culpa inexcusable no da lugar a una irra-
zonable inmunidad, puesto que no conduce a deber admitir que, junto al mínimo de
pericia solicitada solo sea suficiente un mínimo de prudencia o de diligencia. Sobre
la primera forma de culpa se permite indulgencia en el juicio sobre la prestación de
servicios; para las otras dos el juicio de estar permeado de criterios de formal seve-
ridad. La culpa inexcusable comprende también la temeridad experimental y toda
959 Idem.
960 Maiorca, Carlo, “voz colpa civile (teoría generale)”, en Enciclopedia del Diritto, t. vii, Milano: Giuffrè,
1960, p. 577.
961 Maiorca, op. cit., p. 581.
962 Idem.
963 Scognamiglio, Renato, voz “Responsabilità Civile”, en Novissimo Digesto Italiano, t. xv, Torino: UTET,
1968, p. 640. También se define al dolo como “la previsión y voluntad del daño, por parte del agente, como
consecuencia del propio comportamiento”. Salvi, Cesare, voz “Responsabilità extracontrattuale (diritto
vigente)”, en Enciclopedia del Diritto, t. xxxix, Milano: Giuffrè, 1988, p. 1223.
526
Sección segunda: Contratos nominados Art. 1762
imprudencia que refleje superficialidad y desinterés por el bien primario confiado por
el cliente al prestador de servicios. Se puede concluir con la observación que, a través
de la limitación de este tipo especial de responsabilidad a la culpa lata, se obtiene,
por un lado, mayor seguridad a quien juzga y, por el otro, mayor uniformidad en la
evaluación, puesto que la culpa inexcusable es más fácil de identificar964.
527
Art. 1762 Libro VII: Fuentes de las obligaciones
967 De Trazegnies Granda, Fernando, “La evaporación de la responsabilidad profesional”, en Revista del
Magíster en Derecho Civil, vol. 1, Lima: PUCP, 1997, p. 67.
968 Musolino, op. cit., p. 581.
969 Musolino, op. cit., pp. 581-582.
970 De Trazegnies Granda, op. cit., p. 74. En el sentido de abrogar el artículo 1762 del Código Civil para
evitar una “irresponsabilidad eufemística”, Woolcott Oyague, Olenka, “El artículo 1762 del C.C. 1984:
¿Principio de responsabilidad o irresponsabilidad profesional?”, en Aequitas, año 2, n.° 2, Lima: CIDDE,
1995, pp. 151-152.
971 De Trazegnies Granda, op. cit., p. 75.
528
Sección segunda: Contratos nominados Art. 1762
‘profesión liberal’ tenga una connotación de actividad vinculada de alguna manera
con el intelecto”972.
Esa era una época en la cual, tanto el conocimiento, como el status de profe-
sional era de una elite. Sin embargo, en el siglo xix se produce el fenómeno de la
“democratización del saber”973 y, con ello, la actividad del profesional se masifica.
Otra de las causas del desvanecimiento del status del profesional fue el surgimiento
de las “profesiones técnicas” frente a aquellas denominadas “clásicas”974. Asimismo,
el profesional deja de ser “liberal”, para convertirse en “dependiente” y “a todo ello
vinieron a agregarse los llamados profesionales ‘medios’ o paraprofesionales, que cada
vez son más y más importantes dentro del mundo actual”975, vale decir, las enfermeras,
los ortopédicos, técnicos, entre otros. Con ello “el mundo de hoy se profesionaliza
a pasos agigantados y toda persona requiere de un cierto grado de profesionalismo
para vivir”976. Consecuentemente:
Comparto la opinión que “la idea de profesión se ha extendido de tal manera que
ya no es un criterio seguro ni práctico de demarcación de las actividades sociales”978
y, en atención a ello, un modelo jurídico más justo sería el que prescindiera de esta
situación de privilegio. Sin embargo, las coordenadas legislativas regulan esta dispa-
ridad de tratamiento y el artículo 1762 tiene que ser aplicado a la luz del principio
de igualdad sustantiva. Esto se puede lograr, interpretando este saldo de inmunidad
histórica de una manera restrictiva, vale decir, cuando el profesional intervenga en
aquellos casos en los cuales la ciencia no ha dado una respuesta cierta ni definitiva979.
972 De Trazegnies Granda, op. cit., p. 77, quien sostiene que, al no cobrar sueldos los profesionales liberales,
estos percibían “honorarios”, por “el honor que implica el ejercicio de tal actividad”.
973 De Trazegnies Granda, op. cit., p. 77.
974 De Trazegnies Granda, op. cit., p. 78.
975 De Trazegnies Granda, op. cit., p. 79.
976 De Trazegnies Granda, op. cit., p. 81.
977 Idem.
978 Idem.
979 Hay quien prefiere hablar de “apreciar jurisprudencialmente en cada caso la culpa de una manera razo-
nable”. De Trazegnies Granda, op. cit., p. 73. Con respecto a la responsabilidad civil del productor,
siguiendo la Directiva CEE N.° 85/374, que establece su exoneración probando que “el estado de los co-
nocimientos científicos y técnicos, al momento en el cual el fabricante puso en circulación el producto, no
permitía considerar todavía el producto como defectuoso”, hay quien afirma que el denominado “riesgo de
desarrollo” sería el parámetro para “objetivizar” la responsabilidad civil. Fernández Cruz, Gastón, “Dios
529
Art. 1762 Libro VII: Fuentes de las obligaciones
“[E]l caso de las obligaciones asumidas por los médicos a las que hemos calificado
como de medios, el interés último que da sentido a la obligación es la curación, alivio
o mejoría del paciente, mientras que el interés primario consiste en la actividad profe-
sional técnica y científicamente diligente. Basta esta última para que el deudor quede
liberado pues a él no le es exigible el fin último”980.
no quiera que se repita el cuento”, en Diálogo con la Jurisprudencia, año 6, n.° 23, Lima: agosto del 2000,
p. 10.
980 Vázquez Ferreira, Roberto, Prueba de la culpa médica, Buenos Aires: Hammurabi, 1991, p. 62.
981 Musolino, op. cit., p. 584, que —en la experiencia jurídica italiana— cita la Casación N.° 2466, del 3 de
marzo de 1995.
530
Sección segunda: Contratos nominados Art. 1762
estaba en curso, se hayan verificado complicaciones, por ello se consideró que no
era de especial dificultad una intervención de histerectomía, que se complicó por la
presencia de adherencias entre los tejidos, las cuales habían causado a la paciente un
daño a los riñones982. En el caso de los abogados, se excluye la especial dificultad del
problema que se refiere al transcurso del plazo de prescripción de la pretensión de
resarcimiento, cuando, en concreto, el otorgamiento del encargo profesional se ha
producido en tiempo útil para impedir la prescripción de la pretensión de resarci-
miento, incluso respecto al supuesto más remoto del transcurso del plazo983.
¿La interpretación de las normas es un problema técnico de especial dificultad? No
solo los profesionales legales (abogado y notario) sino también (y con mayor razón)
otros profesionales (como los contadores) que se encuentran en la situación de apli-
car normas jurídicas, pueden beneficiarse, a propósito de la solución de “problemas
técnicos de especial dificultad”, regulado en el artículo 1762 del Código Civil. En
general, puede decirse que para el profesional legal representan problemas técnicos de
especial dificultad los casos de interpretación de leyes o de resolución de cuestiones
opinables, en las cuales haya contraste en las sentencias984.
De estas apreciaciones debemos tener presente:
a) La responsabilidad civil de los profesionales no se agota en el ámbito del
artículo 1762 del Código Civil.
b) El artículo 1762 del Código Civil, tiene la naturaleza de una norma ex-
cepcional, por cuanto la regla es que, frente a cualquier incumplimiento
contractual o prestación inexacta se presume la culpa leve (art. 1329 del
CC).
c) El artículo 1762 del Código Civil se aplica solo cuando el asunto profesional
(o problema técnico) sea de especial dificultad.
d) Aunque se peque por decir lo evidente: si el asunto profesional (o problema
técnico) no es de especial dificultad, se aplica el régimen general (entre otros,
el art. 1329 del CC) o, en su caso (como en la responsabilidad civil médica),
la legislación especial.
982 Musolino, op. cit., p. 584, que —en la experiencia jurídica italiana— cita la Casación N.° 20586, del 22
de noviembre del 2012.
983 Musolino, op. cit., pp. 584-585, que —en la experiencia jurídica italiana— cita la Casación N.° 1288, del
22 de febrero de 1980.
984 Musolino, op. cit., p. 587.
531
Art. 1762 Libro VII: Fuentes de las obligaciones
“Cada deuda contractual se ajusta a la presión de la voluntad del deudor, para lograr
un resultado determinado. La deuda contractual puede ser de tal manera, que el deudor
solamente esta comprometido para hacer lo que le corresponde para lograr el exito, y que
con esto se libere, sin importar si logra realmente el exito o no. O depende del mismo
exito, y la deuda no es amortizado, ademas del caso de la imposibilidad – hasta que
el exito definitivamente no es logrado”989.
985 Así, entre tantos, Rémy, François, La “responsabilité contractuelle”: histoire d’un faux concept, Revue Trimes-
trielle de Droit Civil, vol. 2, abril-junio, Paris: Dalloz, 1997, p. 55. Sobre el “falso concepto”, permítaseme
remitir a mi Introducción al derecho de las obligaciones, Lima: Instituto Pacífico, 2017.
986 Le Tourneau, Philippe, “voz Responsabilité (en général)”, en Savaux, Éric (dir.), Répertoire de Droit Civil,
t. x, Paris: Dalloz, 2009, p. 28.
987 Favale, Rocco, con la colaboración de Maria Paola Mantovani, La responsabilitá civile del profesionista
forense, 2.a ed., Padova: Cedam, 2011, p. 100.
988 Fischer, Hans Albretch, “Vis major im Zusammenhang mit Unmöglicheit der Leistung”, en JherJb, n.° 37,
1897, p. 235.
989 Bernhöft, Franz Kauf, “Miethe und verwandte Verträge”, en E. I. Bekker e O. Fischer (a cura de), Bei-
träge zur Erläuterung und Beurtheilung des Entwurfs eines BGB für das deutsche Reichs, Berlin, 1889, p. 17,
citado por Favale, op. cit.
532
Sección segunda: Contratos nominados Art. 1762
aleatorio (el resultado), cuya concreción no depende exclusivamente de la conducta
del deudor sino de otros factores contingentes o azarosos”990.
En nuestro medio, esta distinción ha sido acogida legislativamente (si bien, a nivel
de responsabilidad administrativa del proveedor) en el tercer párrafo del artículo 104
del Código de Protección y Defensa del Consumidor, Ley N.° 29571, del 1 de setiembre
del 2010, el cual prescribe que: “En la prestación de servicios, la autoridad administra-
tiva considera, para analizar la idoneidad del servicio, si la prestación asumida por el
proveedor es de medios o de resultado, conforme al artículo 18”994. (El énfasis es mío).
Más allá de las críticas que pueda recibir esta distinción, es innegable su utilidad, a
afectos de distinguir la naturaleza objetiva o subjetiva de la responsabilidad contractual.
Resulta pertinente constatar que, en Sesión de Sala Plena del 2 de diciembre del
2020, los vocales del Tribunal de la Superintendencia Nacional de Salud (SUSALUD),
por unanimidad, han aprobado el Acuerdo N.° 009-2020, estableciendo el siguiente
criterio de interpretación que constituye precedente administrativo de observancia
obligatoria:
990 Pizarro, Ramón Daniel, Tratado de la responsabilidad objetiva, t. ii, Buenos Aires: Thomson Reuters-La
Ley, 2015, pp. 255-256.
991 Pizarro, op. cit., pp. 256-257.
992 Nicolussi, Andrea, L’interesse del creditore e il risultato dell’obbligazione, Obligatio-obbligazione. Un confron-
to interdisciplinare, a cura de Luigi Capogrossi Colognesi, M. Floriana Cursi, Napoli: Jovene, 2011, p. 152.
993 Nicolussi, op. cit., p. 152.
994 El cual regula lo siguiente: “Se entiende por idoneidad la correspondencia entre lo que un consumidor
espera y lo que efectivamente recibe, en función a lo que se le hubiera ofrecido, la publicidad e información
transmitida, las condiciones y circunstancias de la transacción, las características y naturaleza del producto
o servicio, el precio, entre otros factores, atendiendo a las circunstancias del caso.
La idoneidad es evaluada en función a la propia naturaleza del producto o servicio y a su aptitud para
satisfacer la finalidad para la cual ha sido puesto en el mercado.
Las autorizaciones por parte de los organismos del Estado para la fabricación de un producto o la prestación
de un servicio, en los casos que sea necesario, no eximen de responsabilidad al proveedor frente al consu-
midor”.
533
Art. 1762 Libro VII: Fuentes de las obligaciones
“6. La distinción de las obligaciones de medios y las obligaciones de resultado tiene una
importante relevancia jurídica para la determinación de la responsabilidad del deu-
dor o proveedor, quien puede exonerarse de esta acreditando que el incumplimiento
no le es imputable, porque tuvo un actuar diligente y existió un hecho ajeno a su
voluntad, como el caso fortuito y la fuerza mayor o hecho de un tercero.
7. En una obligación de medios, en el ámbito sanitario de la medicina curativa, el paciente
o consumidor le exige al médico o proveedor de la prestación del servicio contratado la
utilización diligente y dedicada de los medios y procedimientos que según las normas
técnicas son los más adecuados para garantizar la mejoría del paciente, pues este no
podrá exigir al proveedor un resultado, porque este no resulta previsible y asegurado.
8. En una obligación de resultados, como en la medicina satisfactiva, el consumidor
espera que al solicitar los servicios médicos se le asegure un resultado, el cual no
solamente es previsible, sino que constituye en la práctica la razón por la cual se
han contratado dichos servicios. Por lo que se entenderá cumplida la obligación,
cuando se haya logrado el resultado prometido por el especialista sanitario y la
satisfacción del interés del consumidor o paciente”.
En efecto:
“[L]o que existe […] no es un diferente tipo de prestación a realizar (de medios o de
resultado), sino, un diverso grado de colaboración exigido por el tipo de objeto o resultado
involucrado en el deber central. Así, en las mal llamadas obligaciones de medios, el grado
de colaboración exigido, gira en torno a la propia conducta del deudor: como el resultado
esperado por el acreedor depende del control que el propio deudor tenga de su conducta, se
le exige un grado de diligencia tal, que vigile el desenvolvimiento de su propia conducta.
Por ejemplo, en la obligación quirúrgica, el resultado debido es la operación exactamente
ejecutada […], por lo que entonces, lo que el acreedor espera no es la cura de su enfermedad
o defecto, sino que el médico le mejore sus posibilidades de salvamento, lo que constituye
siempre un resultado, distinto al de la cura de la enfermedad, pero resultado al fin”996.
995 Así, Fernández Cruz, siguiendo a Bianca, “Responsabilidad civil…”, op. cit., p. 59.
996 Fernández Cruz, siempre siguiendo a Bianca, “Responsabilidad civil…”, op. cit., pp. 60-61.
997 Fernández Cruz, “Responsabilidad civil…”, op. cit., p. 61.
534
Sección segunda: Contratos nominados Art. 1762
En mi opinión, llámense obligaciones de medios o de resultado, u obligaciones
con distintos grados de colaboración por parte del deudor, queda claro que la diferencia
relevante está en el tipo de responsabilidad que se deriva de su incumplimiento: así,
en el caso de las primeras, nos encontramos frente a la responsabilidad subjetiva (de
la cual el deudor se libera si acredita que actuó con la “diligencia ordinaria requerida”:
art. 1314 del CC) y en las segundas frente a una responsabilidad objetiva (de la cual
el deudor se libera si acredita que hubo “caso fortuito o fuerza mayor”: artículo 1315
del Código Civil, agregándole el hecho de un tercero o del acreedor)998. Sin embargo,
debe notarse que la diferenciación entre ambos tipos de obligación no es tajante. Así,
puede darse el caso que en una liposucción (que implicaría, en línea de principio, una
obligación de resultados), podría presentarse una demanda porque la intervención
“resultó traumática” (típica hipótesis que comprende una obligación de medios)999.
Así, comparto la opinión de quien afirma:
“[L]a regla (procesal) que impone al deudor la carga (para librarse de responsabili-
dad) de probar (positiva y específicamente) la sobreveniencia de una causa extraña (y
no imputable) que ha hecho ‘imposible’ el cumplimiento (o el exacto cumplimiento)
(art. 1218 c.c.ita. —que corresponde al primer párrafo del art. 1317 c.c.—) vale
enteramente y sin residuos solo para obligaciones de ‘resultado’, con la consecuencia
998 Considera que también puede interpretarse una responsabilidad objetiva contractual “con la solitaria asis-
tencia inicial del artículo 1315 del Código Civil”, León Hilario, Leysser, “Responsabilidad indirecta
por el incumplimiento de las obligaciones. Régimen actual en el Código Civil peruano y pautas para su
modificación”, en Thémis. Segunda Época, n.° 38, Lima, 1998, p. 99.
999 Como de hecho se presentó una denuncia (junto con otras), aunque no en vía judicial, ante la Comisión de
protección al consumidor, cuyos medios probatorios fueron declarados improcedentes (Resolución Final
N.° 587-99-CPC, del 22 de noviembre de 1999).
1000 Gutiérrez Camacho, op. cit., pp. 60-61. En este mismo sentido, cuando afirman que “parece artificial la
diferencia entre las obligaciones de medios y las obligaciones de resultado. En las obligaciones de medios se
busca un resultado. Y en las obligaciones de resultado existe, necesariamente, un medio para cumplirlas. Re-
conocemos, sin duda, que la diligencia en las primeras puede exigir requisitos más severos que en las segundas,
pero en todo caso, lo que se busca, es el fin, el cumplimiento de la prestación”. Osterling Parodi, Felipe y
Mario Castillo Freyre, Tratado de las obligaciones, vol. xvi, primera parte, t. i, Lima: PUCP, 1994, p. 217.
1001 En este mismo sentido, entre otros, Pizarro, Ramón Daniel y Carlos Gustavo Vallespinos, Compendio de
derecho de daños, Buenos Aires: Hammurabi, 2014, pp. 189 y 190, así como Molina Sandoval, Carlos,
Derecho de daños. Responsabilidad civil. Reparación. Prevención. Punición, Buenos Aires: Hammurabi, José
Luis Depalma, 2020, p. 213.
535
Art. 1762 Libro VII: Fuentes de las obligaciones
Que, las obligaciones profesionales determinan una especial regla de diligencia, defini-
da por lo que se conoce con el nombre de lex artis, que es el conjunto de los saberes o
técnicas especiales de la profesión. El artículo 1762 del Código Civil prescribe que, si
la prestación de servicios implica la solución de asuntos profesionales o de problemas
técnicos de especial dificultad, el prestador de servicios no responde por los daños y
perjuicios, sino en caso de dolo o culpa inexcusable.
[Sala Civil Permanente, Casación N.° 4601-2009 Lima, Lima:
12 de agosto del 2010, considerando octavo]
1002 D’Amico, Giovanni, La responsabilità ex recepto e la distinzione tra obbligazioni “di mezzi” e “di risultato”.
Contributo alla teoría de la responsabilità contrattuale, Napoli: ESI, 1999, pp. 152-153.
536