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 El canto de liberación de Moisés (Éxodo 15.

1-18)
 Cántico de Israel (Números 21:17-18)
 Cántico de Dios para Israel (Deuteronomio 32)
 La canción de victoria de Débora y Barac (Jueces 5.1-31)
 El canto de alabanza de Ana (1 Samuel 2.1-10)
 El lamento de David por Saúl y Jonatán (2 Samuel 1.17-27)
 Canto de victoria de David (2 Samuel 22; Salmo 18)
 Canción de amor de Salomón (Cantares 2.10-15)
 Canción de alabanza de María (Lucas 1.46-55)
 Himno a Cristo Jesús (Filipenses 2.6-11)
 Canto celestial (Apocalipsis 5:9-10)

Cántico de Moisés y de María


Ex 15:1-18

Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente;


Ha echado en el mar al caballo y al jinete.
Jehová es mi fortaleza y mi cántico,
Y ha sido mi salvación
Este es mi Dios, y lo alabaré;
Dios de mi padre, y lo enalteceré.
Jehová es varón de guerra;
Jehová es su nombre.
Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército;
Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.
Los abismos los cubrieron;
Descendieron a las profundidades como piedra.
Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder;
Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.
Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti.
Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.
Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;
Se juntaron las corrientes como en un montón;
Los abismos se cuajaron en medio del mar.
El enemigo dijo:
Perseguiré, apresaré, repartiré despojos;
Mi alma se saciará de ellos;
Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.
Soplaste con tu viento; los cubrió el mar;
Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.
¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?
¿Quién como tú, magnífico en santidad,
Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?
Extendiste tu diestra;
La tierra los tragó.
Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste;
Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.
Lo oirán los pueblos, y temblarán;
Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos.
Entonces los caudillos de Edom se turbarán;
A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor;
Se acobardarán todos los moradores de Canaán.
Caiga sobre ellos temblor y espanto;
A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra;
Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová,
Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.
Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad,
En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová,
En el santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado.
Jehová reinará eternamente y para siempre.

Cántico de Israel

Num 21:17-18

Sube, oh pozo; a él cantad;


Pozo, el cual cavaron los señores.
Lo cavaron los príncipes del pueblo,
Y el legislador, con sus báculos.

Cántico de Dios para Israel


Dt 32
Escuchad, cielos, y hablaré;
Y oiga la tierra los dichos de mi boca.
Goteará como la lluvia mi enseñanza;
Destilará como el rocío mi razonamiento;
Como la llovizna sobre la grama,
Y como las gotas sobre la hierba;
Porque el nombre de Jehová proclamaré.
Engrandeced a nuestro Dios.
El es la Roca, cuya obra es perfecta,
Porque todos sus caminos son rectitud;
Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él;
Es justo y recto.
La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha,
Generación torcida y perversa.
¿Así pagáis a Jehová,
Pueblo loco e ignorante?
¿No es él tu padre que te creó?
El te hizo y te estableció.
Acuérdate de los tiempos antiguos,
Considera los años de muchas generaciones;
Pregunta a tu padre, y él te declarará;
A tus ancianos, y ellos te dirán.
Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones,
Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres,
Estableció los límites de los pueblos
Según el número de los hijos de Israel.
Porque la porción de Jehová es su pueblo;
Jacob la heredad que le tocó.
Le halló en tierra de desierto,
Y en yermo de horrible soledad;
Lo trajo alrededor, lo instruyó,
Lo guardó como a la niña de su ojo.
Como el águila que excita su nidada,
Revolotea sobre sus pollos,
Extiende sus alas, los toma,
Los lleva sobre sus plumas,
Jehová solo le guió,
Y con él no hubo dios extraño.
Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra,
Y comió los frutos del campo,
E hizo que chupase miel de la peña,
Y aceite del duro pedernal;
Mantequilla de vacas y leche de ovejas,
Con grosura de corderos,
Y carneros de Basán; también machos cabríos,
Con lo mejor del trigo;
Y de la sangre de la uva bebiste vino.
Pero engordó Jesurún, y tiró coces
(Engordaste, te cubriste de grasa);
Entonces abandonó al Dios que lo hizo,
Y menospreció la Roca de su salvación.
Le despertaron a celos con los dioses ajenos;
Lo provocaron a ira con abominaciones.
Sacrificaron a los demonios, y no a Dios;
(A)

A dioses que no habían conocido,


A nuevos dioses venidos de cerca,
Que no habían temido vuestros padres.
De la Roca que te creó te olvidaste;
Te has olvidado de Dios tu creador.
Y lo vio Jehová, y se encendió en ira
Por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas.
Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro,
Veré cuál será su fin;
Porque son una generación perversa,
Hijos infieles.
Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios;
Me provocaron a ira con sus ídolos;
Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo,
Los provocaré a ira con una nación insensata.
(C)

Porque fuego se ha encendido en mi ira,


Y arderá hasta las profundidades del Seol;
Devorará la tierra y sus frutos,
Y abrasará los fundamentos de los montes.
Yo amontonaré males sobre ellos;
Emplearé en ellos mis saetas.
Consumidos serán de hambre, y devorados de fiebre ardiente
Y de peste amarga;
Diente de fieras enviaré también sobre ellos,
Con veneno de serpientes de la tierra.
Por fuera desolará la espada,
Y dentro de las cámaras el espanto;
Así al joven como a la doncella,
Al niño de pecho como al hombre cano.
Yo había dicho que los esparciría lejos,
Que haría cesar de entre los hombres la memoria de ellos,
De no haber temido la provocación del enemigo,
No sea que se envanezcan sus adversarios,
No sea que digan: Nuestra mano poderosa
Ha hecho todo esto, y no Jehová.
Porque son nación privada de consejos,
Y no hay en ellos entendimiento.
¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto,
Y se dieran cuenta del fin que les espera!
¿Cómo podría perseguir uno a mil,
Y dos hacer huir a diez mil,
Si su Roca no los hubiese vendido,
Y Jehová no los hubiera entregado?
Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca,
Y aun nuestros enemigos son de ello jueces.
Porque de la vid de Sodoma es la vid de ellos,
Y de los campos de Gomorra;
Las uvas de ellos son uvas ponzoñosas,
Racimos muy amargos tienen.
Veneno de serpientes es su vino,
Y ponzoña cruel de áspides.
¿No tengo yo esto guardado conmigo,
Sellado en mis tesoros?
Mía es la venganza y la retribución;
A su tiempo su pie resbalará,
Porque el día de su aflicción está cercano,
Y lo que les está preparado se apresura.
Porque Jehová juzgará a su pueblo,
Y por amor de sus siervos se arrepentirá,
Cuando viere que la fuerza pereció,
Y que no queda ni siervo ni libre.
Y dirá: ¿Dónde están sus dioses,
La roca en que se refugiaban;
Que comían la grosura de sus sacrificios,
Y bebían el vino de sus libaciones?
Levántense, que os ayuden
Y os defiendan.
Ved ahora que yo, yo soy,
Y no hay dioses conmigo;
Yo hago morir, y yo hago vivir;
Yo hiero, y yo sano;
Y no hay quien pueda librar de mi mano.
Porque yo alzaré a los cielos mi mano,
Y diré: Vivo yo para siempre,
Si afilare mi reluciente espada,
Y echare mano del juicio,
Yo tomaré venganza de mis enemigos,
Y daré la retribución a los que me aborrecen.
Embriagaré de sangre mis saetas,
Y mi espada devorará carne;
En la sangre de los muertos y de los cautivos,
En las cabezas de larga cabellera del enemigo.
Alabad, naciones, a su pueblo,
Porque él vengará la sangre de sus siervos,
Y tomará venganza de sus enemigos,
Y hará expiación por la tierra de su pueblo.

Cántico de Débora y de Barac


Jueces 5

Por haberse puesto al frente los caudillos en Israel,


Por haberse ofrecido voluntariamente el pueblo,
Load a Jehová.
Oíd, reyes; escuchad, oh príncipes;
Yo cantaré a Jehová,
Cantaré salmos a Jehová, el Dios de Israel.
Cuando saliste de Seir, oh Jehová,
Cuando te marchaste de los campos de Edom,
La tierra tembló, y los cielos destilaron,
Y las nubes gotearon aguas.
Los montes temblaron delante de Jehová,
Aquel Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.
(A)

En los días de Samgar hijo de Anat,


En los días de Jael, quedaron abandonados los caminos,
Y los que andaban por las sendas se apartaban por senderos torcidos.
Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído,
Hasta que yo Débora me levanté,
Me levanté como madre en Israel.
Cuando escogían nuevos dioses,
La guerra estaba a las puertas;
¿Se veía escudo o lanza
Entre cuarenta mil en Israel?
Mi corazón es para vosotros, jefes de Israel,
Para los que voluntariamente os ofrecisteis entre el pueblo.
Load a Jehová.
 
Vosotros los que cabalgáis en asnas blancas,
Los que presidís en juicio,
Y vosotros los que viajáis, hablad.
Lejos del ruido de los arqueros, en los abrevaderos,
Allí repetirán los triunfos de Jehová,
Los triunfos de sus aldeas en Israel;
Entonces marchará hacia las puertas el pueblo de Jehová.
Despierta, despierta, Débora;
Despierta, despierta, entona cántico.
Levántate, Barac, y lleva tus cautivos, hijo de Abinoam.
Entonces marchó el resto de los nobles;
El pueblo de Jehová marchó por él en contra de los poderosos.
De Efraín vinieron los radicados en Amalec,
En pos de ti, Benjamín, entre tus pueblos;
De Maquir descendieron príncipes,
Y de Zabulón los que tenían vara de mando.
Caudillos también de Isacar fueron con Débora;
Y como Barac, también Isacar
Se precipitó a pie en el valle.
Entre las familias de Rubén
Hubo grandes resoluciones del corazón.
¿Por qué te quedaste entre los rediles,
Para oír los balidos de los rebaños?
Entre las familias de Rubén
Hubo grandes propósitos del corazón.
Galaad se quedó al otro lado del Jordán;
Y Dan, ¿por qué se estuvo junto a las naves?
Se mantuvo Aser a la ribera del mar,
Y se quedó en sus puertos.
El pueblo de Zabulón expuso su vida a la muerte,
Y Neftalí en las alturas del campo.
Vinieron reyes y pelearon;
Entonces pelearon los reyes de Canaán,
En Taanac, junto a las aguas de Meguido,
Mas no llevaron ganancia alguna de dinero.
Desde los cielos pelearon las estrellas;
Desde sus órbitas pelearon contra Sísara.
Los barrió el torrente de Cisón,
El antiguo torrente, el torrente de Cisón.
Marcha, oh alma mía, con poder.
Entonces resonaron los cascos de los caballos
Por el galopar, por el galopar de sus valientes.
Maldecid a Meroz, dijo el ángel de Jehová;
Maldecid severamente a sus moradores,
Porque no vinieron al socorro de Jehová,
Al socorro de Jehová contra los fuertes.
Bendita sea entre las mujeres Jael,
Mujer de Heber ceneo;
Sobre las mujeres bendita sea en la tienda.
El pidió agua, y ella le dio leche;
En tazón de nobles le presentó crema.
Tendió su mano a la estaca,
Y su diestra al mazo de trabajadores,
Y golpeó a Sísara; hirió su cabeza,
Y le horadó, y atravesó sus sienes.
Cayó encorvado entre sus pies, quedó tendido;
Entre sus pies cayó encorvado;
Donde se encorvó, allí cayó muerto.
La madre de Sísara se asoma a la ventana,
Y por entre las celosías a voces dice:
¿Por qué tarda su carro en venir?
¿Por qué las ruedas de sus carros se detienen?
Las más avisadas de sus damas le respondían,
Y aun ella se respondía a sí misma:
¿No han hallado botín, y lo están repartiendo?
A cada uno una doncella, o dos;
Las vestiduras de colores para Sísara,
Las vestiduras bordadas de colores;
La ropa de color bordada de ambos lados, para los jefes de los que tomaron el botín.
Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová;
Mas los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza.

Oración de Ana

Mi corazón se regocija en Jehová,


    Mi poder se exalta en Jehová;
    Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos,
    Por cuanto me alegré en tu salvación.
2 No hay santo como Jehová;
Porque no hay ninguno fuera de ti,
Y no hay refugio como el Dios nuestro.
3 No multipliquéis palabras de grandeza y altanería;
Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca;
Porque el Dios de todo saber es Jehová,
Y a él toca el pesar las acciones.
4 Los arcos de los fuertes fueron quebrados,
Y los débiles se ciñeron de poder.
5 Los saciados se alquilaron por pan,
Y los hambrientos dejaron de tener hambre;
Hasta la estéril ha dado a luz siete,
Y la que tenía muchos hijos languidece.
6 Jehová mata, y él da vida;
El hace descender al Seol, y hace subir.
7 Jehová empobrece, y él enriquece;
Abate, y enaltece.
8 El levanta del polvo al pobre,
Y del muladar exalta al menesteroso,
Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor.
Porque de Jehová son las columnas de la tierra,
Y él afirmó sobre ellas el mundo.
9 El guarda los pies de sus santos,
Mas los impíos perecen en tinieblas;
Porque nadie será fuerte por su propia fuerza.
10 Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios,
Y sobre ellos tronará desde los cielos;
Jehová juzgará los confines de la tierra,
Dará poder a su Rey,
Y exaltará el poderío de su Ungido.

Cántico de liberación de David


2 Sam 22, Sal 18

Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador;



Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio;
Salvador mío; de violencia me libraste.

Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.

Me rodearon ondas de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.

Ligaduras del Seol me rodearon;
Tendieron sobre mí lazos de muerte.

En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios;
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó a sus oídos.

La tierra fue conmovida, y tembló,
Y se conmovieron los cimientos de los cielos;
Se estremecieron, porque se indignó él.
Humo subió de su nariz,

Y de su boca fuego consumidor;


Carbones fueron por él encendidos.
10 
E inclinó los cielos, y descendió;
Y había tinieblas debajo de sus pies.
11 
Y cabalgó sobre un querubín, y voló;
Voló sobre las alas del viento.
12 
Puso tinieblas por su escondedero alrededor de sí;
Oscuridad de aguas y densas nubes.
13 
Por el resplandor de su presencia se encendieron carbones ardientes.
14 
Y tronó desde los cielos Jehová,
Y el Altísimo dio su voz;
15 
Envió sus saetas, y los dispersó;
Y lanzó relámpagos, y los destruyó.
16 
Entonces aparecieron los torrentes de las aguas,
Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo;
A la reprensión de Jehová,
Por el soplo del aliento de su nariz.
17 
Envió desde lo alto y me tomó;
Me sacó de las muchas aguas.
18 
Me libró de poderoso enemigo,
Y de los que me aborrecían, aunque eran más fuertes que yo.
19 
Me asaltaron en el día de mi quebranto;
Mas Jehová fue mi apoyo,
20 
Y me sacó a lugar espacioso;
Me libró, porque se agradó de mí.
21 
Jehová me ha premiado conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
22 
Porque yo he guardado los caminos de Jehová,
Y no me aparté impíamente de mi Dios.
23 
Pues todos sus decretos estuvieron delante de mí,
Y no me he apartado de sus estatutos.
24 
Fui recto para con él,
Y me he guardado de mi maldad;
25 
Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.
26 
Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,
Y recto para con el hombre íntegro.
27 
Limpio te mostrarás para con el limpio,
Y rígido serás para con el perverso.
28 
Porque tú salvas al pueblo afligido,
Mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos.
29 
Tú eres mi lámpara, oh Jehová;
Mi Dios alumbrará mis tinieblas.
30 
Contigo desbarataré ejércitos,
Y con mi Dios asaltaré muros.
31 
En cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada la palabra de Jehová.
Escudo es a todos los que en él esperan.
32 
Porque ¿quién es Dios, sino sólo Jehová?
¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
33 
Dios es el que me ciñe de fuerza,
Y quien despeja mi camino;
34 
Quien hace mis pies como de ciervas,
Y me hace estar firme sobre mis alturas;
35 
Quien adiestra mis manos para la batalla,
De manera que se doble el arco de bronce con mis brazos.
36 
Me diste asimismo el escudo de tu salvación,
Y tu benignidad me ha engrandecido.
37 
Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí,
Y mis pies no han resbalado.
38 
Perseguiré a mis enemigos, y los destruiré,
Y no volveré hasta acabarlos.
39 
Los consumiré y los heriré, de modo que no se levanten;
Caerán debajo de mis pies.
40 
Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea;
Has humillado a mis enemigos debajo de mí,
41 
Y has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas,
Para que yo destruyese a los que me aborrecen.
42 
Clamaron, y no hubo quien los salvase;
Aun a Jehová, mas no les oyó.
43 
Como polvo de la tierra los molí;
Como lodo de las calles los pisé y los trituré.
44 
Me has librado de las contiendas del pueblo;
Me guardaste para que fuese cabeza de naciones;
Pueblo que yo no conocía me servirá.
45 
Los hijos de extraños se someterán a mí;
Al oír de mí, me obedecerán.
46 
Los extraños se debilitarán,
Y saldrán temblando de sus encierros.
47 
Viva Jehová, y bendita sea mi roca,
Y engrandecido sea el Dios de mi salvación.
48 
El Dios que venga mis agravios,
Y sujeta pueblos debajo de mí;
49 
El que me libra de enemigos,
Y aun me exalta sobre los que se levantan contra mí;
Me libraste del varón violento.
50 
Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová,
Y cantaré a tu nombre.
51 
El salva gloriosamente a su rey,
Y usa de misericordia para con su ungido,
A David y a su descendencia para siempre.

Masquil de los hijos de Coré


Salmo 44

Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído,


nuestros padres nos han contado(A)
la obra que hiciste en sus días(B),
en los tiempos[b] antiguos(C).

Tú con tu mano echaste fuera las naciones(D),
y a ellos los plantaste(E).
Afligiste a los pueblos(F),
y a ellos los hiciste crecer[c](G).

Pues no por su espada tomaron posesión de la tierra(H),
ni su brazo los salvó,
sino tu diestra y tu brazo(I), y la luz de tu presencia[d](J),
porque te complaciste en ellos(K).

Tú eres mi Rey, oh Dios(L);
manda victorias[e] a Jacob(M).

Contigo[f] rechazaremos a nuestros adversarios(N);
en[g] tu nombre hollaremos[h] a los que contra nosotros se levanten(O).

Porque yo no confiaré en mi arco(P),
ni me salvará mi espada;

pues tú nos has salvado de nuestros adversarios(Q),
y has avergonzado a los que nos aborrecen(R).

En Dios nos hemos gloriado todo el día(S),
y por siempre alabaremos[i] tu nombre(T). (Selah[j])

Sin embargo, tú nos has rechazado(U) y nos has confundido[k](V),
y no sales con nuestros ejércitos(W).
10 
Nos haces retroceder ante el adversario(X),
y los que nos aborrecen tomaron botín para sí(Y).
11 
Nos entregas como ovejas para ser devorados[l](Z),
y nos has esparcido entre las naciones(AA).
12 
Vendes a tu pueblo a bajo precio[m](AB),
y no te has beneficiado con su venta[n].
13 
Nos haces el oprobio de nuestros vecinos(AC),
escarnio y burla de los que nos rodean(AD).
14 
Nos pones por proverbio entre las naciones(AE),
causa de risa[o] entre los pueblos(AF).
15 
Todo el día mi ignominia está delante de mí,
y la vergüenza de mi rostro me ha abrumado[p](AG),
16 
por la voz del que me reprocha y vitupera(AH),
por la presencia del enemigo y del vengativo (AI).
17 
Todo esto nos ha sobrevenido, pero no nos hemos olvidado de ti(AJ),
ni hemos faltado a tu pacto(AK).
18 
No se ha vuelto atrás nuestro corazón(AL),
ni se han desviado nuestros pasos de tu senda(AM);
19 
sin embargo, nos has quebrantado(AN) en la región de los chacales(AO),
y nos has cubierto con la sombra de la muerte(AP).
20 
Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios(AQ),
o extendido nuestras manos[q] a un dios extraño(AR),
21 
¿no se habría dado cuenta Dios de esto?
Pues El conoce los secretos del corazón(AS).
22 
Pero por causa tuya nos matan cada día(AT);
se nos considera como ovejas para el matadero(AU).
23 
¡Despierta(AV)! ¿Por qué duermes, Señor(AW)?
¡Levántate! No nos rechaces para siempre(AX).
24 
¿Por qué escondes tu rostro(AY)
y te olvidas de nuestra aflicción y de nuestra opresión(AZ)?
25 
Porque nuestra alma se ha hundido en el polvo(BA);
nuestro cuerpo está pegado a la tierra.
26 
¡Levántate(BB)! Sé nuestra ayuda,
y redímenos por amor de tu misericordia(BC).

Cántico de las bodas del rey


Salmo 45

Rebosa  en mi corazón un tema bueno;


[ae]

al rey  dirijo mis versos ;


[af] [ag]

mi lengua es como pluma de escribiente muy ligero . (BQ)


Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;
la gracia se derrama en  tus labios ; [ah] (BR)

por tanto, Dios te ha bendecido para siempre . (BS)


Ciñe tu espada  sobre el muslo, oh valiente ,
(BT) [ai](BU)

en tu esplendor y tu majestad.



En tu majestad cabalga en triunfo,
por la causa de la verdad, de la humildad y de la justicia ; (BV)

que tu diestra te enseñe cosas tremendas . [aj](BW)


Tus saetas son agudas ; (BX)

los pueblos caen debajo de ti ; (BY)

en el corazón de los enemigos del rey  están tus flechas. (BZ)


Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre ; (CA)

cetro de equidad es el cetro de tu reino . (CB)


Has amado la justicia  y aborrecido la iniquidad;
(CC)

por tanto Dios, tu Dios, te ha ungido


con óleo de alegría más que a tus compañeros . (CD)


Todas tus vestiduras están  perfumadas con mirra, áloe y casia ;
[ak] (CE)

desde palacios de marfil te han alegrado con instrumentos de cuerda . (CF)


Hijas de reyes hay entre tus damas nobles ; (CG)

a tu diestra , en oro de Ofir , está la reina.


(CH) (CI)

10 
Escucha, hija, presta atención e inclina tu oído;
olvídate de tu pueblo y de la casa de tu padre . (CJ)

11 
Entonces el rey deseará tu hermosura;
inclínate ante él , porque él es tu señor .
(CK) (CL)

12 
Y la hija de Tiro vendrá con presentes ; [al](CM)

los ricos del pueblo suplicarán tu favor . (CN)

13 
Toda radiante  está la hija del rey dentro de su palacio;
[am]

recamado de oro está su vestido . (CO)

14 
En vestido bordado  será conducida al rey ;
[an](CP) (CQ)

las doncellas , sus compañeras que la siguen,


(CR)
serán llevadas a ti.
15 
Serán conducidas con alegría y regocijo;
entrarán al palacio del rey.
16 
En lugar de tus padres estarán tus hijos;
los harás príncipes en toda la tierra.
17 
Haré que tu nombre sea recordado por todas las generaciones ; (CS)

por tanto, los pueblos te alabarán  eternamente y para siempre.


[ao](CT)

Canto de los hijos de Coré


Salmo 46

Dios es nuestro amparo y fortaleza,


    Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.


Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;

Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza.Selah

Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
El santuario de las moradas del Altísimo.

Dios está en medio de ella; no será conmovida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.

Bramaron las naciones, titubearon los reinos;
Dio él su voz, se derritió la tierra.

Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

Venid, ved las obras de Jehová,
Que ha puesto asolamientos en la tierra.

Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra.
Que quiebra el arco, corta la lanza,
Y quema los carros en el fuego.
10 
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
11 
Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

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