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CAPÍTULO VETADO: FAMILIA TSUBASA
001

Me ha llevado bastante tiempo, pero me gustaría recordar la Semana Dorada, esos días en los
que retozaba con Hanekawa Tsubasa hasta el fondo de mi corazón. Son recuerdos duros, son
recuerdos astringentes, pero en cierto modo también son recuerdos agridulces y, sin embargo,
si pudiera olvidarlos de alguna manera, yo… volaría frente a la realidad y los convertiría en
nada más que ficción. Permítanme recordar esos nueve días brillantes.

Hanekawa Tsubasa. Diecisiete años. Mujer. Estudiante de escuela secundaria. Presidente de


la clase. Estudiante modelo. Cabello trenzado con flequillo uniforme. Gafas. Seria, demasiado
seria. Virtuosa. Muy inteligente. Amable y justa con todos. Pero no creo que pueda expresar
a una chica tan excepcional como ella enumerando este tipo de significantes y rasgos de
carácter, ni por un momento. Sí, hay algo en ella que no se puede expresar en ningún lenguaje
humano y que no puedes entender a menos que la hayas enfrentado, a menos que hayas estado
en su presencia. La realidad es que si quieres hablar de quién es Hanekawa Tsubasa, lo más
probable es que debas hacerlo en el idioma de los dioses.

O tal vez el lenguaje del diablo.

Entonces, para ser franco, y aunque realmente no podría lamentarlo más, me he rendido desde
el principio; podría entrar en hasta el último detalle, de cabo a rabo, sin perderme nada, y estoy
seguro de que aún no podría transmitir la verdad de esos nueve días de pesadilla, o la imitación
casi imperceptible de la verdad que fueron esos nueve días de pesadilla. Habiendo abandonado
toda esperanza de comunicación, soy la encarnación y el avatar de la resignación.

Y de todos modos, no es como si quisiera comunicarle a nadie lo que siento.

Simplemente.

Yo simplemente, y claramente, quiero murmurar una y otra vez para mí mismo sobre mi
salvadora, Hanekawa Tsubasa, mi amiga, Hanekawa Tsubasa.

Probablemente no tenga sentido.

Ciertamente… no hay ninguno en absoluto.

Sin sentido, nada en absoluto para nadie, ni siquiera para mí.

Es lo que podríamos llamar un caparazón vacío de nada.


Esa es exactamente la razón por la que Senjougahara Hitagi o Kanbaru Suruga, a quienes más
tarde conocería ... quienes cargan de cabeza hacia sus objetivos, dispuestas a sacrificar lo que
haga falta, con tal fuerza que a veces no dudan en pisotear lo que aprecian, verían el acto
nostálgico y revanchista que estoy a punto de intentar como un anhelo totalmente frívolo,
digno de una risita, ni siquiera digno de desprecio, improductivo y retrógrado.

Esas chicas, tanto fuertes como débiles, comparten un conjunto de valores que dicen que las
personas deben vivir sus vidas mirando hacia adelante, si no de forma activa, si no de manera
positiva, si no agresivamente, en última instancia.

Dicen que no tiene por qué ser bonito.

Ser parciales está bien, ser codiciosos está bien.

Esos son sus valores… y son diferentes.

Soy diferente.

El débil y endeble Araragi Koyomi, incapaz de sostener una vela, es diferente.

Un cobarde de voluntad débil que no solo mira a izquierda y derecha, sino también hacia atrás,
antes de pisar un paso de peatones, una burla de un humano… es diferente a esas chicas.

Y.

Hanekawa Tsubasa y yo somos iguales.

Agrupados.

Podría decirse que, era contrario a las expectativas.

Podría decirse que, era complementario a las emociones.

Por muy grosero que sea ponerme al lado de alguien tan excepcional y sobresaliente como
ella, que está más allá de nuestro conocimiento, si hay algún concepto que se acerque
asintóticamente a convertirse en una moral aprendida durante mi Semana Dorada, tendría que
ser eso. Usar la palabra “moral” casi me hace parecer un fraude, pero qué otra cosa puedo
hacer, cuando es la verdad inamovible.

Me he resignado… no puedo hacer nada más.

El punto en común entre ella y yo.


El denominador común entre Araragi Koyomi y Hanekawa Tsubasa.

¿Qué es lo mismo dentro de nuestros corazones?

Lo entiendo ahora… ahora que ha pasado el tiempo desde la Semana Dorada y el segundo
semestre está por comenzar, duele horriblemente pero lo entiendo después de todo este tiempo.

Es literalmente dolorosamente obvio.

Por qué Hanekawa Tsubasa decidió llamarme.

Por qué Hanekawa Tsubasa se permitió encontrarse conmigo.

Por qué Hanekawa Tsubasa me salvó.

Pero esto es algo que he llegado a “entender ahora”, “después de todo este tiempo”. En otras
palabras, es demasiado tarde, no llegará a nada. Lo único que puedo quitarle son cosas que
nunca se podrán recuperar, empresas que ya se han realizado.

Algo podría haber sucedido si solo hubiera notado este tipo de circunstancias, tal vez no desde
el momento en que la conocí, pero al menos en la Semana Dorada.

Los dos, débiles y endebles.

Podríamos haber sido capaces de convertirnos en algo.

Así que es por eso que estas son realmente palabras murmuradas para mí mismo en un aula
vacía después de la escuela, una disculpa detallada y estandarizada escrita desde este aburrido
asiento.

Palabras de pesar grabadas en un escritorio a medida que se acerca la graduación.

Siento remordimiento por lo que pasó, pero no me arrepiento… no, nunca trataría de encubrir
mi situación con una línea como esa.

Siento remordimiento y me arrepiento.

Desearía poder hacer que nunca hubiese sucedido, y si pudiera hacerlo de nuevo, lo haría.

Estoy frustrado, muy frustrado por esa Semana Dorada. ¿Por qué no podría hacerlo mejor?
¿Por qué, por qué, por qué? Estoy tan frustrado que me gustaría morir si no fuera inmortal, tan
frustrado que me dan ganas de llorar, e incluso ahora tengo sueños sobre eso.

Son, sin lugar a dudas, pesadillas.


Hanekawa Tsubasa.

La chica con un par de alas desiguales.

Para ubicarnos en el momento de esta historia, tuvo lugar alrededor de un mes después de que
pasé por el infierno durante dos semanas, durante las vacaciones de primavera entre mi
segundo y tercer año de la escuela secundaria… aunque todavía estaba plagado de secuelas
persistentes, de alguna manera había reanudado mi vida cotidiana después de sufrir, como un
tonto, la experiencia altamente romántica de ser atacado por un vampiro, entre todas las cosas,
en el Japón actual. Al confundirme con un anacrónico delincuente juvenil, Hanekawa Tsubasa
tramó su camino para convertirme en vicerepresentante de la clase, y aunque no recuerdo si
todavía estaba preocupada por ese desarrollo o si lo había superado para entonces… fue
entonces cuando paso.

Fue embrujada por un gato.

Un gato.

Mamífero perteneciente a la familia Carnivora Felidae.

Por eso desde la Semana Dorada… no me gustan los gatos.

Tengo miedo de los gatos.

Sí… así como le tengo miedo a Hanekawa Tsubasa.

Este prefacio se ha vuelto un poco largo, pero no hay necesidad de preocuparse… hay más
tiempo después de la escuela de lo que piensas.

Ahora bien, me gustaría contarles un sueño que tuve anoche.


002

El epílogo, o quizás, el chiste de esta historia.

Al día siguiente, mis hermanas pequeñas, Karen y Tsukihi, me despertaron de la cama como
de costumbre. Ya sea un día laborable, un fin de semana o un día festivo, son como máquinas
diseñadas para despertarme temprano cada mañana, por lo que no importaba que fuera el
primer día de la Semana Dorada, el veintinueve de abril. Si bien casi quería elogiar su
diligencia, levantarse y brillar cuando siempre se distraían y se quedaban despiertas hasta tarde
no podía ser fácil, probablemente no estaban interrumpiendo mi sueño por consideración
preocupada por el ritmo diario de su hermano, sino más bien como una forma de mostrar
poder. Fue una manifestación, un disparo en una disputa territorial interna.

Hablando de eso, todavía no he pasado mucho tiempo describiendo qué hacen exactamente
mis hermanas cuando me despiertan, pero, bueno, es principalmente porque no es nada que
valga la pena describir.

En la versión de anime, mis hermanas se acercarán a mí con una plétora de métodos


apasionados… empujarme por las escaleras, hacerme un camel clutch, golpearme con un
muscle buster y más, pero esos son, se podría decir, reproducciones para la pantalla chica.
Lamento romper cualquier percepción, pero lamentablemente, ninguna hermanita en el mundo
real es tan linda.

Bueno, de todos modos, no sé de otros hogares, pero al menos en mi familia, Karen y Tsukihi
simplemente dicen suavemente: ¿Cuánto tiempo vas a dormir? Vamos, despierta y luego…

“¿Te volviste a dormir? Estas muerto.”

Una palanca cayó junto a mi almohada.

“¡Whooooah!”

Casi salté mientras la esquivaba.

En realidad, no la esquivé del todo. Se llevó un mechón de mi cabello.

Luego la punta de la palanca atravesó mi almohada, cabello y todo.

Un puf de plumas se esparció por el aire.


La visión te haría preguntarte si los ángeles han bajado del cielo, por lo que pensé que podría
haber muerto, pero las 32 notas que podía sentir que mi corazón hacia al trinar desde el interior
de mi pecho insinuaban que todavía estaba entre los vivos.

Miré alrededor.

Allí, con la expresión furiosa de un dios-demonio, vestida con una yukata, estaba Araragi
Tsukihi, mi hermana pequeña en su segundo año de escuela media, mientras luchaba por quitar
la palanca que había penetrado no solo en mi almohada sino en la cama debajo de ella.

El objeto parecido a una palanca.

No, era una palanca vieja y simple.

La palanca más parecida a una palanca del mundo.

“¡¿Tsu-Tsukihi?! ¿Qué estás haciendo? ¡¿Estás tratando de matarme o algo así?!”

“Te volviste a dormir, ¿por qué te querría vivo? ¿Por qué dormirías después de que Karen-
chan y yo nos tomáramos la molestia de despertarte? No tiene sentido. Puedes morir, puedes
morir, puedes morir.”

“¿Te das cuenta de que solo estamos en la escena de apertura y ya estás actuando como un
personaje completamente diferente?”

¡Piense en la coherencia con la entrega anterior!

“Simplemente no me destacaba en comparación con todos los demás personajes, así que pensé
en tratar de actuar como una acosadora.” Explicó.

“¡Estás actuando como un psicópata, no como un acosador!”

“Pero si pudiste esquivar eso, supongo que eso significa que solo fingiste estar durmiendo.”

“No, estaba profundamente dormido…”

Parece que las personas son sorprendentemente capaces de responder al peligro incluso cuando
están dormidas.

Podrían decir que los humanos han llegado a un callejón sin salida evolutivo, pero no, todavía
hay mucho más por hacer.
“¿Estabas preocupada por no destacar como personaje? Dios, suenas como una estudiante de
escuela media.” La regañé.

“Eso es porque soy un estudiante de escuela media.”

“Cierto.”

No es como si mi tiempo en la escuela media me calificara para burlarme de los demás, por
supuesto. Bueno, tal vez mi experiencia signifique que tengo el deber de advertir a los demás.

“De todos modos, no te excedas.” Le dije. “Eres la hermanita que viene a despertarme por la
mañana. Eso es suficiente.”

“Es como la definición de un personaje de fondo.”

No gracias, dijo ella.

Es justo. Nadie querría ser un personaje definido por su hermano mayor.

“Quiero ser un personaje llamativo como Karen-chan. Mírala, es la evolución final de una
hermana pequeña.”

“No la llamaría una evolución final. Es más el tipo de personaje en el que tu vida se acaba si
terminas como ella. Escucha, todavía hay esperanza para ti. Tienes que trabajar duro para
convertirte en un personaje adecuado y respetable.”

“Un verdadero personaje de hermana pequeña.”

“Sip.”

Ninguno de los presentes se dio cuenta de que esforzarse por convertirse en un “personaje de
hermana pequeña” no era apropiado.

“Específicamente.” Dije. “Deberías intentar convertirte en como Marilla de Anne of Green


Gables.”

“¡¿Marilla?!”

“Sí, tal cual.” Respondí en mi mejor impresión de Matthew.

Me acababa de despertar, ¿de acuerdo?


“Vaya, Marilla realmente es la hermana pequeña ideal.” Opiné. “Ojalá pudiera haber tenido
una como ella porque es una tsundere entre tsunderes. ‘¡Quería un niño! ¡Una niña no nos
sirve!’ y al final adula a Anne.”

“Oh, entonces ella es una tsundere en el sentido clásico.”

“Ella también es una según las definiciones actuales. Sus comentarios sarcásticos a Anne
después de que ella terminó de adular también son súper adorables.”

“¿Es así como mi hermano mayor lee Anne of Green Gables?”

“Sí. Mientras lo leo, mi actriz de voz mental para Marilla de principio a fin es Kugimiya Rie.”

“Sin nombres reales.”

¿Y, de todos modos, cuántos años tiene Marilla?, preguntó Tsukihi.

Qué idiota. Ella no entendió nada.

La verdadera diversión con las hermanitas empieza cuando cumplen cincuenta años.

“Cuando lo piensas, Matthew consiguió un buen trato.” Dije. “Vivir todo ese tiempo junto a
su hermanita, además de poder criar a una niña no relacionada a él por sangre con trenzas. Su
persona lo que todo chico encerrado y sombrío desearía ser, incluso más que Shinji.”

“Por favor, no llames a Matthew de Anne of Green Gables un lúgubre encerrado…”

“La escena en la que va a comprarle un regalo de Navidad a Anne es tan emocionante.


Realmente toca una fibra sensible. Sí… terminas comprando cosas que no son esenciales.”
Recordé profundamente esa obra maestra. “Y así es como debes ser, Tsukihi. Porque entonces,
un día, tú y yo podremos vivir juntos en nuestra vejez en Green Gables.”

“Sabes que casi me estás proponiendo matrimonio, ¿no?”

“Hah, no es una mera propuesta. Es una polonesa.”

“¿Un baile de cortejo?”

¿Y cómo se supone que ahora lea Anne of Green Gables? Gimió Tsukihi, agarrándose la
cabeza.

¿Qué voy a hacer contigo? Murmuré, encogiéndome de hombros y levantándome de la cama


para empezar a quitarme la ropa.
Esto, por supuesto, no sugiere que estuviera a punto de cometer algún tipo de acto indecente
contra mi hermana pequeña, solo me estaba cambiando de pijama a mi ropa de casa.

“Umm, ¿qué pasa con Karen?” Pregunté.

“¿Disculpa?”

Para cuando hablé, Tsukihi, su misión de evitar que me volviera a dormir, aparentemente
cumplida a su satisfacción, ya estaba tendida y holgazaneando en mi cama.

No estaba muy lejos de Marilla, incluso había renunciado a sacar la palanca de mi cama.

¿Qué se suponía que tenía que hacer esa noche?

¿Quizás dejar mi habitación y volver la arreglaría, como un videojuego?

De cualquier manera, Tsukihi se veía como una oruga por la forma en que rodaba de un lado
a otro sin preocuparse por que se abriera su yukata.

Así es como la llamaría. Hermaruga.

“No deberías darle apodos perversos a tu hermana pequeña, Onii-chan.”

“Deja de leer la narración. Y de todos modos, responde mi pregunta. Te pregunté qué pasó
con esa joven llamativa, más alta que yo, vestida con un chándal, a cuya cadera siempre
pareces estar unida. ¿Por qué no estás con esa cola de caballo con piernas?”

“Ahora mismo Karen-chan está trotando.”

“¿Trotando? ¿Trotar como correr pero no del todo? Eso es raro, normalmente no hace eso.”

“Hoy es especial. Dijo que es su forma de celebrar el comienzo de la Semana Dorada.”

“¿Cómo es eso una celebración?”

“Ella debe estar pensando en los corredores de la antorcha olímpica.”

“Oh. Así que hoy es tan estúpida como cualquier otro día.”

“Creo que ha mezclado la Semana Dorada y los Juegos Olímpicos.”

“Vaya. ¿Por las medallas de oro que dan durante los Juegos Olímpicos? Es tan increíblemente
estúpida como siempre.”

Qué reconfortante.
Entonces es por eso que Tsukihi había venido sola la segunda vez que vino a despertarme.

Se habían reunido a primera hora de la mañana (bueno, hacía una hora) para despertarme de
mi ocioso sueño, pero tras darse cuenta de que había intentado engañarlas y volver a dormir,
Tsukihi había vuelto sin compañía para despertarme como lo hizo (sea lo que sea que eso
significase).

De ahí la palanca.

Realmente no podías dejarla actuar sola.

Entre Karen y Tsukihi, la primera, con la vocación de su vida a las artes marciales, es la más
brutal de las dos, pero la última parece ser la más peligrosa. Ella no conoce el significado de
la palabra “moderación”.

“Ugh.” Gruñí. “¿Y supongo que la Semana Dorada comienza hoy? Nada más que malas
noticias.”

“Veo que estás siendo pesimista desde el principio, Onii-chan.”

Veintinueve de abril, sábado.

Día del Verdor.

“No han pasado ni nueve horas desde que comenzó la Semana Dorada, ya sabes.” Recordó
Tsukihi.

“Nueve horas son suficientes para resolver la mayoría de los detalles una vez que llegas a ser
un maestro como yo.”

“Sí, odias las vacaciones, los eventos especiales, los domingos y todo eso. Eres un amante de
los días laborables, una persona de los días laborables.”

“¿Una persona de lunes a viernes?”

Ese es un tipo de persona que suena bastante triste.

Completamente sin encanto.

Por otra parte, soy una persona arrepentida.

“No es como si los odiara.” Respondí. “Simplemente no me gusta tratar con ellos.”

“Eso es lo mismo.”
“¿Lo es?”

El odio y la aversión me parecen dos cosas distintas.

Pero si quieres argumentar que son iguales, bueno, lo son.

Casi sentí como si hubiera dicho, tengo remordimientos, pero no me arrepiento, solo para que
me digan que remordimiento y arrepentimiento son sinónimos, pero no pude averiguar cómo
hacer para refutarla.

“Sin embargo, no hay nada particularmente mejor en que sea la Semana Dorada.” Dije. “La
mañana todavía va a llegar, mis hermanitas todavía me van a despertar, mis uñas todavía
crecerán y mi estatura seguirá siendo la misma.”

“Sí, supongo que sí. No tenemos escuela, eso es todo.”

“El hombre nunca dejará de luchar contra el hombre, la traición y las mentiras continuarán sin
fin.”

“¿Qué? ¿Por qué de repente estás hablando de cosas a una escala tan grande?”

“Todavía no hay duda de que alguien en este mundo va a morir hoy. ¿Cómo ignorar eso y
llamar a este día uno de celebración? ¡Deberíamos estar de luto!”

“Onii-chan, ¿por qué estás enojado y con quién estás enojado?”

Mi hermana pequeña parecía realmente asustada de que su hermano mayor, sin saber cómo
lidiar con todo el tiempo que tenía en los días libres (sin nada que hacer), estuviera enojado
por eso.

Podía entender cómo se sentía ella.

Pero me estaba entusiasmando, así que continué. No soy el tipo de hermano que tiene en cuenta
los sentimientos de su hermana pequeña.

“Estoy de luto cada hora de cada día. Ni una sola vez le envié tarjetas navideñas a nadie.”

“¿No es porque no tienes amigos a quienes enviarlas?”

“¡No actúes como si supieras todo sobre mí! ¡No sabes nada!”

“Al menos sé cuántas tarjetas navideñas recibes.”

“Tienes razón.”
“Más precisamente, sé cuántas tarjetas navideñas no recibes.”

“Tienes razón.”

Mi cantidad de tarjetas navideñas finalmente se redujo a cero después de que comencé la


escuela secundaria. Ni siquiera recibí tarjetas de aquellos que enviaban una a cada compañero
de clase. En otras palabras, no me sentía como si estuviera de luto todo el año, simplemente
estaba triste.

“Ya veo, no me gustan las vacaciones porque no tengo amigos con quienes jugar.” Admití.
“Qué nuevo descubrimiento.”

“Parece que aprendiste algo que sería mejor que no supieras.”

Tsukihi me miró, su honesto hermano, con un profundo sentido de lástima en sus ojos tristes.
Como nota al margen, ella (y Karen) tiene una red de amigos tan grande que les obliga a enviar
una cantidad tarjetas de Navidad que llega a los tres dígitos, ejerciendo presión tanto en el
presupuesto familiar y el buzón de la familia Araragi.

Al menos todos éramos hermanos extremos.

Solo podía imaginar lo difícil que sería encontrar el promedio entre los tres.

“Pero eso no cambia el hecho de que no hay nada diferente o mejor en las vacaciones.”
Argumenté. “Sueña todo lo que quieras, eso no va a cambiar la realidad. Podrías dejar de lado
mis circunstancias personales, y seguiría sin haber nada mejor en ellas. ¿Semana Dorada?
Dame un respiro, son días como cualquier otro. ¿Qué tienen de dorado? ¿Me tendré que vestir
de uva o berenjena? Er… supongo que eso sería la Semana Morada. La mañana va a seguir
llegando, mis hermanitas van a seguir despertándome, mis uñas van a seguir creciendo, mi
altura va a seguir siendo exactamente la misma, el hombre nunca dejará de guerrear con el
hombre, la traición y las mentiras seguirán sin fin, y tus bragas van a seguir siendo blancas.”

“No metas mis bragas en esto.”

Tomada al pie de la letra, la respuesta de Tsukihi sonó como la tímida súplica de una jovencita
justa, pero quiero que sepas que era una estudiante de segundo año de escuela media en plena
adolescencia a la que no podía importarle menos que el dobladillo de su yukata estuviera
exponiendo todo a la vista del mundo.
No fue solo un vistazo debajo del kimono, con ambos hombros expuestos casi podías decir
que no lleva nada encima.

Mis hermanas, por supuesto Karen incluida, hicieron todo lo que pudieron para acabar con las
ilusiones que tenía sobre las mujeres.

“Apuesto a que Gregor Samsa se lo pasó genial. Quiero decir, ¡se despertó y estaba loco! Eso
es lo que yo llamo una metamorfosis. Teniendo una hermana menor como él, no puedo
envidiarle más. ¿No estás de acuerdo, Hermaruga?”

“No intentes hacer que ese apodo perverso se le pegue a tu hermana pequeña.”

“Hmm.”

Bien.

Dicho esto, tal vez la envidia por el Sr. Samsa estaba fuera de lugar dada mi propia
metamorfosis en vampiro, y no digamos en bicho.

Sip.

Ya había pasado un mes desde las vacaciones de primavera.

Seguro que sucedieron muchas cosas en ese tiempo… sería el tipo de cosas que diría si fuera
el final de una serie, pero realmente me sorprendió de alguna manera cuando miré hacia atrás.

Mi experiencia durante las vacaciones de primavera me había dejado una impresión indeleble.
Fue tan increíblemente intenso, en otras palabras, que me dejó sintiendo que esas dos semanas
fueron el clímax de mi vida.

Si crees que cada vida tiene su apogeo, esas vacaciones de primavera fue el mío.

Y por eso fue sorprendente.

La vida continuaba incluso después de las vacaciones de primavera.

Una y otra vez, eternamente.

Una cosa tras otra, continuó.

La gente dice que la vida no es un juego, y creo que lo dicen porque no tiene botón de reinicio.
Sin embargo, tal como yo lo veo, ¿no es la verdadera razón por la que no tiene final?
Supongo que los juegos que no tienen finales existen en estos días, ya sean juegos en línea o
StreetPass o lo que sea, pero es casi como si fuera un caso de juegos que se parecen a la vida,
no al revés.

Cualquiera que sea el caso, la vida humana no termina mientras no mueras… la vida continúa.

No hay tema final ni créditos finales.

Puedes convertirte en un estudiante de secundaria.

Puedes bañarte.

Puedes no tener amigos.

Puedes convertirte en vampiro.

Puedes volver a convertirte en humano.

La vida continua.

Lento y constante se gana la carrera.

O, lento y constante es el ritmo de la vida.

“Dicen que la Semana Dorada esto, la Semana Dorada lo otro, pero ¿sabes lo que realmente
pienso?” Le pregunté a mi hermana. “¿No deberías avergonzarte por haber caído en el anzuelo,
la línea y la plomada de una táctica de venta de la industria del cine? Ese es mi llamamiento.”

“Una apelación.”

“¡Una derogación!”

“¿Quieres cancelar una serie de vacaciones?”

“Hay que ponerle fin. No hay nada bueno en ello. Y hablando de cosas que se detienen,
también hay que hacer que las imprentas y los distribuidores se detengan, ¡así la fecha de
entrega se pospondrá!”

“¿Por qué estás hablando como si estuvieras en la industria editorial?”

“¡Un libro que debería haber salido en abril termina saliendo en julio gracias a la Semana
Dorada!”

“Qué ejemplo tan específico.”


Y no es solo la industria editorial. Hay algunas personas con trabajos que no les permiten
tomarse un solo día libre de la Semana Dorada, que aparentemente es la razón por la que cierta
locutora pública japonesa no usa la triunfante y deslumbrante “Semana Dorada”, optando por
la más simple “vacaciones largas”.

Retomando la conversación.

Eso no cambia el hecho de que esas personas todavía tienen que trabajar.

“Y hablando de tácticas de venta, pasa lo mismo con la Navidad y el Día de San Valentín.”
Continué. “¡Y luego tienes el Día Blanco, que ni siquiera tiene sentido! ¿Siquiera tiene un
origen definido como Jesucristo o el Día de San Valentín?”

“No lo parece.”

“¡Entonces no es el Día Blanco, es una mentira piadosa!”

Tsukihi inclinó la cabeza confundida. “¿Eh?”

Pensé que sería capaz de entenderlo a través del impulso, pero no pareció funcionar. “De
cualquier manera, y sé que me estoy repitiendo, es una exageración usar la palabra ‘dorado’.
¿Una cadena dorada de vacaciones? Su longitud cambia según el horario de los fines de
semana a su alrededor, entonces, ¿por qué compararla con uno de los materiales más estables
del mundo?”

“Hmm. No sé si ser tan específica con tu crítica, pero supongo que llamarlo ‘dorado’ podría
ser exagerar.”

“Me pregunto qué tienes en mente ahora mismo…”

“¿Por qué de repente estás hablando como el rey de la distorsión de Boogiepop?”

No digas algo solo porque crees que puede sonar genial, me reprendió mi hermana.

Estaba profundamente arrepentido.

“¿Dorado?” Repetí. “¿Son tan buenas unas vacaciones largas? Claro, los fines de semana de
tres días solían ser raros en el pasado, pero ahora comenzamos a observar los días festivos los
lunes.” Por cierto, la gente de la industria editorial también los ve como cualquier cosa menos
santos. Es un negocio que incluso desearía que desaparecieran los sábados y domingos.
“Incluso si ignora mi disgusto por las vacaciones, todavía no parece que estén a la altura de su
nombre.”

“Hmm. No sé si se trata tanto de estar a la altura del nombre como de una estrategia de
marketing. Como algo que usan para hacerlo sentir más divertido. Hablan de un efecto de
etiquetado y la gente busca buenos nombres. ¿Sabías por qué Groenlandia se llama
Groenlandia? Es una tundra ártica, pero querían que sonara como si todo estuviera verde para
que mucha gente pudiera ir allí.”

“¿Quién crees que es tu hermano? Por supuesto que lo sé. Y eso no es todo, su capital se
llamaba Godthåb, la esperanza de Dios.”

“Sí, lo sé. Pero ahora se llama Nuuk.”

Hermano y hermana sonrieron mientras se desarrollaba este tenso enfrentamiento de trivia


disfrazado de bromas amistosas. Pero luego la batalla llegó a su fin con una sola línea de
Tsukihi.

“Por cierto, Groenlandia es un territorio danés.”

Eso me dejó en el polvo.

¿En serio?

¿Territorio danés?

Tuve que admitir que, al final del día, era una chica inteligente.

Si me enfrentaba no con trivialidades sino con conocimientos generales tampoco tendría


ninguna posibilidad.

“Hmm, y parece que terminamos hablando de Groenlandia en el Día del Verdor.” Traté de
concluir.

“Onii-chan. No sé de dónde sacaste esa idea, pero hoy veintinueve de abril, es el Día de Showa.
El Día del Verdor es el 4 de mayo.”

“¿Eh? ¿El 4 de mayo no es un feriado genérico?”

“Nop.”

“Seguro que los tiempos están cambiando. Ya no tengo la menor idea de qué año está en el
calendario gregoriano. ¿Siguen haciendo retransmisiones de televisión analógica estos días?
Pero puede que tengas razón. La Semana Dorada no deja de estar a la altura de su nombre,
tiene éxito gracias a ello. Es como Japón en cuanto a nombres de países. Nos llamamos ‘la
tierra del sol naciente’ cuando no somos más que una nación insular en el lejano oriente.
¿Quién no está ocupado construyendo su marca? Pero independientemente de si el nombre de
Semana Dorada lo convierte en un éxito o un fracaso, todavía le estamos poniendo lápiz labial
a un cerdo. Creo que deberíamos ser como ese locutor público sin nombre y simplemente
llamarlo unas largas vacaciones. Por supuesto, cambiaría mi tono si decidieras usar bragas
doradas deslumbrante durante estos nueve días.”

“Nunca usaría bragas tan insípidas.”

“Pero, ¿si blancas?”

“Blancas.” Declaró Tsukihi, abriendo el dobladillo de su yukata para hacer que lo que ya se
mostraba aún más descaradamente visible.

Fue el acto de un desviado.

Por supuesto, aunque yo era la audiencia prevista, verlo no me ayudó. No cuando ya caminaba
por la casa en ropa interior después de salir del baño.

Para mí no era diferente a si estuviera hojeando un libro de muestras de colores.

Pero se sentía mal ser tan desinteresado como un hermano mayor en esta época, así que decidí
aplaudir lo más fuerte que pude antes de alabarla en demasía.

“¡Woo-hoo! ¡¡Nada mejor que las bragas de tu hermana pequeña!!”

“¡Aww, gracias!”

Ella también siguió el juego.

¿Qué tipo de hermanos éramos?

La duda había comenzado a pesar sobre mí en este punto, pero Tsukihi se adelantó.

“Las bragas blancas son realmente el único camino a seguir. De hecho, incluso diría que si no
son blancas, no son bragas en absoluto.”

“Oh vaya, puedo escuchar la emoción en tu voz. ¡Muy bien, aquí vamos! Puedo sentir una
extensión completa de dos páginas de ti hablando acerca de bragas.”
“Así es. Si no te gusta leer sobre ese tipo de cosas, deberías pasar de largo.” Apuntó Tsukihi,
aunque me pareció terriblemente tarde para decir eso dado lo poco meritoria que había sido
nuestra conversación hasta ese momento. “Y no se trata sólo de bragas, Onii-chan. Creo que
toda la ropa interior, desde los sujetadores hasta cualquier otra cosa, debería ser generalmente
blanca.”

“Woah. ¿Así que realmente hablaremos de esto durante dos páginas?”

Solo tendría que seguirle el juego.

Estaba listo para que ella hiciera lo peor.

Estábamos tan ocupados hablando que no me concentré en cambiarme de ropa. Ahora estaba
a medio vestir, pero mi torso todavía estaba desnudo, y aun así junté mis manos y comencé a
estirarme, moviendo mis brazos hacia arriba y hacia abajo y balanceando mis hombros de lado
a lado. Luego me dejé caer con las piernas cruzadas.

Bueno. Era hora de ser realistas con ella.

“Sabes, sin embargo, Tsukihi. Siento criticarte justo cuando te estás enfadando, pero no puedo
estar de acuerdo contigo en eso.”

“¿Hrm? Oh, ¿entonces estamos en lados opuestos?”

“Si quieres decirlo de esa manera, entonces sí. ¡Los lados opuestos de una moneda brillante!”

Ya que estaba hablando con mi hermana pequeña, no tenía ninguna reserva acerca de usar
líneas que no fueran particularmente geniales o divertidas en absoluto. Espero que tome en
consideración el hecho de que me acaban de despertar y pasase por alto este último
intercambio.

“¿Vas a tener dos caras?” Mi hermana sondeó.

“No me malinterpretes, no estoy tratando de decir que estoy en contra de las bragas blancas.
De hecho, las acepto con los brazos abiertos. Nadie es tan tolerante como Araragi Koyomi
cuando se trata de bragas. Pero ¿no crees que donde hay color, debería haber variación? ¿Por
qué tener colores si no vas a hacer uso de ellos? Blanco o no, ¿qué tan espartano sería nuestro
mundo si todos en el mundo usaran el mismo color de ropa interior?”

“No estoy segura de cómo se supone que deba responder a eso.”


“Los colores pueden ser lo que salve este mundo, quién sabe… bueno, ¡yo lo sé!”

“Tampoco estoy segura de cómo se supone que debo responder a eso.”

No es como si estuviera tratando de rechazar todos los demás colores, dijo Tsukihi.

Parecía que tenía una posición bien considerada. Por otra parte, tenía sentido para ella ser
exigente con su ropa interior. Puede que sus gustos se inclinen hacia la ropa japonesa, pero en
general era una chica bien vestida, una líder de la moda entre sus compañeras de escuela media.

“Creo que entre la gran miríada de colores, el blanco se encuentra en la parte superior.”
Comenzó. “Si dijeras que hay una jerarquía de colores, el blanco dominaría totalmente al resto.
Es hasta el punto en que tengo ganas de reemplazar la palabra ‘clasificación’ por
‘blanqueamiento’. ¿No te lo imaginas ya? ¡Los diez mejores blanqueamientos de esta
semana!”

“Hmm… Bueno, sí, sólo el negro es tan pleno y completo, pero entiendo que no quieras dar
prioridad a un color que también equivale a una oscuridad que anula todas las demás.”

Me imagino a alguien pensando que éramos dos estudiantes de la escuela de arte enzarzados
en una discusión seria, pero estábamos hablando de ropa interior.

¿Sobre cuáles? Bragas.

“En cualquier caso, Tsukihi. Ya es hora de que la gente confíe en lo que realmente siente
acerca de una visión común que existe.”

“¿Qué podría ser eso?”

“No hay nada particularmente sexy en la ropa interior negra.”

“¡Tú lo dijiste!”

Chocamos los cinco.

Mi hermana pequeña y yo llegamos a un entendimiento a través de nuestro gusto por la ropa


interior.

“¡Sí!”

“¡Whooo!”

Esta fue una conversación culturalmente refinada en la que estábamos inmersos.


Pude ver a alguien registrándola como parte de nuestra herencia cultural.

“Estábamos hablando de si las cosas están a la altura de su nombre, y en ese sentido.” Comenté.
“Hay todo un espectro de sentimientos que la gente tiene sobre diferentes colores.”

“Espectro. Colores. Lo entiendo.”

“Vaya, eso no fue intencional.” Me di cuenta de que antes Tsukihi había dicho ‘gran miríada
de colores’ para caminar de puntillas alrededor de esa trampa. Qué chica tan astuta. “Me
refiero a colores fríos y colores cálidos. O cómo pintar mancuernas de blanco las hace lucir
más claras.”

“No, lo entendiste todo mal. El blanco se ve serio, puro y casto.” Tsukihi volvió a encaminar
nuestra conversación. Fue bastante agudo por su parte, pero al mismo tiempo también sentí
que tal vez no valía la pena volver a nuestro tema original. “Solo mira, Onii-chan.” Dijo,
desabrochando su obi y quitándose su yukata, exponiendo no solo sus pantalones sino incluso
su sostén. Dobló su yukata a su lado y se volvió hacia mí, mostrándome que no solo sus bragas
y sujetador, sino también sus calcetines altos eran blancos. ¿Era lo que llamarías un atuendo
completamente coordinado?

Luego Araragi Tsukihi comenzó a arrodillarse y posar.

“¿Entonces? Parezco seria, pura y casta, ¿no?”

“No, yo diría ridícula, sucia y corrompida…”

Si no tuviera cuidado al asumir esas poses, podría terminar como una estatuilla con ese
aspecto.

Podrían hacer un Petit Nendo del momento.

La almohada detrás de ella con una palanca que sobresalía de ella era una buena adición,
haciendo que la escena pareciera una página central picante.

“¿Onii-chan, no es eso solo debido a tus ideas preconcebidas y prejuicios sobre mí? Oye, ¿qué
tal si me escondiera la cara con la mano y me volviera anónima?”

Tsukihi juntó los dedos de su mano derecha para ocultar la mitad superior de su rostro.

Ahora había una barra de censura sobre sus ojos.

Continuó posando de esa manera.


“……”

Le dije que solo aumentaba la gravedad del asunto.

Después de todo, tal vez simplemente ella era estúpida.

Qué extraño, cuando supuestamente tenía excelentes calificaciones, cerca del tope de la
clasificación.

Quizás tenían razón, y lo bien que te fue en clase es solo un aspecto de la inteligencia. Pero si
esta idiota realmente lo logró, apuesto a que eso minó la voluntad de sus compañeros de
molestarse en estudiar…

“Bueno, ¿qué hay de esos calzoncillos a rayas que estás usando, Onii-chan? Por la forma en
que me los muestras, esas rayas horizontales me hacen pensar que debes estar tras las rejas.”

“¿Por qué?”

Entonces me di cuenta, a pesar de toda mi preocupación por la condición mental de mi


hermana pequeña, que yo también estaba en ropa interior.

Sé que dije que estaba a medio vestir, ¡pero no dije que me había puesto los pantalones!

Y ahí lo tienes, un ejemplo perfecto de truco de narración.

Un espécimen vivo del género de misterio: Araragi Koyomi.

“Onii-chan, la gente se va a hacer una idea equivocada si también les vas a mostrar tu ropa
interior y no es blanca.”

“Se están haciendo una idea equivocada desde el momento en que les muestro mi ropa interior,
blanca, a rayas o cualquier otra cosa.”

Un triste malentendido, o tal vez una comprensión correcta.

“De todos modos, ¿con qué frecuencia puedo mostrar mi ropa interior?” Pregunté.

“¿Eh? Te equivocas. De hecho, tengo muchas oportunidades de ver la ropa interior de los
chicos.”

“¡¿Qué?!”

Instantáneamente mi corazón se llenó de intensiones asesinas.


Si mi hermana pequeña, una estudiante de segundo año de escuela media, tuvo tantas
oportunidades, su hermano mayor de secundaria no tenía más remedio que actuar.

“No, no, no lo digo de ninguna manera obscena. ¿Qué te estás imaginando?” Susurró Tsukihi,
acariciando mi cara como un jinete calmando a su caballo. “Supongo que no es lo mismo que
los pantalones de talle bajo, pero ¿sabes cómo a los chicos les gusta usarlos holgados? Cuando
se agachan y esas cosas, se les suben las camisas y se les ve la ropa interior.”

“Ohh.”

“O durante la clase de educación física cuando su ropa interior cuelga de sus pantalones cortos
de gimnasia.”

“Así que eso es todo lo que quisiste decir.” Dije, aliviado.

Gracias a Dios, no iba a tener que matar a nadie.

Estaba a punto de masacrar a todos los amigos varones de Tsukihi.

Ella comentó: “Mucha gente siempre se ha quejado de que las faldas de las chicas son
demasiado cortas, pero como chica, me gustaría que la gente prestara más atención a lo flojas
que son las reglas para la vestimenta adecuada de los chicos. Quiero decir, creo que los
pantalones cortos de gimnasia para chicos son mucho más sexys que los pantalones cortos de
voleibol para chicas. ¿Todo ese vello en las piernas, al aire libre? Ni siquiera puedo mirarlos
directamente.”

“Mira, el problema parece ser lo que esté pasando por la cabeza de quien esté viendo.”

Por otra parte, los chicos y las chicas se sienten avergonzados y excitados por diferentes partes
del cuerpo.

En ese sentido, y no hay muchos lugares donde puedas tener una conversación seria sobre
esto, los chicos pueden tener más oportunidades en sus defensas que las chicas. Si me
preguntaras si puedo o no dar una vuelta por la ciudad con nada más que mis calzoncillos a
rayas, no podría darte un no rotundo.

“Y si vamos a ser serios con esto.” Continué. “No importa lo excitada que se ponga una chica,
es difícil para mí imaginarlas obligando a un chico a hacer esto o aquello con ellas. Tal vez las
chicas se vuelven tímidas como una especie de instinto de supervivencia necesario para
protegerse.”
“No necesitamos tomarnos esto en serio. Sigamos hablando de ropa interior.”

“……”

Tuve la vaga sensación de que llegaría a conocer a alguien como Tsukihi en un futuro cercano.
Una fujoshi cuyo punto fuerte era el baloncesto. Sentí como si estuviéramos haciendo un
ensayo de eso ahora… ¿era solo mi imaginación?

Esperaba que fuera solo mi imaginación.

“Instinto de supervivencia, ¿eh? En ese sentido, las chicas como Karen-chan, que son mucho
más fuertes que el chico promedio, parecen bajar la guardia sobre estas cosas.”

“Ah, cierto.”

“Incluso se pondrá su ropa de gimnasia delante de los chicos.”

“Dime en qué clase está, ahora mismo. Me acercaré y masacraré a todos los chicos que hay en
ella.”

“Vamos, está bien. Cuando ella se comienza a cambiar, son los chicos los que se dan la vuelta
y salen corriendo.” Una vez más Tsukihi me tranquilizó.

Pat. Pat.

¿Eso que vi en ella fue sudor frío?

“¿De verdad? ¿Entonces no tengo que masacrarlos?”

“Solo causarías más problemas si lo hicieras… Sé que esto no es algo que deba decir sobre mi
propia hermana, pero Karen no es muy femenina.”

“Supongo que tienes razón en eso.”

Después de todo, ella era una artista marcial.

Incluso quitando el hecho de que ella era mi hermana pequeña, no se sentía muy femenina
para mí y, por su parte, apenas parecía atada por las nociones tradicionales de comportamiento
femenino. De hecho, por lo que había visto de sus hazañas como una de las Fire Sisters, me
preocupaba que estuviera tratando de convertirse en un hombre entre los hombres.
“En ese sentido, creo que es inevitable que ella pueda relajarse.” Señalé. “Que esa chica que
solo viste ropa deportiva que está tratando de convertirse en un hombre entre los hombres use
una falda corta o pantalones de tiro bajo es simplemente inimaginable.”

“Ah, pero incluso Karen-chan tiene un lado bonito. Dice que cuando está delante de su novio
teme que se vea el contorno de su ropa interior, por eso no lleva bragas bajo el chándal.”

“¡¿Qué es ella, una ninfómana?!”

¡Todas las chicas de mi familia eran pervertidas!

Qué maraña de ninfómanas más loca.

“No importa cuánto me gusten los kimonos, ni siquiera yo estaría sin ropa interior todos los
días. Todo lo que puedo hacer es quitarme el sombrero ante ella.”

“Aquí ya se la pasa quitándose la ropa interior, no hace falta que se quite más ropa. Pero
dejando de lado el hecho de que sus bragas para las citas son literalmente escasas, normalmente
es bastante colorida con sus elecciones. Una chica realmente colorida, ¿verdad? ¿Así que
ustedes dos chocan cuando se trata de eso?”

“Chocamos. De hecho, Karen-chan casi odia el blanco. Pero el pensamiento subyacente es el


mismo. Dice que no le gusta el blanco porque es demasiado serio.”

“Ahh.”

Así que no le gustaba ser seria.

Bueno, ella estaba en la edad en la que tienes ganas de rebelarte.

Podría fingir ser una defensora de la justicia, pero actuaba como una estudiante de escuela
media normal.

Aun así.

“Maldición, ustedes dos prácticamente siguen siendo unas niñas. Mira cómo te dejas llevar
por valores trillados. Qué manera más empobrecida de ver el mundo. No sería una exageración
para mí decir aquí que ‘blanco es igual a serio’ es tan prejuicioso y de mente estrecha como
‘negro es igual a sexy’.”

“¿Disculpa? ¿Estás tratando de decir que el blanco no es igual a serio? Te mataré.”


“¿Por qué estás siendo tan irascible con tu hermano mayor? No, lo que intento decir es que si
es serio o no tiene menos que ver con el color de la ropa interior que con tu persona…”

Me detuve antes de que pudiera terminar mi pensamiento.

Se me ocurrió una idea.

No… tal vez debería decir que tuve una realización.

Acerca de una pregunta que me había dejado perplejo incesantemente durante el último mes…
algo por lo que había agonizado pero en lo que no había progresado.

Estábamos en un tema tan relacionado que parecía que sería un desperdicio no preguntarle a
Tsukihi… de eso es lo que me di cuenta.

“Um, ¿qué más ibas a decir? ¿Tu persona…?”

“Oh, solo que si tu ropa interior se ve seria o no es una manifestación de tu personalidad. En


otras palabras, si eres serio, puro y casto, no importa si vistes de blanco o negro, tu ropa interior
se verá seria, pura y casta.”

“Hm. ¡Como yo ahora mismo!”

“Nop.”

Estaba bastante seguro de haber afirmado lo contrario.

Totalmente fuera del blanco… mi hermana pequeña era una persona maravillosa que no se
molestó en escuchar una palabra de lo que tenía que decir.

Pero esa era precisamente la razón por la que era la persona perfecta a la que pedirle consejo…
no importaba lo que discutiéramos, probablemente lo olvidaría al día siguiente.

“Está bien, Tsukihi. Ya es suficiente hablar de bragas.”

“¿Qué? ¿Ya hemos terminado?”

“Hemos superado hace mucho esa extensión de dos páginas.”

En todo caso, habíamos dedicado demasiado tiempo al tema. Estoy seguro de que más de unas
pocas personas adelantaron un par de páginas confiando en el comentario de Tsukihi solo para
quedarse estupefactos de que todavía estábamos hablando de bragas.

Pero, ¿cuál es el problema, verdad?


A todo el mundo le gusta hablar de bragas.

“De todos modos.” Dije. “Una mujer joven no debería estar repitiendo la palabra ‘bragas’
como tú.”

“¿Eh? ¿De verdad estás tratando de actuar como si no hubiéramos estado juntos en esto?”

Tsukihi frunció el ceño como si la hubieran traicionado.

Por otra parte, fue una traición trascendental… un ejemplo de libro de texto de sacar la
alfombra de debajo de los pies de alguien. Sin embargo, mi traición no fue más que una
transición y esperaba que ella lo pasara por alto.

“En lugar de hablar de bragas.” Dije. “Hablemos de amor.”

“¿Amor?” Tsukihi frunció el ceño. Claramente ella no quería. “¡Nooo! Quiero seguir hablando
de bragas.”

Se cayó de espaldas sobre mi cama y agitó sus extremidades con tanta furia que no pude saber
si estaba haciendo una rabieta o tratando de nadar. En su lugar, necesitaba llevar su rutina de
práctica a algún gimnasio.

… Me sentiría mal si la gente malentendiera mi hermana doncella, así que permítanme agregar
una nota al pie de página: Tsukihi vio toda esta charla sobre las bragas como una discusión
sobre la ropa interior como moda, nada más. Solo pensé que debería enfatizar eso aquí como
conclusión.

“Cállate. Vamos a hablar de amor, ¿de acuerdo? Ahora deja de actuar así y ponte algo de
ropa.”

“Lo mismo te digo, Onii-chan.”

“Tienes razón.”

No hace falta decirlo.

Si bien todo estaba en total conformidad con las reglas de nuestra casa, este cuadro de un
hermano semidesnudo en una habitación estrecha junto con su hermana que hacía alarde de
ropa interior no era algo que la sociedad mirara con amabilidad.

Las cortinas también estaban abiertas de par en par.


Tsukihi y yo nos pusimos de pie para ocuparnos de nuestros atuendos… se puso su yukata de
nuevo, mientras yo volvía a ponerme la ropa de casa. Aunque ya no podríamos decirnos las
verdades al desnudo, aquí es donde realmente tuve que derramar mis entrañas.

Era el momento del seppuku verbal.

Me volví a sentar en la misma posición.

Tsukihi se levantó de la cama y se sentó frente a mí con las piernas cruzadas, posiblemente
notando el cambio de humor.

… Esta es una digresión completa, pero me parece que no hay muchas chicas que se sienten
con las piernas completamente cruzadas. ¿Quizás tenga que ver con su estructura ósea?

Tsukihi estaba haciendo un gran trabajo en ese sentido, pero podría haber sido porque era
flexible. Nunca se ejercita como lo hace Karen, se ve tan blanda que quizás te preguntes si la
mitad de su carne se está derritiendo.

“Eres tan suave como un basilisco, ¿lo sabías?”

“¿Querías decir malvavisco?”

¿Cómo te las arreglas para confundir un dulce con una criatura fantástica?, preguntó Tsukihi.

Una réplica perfecta.

Por supuesto, no es que tener un cuerpo blando necesariamente signifique que serás flexible.

La verdadera diferencia entre hombres y mujeres en este caso fue probablemente de modales.

“Entonces, ¿qué pasa con el amor, Onii-chan?”

“Bueno, no se trata exactamente de amor. Es más algo que podría ser amor.”

“¿Hmm? ¿Algo que podría ser amor? Onii-chan, ¿de qué está hablando? Ojalá cayeras
muerto.”

“Deja de desear que muera cada vez que puedas. Eres la única persona a la que puedo
preguntar. Estás en la escuela media, pero ya tienes novio, lo que significa que constantemente
debes responder preguntas de tus amigas sobre el romance. Eres una veterana.”
“¿No puedes preguntarle a Karen-chan? Está también está en la escuela media y como yo ya
tiene novio y constantemente responde preguntas de sus amigas sobre el romance. Ella es una
veterana.”

“Nunca le pediría consejo a esa idiota sobre ningún tema.” Dije. Un tono decisivo para mis
estándares. “Esa mujer en chándal es una veterana de guerra, no del amor. Incluso si le pidiera
ayuda, simplemente te delegaría mi pregunta, ¿verdad?”

“No, no lo creo. Si la ves como una especie de combatiente que pasa todo su tiempo corriendo
de una pelea a otra, estás muy equivocado. Ella ayudará si alguien acude a ella en busca de un
consejo romántico. Ella simplemente falla cada vez, eso es todo.”

“Eso es lo peor de ambos mundos.”

Si no puede hacer algo, debe decirle a la gente que no puede hacerlo.

El hecho de que no lo haga es la razón por la que todavía es una niña.

“Entonces, ¿qué hay de ti?” Pregunté. “¿Cuál es tu tasa de éxito cuando se trata de un consejo
romántico?”

“Cien por ciento, por supuesto.”

Esto parecía ser un motivo de orgullo para ella, dada la forma jactanciosa en que infló su
pecho. Aunque estaba bastante molesto al ver a mi hermana pequeña fanfarronear conmigo,
no podía negar que era un currículum digno de jactancia.

¿Cien por ciento?

Sin embargo, tenía que estar exagerando.

“No, no estoy exagerando. Es un número honesto. No importa quién sea… si alguien viene a
pedirme un consejo, haré realidad sus sueños románticos.”

“……”

Eso fue aterrador de escuchar.

Esos resultados fueron realmente amenazantes hasta el punto que me hicieron dudar en
preguntarle… bueno, sentí que ya estaba cometiendo un gran error al pedirle consejo a mi
hermana pequeña en primer lugar.

Y no cualquier consejo… consejo romántico.


Entonces bien.

En primer lugar todavía no sabía si esto era amor… podría ser algo casual, como si estuviera
goteando solución sobre papel tornasol.

“De hecho, hay una chica en mi clase que me interesa.”

“¿Qué porcentaje?”

“¡No es un interés de propiedad!”

Nuestro intercambio operó a un alto nivel y, sin embargo, fue lo más estúpido posible, de una
manera que solo era posible entre hermanos. Pero Tsukihi no estaba realmente tratando de
hacer una broma y parecía hablar medio en serio. Ella estaba visiblemente confundida.

“¿Qué? ¿Cómo? No entiendo.”

Sonriendo con una leve sensación de superioridad por haber desconcertado a mi hermana
pequeña, le expliqué en términos más directos: “En otras palabras, podría sentir afecto por una
chica que está en mi clase a partir de este año.”

Era algo extraño decirlo con una sonrisa.

“¡Dios mío!” Exclamó Tsukihi.

Si su popularidad fue el resultado de este tipo de sobreactuación, sentí que valdría la pena
tomar notas, pero tenía otras preocupaciones en este momento.

Y espera, ¿por qué se sorprendería?

“¿Por qué no me sorprendería? No solo estoy sorprendida, ¡estoy frita al punto de estar
crujiente! Mi propio hermano mayor, que solía hacer declaraciones vergonzosas como ‘hacer
amigos reducirá mi intensidad como humano’, ¿encontró a alguien que le gusta?”

Temblando por todas partes, Tsukihi se tapó la boca.

Asusté a mi hermana de verdad.

“Es casi tan impactante como que un perro empiece a hablarme.” Dijo.

“……”

Ya sabes, tal vez un perro parado sobre sus patas traseras, pero hablar estaba en el reino de la
imposibilidad biológica. ¿Qué tan solitario pensaba que era su propio hermano?
No es que estuviera particularmente equivocada, por supuesto.

Y, por cierto, me dolió que ella llamara despreocupadamente a esa declaración mía
“vergonzosa”.

“¿Qué debo hacer, qué debo hacer, debo cocinar arroz rojo? Vamos a ver, el arroz rojo, ¿se
preparado mezclando chile en el arroz?”

“¿Qué diantres les enseñan estos días en las clases de economía doméstica?”

Sin embargo, sería una escena animada.

“Y no saques conclusiones precipitadas. Solo tengo interés en ella, y dije específicamente


‘podría’ y ‘algo que podría ser’. Todavía no hay nada definitivo.”

“¿Hrmmm?”

“Por eso estoy pidiendo tu consejo, tanto como no quiero. ¿Cómo puedo determinar si me
gusta alguien del sexo opuesto?”

“… Um. Onii-chan, lo siento.” El cuerpo de Tsukihi dejó de temblar abruptamente cuando se


disculpó conmigo. No sabía de qué se trataba la disculpa, pero fue agradable que mi hermana
pequeña me dijera que lo sentía. “¿Qué fue eso? ¿Podrías repetirlo?”

“Oh, ¿no entendiste lo que dije? Vamos, ¿no se supone que eres el cerebro de las Fire Sisters?
¡Qué pifia! Dame un respiro. Está bien, ¿estás lista? Será mejor que escuches esta vez. ¿Cómo
puedo determinar si me gusta alguien del sexo opuesto? En otras palabras, ¿en qué momento
los sentimientos que tengo por la persona en cuestión pasan de ser normales a afectivos?”

Tsukihi se cruzó de brazos en silencio.

¿Cuál fue el problema? No pude masticarlo más que eso… ¿tenía que ir a buscar comida
líquida para bebés?

“Onii-chan, lo siento.” Se volvió a disculpar.

No importaba el motivo, ni el número de veces. Era agradable que mi hermana pequeña me


dijera que lo sentía. Era tan refrescante que la ruptura de la comunicación que estábamos
teniendo apenas me molestaba… pero ese no parecía ser el caso de Tsukihi, la que pedía
disculpas (bueno, si alguna de mis hermanas empezaba a decir: ‘se siente bien decirle a mi
hermano mayor que lo siento’, la llevaría directamente al hospital), que revelaba la razón de
su disculpa.

“Un número casi infinito de personas ha acudido a mí en busca de consejos románticos, pero
me entristece decir que nunca me han hecho una pregunta de ese tipo.”

¿Eh?

¿En serio?

Así que dolió preguntar.

Iba a tener que presentar una demanda por daños y perjuicios.

“Entonces, después de tanto fanfarronear, Tsukihi, ¿eso es todo lo que tienes que mostrar?”
Me puse de pie para poder mirarla con desprecio, con su lenguaje corporal y todo (imagina a
la villana de una telenovela latinoamericana). Mirar a mi hermana pequeña de ese modo se
sintió casi tan bien como que me dijera que lo sentía.

Me hizo sentir que podía perdonarla por traicionar mis expectativas.

“Supongo que está bien.” Le dije. “Supongo que podría ser yo el culpable de hacerle a una
estudiante de escuela media una pregunta bastante difícil y de alto nivel.”

“No, quiero decir que nunca antes me habían hecho una pregunta tan simple y de bajo nivel.”

Araragi Tsukihi me miró con los ojos de un pez muerto… no, me miró como si sus ojos
observasen un pez muerto. Era una mirada que hacía que los vivos quisieran morir, más un
rayo de muerte que una mirada.

“Sí. Onii-chan, sé que normalmente eres tú quien maneja las respuestas, pero esta vez
permíteme asumir ese papel. Ooh, no sé qué es este sentimiento. ¿Podría ser amor?” Se puso
de pie como si quisiera perseguirme y, golpeando mi pecho como si fuésemos un dúo cómico
de la vieja escuela, gritó: “¡¿Qué clase de doncella pura eres?!”

Ser insultado por mi hermana pequeña, ser llamado de ese modo por mi hermana pequeña y
recibir un golpe de revés de mi hermana pequeña se sintió bastante bien, pero tengo la extraña
sensación de que mis inclinaciones se están volviendo excesivamente pervertidas, así que de
ahora en adelante, permítanme omitir las descripciones de mis palpitantes emociones
espontaneas.
Tengo que tener cuidado, se supone que Araragi Koyomi es un personaje que sólo hace el
papel de pervertido para entretenerlos a todos.

“¿Una doncella? ¿Quién es la doncella aquí, chica de escuela media?”

“¡No hay doncellas entre las chicas de escuela media!”

Ella había hablado con tanta convicción. Quizás eso era lo que ella realmente creía como
alguien que había trepado por encima de un montículo de preguntas sobre el amor, y sentí que
una réplica podría cavar demasiado profundo y resultar en que nunca volviera a confiar en las
mujeres. Decidí dejarlo pasar.

“¡Siéntate! ¡De rodillas!” Gritó mi hermana.

A mí.

Me dieron ganas de desafiarla y preguntarle qué derecho tenía para actuar tan altiva y
poderosa, pero la intensidad detrás de las palabras obligó a mi cuerpo a obedecer. ¿Cuán
servilmente sumiso fui?

Pero ¿qué le pasaba a ella?

¿Por qué estaba tan enojada?

¿Qué la había encolerizado? ¿Qué la había enfurecido?

Estaba arrodillado ante ella, pero Tsukihi no hizo ningún movimiento para sentarse. Con los
brazos cruzados y la barbilla en alto, me miró.

“Onii-chan. Antes necesito preguntar esto. ¿Hablas en serio?”

“Tan serio como puedo ser. Nunca he hablado tan en serio en mi vida.”

“Cuida tu boca.” Me ordenó.

Mi hermana pequeña.

“Necesita dirigirse a mí como Tsukihi-sama. Y no actúes estúpidamente.”

“S-Sí, Tsukihi-sama.”

Obedecí.
Mi hermana pequeña me había obligado a sentarme de rodillas ante ella, me miraba con furia,
me daba órdenes y me hacía usar -sama con su nombre. Esto me hizo sentir de cierta manera,
etcétera.

Déjalo pasar, Araragi Koyomi. Déjalo pasar.

“Explícate desde el principio. ¿Y te llamas a ti mismo mi hermano mayor?”

Sí, lo hice.

Y nunca había estado más feliz de llamarme así.

Esto se estaba poniendo tan bueno que estaba empezando a desear que la convirtieran en la
decimotercera hermana menor de Sister Princess.

“Um, bueno, no puedo ser muy específico al respecto, pero…”

Después de todo, entrar en detalles habría sido una violación de (mi) privacidad. No quería
que mi información personal cayera en manos de mi hermana pequeña.

“… Pero sucedieron un montón de cosas. Vamos a llamarla H-san.”

“H-san.”

Qué particular de tu parte, dijo Tsukihi.

Sin embargo, fue solo una inicial.

Particular, sí, pero razonable.

“Desde que nos pusieron en la misma clase a principios de mes, parece que ella ha sido todo
en lo que puedo pensar. Y no es solo mental. A veces, en clase, aparto la mirada de la pizarra
y me encuentro mirando su asiento. Y no es solo durante la escuela. En mi camino hacia allí
y al regresar, resulta que la busco. Incluso cuando voy de compras a una librería o algo así,
empiezo a pensar en lo lindo que sería si nos encontráramos, siendo este un pueblo pequeño y
todo eso. Y cuando leo un libro que compré en la tienda, pienso: ‘Oh, apuesto a que a la H-
san. le gustaría esta frase’. Si trato de comprar algo sucio, un pensamiento pasa por mi cabeza
como: ‘Ah, apuesto a que H-san me odiaría si la comprara’, y lo vuelvo a poner en el estante.”

“¿Podrías por favor no ser tan abierto? No quiero que tu información personal caiga en mis
manos.”
No quiero oír hablar de mi hermano mayor agonizando por comprar revistas sucias, murmuró
Tsukihi.

Maldita sea, diciendo “H-san” me había llevado por mal camino. Después de todo, la inicial
también significa “hentai”.

“¿En serio, Onii-chan?”

“Qué.”

“Eso es amor.”

Ella había hecho su afirmación. Su afirmación.

Que lo hiciera con una mirada de horror y nada seria, solo la hizo más convincente, pero una
opinión tan clara me hizo querer desafiarla.

En el fondo soy un poco abogado del diablo.

“No lo sabes con seguridad. Es posible sentirse así por alguien a quien odias. Y considerando
lo vagos que son estos sentimientos, podría acostumbrarme a ellos si espero lo suficiente.”

“Hmm. Sí, pero no… ¿Cómo pongo esto?” Con los brazos todavía cruzados, Tsukihi inclinó
la cabeza en contemplación. “Hay muchas cosas que quiero decir, pero no sé cómo debería
decirlas.”

“¿Que se supone que significa eso? ¿Es este tipo de cosas tan obvio para ti que ni siquiera
necesitas pensar en ello?”

Entonces ella era como un ciempiés al que le habían preguntado cómo caminar. Hay una
historia donde se le pregunta la secuencia en la que mueve sus cien patas, y no puede
responder. Peor aún, si bien antes podía caminar normalmente, no puede entender cómo se las
arregló hasta el momento en que se le hizo esa pregunta, dejándolo inmóvil.

Esto se estaba volviendo arriesgado. Gracias a mi pregunta descuidada, Tsukihi podría tener
que dejar de lado los romances por el resto de su vida. Ella podría terminar compartiendo el
mismo problema con el que yo acudí a ella.

……

Pero ese no parecía un resultado tan malo.


“No, Onii-chan, como te dije, no es una especie de pregunta de alto nivel. Es una de bajo nivel,
¿de acuerdo? Además, los ciempiés no tienen cien patas.”

“¡¿Q-Qué?! Los ciempiés… ¡¿no tienen cien patas?!”

Traté de reaccionar de forma exagerada a un grado claramente ridículo ante esta trivia de diez
centavos que ya conocía, pero Tsukihi me observó con su mirada fría como una ventisca
mientras permanecía de rodillas, abatido.

Ella era una especie de Freezer-sama.

“Por cierto.” Dije. “Si Vegeta y Freezer se fusionarán, ¿se habrían convertido en el guerrero
definitivo conocido como Freeter-sama?”

“Vegeta y Freezer no podrían fusionarse, tienen tipos de cuerpo completamente diferentes.”


Había cargado directamente contra ella con otra pregunta, sin inmutarse, pero la reacción de
Tsukihi no sólo fue más tranquila de lo esperado, sino que incluso conocía de cerca Dragon
Ball. “Olvida eso del ciempiés. Es más sencillo, como si tratara de enseñar a un niño de
parvulario el concepto de la multiplicación.”

“¿Multiplicación? No seas ridícula. ¿Estás diciendo que esto es así de simple?”

“Sí. Lo que deberías estar pensando cuando me miras ahora es que así de desconcertada se
vería una hermana pequeña con un hermano mayor que no es capaz de multiplicar.”

“……”

Que panorama.

No podrías poner a una hermana pequeña en una situación peor.

Ay, cosita.

“Oh, pero puedo entender que eso suceda.” Dije. “Sabes, como, eh… ¿Quién era ese tipo que
inventó la bombilla y esas cosas? ¿Thomas Tanque Motorizado?”

“Thomas Edison.”

“Sí, él.”

“¿Cómo te acuerdas del nombre ‘Thomas’ antes de ‘Edison’?”


“Lo siento. Somos muy buenos amigos, así que termino llamándolo por su primer nombre sin
pensar.”

“Sin embargo, lo confundiste con un tanque motorizado.”

“Entonces, sobre Thomas.” Empujé hacia adelante. Soy terco cuando se trata de bromas.
“Dicen que cuando estaba en la escuela primaria, constantemente hacía a sus profesores
preguntas básicas como: ‘¿Por qué uno más uno es dos?’ Ni siquiera multiplicación, esto es
suma. No pudo entender las cosas de la forma en que se las enseñaron, así que siguió haciendo
preguntas hasta que estuvo satisfecho.”

“Detente, casi estás haciendo que parezca que tú y Edison tienen algo en común. No es así.”
Tsukihi negó con la cabeza. Vigorosamente. “Debe haber muchos niños precoces en todo el
mundo a lo largo de la historia que han hecho preguntas inteligentes como: ‘¿Por qué uno más
uno es dos?’ Pero solo hay un Thomas Edison, rey de los inventores.”

“¿Qué?”

Qué cosa tan poco sentimental y pesimista para decir.

¡Qué tontería!

No desanimes a todos esos chicos listos que algún día podrían convertirse en Thomas Edison.

Me opuse: “Pero incluso Edison debe haber jugado de niño y haberle dicho a la gente: ¡Me
convertiré en el rey de los inventores!”

“Si estaba diciendo eso en su época, eso significa que también debe haber inventado la
máquina del tiempo.” Supongo que es cierto que cuanto más simple es la idea, más difícil es
de explicar, Tsukihi nos volvió a encaminar. “Sin embargo, debes tomar esto en serio a tu
manera. No debería insultarte ni burlarme demasiado de ti, pero si quieres mi opinión personal,
creo que si te estás preguntando si alguien te gusta o no, básicamente ya te agrada.”

“¿De verdad?”

“¿Pasarías todo este tiempo pensando en ello si no lo hicieras?”

“Para ser honesto, no creo que lo llamaría un pensamiento profundo.”

Fue más una sensación molesta.

Más una sensación de roer.


Como niebla o neblina, algo que simplemente no se aclara… eso es todo.

Como una nube esponjosa.

Como alguien que nunca se había molestado en confrontar sus propias emociones, era casi
imposible para mí entender cómo me sentía.

Pero.

Me equivoqué al haber sido así… Me di cuenta de eso ahora.

Puedo darme cuenta de eso ahora.

Por eso ahora… quería enfrentarlos adecuadamente.

Quería enfrentar mis sentimientos, mis emociones, todo eso, correctamente.

“Bueno.” Dije. “Para empezar, nunca me había gustado otra persona.”

“¿Estás hablando en serio?”

“Sí, se podría decir que nunca.” Aunque todavía estaba sentado de rodillas, inflé mi pecho con
orgullo como lo había hecho Tsukihi antes. “Nunca antes he amado a nadie.”

……

……

Eso es extraño, pensé.

Empecé a sentirme vacío tan pronto como dije las palabras.

Como si alguien hubiera abierto un gran agujero en mi pecho hinchado. No, tal vez ese era un
agujero que llevaba directamente al infierno que siempre había estado allí.

¿Hmm?

¿Siempre fui este tipo de personaje?

Esto no fue bueno, ¿verdad?

Mi postura de jactancia comenzó a decaer hasta que me encorvé. Por supuesto, no se supone
que debes doblar la espalda en ninguna dirección cuando estás sentado formalmente.

“Ya sabes, en un viaje escolar.” Dije. “Cuando se terminen las peleas de almohadas y se hayan
apagado las luces y todos estén susurrando sobre sus secretos románticos… si pudieras
imaginar a alguien hablando y diciendo: ‘En realidad, no tengo a nadie que me guste en este
momento’, entonces esa persona sería yo.”

“Tengo la sensación de que tiene algo que ver con por qué no tienes amigos.”

Nadie te preguntó.

Esta no era una conversación sobre la amistad, se trataba de sentimientos románticos.

¿No puedes hacer amigos porque no puedes amar? ¿Qué tipo de nueva generación éramos?

“Aunque tengo una excusa…”

“No quiero escuchar ninguna excusa.”

“¡Escucha!”

“¡No!”

“¡Es una orden de tu hermano!”

“Jah… entonces supongo que no tengo elección.” Cedió mi hermana.

Parecía que iba a escuchar mi excusa.

“Ese escenario de viaje nocturno es un buen ejemplo de lo que estoy tratando de decir. ¿No
crees que hay una extraña presión en la escuela para tener una persona de la cual gustar?”

“Guh.” Tsukihi reaccionó muy levemente. Parecía que no esperaba que mi punto fuera tan
sensato.

“Yo lo llamo coerción romántica. Lo que nunca me gustó es la sensación de… cómo lo
dirías… de verte obligado a tener un mejor amigo, y tal vez las chicas que acuden a ti en busca
de consejos románticos como amigas sienten lo mismo. Es una forma de violencia y nunca me
gustó.”

“Siento que estás exagerando con tu convicción de ser el abogado del diablo, pero podrías
tener razón al decir que una especie de supremacía romántica nos gobierna en la escuela. Creo
que es el resultado natural de juntar a un grupo de hombres y mujeres en el mismo lugar. Pero.”
Dijo Tsukihi, inicialmente estando de acuerdo conmigo, o más bien, actuando como si
estuviera de acuerdo conmigo. “Incluso si esa es la razón por la que todos están tan interesados
en el romance en la escuela, no es una razón válida por la que tú, personalmente, no puedes
amar a los demás. Puede que te haya sofocado, pero no es por eso que no puedes amar a los
demás, ¿verdad?”

“No lo es.”

“Es una excusa, ¿no?”

“Lo es.”

“Pide disculpas.”

“Lo siento.” Me disculpé.

Ella había exigido una disculpa.

¡De mi parte! ¡Alguien que nunca se había disculpado con nadie desde el día en que nació!

“No mientas.” Dijo.

“Ah bien. Lo siento. Me disculpo por siempre causarle tantos problemas, Tsukihi-sama.”

“Una vez más, volvamos al tema principal.”

“Por favor, adelante.”

Volvimos a lo importante.

Alrededor del punto de la conversación en el que discutimos cómo a Araragi Koyomi nunca
le había gustado otro.

Aunque tengo que decirlo. Parecía que cuando hablaba con Tsukihi nos desviábamos mucho
de tema y constantemente ella tenía que volver encarrilar la conversación.

“Y ahora que lo pienso, Onii-chan, nunca antes has traído a una chica a la casa, ¿verdad? Pero
aun así, por otra parte, tú tampoco has traído nunca a un chico aquí.”

“Supongo. Pero eso es lo que estoy tratando de decir… no entiendo lo que significa llegar a
gustarle alguien. Es como un idioma de otro planeta.”

“Está bien, pero ¿no te haces una idea cuando lees manga o miras anime y dramas?”

“Por supuesto que tengo una idea, pero eso es todo fantasía. Es como si me estuvieras diciendo
que crea que los dragones existen. Cuando ves una elegante historia de amor interpretada por
celebridades, piensas: Oh, eso se ve bastante bien. ¿Sería capaz de hacerlo?”
“Hmm. Cierto.”

Pero escucharlo de alguien que se ve a sí mismo como otro Edison… no lo sé, refunfuñó
Tsukihi. Mi ejemplo del dragón parecía carecer de persuasión por sí solo, así que decidí
bombardearla con más.

“Cuando lees Harry Potter, ¿al cerrar el libro esperas ser capaz de usar Firaga?”

“Todo lo que hace esa línea es decirme que no has leído Harry Potter y jugado mucho Dragon
Quest.”

Mi bombardeo había fallado.

Lamentablemente, la magia de fuego no pareció funcionar en una Fire Sister.

Oye, es difícil comenzar una serie si en principio no te termina de interesar.

“O tal vez podría ser al revés.” Dije.

“¿Hrmm?”

“En otras palabras, nos inundaron estos romances súper elegantes, o al menos súper
dramáticos, en manga, anime y dramas. Entonces, tal vez me hizo pensar que algo no es
romance a menos que esté en ese tipo de nivel. Tal vez quiero que las cosas sean tan grandes
y ostentosas que he pasado por alto los tipos de amor más sutiles que se esconden en mi propia
vida. En otras palabras, soy víctima de nuestra era de sobrecarga de información.”

“Entiendo lo que estás diciendo y lo que estás tratando de decir, pero la forma en que lo dices
sigue siendo molesta porque parece que estás tratando de echarle la culpa a alguien más.”

¿Qué víctima? Hipócrita.

Diciendo eso, Tsukihi levantó una pierna y la colocó sobre mi hombro, recuerda que
permanecía sentado. Probablemente hubiera querido pisar mi cabeza, pero no pudo levantar la
pierna tan alto.

Ella comenzó a moler su pie en mi hombro.

Normalmente la habría golpeado por esto, pero iba a ser magnánimo e ignorarlo, dada la
situación.

No voy a negar que quizás estuve siendo magnánimo en todos los momentos equivocados.
“No puedes darte la vuelta y culpar a los demás, Onii-chan. Todos estamos sobrecargados de
información, pero aun así nos las arreglamos para tener relaciones normales.”

“Hmph. ¿Eso es lo que estás usando ahora? ¿Hechos y lógica?”

“¿Podríamos resumir esta discusión diciendo que eres una persona sin amor?”

“No, no, eso no es cierto. Estoy lleno de amor De hecho, podrías llamarme misionero del amor.
Sabes que me llaman Naoe Kanetsugu, ¿verdad?”

“¿Quién te llamó así?”

Nadie, ese era el punto.

Nunca nadie lo haría.

“Pero.” Dijo Tsukihi.

Si se lo estabas preguntando, su pie todavía estaba en mi hombro. El hecho de que su calcetín


estuviera directamente al lado de mi cara era, bueno, una situación complicada. Me dieron
ganas de frotar mi mejilla contra ella.

“Mi hermano sin devoción, te desvías de lo importante…”

“¡Así es! Nada es sagrado para mí.”

“Mi hermano sin devoción, te desvías de lo importante…” Repitió inquisitivamente,


descartando mi broma sin inmutarse.

Habíamos estado viviendo bajo el mismo techo durante más de una docena de años, pero
todavía no podía comprender sus estándares cuando se trataba de responder a mis bromas.

“No eres un misógino ni nada, ¿verdad?”

“¿Eh? ¿Qué quieres decir con eso?”

“Te pido que te asegures de que no estás tratando de actuar como si odiaras a las chicas.”

“Oh no. Nada de eso. Me he puesto el sombrero de un misántropo cansado del mundo muchas
veces en mi vida, pero incluso entonces haría excepciones especiales para las mujeres.”

“Así que estabas haciendo una excepción especial para más de la mitad de la población.”

“Correcto.”
Para que quede claro, en esta parte estaba tratando de ser gracioso. Nunca hice una excepción
así, ni, para empezar, me puse el sombrero de un misántropo cansado del mundo. Simplemente
no podía ser serio y honesto cuando hablaba con mis hermanas pequeñas. No me fue posible
tener una conversación completamente seria con ellas.

Pero bueno.

No era como si alguna vez hubiera actuado como un tipo rudo y rudo sin tiempo ni interés en
las mujeres.

No era un misógino, y no pensé que tuviera problemas para tratar con mujeres… al menos,
eso es lo que pensé (no tengo la confianza suficiente para decirlo con certeza).

“Sip. Supongo que no.” Estuvo de acuerdo Tsukihi. “Quiero decir, es posible que nunca hayas
traído a nadie a nuestra casa, pero siempre solías jugar con las amigas que Karen-chan y yo
trajimos.”

“¿Lo hice?”

“Mm-hm. Mis amigas y tu eran como palomas enamoradas.”

“¿Qué, yo? ¿Palomas? ¿Enamoradas?”

Prácticamente había sido un comercial de champú. Casi veía como nos llovía el oro.

“Esa debe haber sido la primera y última vez en tu vida que atrajiste naturalmente a las chicas.”

“Así que había pasado por ese período. Un moteki… Oh, lo que sea.”

Ahora que lo mencionó, tenía algunos recuerdos en algún lugar de mi cerebro de jugar al Juego
de la Vida y otros juegos con una procesión real de sus amigas que solían entrar en nuestra
casa.

Si hubiera un número impar de ellas, contando a Tsukihi, me arrastrarían para hacerlo par.

Pero eso fue en el pasado.

Ni siquiera me sentí nostálgico por esos días.

“De cualquier manera, no odio a las mujeres. Mi política en la vida ha sido evitar cualquier
apariencia de elección.”

Ese fui yo.


Genial y seco, alguien con una personalidad que podrías comparar con las dunas de Tottori.
Para mí, sentirme sacudido de la manera en que lo hacía ahora era algo enorme cuando lo
pensabas, un cambio de paradigma regular.

“Y en consecuencia viniste a mí en busca de un consejo romántico.”

“Sí. Así es. Y también, aunque llevamos un tiempo en esto, no es como si estuviera esperando
una respuesta completa. Solo quería preguntarte si has oído hablar de casos similares, para mi
propia referencia. ¿Qué hay de tu novio… um, Rosokuzawa-kun, verdad?”

“Sip. Lo recuerdas. Estoy impresionada.”

“Solo su nombre.”

No es como si lo hubiera conocido.

No era que recordara su nombre, era más que solo sabía su nombre.

“¿En qué momento juzgaste que te agradaba? Eso es lo que realmente quiero escuchar de ti.”

“Bueno, supongo…”

Tsukihi vaciló, hizo un puchero y se quedó en silencio.

Parecía menos perpleja que avergonzada.

Esta pequeña y linda bribona.

Quizás le daría un beso.

“… Simplemente termino por suceder.” Dijo.

“Simplemente sucedió.”

“Sí. Fue vago. Aleatorio.”

“¿Y estás de acuerdo con eso?”

“Estoy de acuerdo con eso. Así es como es.”

Al final, sus comentarios sonaron francamente desprevenidos. En parte debe haber sido ella
tratando de ocultar su vergüenza, pero también parecía que había descartado su intento de
explicación.

¿Entonces ella se había rendido?


¿Renuncio a su hermano?

Qué triste situación era esta.

Sin saber cuándo dejar de fumar, protesté: “Bien, entonces dejando de lado por ahora la
pregunta de cuándo, ¿podrías empezar diciéndome por qué? ¿Qué te hizo gustar de
Rosokuzawa-kun?”

“Eso también simplemente termino por suceder.”

Esta vez no hubo vacilación, pero fue otra respuesta despreocupada, en un tono irritado.

Tal vez no quería hablar demasiado de sí misma… lo cual era bastante justo, pero parecía
egoísta después de la profunda (?) conversación en la que habíamos estado.

“Bueno, la verdad es que paso de todo un poco. Las cosas terminaron por pasar, sí, pasar.”
Explicó Tsukihi con mal humor.

Las cosas terminaron por pasar, sí, pasar.

“Pensé que podría gustarme, y luego sentí que me gustaba, y luego supe que me gustaba. Así
fue.”

“Existe tal cosa como ser demasiado sutil.” Me quejé.

¿Qué parodia de una lección de gramática fue esa?

¿Cómo se suponía que iba a informarme de cómo fue?

“Si realmente quieres una razón.” Agregó Tsukihi. “Hay muchas cosas que podría decir para
hacerte feliz. Que es genial, que es amable, que es alto o que es rico. Podría darte todo tipo de
razones.”

“……”

El hecho de que ser rico estuviera en su lista parecía decir mucho sobre ella como persona.

Sin embargo, ese no era el punto aquí.

En todo caso, fue lo que dijo a continuación.

“Pero todo eso es una mentira, solo un intento egoísta de comprender mis sentimientos
racionalmente. No serían razones, sino racionalizaciones. Sería como partir de la conclusión
de que me gusta y construirme una escalera para llegar allí.”
“Una escalera.”

“No una escalera, quizás más un cohete. Sí, como si me estuviera construyendo un cohete.”
Tsukihi golpeó su palma con su puño… aparentemente feliz con su analogía. Lo justo hubiera
sido consultarme primero, pero ella no era ese tipo de persona. “Si crees que quieres estar con
alguien para siempre, probablemente estés enamorado. Onii-chan, ¿has escuchado esto antes?”

“¿Qué cosa?”

“El que ama a un sapo, mirará a un sapo y verá la luna.”

“… No, nunca.”

Pero no tuve que pensar mucho para entender lo que quería decir.

No había proverbio más simple sobre el amor.

Si te enamoras de alguien, las razones no importan… eso es lo que Tsukihi me estaba diciendo,
y tenía sentido bajo esa luz.

Había fabricado un cohete para volar ella misma a la luna.

Es cierto que preguntas como “¿Por qué te gusta?” Y “¿Qué te gusta de él?” Podrían haber
estado fuera de lugar. Y ella sentiría que había algo similar en la pregunta del “cuándo”.

No fue nada tan preciso.

Fue confuso.

“… Bueno, lo entiendo, es porque siempre estoy teorizando sobre ello que nunca he sido capaz
de querer a nadie.”

“Llamarte sin devoción es ir demasiado lejos, pero querer a la gente y querer a una persona
son cosas opuestas en cierto modo.”

“¿Lo son?”

“Sí. Amar a la humanidad termina significando lo mismo que no enamorarse de nadie. El amor
puede ser justo y equitativo, pero eso no es romance. Incluso se podría decir que elegir a
alguien insustituible equivale a discriminación. El humanitarismo y la discriminación no van
de la mano, ¿verdad?”

Quizás eres alguien humanitario, dijo Tsukihi.


Guh.

Por alguna razón… eso no se sintió como un elogio.

Ella podría haber estado diciendo algo agradable, pero no sé… de alguna manera me recordó
a las vacaciones de primavera.

Específicamente…

En qué resultó mi humanitarismo durante las vacaciones de primavera.

No pude evitar que los recuerdos me molestaran.

“Amar a toda la humanidad te convertiría en un santo… pero ¿te imaginas a un santo que se
enfada por el romance?”

“No, no puedo.”

No podía ver a un santo siendo tan mundano.

Hmph.

Llamarlo discriminación era ir demasiado lejos, pero el romance era algo mundano y tenía que
serlo.

No fue amor para toda la humanidad.

De ningún modo.

“Si hubiera alguien que pudiera enamorarse de todos los seres humanos del planeta.”
Reflexionó Tsukihi. “Supongo que sería inmejorable.”

“¿Alguien que suspire por los humanos en general? Sí, eso sería difícil. En realidad, no es
difícil, pero es absurdo.”

“De hecho, a simple vista, parece un adúltero muy voluble.”

“Hmph.”

Bueno, los ejemplos extremos no nos llevarían a ninguna parte.

Por ahora necesitaba dejar de lado los conceptos y las definiciones.

Si permitimos que esta discusión sea demasiado amplia, nunca podremos concluir.

Hablábamos de mi compañera de clase, H-san.


“De todos modos, puede que tengas razón en que soy un hombre triste que nunca se ha
enamorado de nadie desde el día en que nació, pero ahora yo, Araragi Koyomi, a la edad de
dieciocho años, por fin, puedo haber hecho exactamente eso.”

“¡No! ¡No digas ‘puedo haberlo hecho’, dilo como un hecho!” Tsukihi se inclinó y golpeó mis
hombros con ambas palmas como para animarme. Luego, con una sonrisa llena de energía,
declaró: “¡Hiciste exactamente eso!”

“¿Lo hice?”

“¡Mi hermano se ha enamorado! ¡Está resuelto!”

“¡¿Lo está?!”

“¡Así es! ¡Tú mentalidad ya está establecida!” Tsukihi se abalanzó hacia mi cara y golpeó su
frente contra la mía. Estábamos tan incómodamente cerca que podía sentir su respiración.
“Estás enamorado de H-san, ¡lo he decidido por ti!”

“¡Si lo has decidido, no hay nada que pueda hacer!”

La presión fue demasiado para mí. No tuve más remedio que asentir.

No, no diría que no tengo otra opción.

“……”

Sí, supongo que sí.

Tsukihi tenía razón.

Bueno, todavía no tenía idea de si lo estaba… pero seguiría adelante y la escucharía.

¿Qué había de malo en decir que tal vez gustar significaba realmente gustar?

Pensé que podría gustarme.

Sentí que me gustaba.

Entonces supe que me gustaba.

Quería estar con ella para siempre.

Probablemente ese era el sentimiento.


“Está bien, Tsukihi-chan, hice un gran avance gracias a ti. Y eso es algo, teniendo en cuenta
el chico roto que soy. Parece que te he subestimado.”

“No, no, no, no. ¡Me pintas mal con una buena luz!”

Con cara de vergüenza, Tsukihi sonrió y movió la mano de un lado a otro frente a su rostro.

Era la naturaleza humana querer avergonzarla aún más después de ver una reacción tan
adorable.

O tal vez no la naturaleza humana, sino la naturaleza de un hermano mayor.

¡Las hermanitas ruborizadas son lindas!

¡Que moe!

“¡Eres la mejor hermana del mundo, Tsukihi-chan!”

“¡Oh, que cosas dices! ¡No lo soy!”

“Siempre supe que algún día harías algo grandioso. ¡Pensar que ese día era hoy! ¡Ya estás en
el nivel de Marilla y ni siquiera tienes cincuenta! No puedo creer lo rápido que has logrado
evolucionar. ¡Tienes una presencia tan grande sobre ti ahora que no sé si seré capaz de recordar
quién es esa tal Karen!”

“¡Ajajaja!”

“No eres mi hermana por nada.”

“¿Eh? ¿Acabas de empezar a elogiarte a ti mismo?” Preguntó Tsukihi, volviendo a sus


sentidos.

Entonces ella me atrapó. Qué chica tan astuta.

Mi plan había sido seguir adelante hasta que la entrenara para ser una hermana pequeña que
estaba encantada cada vez que elogiaban a su hermano mayor, pero parecía que mis planes se
habían frustrado.

Tampoco se había inmutado ni un poco por ser elevada a expensas de Karen. Quizás fue algo
para anotar como un problema.

Pero bromas aparte.

“Permíteme darte las gracias, Tsukihi-chan.”


“Oh, más te vale estar agradecido.”

Después de todo, fue la primera vez que me hicieron una pregunta tan elemental, dijo Tsukihi,
sonando aliviada. “Y sé que acabo de decir mucho, pero en realidad, llegar a gustarle alguien
es tan natural como el ladrido de un perro. No hay necesidad de preocuparse por eso.”

“¿Oh? Así que es natural.”

“Sí. Es normal.”

“¿Entonces es normal que haya una chica en mi clase que me interese?”

“¡Es normal!”

“¿Y es normal que pase más tiempo en clase mirándola que mirando a la pizarra?”

“¡Es normal!”

“¡¿Y que la busque de camino a la escuela, y que me pregunte si podré encontrarme con ella,
y que me imagine todo tipo de cosas cuando compro libros?!”

“¡Es normal!”

“¿Y que yo quiera acariciar sus pechos?”

“No.”

La conversación se detuvo.

“¿Hm?”

“¿Hm?”

Intercambiamos miradas, cada uno tratando de averiguar qué estaría pensando el otro.

Ninguno de los dos podía entender por qué la conversación se había detenido.

“¿Eh? ¿Espera un momento? ¿Qué estás diciendo, Tsukihi-chan?”

“¡¿Huunh?! ¿Y-Yo soy la del problema?”

“Tal vez deberías estar aquí abajo conmigo de rodillas.”

“Oh, supongo que está bien.”

Todavía confundida, Tsukihi se sentó de rodillas.


Ahora hermano y hermana estaban ambos de rodillas mientras se enfrentaban.

¿Qué era esto, una ceremonia del té?

La gente a menudo olvida este detalle de su personaje, pero Tsukihi está en el club de té.

“Bueno, entonces lo que estoy diciendo es que H-san tiene un pecho muy atractivo, y termino
pensando en cuánto quiero tocarlo y manosearlo. Eso es lo que estoy tratando de discutir.”

“¿Hm? Quizás soy estúpida o algo así. Por la razón que sea, entiendo las palabras que estás
diciendo, pero no capto lo que significan. Las únicas dos respuestas a lo que dijiste que me
vienen a la mente son ‘¿disculpa?’ y ‘vete’.”

“¿Qué? Dios, eres desesperante. Sabes que no es fácil para mí tener un fracaso como hermana.”

Mi evaluación de ella había dado un giro de ciento ochenta grados. Mi cambio fue tan directo
que fue increíble, si lo digo yo mismo.

“Este es un hecho poco conocido en mi clase, o de hecho creo que soy el único que lo sabe.”
Expliqué. “Pero en realidad tiene unos pechos enormes. ¡¿Cómo no querer acariciarlos?!”

“Lo siento, Onii-chan, pero ¿podrías dejar de usar palabras groseras como ‘manosear’ y
‘acariciar’?”

“¿Eh? Oh.”

Yo, en mi magnanimidad, decidí honrar su petición.

“En ese caso. ¡¿Cómo no querer agarrar ese par?!”

“Ahora has pasado de crudo a rudo.”

No lo sé, Tsukihi se rindió al abatimiento.

Estaba empezando a tener la impresión de que la forma en que me miraba no era la forma en
que miraría a su hermano, sino a un pervertido.

¿Estaba equivocado?

Sí, tenía que ser una ilusión.

El arte del engaño estaba de moda estos días, ¿no?


“En otras palabras.” Dije. “Estoy obsesionado con la idea de tocar el pecho de H-san. Eso es
amor, ¿verdad?”

“No.”

Tsukihi se mantuvo firme y me derribó.

Sonaba tan firme que casi me dio ganas de dejar de defender mi posición.

Guh.

Ella era tan malditamente terca.

Sin embargo, apreté los puños y la desafié con valentía. “No pensarías en querer tocar los
pechos que pertenecen a alguien que no te agrada, ¿verdad? Por eso creo que esto tiene que
ser amor.”

“Si eso es lo que piensas honestamente, voy a tener que empezar a sentirme responsable por
hacerte creer que estas enamorado…”

Me encantó la expresión que tenía. Parecía una arqueóloga que había despertado a un dios
maligno de la destrucción sellado por una tribu antigua.

Siempre y cuando esta responsabilidad que sentía no la impulsara a terminar las cosas con sus
propias manos.

“Incluso ese chico Rosokuzawa-kun que tanto te gusta está pensando todo el tiempo en cuánto
quiere tocarte el pecho.”

“Estoy segura de que lo hace, pero en términos de teoría de conjuntos, eso es lo que llamarías
una clase adecuada. ¡Rosokuzawa-kun quiere tocar las tetas de todas las chicas del mundo,
incluida las mías.”

“……”

Ese era un tipo al que no quería conocer.

En realidad, yo tampoco sabía nada de Tsukihi. ¿Cómo fue capaz de gritar algo así a todo
pulmón?

“Entonces, Onii-chan. Es natural que los chicos quieran tocar los senos de las chicas, y no
tienes que preocuparte por eso.”
“……”

Sentí que ahora me estaba dando consejos sobre un tema completamente diferente.

Pasamos de los consejos románticos a la educación sexual.

“Dije que no, pero es normal en otro sentido.” Me aseguró mi hermana.

“Ahora lo es.”

“Sí. Es obvio.”

“Es obvio.”

“No es amor, es deseo sexual.”

“¡Deseo!”

Deseo, eh…

Eso sonaba deficiente.

“O más bien, es precisamente querer.”

“Onii-chan, no hables como un narrador clásico entregando una de esas frases chistosas.”

“Oh, pensé que estaba bien, lo suficientemente bueno como para terminar el capítulo, de
hecho. ¿Realmente vamos a continuar?”

“Sí. No podemos terminar con eso. Sin embargo, hay algunas cosas aquí que terminaron.
Como tú.”

“¿Qué quieres decir? Mi vida apenas comienza.”

“Me refiero a tu humanidad. Uf, y aunque hice esta mitad como una broma, la otra mitad de
mí realmente estaba tratando de darte un consejo serio. Nunca imaginé que tendría que
responder las preguntas de mi propio hermano mayor sobre su libido desbordante.”

“Disculpa, ¿mi libido? ¿Estás diciendo eso sobre las preguntas honestas que te estaba
haciendo?”

¿Y lo estaba haciendo medio en broma?

Esto no era motivo de risa.


“Pero ¿no es eso lo que es? Hay una chica en tu clase y te interesan sus senos, y pasas más
tiempo en clase mirando sus senos que mirando la pizarra, y buscas sus senos en el camino de
regreso de la escuela, y siempre imaginas sus senos cuando vas a la librería. Si eso no es
lujuria, entonces ¿qué es?”

“Espera, intercambiaste un montón de mis palabras allí.”

Me acababan de realizar una enorme búsqueda y sustitución.

O tal vez una búsqueda y destrucción.

“Cuando lo pones así, entonces es lujuria, no amor, y el tipo es un pervertido, no tu hermano,


pero Tsukihi-chan, tienes que tener en cuenta lo equivocadas que pueden llegar a ser tus
suposiciones. Estoy casi seguro de que lo has entendido mal.”

“¿En serio?”

“Sí. No te equivoques. Te concederé un kilómetro entero y diré que mi emoción limpia y pura
de querer tocar el pecho de H-san es lujuria. Un tipo de lujuria pura. Después de escuchar todo
eso de ti, no dudaré en admitir que esa lujuria tiene al menos algo que ver con el asunto que
me ocupa. Me remito a ti, mi hermanita. Pero, ¿qué opinas de esto, Tsukihi-chan?”

Hice una pausa por un momento. Luego, con voz firme, pronuncié mi línea preparada.

“¿No es imposible que el amor exista sin lujuria?”

“Cállate. Oh, lo siento. Parece que de alguna manera elegí la frase equivocada. Muere.”

Eso es lo más ridículo del mundo y cómo te atreves a actuar como si fuera un dicho sabio,
escupió Tsukihi, chasqueando la lengua.

Qué grosera.

¿Qué pasó con eso de que ella estaba en el club de té?

“No voy a morir. Lo siento, pero tu hermano mayor es inmortal.”

“¿Eres inmortal? Bueno, yo también soy inmortal.”

En serio… suspiró.

¿Hablas en serio? Ella suspiró.


Todavía arrodillada, Tsukihi movió hábilmente sus rodillas hacia adelante y hacia atrás y se
acercó a mí.

Podría decirse que cerró la distancia.

“¿Qué pretendes?”

“Pensé en probar algo.”

“¿Justo ahora? ¿Quieres probar algo con tu hermano mayor?”

“Sí, ahora que sé qué tipo de hermano mayor eres.”

Deteniéndose justo antes de que nuestras rótulas chocaran, Tsukihi empujó su pecho hacia mí.

“Vamos. Tócalos.”

Los toqué.

Sin un sonido de mi boca. Sin una expresión en mi rostro.

Con resolución y ejecución igual de inmediatas, los toqué inmediatamente.

“¡AAAGH!”

Quizás fue mi velocidad, seguramente a la par con la velocidad de la luz, lo que sorprendió a
Tsukihi. Gritó y casi se cae de espaldas, pero si hubiera continuado con su trayectoria, se
habría golpeado la cabeza con la esquina de la cama detrás de ella, así que apreté mis manos
para mantenerla de alguna manera en posición vertical.

Bueno, sí.

Es decir, apreté mis manos en el pecho de Tsukihi con tanta fuerza que mis dedos se clavaron
en él.

Esto ya no era un toque, era una captura.

“¡¡Eso duele!!”

Qué ingrata.

La había salvado por poco de aplastarle la nuca en mi cama. Se podría decir que le salvé la
vida; sin embargo, su cuerpo se elevó hacia mí como un péndulo a una velocidad increíble y
me dio un cabezazo.
Su frente golpeó mi frente.

Los fuegos artificiales explotaron en mi campo visual.

Pero ni con eso solté el pecho de Tsukihi.

Su pecho era el salvavidas que me impedía volar hacia atrás.

“¡Dije que duele! ¡Suéltame! ¡¡Suéltamesuéltamesuéltame!!”

“¿Ehh? Oh, ¿estás practicando un nuevo trabalenguas? Pero ¿no sería mejor que fuese más
complicado?”

“Si tienes tiempo para pensar en bromas estúpidas, ¿por qué no lo sueltas?”

“¿Soltarlo? ¿Soltar el sentido común?”

“¡Claramente ya lo has hecho! ¡Lo digo en serio y de la manera más común, idiota!”

No había necesidad de que me llamara idiota. Tan pronto como pude levantar mi cuerpo caído,
solté las protuberancias en las que había enganchado mis dedos.

“¿Cuál es tu problema, cuál es tu problema, cuál es tu problema? ¿Cuál es tu maldito


problema? Agh, y ahora hasta me hiciste soltar groserías.”

Su rabia era aguda y linda.

“No hubo un instante de vacilación en este momento, ¿verdad? Te dispusiste a agarrarlos en


el momento en que lo dije. La forma en que reaccionaste fue como si las palabras pasaran por
alto tu cerebro y fueran directamente a tu columna vertebral.”

“Qué grosera. Ningún hermano acariciaría jamás el pecho de su hermana pequeña.”

“¡Solo lo hiciste! ¡¡Con todo lo que tienes!!”

“No, no. De hecho, es todo lo contrario. Piensa fuera de la caja. Fue tu pecho el que tocó mis
manos.”

“¡¿Cómo puedes llegar a una frase tan repugnante?!”

“Qué hermana más pervertida eres, viniendo y acariciando las manos de tu hermano biológico
con tu pecho.”

“Dentro o fuera de la caja, quien piensa tal cosa…”


¿Acariciar las manos de alguien con tu pecho? Ella preguntó.

Tsukihi tenía sus manos contra sus sienes.

Noté que ninguno de los dos estaba sentado de rodillas, probablemente como resultado de
nuestra pequeña disputa.

Por fin el equilibrio se había derrumbado.

“¡No puedo creerte, Onii-chan! ¡No deberías tocar tanto las tetas de tu hermana pequeña!”

“¿Qué? ¿Por qué te enojas conmigo? Tú eres quien me dijo que las tocara. Incluso podría decir
que me sedujiste.”

“Seducirte.”

“Por cierto, ¿alguna vez has leído la palabra ‘seducido’ en una fuente que la hacía parecer
‘destruido’?”

“¡Esa es una observación aguda, pero no me estás distrayendo! Si crees que me voy a sentar
aquí y aceptar esto, estás completamente equivocado. ¡Voy a ver a Karen-chan y le contaré
todo lo que pasó aquí!”

“No lo hagas. No quedará nada de mi forma original.”

Me golpearían.

Karen se enojaba cada vez que alguien intimidaba a Tsukihi.

Le pregunté: “¡¿Podrías vivir contigo misma si la base de los dedos de Karen-chan se arañaran
en el proceso?!”

“¿Cómo puedes decir algo tan patético con una voz tan orgullosa?” Tsukihi me fulminó con
la mirada, y los suyos eran los ojos de un asesino. “Quizás no debería quedar nada de tu forma
original. Mañana regresaré para volver a despertarte con una palanca.”

“Carece de sentido. Desafortunadamente para ti, las armas no funcionan conmigo.” Me reí por
la nariz ante la amenaza de Tsukihi. “Soy un joven inexistente. Estoy protegido por ciertas
ordenanzas.”

“¡¿Qué… genial?!”

Bien.
No había hecho nada de lo que avergonzarme, pero temía que pudiera haber un malentendido.

Mejor dicho, no exactamente un malentendido. Era Karen a quien tenía miedo.

“En ese caso.” Dije. “No nos desvíes de lo importante. Voy a repetir y volver a hablar del
tema, ¿de acuerdo? Tú fuiste quien me sedujo diciendo: Vamos. Tócalos.”

“¡Lo que más me saca de quicio es tu terrible impresión! ¡No sonaste como yo en absoluto!”

Araragi Tsukihi estaba en modo histeria.

Qué novela tan histérica estaba resultando ser.

……

No, eso tampoco fue lo suficientemente bueno como un chiste.

Por mucho que quisiera pasar al siguiente segmento, un capítulo no podía terminar con eso.

“¡Mi voz suena más como la de Iguchi Yuka!”

“No uses el nombre de una persona real.” Le regañé.

“¡Y nunca te seduje ni nada!”

“Si lo hiciste. Sacaste el pecho con una actitud del tipo: ¿Por qué no extiendes la mano… y
los tocas?”

“¡No me conviertas en un personaje tan tonto y frívolo! ¡Nadie ha pedido eso! Basta, ¡¿no
sabes que hay gente que empieza la serie con esta entrega?!”

“Uh oh. Si realmente es el caso, debería estar preocupado por mi calificación de


favorabilidad.”

Pensé que estaba en territorio seguro con todas estas bromas porque estábamos trabajando con
cinco volúmenes anteriores. Estaba haciendo este alboroto con la presunción de que todos ya
sabían todas las cosas buenas sobre mí.

“Ten cuidado con la forma en que actúas, Onii-chan. A estas alturas incluso tenemos lectores
en Nebula M78.”

“Tienes razón…”

Esto podría convertirse en un problema cósmico.


No sería una exageración decir que el destino de la Tierra ahora descansa sobre mis hombros.

“Entonces, ¿qué, Onii-chan, tocarías el pecho de cualquiera si te lo pidieran?”

“Espera, ¿me ves como esa clase de persona inmodesta? No puedo creerte.” Dije en mi mejor
tono exasperado. “Puedes provocarme todo lo que quieras con líneas como esa, pero los únicos
pechos que voy a tocar son el de H-san y el tuyo.”

“¡¿Estoy en una categoría especial junto con H-san?!”

“Espera, no. Karen-chan también lo está.”

“¿Incluso quieres poner tus sucias manos sobre ella? ¿En serio? Espera, ¿está bien que
pensemos en ti como familia?”

“Lo has entendido todo mal. Es porque somos una familia que me siento así.” Le expliqué en
los términos más simples posibles a mi hermana con problemas de comprensión. “Dejando de
lado a H-san, la única razón por la que les diría eso a ustedes dos es porque soy su hermano.”

“¿Q-Qué se supone que significa eso?”

“Para un chico, el pecho de su hermana pequeña no cuenta como tal. Lo que quiere decir que
un chico puede tocar el pecho de su hermana pequeña todo lo que quiera y aun así no contará
como haber tocado un pecho. Así que puedo tocar tu pecho todo lo que quiera.”

“Olvida si debería o no pensar en ti como familia, ese silogismo es tan ridículo que no sé si
debería llamarte humano.”

Directamente has saltado de la caja, gimió Tsukihi.

Parecía que no había podido hacerle entender.

Qué triste.

Quizás los humanos están condenados a no entenderse nunca entre sí.

A pesar de todos los avances en la tecnología de las comunicaciones, ¿todavía no podemos


compartir nuestros pensamientos y confiar el uno en el otro?

Pero Tsukihi se negó a desanimarse por la sátira social en mi narración, y su cabeza inclinada
apareció, dando testimonio de su corazón valiente y espíritu audaz. Aún quedaba vida en sus
ojos. Parecía que quería seguir protestando.
Hablando de ser obstinado.

¿Por qué no había desistido?

Decidí atacar primero antes de que Tsukihi pudiera decir algo desagradable.

“Por si acaso, digamos que tu pecho es un objeto inviolable. Pero tú, su dueña, me diste
permiso para tocarlo. Entonces, ¿cómo puedes culparme?”

Cuando llegó el momento, lo antes mencionado se dio porque ella lo había sugerido.

Después de todo, esa fue el génesis de la situación.

“¡No!”

Pero Tsukihi fue persistente.

“¡No! ¡No! ¡Esa era yo siendo tsundere!”

“¿Perdona?”

Lo siento, ¿cómo?

Soy bastante versado en el tema, incluso sin mencionar a Marilla, pero no vi ni una pizca de
tal inclinación en lo que Tsukihi había dicho antes.

“¡Mira, ahora soy yo la que está pensando fuera de la caja!” Exclamó mi hermana. “¡No soy
una esclava de ninguna de tus reglas y regulaciones para mayores de edad!”

“Bueno, tienes que adherirte a ellas.”

Especialmente las regulaciones para mayores de edad.

Allí estaba sobre hielo fino.

Últimamente han estado tomando medidas enérgicas. Si vamos a ser eróticos, tenemos que
seguir las reglas.

“En otras palabras, ¡soy una tsundere inversa!”

“¿Y exactamente qué es eso?”

“En otras palabras, normalmente soy toda amorosa y actúo como si estuviéramos muy cerca,
y estoy bien con el contacto físico como poner mi mano sobre tus hombros o acercar mi cara
a la tuya, pero cuando ves eso y me preguntas si te gusto y me confiesas tus sentimientos, de
repente me transformo en una chica fría y mala y te desprecio con un: ‘Oh, no, no es así.
Detente, en serio. ¿Qué has entendido mal aquí? No te dejes llevar’.”

“……”

No, eso no era ser tsundere o tsundere inversa.

¿No se llamaba eso ser una chica normal bastante común?

“Como tsundere inversa, bromearé y diré: ‘Vamos, tócalos’, pero si realmente los tocas, eso
significa que me pondré en plan: Oh, Dios mío, ¿qué estás haciendo? ¿Qué eres, estúpido?”

“Eso es horrible.”

Estas tsunderes inversas sí que dan miedo.

¿Cómo se suponía que debía acercarme a ellos?

“En realidad, ¿qué estabas intentando hacer en ese momento?” Pregunté. “¿Adónde pensaste
que iría la conversación cuando sacaste tu pecho frente a mí?”

“Bueno, esa era yo jugando, o quizás probando algo. Te dije que estaba intentando algo,
¿recuerdas? Como el cerebro de las Fire Sisters, mi plan era empujar mi pecho hacia ti para
que dijeras: ‘No, no me interesa tu pecho’ para justificar tu teoría, pero yo te respondería con
‘Eso es porque es el pecho de tu hermanita, ¿no?’ Se suponía que era un bonito peloteo entre
nosotros.”

“Oh. ¿Así era como se suponía que iba a ser?”

“¿Por qué tuviste que acertar un espectacular return ace?”

Eres increíble, dijo Tsukihi, hinchando las mejillas.

Parecía que teníamos ideas ligeramente diferentes sobre nuestra intimidad como hermanos.

“Pero tocarte el pecho dio lugar a una escena más divertida que ese intercambio tan soso que
imaginaste.”

“Hmm. Supongo que estas en lo correcto. Está bien, te perdono.”

Ella me perdonó.

Esta debe haber sido la razón por la que pudo atraer a tanta gente hacia ella y por qué era una
líder, pero al mismo tiempo me preocupaba que pudiera ser demasiado caritativa.
“¿Entonces, cómo estuvo?” Preguntó Tsukihi.

“¿Hm?”

“Te estoy preguntando cómo estuvo.”

“Oh. Ya veo, quieres saber cómo me sentí tocando las tetas de mi hermana pequeña.”

Era algo que querías saber.

Es natural que te preocupes por lo que otros piensan sobre algo que has dedicado muchos
meses a cuidar.

Este no era el momento para que yo le hiciera ningún tipo de palabrería. Lo pensé un poco
antes de darle mi sincera opinión.

“Setenta y seis puntos. ¡Hay margen para la mejora!”

“¡Suficiente!”

Necesitábamos darle tiempo.

Por otra parte, el juez solo había tocado el pecho de su hermana pequeña y el de nadie más.
Sus estándares de calificación carecían de credibilidad.

“Entonces, ¿qué va a pasar ahora?” Dije.

“¿Qué quieres decir?”

“Bueno, me dijiste, ‘tócalos’, y yo los toqué.”

“¡Detén tus impresiones molestas!”

“Este algo u otro que estabas intentando… ¿a qué tipo de conclusión te llevó?”

“Um…”

Tsukihi consideró mi pregunta. Fue una reacción extraña, como si no hubiera estado
completamente preparada hasta el momento en que se lo pregunté.

¿Quizás ella solo quería que le tocara los senos?

No me malinterpretes, no es como si realmente los hubiese tocado.

De hecho, fueron mis palmas las que habían tocado su pecho.


El masaje más impactante del mundo.

“Onii-chan, creo que podrías sentirte frustrado sexualmente.”

“¡¿Qué?!” Todo la habían llevado a la peor conclusión posible.

“Ahora que lo pienso, te lamentabas diciendo: ¡No puedo comprar revistas sucias, no puedo
comprar revistas sucias, no puedo comprar revistas sucias!”

“No lo dije tres veces.”

¿Por qué iba a cantar eso?

Simplemente hable un poco mal.

Tan solo dije cómo me sentía realmente.

“Pero eso es lo que está resultando contraproducente.” Dijo Tsukihi. “Está haciendo todo lo
contrario de lo que quieres. Has confundido el deseo sexual con el romance y estás creando
una espiral inflacionaria de frustración.”

“¿Una espiral inflacionaria?”

¿Qué fue eso? Aunque antes había oído hablar de espirales deflacionarias.

“Vaya, una espiral inflacionaria… ¿Me estás diciendo que algún fenómeno del tipo 007 está
ocurriendo dentro de mi cabeza?”

“Mm-hm. Y por eso seguiste adelante y tocaste el pecho de tu hermana pequeña.”

“Por eso toqué ese panel táctil que hace las veces de tu pecho…”

“¡Un panel táctil es plano!”

Ella me golpeó.

Si hubiera estado tratando con Karen habría ido volando hacia la pared, pero este fue un ataque
proveniente del delgado brazo de Tsukihi. Una picadura de mosquito hubiera dolido más.

Así que decidí seguir adelante.

“Hah. Es un panel táctil que se usa para ingresar el código secreto del romance.”

“¡Eso ni siquiera es inteligente!”

“Entonces retirare todos tus ahorros.”


“¡Esa si fue buena!”

Tan furiosa como estaba Tsukihi, cuando se trataba de juzgar las bromas, era justa, siendo mi
hermana pequeña.

“Esto es un problema.” Señaló. “Está bien porque era solo mi pecho, pero si te siente tan
frustrado, puedes llegar a poner tus manos sobre el pecho de tu verdadero amor, H-san.”

“Hmm, crees que literalmente podría poner mis manos sobre ella… Y espera, ¿acabas de decir
que tu pecho estaba bien?”

“Fue mejor que bien, ¿no crees?”

“No estuvo mal.”

¿Qué tipo de conversación era esta?

“Pero.” Dije. “Si ese es el argumento que vas a presentar, entonces H-san empujaría su pecho
frente a mí y me invitaría diciendo: Vamos. Tócalos…”

Ella nunca lo haría.

Ni siquiera podía imaginarlo.

“No, no, Onii-chan, eres el tipo de persona que atacaría por su cuenta y los tocaría incluso sin
su invitación. Idearías algún tipo de plan. ¡Juguemos a las traes! ¡Las traes si te tocan en
cualquier parte de tu cuerpo, o algo así!”

“Qué plan tan transparente…”

“O tal vez sería el escondite, solo que en lugar de que un poste de luz sea la zona segura, sería
el sostén de H-san.”

“Olvídate de la transparencia. Ya sabes, si algo aquí es plano, es la forma en que estas


sugiriendo estos supuestos planes.”

Bien.

Cuanto más pensaba en ello, más me parecían el tipo de planes que yo idearía.

Asentí lentamente como si digiriera sus palabras.

Oh. Así que estaba frustrado.


Fue algo malo decirlo, y me hirió (;_;), pero sí, ahora que lo había mencionado, estaba de
acuerdo con ella.

En realidad, simplemente estuve de acuerdo con ella.

Incluso podría decir que dio en el clavo.

¿Un culpable expuesto por un detective famoso se sintió de la misma manera? No es de


extrañar que siempre fueran tan deportistas al respecto.

Vaya, casi me sentía renovado.

Entonces eso es lo que era. Frustración sexual.

“Ah, por supuesto. Eso es lo que es esto.”

“Mm-hm. Eso estuvo muy cerca. Casi confundes el hecho de sentirte atraído por el pecho de
una compañera de clase que no te gusta especialmente con el amor.”

“Te entiendo, te entiendo. Eso habría sido una gran malentendido.”

“Estoy segura de que H-san no querría que le agarres los senos.”

“Guh.”

Cierto.

No solo habría confundido la lujuria con el amor, le habría contado como pensaba que me
sentía. ¿Qué hubiéramos hecho al respecto?

Habría sido un desastre.

Aun así.

Aun así, teniendo en cuenta la personalidad de H-san… podría haber soportado semejante
desastre.

Y por eso.

Por qué necesitaba controlarme.

Por qué tenía que hacerlo.

“Correcto. Tsukihi-chan, me salvaste del borde del precipicio. Casi dejo que mis acciones me
llevasen por el camino del mal.”
“El camino del mal…”

“¡Kajajaja! De hecho, cómo me he equivocado… ¡Yo, Araragi Koyomi, el Sexto Rey


Demonio, nunca debo relacionarme con una simple muchacha!”

“Suenas como un hechicero que ya ha sido llevado por el camino del mal…”

¿Y qué pasa con esa risa? Murmuró Tsukihi.

“Asuraman.” Respondí. “Entonces, ahora que hemos llegado a una conclusión, es hora de
idear un plan para abordar esto. Va a ser malo si dejo que esta frustración se agrave. Tengo
que proteger a H-san de mis malvadas garras.”

“Cierto.”

“Es un regalo del cielo que vi la verdad del asunto… aunque un poco tarde.”

“Cierto.”

Pronuncié las primeras palabras que me vinieron a la mente, pero ella lo rechazó.

Al parecer, había algunas cosas que no debería decir ni siquiera a mi hermana pequeña.

“Onii-chan, evitemos un chiste en el que pones tus garras malvadas sobre H-san y te arrestan
mientras te quejas diciendo: ¡Ay, mierda! ¡Esta es la última vez que me preocupo por las
tetassssss!”

“No creo que la escena terminaría de un modo tan jocoso si la policía me detuviera…”

“Y tampoco quiero que haya un criminal en mi familia. Sería una mancha en el nombre de las
Fire Sisters. Toda la confianza que hemos dedicado nuestro tiempo a acumular se desvanecerá
en el aire.”

“Hmm. Sí, escuchas a la gente decir que no debes tener miedo de enemigos capaces, sino de
aliados incompetentes.”

“Creo que diría aliados catastróficos en este caso, no incompetentes.”

“Podrías decirlo.”

Espera, en primer lugar yo no era el aliado de las Fire Sisters.

Algunas personas parecían ponerme en una especie de posición de Sexto Ranger


(aparentemente me llaman el Fire Brother. ¡Hablan de nombres lamentables!), pero no tenía
ningún recuerdo de haberme puesto un traje plateado y haber luchado, ni siquiera
metafóricamente.

“Oh, bueno, supongo que tendré que acariciar tus senos o los de Karen-chan cuando me
apetezca como tratamiento paliativo para ayudarme.”

“¡Ese tratamiento nunca puede suceder!”

“¿Por qué no? ¿No luchan ustedes dos, las Fire Sisters, por la justicia? Deberían aprovechar
la oportunidad de sacrificarse por mí.”

“Tal vez lo justo en este caso sería sacrificarte.”

De ninguna manera acariciaras mis tetas solo para matar el tiempo, murmuró Tsukihi.

“¿Entonces, qué vas a hacer?” Exigí. “Elijan, H-san, una civil inocente, será manoseada, o
ustedes, las Fire Sisters, sí. Es una u otra.”

“Si esas son las únicas opciones, entonces… ¡Gaahh! ¡Bien, puedes tocarnos!”

Estas hermanas estaban tan llenas de espíritu de abnegación.

Que espeluznante.

“¡Haz lo que quieras con nuestros pechos, pero prométeme que no pondrás un dedo sobre H-
san!”

“Está bien, lo prometo. De hecho, no solo a H-san. Mientras ustedes dos se sacrifiquen por mí,
no me importa si en el futuro me encuentro con una niña de primaria irresistiblemente linda,
con trenzas y perdida con una mochila puesta… ¡Juro que nunca la abrazaré por detrás ni
nada!”

“¿Por qué un ejemplo tan específico?”

“No estoy seguro.”

Que extraño.

Solo pude inclinar la cabeza con asombro.

Una voluntad cósmica se estaba dando a conocer.

“Por otra parte.” Dije. “Creo que las promesas deben ser lo más específicas posible. Así serán
más fáciles de mantener.”
“Ya veo. Así que nunca romperás esa promesa, pase lo que pase.”

“Por supuesto.”

¿Por qué?

El futuro no estaba escrito en piedra, entonces, ¿por qué ya sentía que estaba diciendo una
mentira?

“Y de todos modos, esas no serían las únicas opciones.”

“Efectivamente.”

Por supuesto que no.

Tocar el pecho de tu hermana no era la idea de nadie de un castigo divertido.

“Hay muchas formas de lidiar con la frustración sexual sin poner los ojos en el pecho de tu
hermana pequeña.” Declaró Tsukihi. “Es como un método de último recurso.”

“Último o no, mejor no recurrir a él en absoluto.” Pues bien, el problema en el que debemos
pensar es: entre las muchas formas de liberar la frustración, ¿cuál debo elegir?

“Creo que lo habitual es involucrarse realmente en un deporte, o tal vez encontrar un


pasatiempo de interior que sea su pasión.”

“Deportes, eh. Debería haber ido a correr con Karen-chan o algo así.”

“Y aprovechando la ocasión que fuese una carrera de tres piernas.”

“Sí, una carrera de tres piernas… espera, ¿por qué?” Probablemente terminaría siendo
arrastrado y luciendo como el velo de una novia en una ceremonia de boda.

“No, estamos hablando de Karen-chan. Ella correría lo suficientemente rápido como para no
arrastrarte.”

“¡¿Sería tan rápida que flotaría detrás de ella?!”

Parecía un entrenamiento ninja.

A decir verdad, ese era un camino más probable para Karen que convertirse en novia.

Uf, por primera vez en mucho tiempo me había hecho responder como la parte del dúo cómico
que replica.
“Nada de deportes.” Descarté. “Ya me siento lo suficientemente inferior a Karen-chan.”

“Qué persona tan pequeña…” Un comentario desdeñoso escapó de los labios de Tsukihi. No
sabía si quería decir eso con respecto a mi mente o mi cuerpo.

Probablemente ambos.

“Así que un pasatiempo de interiores.”

“Sí. Parece que últimamente no juegas videojuegos.”

“Ah, juegos recientes. ¿O quizás no juegos recientes, sino nuevos? Todos tienen tantas
funciones de conectividad y batallas en línea que, si los juegas solo, no puedes disfrutar la
mitad de la diversión que los creadores intentaban poner en ello.”

“Oh. ¿Cómo el StreetPass?”

“Eso es parte de eso.”

No es que te cruces con alguien en la calle donde vivíamos en medio de la nada.

Te congregaste junto a las máquinas recreativas de los grandes almacenes.

Qué atracción tan poco convincente.

“Saber que la diversión será limitada hace que me sea difícil emocionarme.”

“Sabes que tenemos una conexión a Internet en esta casa. ¿Por qué no jugar abajo?”

“No, no lo entiendes. De base soy alguien que quiere jugar juegos solo.”

Odio los versus de arcade, entoné. No quería que ningún retador entrara en mi corazón.

“Dudo que alguien que solo pueda jugar sin compañía encuentre el amor.” Tsukihi aludió a
nuestro tema pasado con sentimiento. “Que así sea.” Dijo. “Toca las tetas de tu hermana
pequeña.”

“¡¿Ya estamos en el último recurso?!”

“Vaya. Lo siento.”

“Tengo la sensación de que todo lo que hemos hecho aquí ha sido un error.”

“Que así sea.” Repitió Tsukihi. “Solo ve a comprar algunas revistas sucias.”

“……”
¿Entonces esa fue su conclusión?

“Has dudado en comprarlas durante un mes porque tu malentendido te hizo consciente de


cómo te vería H-san, ¿verdad? Conociéndote, incluso puedo imaginarte guardando todos los
tesoros que has mantenido escondidos y arrojándolos para ‘restablecer tu mente y cuerpo’.”

“¿C-Cómo lo adivinaste?”

Parecía tener una hermana pequeña muy perspicaz.

¿O mis acciones fueron tan predecibles?

“Eso es lo que hizo que tu frustración creciera, por lo que deberías comprar algunas revistas
sucias nuevas para resolver el problema.”

“Hmm.”

Al principio me había sentido ofendido, pero ahora empezaba a parecer una buena idea. Quizás
pasó de un tratamiento paliativo para eliminar la causa raíz.

Prometía ser una cura radical.

Bien.

¿Quién necesita amor mientras tengas revistas sucias?

Esto resolvió todo.

De hecho, ¿no habíamos resuelto Tsukihi y yo el propio mundo?

Dicho esto, al ser una solución para el mundo, nuestra filosofía también amenazaba con llevar
a la humanidad a la extinción.

“Ya veo… Entonces estás recomendando la lectura como una forma de compañía.”

“Sí, lee con todo tu corazón. Lee hasta que dejes las páginas arrugadas y marcadas.”

“Vaya, hoy haz hecho que fuesen dos cosas de las que me he dado cuenta. No es de extrañar
que tengas un historial perfecto cuando se trata de resolver los problemas románticos de las
personas. Pensé que nunca llegaríamos a la conclusión, pero ahora el final de este capítulo
finalmente está a la vista.”

“Así es. Llevamos tanto tiempo que probablemente se necesitarían tres episodios de anime
para cubrir esta conversación, pero finalmente es hora de pasar al siguiente capítulo. Entonces,
si has tomado una decisión, golpea mientras el hierro está caliente. ¿Por qué no te vas ahora
mismo? La librería está a punto de abrir. Incluso iré contigo.”

“No, nunca podría pedirte tanto. Ya has hecho más que suficiente por mí. Me sentiría culpable
si te molestara más de lo que ya lo he hecho.”

El resto de esta batalla es mía para enfrentarla solo, dije en un intento de sonar genial, pero
entonces la verdad me golpeó.

“Oh, mierda. Quizás no pueda.”

“¿Eh? ¿Por qué no? ¿Había algo mal con mi genial idea?”

“No, no hay nada de malo en tu idea, es solo que me falta dinero.”

“¿Qué? ¿Liguero, no acabamos de concluir que la solución serían las revistas?”

“Dinero, no liguero.”

Hmm. Nuestro sistema de tener que decir algo estúpido antes de seguir adelante en una
conversación requirió mucho esfuerzo.

“Dinero.” Repetí.

“¿Dinero?”

“Estoy corto de fondos.”

Podrías declararme en banca rota.

Solo había trescientos setenta y siete yenes en mi billetera… dicen que las personas que saben
exactamente cuánto tienen en su billetera tienen lo que se necesita para ser rico algún día, pero
en este caso yo tenía tan poco que era más difícil no saber.

“¿En qué lo desperdiciaste? ¿Nuestro abuelo no te dio dinero como regalo de cumpleaños el
otro día?”

“Lo gasté todo en un juego.”

“Entonces estás comprando juegos.”

Ella tenía razón. Por otra parte, quejarme de las cosas, pero hacerlas de todos modos era mi
forma de vivir.
“¿Qué juego compraste?”

“Fingí comprar Idolm@ster pero realmente compré Ice Climber.”

“¿Por qué tendrías que fingir…? Oh, eres toda una molestia. Sabes que no es fácil para una
chica tener un fracaso como hermano mayor.” Dijo Tsukihi, recriminándome.

Parecía muy satisfecha de sí misma.

Sin embargo, yo era el que había logrado comprar un juego con solo trescientos setenta y siete
yenes en mi billetera. Tsukihi debería haberme agradecido por permitirle lucir tan engreída.

“Bien. Te daré uno de los libros de mi escondite, o tal vez del de Karen-chan.”

“……”

No quería recibir una revista sucia de mi hermana pequeña. No sabía si eso contaba como una
entrega o un legado, pero como fuese.

No tendría sentido si nuestros gustos no coincidieran, y no puedo imaginar nada peor que
precisamente terminasen coincidiendo.

“… Pero supongo que también podría preguntar. ¿Qué tipo de libros?”

“Siento que son bastante variados, pero en general, chicos guapos con chicos guapos.”

“Genial, he escuchado suficiente.”

La interrumpí.

Detuve nuestra pésima conversación.

“¿No quieres escucharme hasta el final?"

“Ni siquiera quería escuchar el principio.”

“Onii-chan, no está bien estarse enfadando por los gustos de la gente sin siquiera escucharlos.”

“Está bien ir por ahí poniendo mala cara ante el mal gusto de la gente.”

“¡Ni siquiera los has leído!” Tsukihi comenzó a quejarse y abuchear, haciendo pucheros.
Aparentemente, ella no estaba satisfecha con mi pensamiento. “Yo, por mi parte, nunca tendría
tantos prejuicios. Reviso a fondo tus gustos antes de sentirme asqueada por ellos.”

“¡No los mires! ¡Y tampoco te sientas asqueada!”


¡Y yo pensaba que ella era simplemente perceptiva!

¡Había estado barriendo toda la casa!

“Para ser honesta, Onii-chan, tus gustos me preocupan.”

“¡Cállate!”

¡No quería escuchar eso de ella!

Y esto no hace falta decirlo, ¡pero mis gustos e intereses son tan normales como pueden serlos!

Maldita sea, tendría que encontrar un nuevo escondite…

Le dije: “Te estás quejando de que nunca he leído tu tipo de libros, pero ¿y si lo hubiera hecho?
Como mi hermana, ¿estarías bien con eso?”

Tsukihi empujó su dedo hacia mí. “¿Un hermano mayor fan de BL? ¡¿Quién no enloquecería
por eso?!”

Esto no es bueno.

Está podrido. Fue muy tarde.

“Simplemente no sé qué hacer.” Tuvo el descaro de agregar. “Puedo ser una Fire Sister, pero
me voy a quemar.”

Se puso de pie y salió de mi habitación sin decir una palabra más. Dado lo silenciosa que fue
su salida, probablemente tenía la intención de regresar pronto.

Ella no podría haberse enojado de repente, ¿verdad? ¡Porque tu ropa me molesta! ¿O una razón
como esa?

Eso sería bastante frío entre hermanos, pero afortunadamente no fue el caso, y ella regresó de
inmediato. Cuando miré más de cerca, noté tres billetes de mil yenes cuidadosamente doblados
en su mano.

Entonces Tsukihi me los ofreció.

“Ten. Puedes tomar esto prestado.”

“¡¿Q-Qué?! ¡¿Realmente estás otorgando esta caridad a un desgraciado como yo?!”

Empecé a humillarme en un abrir y cerrar de ojos.


Fue una vergüenza incluso para mis estándares.

“Sí.” Respondió ella. “Espera, no, esto es un préstamo, ¿de acuerdo? ¡No has utilizado mi
panel táctil para acceder a mis ahorros! Tienes que devolverme el dinero.”

“¡Por supuesto! ¡Y lo haré con intereses, tenlo por seguro! ¡Dentro de los límites legales de
tarifas!”

“Así que apegándote a las normas, ya veo…”

“Soy un hombre que siempre paga sus deudas.”

“Sabes que esa línea no suena tan impresionante cuando se trata de una deuda en efectivo…”

Cuando pensé en el cuadro que estábamos pintando, un chico sentado de rodillas frente a su
hermana pequeña pidiéndole dinero prestado, era el cuadro más lamentable de todos.

Quizás la lástima también le llegó a Tsukihi.

“Y no necesito que me pagues los intereses.” Renunció.

Ella realmente lo hizo.

“Pero en su lugar quiero verte mostrar gratitud.”

“¿Gratitud?”

“Quiero que descubras tu corazón y tus sentimientos. ¡Gracias, te amo, Tsukihi-chan!”

Con esas palabras, procedió a quitarse los calcetines.

La forma en que se los quitó fue mucho más erótica de lo necesario.

Luego, de pie sobre una pierna como un personaje de una película de kung-fu, levantó y
empujó la otra frente a mi nariz. Con su voz más intimidante, dijo:

“Lámelo.”

Lo lamí.

“¿Alguna vez dudaste?”

A partir de ahí, me pateó la nariz, de nuevo como si estuviéramos en una película de kung-fu.

Esto realmente dolió. El nivel de su ataque fue más allá de intentar provocarme una hemorragia
nasal y podría haberme roto la nariz.
“¡¿Qué has hecho?!”

“¡Oye, esa es mi línea!”

“¡No, es mi línea! ¡Y ni se te ocurra acercarte a mi otro pie!”

“¡¡No me detendrás!!”

Asqueroso, asqueroso, asqueroso, murmuró Tsukihi, limpiando el pie que me había dado para
lamer, frotándose como para limpiarse de un recuerdo repugnante.

“Oye, no trates mi lengua como si fuera algo sucio, eso hiere mis sentimientos. Solo lo lamí a
regañadientes porque me lo rogaste: ‘Vamos… lámelo’.”

“¡El único rencor aquí es el que voy a tener por lo entusiasta que estabas! ¡Y eso ya no es una
impresión mía! ¡Afirmar que alguna vez dije eso es una calumnia sin fundamento!”

“Si no quieres que te vuelva a lamer los pies, entrega ese dinero.”

“¡Ahora me estás amenazando!”

Tsukihi lanzó los billetes de tres mil yenes al aire.

Corrí como un niño que busca dulces y los agarré antes de que cayeran al suelo.

Atrapar, atrapar, atrapar.

Revisé los billetes como un cajero de banco.

“Perfecto. Estos son tres mil yenes, su deuda esta pagada en su totalidad.”

“¿Por qué me tratas como si estuviera pagando una deuda cuando utilicé mi miserable mesada
para prestarte dinero?”

“Estoy seguro de que no confías en mí, así que les diré a mamá y papá que deduzcan
automáticamente tres mil yenes de mi asignación este mes y que directamente te los den.”

“Eso es muy considerado de tu parte, pero si así es como ves las cosas, me gustaría que te
esforzaras más para que tu hermana pequeña confíe en ti.”

“Lo tendré en cuenta a futuro.” Dije, luego miré mi reloj.

Era poco antes de las diez.

Sí, un momento perfecto para montar en bicicleta.


Abrí mi vestidor y una vez más comencé a cambiarme de ropa… ahora para salir. Esta mañana
había sido como un desfile de modas.

“Oye, Onii-chan.”

Comencé con mis jeans, y mientras me los ponía, Tsukihi dejó de jugar en mi escritorio para
hablarme.

¿Qué podría ser?

Ella me había dado su dinero. ¿Por qué no se daría prisa y se marchó?

Y no solo de mi habitación, aprovechando que estaba en ello también del planeta.

“¿Cuándo empezaste a hacer ejercicio?”

“¿Eh?”

“Vaya sixpack.” Tsukihi señaló mi estómago. “Supongo que no te he visto sin ropa en un
tiempo, pero no siempre tuviste abdominales así.”

“Oh.”

Mia abdomen está bastante definido. Y supongo que fue la primera vez que me he quitado la
camisa frente a mi hermana en mi estado actual.

Me había vuelto así durante las vacaciones de primavera, así que… guau, no me había quitado
la ropa frente a Karen o Tsukihi durante el último mes.

¡Que estúpido de mi parte!

¡Estaba tan avergonzada de no haberles mostrado mi cuerpo a mis hermanas!

… Espera, no.

¿Qué clase de pervertido era yo?

Y también, estaba bromeando mucho conmigo misma esta mañana con frases como: ¿Qué
clase de pervertido soy? Quizás esa era la señal más segura de que eras un pervertido.

“De hecho, últimamente he estado haciendo abdominales.”

“Ya veo. Haciendo abdominales.”

“Así es. Estoy haciendo el Bootcamp de Billy, pero solo los entrenamientos de abdominales.”
“¿Por qué un plan tan desequilibrado…?”

Por supuesto que no podía decirle la verdad, así que le di la primera excusa que se me ocurrió
para ignorar su pregunta. “Se me ocurrió una broma realmente graciosa y terminé así mientras
me preparaba para contárselo a ustedes dos.”

“Ya veo, es tan gracioso que te hiciste reír…”

“Sí. Será mejor que empieces a entrenar tus abdominales si no quieres que te mate.”

“¿Con el Bootcamp de Billy o con Core Rhythms?”

“No, mi sugerencia sería Electric Slide.”

“¿Electric Slide?”

Le di otra excusa, sobre cómo le quedaba mejor a una chica tan a la moda como ella, y pareció
funcionar.

“Hmm, está bien.” Asintió.

Si bien Tsukihi era inteligente (aunque no estoy seguro de que sigas creyendo esa
caracterización), no era del tipo que se entromete en todos los aspectos de los asuntos de su
hermano.

Esta vez le pedí ayuda y ella respondió. Eso fue todo.

“Está bien, gracias por esta conversación.” Una vez que me puse una camisa de manga larga
finalmente expresé mi gratitud de una manera normal. Se podría decir que debería haber dicho
esas palabras antes.

“Para nada, no fue nada.”

“Estoy por salir.”

“Cuídate.”

Cuando miré a Tsukihi, otra vez ella estaba acostada en mi cama. Parecía que tenía la intención
de quedarse dormida. Viniendo de una persona que había interrumpido el intento de otra
persona de volver a dormir, era terriblemente egoísta, pero como ella me había ayudado, al
menos podía proporcionarle un lugar para dormir. Solo necesitaba deshacerse de esa palanca.

Antes de irme, le pregunté a Tsukihi una cosa más.


“¿Tsukihi-chan?”

“¿Qué?”

“Sé que llegamos a la conclusión de que todo fue un malentendido, pero ¿crees que incluso
alguien como yo podría enamorarse algún día?”

“¿Asumo que lo harías, si eres humano?”

“De acuerdo.”

Al escuchar su respuesta, cerré la puerta de mi habitación con un buenas noches.

Y luego sonreí.

Una leve sonrisa.

Humano, ¿eh?

Vaya, desde las vacaciones de primavera… desarrollé una reacción a cualquier mención de
una categoría que no debería haber significado nada.

Como con los abdominales.

En serio, a su manera, fue un deslizamiento lateral.

“¿Mi intensidad como humano? Cuando miro hacia atrás me doy cuenta de lo vergonzosa qué
era esa broma.”

Ser fuerte.

Fuerza.

Las vacaciones de primavera también rompieron esos conceptos… gracias nada menos que a
H-san.

H-san. H-san. H-san.

“Kah…”

En ese momento, cuando mi burla estaba a punto de convertirse en una carcajada al estilo
Asuraman.

“¡Volví!”

Escuché una voz.


Parecía que Karen había regresado de su trote… tardo menos de lo que esperaba. Como puedes
adivinar por el apodo que le puso nuestra familia: “La Bala”, tiende a permanecer fuera durante
mucho tiempo una vez que sale de la casa.

Su récord hasta la fecha fue cuando estaba en sexto grado, cuando anunció que iba a dar un
paseo por el barrio y no volvió a casa durante tres días… esa vez la encontraron en Okinawa.

¿Quién da un paseo por el océano?

Hasta policía tuvo que involucrarse.

“¡Bienvenida a casa!”

Aunque no era más que una molestia cuando estaba en casa, sentí que tal vez debería darle la
bienvenida a su regreso anticipado dado lo complicado que había sido ese incidente.

Bien, iría y saludaría.

Quizás te preguntes quién diablos pensaba que era, pero con esa exclamación, bajé
rápidamente las escaleras y me dirigí hacia la puerta principal. Allí encontré a Araragi Karen,
la mujer del chándal, empapada y quitándose los zapatos.

¿…?

¿Empapada?

“¿Hm? ¿Está lloviendo afuera o algo así? Pensar que estaba a punto de salir.”

No era como si hubiera mirado por la ventana para ver el clima, pero no había escuchado lluvia
y, para empezar, la luz del sol entraba en la casa.

¿Una ducha de sol?

“Oh, Nii-chan. Veo que despertaste antes de que llegase.”

Karen terminó de quitarse los zapatos, los enderezó y se subió a la alfombra de bienvenida. O
más bien, empapó la alfombra de bienvenida.

“Dicen que solo Estark puede rivalizar contigo cuando se trata de dormir, por lo que
despertarte es una auténtica prueba. Me preocupaba dejarle todo a Tsukihi-chan, pero bueno,
parece que hizo un gran trabajo.”

“Bueno, no sé si lo llamaría un gran trabajo…”


Se sentía como si Tsukihi hubiera pagado un precio bastante alto incluso si hubiera logrado su
objetivo. No solo tuvo que posar en ropa interior, tocar las manos de alguien con su pecho y
conseguir que alguien le lamiera los pies, incluso le estafaron tres mil yenes.

Alguien había hecho pasar a mi querida hermanita por semejante prueba.

Imperdonable.

“Sí, sí.” Dijo Karen. “Parece que ha llegado el momento en que Tsukihi-chan se marche y se
independice. Me siento sola con solo pensarlo. Aun así, debo decirle que lo hizo bien.”

“Deberías dejarla en paz. Ella está durmiendo en mi habitación, como recompensa por haber
cumplido su misión. Puedes elogiarla después de que se despierte. De todos modos, Karen-
chan, ¿no tenías paraguas?”

“¡¿Hrnn?!” Los ojos de Karen se entrecerraron con sospecha. “¿Qué pasa? Casi nunca nos
llamas usando ‘-chan’. Dijiste que es demasiado vergonzoso, por eso siempre somos la ‘mayor
de las hermanas menores’ y la ‘menor de las hermanas menores’.”

“Oh, esa forma de decirlo se volvió molesta, así que decidí dejar de hacerlo a partir de esta
vez.”

Y, en primer lugar, no es como si a alguien le gustara que lo hiciera.

Solo tenía que sonreír y soportarlo.

“Eh, parece que la línea de tiempo se está poniendo patas para arriba, todo difusa , revuelta y
confusa, pero lo que sea.” El cerebro de Karen tenía la desafortunada característica de no poder
detenerse en algo demasiado complicado, lo que significaba que la mayoría de sus
pensamientos concluían con lo que sea. En lugar de continuar con el tema de cómo me dirigí
a ella, dijo: “No, no está lloviendo. Cielos azules despejados, tal y como debería ser el primer
día de la Semana Dorada.”

“¿Qué? Entonces, ¿por qué estás tan empapada? ¿Caíste en un pantano o algo así?”

“A veces puedo trepar, pero nunca me caigo.” Dijo Karen con una mirada deslumbrante.

Mi hermana pequeña era más molesta que cualquier tic del habla.

“Puede que no me caiga, pero todos los chistes caen a mi alrededor.” Se jactó.

“A veces resultar ser una verdadera pesadilla…”


“¡Es como si el término ‘escalador social’ fuera hecho para mí!”

“……”

¿Estaba de acuerdo con que esa fuera la frase hecha para ella? No supe que decir. Ella era
demasiado masoquista, tanto física como mentalmente.

“No me importa si estás escalando o cayendo, solo dime por qué estás empapada.” Retrocedí.
“¿Acaso Sailor Mars te reprendió en nombre de su planeta?”

“No seas estúpido. Ella es mi amiga.”

“La única estúpida aquí eres tú.”

“Bueno, esto es sudor.”

¿Ves? Dijo, abrazándome. Sentí como si todo mi cuerpo hubiera sido envuelto en una esponja
completamente empapada.

En otras palabras.

“¡Asqueroso! ¡Mi índice de malestar ha sobrepasado todos los limites! ¡¿En serio?! ¡Uf,
apestas a sudor!”

¡¿S-Sudor?!

¡¿Estaba empapada a tal grado en sudor?!

“Oye, oye, Nii-chan. No puedo creer que le digas a una chica de mi edad que apesta.”

“¡Suéltameeeeee! ¡Aaaaagh! ¡¡Esto va más allá de la incomodidad, es francamente


desagradable!!”

Me revolví con todas mis fuerzas, pero fue en vano.

A diferencia de Tsukihi, estaba lidiando con Karen, mi hermanita jocosa súper fuerte. Me faltó
fuerza para apartarla.

“¡Ven aquí!”

Karen comenzó a frotar sus mejillas contra las mías. Si bien su transpiración actuó como un
lubricante, haciéndolo un roce de mejillas inusualmente suave, todavía se sentía más como si
estuviera tratando de moler la sal de su sudor en mi cara.
Fue como el peor exfoliante facial del mundo.

“¡B-Basta, Karen-chan! ¡Piense en la diferencia de altura! ¡Ahora mismo mi cara está atascada
entre tus pechos!”

“¿Qué? ¿En serio? ¡¡Oh, hay que ver, estoy tan avergonzada!!”

En el momento en que señalé esto, ella se alejó de mí con una expresión tímida.

Si bien mi vida se había salvado, estaba confundido por lo que la avergonzó y lo que no.
¿Cómo te sonrojaste después de dar un abrazo tan intenso?

“¿Todo esto es sudor? ¿De verdad? Bueno, sí, supongo que esto realmente es sudor…”

No diré que estaba empapado, pero estaba terriblemente húmedo como resultado del abrazo
de Karen. Cuando quité un poco de humedad y la inspeccioné con la lengua, me di cuenta de
que no era más que sudor auténtico.

“No estés lamiendo el sudor de tu hermana pequeña. Eres un hermano tan asqueroso.”

“No es tan espeluznante como una hermana pequeña que regresa a casa luciendo como un
monstruo que verías en el lecho del río.”

Por cierto, ¿cómo se llamaba ese yokai?

¿La mujer mojada?

Sin embargo, ese sería un nombre increíblemente sencillo.

“¿Quién se pone tan sudoroso después de salir a correr? ¿Estás segura de que no estabas
luchando contra Godzilla o algo así mientras estabas en eso?”

“No, es porque no salgo a correr muy a menudo. No sabía qué tan fuerte debía correr, y parece
que me estaba yendo mal.”

“Huh.”

¿Entonces ella salió a trotar pero corrió a toda velocidad?

Bueno, parece ser el caso.

Aun así, sentía que la cantidad de agua que envolvía su cuerpo pesaba más que ella…

“Fue un trote más largo de lo que esperaba.” Dijo. “42.195 kilómetros.”


“¿Corriste un maratón completo?”

“Bueno, salí a trotar como un corredor de la antorcha olímpica para celebrar el inicio de la
Semana Dorada.”

“¡Los corredores antorcha no corren 42.195 kilómetros!”

¡Había confundido el relevo de la antorcha con el maratón olímpico real!

“¿Qué? Pero van de un país a otro. ¿Acaso no es una distancia que tendrían que recorrer?”

“Lo dividen en secciones y se hace que distintas personas corran, y de todos modos, si ese
fuera el caso, ¡42.195 kilómetros serían demasiado cortos!”

Tenía una visión tan estrecha del mundo.

Se trataba de los Juegos Olímpicos, no de un encuentro deportivo de barrio.

“No, Nii-chan, 42.195 kilómetros es una distancia bastante larga.”

“Por supuesto que lo es. Al menos lo suficiente como para que te empapes de sudor.”

“Sí, lo estoy sintiendo. Más de lo que nunca he sentido nada. Sé que dicen 42.195 kilómetros,
pero pensé que sólo sería como correr diez carreras de cien metros seguidas.”

“¡………!”

Que miedo, que miedo, que miedo, que miedo, que miedo!

¡La estupidez de mi hermana da miedo!

¡Iba a empezar a temblar!

“Ya veo, ya veo, no me extraña que esté cansada. Ahora entiendo por qué estoy tan exhausta.”

Una idiota que nunca entendió nada estaba reflexionando sobre cómo ella entendía.

Estaba tan preocupado por ella.

“Entonces, Nii-chan, ¿dónde está la cinta de la línea de meta? Tienes una lista para mí,
¿verdad?”

“¿Por qué diablos iba a hacerlo? ¿Qué tipo de hombre espera que su hermana salga y corra un
maratón completo mientras él se vuelve a dormir?”

“¿Hm? Eso es raro. Se lo pedí a Tsukihi-chan.”


“Dudo que te haya tomado en serio…”

Eso, o Tsukihi simplemente ignoró la solicitud. Ella podía ser fría, aunque las dos se llevaran
bien. Se podría decir que no fue tan servicial.

“Oh, bien.” Dijo Karen. “No siempre sabe cómo cerrar el trato. Supongo que todavía me
necesita.”

“Apuesto a que Tsukihi-chan odiaría escuchar eso de alguien con la cabeza hueca.”

“Pero si no hay una línea de meta, eso significa que mi carrera no ha terminado.”

Oh, bien, repitió Karen antes de enfrentarme.

“¿Podrías hacer un anillo alrededor de tu cabeza?” Ella pidió.

“¿Un halo? ¿Como un ángel?”

“No, no. Solo un anillo con los brazos, así.”

“Ah.”

Hice lo que Karen demostró y sostuve mis brazos y hombros en forma de cero, aunque no
sabía por qué ella quería que…

“¡Hup!”

Ella saltó del suelo.

Luego, como si fuera una saltadora de altura realizando un salto a horcajadas, pasó por el anillo
que yo había hecho.

Ella era como un delfín.

O tal vez un león saltando a través de un aro en llamas.

Ella rozó la parte superior de mi cabeza.

Como si estuviera enhebrando una aguja… con la movilidad de un avispón, se deslizó entre
mis brazos.

“¡Ta-da!” Declaró, logrando un aterrizaje perfecto. “¡Pasé por mi hermano! ¡Puedo decir que
he alcanzado mi objetivo!”
“¡No me asustes así!” Le grité, fingiendo que no estaba realmente asustado, pero mi voz
temblaba. En mi mente, todo mi cuerpo tenía la piel de gallina.

“Ah, estoy agotada. De hecho, tengo sed. ¡Hora de beber agua!”

“¡Espera! ¡No he terminado de hablar contigo!”

Además, no camines por los pasillos cuando estas así de empapada, dije, persiguiendo a Karen
mientras se dirigía a la sala de estar, presumiblemente para rehidratarse.

Siguiéndola a la cocina, la encontré metiendo la cabeza con cola de caballo en el fregadero y


bebiendo agua directamente del grifo.

Qué varonil… ¿Ya era un hombre entre los hombres?

A pesar de ser mi hermana pequeña.

“Glurp, glurp, glurp, glurp, ¡uf!”

Habiendo tragado lo que me pareció un galón de agua, Karen finalmente sacó la boca del grifo.

“Está bien, Nii-chan. Mis sentimientos de doncella están heridos porque dijiste que apestaba
a sudor, así que supongo que me iré a duchar.”

Con eso, comenzó a quitarse el chándal.

En ese instante.

En otras palabras, justo enfrente de mí.

Nada en su comportamiento insinuaba a una doncella, nada que pudiera haberse herido… Tal
vez no le preocupaba porque éramos hermanos, pero normalmente, una cocina no era un lugar
donde te desvestías.

“……”

Aun así, ¿sabes qué?

Como Tsukihi, ella tenía novio.

Creo que su nombre era Mizudori-kun.

No es que me importara.
Así que, tuviera o no sentimientos de doncella, al menos estaba familiarizada con los
románticos.

“Oye, Karen-chan.”

Hablé pensando que no tenía nada que perder. Tal vez tenga mucha suerte y reciba una
respuesta decente.

“¿Qué pasa, Nii-chan.”

“Quiero que me ayudes con algo.”

“Oh. ¿Finalmente estás interesado en emprender el camino hacia el dominio del karate?”

“No, mi intención no es aprender ninguna de tus técnicas secretas.” Tratando de sonar serio,
le planteé mi pregunta: “¿Cómo decides si estás enamorado, si alguien te gusta?”

“¿Hunh? ¿Qué, consejo romántico?”

Ahora desnuda de cintura para arriba, Karen se echó la chaqueta, la camisa y el sujetador
deportivo por encima del hombro como una toalla.

Ella respondió: “Si ves a alguien y piensas: quiero tener los hijos de este tipo, supongo que
estás enamorada de él.”

… Fue una respuesta muy varonil, pero desafortunadamente, dudaba que fuera de alguna
ayuda para mí.
003

Descuidadamente consumí alrededor de ochenta páginas o casi una cuarta parte del grosor de
este volumen jugando con mis hermanas pequeñas, así que las cosas se van a poner mucho
más rápidas a partir de aquí. Es posible que los novatos de Araragi que llegaron aquí
directamente desde el anime ya hayan abandonado, pero si todavía estás leyendo, me gustaría
pedirte paciencia mientras avanzamos. No te rindas, ¡puedes hacerlo!

Habiendo estafado… lo siento, tomado prestado, tres mil yenes para gastar de mi adorable
hermana pequeña Tsukihi (algún día podría perder mi línea de crédito), y después de recibir
algunos consejos pertinentes de Karen (que probablemente nunca llegare a usar), me monté
en mi bicicleta de montaña y comencé a dirigirme directamente a la librería principal que se
podría llamar la única en nuestra ciudad.

Para comprar revistas eróticas, por supuesto.

Me impresionó en cierto modo mi propio estoicismo al salir de casa para realizar una tarea
muy sencilla y cotidiana, sin dejarme emocionar o albergar gracia por el comienzo de la
Semana Dorada. Revolcándome en la presunción, pedaleé tan rápido como pude… y mientras
lo hacía.

Vi a H-san.

No, lo siento.

Vi a Hanekawa.

HANEKAWA-san.

“…… ¡Nkk!”

No tenía ninguna razón particular en mente para hacerlo, pero mis reflejos me hicieron frenar
de golpe. Incliné mi bicicleta en diagonal y arrastré los neumáticos (¿en un derrapé de dos
ruedas?) antes de detenerme.

“Whoa… Ohhh.”

Me quedé impactado. ¿Qué tipo de momento fue este?

Justo después de entablar un feroz debate con mi hermana pequeña sobre Hanekawa, y justo
después de enterarme de la verdad de que mis sentimientos por ella no eran de amor sino de
frustración sexual, me encontré con nada menos que ella mientras daba un paseo. Qué
asombrosa coincidencia.

Me pregunté.

¿Volvía a dirigirse a la biblioteca? No, era la Semana Dorada, por lo que la biblioteca podría
estar cerrada.

Entonces tal vez ella estaba pensando en ir a la librería a comprar algunas guías de estudio o
algo… eso haría que del encontrarnos una verdadera pesadilla.

Tendría que cancelar mi plan.

Mi determinación, y todos los pensamientos y emociones que Tsukihi puso al prestarme su


mesada, perderían su propósito. ¿Cómo podía dejar que esos sentimientos de mi hermana, más
importantes para mí que la vida misma, se desperdiciaran? Estaba a la par de cancelar un
proyecto de obras públicas como la construcción de una presa, si no peor.

“… ¿Hm? Oh, estoy a salvo.”

Tras una inspección más cercana.

Hanekawa se alejaba de la librería. Ella no pareció notarme mientras cruzaba la calle a paso
firme.

Parecía que la librería no era su destino.

Hm.

Entonces, ¿a dónde podría ir?

“………”

Permítanme darles una explicación aquí sobre Hanekawa… sobre Hanekawa Tsubasa.

Hanekawa Tsubasa, la representante de mi clase.

Una representante de clase entre representantes de clase… una mujer que era la
personificación de una estudiante modelo.

Incluso su apariencia exterior, cabello trenzado con lentes, reforzó y reflejó su personalidad
interior. A pesar de que el día era parte de la Semana Dorada, todavía vestía su uniforme
escolar, sin duda por estricta adherencia a las regulaciones escolares.
Ella era terriblemente inteligente y siempre sacaba las mejores notas de nuestro año… y era lo
más casual posible al respecto. Obtuvo la mejor puntuación con facilidad en cada prueba que
nos dieron, y todos en nuestro año sabían su nombre.

Y tenía una buena personalidad, justa y respetable, y no sé, era una chica de secundaria tan
impresionante como Cell Perfecto.

Personalmente, creo que el concepto de perfección podría haber sido ideado por algún antiguo
místico que predijo el nacimiento de Hanekawa usando poderes psíquicos para modelar la idea
según ella.

Ella existía en una dimensión diferente a la de las causas perdidas como yo y era alguien con
quien nunca tendría nada que ver… pero justo durante las últimas vacaciones de primavera,
ella y yo comenzamos a tener algo que ver el uno con el otro.

Más precisamente.

Ella me salvó la vida.

Ella fue mi salvadora.

Se podría decir que su bondad me aplastó en cuerpo y alma… por eso me hice amigo de ella
luego de aquello.

… Parecía haberme confundido con algún tipo de delincuente (las causas perdidas y los
delincuentes aparentemente son lo mismo para ella. Su salto lógico es que si eres una causa
perdida, es porque no estás haciendo tu mejor esfuerzo) y estaba ansiosa por reformarse. En
ese momento, llego al punto de nombrarme vicerepresentante de la clase. Pero tomémoslo en
broma.

En el mes transcurrido desde las vacaciones de primavera, Hanekawa había sido


increíblemente amigable con un civil normal y aburrido como yo.

Tanto es así… que lo confundí con amor.

“Je. Aunque creo que debería ignorarla.”

No había sido el más bendecido con las amistades desde que comencé la escuela secundaria,
y en ese sentido me volvía horrible al juzgar mi distancia con los demás. Aun así, sabía que
era normal saludar a un amigo al que veías en un día libre.
Eso es lo que hacen los amigos.

No fue un acto serio… pero hoy, este día, fue diferente. Tenía una misión. Los pensamientos
y esperanzas de mis hermanas estaban en mi espalda (no es que Karen hubiera dicho algo
relevante), y necesitaba girar estos pedales para llegar a esa librería.

Vueltas y vueltas.

Al final hacerlo protegería a Hanekawa… Me di cuenta cuando hablaba con Tsukihi de que,
dejando a un lado todo lo relacionado con los senos, si mis malentendidos me llevaban por el
camino equivocado y confesaba mi amor (aunque no había sido mi intención), habría puesto
a Hanekawa en una situación embarazosa.

No, ella no se avergonzaría. Probablemente me regañaría y trataría de corregir mi


malentendido.

La idea de decirle a una chica que la amo solo para recibir un regaño a cambio era bastante
deprimente.

Aunque también sonaba divertido a su manera.

¡Concéntrate! Ella podría regañarme.

Incluso si descartabas esa posibilidad, lo varonil era sonreír y soportarlo e irme estoicamente,
a pesar de lo mucho que quería saludarla.

Adiós, Hanekawa.

Volvamos a encontrarnos en el aula una vez que termine la Semana Dorada.

Me convertiría en una persona más grande en ese momento… y oye, no te enamores del yo
adulto, ¿de acuerdo?

Justo cuando intenté empezar a pedalear.

Mis piernas volvieron a quedar paralizadas.

No solo mis piernas… todo mi cuerpo.

“… ¿Eh?”

De repente, Hanekawa Tsubasa dobló la esquina y cambió de dirección… y pasé de verla solo
de perfil a mirarla de frente.
Al frente y en el centro.

Y… noté la gruesa gasa que cubría el lado izquierdo de su rostro.

Me quedé sin palabras.

Era el tipo de cosa que dejaría a cualquiera sin palabras… la marca de un tratamiento
visiblemente doloroso.

No pude ver la mitad izquierda de su rostro en absoluto.

Era obvio que esto no era un tratamiento para algo como un pequeño rasguño o un hematoma
por chocar contra una pared… la gasa blanca, sujeta con esparadrapo, ocultaba cada centímetro
de ese lado de su cara.

Era más que visiblemente doloroso.

Simplemente dolía.

Dolía solo con mirarlo…

Como si el dolor punzante se me estuviera transmitiendo directamente…

No.

Si fuera una simple lesión, estaría corriendo directamente al lado de Hanekawa.

Para expresar mi preocupación.

Para preguntarle qué pasó, cómo se había lastimado tanto.

Habría muchas formas de plantear la pregunta. ¿Tropezaste y caíste? ¿Te chocaste con un
poste telefónico?

Pero… todo mi cuerpo estaba paralizado.

Porque… no, ¿tal vez lo estaba pensando demasiado?

¿Podrían haber sido mis violentas vacaciones de primavera lo que me llevó a pensamientos
brutales?

Como que la mayoría de las personas eran diestras, y si golpeaban a alguien en la cara, solo el
lado izquierdo de la cara se lastimaría, y se vería tal y como ella…

“……”
Hanekawa se veía exactamente igual que siempre, aparte de la gasa… el cabello trenzado, las
gafas, incluso el uniforme, todo era igual que siempre, y eso en realidad lo convirtió en un
espectáculo heroico.

Fue realmente heroico.

Realmente intenso.

Entonces Hanekawa pareció notar a su compañero de clase, paralizado e incapaz de moverse.


Ella notó mi existencia.

Me habían descubierto.

Por supuesto que lo haría… una cosa era estar a su lado, pero ahora estaba frente a mí. Me
había fijado en Hanekawa, así que, por supuesto, ella se fijaría en mí.

Supongo que se podría llamar a esto mi primer fracaso durante la Semana Dorada… mi primer
error. Si el plan hubiera sido irme sin decir nada, fingir que no la había visto, debería haber
desaparecido de inmediato.

¿Alguien como yo?

Debería haber desaparecido.

Pero en cambio me quedé paralizado como un idiota… por eso Hanekawa terminó notándome.

“Oh.” Dijo ella.

Apuntándome.

“Yaa-hoo, Araragi-kun.”

Se acercó a mí con un pequeño trote amistoso.

“Hey, ¿todo bien?”

También su actitud… era exactamente la misma Hanekawa de siempre, y por eso.

La gasa en el lado izquierdo de su rostro se destacó mucho.

“… Vaya que sí. Yey. Viento en popa…”

Y así, cuando respondí de esa manera, mi voz no sonó para nada normal. Era demasiado alto
y podría haber logrado tropezar con las palabras cortas.
“Hm. Oh.”

Y entonces.

Parecía Hanekawa como si hubiera fallado en algo.

Mi respuesta torpe y abatida que ni siquiera calificaría como hablada en un tono monótono
debió haberla hecho darse cuenta… de su apariencia actual.

Por supuesto, esto no era una mota de espinaca entre los dientes. Tenía que ser consciente de
la gasa en su propio rostro.

Entonces.

Tenía que haberse dado cuenta de la causa de mi terrible reacción… si yo había fallado,
Hanekawa también.

Ella había estado en la misma posición… no debería haberme llamado incluso después de
notarme.

Eso era lo esencial.

Hanekawa era perfecta… pero eso no significaba que nunca fallara.

Bueno, tal vez no fue un fracaso.

En lo que a ella respectaba, tal vez estaba tratando de olvidarse de esa dolorosa herida… y
gracias a sus esfuerzos, de verdad, por completo y perfectamente se olvidó de ella.

En ese caso.

Fui yo quien… se lo recordó.

En todo caso.

Debido a mi incapacidad para reaccionar bien.

“Ummmm.”

Era raro ver a Hanekawa buscando lo que debía decir. ¿Se estaba devanando los sesos para
encontrar algún tipo de solución que la sacara de este apuro? No, parecía que estaba perdida.

Pero podía verlo.


Pude ver por qué se quedó sin palabras… la incomodidad de ser vista en su estado ya no era
intrascendente. Estaba preocupada porque me estaba dejando sin palabras.

Estaba pensando en cómo lidiar con eso y hacerme sentir mejor.

Incluso en esta situación.

Estaba pensando en mí.

Estaba pensando en los demás, no en ella misma.

Y como no podía dejar de ver eso… me sentí aún más mal.

“Um, Araragi-kun…”

“Hup.”

Hanekawa había pronunciado mi nombre, tal vez para poder empezar a explicarse, o
simplemente para empezar a romper el silencio, pero entonces, como para interrumpirla…
hice mi movimiento.

Lo hice, pero no por profunda consideración… o para ser más honesto, no había ninguna
consideración detrás de ello.

Ni siquiera el más superficial de los pensamientos.

Lo que había, en cambio, era un deseo extremadamente personal: no podía soportar ver esa
escena tan dolorosa.

No quería ver esa gasa en su rostro.

Tampoco quería verla preocuparse por mí.

Y entonces.

Por eso, imaginándome a mí mismo como un as del lanzamiento submarino que se apoderaría
del mundo del béisbol si realmente existiera, levanté mi mano derecha… en un salvaje intento
de levantar la larga falda de Hanekawa, que llegaba por debajo de sus rodillas.

En términos más comunes, le di la vuelta a su falda.

“¡¿Hunhh?!”
En respuesta a este comportamiento extraño, Hanekawa me dio una bofetada en la mejilla…
comportamiento que era natural para una chica. Una espléndida muestra de juicio rápido y
ejecución instantánea, pero un razonamiento tranquilo la llevaría a concluir que ella no debería
haberlo hecho.

Mientras digo que le volteé la falda, estábamos bastante cerca el uno del otro, a un brazo de
distancia (en otras palabras, lo suficientemente cerca como para conectar una bofetada).
Digamos que no me hubiese pegado. Entonces el impacto no me habría obligado a
arrodillarme, y apenas haber visto nada debajo de su falda, dado el ángulo en el que me
encontraría.

Pero Hanekawa no retuvo casi nada con su bofetada. Le faltaba algo que pudieras llamar
misericordia, así que me vi obligado a arrodillarme… de acuerdo, en realidad me hizo
acostarme, me obligo a arrastrarme y lamer la grava. Esto terminó colocándome en un ángulo
casi directamente debajo de ella, un lugar desde donde tuve la suerte de presenciar todo lo que
había para ver debajo de su falda volteada… la falda que había volteado.

Quizás en lugar de decir que terminé en ese ángulo, debería decir que logré asumirlo.

He dado un testimonio sagrado.

Me dieron ganas de juntar las manos.

De hecho, lo hice mientras daba testimonio.

No a propósito, sino como una reacción natural.

Si fuera un santuario, seguramente lo visitaría cien veces al día… no, no era una exageración
decir que todos mis sueños se habían hecho realidad ahora que había sido bendecido con la
vista.

Que milagro.

Aquí es donde tengo que retomar parte de mi conversación de esta mañana con Tsukihi.

La ropa interior que Hanekawa estaba usando era tan negra que parecía una oscuridad que lo
abarcaba todo… como alguien que no estaba familiarizado con los materiales de la ropa, no
podía ni empezar a imaginar cómo era posible crear algo tan oscuro.

Era tan sorprendentemente negro.


Estaba más allá de mi imaginación… y lo suficientemente lejos para refutar mis
especulaciones. Así de erótico era.

Y si yo necesitaba retractarme, Tsukihi también… aunque todos mis esfuerzos no habían


hecho nada para cambiar de opinión, si ella viera esta vista, seguramente entendería que
equiparar el blanco con la seriedad, la pureza y la castidad era una suposición rígida y errónea.

El blanco o el negro no importaban.

Si la misma persona usara ambos colores… sería lo mismo.

Este negro oscuro, este color en estrecho contacto con el cuerpo de Hanekawa, era tan serio,
tan puro y tan casto… que era deslumbrante.

Era posible que Eros coexistiera con lo serio, lo puro y lo casto, un color que sí existía.

Una persona así existía, y Tsukihi y yo necesitábamos tomar estas verdades en serio.

Tanto el hermano como la hermana debían arrepentirse.

En ese momento el tema pasó de hablar de ropa interior a Hanekawa gracias a la rica variedad
de la preciosa ropa interior que Hanekawa llevaba, que durante las vacaciones de primavera
tuve la oportunidad de ver dos, tres, muchas veces… aun así, tus gustos llegaron a incluir el
negro, Hanekawa Tsubasa.

Hay que ver… qué mujer más temible.

“… No, estoy bastante segura de que eres tú a quien hay que temer aquí.”

Mientras yacía allí con apenas una señal de levantarme, pensamientos corriendo por mi mente
como una linterna giratoria conectada a un motor turboalimentado, Hanekawa ya había
recuperado la compostura y me hablaba en el tono más frío.

“Estás fuera de la escuela secundaria y todavía le das la vuelta a las faldas de las chicas…
¿Qué estás pensando, Araragi-kun?”

¡Vamos!

Ella estaba enojada conmigo.

Esta sencilla ira me dejó conmocionado y sin palabras.


Solo había una respuesta para dar si quería saber lo que estaba pensando. No estaba pensando
en nada.

¿Qué estaba haciendo?

¿Voltear faldas?

Incluso los estudiantes de primaria no hacían eso en estos días.

“Um, ¿Hanekawa?”

“Lo sé.”

Ven, Hanekawa estiro una de sus manos hacía mí. Como en, ¡agárrate a esto!

Me había caído, pero no era como si hubiera resultado gravemente herido. Debería haber
podido levantarme sin una mano amiga, pero no pude rechazar la oferta de Hanekawa.

Le tomé la mano como para estrecharla.

Me paré.

“……”

Tenía que preguntarme.

Mi corazón se aceleró cuando tomé su mano, cuando nos tomamos de la mano… pero ¿era
solo otro producto de mi frustración sexual?

No lo sabía.

“Eres tan amable, Araragi-kun.” Dijo Hanekawa.

Estaba sonriendo.

Sonriendo con el rostro medio oculto en una gasa.

“Eres una persona tan buena y amable.”

“……”

¿Cómo lo pongo?

Su sonrisa… me asustó.

Sentí un miedo sincero.


Hanekawa fue capaz de sonreírme en esta situación… mostrándome de nuevo que ella era
diferente a un desastre, a una causa perdida, como yo.

No es diferente en el sentido de que algo andaba mal.

Estaba más cerca del asombro.

Sí, miedo.

Hablando de eso, ¿no fue Oshino más franco al respecto? Incluso había llamado a Hanekawa
“espeluznante”, ¿no?

“Eso es lo que me gusta de ti, Araragi-kun.”

Palabras increíbles dichas de manera casual.

Esto era, por supuesto, propio de la Hanekawa de siempre… pero ¿por qué?

Me sentí feliz de escucharla decir que le gustaba, pero una parte de mí también se sintió herida.

Como si me estuviera arrancando el corazón con una cuchilla suave.

Me sentí tan triste.

En serio, ¿por qué fue eso?

Luego, Hanekawa continuó: “Caminemos. Solo un poco.”

Me invitó a unirme a ella y comenzó a caminar, sin esperar mi respuesta.

Aunque estaba confundido, no lo dudé… Levanté el soporte de la bicicleta a mi lado, agarré


las manijas y comencé a empujarla. Alcancé a Hanekawa en poco tiempo.

Desde allí, caminé a su lado.

Antes escuché que es de buena educación que el hombre se acerque al carril del automóvil
cuando está con una mujer. Pero aquí, eso me obligaría a estar a su izquierda, así que me
encontré yendo al otro lado.

Por supuesto, me sentí listo para ofrecer mi propio cuerpo para protegerla si un auto se
precipitaba hacia la acera… pero probablemente Hanekawa no quería que estuviera a su
izquierda en ese momento.

No quería que me pusiera del mismo lado que esa gasa.


Ese fue mi pensamiento.

“Hanekawa.” Comencé una vez que estuvimos uno al lado del otro, decidiendo comenzar
nuestra conversación con una pregunta inofensiva. “¿A dónde vas?”

“¿Hm? Mmm, a ninguna parte en particular, de verdad.” Respondió ella. “Salgo a caminar en
los días libres. Simplemente estoy dando un paseo sin nada que hacer.”

“Sin embargo, debes tener al menos un lugar al que te diriges.”

“No, ninguno. No tengo planes de ir a ningún lado.”

“……”

“De todos modos, no es que haya ningún lugar al que pueda ir.”

“……”

“No puedo ir a ninguna parte.” Dijo Hanekawa. Luego me preguntó a su vez: “Araragi-kun…
tienes hermanas pequeñas, ¿verdad?”

No parecía que estuviera cambiando abruptamente de tema.

“Creo que recuerdo que me dijiste eso durante las vacaciones de primavera.”

“Ah…”

¿Entonces le dije?

Estaba a punto de sorprenderme que lo recordara… pero tal vez no había razón para estarlo.

Se puede comparar la memoria de Hanekawa con la de una supercomputadora. Si recordara


cada conversación que habíamos tenido, no sería sorprendente.

Por otra parte, ¡recordaba cada pieza de ropa interior que le había visto!

“No estás pensando en nada extraño en este momento, ¿verdad?”

“No, en absoluto.” Negué antes de responder tentativamente: “Sí, tengo hermanas pequeñas.”

Hice todo lo que pude para sondear y buscar en mi cerebro una razón por la que ella decidió
hablar de este tema.

“Dos hermanas pequeñas que el mundo nunca echaría de menos.”

“¿Que el mundo nunca echaría de menos?” Se hizo eco Hanekawa con una sonrisa burlona.
Lo digo en serio, afirmé un poco petulantemente. Me enfadaría si ella pensara que he sido
tímido.

No soy ni tsundere ni tsundere inverso.

De hecho, soy anti-dere. Nunca actuaría adulador, muchas gracias.

“Las hermanas que molestan son únicas… o dos ejemplares únicos. ¿Tienes idea de lo mucho
que esas dos me han hecho desviarme de un camino agradable y normal? ¿Cuánto han
arruinado mi vida? Me siento perdido y confundido sólo de pensarlo. Me siento mareado
cuando pienso en lo normal que podría haber sido mi vida si no estuvieran ellas.”

“Bueno, te escucho. Dices eso, pero siento que te llevas bastante bien con ellas.”

La sonrisa de Hanekawa no iba a ninguna parte. En todo caso, sólo se estaba extendiendo.

“Apuesto a que se enseñan la ropa interior los unos a los otros.”

“……”

¡¿Cuán mal pensaba ella sobre mí?!

Bueno, no es que nos hubiéramos enseñado nuestra ropa interior… pero casi parecía que lo
sabía todo sobre mi interacción con Tsukihi esta mañana.

En ese caso, incluso podría saber a dónde me dirigía en bicicleta y por qué… Era un
pensamiento aterrador.

¿Qué era ella, el monstruo lector de mentes satori?

¿Iba a tener que apodarla Satty?

“En absoluto.” Respondí sin ambages con mi expresión más varonil. Imagínate un personaje
de El Puño de la Estrella del Norte. “Lo único que hacemos es pelear. No hemos hablado en
cinco años. Y si intentan hablar conmigo, las ignoro.”

“Esa es una gran mentira.”

“No, te estoy diciendo la verdad. Solo nos comunicamos usando el lenguaje corporal.”

“Parece que se llevan bien.”

“De hecho, no nos hemos visto en diez años. Solo nos comunicamos dejándonos notas. Nos
llamamos amigos por correspondencia.”
“Entonces se llevan bien.”

Por supuesto.

Desde la perspectiva de un extraño, lo hicimos.

“Sin embargo, incluso hoy. Precisamente hoy, esta mañana, mi hermana pequeña y yo nos
peleamos. Fue horrible, me tocó las manos con su pecho.”

“Tocó tus manos con su pecho…”

“¡Así es! Nunca volveré a luchar con ella, ¡podría llegar al punto de romperme las manos!”

Lamentablemente, a pesar de mi tono indignado, Hanekawa no pareció simpatizar.

O mejor dicho.

Sus ojos estaban muy abiertos por la sorpresa.

También fue una reacción honesta…

Ella había perdido la voluntad de burlarse de mí.

“Um.” Traté de reiniciar nuestra conversación. “Aunque diga eso, somos familia. No hay
hostilidad, pero también es cierto que me causan todo tipo de problemas… sin embargo estoy
seguro de que también les he causado al menos algunos problemas.”

“Por lo tanto, va en ambos sentidos. ¿Qué está mal con eso? A mí me suena a familia.”

“¿Familia?”

“Sí. Parentesco.”

Hanekawa caminaba a paso fijo como si lo hubiera calculado todo de antemano. Coincidiendo
con su velocidad, empujé mi bicicleta.

“¿Alguna vez te dije que soy hija única?”

“No… no creo que lo hicieras.”

Pero ahora que me lo dijo tenía sentido. Hombre o mujer, mayor o menor, realmente no podía
ver que Hanekawa tuviera hermanos.

“Por eso, Araragi-kun… no tengo familia.”

Hanekawa siguió con esa línea… como si decir eso fuera algo normal.
Sonaba tan normal que casi no me di cuenta.

Estaba a punto de dejarlo pasar con nada más que un gruñido de acuerdo.

¿Ella no tenía una? ¿Ella no tenía una qué?

“Whoa, Hanekawa, espera… no puedes decir que no tienes familia solo porque no tienes
hermanos. ¿Qué hay de tu papá, o tu mamá, o tu abuelo, o tu abuela…”

“No tengo nada de eso.”

Esta vez no lo dijo en un tono normal.

Las palabras de Hanekawa… fueron decisivas e inflexibles.

Obstinadas.

“No tengo papá ni mamá. No tengo a nadie.”

“¿……?”

Tan vergonzoso como es.

No tenía ni idea de lo que estaba hablando en este momento. Ni siquiera podía adivinar…
parecía algo que podría descifrar con un poco de pensamiento, pero.

Fue contrario a mi imagen de Hanekawa.

Las implicaciones de lo que había dicho.

La forma en que lo había dicho.

“Tienes que querer a tu familia, Araragi-kun.”

“Hanekawa… tú…”

“Oh, no te hagas una idea equivocada.”

Esa era una línea típica de una tsundere, pero Hanekawa, por supuesto, lo decía de manera
normal.

“No es que no tenga un solo familiar vivo ni nada. Tienes razón, lo siento. Eso fue una
hipérbole. No sería exagerado llamarlo una exageración. Tengo un papá y una mamá. Vivimos
bajo el mismo techo. Los tres juntos.”

“Oh… ¿En serio? Pero en ese caso…”


“Simplemente no somos una familia, eso es todo.”

Eso es todo.

Mientras Hanekawa decía esto, su ritmo… se mantuvo igual.

“Mi mamá y mi papá no son mis verdaderos mamá y mi papá, eso es todo.”

“¿‘Verdaderos’…?”

“Son falsos, supongo.” Respondió Hanekawa con demasiada sencillez.

Como si no pudiera hacer otra cosa, incluso si quisiera.

“Bueno.” Sus piernas seguían moviéndose. “¿Por dónde debería empezar… supongo que hace
diecisiete años, cuando había una vez una chica linda?”

“¿Una chica?”

“Piensa en ella como si tuviera diecisiete años, la misma edad que yo.”

“Ah…” Asentí a pesar de no entender, y Hanekawa continuó.

“Un día, la chica se encontró embarazada.”

Lanzó las palabras, cuando sería un gran problema.

“¿E-Embarazada?”

“Sí. Ella quedó embarazada. Ella tampoco sabía quién era el padre. Ella era una mujer de
muchos amores, ya ves… y me dio a luz.”

“Espera…”

Perplejo, di la vuelta, bicicleta y todo, para bloquearla y detenerla.

“Espera. Estas avanzado demasiado rápido, casi no puedo seguirte… ¿eh? ¿A ti?”

“A mí.”

“……”

No había nada diferente en Hanekawa.

Actuaba completamente normal… la misma Hanekawa Tsubasa de siempre.

“Significa que nací fuera del matrimonio. Una hija ilegítima. Mm-hm.”
“Espera… eso no tiene sentido. ¿No sabes quién es tu papá? Pero acabas de decir que vives
con tu mamá y tu papá, ¿no?”

“Oh, lo siento. Ese papá es un papá diferente. Lo que quise decir es que no sé quién es mi
padre biológico.”

Estrictamente hablando, no diría que no tengo ni idea, pero cuál es el punto de investigarlo.
Hanekawa inclinó la cabeza, luego dio vueltas a mi alrededor y siguió moviéndose.

Ella no se dirigía a ningún lugar en particular.

Pero siguió moviéndose.

“Por cierto, mi mamá actual también es una mamá diferente. La madre que me dio a luz se
suicidó poco después.”

“¿Se suicidó?”

“Se suicidó. Se puso una cuerda alrededor del cuello y se ahorcó. Una forma bastante común
de suicidio… aunque la única novedad era la ubicación. Justo encima de la cuna.”

Parecía un móvil.

Hanekawa lo dijo como si no significara nada.

Como si estuviera explicando la trama de una telenovela que había visto años atrás, contó su
vida.

Sus recuerdos de una época que ella no recordaría.

“Pero se casó justo antes de suicidarse. Era financieramente difícil criar a un hijo cuando no
tenía un solo familiar en el que pudiera confiar… lo hizo por el dinero.”

“Por el dinero…”

“Creo que los matrimonios sin amor son comprensibles en ciertas situaciones, pero no sé nada
sobre este. Qué tragedia debe haber sido para el hombre. Una tragedia, o tal vez una molestia.
De todos modos, tuvo que adoptar a una niña cuyo padre era desconocido. Ah, y ese hombre
fue mi primer padre.”

“¿Primer padre?”

“También diferente a mi padre actual.”


“……”

Padre diferente, ¿eh?

Padre diferente… pero me preguntaba, ¿diferente en qué medida?

“Sinceramente, no sé qué causó el suicidio de mi madre. Parece que siempre fue


emocionalmente frágil y sensible, pero podría haber sido un poco demasiado romántica para
poder soportar un matrimonio de conveniencia.”

Aun así, creo que la víctima fue mi primer padre, Hanekawa expresó su opinión.

Ese tono de voz frio.

Ese tono de voz frío, que no era propio de ella.

Mi mente se agitaba más con cada palabra que decía.

“Apenas recuerdo a este tipo al que llamé mi primer padre, pero era un adicto al trabajo salido
de manual, serio y resuelto… aparentemente no era alguien que pudiera criar a un niño. Y
entonces, otro matrimonio. Supongo que se podría decir que este fue ‘para la crianza de un
hijo’. Pero, ¿por qué no contratar a una niñera?”

Apuesto a que pensó que no tener una madre sería malo para mi educación, siendo un tipo
serio, Hanekawa racionalizó las acciones de su supuesto primer padre.

“Y ese padre terminó trabajando tan duro que lo mató. La madre que dejó atrás, mi segunda
madre, también es mi madre actual, y mi padre actual es el hombre con el que ella se volvió a
casar.”

Eso es, Hanekawa terminó con una sonrisa.

Tan inocuo que si en ese momento hubiera dicho: “Es broma, todo eso es mentira. Cuando
vuelva a casa tendré un plato de sopa caliente, un padre amable y una madre despistada
esperándome”, le habría creído en el acto.

De hecho.

Sonaba tanto como una mentira… toda la historia era absurda.

Incluso se podría decir que no tiene sentido.


No fue particularmente complicado. Era un árbol genealógico bastante comprensible si lo
dibujabas.

Pero.

Si era cierto, entonces la gente con la que vivía Hanekawa… la madre y el padre con los que
vivía y que no eran familia…

“Sí, si quieres los detalles sangrientos, no tengo ninguna relación con la mamá y el papá con
los que vivo. Je, llamar ‘sangriento’ al hecho de que no estoy relacionada por sangre con
alguien le parecería una broma divertida a un vampiro.”

“… No lo haría.”

Eso venía de mí… así que estaba seguro.

Dudaba que la chica que probablemente estaba sentada con los brazos alrededor de las piernas
en esas ruinas abandonadas pudiera sonreír ante esto.

No es que la hubiera visto sonreír en general desde las vacaciones de primavera.

“Entonces, ¿qué significa eso?” Pregunté.

“Significa que estoy tan huérfana como Hutch de Mitsubachi Monogatari: Minashigo Hutch.
No me malinterpretes, pasamos por todo el proceso y son mi padre y mi madre en el papel. Mi
mamá y papá. Pero nunca han hecho nada que puedas llamar maternal o paternal.”

Todo mientras estoy tratando de ser una hija.

Podría haber escuchado mal la última parte, que sonaba tachada.

No podía creer que Hanekawa, de todas las personas, se quejara de una manera tan egoísta.

Pero, ¿qué sabía yo?

Quizás no la escuché mal. Quizás la entendí mal.

¿Qué sabía yo de Hanekawa?

¿Pensé que alguien como ella… nunca se sentiría preocupada o angustiada?

Hanekawa Tsubasa.

¿Pensé que estaba libre de heridas?


¿Que ella, al menos, estaba libre de remordimientos y arrepentimientos?

¿Que nunca odió ni le disgustó nada?

¿Pensé que era un hecho… que ella siempre sería feliz?

¿Qué tan agresivo fui?

Ella continuó: “Yo también solía creerlo… que todavía puedes ser familia incluso si no estás
relacionado por sangre. Solía pensar que haría todo lo posible para llevarme bien con la familia
en la que había terminado después de ser arrojada de una persona a otra. Pero simplemente no
funciona.”

No funciona.

Y es tan tedioso.

Tan pronto como Hanekawa dijo eso, se dio la vuelta. Esta vez fue ella la que me adelantó y
me bloqueó el camino.

“Lo siento, Araragi-kun. Eso fue malo de mi parte, ¿no es así?”

“¿Por qué? ¿De qué estás hablando?”

Estaba confundido, incapaz de entender por qué querría disculparse conmigo.

Mientras tanto, ella continuó.

“Bueno, solo me estoy desahogando contigo. ¿Qué se supone que debes decir en esta situación,
verdad? Te preguntarías: ¿Está bien, y qué?, no es como si tuviera algo que ver contigo en
primer lugar… pero luego empiezas a sentir un poco de lástima por mí hasta que te sientes
culpable por compadecerse de mí cuando no tenía sentido hacerlo, ¿verdad? Justo… justo
ahora sentiste mal, como si hubieras hecho algo mal, ¿no? ¿No te sientes deprimido ahora,
como si acabaras de echar un vistazo a los asuntos privados de un amigo?”

Habló rápidamente y pude sentir el remordimiento brotando de ella.

De repente su rostro tomó una expresión tímida, como si un movimiento en falso pudiera hacer
que se desmoronara más allá del punto sin retorno… y me encontré incapaz de objetarla.

¿La gasa de su rostro aumentaba ese estado de ánimo?

“Por eso te lo dije.” Dijo Hanekawa. “Ese era mi objetivo. Te usé para animarme.”
“……”

“Traté de sentirme mejor conmigo misma haciéndote sentir mal… ni siquiera puedo llamarlo
quejarse.” Hanekawa sonó tan arrepentida que no pude soportar mirarla. “Solo estoy tratando
de aliviar mi frustración.”

“Tu… frustración.”

Sinceramente.

A estas alturas… tenía una idea bastante buena.

Estaba seguro de que mis aprensiones eran correctas… y de lo que significaba ser correcto.

La gasa que cubría la cara de Hanekawa.

La razón de ello.

Porque si la razón que tenía en mente no fuera esa… entonces Hanekawa no habría entrado
en su historia personal tan repentinamente.

¿Por qué otra razón se habría desahogado?

¿Por qué más necesitaría usarme?

“Aun así… me sorprende que sepas todo eso.” Le dije. “¿No suelen esperar para decirles a los
niños sobre ese tipo de cosas? Por ejemplo, lo mantendrán en secreto hasta tu vigésimo
cumpleaños o algo así.”

“Bueno, tuve unos padres muy abiertos. Lo supe desde antes de comenzar la escuela
primaria… realmente siento que estoy en su camino.”

“… Hanekawa.”

Tomé una decisión… y comencé a preguntar.

No podía dejar pasar esto.

Evitar una respuesta clara, no comparar mi solución con la de ella, podría haber sido el mejor
curso de acción, pero…

Ya era demasiado tarde.

Ya estaba demasiado metido en la historia de Hanekawa.


Su corazón.

Su familia.

Irrumpí.

“Tu cara… ¿quién te hizo eso?”

No tenía ninguna prueba.

Si me tranquilizara y lo pensara un poco, en realidad, no me costaría mucho para que se me


ocurriesen muchas otras razones para que su cara estuviera herida. Qué horrible suposición la
de que alguien le había hecho eso.

Aun así.

“¿Por qué me preguntas eso?” Exigió. Ni siquiera estaba rechazando mi pregunta. Sonaba
como una chica confundida soltando lo que tenía en mente. “¿Por qué preguntas eso, Araragi-
kun?”

“… Bien.”

Dudé.

Esto debe haber sido Hanekawa dándome una oportunidad. No… “oportunidad” hace que
suene demasiado positivo.

Si quieres retirarte, hazlo ahora.

Podría haber sido una carta de advertencia… Hanekawa presentándome un ultimátum.

O tal vez fue un disparo de advertencia.

Sin embargo… no me eché hacia atrás.

“Debe ser porque soy tu amigo.”

“… Amigo.”

“¿No es eso lo que hacen los amigos? ¿Preguntarse unos a otros sobre cosas? ¿En situaciones
como estas? No es como si realmente lo supiera.”

Hanekawa había sido mi primer amigo en un tiempo.

Y por eso… no podía juzgar nuestra distancia.


No podía decir dónde estaba, casi como en una película en 3D… había algo de paralaje.

“Hmm, ok. Sí. Puede que tengas razón.” Hanekawa asintió en respuesta. En lugar de
presionarme más, asintió. “Tienes razón. Detenerme aquí significaría que en realidad sólo me
estoy desahogando contigo… y supongo que sería demasiado llamar a eso una venganza por
haberme volteado la falda.”

“……”

No, fue bastante fácil.

De hecho, sentí que quería mostrarle mis boxers como cambio.

Pero no le diría eso.

“¿Prometes que no le dirás a nadie?”

“Sí, por supuesto.”

“A nadie. Lo digo en serio, a ninguna persona. Ni tus hermanas… ni tu familia. Es un secreto.”

Todo su énfasis parecía medio juguetón… pero también podrías tomártelo como algo muy
serio.

Si tuviera que adoptar una visión astuta, ella me obligaría a dejar constancia.

Ese fue el tipo de tono que usó.

Y aunque me sentí intimidado por eso… Asentí.

“Lo prometo.”

“Esta mañana mi papá me golpeó.”

Su respuesta llegó casi en el momento exacto en que di mi consentimiento.

Ella lució una sonrisa rápida y fácil.

Una mueca.

Por la forma en que lo dijo, sonó casi normal, como si sucediera todo el tiempo en cualquier
familia.

“Eso no…”

Mi voz… estaba temblando.


Con rabia. Con miedo.

“¡Eso no está bien!”

Por supuesto.

Esta fue la conclusión natural de la conversación dada la forma en que había ido. No es algo
de lo que sorprenderse. Si me hubiera equivocado, no podría haber sido por mucho… tal vez
no fue su padre quien la golpeó sino su madre, o a ella no le dieron un puñetazo sino un golpe
con un objeto.

“Él nunca ha hecho algo que puedas llamar paternal por mí… pero nunca imaginé que haría
algo que pudieras llamar despiadado. Qué sorpresa.”

“¿Qué sorpresa?” No podía ocultar mi desconcierto. “Pensé que habías dicho... que no tenías
relación con nadie de tu familia.”

“No somos una familia. Pero no, no lo sé.” Dijo Hanekawa, ahora en un tono realmente frío.
“Quizás hice demasiado… quizás me había convertido en un extraño. O tal vez pensé que
podíamos empezar a ser familia. A pesar de que todo se había equilibrado. Supongo que eso
significa que soy la culpable, la que está equivocada.”

“No… ¿por qué estarías equivocada? ¿Cómo podría ser culpa tuya?”

Después de todo.

Siempre… siempre tienes la razón.

“En primer lugar, ¿por qué tu papá te golpeó?”

“No fue nada, de verdad. Hice un comentario sobre un trabajo que trajo a casa y luego me
golpeó. Mi mamá miró y no dijo nada. Eso es todo.”

“¿Qué quieres decir con ‘eso es todo’?”

Apuesto a que no fue nada, de verdad.

De hecho, eso debe haber sido todo.

Tan simple que era superfluo decir: Eso es todo.

Aun así.

“¿Por qué un padre golpearía a su hija… por nada?”


“Quiero decir, solo piénsalo, Araragi-kun. ¿Si tuvieras unos cuarenta años… y una completa
desconocida de diecisiete años empieza a hablar contigo como si lo supiera todo? No te
culparías si te enojaras un poco, si perdieras los estribos, ¿no crees?”

“……”

¿Una completa desconocida de diecisiete años?

¿Por qué ella… se degradaría así?

En realidad, era más aterrador escuchar eso que saber que había sido golpeada.

No, espera… no fue miedo.

Descubrí por qué mi cuerpo estaba temblando.

Descubrí por qué mi mente estaba tan agitada.

Me sentí… asustado.

No estaba tomando prestadas las palabras de Oshino.

Era lo que sentía en mi corazón… mis propias palabras, mis propios sentimientos.

Hanekawa Tsubasa me asustó.

Ella no los llamaba familia, eran su falsa mamá y su falso papá, completos extraños… aun así,
Hanekawa Tsubasa estaba tratando de encubrir a sus padres.

De quién, no lo sabía. ¿De mi parte? ¿De la sociedad?

En todo caso.

Ella estaba tratando de cubrirlos.

Estos padres que no eran sus padres.

Estos padres que golpearían a su hija.

Y siendo su amigo… su comportamiento me asustó.

¿Qué le pasaba?

¿Qué está pasando?


“¿Estás diciendo que no puedes culpar a alguien por ponerse violento? ¿Estás segura de que
deberías estar diciendo eso? ¿No es la cosa más imperdonable que…?”

“¿P-Por qué no? Fue solo una vez.”

Eso es lo que ella dijo.

No.

La hice decirlo.

“Bueno, ¿no te acabo de pegar?” Ella preguntó. “¿Estás enojado conmigo por eso?”

“No… eso fue…”

Eso fue culpa mía.

Si bien la mía puede haber calificado como una causa justa, no se puede culpar a una chica
por golpear a un chico, un compañero de clase, que le levanto la falda.

“¿Correcto? No puedes culpar a nadie.”

Una sonrisa inocente se extendió por el rostro de Hanekawa, como si no hubiera hablado por
falso coraje o como un intento de ganarse la simpatía, sino porque lo creía desde el fondo de
su corazón.

“No puedes culpar a nadie por golpearme… porque soy yo.”

“……”

Diría que me quedé sin palabras… pero no lo estaba.

No había palabras para que me quedase sin ellas.

No tenía nada que decirle a Hanekawa como estaba ahora.

¿Quién sabe cómo tomó mi reacción sin palabras?

“Lo prometiste, Araragi-kun, ¿verdad?” Ella comprobó para asegurarse.

Dando un paso hacia mí.

Como si me estuviera metiendo en el redil.

“Lo prometiste, Araragi-kun. No le dirás a nadie… lo prometiste, ¿de acuerdo?”


A nadie.

Ni mis hermanas ni mi familia.

Y… ni la escuela ni la policía.

No.

No fue eso. Eso no fue todo.

Me estaba diciendo que había prometido no volver a sacar el tema nunca más… más que nadie,
no a Hanekawa, ella misma.

Eso es lo que estaba diciendo.

Lo que estaba haciendo era tratar de atarme las manos contándome hasta el último detalle.

Ella me había hecho marcar mis propias palabras y estaba usando eso para hacerme tropezar…
por el bien de sus padres.

Por el padre que la golpeó.

Por la madre que solo miro.

Para proteger… completos extraños.

“P-Pero… ¿cómo se supone que voy a prometer algo como…?”

“… Por favor, Araragi-kun.”

Eso fue lo que me dijo mientras yo vacilaba, interrumpiendo mis las palabras.

Frente a una persona insincera que se estaba preparando para romper una promesa sin pensarlo
dos veces, la siempre sincera Hanekawa Tsubasa… inclinó la cabeza.

Profundamente.

Me preocupaba que su espalda pudiera romperse, tan profundamente, como si en una especie
de vacío, hundiera su cabeza trenzada.

“No le digas a nadie sobre esto, por favor.”

“Hanekawa… Pero…”

Todavía mostraba signos de resistencia, pero ella repitió mecánicamente la misma línea: No
le digas a nadie sobre esto, por favor.
“Haré cualquier cosa si te quedas callado.”

“¡Espera, ¿en serio?! ¡¿Harás cualquier cosa?! ¡Hurraaaaaa!”

Mordí el anzuelo.

“¿A-Araragi-kun?”

Mientras celebraba cerrando ambos puños, saltaba arriba y abajo y gritaba de alegría,
Hanekawa me miró con los ojos muy abiertos, sin intentar ocultar su sorpresa. Antes ella había
dado un paso hacia mí, pero ahora dio un paso atrás. No, dos pasos. ¿Tres pasos? Más o menos
así de lejos.

Como si su corazón se hubiera vuelto más distante que eso.

Pero no me podría importar menos en este momento.

¿Hanekawa haría algo por mí?

¿Hanekawa Tsubasa?

¡¿Y todo lo que tenía que hacer era quedarme callado?!

“Oh, vaya, ¿qué debería ser? ¿Qué debo hacer que hagas? ¿Qué debo hacer que hagas? ¿Qué
es lo mejor que podría hacer que hicieras? Espera, no, espera, Araragi. No te preocupes
demasiado. No te vuelvas loco, es en momentos como este cuando necesitas pensar con calma.
Se digno. Esta es una oportunidad única en la vida, tienes que aprovecharla al máximo.”

“¿Q-Qué? ¿Así es como vas a reaccionar? ¿Así es como va esta escena? Pensé que te
impresionaría lo serio que soy y prometerías a regañadientes guardar silencio.”

“¿Qué tan seria eres? ¡No sé de qué estás hablando!”

¡A otro gato con ese hueso! … ¿O era perro? ¡¿A quién le importa eso ahora?!

No pude soportar quedarme quieto por más tiempo y comencé a vagar en círculos sin rumbo.
Cualquier transeúnte me señalaría inmediatamente como sospechoso, pero ahora no me
importaba cómo me veían los demás. Tampoco me importaba el ceño fruncido de Hanekawa.

“Cualquier cosa, ¿eh? Sin embargo, no sé cómo responder a eso. Maldita sea, odio lo indeciso
que soy. Sería muy varonil si pudiera responder en el acto.”

“No, creo que eso te convertiría en el peor hombre de todos los tiempos…”
Hanekawa estaba totalmente asqueada por mí.

Se sentía como si pudiera salir corriendo en cualquier momento.

“¿Oye, Araragi-kun? ¿Recuerdas todas esas cosas realmente serias de las que acabamos de
hablar?”

“Para nada.”

“Así que no lo haces.”

“¿Y quién es Araragi-kun?”

“Así que incluso has olvidado tu propio nombre…”

No esperaba este giro de los acontecimientos, se lamentó Hanekawa con la cabeza entre las
manos. Mientras yo estaba feliz, ella estaba tan sorprendida de que yo olvidara mi propio
nombre, ¿quién se preocupaba por mí? Solo era hígado picado.

La línea que había dicho era lo único que necesitaba recordar.

“Así es. Tu línea de hace un momento: Tsubasa-sensei va a hacer cualquier cosa que Araragi-
kun suplique ☆…”

“¡Yo nunca dije eso!” Gritó.

Podría estar tan enojada como quisiera, pero no iba a tener ningún efecto.

“¿Y quién es Tsubasa-sensei?”

“¿Hm? Oh, lo siento. Me preguntaba cómo sería si te hiciera actuar como una maestra, y
simplemente se me escapó de la boca.”

“¡¿Por qué siquiera considerarías eso?!”

“Um, ¿exactamente qué fue lo que dijiste?”

“Ngkk…”

Una cantidad interminable de angustia estaba brotando de Hanekawa, pero era una persona
demasiado sincera para retractarse y negar mi solicitud.

“… No le digas a nadie sobre esto, por favor.”

“¡No! ¡Lo que dijiste después de eso!”


¡¿Qué quiso decir con sobre esto?!

¡Nunca había escuchado esas palabras en mi vida!

¡No podía creer lo frescas que sonaban esas palabras en mis oídos!

“Haré cualquier cosa si te quedas callado…”

“¡Lo siento, no pude escucharte muy bien gracias a la interferencia electromagnética del
espacio! ¿Podrías repetir la primera mitad solo una vez más?”

“……”

A estas alturas, su ceño se había convertido en lo que se podría llamar una mirada fulminante.

Hmm.

Quería que lo dijera con un rubor avergonzado en su rostro, pero no iba a poner en peligro mi
suerte. Sin embargo, que me despreciase en su corazón, pero aun así jurar obediencia absoluta
fue agradable a su manera.

… Puede que me esté imaginando cosas, pero ¿hay algo más que Hanekawa mirándome con
desdén? De hecho, ¿estoy sintiendo las miradas de aquellos de ustedes, damas y caballeros,
que llegaron aquí desde el anime, mientras cierran este libro de forma sonora?

Está bien.

Estoy seguro de que algún gran hombre de antaño dijo una vez que es importante vivir tu vida
a tu manera, sin importar lo que piensen los demás. Gracias, hombre de antaño.

“Haré cualquier cosa.” Repitió Hanekawa.

Su tono no puede ser más plano.

“……”

No había mucho que pudiera molestarme ahora, pero ese tono sí.

“Pon, ya sabes, un poco más de sentimiento, por favor.” Pidió el tipo que buscaba obediencia
absoluta de una manera extrañamente modesta.

“Piensa que esas palabras dichas de forma tan plana contienen todos los sentimientos que
tengo por ti en este momento.”
“Tonterías. ¡Cree en ti misma, Hanekawa! Sé que puedes poner más alma en ello.”

“Haré. Cualquier. Cosa.”

Esta vez su tono no fue plano, estaba tan lleno de alma que tembló. Alma furiosa e indignada.

Sentí que no iba a hacer nada por mí.

Al punto en que ni siquiera me sacaría la lengua.

“Gah… no voy a perder.”

No me estaba doblegando ante este poder.

Ella había hecho una promesa clara.

Eso significaba que era libre de hacer lo que quisiera.

Era hora de que yo subiera al escenario.

Era hora de que Araragi Koyomi brillara.

“Harás cualquier cosa, ¿eh? Pero en serio, ¿qué debería hacerte hacer? ¡Hay tantas opciones
que es difícil elegir! ¡Siento que necesito escribir un ensayo completo sobre esto! ¡Mis
habilidades de composición están siendo puestas a prueba!”

¡Si tan solo hubiera estudiado más!

¡¿Por qué me había llegado tarde tan a menudo, se supone que soy un estudiante hecho y
derecho de secundaria?!

Dicen que la felicidad excesiva puede provocar pánico, y eso es exactamente lo que me pasó.
Estaba en peligro de cometer un error increíblemente grande si no me calmaba antes de actuar.

“¡Espera un segundo! ¡Me acabo de dar cuenta, Hanekawa, de que no pusiste un límite al
número de solicitudes! ¡¿No significa eso que has aceptado conceder un número ilimitado de
deseos?!”

“¡Tienes una!” Ella se corrigió de inmediato. “¡Voy a hacer cualquier cosa una sola vez!”

“Maldita sea… tenía que preguntar.”

La vida no iba a ser tan fácil.

Pero bien.
Siempre me gustó más el Shenlon de la Tierra que el del Planeta Namek. Es mucho más
práctico cuando puedes revivir a todos tus amigos muertos con un solo deseo.

“Honestamente, estás empezando a darme dolor de cabeza…” Hanekawa realmente acunó su


cabeza. “Me duele más que cuando mi papá me pegó en la mejilla.”

“¿Te está soliendo la cabeza?”

“Sí. Me ha estado doliendo desde que me encontré contigo durante las vacaciones de
primavera.”

“Hm.”

Eso fue bastante preocupante.

Pero íbamos a dejar eso de lado por el momento.

“¿Por qué no nos dirigimos a un lugar más abandonado, Hanekawa?”

“Um, creo que ya hay mucho abandono aquí…”

“Estoy hablando de personas, no de sentimientos.”

Por aquí, la llamé.

“Ugh… Está bien, está bien. De todos modos, no es como si tuviera adónde ir.”

Dejó escapar un suspiro bastante visible y me siguió.

Je. Podría intentar ponerse de mal humor para hacerme sentir culpable, pero no estaba
funcionando.

Tenía todo su ser en la palma de mi mano… No era tan aficionado como para dejar pasar esta
oportunidad. Este gran desafío al que me enfrentaba ahora iba a ser donde le mostrara lo mucho
que era un hombre.

Encontré un lugar seguro y estacioné mi bicicleta (tuve que protegerme contra el robo ya que
era una bicicleta de montaña bastante bonita), llevé a Hanekawa a unos arbustos cercanos.

“………”

Llevé a Hanekawa a unos arbustos cercanos.

Llevé a Hanekawa a unos arbustos cercanos.


Llevé a Hanekawa a unos arbustos cercanos.

No sé, el tono de alguna manera criminal de esas palabras… ¡envió escalofríos por mi espalda!

¡No!

¡Esto fue consensuado! ¡No sería un crimen!

De hecho, dada la situación, ¡sería más correcto decir que Hanekawa me estaba obligando a
llevarla a unos arbustos cercanos!

¡¿No era este un caso en el que ella, en el fondo de su ser, era una mandona?!

¡O tal vez, en el fondo de su ser, era una tsundere!

… Bien, apenas hay nada sobre Hanekawa que describirías como tsundere. Sin embargo, por
alguna razón, parecía así con lo fría que estaba siendo.

Una tsundere de tiempo limitado.

“Bueno. ¿Y ahora qué, Araragi-kun?”

Esta vez ella fue la primera en hablar, casi como si ya no le importara.

Estaba apoyada en el árbol detrás de ella, y algo en su comportamiento sugería que era una
hermana mayor que juega a las casitas con los niños de una guardería.

Diciendo, sí. Por supuesto.

“¿Qué está pasando, Hanekawa? Pareces terriblemente serena.”

“Lo estoy.” Se burló, tan tranquila y serena como pudo. “Sé lo que va a pasar a continuación.
No importa qué solicitud hagas, una vez que empiece a seguir cada una de tus palabras, te
asustarás y al final no harás nada.”

“¡¿Q-Qué acabas de decir?!”

¡¿Asustarme?!

¡No podía creer este insulto!

¡¿Cuándo he tenido miedo?!

“Vacaciones de primavera. En el cobertizo de educación física.”

Ella respondió de forma concisa.


No pude sino permanecer en silencio.

Cuando un ángel permaneció en perfecto silencio, debió de sentirse así.

Si ese es el caso, entonces frente a mí hay una increíble y encantadora Eva.

Un diseño de Yoshizaki Mine, supongo.

“Lo recuerdo como si fuese ayer, Araragi-kun… durante las vacaciones de primavera actuaste
como el único gallo del gallinero. Incluso alguien que no hubiera visto nunca un ave de corral
podría haberle echado un vistazo y averiguar más o menos qué tipo de animal es.”

El sarcasmo que goteaba Hanekawa no era parte de su actitud habitual. Podía recordarlo como
si fuera ayer, pero no parecía querer recordarlo ni por un segundo.

“Entonces, Gallina Araragi-kun. ¿Qué tengo que hacer? Sé que no tendré que hacer nada, pero
al menos te escucharé. Dime. ¿Quieres que me desnude? ¿Hasta dónde?”

“……”

Hmm.

Hanekawa parecía tener una estimación extremadamente baja de mi hombría.

Como hombre, no podría sentirme más humillado… pero, de nuevo, parecía haber
malentendido algo.

Sí, fui un gallina durante las vacaciones de primavera.

Admito eso.

Pero estaba completamente equivocada si pensaba que todas las gallinas seguirían siendo
gallinas. Así como un pollito se convertirá en un gallo con el tiempo, yo también… espera,
todavía sería un gallina.

No fue eso.

Puede que sea un gallina, pero era un cochin de Nagoya, ¡lo mejor que se puede comprar con
dinero!

Necesitaba asumir esto y compensar toda la cara que había perdido durante las vacaciones de
primavera.

Je.
Los dioses tuvieron misericordia de dar a alguien como yo la oportunidad de vengarse.

……

En serio, alguien como yo.

¿No deberían los dioses ser un poco más exigentes?

“Hmm…”

Me llevé la mano a la barbilla y me puse a reflexionar. Recorrí con la mirada el cuerpo de


Hanekawa desde la punta de los pies hasta la coronilla.

“Urk…”

Aunque Hanekawa pareció estremecerse ante mi mirada, se mantuvo firme, se llevó las manos
a la espalda como si quisiera estirar la columna vertebral y, de hecho, me permitió ver mejor
su cuerpo.

Vaya.

¿Se hacía la valiente?

¿O realmente creía desde el fondo de su corazón que yo era un gallina?

… Probablemente esto último.

Hmph, en ese caso, simplemente me aprovecharía del hecho… no había manera de que el
anime de una serie como esta continuara hasta la sexta entrega, así que no importaba lo que
hiciera, no se enteraría mucha gente.

La escena no sería apta para la televisión, ¡pero no debería afectar a mi índice de favorabilidad
si se quedara en la versión impresa!

¡No hay una agencia reguladora para las novelas!

“¿Qué te pasa, Araragi-kun? Estás actuando de forma muy pomposa… ¿o es que no se te


ocurre nada? ¿O es eso lo que quieres hacer? ¿Observar todo mi cuerpo como si me estuvieras
lamiendo?”

“……”

Hm.
Oh… está bien.

Hanekawa podría haber dicho eso para provocarme, o tal vez sólo para desanimarme… pero
en realidad me había dado una gran pista.

Esa era mi apertura.

Sí.

Las palabras de Hanekawa: “Haré cualquier cosa”, me habían llevado a pensar sólo en lo que
podía conseguir que hiciera… pero el enfoque opuesto también estaba sobre la mesa.

No necesitaba conseguir que hiciera algo por mí… también podía hacer algo por ella.

En cuanto a su oferta, haría que soportase algo… sí.

Esa era una posibilidad muy real.

Y esa no era la única insinuación que contenían sus palabras… no era propio de ella hacer un
movimiento tan tonto.

Me había dado una guía de cómo derrotarla. ¿O, después de todo, ella si era una mandona? En
ese caso, no había necesidad de contenerme.

La última capa de mi conciencia acababa de superada… espera, ¿eso no era aterrador?

¿Mi conciencia?

Si no tuviera conciencia…

“Hanekawa.”

“¿Sí?”

“Mirar todo tu cuerpo como si te estuviera lamiendo no es lo que quiero.”

“Bueno, por supuesto que no…” Hanekawa inclinó la cabeza. “De todos modos, eso es lo que
siempre me haces.”

“¡Me descubrieron!”

¡Sabía que mis ojos estaban fijos en ella (su pecho) durante la clase y que siempre que lo hacía!
¡Quería cavar un agujero y morir en él!
“Creo que sería mejor que miraras a la pizarra, por tu propio bien. ¿Por qué dejar que todo el
trabajo que hacen nuestros profesores se desperdicie?”

“Ghukk…”

¡Y ahora dice eso como si me estuviera dando una leve advertencia!

Hubiera sido más fácil si ella hubiera empezado a golpearme… ¡Mi corazón no podía soportar
mucho más!

¡Puedes hacerlo, yo!

¡Mantente fuerte!

¡Refuerza ese corazón herido que tienes!

Si puedes superar esto, el paraíso te espera… ¡probablemente!

“Y déjame darte un consejo más, solo como referencia, las chicas son sorprendentemente
sensibles a las miradas de la gente, así que ten cuidado cuando las miras.”

“Maldita sea… Por muy empeñada que estés en romper mi voluntad, decir estas cosas no va
a funcionar…”

A estas alturas, mis rodillas estaban cediendo, pero de alguna manera me recompuse y me
levanté de nuevo.

“Hanekawa. Mirar todo tu cuerpo como si te estuviera lamiendo no es lo que quiero.”

“Bueno, por supuesto que no.”

“Yo…” Mirando a Hanekawa, pero esta vez directamente a los ojos, dije: “Quiero lamer la
herida bajo esa gasa, donde te golpearon.”
004

Bien.

Aunque hasta ahora he sacado el tema bastantes veces para darles pequeñas pinceladas de
información, creo que debo aprovechar el momento para hablar de las vacaciones de primavera
de una forma fácilmente digerible.

Como responsable de esas dos semanas, para ser sincero, no me entusiasma la idea, pero he
llegado a la desafortunada conclusión de que no puedo evitarlo si quiero hablar de la Semana
Dorada.

Vacaciones de primavera.

Me atacó un vampiro.

En esta época de trenes de levitación magnética reales y funcionales, en la que los viajes
escolares al extranjero no son nada inusual, es lo suficientemente vergonzoso como para que
quiera esconderme, pero a pesar de todo, fui atacado por un vampiro.

Un vampiro… el rey de las excentricidades.

Ella hizo que tu sangre se congelara. Hizo que tu sangre hirviera.

Una vampiresa de sangre fría, de sangre caliente y de sangre de hierro.

Una asesina de excentricidades con innumerables epítetos.

Una hermosa vampiresa con cabello dorado y ojos tan brillantes que deslumbraban, tan
brillantes que cegaban, mordía mi cuello, chupaba toda la sangre de mi cuerpo… y me
convertía en vampiro.

Inmortal. Sin rivalidad. La más fuerte de todos… un vampiro.

Y sin cazadores de vampiros, fuerzas especiales cristianas ni vampiros asesinos de parientes


para salvarme… mis vacaciones de primavera fueron consumidas por una batalla para volver
a ser humano.

Para estropearle todo, al final pude hacerlo con la ayuda de un sujeto de media edad de aspecto
descuidado que pasaba y la representante de mi clase.

Que afortunado.
Que mala suerte.

Aunque hubo algunos efectos secundarios.

Pude convertirme de nuevo en algo asintóticamente cercano… a humano.

Y viví feliz para siempre.

Bien está lo que bien acaba.

Por supuesto, nada en este mundo o en una vida termina así de simple, sin mencionar que, para
empezar, no tenemos finales adecuados. Pero si aún tuviera que elegir un final, diría que todo
terminó para mí en el momento en que ese hermoso demonio me mordió.

Aparte de eso.

Esas “pocas secuelas” que mencioné son la razón por la que necesitaba insertar esta historia
en este punto. Secuelas vampíricas.

Lo más conspicuo es mi capacidad para curarme y recuperarme… exactamente como un


vampiro inmortal en los manga, anime y otros medios en los que son tan populares hoy en día.

Por ejemplo, podría caerme y despellejarme la rodilla, sufrir un corte con papel o lastimarme
en una pelea con mi hermana pequeña Karen, y aunque por supuesto dependería de mi
condición en ese momento, de mi grado de vampirismo, probablemente podría sanar en poco
tiempo de esa leve herida.

Se curaría.

Se arreglaría.

Recuperación literalmente inhumana… y en algunas situaciones, la habilidad funcionó en


otros.

Puedo curar las heridas de otras personas.

Aplicar mi sangre, saliva o cualquier otro fluido, una capa, podría curar heridas. En otras
palabras, piensa en ello como un Neosporin o Mentholatum decentemente fuerte.

Aplicando mi saliva.

Lamer a alguien… lo sanó.

Y.
Entonces.

Siendo ese el caso.

“Gracias.”

Hanekawa expresó su gratitud una vez que terminamos.

Sin embargo, había descubierto mi plan desde el principio.

Iba a curar la herida bajo su gasa, pero sería sutil al respecto, tan sutil como para sacrificar mi
índice de preferencia y actuar como si mi único objetivo fuera satisfacer mi deseo, pero todo
era completamente obvio para ella.

Como probablemente rechazaría cualquier oferta de tratamiento, pensé en usar sus palabras en
su contra, pero fácilmente se dio cuenta de mi plan.

Vergonzoso.

Quería cavar un hoyo y morir en él.

Hanekawa, por su parte, debe haberse confiado a mí a pesar de ver a través de mi plan, no
porque quisiera curar su herida, sino más bien para ayudarme a salvar las apariencias.

Hrmm.

Me entristeció saber lo manipulado que estaba desde el principio.

“Será mejor que, al menos por ahora, sigas usando esa gasa.” Le dije como para ocultar mi
vergüenza. No, ocultar mi vergüenza era exactamente lo que estaba haciendo. “Parecería
extraño si tu herida se curara de repente. Necesitas al menos fingir que estás herida, o de lo
contrario…”

“¿Mis padres sospecharán?” Hanekawa terminó mi pensamiento por mí. “No lo harán.”
Continuó. “Ellos no son así. Podría cortarme el cabello y dudo que se den cuenta.
Probablemente… ni siquiera recuerdan mi cara.”

Como otra añadidura, como gallina sin valentía que era no pude lamer la cara de Hanekawa,
tomé la ruta sana de pincharme el dedo con un imperdible en mi bolso y esparcir esa sangre
en el área en cuestión.

Estaba muy lejos de extender mis alas como un cochin de Nagoya.


Por supuesto, ahora era una burla de un vampiro, y aunque no sé cómo habría ido durante las
vacaciones de primavera, mis fluidos corporales actuales no fueron suficientes para
proporcionar a Hanekawa una cura completa y radical… pero examinando el resultado, pensé
que al menos no dejaría una cicatriz.

Mirándolo al revés.

Si no la hubiera tratado…

Era lo suficientemente feo como para que se hubiera quedado con una cicatriz clara.

Tenía que preguntarme cuánto tenías que golpear a alguien para que terminara de esa manera.

Fue grotesco.

Eso fue asqueroso.

Su padre había golpeado la cara de su propia hija… Las palabras de Hanekawa habían hecho
que pareciera que la había golpeado una vez, impulsivamente, pero era difícil imaginar que
ese fuera el caso.

Debió haberla golpeado una y otra vez, persistentemente… sin descanso.

Eso es lo que parecía.

La “razón” que Hanekawa había dado para explicar por qué la habían golpeado era trivial, se
mirara por donde se mirara… por mucho que ella se hubiera “desahogado”, no parecía
justificar que un padre golpeara a su hija, o para el caso, que un hombre adulto golpeara a una
chica.

Aun así.

Cuando le pregunté: “¿Quieres que te acompañe a casa?”

Ella respondió: “No, estoy bien.” Una negativa enérgica… y despiadada.

Realmente no parecía querer que otros se entrometieran en sus asuntos… por supuesto que no.

No era como si me hubiera pedido ayuda.

Me acababa de encontrar con ella en la calle.

Fue una simple coincidencia.


No, incluso si me hubiera pedido ayuda, no era como si pudiera salvarla… porque ella.

Porque ella era la única que se podía salvar a si misma…

Por eso.

Es por eso que luego caminamos juntos y mantuvimos una de nuestras conversaciones tontas
antes de separarnos de manera casual y vaga cuando se sintió bien. Quiero decir que en algún
momento en el medio enterramos a un gato blanco que había sido atropellado por un
automóvil, pero realmente no recuerdo los detalles.

Ahí tienes.

No tuve más remedio que hacer un cambio importante en los planes para el resto de mi día…
la construcción de la presa estaba siendo cancelada. No estaba de humor para ir a la librería.
Me monté en mi bicicleta tan pronto como nos separamos, me di la vuelta para ir a casa.

“Oh. ¿Nii-chan? Eso fue rápido.”

Cuando regresé, Karen estaba holgazaneado mientras subía y bajaba las escaleras… ¿qué
diablos estaba haciendo? ¿Qué tipo de ejercicio fue ese?

“……”

Pero pasé junto a ella, ni siquiera con ganas de bromear, y me dirigí al baño para lavarme las
manos.

“Oye, ¿cuál es tu problema, Nii-chan? No ignores a tu linda hermanita, al menos saluda al


entrar. ¿Terminaste de comprar?”

“¿Comprar? Oh, bien…”

No había ido de compras.

No solo mi frustración no se alivió, sino que estaba aún más reprimida que antes.

Mis sentimientos, mis pensamientos, solo pesaban más…


005

El día siguiente.

En otras palabras, treinta de abril.

Aun así, parecía más bien la noche del veintinueve (para mí no es un nuevo día hasta que mis
hermanas pequeñas me despiertan)… y alrededor de la hora en que mis padres se fueron a la
cama, al igual que Karen y Tsukihi, levantados hasta tarde por ser un día festivo, me escabullí
de la casa. A horcajadas sobre mi bicicleta de montaña, con cuidado de hacer el menor ruido
posible, hice avanzar sigilosamente sus pedales. Incluso tuve que admitir que me estaba
pasando de la raya al no encender la luz durante un rato.

¿Qué salí a divertirme por la noche?

No, no fue eso.

No soy lo suficientemente valiente o ingeniosa para eso… aunque puedo tener las
calificaciones de un fracaso, soy, a pesar de mí mismo, un chico de secundaria bastante serio.

Me duele que me traten como un delincuente.

Entonces, preguntas, ¿a dónde estaba luchando contra mi somnolencia para ir? Algunas ruinas
en las afueras de la ciudad, un edificio abandonado que dicen que alguna vez fue una escuela
preparación. Estaba tan cerca de desmoronarse que los niños ni siquiera se atrevían a entrar en
él, un edificio que parecía solo los restos de algo… aunque estoy seguro de que no causaría
una buena impresión en nadie que yo fuera dirigiéndose a un lugar así en medio de la noche.

Podrías llamarlo un acto de delincuencia y no tendría espacio para discutir.

Pero tenía una razón.

Un motivo para ir allí, de todos los lugares… y en medio de la noche.

Una razón firme.

Detuve mi bicicleta frente a la valla que rodeaba las ruinas, y aunque obviamente no había
necesidad de hacerlo, considerando la completa ausencia de cualquier otra presencia humana,
puse mi candado de cadena alrededor de la rueda trasera. Solo para estar seguro, pero más
probablemente por pura costumbre. Luego entré al terreno a través de un agujero en la cerca
y entré al edificio.
Ya sé que dije que los niños no se atrevían a hacerlo, pero entrar en él por la noche,
independientemente de lo a gusto que estuviera allí, me produjo un pequeño escalofrío… en
particular.

Porque, en particular, había un fantasma real dentro.

Un fantasma.

Un yokai.

Una excentricidad… el rey de las excentricidades.

Un vampiro.

Un caminante nocturno.

“Por otra parte, supongo que eso está en el pasado…”

Érase una vez, en una tierra muy, muy lejana.

Sí.

Lo que había aquí no era un vampiro… sino los vestigios de uno.

Una cáscara de vampiro… la escoria de un vampiro.

Porque era una niña que era un remedo de vampiro.

El edificio estaba en peor estado por dentro de lo que parecía por fuera, y, esquivando
escombros y basura todo el camino, usé las escaleras para dirigirme directamente al cuarto y
más alto piso.

Había tres habitaciones en el piso, todas una vez utilizadas como aulas, y comencé a girar sus
picaportes con la proximidad como mi única prioridad.

Parecía que tuve mala suerte ese día.

Tanto la primera puerta como la segunda me dejaron con las manos vacías.

No es que un premio me estuviera esperando detrás de la tercera… porque mientras la pequeña


niña que era un remedo de vampiro estaba allí, alguien más, un hombre que debería haber
estado, no lo estaba.

“Eh… Maldita sea, Oshino. ¿A dónde fuiste a esta hora?”


¿Estaba fuera?

Su comportamiento siempre fue opaco… pero ya era muy tarde. Tal vez estaba dormido en
uno de los pisos inferiores con algunos escritorios viejos como cama. Tal vez él había predicho
mi llegada y evitado las aulas del cuarto piso para que su sueño no fuera perturbado. No le
había dado la fecha y hora exactas de mis visitas, pero siempre actuaba como si viese a la
gente… así que tal vez me había visto llegar.

Lo admito, fui un invitado indeseado en ese sentido. Nadie con sentido común haría una visita
en medio de la noche. Si alguien estaba equivocado aquí, fui yo por esperar que él estuviera
esperando con lo de siempre, llegas tarde, Araragi-kun.

Tratar con un vampiro, cosa que no era de sentido común, hizo que tus propias acciones
comenzaran a carecer de sentido común. Eso tenía mucho sentido… pero.

Cerrando la puerta detrás de mí, miré a la joven, la ex vampira, sentada en una esquina de una
habitación oscura como boca de lobo… y tragué saliva.

Estaba totalmente nervioso.

Ahora que lo pensé.

Era la primera vez que estaba a solas con ella desde las vacaciones de primavera… sin la
presencia de ningún otro humano.

Oshino estaba presente cada vez que me encontraba con ella aquí de esta manera… y aunque
he dicho “sin otro humano”, ciertamente ella no era humana, y yo tampoco.

Una excentricidad a medias… y un humano a medias.

Y la responsabilidad de que los dos seamos así… recayó principalmente sobre mis hombros.

No me extraña que me sintiera nervioso.

Y tenso.

Y la culpa… empezó a florecer.

Tan moe.

“……”
Para que quede claro, dije moe en el sentido original de “brote”, y de ninguna manera me
cautivó la ternura de la chica rubia vestida con ligereza.

Incluso si estaba sentada allí con el aspecto de un querubín de ocho años.

Incluso si tenía el cabello rubio voluminoso, pero delicado, cada mechón como un hilo de seda
fina.

Incluso si usara un vestido adorable… incluso si tuviera los pies delgados y descalzos tan
pálidos que casi podrías ver a través de ellos y que nunca te imaginarías caminando por estas
ruinas.

No había nada lindo en ella.

No necesito ampliar este punto. Es evidente por sí mismo.

Todo lo que necesitabas ver eran sus ojos como dagas rezumando resentimiento directamente
hacia mí.

“Deja de verme así. Es un desperdicio de tu belleza.” Bromeé mientras me acercaba a ella…


con cuidado, un paso a la vez. “Vamos, intenta darme una sonrisa. No sabes lo bien que te ves
cuando hay una sonrisa en tu rostro.”

Sin respuesta.

No es como si fuera un simple cadáver… bueno, tal vez era como un cadáver.

Yo tampoco había hablado esperando una respuesta. No había pronunciado ni una palabra
desde el final de las vacaciones de primavera. Incluso yo no era tan egocéntrico como para
pensar que ella se pondría a llorar ahora, de repente, en este momento.

Simplemente.

Si también me quedo en silencio… mi corazón podría romperse. Parlotear, al menos por mi


parte, era todo lo que podía hacer.

Especialmente con Oshino estando ausente.

Pero… todo eso a un lado, era la verdad honesta que pensé que se veía mejor cuando sonreía.

Mientras estaba sentada en la esquina del salón de clases con los brazos alrededor de sus
piernas, lista para ser asimilada al molde de las paredes, me dejé caer en el suelo frente a ella
y desabroché mi camisa.
… Otra aclaración. Si bien de repente comencé a desnudarme frente a una chica rubia en ropa
ligera, no estaba planeando lanzarme a mi mejor impresión de Lupin III ni nada.

Novela o no, no podrías publicar eso.

No todos aceptarían la excusa de que técnicamente no es una niña, sino una excentricidad y,
de hecho, tiene quinientos años.

La razón por la que estaba en topless en estas ruinas, independientemente de que fuera a fines
de abril, cuando todavía hacía frío, era para alimentarla.

¿Alimentarla?

¿Qué tiene que ver quitarme la ropa con eso?

¿Iba a servirle sushi desnudo, en mi traje de Adán?

Ya puedo escucharte haciendo estas preguntas, pero no debería tener que explicar (en realidad,
cualquiera que se haya preguntado la última cuestión tiene algunos problemas urgentes).

No hace falta decir nada.

Un chupasangre se alimenta… chupando sangre.

“Al menos podrías decir gracias, sabes. La alimentación en sí va a ser una infracción de la
etiqueta, hagamos lo que hagamos.”

Puse mis brazos alrededor de su pequeño físico y la levanté para guiar su boca hacia mi
cuello… era como si nos estuviéramos abrazando, una posición a la que no podía
acostumbrarme.

Comida. Chupando sangre.

Por otra parte, ella no llamaría a esto una comida. Tal vez fue una simple nutrición
intravenosa… porque en este momento, incluso había perdido su capacidad natural de chupar
sangre.

Oshino Meme, una autoridad en excentricidades, había modificado su constitución para que
aceptase solo mi sangre… la otra cara era que si no ingería mi sangre regularmente, moriría
en poco tiempo, desaparecería en poco tiempo. Ahora ella era un ser así de frágil.

En lo que respecta a su alma, Araragi-kun, es casi tu esclava, me había dicho Oshino.


Pero no, siendo el que sigue dando su sangre, creo que soy yo quien es el esclavo.

Yo soy el que está a su servicio.

Mi siervo.

Solía llamarme así con altivez, arrogantemente… recordar aquellos tiempos y ver su débil
estado hacía que me doliese el pecho.

Cada vez que me chupaba la sangre.

No mi cuello, perforado por incisivos que tenían solo un leve indicio de su legado vampírico…
sino mi pecho.

Mi corazón duele.

Palpitaba de dolor.

Rompecorazones.

Pero cada vez, precisamente por la misma razón… el dolor me alivió.

Porque si estaba consumiendo mi sangre… entonces, al menos, estaba tratando de mantenerse


con vida.

Esta vampiresa, que una vez incluso intentó suicidarse.

Esta vampiresa, muerta desde el principio.

Ella estaba tratando de vivir, y por mi bien…

“¿Hm?”

Incluso mientras digo eso.

Me di cuenta de que no me estaba mordiendo el cuello, no hoy. Estábamos en un abrazo…


ella estaba poniendo todo su peso sobre mí y envolviendo no solo sus delgados brazos sino
sus palos por piernas alrededor de mi cuerpo, de modo que nuestros torsos estaban pegados
como si fuéramos koalas o algo así… y sin embargo ella no estaba mordiendo.

“¿…?”

No pude entender lo que estaba haciendo.


Después de todo, ¿estaba rechazando mi sangre y renunciando a vivir? Me estremecí ante la
posibilidad y la abracé sin pensarlo, casi rompiéndole la espalda… pero no fue eso.

Estaba equivocado.

Cuando la miré… cuando seguí la mirada de la chica vampiro.

No era mi cuello lo que estaba mirando.

Más bien, su atención estaba centrada en un paquete que había colocado a un lado para
sostenerla.

Un paquete que emitía un dulce aroma.

“Umm…”

Era un regalo que había traído para el espíritu libre residente de este edificio abandonado,
Oshino Meme, una vagabundo cuya vida era todo menos abundante, en realidad solo algunos
refrigerios.

Era un surtido de Mister Donut.

Diez que había comprado en la tienda por mil yenes.

Un golden chocolate, un buñuelo francés, un ángel francés, un francés batido con fresa, un
churro de miel, un buñuelo de coco, un Pon de Ring, un D-pop, un chocolate doble y un
chocolate de coco.

Por supuesto que olía dulce.

Originalmente las había comprado como regalo para mis hermanas cuando regresaba de verme
con Hanekawa.

Tanto Karen como Tsukihi, sin embargo, habían dicho tonterías sobre estar a dieta y dejar que
la bondad de su hermano mayor se desperdiciara.

Respondí que las chicas en crecimiento no deberían hacer dietas y necesitaban ponerse
agradables y esponjosas, lo que llevó a una discusión tan feroz que podría haber dañado
permanentemente nuestra relación. Aunque como compré el surtido con el dinero que me
había prestado Tsukihi, nunca tuve muchas oportunidades.

Terminó cuando me vi obligado a disculparme.


Qué dinámica entre hermanos tan indignante.

Aun así, diez eran demasiadas donas para que una persona las comiera sola, sin mencionar que
las donas se dañan muy rápido, por lo que no tuve más remedio que traérselas a Oshino, que
supuse que no sólo necesitaba el pan de cada día, sino también el de ayer.

Apenas estaba evitando los elementos al vivir en este edificio abandonado, o más bien, podría
haberse estado alimentando de los elementos. Incluso yo tenía suficiente compasión en mí
para querer invitarlo a algo dulce para variar.

……

Por supuesto, no se me escapa que arreglármelas con un simple juego de donas de mil yenes
es extraño cuando todavía tengo una gran deuda, cinco millones de yenes para ser exactos, con
el hombre por lo que sucedió durante las vacaciones de primavera.

Cinco millones.

Esa la cantidad de dinero por la que los adultos se ahorcan.

No tenía ni idea de cómo devolverle el dinero y ni siquiera tenía ganas de pensar en ello.

¿Se suponía que debía vender mis órganos o algo así?

¿Usar mi inmortalidad para producir lotes completamente nuevos de ellos?

“Mierda, pensar eso da miedo.”

Entonces.

Aparte de eso… la chica vampiro en mi abrazo me ignoró por completo para darle toda su
atención a la fragante variedad de donas que debían su presencia a la cadena de eventos antes
mencionada.

Había fuego en sus ojos.

Pasión en la forma en que las miraba.

“Espera… De ninguna manera.”

No había manera.

¿Cómo podría ser ese el caso?


Ella pudo haber sido una cáscara, sí. Ella pudo haber sido escoria, sí.

Si bien la mayor parte de su naturaleza le había sido robada… aunque había sido despojada de
su figura, su forma e incluso su nombre, seguía siendo una vampiresa orgullosa.

Tampoco un simple vampiro.

Una vampiresa de sangre de hierro, de sangre caliente y de sangre fría, una de sangre noble.

Una pura sangre entre vampiros.

¿Ella?

¿Cómo podría tener sangre, su alimento básico, justo debajo de la nariz y aún estar más
interesada en las rosquillas, de todas las cosas…?

Shlurp.

Escuché un sonido.

La miré y vi que salía saliva de su boca.

“¡Estás arruinando los sueños de la gente!”

Gritando, la tiré.

La niña voló contra la pared detrás de ella, se golpeó la cabeza y se quedó quieta.

Oh, no. No había querido que mi reacción fuera tan violenta. La desagradable sensación de su
baba goteando directamente sobre mi hombro expuesto fue en parte culpable.

Pero eso tampoco me daría la mejor imagen, como cuando había maquinado y fallado en untar
con mi saliva no cualquier parte de la piel, sino la cara de Hanekawa.

“¿E-Estás bien?”

Parecía que se había dado un fuerte golpe, y mientras se frotaba la cabeza, le ofrecí una mano,
pero la apartó.

Parecía estar molesta.

Su cabello rubio estaba un poco erizado.

… Como si fuera un animal o algo así.

Como un gato huraño que no se deja tocar.


No podía tenerla enfadada conmigo… su cuerpo no aguantaría mucho más tiempo si no se
alimentara, con sangre. Hacía tiempo que no podía venir a este edificio abandonado por lo
agitado que estaba. Se podría decir que la raíz del problema era que había confundido mi
agitación con el enamoramiento, pero todo eso se había aclarado ahora gracias a Tsukihi.
Quería dar mi sangre esta noche para compensar el tiempo perdido.

No era fácil escabullirse por la noche bajo la vigilancia de mis hermanas… pero como los
vampiros son nocturnos y las horas de luz suelen ser de sueño, la hazaña no era más fácil
mientras el sol estaba en lo alto.

A ninguna criatura le gusta que la despierten, por lo que dispensar estas comidas podría ser
una molestia.

Al final, no había mejor momento para beber sangre que la mitad de la noche.

… Realmente era como tratar con un animal.

O con un bebé.

¿Era así como se sentían las madres lactantes?

Bien, ¿ahora qué…? Pensé con los brazos cruzados.

Le preguntaría a Oshino, si estuviera allí, pero no estaba. Y esto no era tan urgente como para
despertarlo por ello si sólo estaba durmiendo en otra aula. Podría llegar a pedir una comisión
de asesoramiento y exigir que le pagaran. No iba a asumir más deudas.

Y de todos modos.

Había decidido ser responsable de este vampiro por el resto de mi vida.

¿Qué iba a hacer si no podía resolver algo tan insignificante por mi cuenta?

“¿Se supone que debo darte una palmadita en la cabeza? No, eso era una señal de sumisión…”

Hmm.

Oh, claro.

Todo esto había empezado por Mister Donut, así que por muy simple que pareciera, tal vez
también tenía que resolver esto a través de Mister Donut.

Cierto, la comida resolvía todas las disputas.


Como en Oishinbo.

Kakaka, cómo puedo seguir enfadada con vos después de que me hayáis dado esta ofrenda, o
algo así.

Sacando la caja de la bolsa de plástico para llevar, la puse sobre mi regazo y la abrí lentamente
para que la niña vampiro pudiera ver.

Entonces tomé un donut, un golden chocolate por el borde, y se lo ofrecí con el brazo
extendido.

Se lo ofrecí.

Tan pronto como lo hice, ella me lo quitó.

Lo tomó con una rapidez tan increíble que me hizo preguntarme si no había perdido una pizca
de sus habilidades vampíricas.

Luego, sin tomarse un momento para inspeccionarlo, lo masticó.

Esto también lo hizo a una velocidad increíble, y el golden chocolate desapareció en unos tres
bocados. Por la forma en que comía, temí que se tragara sus propios dedos en el proceso.

¡Espera, espera, espera!

¿Qué tanto anhelaba estas cosas?

Hay que mencionar que ni con mi sangre jamás pareció saborear tanto… Me sentí un poco
herido.

“… ¡Whoa, hey!”

En cuanto terminó, la chica vampiro se dirigió directamente a los otros nueve donuts que
estaban expuestos en mi regazo.

Apenas logré, con caja y todo, evadirla.

Por la forma en que se abalanzó sobre mí, no bromeo cuando digo que mi abdomen podría
haber acabado con un agujero como daño colateral.

Mientras se preparaba para su siguiente ataque, no pude evitar gritarle.

“¡Siéntate!”
Le grité, pero ¿“siéntate”?

No era un perro.

Pero la vampiresa hizo fielmente lo que le dijeron y se sentó… no se desplomó con los brazos
envueltos alrededor de sus piernas en su forma habitual, sino que adopto una postura perfecta
de entrenamiento, agachada con las caderas a la mitad del suelo.

Me miró con ojos penetrantes y una expresión seria.

“……”

Aunque no entendía lo que estaba pasando, pensé que aún tenía que hacer algo para romper
este punto muerto. Como prueba, tomé el buñuelo francés, mi recomendación personal de las
nueve donas restantes, y le hice una suave ofrenda.

Tenía miedo de que dárselo directamente a ella pudiera hacer que mi mano fuera devorada
hasta mi codo viendo lo que acababa de suceder con el golden chocolate, así que fue más como
si lo colocara frente a la vampiresa sentada.

No hace falta decir que el piso de una escuela de preparación en ruinas no es de ninguna
manera una superficie limpia (aunque la vampiresa iba descalza, Oshino y yo caminamos con
zapatos), así que también me aseguré de colocar la rosquilla encima de una de las servilletas
de papel que se encuentran dentro de la caja.

Pensé que saltaría directamente, pero la vampiresa solo babeó y mantuvo su postura.

Aunque me miró con ojos literalmente demoníacos.

La forma en que me miró fijamente hizo que la forma en que me había mirado antes se sintiera
como una sonrisa.

Si las miradas pudieran matar, ya estaría muerto.

Por otra parte, he escuchado que ciertos linajes de vampiros realmente pueden matar personas
con una sola mirada.

Ojos malvados, u ojos demoniacos, o algo así.

Ahora que lo pienso, durante las vacaciones de primavera, ¿no se limitó a mirar una pared de
cemento para romperla? ¿Estaba mi vida en peligro?

“… La mano.”
Pensé que lo intentaría.

Le tendí la mano.

La vampiresa puso su palma directamente sobre la mía. Se sintió como una escena de E.T.,
pero lo hizo con toda la fuerza de chocar los cinco de un bateador de jonrones, tal vez como
un pequeño acto de represalia.

“Um, está bien… puedes comer…”

En el juego de hyakunin isshu, los jugadores escuchan la recitación de un poema y luego corren
para ser el primero en sacar la carta correspondiente de las muchas distribuidas.

El kimari-ji es la sílaba que deja claro qué poema se está leyendo. No sería exagerado decir
que la buena audición, que te permite moverte en el momento en que se pronuncia la palabra
clave, separa a los ganadores del juego de los perdedores… Me entristece informar que no sé
mucho sobre el juego, pero si lo anterior es cierto, tendría que admitir que la vampiresa ante
mí tenía lo que se necesitaba para ser un muy buen jugador.

Se había movido antes de que yo terminara de decir “come”… no, para ese momento había
terminado de moverse.

Estaba hundiendo sus colmillos en el buñuelo francés como si fuera una especie de bestia
salvaje.

Bueno, tal vez no sea una bestia salvaje.

Parecía un perro mascota.

La visión de una niña rubia de unos ocho años llenándose las mejillas con un buñuelo francés
junto con la servilleta, a cuatro patas como si estuviera lamiendo el suelo, se tambaleó en
muchos bordes.

Junto con la servilleta… Sentí que había tomado la decisión correcta al no dársela mientras
todavía la sostenía.

Dicho esto, incluso ella parecía incapaz de digerir una servilleta de papel, y la vampiresa
hábilmente la separó del resto dentro de su boca y la escupió.

No podrías llamarlo la mejor demostración de modales.


Por otra parte, no se podía llamar la mejor muestra de modales considerando que estaba
comiendo una dona mientras estaba a cuatro patas.

Bueno… también durante las vacaciones de primavera, nunca ha tenido buenos modales
mientras come. Cuando pienso en lo que me dijo entonces, parecía que, en primer lugar, los
vampiros y los humanos tenían diferentes ideas sobre la etiqueta en la cena.

¿Qué fue lo que me dijo en ese entonces? ¿Qué es de mala educación mirar a alguien mientras
está comiendo? Pero la poderosa mirada que ahora me envió no tenía nada que ver con ninguna
regla de etiqueta que se podía violentar. Solo podría significar que estaba apuntando a las ocho
donas restantes.

“Espera, se supone que traje esto para Oshino…”

Para empezar, no importa cuánto disfrutó de las donas, no servirían de nutrición para un
vampiro. Porque la nutrición de esta niña, la única comida sana y equilibrada para ella, era mi
sangre.

“… Pero supongo que podrías tener tres más.”

Traje diez.

Dividirlas entre ella y Oshino resultó en cinco para cada uno… y cuando lo pensé, Oshino lo
pasaría tan mal como yo comiendo diez donas solo.

“Está bien, ¿cuáles quieres? Elige tres.”

Le mostré a la vampiresa el interior de la caja.

“Solo necesitas señalar.”

Luego, con un dedo en su mano izquierda… comenzó en el borde y señaló cada dona, una por
una.

Cada una, de borde a borde.

“……”

¿Todas ellas?

Que codiciosa.
La vampiresa no parecía dispuesta a ceder, y una vez más, con la misma mirada amarga, señaló
con cuidado de borde a borde a cada una de ellas.

Fue tan meticulosa que se aseguró de señalar cada una de las secciones del D-pop.

“Hmm.”

Así que ella era golosa… Pero aun así, ¿todas? ¿Cómo podía su cuerpecito absorber toda esa
dulzura?

La vampiresa me miró fijamente mientras yo vacilaba… podía sentir la presión viniendo de


ella. El mismo tipo de presión que rompió los muros de cemento.

En serio, sentí que estaba a punto de ser aplastado.

Por supuesto… podría haber sido mi culpa la que se sintió tan aplastante. Al final del día, fue
mi culpa que se viera obligada a vivir este tipo de vida. Me dolió el corazón enfrentar el hecho
de que una vampiresa una vez orgullosa, noble y hermosa estaba gateando por el suelo para
comer donas.

Ella, que no me había dicho una palabra desde las vacaciones de primavera.

A pesar de todas las risas que solía hacer, su rostro ahora era una máscara de tristeza y
depresión.

Considerando todo lo que hizo, todo lo que había hecho, los sentimientos naturales de
lástima… la lástima natural que cualquier humano debería sentir no era merecida. Lo sabía,
pero.

“Bien, está bien. Puedes tenerlas todas.” Le dije.

Con generosidad y afabilidad, dejé toda la caja en el suelo.

Casi como si fuera una ofrenda.

“Así que gira tres veces y di guau.”

¡Ups!

Vaya, me quedé atrapado en el momento y le pedí que hiciera un truco… pero incluso mientras
pensaba eso, y antes de que pudiera retirar mi comando, ella giró como un trompo y aterrizó
luego de hacer un hermoso y limpio triple giro.
Su obediencia la catalogaba más como un perro que como un trompo.

Uno que al final no ladró, sino que giró la cabeza hacia un lado con una mirada molesta, podría
haber sido su última pizca de orgullo como alguien que una vez fue noble… pero sí, era un
poco tarde para mostrar su orgullo.

Hmph.

Parecía seguir negándose a hablar.

Pensé que podría dejarse llevar y soltar algo, pero estaba siendo demasiado optimista.

Aunque incluso yo me sentiría decepcionado si ella hubiera elegido esta escena cómica para
por fin hablar.

¿A qué tipo de persona se le ocurriría un giro como ese que arruinaría la historia?

Deslicé la caja de donas y le dije que comiera. Entonces, como había estado esperando, la
vampiresa volvió a ponerse a cuatro patas y comenzó a meter todas las rosquillas en su boca,
devorándolas, caja y todo.

Su apetito la hacía olvidarse de sí misma y me preocupaba que pudiera empezar a comerse el


suelo.

Ella era más una niña desnutrida que un perro.

“¿En serio? Estas golosinas en forma de halo son tan deliciosas. Es nada menos que un cofre
de piedras preciosas que contiene el más dulce de los anillos.”

“¡¿Acabas de hablar?!”

Por casualidad miré hacia un lado, pero giré la cabeza hacia ella con sorpresa. Sin embargo,
la vampiresa, con su expresión tan cercana al blanco como podría serlo una expresión, siguió
devorando el suelo casualmente… quiero decir, las rosquillas.

Ah, solo estaba escuchando cosas…

Vaya, hizo que mi corazón diera un vuelco.

Pensé que todo el drama se había arruinado.

Hay que ver, qué sorpresa tan desagradable e injusta.

“Hmm… bueno, supongo que saber su comida favorita es… al menos algo.”
Saber que tenía una comida que le gustaba tanto que me hacía escuchar cosas fue un dato
importante para mantener mi relación con ella en adelante.

Pero.

Incluso entonces… ella no quería hablar conmigo.

Deseaba tanto que me hice oír cosas… pero ella se negaba obstinadamente a hablarme.

A pesar de que una vez fuimos amo y siervo, por muy temporal que haya sido.

“Uf. No es que no puedas hablar bien porque tu garganta y tu lengua son las de un niño de
ocho años…”

En realidad, nunca había pensado en eso, pero tal vez era eso.

Pero aunque lo fuera, deseaba que hablara, aunque fuera con frases entrecortadas.

Como Sue de Genshiken.

Como Sue de Genshiken.

¡Como Sue de Genshiken!

“¿Qué estás haciendo, Madaragi-kun?”

Y entonces.

Me puse de pie de un salto ante la voz repentina detrás de mí como si me hubieran rociado con
un balde de agua fría.

Me di la vuelta para encontrar a Oshino.

No había escuchado pasos y no había sentido ninguna presencia.

“Me asustas a tu manera, sabes…” Dije con un suspiro de alivio. Por supuesto que estaba
acostumbrado a este lugar, incluso lo había convertido en mi morada durante un tiempo. Pero
no dejaba de ser un edificio abandonado… Me voy a asustar si alguien aparece por detrás de
mí de la nada en esta situación. “No aparezcas así como así. Sólo porque tu nombre tiene el
carácter de ‘sigilo’ en él, ¿crees que puedes acercarte sigilosamente a la gente?”

“Hmph. ¿Y tú, Madaragi-kun? Por mucho que le guardes rencor por lo que pasó durante las
vacaciones de primavera, no deberías abusar así de nuestra Vampiresa-chan.”
“No estoy abusando de ella.”

“Creo que tratar a una joven como un perro es más que un abuso, Madaragi-kun.”

Hay que ver, Oshino exhaló con un exagerado encogimiento de hombros.

“Mi suposición.” Continuó. “Sería que me trajiste esas donas como un regalo… oh cielos,
perdí la oportunidad de comer algunas.”

“……”

Sonrió mientras hablaba en el mismo tono de siempre, como si hubiera visto a través de todo.

Y podría dejar de llamarme Madaragi-kun.

Por alguna razón no pude evitar sentir que este era el estilo de un personaje diferente.

Estaba saboteando material futuro.

Pero aparte de eso… Oshino Meme.

Un sujeto de unos treinta años.

Había hecho su aparición.

Un hombre de mediana edad visiblemente frívolo y delincuente que usaba camisas hawaianas
durante todo el año. Un experto en excentricidades, una autoridad en demonios y fantasmas,
un tecnócrata de los bakemono… esos eran sus títulos, y tenía las vibraciones sombrías para
igualarlos.

He oído información misteriosa en el sentido de que en el anime se le hizo parecer y sonar


muy genial, pero a quién le importa.

A mí me parecía un tipo sospechoso sin importar lo que fuera.

Se podría decir que era un tipo algo retorcido.

“Puede que no te lo haya dicho, Araragi-kun, pero me encantan los dulces… si alguna vez hay
otra oportunidad como ésta, por favor, guárdame algunos. Los old-fashioneds son mis
favoritos. El nombre coincide con mi personalidad, ya ves.”

“Oh, cállate. No hay nada anticuado en ti.”


No hay nada más molesto que los adultos que intentan arrojar lo anticuados que son en una
especie de luz clásica… aunque estoy de acuerdo en que esos donuts old-fashioned son
sabrosos.

Cuando miré a la vampiresa, había terminado de comer tanto el chocolate doble como el Pon
de Ring y estaba de nuevo en su lugar habitual en la esquina del aula, en su pose habitual con
los brazos alrededor de las piernas, con una expresión que decía: “¿Qué? ¿Perdón? ¿Mister
Donut? Nunca he oído hablar de él.”

Si alguien estaba actuando de cierta manera por lo que había pasado en las vacaciones de
primavera, era ella… parecía querer evitar quedar mal con Oshino.

Sin embargo, a pesar de sus mejores esfuerzos, no pudo ocultar el desorden de sus labios.

En fin, como sea.

No es que fuera alguien con quien debiera compararme, pero al menos, ella parecía tener más
sentimientos por mí que Oshino… ese pequeño hecho me alivió.

… Claro que también podía ser que no le importara en absoluto.

“Bien.” Prometí. “La próxima vez traeré una caja de old-fashioneds… creo que estoy a punto
de alcanzar un buen número de puntos de Mister Donut. Entonces, Oshino. ¿Dónde estabas a
estas horas de la noche?” A juzgar por su comportamiento, no había estado durmiendo en otra
clase.

“Eh. Trabajo, ya sabes.” Oshino no se dio aires de grandeza al responder, pero sonó como si
estuviera, como siempre, haciéndose el tonto. “La razón por la que una piedra rodante como
yo ha decidido quedarse en esta ciudad, y la razón por la que incluso vine a esta ciudad en
primer lugar, es para recoger historias de excentricidades… pero por supuesto, mi trabajo más
importante ahora es lidiar con las secuelas de lo que hiciste.”

“¿Las consecuencias?” Miré a la vampiresa en cuclillas, que ya parecía desinteresada en


nuestra conversación. “¿Te refieres a cuidar de ella así?”

“Eso es parte de ello, pero no lo es todo… los vampiros son en realidad bastante molestos de
tratar, ya ves. A fin de cuentas, son el rey de las excentricidades… y por eso su mera presencia
puede causar todo tipo de fenómenos. Constantemente estimulan e influyen en todo lo que les
rodea. El trabajo que te he quitado de encima es manejar todo eso de forma ordenada.”
“¿Así que un montón de trabajos diferentes a la vez? Casi como Boogiepop o algo así. Debes
estar contento, parece que el negocio va viento en popa.”

Por otra parte, si dejas de lado mis cinco millones de yenes, todo eso de recoger historias de
excentricidades o lo que sea no sonaba como ningún tipo de “trabajo” que trajera dinero.

“Por desgracia, las cosas no van bien para Boogiepop… mi cerebro no está construido de
forma que me permita pensar en varias cosas a la vez. Por cierto.” Continuó Oshino.
“Volviendo a lo que hablábamos antes… no intimides demasiado a nuestra vampiresa. Sólo
vas a crearte problemas en el futuro.”

“Como he dicho, no la estoy intimidando.”

Sentí que mis bromas habían ido demasiado lejos, pero ella misma había hecho la mayor parte.
No voy a decir que soy un espectador inocente atrapado en todo esto, pero, más o menos, me
había hecho seguirle el juego.

Le pregunté a Oshino: “En realidad, me he estado preguntando algo desde las vacaciones de
primavera, pero ¿también se volvió mentalmente más joven?”

Si bien su cuerpo ahora parecía ser el de una niña de ocho años, solía verse como una dama
digna… por mucho que el estado mental de los vampiros busque reflejar su apariencia, su
edad fundamental debía ser de quinientos años.

Incluso los niños de ocho años no comen como perros.

“Bueno, Araragi-kun, ¿qué se supone que debe hacer? No son solo los vampiros. Todas las
excentricidades están hechas de creencias humanas.”

“¿Creencias humanas?”

“Ajá. Están ahí porque los humanos creen que lo están… eso es una excentricidad. Detrás de
cada fantasma hay una lengua de plata. Pero eso no los hace menos reales.”

“¿Eh? No estoy seguro de entender tu punto. Supongo que la fe obra de formas misteriosas,
pero ¿cómo tiene eso que ver eso con ella?”

“Los vampiros son la excentricidad más fuerte porque todos creen que los vampiros son la
excentricidad más fuerte. Las excentricidades se manifiestan cuando quienes las rodean las
reconocen… y se comportan como las personas a su alrededor esperan que lo hagan.”
Así es como va, agregó Oshino.

Lanzó una mirada a la vampiresa. Incluso si las miradas pudieran matar, esta era suave, sin
presión ni nada más detrás, y no mataría a un insecto.

“En cuanto a nuestra Vampiresa-chan… Araragi-kun, actualmente eres la única persona que
la reconoce.”

“……”

“Estrictamente hablando la Representante de Clase-chan y yo también la reconocemos, pero


sigues siendo tú quien tiene la mayor influencia en ella. Después de todo, eres su única fuente
de nutrición. Esa es una influencia súper directa.”

“Entonces… ¿estás diciendo que ahora mismo se ve así porque eso es lo que pienso?”

No.

Podía aceptar que mi influencia la hiciera fanática de Mister Donut, pero comer como un
perro… Si ése era el tipo de comportamiento que esperaba de un vampiro, tenía algunos
problemas bastante graves que debía resolver. Necesitaba seriamente un poco de
asesoramiento. Todavía era de noche, pero debería tomar un teléfono y pedir una cita ahora
mismo.

“Puede que sea inmaduro comparada contigo o con Hanekawa y que la vea como una niña de
ocho años en algunos aspectos… pero esto no puede ser lo que espero de ella.” Objeté.

“Un niño no siempre sale como sus padres quieren. Aun así, está influenciado por las
expectativas de sus padres… es algo así.”

“Las… expectativas de sus padres.”

Influenciado… por su entorno familiar.

“No te voy a soltar una vieja y cansina charla sobre la necesidad de convertirte en un ciudadano
honesto, pero si sigues metiendo la pata, puede que acabes no sólo teniendo una influencia
sobre ella, sino una mala. Sobre todo viendo lo que ocurrió hace nada.”

Oshino se detuvo ahí.

Y no continuó.
Una pausa en la conversación por consideración a mí… probablemente no era eso. Oshino no
era tan considerado. Simplemente no tenía que decirlo, por eso no lo hizo… y realmente, yo
no tenía que oírlo.

Especialmente teniendo en cuenta…

Especialmente teniendo en cuenta cómo esa orgullosa vampiresa se redujo a una niña
inocente… ¿por qué asimilar una mala influencia?

Eso es lo que quería decir.

Pero en parte tenía que estar de acuerdo con Oshino… aunque no salió como habría querido,
al menos esta vampiresa había cumplido una de mis expectativas.

Es decir… ella no me perdonó.

No se rió ni habló.

La vampiresa… no me perdonó.

Al igual que yo no perdoné a la vampiresa.

“Entonces, Araragi-kun. Si le das de comer rosquillas, ¿significa que ya has cumplido con tu
deber de vampiro?”

“Deber de vampiro…” No estaba haciendo tareas. “Todavía no. Qué raro que te equivoques.
Primero los donuts, después chupar la sangre. Parece que le gustan más que mi sangre. Estoy
a mitad del lastimero proceso.”

“Huh. Bueno, tu sangre no parece ser muy dulce. Creo que puedo simpatizar con ella.”

Sí, sí, Oshino asintió para sí mismo.

El muy bastardo, actuando tan convencido.

“Por cierto, Araragi-kun. Aprovechando que hace poco la mencione, ¿cómo está la
Represéntate de Clase-chan?”

“¿Eh?”

¿En serio? Esa fue una pregunta repentina.


Lo preguntó casi como si supiera que me encontraría con Hanekawa por la tarde, pero tal vez
era solo ese tono omnisciente de él… y sin embargo, una vez que lo pensé un poco más, no se
escuchó así.

Tras reconsiderarlo, Oshino siempre parecía estar extrañamente preocupado por Hanekawa.

Me preguntaba por ella en cada oportunidad que tenía.

En realidad, no diría que estaba preocupado por Hanekawa… más bien, preocupado por sus
actos.

Eso tenía más sentido.

Oshino parecía muy receloso con Hanekawa gracias a las vacaciones de primavera… Dejando
a un lado si su recelo era genuino, desde su punto de vista alguien como ella tenía que parecer
una molestia.

“Esa chica sería una molestia, seas quien seas.” Oshino corrigió suavemente mi impresión
tácita. A eso me refiero con su tono omnisciente. “Incluso para ti, por supuesto… mientras
que la llegada de nuestra Vampiresa-chan realmente deformó la situación de las
excentricidades en esta ciudad, por esa misma razón, la presencia de la Representante de
Clases-chan está deformando la situación de los humanos en esta ciudad significativamente.”

“Ambos sabemos que eso es una exageración.”

“Una exageración es suficiente cuando estamos hablando de ella. Hay que ser audaz y
ampuloso. De verdad, tiene que ser así cuando se trata de ella.”

Entonces, ¿cómo está ella?, preguntó.

“¿Qué quieres decir con cómo? Bien. Ella está bien.”

“¿De verdad?”

Hay que ver, fue persistente.

No, si estaba siendo persistente, era porque sospechaba de mi reacción desdeñosa (o de mi


intento de salirme del tema).

Si realmente me iba a preguntar, entonces la respuesta era no, no realmente.

Realmente fue una mentira.


Pero estábamos hablando del entorno familiar de Hanekawa. No me pareció correcto decírselo
sin pestañear.

La historia de la gasa en su mejilla izquierda… y también la historia detrás de ella.

Prometí que no se lo diría a nadie.

Incluso a Oshino.

“Hm, ya veo. Así que no puedes decirlo.”

Pero, y tal vez se podría decir como siempre, Oshino solo necesitaba mi pausa momentánea
sobre si debía responder o no para descubrir mi situación.

“Lo que significa que… ¿es justo asumir que le ha pasado algo indescriptible? Eso es
preocupante.”

“No es nada de lo que tengas que preocuparte.” Por supuesto, tampoco era algo… de lo que
tuviera que preocuparme. “Es problema de Hanekawa, nada en lo que debamos meternos. Pase
lo que pase, ella simplemente se salvara a si misma… esa es la única manera, ¿verdad?”

“Hmph. Bien, entonces no te presionaré.” Estaba seguro de que tenía la intención de acosarme
más por la forma en que progresaban las cosas, pero retrocedió sin luchar. “De todos modos,
no es mi lugar comentar cómo tú y la Representante de Clase-chan están coqueteando.”

“Espera, no estamos coqueteando…”

“No me corresponde comentar sobre cosas como levantar faldas o lo que sea.”

“¡¿Que sabes?!”

“¿Por qué no tomamos el enfoque opuesto?” Oshino ignoró mi intento de excusarme. “Dime
todo, aparte de lo que no puedes decirme. No es como si no pudieras decir nada sobre ella,
¿verdad?”

“……”

Bueno, él tenía razón… No podría simplemente callarme si él fuera con ese enfoque.

Si bien debería mantenerme alejado de todo lo relacionado con la situación de su hogar y cómo
su padre la había golpeado… no era como si tuviera que ocultar todo lo que rodeaba eso.
Al menos, estaría bien decirle que hoy nos encontramos en la calle, ayer si nos guiamos por el
calendario, y que habíamos hablado un poco.

Probablemente Oshino no iba a dar marcha atrás de ninguna manera.

Al menos, no sin luchar.

Y así, hablé de lo que pasó ese día mientras ocultaba cuidadosamente… o tal vez no, no lo sé,
las partes que me habían pedido callar.

Mientras ocultaba los lugares que debían ser ocultados.

Empezando por mis hermanas pequeñas que me despertaron esa mañana.

Mi encuentro con Hanekawa.

Y finalmente… el entierro de un gato que había sido atropellado.

Le di los detalles.

“Araragi-kun.”

Y luego Oshino…

Oshino Meme.

Sacando un cigarrillo del bolsillo de su camisa hawaiana y llevándoselo a la boca sin


encenderlo.

“No me digas… ¿era un gato de pelaje plateado, sin cola?” Preguntó Oshino Meme.

Has sido paciente hasta ahora.

Tienes mi agradecimiento.

Es hora de la historia principal.


006

Esto va a sonar horrible, pero realmente no le había dado tanta importancia a eso.

Después de todo… sí estaba con Hanekawa, era prácticamente cotidiano que hiciera algo como
atender a un gato muerto en la calle.

Había hecho ese tipo de cosas toneladas de veces.

Como la forma en que me había salvado durante las vacaciones de primavera.

Hanekawa… enterró al gato, eso fue todo.

Como si fuera lo más obvio.

Preguntando: “¿Me ayudarás, Araragi-kun?”

De la misma manera que siempre preguntaba, con la misma sonrisa, como si se hubiera
olvidado de cualquier gasa que pudiera tener en la cara.

Sostenía en sus brazos el cadáver del gato, atropellado tantas veces que no podía saber de qué
color era su pelaje. Antes podía ser tan blanco que brillaba, pero ahora era otra cosa, quizá
rojo sangre, quizá negro tierra.

Como si lo quisiera.

Como si lo apreciara.

Lo abrazó.

Hay suficiente gente que ama a los gatos como para que “como si quisiera a un gato” sea una
expresión en japonés, y no es que yo los odie, pero aunque no hubiera sido atropellado, dudo
que mucha gente fuera capaz de acunar a un gato muerto en sus brazos.

Cuando consideré eso.

Cuando pensé eso.

Me volví a… sentir agitado.

Quería decir algo.

Pero al final no pude.

“Un Sawarineko. Un Gato Afligido.”


No sé, ¿lo llamarías destino? Mi plan había sido darle a la vampiresa mi sangre, entregarle los
donuts a Oshino, y luego volver a casa para poder descansar mis huesos perezosos, pero eso
no estaba sucediendo.

Terminé atascado ayudando a Oshino con su trabajo.

No, probablemente no debería expresarlo de una forma que me haga parecer una especie de
víctima… Tenía que atender una petición de alguien a quien debía cinco millones de yenes,
especialmente si tenía algo que ver con Hanekawa.

De hecho, ayudarle no era suficiente.

Prácticamente quería tomar la iniciativa.

“Un mamífero perteneciente a la familia Carnivora Felidae.” Dijo… Oshino.

Un gato.

“Los Gatos Afligidos son una de las excentricidades sobre las que he estado recogiendo
historias en esta ciudad… de hecho, eso es lo que estaba buscando hasta ahora. Supongo que
esto es lo que se llamaría una coincidencia, pero no es una muy bienvenida si lo es. Tomando
prestadas las palabras de un viejo amigo mío, no puedo evitar sentir algún tipo de malicia.”

“Espera… espera un momento, Oshino.” Sus palabras me dejaron un poco confundido… o


mejor dicho, apenas entendí nada, y sólo pude discutir reflexivamente, sin llegar a pensar sobre
los detalles superficiales. “¿Quizá no me expliqué bien? El gato que Hanekawa y yo
enterramos no era ninguna excentricidad. Era un gato real, vivo… antiguamente vivo. Uno
real. No uno inexistente, sino uno que existe. Parecía que había sido atropellado por un
automóvil… como has descrito, no tenía cola, y ahora que lo pienso, su pelaje era de un blanco
plateado… pero no era ninguna excentricidad o yokai, sino un auténtico…”

“Cierto. No lo era.”

Estoy de acuerdo contigo. Bueno, normalmente lo estaría, dijo Oshino.

No se enojó y cerró mi objeción… estaba siendo tan frívolo como siempre. Siempre tratando
de mantener el equilibrio, siempre tratando de permanecer neutral… un comportamiento tan
propio de él encapsulado en su persona, eso conforma a Oshino Meme.

Era el mismo de siempre… y sin embargo.


Cuando miré su boca, con el cigarrillo apagado colgando de ella, allí creí ver la más mínima
gravedad.

Creí haber visto algo de verdad allí.

Y probablemente no fue mi imaginación.

Si tuviera que decir por qué… fue por Hanekawa.

“Pero Araragi-kun… la Representante de Clase-chan no es normal. Hemos tenido discusiones


más que suficientes sobre ese punto y no quiero entrar en eso ahora, pero… esa chica es muy
peligrosa.”

“Claro, entiendo por qué podrías desconfiar de ella.”

“No se trata de precaución. ¿Qué hay de nuestra Vampiresa-chan?” Oshino usó hábilmente el
cigarrillo en su boca para indicar a la niña en la esquina del salón. “Sí, depende de ti que ella
esté en ese estado de no-viva, no-muerta, mitad y mitad… pero en el fondo de la raíz, es algo
que la Representante de Clase-chan también arregló.”

“Bueno, sí.”

Vacaciones de primavera.

Sí, Hanekawa me había salvado… nadie me salvaría, pero Hanekawa sí. Nunca podría estar
demasiado agradecido con ella por eso.

Sin embargo… sin embargo.

Lógicamente hablando, si no fuera por Hanekawa, lo que sucedió durante las vacaciones de
primavera nunca habría ocurrido.

No importaba que ella no quisiera o tuviera la intención de que nada de eso sucediera, que no
tenía ningún propósito o motivo, aun así, incluso yo tenía que admitir que ella había terminado
siendo un arma de doble filo.

“Exactamente.” Aprobó Oshino. “Ella se cortó con unos de sus filos. Es una chica terrible,
como la encarnación viviente del efecto mariposa… caos sin reservas. Qué director tan
talentoso. Qué productor tan aterrador. Un episodio tan trivial, cliché e incluso conmovedor
como enterrar a un gato que había sido atropellado puede convertirse en un incidente que
sacuda el cielo y la tierra si ella lo pone en sus manos. Y… es especialmente malo que sea un
gato. La Representante de Clase-chan y el Gato Afligido están hechos el uno para el otro.”

“……”

Este Gato Afligido o cualquier excentricidad que estuviera persiguiendo… No le interrogue al


respecto. Sobre todo porque no teníamos tiempo, pero creo que en el fondo, una parte de mí
no quería preguntar.

Correcto.

Bien, yo también.

Tuve un mal presentimiento desde el principio.

¿Desde cuándo?

¿Desde el momento en que enterramos al gato? No.

¿Desde el momento en que vi la gasa en el lado izquierdo de su cara? No.

Probablemente… desde la vez que conocí a Hanekawa.

Debo haberlo sabido.

Y entonces.

“Oshino.” Dije… omitiendo más objeciones inútiles. Este no era lugar para discutir. “En ese
caso, ¿qué debo hacer? Sí, digamos, algo está pasando ahora mismo…”

“No, es probable que de nueve de cada diez no haya pasado nada. Y me gustaría dejarlo así,
sin que pase nada. Solo estoy preparándome. No hace daño estar preparado, eso es todo… las
posibilidades no son ni una décima, más bien una entre un millón. Pero cuando piensa en los
riesgos, es mejor prepararse exhaustivamente. No hay necesidad de parecer tan preocupado,
Araragi-kun.”

Oshino terminó con una palmada por lo alerta que debí haber parecido, pero no estaba seguro.
Sonaba como si solo estuviera tratando de aliviar mis pensamientos momentáneamente. Como
si no fuera lo que él pensaba en absoluto, y no fuera sólo una décima o una millonésima parte
para él.

No, tal vez esas eran realmente las probabilidades.


Pero… uno en diez o uno en un millón, no importaba. Había un entendimiento común entre
Oshino y yo de que Tsubasa Hanekawa era el tipo de mujer que podía vencer esas
probabilidades sin sudar.

Ella… tal vez otros no, pero ella… era muy peligrosa.

“Sabes, el hecho de que tuviese un dolor de cabeza también me ha estado preocupando,


personalmente.” Compartió Oshino. “Sería bueno si es una pista falsa sin sentido. Bueno,
Araragi-kun, ¿por qué no seguimos adelante y nos separamos aquí? Iré a desenterrar al gato
blanco que ustedes dos enterraron. Supongo que estaré profanando una tumba.”

“P-Profanando una tumba…”

“Sí, es el tipo de cosas que te hacen maldecir… pero creo que es lo mínimo que debería hacer.
Si el gato enterrado allí es un gato normal, entonces está bien. Felizmente, bien está lo que
bien acaba. Cualquier castigo que me llegue no será un problema. Lo acepto con gusto. De
todos modos, siempre he sido como un tambor.”

“No sé si eres un tambor… de hecho, ni siquiera sé lo que estás tratando de decir, pero
básicamente, ¿sólo necesito decirte dónde enterramos al gato? ¿Sólo necesito llevarte allí?”

“Por supuesto que me lo vas a decir, pero no es necesario que actúes como mi guía. Sólo dime
más o menos dónde está, y me las arreglaré para llegar a la tumba del gatito.”

“Huh…”

Así que todo eso de vivir como un vagabundo no era sólo para aparentar.

Ni siquiera necesitaba estar familiarizado con el terreno… no es de extrañar que haya tomado
estas ruinas que ni siquiera los lugareños conocían y las haya convertido en su cuartel general.

“No me importa decírselo, por supuesto.” Dije. “Pero no es un lugar en el que pase mucho
tiempo, así que me será difícil señalar el lugar exacto. En realidad, creo que sólo puedo darte
una ubicación aproximada, ¿te parece bien?”

“Está bien.” Asintió Oshino.

Ni siquiera intentó hacer un comentario sarcástico en respuesta a mi falta de fiabilidad… lo


que terminó por indicarme lo apremiante de la situación.

Sin embargo… ¿una situación apremiante?


¿Quizás no había pasado nada todavía… pero la situación ya era apremiante?

¿Era como en tiempos de guerra?

“Vas a tener una responsabilidad muy importante, Araragi-kun.”

“¿Hm?”

“¿Recuerdas lo que dije? Por eso nos vamos a separar… te vas a acercar a la Representante de
Clase-chan directamente.”

“¿D-Directamente?”

“Vas a visitar la casa de la Representante de Clase-chan ahora mismo. Entonces realmente la


verás y la mirarás a la cara y a los ojos y hablarás con ella, y te asegurarás de que esté bien.”

Oshino continuó como si estuviera diciendo algo obvio… pero me quedé sin palabras.

¿Qué? ¿Visitar su casa?

“Oye, no seas ridículo, Oshino. ¿Qué hora crees que es?”

“Es de noche. Mitad de la noche. Es precisamente por eso que tienes que ir… de alguna
manera, no tendría sentido en cualquier otro momento. No creo que deba mencionar la hora
de las brujas y todo eso para que sepas que las excentricidades son más activas en este
momento. En otras palabras, es más fácil distinguir lo positivo de lo negativo.”

“Claro, lo sé de primera mano desde las vacaciones de primavera, pero…” Había una cosa en
el mundo llamada tener sentido común. Visitar la casa de un compañero del sexo opuesto en
mitad de la noche fue un claro ejemplo de carencia.

“Está bien que uses un poco de sentido común aquí, ya que estamos en una situación poco
común. De hecho, necesitas usarlo. En el peor de los casos, ella te mirara con desprecio.”

“Eso realmente sería lo peor.”

Bien.

Tal vez ya lo hizo después de esta tarde, y en ese sentido, es muy posible que me haya estado
despreciando desde las vacaciones de primavera. Ahora que lo pienso, ahora era un momento
extraño para comenzar a preocuparse por eso.

Desde el principio fui despreciado.


Qué hecho tan trágico.

“Supongo que no es como si pudiéramos invertir nuestros roles.” Admití. “No podría juzgar
si el gato enterrado es uno normal…”

“Correcto. Y probablemente seas el mejor juez en cuanto a si hay algo inusual en la


Representante de Clase-chan.”

Después de todo, son amigos, añadió con un toque de cinismo o un toque de sarcasmo… aun
así, encontré las palabras extrañamente motivadoras.

Sí.

Las excentricidades eran una cosa… pero ¿cuándo se trataba de Hanekawa?

Yo era más un especialista en ese campo que Oshino.

“Oh. Pero Oshino, no sé dónde está su casa.”

“¿Eh? ¿De verdad? Eso es raro. ¿No están ustedes dos en la misma clase? ¿No tienen un
directorio de estudiantes o algo así?”

“¿Qué año crees que es? Son cuidadosos al administrar la información personal en estos días…
incluso si eres amigo de alguien, solo tendrás su número de celular y correo electrónico. Es
normal ni siquiera saber en qué estación vive alguien.”

“Qué época tan terrible. ¿Cómo va a seguir el ritmo un ludita como yo?” El ludita ocioso
arrugó la frente como si estuviera honestamente molesto. Si eras tan malo con los aparatos que
ni siquiera tenías un teléfono móvil o un PHS, supongo que realmente era una época horrible.
“Aun así, tú y ella han estado bastante unidos desde hace un mes si contamos las vacaciones
de primavera. No es que no tengas ni idea, ¿verdad? Debes haber averiguado más o menos
dónde vive a partir de fragmentos que has recogido en las conversaciones, o lo que tarda en
encontrarse contigo en algún sitio.”

“Basta, me estás haciendo parecer un acosador…”

Por supuesto.

Tuve una idea aproximada.

¿Quién no lo haría? (Silba inocentemente).

Sería una vergüenza para el nombre de Araragi Koyomi si no pudiera lograr tanto.
La vampiresa, con la cabeza rubia enterrada entre las rodillas, parecía completamente
indiferente a nuestra conversación… y con eso dicho.

Corrí por la ciudad oscura en mi bicicleta de montaña.

Tenía mi faro encendido, pero no lo necesitaba. Como no me había olvidado de darle mi sangre
a la vampiresa al salir (de alguna manera parecía preferir más las rosquillas. Eso dolía), mi
cuerpo ahora era razonablemente vampírico. Podía ver a lo lejos si estaba en una habitación
oscura o en la oscuridad de la noche.

Es cierto que un faro también era un letrero que decía a los peatones: “Aquí hay una bicicleta”,
por lo que sería un peligro si no la encendía eventualmente.

“Tsk. Esto se está complicando… ¿y cómo se supone que voy a ver a Hanekawa en su casa
tan tarde?”

Cuanto antes, mejor… y mejor era la noche.

Pero todavía era bastante irrazonable.

Eso era cierto para cualquier hogar, pero el de Hanekawa en particular era preocupante y estaba
deformado… la forma en que lo había descrito esa tarde no lo hacía parecer como el tipo de
ambiente que daría la bienvenida a un compañero de clase de visita en medio de la noche.

Y si las cosas realmente salieron mal.

“Hmm, le oculté esa parte a Oshino… pero no lo veo cambiando de opinión sobre lo que hay
que hacer por eso.”

Y de cualquier manera, no podíamos cambiar de trabajo. Dejando a un lado si él notaría algo


diferente en ella, visitar la casa de una chica en medio de la noche era una tarea difícil incluso
para ese astuto veterano.

Para empezar, era un tipo mayor y poco fiable, pero cuando se añadía todo el desgaste de vivir
en un edificio abandonado, tenía un aspecto aún más lamentable que cuando se conocieron en
las vacaciones de primavera.

Era exactamente el tipo de persona sospechosa que te enseñan a tener en cuenta.

Quizás un vagabundo.

Quizás un repartidor de tofu.


Si alguien llamara a la policía, en mi caso, me verían como un chico jugando una broma.
Usaría mis privilegios como menor de edad al máximo.

“Además, soy un gallina, según Hanekawa… nunca podría hacer algo impío como profanar
una tumba.”

Queríamos al hombre adecuado en el lugar adecuado.

Y cuando me convencí de eso, me detuve.

A juzgar por la dirección colgada bajo el semáforo, me encontraba en la zona que supuse era
el barrio de Hanekawa… su territorio.

Me lo tomaré con calma en cuanto a mi comportamiento durante la visita… ese no era el


problema inmediato.

Primero tenía que localizar qué casa era la suya.

… No seas ridículo.

¿“Primero”?

Hablando de un calvario.

Por muy alejado que estuviera nuestro pueblo, esta seguía siendo una zona residencial… de
camino, me había imaginado tontamente recorriendo y mirando cada placa de identificación
de cada casa, una por una, pero me di cuenta del trabajo que supondría.

Era como estar obligado a abrir una cerradura con combinación de cuatro dígitos usando sólo
la paciencia.

Definitivamente, en algún momento te desanimarías.

No, con la cerradura, al menos tenías la garantía de llegar a la combinación correcta si seguías
con ella. Aquí, sin embargo, había una gran posibilidad de que mi suposición inicial fuera
errónea… Simplemente creía que la casa de Hanekawa estaba en esta zona.

Estamos hablando de Hanekawa. Tal vez ella había dificultado esta información… espera,
¿cuánta desconfianza tenía hacia mí si eso era cierto?

Me habría tratado como un acosador.


“Ugh. ¿Un gato sin cola? Aunque he oído que los gatos no necesitan la cola.” Murmuré
mientras volvía a subirme a la bicicleta de montaña.

Si quisiera ser especialmente cuidadoso, avanzaría a un ritmo deliberado y comprobaría cada


una de las placas de identificación, pero no era necesario. La poderosa vista de un vampiro
también se aplicaba a la visión dinámica… y parecía que mi campo visual también se había
ampliado. Aunque no iba a ser tan perezoso, sentí que podía conducir mi bicicleta a buena
velocidad y no perderme ni una sola placa de identificación a ambos lados de la calle.

Me mentalicé de nuevo para hacer al menos una pasada por toda la zona, de esquina a esquina,
y me lancé hacia adelante.

Esta fue una búsqueda general de un solo hombre.

Sí. ¿Y qué si me desanimaba?

Cuando pensé en lo que Hanekawa hizo por mí durante las vacaciones de primavera, no
importaba si mi corazón era arrojado a un sumidero, para no volver a ser visto. No se
correspondía con nada.

Y.

Toda esa determinación seguía siendo infructuosa.

Toda la determinación que tuve siempre quedó en nada.

Llegué demasiado tarde.

Si realmente me preocupaba Hanekawa, si realmente quería hacer algo por ella, aunque me
rechazara, me silenciara o incluso, sí, me mirara con desprecio… debería haber irrumpido en
su casa aquella tarde.

Había sido una carrera contra el reloj.

Y el reloj ganó.

“… Oh.”

Justo cuando llegué al final de una calle ancha y doblé la esquina.

Había estado rodando seguro de que nunca me cruzaría con nadie a esa hora, pero entonces,
frente a mí, hubo una sorpresa.
Una sorpresa…

Un ataque sorpresa.

De forma competente improbablemente.

Apareció algo completamente… impropio.

Apareció algo totalmente… absurdo.

No, resulta que eso estaba allí… eso simplemente estaba allí, así que sugerir que eligió
aparecer frente a mí, como si me estuviera acechando, incluso eso, era injusto.

Eso sería demasiado engreído por mi parte.

No todo gira a mi alrededor.

No fue el destino, y ni siquiera fue la casualidad.

Nuestros caminos se cruzaron simplemente como una cuestión de rutina… porque para eso,
yo era una pequeña cosa insignificante y atrofiada de la que ni siquiera valía la pena ser
consciente.

Como… los humanos fueron a una excentricidad.

Era tan tarde en la noche que incluso las luces de la calle parecían nebulosas y distantes.

Allí, iluminada por el LED pegado al manillar de mi bicicleta de montaña, estaba nada menos
que…

La representante de la clase entre los representantes de clase que conoces bien.

Era Hanekawa Tsubasa.

“¿Eh? Pero…”

Pero. Sin embargo.

Casi nadie que la viera entonces habría deducido y postulado que se trataba de Hanekawa.

Ni siquiera sus padres.

Aunque me doy cuenta de lo irónico de esa última observación…

“Hanekawa… ¿eres tú?”


Ella era blanca.

Ella era blanca.

Ella era blanca.

Su propio ser… parecía ser pura blancura.

Blanca como un vestido de novia.

Podría ser una comparación extraña para hacer durante la Semana Dorada, pero era lo que la
gente quería decir cuando decían blanco como la nieve.

El cabello de Hanekawa, normalmente de un hermoso negro azabache, tan oscuro como las
plumas de un cuervo, era ahora de un blanco casi transparente… y su piel, ya de por sí clara,
era ahora de un blanco casi enfermizo.

Un cambio.

También me sobrecogió su atuendo, ya que estaba allí sin nada más que un sujetador y unas
bragas, ni siquiera zapatos o calcetines, como si hubiera salido directamente del baño… pero
sólo esa ropa interior, en contraste con el resto de ella, era negra.

Llamativamente.

Extremadamente… negra.

Pero esa ropa negra era una que podía recordar personalmente. Estaba seguro de que era la
misma pieza y color que Hanekawa había llevado aquella tarde… ¿cómo podría olvidarlo?

Un negro oscuro que parecía absorberte.

No es que fuera el factor decisivo, pero estaba convencido de que el ser que tenía delante era
Hanekawa Tsubasa.

La forma de sus caderas era… no, olvídate de eso.

Aunque no debamos, lo dejo de lado.

La cuestión.

Más que por qué estaba en ropa interior, o por qué su cabello había cambiado de color de
forma tan completa y natural como para haber sido teñido… aquello que destaca mucho más…
“Nyah.”

Eran las orejas de gato que habían brotado de su cabeza.

Un Gato… Afligido.

“Nyah.” Ella… ronroneó.

Gorogoro, hizo su garganta.

“H-Hanekawa.”

“Ah… y ¿quién eres tú-nyah? ¿Eres uno de los amigos de mi ama-nya?” Preguntó
Hanekawa… no.

Preguntó el Gato Afligido.

El tono, la voz, de hecho, incluso la expresión… no se parecía en nada a la de Hanekawa.

Tenían poco en común con ella.

La Hanekawa frente a mí solo resultó ser ella únicamente en apariencia, respecto a


personalidad no era ella en absoluto.

Nunca hablaría con una voz tan dulce de gatita, ni llevaría la expresión salvaje que contrastaba
con su ronroneo, como si estuviera dispuesta a morderme en cualquier momento.

¿Qué podría… ser esto?

¿Este fenómeno?

Ella era Hanekawa… pero parecía totalmente diferente.

Tan completamente diferente que actuó como un contraste.

No, no es un contraste, este era el polo opuesto.

La otra cara completa… y por lo tanto idéntica.

“¡Nya-ja-ja! Sabes, creo que te recuerrrdo. Te vi con ella cuando me enterró… hmph. Entonces
eso es perrrrfecto-nyah.” Dijo el Gato Afligido con una sonrisa, sin prestar atención a mi
confusión.

Los ojos se estrecharon en un punto.


“No entiendo ni un detalle acerrrca de cómo funciona esto-nyah, pero se supone que debes
darrrrle una pata a un amigo que lo necesita, ¿nyoh? En ese caso, dejaré que te ocupes de estos
tipos.” Continuó.

Entonces thud… arrojó algo a mis pies.

No, en realidad me había arrojado dos objetos, así que ¿supongo que el efecto de sonido fue
un thud, thud?

Pero parecía una masa única y unificada.

Un bulto en apariencia macizo.

“¿Qué…?”

Mi mente no estaba funcionando ni cerca de lo normal después de esos sucesivos choques…


pero tal vez eso fue realmente algo bueno.

Ahora ni siquiera esto podría sorprenderme.

Correcto.

Incluso dos humanos… arrojados a mis pies.

“…… ¡Nkk!”

Está bien, me sorprendió.

Tanto que mi voz se atascó en mi garganta.

Pensé que me iba a caer, bicicleta y todo.

Pero… ¿de dónde había traído el Gato Afligido a estos dos?

¿Los tenía con ella desde el principio?

Dada la situación, parecía la única posibilidad… el impacto de Hanekawa con orejas de gato
y ropa interior fue tan poderoso que el Gato Afligido llevando consigo a dos humanos me fue
imposible de ver.

O.
¿Fue porque los dos permanecieron tan quietos como para parecer muertos, y continuaron
estándolo? ¿Mi subconsciente había empujado su existencia más allá de mi mente consciente
porque eran como cadáveres?

“¿Qué fue lo que-nyah…? Ahh, cierrrto. Esos son los ‘padres’ de mi ama o algo así-nyah. En
realidad, nyoh sé.” Comentó el Gato Afligido.

Con una sonrisa malvada.

Parecía estar disfrutando… pero eso era todo.

No había nada más.

“Supongo que eso significa que son perrrsonas que mi ama nyoh necesita. Ni siquiera vale la
pena matarlas-nyah. Ni siquiera vale la pena atormentarrrlos. Totalmente inútil. Así que,
amigo, ocúpate de ellos como mejor te parezca-nyah… sigue adelante y mátalos si quieres.
Enfádate y llévatelos por lo que le hicieron a mi ama.”

Entonces, el Gato Afligido me dio la espalda.

Tal vez mis pensamientos estaban envenenados por demasiado anime y manga, porque
esperaba que tuviera una cola de gato que acompañara a las orejas que le habían crecido… y
no sé si debería decir “tristemente” o “desafortunadamente” al respecto, pero su trasero no era
más que una suave curva.

Por supuesto que lo era.

El Gato Afligido… era un gato sin cola.

“¡H-Hey! ¡Espera un segundo! ¡Hanekawa!”

Casi pateé mi bicicleta de montaña a un lado mientras me bajaba de ella… y grité tras ella. Mi
brazo extendido. Parecía volver por donde había venido, y no perdí tiempo en perseguirla…
pero eso no ocurría.

Hanekawa.

Ella.

El Gato Afligido… se volvió de repente.

“¿Esperarrr-nyah?” Murmuró.
Con un honesto rencor… y malicia en su voz.

Mis palabras irreflexivas.

La habían hecho estallar.

Pude ver las venas de sus sienes abultadas y sus pupilas enrojecidas.

Mostró sus colmillos.

“¡Deja de esperarrr que mi ama haga todo lo que quieras, imbécil!”

¡Es porrr gente como tú que mi ama terminó así!

Y tan pronto como dijo eso… el Gato Afligido saltó hacia mí.

No, describir lo que hizo como saltar hacia mí suena hueco. Es una mentira tan pálida como
ese gato y un gesto bastante vanidoso de mi parte. La forma exacta de describirlo es que había
terminado de saltar.

Pero ese es un hecho aterrador.

Tan aterrador que me hizo querer evitar captarla con precisión… después de todo, como
mencioné antes, acababa de darle mi sangre a la vampiresa. En otras palabras, mi cuerpo, y mi
visión en particular, se habían potenciado… el Gato Afligido se movía a una velocidad que no
podía percibir ni siquiera en mi condición actual.

Nada debería haber eludido mi visión en ese momento.

Y no sólo su velocidad era aterradora.

Su poder era igualmente inconmensurable.

Como un gato atraparía a un ratón… me mordió el brazo izquierdo y, con la sola fuerza de sus
colmillos y su mandíbula, tomó todo desde mi hombro hacia abajo, con manga y todo, y lo
arrancó de mi cuerpo con un crujido carnoso como si estuviera arrancando una pieza de fruta
madura de una rama sobrecargada.

“Ah… ¡AAAAAAAAAAGGGHHHH!”

En el centro de esta zona residencial, en medio de la noche, dejé escapar un grito patético y
cojo como el de una chica atacada por algún bicho raro. Pero quién podía culparme… Me
habían hecho muchas cosas, y digo muchas, durante las vacaciones de primavera, pero nunca
nadie me había arrancado un brazo por la fuerza.

Por no mencionar que ya no era tan inmortal como durante las vacaciones de primavera.

Ya no tenía el tipo de capacidad de curación que me permitiría recuperar un brazo perdido en


un abrir y cerrar de ojos… mi hombro empezó a manar una fuente de sangre.

Había tanta sangre que me sorprendió la cantidad que contenía.

“¡GY… GYAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!”

“Deja de hacerrr tanto ruido. Apenas hice nada-nyah.”

Ningún humano podría culparme.

Pero hubo una gata que sí lo hizo… que me pisó la cabeza con sus pies descalzos mientras me
desplomaba contra una farola, con mi brazo izquierdo desgarrado aún en su boca.

No pude moverme.

No podía defenderme.

Ni siquiera podía apartar el pie que me pisaba.

Además, sentía que me estaba debilitando gracias a ello… una extraña ilusión.

De hecho, era como si el hecho de que me pisaran empezara a aliviar el dolor de mi hombro
izquierdo… ¡increíble!

¡¿Qué tan pervertido era yo que el hecho de que Hanekawa me pisara me aliviaba el dolor?!

Y no era tanto alivio como adormecimiento…

“Tu leve dolorrr… es una picadura de mosquito comparado con el sufrrrimiento que mi ama
soporrrtó durante todo este tiempo-nyah.”

“… Tu ama.”

¿Te refieres a Hanekawa? Traté de hacer la pregunta obvia… pero no pude.

Era porque no me quedaban fuerzas para hablar, cierto… pero de todos modos era tan obvio
que no había necesidad de preguntar.

Era demasiado claro, demasiado impecable, demasiado intachable.


Lo sabía tan bien… lo sabía demasiado bien.

“Ah, así es. Humano.”

Por eso el Gato Afligido… respondió a la pregunta sin tener que oírla.

“Ahora mi ama me tiene-nyah. Así que nyoh te necesita. Ella nyoh necesita sus padrrres, o sus
amigos, o cualquier otrrra perrrsona-nyah. Ella ni siquiera se necesita… a sí misma.”

Entonces, el Gato Afligido escupió el brazo que tenía en la boca… como si fuera un pedazo
de basura. Cayó al suelo justo delante de mi cara.

“N-No lo necesito.” Dije.

“Voy a liberarrr a mi ama… será más libre que nadie-nyah. Sabes que eso es algo que ustedes
nunca podrían hacerrr. Todo lo que hicieron fue atarla y evitar que fuera libre-nyah…”

Así que primero.

Voy a empezar por liberarla de este estrés del tamaño de la Tierra.

Con eso, el Gato Afligido… saltó en el aire.

“Voló” podría ser un término mejor.

Se elevó más de lo que saltó.

Apenas doblando las rodillas y solo agachándose por un momento, saltó hacia arriba… más
allá del poste telefónico, más allá de las líneas eléctricas y más allá del techo de la casa frente
a nosotros… desapareciendo en la noche negra.

Eso no se llamaba saltar.

Superó las capacidades humanas… parece un poco tarde para decir esto, pero claramente fue
el acto de una excentricidad.

Casi como si le hubieran crecido alas.

Ella no era “un tigre con alas”… sino un gato alado.

“… Hanekawa.”

Hanekawa Tsubasa.

La chica con un par… de alas que no coinciden.


Lo que sea que haya llevado a que las cosas salgan de esta manera… Apenas tuve una idea de
ello, pero las preocupaciones de Oshino habían sido completamente acertadas.

Dieron en el blanco.

Todas y cada una de ellas.

Y… y.

Una vez más, no lo había logrado a tiempo.

Llegué… demasiado tarde.

“Ah… Guh.”

Me impulse hacia arriba, logre ponerme de pie, y usé el brazo que me quedaba para levantar
el que había dejado caer el Gato Afligido. Aunque me sorprendió lo pesado que era mi propio
brazo, lo coloque donde lo habían cortado, no fue lo que podamos llamar un corte transversal
“limpio”, y junte las partes heridas en un intento de que la regeneración trabajase más rápido.

Como no podía esperar la regeneración automática, mi única opción era reciclar esta basura…
no era un tratamiento que hubiera intentado durante las vacaciones de primavera, pero según
todos los datos curiosos sobre vampiros en el anime y el manga, sería capaz de reconectar mi
carne y mis nervios o lo que sea de esta manera.

“……”

No quedaban rastros de Hanekawa o del Gato Afligido en el panorama borroso que era mi
visión… solo mi bicicleta de montaña que se había derrumbado de costado, así como los dos
seres humanos, que seguían colapsados.

Dos seres humanos.

Padres… un padre y una madre.

Los padres de Hanekawa.

El papá de Hanekawa, la mamá de Hanekawa.

Sus padres que no estaban relacionados con ella por sangre… cuyos corazones no estaban
relacionados con el de ella.

Familia.
Pero, ¿por qué fue así?

A pesar de que estaba tan enfurecido por ellos esa tarde, cuando los vi allí, colapsados en el
suelo como si estuvieran sin vida, como si estuvieran muertos… No sentí nada en particular.

No me enfadé más.

No me regodeé y me sentí mejor.

No sentí ni la más mínima cosa.

No podía enojarme con ellos ni culparlos.

Todo lo que podía hacer era sentirme… mal por ellos.

Solo sentí pena por ellos.

Desde la perspectiva de Hanekawa, no merecían nada más que culpa… pero de alguna manera
se parecían mucho a un par de víctimas.
007

Después de eso hay un gran agujero en mi memoria.

En otras palabras, el increíble dolor de mi brazo arrancado junto con la anemia por la pérdida
masiva de sangre me hizo desmayar… pero, en la forma de hacer que la gente piense, ¡tienes
más agallas de las que creía! Oye, eres bastante bueno, mencionaré que aparentemente hice
varias cosas que tenía que hacer hasta el momento en que me desmayé.

Simplemente no las recuerdo.

El cerebro parece funcionar de tal manera que olvidamos todos nuestros recuerdos antes de
perder el conocimiento, y eso es exactamente lo que me pasó a mí.

Así que me gustaría que supieras de antemano que lo que sigue es una mezcolanza de
conjeturas vagas, rumores incompletos y recuerdos vacíos y débiles.

De todas formas.

Lo primero que hice una vez que el Gato Afligido se fue, fue limpiar su desorden.

Técnicamente hablando decir que fue “lo primero” no es correcto, tenía que encargarme de
del lugar, pero antes tenía que reponerme un poco.

Usé un teléfono celular para llamar a una ambulancia… excepto que no usé el mío. Hice la
llamada con uno que era posesión de los padres de Hanekawa, uno que encontré en el bolsillo
de su padre.

Tal vez estaba siendo demasiado cauteloso, pero no quería que el centro de emergencias
tuviera mi número de teléfono celular. Bloquear el identificador de llamadas no garantizaría
mi anonimato y, de todos modos, quería estar seguro.

Grabarían mi voz, pero eso no podía evitarse… de hecho, dudo que fuera capaz de pensar tan
lejos. La sangre que debería haber ido a mi cerebro se esparció por todo el pavimento.

Pero ahí es donde entra en juego ser un vampiro.

Por lo general, dejando a un lado lo que “normalmente” podría significar en una situación así,
necesitarías una tonelada de agua y un cepillo de cerdas duras limpiar una calle residencial
cubierta de sangre, pero las excentricidades son seres que trascienden las leyes de la física.
En el momento en que le di al centro de emergencia mi ubicación actual (traté de hablar con
una voz extraña por si acaso. Como un extraterrestre o algo así. Debe haberme hecho sonar
tan sospechoso), mi sangre salpicada se había evaporado por completo.

Sin sangre en mi cabeza, vi este fenómeno y pensé:

“……………”

Solo miré lo que sucedió, sin realmente cuestionarlo.

Aunque si era curioso.

Y no, no es que hubiera cuestionado que mi sangre se evaporara… Lo había visto tantas veces
durante las vacaciones de primavera que estaba cansado.

Si algo.

Era el hecho de que la sangre tardara tanto en evaporarse… eso es lo que debería haber
cuestionado, eso era lo que encontraba curioso.

El fenómeno fue que la calle solo se mantuvo ensangrentada justo hasta que terminó mi
llamada telefónica… claramente hubo algo fuera de lugar en ese fenómeno antinatural, y
debería haberlo notado.

“……………”

Por otra parte, no tuve tiempo para pensar en ello. La ambulancia a la que había llamado
llegaría en poco tiempo. Escuchas que se envían ambulancias de un hospital a otro antes de
poder dejar a un paciente, pero en lo que respecta a llegar al lugar de un incidente, son bastante
rápidos.

Eso significaba que necesitaba correr pronto.

Mi cuerpo (especialmente entonces) no era algo que pudiera mostrarle a un médico… si lo


necesitaba, probablemente sería mejor ir a un veterinario.

Para un reajuste poco ortodoxo de un brazo arrancado de un hombro, tendría que encontrar al
Dr. Minoru Kamiya trabajando en un día libre.

De alguna manera, con mis pies inestables, logré poner mi bicicleta de montaña en posición
vertical antes de montarme a horcajadas y despegar a toda velocidad.
En este punto, no recuerdo lo que estaba pensando. Pero si le pusieras un monólogo, podría
lamentarme:

“¡Ay, mierda! ¡Esta es la última vez que me preocupo por las excentricidades!”

Luego, un círculo negro que venía desde los bordes de mi visión amenazaba con impedirme
seguir viendo mientras me alejaba en bicicleta… pero desafortunadamente, aún no había
terminado.

Ni siquiera era la pausa comercial.

Fue espantoso, y sin pausa… estaba condenado a continuar.

También me olvidé de todo lo que sucedió en la carretera, pero a juzgar por los desgarros en
las partes de mi ropa que el Gato Afligido no asaltó particularmente, mis rodillas, mi manga
derecha, parece que me caí varias veces mientras andaba en bicicleta.

Esos rasguños se habían curado por completo cuando recuperé la conciencia… por lo tanto,
no me di cuenta hasta que Oshino me lo dijo más tarde.

Todo fue tan confuso para mí que incluso cuando me caí no me di cuenta.

No pude pensar en nada.

No quería pensar en nada.

Y con esa mentalidad neblinosa, apunté el manillar de mi bicicleta de montaña no a mi casa


donde dormían mis hermanas pequeñas, sino a la antigua escuela de preparación abandonada.

En ese momento, se podría decir que inconscientemente había renunciado a que mis hermanas
me despertaran por la mañana… y.

Y.

Y aquí, por fin, es donde mi cerebro consciente se reconecta con el presente.

Donde hay verdadera continuidad.

En otras palabras, me desmayé por completo una vez que llegué al edificio abandonado… así
que tal vez mi esfuerzo no gane un: “¡Gran trabajo!”, garabateado en la parte superior de una
tarea, pero al menos si un: “¡Buen esfuerzo!”

“… Ah.”
El techo no era desconocido. Lo había visto antes.

Me despiertan tan a menudo que despertarme solo se sintió extraño.

Probablemente fue la primera vez desde las vacaciones de primavera.

Pero entonces… no podía detenerme en lo extraño que se sentía gracias a la sensación de dolor
mucho más clara e intensa que recorrió mi hombro izquierdo tan pronto como torcí mi cuerpo.

“Ugh… ¿Dónde estoy?”

Podría haber prescindido de ese tipo de línea forzada.

Estaba en el cuarto piso del edificio abandonado.

El aula donde le di donas a una vampiresa la noche anterior…

“Espera, espera.” Murmuré.

Quería reaccionar de una manera más exagerada (como caer hacia atrás y hacer una parada de
manos) pero no pude con el dolor y los calambres en mi hombro izquierdo.

La vampiresa estaba junto a mi cuerpo estirado.

Justo al lado de mi cabeza.

En cuclillas, sus brazos alrededor de sus piernas.

En cuanto al ángulo, estaba en una posición en la que podía ver toda la parte inferior de su
cuerpo por debajo del vestido… lo que desde cierta perspectiva era aterrador, lo que me inclina
a decir que en la versión anime, lo que esta chica llevaría debajo del vestido… en realidad,
dejemos eso de lado.

El verdadero problema era la mirada que me había dirigido.

No era su mirada habitual llena de venganza y odio… y no hace falta decir que no era la mirada
codiciosa que dirigía a las rosquillas.

¿Cómo lo explico?

Fue como una mirada… de desprecio.

Era más que una mirada que podía matar. Te hizo querer suicidarte.
Definitivamente no se sentía como si ella se hubiera quedado a mi lado para vigilarme,
preocupada de que todavía estuviera inconsciente… no se habría sentido obligada a hacerlo.

De hecho, sus ojos parecían estar diciendo:

Patético.

Vergonzoso.

¿Un simple gato os dejó en este miserable estado?

¿Y te hacéis llamar a vos mismo el siervo de un vampiro?

… Ridículo.

¿De qué estaba hablando? ¿Ella “parecía estar diciendo”?

Como si ella… alguna vez me dijera algo.

Como si alguna vez fuera a decir algo por mí.

¿Por qué me permitía hacerlo como si disfrutáramos de un entendimiento silencioso? Cuando


la mire con la atención debida tenía la misma expresión amarga de siempre. Era solo que la
miraba más cerca de lo habitual. Por eso terminé sintiendo que algo era diferente.

Un vampiro era un vampiro.

Y un humano un humano.

Dos líneas rectas y paralelas, que nunca se cruzarán.

La relación que disfrutamos… se destruyó para siempre durante las vacaciones de primavera.

No me iba a tratar como a su siervo… no ahora.

Ella no iba a hacer eso por mí.

Con toda probabilidad, se preguntaba si estaría bien chupar mi sangre mientras yacía
inconsciente… Ahora no era más que la fuente de nutrición en la que ella confiaba para seguir
viviendo.

Un cargador de batería.

Aun así.

Ella todavía estaba tratando de mantenerse con vida… y tuve que contentarme con eso.
“¿Estás despierto, Araragi-kun?”

Y entonces.

Con un tiempo que casi parecía calculado… el tipo de camisa hawaiana, Oshino Meme, abrió
la puerta del aula y entró.

“No sabes lo dormilón que eres… he estado esperando por años. El sol está a punto de
ponerse.”

“¿Qué?”

¿El sol estaba a punto de ponerse?

¿Qué, ya era tan tarde?

¿Había dormido tanto tiempo, tan profundamente? Aturdido, revisé mi teléfono celular y,
efectivamente, decía: “30 de abril a las 5:20 p.m.”

¿Quééééé?

¡¿Llevaba dormido más de doce horas?!

“Sería más exacto decir que estabas en coma… o incluso inconsciente y en estado crítico.
Pensé que podrías morir.”

Ja, ja, rió Oshino.

Al contrario de sus palabras, se rió como si simplemente me hubiera quedado dormido.

Actuaba igual que siempre, pero ahora mismo…

“¡O-Oshino! Hanekawa, ella…”

“Sí, lo sé. Ya me enteré… la Representante de Clase-chan se convirtió en un gato, ¿no es así?”

Mis preocupaciones eran acertadas, asintió antes de enfrentarse a la joven.

“Eso es suficiente, Vampiresa-chan.” Dijo.

Cuando escuchó esto, se tambaleó como una estatua cubierta de musgo y arrastró su cuerpo
con un paso inestable para salir del aula.

Ni siquiera cerró la puerta.


“¿Eh?” Los signos de interrogación florecían en mi cabeza. “¿Qué está pasando, Oshino? ¿Y
por qué está despierta a esta hora? Supuse que estaba amaneciendo porque estaba despierta…”

“No, no. Tus heridas eran tan terribles… que hice que nuestra Vampiresa-chan me ayudara un
poco.”

Mira, Oshino señaló mi hombro izquierdo.

Cuando lo hice, vi un vendaje envuelto alrededor… uno extraño con caracteres extraños de
aspecto mágico escritos por todas partes, pero aun así un vendaje.

“Ustedes dos están tan conectados, están casi demasiado conectados… Incluso diría que están
vinculados.” Explicó Oshino. “Quizás emparejados, en realidad. Tus habilidades curativas
también están emparejadas. Entonces, cuanto más cerca están, más poderosa es la habilidad…
por eso la hice estar cerca de ti, para aumentarla.”

“Ah…”

Entonces esa es la razón.

La había obligado a pasar una noche irrazonable (?)… tal vez por eso algo en ella parecía
diferente.

Incluso si… ella realmente no me estaba cuidando.

En verdad era yo el que estaba siendo recargado.

Qué horrible de mi parte suponer que se estaba preguntando si podría chupar mi sangre.

“Más tarde deberías agradecerle. Probablemente Ese brazo se hubiera podrido sin ella.”

“¿Cómo, bueno… una necrosis?” Por supuesto, si no fuera por ella, habría terminado para mí
en el momento en que el Gato Afligido me arrancó el brazo. “Admito que estoy sorprendido.
Sé que no puedo esperar recuperarme como lo hice durante las vacaciones de primavera, pero
acababa de darle mi sangre… Pensé que me curaría mejor que eso. Las suposiciones dan
miedo. Estaba seguro de que podría reparar un brazo en poco tiempo si lo volvía a colocar.”

“Oh, ¿entonces te enfrentaste al Gato Afligido preparado para perder un brazo desde el
principio?”

“No, no es así…” No me había preparado. No había planeado pelear con ella… para cuando
me di cuenta, antes de que tuviera la oportunidad de darme cuenta, mi brazo había sido
arrancado. “… Pero no creo que hubiera dejado que el Gato Afligido se escapara si mi brazo
se hubiera curado más rápido. Supongo que estuvo mal por mi parte esperar tanta inmortalidad
de mí mismo.”

“No… en lo que te equivocaste, Araragi-kun, fue en tu comprensión del Gato Afligido.” Dijo
Oshino en respuesta. “Puedes soportar heridas muy considerables con tu inmortalidad actual.
Como dijiste, solo la alimentaste. Te recuperarías de cualquier cosa que no fuera un golpe letal
en unos momentos… es solo que esta vez te enfrentabas a un oponente complicado. O tal vez
no el oponente, pero su compatibilidad es complicada.”

Todavía estaba casi plano en el suelo, apenas había apoyado mi torso. Oshino se acercó a mí
y continuó mientras desenredaba el vendaje (como un objeto) en mi hombro izquierdo.

“El Gato Afligido… no es bueno.”

“¿N-No es bueno?”

“Fuiste afligido por el Gato Afligido… y cuando sufres un golpe suyo, el daño no es normal.
‘No entres en contacto con el gato y no serás maldecido’, eso parafraseando un dicho sobre
los dioses. Hmm. ¿Qué pasa si digo ‘drenaje de energía’?”

“Drenaje de energía…” Había escuchado el término antes, pero solo en anime y manga, así
que no era como si realmente lo entendiera. “Um, ¿no se supone que eso es un rasgo
vampírico? Quiero decir que durante las vacaciones de primavera, escuché que chupar sangre
es una forma de absorber la vitalidad de un humano…”

“Exactamente. Pero no es como si los vampiros tuvieran la patente… también podrías llamarlo
interferencia espiritual. Aunque las implicaciones son un poco diferentes de lo que hacen los
vampiros, ya que no es una forma de crear esclavos. En ese sentido, es la habilidad única de
un Gato Afligido.”

“Eh… así que cuando mi brazo izquierdo fue arrancado de mi cuerpo, ¿ella también arrancó
mi inmortalidad?”

Y por eso mi herida tardó tanto en sanar.

Por qué la sangre que había derramado tardó tanto en evaporarse.

Nuestra complicada compatibilidad.

Nuestras habilidades… se entrelazaron y chocaron.


Ahora tenía sentido.

No solo sobre mi brazo izquierdo… sino también sobre los padres de Hanekawa. Los dos
estaban débiles, flácidos e inmóviles como si estuvieran muertos, pero yo no había visto
heridas visibles.

Llamé a la ambulancia sin entender qué les habían hecho, qué había sucedido, qué había
causado que estuvieran en ese estado débil… pero podía entender si la energía se les había
agotado.

Debilitados.

Debilitados… por el drenaje de energía.

“A diferencia de la capacidad de un vampiro para drenar energía, no hay necesidad de que el


Gato Afligido beba la sangre de una víctima, por lo que es más indirecto… pero como lo
experimentaste de primera mano, la forma en que funciona es primitivamente directa y
razonablemente amenazante. No son solo sus colmillos de los que debes tener cuidado… un
movimiento de ella y se activa.”

“De ahí… el Gato Afligido.”

Increíble.

Oshino había terminado de desenvolver el vendaje, así que miré hacia abajo… mi brazo estaba
completamente curado, al menos por fuera, sin una sola cicatriz.

Tenía la fuerte sensación de que era gracias al extraño vendaje y no solo a la vampiresa que
había estado a mi lado.

……

¿Le había ayudado para salir de mi deuda solo para endeudarme más? Rastros de esa sospecha
pasaron por mi mente, pero me obligué a dejar de pensar en eso. De todas formas…

“Era bastante ignorante sobre los Gatos Afligidos.” Dije. “Pero sí, definitivamente son
amenazantes si pueden drenar tanta energía como para superar la inmortalidad de un vampiro.
Menos mal que fue mi brazo izquierdo el que fue arrancado. Si hubiese sido mi cuello, nunca
hubiera podido volver a ponerme la cabeza, y seguramente ya estaría muerto.”
“Ah, no. Lo siento, Araragi-kun, supongo que no lo expresé bien.” Mientras yo murmuraba
una reafirmación algo aliviada para mí mismo, Oshino la rechazó. “Por compatibilidad, quise
decir entre tú y el Gato Afligido… no es como si sus poderes estuvieran cerca de los de un
vampiro.”

“¿Eh?”

“Los vampiros son el rey de las excentricidades… el ápice, la realeza. Su drenado de energía
está en un nivel completamente diferente. Hay una brecha infranqueable entre los dos. Si crees
que la sociedad humana está estratificada, deberías ver cómo son las excentricidades. El
drenaje de energía de un Gato Afligido nunca podría esperar competir con la capacidad de un
vampiro para chupar sangre. En términos de amenaza, sí, los Gatos Afligidos son una amenaza
para los humanos… pero no son nada para un vampiro, solo una hormiga en el piso.”

“Hormiga en el piso…”

Eso… ¿una hormiga en el piso?

¿Eso?

Definitivamente no me sonó bien.

Pero si Oshino, el especialista, lo dijo, entonces… probablemente era cierto.

“Habiendo alimentado a nuestra Vampiresa-chan, te volviste algo vampírico, pero eso no


significa mucho en una pelea. Al final del día, eras humano. De ninguna manera podrías vencer
a una excentricidad en toda regla.”

“Una excentricidad… en toda regla.”

“Si fueras tan inmortal como lo fuiste durante las vacaciones de primavera… si hubieras
mantenido esa inmortalidad, o en el caso de nuestra Vampiresa-chan, incluso si ella es una
sombra de lo que era antes, ningún Gato Afligido tendría una oportunidad. Tanto si te arrancan
el brazo como si te arrancan la cabeza, harías volver a crecer estas partes en un instante y, en
primer lugar, sería demasiado difícil arrancártelas.”

“……”

No.

Si bien eso pudo haber sido un Gato Afligido… también fue Hanekawa Tsubasa.
¿Significaba que al igual que yo durante las vacaciones de primavera, ella no había estado
simplemente poseída por una excentricidad?

¿Toda su existencia se había convertido en una excentricidad?

Se volvió excéntrica.

Se volvió monstruosa.

“Definitivamente estamos lidiando con una excentricidad que causa cambios físicos, pero es
difícil de decir. Tendré que investigar un poco sobre eso… pero de cualquier manera, está
claro que llegamos demasiado tarde.” Dijo Oshino. “Fui al lugar del que me hablaste y profané
un poco la tumba de ese gatito… pero no había nada enterrado allí. A menos que me
equivocase de lugar, esto es lo peor que puede llegar a ser.”

“Ya veo.”

Tan malo como podría ser.

No pude encontrar la voluntad para volver a salir y comprobar el lugar… y, de todos modos,
no tendría sentido.

Porque lo había visto por mí mismo.

La prueba de que llegamos demasiado tarde.

Porque… dejé que me hechizara.

Porque dejé que dominara la situación.

“Hm. Aun así, tu lesión parece ir bien… aunque no todo parece estar conectado por dentro, a
este ritmo mañana estarás mejor.” Aseguró Oshino, golpeándome el hombro izquierdo. Fue
solo una ligera bofetada, pero el (considerable) dolor penetró profundamente en mi cuerpo.
Sin embargo, según el especialista, parecía que iba bien.

Así se veía. Eso parecía.

No podía estar seguro de nada.

“Nuestra Vampiresa-chan… ya debe estar dormida, así que agradécele la próxima vez. Por
supuesto, no le interesa que mueras, así que trasnocharse un poco era lo mínimo que podía
hacer.”
“Todavía me alegro de que lo haya hecho. Si ella me ve como una fuente de nutrición
necesaria, eso significa que está tratando de vivir.”

“Hmm. Eso no es lo que realmente significa…”

Tonto, murmuró Oshino para sí mismo.

¿De dónde vino eso? Sentí que me había regañado sin una buena razón.

“Pues bien. Araragi-kun, vuelve a casa antes de que tu familia empiece a preocuparse por ti.”

“¿Eh?”

“El teléfono celular en tu bolsillo temblaba mucho. ¿Eso es lo que llaman ‘modo vibración’?”

Esto me hizo revisar mi teléfono de nuevo… Estaba demasiado concentrado en la fecha para
darme cuenta, pero ahora vi una cantidad ridícula de llamadas perdidas y mensajes de texto
esperándome.

Llamadas perdidas: 146.

Mensajes no leídos: 209.

¡¡Oh, mierda!!

Vaya… ya sabía, sin comprobarlo, que eran de Karen y Tsukihi…

¡Oh, mierda, oh, mierda, oh, mierda, oh, mierda!

¡Todas fueron llamadas de un segundo de duración y mensajes vacíos!

“Esto es solo acoso.”

No lo podía creer.

No era de extrañar que tuviera ganas de volver a dormirme.

¿Cómo se suponía que iba a descansar tranquilamente si mi teléfono temblaba por todos lados
mientras trataba de dormir? Tenía que quitarme el sombrero ante mis hermanas, habían
intentado despertarme a pesar de estar tan lejos, incluso si no habían tenido éxito. Vaya,
simplemente podrían morir.

“A diferencia de la Representante de Clase-chan, tienes una familia que se preocupa por ti…
así que tienes que irte a casa, Araragi-kun.”
“Oh, eh… no están preocupados ni nada…”

Espera, ¿acaba de decir “a diferencia de la Representante de Clase-chan”?

¿Qué significaba eso?

Es cierto que había regresado a este edificio abandonado y le había dado un informe sobre los
daños en mi estado de nebulosa, pero no me veía contándole a Oshino sobre el entorno
doméstico de Hanekawa… ¿en un giro fortuito de los acontecimientos había dado en el clavo?

¿U otra vez estaba viendo a través de la gente?

Ya que sabía que los padres de Hanekawa habían sido víctimas, ¿era algo normal decirlo? ¿Tal
vez no?

Había algo en el matiz de su… no.

Tenía otras cosas que necesitaba hacer… primero.

“Basta, Oshino… esta lesión no es nada. No puedo ir a casa con el rabo entre las piernas con
Hanekawa en ese estado. Tenemos que capturarla rápidamente y exorcizar a este Gato Afligido
o lo que sea de ella…”

“Vacaciones de primavera.”

Empecé a hablar con él en un tono emocionado… pero Oshino me interrumpió.

Me interrumpió con sus propias palabras.

“¿Así que esta vez quieres salvar a la Representante de Clase-chan… como ella te salvó
durante las vacaciones de primavera? ¿Eso es lo que es esto, Araragi-kun?”

“… Sí.”

La forma extrañamente inquisitiva, raramente engreída, sarcástica y maliciosa que me


preguntó hizo que no quisiera responder afirmativamente… pero asentí con la cabeza.

Porque eso es lo que era, al menos a nivel emocional.

Cuando lo puso de esa manera, de alguna manera se sintió un poco mal, pero eso es lo que era.

No, incluso si no lo fuera.


“Se supone que debes echar una mano a un amigo necesitado, ¿verdad?” Dije, recordando mi
conversación, si se puede llamar así, con el Gato Afligido.

“Hmph. Esas no son tus palabras, Araragi-kun… son las de ella, si es que son de alguien.
¿Cómo fue la cosa? ¿‘No llamaría a alguien amigo si no estuviera dispuesto a morir por él’?
Es como si tuviera los valores de alguien de la era de los Tres Reinos de China. ‘Puede que no
hayamos nacido el mismo día, pero juramos morir en el mismo lugar’… ¿era así? Ella sería
un gran señor de la guerra si hubiera nacido en esa época.”

“No vayas por ahí comparando a las chicas con los señores de la guerra.”

“Pero ya ves, Araragi-kun. Eso no es posible.”

Claramente. Con decisión.

Oshino Meme habló como si estuviera dando un ultimátum.

“No puedes hacer lo que hace la Representante de Clase-chan. No me refiero sólo a ti… ni a
mí, ni a nadie. Nadie puede hacer lo que ella hace. Tienes que entenderlo ahora mismo.”

Plop, Oshino volvió a poner su mano en mi hombro y continuó.

“Claro, tal vez debas echar una mano a un amigo necesitado. Pero Araragi-kun, sólo unos
pocos preciosos y selectos pueden llegar al nivel de hacer las cosas que se supone que debes
hacer de la manera que se supone que debes hacer. No es algo que pueda hacer una persona
normal como tú o un mediocre como yo. Entiendo que quieras emularla y hacer esto porque
la veneras y quieres recompensarla… pero eso es algo que no deberías hacer.”

“Algo… que no debería hacer.”

“Es un juego prohibido.” Dijo Oshino. “Verás, esa chica es más una excentricidad que las
mismas excentricidades. Ella es más un monstruo que los monstruos. Te espera un mal
momento si intentas imitarla sin pensar.”

“Imitarla… Eso no es lo que estoy diciendo…”

“Eso es lo que estoy diciendo. Hasta aquí tu idealismo.”

Oshino movió su mano desde mi hombro hasta la parte superior de mi cabeza.

Casi como.

Un adulto consolando a un niño.


“En realidad, ya ha comenzado.” Afirmó. “Tienes que dejar el resto en manos de un
profesional. Este no es un acto en el que cualquier aficionado debería hacer acto de presencia,
y mucho menos un menor.”

“……”

“Araragi-kun, me doy cuenta de que podrías tener cierto sentido de responsabilidad por
cualquier razón. Si tan solo hubiera evitado que la Representante de Clase-chan enterrara a ese
gato, o si solo hubiera hablado más con ella, o algo así. No, no creo que eso te haga responsable
de nada, aunque tampoco diría que no hay nada de lo que estar arrepentido o con
remordimientos. Pero tienes que entender… incluso si eres responsable de una situación, eso
no significa que tengas que ser tú quien la resuelva.”

“¿Qué?”

“Como parte neutral y equilibradora, respeto dónde debe estar la responsabilidad, pero la
sociedad humana, o el mundo, no siempre funciona de esa manera. No deberías tomar todo lo
que digo como correcto. Las cosas tienen una forma sorprendente de resolverse incluso cuando
el responsable de ellas abandona esa responsabilidad. Estoy generalizando, por supuesto.”

No es como si tuvieras que apresurarte de forma absoluta. Ese tipo de obligación… no existe,
dijo Oshino desapasionadamente.

"Cuando te convertiste en vampiro durante las vacaciones de primavera, sí que te apresuraste...


pero quién sabe, todo podría haber funcionado incluso si te hubieras pasado todo el tiempo
escondido aquí sin hacer nada.”

“E…”

Yo… no podía aceptar lo que estaba diciendo Oshino.

“Eso… no puede ser verdad. E incluso si lo fuera… todavía tenía que hacerlo. Esta vez
también…”

“¿Es algo que tienes que hacer? Tal vez. Pero no puedes.”

“…”

“Esta vez no puedes hacer nada, Araragi-kun.” Dijo Oshino con fuerza, con énfasis. “Puede
que no lo parezca dado lo tolerante que soy, pero realmente me siento mal por dejar que te
maltraten. Aunque pensé que todavía estábamos en la etapa de prevención, no debería haber
pedido tu ayuda. Fallé como equilibrador. Ignoré la teoría y contradije la política. El daño que
sufrió se debió en gran parte a mi descuido. Siento que necesito disculparme con tus padres.”

Has hecho más que suficiente con esto… Oshino no parecía estar tratando de reconfortarme,
ni parecía tan serio, y si acaso le divertía mi flagrante impotencia, pero al final su tono se
volvió severo.

“Araragi Koyomi-kun. De aquí en adelante… no hay nada que puedas hacer. No hay nada que
puedas hacer por la Representante de Clase-chan. Ni siquiera si quieres. No es una cuestión
de sentimientos, es una cuestión de técnica, de habilidad. Si algo… es que tienes la importante
tarea de mantenerte fuera de mi camino.”
008

No había ninguna refutación significativa, ni siquiera sin sentido, que pudiera montar contra
el despido cortante y brutalmente honesto de Oshino, así que dejé atrás el edificio abandonado,
abatido.

Por supuesto que fue así.

Sólo me había convertido en vampiro durante dos semanas, independientemente del infierno
que supusieran esas dos semanas para mí… y todo lo que tenía ahora eran algunas secuelas
físicas persistentes de ese tiempo. No iba a haber nada que pudiera hacer.

Realmente no tenía nada que decir en mi propia defensa.

Yo no era ningún experto, especialista, ni ningún tipo de profesional… a partir de aquí todo
era dominio exclusivo de Oshino Meme.

Sólo era un amigo.

¿Qué había… que pudiera hacer?

… No, eso fue más bien una racionalización.

Excusas.

Sólo estaba tratando de actuar con calma.

Vergonzosamente, sólo estaba tratando de actuar con calma.

La realidad era mucho más sencilla… lo importante era Hanekawa Tsubasa, ella misma, y no
quería la ayuda de alguien como yo.

No fue Oshino.

Oshino no me había despedido… Hanekawa lo hizo.

Eso es lo que había hecho entonces… rechazar mi apoyo.

No te metas en esto.

No actúes como si lo supieras.

Ella me había rechazado… de forma obstinada y severa.

No me había dejado espacio para la discusión o el compromiso.


Así que, como dijo Oshino, si había algo que podía hacer… era apartarse de su camino.

Ya sea en términos de habilidad, espíritu o principios… no debería estar haciendo nada ahora.
Necesitaba salir de allí.

Aun así, aunque mi cerebro comprendió, a pesar de sentir que me había convencido, había
algo vago que seguía punzando mi corazón. Aunque salí del edificio abandonado, me encontré
incapaz de volver a casa.

No podía ponerme en esa ruta… no tenía ganas de volver a donde mis hermanas estarían
esperando ansiosamente mi llegada. De hecho, giré mi manillar en la dirección exactamente
opuesta.

Sin demora… me dirigí hacia el lugar donde había encontrado al Gato Afligido.

¿Para hacer qué?

No tenía nada en mente.

No es que pensara que si iba allí, me encontraría con el Gato Afligido, Hanekawa, de nuevo.
No tenía previsto otro encuentro.

No era yo el que lloraba sobre la leche derramada… sólo pensaba en terminar de interpretar el
papel que me habían asignado a medias.

En otras palabras, iba a encontrar la casa de Hanekawa.

Incluso me di cuenta de que no tenía sentido hacerlo ahora, pero aun así tenía que hacerlo por
alguna razón.

Tal vez todavía estaba confundido.

Tal vez había perdido la compostura después de todo lo que había pasado, desde que
Hanekawa fuera víctima de una excentricidad hasta que la viera en ropa interior con orejas de
gato.

Al menos, no estaba tan pensativo como para preocuparme de si la puerta de la casa de


Hanekawa estaba cerrada con llave, ya que probablemente estaba vacía después de que ella
hubiera desaparecido en la oscura noche y sus padres hubieran sido llevados al hospital.

Llegué a la zona residencial en un abrir y cerrar de ojos, y una vez que empecé a buscar con
determinación, encontré su casa mucho antes de lo que esperaba.
Una placa con el apellido: Hanekawa.

Había dos nombres de pila debajo, probablemente sus padres, y un poco alejado de ellos… un
poco alejado estaba “Tsubasa”, lo que hacía muy poco probable que se tratara de otra familia
con el mismo apellido.

Una casa completamente media lista para ser construida.

Así es como apareció.

Al menos, no había nada que pudiera llamarse una señal… de que se hubiera cometido
violencia doméstica en esta casa de dos pisos, de que hubiera habido negligencia infantil. Pero
el hecho de que “Tsubasa” estuviera escrito en caracteres fonéticos como si se refiriera a una
niña pequeña rezumaba una leve sensación de que algo estaba mal.

¿Cuánto tiempo ha pasado?

¿Cuándo fue la última vez que se cambió esta placa?

¿No la habían rehecho cuando su hija creció?

¿Era demasiado molesto quitarla?

Me hizo pensar.

Me hizo pensar en cosas innecesarias.

Me hizo tener pensamientos irritantes.

Aunque no tenía sentido que pensara.

Aunque no había nada que pudiera hacer.

Abrí la puerta del portal y me dirigí hacia la entrada como si algo me guiara… pero cuando
tiré del pomo la puerta principal estaba realmente cerrada.

“¿……?”

Me pregunté.

Ese Gato afligido que llamó a Hanekawa su ama… si se me permite, no parecía muy
inteligente.

De hecho, no parecía venir con una pizca de inteligencia.


Incluso una bestia podría ser más inteligente. Se podría decir que no posee el más mínimo
fragmento de sabiduría.

Así que dudaba de que pudiera manejar un elemento cultural único en la humanidad como es
la cerradura… pero no hacía falta que saliera por la puerta principal.

En todo caso, era más natural que un gato entrara y saliera por una ventana.

Me alejé de la entrada y di la vuelta buscando una ventana abierta. Sin embargo, todas estaban
cerradas a cal y canto… incluso las persianas estaban cerradas.

Curioso, ladeé la cabeza… cuando me fijé en las ventanas del segundo piso.

Cierto, esa capacidad de salto suya, tan poderosa que parecía que podía alcanzar la luna.

Nada decía que tuviera que salir por el primer piso. Con eso en mente, di otra vuelta alrededor
de la casa, y esta vez había acertado. Encontré una ventana abierta.

Hmm.

Hmmmm.

Ahora no podía echarme atrás. El barco ya había zarpado.

Afortunadamente, mis habilidades físicas están algo mejoradas… aunque llegar al segundo
piso con un solo salto felino podría ser imposible, al menos podría trepar por la pared.

Una vez que me decidí, no dudé… comprobando mi entorno, empecé a subir.

Llegué a la ventana e…

“¿……?”

… E incliné la cabeza.

Puse la mano en el alféizar, aparté la cortina que se agitaba con la brisa nocturna, miré dentro
y ladeé la cabeza.

No.

Había asumido que la ventana abierta pertenecía a la habitación de Hanekawa… por proceso
de eliminación, el Gato Afligido debía haber saltado por ella tras agarrar a los padres de
Hanekawa por el cuello. Era una conjetura razonable. Ni siquiera reconocía que era una
conjetura, simplemente lo pensaba.
Pero me equivoqué.

Si tuviera que describir la habitación, parecería un estudio o algo así.

¿Era la habitación del padre de Hanekawa?

No estaba seguro.

En primer lugar, ni siquiera había oído qué tipo de trabajo hacía su padre.

Pero sea como sea, parecía que no podía ser otra cosa que un espacio de trabajo. Al menos no
podía ser la habitación de una chica de instituto.

“Hmm.”

Todavía pegado a la pared como Spiderman, me quité los zapatos con destreza (si se me
permite decirlo) e invadí la casa de Hanekawa.

Bajo cualquier definición posible esto era un allanamiento de morada, pero yo ya parecía
bastante sospechoso pegado a la pared. Mi barco había zarpado… aunque sólo era un polizón.

Pero.

Había una posibilidad que debería haber considerado… el barco que había abordado podría
ser un barco de esclavos.

Dicho de otro modo: sin ninguna razón de peso, dejándome llevar por la corriente, había
infringido la ley al entrar sin autorización… y lo que me esperaba era un castigo divino de
primer orden.

O del tipo más bajo.

Yo, Araragi Koyomi, entré en casa de los Hanekawa, la residencia vacía de los Hanekawa, y
con mis zapatos en una mano, di una vuelta rápida por la casa… luego una segunda vuelta,
una tercera vuelta, una cuarta vuelta…

“……… ¡Nkk!”

Salí corriendo.

Podría haber salido por la puerta principal, pero ni siquiera se me ocurrió esa idea. Me precipité
hacia la ventana abierta de la habitación tipo estudio y, como si pudiera rebobinar el tiempo
haciendo lo que acababa de hacer a la inversa, me lancé por ella.
Me caí, por supuesto.

Directamente sobre el asfalto, sin intentar amortiguar mi caída… Me preocupaba que mi brazo
izquierdo volviera a reventar después de todo ese trabajo para volver a unirlo, pero no me
importaba el dolor a pesar de mi duro aterrizaje.

El miedo había consumido casi por completo mi mente. Corrí sin demora a cuatro patas hasta
mi bicicleta de montaña y me alejé del lugar tan rápido que me pregunté si iba a gastar la
cadena y los neumáticos.

Salí de la casa de Hanekawa.

Como si hubiera algo repugnante.

Como si hubiera algo malo en ello… no.

Estaba asqueado… casi quería vomitar.

No pude sino lamentar mi innecesaria visita.

No sé qué camino tomé, ni cuántos rodeos, pero antes de darme cuenta estaba en casa… y
volver a casa ni siquiera había sido mi plan.

Todo lo que quería hacer.

Se escapó.

Volvía a casa… como por instinto.

“Oh. Onii-chan. Bienve…”

Sea lo que sea que haya estado haciendo, Tsukihi estaba de pie allí mismo cuando abrí la
puerta… dado su escaso atuendo, nada más que una camiseta delgada sobre su ropa interior,
debe haber salido del baño o algo así, y mientras se percataba de mi presencia, entré en el
pasillo con los zapatos aún puestos antes de que pudiera decir ‘… nido a casa’ y la abracé con
fuerza.

Apretar, apretar, apretar.

“¡Woah! ¿De dónde salió este abrazo apasionado? ¡¿Cuál es tu problema, hermano
asqueroso?!”

“…… Nkk.”
Tsukihi estaba visiblemente horrorizada y sorprendida por el excéntrico comportamiento de
su hermano, pero no pude evitarlo.

Y no lo hacía porque fuera Tsukihi.

Podría haber sido Karen, podría haber sido cualquiera… Creo que sólo necesitaba abrazar a la
primera persona que viera.

Tuve que… aferrarme a alguien.

Tenía que… abrazar a alguien.

Sentí que me iba a desmoronar si no lo hacía.

Mi mente se desmoronaría.

Yo era el proverbial ahogado que se agarraba a un clavo ardiendo.

De hecho, Tsukihi debió sentir de primera mano la forma impotente en que mi cuerpo temblaba
y se estremecía.

Tenía miedo.

Llámame gallina, llámame lo que quieras.

¿Qué había de malo en tener miedo ante el terror?

¿Qué pasaba… con los temblores y el tiritar?

Tal… fue el intenso impacto de ese hogar.

Una sola casa.

En términos de tamaño, podría haber sido más grande que en la que yo vivía.

Había seis habitaciones.

Y sin embargo… esa casa.

La residencia Hanekawa no tenía espacio para Hanekawa Tsubasa…

“Uaaaaaaa.”

Asustado. Asustado. Asustado.


No podía ni empezar a comparar las vacaciones de primavera con esto… mis recuerdos
infernales iban a ser reescritos como algo pastoral, esas dos semanas pintadas como nada digno
de mención… así de asustado estaba.

No había espacio para ella.

Y… no había rastro de ella.

Si bien es cierto que llego a ella de bebé, había vivido en esa casa durante casi quince años…
pero no pude encontrar ningún rastro de ella por mucho que la rastreara.

Cada casa tiene su propio olor.

Cuanto más tiempo se vive en ella, más fuerte es… pero allí no había ningún olor a
Hanekawa… Hanekawa Tsubasa estaba tan separada del lugar que tuve que preguntarme si
era la casa correcta.

No.

Por supuesto… teniendo en cuenta el uniforme escolar colgado en la pared del comedor, los
libros de texto y las guías de estudio alineados en una habitación que parecía una biblioteca,
la ropa interior en los cajones del baño, el futón doblado en el pasillo, el cargador de celular
enchufado en la toma de corriente junto a las escaleras, la mochila escolar colocada a un lado
de la entrada… Hanekawa tenía que estar viviendo en esa casa.

No, de verdad.

Pero… casi parecía que estaba viviendo en un hotel.

Ni siquiera un parasito.

No me había tomado las cosas lo suficientemente en serio… aun así había sido optimista.

Me había mostrado su cara después de la paliza de su padre y, sin embargo, una parte de mí
seguía creyendo: Hanekawa está bien, estamos hablando de Hanekawa, se pondrá bien, claro
que Hanekawa está bien, ¿cómo no va a estar bien?

Incluso después de haber sido poseída por el Gato Afligido.

¿Estaba bien? ¿Qué tan estúpido podía ser?

“Uaaaaa.”
Ya era demasiado tarde.

Era demasiado tarde para Hanekawa.

¿Y eso?

No se podía volver de eso… era irreparable.

Para describirlo en una palabra, fue una locura.

Estaba enloquecido, era una locura.

Si dejaba el asunto en manos de Oshino, Hanekawa acabaría pronto a su cargo, y el Gato


Afligido sería exorcizado por ese imbécil con camisa hawaiana sin incidentes… pero no nos
esperaba un final feliz en el que se reconciliara con sus distantes padres y dejara atrás todos
esos años de discordia.

¿Cómo podría terminar?

¿Cómo podría estar aún más acabado que eso?

Esa casa.

Esa familia.

Ese hogar.

Estaba tan acabado para ellos… que las cosas no podían estar más acabadas.

“Uuuuu… ¡Aaaagh!”

“… Oh, Onii-chan. A veces no sé qué hacer contigo. ¿Fue tan aterrador? Ya estás bien.”

Mis temblores empeoraron y dejé escapar lo que era casi un grito, pero Tsukihi, mi hermana
cuatro años menor que yo, me acarició la cabeza para calmarme, con una suave sonrisa en la
cara que demostraba que lo que decía iba en serio.

Luego, cerrando los ojos y frunciendo suavemente los labios, ofreció: “Adelante. No me
importa.”

“¡Que desagradable!”

Aparté a mi hermana pequeña de un empujón.

Violentamente.
“¡Yeek! ¡¿Así es como pagas la devoción de tu hermanita por ti?!”

“¡Eso fue una orientación educativa! ¡¿No puedes vivir nunca fuera del momento?!”

“¿Qué esperas? Te tengo como hermano mayor.”

“¡Guh!”

Eso era difícil de discutir. Nadie estaba más concentrado en el momento y sólo en el momento
que yo.

Sin embargo, sentí que usaba mi cerebro un poco más que ella… ella no vivía como si se
guiara totalmente por los reflejos de su columna vertebral, era como un organismo unicelular
sin huesos. Yo no era así.

Al menos, no me pareció que lo fuera.

En cualquier caso, el espeluznante acto de devoción de mi hermana hizo que mi cuerpo dejara
de temblar por el momento.

Para eso está la familia… supongo que se podría decir.

La familia.

Familia, ¿eh?

La palabra me trajo naturalmente a la mente el padre y la madre de Hanekawa, que en ese


momento debían estar en un hospital. Me hizo sentir algo melancólico. En realidad no había
ninguna razón para simpatizar con ellos, pero aun así pensé…

¿Qué significa vivir en esa casa durante casi quince años?

Tampoco pudo haber sido un hogar feliz para ellos…

“Pero sabes, me has hecho preocupar.” Dijo Tsukihi. Ya que tenía el yukata bajo el brazo
debía de tener la intención de ponérselo una vez que hubiera llegado al segundo piso, pero en
lugar de eso, se lo había puesto allí mismo. “Esperamos y esperamos, pero no parecías volver
a casa.”

“¿Hm?”

Finalmente cerré la puerta de par en par. También me quité los zapatos.


“Bien, admito que no debería haber pasado la noche fuera sin avisar a nadie, pero ¿por qué
preocuparse por mí a estas alturas?”

“Cierto… teniendo en cuenta ese viaje de autodescubrimiento que hiciste durante las
vacaciones de primavera.”

“……”

Sí. Hasta donde la casa Araragi sabía, eso fue lo que pasó en las vacaciones de primavera.

Eso no se corregía.

Mis hermanas pequeñas todavía se referían a mí como “el auto descubridor” de vez en cuando,
pero yo tenía que tomármelo con calma.

“Aun así, a Karen-chan y a mí nos preocupaba que te hubieras topado con un fantasma o algo
así.”

“¿Un fantasma?” El corazón me dio un vuelco cuando la escuché clavar exactamente lo que
había pasado… pero me tranquilicé y deseché su comentario. “Un fantasma… Tienes que estar
bromeando. ¿Están en la escuela media y todavía creen en ese tipo de cosas?”

“Mmm.”

Intenté parecer que me burlaba de ella, pero la reacción de Tsukihi no me dio mucha confianza.

Parecía pensativa mientras se llevaba un dedo a su pequeña barbilla.

“No es un fantasma, exactamente, sino un Gato Cambiante.” Dijo. “Un Bakeneko.”

“¿Un Gato… Cambiante?” Repetí sus palabras.

Todo lo que pude hacer fue repetir después de ella como un idiota.

¿Un Gato Cambiante?

“Sí.” Confirmó.

No parecía estar bromeando… de hecho, parecía totalmente seria.

Parecía justa.

Era la cara del cerebro de las Fire Sisters, que pretendía ser la propia justicia.
“Por ahora es sólo un rumor, así que no puedo asegurar nada… pero se dice que hay un gato
fantasma con forma humana que anda por la ciudad atacando a la gente.”

“…… Nkk.”

Un gato fantasma con forma humana.

¿Cómo puede una frase tan vaga ser también precisa e incluso técnica?

Era tan ambiguo.

Y fue muy preciso.

“¿Qué quieres decir… con atacar a la gente?”

“Sí. En verdad no lo sabemos con certeza… pero parece que si te toca, te cansas mucho o te
debilitas de repente… y hasta te desmayas.”

Parecía una explicación confusa y poco clara… pero para alguien que ya conocía la respuesta,
era obvia.

Drenaje de energía.

“Entonces… ¿cuándo empezó esto?” Pregunté.

“¿Hm?”

“¿Sabes… cuándo empezó la gente a ser atacada por este Gato Cambiante?”

“Ni idea. Todavía no hemos oído ningún detalle… seguimos investigando el caso, pero me
enteré de los rumores esta tarde. Por eso empezamos a preocuparnos por ti, y por eso empecé
a llamarte como una loca.”

“……”

Mi hermana pequeña tenía una buena intuición.

Por supuesto, también estaba fuera de lugar y demasiado tarde… ya atacado por el Gato
Cambiante para entonces, me había desmayado como se puede desmayar una persona.

Pero… oh.

Así que eso es lo que pasó.


Después de que el Gato Afligido me diera a los padres de Hanekawa anoche… empezó a atacar
a la gente del pueblo.

Los padres de Hanekawa y yo… no fuimos sus únicas víctimas.

Ahora tiene sentido.

Oshino había parecido extrañamente proactivo… como equilibrador y parte neutral, no habría
sido tan asertivo en este trabajo si Hanekawa fuera la única víctima.

Fue porque también había otros.

No.

Fue porque Hanekawa, poseída por el Gato Afligido, se había convertido en un delincuente…
que el especialista hizo su jugada.

Pero no lo entendí.

¿Por qué el Gato Afligido… atacaría a la gente?

Algo extraño estaba ocurriendo dado que una excentricidad nocturna estaba merodeando en
pleno día… pero ¿no había dicho Oshino que el Gato Afligido no dañaba activamente a los
humanos? No.

El Gato Afligido podría no considerar su comportamiento como un ataque… en la mayoría de


los casos, las excentricidades no se preocupaban por los humanos.

Los vampiros, que veían a los humanos como fuentes de nutrición, como tanques llenos de
sangre, estaban en realidad en el mejor lado de las cosas en cuanto a eso. La mayoría de las
excentricidades no veían ningún valor en la existencia humana.

Al igual que para los humanos no importaba si había excentricidades o no… en casi todos los
casos.

Así que si el Gato Afligido estaba drenando involuntariamente la energía de las personas y no
mordiéndolas o arrancándoles los miembros como me había hecho a mí… llamar a eso
“ataque” no era más que una interpretación humana egocéntrica.

Además, tal vez algún bribón despistado o quien sea de la calle había visto a una chica con
orejas de gato en ropa interior y se había metido en su camino cuando no debía.

Las víctimas pueden haber sido el objetivo de un contraataque.


Yo, por mi parte, no dejaría solo a un personaje tan pegadizo… pero ese soy yo divagando.

En realidad.

Esto se estaba convirtiendo en un incidente en toda regla, ¿no?

Tsukihi continuó: “¡Respiré aliviada cuando vi que no te habían hecho daño, pero las Fire
Sisters, los avatares de la justicia, no pueden permitir que esto quede sin respuesta! Karen-
chan también se está preparando para ir a cazar a este Gato Cambiante.”

“… No.”

¿Qué podría decir?

¿Estaba el incidente dentro de la jurisdicción de las Fire Sisters? ¿Eso es lo que hacían los
defensores de la justicia?

¿Qué clase de detectives espirituales eran?

La mayoría de las veces, dejé que las Fire Sisters se libraran con una leve reprimenda… pero
esto se estaba volviendo un poco peligroso.

Esto no era una especie de reto de campamento de verano de escuela media.

Si sólo terminaban con su energía drenada, eso era una cosa, pero si eran abiertamente hostiles
al Gato Afligido… quién sabe, hasta podrían arrancarles los brazos como a mí.

Y eso significaría una muerte instantánea para Tsukihi o Karen, que no eran inmortales como
yo.

Karen tenía una fuerza de golpe decente, pero no tendríamos este problema si el karate pudiera
derrotar a una excentricidad, después de todo contamos con Nyanko-sensei.

Aunque Nyanko-sensei utilizaba judo, ¿verdad?

Por otra parte, mis hermanas no eran de las que dejaban que nadie las detuviera… eran tan
temerarias que cuanto más te esforzabas en frenarlas, más rápido cargaban.

Sólo hacía falta una chispa para hacerlas arder.

Las Fire Sisters.

“¿Hm? ¿Qué pasa, Onii-chan? ¿Qué quieres decir con ‘no’?”


“Estaba pensando oh no, no sé qué hacer.”

Tsukihi me miraba dubitativa, así que suspiré profundamente en mi mente y comencé a hablar
sin ganas y a regañadientes. Mi tono era lo más plano posible.

“Ya viste lo asustado que estaba al volver a casa en bicicleta por la noche. Pero ahora que me
has contado esa espeluznante historia de fantasmas sobre el Gato Cambiante, estoy
completamente conmocionado. ¿Cómo se supone que un gallina como yo se va a acostar solo
ahora? Esperaba que tú y Karen pudieran dormir a mi lado un rato esta noche, pero supongo
que tendré que rendirme si tienen que salir a luchar por la justicia. Aunque ustedes dos eran
mi única esperanza.”

“¿Qué? ¿Somos tu única esperanza?”

Ella mordió el anzuelo.

Mi estúpida hermana pequeña mordió el anzuelo.

“¡Supongo que entonces no tenemos opción! ¡Oh, mi pobre Onii-chan es todo un gatito
asustado! Iré a hablar con Karen-chan, ¡y dejaremos que la policía se encargue del Gato
Cambiante!”

“… Gracias.”

Mi hermana menor no pudo hacer nada contra su hermano que se apoyaba en ella.

Bueno.

Como puedes ver.

Si había algo que podía hacer por Hanekawa, era mantenerse al margen de Oshino y dormir
en la misma cama que mis hermanas pequeñas.
009

Sin embargo, no puedo negar que aún me preocupaba. El drenaje de energía del Gato Afligido
no parecía una habilidad letal, pero no era difícil imaginar que la habilidad pusiera en riesgo
la vida de alguien si se excedía… y también estaba ese poder absoluto, capaz de arrancar un
brazo humano con un simple mordisco.

Su velocidad y destreza en los saltos también superaban cualquier cosa conocida por el
hombre.

En otras palabras… podría haber víctimas si la situación no se resolvía pronto.

Habría víctimas, y posiblemente mortales.

Alguien podría morir.

Existía la posibilidad de que Hanekawa matara.

Había conseguido mantener a raya a mis hermanas pequeñas ofreciendo noblemente mi


cuerpo, pero no podía detener a la policía o a los ciudadanos que decidieran “ayudar”… ¿qué
estudiante de secundaria tenía esa clase de poder? El riesgo no haría más que aumentar a
medida que más personas trataran de exorcizar o cazar o incluso sólo vislumbrar al Gato
Cambiante.

No estoy diciendo que sólo sentirse débil o desmayarse estuviera bien.

Pero la muerte… eso no lo podíamos permitir.

Porque si quitaras el fenómeno sobrenatural, la excentricidad…

Hanekawa Tsubasa acabaría siendo una asesina.

Una asesina… normal.

… No, gracias.

¿Cómo pudo suceder algo así?

¿Qué clase de broma pesada era esa?

Puede que Tsukihi estuviera más al tanto de los rumores que la media de las personas debido
a que era el cerebro de su operación, pero un solo día fue todo lo que necesitó para enterarse
de la existencia del Gato Afligido… era difícil imaginar que fueran ataques encubiertos.
En realidad, probablemente la excentricidad no estaba pensando en absoluto.

Teniendo en cuenta que andaba en ropa interior… dudaba que tuviera en mente la vida
cotidiana de Hanekawa después de esto.

Después de esto.

¿Después de esto?

Espera, ¿después de qué?

¿Después de qué acción? ¿Después de qué situación?

Puede que el Gato Afligido estuviera drenando la energía de todo lo que había a la vista…
pero yo no conocía su objetivo.

Tal vez habría tenido una mejor idea si le hubiera preguntado a Oshino en detalle sobre el tipo
de excentricidad que era un Gato Afligido… pero no, no había necesidad de que lo supiera,
¿verdad?

No podía molestar a Oshino por algo así.

No debía entrometerme en su camino.

Estaría bien. Tan frívolo, baladí y superficial como era… también era un profesional.

Resolvería esto en poco tiempo.

En poco tiempo… antes de que Hanekawa matara a alguien accidentalmente.

Si quería saber los detalles, podría preguntar después de que todo terminara.

A Oshino… o Hanekawa.

Podría simplemente preguntar.

Pero, ¿podría, realmente?

¿Tenía derecho a saberlo?

Y espera, ¿acaso quería saberlo?

¿La misma persona que entró en la casa de Hanekawa y se enteró de lo que realmente ocurría
allí… y que perdió todo el autocontrol?
¿Sería capaz de entrar en la mente de Hanekawa, en su corazón, irrumpir en su vida privada y
dejar huellas de barro, y seguir siendo su amigo?

No lo sabía.

Tal vez realmente había cosas en el mundo que es mejor no saber.

No estoy seguro de que la comparación sea adecuada para mi situación, pero creo que mucha
gente ha admirado a alguna gran persona, alguna figura histórica venerada a la que quieres
tanto que empiezas a indagar en las biografías para saber más, sólo para encontrarte con
escándalos y desgracias igualmente grandes y sentirte traicionado de alguna manera. Pero, ¿no
es bastante egoísta sentirse defraudado después de todo eso?

Egoístamente decidiste amarlos y egoístamente decidiste odiarlos.

Egoístamente, pusiste tu confianza en ellos y egoístamente te decepcionaron.

Egoístamente te sentiste encantado y egoístamente te sentiste desilusionado.

Si ese es el caso.

Tal vez no necesitabas saberlo… desde el principio.

Antes.

A fin de cuentas… tal vez no debería haberme involucrado tanto en los asuntos de Hanekawa.

Podría haberle quitado la gasa de la cara… pero aun así.

Eso fue como escoger las partes buenas.

Yo sólo quería amarla, ponerme en su lugar, y estar encantado con ella, nada más.

Ella había hecho tanto para salvarme durante las vacaciones de primavera… y aun así no sabía
qué pensar. Todo lo que podía hacer era agonizar.

Mi mente no hacía más que dar vueltas. Si había algo que sabía con certeza, era que había
pasado más de un mes con Hanekawa Tsubasa desde las vacaciones de primavera sin saber
nada de ella.

¿Y había hablado de estar enamorado de ella? Ridículo.

Sólo podía reírme.


Sólo podía reírme de ello.

Mi conversación con Tsukihi me pareció aún más embarazosa.

Lo que había dicho no estaba fuera de lugar, estaba fuera de toda duda.

Pero incluso así… cada vez que pensaba en Hanekawa, sentía que mi corazón podría estallar.

Todos estos pensamientos pasaban por mi cabeza mientras estaba tumbado junto a mis
hermanas como un niño, como una muñeca.

Debía de estar muy cansado. Había dormido toda la tarde, pero no tardé nada en dormirme esa
misma noche.

Y así, el treinta de abril llegó a su fin y comenzó el primero de mayo… aunque era la Semana
Dorada, el Primero de Mayo no era festivo en mi instituto privado.

El primero y el segundo de mayo eran días laborables.

Lunes y martes.

Tenía que ir a la escuela.

A Karen y a Tsukihi les costó menos tiempo y esfuerzo de lo habitual despertarme


rápidamente, ya que también dormían en mi cama… y me subí a mi vieja bicicleta, la que uso
para ir a la escuela, y me puse en marcha.

Cuando llegué a mi clase justo antes del comienzo de las clases, Hanekawa no estaba allí, por
muy evidente que fuera.

Estaba ausente.

El récord de asistencia perfecta que ostentaba Hanekawa Tsubasa, la estudiante modelo con
cero retrasos, ausencias o salidas anticipadas, había llegado a un final poco ceremonioso.

Aunque no fuera así, cuando una alumna tan destacada como ella se ausentaba sin avisar
(¿quién iba a avisar cuando sus padres estaban inconscientes y hospitalizados?), no era como
cuando un fracasado como yo decidía hacer novillos por capricho. Nuestra profesora parecía
preocupada y preguntó durante la clase si alguien sabía lo que podía haberle ocurrido. Por
supuesto, nadie ofreció ninguna información. Lo único que hizo la pregunta fue suscitar una
charla.
Naturalmente, yo tampoco dije nada… Puede que algunos de mis compañeros fueran lo
suficientemente curiosos, es decir, lo suficientemente avispados o agudos de oído, como para
conocer los rumores sobre el Gato Cambiante, pero relacionarlos directamente con Hanekawa
era una tarea difícil.

Si vieras a ese Gato Afligido.

No pensarías que era Hanekawa… a menos que fueras yo.

No, tal vez ni siquiera en ese momento yo lo haría.

Porque prácticamente estaba deseando que mis ojos me hubieran jugado una mala pasada, o
que algo más lo hubiera hecho.

Por cierto, había algo llamativo en esa chica de la esquina de nuestra ahora ruidosa aula
llamada Senjougahara que se limitaba a sentarse y a escuchar los llamamientos de nuestra
profesora con una extraña mirada de aburrimiento.

Quizás haya una palabra mejor que “aburrida”… era una mirada inexpresiva que parecía decir:
“Sí, lo sabía. Ese es el tipo de chica que es”, como si Senjougahara viera a través del disfraz
de otra de su calaña… pero en fin.

Hanekawa no vino a la escuela ni el primero ni el segundo de mayo.

Alrededor de la hora en que las clases del día dos estaban a punto de terminar, los rumores del
Gato Cambiante habían empezado a extenderse por la escuela, incluyendo historias de varios
testigos oculares, dejando claro lo ocupado que había estado el Gato Afligido.

Sólo había tardado tres días.

Desgraciadamente para nuestro pacífico y anodino pueblo en medio de la nada, este susto del
Gato Cambiante era ahora algo más que un rumor que se extendía entre las colegialas, a
diferencia del alboroto del vampiro durante las vacaciones de primavera… viendo cómo iban
las cosas, realmente existía el riesgo de que se iniciara una caza del Gato Cambiante.

Ni siquiera yo podía retener a las Fire Sisters para siempre… y si esas dos hacían un
movimiento, era casi lo mismo que decir que todos los alumnos de la escuela media harían un
movimiento. Quería mantenerlas bajo control todo el tiempo que pudiera, pero no tenía mucha
autoridad sobre ellas. Bueno, digo autoridad, pero también estaba la cuestión de cuánto más
podía aguantar emocionalmente en la humillante posición de ser tratado como un niño pequeño
por mis hermanas pequeñas.

En cualquier caso.

Decidí visitar el edificio abandonado en el que vivía Oshino una vez más antes del día
siguiente, el tres de mayo, cuando se reanudaría nuestro descanso largo… aunque no es que
sintiera una necesidad obstinada de ayudar o tuviera algún tipo de pregunta que hacer.

Ni siquiera quería una actualización de estado.

Era algo totalmente distinto… iba a alimentar a la vampiresa, como siempre.

La última vez que lo había hecho fue el veintinueve de abril. Podría haber esperado más
tiempo, pero necesitaba vigilar aún más a mis hermanitas a partir del día siguiente, cuando
comenzara el fin de semana largo; mi plan era mantener a la vampiresa alimentada antes de lo
previsto. Además, se me ocurrió la idea de que podría estar hambrienta después de que el otro
día me “recargara”.

Elegí ir por la tarde, en algún punto entre el día y la noche, de nuevo para no molestar a Oshino
mientras trabajaba… mi objetivo era aparecer a una hora en la que él estuviera buscando al
Gato Afligido.

No es exactamente la hora de las brujas.

Pero se habla del crepúsculo de la misma manera.

Sin embargo, durante la Semana Dorada mi intuición siguió siendo pésima.

Mi intuición apestaba, y mi suerte también.

Intenté buscar a la chica en la misma aula del cuarto piso en la que había estado el otro día…
pero no estaba allí.

Quien estaba era Oshino Meme.

Y no sólo estaba allí.

Estaba allí con el aspecto de un trapo de cocina desgastado.

“¡O-Oshino!”

“¿Hm? Vaya, si eres tú, Araragi-kun… me has hecho esperar bastante.”


Mientras yo corría despavorido al lado de Oshino, él se mostraba frío y tranquilo, tratándome
igual que siempre. Como si sólo se hubiera tumbado para estirarse como parte de una rutina
de calistenia, se rascó la cabeza y empezó a levantarse del suelo lenta y perezosamente.

Y efectivamente, sólo su ropa, incluida su camisa hawaiana, estaba hecha jirones cuando la
miré de cerca. No ocurría lo mismo con su cuerpo. Lo único que pude ver fueron algunos
arañazos.

Sin embargo, eso no significaba que hubiera sacado una conclusión equivocada.

Oshino Meme.

Estaba visiblemente débil… y demacrado.

Al menos era la primera vez que lo veía tan debilitado desde que lo conocí durante las
vacaciones de primavera.

“Pensé que vendrías pronto… y quería recuperarme para entonces. Pero el otro día usé esas
preciosas vendas milagrosas en ti…”

“Oshino… ¿Qué pasó?” Pregunté, aún confundido después de correr a su lado.

“¿Qué pasó? Nada especial… He perdido, eso es todo.” Respondió con su habitual actitud
distante.

No parecía que estuviera fanfarroneando o tratando de hacerse el duro.

Actuaba como si sólo estuviera exponiendo los hechos.

“¿Perdiste? ¿Contra qué?”

“¿Qué más va a ser? El Gato Afligido.”

Habían pasado casi tres días desde la noche del treinta.

Y en ese período de tiempo, habían luchado veinte veces… y él había perdido veinte veces.

Eso dijo Oshino, sonriendo.

Eh.

No era nada que decir sonriendo.

Si estaba tratando de hacerse el duro, no estaba funcionando.


En todo caso, era débil.

“Pero eso significa… que siempre has perdido.”

“Todas las veces. Qué récord más miserable. Ja-jaa.”

Oshino se puso en pie tambaleándose.

Le temblaban las piernas y parecía a punto de desplomarse.

“¿Qué se supone que debe hacer un tipo como yo enfrentado a una chica de secundaria en ropa
interior? Estaba tan distraído que apenas se puede decir que nos peleamos.”

“……”

Sabía que la frase era auto despreciativa y otro excelente ejemplo de la frivolidad de Oshino…
pero seguía sin poder creerlo. De hecho, parecía más creíble que realmente estuviera
demasiado encantado con la ropa interior de una chica de secundaria como para luchar.

Quiero decir… Oshino, ¿perdiendo?

¿Oshino, que prácticamente ni sudo al enfrentarse a una vampiresa de sangre caliente, sangre
fría y sangre de hierro? Y veinte derrotas seguidas… eso fue como una mala broma.

Como un mal sueño.

¿Podría haber sido más suave con Hanekawa porque la conocía… o porque tenía dudas?

……

Ninguna de las dos cosas sonaba muy propia de Oshino.

No era un hombre tan blando.

En todo caso, me pareció del tipo que sería más despiadado con alguien que conociera.
Hablando por experiencia propia.

“Caramba.” Se quejó. “Ella realmente me chupó mucho nuestra vigésima vez. Es un verdadero
dolor cuando un simple rasguño puede volverse fatal… No puedo creer que ella haya
exprimido a un tipo marchito y cansado de mediana edad como yo.”

“¿Esa es la clase de excentricidad que es el Gato Afligido?” Pregunté tímidamente a Oshino,


con el cuerpo temblando. “Lo suficientemente fuerte como para dominar incluso a un
especialista como…”
“No, no lo es.” Respondió enseguida con un movimiento de cabeza, como si mis comentarios
estuvieran muy equivocados. “Como mencioné el otro día. Ni siquiera se acerca al nivel de la
vampiresa que te atacó… realmente, es una excentricidad de tan bajo nivel que sólo comparar
a ambos parece una falta de respeto.”

“¿Eh?”

¿Bajo nivel?

¿Qué quería decir con “bajo nivel”?

Por un momento, me pregunté si Oshino decía eso para calmar mi ansiedad… pero no era el
tipo de hombre que intentaría consolarte.

Y sin embargo.

¿Una excentricidad de bajo nivel?

¿De verdad?

“Espera… dijiste que había una clara diferencia entre los vampiros y los Gatos Afligidos, pero
nunca dijiste nada de que fueran excentricidades de bajo nivel.”

“Simplemente decidí no hacerlo. No expliqué esa parte porque pensé que podrías ofrecerte a
ayudar si lo hacía… como especialista, considero que los Gatos Afligidos son una clase de
excentricidades que podría exorcizar mientras duermo. En realidad, están ahí abajo con
excentricidades de las que incluso los aficionados podrían ocuparse si realmente pusieran sus
pensamientos en orden. No hace falta un especialista.”

“¿Qué? Pero…”

Eso no era lo que había dicho.

No se parecía en nada a lo que había dicho antes.

En ese caso, comencé antes de que Oshino me detuviera con un Por supuesto.

“Eso no quiere decir que haya sido fácil con ella. Sinceramente, lo intenté… aunque se
canceló, siento que le debo algo a la Representante de Clase-chan por lo de las vacaciones de
primavera. No tuve ninguna reserva extraña para luchar contra ella.”

Pero perdí, dijo Oshino.


Casi parecía que no estaba frustrado en absoluto.

No había un aire de fracaso en él.

Pero.

Debió sentirse frustrado… y probablemente pensó que había fracasado.

No es que estuviéramos muy unidos, nos conocíamos desde hacía poco tiempo… pero eso se
notaba.

Oshino Meme.

Un hombre que estaba orgulloso… de su trabajo.

“Los Gatos Afligidos son de poca monta.”

Una vez más.

Oshino habló como para reafirmar sus palabras.

“El Gato Afligido es una excentricidad que se pensó originalmente para servir como antítesis
del Manekineko… es casi una pieza divertida del folclore creada por un juego de palabras.
Frente al Gato Afortunado, que invita a la suerte, tenemos al Gato Afligido, que invita a la
aflicción… se hace el muerto en la carretera y persigue a los humanos que se apiadan de él. El
tipo de fantasma que cambia de lugar con su víctima. Una excentricidad que secuestra su
cuerpo. Y luego, como el dios de la pobreza, arrastra al dueño de ese cuerpo, su anfitrión, a
las profundidades de la desgracia. Ese es el tipo de fantasma que es… incluso se podría decir
que sigue una plantilla.”

“…….”

Una excentricidad que se aprovechaba de la conciencia y la compasión de una persona.

Cierto, ese era un tema común en las historias de fantasmas, un tema trillado… y también.

Era un fenómeno que yo mismo había experimentado.

Así que no parecía particularmente nuevo.

Pero.

“Sí… estamos hablando de la Representante de Clase-chan.”


Pensé que había tenido eso en cuenta, dijo Oshino.

“El inusual giro imposible de esto es que la Representante de Clase-chan es quien esta vez fue
poseída. Se supone que los Gatos Afligidos son de poca monta, pero esta es la más fuerte de
todas las excentricidades… puede que ella incluso le haya llevado más allá del nivel de un
vampiro, si tenemos mala suerte.”

“……”

“El problema no es que compartan el mismo cuerpo, es que comparten el mismo conocimiento.
Las viejas y tradicionales medidas que utilizo contra las excentricidades, mis métodos, mis
movimientos, todo rebota en ella y vuelve a mí. Ella, de alguna manera, tiene la experiencia
que sólo un especialista debería tener. Esa chica… lo sabe todo.”

“……”

“¿Quién ha oído hablar alguna vez de una excentricidad que ataca a la gente utilizando
estrategias y tácticas?” Se lamentó Oshino, como si no pudiera evitarlo. “Lo sabía desde el
principio, pero realmente es algo especial. Todo, incluso su modus operandi al agredir a la
gente… no es algo que haría la excentricidad.”

“Espera un segundo. ¿A qué te refieres con su modus operandi de agredir a la gente? Haces
que parezca que Hanekawa se desvive por atacarlos.”

“Bueno… supongo que sí. Se supone que el Gato Afligido no es ese tipo de excentricidad…
pero, Araragi-kun. Puede que no sea tan malo que esté luchando tanto.”

“¿Eh?”

“Bueno, para decirlo de otra manera, este giro de los acontecimientos es la prueba de que la
Representante de Clase-chan todavía está en el Gato Afligido. Eso es lo que pienso. Por lo
menos, esto no estaría sucediendo si ella ya no estuviera allí porque el Gato Afligido ya se
habría apoderado de toda su mente y cuerpo. Probablemente quede bastante de su conciencia
dentro… y por eso este gato es tan duro. Esa información es lo peor que podríamos escuchar,
pero también debería darnos esperanza.”

“¿Por qué? ¿Qué clase de esperanza hay en eso?” Nunca había considerado tener que luchar
contra Hanekawa. Qué amenaza más inimaginable… ¿dónde estaba la esperanza en eso?
“Bueno, estamos acabados si se apoderan de ella al completo. Dado el caso tendríamos que
matarla.”

Así de fácil.

Tendríamos que matarla… dijo.

“Vamos a tener que salvar la conciencia de la Representante de Clase-chan mientras aún esté
ahí… si no derrotamos al Gato Cambiante, entonces Hanekawa Tsubasa, tu querida amiga,
estará perdida en este mundo para siempre.”
010

Permítanme que me tome el tiempo para darles un ejemplo… no, una explicación del cuento
del Gato Afligido, una excentricidad que Oshino dijo que era de lo más normal.

Un gato blanco yace muerto en la calle.

Ya sea que haya muerto de hambre o haya sido pateado por un transeúnte, en cualquier caso
está de costado y completamente inmóvil.

A juzgar por su cola desgarrada, es dudoso que haya tenido una vida doméstica feliz con una
familia humana.

Por compasión… un hombre que pasa por la calle recoge al gato.

Lo toca.

Lo entierra en otro lugar, y aunque no celebra ningún tipo de servicio, al menos reza una
oración.

Nuestro virtuoso hombre comienza a actuar de forma extraña esa misma noche.

Es salvaje y malhumorado, como una persona totalmente diferente.

Se vuelve violento.

Hay un alboroto cuando empieza a beber y a atacar a los demás… y todos los que le rodean,
incluso los amigos y la familia, se sienten cansados sólo por estar en su presencia.

Tiemblan y dicen que el gato le ha maldecido.

Incluso se comporta como un gato, dicen.

No podemos manejar esto nosotros mismos, se resignan, y convocan por necesidad a un


exorcista que intenta limpiar al hombre del gato que lo ha poseído…

Pero aquí está el remate.

Donde el Gato Afligido realmente brilla.

La verdad de esta historia de fantasmas.

El hombre virtuoso nunca había sido poseído por ningún gato…


“No sé si lo llamarías un final absurdo o un final sorpresa, pero se supone que la historia tiene
un poco de moraleja. Ya sabes, el tipo de estructura predicadora que se ve todo el tiempo en
los cuentos populares. No existe el hombre totalmente virtuoso, y la bondad, al final, sólo está
a flor de piel. Todo tiene un opuesto… donde hay luz, hay oscuridad; donde hay blanco, hay
negro. El gato no es más que un disparador. La historia no trata sólo de cómo los gatos son
desagradecidos… es un episodio destinado a iluminar el reverso de todos nosotros.”

El reverso de todos nosotros.

Así lo explicó Oshino.

Pero entonces ¿por qué un gato?, pregunté, a lo que respondió: “Porque un gato siempre va a
salir de la bolsa.” Como si fuera obvio. “Sólo hay que ver a la Representante de Clase-chan.
Para ella el gato está fuera de la bolsa, ¿no es así? Es que no existe alguien que sea totalmente
virtuoso, que sea siempre justo. De hecho, tratar de actuar así todo el tiempo… sólo te estresa
más.”

Te ensucia.

Esas fueron las palabras de Oshino.

Negrura.

El lado oscuro de la Representante de Clase… de Hanekawa Tsubasa.

“Incluso entonces, el gato no suele ser más que una especie de máscara, así que no tengo ni
idea de lo que está pasando. La Representante de Clase-chan casi se ha fusionado con el Gato
Afligido. Si el gato acaba siendo el huésped y no ella, supongo que habría que llamarlo
asimilación. Tremendo asaltante al que nos enfrentamos. En realidad, sería mejor describirla
como inatacable.”

Aunque la forma de hablar de Oshino hacía parecer que sólo se divertía dándole la vuelta a las
frases, en realidad estaba describiendo la gravedad de la situación.

Frívolamente… con ligereza.

“Lo que sí sé con certeza es que la cosa va a ir mal si no resolvemos esto de inmediato. Todavía
corremos el riesgo de acabar con aquel viejo chiste: la Representante de Clase-chan nunca
había sido poseída por ningún gato. Tenemos que hacer algo antes de que los dos se fusionen,
o si no…”
… Comprendí la gravedad de la situación.

Y que podría estar más allá de Oshino.

Incluso entonces… no había nada que pudiera hacer.

Era un hecho evidente.

Nada.

No podía hacer nada por Hanekawa.

Sabía del lado oscuro que tenía en su interior… era capaz de ver las profundidades de ese
infierno.

Pero no pude hacer nada.

Oshino acabó marchándose inmediatamente después… dijo que me había estado esperando,
pero si estaba siendo frívolo en algo, era en eso. En realidad, parecía que sólo se había pasado
por el edificio para un pequeño y rápido descanso, para un rápido reabastecimiento entre las
batallas con el gato… así que le di un poco de mi sangre a la vampiresa que hoy estaba en
cuclillas en el segundo piso, por la razón que fuera, antes de volver a casa.

Los ojos de la vampiresa.

Parecía que me miraban con desprecio, tal y como esperaba.

Apenas me miraban.

O eso sentí… pero eso fue probablemente porque me estaba despreciando.

Así que, al día siguiente… el tres de mayo, el Día de la Constitución.

Quiero decir que fue el día en que entró en vigor la constitución japonesa, o quizás el día en
que se anunció, pero no estoy seguro. En cualquier caso, era un día festivo.

No importa el motivo o el nombre, no me gustan los días especiales.

Como no podía ser feliz como un niño, tenía que actuar como un adulto.

Pero ese día, el tres de mayo, no me atrevía a quedarme tranquilamente en casa. Decidí
escabullirme cuando mis hermanas pequeñas no miraban.
Sentí que por ahora podía dejar de lado mi miedo a que las Fire Sisters salieran a luchar contra
el Gato Cambiante.

Eso era porque, según lo que me había contado Oshino el día anterior… y según los rumores
que llegaban a los oídos de las Fire Sisters a través del pleno uso de sus redes de inteligencia,
el Gato Afligido se había cobrado, en efecto, muchas víctimas a través de su drenaje de
energía, pero el daño real había resultado ser menor.

Causó que la gente perdiera el conocimiento y se desmayara, sí… pero los síntomas no eran
tan graves como para requerir hospitalización.

Tomando prestada una frase de Vegeta hacia el final de Dragon Ball Z, sólo se sentían “como
después de haber corrido todo lo que puedes”.

Las únicas víctimas notables habían sido los padres de Hanekawa, y yo, a quien le habían
arrancado un brazo mediante un ataque físico… lo que significaba.

Todo lo que estaba haciendo… era cansarlos.

Así que esa era una forma en la que era diferente de un vampiro… o no, probablemente se
estaba controlando a sí misma. Se aseguraba de que la gente no sufriera demasiado daño
cuando drenaba su energía.

Se contenía a pesar de que la habilidad estaba constantemente activa… o precisamente porque


lo estaba.

Si la suposición de Oshino era correcta y ella estaba atacando intencionalmente a la gente…


esas mismas intenciones hacían que no los matara.

La conciencia de Hanekawa aún permanecía…

Tal vez eso es lo que quería decir.

… Pero en ese caso, quería saber por qué los tres habíamos sido tan brutalmente dañados.

Pude entender el porqué de los padres de Hanekawa.

Pero, ¿yo?

Decidí poner fin a esta línea de pensamiento antes de que me llevara a cualquier verdad
deprimente.
En fin… por eso determiné que las Fire Sisters podían hacer lo que quisieran por la tarde;
probablemente no se meterían en problemas a menos que fuera de noche. No tenía que
preocuparme de que murieran. De hecho, casi quería que el Gato Afligido les drenara parte de
su exceso de energía… Estoy bromeando, por supuesto.

En cualquier caso.

Me dirigí… a la escuela.

Escuela secundaria privada Naoetsu.

La escuela a la que asistí… pero no tenía nada en particular que hacer allí.

En realidad, no tenía nada que hacer allí.

Era ridículo que eligiera ir a la escuela en un día festivo cuando solía faltar a clase en días
normales, pero ¿qué debía hacer? Ya estaba allí.

Aun así, en cuanto a tiempo, llegué impresionantemente tarde.

Las puertas de la escuela estaban abiertas para cualquier estudiante que quisiera aplicarse
diligentemente a sus clubes, y sus puertas también estaban abiertas. Era fácil infiltrarse en
comparación con la casa de Hanekawa… er, supongo que esa frase podría dar a la gente una
idea equivocada. No es que tenga una afición a la intrusión o algo así.

No sabía a dónde más ir.

Así que subí las escaleras hacia mi aula.

A menos esa puerta estaba cerrada… o eso creía, hasta que la puerta trasera funcionó.

Vamos. Hablando de descuidos… o eso pensé, hasta que me di cuenta de que cerrar el aula
era mi trabajo como vicerepresentante de la clase.

Se me debe haber olvidado porque siempre dejé todo en manos de Hanekawa, la


representante… tsk.

¿No podía ni siquiera cerrar una puerta sin Hanekawa cerca?

Eso sí que era deprimente.

… No, no era el tipo de persona que normalmente se deprime por algo así.
Yo era el tipo de persona que no sólo se olvidaba de cerrar la puerta de casa, sino que la dejaba
abierta de par en par a veces… aunque lo hacía sabiendo lo segura que era nuestra ciudad,
claro.

En cualquier caso, yo era flojo en ese tipo de cosas, o mejor dicho, era irresponsable.

Y sin embargo… en ese momento, me encontré con el remordimiento de haber olvidado cerrar
la puerta.

¿Qué fue?

Estos días, parecía que cada pequeña cosa sobre mí empezaba desde Hanekawa… Necesitaba
hacer una pausa y pensar sólo para recordar el tipo de principios que solían guiar mis acciones
antes de las vacaciones de primavera, que fue cuando la conocí.

Me sentí como si me hubieran rehecho como persona.

No sólo me habían modificado, sino que me habían reconstruido desde los cimientos… La
verdad es que era un pensamiento aterrador, así que ¿por qué estaba prácticamente feliz por
ello?

Extraño.

“……”

El aula estaba vacía, por supuesto.

Entré, pasé por detrás de la mesa del profesor y llegué a un asiento… no al mío, sino el de
Hanekawa.

El asiento en el que Hanekawa suele sentarse.

El asiento que buscaban mis ojos durante la clase.

Bueno… no es que vaya a entender cómo se siente Hanekawa sólo con mirar la pizarra desde
su perspectiva.

No iba a entender nada.

Suspiré y, desganado, bajé los dos brazos y apreté la cara contra el escritorio.

No me sentí menos abatido.


No es que haya venido a la escuela como una especie de refresco mental, pero ahora estaba
aún más deprimido.

El escritorio había estado desocupado durante más de cuatro días, desde el comienzo de la
Semana Dorada… No iba a encontrar allí ningún rastro del calor de Hanekawa.

Claro, sólo estaba haciendo una demostración de lo desganado y aletargado que me sentía,
pero podía imaginar que alguien me viera y pensara que me había colado en el aula vacía para
frotar mis mejillas contra el escritorio de Hanekawa.

Si tenemos en cuenta que éste era realmente el escritorio contra el que la bien dotada
Hanekawa-san siempre apretaba su glorioso pecho, no estaba siendo mejor que un niño de
primaria lamiendo la flauta de su novia.

Aunque sabía que si alguien me veía sería el fin de mi vida en más de un sentido, miré medio
en broma su nuevo y reluciente escritorio, (obviamente) libre de grafitis o tallas, y le saqué la
lengua para darle un pequeño lametón…

“…… ¡Nkk!”

Alguien me había visto.

Alguien me estaba mirando.

Desde un poco de distancia, de hecho desde el mismo asiento que utilizaba normalmente… un
par de ojos me miraron.

Ojos.

Ojos de gato.

“… Eres un perverrrtido sin límites.”

Aunque no tenía ni idea de cuándo y cuánto tiempo llevaba allí, mirándome y temblando por
alguna razón en su ropa interior negra, era nada menos que… un gato de cabello blanco.

No.

El Gato Afligido.

“Me asustas… Me asustas más que cualquier excentrrricidad. Estabas lamiendo el escritorio
de una chica y excitándote por ello-nyah…”
“¡No, no es lo que parece!” Era lo que parecía.

Tenía toda la razón.

Había hecho que una excentricidad me tuviera miedo.

“¿Y a quién le importa eso? ¿De dónde has venido, y cómo has entrado…?”

“¿A quién le imporrrta-nyah? ¿Qué estás maullando, humano? ¿Qué en este mundo es más
grande que tú pasando tu lengua por todo el escritorio de mi ama-nyah?”

“¡No tengo ni idea de lo que estás hablando! Di lo que quieras, ¡no voy a admitir nada en el
tribunal! ¡Así que a quién le importa eso! ¡¿De dónde has venido y cómo has entrado?!”

“¡Nya-jajaja! ¿Qué eres, estúpido? Los gatos tenemos la patente de andar a hurrrtadillas sin
hacer ruido… así que pude ver bien lo perverrrtido que eres-nyah.”

“……”

Bueno.

Parecía inútil hacer a una excentricidad preguntas como dónde, cómo y por qué…

Levantarme del escritorio… no era algo que me apeteciera hacer.

Un encuentro repentino.

Un encuentro repentino con el Gato Afligido.

Pero… fue como si la forma en que entró en escena fuera demasiado para mí, y no pude ajustar
mis emociones.

No parecía una batalla.

Y… de todos modos, sabía que no tenía ninguna posibilidad contra el gato. No sólo en una
pelea, sino incluso para defenderme. Todo lo que podía hacer era permanecer tranquilo. Si yo
fuese Oshino, entonces tal vez… no, incluso Oshino estaba perdido.

Como mínimo, el hecho de que el Gato Afligido estuviera aquí conmigo significaba que
Oshino no había sido capaz de producir resultados entre el momento en que me separé de él
la noche anterior y ahora.

Así que, en el transcurso de esa noche.


¿Cuántas veces había perdido Oshino?

“¿Hrmm? ¿Qué está pasando aquí? No pareces muy hostil… humano-nyah.”

“Sé que no sería capaz de ponerte un dedo encima… gato. Y no es que vayas a quitarme la
vida, ¿verdad?”

“Eso es algo que tengo que pensarrr-nyah.”

El Gato Afligido sonrió.

Con la cara de Hanekawa.

Sonrió… de una manera que Hanekawa nunca lo haría.

Aun así… esto era Hanekawa.

El lado oscuro de Hanekawa Tsubasa.

“Mi drenaje de enerrrgía no es una habilidad, es parte de mi carácter, nyo… una parte que dice
que un movimiento de mis dedos puede afligir. No es algo que pueda controlarrrr. Puedo ir
con cuidado con alguien, pero no lo hare-nyah. Puede que no quiera matar a alguien, pero es
completamente posible.”

“Eso sigue siendo mejor que el hecho de que muerdas y arañes a la gente nada más verla. Si
lo hicieras, se acabaría todo para ellos.” Comenté, haciendo ademán de proteger mi hombro
izquierdo.

Esto era sólo una bravata.

Estaba poniendo una fachada.

Me hacía el duro… para no mostrarle mi debilidad.

“Hmph. Así que eres un vampiro.” Dijo el gato. “Pero para morderrr tu anzuelo, normalmente
se supone que soy el tipo de excentrrricidad que ni siquiera puede dar pelea-nyah… sin
embargo, gracias a mi ama, su estrategia y tácticas, mi existencia ahora es lo suficientemente
poderosa como para aplastar incluso a un experrrto y profesional. No puedo sino sentirrr
verrrdadero agradecimiento-nyah.”

“……”
“No soy el tipo de excentrrricidad que devuelve favores. De hecho, soy del tipo que dispensa
malicia a cambio… pero sólo porrr esta vez, siento tanto agradecimiento que no me imporrrta
pagarle-nyah.”

El tipo de excentricidad que devolvía los favores con malicia… eh.

Qué expresión tan agradable. Pero era cierto.

Respondí: “Sí, he oído que los gatos tienen un sentido de la lealtad sorprendentemente fuerte.
Como el gato vampiro de Nabeshima… dicen que se convirtió en yokai para vengar a su amo.
Dicen que los perros se encariñan con los humanos mientras que los gatos se encariñan con
las casas, pero lo dudo un poco.”

“¿Un gato vampiro? ¿Sabes si podía volarrr?”

Nyah-jajaja, se rió el Gato Afligido.

Hmm.

La Hanekawa que yo conocía nunca haría una broma tan básica e insulsa como esa.

Era el tipo de persona que te sermonea por un chiste malo.

El reverso de Hanekawa, ¿eh?

Su reverso… su lado oscuro.

“Por supuesto, aunque ambos tenemos la capacidad de drenar energía, los Gatos Afligidos y
los vampiros no se parecen en nada.” Dije. Sólo estaba repitiendo a Oshino, por supuesto. “Los
vampiros drenan energía para alimentarse… mientras que los Gatos Afligidos drenan energía
para maldecir.”

“Hm-nyah. Bueno, sí.”

“Lo que no entiendo es por qué atacas a la gente sin razón. Si estamos hablando de tipos de
excentricidades, ¿no se supone que los Gatos Afligidos no atacan a la gente?”

“……”

El gato… se calló.

No parecía que fuera a darme una respuesta sincera.


En realidad, ¿era siquiera una conversación si no ibas a responder a las preguntas que no
querías responder o a decir cosas que no querías decir? No parecía que hubiera ningún tipo de
comunicación. Nuestras palabras llegaban al otro, pero probablemente no su sentido.

Es cierto que se podría decir lo mismo de las conversaciones entre humanos, pero lo que le
había preguntado era lo único que esperaba sonsacarle… No quería desperdiciar nuestro
encuentro fortuito en esta aula.

… Espera.

¿Fue un encuentro casual?

Parecía que encontrármela en nuestra clase significaba algo completamente diferente a


encontrármela cerca de su casa…

“Oye, gato. ¿Estás…?”

“No es propio de mí hacerrr este tipo de cosas-nyah.” Dijo el Gato Afligido, con notable
molestia.

Tenía las piernas cruzadas como si no pudiera molestarse más.

No era el momento de tener esos pensamientos, pero cielo bendito, las piernas de Hanekawa
eran largas.

Pude ver lo largas que eran ahora que no llevaba falda. Sus piernas desnudas se veían hasta
arriba.

A pesar de ser más baja que yo, podría ser la que tiene las piernas más largas.

Oh, quería lamer cada centímetro de ellas.

Eh, espera. No, eso no es lo que quería decir.

Quería mirarlas como si las lamiera.

… ¿Es un mal intento de suavizar las cosas?

“Ahora mismo se podrrría decir que estoy ignorando el papel que se supone que debo
desempeñarrr como Gato Afligido-nyah… Me he salido completamente del perrrsonaje.
Bueno, supongo que todavía estoy en el perrrsonaje, pero no hay que negar la existencia de
irregularidades-nyah.”
Por supuesto, nyoh soy yo quien es irregular.

Es mi ama-nyah…

Dijo el Gato Afligido.

Cuando lo pensé… Oshino había dicho algo similar.

“Así nyoh… es como actuó.”

“……”

“Nyah. Me desahogo, eso es todo goro-goro.”

“¿Eh?”

“Por qué estoy atacando a la gente-nyah. Querías saberrr por qué voy por ahí drenando
indiscriminadamente la energía de todos los que veo-nyah. Así que te lo dije… sólo me
desahogo. ¡Como tocar un timbre y correr! ¡O hacer un grafiti en una pared! ¡Es lo mismo que
eso!”

En otras palabras.

Lo hice porrrque estaba de mal humor.

El único prrropósito era aliviar el estrrrés-nyah…

El Gato Afligido… me reveló esto con una sonrisa de dolor en su rostro.

¿Qué?

¿Qué acaba de decir?

“¿Lo haces para… aliviar el estrés? Eso es… ¿Qué? Espera… ¿qué quieres decir?”

“Todo esto significa prrrecisamente lo que tú crees que significa-nyah… te has asomado al
interior de esa casa, ¿nyoh es así?”

“Quieres decir…”

“La casa de mi ama. Entraste, ¿nyoh? Lo note… los gatos tienen muy buen olfato-nyah.
Cuando volví a la casa para cambiarrrme, estaba llena de tu olorrr.”

Nyah, pequeño acosador desviado… dijo el gato como si supiera de lo que hablaba.

¿Volvió para cambiarse?


Oh, sí que lo había hecho. Seguía vestida de negro, pero su ropa interior era diferente a la que
llevaba cuando nos encontramos el veintinueve, o técnicamente el treinta.

¿Qué grado de atención tenía mi cerebro?

¿Cómo no me di cuenta? Fue vergonzoso.

Por supuesto que no iba a ir por ahí durante dos o tres días con la misma ropa interior. Bueno,
es cierto, a un gato nunca se le ocurriría cambiarse de ropa… ¿era esto una prueba de que aún
quedaba bastante de la conciencia de Hanekawa como chica de instituto?

¿Algo como su Hanekawacidad?

Ahora que sabía que quedaba algo de ella en el gato… me sentí aliviado.

Querer cuidar su aspecto personal era… un sentimiento muy normal para una chica.

Claro, llegamos tarde… pero no demasiado.

Todavía podríamos recuperar a Hanekawa.

Quedó toda esa conciencia.

La inconsciencia de Hanekawa.

… No, si consideráramos el peor de los escenarios, tal vez Oshino hubiera luchado contra ella
la noche anterior y hubiera recibido una derrota decisiva, en ese caso todo ha terminado, pero
ese no parecía ser el caso al ver cómo actuaba el gato.

¿Qué fue?

Espera, no. Eso es lo que era.

Por supuesto.

Su ropa interior no era lo único que había cambiado entre el veintinueve y ahora.

El Gato Afligido se había sentido casi demoníaco, violento… más como un tigre que como un
gato, pero el filo se había desvanecido, parecía más apacible.

……

Se había liberado… ¿de su estrés?


“Mi ama pasó quince años en esa casa, en ese hogarrrr… puedes imaginarrr lo aplastada que
debió sentirse por esa presión, ese peso, ¿nyoh? ¿Cómo no te das cuenta de lo acosada que se
sentía? Y se desahoga gastando bromas a los ciudadanos de a pie-nyah. Hago que se sienta
mejor causando problemas a extraños al azar. Eso es todo lo que es… no tiene nada que verrr
con aflicciones o maldiciones ni nada-nyah.”

“Nada que ver con eso…”

Pero eso… ¿no era así?

¿Es algo que haría una excentricidad?

Las excentricidades siempre fueron fieles a su carácter… básicamente tuvieron que hacer lo
imposible para ignorar quiénes eran, al igual que con esa vampiresa…

Lo imposible. Una excentricidad que inmola su naturaleza… era todo menos imposible.

“Te diré una pequeña cosa… sobre esos dos.” Ofreció el gato. “Como soy una excentricidad
que posee a la gente, me he apoderado del cuerpo de mi ama-nyah… en otras palabras, de su
cerebro. Y por eso comparrrto sus conocimientos.”

Eso es lo que había dicho Oshino: era muy difícil lidiar con esta excentricidad porque
compartía los conocimientos de Hanekawa. Por eso teníamos tantos problemas.

“Yo sé… como mi ama pasó esos quince años en esa casa-nyah.”

“……”

Ella lo sabía.

Ella sólo sabía… lo que sabía.

“Por supuesto, yo sólo poseo el conocimiento-nyah. Apenas sé cómo se sentía. Mi ama


tampoco era de las que llevaban un diario… tal vez un diario durante las vacaciones de verano
para la escuela-nyah, pero todas las entradas terminaban con la misma línea final, ‘Hoy me
divertí’.”

“Ella se divirtió…” ¿En esa casa? ¿Qué podría haber sido divertido en ella? “Es… imposible
que eso sea cierto.”
“Nyope. Eso es lo que yo también pienso… en su mayorrr parte, sólo soy tan inteligente como
un gato medio. Ese es el tipo de personaje que soy… pero hasta yo pude darme cuenta de eso-
nyah. Así que… decidí ayudar a deshacerrrme del estrés de mi ama.”

“Pero… si ese es el caso, por qué hay necesidad de que vayas por ahí atacando a gente al
azar…”

“Lo siento. Esa es la única manera en que sé cómo hacerrrlo-nyah…”

Es divertido ser malo.

Es divertido crear problemas a completos desconocidos.

“No estoy siendo racional, no estoy siendo irracional-nyah… pero ¿no crrrees que me he
calmado un poco, considerando que soy su perrrsonalidad invertida e indecente? Al menos
comparando con cuando te arranqué el brazo-nyah.”

“Sí, estaba pensando en eso.”

“¿Verrrrdad? Así que mis métodos son efectivos-nyah.”

Lo que significa que no tienes que preocuparrrte, dijo el gato.

“Sólo necesito atacar a otrrras quinientas personas… y mi ama estará libre de estrés. Entonces
mi papel de excentricidad estará cumplido, le habrrré pagado y desapareceré-nyah… porrr
supuesto, como mi inteligencia, mi hábitat es el mismo que el de un gato medio. Quinientos
no será cosa fácil. Pero debería ser capaz de ocuparrrme de todo en otro mes o así-nyah.”

“… Un mes.”

“Sí. Así que dile a ese tipo de la camisa hawaiana que se aparrrte de mi camino. No entiendo
lo que está trrratando de hacerrr, pero quiere salvarrr a mi ama, ¿verdad? ¡Entonces que me lo
deje a mí-nyah!”

Ese… no parecía ser el motivo de Oshino.

No pensaba en lo mucho que quería salvarla.

Incluso si se descuenta la perspectiva única que aportaba a las cosas como profesional… no
era el tipo de persona que creía que podía salvar a otra persona.

La gente.
La gente va y se salva a sí misma… esa era su filosofía como ser humano.

… Pero este gato probablemente no era lo suficientemente inteligente como para entender tal
explicación.

No podíamos entendernos.

Un humano y una excentricidad… no podían entenderse.

“Se podría decirrr que soy una excentrrricidad que es una perrrsonalidad que se manifestó
fuera del estreeés de mi ama. Una nueva raza, soy diferente del llamado ejemplo de librrro de
texto de un Gato Afligido… ningún movimiento de un especialista funcionará conmigo.
Ninguno de sus exorcismos, exhortaciones o exculpaciones va a hacer nada-nyah. Dile que
sólo me está estorbando. Todas esas cosas inútiles que está haciendo sólo me hacen perder el
tiempo-nyah.”

“¿Así que quieres que dejemos a Hanekawa en tus manos?” Pregunté, guardando silencio
sobre la personalidad de Oshino. “Pero, ¿por qué ibas a ir tan lejos? ¿No eres como un espíritu
maligno que ha poseído a Hanekawa? ¿Por qué hacer algo activamente por su bien?”

“¿Cuántas veces tengo que decírrrtelo? No es propio de mí, pero le estoy pagando-nyah…”

El Gato Afligido sonrió… y se puso de pie.

O más bien, se movía de la silla al escritorio… a cuatro patas, estirando la espalda como si no
le importara cómo se presentaba ante mí.

“… Pero tú sabes, todo eso es una mentira-nyah.”

Y luego.

Una vez que terminó de estirarse, continuó: “No puedo ignorarrr la parte de mi carácterrr que
dice que soy un gato desagradecido. Así son las excentricidades-nyah… como un vampiro
tiene que chupar sangrrre. Así que no estoy haciendo esto para recompensarla… porque
realmente, lo único que tengo que agradecerrrle es este conocimiento que me dio-nyah.”

“¿Eh?”

¿Qué estaba diciendo?

Había sido atropellado por un coche y estaba muerto en la calle… y Hanekawa lo había
enterrado. Y se había aprovechado de esa compasión y bondad, por lo que pensé que…
“Nyope, eso no es… cierto, esas fueron sus acciones ese día-nyah. Estaba tendido en el camino
cuando mi ama me rrrecogió, me llevó a un lugar con una vista maravillosa y me enterró. Todo
eso es correcto-nyah. Fue exactamente como lo viste desde tu lado… oh, y por cierrrto, no
estás afligido porque sólo estuviste al lado de mi ama y sólo ayudaste a cavarrr un agujero. No
pusiste un dedo sobre mi cadáverrr. Supongo que hace falta valorrr para tocar un cadáverrr, ya
que podrías quedar maldito o algo así, y en realidad, lo estarías-nyah.”

“Oh… Bueno sí, admito que estaba asustado. Pero precisamente por eso me parece tan
increíble que Hanekawa lo hiciera sin aparentar la más mínima preocupación… y mira cómo
se lo devolvieron, con una maldición. ¿No le salió el tiro por la culata por actuar de forma
amable?”

“Nyo, ahí es donde te equivocas.”

Si hubiera detenido a Hanekawa en ese momento, aunque probablemente no hubiera podido,


nada de esto habría ocurrido… o si hubiera sido yo quien llevara el cadáver del gato en lugar
de estar asustado…

Al oírme decir eso con pesar, el gato respondió: “Mi ama… no sintió ninguna simpatía por
mí-nyah.”

“……”

“Mi ama no sentía la más mínima pena por mí… no había ni una pizca de bondad en ella.
Como una excentricidad que trabaja aprovechando esos sentimientos, puedo asegurarlo.”

Nyah.

El Gato Afligido terminó de hablar con lo que sonó como un ruido extra… tal vez ese era otro
de sus rasgos de carácter.

Se ha añadido para el factor moe.

Sin embargo, era bastante adorable.

Pero el lado de Hanekawa que la excentricidad expuso con ese factor… el lado oscuro de
Hanekawa.

Era tan negro.

Tan manchado.
Es tan… grotesco.

“Estaba muerrrto en la calle, y mi ama me hizo un servicio como si fuera una tarea rrrutinaria…
ni una emoción dentro de ella. Como si no se compadeciera de mí en absoluto-nyah. Así que
ella no tenía ninguna oporrrtunidad para que yo me aprrrovechara en absoluto…”

“No, pero Hanekawa…”

“El único deseo de mi ama es ser una chica normal-nyah.” Dijo el gato. “Es su deseo más
íntimo… pero la idea de norrrmalidad de mi ama es ser ético. Mi ama quiere hacerrr lo
correcto. Si ve un gato muerrrto en la calle, lo entierra… supongo que eso sí es lo correcto-
nyah. Una ley, incluso. Una fórrrmula. Mi ama siguió esa ley y fórmula… eso es todo.”

“……”

El impacto, de las palabras del gato, su peso… no había nada que pudiera decir en respuesta.

No.

En cualquier caso, no pude responder.

Durante todo este tiempo había sabido lo inusual que era Hanekawa Tsubasa cuando se trataba
de seguir las reglas y normas al pie de la letra… conocía sus valores.

Conocía su ética y, para ser sincero, había algo que no funcionaba.

El gato había utilizado palabras como rutina, tarea, ley, fórmula… pero yo diría precepto.

Una adhesión a los preceptos nacida de un modesto orgullo… no quería que nadie pensara que
se había desviado del camino debido a su peculiar educación… sin embargo.

“Ninguna persona ‘normal’ podría atenerse a tales preceptos.” Dije. “A la mayoría de la gente
no se le ocurriría enterrar a un gato callejero muerto aunque sea lo correcto y lo bonito. Bueno,
puede que lo piensen… pero no lo harán. A la gente le da demasiada vergüenza incluso ceder
su asiento a una anciana en el tren.”

A lo sumo, estaba al servicio de pretender ser algún defensor de la justicia como con las Fire
Sisters… lo mejor que podías hacer era jugar a ello.

Incluso mis hermanas pequeñas dejarían de divertirse y jugar cuando empezaran la escuela
secundaria.

Incluso a ellas.
Se convertirían en chicas normales.

Algo en lo que Hanekawa nunca podría convertirse… una chica normal.

“Ya sea en términos de temperamento o de habilidad… no debería ser capaz. Pero Hanekawa
lo consigue.”

“Sí. Mi ama lo hace… desapasionadamente-nyah. Puede ser perrfectamente ética sin un


pensamiento en su cabeza, como un máquina. Eso es inusual, y lo digo como un gato que ha
tenido unos cuantos funerales-nyah. Por eso… sentí que quería salvarrrla. En otras palabras,
todo esto es un caprrricho. Como un gato de verdad, ¿nyoh?”

El Gato Afligido levantó su mano izquierda para posar como un Gato de la Suerte… como
una broma.

“Así que mejorrr dile, a ese tipo de la camisa hawaiana, que me ignore. Sólo soy un gato
haciendo bromas-nyah. A nyoh ser que quiera que le acusen de abuso animal… porque lo
estoy pasando por alto.”

“¿Qué quieres decir?”

“¿No es obvio? Si yo… bueno, si mi ama fuera rrrealmente seria en cuanto a lastimarrrlo,
podrrría haberlo matado la primera vez que nos encontramos. Voy a ser suave con él porrrque
mi ama lo conoce… y tú, bueno, no parece que vayas a hacerrr nada.” Dijo el gato, saltando
del escritorio… sólo estaba a unos 60 centímetros del suelo, pero se las arregló para girar antes
de aterrizar. “Has hecho lo corrrrecto. Si te prrreocupas por mi ama-nyah, lo correcto es nyoh
hacer nada… nyoh es que quieras morir, ¿verdad?”

Me dio la espalda y empezó a caminar hacia la puerta con pasos silenciosos… Dicen que las
almohadillas de los pies de los gatos son las que les permiten moverse sin hacer ruido, pero
no era que las suelas de Hanekawa se hubieran transformado para que ahora las tuviese.

O.

¿Era… parte de su carácter?

Su carácter… que trasciende la teoría, la razón, la física y la ética.

Esto era mucho más que un gato con botas.

“Adiós. Ya sabes… haz lo posible por tenerrr una buena vida, humano-nyah.”
Y con eso.

El Gato Afligido salió del aula al pasillo…

“¡Espera!”

Hasta que.

Lo detuve sin pensarlo.

¿Hm? Dijo el gato, girando el cuello y nada más… literalmente una belleza mirando hacia
atrás, como en un grabado en madera.

No, su expresión era demasiado desconcertante para eso.

“Si dices que tu objetivo es deshacerte del estrés de Hanekawa… es imposible.”

“¿Eh? ¿Por qué-nyah?”

“Bueno… Los padres de Hanekawa son la causa de ese estrés, ¿no? Así que incluso si te las
arreglas para deshacerte de todo su estrés, éste empezará a acumularse de nuevo una vez que
regrese a casa.”

Ahora mismo esos dos podrían estar en el hospital… pero no estarían allí para siempre.

Con el tiempo.

Iban a volver… a esa casa sin lugar para su hija.

“Puede pasarse un mes atacando a quinientos desconocidos como alivio del estrés, pero al
final volverá al punto de partida.”

“Hmm. Bueno, sí-nyah. En ese caso.”

El gato miope y superficial asimiló lo que le había señalado, y entonces… las vacaciones de
primavera…

Exactamente como la vampiresa había hecho tantas veces… una horripilante sonrisa apareció
en su rostro.

“Entonces tendré que hacerrrles tanto daño con esto que no querrán volver nunca más-nyah.”

Y ella… me mostró las garras de su mano derecha.

Parecía que podían matar.


Esas cinco garras afiladas parecían poder apuñalarte hasta la muerte.

“Esta vez voy a hacer algo más que drenar su enerrrgía. Voy a responderrrr a la violencia
doméstica con violencia doméstica… si eso es lo que quiere mi ama-nyah.”

“¡Eso…!”

Hanekawa… ¡no querría eso!

Me levanté de la silla tan rápido que casi la pateé a un lado… antes de acercarme al Gato
Afligido.

No, antes de que intentara acercarme.

Justo cuando intenté agarrar su hombro… de alguna manera me obligué a parar.

“Nyah, eso es lo correcto. Un solo movimiento y estarás afligido… porrr eso me llaman Gato
Afligido. ¡No te acerques, no toques-nyah! Ni un dedo. No deberías tenerrr nada que ver
conmigo… y probablemente con mi ama.”

“Espera, gato, tú…”

“Adiós. Que tengas una vida feliz-nyah.” Volvió a decir.

Y entonces el Gato Afligido se fue, esta vez de verdad… ni siquiera se molestó en mirar atrás.

“……”

Me había quedado solo en el aula.

Me retiré al asiento de Hanekawa, puse la silla que había derribado sobre sus patas y me senté
de nuevo en ella.

Entonces, al igual que había hecho antes de que apareciera el gato… apoyé todo mi peso en el
escritorio.

El Gato Afligido ni siquiera me había tocado.

Pero estaba cansado… agotado.

“Ah…”

Murmuré.

Débilmente.
Me aseguré de que no hubiera nadie más cerca… no, probablemente habría murmurado lo
mismo aunque hubiera habido alguien.

Tuve que murmurarlo.

El sentimiento parecía brotar de mí.

“No es bueno. Realmente… amo a Hanekawa.”

Tenía que ponerlo en palabras.

Tuve que darle forma.

“La quiero tanto que ni siquiera me atrevo a tocarla.”

Ni un dedo.

Lo máximo que pude hacer fue frotar mi mejilla contra su escritorio como estaba haciendo.

No fue por lo que pasó en las vacaciones de primavera.

No era ninguna gratitud lo que sentía por haber sido salvado.

No fue porque fuera bonita, y definitivamente no fue por lástima.

No había ninguna razón.

La quería.

Pensando que la amaba.

Sintiendo que la amaba.

Sabía que la quería.

“Es tal como dijo Tsukihi.”

Y luego.

Seguí murmurando para mis adentros.

Sin dudar, sin pensar.

“La quiero tanto que no puedo soportarlo… pero estos sentimientos no son un romance.”

Seguí murmurando… mientras tomaba una resolución.

He rehecho una resolución.


Seguramente estaba grabado en piedra desde el principio.

Estaba decidido, inmóvil… y sólo ahora me había dado cuenta.

Mis sentimientos por Hanekawa se habían descontrolado tanto…

Que habían ido más allá del romance.

La idea de pasar mi vida con ella me parecía débil.

“Quiero decir, siento que quiero morir por ella.”


011

Si quieres saber cómo pasé el resto de mi Semana Dorada, todo el tiempo fue de manos y
rodillas.

Desde mi encuentro fortuito con el Gato Afligido en la escuela el tres de mayo hasta el último
día del fin de semana largo, el domingo siete de mayo, el presente, me arrastré por el suelo.

Puse mi corazón y mi alma en postrarme.

Casi cinco días, si estás contando. Si lo quieres en horas, no podría darte un número exacto,
pero alrededor de cien.

Ese fue el tiempo.

Cuánto tiempo pasé postrado, sin comer, sin beber, faltando a las clases de los sábados, sentado
inmóvil, sin levantar la cabeza ni una sola vez, como si fuera de piedra, como una estatua
tallada.

Sucede todo el tiempo.

No es nada que merezca la pena mencionar en particular, el tipo de cosas por las que todo el
mundo debe pasar una o dos veces en la vida, pero así es como pasé el resto de mis vacaciones.

Sinceramente, rezaba para que no nos dieran algún tipo de tarea una vez que volviéramos a
clase del tipo: “Escribe una redacción sobre cómo has pasado tu Semana Dorada”.

No, eso no sucedería. Yo no estaba en la escuela primaria… y aunque supiera que nos darían
una tarea como esa, estoy bastante seguro de que habría pasado mi Semana Dorada
exactamente igual, en la misma postura.

Lo siento mucho por todos aquellos que se dejaron llevar por mi inquebrantable resolución en
el aula vacía para esperar una magnífica batalla entre el Gato Afligido y yo, pero por desgracia,
conozco mis propios límites.

Estaba al tanto de ellos.

Yo era muy consciente de ellos.

Aunque, gracias a la liberación de todo ese estrés atacando a la gente, el Gato Afligido no era
tan feroz como cuando nos conocimos… un “humano” como yo seguía sin poder aspirar a
luchar contra él. Era evidente que yo no era rival.
¿Cómo podría ganar?

¿Contra alguien que ni siquiera Oshino pudo vencer?

Me mataría, yo moriría, todo acabaría.

Quería morir por Hanekawa… pero eso también significaba que no quería morir si no era por
ella.

No iba a morir en vano.

No iba a morir como un perro.

Si tuviera que decir cómo iba a morir… quería morir como un gato.

Y así, mientras Oshino y el Gato Afligido iban por toda la ciudad atacando y salvando a la
gente, enzarzándose constante e incesantemente en batallas de superpoderes al estilo onmyoji,
yo ponía todo mi cuerpo y mi alma en una dogeza a toda velocidad.

Si te preguntas ante quién me estaba postrando.

Eso, de nuevo, no merece ninguna mención especial. Alguien ante quien cualquier chico habrá
agachado la cabeza cuando haya terminado la pubertad, esté o no en mi situación. En otras
palabras, una niña de ocho años.

Una niña de ocho años.

Una vampiresa de sangre de hierro, de sangre caliente, de sangre fría.

Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade… su cáscara y remanente.

Una chica rubia ex-vampiro.

Así que, para preparar la escena, me encontraba a cuatro patas de forma muy masculina frente
a una pequeña vampiresa con el ceño fruncido que estaba sentada con los brazos alrededor de
las rodillas en una habitación de la cuarta planta de la escuela de preparación abandonada.

……

Si se me permite, estoy seguro de que no lo mostrarán en ninguna adaptación del anime.

¿Qué puedo decir?


Nunca una escena había renunciado tan decididamente a cualquier franquicia mediática… pero
en ese sentido, sí que parece que todo está fuera de lugar desde que mi hermana pequeña y yo
nos enseñamos la ropa interior.

Como si fuera una larga y negra tarjeta de presentación.

“¿Qué demonios estás haciendo, Araragi-kun?” Me preguntó Oshino. “Escucha, arriesgar tu


vida y no importarte si mueres son dos cosas diferentes… y aquí pensé que habías aprendido
eso en las vacaciones de primavera.”

No había ni siquiera una pizca de la habitual inflexión sarcástica o irónica en su voz. Ni


siquiera estaba siendo frívolo o desconsiderado, su frase simplemente sonaba normal.

Pero esas fueron las únicas palabras que me dirigió durante esos cinco días… regresaba al
edificio para curarse cada vez que terminaba un combate contra el Gato Afligido (y si tengo
en cuenta que cada vez que terminaba de descansar se preparaba para el siguiente combate y
salía enseguida, probablemente estaba pasando todo ese tiempo sin hacer nada más que perder
a su manera), pero se calló una vez que se dio cuenta de lo que intentaba hacer. Nunca dijo
una palabra, ni siquiera cuando pasó por detrás de mí.

La vampiresa estaba tan silenciosa como siempre.

Y yo… también estaba en silencio.

Mantuve mi silencio… no había nada que pudiera decir.

Y, de todos modos, no me estaba postrando para suplicar… aunque no diré que mis acciones
estaban totalmente libres de tales designios, tenía la cabeza en el suelo como disculpa.

Sé que es tarde, pero lo siento.

Siento pedirte ayuda después de todo este tiempo.

Me estaba disculpando con todo mi corazón.

De verdad.

Era un acto realmente desvergonzado… No podía culpar a Oshino por quedarse boquiabierto.

Pero estaba dispuesto a bajar mi cara hasta al punto de que esta raspara el suelo.

Lo sabía.
Sabía perfectamente… lo que estaba haciendo.

Qué egoísta era.

Qué egocéntrico era.

Lo autocomplaciente que era… lo sabía.

Aunque Oshino se quedó en silencio, no intentó detenerme.

Podrían haber sido sus valores como equilibrador. O tal vez una pequeña parte de él entendía
cómo me sentía.

Puede que incluso haya simpatizado conmigo.

… No, no creo que lo haya hecho.

Estaba buscando la manera de salvarme por mi cuenta… y no era su deber, ni tenía derecho, a
detenerme. Eso debió ser todo.

Pero, Oshino.

Entiende esto.

No requiero tu simpatía, y definitivamente no requiero tu consentimiento… pero sólo quiero


asegurarme de que no malinterpretes esta cosa.

No estaba arriesgando mi vida en lo más mínimo… y a casi ninguna parte de mí le daba igual
morir.

No era capaz de sacrificarme como Hanekawa podía… morir por el bien de un amigo, tal y
como dictaban los preceptos que ella misma había grabado.

Yo puramente…

Simplemente tenía un deseo egoísta en mi corazón de morir por Hanekawa.

Llámalo frustración.

No pensaba en lo que debía hacer o en lo que tenía que hacer… Sólo quería hacerlo.

Y luego.

El siete de mayo, justo después de que el sol se pusiera por completo, nuestra escena totalmente
congelada vio movimiento… de repente y sin previo aviso, la pequeña vampiresa que, como
yo, pasó cinco días inmóvil como si estuviera petrificada mientras yo me postraba ante ella,
se levantó… y pisó la parte posterior de mi abyecta cabeza con su pie desnudo.

También ocurre todo el tiempo.

Si vives el tiempo suficiente, cualquiera, ya sea hombre o mujer, está obligado a experimentar
que una niña te machaque la cabeza con su pie. Y si aún no te ha ocurrido, sólo tienes que
esperar.

Que te pise tu hermana pequeña, que te pise un gato, que te pise un demonio.

La vida consiste en ese tipo de experiencias.

Justo cuando noté que la chica vampiro quitaba su pie de la parte posterior de mi cabeza,
aprovechó su impulso para patear mi cara en el suelo.

Incapaz de quedarme quieto, me di la vuelta, aún en la misma posición… Aprendí lo que era
ser una tortuga de espaldas.

Mi espalda se golpeó contra el suelo.

Y mi postura, intacta durante cinco días… fue alterada.

El equilibrio por fin se había roto.

Desplazado por la niña.

Ahora estamos explorando los límites exteriores, pero sí… sucede todo el tiempo. Comparado
con algo como el Big Bang, definitivamente sucede todo el tiempo.

Pero.

Aquí… es donde no pasa nada.

Nunca. El primero y el último de su clase.

No está sucediendo.

“…… Nkk.”

Me había levantado para volver directamente a postrarme, impertérrito, pero lo que vi fue a
ella erguida, con la boca abierta de par en par, y pareciendo que iba a sacarse la lengua… la
vampiresa sacó una katana escurridiza del fondo de su garganta casi como si fuera una especie
de mago antiguo.
Una larga… katana.

Claramente más larga que la altura actual de la pequeña vampiresa.

Una oodachi, si es que hay que clasificarla.

Ya había visto esta espada una vez… sólo una vez durante las vacaciones de primavera.

Heart-Under-Blade.

Un corazón… bajo la hoja.

La única arma que ella, la más fuerte, empuñaría, y el origen de su nombre…

La hoja encantada Kokorowatari.

También conocida como la Asesina de Excentricidades… una espada sin vaina.

No necesitaba ninguna vaina.

¿Por qué una hoja destinada a cortar una excentricidad tras otra necesitaría ser contenida por
algo así…?

“¡!”

Y luego.

Tomó su espada, esa prueba de su identidad no muy diferente a una placa de identificación, la
espada encantada que era sus recuerdos irremplazables dados forma, y la lanzó contra mi
pecho como una simple ramita.

¿Cómo iba a recibirla?

La hice rodar en mis manos y apenas logré sostenerla. De alguna manera no la dejé caer.

Levanté la vista, aliviado… y la pequeña vampiresa ya había vuelto a su antigua postura.

Sentada con los brazos alrededor de las rodillas, frunciendo el ceño.

……

Me di cuenta de que había perdido la oportunidad de ver su expresión cuando me pisaba o me


pateaba… naturalmente, ya que todo el tiempo estuve mirando al suelo.

Tampoco tenía ninguna expresión mientras expulsaba la hoja encantada… pero bueno.
Tuve una idea.

Desdén, desprecio, algo así.

Lo que sea.

No importaba lo que fuera… no habría sido esa sonrisa horripilante que llevaba durante las
vacaciones de primavera.

Podía parecer tan cómico y risible como quisiera.

La chica vampiro no iba a sonreírme… y menos ahora.

Aun así.

Me enfrenté a ella de nuevo… y profundamente, disculpándome… me postré.

“Sabes, he querido decir esto desde el principio.” Dijo una voz.

Como si hubiera estado esperando el momento… como si lo hubiera visto venir.

Una voz vino de detrás de mí.

No había pasado mucho tiempo desde la última vez que la escuché, pero fue agradable volver
a oírla.

Me giré para encontrar, lo has adivinado, a Oshino Meme.

“Tu estilo de dogeza está mal, Araragi-kun.”

“¿Eh?”

“Eso es más bien una reverencia de la ceremonia del té. Es como si estuvieras haciendo la
petición más educada del mundo o algo así…”

Ja, ja, Oshino se rió alegremente.

Aunque se reía, su camisa hawaiana estaba de nuevo cubierta de arañazos… los peores que le
había visto hasta ahora. Estaba en tan mal estado que habría sido mejor luchar contra cien
gatos a la vez.

En mi opinión, no debería haberse reído.

“Oh.” Dije. “Estaba usando como referencia a una estudiante de escuela media en el club de
té… Puede que lo haya aprendido mal.”
“¿Haces que una estudiante de escuela media del club de té se incline ante ti? Estás metido en
un lío.”

“No fue por diversión. Y de todos modos, me gusta más estar en el extremo de dar que en el
de recibir… estos cinco días fueron bastante satisfactorios.”

“Hmph. ¿Y ahora tienes la hoja encantada Kokorowatari? Eso es impresionante… ni siquiera


yo esperaba que nuestra Vampiresa-chan cambiara de opinión.”

Debería felicitarte, añadió.

Sin embargo, no parecía haber nada de felicitación en él. Ni lo más mínimo.

Pero probablemente tampoco estaba siendo mezquino… por lo que parece él mismo estaba en
una situación muy difícil.

La opinión profesional de Oshino sobre lo que iba a hacer había cambiado.

Lo que intentaba hacer… ya no se interponía en su camino.

En absoluto.

“Sobre los padres de la Representante de Clase-chan.” Comenzó Oshino, como si no fuera


nada importante. “Ya han salido del hospital.”

“¡…! ¿De verdad?” Me sorprendió.

Pensé que pasaría mucho tiempo hasta que recuperaran la conciencia después de ver lo
debilitados que estaban… pero no eran buenas noticias.

En otras palabras… ya estaban de vuelta.

En esa casa sin espacio para Hanekawa.

Lo que eso significaba en la práctica… era que si el Gato Afligido volvía para cambiarse y se
encontraban…

“Así que fui a escuchar un poco lo que esos padres tenían que decir.”

“¿Eh?”

“Los visité justo antes de que fueran dados de alta. Entre las peleas contra el Gato Afligido…
pensé que podría obtener algún tipo de pista de ellos. Sin embargo, no lo hice.”
“……”

¿Así que mientras yo me postraba frente a la chica vampiro, él también estaba fuera haciendo
eso? Pero no, cuando lo pensé, ir a visitar a las primeras “víctimas” del Gato Afligido y hablar
con ellas sería parte del proceso normal de Oshino, un procedimiento estándar.

La idea no se me había ocurrido.

Escuchar a los padres de Hanekawa… hablar con los padres de Hanekawa.

Impensable.

No quería escuchar lo que tenían que decir… y tampoco quería verlos.

“No sabían nada. Padres que no saben nada de su hija… pero supongo que así son las cosas
hoy en día. Después de todo, está en una edad difícil.”

“Ella tiene… una situación única en casa.”

“Me lo imagino. Lo sabía… pero aunque no pude sacarles ninguna información que me
ayudara a luchar contra el Gato Afligido, sí escuché un episodio interesante.”

“¿Un episodio interesante?”

“Sí. Probablemente estaban aturdidos cuando me lo dijeron, acababan de recuperar la


conciencia… parecían confundirme con un médico.”

No importaba qué tipo de aturdimiento tuvieras, nadie confundiría a este vejestorio de camisa
hawaiana con un médico.

Debe haber interpretado el papel para crear esa impresión.

“¿Qué es este episodio que escuchaste?”

“La historia de la vez que el queridísimo padre le dio un puñetazo en la cara a la Representante
de Clase-chan.” Dijo Oshino, todavía despreocupado, como si realmente fuera una historia
interesante. “Perdió los nervios y le dio un puñetazo tan fuerte como pudo, con toda la fuerza
de un hombre adulto… lo suficientemente fuerte como para que la montura de sus gafas le
causara un corte. Parece que la mandó a volar contra la pared. Después de todo, ella es un peso
ligero.”

“……”
Me estaba dando los detalles… pero yo no los quería.

Especialmente no desde la perspectiva del atacante.

No quería ni imaginarlo.

“Así que su cuerpo se estrelló contra la pared, y se sentó allí agachada durante un rato con
dolor. Pero, ¿qué crees que hizo después de eso, Araragi-kun?”

“¿Qué creo que hizo? Bueno…”

“La Representante de Clase-chan había recibido un puñetazo de su padre sin ninguna razón,
pero lo único que hizo fue agacharse. Ni siquiera gritó. ¿Qué crees que hizo después?”

No pude responder.

No porque no lo supiera… sino porque la expresión de Oshino, combinado con lo que sabía
de Hanekawa Tsubasa, me decía muy bien lo que iba a pasar a continuación, me delataba.

Sólo pude… desesperarme.

“No deberías hacer eso, padre.” Oshino imitó el tono de Hanekawa… aunque no sonaba nada
como ella. “No debes golpear a las chicas en la cara… al parecer, lo dijo con una sonrisa.”

“¡……!”

No podía soportar escuchar las palabras.

¿Y eso?

¿Es algo que una hija dice después de ser golpeada por su propio padre?

¿Esas palabras?

“Es espeluznante, ¿no es así…? Ella es tan buena que es espantosa. ¿Cómo puedes culpar a su
padre por enfadarse más y volver a pegarle? Es tan santa que si hubiera nacido en el antiguo
Japón, podría haber sido la sucesora de Himiko… sinceramente, hasta yo le pegaría a una
chica así. Da miedo. Más aterrador que una excentricidad. Espeluznante.” Escupió Oshino,
desapareciendo su sonrisa. “Creo que el comentario que a ella se le escapó acerca del trabajo
que su padre se llevó a casa fue el detonante. Pero aunque no lo hubiera hecho, su padre… y
su madre, probablemente querían darle un puñetazo desde hace tiempo.”

“¿Golpearla?”
Su padre. Su madre.

Su hija.

“Debe haber parecido mucho más un monstruo que una hija. Era como si un yokai hubiera
sido arrojado en sus regazos y les hubieran dicho que lo criaran. Hay muchas historias de
fantasmas en las que el hijo de alguien es reemplazado por una excentricidad, pero ella ni
siquiera era su hija…”

“¿De verdad, Oshino?” Interrumpí su discurso. “¿Estás… de su lado?”

“Soy neutral, no tomo partido. En todo caso, todo esto se reduce a bandos… la Representante
de Clase-chan lo hace desde su propio lado, y sus padres también tienen su lado. No hay
manera de que una tercera parte sepa cuál tiene la razón. No… para empezar no hay que tener
razón. No se trata de lo correcto y lo incorrecto, sino de lo que les interesa.”

No había lugar para que yo discutiera con él.

“Esto es un poco cliché, pero cuando ella tiró a sus padres, estaba tirando su conciencia con
ellos. No es una observación particularmente interesante… ja, ja. Sé que te vas a poner del
lado de la Representante de Clase-chan, Araragi-kun, eres su amigo. Pero los amigos de sus
padres se van a poner de su lado de la misma manera. Para empezar, no hay que tener razón.”

Para empezar, no hay que tener razón, se repitió Oshino, insistente hasta la terquedad.

No era necesario que asintiera.

Si alguien tenía razón… era él.

Tenía razón. No había que tener razón.

Pero…

“Aun así, Hanekawa… Hanekawa… tiene razón.”

“Y por eso es tan espeluznante.” Dijo Oshino en el único argumento que había conseguido
esbozar. “Me pongo del lado de la Representante de Clase-chan mientras trabajo en este caso
para poder equilibrar el ecosistema… pero estoy casi en el punto en el que creo que la mejor
manera de equilibrar el ecosistema podría ser dejar que el Gato Afligido se apodere de ella
para que desaparezca.”

“Eso es…” Empecé, pero no fui capaz de argumentar el caso.


No iba a estar totalmente de acuerdo con él… pero no tenía base para rechazar lo que había
dicho.

No tenía nada.

Y si no tenía nada, no podía defenderla.

Pero… Oshino.

Fue ese lado absurdo de ella el que me salvó durante las vacaciones de primavera.

Ella me salvó.

“Eso no quiere decir que los padres de la Representante de Clase-chan tengan nada de loable,
aunque… eso lo pude comprobar en nuestra charla. Estaba claro que han abandonado su papel
de padres. Pero verás, Araragi-kun, no es que no pueda entender por qué se sienten así. Tener
que vivir bajo el mismo techo que alguien tan correcto como ella… y que esa persona sea su
hija… la idea me hace estremecer. Durante más de diez años, vivieron muy cerca de alguien
demasiado correcto para el bien de cualquiera. Me compadezco de los pobres. Estoy seguro
de que lo que les hizo volverse así fue tener que vivir con ella.”

He recordado algo.

La placa de la familia Hanekawa.

Los nombres de sus padres… y un poco alejado de ellos, “Tsubasa”, escrito en caracteres
fonéticos.

Pero.

Al menos al principio, cuando todo estaba empezando… tenían lo mínimo requerido que se
necesitaba para hacer esa placa.

Estaba allí, aunque sólo fuera un poco. La forma de, cómo lo llamarías, cómo debería ser una
familia.

Un drama familiar diurno antes de ser olvidado y arruinado.

Lo que sea que haya precedido a la carcasa en la que se convirtió. Tuvo que haber estado allí.

Al igual que la persona que ahora era partió de Hanekawa… sus padres también debieron
partir de ella.
Vivir con Hanekawa.

Les hizo ser lo que eran ahora.

Y en ese caso.

“Ella siempre les mostraba lo que significaba tener toda la razón, allí a su lado. En otras
palabras… estaban en el infierno, siempre se les mostraba lo feo e inmaduro de ellos mismos.
Era una pesadilla. Casi quiero alabarles por haber aguantado y no haberla golpeado durante
esos más de diez años.”

“Pero, ¿cómo es que algo de eso es culpa de Hanekawa?”

“Es su culpa. Ella es la única persona que ha sido señalada aquí. Los que tienen poder deberían
ser conscientes del efecto que ese poder tiene en su entorno… Yo no llamaría a esto un caso
de gallinas negras que ponen huevos blancos, pero sí se oye hablar de padres que se convierten
en personas rotas después de cargar con un niño prodigio. La Representante de Clase-chan era
completamente inconsciente de eso. Se convenció a sí misma de que era normal. Hizo todo lo
que pudo para convencerse a sí misma. Se esforzó demasiado. Y este es el resultado.”

Aflicción.

Ella había traído aflicción a aquellos que le daban afecto… en plena y gloriosa vista.

“Ella incluso ha retorcido la forma en que una excentricidad, el Gato Afligido, toma forma…
todo en este caso es irregular. Todo es irregular, pero ella es lo irregular aquí. Incluso nuestra
Vampiresa-chan que te ayuda, por mínima que sea su ayuda, se debe a que nos enfrentamos a
la Representante de Clase-chan. Esto, aquello, lo otro, y todo lo demás es culpa de ella.”

“Lo siento, Oshino. Sé que probablemente tienes razón, y sé que está mal decirte esto… pero
no digas otra mala palabra sobre Hanekawa, por favor.” Finalmente había llegado a mi límite.
“Me están dando ganas de matarte.”

“¿Eso que estoy oyendo es simpatía por la Representante de Clase-chan? ¿Lo que siente la
gente normal cuando ve un gato muerto en la calle?” Insistió Oshino. No era el tipo de hombre
que se calla sólo porque le amenace. Era un hombre… que hablaba mucho. “¿Te compadeces
de ella por su maldito nacimiento, su maldita educación y su maldita inteligencia?”

“No. Ni siquiera cerca. No es propio de ti estar tan lejos de la realidad, Oshino.” Tomé la
espada encantada que me había prestado la vampiresa y apoyé su lomo en mi hombro…
haciendo lo posible para resultar genial. “¿Crees que voy a sentir simpatía? Sólo siento una
cosa por las chicas trágicas. Son moe. Todo lo que quiero hacer… es liberar algo de mi propia
frustración.”

Casi me dieron ganas de llorar, pero hice una pose… de lo más pretenciosa.

“Sólo me gusta una estudiante de secundaria en ropa interior con orejas de gato.”
012

La hoja encantada Kokorowatari, la Asesina de Excentricidades… una hoja hecha para hacer
precisamente lo que su nombre sugiere.

Solo excentricidades.

Un arma letal hecha para matar excentricidades y nada más.

Si lo miras al revés, es un arma letal incapaz de matar humanos… no, no sólo humanos. No
puede dañar ninguna criatura viviente que no sea una excentricidad, no puede fracturar ningún
implemento que no sea una excentricidad.

Es una espada renombrada y sin parangón contra una excentricidad, pero es como una hoja
roma contra cualquier otra cosa, y algunos podrían incluso favorecer la hoja roma. La katana
no puede chocar físicamente con nada que no sea una excentricidad, deslizándose y pasando
como un fantasma sin forma.

Por supuesto, la Kokorowatari de la pequeña vampiresa poseía este rasgo porque era,
estrictamente hablando, una réplica, una espada de imitación, el producto de una fantasía
salvaje creada por superpoderes vampíricos y fantásticos. En cuanto a la “verdadera” Asesina
de Excentricidades, como la Zantetsuken de Goemon Ishikawa, parece que no había nada que
no pudiera cortar, excepto la gelatina de konjac.

Dejando eso de lado.

Si quieres saber qué significaba en esta situación esa hoja encantada que mataba
excentricidades y nada más, rebanaba excentricidades y nada más… casi no hace falta decirlo.

Usar la Asesina de Excentricidades me permitiría eliminar sólo al Gato Afligido de Hanekawa


Tsubasa… del cuerpo y la mente conocidos como Tsubasa Hanekawa.

Cortaría al gato y nada más… lo separaría de ella.

Podría tomar las dos caras de una moneda, esa doble personalidad suya, y dividirla de un solo
tajo.

Podía exorcizar al Gato Afligido por sí mismo, sin dejar herida alguna en el cuerpo de
Hanekawa… una hazaña de modo imposible que ni siquiera un especialista en la materia,
Oshino Meme, podría lograr, si realmente quieres oírme presumir.
Sólo yo podía tomar represalias contra el Gato Afligido… contra el que Oshino, el especialista,
había perdido un total de cien combates durante la Semana Dorada.

Podría hacerlo.

Era un préstamo, por supuesto, y no se puede llamar realmente presumir cuando tuve que
arrastrarme a cuatro patas ante una niña para poder optar al préstamo… y de todos modos.

No me sentí nada orgulloso.

Pero.

Sería capaz de terminar este cuento.

No es necesario hacer arreglos.

Podría ignorar todos los presagios, giros y vueltas de tuerca, y poner un punto final indiscutible
a esta trama.

Y…

Eso fue suficiente.

“Bueno, no es que pueda usar esa hoja encantada, ha sido personalizada para el uso de los
vampiros… tendrás que hacer esto. Me gusta. Creo que es una buena idea.” El especialista dio
su sello de aprobación.

Con un certificado de autenticidad encima… pero eso podría ser una exageración si su tono
burlón era una indicación.

Incluso si la Asesina de Excentricidades estaba adaptada para el uso de los vampiros, todavía
parecía que Oshino, un especialista, podría ser capaz de manejarla. Pero a pesar de todo…

Probablemente no lo haría.

Utilizar un elemento tan útil… una herramienta que daba resultados sin coste alguno, era poco
menos que una herejía para él. Era un juego sucio, un código de trampa, una violación de las
reglas… decía que al diablo con el equilibrio.

“Sí, es exactamente eso. Así que tienes algo de conciencia de ti mismo. Mucho mejor que no
tener ninguna.” Comentó Oshino con una sonrisa. “Por eso, aunque como especialista no tengo
nada más que decirte, como amigo… como tu mejor amigo, hay algo que quiero advertirte.”
“¿Advertirme? ¿Qué?” Me decidí a preguntar, asustado como estaba por sus palabras
empalagosas y familiares.

Oshino levantó entonces tres dedos y dijo: “Quizá no sea una advertencia, pero ya sabes cómo
me gusta quejarme. En primer lugar. Usar esa espada te permitirá separar a la Representante
de Clase-chan del Gato Afligido… a primera vista parece la mejor manera de darle la
extremaunción al Gato Afligido. Pero es su estrategia, sus tácticas y sus conocimientos los que
me han hecho perder los cien combates. No puedo ponerle la mano, la pierna o la cola porque
es capaz de adelantarse a todos mis intentos. Y si es ese tipo de Gato Afligido al que te
enfrentas, ¿no crees que cualquier tipo de idea que se le ocurra a alguien de tu calibre será una
de las primeras cosas en las que piense y planee en contra?”

Oshino bajó un dedo.

Quise decir algo sobre el “alguien de tu calibre” que había colado allí, pero decidí dejarlo en
la estantería de la reserva y le contesté: “Quizá… Si hablamos de posibilidades, tienes toda la
razón. Pero tengo confianza en esto… Estoy seguro de que saldrá bien. No puedo ir tan lejos
como para decir que estoy seguro, pero tengo un plan bajo la manga.”

“¿Un plan?”

“No… tal vez no sea un plan. Una expectativa.”

En cierto modo, era un deseo… sería bonito que las cosas fueran de una manera determinada.

No tenía ningún dato, pero mi opinión era suficiente.

“… Hm. En ese caso, supongo que confiaré en ti. En ese caso, muy bien, si eso es suficiente
para ti.”

“Deja de hacerlo sonar como si hubiera algún tipo de significado más profundo en lo que estás
diciendo… entonces, ¿cuáles son las otras dos advertencias?”

“Oh… Retiro la segunda. Nunca tuvo sentido emitirla. Sólo déjame compartir la tercera.”

Oshino sumó otros dos dedos.

¿Qué es esa indecisión de última hora…? No era el pensamiento que pasaba por mi cabeza.
Ya tenía una buena idea sobre el segundo aviso que quería dar.

Sí.
Lo sé, Oshino.

Así que si no lo vas a decir… eso me salva.

Sé que no es tu intención salvarme, por supuesto.

Ni ahora, ni nunca.

No estás para salvarme.

“Por último, la número tres. Esta es la más importante, y creo que también es práctica, Araragi-
kun. Está bien que te prepares para ir a la guerra, y no voy a impedírtelo… pero siendo
realistas, ¿cómo vas a encontrar a la Representante de Clase-chan cuando no tienes ni idea de
en qué lugar de esta ciudad se esconde? Mientras que los resultados salieron como pérdidas
directas, sólo pude luchar contra ella cien veces en la Semana Dorada porque soy un
especialista que ha aprendido a rastrear y descubrir excentricidades… es porque soy capaz de
entender lo que considera su dominio, su territorio. Y aun así me sacude una de cada tres veces.
Este es un caso difícil en parte porque estamos tratando con la Representante de Clase-chan,
pero va a ser aún más difícil para un aficionado como tú. ¿Qué planeas hacer al respecto?
¿Cómo vas a agendar ese encuentro? No me digas que tu idea era recurrir a mí ahora y confiar
en que hiciera el seguimiento y el descubrimiento por ti.”

“Pareces muy ansioso por ayudar, Oshino.” Dije encogiéndome de hombros. “No te
preocupes. Tengo un plan real para esa parte que no son sólo expectativas o deseos. No te voy
a hacer pasar por ningún problema por mí. Deberíamos separarnos de aquí. Tú encuentras al
Gato Afligido como especialista… y yo lo haré a mi manera.”

“¿Oh? ¿A… tu manera, Araragi-kun?”

“Sí. Esto es algo más del modo imposible que no puedes lograr.”

“Hmm. Entonces muéstrame lo que tienes. Adelante, no te detendré… no tengo intención de


interponerme en tu camino, resulte como resulte, baño de sangre o bathos.”

Y con eso, Oshino no hizo ningún intento de indagar en los detalles de mi plan. Menudo mejor
amigo era… y entonces.

Y luego, treinta minutos después de nuestra conversación.

Exactamente treinta minutos después.


No había salido a buscar al Gato Afligido como había hecho Oshino… Estaba en el centro de
una pequeña aula en el segundo piso del edificio abandonado, probablemente su sala más
pequeña, de pie y completamente inmóvil.

Ya había hecho todo lo que tenía que hacer.

Así que ahora sólo tenía que esperar.

No tenía mucho sentido el lugar que había seleccionado, simplemente estaba en el edificio
porque no sólo la eficacia de la hoja encantada comenzaría a desvanecerse si se alejaba
demasiado de la pequeña vampiresa, sino que también lo haría su existencia, rompiéndose a
nivel molecular. No me hubiera importado estar en el aula de nuestra escuela… bueno, aunque
supongo que no podíamos llamar demasiado la atención.

Y de todos modos, la habitación parecía una elección sorprendentemente buena.

La ventana se había roto, tal vez por una piedra que algún niño tiró o algo así, dejando sólo su
marco… dándote una visión clara de una hermosa luna que parecía recortada en el cielo negro,
como si estuviera viendo la obra maestra de un famoso pintor, una instantánea de la noche…

“¡…!”

Y justo al lado de esa obra maestra.

Justo al lado, un cuerpo se lanzó directamente a través del muro de hormigón, atravesándolo
como una bala… y apareció el Gato Afligido.

No prestó atención a los escombros dispersos.

Y con un rugido ensordecedor… atravesó las vigas de acero.

El gato aterrizó sin esfuerzo a cuatro patas justo delante de mí.

Incluso el suelo sobre el que aterrizó empezó a resquebrajarse. El impacto, tan potente que me
pregunté si podría destruir todo el edificio, se abrió paso por el aire hasta llegar a mí.

Estábamos en el siglo XXI, pero ahí estaba ella, apareciendo chocando contra una pared como
si fuera Shampoo de Ranma 1/2.

Ahora que lo pienso… ¿no se convertía Shampoo en un gato si le salpicaba agua? Mientras
tanto, Hanekawa se había convertido en un gato al derramar agua. ¿Similar, aunque sea
metafórico, en cierto modo?
Cabello blanco.

Las orejas de una bestia crecen desde su cabeza.

Ropa interior negra… pies descalzos.

Los ojos de gato… el Gato Afligido.

Su existencia era suficiente para hacerme temblar.

Y sin embargo, me quedé allí, inmóvil, mientras la cabeza del Gato Afligido se aproximaba a
toda velocidad.

“¡Araragi-kun! ¿Estás bien?” Gritó, sin hacer ningún esfuerzo por ocultar su preocupación,
tan angustiada que parecía estar a punto de llorar, dispuesta a aferrarse a mí.

Había una ferocidad en ella, como si fuera a abalanzarse sobre mí con la misma fuerza con la
que atravesó la pared… pero vio con sus ojos de gato que yo estaba de pie con normalidad,
más o menos en perfecto estado de salud.

“… Oh. Lo entiendo.” Volvió a mirar al suelo… y se tomó su tiempo para levantarse. “Así
que… me engañaste.”

“Uh huh.”

Así es, dije.

Lo que había hecho era sencillo.

Por lo visto, en China, el escondite se llama “eludir al gato”… pero, por desgracia, no tenía
ningún interés en el escondite, el pilla-pilla o cualquier otro juego de esa familia.

En todo caso, estaba jugando a patear la lata.

Además, yo era la lata.

Todo lo que había hecho era enviar un único mensaje de texto… “Sálvame, un vampiro va a
matarme” al celular de Hanekawa.

No había escrito nada específico, por lo que era una simple petición de ayuda que podía
interpretarse de la manera que se quisiera… y eso fue suficiente para Hanekawa.

Tuve la suerte de ser un hombre con una cornucopia de motivos de preocupación.


Una fuente de inquietud.

Sabía que Hanekawa se lanzaría a hacer uso de sus conocimientos y su imaginación para idear
todo tipo de escenarios.

Y… ella vendría por mí.

Eso es lo que siempre hizo.

También durante las vacaciones de primavera.

Así es como vino a por mí… cuando estaba a punto de morir, cuando estaba a punto de ser
asesinado… cuando estaba a punto de suicidarme.

Incluso se podría decir que había recreado esa situación… excepto que el texto era una total
mentira. Me sentí bastante mal por inculpar a la vampiresa, pero en términos de realismo, era
la única que podía elegir para el papel.

Se podría decir que era un plan inteligente. Era uno que Oshino, que odiaba la idea de salvar
y ser salvado más que nada… y aunque no lo hiciera, no podía usar la tecnología para salvar
su vida, nunca emplearía.

Si Hanekawa no iba a buscar mi ayuda… iba a tener que buscar la suya.

Si hubiera algún fallo en mi plan que fuera justo que lo encontrara un tercero, tendría que ser
si Hanekawa, al haberse convertido en un Gato Afligido, estaba leyendo sus mensajes de texto
o incluso llevando su teléfono móvil… pero eso no me preocupaba.

Es decir.

Las chicas de secundaria… están poseídas por sus teléfonos móviles, ¿no?

Si iba a volver a casa para cambiarse de ropa interior… también iba a utilizar el cargador
enchufado a la pared.

……

Si te apetece, imagina que lo lleva entre los pechos y disfruta de ese pensamiento.

“Heh… me quito el sombrero, Gato Afligido. Has llegado rápido. Estoy impresionado, sólo
has tardado treinta minutos en hacer tu aparición. Realmente eres algo ejemplar.”

“Eres lo peor, Araragi-kun.”


Los ojos del Gato Afligido se balancearon… y se posaron en mí.

Con una mirada.

“Mentiste, me hiciste preocupar… sabes que no deberías hacer eso.”

“¡Kakaka!”

Ante esas palabras… me reí.

Como un villano.

Como Asuraman.

No pude evitar sonreír.

“¿Qué pasa?” Trató de intimidarme como respuesta. “Ahora mismo estoy enfadada contigo…
¿qué tiene de divertido?”

“Bueno, quiero decir…” Señalé al gato, al Gato Afligido. “No estás hablando de acuerdo a al
personaje que eres ahora… Hanekawa.”

Señalé a Hanekawa Tsubasa.

“……”

“¿Qué pasa, estudiante modelo? ¿A dónde se han ido todos los sonidos de gatito en tus
palabras? Ese es uno de los rasgos de carácter del Gato Afligido… ¡¿verdad?!”

Entonces el gato… Hanekawa…

Se quedó en silencio durante un buen rato después de que expusiera mi punto de vista…
finalmente, con un tono resignado, dijo: “Oh. Lo entiendo.” Exactamente igual que antes. “No,
supongo que sería ‘ahora lo entiendo’… pero da igual. Espera. ¿Qué? ¿Cuándo lo has
entendido?”

Parecía extrañamente alegre y no mostraba signos de culpa o vergüenza.

Sí, era la misma Hanekawa de siempre.

Hanekawa… parecía la Hanekawa de siempre.

No había… nada inusual en ella.

No.
Hanekawa… nunca dejó de ser ella misma.

Nunca como ella misma.

Nunca diferente a ella misma.

Nunca.

¿Quedaba mucho de su conciencia dentro de ella? No.

No había anverso ni reverso, ni blanco ni negro.

Si le das la vuelta al reverso, tendrás el anverso.

Estábamos recibiendo el lado oscuro de Hanekawa, pero también todos los lados de ella.

Retuércela, gírala como quieras, sigue siendo ella.

Hanekawa… era Hanekawa.

No importa dónde ni cuándo.

Todo el caos, todas las fechorías.

Todas las travesuras.

Todo eso… era algo que ella misma había hecho.

Al igual que en la historia del Gato Afligido.

Para empezar, nunca había cambiado de lugar con nada.

Ahora bien, este era un caso… así como nunca hubo ningún gato que poseyera a Hanekawa
en primer lugar…

Detrás de cada fantasma… había una lengua de plata.

“Tenía una idea desde el principio. Soy tu amigo, sabes. No voy a confundirte con otra persona.
Así que… ¿cómo podría no saberlo?” Dije rotundamente, sin emoción.

Casi en un tono monótono.

Este intercambio era tan ridículo que no podía hablar de otra manera.

Qué diálogo más estúpido.


“No importa si alguna excentricidad se apodera de ti o si ganas una… sigues siendo tú,
Hanekawa. ¿De verdad crees que un simple cambio de personalidad va a cambiar lo que eres
como persona? Así eres tú. Es lo que eres. Si un amigo te envía un mensaje pidiendo ayuda,
vas a correr a su lado, no importa a qué te enfrentes, no importa a quién te enfrentes… es como
un instinto para ti, como un gato jugando con un ovillo. Tienes que correr hacia él. Eso es lo
que eres.”

“… Esto. Esto es lo que soy, ¿eh?”

Hanekawa miró su propio cuerpo.

Su cuerpo, transformado en una excentricidad.

Su forma monstruosa.

“Así es.” Dije. “Porque aunque ahora mismo estés enfadada conmigo por mentir, una parte de
ti respira aliviada, ¿verdad? Estás aliviada… de que no esté muerto, de que nadie me haya
matado. ¿No te alegras de que ese mensaje fuera una mentira?”

“……”

“Eres tan amable y tan fuerte. Eres demasiado amable y demasiado fuerte. Eres tan
excesivamente amable que arrastra el resto de tu vida, y eres tan excesivamente fuerte que
venderías tu alma a una excentricidad. Tienes mucha razón en que es opresivo. Entiendo por
qué querrías negar esa parte de ti misma… Quisiera no hacerlo, pero lo hago. Pero escucha,
Hanekawa… Escucha, Hanekawa… ¡Escucha, Hanekawa, eso es lo que eres!”

¡Arriba los ánimos!

¡Aférrate a ellos!

¡No dejes que desciendan!

Retiro lo que dije… maldita sea.

No había forma de mantener mi tono monótono. Casi chillaba, como si estuviera en una
discusión acalorada con alguien.

No pude mantener mis emociones fuera de mis palabras.

No pude mantener mi pasión fuera de mis acciones.

No pude evitar… confesarle a Hanekawa lo que realmente sentía por ella.


“¡Vas a vivir el resto de tu vida como la persona que eres! ¡No vas a poder cambiar! ¡No
puedes convertirte en otra persona, y tampoco puedes convertirte en otra cosa! Has sido esa
persona desde que naciste, y eres la persona que ha crecido hasta este punto, así que ¿por qué
crees que puedes hacer algo al respecto? Ya está hecho, se acabó… claro, el pasado puede
estar conectado con el presente, pero sigue siendo el pasado… ¡es simplemente el trasfondo
de tu carácter! Niégalo todo lo que quieras, pero no va a desaparecer. En lugar de quejarte,
¡deberías seguir con ello! Puedes hacerlo.”

“¿De qué estás hablando, Araragi-kun?”

Hanekawa… se hizo cargo de mis chillidos.

Luego, como si estuviera confundida.

Como si estuviera perpleja.

Inclinó la cabeza y forzó una sonrisa.

Una sonrisa incómoda.

Una sonrisa dolorosa.

“Deja de ser irracional… yo también lucho, sabes.” Me dijo. “Incluso yo tengo cosas que
puedo y no puedo hacer. Incluso yo soy humano.”

“Sabes que no eres humana.” La interrumpí. “Confiaste tu cuerpo a una excentricidad. No te


atrevas a llamarte humana ahora mismo.”

“Qué cosas tan horribles dices, Araragi-kun.” Reprendió Hanekawa… con la sonrisa aún en
la cara. “Ya sabes por qué he salido así. ¿Y todavía vas a decirme que tengo que hacer todo lo
que pueda? Eso es horrible. No podrías ser peor. ¿No sientes ninguna simpatía por mí?”

“Claro que no.” Le di a Hanekawa la misma respuesta que le había dado a Oshino. “No tienes
ni idea de quién es tu verdadero padre, tu madre biológica se suicidó, te enviaron de una familia
a otra antes de acabar con dos padres no emparentados con los que no pudiste conectar, te
criaste en un hogar frío, pero incluso entonces te obligaste a actuar como si todo fuera normal,
y de hecho te las arreglaste para salir adelante… te las arreglaste para pasar una vida bajo la
ley marcial. ¡Hablando de mala suerte! ¡Tienes muy mala suerte! Sé que no debería decir esto,
¡pero qué vida tan desafortunada! Sin embargo… ¡¿es realmente tan malo?!”

¡¿No está bien?! ¡¿Qué tiene de malo?! Estás siendo tan seria… ¡vamos, deja de actuar así!
“¿Entendido? No pasa nada. No te preocupes. ¡Sólo relájate! ¡No tienes que sentir que estás
sufriendo sólo porque tu vida es desafortunada, no tienes que enfadarte sólo porque tu vida no
ha sido bendecida! ¿Qué hay de malo en mantenerse positiva ante la adversidad? ¿Sabes qué?
¡Lo que vas a hacer después de esto es irte a casa como si nada hubiera pasado! ¡Vivir la
misma vida de siempre con tu padre y tu madre que ya están fuera del hospital! Nunca podrás
reconciliarte con ninguno de ellos, ¡te lo garantizo! Incluso si de alguna manera vences las
probabilidades y algún día te vuelves feliz, no va a importar, porque no importa cuán feliz
seas, ¡eso nunca va a borrar tu horrible pasado! No puedes fingir que nunca sucedió, ¡vas a
arrastrarlo contigo! No importa lo que hagas, no importa lo que ocurra, ¡esa desgracia se va a
quedar en tu corazón para siempre! Lo recordarás justo cuando creas que lo has olvidado,
¡soñarás con ello el resto de tu vida! ¡Tendremos pesadillas por el resto de nuestras vidas! Así
es como va a ser… y como no hay nada que puedas hacer al respecto, ¡no intentes mirar hacia
otro lado! Gastar una broma a algún transeúnte al azar, jugar a ser excéntrica en ropa interior
sólo va a quitarte un poco de estrés, ¡en realidad no va a cambiar nada!”

“… No va a cambiar nada.”

No va a cambiar nada.

No va a cambiar algo.

No se va a convertir en nada.

Poner una máscara, llevarse el gato al agua, convertirse en una excentricidad… no va a


cambiar nada, no va a cambiar nada, no va a cambiar nada.

Sigues siendo tú.

“De ninguna manera voy a simpatizar contigo.” Repetí por si acaso.

Como si la estuviera acorralando, aplastándola con palabras.

Condené a Hanekawa Tsubasa.

“¿No ibas a rehabilitarme? ¡¿Entonces qué haces convirtiéndote en un delincuente?!”

No hagas de un gato tu razón.

No hagas de una excentricidad tu excusa.

No hagas de un fantasma tu catalizador.


No utilices la desgracia como trampolín para crecer.

Porque si lo haces… ¿al final en qué se diferencia de arañarte a ti mismo?

Las excentricidades… no existen realmente, ¿sabes?

Ahora bien, si algo es mentira.

Eso es todo.

“Pero si todavía quieres aliviar tu estrés, entonces lo asumiré todo. Estaré encantado de
palparte los pechos cuando quieras, y miraré cualquier parte de tu cuerpo que quieras mientras
estés en ropa interior. Así que… confórmate con eso.”

Encontraré todo el tiempo que quieras para ti.

Después de todo, somos amigos.

Escuchó mi propuesta en silencio… y luego Hanekawa.

Hanekawa Tsubasa dijo: “Realmente eres lo peor, Araragi-kun.”

Me estás dando dolor de cabeza, dijo.

“Araragi-kun… Podrás convertirte en una estrella, pero nunca podrás convertirte en un héroe.”

“Tampoco puedo convertirme en una estrella.”

Sacudí la cabeza.

“Lo único en lo que puedo convertirme es en un vampiro.”

E… incluso en eso había metido la pata.

“Oh. Así que no vas a convertirte en… mi héroe. No vas a hacerlo. Siempre me lo he
preguntado, Araragi-kun. ¿Realmente me odias?”

“Sí.” Asentí. “En realidad, te odio.”

“Oh. Bueno, en realidad yo también te odio.”

Y luego.

“Muérete.” Murmuró, apartando los ojos de mí, con lo que parecía desprecio, con una voz
desvanecida.
“Muérete, muérete, muérete, muérete, muérete, muérete, muérete, muérete, muérete, muérete,
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muérete, muérete, muérete, muérete, muérete, muérete, muérete, muérete, muérete, muérete…
alguien como yo simplemente debería morir-nyah.”

Miau, maulló Hanekawa, como un gato… y una vez más se puso a cuatro patas.

Sus veinte garras transformadas se clavaron en el suelo de cemento. Ya había hecho algo
parecido en nuestra clase. Espera, ¿las garras de un gato son retráctiles?

Dicen que el halcón hábil esconde los talones… pero parecía que lo mismo ocurría con los
gatos.

Así que las propias garras… eran el talento.

“¡Nya-ja! ¿Ahora vas a asumirrr todo mi estrrrés, Araragi-kun? Qué maravilla-nyah.” Dijo
Hanekawa, manteniendo su postura, mirando desde abajo. “¿Así que no te imporrrta si te
mato?”

“Adelante. Sería un sueño hecho realidad.” Respondí, extendiendo los brazos. “Quiero morir
en tus manos.”

“Oh.”

Entonces será mejor que te mueras.

Justo después de que apenas reconociera las palabras… o quizás justo antes.

Me encontré en silencio con que me habían hecho retroceder.

Para ser más preciso, me encontré con que la mitad superior de mi cuerpo salía despedida
hacia atrás.

No estaba seguro de lo que había pasado.

Bueno, probablemente fui rastrillado por sus garras, o tal vez atravesado por sus colmillos, o
simplemente pudo haber chocado conmigo.
Esa es toda la variedad de ataques que tiene un gato… y ninguno de ellos debería ser capaz de
separar la mitad superior de un cuerpo humano de la mitad inferior con un solo golpe.

Pero por eso las excentricidades eran excentricidades.

Este lamentable golpe, con su impacto de infarto, me partió el torso en dos a la altura de las
caderas, haciendo que mi espalda golpeara la pared detrás de mí tan rápido que podría haber
competido contra un tren bala.

En realidad, ¿sabes cómo era?

Fue como Usui cuando fue golpeado por el Gatotsu Zero Shiki, o tal vez Freezer en sus últimos
momentos mientras luchaba contra un Super Sayayin. Así es como se siente.

Esta Shampoo a la que me enfrentaba era realmente infernal.

La mitad inferior de mi cuerpo seguía, de alguna manera, en su sitio…. mientras bajaba por la
pared en la que me habían golpeado y me deslizaba hasta el suelo.

Ah.

Mis ojos estaban muy cerca del suelo.

“Ow…”

Y luego.

Después de un ligero retraso… el dolor apareció.

Vi cómo mis órganos rezumaban y brillaban por la sección expuesta… y una cantidad casi
cómica de dolor recorrió no sólo la herida sino todo mi cuerpo.

“A-Ah…”

“¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!”

Sin embargo… un grito que me impidió expresar mi dolor resonó en la apretada aula.

Como el grito de una gata en celo.

Un aullido… rayando todo lo demás.

“¡N… NYAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!”

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
Como si el silencio durante ese golpe hubiera sido una mentira.

Este grito que parecía que podía llegar al centro de la ciudad, este chillido que parecía que
podía rodar por todo el mundo, era, por supuesto… no hace falta decirlo, de Hanekawa.

No.

Tal vez esto solo… era del Gato Afligido.

La muerte agónica de una excentricidad.

“¡A-Araragi-kun! ¿Qué? ¡¿Qué me has… hecho?!” Preguntó Hanekawa entre los gritos.

Cuando miré, su postura era la misma que la mía mientras se arrastraba por el suelo. Hacer la
pregunta ahora, un poco tarde, parecía un acto de pura curiosidad… pero la respuesta estaba
clara.

Utilicé mi dedo índice para señalarlo directamente.

La mitad inferior de mi cuerpo, todavía en posición vertical.

“¡…! ¿Qué...?”

Hanekawa se quedó sin palabras.

Por supuesto, se quedó sin palabras… sobresaliendo de esa mitad de mi cuerpo, casi como si
lo único que quedara allí fuera mi columna vertebral, había una única katana.

Bueno, supongo que en este caso sería más exacto decir que la hoja había cosido la mitad
inferior de mi cuerpo al suelo.

Una katana.

Su identidad es evidente… la hoja encantada Kokorowatari.

La Asesina de Excentricidades.

“Esa hoja… antes de que llegara aquí, tú…”

“Así es. Me la tragué antes de que llegaras… como un mago de los de antes.”

Al igual que la pequeña vampiresa había hecho.

No, estrictamente hablando, ella y yo habíamos hecho cosas diferentes… mientras que la
vampiresa utilizaba su poder vampírico para generar materia y su propio cuerpo era la vaina,
yo había clavado la espada en mi boca y la había pasado a través de mi estómago como si
estuviera trazando mi médula espinal, justo a través de mi pie izquierdo y en el suelo,
simplemente convirtiendo la hoja en un eje para mi cuerpo.

Se podría decir que me he ensartado.

Sería una hazaña imposible para cualquiera que no tuviera la inmortalidad de un vampiro… e
incluso entonces, era un ciclo interminable de muerte y regeneración, asesinado por la Asesina
de Excentricidades sólo para ser restaurado, un infierno viviente.

Por eso llevaba media hora de pie esperando a Hanekawa en lugar de sentarme. Me había
colocado un eje a lo largo de la columna vertebral, como eje de mi cuerpo, y por eso no podía
sentarme… y por supuesto, fue para ocultar a la Asesina de Excentricidades que había hecho
algo tan mortalmente doloroso que se sintió como un alivio largamente esperado cuando la
mitad superior de mi cuerpo había sido dividida de la inferior.

Para ocultarla en mi cuerpo.

Para que Hanekawa atacara sin cuidado, sin precaución.

Si quieres una analogía, era como llenar un saco de arena con fragmentos de vidrio… eso era
lo que Hanekawa había atacado, y por eso estaba indefensa.

El plan no habría tenido sentido si ella hubiera vuelto a ir por mi brazo… y provocarla no
había sido fácil.

No había sido fácil para mí decir todas esas cosas desalmadas y obscenas, como que le tocaría
los pechos o la miraría en ropa interior.

“¡Ugh, agh, uuuuuurgh! ¡Pero! Pero… pero Araragi-kun, este dolor…”

“Bien. No duele, ¿verdad? No a ti.” Dije. “Esa espada enterrada en mí es conocida como la
Asesina de Excentricidades… la tomé prestada de la vampiresa. Es una hoja encantada que
sólo puede cortar excentricidades. No es a ti a quien corta… sólo al Gato Afligido enterrado
en ti.”

Estaba en el suelo y se sujetaba el dorso de la mano derecha… lo que me sugirió que había
sido un puñetazo de gato con su brazo derecho lo que me había hecho volar medio cuerpo.

Pero no había ni un solo rasguño en su mano.


Por supuesto que no lo había.

No podía herir a los humanos… la Asesina de Excentricidades sólo cortaba excentricidades.

La Asesina de Excentricidades sólo mataba excentricidades.

Esto era mucho más que el rasgo especial del Gato Afligido contra el que Oshino tenía tantos
problemas… su drenaje de energía, que podía incluso convertir un rasguño en una herida
mortal.

No es un debilitamiento.

No es una incapacitación.

No produjo ese tipo de resultados a medias.

No hubo salvación frente a ella.

Un solo rasguño de ella podía matar a una excentricidad… esa era la hoja encantada
Kokorowatari.

“Eso es…”

Había dado mi explicación.

Y Hanekawa parecía totalmente asombrada.

“Eso es ridículo. ¿Cómo puede existir una espada así?”

“Sí. No lo sabías, ¿verdad?”

Nunca te lo dije.

Incluso yo sólo había oído hablar de la Asesina de Excentricidades directamente de la boca de


la vampiresa. No es que me haya transmitido ninguna leyenda… fue sólo una confidencia.

Vacaciones de primavera.

En el tejado de este edificio abandonado… cuando estaba con la vampiresa en su forma


perfecta.

Escuché una historia de ella mientras pasábamos tiempo juntos.

Esa conversación con Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade fue uno de los pocos
recuerdos de mi experiencia infernal que atesoré.
Por eso nadie conocía las propiedades de la Asesina de Excentricidades.

Ni siquiera tú, Hanekawa, lo sabrías.

Porque no te lo había dicho.

“Incluso Oshino no sabía que tenía esta espada loca hasta hace un momento, y él es un
especialista. Está literalmente… más allá de nuestro conocimiento como humanos.”

“¿I-Incluso Oshino-san? ¿No lo sabía?” Gimió Hanekawa.

Mientras ella estaba sentada, incapaz de ocultar su desconcierto, yo continué.

Con orgullo.

“Estoy seguro de que nunca habrías caído en la trampa si hubieras sabido de la existencia de
este objeto asesino… a cualquiera se le ocurriría esconder una espada en tu cuerpo como
trampa, y cualquiera podría intentarlo. Es una idea superficial, no algo que pueda llamarse
estrategia.”

Y sin embargo, Hanekawa cayó en la trampa.

Qué inesperadamente fácil, qué poco sofisticado.

Cayó como un lemming en un acantilado.

Porque ella no lo sabía.

Porque… no lo sabía.

“Aun así, implicaba un poco de ilusión… existía la posibilidad de que supieras de la existencia
de la espada incluso sin que yo te lo dijera. Estoy aliviado, Hanekawa… así que ni siquiera tú
lo sabes todo.”

“…… Nkk.”

“Incluso tú. No lo sabes todo.” Dije, jadeando. “Así que deja de actuar como si lo supieras
todo o como si lo hubieras descubierto todo… como si continuases diciendo ‘muérete’.
¿‘Simplemente debería morir’? Vamos, ¿qué crees que estás diciendo? Mira, todavía hay
muchas cosas que no sabes, ¡incluso tú! ¡Vamos! No lo sé todo, sólo sé lo que sé… ¡dilo! Dilo
como siempre.”

Korff.
Un charco de sangre se había mezclado con mis últimas palabras.

Fue un día de “todo lo que puedas sangrar” para mi torso y mi boca, como si hubiera pasado
de ser un sanguinario a un hemófilo.

No, no era el momento de hacer bromas pesadas.

Estaba claro que iba a morir.

Iba a tener una muerte miserable aquí.

Aunque un solo rasguño de la hoja encantada fue suficiente para que el Gato Afligido
desapareciera, mi plan también significaba que recibiría un ataque lo suficientemente poderoso
como para atravesar mi torso (aunque nunca imaginé que separaría la mitad superior de mi
cuerpo de la inferior). Y al igual que con mi brazo izquierdo, cualquier ataque del Gato
Afligido conllevaba un drenaje de energía, lo que significaba que mi habilidad de curación
vampírica no sería efectiva. De hecho, no parecía que nada fuera a regenerarse de mi torso
hacia abajo… sólo había un derrame interminable de sangre y vísceras.

Tal vez si fuera capaz de forzar la mitad inferior de mi cuerpo, aún atravesada por la hoja
encantada, hacia mí, pero eso no era una opción en esta situación.

Y, de todos modos, la Asesina de Excentricidades había infligido cierta cantidad de daño a mi


cuerpo tanto mientras la tragaba como cuando mi torso salía despedido, y para ser sinceros,
esa cantidad era bastante grande. Aun así, esa porción parecía estar regenerándose ya gracias
a la inmortalidad vampírica, que decía que la muerte era un simple incordio, que matar no la
dejaría muerta… pero sea como sea.

Iba a morir.

Iba a morir a manos de Hanekawa.

Iba a morir por Hanekawa.

Hay que ver… ¿podría estar más bendecido?

“……”

Sí, lo sabía.

Sabía que mis acciones eran las de un completo bufón… eso estaba claro.

No tenía sentido.
Esto… esto carecía de sentido a un nivel aterrador.

Sí, usar la Asesina de Excentricidades me permitiría exorcizar al Gato Afligido… pero eso era
todo.

El cuento llegaría a su fin, pero el problema no se resolvería.

No es que Hanekawa fuera capaz de superar su estrés… no haría nada con sus problemas
familiares.

Borraría al ser conocido como el Gato Afligido, y eso era todo.

En otras palabras, estaríamos volviendo a antes de la Semana Dorada.

No había ninguna diferencia real entre lo que estaba haciendo y el intento del gato de
deshacerse de su estrés atacando a quinientas personas… no, en realidad, ese plan podría haber
tenido más posibilidades de salvarla.

Si esta solución fuera suficiente… ¿entonces Oshino realmente llego a perder cien veces? Lo
habría resuelto durante el primer encuentro. Hablando de compromiso… esa debió ser la
segunda advertencia o lo que fuera que Oshino trató de decirme antes como mi mejor amigo.
Intentaba echar toda la culpa a una excentricidad y restablecer completamente la situación.

Era como si hubiera metido la pata en el proceso de superar un juego y me estuviera moviendo
para pulsar el botón de encendido y volver a cargar desde un guardado anterior.

Si esto fuera Animal Crossing, Resetti-san me estaría gritando.

Fue cobarde, y fue temporal.

Verdaderamente sólo paliativo.

Pero eso estaba bien.

No es que esté tratando de salvarte o algo así, Hanekawa.

Todo eso de querer evitar que mates a la gente o que mates a tus padres es ahora una idea
tardía.

No me importa si no tiene propósito, no me importa si no tiene sentido… quiero morir por ti.

Eso es todo.

Bueno, sí. Es… ya sabes.


Ah… No, bueno, creo que he dicho todo lo que quería decir.

Sí.

Como te acabo de decir.

Tú puedes hacerlo.

Eres capaz de ello.

Hay mucho que hacer, y no vas a querer hacer mucho, y va a haber mucho más, pero… puedes
hacerlo.

Tú puedes hacerlo. Puedes llegar a ser feliz.

Voy a morir aquí… pero soy yo, una excentricidad, un monstruo, un vampiro, así que no tiene
que contar como matar a una persona. Olvídate de ello.

Ahora vas a estar sola… pero hazlo bien.

“¡Urg… NYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!”

Justo cuando iba a cerrar los ojos con un aire de pretensión nihilista, ensimismado y
autocomplaciente… sucedió algo que me hizo empezar a preocuparme.

La forma de Hanekawa cambió aún más.

Para parecer aún más felina… mientras el pelaje blanco cubría sus brazos y piernas.

Sus colmillos y garras salieron disparados y comenzaron a sobresalir.

Apenas se podía llamar gato a lo que estaba viendo. Parecía un tigre blanco.

“¡NYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAAAA!”

“……”

Al igual que una vela arde con más fuerza en el momento antes de apagarse… el Gato Afligido
se estaba manifestando.

Con tanta fuerza que podría tomar el control de Hanekawa.

No importaba si era de poca monta o de bajo nivel.

Incluso si estuviera muriendo o desapareciendo.


Fue una excentricidad hasta el final.

El gato moribundo estaba ahora violando la psique de Hanekawa y haciéndola pedazos. Se


abalanzó sobre su anfitrión, arañándolo, impulsado únicamente por el dolor de la espada.

La hoja encantada había dividido a Hanekawa y al Gato Afligido… haciendo que lo que había
sido entero se dividiera.

“¡AAAAAAHHHHHHHHHHHH!”

“¡NYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!”

Los gritos de Hanekawa y los del gato se mezclaron.

Se superpusieron… y se sincronizaron.

Y con todos esos gritos.

No había manera… de que muriese en paz.

“… ¿Qué estás haciendo, gato?”

Sabes que eso no es lo que debes hacer.

¿Por qué herir a Hanekawa? ¿No me digas que lo has olvidado? ¿Por qué poseíste a
Hanekawa… por qué te conquistó?

¿O es que la memoria de un gato no es lo suficientemente buena?

Sé que no es una especie de inconstancia felina.

Y sé que no es porque te guste o no te guste hacerlo.

Te has abalanzado en cada oportunidad para ayudarla… le has prestado todas tus garras porque
cuando te vio allí tirado muerto en la calle, no se compadeció de ti ni un poco.

Ella siguió sus reglas. Se aferró a sus nociones éticas.

No había ningún tipo de emoción.

Eso es lo que dijiste, y tenías toda la razón… pero es más que eso.

A mí me pasó lo mismo… Me había atacado un vampiro y me había convertido en algo


inhumano, pero Hanekawa no tenía ni una pizca de compasión por mí.

No se simpatizo, no se compadeció.
No se apiadó en absoluto de mí… no me despreció.

Me veía como un igual.

¿No es así, Gato Afligido?

Ya sea muerto en la calle o atacado por un vampiro…

“¡No hay nada que lamentar en nosotros, ¿verdad?!”

Lo entiendo.

No estabas siendo inconstante.

No sólo le estabas pagando.

Te enamoraste de Hanekawa por la misma razón, ¿no?

Así que deja de atacarla así.

Basta ya.

¿No vas a parar?

Por favor, para.

Escucha… mi petición.

Vas a hacer que no muera por el bien de Hanekawa en absoluto…

“¿Sois un burro, siervo mío? ¿No es obvio que cortar la energía tan imprudentemente dañará
vuestro artilugio?”

Y luego.

De repente oí… una voz en mi cabeza.

Gracias al intenso dolor.

Al llegar al borde de la muerte… escuché una voz alucinada.

No la de Resetti-san.

Oí su voz… reprendiéndome.

“……… ¡¿Ngh?!”

Ahora en serio.
Me pareció un poco exagerado, incluso para los estándares alucinatorios… había sucedido tan
repentinamente que para cuando me di cuenta de lo que estaba pasando no sólo no sabía
cuándo había aparecido, sino que todavía no estaba seguro de si estaba realmente allí, su
presencia era tan poco clara que se podría decir que era la definición de una excentricidad, esta
chica que apareció de la nada al pasar por encima de mi cabeza… por supuesto que no iba a
hablar.

Como un acto de intervención divina… o mejor dicho.

La suya fue una intervención demoníaca.

Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade… la cáscara de la misma, una joven de cabello


y ojos dorados.

No había manera de que hablara.

“Tal era el calibre de Miyamoto Musashi como espadachín que dicen que una vez empuñó un
remo en lugar de una espada… pero veo que a vos se os aplica todo lo contrario. Qué uso tan
imprudente de mi famosa espada, mi orgullo. Inconcebible, habéis preparado sashimi de esta
excentricidad. Casi me dan ganas de reír.”

Justo cuando estaba pensando en lo que era una alucinación simplista y gárrula, oí un krak
mientras ella se arrancaba el brazo derecho con la mayor facilidad. Como si perteneciera a una
figura a escala.

Por supuesto, sus brazos no son piezas de una figura a escala ni nada por el estilo… y
animadamente, la sangre roja comenzó a brotar de la sección transversal.

Mientras mis ojos se quedaban paralizados ante este espectáculo que me recordaba a mí mismo
apenas ocho días antes, la pequeña vampiresa colgó su brazo izquierdo del derecho y bañó mi
torso con la sangre fresca que derramaba.

“…… ¡Nkk!”

Como ya he comentado, la sangre de un vampiro posee efectos curativos… y lo que es más,


esta era la sangre de una vampiresa que una vez fue un vampiro de sangre pura, de raza pura.

Esos efectos fueron dramáticos… Vi cómo la mitad inferior de mi cuerpo crecía desde el
extremo abierto de mi torso como si fuera la cola de un lagarto. Simultáneamente, la mitad de
mi cuerpo ensartada por la hoja encantada en el centro de la habitación pareció evaporarse y
desaparecer… dejando sólo mi ropa, mis zapatos y el palmo de Kokorowatari.

Pero incluso entonces.

Cómo podía tener su sangre unas propiedades curativas tan increíbles cuando no era más que
la cascara de… oh, claro.

Rápidamente resolví mis propias dudas.

En resumen, después de todo lo dicho, le había dado demasiada sangre a la pequeña


vampiresa durante la Semana Dorada… había estado inventando excusas para que bebiera mi
sangre, y me había pasado.

Incluso cuando antes recibí la hoja de ella, le dejé beber su ración de mi sangre, no como
agradecimiento, sino realmente como una especie de regalo de despedida… y así.

En este instante.

En este preciso momento.

Su vampirismo había regresado, a demasiada plenitud.

Aunque no diría que está al nivel que tenía durante las vacaciones de primavera… al menos
se puede hacer una comparación.

Lo suficiente como para superar los efectos del drenaje de energía del Gato Afligido.

Había interpretado mal la situación.

La cantidad de sangre que le había dado era una medida a ojo de aficionado… Me pasé de la
raya.

“Como siempre y en todo momento, veo que sólo os centráis en lo que tenéis delante, mi triste
siervo. Mejor no penséis que podréis manteneros vivo a vuestro antojo… y luego morir a
vuestro antojo.”

Tonto, dijo.

No intentó ocultar su disgusto al decirlo.

Esa horripilante sonrisa… no mostró ningún signo de aparecer mientras lo decía.


“Os daré un ejemplo impecable, así que observad, observad fascinado. ¿Preparado? Así se
utiliza la Asesina de Excentricidades.”

Y esa fue la última alucinación.

No es como si siquiera hubiese llegado a escuchar algo.

Sólo había imaginado que decía algo de eso.

Estaba ensimismado, era excesivamente positivo y propenso a las ilusiones.

Pero… me pareció bien que las palabras fueran una alucinación.

No podría estar más contento.

Siempre y cuando ella… no fuera una alucinación.

Mientras ella estaba aquí.

Si ella había venido aquí.

Fue tanto más que suficiente… que me puse a llorar.

“¡¿U… nyah?!”

Sin palabras… tan sin palabras como había estado todo el tiempo, la pequeña vampiresa, con
su presencia real a pesar de su cuerpo de niña, se acercó al Gato Afligido; recogiendo la hoja
encantada que sobresalía del suelo en el camino como una ocurrencia tardía, y guardándola de
nuevo dentro de su cuerpo con un rápido trago como si dijera que no había necesidad de una
herramienta tan ostentosa, se acercó al Gato Afligido.

Y sin decir una palabra de gracia.

Le mordió el cuello en un alarde de mala educación.

Estaba cenando.

Haciendo todo lo posible para resistir el dolor de la hoja, el Gato Afligido no podía ni siquiera
empezar a sacudirse a la vampiresa. La energía de la chica estaba siendo drenada desde el
momento en que se tocaron… pero ni siquiera eso tuvo efecto.

Como si los drenajes de energía funcionaran en un vampiro.

No importa la cantidad de vitalidad que se absorba, el vampiro puede volver a absorberla.


Era como si cada uno de ellos estuviera royendo al otro, pero la diferencia de habilidades era
demasiado grande.

El hermoso pelaje blanco que ahora cubría todo el cuerpo de Hanekawa empezó a retroceder
gradualmente… la excentricidad que era el Gato Afligido, y sólo la excentricidad, estaba
siendo absorbida.

Estaba siendo absorbido por la pequeña vampiresa.

El estrés de Hanekawa… estaba siendo absorbido.

“Está bien.” Murmuré.

Mi cuerpo se había recuperado por completo, pero seguía sin tener ganas de levantarme del
suelo, y murmuraba como si estuviera hablando solo.

Pero no estaba hablando conmigo mismo.

Mis palabras iban dirigidas a Hanekawa.

“Está bien, Hanekawa. Sé que todos estamos, de una manera u otra, jodidos… Sé que es
miserable para ti, que te mereces algo mejor, que nunca podrás volver de todo esto… Sé que
va a ser así el resto de tu vida, ¡pero está bien!”

La pequeña vampiresa ya había desaparecido en algún lugar sin dejar rastro, como si la escena
no fuera de su incumbencia, dejándonos a Hanekawa y a mí solos en el aula.

Sus orejas de gato habían desaparecido y su cabello volvía a ser negro.

Hanekawa había vuelto a la normalidad, estirada en ropa interior como si estuviera durmiendo,
tras haberse liberado de la pequeña vampiresa…

“De ninguna manera está bien.”

Habló como si gimiera las palabras en sueños.

¡Ja!

Claro, por supuesto.

Siempre tienes razón.

Pero sea como sea, tan feliz como en un ensueño, tan sangriento como en una pesadilla, tan
enloquecido como en un sueño hecho realidad…
Estábamos dejando de lado el problema.
013

El epílogo, o quizás, el remate de esta historia.

Por fin podemos lavar, enjuagar y poner a secar… llamémoslo el desenlace de esta historia.

Al día siguiente, me despertaron de la cama, como de costumbre, mis hermanitas Karen y


Tsukihi… no, mi estado estaba más cerca de la muerte que del sueño, así que tal vez sería más
exacto decir que me revivieron, no que me despertaron.

Por cierto, mi predicción fue acertada. Karen y Tsukihi, las Fire Sisters, parecían haber
recorrido toda la ciudad desde el tres hasta el siete de mayo para hacer frente al susto del Gato
Cambiante… pero parece que nunca lograron hacerse con su cola durante la Semana Dorada.

Sin embargo se puede decir que era natural ya que el gato no tenía cola.

Quería darles un sermón sobre no perder el tiempo mientras su propio hermano estaba ocupado
rogando estando postrado, pero parecía que iban a continuar con su búsqueda, sin siquiera
desanimarse. Si eso era lo que querían hacer, entonces bien. Decidí que no las detendría, no
esta vez. Es la forma del mundo para que un cuento que ha visto su final sea recitado y
transmitido.

Me apresuré a desayunar antes de subirme a la bicicleta y salir… Me dirigía a la escuela, lo


que significaba que estaba usando mi bicicleta vieja, no mi bicicleta de montaña.

Pero primero, había una serie de lugares a los que tenía que ir.

Por eso me fui temprano.

El primer lugar que tenía que visitar era donde Hanekawa y yo enterramos al gato blanco.
Supongo que se puede llamar tumba… la tumba que Oshino dijo que estaba ahora vacía.

No conocía el barrio y me costó un poco llegar, pero no fue muy difícil de encontrar… sin
embargo.

No sé cómo decirlo, pero cuando desenterré el lugar con la pala de jardinería que había
traído… cuando decidí profanar su tumba, estaba allí mismo.

El cadáver enterrado del gato.

Los restos del gato de pelaje plata mate… estaban enterrados en la tierra.
Estaba vacío… pero ya no.

Era un cadáver real, uno que olía a descomposición.

“Hmm.”

Aunque dije “sin embargo”, sabía que esto sería así… era otro hecho evidente.

Exactamente como había predicho.

Ahora la verdadera pregunta es si Oshino sabía… no.

Probablemente fue mi descripción.

Debió de equivocarse y excavar en el lugar erróneo, haciéndole creer que el cadáver había
desaparecido… incluso él no era omnipotente, incluso él podía confundirse.

Me conformé con esa respuesta y cubrí los restos del gato con tierra, enterrándolo una vez
más.

Junté las manos.

Y rece por su felicidad en la otra vida.

“Muy bien.”

Obviamente, mi siguiente parada fue la escuela de preparación abandonada… Tenía que darme
prisa, ya que había pasado algún tiempo buscando la tumba.

No es que fuera una emergencia… pero con mi cuerpo tan gravemente herido por lo de anoche,
no estaba en condiciones de dar las gracias a la pequeña vampiresa, y no quería que pasara
mucho tiempo antes de hacerlo.

Estaba pensando que incluso le daría una palmadita en la cabeza.

Una señal de sumisión no sería.

Pero parecía que, al menos, me dejaría… me permitiría darle las gracias.

“……”

Pero mis expectativas estaban muy lejos de la realidad.

La superioridad de conocimiento que se me concedió en un epílogo fue impotente.


Llegué y subí a un aula del cuarto piso para enfrentarme a la pequeña vampiresa sólo para
encontrarla llevando, de entre todas las cosas, un extraño casco con gafas que podrías llevar
cuando vas en patines.

Así no podía acariciar su cabeza.

“Ah, ¿esa cosa? Sí, nuestra pequeña vampiresa me lo pidió. Resolvió todo el asunto del gato,
así que se lo regalé como recompensa.” Explicó Oshino.

¿Qué había hecho? “No me he equivocado tanto desde… Bueno, qué esperanza tan fugaz
resulto ser.”

¿No podía ni siquiera darle las gracias?

Nuestra relación no había mejorado ni un ápice. En todo caso, se había abierto un abismo entre
nosotros.

Oh, bueno.

Ahora tenía la certeza de que la voz que creía oír era una alucinación… y que realmente no
estaba ocultando su vergüenza o siendo una tsundere o algo así y no me había salvado.

Debía de guardarle un profundo rencor a Hanekawa gracias a las vacaciones de primavera, y


estaba la excusa de protegerme a mí, su fuente de alimentación, y sólo tal vez, me estaba
devolviendo el favor por dejarle comer diez donuts de Mister Donut… pero eso sólo
demostraba mi punto de vista.

Era más voluble que un gato. No había sido más que un capricho.

Perfecto.

Los caprichos eran parte del talento.

Algún día escucharé esa alucinación en la realidad, y te daré una palmadita en la cabeza, y te
despeinaré tu hermosa y dorada cabellera… esa puede ser mi meta.

Algún día nos entenderemos.

Sin construir vallas entre nosotros como “humano” y “excentricidad”.

“Me sorprendió bastante que nuestra pequeña vampiresa te prestara su espada encantada, pero
¿incluso se levantó y fue a salvarte? Se supone que la gente va y se salva por sí misma, ya
sabes. Ja, ja, y yo ya había renunciado a ti y a la Representante de Clase-chan.”
“……”

Realmente sabía cómo lanzar un comentario frio, ¿no?

No estaba seguro de lo serio que estaba siendo… pero siempre era serio cuando se trataba de
estos asuntos.

Bueno.

Esa frialdad era parte de su sabor.

“Es un milagro que tu plan haya funcionado… Me he mordido la lengua porque no quería ser
un aguafiestas, pero la propia Representante de Clase-chan se había convertido en una
excentricidad, así que había una posibilidad real de que la hoja encantada también la hubiera
atravesado.”

“¡¿Qué?! ¡¿Y me lo dices ahora?!”

Había seguido adelante con el plan pensando que tenía el sello de aprobación de un
especialista.

¡Sabía que era frío, pero eso se pasó de la raya!

“Si realmente hubiese estado en trance… habría sido malo.” Dijo.

“……”

Claro… por supuesto que Oshino lo había sabido.

No es de extrañar que lo haya pasado mal contra ella.

“Por cierto, Oshino. No quiero quejarme ni nada cuando te he pedido que te encargues de las
secuelas, pero… sobre Hanekawa. ¿Está bien?”

“¿Hm?”

Oshino inclinó la cabeza como si se hiciera el tonto.

Esto era lo último que tenía que hacer antes de ir a la escuela… algo de lo que tenía que estar
seguro.

“Oh, ella está bien. Te garantizo que la Representante de Clase-chan no va a recordar nada de
esta Semana Dorada. Todo eso, sus recuerdos como Black Hanekawa, se han esfumado por
completo.” Aseguró Oshino, llevándose un cigarrillo sin encender a la boca de la forma más
afectada.

“¿Black Hanekawa? ¿Eh?”

“Me refiero a ella en ese estado. No es correcto llamarla Gato Afligido… una nueva raza
requiere un nuevo nombre. Black Hanekawa, un nuevo yokai para la era contemporánea.”

“Eres horrible nombrando las cosas.” Le dije de mala gana mientras pensaba que era bastante
acertado.

No se ha excedido ni se ha quedado corto.

Era justo el nombre que expresaba la forma.

Negro oscuro.

No por el color de su ropa interior… bueno, sí, eso era por supuesto una parte, pero más
esencialmente.

Aquel ser oscuro, oscuro, oscuro, también negro… era inconfundiblemente Hanekawa
Tsubasa.

“Una nueva raza, ¿eh? Bueno… supongo que ella misma dijo lo mismo, pero… ¿no podría
llamarse un caso honesto de doble personalidad en lugar de una excentricidad o algo así?”

“Mm. No, no es eso. Realmente es una excentricidad. Así es como debemos explicarlo.” Fue
Oshino y declaró. “Después de todo, llevé a la Representante de Clase-chan de vuelta a su
casa, mientras estaba sólo medio consciente… y me dijo muchas cosas en el camino.”

“¿Medio inconsciente? ¿No estaba inconsciente?”

“Bueno, sí. De otra manera no habría podido obtener esas respuestas de ella… era un poco
como la hipnosis.”

En otras palabras.

El campo de experiencia de Oshino.

“Coleccionando historias de excentricidades, ¿eh?”


“Sí. Es raro ver a una nueva raza en estos días, en el apogeo de la era mecánica… y por eso
quería obtener la historia directamente de la fuente. Bueno, y también le facturé el trabajo.
Unos cien mil yenes.”

¿Cien mil? Eso era demasiado barato comparado con mi factura… No, pero como admitió
Oshino, la pequeña vampiresa había jugado un gran papel en la resolución del caso. Tal vez
era una cantidad apropiada dada su parte del trabajo.

Probablemente le estaba cobrando los gastos y nada más.

“Entonces.” Le pregunté. “¿Qué has sacado de ella con tu hipnosis o lo que sea?”

“Nada que no hubiera adivinado por mí mismo, realmente… al principio el gato parecía haber
sido un simple y regular Gato Afligido. Pero ese fenómeno se acabó en poco tiempo.”

“¿Se acabo en poco tiempo?”

“En el momento en que drenó la energía de sus padres, en el momento en que eliminó a las
personas más cercanas que estaban cerca, la Representante de Clase-chan recuperó la
conciencia por un tiempo. Supongo que eso significa… que su deseo se cumplió en ese
momento.”

“Su deseo…”

Su deseo.

Para ella, para Hanekawa Tsubasa, enfrentarse a sus padres en una revuelta violenta, eso fue
su…

“Pero luego regresó. No… debería decir que la Representante de Clase-chan ansiaba su
regreso, así que trajo de vuelta al gato que la había abandonado y lo ganó a su lado. Se ganó
algo que se había apoderado de ella. Una excentricidad que debería haber sido capaz de dejar
ir y rechazar. Dejó que continuara. Yo soy el que dijo que el Gato Afligido y la Representante
de Clase-chan estaban hechos el uno para el otro, pero yo añadiría, casi demasiado bien el uno
para el otro… encajaban demasiado perfectamente, así que ella no podía dejarlo ir. En otras
palabras, fue hechizada por el misterioso encanto del gato… se encariñó con su existencia, y
en ese momento nació una nueva raza de excentricidad, Black Hanekawa.”

“Y supongo que… fue entonces cuando comenzó su ola de crímenes.”

Drenando energía como una forma de aliviar su estrés.


Noche tras noche, como un apuñalador enloquecido…

Como una desviada, atacó a la gente.

Podrías justificar absolutamente el drenaje de la energía de sus padres. ¿Quién no podría ver
las circunstancias atenuantes en su motivo? Pero no había nada que encontrar en lo que siguió.

Nada que se parezca.

Si le pediste una razón.

Hanekawa probablemente habría respondido así:

Lo hice porque me sentía molesta. Por ninguna razón…

… Sólo me sentí enojada.

Qué risible.

Justificada mientras la excentricidad aún la poseía, sólo se volvió malvada después de


vencerla… pero eso es lo que la hacía humana.

Hanekawa Tsubasa, ser humano.

“No lo sé.” Dije. “Es como si el gato se quedara sujetando la bolsa de la que se le dejó salir.
Hanekawa tiene la culpa de mucho de esto, pero ¿Oshino? Si esa cosa, el Gato Afligido… no,
Hanekawa, o Black Hanekawa, siguiera atacando a la gente, ¿se habría librado finalmente de
todo su estrés y habría desaparecido?”

Mis dudas se dirigían igualmente a mis propias acciones.

Cómo decirlo… la idea de que me involucré cuando no era necesario, de que había sido un
entrometido, no desaparecía.

Que me había ensimismado, que debería haberla dejado en paz, que nunca me pidió nada.

Que nunca confió en mí… y que aun así forcé mi entrada.

No pude evitar sentirme arrepentido por haberme interpuesto en el camino de Hanekawa.

“No es el caso… ¿recuerdas lo que te dije, Araragi-kun? Si no hacíamos nada, ella se dejaría
ganar por el gato y desaparecía. Nuestra única opción en ese momento habría sido matarla. Si
el simple hecho de volverse salvaje pudiera deshacerse de su estrés, no sería un problema tan
grande. Eso sólo causa más estrés, si le preguntas a un tipo fácil de llevar como yo… lo mejor
y más aconsejable es conservar una cantidad de estrés fácil de llevar. Se podría decir que si
algo causó la transformación de la Representante de Clase-chan en Black Hanekawa, su
desenfreno, fue que su estrés por sus padres desapareció.”

“¿Qué? Pero…”

“¿Tal vez es como la tensión de tracción? O como un puntal que se caería sin ninguna presión
sobre él, ser más libre que nadie sólo significa ser menos libre que nadie, pero incluso si
descartas todo eso, confiar en una excentricidad para aliviar tu estrés es pedir demasiado.
Hiciste bien en hacer lo que hiciste.”

“Tenía razón…”

¿Tenía razón? ¿Cuándo no existía el bien o el mal?

Lo que era correcto, y quién lo era… podía ser tan arbitrario.

Sí, puede que haya tenido razón.

Pero no es que Hanekawa estuviera necesariamente equivocada.

Simplemente había sido oscura, y mala.

Negro… no quería decir poco serio.

No quería decir impuro.

Dije: “Así que esta cosa de Black Hanekawa se llevó consigo cualquier recuerdo que fuera
inconveniente para Hanekawa… si me lo preguntas es una excentricidad bastante
conveniente.”

“Estaría más cerca de decir que está cargando esos recuerdos por ella, como un cosignatario.
Es una excentricidad que la Representante de Clase-chan creó… así que por supuesto va a ser
conveniente para ella. Como su trabajo, va a ser convenientemente ideal. No es que olvidar
sea necesariamente algo bueno.” Señaló Oshino. “En cuanto a sus padres, parece que el
poderoso drenaje de energía hizo que sus recuerdos de haber sido atacados por su hija se
desvanecieran… y eso es sólo poner una tapa en algo podrido. La fuente del olor… sigue ahí.”

“Sigue ahí, eh.”

La tensión, la discordia.

La violencia doméstica, el abandono de niños.


Todo.

Seguía ahí… seguía existiendo, no se acababa.

Aun así, pensé que por ahora estaría bien… era mejor que lo olvidara.

Perder lo que había en tu corazón es perder tu propio ser.

Pretender que esta Semana Dorada no fue más que una mordida de perro, nada más que un
arañazo de gato, un mal sueño…

Fingiendo que no hemos visto nada.

Deberíamos olvidarlo.

Porque si nos acordamos o no.

Lo que pasó, pasó… y, de todos modos, nada iba a cambiar.

“Convenientemente ideal, ¿eh? ¿Como un personaje original creado por la excentricidad?”


Pregunté.

“Claro, exactamente. Apuesto a que cuando estabas en la escuela primaria se te ocurrieron


bastantes superhéroes originales.”

Generación equivocada.

Pero para ser justos, se me ocurrió mi propio Stand original.

“Un héroe conveniente que te salva… y como la Representante de Clase-chan no pudo buscar
uno fuera de sí misma, alimentó uno dentro de sí.”

“Cuando lo pones así, realmente suena como si tuviera una doble personalidad.”

“Eso no es lo que es, pero sí, lo estoy diciendo de manera que lo haga parecer así. Porque es
mejor que estemos de acuerdo en que eso es lo que era… para empezar, así son las
excentricidades.”

“¿Para empezar?”

“Estamos de acuerdo en culpar de algo a un yokai porque, aunque no sea la realidad del asunto,
se sentiría muy desesperanzador salir a decir la verdad sin tapujos… es una forma de desplazar
la responsabilidad. La Representante de Clase-chan estaba tan machacada por su estrés
doméstico que la hizo actuar de forma excéntrica… en lugar de esa conclusión, ¿no hay una
gracia salvadora en simplemente decir que todo lo hizo una excentricidad, o un Gato Afligido,
o Black Hanekawa, o un caso de personalidades divididas?”

“En simplemente decir.”

No era como Oshino, el mediador, alguien que buscaba el equilibrio… de hecho, parecía que
se arriesgaba a refutar sus propias teorías, pero quizás era su forma de comprometerse aquí.
Porque creía que había fallado completamente en su trabajo como profesional.

En otras palabras, no fue un compromiso… sino que fue él quien redibujó las líneas.

El remate de esta historia.

Fue irracional, fue sorprendente…

“Ni blanco ni negro. Fue una conclusión gris…”

Qué remate… apoyándose en el juego de palabras.

“No se puede evitar. Es la conclusión que la Representante de Clase-chan eligió para sí misma.
No puedo entrometerme y hablar, y tú tampoco. Lo más que puedes hacer es seguir tratándola
como siempre la has tratado.”

“… Sí.”

El truco estaba en simplemente decirlo, ¿eh?

Por el bien de una amiga que había buscado un héroe dentro de sí misma, incapaz de buscar
uno fuera. Como alguien que no logró convertirse en su héroe, era todo lo que podía hacer.

Sí.

Ni siquiera podía morir por Hanekawa.

“Oshino. Si vas a llamar a eso una nueva raza de yokai… ¿no podrías decir que Hanekawa
también ha sido poseída todo este tiempo por un yokai llamado familia?” Un vago
pensamiento había aparecido en mi cabeza… y por eso le pregunté. Intenté preguntarle. “No
un gato, no un demonio, pero sí…”

“Una familia. Pero la Representante de Clase-chan no consideraba a sus padres como familia,
¿verdad?”

“Eso es… eso es exactamente lo que quiero decir.”


La familia es algo que se supone que es una parte natural de la vida para casi todo el mundo,
del mismo modo que Karen y Tsukihi son como una parte dada de la mía. Sin embargo, para
Hanekawa, se transformó en algo sobrenatural… lo que significaría que no fueron sólo estos
nueve días de la Semana Dorada, o incluso quince años. Desde el día en que nació… estaba
embrujada por aquello conocido como familia.

“¿No podrías decir que la idea de una familia siempre ha sido una excentricidad para
Hanekawa?” Cuestione.

“Me lo pregunto.” Oshino tenía la cabeza inclinada, como si no estuviera de acuerdo. “Quiero
decir, las familias reales, las de verdad, pueden ser cosas bastante molestas y deprimentes,
¿no? Los niños tienen sus fases rebeldes, e incluso algunos padres biológicos pueden ser
bastante inútiles… dime, Araragi-kun. ¿Puedes dibujar un mapa de Japón?”

“¿Eh?”

Me quedé boquiabierto.

¿Qué me estaba diciendo este hombre adulto de repente?

¿No me había escuchado?

“Claro, por supuesto que sí. ¿Cuál es tu punto?”

“Bueno, supongo que la mayoría de los japoneses son capaces de dibujar un mapa de Japón…
pero creo que eso es gracias a los informes meteorológicos. Aprendemos la forma de nuestro
país viendo las previsiones meteorológicas.”

Suspiré.

Hmph.

Bueno, ahora que lo ha mencionado.

Si me pidieran que dibujara un mapa de Japón, me imaginaría el tipo de mapa meteorológico


que muestran en la televisión.

“Bien, puede que sea cierto.” Concedí. “Pasamos mucho más tiempo mirando los informes
meteorológicos que los atlas. Pero, ¿y qué?”

“Es un grave error creer que se conoce Japón porque se han visto algunas previsiones
meteorológicas… eso es lo que intento decir.”
No actúes como si supieras de lo que hablas cuando todo lo que tienes es un entendimiento a
medias… eso es lo que parecía decirme.

Ahora tiene sentido.

“Por cierto, Araragi-kun, las excentricidades que encarnan el concepto de familia ya existen…
el tipo de cosas que se te ocurren ya han sido concebidas en el pasado.”

“Me lo imagino. Bueno, perdón por intentar jugar a ser especialista.” Me encogí de hombros.
“Pero que Hanekawa siga siendo ella misma durante todo el tiempo que fue un gato… me hace
pensar.”

“¿Por qué no te casas con ella?”

Casualmente.

Fue y dijo eso.

Se atrevió.

“¿Qué?”

“No, en serio, ¿por qué no te casas con la Representante de Clase-chan? Haciendo eso le darías
la familia que nunca tuvo.”

“Um…”

Sólo hay que escuchar lo frívolo que estaba siendo al decirlo.

¿Matrimonio?

“Eso no es gracioso, Oshino.”

“¿Ah, sí? Creo que es una buena idea. Me parece un trato justo si quieres recompensarla por
ofrecer una ayuda durante las vacaciones de primavera.”

“Sabes que también tenemos que considerar los sentimientos de Hanekawa, ¿verdad?”

“Estoy seguro de que los tiene.” Contestó Oshino… alegremente, con su actitud tan irritante
como siempre. “Ella tiene sentimientos. Por eso fue hechizada.”

“……”
“Y puede convertirse en una víctima o en un delincuente. Incluso una excentricidad.” Recordó.
“Pero ¿qué hay de ti, Araragi-kun? ¿No deberíamos también considerar tus sentimientos?”

“¿Mis… sentimientos?”

“Estaba convencido de que estás enamorado de la Representante de Clase-chan.”

“No seas ridículo.”

Reí.

Sonreí.

Sí… este era mi momento para sonreír y actuar con calma.

“No estoy enamorado de Hanekawa.”

“¿Ah, sí?”

“De verdad.”

Simplemente digamos eso.

La elección más feliz.

Ja, ja, Oshino también se rió. Una pequeña risa.

“Sí, si estás de acuerdo con eso, Araragi-kun, entonces yo también lo estoy. Y a pesar de mi
pregunta, lo más importante aquí son los sentimientos de la Representante de Clase-chan, no
los tuyos… porque no importa lo que tú o cualquier Gato Afligido haga, la gente ira y se
salvara sola.”

“Y Hanekawa tampoco está pidiendo que la salven.”

No pudo pedir ayuda externa.

No pudo pedir nada.

“Si me lo hubiera pedido.” Solté, sonando como un pobre perdedor. Era algo que tenía que
decir. “Habría hecho cualquier cosa por Hanekawa si ella se hubiera apoyado en mí.”

“Debió pensar que no servirías de nada.” Respondió Oshino de la forma más aguda y directa
posible. “Pensó que sus propias fantasías serían mucho más útiles, eso es todo. O tal vez
realmente buscó tu ayuda.”
“¿Huh?”

“No hay que decir ‘ayuda’ para buscar ayuda. Al igual que no es necesario decir ‘te amo’ para
amar a alguien.” Comentó Oshino Meme… con su tono característico, como si lo viera todo.
“Todos tenemos palabras que no nos resultan fáciles de pronunciar, Araragi-kun.”

“……”

“¡Ja, ja! Pero tanto si piden ser salvados como si no, la gente va y se salva por su cuenta.
¿Sabes lo que es triste? Esa pobre nueva raza de excentricidad que fue absorbida por nuestra
Vampiresa-chan y desapareció. Al final, fue una nueva raza con una breve historia, una
mutación espontánea. No es rival para el viejo rey. No es que la gente vaya a interesarse por
una excentricidad totalmente original hecha a si misma hasta que eche raíces. Cuanto más
nuevo, mejor para las máquinas y los tatamis, pero cuando se trata de excentricidades, es al
revés.”

“El rey de las excentricidades… el vampiro.”

Miré en su dirección.

Pero ella no me miraba, sólo se acuclillaba en silencio.

Oshino volvió a hablar. “Hmm, sabes, no me parece bien estar llamándola siempre ‘nuestra
pequeña vampiresa’ o ‘Vampiresa-chan’. Y, afortunadamente, parece que podremos
comunicarnos con ella a través de lo que llamamos alimentarla con Mister Donut, así que ¿por
qué no le doy a la niña algún tipo de nombre…?”

No me había dado cuenta del paso del tiempo, pero llevábamos un rato hablando. Las clases
del día estaban a punto de comenzar, así que sin darle mucha importancia a sus palabras, salí
del edificio abandonado y me dirigí al instituto Naoetsu.

A este ritmo llegaría tarde.

Cuando llego tarde, Hanekawa se enfada conmigo.

Así que me dispuse a pedalear con todas mis fuerzas… y si puedo o no enfrentarme a ella en
la escuela y mantener una conversación normal cuando se ha olvidado de todo, ni siquiera
entra en mi mente concentrada.

Llegue a la escuela justo a tiempo, aparque la bicicleta en el estacionamiento y empecé a subir


las escaleras a toda prisa… pero no es como si algo me preocupase.
No estoy ansioso.

Hanekawa me sonreirá como siempre.

Y le devolveré la sonrisa como siempre. Estoy seguro de ello.

Te quiero… no es algo que vaya a decirle nunca.

“Hanekawa.”

Susurro… para que nadie pueda escuchar.

Hanekawa.

Hanekawa-san.

Sé que algún día amaré a alguien que no seas tú.

Voy a amar a alguien que no eres tú, por primera vez en mi vida.

De ti aprendí lo que significa cuidar a los demás, y estoy seguro de que llegará el día en que
me enamore de alguien que no seas tú.

Pero estos nueve días dorados que has olvidado… apuesto a que los recordaré siempre y nunca
los olvidaré.

No importa lo que me depare el futuro, no importa lo que venga, estos sentimientos que tengo
por ti nunca cambiarán, nunca dejarán de ocurrir.

Y así.

Así es como, durante la Semana Dorada de su tercer año de instituto, el mayo de sus dieciocho
años, algo que no era del todo el primer amor de Araragi Koyomi llegó a su fin.

Subí las escaleras.


Palabras del Autor

Como los seres humanos somos, en general, criaturas con una visión terriblemente estrecha,
no podemos evitar querer resolver cualquier problema que se nos presente en la vida, pero
cuando uno se sienta a pensar si todos los problemas que surgen a lo largo de la vida tienen
que ser resueltos, puede sorprenderse al ver que no es así en absoluto. Pues no, por supuesto
que es mejor resolver un problema que dejarlo sin resolver, pero cuando echas un vistazo
general al mundo, inesperadamente encuentras muchos problemas que se han dejado ahí, y
aunque arrojan tantos problemas que es un problema, la gente que les rodea puede haberlos
aceptado junto con el daño que se deriva de ellos. De hecho, haber resuelto un problema a
veces da lugar a un mayor caos y confusión, aunque no siempre. Está el hecho de que a la
gente le disgusta el cambio aunque sea una evolución y prefiere la estabilidad por muy
inestable que sea, pero antes de todo eso, un cierto “entorno” es lo que acepta los problemas
como problemas, o eso creo. Sinceramente, es como si la gente se sintiera más “viva” cuando
se enfrenta a un problema y agoniza, sufre y acumula estrés por él. En lugar de la consumación
de un deseo de larga duración o de que el amor dé sus frutos, ¿quizás la vida se trate de
“problemas”? En ese caso, podría decirse que la gente no se esfuerza por hacer realidad sus
sueños; sueña sólo para poder esforzarse. Cielos, ¿qué clase de drama de pesadilla es ése?

Este volumen, NEKOMONOGATARI (BLACK), es la sexta entrega de la serie


MONOGATARI. Cuenta la historia de la Semana Dorada de Hanekawa Tsubasa, de la que
hemos estado recibiendo modestos y despreocupados olores desde que “Cangrejo Hitagi”, la
primera historia, se publicó en Mephisto. En realidad, éste era más bien el tipo de cuento
secreto que se sella para siempre, pero se cumplieron varias condiciones por causas ajenas a
mí y ahora está viendo la luz del día. Muchas gracias. Sin embargo, cuando una serie tiene
tantos volúmenes, su trama suele estar llena de contradicciones fatales; si encuentras algún
problema, te agradecería que lo suavizaras y superaras con tu pasión por la lectura. Porque así
es como se transforman las excentricidades cuando se transmiten (digo, tratando de sonar
genial). En fin, esto ha sido NEKOMONOGATARI (BLACK), una novela que escribí
enteramente (nyah-jaja) para entretenerme. NEKOMONOGATARI (WHITE) saldrá a la venta
muy pronto, y espero que también la leas. Estoy haciendo todo lo posible para que esté libre
de contradicciones, ¿ok?
El ilustrador VOFAN trabajó en la portada y en las imágenes de los insertos para la
publicación. La versión de anime de BAKEMONOGATARI que se emitió mientras yo
preparaba y escribía este libro tuvo un impacto increíble y motivador en mí. No podría estar
más agradecido. Me dan ganas de seguir escribiendo una historia digna de un trabajo tan
visual.

Nos vemos pronto.

NISIOISIN
Palabras del Traductor

Las causas del estrés son muchas y variadas, y es una dolencia que no dista demasiado de
llegar a convertirse en depresión, el mal llamado mal del nuevo milenio (o al menos tengo la
noción de en algún momento llegar a escuchar que se llamó de ese modo).

No pretendo pasarme de filosófico o de querer responder una incógnita universal, pero


considero que algo que le da sentido a la vida de las persona es plantearse un objetivo, ya sea
uno real o uno ideal e ir alcanzándolo mediante aquello que podemos lograr, una vez hecho
esto hecho pasar a un nuevo objetivo… que fácil suena, ¿no?

Y he ahí el meollo del asunto. No puede serlo. Si todo lo tuviésemos al alcance de la mano
que aburrido seria todo, no apreciaríamos nada.

Pero tampoco hay que obcecarse por el final, ya que la sensación de logro solo llega en la
medida de aquello que ocurrió en medio, lo ocurrido en el viaje.

Así que son las experiencias lo que le da sazón a la vida.

Por ello, sin importar que el día amenace con una lluvia torrencial de esas que hacen que se
vaya la luz, que la señal del internet haya estado inestable y no sabes si es la conexión, el router
o el modem, si es algo a nivel local o de la urbanización, porque a fin de cuentas el país donde
vives es conocido por ser un lugar donde todo es posible (en el espectro de lo malo), las cosas
se terminan estabilizando (aunque luego te queda la duda persistente de si son los equipos
tuyos y luego tendrás que destinar dinero a otras cosas en reponerlos).

Ehh, sí, cosas que pasan, dificultades del día a día. Situaciones a las que hay que sobreponerse.

Respecto al volumen. Increíble como el ritmo de las cosas en el anime, al menos en mi caso,
no te dan chance para preguntarte que paso con los padres biológicos de Hanekawa,
sinceramente la pobre tiene una historia de fondo bastante trágica.

Respecto a la traducción en sí, este ha sido con diferencia el volumen que más calma me he
tomado en traducir, al punto de prácticamente terminarlo a la par que otros proyectos, y el
primero de Monogatari en estar en estar en un formato EPUB decente (eventualmente los
demás también lo estarán).
Y ya sé, a pesar de ser el primero en rabiar al haber leído que en ingles Nadeko le dice a
Araragi, Big Brother Koyomi, y que Suruga y Araragi se tratan de junior y senior por mucho
que las traducciones estén acordes, ¿cómo es posible que leyesen Semana Dorada y no Golden
Week? Échenles la culpa a los subtítulos del anime, o por lo menos a aquellos que yo vi.
Cambiar eso es fácil, pero quiero dejarlo (un poco por fastidiar) como marca personal.

Como siempre, no me considero digno de haber trabajado en esto, solo seguiré diciendo:
gracias por leer.

No pienso publicitarme, solo déjame decirte que si algún día esta maravillosa historia se
serializa en tu país destruye esta versión y adquiere la original, humildemente te lo pido. Sin
embargo, esa es solo mi petición, no tengo no la moral ni el poder para detenerte de lo
contrario.

Aunque siempre hay una dicotomía, por mucho que los problemas animen la rutina, hay
algunos que simplemente no son bienvenidos, sin más nos leemos (?) en otra ocasión.
Frase Final

Para Familia Tsubasa:

No existe un desesperado tan pobre e impotente que no sirva


para cualquier cosa en el mundo en el que él desesperó.

GIACOMO LEOPARDI.

Escritor italiano.

(1798-1837)

Para todos de Ferindrad.

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