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Cada año observamos alrededor del globo la ocurrencia de diferentes fenómenos

naturales de origen climatológico, como sequías e inundaciones. Nos podemos


dar cuenta de que hay años donde hay mayor ocurrencia de este tipo de
fenómenos, lo que sugiere que muchos de estos eventos adversos pueden estar
interconectados o tener un origen común. Todo ello ha llevado a la comunidad
científica a tomar interés en investigar cuál es el evento que puede causar tantas
alteraciones en el clima y se ha sugerido que el mismo es un fenómeno conocido
por los pescadores del Pacífico sudamericano como El Niño. El Niño se puede
definir como la intromisión de aguas cálidas en la parte central y oriental del
Pacífico cerca del ecuador, que produce precipitaciones intensas en el Ecuador y
en el norte del Perú y Chile. El fenómeno El Niño, también conocido como ENOS
(El Niño-Oscilación del Sur), ha causado efectos devastadores en los países de la
región occidental de Sudamérica, que, a su vez, han generado grandes problemas
sociales, económicos, ambientales y políticos debido a la intensidad del evento y a
la poca preparación de nuestras sociedades para enfrentar sus efectos. Durante e
inmediatamente después de la ocurrencia de un fenómeno natural, lo primero que
se debe garantizar es la protección de la salud de la población para asegurar la
continuidad de las actividades productivas. De allí la importancia gravitante de
brindar los servicios de agua y alcantarillado en los niveles de calidad previamente
existentes. Por ello, las empresas prestadoras de servicios de agua tienen la
responsabilidad de estar preparadas para enfrentar las emergencias provocadas
por un desastre natural, minimizando sus efectos mediante la implementación de
medidas de mitigación y elaboración de sus planes de emergencia.
El ciclo conocido como "el Niño" y su fase opuesta "la Niña" son la causa de la
mayor señal de variabilidad climática en la franja tropical del océano Pacifico, en la
escala interanual. Son las componentes oceánicas del ENOS (Oscilación del Sur)
que corresponde a la aparición, de tiempo en tiempo, de aguas superficiales
relativamente más cálidas (El Niño) o más frías (La Niña) que lo normal en el
Pacífico tropical central y oriental, frente a las costas del norte de Perú, Ecuador y
sur de Colombia.

El Fenómeno de "el Niño" es un evento climático que se genera cada cierto


número de años por el calentamiento del océano Pacífico. Sus efectos son
notables en el norte de la región Pacífica, los departamentos de la región Andina y
en los departamentos de la región Caribe.

El efecto de “La Niña” en nuestro país se caracteriza por un aumento considerable


de las precipitaciones (anomalías positivas) y una disminución de las temperaturas
(anomalías negativas) en las regiones Andina, Caribe y Pacífica, así como en
áreas del piedemonte de los Llanos orientales, mientras que en la zona oriental
(Orinoquía y Amazonía), dichas variables tienden a un comportamiento cercano a
lo normal, sin ser muy claro el patrón climatológico ante la presencia de un evento
frío. La ocurrencia de un fenómeno como “La Niña”, sugiere un acoplamiento del
océano y la atmósfera y de acuerdo con lo expuesto a final de enero de 2011 por
la Organización Meteorológica Mundial (por consenso de diversos centros
climáticos del mundo), “…este episodio (“La Niña”), se ha caracterizado por un
importante componente atmosférico y, según revelan los indicadores
correspondientes, se trata de uno de los episodios más intensos del último siglo,
con un fuerte acoplamiento océano-atmósfera.”

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