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LOS INCAS

ORIGEN DE LOS INCAS


Al igual que ocurre con otros pueblos sobre el origen de los incas existe una explicación
histórica y otra basada en leyendas. En el caso de los incas existen dos leyendas sobre su
origen. Una de ellas, es la que dice que el Dios Sol hizo nacer del lago Titicaca a sus dos
primeros fundadores, Manco Cápac y Mama Oclio. La segunda leyenda consiste en que
Manco Capac junto a sus hermanos descendió de Pacaritambo para fundar Cuzco y ser el
primer emperador.

Los hallazgos históricos demuestran que los primeros habitantes incas de Cuzco llegaron
en caravana provenientes del reino altiplánico Tiauanaco en Perú. El estado fue invadido
por oleadas de militares de la etnia aimara y la invasión provocó que los incas se
desplazaran hasta que finalmente invadieron las poblaciones de la zona de Cuzco.

COSTUMBRES DE LOS INCAS


Las costumbres y formas de vivir de los incas también nos muestran a un pueblo muy
particular que debemos conocer:

 ¿Dónde vivían? Los incas vivían en chozas hechas con piedra y paja, que solo tenían
una habitación y no tenían ventanas. Las paredes están pintadas con colores
brillantes.
 ¿Qué comían? Para entender la cultura peruana actual es fundamental entender la
cultura inca y profundizar en cómo se alimentaban o cómo vivían. Entre sus alimentos
destacan las papas rojas, los camotes, el maní, el maíz, los ajíes, el tomate, la oca, los
frejoles el zapallo y la guayaba. En las zonas altas de los Andes se cultivaron y
cosecharon hasta 200 especies de papas que se diferencian por su color y tamaño.
En esa zona se desarrolló un sistema de intercambio económico.
 Educación. Los niños incas recibían la educación correspondiente a su nivel
social. Para poder usar las orejeras debían estudiar cuatro años en la escuela. El
primer año estudiaban la lengua quechua, el segundo año estudiaban educación
religiosa que se basaba en la leyenda sobre el origen de los incas, el tercer año se les
enseñaba a utilizar el quipu, que eran unas cuerdas que se usaban para aprender los
números y los principales acontecimientos del imperio, y el cuarto año estudiaban la
historia del imperio y se les enseñaban las normas morales.
 ¿A qué dioses adoraban? Los incas adoraban a varios dioses, por ejemplo, Viracocha,
que era la divinidad principal, el Dios de los báculos porque se le representaba con
dos báculos en las manos. También estaba el Dios Sol o Inti en quechua, se le
representaba con un redondel de oro rodeado de rayos. También estaba Mama
Quilla, la luna, que es la diosa de la fertilidad y la esposa del Dios Sol y Pacha Mama,
que era la madre tierra. Los incas también adoraban a Pachacamac que era el Dios de
los temblores, Illapa el Rayo y de las lluvias y los truenos y Apus, que eran los espíritus
de las montañas. Por otro lado, existían tres animales sagrados que era la serpiente,
el puma y el cóndor. Cuando llegaran los españoles se impuso la religión occidental lo
que se hizo de forma paulatina y, en algunos casos, utilizando la violencia.
 Otras costumbres. Los incas también tenían costumbres curiosas, por ejemplo,
cuando nacía un niño su padre lo llevaba al río para bañarlo y, a continuación, se
lo envolvía en unas mantas y se le ponían unas tablas a los lados de la cabeza para
que tuviera una forma alargada que era la que caracterizaba a los incas. Cuando el
niño cumplía seis años se le asignaba un padrino que era miembro del Consejo de
Ancianos y hacían una ceremonia que consistía en el corte de pelo y de las uñas y se le
daba un nombre que habían escogido los padres. Desde ese momento el niño ya
estaba listo para trabajar y ganarse la vida.

Tal y como has visto los incas eran un pueblo con unas tradiciones muy marcadas que, a
día de hoy, perviven parcialmente y muestran la importancia que tuvo esta civilización en
el pasado y su influencia.

LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN INCLUSIVA


Tal y como hemos visto en anteriores artículos, la educación inclusiva es fundamental
para evitar casos de exclusión social, pero no solo en supuestos en los que exista una
discapacidad física o intelectual del alumno o de la alumna, sino también en los que
pueda existir una discriminación por raza, condición social, cultura, religión y otros
aspectos.

La educación de calidad y basada en valores es fundamental para que los niños y niñas
que viven en situaciones de pobreza puedan acceder a un futuro mejor. Los niños y niñas
deben aprender las diferencias entre las culturas aceptarlas y respetaras.

En Educo tenemos el reto de aportar una educación de calidad, inclusiva y basada en


valores a todos los niños y niñas. De esa forma, lo que hacemos es utilizar métodos
activos para que los alumnos y alumnas participen en la clase, herramientas para conocer
al alumnado y ayudarles a descubrir las diferencias entre culturas para que las acepten y
las integren en su día a día como algo normal.

La labor de Educo en América está enfocada en Centroamérica y América del Sur, que es
una zona con una gran diversidad en la que trabajamos para reducir la desigualdad
social y mejorar el acceso de la población a servicios básicos como la educación o la
sanidad, ya que son países con muchos recursos naturales, pero la riqueza está muy mal
repartida y hay una gran brecha entre ricos y pobres.

INFLUENCIAS Y DISEÑOS

Aunque estaban influenciados por el arte y las técnicas de la anterior civilización chimú,
los incas crearon su propio estilo distintivo, que era un símbolo inmediatamente
reconocible del dominio imperial en su enorme imperio. Los incas llegaron a producir
textiles, cerámicas y esculturas de metal técnicamente superiores a cualquier otra cultura
andina anterior, a pesar de la dura competencia de maestros de la metalurgia como los
artesanos de la civilización moche.

Al igual que los incas impusieron un dominio político sobre sus súbditos conquistados,
también lo hicieron con el arte, imponiendo formas y diseños incaicos estándar. Sin
embargo, el arte en sí no sufrió como consecuencia de ello. Como dice la historiadora del
arte Rebecca Stone:
La estandarización, aunque poderosamente unificadora, no necesariamente redujo la
calidad del arte; técnicamente, los tapices incaicos, las vasijas de cerámica a gran escala,
la mampostería sin mortero y las esculturas de metal en miniatura son insuperables.
(Arte de los Andes, 194)

El damero se destaca como un diseño muy popular. Una de las razones de la repetición de
los diseños era que la cerámica y los textiles se producían a menudo para el Estado como
impuesto, por lo que las obras de arte eran representativas de comunidades específicas y
de su patrimonio cultural. Al igual que hoy en día las monedas y los sellos reflejan la
historia de una nación, las obras de arte andinas ofrecían motivos reconocibles que, o
bien representaban a las comunidades específicas que las fabricaban, o bien los diseños
impuestos por la clase gobernante inca que las ordenaba. Sin embargo, los incas
permitieron que las tradiciones locales mantuvieran sus colores y proporciones
preferidas. Además, trajeron al Cuzco a artistas dotados, como los de Chan Chan o la zona
del Titicaca, y a mujeres especialmente hábiles en el tejido, para que produjeran cosas
hermosas para los gobernantes incas.

También es destacable que tanto la decoración de la cerámica como los textiles incaicos
no incluían representaciones de sí mismos, de sus rituales, de sus conquistas militares o
de imágenes andinas tan comunes como los monstruos y las figuras medio humanas,
medio animales. Más bien, los incas prefirieron casi siempre diseños geométricos
coloridos y motivos abstractos que representaban animales y aves.

CERÁMICA

La cerámica incaica utilizaba arcilla natural, pero añadía materiales como mica, arena,
roca pulverizada y concha, que evitaban el agrietamiento durante el proceso de cocción.
En la antigua América no existía el torno de alfarero, por lo que las vasijas se hacían a
mano, creando primero una base y luego colocando un rollo de arcilla alrededor de ella
hasta que la vasija alcanzaba el tamaño deseado. Luego se alisaban los lados con una
piedra plana. Las vasijas más pequeñas y medianas se hacían con moldes de arcilla. Antes
de la cocción, se añadía un "engobe" de arcilla y la vasija se pintaba, se grababa (a veces
con sellos) o se le añadían relieves. En hornos, fosas o fogones, la vasija se cocía mediante
el método de oxidación (añadiendo oxígeno a las llamas) para crear cerámica de color
rojo, amarillo y crema, o mediante el método de reducción (limitando el suministro de
oxígeno) para producir cerámica negra.

La cerámica estaba destinada a un uso más amplio, por lo que las formas eran, sobre
todo, prácticas. La forma más común era el urpu, un recipiente bulboso utilizado para
almacenar el maíz con un cuello largo, un borde acampanado, dos pequeñas asas en la
parte baja de la vasija y una base puntiaguda. La punta de la base presionaba el suelo y
estabilizaba la vasija mientras se vertía el maíz en ella. Había tamaños estandarizados
de urpu en función de su volumen de contenido. Estaban decorados con motivos
vegetales abstractos y diseños geométricos, generalmente zig-zags y puntos. Los
ejemplos de Cuzco son más elegantes que los de otras regiones y están pintados con un
distintivo negro sobre rojo.

Otros tipos de cerámica son los grandes platos planos para servir con asas de figuras de
animales, los cuencos, los altos vasos de qeros (hechos por parejas y también de madera)
y la paccha. Esta última era un tubo hueco con forma de arado de pie, típicamente
decorado con añadidos tridimensionales como una mazorca de maíz y un urpu.
La paccha (que significa "cascada") se colocaba en la tierra para verter ritualmente en ella
la cerveza de maíz en las ceremonias para promover una buena cosecha.

METALISTERÍA

Los objetos con metales preciosos como discos, joyas, estatuillas, cuchillos ceremoniales
(tumi), cazoletas de cal y objetos de uso cotidiano, se fabricaban exclusivamente para los
nobles incas. El oro se consideraba el sudor del sol y la plata las lágrimas de la luna. El
cobre era otro material popular, y estos metales habrían sido incrustados con piedras
preciosas como las esmeraldas, piedras semipreciosas pulidas como el lapislázuli, hueso
pulido y concha spondylus. También se incrustaba oro y plata en el bronce. Los metales se
aleaban, fundían, golpeaban, grababan, repujaban, se les incrustaban cuentas y se
utilizaban para dorar. Las piezas de joyería incaicas hechas con metales preciosos incluían
pendientes, orejeras, colgantes, brazaletes y alfileres

La realeza inca solo bebía en vasos de oro y plata, y sus zapatos tenían suela de plata. Las
figurillas que se conservan, tanto de humanos como de llamas, encontradas en los
enterramientos, se hacían por fundición o con hasta 18 láminas de oro separadas y se
tallaban con intrincados detalles de apariencia real. El oro y la plata también se utilizaron
para muchas piezas religiosas, especialmente representaciones de fenómenos naturales y
lugares que los incas consideraban sagrados. Estas obras representaban el sol, la luna, las
estrellas, el arco iris, los rayos, las cascadas, etc. Las máscaras que representaban a los
principales dioses, como Inti, el dios del sol, y Mama Kilya, la diosa de la luna, junto con
otros objetos sagrados, se colocaban en los templos incas, pero se han perdido.

Quizás la pieza de arte inca más famosa que se ha perdido es una estatua de oro de Inti,
representado como un pequeño niño sentado y conocido como Punchao, que se
conservaba en el Templo del Sol, en el complejo sagrado del Coricancha (Qorikancha) en
Cuzco. Con rayos que salen de su cabeza y decorados con joyas de oro, el estómago de
esta figura se utilizaba como receptáculo para las cenizas de los órganos vitales quemados
de los anteriores reyes incas. Cada día se sacaba la estatua fuera del templo para que
tomara el sol. Tras la conquista española, la figura fue retirada y escondida, para no
volver a ser encontrada.

El Coricancha también tenía un impresionante jardín dedicado a Inti. Todo en él era de


oro y plata. Un gran campo de maíz y modelos de tamaño natural de pastores, llamas,
jaguares, cuyes, monos, pájaros e incluso mariposas e insectos fueron elaborados con
metales preciosos. Todo lo que sobrevive de estas maravillas son unos cuantos tallos de
maíz dorados, un testimonio convincente, aunque silencioso, de los tesoros perdidos de
los metalistas incas.

TEXTILES

Aunque sobreviven muy pocos ejemplos de textiles incaicos del corazón del imperio,
gracias a la sequedad del entorno andino, tenemos muchos ejemplos textiles de las
tierras altas y de los enterramientos en las montañas. Además, los cronistas españoles a
menudo hacían dibujos de los diseños textiles y de las prendas de vestir, por lo que
tenemos una imagen razonable de las variedades en uso. En consecuencia, tenemos
muchos más ejemplos de textiles que de otras artesanías como la cerámica y la
metalurgia.

Para los incas, los textiles finamente trabajados y altamente decorativos llegaron a
simbolizar tanto la riqueza como el estatus. Las telas finas podían utilizarse como
impuesto y como moneda, y los mejores tejidos se convirtieron en una de las posesiones
más preciadas, incluso más preciosas que el oro o la plata. Los tejedores incas eran
técnicamente los más hábiles que se habían visto en América y, con hasta 120 tramas por
centímetro, los mejores tejidos se consideraban los regalos más preciados de todos. Por
eso, cuando llegaron los españoles a principios del siglo XVI, fueron los tejidos y no los
objetos metálicos los que se regalaron a estos visitantes de otro mundo.

Al parecer, tanto los hombres como las mujeres creaban tejidos, pero se esperaba que las
mujeres de todas las clases tuvieran una gran destreza. En la capital, Cuzco, las telas más
finas eran fabricadas por especialistas masculinos conocidos como qumpicamayocs o
"guardianes de las telas finas". El equipo principal era el telar de cintura para las piezas
pequeñas y el telar horizontal de un solo lizo o el telar vertical de cuatro palos para las
piezas más grandes. El hilado se realizaba con un huso de caída, normalmente de
cerámica o madera. Los tejidos incaicos se confeccionaban con algodón (especialmente
en la costa y en las tierras bajas del este) o con lana de llama, alpaca y vicuña (más común
en las tierras altas), que puede ser excepcionalmente fina. Los productos fabricados con
la lana de vicuña, muy suave, estaban restringidos y solo el gobernante inca podía poseer
rebaños de vicuña. También se fabricaban tejidos más ásperos con fibras de agave.

Los principales colores utilizados en los tejidos incaicos eran el negro, el blanco, el verde,
el amarillo, el naranja, el morado y el rojo. Estos colores procedían de tintes naturales
que se extraían de plantas, minerales, insectos y moluscos. Los colores también tenían
asociaciones específicas. Por ejemplo, el rojo se asociaba con la conquista, el dominio y la
sangre. Esto se veía claramente en la Mascaypacha, la insignia del estado inca, donde
cada hilo de su borla roja simbolizaba un pueblo conquistado. El verde representaba la
selva, los pueblos que la habitaban, los ancestros, la lluvia y su consiguiente crecimiento
agrícola, la coca y el tabaco. El negro significaba la creación y la muerte, mientras que el
amarillo podía señalar el maíz o el oro. El púrpura se consideraba, como en el arcoíris, el
primer color y se asociaba a Mama Oclla, la madre fundadora de la raza incaica.

Además de utilizar hebras teñidas para tejer patrones, otras técnicas incluían el bordado,
la tapicería, la mezcla de diferentes capas de tela y la pintura, ya sea a mano o con sellos
de madera. Los incas se inclinaban por los diseños geométricos abstractos, especialmente
los motivos de damero, que repetían patrones (tocapus) en la superficie de la tela.
Algunos motivos también podían ser ideogramas. Los temas no geométricos, a menudo
representados de forma abstracta, incluían felinos (especialmente jaguares y pumas),
llamas, serpientes, aves, criaturas marinas y plantas. La ropa tenía un diseño sencillo,
normalmente con dibujos cuadrados en la cintura y flecos y un triángulo marcando el
cuello. Uno de estos diseños era la túnica militar estándar, que consistía en un diseño de
damero blanco y negro con un triángulo rojo invertido en el cuello.

A los artículos textiles se les podía añadir decoración adicional en forma de borlas,
brocados, plumas y cuentas de metal precioso o concha. También se podían tejer hilos de
metales preciosos en la propia tela. Como las plumas solían ser de aves tropicales raras y
de cóndores, estas prendas estaban reservadas a la familia real y a la nobleza.

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