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Código de Conducta Bloque II - Unidad II: El Código de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley

Bloque 2

Unidad II: El Código de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la


ley

A. Código de Conducta

El Código de Conducta para los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley consta
de 14 parágrafos cortos; entre ellos, podemos resaltar que la fuerza de seguridad debe
ser responsable ante la comunidad vista como un todo.

Dicho Código contiene ejes que en síntesis son los siguientes:

❖ Funcionario Público.
❖ Instrumentos que determinan y protegen la dignidad humana y los derechos
humanos.
❖ Uso de la fuerza.
❖ Protección de datos. Secreto profesional.
❖ Tortura.
❖ Salud y atención médica del detenido.
❖ Corrupción.
❖ Violación de los deberes del funcionario público. Autoridad de control.

Análisis y comentarios de los artículos que componen el Código

B. Artículo 1

“Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley cumplirán en todo momento los
deberes que les impone la ley, sirviendo a su comunidad y protegiendo a todas las
personas contra actos ilegales, en consonancia con el alto grado de responsabilidad
exigido por su profesión”.

Comentario:

a) La expresión “funcionarios encargados de hacer cumplir la ley” incluye a todos los


agentes de la ley, ya sean nombrados o elegidos, que ejercen funciones de policía,
especialmente las facultades de arresto o detención.

b) En los países en que ejercen las funciones de policía autoridades militares, ya sean
uniformadas o no, o fuerzas de seguridad del Estado, se considerará que la definición de
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley comprende a los funcionarios de esos
servicios.

c) En el servicio a la comunidad se procura incluir especialmente la prestación de servicios


de asistencia a los miembros de la comunidad que, por razones personales, económicas,
sociales o emergencias de otra índole, necesitan ayuda inmediata.

Esta disposición obedece al propósito de abarcar no solamente todos los actos violentos,
de depredación y nocivos, sino también toda la gama de prohibiciones previstas en la
legislación penal. Se extiende, además, a la conducta de personas que no pueden incurrir
en responsabilidad penal.

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Es deber de los Estados que aspiren a la realización de la justicia como fin seleccionar y
formar personas íntegras que operen con responsabilidad y eficiencia para ofrecer
servicios de calidad a la comunidad a la que sirven.

C. Artículo 2

“En el desempeño de sus tareas, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley
respetarán y protegerán la dignidad humana y mantendrán y defenderán los derechos
humanos de todas las personas”.

Comentario:

a) Los derechos humanos están determinados y protegidos por el derecho nacional y el


internacional. Entre los instrumentos internacionales pertinentes están la Declaración
Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
la Declaración sobre la Protección de todas las Personas contra la Tortura y Otros Tratos
o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, la Declaración de las Naciones Unidas
sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial, la Convención
Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, la
Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid, la
Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, las Reglas Mínimas
para el Tratamiento de los Reclusos y la Convención de Viena sobre relaciones
consulares.

b) En los comentarios de los distintos países sobre esta disposición deben indicarse las
disposiciones regionales o nacionales que determinen y protejan esos derechos.
Es importante hacer una reflexión permanente sobre los principios constitucionales y
derechos fundamentales para construir una cultura ética compartida y aplicada con estos
fines por todos los actores sociales. Este modo de actuar cobra aún más relevancia
cuando se trata de funcionarios públicos, por ello la necesidad de inculcar y
autoimponerse principios éticos acordes con los valores sobre los que venimos
recapacitando.

D. Artículo 3

“Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley podrán usar la fuerza sólo cuando
sea estrictamente necesario y en la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas”.

Comentario:

a) En esta disposición se subraya que el uso de la fuerza por los funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley debe ser excepcional; si bien implica que los funcionarios encargados
de hacer cumplir la ley pueden ser autorizados a usar la fuerza en la medida en que
razonablemente sea necesario, según las circunstancias para la prevención de un delito,
para efectuar la detención legal de delincuentes o de presuntos delincuentes o para
ayudar a efectuarla, no podrá usarse la fuerza en la medida en que exceda estos límites.

b) El derecho nacional restringe ordinariamente el uso de la fuerza por los funcionarios


encargados de hacer cumplir la ley, de conformidad con un principio de proporcionalidad.
Debe entenderse que esos principios nacionales de proporcionalidad han de ser

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respetados en la interpretación de esta disposición. En ningún caso debe interpretarse


que esta disposición autoriza el uso de un grado de fuerza desproporcionado al objeto
legítimo que se ha de lograr.

c) El uso de armas de fuego se considera una medida extrema. Deberá hacerse todo lo
posible por excluir el uso de armas de fuego, especialmente contra niños. En general, no
deberán emplearse armas de fuego excepto cuando un presunto delincuente ofrezca
resistencia armada o ponga en peligro, de algún otro modo, la vida de otras personas y
no pueda reducirse o detenerse al presunto delincuente aplicando medidas menos
extremas. En todo caso en que se dispare un arma de fuego, deberá informarse
inmediatamente a las autoridades competentes.

La creación de los Estados modernos y la consecución de sus fines implican el poder de


recurrir, en última instancia, o extrema ratio, a la fuerza física. El uso de la fuerza física,
usada en última instancia, o como extrema ratio, es carácter específico del poder estatal y
de monopolio exclusivo del mismo.

Frente a un conflicto el Estado dispone y está capacitado para utilizar la fuerza física, con
las limitaciones de su uso, mínimo, proporcional, y como ya mencionamos, de última
instancia.

La justificación del uso de la fuerza por parte de los agentes estatales se basa en “la
convicción racional de los individuos según la cual el uso indiscriminado de las fuerzas
privadas en libre competencia entre sí genera un Estado autodestructivo de guerra de
todos contra todos” (Bobbio, 1985).

E. Artículo 4

“Las cuestiones de carácter confidencial de que tengan conocimiento los funcionarios


encargados de hacer cumplir la ley se mantendrán en secreto, a menos que el
cumplimiento del deber o las necesidades de la justicia exijan estrictamente lo contrario”.

Comentario:

El secreto profesional tiene como objeto de resguardo la reserva de la intimidad de una


persona.

Por la naturaleza de sus funciones, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley
obtienen información que puede referirse a la vida privada de las personas o redundar en
perjuicio de los intereses, especialmente la reputación, de otros.

La ley establece respecto de todos aquellos que por su cargo, arte o profesión prestan un
servicio comunitario y obtienen por ello información personal, la garantía de que estos
guardarán en secreto estricto todas las informaciones o noticias que poseyeren con
motivo de su estado, oficio, empleo, profesión o arte, sancionando el incumplimiento de
dicha obligación.

Se tendrá gran cuidado en la protección y el uso de tal información, que sólo debe
revelarse en cumplimiento del deber o para atender las necesidades de la justicia. Toda
revelación de tal información con otros fines es totalmente impropia.

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F. Artículo 5

“Ningún funcionario encargado de hacer cumplir la ley podrá infligir, instigar o tolerar
ningún acto de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, ni
invocar la orden de un superior o circunstancias especiales, como estado de guerra o
amenaza de guerra, amenaza a la seguridad nacional, inestabilidad política interna, o
cualquier otra emergencia pública, como justificación de la tortura u otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes”.

Comentario:

a) Esta prohibición emana de la Declaración sobre la Protección de Todas las Personas


contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, aprobada
por la Asamblea General, y en la que se estipula que:

“[Todo acto de esa naturaleza] constituye una ofensa a la dignidad humana y será
condenado como violación de los propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y de los
derechos humanos y libertades fundamentales proclamados en la Declaración Universal
de Derechos Humanos [y otros instrumentos internacionales de derechos humanos]”.

b) En la Declaración se define la tortura de la siguiente manera:


“[...] se entenderá por tortura todo acto por el cual el funcionario público, u otra persona a
instigación suya, inflija intencionalmente a una persona penas o sufrimientos graves, ya
sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una
confesión, de castigarla por un acto que haya cometido o se sospeche que haya
cometido, o de intimidar a esa persona o a otras. No se considerarán torturas las penas o
sufrimientos que sean consecuencia únicamente de la privación legítima de la libertad, o
sean inherentes o incidentales a ésta, en la medida en que estén en consonancia con las
Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos”.

c) El término “tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes” no ha sido definido por la


Asamblea General, pero deberá interpretarse que extiende la protección más amplia
posible contra todo abuso, sea físico o mental.

G. Artículo 6

“Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley asegurarán la plena protección de la


salud de las personas bajo su custodia y, en particular, tomarán medidas inmediatas para
proporcionar atención médica cuando se precise”.
Comentario:

a) La “atención médica”, que se refiere a los servicios que presta cualquier tipo de personal
médico, incluidos los médicos en ejercicio inscritos en el colegio respectivo y el personal
paramédico, se proporcionará cuando se necesite o solicite.

b) Si bien es probable que el personal médico esté adscrito a los órganos de cumplimiento
de la ley, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben tener en cuenta la
opinión de ese personal cuando recomiende que se dé a la persona en custodia el
tratamiento apropiado por medio de personal médico no adscrito a los órganos de
cumplimiento de la ley o en consulta con él.

c) Se entiende que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley proporcionarán


también atención médica a las víctimas de una violación de la ley o de un accidente
ocurrido en el curso de una violación de la ley.

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H. Artículo 7

“Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no cometerán ningún acto de


corrupción. También se opondrán rigurosamente a todos los actos de esa índole y los
combatirán”.

Comentario:

a) Cualquier acto de corrupción, lo mismo que cualquier otro abuso de autoridad, es


incompatible con la profesión de funcionario encargado de hacer cumplir la ley. Debe
aplicarse la ley con todo rigor a cualquier funcionario encargado de hacerla cumplir que
cometa un acto de corrupción, ya que los gobiernos no pueden pretender hacer cumplir la
ley a sus ciudadanos si no pueden, o no quieren, aplicarla contra sus propios agentes y
en sus propios organismos.

b) Si bien la definición de corrupción deberá estar sujeta al derecho nacional, debe


entenderse que abarca tanto la comisión u omisión de un acto por parte del responsable,
en el desempeño de sus funciones o con motivo de éstas, en virtud de dádivas, promesas
o estímulos, exigidos o aceptados, como la recepción indebida de éstos una vez realizado
u omitido el acto.

c) Debe entenderse que la expresión “acto de corrupción” anteriormente mencionada abarca


la tentativa de corrupción.

Los actos de corrupción abarcan un enorme abanico de prácticas como el soborno, la


extorsión, o la malversación de fondos, entre otras.

Desde el punto de vista analítico, puede diferenciarse la corrupción de acuerdo con


diferentes formas organizativas, como centralizada o descentralizada, o de acuerdo con
los niveles organizativos de referencia en judicial, administrativa, política o privada. Es
importante la precisión del análisis del proceso corrupto para el abordaje específico de
estrategias anticorrupción, ya que muchas veces para evitar una forma de corrupción
puede incentivarse otra.

d) En el caso de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley es de vital importancia la


reflexión para desalentar los actos de corrupción, no solamente por los principios éticos
que rigen la tarea misma del servicio, sino también por la obligación legal que existe en
nuestra normativa penal que exige denunciar todos los delitos que lleguen al
conocimiento del personal de la fuerza.

La corrupción como fenómeno social implica altísimos costos comunitarios, morales por
vulnerar principios éticos fundamentales, económicos por el derroche de recursos
públicos y privados, políticos por el descrédito hacia el sistema mismo, y sociales por la
desigualdad que genera entre los diferentes actores sociales, por ello es por lo que
deviene central el abordaje en su contra. En favor del abordaje de los actos corrupción y
de la transparencia de los actos de gobierno es que se han establecido obligaciones de
los funcionarios públicos respecto al registro de regalos, obsequios o donaciones, sean
cosas, servicios o bienes, con motivo o en ocasión del desempeño de sus funciones es
por ello por lo que si se han recibido como cortesía o costumbre diplomática deben
registrarse.

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I. Artículo 8

“Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán la ley y el presente


Código. También harán cuanto esté a su alcance por impedir toda violación de ellos y por
oponerse rigurosamente a tal violación.

Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que tengan motivos para creer que
se ha producido o va a producirse una violación del presente Código informarán de la
cuestión a sus superiores y, si fuere necesario, a cualquier otra autoridad u organismo
apropiado que tenga atribuciones de control o correctivas”.

Comentario:

a) El presente Código se aplicará en todos los casos en que se haya incorporado a la


legislación o la práctica nacionales. Si la legislación o la práctica contienen disposiciones
más estrictas que las del presente Código, se aplicarán esas disposiciones más estrictas.

b) El artículo tiene por objeto mantener el equilibrio entre la necesidad de que haya
disciplina interna en el organismo del que dependa principalmente la seguridad pública,
por una parte, y la de hacer frente a las violaciones de los derechos humanos básicos,
por otra. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley informarán de las
violaciones a sus superiores inmediatos y sólo adoptarán otras medidas legítimas sin
respetar la escala jerárquica si no se dispone de otras posibilidades de rectificación o si
éstas no son eficaces. Se entiende que no se aplicarán sanciones administrativas ni de
otro tipo a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley por haber informado de
que ha ocurrido o va a ocurrir una violación del presente Código.

c) El término “autoridad u organismo apropiado que tenga atribuciones de control o


correctivas” se refiere a toda autoridad o todo organismo existente con arreglo a la
legislación nacional, ya forme parte del órgano de cumplimiento de la ley o sea
independiente de éste, que tenga facultades estatutarias, consuetudinarias o de otra
índole para examinar reclamaciones y denuncias de violaciones dentro del ámbito del
presente Código.

d) En algunos países puede considerarse que los medios de información para las masas
cumplen funciones de control análogas a las descritas en el inciso c ut supra. En
consecuencia, podría estar justificado que los funcionarios encargados de hacer cumplir
la ley, como último recurso y con arreglo a las leyes y costumbres de su país y a las
disposiciones del artículo 4 del presente Código, señalaran las violaciones a la atención
de la opinión pública a través de los medios de información para las masas.

e) Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que observen las disposiciones del
presente Código merecen el respeto, el apoyo total y la colaboración de la comunidad y
del organismo de ejecución de la ley en que prestan sus servicios, así como de los demás
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.

Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley

Hemos recorrido a lo largo de los Bloques conceptos básicos para comprender la ética, la
moral y la deontología profesional. Los contenidos se han tratado con el objeto de

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relacionarlos con las funciones que le competen a cada persona en general como
miembro de la sociedad en la búsqueda del bien común, y en especial, con las funciones
propias de las personas como miembros de la Gendarmería Nacional, dentro del marco
del Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.

Para reflexionar, finalmente, sobre el rol profesional del Gendarme y su obligación como
funcionario público encargado de mantener y defender los Derechos Humanos de todas
las personas, fue primordial analizar lo establecido por el Código de Conducta para
Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, creado por Resolución 34/169 de la
ONU. Es importante, sin embargo, aclarar que esta norma no extingue el marco
legislativo de aplicación a la evaluación ética de la conducta de un gendarme.

Se acogen la importancia y la vigencia legal del Código de Conducta en dos normas


centrales: la Ley de Seguridad Interior N° 24.059, sancionada en el año 1992, y el
Decreto N° 637/03 del Poder Ejecutivo Nacional.

La Ley de Seguridad Interior en su Artículo 22 dispone que los cuerpos y fuerzas de


seguridad deberán incorporar a sus reglamentos las recomendaciones del Código de
Ética Profesional establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas. En tanto
que el Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 637/03 indica en sus Artículos 3° y 4°
que las fuerzas federales incorporarán a sus actividades cursos, seminarios o jornadas
sobre el Código de Conducta para implantarlos como actividades de carácter obligatorio
para todo el personal. Se exige, además, la asistencia y aprobación de dichas
jornadas o cursos cada 5 años ya que la asistencia a los mismos y su aprobación son
condición necesaria para el ascenso en el plan de carrera al grado inmediato superior.

Ahora bien, es importante reiterar que la normativa del Código de Conducta no


extingue la reglamentación vigente en el examen de las cuestiones referidas al
comportamiento ético o de responsabilidad de un funcionario de Gendarmería
Nacional, sino que, en realidad, lo que hace es establecer un marco de carácter general
de regulación de su conducta.

En relación con lo planteado, es deber de cada Estado firmante de la resolución de las


Naciones Unidas aplicar, en el marco del código, disposiciones que evalúen y
sancionen cualquier conducta que contraríe la normativa de referencia y pueda
configurar responsabilidad de tipo Penal, Administrativa Disciplinaria y/o Civil de
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. El Código de Conducta para
Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley constituye, entonces, una norma de
carácter general, una norma marco, adaptable a las particularidades de los diferentes
regímenes normativos de los Estados miembros de la ONU.

El objetivo del Código de Ética profesional es mantener el equilibrio entre la


necesidad de una disciplina interna en un organismo del cual depende la seguridad
pública encargada de hacer cumplir la ley, y la vigencia de los derechos humanos.
Estos derechos se encuentran determinados y protegidos por el Derecho Internacional y
Nacional y son instrumentados en los tratados suscritos por los Estados y conjuntamente
con los organismos internacionales. Con este fin protectivo es que el Código posee
normativas de carácter muy amplio en su articulado, que se hacen específicas en las
regulaciones disciplinarias de las legislaciones creadas por cada uno de los Estados que
a él suscriben.

Una aplicación concreta de lo que venimos postulando, en cuanto al carácter de marco


general del Código de Ética profesional, lo constituye en nuestro país el Código de
Disciplina de las Fuerzas Armadas, establecido en el Anexo IV de la Ley Nº 26.394,

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sancionada el 6 de agosto de 2008 y reglamentada por el Decreto 2666/2012, aplicable


a todo el personal de Gendarmería Nacional.

Todos los integrantes de la Gendarmería se encuentran sometidos a este régimen de


conducta, que tiene por objeto la disciplina militar, pero de ninguna manera como un fin
en sí mismo, sino como un instrumento o herramienta al servicio exclusivo del
cumplimiento eficiente de las funciones, tareas y objetivos que la Constitución
Nacional, las leyes dictadas en consecuencia y las órdenes del personal superior
establezcan en consonancia con la plena vigencia de los derechos humanos de todas las
personas sin distinción.

Haciendo un poco de historia, esta necesidad de garantía de un servicio eficiente y del


pleno ejercicio de derechos ciudadanos hizo necesaria la derogación del Código de
Justicia Militar, vigente en la República Argentina hasta la sanción de la mencionada Ley
26.394.

El Código de Justicia Militar abolido era incompatible con las exigencias de respetar y
proteger la dignidad humana y los derechos humanos de todas las personas, establecido
en el ya analizado Artículo 2 del Código de Conducta para Funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley de la ONU. La referencia a todas las personas no podía dejar fuera a
los propios militares, sin violentar el espíritu y letra de la norma que incluye sin distinción
a todos.

El régimen del Código de Justicia Militar suprimido no respetaba las más elementales
garantías básicas del debido proceso, como defensa en juicio, elección de un abogado, o
puntos primordiales, como conocer los hechos imputados y pruebas en contra,
precauciones centrales de cualquier proceso legal de un Estado democrático.

La prohibición de infligir, instigar o tolerar ningún acto de tortura u otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes, establecida en el Artículo 5 del Código de Conducta
para Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, se quebrantaba manifiestamente,
con la posibilidad legal de imposición de pena de muerte, lo que constituía una ofensa a
la dignidad humana y era merecedora de condena como violación básica de los
propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, aunque durante muchos años en la
Argentina no se hubiere aplicado.

Estas y otras razones, que por razones de brevedad no abordaremos, motivaron la


necesaria creación de un régimen disciplinario compatible a los esquemas de
Derecho Internacional y Nacional respetuoso de los Derechos Humanos.

El Código de Disciplina de las Fuerzas Armadas, aplicable a Gendarmería Nacional,


constituye una manifestación, no la única, de aplicación concreta y específica del
Código de Conducta de la Organización de las Naciones Unidas para evaluar en
forma casuística la conducta disciplinaria de encargados de hacer cumplir la ley. Sin
embargo, existen también otras normativas previstas en la legislación argentina que
sancionan responsabilidades de un funcionario encargado de hacer cumplir la ley, tanto
en el ámbito penal como en el civil.

Gendarmería Nacional, como fuerza de seguridad intermedia, forma parte del sistema
de Defensa Nacional y también del sistema de Seguridad Interior, y por ello a diferencia
de las Fuerzas Armadas puede intervenir en conflictos internos, lo que involucra una
continua interacción con la población civil. Son estas razones fundamentales las que
motivan asegurar el cumplimiento coherente de dos normativas legales que se relacionan
y complementan, ellas son:

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Código de Conducta Bloque II - Unidad II: El Código de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley

• Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley,


• Código de Disciplina de las Fuerzas Armadas, aplicable a Gendarmería Nacional.
El objeto que propugnan ambas legislaciones complementarias es asegurar en forma
sistemática normativas internas éticas y disciplinarias que respeten los principios de
derechos humanos y los valores democráticos.

Cercanos a las necesidades ciudadanas, al bien común y hacia al interior de la fuerza,


todos los procedimientos administrativos disciplinarios deben ampararse en el debido
proceso de los integrantes de Gendarmería y coadyuvar al mismo tiempo a proteger a la
población contra abusos de autoridad, arbitrariedades y conductas autoritarias de sus
integrantes contra los habitantes.

Observemos en un caso concreto la aplicación de lo que venimos proponiendo:

En el trámite de una causa disciplinaria se acredita que el Señor X personal de


Gendarmería Nacional realiza un ofrecimiento de dinero al Señor Y, también integrante de
la fuerza. El dinero se ofrece a cambio de información acerca de la futura realización de
procedimientos judiciales encomendados por el juez y que haría la unidad a la que Y
pertenecía. El señor Y denuncia dicho acto y se abre paralelamente investigación judicial
y disciplinaria.

El asunto en cuestión podría derivar, respecto del Señor X, en diferentes grados y


procesos de responsabilidad, de tipo penal y disciplinaria, y se representaría en las
normas que venimos analizando.

Comprobada la hipótesis, habría aquí una manifiesta violación al Artículo 7 del Código de
Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley donde dice: “Los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no cometerán ningún acto de
corrupción…”, por ser ellos incompatibles con la ética que demanda su profesión de
funcionario encargado de hacer cumplir la ley.

La responsabilidad por la conducta que venimos considerando también constituye


vulneración del Código de Disciplina de las Fuerzas Armadas aplicable a Gendarmería
Nacional, constituyendo una falta grave merecedora de reproche, según el Artículo 10. El
fin ambas normativas en el caso responden a una reconvención sancionatoria por
incumplimiento ético de conducta y grave menoscabo a la disciplina militar en el
cumplimiento eficiente de las tareas, funciones, y objetivos de la institución.

Sin embargo, lo anterior e independientemente del reproche sancionatorio disciplinario, la


conducta también enmarca en el Código Penal de la Nación pudiendo constituir
responsabilidad penal por el delito de cohecho activo a investigarse en dicha
jurisdicción.

Vemos en el examen de caso anterior las diversas aristas valorativas de la conducta del
personal de la institución y como ellas discurren por procesos calificativos con
consecuencias sancionatorias diferentes.

Concluimos, entonces, en que el Código de Conducta para Funcionarios encargados de


hacer cumplir la ley de la ONU y el Código de Disciplina, aplicable a Gendarmería
Nacional, se caracterizan, el primero con carácter amplio y genérico, y el segundo en
forma precisa y sistemática, por sentar principios de comportamientos éticos y
disciplinarios que de diferente modo y con diferentes fines desaprueban conductas

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no compatibles con la ética y la disciplina de un funcionario perteneciente a una


fuerza de seguridad.

Las motivaciones y necesidades de complemento de todos estos regímenes normativos


confluyen en evitar que un régimen disciplinario apunte solamente a privilegiar una cultura
cerrada obediente y corporativa que inste a la lealtad absoluta en la cadena de mando ya
que con ello se perjudica la búsqueda del bien común de una sociedad que debe incluir a
todos y perseguir valores democráticos.

CÓDIGO ÉTICO PARA LAS POLICÍAS DE LA DE LA COMUNIDAD


IBEROAMERICANA DE NACIONES – IBERPOL.

Para profundizar y dar cuenta de la primordial importancia que reviste el comportamiento


ético de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, la Gendarmería Nacional
juntamente con otras policías agrupadas según el formato de la Comunidad
Iberoamericana de Naciones, con el acrónimo IBERPOL han consensuado un marco
deontológico profesional común, denominado, Código Ético para las Policías de la
Comunidad Iberoamericana de Naciones-IBERPOL. Dicho cuerpo codificado contiene
principios que complementan y refuerzan al Código Ético de la ONU que venimos
abordando y consta de 12 artículos que encontrarán en un archivo adjunto, que los invito
a leer, en esta misma clase.
Se busca con los códigos de ética una cultura de servicio a la ciudadanía en la que los
integrantes de los cuerpos policiales tengan presentes los principios que han de regir su
adecuada función pública de seguridad entre los que destacan los siguientes:

• Compromiso fiel con el ordenamiento vigente y con las instituciones


nacionales que obliga a ser conscientes de que su función deriva del cumplimiento
de la ley.
• Probidad, observando una conducta intachable, honesta y leal, con
preeminencia del interés general sobre el particular.
• Integridad, que exige comportarse con decoro de forma irreprochable
constituyéndose como ejemplo de la sociedad.
• Objetividad, actuando con imparcialidad, guiándose en su proceder por
datos o elementos objetivos, sin ningún tipo de discriminación.
• Respeto, comportándose de manera educada, atenta, diligente y servicial con
todas las personas.
• Transparencia, estando sometidas sus actuaciones al examen y escrutinio
público.

Es importante mencionar que la Gendarmería Nacional como miembro de la red


IBERPOL hace suya la normativa y los principios que orientan el Código Ético antes
referido juntamente con el Código de Conducta para Funcionarios Encargados de
hacer cumplir la ley. Es por lo que se insta a todo el personal a ceñirse a las normas y
principios mencionados brindando además la capacitación pertinente para su efectivo
cumplimiento en el marco de una cultura institucional respetuosa de los derechos
humanos y de fortalecimiento de la seguridad y la justicia.

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A MODO DE CIERRE

Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben conocer, valorar y respetar
a toda persona con quien interactúen en el ejercicio de sus funciones, en toda
circunstancia y lugar. Asistiéndolas y protegiéndolas, en su integridad física, salud y
bienes contra actos ilícitos sin ningún tipo de discriminación y, de manera excepcional,
con el uso de la fuerza en la medida de lo necesario, garantizando la atención médica
cuando corresponda. Así también debe cuidarse la confidencialidad de la información
que se trata e informar a los superiores de cualquier acto u omisión del código sin
confundir esto con la debida disciplina que debe imperar en la fuerza.

Todo esto con el fin de servir a los ciudadanos y a la comunidad toda, sobre la base del
respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona. De no ser así, se podría
incurrir en responsabilidades, tales como la Penal (violación a los deberes del
Funcionario Público, abuso de armas, etc.), la Administrativa Disciplinaria (Ley 26.394)
y la Civil (indemnización de daños y perjuicios).

Las conductas que se buscan propiciar en los funcionarios encargados de hacer cumplir
la ley, en los códigos éticos de la ONU y de las policías de la de la comunidad
iberoamericana de naciones – IBERPOL, son aquellas que involucran un
comportamiento ético dentro de la institución y en especial en el trato del personal con
la ciudadanía respetuoso de los derechos humanos.

Se busca desincentivar, corregir y también sancionar el abuso de la autoridad


dentro de la fuerza y en las relaciones de ella con la ciudadanía.

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BIBLIOGRAFÍA

Aristóteles. (2005). Política. Buenos Aires: Editorial Losada S.A.

Bentham, J. (1836). Deontología o Ciencia de la moral. Tomo I. Valencia: Librería de Mallen y


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Contreras, J. O. (2005). Manual de ética para las Fuerzas Militares y de Policía. Buenos Aires,
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López Quintás, A. (2003). El Libro de los Valores. Buenos Aires. Editorial Consudec. Puerto de
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Españoles: Congreso Internacional (págs. 2113-2130). Santiago de Compostela:
Universidade de Santiago de Compostela.

Picón, M. L. (2002). ¡A las cosas mismas! – Filosofía y Formación Ética y Ciudadana. La Plata:
UCALP.

Fuentes documentales consultadas

• Carta de las Naciones Unidas.


• Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Asamblea
General de la Organización de las Naciones Unidas, Resolución 34/169, año 1979.
• Código Penal Argentino
• Constitución Nacional
• Decreto 637/2003.
• Ley 26. 394. Justicia Militar. Anexo IV. Código de disciplina de las Fuerzas Armadas.
• Ley 24.059. Seguridad Interior.

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