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Estructura metodológica de un

alegato de conclusión
Estructura metodológica de un alegato de conclusión

Por: Dúber Armando Celis Vela

“Un abogado que sabe derecho y que estudia bien los asuntos
en que le toca intervenir lleva enorme ventaja al colega que se
maneja a tientas (Carrió, 1995, p. 16).

El propósito de este texto es identificar la estructura


discursiva de un alegato de conclusión con el fin de
caracterizar sus aspectos fundamentales y suministrar un
esquema metodológico para la práctica jurídica de
abogados en su ejercicio profesional. El alegato es una
variante de la argumentación jurídica 1 que formulan las
partes en un proceso judicial, y en algunos procedimientos
administrativos, antes de adoptar la decisión que pone fin a
la actuación. La finalidad de dicha argumentación es la
presentación sistemática y persuasiva de una versión
fáctica y jurídica sobre el objeto de litigio. El alegato de
conclusión, como actividad discursiva, está constituido por
las siguientes etapas:

(1) formulación del problema jurídico,

(2) reconstrucción fáctica,

(3) análisis jurídico y (3) cierre.

Cada una de estas etapas será brevemente desarrollado a


continuación.
1. El problema jurídico constituye el punto de partida de un
alegato de conclusión. Su apertura implica la
formulación de una o varias preguntas que engloban el
interés principal o la pretensión fundamental de una
parte en el proceso. Este sintetiza el objeto probatorio,
articula pretensiones, sujetos involucrados, derechos
presuntamente vulnerados y obligaciones no
satisfechas. La identificación depende del propósito o
resultado que esperan las personas involucradas en los
hechos del caso. Un caso es un problema práctico en el
que alguien quiere obtener un resultado (Carrió, 1995,
p. 22). Los presupuestos de dicho resultado suministran
los elementos para determinar el problema jurídico. En
términos generales, cada aspecto contribuye a su
construcción y marca la pauta de argumentación fáctica
y normativa.
La pretensión es la situación de un sujeto en la cual una
norma lo autoriza para exigir de otro una conducta
(Guastini, 2016, p. 85). Se trata de un concepto relacional
que representa la (auto)atribución de un interés o derecho
protegido por el ordenamiento jurídico. Los sujetos
constituyen el extremo de la relación y, por regla general,
buscan la satisfacción de intereses en conflicto. La
vulneración de derechos es una variable dependiente de
acciones u omisiones ilícitas a cargo de los sujetos
involucrados. Las obligaciones son el medio para la
garantía de los derechos. Con estos elementos se formulan
varias preguntas que apuntan al establecimiento de
relaciones jurídicas entre los sujetos involucrados en el
caso, lo cual, da lugar al problema jurídico.

2. La reconstrucción fáctica consiste en narrar los hechos


del caso a la luz de las pruebas que fueron aportadas,
decretadas y practicadas en el proceso. El abogado
identifica los hechos jurídicamente relevantes que se
derivan de la demanda y la contestación con el fin de
valorar el alcance probatorio de los medios de
conocimiento en el proceso. La narración consiste en
una argumentación fáctica que comprende (i) la
identificación de hechos relevantes, (ii) la realización de
operaciones individuales de subsunción o calificación
normativa y (iii) la formulación de argumentos
probatorios. Los argumentos probatorios son las
razones para aceptar la ocurrencia de los hechos
narrados. Por tanto, la argumentación exige un análisis
de los hechos en la perspectiva de una valoración
razonada de las pruebas.
Una conducta se interpreta jurídicamente si es identificada
como el caso de un supuesto de hecho descrito en una o
varias normas. En este contexto, interpretar significa
conjeturar sobre las intenciones de su autor o calificarla
según un esquema conceptual (Guastini, 2014, p. 23). En
la argumentación fáctica basta con establecer las
calificaciones normativas de las conductas; no es necesario
señalar las normas que respaldan la calificación. Dado que
los sistemas jurídicos son muy complejos es poco probable
encontrar una disposición jurídica que encaje
perfectamente con el caso objeto de análisis. Por esta
razón, el rumbo de los casos depende de las calificaciones
que formulen sus intérpretes. La calificación normativa
exige que los hechos estén definidos con claridad y
precisión.

3. Una vez identificados los hechos probados y calificados


se procede con el análisis jurídico. Este consiste en
considerar los derechos o normas vulnerados y las
obligaciones derivadas las normas. El análisis jurídico
supone la interpretación de los textos jurídicos o la
identificación de las interpretaciones aceptadas en
discursos dogmáticos o jurisprudenciales. De esta
manera, el alegato de conclusión expresa la situaciones
normativa de las instituciones jurídicas involucradas en
el caso. El uso del precedente resulta de crucial
importancia para la fundamentación jurídica del caso. 4.
Los alegatos de conclusión finalizan con una solicitud
dirigida a la autoridad normativa para que acceda a las
pretensiones formuladas en la demanda. Hacia este
propósito se dirige la formulación del problema, la
reconstrucción fáctica y el análisis jurídico.
1. El vocablo razonamiento jurídico o argumentación
jurídica denota tanto un proceso mental como un discurso
– resultado (Guastini, 2014, p. 225). El alegato de
conclusión es una variación de argumentación jurídica y
consiste un discurso que puede ser analizado desde una
perspectiva formal, material o pragmática (Atienza, 2015, p.
205). En la perspectiva aquí adoptada, se analiza la
argumentación en tanto actividad con el fin de identificar
sus principales operaciones discursivas. Por tanto, la
orientación de análisis es de orden metodológico y no
sicológico.

Bibliografía

Atienza, M. (2015). Razonamiento jurídico. En: González


Lagier, D. Conceptos básicos del Derecho. Madrid, Marcial
Pons.

Atienza, Manuel (2013). Curso de argumentación jurídica.


Madrid, Trotta.

Carrió, G. (1995). Cómo estudiar y cómo argumentar un


caso. Buenos aires, Abeledo-Perrot.

Guastini, R. (2014). Interpretar y argumentar. Trad. Silvina


Álvarez. Madrid, Centro Eestudios Políticos y
Constitucionales.

Guastini, R. (2016). La sintaxis del derecho. Trad. A. Núñez


Vaquero. Madrid, Marcial Pons.

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