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Asunto

Número : 007002-ORM4-2021-CO

Asunto
Principal : 002086-ORM4-2021-CO

Parte
demandante : Melba del Socorro Díaz Palacios

Representado
por : Jasmina Maritza Salgado Soza

Parte
demandada : Rita De Los Ángeles Cuadra Mayorga y otros.

Representado
por : Teófilo Rocha Rodríguez

Pretensión
: Oposición a Declaratoria de Herederos

Objeto
del proceso : Recurso de Apelación

Ponencia
: Perla Margarita Arróliga Buitrago

SENTENCIA
TRIBUNAL
DE APELACIONES CIRCUNSCRIPCIÓN MANAGUA, SALA CIVIL NÚMERO DOS Y DE
FAMILIA
POR LA LEY. Managua, once de enero del año dos mil
veintidós. Las once de la mañana.

En
nombre de la República de Nicaragua, los suscritos Magistrados del
Tribunal de Apelaciones Circunscripción
Managua, Sala Civil Número
Dos y de Familia por la Ley, una vez examinadas las presentes
diligencias del
recurso de apelación interpuesto dentro del proceso
Sumario con pretensión de Oposición a solicitud de
Declaratoria
de Herederos, promovido por la señora Melba del Socorro Díaz
Palacios, en el que se dictó
sentencia a las ocho y
veintitrés minutos de la mañana del dieciocho de octubre del año
dos mil veintiuno, por el
Juzgado Primero Distrito Civil de
la Circunscripción Managua, dictamos sentencia como corresponde.

ANTECEDENTES
DE HECHO.

1.
Por escrito presentado en la Oficina de Recepción y Distribución de
Causas y Escritos (ORDICE), del
Complejo Judicial Central de Managua,
a las tres y cincuenta y un minutos de la tarde del siete de abril
del año
dos mil veintiuno, compareció el abogado Teófilo Rocha
Rodríguez, mayor de edad, casado, de este domicilio,
con carné de
la C.S.J. número 5788 y cédula de identidad número
001-130574-0018V, actuando en calidad de
apoderado general judicial
de los señores Rita de los Ángeles Cuadra Mayorga, soltera,
comerciante, con
domicilio en Managua y cédula de identidad número
001-220576-0035X; Jorge Francisco Cuadra Mayorga,
soltero,
comerciante, con domicilio en Estados Unidos de América y cédula de
identidad número 001-160778-
0019U; Fernando Antonio Cuadra
Mayorga, casado, comerciante, con domicilio en Managua y cédula
de
identidad número 001-050275-0048L; Lizeth del Carmen Cuadra
Mayorga, soltera, comerciante, con domicilio
en Estados Unidos de
América y cédula de identidad número 001-150380-0067H y Julio
César Cuadra
Mayorga, casado, comerciante, con domicilio en
Managua y cédula de identidad número 001-120483-0030B,
todos
mayores de edad, promoviendo solicitud de Declaratoria de
Herederos, para que mediante sentencia se
declare a sus mandantes
como herederos universales de todos los bienes, derechos y acciones
que al fallecer
dejara su padre, el señor Francisco José Cuadra
Mora (q.e.p.d.), particularmente de los siguientes bienes: a)
Parte
indivisa de un inmueble ubicado en barrio El Pilar de Managua,
consistente en terreno y casa de dos
plantas, con un área
superficial de 557.77 metros cuadrados e inscrito como finca Número
131073, Tomo 1985,
Folio 201, Asiento 1°, con número NAP: BI-XER537
de la Columna de Inscripciones, Sección de Derechos
Reales, Libro de
Propiedades del Registro Público de la Propiedad Inmueble y
Mercantil del departamento de
Managua, el que tiene un gravamen a
favor de Financiera Nicaragüense de Desarrollo, Sociedad Anónima y
Banco Procredit, Sociedad Anónima. b) Inmueble de naturaleza
rústica, ubicado sobre el camino que conduce al
barrio Las Jaras,
jurisdicción de San Rafael del Sur, departamento de Managua, con un
área de 3000000 metros
cuadrados, con número catastral
2951-4-13-000-14600, inscrito bajo finca Número 25888, Tomo
2134,335; Folio
92, 35; asiento 2, 3; con número NAP: BI-XER4Z8, de
la Columna de Inscripciones, Sección de Derechos
Reales, Libro de
Propiedades del Registro Público de la Propiedad Inmueble y
Mercantil del departamento de
Managua. c) Inmueble de naturaleza
rústica, ubicado sobre el centro urbano de San Rafael del Sur, dos
kilómetros al oeste de ese municipio del departamento de Managua,
con un área inicial de 56,400.98 metros
cuadrados y área actual de
56,401.39 metros cuadrados, con número catastral 295141300017300,
inscrito
como finca Número 47419, Tomo 3886, Folio 251, Asiento 2,
con número NAP: BI-XETFCW, de la Columna de
Inscripciones, Sección
de Derechos Reales, Libro de Propiedades del Registro Público de la
Propiedad
Inmueble y Mercantil del departamento de Managua. d)
Inmueble de naturaleza rústica, ubicado en el barrio Los
Gutiérrez
Norte del municipio de San Rafael, departamento de Managua, con una
extensión superficial de
201,724.675 metros cuadrados, equivalente a
282,129.305 varas cuadradas, con número catastral
2951-4-13-
000-08301 inscrita bajo finca Número 154847, Tomo 2203,
Folio 232/233, Asiento 1°, de la Columna de
Inscripciones, Sección
de Derechos Reales, Libro de Propiedades del Registro Público de la
Propiedad
Inmueble y Mercantil del departamento de Managua, inmueble
cuyo traspaso de dominio se encuentra en
proceso de inscripción a
favor del causante, pero que consta en testimonio de escritura
pública número 272
‘Compra Venta de Bien Inmueble Rural’,
autorizada en la ciudad de Managua, a las ocho y treinta minutos de
la
mañana del siete de noviembre del año dos mil once, ante los
oficios del notario William Miguel Espinoza
Narváez.

2.
Radicados los autos en el Juzgado Primero Distrito Civil de la
Circunscripción Managua, se admitió a trámite
la petición,
ordenándose la publicación de los respectivos edictos. Por escrito
de las dos y un minuto de la tarde
del siete de junio del año dos
mil veintiuno, compareció la abogada Jasmina Maritza Salgado
Soza, mayor de
edad, soltera, de este domicilio, con carné de la
C.S.J. número 4807 y cédula de identidad número 005-070264-
0001T,
en calidad de apoderada general judicial de la señora Melba del
Socorro Díaz Palacios, mayor de edad,
casada, comerciante, con
domicilio en Managua y residencia en Estado de California, Estados
Unidos de
América, con cédula de identidad número
001-241053-0039P, oponiéndose a la pretensión de Declaratoria de
Herederos, bajo el argumento que el causante, donó a su mandante
todas las propiedades antes mencionadas
y que además, llama la
atención que existen otros dos hijos del causante que debieron ser
incluidos en la
solicitud formulada. Por auto de las dos y
veintidós minutos de la tarde del ocho de junio del año dos mil
veintiuno, la judicial admitió a trámite la oposición a través
del proceso sumario y ordenó el archivo del proceso
de jurisdicción
voluntaria, emplazando a la parte demandada, para que contestara la
oposición, lo que así se
hizo mediante escrito de las once y
veintitrés minutos de la mañana del veinte de julio del año en
curso.

3. A
las ocho y dos minutos de la mañana del veintiocho de septiembre del
año dos mil veintiuno, se celebró la
respectiva audiencia y
posteriormente, la judicial dictó sentencia a las ocho y
veintitrés minutos de la mañana
del dieciocho de octubre del año
dos mil veintiuno, declarando sin lugar la oposición a la
declaratoria de
herederos de que se ha hecho mérito; asimismo,
declara herederos universales de todos los bienes, derechos y
obligaciones que al fallecer dejara el señor Francisco José Cuadra
Mora (q.e.p.d.), a sus hijos Fernando
Antonio, Rita de los Ángeles,
Jorge Francisco, Lizeth del Carmen y Julio César, todos de apellidos
Cuadra
Mayorga, librando la correspondiente certificación para
inscribir en el respectivo Registro de la Propiedad.

4.
La abogada Jasmina Maritza Salgado Soza, en el carácter en que
actúa, interpuso recurso de apelación
contra la sentencia antes
indicada, expresando los respectivos agravios, recurso que fue
admitido a trámite por
auto de las once y cuarenta y siete minutos
de la mañana del tres de noviembre del corriente año. Contestados
los respectivos agravios, se emplazó a las partes para que dentro
del plazo de cinco días se personaran ante
este Tribunal y se ordenó
la remisión del expediente.

5.
Radicados los autos en esta Sala, se tuvo por apersonados y se
concedió intervención de ley a los abogados
Jasmina Maritza Salgado
Soza y Teófilo Rocha Rodríguez, en el carácter en que actúan,
como apelante y
apelado respectivamente; se ordenó que las
diligencias pasasen para estudio y fallo.

6.
Siendo todo lo actuado, esta Sala procede a dictar sentencia como en
derecho corresponde.

FUNDAMENTOS
DE DERECHO.

1.
El artículo 546 CPCN., establece: “Serán recurribles en
apelación las sentencias definitivas dictadas en toda
clase de
procesos, los autos definitivos que pongan fin a los mismos y
aquellos otros que la ley expresamente
señale.”

2.
El párrafo cuarto del artículo 560 CPCN regula taxativamente que:
“…La sentencia que se dicte en apelación
se pronunciará
exclusivamente sobre las cuestiones planteadas en el recurso y en el
escrito de contestación de
agravios.”

3.
Las quejas de la apelante, abogada Jasmina Maritza Salgado Soza, en
la calidad en que actúa, se resumen
así: Causa agravios a su
mandante que la judicial no haya ordenado la suspensión de este
proceso, cuando es
evidente que tuvo pleno conocimiento que se estaba
tramitando otra causa con número de asunto 004641-
ORM4-2021-CO, con
pretensión de nulidad de instrumento público y aún así dictó
sentencia; que la sentencia
apelada no está debidamente
fundamentada, por cuanto se demostró que el causante antes de morir
ya había
dispuesto de sus bienes mediante una escritura de donación
irrevocable a favor de su mandante; que la judicial
únicamente se
limitó a valorar la situación desde el vínculo de consanguinidad
existente entre los solicitantes y
el causante, pero no el hecho que
el difunto ya había dispuesto de sus bienes a favor de su esposa;
que en los
fundamentos de derecho de la sentencia apelada, sólo se
copiaron las intervenciones ocurridas durante la
audiencia única,
pero no existe una verdadera fundamentación jurídica por parte de
la judicial, violentándose el
debido proceso regulado en los
artículos 6, 15 y 199 CPCN. Solicitó se declare con lugar el
recurso, se revoque
en su totalidad la sentencia apelada y se ordene
la suspensión de todas las actuaciones desde la audiencia
única
hasta la sentencia.

4.
La parte apelada, representada por el abogado Teófilo Rocha
Rodríguez, contestó los agravios en los
siguientes términos: No
existen verdaderos agravios, pues la apelante se limitó a señalar
actuaciones ocurridas
durante el proceso, no cumple con las
formalidades que señalan los artículos 549 CPCN; que la judicial
tramitó
la causa conforme lo establecido en la ley procesal Civil,
por cuanto al haberse formulado oposición, suspendió
la tramitación
de jurisdicción voluntaria y procedió a tramitar sumariamente la
causa, tal como dispone la ley, por
lo tanto, no existe tal violación
al principio del debido proceso que alega la apelante; que la
sentencia se
encuentra debidamente motivada y fundamentada; quedó
claramente establecido por la juez que la escritura de
Donación
Irrevocable en que se sustenta la oposición, no cumple con los
requisitos de ley y así se expuso en
los fundamentos de derecho; que
la juez valoró todas y cada una de las pruebas aportadas al proceso
y emitió
un fallo ajustado a derecho, por lo que solicita se declare
sin lugar el recurso de apelación y se confirme la
resolución
impugnada.

5.
El Catedrático de Derecho Procesal Civil Juan Montero Aroca, sobre
la procedencia y admisibilidad de un
recurso, refiere: “La
procedencia de los recursos está condicionada a la concurrencia de
determinados
presupuestos procesales, esto es, a la de determinadas
condiciones que son necesarias no solo para que
aquellos se admitan a
trámite y se sustancien, sino para que el tribunal pueda llegar a
resolver la cuestión
suscitada de los mismos. Ello obliga a
distinguir entre procedencia, admisibilidad y prosperabilidad. La
procedencia del recurso se hace depender de la concurrencia de
presupuestos procesales; la admisibilidad del
recurso hace referencia
a la concurrencia de los requisitos exigidos por la ley para que
pueda sustanciarse un
proceso procedente y la falta de estos hace que
el tribunal no pueda llegar a entrar a examinar la cuestión de
fondo
suscitada por el recurrente. Todos los presupuestos y requisitos de
los recursos deberían ser controlables
de oficio y en el momento
previo de la admisión del recurso”. La legislación procesal
civil nicaragüense,
particularmente el artículo 549 CPCN., párrafo
segundo establece que en el escrito de interposición del recurso,
la
parte expresará los agravios que la resolución le cause, la
petición de revocación total o parcial del auto o
sentencia, la
necesidad de nuevo examen de las actuaciones de primera instancia, y
en su caso, la propuesta
de nuevos medios de prueba.

6.
Sobre la fundamentación del escrito de apelación continúa
expresando el referido Jurista Juan Montero
Aroca, en el Tratado de
Recurso en el Proceso Civil. Segunda Edición: “El
escrito de interposición del recurso
debe ser motivado y en él se
habrán de exponer las alegaciones en las que la parte recurrente
fundamente la
impugnación de la resolución recurrida, sobre la base
de la delimitación efectuada en el propio escrito acerca de
cuál
sea ésta y cuál o cuáles los pronunciamientos de la misma que se
impugnan (Art. 458.2). Según lo
expresado anteriormente, el escrito
de interposición cumple la función de delimitar el objeto de la
apelación,
tanto en lo que se refiere a la resolución recurrida y
pronunciamientos que se impugnan, como en lo
concerniente a que deba
ser objeto de debate entre las partes, a propuesta del apelante y de
decisión por el
órgano jurisdiccional ad-quem…Lo fundamental del
escrito de interposición es que en el mismo se han de
contener las
alegaciones en que se base la impugnación, esto es, la
fundamentación del recurso. Esa
fundamentación no es requisito
formal, sino que hace a la esencia misma del escrito y por lo mismo
su
ausencia, que no es subsanable,
es causa de inadmisión del recurso que operará, por regla general,
como
causa de desestimación al ser apreciada por el tribunal
ad-quem”.
Considera la Sala referirse también a la
definición del tratadista
Eduardo Pallares, en su Diccionario de Derecho Procesal Civil en
cuanto a lo que es
Agravio: “Es
la lesión o perjuicio que recibe una persona en sus derechos o
intereses por virtud de una
resolución judicial. Expresar agravios
significa, hacer valer ante el Tribunal Superior los agravios
causados por
la sentencia o resolución recurrida, para el efecto de
que se revoque o modifique.”
En conclusión, es en el
escrito de expresión de agravios, donde
debe desarrollarse el planteamiento concreto, detallarse la
motivación
del recurrente para alzarse contra una resolución, pero
éste debe ser congruente con lo resuelto, pues su
objetivo
principalmente es pretender se revoque o reforme la sentencia
recurrida, a su vez instar al Tribunal a la
revisión de aquellos
pasajes en el proceso que siendo propuestos no fueron objeto de la
adecuada observancia
del Judicial, pues de la fundamentación del
recurso depende el fallo del tribunal de alzada.
7.
En el presente caso, del estudio del recurso de apelación que nos
ocupa, la Sala observa que los agravios
expresados por la abogada
Jasmina Maritza Salgado Soza, en el carácter en que actúa, están
limitados a
manifestar su inconformidad porque la judicial no
suspendió la tramitación de este proceso de declaratoria de
herederos, cuando tuvo pleno conocimiento que se estaba tramitando
otro proceso con pretensión de nulidad de
instrumento público,
interpuesto por los promotores de la declaratoria de herederos;
asimismo, atacó la
sentencia en cuanto a la forma y mencionó como
violentados algunos artículos del Código Procesal de
Nicaragua, por
lo tanto, siendo que la abogada Salgado Soza, no
desarrolló en su escrito
de interposición del
recurso las normas legales que considera
infringidas por la juez A quo en la resolución apelada, la Sala
concluye que no ha cumplido con los exigencias básicas de las
disposiciones citadas, resultando insuficientes
para revocar o
reformar lo resuelto en el fallo recurrido.
8.
Sin perjuicio de lo antes expuesto, la Sala procedió a revisar los
hechos expuestos por la apelante en lo que
denominó expresión de
agravios, encontrándose que la primer queja está destinada a
argumentar que se le ha
causado perjuicios porque la judicial no
ordenó la suspensión de este proceso, aún cuando tuvo pleno
conocimiento que se estaba tramitando otra causa con número de
asunto 004641-ORM4-2021-CO, con
pretensión de nulidad de instrumento
público. Respecto a este alegato, cabe indicar que el artículo 63
CPCN.,
expresamente dispone que: “Cuando
para resolver la pretensión del proceso sea necesario decidir sobre
una
cuestión objeto de otro proceso, ante el mismo o ante diferente
juez o jueza Civil, y siempre que no fuera posible
decretar la
acumulación de procesos con arreglo a lo previsto en este Código,
se suspenderá aquél proceso a
instancia de parte
en el momento de dictar sentencia, hasta la definitiva resolución
del proceso que tenga por
objeto la cuestión prejudicial. La
certificación de la sentencia que haya resuelto la cuestión
prejudicial, se librará
a petición de parte y la aportará al
proceso que hubiere sido suspendido…”
De la atenta revisión del expediente,
se evidencia que la apelante,
en ningún momento hizo formal solicitud de suspensión de este
proceso por la
existencia de aquella causa, pues consta en los folios
del 89 al 92, que el titular del juzgado Quinto Distrito Civil
de la
Circunscripción Managua, envió un oficio a la titular del juzgado
Primero Distrito Civil de la Circunscripción
Managua, a través del
cual se le transcribió íntegramente el auto de las once y
veintitrés minutos de la mañana
del treinta de julio del año dos
mil veintiuno y en el numeral 12 del Fallo, ordenó girar el referido
oficio con la
finalidad de “solicitarle
certificara la escritura pública número uno, Donación Irrevocable,
otorgada en la ciudad
de Miami, Estado de la Florida, Estados Unidos
de América, a las nueve de la mañana del once de abril del año
dos
mil veinte, ante los oficios de la notario Mariela de los Ángeles
Sándigo Pérez”,
solicitud que fue
desestimada por auto de las nueve y treinta y
cuatro minutos de la mañana del dos de agosto del año en curso;
es
decir, que no puede la apelante venir a alegar esta situación,
cuando no realizó en debida forma su petición
ante la juez A quo en
el momento procesal oportuno de que trata el referido artículo 63
CPCN., por lo tanto, esta
queja carece de fundamentación jurídica.
Ahora, respecto a las formalidades de la sentencia apelada y supuesta
falta de motivación y fundamentación, de la revisión de la
resolución apelada, la Sala encuentra que ésta
cumple con todos y
cada uno de los requisitos de forma que establece la legislación
procesal civil nicaragüense,
contiene todos y cada uno de
fundamentos de hecho y de Derecho, así como la respectiva valoración
de las
pruebas aportadas al proceso, que llevaron a la judicial a
dictar el fallo apelado, criterios que se encuentran
debidamente
motivados y apegados a la ley, por lo tanto, no existe tal infracción
como alega la apelante.

9.
Finalmente, es meritorio señalar que en el escrito de oposición a
la declaratoria de herederos (folios 56 y 57),
la apelante invocó
como única causal de oposición que
el causante antes de morir ya había dispuesto de sus
bienes mediante
una escritura de donación irrevocable a favor de su mandante; y, si
bien es cierto, hizo alusión
a que el causante y la apelante
procrearon dos hijos en común, en ningún momento solicitó que
éstos fuesen
incluidos para que también fuesen declarados herederos
universales juntamente con los señores Cuadra
Mayorga, pues es claro
que lo que se pretende con la oposición es que se tenga a la señora
Melba Del Socorro
Díaz Palacios (esposa del causante), como única
propietaria de los bienes que los solicitantes de la declaratoria
de
herederos pretenden heredar, los que fueron debidamente identificados
en la parte introductoria de esta
sentencia, pretensión que tiene su
principal sustento en la escritura pública número uno denominada
‘Donación
Irrevocable’, otorgada en la ciudad de Miami, Estado de la Florida,
Estados Unidos de América, a
las nueve de
la mañana del once de abril del año dos mil veinte,
ante los oficios de la notario Mariela de los Ángeles Sándigo
Pérez; por tanto, en virtud que la validez de este instrumento
público se está ventilando en otro proceso judicial
ante el juzgado
Quinto Distrito Civil de la Circunscripción Managua, no corresponde
en esta causa emitir
pronunciamiento alguno respecto a esta temática,
tal como acertadamente lo dijo la juez A quo.

10.
Aunado a lo anterior, es preciso recordar que la sentencia de
declaratoria de herederos, por devenir de un
proceso de jurisdicción
voluntaria, no produce efectos de cosa juzgada material; es decir,
que ésta puede ser
modificada ante el reclamo que pudiera hacer una
persona que considere tener mejor o igual derecho, mismo
que se puede
ejercer a través de la acción de Petición de Herencia en el
respectivo proceso Ordinario (artículos
391 numeral 13 CPCN., y 1297
C., y siguientes), y así lo ha sostenido en
reiterada jurisprudencia nuestro
Máximo Tribunal de Justicia, al
sentar el siguiente criterio: “La
declaratoria de herederos, es una resolución,
que..., no forma
estado, ni tiene fuerza de cosa juzgada; y porque emitida sin
perjuicio de quien tenga igual o
mejor derecho, queda sujeta a ser
destruida por la prueba que cualquier interesado presente contra
ella; y
además solo es un requisito que la ley exige para que quien
realmente es único heredero pueda enajenar los
bienes raíces de la
sucesión intestada,…La declaración de herederos recae en
diligencias de jurisdicción
voluntaria , y por lo mismo no puede
equipararse a resoluciones que fuesen trascendentales a personas que
no
han sido parte en ellas, y carecen, por consiguiente, del valor de
una ejecutoria que supliese por sí sola la
prueba del Estado Civil
de que se trata.” (B.J.
1940, Pág. 11044 Cons. III). Es decir, que la acción
concierne al
heredero y para su pleno ejercicio, debe probar tal
condición, dirigiéndose la pretensión contra quien se
pretende
heredero y en tal carácter “ocupa” o posee la herencia; por lo
tanto, debe dejarse a salvo los derechos
de la señora Melba del
Socorro Díaz Palacios, así como de las hijas procreadas entre ella
y el señor Francisco
José Cuadra Mora (q.e.p.d.), para que ejerzan
las acciones que estimen pertinentes, si así lo desean.

11.
Por todo lo antes expuesto, deberá desestimarse el recurso de
apelación interpuesto y confirmar en toda su
extensión la sentencia
apelada. Al tenor de los artículos 195, 198, 558 CPCN., y art. 158
Cn., cabe resolver.

FALLO.

1.
No ha lugar al recurso de apelación interpuesto por la abogada
Jasmina Maritza Salgado Soza, en calidad de
apoderada general
judicial de la señora Melba del Socorro Díaz Palacios, ambas de
generales de ley en autos.

2.
Se confirma la sentencia apelada, dictada a las ocho y
veintitrés minutos de la mañana del dieciocho de
octubre del año
dos mil veintiuno, por el Juzgado Primero Distrito Civil de
la Circunscripción Managua, dentro
del proceso Sumario con
pretensión de Oposición a solicitud de Declaratoria de Herederos,
promovido por la
señora Melba del Socorro Díaz Palacios, contra los
señores Fernando Antonio, Rita de los Ángeles, Jorge
Francisco,
Lizeth del Carmen y Julio César, todos de apellidos Cuadra Mayorga.

3.
Se dejan a salvo los derechos de la señora Melba del Socorro Díaz
Palacios, así como de las hijas
procreadas entre ella y el señor
Francisco José Cuadra Mora (q.e.p.d.), para que ejerzan las acciones
que
estimen pertinentes, si así lo desean.

4.
Al tenor de lo dispuesto en los artículos 195 y 563 CPCN., en
concordancia con el acuerdo número treinta del
30 de marzo del año
2017, se le hace saber a las partes que contra la presente resolución
cabe recurso de
casación, el que deberá ser interpuesto cumpliendo
con las formalidades que prescribe el artículo 567 CPCN.

5.
Cópiese, notifíquese y con testimonio concertado de lo resuelto
vuelvan los autos al juzgado de origen.

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