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PARALITURGIA

Como parte del proceso de sanación, después de vivir la ruptura


ocasionada por el aborto y de recorrer el camino tortuoso de las manifestaciones del
Síndrome Pos Aborto (SPA) es recomendable realizar un acercamiento a un poder
divino, aquel que nos ama incondicionalmente. Este acercamiento puede ser a través
de la oración, acompañada del sacramento de la reconciliación (en el católico), y de la paraliturgia
de entrega del hijo a Dios.
CARTA DE CAROLINA

Mi nombre completo es Carolina Isabel. He vivido toda mi vida en Iquique, tengo 2


hermanos menores, hombres los dos, y una hermana mayor. Trabajo de cajera en un
supermercado, tengo 22 años. Tengo una pareja hace 2 años y escribo a Uds., porque
vi en la TV una posibilidad de ayuda para mí, ya que hace 5 años atrás me hice un
aborto y la culpa, los sueños y los resentimientos no me han dejado vivir tranquila
desde entonces.

Terminé la educación media, pero por razones familiares no pude entrar a estudiar lo
que yo quería: matrona, para ayudar a traer al mundo niños, ¿Qué contradictorio,
no?
De niña era bastante normal, tenía muchos amigos y personas que me querían y
simpatizaban conmigo. Mi familia me apoyaba en todo y cuando hablábamos de
casos de personas que se habían hecho un aborto recuerdo con pena, que papá y
mamá decían que eso de ninguna manera se debía hacer, que si ese fuera el caso
dentro de la familia ellos nos apoyarían totalmente a mí o a mi hermana.

Conocí en una fiesta de colegio a un chico un poco más grande que yo, de 20 años, yo
tenía 17, y nos caímos muy bien. Enseguida nos pusimos a bailar y de ahí a pasar a
mayores no nos dimos ni cuenta, y a los dos meses de esta relación me di cuenta que
estaba embarazada. Me sentí aterrada, no sabía qué hacer. Se lo conté a mi mejor
amiga Inés y ella rápidamente me dijo que no hay ningún cuidado: “Yo conozco a
alguien que hace abortos y es rápido y no pasa nada. Rápidamente te olvidas de
todo”.
Bueno, desde ese momento mi vida cambió en 180 grados.

Reuní fuerzas de no sé dónde y se los conté a mis padres. Parece que los veo de
nuevo, me miraron incrédulos un buen rato: “Nos estás tomando el pelo” me dijeron,
“no es verdad, yo no haría bromas de una cosa tan seria”, les dije. Y luego de un rato,
papá dijo… “la solución es muy fácil: te harás un aborto y aquí no ha pasado nada”.
Mamá ni se inmutó y yo alcancé a decir: “… pero Uds. siempre decían que nos
apoyarían si pasaba algo así en nuestra casa: ¿En qué quedamos entonces? ¿Lo que
Uds. decían eran puras mentiras?”

Mi papá alzó la voz y dijo: “El aborto va y no se hable más del asunto. Y tú”, le dijo
mirando a mamá, “te encargas de todo. Habla con la amiga de Carolina que se ha
hecho varios y que ella te guíe”. Y así fue, le pregunté el nombre del doctor a mi
amiga, se lo di a mi mamá, ella lo contactó y mi papá le dio la plata a mi mamá,
diciendo que con ese pago se iban las vacaciones de la familia al tacho de la basura.
Recuerdo su cara de enojo y de rabia hacia mí y también como culpaba a mi mamá
porque no había sabido cuidarme. Mi mamá tiritaba ante el enojo de mi papá.

Fui hacerme el aborto un 8 de marzo a las 5 de la tarde, había mucho calor y la ropa
se me pegaba a la piel. Me puse unos jeans azules y una polera a puntos rojos con
azul de lycra corta y usé mis zapatillas favoritas, blancas marca Nike.
Recuerdo que ese día mi mente no podía concentrarse en nada, cuando íbamos en el
auto las calles pasaban y eran como sombras, recuerdo una canción de Ana Gabriel
que tenían puesta, de pronto el auto freno brusco en un semáforo y casi se estrelló
fue como si las bocinas de los autos me despertaran, llegamos a una casa rosada y
nos abrió una mujer muy bajita con un delantal blanco, nos hizo pasar y mi mamá me
tomo la mano y me dijo que estuviera tranquila yo tiritaba y tenía frío, el doctor ni
siquiera me habló y me dijo que pasara a la sala, una luz fuerte me llego a los ojos y
los cerré para no ver más.

Bueno, pues ahí empezó mi calvario, que no ha parado nunca. Sí, yo maté a mi hijo y
es algo que aun hoy me pesa y me pesará siempre. Nunca lo olvidaré
Recuerdo con nostalgia los sueños que tenía a esa edad: que todo era color de rosa,
encontraría a un joven que me amaría siempre y me apoyaría en todo, y que creí,
ilusa de mí, que era ése. Sería independiente, viviría en una linda casita donde lo más
importante sería el cariño que nos tendríamos y los niños que tendríamos que serían
tres, dos chicos y una chica. Bueno, pero eso es pasado ya.

Mamá se preocupó de todo y yo lo único que ansiaba era que este mal sueño se
acabara, pero no, seguía su curso.

Mi verdadero problema comenzó cuando me hice el aborto y los sueños se


esfumaron.

Carolina Isabel
EJERCICIO

Cada participante, en forma personal, lee el relato de Carolina, en silencio.

1.- Subraye todas las palabras o hechos que Ud. encuentra relevantes.

2.- Describa cómo era la vida de Carolina antes del embarazo.


- Con sus padres.
- Con su entorno.
- ¿Cuáles eran sus metas en la vida?

3.-Embarazo:
- ¿Cuál fue su reacción al saber que estaba embarazada?
- ¿Cómo describiría Ud. las reacciones que tuvieron las personas a las cuáles ella les cuenta de su
embarazo?
- ¿Cuáles eran sus miedos?

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