Está en la página 1de 5

BASADRE Y LA RECONSTRUCCIÓN NACIONAL

Historiador Jorge Basadre cuestionó la marginación indígena en la vida peruana

Actual presidente de la Academia Nacional de la Historia y catedrático de la Pontificia Universidad


Católica, José Agustín de la Puente Candamo es uno de nuestros historiadores más importantes. Nieto
de Manuel Candamo, presidente constitucional del Perú durante el período 1903-04, De la Puente es, sin
duda, uno de los mayores conocedores del siglo XIX, siglo al que ha dedicado varios libros y estudios. En
la siguiente entrevista, nos aproxima a algunos aspectos de la reconstrucción nacional, tema principal del
volumen 10 de la “Historia de la República” de Jorge Basadre.

¿Podría decirse que, durante la llamada época de la reconstrucción nacional, se vivieron momentos
similares a los que actualmente viven el Perú y Chile?

La historia está viva y los peruanos la vivimos a través de una memoria muy dramática, aunque con
elementos espirituales realmente aleccionadores, no solo durante la guerra misma, sino, sobre todo,
durante la reconstrucción, que significó rehacer el país en medio de una soledad absoluta, sin nadie que
nos prestase un centavo. ¿Qué levantó al Perú si no fue la voluntad de nuestros abuelos de seguir siendo
peruanos? La reconstrucción fue una epopeya merecedora de mejor recuerdo, donde salió a la luz la fuerza
de algo que solo aparece en momentos dramáticos: la fuerza de la historia. Hubo, pues, circunstancias muy
intensas, difíciles de explicar, una especie de ascética cívica. Y si bien no podemos olvidar lo que pasó
porque es parte de nuestra memoria sanguínea, tampoco debemos alimentar el rencor. Juan Pablo II decía
que los pueblos deben limpiar su memoria; y es cierto, no se trata de defender el olvido, pero sí de
oponernos a mantener encendido el odio. De otro lado, a los chilenos les diría que, así como nosotros
debemos someter nuestro dolor y aceptar la convivencia, moderen ellos su triunfalismo. Dios ha querido
que seamos vecinos y tengamos intereses comunes.

Según Basadre, este período fue dramático, pero ese carácter fue especialmente intenso en Tacna.

Durante la chilenización de Tacna y Arica se vivieron momentos terribles. Era el tiempo, además, de las
largas y difíciles negociaciones para realizar el plebiscito, que a la postre nunca ocurrió. En su libro “Mi
infancia en Tacna”, Basadre recordaba que la patria parecía ser algo remoto, distante, casi un ideal. Y como
en diez años, que es el tiempo previsto por el tratado, era imposible cambiar el espíritu de un pueblo, Chile
pone todos los obstáculos para que se realice el plebiscito. El gran tema es quiénes iban a votar. El principio
de la libre determinación de los pueblos, amparo intelectual de un plebiscito como ese, se apoya en que
deben votar los oriundos, no los forasteros ni los que estén allí por razón administrativa. En este contexto,
es de resaltar lo ocurrido con la comisión presidida por el general Pershing, héroe norteamericano de la
Primera Guerra Mundial, quien comprobó que lo que el Perú afirmaba era cierto, es decir, que en esas
circunstancias era imposible un plebiscito honesto. Fue un triunfo moral y jurídico para el país. Cuando Perú
firma el Tratado de Ancón jamás imaginó que se iba a perder Tacna y Arica. Si el plebiscito se realizaba en
1894, a diez años de la ratificación del tratado, lo ganaba el Perú. Aun si se hubiera realizado en la década
del 20, también lo ganaba, porque, en medio de la desgracia, era evidente el heroísmo de los paisanos de
las provincias cautivas. La guerra terminó formalmente en 1883, pero para un tacneño o un ariqueño recién
terminaría en 1929. Recuperar las provincias cautivas fue un verdadero objetivo nacional.

Se ha hablado mucho de los cientos de documentos y libros de la Biblioteca Nacional que se perdieron
durante la ocupación chilena de Lima.

Efectivamente, se perdió mucho en la Biblioteca Nacional, y ese es un tema que ha ganado vida
nuevamente. La biblioteca fue víctima de un saqueo y eso hay que resaltarlo, aunque es curioso que el
archivo, que estaba en el mismo local, no fuera tocado. Además, San Marcos fue convertido en cuartel
durante la guerra. Se perdieron también los papeles de la Inquisición. Hace poco se publicó un libro de un
historiador chileno sobre la Inquisición y estaba apoyado en ese material. Todavía quedan en la Biblioteca
Nacional de Santiago muchos libros con el sello de la Biblioteca Nacional de Lima.

Por esos años el Estado Peruano se hallaba en la bancarrota y el Contrato Grace dio a muchos la
sensación de ser un respiradero. Sin embargo, muchos políticos se oponen a su firma.

Hubo políticos muy importantes contrarios al Contrato Grace, porque significaba una suerte de hipoteca de
determinados bienes. Pero era una fórmula para que el Perú mantuviese una tranquilidad respecto al
servicio de la deuda externa. Fue un contrato, diría yo, dramático, pero todo lo era en ese momento de
angustia nacional; y había que buscar la salida menos mala. Hay, sin embargo, otros aspectos en el tiempo
de la reconstrucción: Iglesias, en sus primeros días de gobierno, no tenía nada de efectivo, y así se tuvo que
rehacer toda la estructura económica del país, la agricultura, que había sufrido mucho en la costa, la
minería, la industria, las instituciones, San Marcos, el Poder Judicial, las municipalidades, todo el servicio
administrativo del Estado. En su gobierno, Lynch creó todo un esquema administrativo de ocupación, con
reglamentos, normas. Se llega al punto de resellar las estampillas peruanas con un escudo chileno. En el
caso de San Marcos, que había sido convertida en cuartel, muchos profesores, en particular los de Derecho
-esto lo explica el rector Ribeyro en su memoria de 1883-, dictaban clases en sus casas para que la vida
académica no muriera. Y es que teníamos tres historias: la historia del Perú en conjunto, la historia de los
hombres de Arica y de Tacna y la historia de los tarapaqueños. Y volver a vivir bajo nuestra bandera fue, tal
vez, la historia más profunda de la guerra.

¿Es cierto que se prohibió el empleo de los símbolos nacionales?

Sí, pero solo durante el breve lapso que duró el gobierno de García Calderón en Magdalena se le dio permiso
para usar la bandera peruana, pero eso terminó en setiembre de 1881. La bandera que flameaba en Palacio
de Gobierno era la chilena. Basadre cuenta que muchos paisanos nuestros se arrodillaron y lloraron en la
Plaza de Armas de Lima cuando Iglesias entró a la Casa de Gobierno y se izó la bandera peruana. La historia
del sufrimiento espiritual de las familias peruanas es un tema apasionante.

¿Haber asumido el gobierno con el ejército de ocupación en Lima le valió a Iglesias tener muchos
detractores?

No solo para Cáceres sino para muchos peruanos, la postura de Iglesias fue rechazable. Pero si uno ve la
historia desde lejos comprende esa postura. En una ocasión, Iglesias dijo que se necesitaba más coraje para
negociar con el enemigo que ir a otra batalla. Me pregunto si las terribles guerras civiles entre Iglesias y
Cáceres tuvieron un sesgo ideológico o solo eran dos formas distintas de ver el Perú. Cáceres,
evidentemente, nos despierta ilusión y entusiasmo; Iglesias, en cambio, puede no suscitarlo, pero no fue
un títere ni un hombre de mala conducta, pienso que fue un patriota, que simplemente no creía en la guerra
permanente que postulaba Cáceres en la sierra. Iglesias no solo vio morir a su hijo en Chorrillos, sino que él
mismo estuvo a un instante de morir. Él pensaba que el país necesitaba levantar esa losa que representaba
la ocupación y debía comenzar de nuevo cuanto antes. Cáceres e Iglesias representan una síntesis muy útil.
Son dos paradigmas, dos posturas, una de un realismo espantoso y la otra de una postura ideal, quizás
inalcanzable.
Sin embargo, no faltarán algunos que arguyan que sí se logró alcanzar.

Sí, efectivamente, la guerra del Mantaro la ganamos. En esa historia de lo que pudo ser y no fue, sería
interesante pensar qué hubiera pasado si el Ejército peruano vencía en Huamachuco, cuando recargan los
chilenos y nosotros ya no teníamos municiones. Cáceres estuvo a un segundo de ser capturado: se salvó
gracias a su famoso caballo El Elegante, que dio un salto increíble sobre una acequia muy ancha y dejó atrás
a sus perseguidores.

La reconstrucción nacional enmarca también el surgimiento de diversas instituciones gremiales como la


Sociedad Nacional de Industrias. Por otro lado, se redacta también el Código de Minería y comienza a
apreciarse el desarrollo de la banca.

El país se levanta por todos lados. Hay, además, la circunstancia de que en ese momento llegan al Perú
grandes avances técnicos y científicos de todo el mundo; la industria y la banca se modernizan, y aparecen
también instituciones que buscan reafirmar el sentido de lo peruano: se funda la Academia Peruana de la
Lengua, la Sociedad Geográfica, el Ateneo, Juan de Arona (seudónimo de Pedro Paz Soldán y Unanue)
publica su “Diccionario de peruanismos” y en el año 1905 se crea la Academia de la Historia. Como parte
de la reconstrucción nacional, hay una necesidad de estudiar lo peruano y hay, pues, una conjunción de
diversos esfuerzos económicos, industriales, intelectuales.

Nicolás de Piérola y Andrés Avelino Cáceres son dos personajes, dos figuras centrales de estos años. Y el
nombre de Piérola resulta polémico incluso hasta hoy.

Creo que hay dos hombres en Nicolás de Piérola: uno es el conspirador, el revolucionario del tiempo de
Pardo; el otro es el Piérola de 1895, un hombre que ya había madurado, que gobernó con una visión
nacional, no con criterio partidario. Y gobernó, además, con sus antiguos enemigos: el Partido Civil y el
Demócrata, que forman la Coalición Cívico-Demócrata que va a gobernar del 95 al 99 y que fue un gobierno
excelente. Aquí hay una lección: cómo es que tantos peruanos que piensan de modo diferente se ponen
por encima de la política y se permiten trabajar juntos. La unión de civilistas y demócratas bajo la
presidencia de Piérola fue una experiencia sumamente interesante, que posibilitó que el Perú tuviera 25
años de paz casi continua, salvo la revolución contra Billinghurst, hasta 1919. Por el contrario, creo que la
vocación real de Cáceres no fue la del gobernante sino la del gran militar, el jefe con carisma y coraje. Su
gobierno no expresa lo mejor de él. Sin embargo, hay que resaltar que Cáceres tenía ya una visión profunda
del Perú. Como provinciano, veía que no todo era Lima, sino que debía buscarse la totalidad. La lección de
la Campaña de la Breña es imborrable: no fue la guerra de la estructura de un Estado, que estaba colapsado,
sino la guerra de un pueblo.

RECONSTRUCCIÓN NACIONAL
RECONSTRUCCIÓN NACIONAL: Periodo de la Historia del Perú Republicano que inicia finalizada
la Guerra con Chile (Guerra del Guano y el Salitre), etapa que se caracteriza por la reconstrucción del
Perú, que había quedado destruido económicamente y políticamente, pues sus principales fuentes de
riqueza estaban aniquiladas ya que el salitre pasó íntegramente a poder de Chile.
Sumado a ello el Perú poseía una abultada deuda externa, problemas de producción interna, etc., sin
más opciones el Perú tuvo que iniciar el proceso de Reconstrucción Nacional (económica y política)
con la intervención del capital extranjero inglés.

1. Datos generales
A. Denominación: Reconstrucción Nacional, término acuñado por el historiador Jorge Basadre
Grohmann.
B. Cronología: Periodo de la Historia del Perú Republicano entre 1883 y 1919.
C. Concepto: Reconstrucción del Perú después de la destrucción producida por la guerra del guano y
el salitre. (Guerra con Chile o del Guerra del pacífico).
Guerra del Pacífico
Guerra del Pacífico: También conocida como “Guerra con Chile” o “Guerra del Guano y el Salitre”, fue un
conflicto bélico entre 1879 y 1883 que enfrentó a Perú y Bolivia (aliados), frente a Chile el cual contaba con
el respaldado político, económico y militar de Inglaterra.
D. Etapas de la Reconstrucción Nacional: Segundo militarismo (militarismo de la derrota)
y República Aristocrática (Segundo Civilismo).

2. Cronología y periodización
La reconstrucción Nacional abarcó las dos últimas décadas del siglo XIX y las dos primeras del siglo
XX. Cronológicamente la situamos entre los siguientes años:

RECONSTRUCCIÓN NACIONAL

CRONOLOGÍA PERÍODO DE LA HISTORIA DEL PERÚ

INICIO 1883 Fin de la Guerra con Chile

FINAL 1919 Inicio del Oncenio de Leguía

❋ Tabla N° 1: Reconstrucción Nacional / Elaborada por Carpetapedagogica.com

3. Economía
Economía durante la Reconstrucción Nacional:
A. Destrucción Económica:
Nos resulta difícil imaginar el grado de destrucción en que quedó la economía peruana luego de la
guerra. Además, el país debía resolver una serie de problemas anteriores al estallido del conflicto,
como el pago de la deuda externa.
B. Pago de la Deuda Externa:
Uno de los principales problemas económicos que afrontaba el Perú era la falta de liquidez para el
pago de la deuda externa a los antecesores británicos. Ellos desde 1868, habían formado la
Corporation of Foreign Bonholders y, desde la firma de la paz con Chile (Tratado de Ancón),
presionaron al Estado para la cancelación de los compromisos pendientes.
C. Falta de Recursos Económicos:
El Perú no contaba con los recursos económicos para el pago de la deuda externa y requería además
urgentemente capitales para iniciar la reconstrucción, sin la cual era imposible satisfacer a los
acreedores británicos.
D. Monto de la Deuda:
La deuda externa del Perú ascendía acerca de 51 millones de libras esterlinas, cuya amortización anual
exigía un pago de casi dos millones y medio de libras, suma difícil de reunir en aquellos años.
E. Firma del Contrato Grace (1889):
La situación en la que se encontraba el Perú condujo al gobierno de Andrés Avelino Cáceres a firmar
el polémico Contrato Grace.
F. Oposición al Contrato Grace:
El “Contrato Grace” dejó al Perú aun más empobrecido por ello un gran sector de la población se
opuso a lo establecido en este contrato señalando que Inglaterra nos dominaría y nos convertiría en
una de sus colonias.
G. Explotación de Recursos Naturales:
El Contrato Grace no fue la única medida que se tomó para mejorar la economía del país, coincidió
con la explotación del caucho en la selva (Auge del Caucho), la agricultura de exportación
agroindustrial, la minería y explotación del petróleo, etc.

4. Etapas de la Reconstrucción Nacional


Tomando en cuenta el sector dirigente que asumió el poder durante este proceso de reconstrucción
nacional podemos dividir este proceso en dos etapas:
A. Segundo militarismo: También denominado militarismo de la derrota.
Jorge Basadre ha llamado a este periodo el "Segundo Militarismo", pues los caudillos militares vuelven
a la escena política, pero ahora en una coyuntura adversa: La derrota en la guerra aunque surge
paradójico, se da una situación similar a la del periodo posterior a la Independencia. Estos militares
son los vencidos, pero son los únicos que tienen la fuerza suficiente para ejercer el poder ante la
pasividad y la situación material vulnerable en que quedó el sector civil luego de la derrota ante Chile.
La nación estaba dividida, por los “Hombres de Montan” (Grito de Montán), que secundaban a Miguel
Iglesias, y “Los Hombres de kepi rojo” que secundaban al héroe de la resistencia, el general Andrés
A. Cáceres.
Gobernates del segundo Militarismo:

SEGUNDO MILITARISMO

INICIO FINAL GOBERNANTES DEL PERÚ

1883 1885 General Miguel Iglesias Pino de Arce

1886 1890 General Andrés Avelino Cáceres Dorregaray

1890 1894 Coronel Remigio Morales Bermúdez

1894 1895 General Andrés Avelino Cáceres Dorregaray

1895 1895 Revolución Pierolista (Caída de Cáceres)

❋ Tabla N° 2: Segundo Militarismo / Elaborada por Carpetapedagogica.com

B. República Aristocrática: Llamado también segundo civilismo.


REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA

INICIO FINAL GOBERNANTES DEL PERÚ

1895 1899 José Nicolás Baltazar Fernández de Piérola y Villena

1899 1903 José Gabriel Eduardo Octavio López de Romaña y Alvizuri

1903 1904 Manuel González de Candamo e Iriarte

1904 1904 Serapio Calderón Lazo de la Vega

1904 1908 Primer Gobierno de José Pardo y Barreda

1908 1912 Augusto Bernardino Leguía y Salcedo

1912 1914 Guillermo Enrique Billinghurst Angulo

1914 1915 Coronel Óscar Raimundo Benavides Larrea

1915 1919 Segundo Gobierno de José Simón Pardo y Barreda

❋ Tabla N° 3: República Aristocrática del Perú / Elaborada por Carpetapedagogica.com

También podría gustarte