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Néstor Caballero-1968
©El Rey de los Araguatos. Néstor Caballero. 1968. Todos los Derechos Reservados según la Ley.
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PERSONAJES
©El Rey de los Araguatos. Néstor Caballero. 1968. Todos los Derechos Reservados según la Ley.
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ESCENOGRAFIA
ÉPOCA
Venezuela. En plena Guerra Federal y antes de la Batalla de Santa Inés.
©El Rey de los Araguatos. Néstor Caballero. 1968. Todos los Derechos Reservados según la Ley.
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pero triste. Sé que estaba triste, yo conozco ese caballo y él me conoce a mí.
Mucho fue lo que batallamos juntos, ¿no nos vamos a conocer? En las batallas
no necesitaba bridas y yo iba con una lanza en cada mano. Se iba directico
contra los oficiales realistas, con fuerza, como si él también fuera una lanza
que luchaba por la independencia de Venezuela. Jamás, Cotoperí, arremetió
contra los simples soldados pata en el suelo como nosotros y que estaban a
favor de los realistas. ¡Jamás! Él reconocía a los oficiales del Rey de España, y
galopaba casi en el aire para que yo los lancease sin dificultad. (Pausa)
Cotoperí me miró tanto en ese sueño, que entendí muy claro lo qué me decía
con sus ojos. Me decía: Vente, vente conmigo mi Coronel. (Pausa larga) Me
voy a morir, Margarita.
MARGARITA: Cálmese.
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ELEUTERIO: (Delirando) Mire, mire, ahí está el Negro, sí, ahí está
el sargento Espíritu Santos Aponte… allí está… Brilla de lo negro que es y ríe
sin dientes, ríe sí, pero bailadito y afilando el machete sobre la misma roca
donde cayó muerto por un fusilazo que le pegó un español. ¡Y lo afila porque
está esperando al general Páez! Lo afila porque está esperando al catire José
Antonio Páez, para arreglar cuentas con él. Sabe que el general José Antonio
Páez, le hizo una perrada a su familia. Él lo sabe. Se lo contó otro muerto que
se fue después que él. Sí, allí está… lo espera, acaricia su venganza en el filo
del machete. (Ríe) Ay, Taita, ay, Catire, ay, general José Antonio Páez, no sé
qué va a hacer cuando usted se muera, porque ahí le están esperando
muchos, por sus asesinatos, robos y traiciones. Ahí le está esperando el
sargento Espíritu Santos Aponte, porque muerto y todo, supo que la parcela de
tierra para que viviera su viuda y sus muchachos, la que le dio mi general
Simón Bolívar por su heroica muerte, usted, cuando fue Presidente de
Venezuela, se la quitó a su viuda, y ella tuvo que salir a mendigar de pueblo en
pueblo con sus tripones. La robó usted mismo, general Páez. Ay, Páez, los
muertos… (Pausa corta) Margarita, los muertos tienen memoria, así mismo me
lo dijo mi general Alejandro Martínez, mi compadre. Me lo dijo… Muertos…
Epa, muertos… muertos… ya… ya… descansen… descansen… muertos…
muertos. Cotoperí… Cotoperí… corre… corre… Cotoperí…
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ELEUTERIO: Así está mejor. Así está bien dicho. Tarda más,
pero peligras menos. (A Margarita) Margarita, y usted se va a quedar ahí
plantada mirándonos. Cuele el café.
ELEUTERIO: Margarita.
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ELEUTERIO SEGUNDO: Eso es por ahora, papá. Estamos luchando para que
todos tengan donde vivir. Cuando triunfe la Revolución Federal, todo va a
cambiar para los pobres, ya lo verá.
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ELEUTERIO SEGUNDO: Eso fue antes, papá. Ahora sabemos quiénes son
nuestros verdaderos enemigos. Mi general Ezequiel Zamora nos abrió los ojos.
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SILENCIO.
ELEUTERIO SE VA CALMANDO.
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ELEUTERIO: Está bien vieja, está bien. No son más que decires,
resabios y frases de soldado que me quedan. (Pausa) No es que lo quiera a él
más que a usted. Sino que ha sido más sufrido. ¿Comprende?
ENTRA SOLDADO 1.
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ELEUTERIO SEGUNDO: Está bien, está bien, será como usted diga.
lo que no se salvó, fue que una señora, toda de luto, le lanzó una concha de
plátano y le gritó: “Ahí tienes tu espada, Rey de los Araguatos”. (Pausa corta)
Zamora trataba de evitar que golpearan a Páez, pero que va, era todo el pueblo
y una que otra pedrada se llevó. Zamora tuvo que llevárselo a galope tendido,
porque cada vez llegaba más gente. (Ríe) Rey de los Araguatos. (Ríe para sí)
El Rey.
cosechas y… que huyéramos a las montañas con los animales. Que dejáramos
el pueblo y que envenenáramos el agua. ¿Te imaginas? Claro que no le creí a
tu papá que el padre Juan José hubiese dicho tal blasfemia, porque eso no es
de cristianos. Ah, también me contó tu papá, que el padre Juan José afirmó
que Zamora era el Diablo y que se puso el nombre del profeta Ezequiel, para
engañar a la gente. (Se santigua) Ay, líbreme Dios y perdone a tu papá. Lo que
pasa es que a tu papá, con las fiebres y las pesadillas, le da por inventar cosas.
Ya tú mismo viste como afirmó que el general Bolívar me pidió más café en una
totuma. Tú mismo lo oíste.
SILENCIO.
TENIENTE. ENTRANDO.
ELEUTERIO SEGUNDO: Muy bien, Teniente. Tráigalo para que sea juzgado
inmediatamente.
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han cerrado aún. Con esa pierna que… que… (Pausa corta) Mientras pueda
tener algo lo tendré. Sino lo agarro yo, será otro. Godo o Federal, a la final será
todo igual, más de lo mismo.
GRAN SILENCIO
MARGARITA SE LEVANTA LENTAMENTE.
TELÓN
“EL REY DE LOS ARAGUATOS”.
Queda prohibido el montaje o la reproducción total o parcial de esta obra sin la autorización escrita
del autor, la cual deberá solicitársele en: nestorcaballero@cantv.net cabanestor@hotmail.com
cabanestor@gmail.com O en sus efectos a la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela
(SACVEN)
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