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Hace mucho tiempo, un 8 de septiembre del 2019 sucedió algo que cambiaria para

siempre la vida de una señorita llamada Carolina. Una chica llena de energías, amable y
muy sociable con muchos, fanática de su madre llamada Samanta, ellas estaban juntas
en todo momento hasta el día que enfermó. Ella se encontraba en su casa cenando
junto a sus familiares, de pronto reciben una llamada trágica informándoles que su
madre había fallecido ya que llevaba unas semanas muy delicada en el hospital sin dar
mejoras, la noticia claramente los afectos de manera devastadora a todos, llegó el día
del velorio y Carolina se rehusaba a aceptar que su madre ya no estaría más
físicamente con ellos, ella decía ‘’esto solo es un sueño del que voy a despertar’’.
Su abuela y su padre trataron de hablar con ella para hacerla comprender la realidad
de las cosas e ir para poder despedirse de su mamá, Carolina acepto ir, estando allí se
llenaron los ojos de lagrimas de todos los presentes, como era de esperarse Carolina
entró en una crisis, no dejaba de llorar queriendo irse junto a su madre, repetía una y
otra vez que la vida era muy injusta para arrebatarle a quien mas quería, sus familiares
tratando de calmarla se sentían a la vez frustrados ya que perdían a un ser querido y
eso es realmente doloroso.
Con el tiempo las cosas fueron pasando, el dolor fue cesando para su familia, sin
embargo Carolina guardaba el dolor dentro, desde ese entonces ella dejó de ser la
persona que era antes, comenzó a salir seguido, tomaba, no hacia caso a los consejos u
ordenes que le daban en casa con el pensamiento de que era su vida y nadie tenia que
meterse en sus decisiones, su padre desesperado sin saber que hacer le contaba
siempre a la abuela de Carolina que las cosas estaban muy mal en casa, la perdida de
Samanta los llevó al abismo, así como Carolina llevaba el luto de una manera distinta,
su padre cada vez se sentía mas solo, sin saber como llevar el mando de la casa sin
Samanta.
Todas las noches antes de dormir, le pedía a Dios que lo ayude y saber que hacer
porque él no quería perder a su hija también, solo quería su bienestar y el de su
familia. Una mañana se levantó muy temprano, le preparó el desayuno a Carolina y a
su hermana, desayunando les comentó que quería llevarlas a almorzar donde solían ir
con su mamá, Carolina muy molesta respondió que ella no pensaba ir porque estaba
muy ocupada y no tenia tiempo, su hermana menor le dijo que quería pasar tiempo
con ella y su padre, porque también extrañaba mucho a su mamá.
Carolina sin hacer caso a lo que le dijeron, salió de casa molesta sin despedirse, no
entró a clases y decidió irse en la noche con sus amigos a una discoteca, se encontró
con unas amigas, llegando al lugar tomaron sin control y sin medidas de lo que podía
llegar a pasarles, siendo hora de irse, todos ebrios regresaron en el carro de uno de los
amigos con los que fueron, llamado Iván. Iban con una velocidad que no era la
adecuada, en medio de la carretera se cruzan con un camión y casi se chocan, la
maniobra que Iván realizó hizo que Carolina saliera volando del carro. Inmediatamente
avisaron a ambulancia, llegando a rescatarlos para llevarlos al hospital y evitar daños
mayores.
El hospital donde se encontraban los heridos, entre ellos Carolina avisaron a sus
familiares, llamaron al padre de la joven para avisarle el accidente que había sucedió,
llegando al hospital se encuentra con el doctor y le comenta el caso de Carolina, el
estado era muy critico y las posibilidades de que Carolina salga caminando eran muy
pocas, se necesitaba de mucha disciplina, buena actitud y una dieta saludable, el padre
le respondió al doctor que hablaría con Carolina para una mejoría de su salud.
Su padre entró a la habitación donde se encontraba su hija en cama, ella al verlo sonrío
de alegría diciéndole que lo que le sucedió fue por la actitud que estuvo llevando, que
la disculpara por todo este tiempo que estuvo alejada de su familia, sin saber como
llevar el dolor de la perdida de su madre y que gracias a las malas decisiones que tuvo,
estaba así, sin dudarlo su padre la entendió, la abrazo y le dijo que todo estaría bien. Al
pasar de las semanas, Carolina estuvo llevando su tratamiento, tranquila, con
entusiasmo y positividad para que las cosas salgan bien y poder regresar a casa junto a
su familia y tratar de enmendar las cosas que venia haciendo mal, con la ayuda de su
padre, abuela y hermana.
Finalmente Carolina logró caminar y recuperarse, tenia que tomar terapias por un
buen tiempo pero no se detuvo ante eso, porque comenzó a ver la vida de una manera
diferente, comenzó a valorar todo lo que tenía a su alrededor, logro regresar a casa y
desde entonces hace las cosas de una mejor manera, le pone empeño a todo lo que se
propone, ayuda a su hermana cuando la necesita y no se pierde las reuniones
familiares, en la actualidad continua con sus estudios y lleva una vida sana, siguen
pensando en su madre pero la llevan siempre en el corazón.

REFLEXIÓN:
Debemos valorar todo lo que la vida nos da, la familia siempre es lo primordial y debe
apreciarse ante cualquier dificultad que nos ponga la vida, debemos valorar y cuidar a
quienes nos quieren y nos brindar siempre lo mejor de si, valorar nuestra vida que es
algo muy importante e irremplazable, llevándola siempre con responsabilidad y
optimismo, ser siempre responsables de nuestros actos y medir las consecuencias que
estos nos llevan, porque no hay nada mejor que contar con una familia que este a tu
lado, que te sostenga a pesar de las caídas que tengamos, ser siempre agradecidos con
la vida, con la salud y con Dios.

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