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CORRECCIÓN TAREA VIRTUAL II

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De los trabajos entregados se han extraído y complementado las respuestas a las preguntas
formuladas, a objeto de obtener las respuestas más fundadas.

1.- Explique en que consiste el principio de tutela de Derechos Fundamentales

Consagrado en el capítulo III, principalmente en el artículo 19 de la CPRCh. Los derechos


fundamentales son aquellos que toda persona posee por el hecho de ser tal y que se encuentran
reconocidos y garantizados por el ordenamiento jurídico.

Los derechos fundamentales se encuentran establecidos en la Constitución Política y tratados


internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.

Dado que la responsabilidad de proteger, promover y respetar los derechos fundamentales es


propia del Estado conforme al artículo 5 inciso segundo de la CPRCh. En la mayoría de las
democracias constitucionales los derechos y garantías de las personas se encuentran
contemplados en la Constitución Política. En este caso, entre otros derechos podemos
señalar; el derecho a la vida y los derechos a la integridad física y psíquica de la persona
(artículo 19 Nº 1 CPR), la igualdad ante la ley (artículo 19 Nº 2 CPR), la igual protección de
la ley y el debido proceso (artículo 19 Nº 3 CPR), el derecho a la protección de la vida privada
y la honra (artículo 19 Nº 4), la libertad de conciencia (artículo 19 Nº 6), el derecho a la
libertad personal y la seguridad individual (artículo 19 Nº 7), el derecho a vivir en un medio
ambiente libre de contaminación (artículo 19 Nº 8), la libertad de emitir opinión (artículo 19
Nº 12), el derecho de presentar peticiones respetuosas a la autoridad (artículo 19 Nº 14), el
derecho de asociarse sin permiso previo (artículo 19 Nº 15), el derecho de propiedad (artículo
19 Nº 24).
Para tutelar estos derechos fundamentales, la CPRC ha previsto una serie de mecanismos,
acciones o recursos como por ejemplo, la acción de amparo cuyo antecedente lo encontramos
en el Habeas que surge en el sistema anglosajón como el primer mecanismo de tutela y
protección de los derechos humanos para resguardar la libertad personal y la seguridad
individual, consagrado en el art. 21; la acción de protección que tutela aquellos derechos
fundamentales señalados taxativamente en el artículo 20; la acción por pérdida o
desconocimiento de la nacional del artículo 12 CPRCh; la nulidad de Derecho Público art. 6
y 7 de la CPRCh; la indemnización por error judicial art. 19 N° 7, letra i; requerimiento de
inaplicabilidad por inconstitucionalidad, art. 93 N° 6 CPRCh, la acción de
inconstitucionalidad del art. 93 N° 7. A nivel legal podemos encontrar el amparo ante el juez
de garantía del art. 95 del Código Procesal Penal, amparo económico consagrado en la Ley
N° 18.971, entre otros.

2.- Explique en que consiste el principio de competencia

Este principio está consagrado en el artículo 7° inciso segundo de la CPRCh: Ninguna


magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de
circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les
hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes.

Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las responsabilidades y


sanciones que la ley señale.

En derecho administrativo la competencia puede ser definida como el ámbito válido de


acción que la Constitución y la ley establece para los distintos órganos del Estado. Ámbito
de acción de las personas públicas o servicios públicos. También podemos definirla como la
aptitud o facultad de actuar de los diferentes órganos de la administración del Estado.

Así en Derecho Privado las personas, naturales o jurídicas no tienen otro límite en sus
funciones que el que sus actos no vayan contra la ley o el derecho ajeno, en cambio en
Derecho Público, los órganos de la administración no pueden actuar válidamente sino dentro
de los límites que la ley o la Constitución le ha señalado, conforme lo dispone en su inciso
segundo, el artículo siete de la Constitución.

En el ámbito del Derecho Público el principio de competencia es de la esencia, de tal manera


que no se puede actuar sino existiendo norma expresa que confiera las facultades o potestades
públicas a la autoridad o a las personas en general, de manera que ni aún en circunstancias
extraordinaria habilitan para ejercer otros derechos o atribuciones distinto de aquellos
conferidos en la Constitución o la ley. A diferencia del ámbito privado en que prima la
autonomía de la voluntad, lo que implica que podemos realizar todo aquello que no esté
expresamente prohibido. Por lo tanto, en el derecho público es mucho más restringida la
actuación de las autoridades y administrados.

Por su parte la Constitución en su artículo 7 inc. 1° establece los requisitos de validez que se
deben observar para la validez de la actuación de los órganos del Estado. “Los órganos del
Estado actúan válidamente previa investidura regular de sus integrantes, dentro de su
competencia y en la forma que prescriba la ley.”

Establece la exigencia o el requisito para que los actos de los órganos de la administración
del Estado sean válidos. Estableciendo como sanción la institución de la nulidad de derecho
público. Lo que a su vez conforman junto con el 6 lo que se conoce como Estado de Derecho.

Por lo tanto, todos los órganos del Estado están obligados a observar la constitución, es decir
que los poderes del Estado en el ejercicio de sus funciones y atribuciones deben observar los
principios y valores que están en la constitución.

Elementos que determinan la Competencia

Se acostumbra a mencionar como elementos fundamentales que determinan la competencia


administrativa, a saber: territorio – materia – poder jurídico (atribuciones) – grado.

El Territorio: Es el ámbito espacial en que actúan las personas públicas y los órganos
administrativos, es decir, tenemos servicios públicos que ejercen su competencia en todo el
territorio nacional, y otros que lo hacen en una parte determinada del territorio, como es el
caso de las Municipalidades.

Importa este elemento de la competencia para los efectos de clasificación de los servicios
públicos en nacionales, regionales y locales, pero por sí sólo no permite precisar la
competencia de un órgano de la administración, atento a que dentro de un mismo territorio
pueden actuar distintos servicios.

La materia: Cada servicio o ente público tiene a su cargo la satisfacción de determinadas


materias.
Podemos distinguir una competencia externa y una interna, externa es aquella que se otorga
a un servicio público, distinta a la de otro. Interna es la que se da a diferentes órganos o
funcionarios dentro de un mismo servicio.

Poderes jurídicos: Para actuar en la materia que les compete y dentro de los límites
territoriales fijados, los entes públicos disponen de potestades diversas, estas pueden ser
poderes de legislación, administración o jurisdiccionales, poderes jurídicos entregados a
distintos órganos del Estado.

Grado: Esto es, si un determinado asunto puede o no ser conocido por dos o más autoridades
en un grado jerárquico diferente, así existirán servicios que conocerán en grado único y otros
en segundo grado.

Improrrogabilidad de la competencia administrativa.

La validez de los actos administrativos depende fundamentalmente de la competencia, esto


es, para que un acto de la Administración sea válido, es menester que haya sido ejecutado por
un órgano competente, y dentro de los límites de su competencia. Competencia otorgada al
órgano, por la ley, establecida en interés público, de donde resulta que esta competencia tiene
un carácter de improrrogable. Si bien la competencia administrativa es improrrogable, sin
embargo, este principio general tiene dos excepciones, a saber; la avocación y la delegación.

Avocación: Es el acto en virtud del cual un órgano superior, sin que exista un recurso de
apelación, atrae a sí un asunto que debe resolverse por un órgano inferior, el órgano superior
pasa a conocer un asunto que estaba conociendo el inferior; luego la avocación es
consecuencia de la potestad jerárquica, por medio de ella, la competencia del órgano inferior
es trasladada al órgano superior, esto es, el órgano superior se avoca al conocimiento de un
asunto, haciéndolo entrar en la esfera de su competencia. La avocación es posible siempre y
cuando la competencia del órgano inferior no le haya sido concedida en forma exclusiva y
excluyente.

Delegación: Consiste en la transferencia del ejercicio de atribuciones de un órgano superior


a un órgano inferior dependiente jerárquicamente del primero, previa habilitación legal en
materias determinadas o delegación de firma. Su naturaleza es un acto administrativo.
Tanto la avocación como la delegación, es necesario que la ley haya autorizado estas
instituciones, ya que no podemos olvidar que los órganos sólo pueden ejecutar aquellos actos
para los cuales han sido facultados expresamente en virtud del principio de competencia
consagrado en el inciso segundo del artículo 7º de la Ley Suprema.

3.-En que consiste el principio de probidad, alcances y efectos

Este principio se encuentra establecido en el inciso primero del artículo 8° inciso primero de
la CPRCh: “El ejercicio de las funciones públicas obliga a sus titulares a dar estricto
cumplimiento al principio de probidad en todas sus actuaciones.

Los puestos de la probidad están en la función o cargo de los funcionarios, donde el interés
debe estar sobre el general, ya que el estado está para el servicio de la persona humana.
Consiste en observar una conducta funcionaria intachable y un desempeño honesto y leal de
la función o cargo, con preeminencia del interés general sobre el particular.

Conducta funcionaria intachable: Principio que, en la esfera pública, como concepto ético
político se aplica a la conducta de los agentes públicos. Se refiere a la integridad en el
cumplimiento de las obligaciones y deberes propios y anexos a los cargos y funciones
públicas, acude a la moral y la ética.

Ámbito de aplicación: Entrada en vigencia de la ley 19.653 Ámbito territorial (espacio


físico) Personas o sujetos obligados.

Entrada en vigencia: 14 de diciembre de 1999.

SUJETOS IMPETRADOS POR EL TÍTULO III DE LA LEY ORGÁNICA


CONSTITUCIONAL 19.653.

● Cargo público: aquel que se contempla en calidad de permanente o transitoria, de


planta o a contrata, en los servicios de la administración del Estado, en cuanto
expresión de una función administrativa.

● Función pública: aquella actividad que desarrollan los órganos del Estado en la, es
decir, la actividad que debe desarrollar el agente público.
● Agente público: aquel sujeto que desarrolla funciones estatales, sean judiciales,
legislativas o administrativas, se trata de un funcionario público propiamente tal o no,
autoridad o empleado.

Declaración de patrimonio e intereses.

El 2 de septiembre de 2016 entró en vigencia la Ley N° 20.880, sobre Probidad en la Función


Pública y Prevención de los Conflictos de Intereses, y su reglamento contenido en el Decreto
Supremo N° 2, de 2016, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia. La ley introdujo
importantes cambios en la regulación existente sobre la materia, ampliando los sujetos
obligados a declarar, el contenido de la declaración y la oportunidad en que ésta debe
presentarse.

Este Organismo de Control está a cargo de administrar un Sistema de Información, que


permite el acceso permanente de los declarantes a un Formulario Electrónico Único, a su
contenido, a los campos requeridos y a las declaraciones efectuadas.

Señala Hernán Molina que “el principio de probidad constitucional abarca las funciones
constituyentes, legislativa, de gobierno, administrativa, jurisdiccional, de control, de
dirección de la investigación de los delitos (…), velar por la estabilidad monetaria (…), [y]
consultivas (…). Las distintas funciones son entregadas para su ejercicio a los distintos
órganos del Estado, centralizados, desconcentrados o personificados, unipersonales o
colegiados, directivos o subordinados, cuyos titulares o integrantes quedan obligados ´a dar
estricto cumplimiento al principio de probidad en todas sus actuaciones´”. Precisa en tanto
Jorge Bermúdez que en “la consagración constitucional y legal del principio de probidad,
puede apreciarse que los destinatarios directos de éste son los funcionarios que conforman el
órgano y no el órgano mismo. Ello se entiende en cuanto la probidad es un principio jurídico,
pero también ético, que dependerá en buena medida de lo que en la sociedad en un momento
determinado sea considerado como conducta proba”.

Alcances: De acuerdo con la Ley 20.880, sobre probidad en la función pública y prevención
de los conflictos de intereses, que entró en vigor el 2 de septiembre de 2016, que señala que
todo funcionario público deberá declarar sus actividades económicas debido al principio de
probidad y actualizar la declaración cuando sea requerida. La Contraloría General de la
República está a cargo de fiscalizar la veracidad de las declaraciones patrimoniales, de modo
que los funcionarios no deben tener privilegios, ellos no podrán aceptar donaciones, regalos,
invitaciones especiales, ya sea para su persona o terceros.

Efectos: En caso de que un funcionario no aplique la probidad, tendrá como consecuencia


amonestación, suspensión temporal en el ejercicio de sus funciones, rebaja en su
remuneración, hasta sin goce de éste por meses según las circunstancias, también puede llegar
hasta su destitución o despido.

4.- Explique en que consiste la cláusula de Estado Democrático

Consagrada en el artículo 4° de la CPRCh: “Chile es un República Democrática”

República: en ellas las autoridades son electas, responsables y temporales. En nuestro país
la autoridad máxima de gobierno y administración corresponde al presidente de la república.

República democrática: La democracia es un término multívoco, pero se podrá entender ya


sea como forma de gobierno, como ideología, doctrina, filosofía, ideal, como estado de
espíritu.

Este es uno de los artículos más breves de la actual constitución, pero no quiere decir que sea
menos importante. Determina cómo se ejerce el poder dentro del territorio, donde las
autoridades son electas y elegidas por los ciudadanos. Los cargos no son vitalicios, no se
heredan. Además, se reconoce y se respetan los derechos humanos.

La democracia quiere decir que el gobierno es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Hay democracias representativas, donde elegimos a nuestras autoridades para que puedan
materializar nuestra voluntad.

En la democracia el sufragio es libre e informado, hay elecciones periódicas y la autoridad


debe ser responsable. También hay mecanismos para la participación ciudadana como los
plebiscitos, la posibilidad de optar a cargos públicos, etc. Por, sobre todo, las democracias
persiguen la libertad siendo su telos o finalidad. Existen los derechos humanos que se
reconocen y son respetados, existen los medios para reclamar ante la sublimación.

5.- Explique la cláusula de Estado descentralizado

Consagrada en el artículo 3° de la CPRCh: El Estado de Chile es unitario.


La administración del Estado será funcional y territorialmente descentralizada, o
desconcentrada en su caso, de conformidad a la ley.

Los órganos del Estado promoverán el fortalecimiento de la regionalización del país y el


desarrollo equitativo y solidario entre las regiones, provincias y comunas del territorio
nacional.

La administración del estado es territorialmente centralizada. La constitución dice que a


futuro será descentralizada y desconcentrada, es decir el constituyente le está dando un
mandato al legislador para que descentralice o desconcentrar el Estado unitario.

Este artículo nos señala la forma en que se encuentra estructurado el poder dentro del Estado.

Si está centralizado es unitario, acá hay una sola de función política y de gobierno, el cual
está dado por el presidente de la república. Su concentración está en manos del poder
ejecutivo, con una sola constitución, con un solo poder judicial, con un solo poder legislativo
para todo el territorio.

Por tanto, Chile es un Estado unitario. Para los efectos de administración y organización
lo vamos a dividir en regiones y provincias y éstas en comunas.

La administración del estado es territorialmente centralizada. La constitución en este artículo


nos dice que a futuro será descentralizada y desconcentrada, es decir el constituyente le está
dando un mandato al legislador para que descentralice o desconcentre el Estado unitario.

Sin embargo, existen ciertos órganos denominados autónomos, es decir que gozan de
autonomía. En el caso de la contraloría, diremos que es el principal ente que fiscaliza los
órganos del estado, lo cual significa que existen distintas autonomías funcionales,
económicas, financieras, o normativas. Es decir, tiene relación con la autarquía con la libertad
que tiene el órgano de ejercer sus funciones, competencias o atribuciones.

Por tanto, para estar frente a una descentralización, se tienen que crear servicios públicos que
doten de personalidad jurídica y patrimonio propio, pero que quedarían bajo la
supervigilancia del presidente de la república, por ende, sería descentralizado. Pero también
por ley se pueden crear, sin personalidad jurídica, sin patrimonio propio, pero con la
dependencia del presidente de la república, siendo desconcentrados.
Descentralizado: Personalidad jurídica, patrimonio propio y bajo la supervigilancia del
presidente.

Desconcentrado: Sin personalidad jurídica, sin patrimonio propio y dependen del presidente.

6.- Explique el principio de tutela judicial.

El principio de tutela judicial es el reconocimiento de un derecho que otorga la Constitución


de la República de Chile, a todas las personas para una protección jurídica, regula la
coexistencia de los individuos en sociedad y garantiza el respeto a los derechos
fundamentales.

Este principio de tutela judicial esta señalado en el artículo 19, numeral 3° de la Constitución,
y se refiere que toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la ley señale y
ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida intervención
del letrado si hubiere sido requerida. La administración del Estado proporcionara asesoría y
defensa jurídica gratuita a la persona que lo requiera, ya que toda persona tiene derecho a ser
asistida por un abogado defensor. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino
por el tribunal que señale la ley, por lo tanto, toda persona debe tener un debido proceso. La
tutela judicial significa, para cualquier titular de alguna situación jurídica subjetiva, la
posibilidad de deducir ante los órganos jurisdiccionales las pretensiones necesarias para
defensa y protección de sus derechos e intereses legítimos frente a cualquier conducta o
actuación que pudiera lesionarlos o desconocerlos y obtener una resolución de fondo ajustada
a Derecho y su correspondiente ejecución. Su reconocimiento dentro de la sistemática
constitucional como una “garantía” ha de suponer, la adaptación de las normas procesales a
fin de que puedan proporcionar las vías idóneas para asegurar la plenitud de la defensa
jurisdiccional.

La existencia de un derecho a la tutela judicial implica la obligación de los Estados de


garantizar un recurso judicial efectivo contra actos que violen derechos fundamentales;
obligación que no se reduce simplemente a la mera existencia de los tribunales o
procedimientos formales o aún a la posibilidad de recurrir a los tribunales, sino además al
deber de adoptar medidas positivas para garantizar que los recursos que proporciona a través
del sistema judicial sean “verdaderamente efectivos” para establecer si ha habido o no una
violación a los derechos humanos y para proporcionar una reparación a estos mismos.

Esta tutela pasa a ser un derecho subjetivo (tutelar a la persona): Hablamos del poder o
facultad que tenemos las personas para proteger nuestros intereses jurídicamente tutelados.
Soy titular de derechos humanos porque tengo el poder o la facultad de que, en caso de un
desconocimiento puedo reclamar ante los tribunales de justicia o ante la propia
administración, Por tanto, necesitamos mecanismos para materializarlo, de lo contrario sería
una mera declaración.

La tutela judicial es, por tanto, una garantía compleja, cuyo contenido se determina con base
en otros derechos o garantías concretas, interdependientes unos de otros y que se pueden
sintetizar en las siguientes:

● Derecho de acceso a la jurisdicción; esto es, a ser oído por un tribunal independiente
e imparcial.

● Derecho al debido proceso; que implica la existencia de garantías mínimas tendentes


a asegurar un resultado justo y que incluye el derecho a la defensa, a la igualdad de
oportunidades, la equidad procesal y la utilización de los medios de impugnación.

● Derecho a una resolución de fondo, fundada en Derecho; que incluye el control de la


motivación de las resoluciones judiciales.

● Derecho a la tutela cautelar.

● Derecho a la ejecución.

En el ámbito administrativo lo encontramos consagrado en el artículo 38 inciso segundo de


la CPRCh: Cualquier persona que sea lesionada en sus derechos por la Administración del
Estado, de sus organismos o de las municipalidades, podrá reclamar ante los tribunales que
determine la ley, sin perjuicio de la responsabilidad que pudiere afectar al funcionario que
hubiere causado el daño.

En la práctica la tutela judicial la podemos materializar a través de mecanismos o acciones


constitucionales o legales. A nivel constitucional frente a la administración del Estado o de
sus órganos o servicios se ha utilizado principalmente la acción de protección del artículo
20 de la CPRCh que se ha transformado en un mal sustituto del contencioso administrativo,
es decir, cuando estamos hablando de derechos fundamentales, estamos hablando de que un
órgano del Estado nos está vulnerando o afectando algún derecho esencial para la persona
humana. También tenemos entre otros mecanismos de tutela la acción por pérdida o
desconocimiento de la nacional del artículo 12 CPRCh; la nulidad de Derecho Público art. 6
y 7 de la CPRCh; la indemnización por error judicial art. 19 N° 7, letra i; requerimiento de
inaplicabilidad por inconstitucionalidad, art. 93 N° 6 CPRCh, la acción de
inconstitucionalidad del art. 93 N° 7. A nivel legal podemos encontrar en la Ley N° 19.880
Sobre Bases de los Procedimientos Administrativos que rigen los Actos de los Órganos de la
Administración del Estado, medios de impugnación de los actos o actuaciones de la
administración o recursos administrativos, por ejemplo, invalidación, recurso jerárquico,
recurso de reposición, recurso extraordinario de revisión, recurso de ilegalidad municipal.

7.- Señale y explique el principio de Juridicidad, su profundidad normativa y superficie


regulada.

Consagrada en el artículo 6 inciso 1° de la CPRCh: “Los órganos del Estado deben someter
su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden
institucional de la República.” Que sea de juridicidad, implica que se debe respetar todo el
ordenamiento jurídico.

Este principio es una forma evolucionada de la legalidad del Estado constitucional desde
comienzos del siglo XIX. Al surgir el Estado constitucional, la ley soberana fue el
instrumento legítimo de estructuración del nuevo Estado y expresión genuina de la voluntad
general, y acatada en tal rol como soberana.

Así entendido el principio de la juridicidad rige el ámbito integro de la administración del


Estado, sea en cuanto a su superficie de organización y actuación, pues alcanza a las
situaciones normales que se dan en la vida administrativa, y a las situaciones imprevistas o
de excepción que en determinadas circunstancias sorprenden el desarrollo de las actividades
de un país.

Este principio tiene dos grandes esferas: Ámbito de aplicación y profundidad normativa

1-Ámbito de aplicación del principio de juridicidad: Este principio abarca el ser y el actuar
de la administración del Estado, su organización y su actuación jurídica.
A-SER. La organización Administrativa: Este principio cubre el SER, significa que todos
los órganos del Estado deben ser creados por la Constitución o por las leyes. Un ejemplo de
un órgano creado constitucionalmente es la Contraloría General de la República o también el
Banco Central, los demás órganos son de origen legal de acuerdo a lo que señala el artículo
65 inciso 4 N° 2, sumado con el artículo 63 N° 14 de la CPR. Dichos órganos y servicios
públicos son materia de ley y de iniciativa exclusiva del presidente de la República.

B-OBRAR. Actuar de la Administración: El derecho determina quien, como, cuando, por


que, para que ejerce el poder y que decisión se debe tomar, esto es, la ley va a señalar cuál es
el súbdito respecto del cual los órganos van a ejercer sus potestades.

Las normas fundamentales se encuentran en el artículo 6 inciso 1°, y el artículo 7, inciso 1°


y 2°, “los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las normas
dictadas conforme a ella” este inciso expresa que las autoridades públicas deben atenerse a
las normas dictadas conforme a ella, en las que se encuentran las disposiciones de aplicación
general. Por tanto, los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes
de dichos órganos como a toda persona, institución o grupo.

2. Profundidad normativa

El principio de Juridicidad no sólo alcanza al ser y actuar de la administración del Estado,


también cubre toda clase de situaciones, sea de aquellas que se dan normalmente dentro de la
actividad general que desarrolla la administración Pública, sea de la que ocurren
excepcionalmente, en forma imprevista o inesperada dentro de las acciones que normalmente
regula el ordenamiento jurídico. Desde luego, corresponde a la ley en sentido amplio
determinar las funciones públicas, los órganos o autoridades llamadas a ejercerlas, las
atribuciones de que estarán dotadas y la forma en que estas atribuciones habrán de ejercerse,
de modo que se alcancen los fines previstos por el legislador. Sin embargo, el sistema discurre
sobre bases de normalidad, si se quiere de previsibilidad.

¿Pero qué ocurre cundo no concurren esos supuestos de regulación administrativa? Según el
inciso segundo del artículo 7° de la Constitución Política de la República la imprevisibilidad
no autoriza, como ocurrió en el pasado en el derecho comparado, el reconocimiento de un
derecho de excepción que habilite la libre determinación administrativa, incluso contra legem,
pues ordena a la autoridad a ajustarse a las facultades reconocidas por la Constitución o la ley
aun en casos de “circunstancias extraordinarias. De aquí pues, que para permitir la actuación
que se espera en estos casos de la Administración del Estado. La misma Constitución y la ley,
basadas en la experiencia del país, hayan previsto determinadas situaciones generales y
algunos instrumentos especiales, a fin de facilitar la actuación del Poder Administrador, con
atribuciones, incluso, para suspender o limitar el ejercicio de los derechos asegurados por la
Carta Fundamental o para actuar de manera distinta a la regulada usualmente para atender los
imprevistos.

a.- Situaciones generales de excepción

Las situaciones generales de excepción están constituidas por aquellos supuestos de hecho
que al darse en la realidad, autorizan al Presidente de la República para ejercer amplias
atribuciones discrecionales, exorbitantes a las facultades comunes que le asisten conforme a
la Constitución y la ley, para permitir afrontar debidamente las graves e imprevistas
circunstancias en que consisten. Estas situaciones de excepción pueden ser restrictivas de
derecho, de base jurídica, o ampliativas de derecho, de base social.

Las situaciones de excepción restrictivas de derechos están consultadas en los artículos 39 a


45 de la Carta Fundamental y en la Ley Orgánica Constitucional de los estados de
Excepción N° 18.415, de 1985, así como en otras leyes relativas a sectores de la activad
nacional, verbigracia: medio ambiente. La Constitución Política dispone al respecto:
Artículo 39. El ejercicio de los derechos y garantías que la Constitución asegura a todas las personas
sólo puede ser afectado bajo las siguiente situaciones de excepción : guerra externa o interna, conmoción
interior, emergencia y calamidad pública, cuando afecten gravemente el normal desenvolvimiento de
las instituciones del Estado.

Las situaciones generales de excepción, ampliativas de derecho, están consultadas en una


ley surgida de dolorosas experiencias llamada de sismos o catástrofes, Ley N° 16.282.

En su artículo 1°, este cuerpo legal previene que “En el caso de producirse en el país sismos
o catástrofes que provoquen daños de consideración en las personas o en los bienes, el
Presidente de la República dictará un decreto supremo fundado señalando las comunas,
localidades o sectores geográficos determinados de las mismas, que hayan sido afectados,
en adelante “Zonas afectada”.
En caso que los sismos o catástrofes se hayan producido en un país extranjero, el Presidente
de la República podrá, por decreto supremo fundado, disponer la recolección de aportes y
envió de ayudas al exterior, como un acto humanitario de solidaridad internacional. Sólo a
contar de la fecha del decreto señalado podrán hacerse efectivas las disposiciones de esta
ley, en cuanto fueren compatibles”.

Para atender los sismos y catástrofes, la Ley N° 16.282 consulta una serie de atribuciones
excepcionales que radica en el Presidente de la República (artículos 3°,10 y 17), Ministerio
del Interior (art. 6 y 7), Tribunales de Justicia (art. 8), Municipalidades ( art. 9) organismos
e instituciones de la construcción y asistencia social (art. 11,12,13,14, y 15) y de fomento
industrial, agrícola o minero (art. 16), Intendentes y Gobernadores (art. 18), encaminadas
todas ellas a proveer de asistencia a la población afectada y protección a la situación global
en que se encuentren. Asimismo, en su artículo 22, la ley ordena que en cada comuna se
constituya un Comité de Emergencia de integración múltiple: sector público y privado,
funcionarios y fuerzas sociales, señalando, en su artículo 23, sus “atribuciones y
obligaciones”.

Tratándose de sismos o catástrofe, cabe citar también la Ley N° 19.061, de 1991, ya que por
su intermedio el legislador estableció, para estos casos, normas sobre fomento a las obras de
riego en las zonas afectadas.

En el mes de abril de 2015 tras dos terremotos en el norte y el incendio en Valparaíso y a partir
del 25 de marzo del presente añose ha hecho uso de éste instrumento. A partir del 25 de
marzo del año 2015 la tercera región fue declarada bajo estado de excepción de catástrofe. En
efecto, han sido declaradas como Zona de catástrofe las regiones de Tarapacá y Arica, y
Parinacota por terremoto de 8,2 grados de magnitud, que originó un tsunami el día 1 de
abril de 2014. La noche del día sábado 12 de abril la presidenta firmó el decreto que declara
estado de excepción y zona de catástrofe en Valparaíso, azotado por un incendio de
dimensiones descomunales. Al igual que sucedió días atrás con el terremoto ocurrido en el
extremo norte del país, que dejó seis muertos y graves daños materiales, la mandataria
decretó rápidamente el estado de excepción constitucional, lo que otorga a las Fuerzas
Armadas el mando para garantizar el orden y la seguridad, además de coordinar las labores
de evacuación. Hay que tener presente en ambos casos que se han declarado tanto el estado
de excepción constitucional como zona de catástrofe las zonas afectadas.

b.- Situaciones de excepción a la vigencia del principio de juridicidad de carácter


especial

Las situaciones especiales de excepción contenidas en la Constitución y la ley, son aquellas


circunstancias conflictivas o imprevistas cuya calificación se confía al Presidente de la
República, autorizándole para hacer uso de determinados instrumentos jurídicos, que de
no contemplarse por el ordenamiento jurídico entorpecerían o impedirían una acción
administrativa efectiva.

Estas situaciones e instrumentos especiales son las que solucionan y se traducen en los
decretos de insistencia, de emergencia y de urgencia.

Decretos de Insistencia: estos son de antigua data en el Derecho Chileno, nacieron en la


ordenanza de 18 de mayo de 1839, que creó la Contraloría de Cuentas como organismo
encargado justamente de realizar esta función de examen de cuentas. En su artículo 3° obliga
al Contralor de Cuentas a dar curso a un decreto de gastos, pese a haberlo objetado
anteriormente por ilegal, cuando el Presidente de la República así lo ordenare.

En la actualidad a sugerencia de la Contraloría General de la República, este decreto se


contempla en el artículo 99 de la Constitución Política y en el artículo 10 de la Ley Orgánica
Constitucional de la Contraloría General de la República, N° 10.336, de 1964, modificada
por ley 19.908 con fecha 10 de octubre de 2003.

El artículo 99 de la Carta Fundamental se refiere al Decreto de Insistencia en sus incisos 1°


y 3°. En su inciso 1°, al prescribir que “En el ejercicio de la función de control de legalidad,
el Contralor General tomará razón de los decretos y resoluciones que, en conformidad a la
ley, deban tramitarse por la Contraloría o representará la ilegalidad de que puedan adolecer,
pero deberá darles cursos cuando, a pesar de su representación, el Presidente de la República
insista con la firma de todos sus Ministros, caso en el cual deberá enviar copia de los
respectivos decretos a la Cámara de Diputados”.

En su inciso 3°, al disponer que “Si la representación tuviere lugar con respecto (....) a un
decreto o resolución por ser contrarios a la Constitución, el Presidente de la República no
tendrá la facultad de insistir, y en caso de no conformarse con la representación de la
Contraloría deberá remitir los antecedentes al Tribunal Constitucional dentro del plazo de
diez días, a fin de que éste resuelva la controversia”.

El artículo 10 de la Ley N° 10.336, de 1964, por su parte, contiene normas parecidas a las de
la Constitución, como que la proposición de dar rango constitucional al decreto de
insistencia que hizo la Contraloría General a la Comisión de Estudio de la nueva
Constitución, se basó en dicho artículo.

El mecanismo de la insistencia, de acuerdo con estas disposiciones, reconoce, entonces,


dos fases: en la primera de ellas hay un decreto o resolución que encontrándose en trámite de
toma de razón, es representado por la Contraloría General por causal de ilegalidad; en la
segunda, media la dictación de un decreto supremo específico, suscrito por el Presidente de
la República y todos los ministros, por medio del cual el Presidente ordena al Organismo
Contralor tomar razón del anterior decreto o resolución, representado, acompañándoselo.

En consecuencia, el decreto de insistencia es siempre un Decreto Supremo; el acto insistido


puede ser un decreto o una resolución, según los casos. La insistencia convierte ésta norma
que sigue siendo ilegal en norma vinculante, vulnerándose con ello el Principio de
Juridicidad, por eso es una excepción especial a la vigencia del principio en comento, que
puede sin embargo soslayarse a través de otros mecanismos constitucionales tales como la
acción de protección, no aplicación para el caso particular en virtud de lo dispuesto por los
artículos 6 y 7 de la Constitución, y una acción de nulidad de derecho público.

En forma indirecta, a través del recurso de inaplicabilidad, también podrían ser atacados
los decretos de insistencia, señalando que en virtud de éste decreto se está implementando
una ley en caso de tratarse de potestad reglamentaria.

Decretos de Emergencia : están consagrados en el artículo 32, numeral 20, de la


Constitución. Surgieron del decreto de insistencia. En 1939 el Presidente Pedro Aguirre
Cerda se encontró ante la gran catástrofe que produjo en el centro sur del país el terremoto
de Chillan, sin contar con habilitación jurídica alguna que le permitiera atender las
necesidades impostergables de la población, severamente afectada por el sismo. En estas
condiciones, para concretar sus propósitos de ayuda social, el Presidente de la República
no tuvo otro camino que recurrir a los decretos de insistencia, responsabilizándose
políticamente de su decisión de realizar gastos no autorizados por la Ley de Presupuestos.

La Constitución no admitía dudas: Le facultaba “para cuidar de la recaudación de las rentas


públicas y decretar su inversión con arreglo a la ley”, sin consultar excepción alguna a esa
regla general, concebida como estaba, en términos absolutos. La Contraloría General
naturalmente dio curso a estos decretos de insistencia y los círculos políticos y de opinión
pública apoyaron lo actuado por el Presidente Aguirre Cerda. Sin embargo, los gobiernos
que le sucedieron hicieron uso reiterado del precedente sentado por el Presidente Aguirre,
en términos que llegó a hablarse del decreto de insistencia como la ganzúa del presupuesto
nacional.

Sin embargo, más allá de esta mala práctica, nadie discutía la gravedad y la actualidad de
los motivos de hecho que habían puesto de actualidad a la insistencia en el año 1939, de modo
que al producirse la reforma constitucional de 1943, de índole fundamentalmente
financiera, el constituyente decidió crear un decreto que permitiera afrontar aquellos casos
especiales y evitar cualquier abuso de la insistencia. Así nació el decreto de emergencia,
concebido en la forma que hasta el día de hoy aparece en el texto constitucional22.

Según este numeral 20 del artículo 32 de la Constitución Política de la República, el objeto


del decreto constitucional de emergencia es “decretar pagos no autorizados por ley” y su
finalidad, “atender necesidades impostergables derivadas” de: Calamidades públicas –
Agresión exterior

– Conmoción interna – Grave daño o peligro para la seguridad nacional – Agotamiento de


recursos destinados a mantener servicios que no puedan paralizarse sin serio perjuicio para
el país.

El decreto de emergencia debe cumplir requisitos de forma y de fondo.

Los requisitos de fondo del decreto constitucional de emergencia son dos: atenerse a las
causales constitucionales antes señalada y no “exceder anualmente del dos por ciento (2%)
del monto de los gastos que autorice la ley de presupuestos”.

Como el decreto de emergencia nació del decreto de insistencia, y precisamente para evitar
su empleo en materia de gastos no autorizados por la ley el artículo 99, inciso 1° parágrafo
segundo de la Carta prohíbe al Contralor “dar curso a los decretos de gastos que excedan
el límite señalado en la Constitución”, agregando que debe darse cuenta de esta situación
remitiendo copia integra de los antecedentes a la misma Cámara, de Diputados.

Requisito de forma del decreto constitucional de emergencia:

Se refiere a que el decreto del Presidente de la República debe ser suscrito, además, por
todos los ministros de Estado, según reza la segunda parte del numeral 20 del artículo 32
de la Constitución, para efectos de hacerlos “solidaria y personalmente responsables” del
decreto dictado.

Cabe destacar que el decreto de emergencia ordena gastos no autorizados por la ley, de
manera que no hay un ítem presupuestario que consulte anticipadamente el 2%
constitucional que autoriza el artículo 32., de modo que carece de justificación el llamado
que con frecuencia se hace al Presidente de la República cuando sucede una desgracia,
para que haga uso de los fondos del 2 % constitucional, como si se tratara de una cantidad
que está reservada por el Presupuesto de gastos de la Nación para atender emergencias o
imprevistos. La verdad es que ese dinero no existe.

El numeral 20 del artículo 32 de la Constitución Política contiene una autorización para


formar un fondo de emergencia hasta un monto máximo anual ascendente a un 2% del
Presupuestos de gastos del Presupuesto nacional, el que se constituye por medio de
redistribuciones presupuestarias que por supuesto afectan y disminuyen la disponibilidad
financiera prevista para los respectivos capítulos presupuestarios, a fin de transferir recursos
a ese fondo y atender las necesidades derivadas de los graves hechos previstos por la Carta
Fundamental.

Decretos o resoluciones de urgencia: constituyen el tercer tipo de acto administrativos


previstos por el legislador para afrontar ciertos caso especiales que requieren de medidas
inmediatas. Mediante estos decretos o resoluciones se autoriza a la autoridad
administrativa para alterar la tramitación normal que deben observar esos actos
administrativos para entrar en vigencia.

Consisten, en efecto, en determinaciones administrativas cuya peculariedad radica en que


se ejecutan primero, por medio de su publicación en el Diario Oficial, y se tramitan en la
Contraloría General de la República después. El procedimiento normal, evidentemente no
es este. Lo acostumbrado es que primero el acto administrativo se dicte, luego se remite a
la Contraloría General de la República para que cumpla el trámite de toma de razón y, en
seguida, una vez cursado por este organismo, se publique o se notifique, según si contiene
normas de general o particular aplicación.

Su origen se halla en el artículo 10, inciso 8°, de la ley Orgánica Constitucional de la


Contraloría, que los admitía en materia de fijación de tarifas o precios de determinados
bienes, cambios internacionales y suplencias o interinatos en Servicios de urgencia y
hospitalarios, en la enseñanza pública y en oficinas unipersonales.

En estas circunstancias, las características propias de los decretos o resoluciones de urgencia


se hallan en su aptitud para alterar el iter procedimiento de formación de un acto
administrativo regulado en la Constitución y en la Ley orgánica de la Contraloría General,
entrando en vigencia primero, por su publicación en el Diario Oficial, y tramitándose en
la Contraloría General después. Conforme a lo prescrito por el artículo 10 de la Ley orgánica
Constitucional de la Contraloría General, los decretos o resoluciones de urgencia deben
enviarse a toma de razón dentro de los treinta días de dispuesta la medida. Lo que se busca
es adoptar medidas que perderían su oportunidad o estarían expuestos a desvirtuarse si no
se aplican inmediatamente, siempre y cuando no afecten derechos esenciales de las
personas.

Para que se dicte un decreto o resolución de urgencia en otros casos que no sean los
artículos 10, inciso 6°, de la Ley N° 10.336, necesario es que medie un texto expreso de
ley que así lo establezca. Debe distinguirse el decreto o resolución de urgencia del trámite
extraordinario de urgencia. El trámite de urgencia es una orden del Presidente de la
República disponiendo que la Contraloría General tome razón de un decreto dentro de
quince días, a contar de su recepción.

8.- Explique el principio de publicidad y trasparencia.

Consagrado en el inciso 2° artículo 8 la CPRCh: Son públicos los actos y resoluciones de


los órganos del Estado, así como sus fundamentos y los procedimientos que utilicen. Sin
embargo, sólo una ley de quórum calificado podrá establecer la reserva o secreto de
aquéllos o de éstos, cuando la publicidad afectare el debido cumplimiento de las funciones
de dichos órganos, los derechos de las personas, la seguridad de la Nación o el interés
nacional.

Son públicos los actos y resoluciones de los órganos del Estado, así como sus fundamentos
y los procedimientos que utilicen. Sin embargo, sólo una ley de quórum calificado podrá
establecer la reserva o secreto de aquéllos o de éstos, cuando la publicidad afectare el
debido cumplimiento de las funciones de dichos órganos, los derechos de las personas, la
seguridad de la Nación o el interés nacional.

El presidente de la República, los ministros de Estado, los diputados y senadores, y las


demás autoridades y funcionarios que una ley orgánica constitucional señale, deberán
declarar sus intereses y patrimonio en forma pública.

Dicha ley determinará los casos y las condiciones en que esas autoridades delegarán a
terceros la administración de aquellos bienes y obligaciones que supongan conflicto de
interés en el ejercicio de su función pública. Asimismo, podrá considerar otras medidas
apropiadas para resolverlos y, en situaciones calificadas, disponer la enajenación de todo
o parte de esos bienes”.

La Constitución chilena establece el principio de publicidad y transparencia. “Son públicos


los actos y resoluciones de los órganos del Estado, así como sus fundamentos y los
procedimientos que utilicen. Sin embargo, sólo una ley de quórum calificado podrá establecer
la reserva o secreto de aquéllos o de éstos, cuando la publicidad afectare el debido
cumplimiento de las funciones de dichos órganos, los derechos de las personas, la seguridad
de la Nación o el interés nacional”.

En este artículo se establece que no solo son públicos los actos de los órganos del Estado,
también los fundamentos y procedimientos; sin embargo, debemos distinguir que existe
excepciones, las que solo pueden establecerse por ley de quorum calificado, es decir, una ley
de quórum calificado podrá establecer reserva o secreto, en aquellos casos en que la
publicidad afectare derechos de terceros; el debido cumplimiento de las funciones de la
administración, la seguridad de la Nación o el interés nacional.

A nivel legal nos encontramos con la Ley N° 20.285 sobre Acceso a la Información Pública
de 20 de agosto de 2008, en virtud de la cual se regula el principio de transparencia de la
función pública, el derecho de acceso a la información de los órganos de la Administración
del Estado, los procedimientos para el ejercicio del derecho y para su amparo, y las
excepciones a la publicidad de la información.

9.- Que entendemos por bases Constitucionales del Derecho Administrativo.

Se entiende por bases Constitucionales, como un conjunto de normas, principios y reglas en


las cuales se estructura el ordenamiento constitucional, tiene una función de orientar las
actividades de los órganos del Estado, como el ejecutivo, legislativo y judicial.

Las bases Constitucionales además de orientar la administración del Estado, otorga


principios y reglas que va estableciendo un modelo de sociedad, de estructura que se basa en
las personas, familia, cuerpos intermedios y el Estado, sin embargo, esta base proporciona
los límites al ejercicio del poder.

Como se menciona anteriormente las bases Constitucionales se basa en las personas, esta
constituida en su artículo 1 inciso 1° (C.P.R.) que señala, “Las personas nacen libres e iguales
en dignidad y derechos” es decir la Constitución esta garantizando a las personas, que somos
todos iguales al momento de nacer, pero el desarrollo de nuestras vidas va a depender de
cada uno, en cuanto a la dignidad de las personas no es un derecho es una cualidad pre
jurídica, es decir antes que estuviera el Estado y el reconocimiento de los Derechos
Fundamentales, las personas tienen dignidad porque es parte de la esencia de los humanos y
como tal se respeta.

En cuanto a la familia en el inciso 2° del artículo 1 del C.P.R. se menciona: “La familia es el
núcleo fundamental de la familia”.

Los grupos intermedios. Son aquellos que están entre las personas y el Estado, a través de
éstos se estructura y organiza la sociedad. La Constitución los reconoce y asegura una
adecuada autonomía para que alcance los objetivos de carácter permanente, como cuerpos
intermedios se puede mencionar las instituciones públicas y privadas, se les reconoce una
autonomía para que alcance sus fines, siempre en el marco jurídico, ejemplo Universidades,
Junta de Vecinos, etc.

10.-Explique en que consiste la cláusula de servicialidad

Consagrada en el artículo 1, inciso 4° de la CPRCh: “El Estado está al servicio de la persona


humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las
condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad
nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los
derechos y garantías que esta Constitución establece”.

Este artículo establece que el Estado está al servicio de la persona humana. Esta expresión
que usa la Constitución, como “servicialidad del Estado”, es un concepto jurídico
determinado. En este sentido el autor y profesor Eduardo Soto Kloss señala que “se trata de
un “deber jurídico” que la Constitución impone al Estado, en razón de su finalidad y del
carácter accidental e instrumental que posee, concebido éste –además- de un modo
específico, como medio de perfeccionamiento de las personas”, toda vez que, por una parte,
el actor principal es “la persona humana” y su primacía, por tratarse de un ser sustancial y
trascendente, y, por otra, está presente la idea de autoridad/servicio a la persona, considerada
ésta como una “función”, esto es, una actividad finalizada, en beneficio de otros.

El Estado es una sociedad que se encuentra organizada jurídica y políticamente, sobre la base
de un territorio determinado. Que posee una población que está dirigida por un gobierno,
sometida a un ordenamiento jurídico con su finalidad que es el bien común que tiene relación
con las necesidades sociales, para alcanzar la realización espiritual y material.

Generalmente se suele definir el Bien Común como “el conjunto de condiciones sociales que
hacen posible y favorecen en los seres humanos el desarrollo integral de sus personas”. Sin
embargo, no tenemos una definición de la constitución del bien común, pero el artículo
1 inciso 4 consagra una aproximación de lo que debe entenderse por el bien común.

Como el estado es llamado a promover el bien común, el constituyente le ha establecido una


serie de deberes ( Art. 1 inciso final y Art. 5 inciso 2º de la constitución)

Art 1. Inciso final

● Resguardar la seguridad nacional.

● Dar protección a la población y a la familia, propendiendo el fortalecimiento de esta.

● Promover la interacción armónica de todos los sectores de la nación.

● Asegura el derecho de las personas a participar con igualdad de oportunidad en la


vida nacional.
Art. 5º inciso 2º

● Respetar y promover los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana,


garantizados por esta constitución, así como los tratados internacionales ratificados
por Chile y que se encuentren vigentes.

El principio de juridicidad abarca los límites de los poderes del Estado, donde éstos tienen
que actuar de acuerdo con derechos consagrados en la Constitución chilena, y en ese sentido
es la base del Estado de derecho.

Podemos mencionar que el principio de Juridicidad lo encontramos en el C.P.R. en su artículo


6 señala; “Los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las normas
dictadas conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la República.

Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos
órganos como a toda persona, institución o grupo.

La infracción de esta norma generara las responsabilidades y sanciones que determine la ley”.

Este artículo se refiere que el Estado debe actuar de acuerdo con las facultades que le otorga
la Constitución, donde están todos obligados a respetar, y éstos deben obedecer sus reglas y
en caso de no hacerlo, existen instituciones para garantizar su cumplimiento, como; el
Tribunal Constitucional y la Contraloría General de la República.

En su artículo 7 señala; Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular
de sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley.

Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun


pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los expresamente se
les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes.

Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las responsabilidades y


sanciones que la ley señale.

11.- Señale y explique la importancia para el Derecho Administrativo del artículo 38 de


la Constitución Política de la República de 1980.

La importancia del artículo 38 de la Constitución es que establece las formas administrativa


en que se organiza nuestro país, la cual sentará las bases esenciales para la administración
del Estado, señalando lo siguiente “Una ley orgánica constitucional determinará la
organización básica de la Administración Pública, garantizará la carrera funcionaria y
los principios de carácter técnico y profesional en que deba fundarse, y asegurará tanto la
igualdad de oportunidades de ingreso a ella como la capacitación y el perfeccionamiento
de sus integrantes.

Cualquier persona que sea lesionada en sus derechos por la Administración del Estado, de
sus organismos o de las municipalidades, podrá reclamar ante los tribunales que
determine la ley, sin perjuicio de la responsabilidad que pudiere afectar al funcionario que
hubiere causado el daño”

Conforme a este artículo, la organización básica del a administración del Estado debe estar
regulada en una ley orgánica constitucional, es decir, determina la naturaleza de la norma, no
la cantidad, estas son entre otras La Ley 19.653, La Ley N° 19.880, La Ley N° 19.300, todas
ellas orgánicas constitucionales. Conforme al artículo 66 inciso segundo en su última
modificación del año 2022, las normas legales a las cuales la Constitución confiere el carácter
de ley orgánica constitucional y las leyes de quórum calificado se establecerán, modificarán
o derogarán por la mayoría absoluta de los diputados y senadores en ejercicio.

Se garantizará la carrera funcionaria y los principios de carácter técnico y profesional en que


debe fundarse, asegura la igualdad de oportunidades para el ingreso del empleo o función
pública, y el perfeccionamiento de los funcionarios públicos. Por su parte, en el inciso
segundo el artículo citado declara que, ante cualquier vulneración de los derechos personales,
los órganos son responsables y podrán ser llevados a tribunales para determinar las
responsabilidades en el ejercicio del poder y la correspondiente indemnización a favor de los
administrados a causas de los daños que le hayan ocasionado el Estado, sus organismos o las
municipalidades, quedando a salvo la responsabilidad del Estado cuando el responsable del
daño sea el funcionario.

12. Señale los principios administrativos consagrados a nivel constitucionales e indique


la consagración normativa (artículo constitucional que lo consagra)

• Principio de competencia: Artículo 7 inciso 2 de la Constitución Política de la


República.
• Principio de publicidad y transparencia: Artículo 8 inciso 2 de la Constitución
Política de la República.

• Principio de juridicidad, artículo 6 inciso 1 de la CPR.

• Principio de nulidad de derecho público: Artículo 6 y 7 de la Constitución


Política de la República.

• Principio de descentralización: Artículo 3 de la Constitución Política de la


República.

• Principio de responsabilidad: Artículo 6 y 7 de la Constitución Política


República.

• Principio de tutela judicial: Artículo 38 inciso 2 de la Constitución Política de la


República.

• Principio de Supremacía Constitucional: Artículo 6 de la CPR.

• Principio de subsidiaridad: Artículo 1, inciso 3 de la Constitución política de la


república.

• Principio de tutela de Derechos Fundamentales: Artículo 19 Constitución


Política de la República.
Principio de supremacía constitucional

Consagrado en el artículo 6 y 7 de la constitución. implica situar a la Constitución como la


norma más alta del ordenamiento jurídico y a la cual deben ajustarse el resto de las normas
jurídicas, tanto en el fondo como en la forma, supremacía material y formal. Es el atributo de
la norma constitucional en cuya virtud todas las normas jurídicas de un Estado, como los
demás actos emanados de los poderes públicos, deben someterse en la forma y fondo a lo
establecido y dispuesto por la Carta Fundamental.

En el artículo sexto de la CPRCh se establece que, “Los órganos del Estado deben someter
su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden
institucional de la República.

Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos
órganos como a toda persona, institución o grupo.
La infracción de esta norma generará responsabilidades y sanciones que determine la ley”.

Este artículo establece lo que se denomina el principio de vinculación directa o la


obligatoriedad de la observancia de la constitución; la cual señala que los poderes del Estado
en el ejercicio de sus funciones y atribuciones deben observar los principios y valores que la
constitución establece.

Para el respeto de este principio el Tribunal Constitucional cumple un rol protector a través
del control de constitucionalidad, por medio de este mecanismo se verifica que las leyes,
tratados Internacionales, decretos del Presidente de la República y auto acordados dictados
por los tribunales superiores estén conforme a la Constitución. También los hacen de manera
indirecta la Contraloría General de la República a través del trámite toma de razón, las Cortes
de Apelaciones y Corte Suprema al conocer de las acciones de protección y amparo.

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