0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
6 vistas2 páginas
La autora describe su experiencia en un grupo de terapia gestalt en el que los participantes tenían que presentarse a través de un animal, vegetal u objeto. Ella eligió presentarse como un mono rebelde e irreverente. También expresa su sorpresa al ver reflejada en un libro sobre terapia gestalt la sensación común de querer continuar el trabajo del grupo a pesar de que este haya terminado. Finalmente, comenta que le gustó mucho leer este libro y que le pareció revelador al descubrir detalles que había pasado por alto sobre el desar
La autora describe su experiencia en un grupo de terapia gestalt en el que los participantes tenían que presentarse a través de un animal, vegetal u objeto. Ella eligió presentarse como un mono rebelde e irreverente. También expresa su sorpresa al ver reflejada en un libro sobre terapia gestalt la sensación común de querer continuar el trabajo del grupo a pesar de que este haya terminado. Finalmente, comenta que le gustó mucho leer este libro y que le pareció revelador al descubrir detalles que había pasado por alto sobre el desar
La autora describe su experiencia en un grupo de terapia gestalt en el que los participantes tenían que presentarse a través de un animal, vegetal u objeto. Ella eligió presentarse como un mono rebelde e irreverente. También expresa su sorpresa al ver reflejada en un libro sobre terapia gestalt la sensación común de querer continuar el trabajo del grupo a pesar de que este haya terminado. Finalmente, comenta que le gustó mucho leer este libro y que le pareció revelador al descubrir detalles que había pasado por alto sobre el desar
MIRIAM RIVERA. FORMACIÓN EN TERAPIA GESTALT. EQUIPO QUATRO.
Círculo y centro. El grupo gestáltico.
FRANCISCO PEÑARRUBIA. “la presentación no era curricular, si no identificativa, eligiendo un animal, vegetal, objeto, etcétera, a través del cual hablar de sí” Me imagino en la sala llena de cojines y es el momento de compartir mi animal. Frente a los ojos pasan varias imágenes como si fuese el rodillo de una máquina tragaperras. Identifico un caballo... elegante, fuerte... que pasa rápido justo antes de pararse en el mono. Definitivamente mi animal es el mono. Pienso, vaya... Soy un mono de repetición. Pero de repente viene a mi mente la imagen de aquel mono con un martillo que salía en un trabajo de la formación. Entonces me veo de otra manera: Locura descontrolada. Instinto. Movimiento. Soy un animal al que intentan domesticar y aunque a veces hago lo que me piden para conseguir un plátano, no puedo evitar mi naturaleza rebelde, juguetona y sobre todo irreverente. Mmmm... Bueno. Esto ya me gusta más. Resaltar mi sorpresa ( acompañada de sonrisa de medio lado) al verme reflejada una de las situaciones que se exponen en el libro y que ocurren al cerrar el grupo. “Es la ilusión de que, a seguir necesitado del grupo, este debe continuar y completar la tarea comenzada” Pues sí, me quedaba con la sensación de haber podido dar más de mí. Sincerarme más, entregar más afecto... etc... etc. Me “alegró” ver que es una sensación común. Círculos inacabados que tal vez nunca se cerrarán. Me ha gustado mucho leer este libro hasta el punto de haberme alegrado de faltar aquel fin de semana. ;) Aunque a veces me pierdo en los diferentes autores (y me aburro), me ha parecido revelador. Como si me hubieran contado algunos secretos... y descubierto detalles que había pasado por alto del desarrollo del propio grupo.