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Experiencia personal.

MIRIAM RIVERA. FORMACIÓN EN TERAPIA GESTALT. EQUIPO QUATRO.

Círculo y centro. El grupo gestáltico.


FRANCISCO PEÑARRUBIA.
“la presentación no era curricular, si no identificativa, eligiendo un
animal, vegetal,
objeto, etcétera, a través del cual hablar de sí”
Me imagino en la sala llena de cojines y es el momento de
compartir mi animal.
Frente a los ojos pasan varias imágenes como si fuese el rodillo de
una máquina
tragaperras. Identifico un caballo... elegante, fuerte... que pasa
rápido justo antes
de pararse en el mono. Definitivamente mi animal es el mono.
Pienso, vaya... Soy un mono de repetición. Pero de repente viene a
mi mente la
imagen de aquel mono con un martillo que salía en un trabajo de la
formación.
Entonces me veo de otra manera: Locura descontrolada. Instinto.
Movimiento. Soy
un animal al que intentan domesticar y aunque a veces hago lo que
me piden para
conseguir un plátano, no puedo evitar mi naturaleza rebelde,
juguetona y sobre todo
irreverente. Mmmm... Bueno. Esto ya me gusta más.
Resaltar mi sorpresa ( acompañada de sonrisa de medio lado) al
verme reflejada
una de las situaciones que se exponen en el libro y que ocurren al
cerrar el grupo.
“Es la ilusión de que, a seguir necesitado del grupo, este debe
continuar y completar
la tarea comenzada” Pues sí, me quedaba con la sensación de
haber podido dar
más de mí. Sincerarme más, entregar más afecto... etc... etc. Me
“alegró” ver que
es una sensación común. Círculos inacabados que tal vez nunca
se cerrarán.
Me ha gustado mucho leer este libro hasta el punto de haberme
alegrado de faltar
aquel fin de semana. ;) Aunque a veces me pierdo en los diferentes
autores (y me
aburro), me ha parecido revelador. Como si me hubieran contado
algunos
secretos... y descubierto detalles que había pasado por alto del
desarrollo del propio
grupo.

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