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TEMA 5: LA IGUALDAD

1. INTRODUCCIÓN A LA IGUALDAD
La discriminación supone tratar de forma distinta y desfavorable a alguien por un
motivo no relevante en relación con ese trato. Cuando la discriminación es por raza,
color, sexo, idioma, religión opinión política, origen nacional o social, posición económica o
nacimiento, hay una presunción que hace que las exigencias de justificación en el trato
desigual seas mucho mas claras.

Juega un papel fundamental al tratar sobre la igualdad el principio de aplicación general de la


norma. Las normas no son singulares y se aplican para todas las personas, o para el colectivo
de personas a que van dirigidos, por eso, la igualdad deba ser entendida en el sentido de dar
cumplimiento al principio de generalidad, es decir, si somos iguales nos aplican una norma por
igual. No es válido tener como referente la raza para recortar ciertos derechos y si puedo serlo
otra situación. Dos ejemplos:

 Las personas de raza negra no podrán ejercer derecho al voto. Es una norma general,
referida a un colectivo. El problema es la falta de justificación en la limitación del
derecho. No es admisible la raza como elemento diferenciador
 Los menores de 18 años no podrán ejercer el derecho al voto. Es una norma general,
referida a un colectivo. Hay justificación para limitar el derecho. Si es admisible la
minoría de edad como elemento diferenciador.

Si no somos iguales, la aplicación de la norma no debe actuar siempre de acuerdo con el


principio de generalidad, sino que debe de aplicarse de manera desigual a quienes somos
desiguales. Por ejemplo:

 Las personas de raza negra tendrán preferencia en el acceso a la universidad pública. Y


lo fundamental es que la desigualdad debe justificarse y ser razonable. ¿Está
suficientemente justificado y hay proporción en esta medida? ¿quién decide y según
qué criterios si una medida está justificada, de una manera objetiva y es proporcional?

Deriva un tema muy complejo. ¿Dónde empieza la desigualdad? ¿Son iguales quienes no
tienen las mismas oportunidades? ¿Cuáles son las justificaciones o límites a la inaplicación del
principio de generalidad de la norma?

IGUALDAD Y DERECHOS HUMANOS

El mero reconocimiento del carácter universal de los derechos humanos, el que sean aplicables
a cualquier persona independientemente de sus circunstancias conlleva la exigencia de la
igualdad y no discriminación. El concepto de derechos humanos incluye la igualdad y no
discriminación como principio y fundamento, como base y razón de ser del reconocimiento de
los derechos humanos.

La igualdad es tanto un principio jurídico como informador de los derechos humanos y la no


discriminación puede ser entendida como una formulación negativa de la igualdad, aunque la
no discriminación es consecuencia lógica del previo reconocimiento del principio de igualdad.

Tras el antecedente de la Carta de Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos


Humanos, a continuación de la cláusula general sobre del artículo primero, “todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.” señala que éstos corresponden a toda
persona “sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión opinión política o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición (artículo 2).

Hay una serie de criterios específicos respecto de los cuales habría discriminación. No es una
lista cerrada, sino que acaba aludiendo a “cualquier otra condición”. Entendemos que la
referencia al listado tiene su base en el hecho de que históricamente los supuestos de
discriminación se han producido de manera más frecuente en relación con estos criterios
preferentemente.

La discriminación no es solo cualquier diferencia de trato arbitraria no razonable, sino que le


son aplicables una serie de características:

 El criterio de distinción se basa en factores no imputables a la persona, como pueden


ser su raza, sexo o su pertenencia a una colectividad o grupo social, como la religión o
la lengua
 Tiene un carácter sistemático, se trata de un fenómeno no solo jurídico sino mas
amplio, social y con connotaciones históricamente arraigadas con base en prejuicios
sociales consolidados.
 • Tiene un sentido colectivo. Se sufre una discriminación por pertenecer, o porque
desde fuera se considera que se pertenece a un grupo. Su sentido es colectivo pero el
daño, el perjuicio, se produce a personas consideradas aisladamente.
 Tiene un componente cultural muy importante. La pertenencia a un grupo que se
considera culturalmente, socialmente, inferior.

La ausencia de todo tipo de discriminación lleva al logro de la equidad, verdadera igualdad,


quiere decir, igualdad para todas las personas, que todas tienen derecho a la igualdad de
oportunidades y de trato en todos los ámbitos de la vida: económico, cultural, social, laboral,
educativo, político, familiar, para que de este modo, puedan acceder con justicia e igualdad al
uso, control y beneficio de los recursos y servicios de la sociedad. Y que puedan participar en la
toma de decisiones en los diferentes ámbitos de la vida social, económica, política, cultural y
familiar.

La igualdad, empezando por la igualdad legal, no se aplica de manera universal

LA IGUALDAD COMO VALOR SUPERIOR DEL ORDENAMIENTO

En el ámbito nacional podemos ver como en el texto constitucional español la igualdad


aparece como valor, como principio y como derecho fundamental.

La igualdad como valor. La Constitución señala que España propugna como valores superiores
del ordenamiento jurídico la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político.

Al reconocer valores engarza con tesis iusnaturalistas. Encontramos dos posiciones que
conocemos y a las que hacemos referencia:

 EL positivismo: El Derecho se compone exclusivamente por normas


 El Iusnaturalismo: Junto con la norma “positiva” o reglada, el ordenamiento debe estar
sometido a la ley natural (la que es común a todos los hombres y arranca de su propia
dignidad). Pone en relación Derecho y moral.
Los valores son conceptos jurídicos indeterminados que se concretan en preceptos
constitucionales a través de la interpretación. Son guías o referencias del resto de normas que
se diferencian de los principios por una eficacia menos específica. Podemos decir que no son
fuente del Derecho, pero obligan a los poderes, que los tendrán en cuenta en sus actuaciones.

Todos los valores tienen el mismo rango, pero hay dos guías fundamentales: libertad e
igualdad. El pluralismo es una derivación de la igualdad y ésta más libertad es igual a justicia.

LA IGUALDAD MATERIAL

La diferenciación entre los tipos de discriminación arranca de las distintas concepciones de la


igualdad: igualdad material y formal. Hay que conocerlas para poder rebatirlas y entenderlas.

En concreto, el artículo 9.2 de la constitución española ordena a los poderes públicos


“promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en
que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su
plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica,
cultural y social”.

No se entiende discriminatorio favorecer a determinados colectivos, históricamente


marginados, para compensar su situación de desigualdad inicial. (minorías: por raza, religión,
sexo...).

Frente a la igualdad formal, podemos hablar de Igualdad material que, también siguiendo la
referencia de nuestra constitución, está reconocida en el artículo 9.2 CE. y se trata de un
concepto social de igualdad que tiene que ver con el desarrollo del Estado del bienestar. Su
reconocimiento. por tanto, es posterior. y está directamente relacionada con la concepción de
Estado social que reconoce la CE.

El Tribunal Constitucional ha señalado que la igualdad no sólo se traduce en la de carácter


formal (deber de abstención por el Estado, que solo actúa como policía: cuya función es evitar
diferenciaciones arbitrarias) sino también en la igualdad material (promover condiciones para
lograr una igualdad real)

IGUALDAD FORMAL

Nuestro texto constitucional, junto con la igualdad material reconoce la Igualdad formal. Se
trata de un concepto de igualdad que surge con las revoluciones liberales y que tiene un
primer reconocimiento en los textos constitucionales y las declaraciones de derechos. Tiene
que ver con una posición del Estado neutra. Y su función fundamental es la de vigilancia del
cumplimiento de las leyes.

Se recoge en el artículo14: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer
discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social”

Hay referencias anteriores como en la constitución de 1869, que prohíbe la discriminación por
razón de religión para la obtención de cargo público, no es hasta la Constitución republicana
de 1931 cuando encontramos una cláusula genérica de defensa de la igualdad.
IGUALDAD COMO DERECHO FUNDAMENTAL CONSTITUCIONAL

La igualdad como aparece en los artículos 14 y 9.2. Del que tradicionalmente se han
distinguido dos concepciones básicas en la CE, que explicamos advirtiendo que en parte esta
doble concepción ha sido superada, como veremos.

 Igualdad formal: concepto de igualdad que surge con las revoluciones liberales, tiene
un primer reconocimiento en los textos constitucionales y las declaraciones de
derechos. Por si solo no conlleva, ni pretende, un cambio claro en el orden social
porque se mantienen las estructuras desiguales salvo en lo que se refiere a abolir los
privilegios. Su pretensión es básicamente el que la Ley se aplique con carácter general
a todas las personas por igual. Hacer valer el principio de generalidad en la aplicación
de la norma con el fin último de que nadie se sitúe por encima de las leyes.
 Igualdad material: concepto social de igualdad al señalar “Corresponde a los poderes
públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de
los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que
impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en
la vida política, económica, cultural y social”. Tiene que ver con el desarrollo del Estado
del bienestar, su reconocimiento es posterior y guarda relación con la concepción de
un Estado como Estado social. Supone que, para llegar a una igualdad real y efectiva,
no puramente formal, es preciso tratar de forma desigual a los desiguales.

Se han explicado la igualdad con base en esta distinción, pero como señalábamos, hoy el
artículo 14 no solo exige un tratamiento igual para los iguales, también permite, según un
concepto más amplio, la concesión de ventajas, a través de un trato en principio desigual, a
quienes sufren una situación de desigualdad de hecho. Tiene un encaje claro en lo que pueden
ser las acciones positivas.

El trato desigual que favorezca a las personas que componen grupos discriminados cuando lo
que se pretende es corregir una situación de desigualdad clara y de llegar a la igualdad real, no
solo es contrario al artículo 14 sino que le da cumplimiento. Es posible gracias a una
interpretación del artículo 14 no como algo contrapuesto al artículo 9.2 sino que hay una
integración y el artículo 9.2 pasa a formar parte del contenido mismo del artículo 14.

Hay que entender cómo se interpreta este valor-principio-derecho que es la igualdad. De


acuerdo con el Tribunal Constitucional, el art. 14 CE exige que a supuestos de hecho iguales les
sean aplicadas consecuencias jurídicas iguales, es decir, para introducir diferencias entre
supuestos de hecho debe haber justificación de tal diferencia. La diferencia debe ser, de
acuerdo con criterios y juicios de valor aceptados, fundada y razonable.

La justificación objetiva y razonable se descompone en dos parámetros:

 La finalidad constitucionalmente admisible perseguida por la norma, debe ser legítima


en el sentido de que no sea contraria a la Constitución. Se refiera expresamente a esa
finalidad sino simplemente que no la contradiga, el legislador tiene un amplio margen
de decisión. Decide e sobre la finalidad que se persigue y que puede ser.
 Congruencia entre esta finalidad, la diferencia de la situación de hecho y las
consecuencias jurídicas que se le imputan. Debe haber proporción entre lo que
pretende la norma y los medios que se emplean.
Los ejemplos que nos encontramos en la realidad son tan simples que nos hace desarrollar un
juicio que es subjetivo, relativo y complejo. Sin embargo, esa subjetividad y relatividad no son
absolutas, porque se produce dentro de un contexto histórico, social, que determina las
mentalidades que, a su vez, de alguna manera, objetivizan esos juicios, a los que se trata de
enraizar en exigencias éticas y jurídicas universales, de poner en conexión con criterios
iusnaturalistas.

OTROS DERECHOS FUNADMENTALES Y BIENES CONSTITUCIONALES PROTEGIDOS

La constitución establece un régimen de derechos y deberes, que pueden clasificarse según


distintos criterios. Se interpretan de conformidad con los principios generales, también, de
acuerdo con el principio de igualdad.

Derechos que reconoce la Constitución:

DERECHOS DE LIBERTAD Y AUTONOMÍA

Derecho a la vida:

Declara abolida la pena de muerte “salvo lo que puedan disponer las leyes militares para
tiempos de guerra”

Se plantean los problemas en cuestiones como:

 Interrupción del embarazo: sobre lo que ha habido varios cambios recientes en su


regulación
 Eutanasia: puede ser activa o pasiva (por acción o inacción) y directa o indirecta (si el
fin es la muerte del paciente o tratamiento para el dolor que indirectamente pueda
causar la muerte)
 Suicidio: el Tribunal Constitucional señaló en relación con la huelga de hambre que es
lícita la administración forzosa de los alimentos.

Derecho a la integridad física y psíquica:

La Constitución prohíbe el sometimiento a tortura o a penas o tratos inhumanos o


degradantes”

Derecho a la libertad religiosa:

Se garantiza junto con la de culto de los individuos y las comunidades. Sus limitaciones en sus
manifestaciones: Necesidad del mantenimiento del orden público protegido por la ley. Esta
garantía comprende la de no ser obligado a declarar sobre la ideología, religión o creencias de
cada uno. No se puede establecer ningún tipo de discriminación por razón de ideología o
creencias.

Derecho a la libertad y seguridad:

Es la ausencia de perturbaciones procedentes de medidas tales como la detención u otras


similares. : “la detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario
para la realización de las investigaciones tendentes a la averiguación de los hechos. En todo
caso, en el plazo máximo de 72 horas el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición
de la autoridad judicial”.
“La ley regulará un procedimiento de “habeas corpus” para producir la inmediata puesta a
disposición judicial de toda persona detenida ilegalmente. Por ley se determinará el plazo
máximo de duración de la prisión provisional.

Derecho al honor, la intimidad personal y familiar y la propia imagen:

Es un derecho que exige una interpretación conjunta, aunque también podemos definirlas por
separado:

 Derecho al honor: pretensión de reconocimiento y respeto que corresponde a cada


persona como consecuencia de su dignidad.
 Derecho a la intimidad: En su doble faceta, personal y familiar, reconoce el derecho a
reservar y proteger un ámbito de privacidad frente a la acción y conocimiento de
terceros.
 Derecho a la propia imagen: facultad del interesado a difundir o publicar su propia
imagen, sus rasgos externos, y por tanto su derecho a evitar su reproducción sin su
consentimiento.

El desarrollo de estos derechos está establecido por LO 1/82 de protección civil.

Derecho a la inviolabilidad del domicilio:

La Constitución prohíbe la entrada o registro. Hay 3 excepciones:

 Consentimiento del titular.


 Resolución Judicial
 Flagrante delito

Derecho al secreto de las comunicaciones:

Se garantiza el secreto a las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y


telefónicas, salvo resolución judicial.

El secreto a las comunicaciones protege a éstas frente a su conocimiento por terceros. Siempre
y cuando estos terceros no fueran introducidos en la comunicación por una de las partes.

Lo que consagra la CE es la libertad de comunicación de forma implícita y de modo expreso su


secreto. Se prohíbe la interceptación o el conocimiento antijurídico de las comunicaciones
ajenas.

Derecho a la libertad de circulación:

Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio
nacional. También tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la
ley establezca. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos e ideológicos.

Derecho al matrimonio:

La interpretación ha sido controvertida en cuanto a base para el matrimonio entre


homosexuales, resuelta recientemente por el Tribunal Constitucional.

DERECHOS DE PARTICIPACIÓN

Forman parte de los derechos de participación en el ámbito de la comunicación:


Derecho a la libre expresión y el derecho a la información:

La libertad de expresión se recoge en el art. 20 y hace referencia al derecho a expresar y


difundir libremente los pensamiento, ideas y opiniones, mediante la palabra, el escrito o
cualquier otro medio de reproducción.

Tiene por objeto pensamientos, ideas y opiniones. Se trata de un concepto amplio en el que se
incluyen también creencias y juicios de valor.

Se reconocen y protegen los derechos:

 A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la


palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción
 A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica. Estas libertades son
concreción del derecho a expresar libremente el pensamiento.
 El derecho a la comunicación pública que engloba todas las concreciones de la libertad
de expresión. Pueden definirse como soporte o medios a través de los cuales se
ejercita la liberta de comunicación pública.
 A la libertad de Cátedra. Implica el derecho de quienes enseñan a desarrollar la
enseñanza con libertad dentro del puesto docente que ocupan. Su objeto es el
desarrollo, transmisión, critica de la ciencia , de la técnica y de la cultura.

Derecho de reunión:

Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas sin que sea necesaria autorización
previa. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará
comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones
fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.

Derecho de asociación:

Las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delitos son ilegales. Sólo
podrán ser disueltas o suspendidas en sus actividades en virtud de resolución judicial
motivada. Se prohíben las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar.

Los partidos políticos son asociaciones, aunque de una naturaleza especial porque ejercen una
función pública, por eso reciben subvenciones y deben actuar internamente de forma
democrática.

Derecho de sufragio:

Atribuye la titularidad del derecho de sufragio a los españoles “Los ciudadanos tienen en
derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes
libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal”.

Es consecuencia del art. 1.2 según el que “la soberanía nacional reside en el pueblo español del
que emanan los poderes del Estado”

Derecho de jurisdicción:

Todas las personas tienen derecho obtener la tutela judicial efectiva de los jueces y tribunales
en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que en ningún caso pueda producirse
indefensión al juez ordinario predeterminado por la ley. Se incluyen ciertas garantías:
 A la defensa y a la asistencia de letrado
 a ser informados de la acusación formulada contra ellos
 a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías
 a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa
 a no declarar contra sí mismos
 a no confesarse culpable
 a la presunción de inocencia

Derecho de petición:

Los españoles podrán dirigir peticiones a los poderes públicos, solicitando gracias o
expresando suplicas o quejas, sin que en él se incluya el derecho a obtener respuestas
favorables a lo solicitado.

DERECHOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

Distinguimos varios

Derecho a la educación:

Desarrolla cuestiones fundamentales como la gratuidad de la enseñanza obligatoria y la


libertad de enseñanza.

Derecho a la sindicación:

Los sindicatos: contribuyen a la defensa y promoción de los interese sociales y económicos que
le son propios. La libertad sindical comprende el derecho a fundar sindicatos y afiliarse al de su
elección, así como el derecho de los sindicatos a formar confederaciones y a fundar
organizaciones sindicales internacionales o afiliarse a las mismas. Nadie podrá ser obligado a
afiliarse a un sindicato

Derecho a la huelga:

Se reconoce y se exige que se establezcan las garantías precisas para asegurar el


mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad.

Derecho al trabajo:

Reconoce cuestiones de orden laboral y hace referencia a la no discriminación por razón de


género.

Derecho de negociación colectiva:

Puede entenderse como método habitual para regular las condiciones de trabajo en las
empresas. Su expresión: el convenio colectivo y a la adopción de medidas de conflicto
colectivo.

Derecho de propiedad privada:

la herencia si bien no es un derecho absoluto, sino que “la función social de estos derechos
delimitará su contenido de acuerdo con las leyes”.

DEBERES CONSTITUCIONALES

Los deberes que imponen la CE no obligan por sí mismo, sino que precisan de un ley que los
desarrolle.
 Conocer el castellano. Defensa de España. Con una referencia a la objeción de
conciencia.
 Deber de contribución. de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema
tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún
caso, tendrá alcance confiscatorio.
 Otros deberes se exigen en determinados ámbitos: (Deberes conyugales; Deber de
trabajar; Deberes en el ámbito de la salud; Deber de conservación del medio
ambiente...)
 O bien se protegen materias (progreso socioeconómico y distribución de renta;
seguridad social; salud; cultura; medio ambiente; vivienda)

PRINCIPIOS RECTORES DE LA POLÍTICA SOCIAL Y ECONÓMICA

Son desarrollo del art. 9.2 CE que reconoce el derecho a la igualdad real y efectiva.

Se trata, a través de ellos, de que el Estado logre mayores cuotas de justicia social.

Les corresponde el nivel inferior de protección de derechos. Dichos principios informan la


legislación, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos.

No pueden alegarse de manera directa ante los tribunales ordinarios sin que previamente se
haya procedido a un desarrollo legislativo de los mismos.

Se protegen grupos:(familia, trabajadores, juventud, personas con discapacidad, tercera edad,


consumidores)

IGUALDAD “EN LA LEY” E IGUALDAD “ANTE LA LEY”

EL PRINCIPIO DE IGUALDAD EN LA LEY

Esta formulado en el artículo 14 de la Constitución, y es un límite al legislador.

El legislador no puede establecer distinciones basadas en cuestiones inexistentes o


irrelevantes. La ley debe ser aplicada a todos por igual, a todos los que se encuentre en el
supuesto previsto por la norma.

Para que una ley contenga un trato desigual es preciso que contenga una justificación objetiva
y razonable.

No se vulnera el principio de igualdad cuando la ley incluye elementos diferenciadores con


transcendencia jurídica y si se vulneraría en los casos en que esa desigualdad, esa diferencia,
no es proporcional y no está justificada de forma objetiva y razonable. Lo que ha de justificar la
medida son sus fines y efectos.

Cuando hay una relación razonable y proporcionada entre medios empleados y fines
perseguidos se entiende que la medida está justificada. En caso contrario, se entiende
vulnerado el principio de igualdad en la ley.

En este sentido el TC ha señalado “el principio de igualdad hace referencia, inicialmente, a la


universalidad de la ley; no prohíbe que le legislador contemple la necesidad o conveniencia de
diferenciar situaciones distintas y de darles un tratamiento diverso, que puede incluso ser
exigido en un Estado social y democrático de Derecho, por la efectividad de los valores que la
Constitución consagra”
La STC 19/1982, señala El principio de igualdad no implica en todos los casos un tratamiento
legal igual con abstracción de cualquier elemento diferenciador de relevancia jurídica,
pero...ese tratamiento legal desigual tiene un límite que consiste en la no discriminación, es
decir, en el hecho de que la desigualdad esté desprovista de una justificación objetiva y
razonable”

La dificultad está en determinar en qué casos la justificación es objetiva y razonable y en cuáles


no, supone valorar la desigualdad en los supuestos de hecho, en las consecuencias jurídicas
que se derivan de esa desigualdad y en la proporcionalidad de los medios empleados en
relación con la finalidad que se pretende

El problema es que no tenemos unos criterios absolutos y generales que sean válidos para
determinar la razonabilidad de la desigualdad. De ahí que “El principio de igualdad ha de
entenderse en función de las circunstancias que concurren en cada supuesto concreto en
relación con el cual se invoca. Sólo podrá deducirse la quiebra del principio de igualdad,
cuando dándole los requisitos previos de una igualdad de situaciones entre los sujetos
afectados por la norma, se produce un tratamiento diferenciado de los mismos en razón a una
conducta arbitraria o no justificada de los poderes públicos”

EL PRINCIPIO DE IGUALDAD ANTE LA LEY

Hace referencia a la eficacia de la norma, a su aplicación. Supone que un mismo órgano no


puede modificar el sentido de sus decisiones en casos sustancialmente iguales y en caso de
que el órgano judicial considere que debe apartarse de sus precedentes tiene que ofrecer para
ello una justificación suficiente y razonable.

Los órganos judiciales,

pueden modificar sus propios precedentes, sin vulnerar el principio de igualdad. Condición
para ello es que se aprecie que el nuevo criterio interpretativo ha sido adoptado como
solución genérica dotada de vocación para ser aplicada en el futuro. Que no se trate de un
cambio aislado, inadvertido por el órgano judicial.

Lo que ha reconocido el Tribunal Constitucional es la fuerza vinculante del precedente que


obliga, pero no de una forma absoluta, sino que es admisible el cambio cuando esté
justificado.

Se prohíbe el cambio irreflexivo o arbitrario, lo que supondría la aplicación desigual de la ley en


casos idénticos y sería contrario al principio de interdicción de la arbitrariedad e implicaría
denegar la tutela judicial efectiva, que es un derecho fundamental. Podemos considerar que el
cambio es legítimo si se razona, tiene vocación de futuro y está fundado en razones jurídicas
objetivas.

IGUALDAD Y PROPORCIONALIDAD

Igualdad de trato, referida a situaciones semejantes respecto de las cuales la actuación debe
ser la misma de manera que solo si se dan circunstancias que sean relevantes puede
entenderse que es aceptable el trato desigual.

Igualdad en la ley exige al legislador tratar igual a los iguales, regular de manera análoga
supuestos semejantes, y sólo hacerlo de una manera diferente en el caso de que no exista esa
igualdad entre las partes. El trato desigual en situaciones que aparentan igualdad debe estar
suficientemente justificado para que la acción del legislador no resulte inconstitucional. Así
como de la igualdad en la aplicación de la ley, a la hora de que el juez deba decidir en relación
con la aplicación de la ley en asuntos concretos valorando las circunstancias de estos.

El principio de igualdad, parte de tratar de forma igual a los iguales y de manera desigual a los
desiguales

El principio de proporcionalidad es un principio general del Derecho que se aplica en la


actividad de cualquier poder público y que ha sido utilizado de manera frecuente en relación
con el derecho a la igualdad. Así como otros principios que se conectan con el de igualdad,
como son la idoneidad o la necesidad, permiten aplicar ciertos criterios que justifiquen un
trato diferenciado, así como determinar qué es lo que hace considerar igual o desigual ciertas
situaciones.

En la doctrina del Tribunal Constitucional se ha hecho referencia insistente a que el trato


desigual obliga a una justificación objetiva y razonable, que se debe apreciar en relación con la
finalidad y efectos de la medida considerada, exigiendo la existencia de una relación razonable
de proporcionalidad entre los medios empleados y la finalidad perseguida.

La jurisprudencia ha venido estableciendo como doctrina que la igualdad solo es violada si esta
desprovista de una justificación objetiva y razonable.

El criterio de la razonabilidad implica que la diferenciación persiga un fin constitucionalmente


admisible, así como que exista una adecuación entre la medida y el fin que la medida persigue.

El Tribunal exige que la diferencia sea proporcionada, que la medida enjuiciada sea resultado
de una adecuada ponderación de los derechos afectados y de las circunstancias concurrentes
que justifican el trato desigual.

Es un requisito que se relaciona con la igualdad. Para que el principio de igualdad no se


vulnere, las decisiones que se tomen en este ámbito deben someterse al principio de
proporcionalidad y ser razonables.

Que una medida sea razonable supone que la diferenciación persiga un fin
constitucionalmente admisible, así como que exista una adecuación entre la medida y el fin
que la medida persigue.

Que la medida sea proporcionada supone que se produzca una adecuada ponderación entre
los derechos afectados y las circunstancias que se producen en ese caso y que justifican el
trato desigual.

EL PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD. NOCIÓN

El principio de proporcionalidad se justifica en distintos preceptos de la Constitución, aunque


el texto constitucional no lo recoja expresamente

Solo la referencia a los valores que recoge la Constitución a lo largo de su articulado, nos lleva
al principio de proporcionalidad, que se debe tener en cuenta en la concepción y aplicación de
tales valores.

Se ha hecho referencia a la proporcionalidad como principio derivado del valor de la justicia,


del principio del Estado de Derecho, del principio de interdicción de la arbitrariedad de los
poderes públicos, o de la dignidad de la persona en referencia a los efectos que produce la
actuación de los poderes públicos en el ámbito de los derechos de las personas.
El principio de proporcionalidad puede tener varios sentidos, pero en todo caso supone un
conjunto de exigencias que condicionan la legalidad de las actuaciones de los poderes públicos
a la hora de intervenir en la esfera de derechos y libertades de los particulares.

 Se trata de que las medidas que deban adoptarse en la toma de decisiones para lograr
el interés general, de manera que sean las más idóneas o adecuadas y las que
conlleven una menor restricción
 La proporcionalidad exige una adecuación, idoneidad, entre el supuesto de hecho que
justifica la intervención de un poder público, la justa correspondencia entre los medios
empleados y los fines de interés general que se tratan de proteger.
 Supone que tanto el juez como el legislador y el poder público tienen que elegir la
medida que sea adecuada para alcanzar el fin que la justifica.
 Respecto del legislador, la proporcionalidad exige que las consecuencias jurídicas que
resultan de la ley deban ser adecuadas y proporcionadas para conseguir el trato
equitativo, de manera que la relación entre la medida adoptada, el resultado que
produce y el fin pretendido por el legislador guarden un equilibrio.
 En relación con la actuación administrativa el principio de proporcionalidad exige que
el órgano del poder público de que se trate se decante por la medida que, siendo
adecuada, de acuerdo con los fines que se persiguen, represente una menor
restricción de derechos para sus destinatarios. Solo en este caso una medida de
restricción de derechos será legal. Se trata, de un conjunto de exigencias que
condicionan la legalidad de las actuaciones administrativas de intervención en la esfera
de derechos y libertades de los particulares. Lo que incluye que deberá ser equilibrada,
en cuanto que suponga más beneficios que limitaciones de derechos.
 Decimos que a un hecho determinado le puede corresponder una determinada
sanción, pero debe haber una relación entre la gravedad del hecho constitutivo de la
infracción y la sanción aplicada para que no se rompa con el principio de
proporcionalidad.
 En la actuación del Poder Judicial, la proporcionalidad debe estar presente en las
decisiones del juez para que este realice un juicio de ponderación teniendo en cuenta
cada situación y la finalidad que se persigue. Se habla también del principio de
razonabilidad o juicio de ponderación que se realiza en los casos en que se produce
una colisión de principios y/o bienes jurídicos.
 Lo que se pretende es que se elimine en lo posible la arbitrariedad subjetiva en la
resolución correspondiente.
 En el ámbito penal, exige que una pena se haya impuesto porque sea algo necesario.
Siempre teniendo en cuenta que debe responder al principio de intervención mínima,
de manera que el derecho penal solo se aplica ante situaciones en que sea necesario
por la gravedad de la conducta que se pretende evitar. Para ello se tendrán en cuenta
algunos factores como intencionalidad o reiteración, la naturaleza de los perjuicios
causados y la reincidencia.

Se trata de que el contenido del acto sea conforme a una serie de elementos.

 El de la utilidad o adecuación: La medida enjuiciada ha de ser idónea en relación con el


fin, es preciso que al menos facilite o tienda a la consecución del objetivo propuesto.
que la restricción que sufre el derecho resulte realmente útil para justificar el fin
perseguido, o, dicho en negativo, que la medida restrictiva no sea desde todo punto de
vista, y en principio, absolutamente inútil para alcanzar el fin.
 El de la necesidad o indispensabilidad, y o la más moderada entre todos los medios
útiles, no sólo ha de comprobarse si la acción se legitima por el fin en cuanto
susceptible de alcanzarlo, sino que además es imprescindible porque no hay otras
alternativas que impliquen menores restricciones en los derechos de los afectados.
 El de proporcionalidad en sentido estricto en relación con el valor político y social que
se busca con la finalidad perseguida. Debe haber un equilibrio entre las ventajas y
perjuicios que se generan por la limitación de un derecho para la protección de otro
bien o derecho. Resulta inevitable valorar los diferentes intereses contrapuestos y las
circunstancias concurrentes en cada caso.

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