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1.

Declaraciones, derechos y garantías


Declaraciones: son ciertas posturas adoptadas por la C.N. en relación a algunos temas
políticos fundamentales.
Derechos: son facultades o prerrogativas reconocidas por la C.N. a las personas o grupos
sociales.
Garantías: son mecanismos creados por la C.N. para que los titulares de ciertos derechos
fundamentales puedan ejercerlos y hacerlos respetar.
Colisión entre derechos
Según la doctrina y la jurisprudencia generalizada, todos los derechos y garantías
constitucionales, tienen igual jerarquía. Por ello, quienes sostienen esto afirman que la
interpretación de los tribunales debe tratar de armonizarlos, cuando dos o más de esos
derechos entran en conflicto.
Cada derecho subjetivo es la cobertura jurídica de uno o varios valores. El derecho
subjetivo es un medio de brindar protección jurídica a un valor, el cual, por definición, es un
fin en sí mismo.
Toda teoría de los valores parte de la base de que éstos se hallan ordenados
jerárquicamente.
Si admitimos que los derechos individuales son medios, en relación a los valores, a los que
brindan protección jurídica, y si los valores están ordenados jerárquicamente, por medio de
un simple silogismo se puede afirmar que los derechos individuales también están
ordenados jerárquicamente.
El criterio fundamental utilizado para merituar la jerarquía relativa de cada valor en la
sociedad, es la de mayor o menor restringibilidad del derecho subjetivo que protege.
La sociedad, al darle mayor relevancia a determinado valor, limita más intensamente la
facultad de restringirlo que tiene el Estado, en ejercicio del poder de policía.
● Derecho a la dignidad humana y sus derivados.
● Derecho a la vida y sus derivados.
● Derecho al honor.
● Demás derechos personalísimos.
● Restantes derechos personales.
● Derechos patrimoniales.

2. Reglamentación de los derechos

El goce de la amplia gama de derechos reconocidos por la Constitución está sujeto a limitaciones,
que tienden a asegurar la convivencia armónica de todos los miembros de la comunidad. Ello, en
tanto y cuanto, las relaciones subjetivas que se establecen en la comunidad y los conflictos que
estas suscitan generan situaciones en las cuales se producen superposiciones en el ejercicio de los
derechos. Esto ocurre, por ejemplo, si frente a una situación de catástrofe natural en una región
determinada se hiciera necesario asegurar el paso de los pobladores que allí habitan a través de un
predio privado. Pues bien es este caso encontramos dos derechos en tensión, por un lado, el que
asegura la subsistencia o la vida de las personas y por el otro el de propiedad, si identificamos los
bienes jurídicos que se aseguran a través de cada uno de esos derechos, no parece difícil
reconocer una preeminencia al primero de los mencionados. En la especie queda claro que se
impone la necesidad de establecer prioridades entre los diferentes bienes jurídicos en juego de
modo de encontrar una solución a los problemas que se hayan producido o susceptibles de ocurrir.
A partir de estas consideraciones podemos afirmar el carácter no absoluto de los derechos y la
labor que le cabe a los legisladores quienes a través de las leyes deben construir un marco que los
armonice dentro de un sistema; luego, serán los magistrados quienes como últimos intérpretes de
las normas las adaptarán a los casos concretos en los que deban resolver a través de sentencias
(Sabsay,D. 2022).
Artículo 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las
leyes que reglamenten su ejercicio; (…).

Se consagran así dos principios fundamentales de nuestro sistema de derechos: el principio de


relatividad y el de legalidad. Ambos postulados, sumados al principio de razonabilidad, que
establece el art. 28 de la Constitución, constituyen el núcleo instrumental para garantizar la plena
vigencia del régimen de derechos, no solo con relación a los habitantes de la comunidad, sino
también respecto del accionar de los poderes del Estado (Sabsay,D. 2022).

Principio de relatividad

Según el principio de relatividad, los derechos no son absolutos, sino que su ejercicio está sujeto a
limitaciones impuestas por las leyes que los reglamentan por mandato constitucional. Esta
condición surge, además, de las declaraciones internacionales de derechos humanos. La
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 expresa: "La libertad consiste en
poder hacer todo lo que no daña a otro. Así, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre
no tiene más límites que aquellos que aseguran a los demás miembros de la sociedad el goce de
los mismos derechos. Estos límites no pueden ser determinados sino por ley". Y la Declaración
Universal de Derechos Humanos de 1948 en su art. 29 expresa: "2. En el ejercicio de sus derechos
y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones
establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y
libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del
bienestar general en una sociedad democrática. Estos derechos y libertades no podrán en ningún
caso, ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas...".

La Corte Suprema de Justicia de la Nación respaldó, históricamente, el principio de relatividad al


sostener: "En el sistema de nuestras instituciones políticas no hay derechos absolutos, y todos
deben ejercerse con arreglo a las respectivas leyes reglamentarias".

Los límites al goce de los derechos presuponen, a su vez, la imposición de deberes a terceros, a
los efectos de asegurar la necesaria convivencia social en libertad (Sabsay, D. 2022).

Principio de legalidad/ Principio de intimidad.

Artículo 19.- Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la
moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad
de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni
privado de lo que ella no prohíbe.

La finalidad del principio de legalidad es afianzar la seguridad individual y darnos previsibilidad


anticipada de lo que han de ser nuestras conductas.

El principio de legalidad guarda nexo con la esfera de libertad jurídica, según la cual, para la
persona humana, lo que no le está prohibido le está permitido.

Principio de razonabilidad

Artículo 28.- Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán
ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio.

Cuando la ley manda o prohíbe, nuestro sentido de justicia agrega que esa ley tiene que ser justa o
razonable en lo que manda y en lo que prohíbe. Tal es el principio de razonabilidad que hace de
complemento imprescindible al de legalidad.
3. Clasificación de los derechos
Derechos civiles: son aquellos que están ínsitos en el concepto de persona y son
inseparables de él.
Derechos sociales: son aquellos derechos que tienden a estructurar un orden social y económico
en el que se remuevan los obstáculos que impiden acceder a una igualdad de oportunidades y a un
ejercicio efectivo de las libertades y los derechos.
Derechos políticos: son aquellos que le corresponden a los ciudadanos y que consisten en
participar en todo lo que tenga que ver con la organización del Estado, ya sea votando o
presentándose como candidato (derechos electorales activos/pasivos).
Derechos de 1° generación: conjunto de derechos que fueron reconocidos a las personas durante
la etapa del constitucionalismo clásico.
Derechos de 2° generación: surgieron durante el constitucionalismo social (derechos sociales,
económicos y culturales).
Derechos de 3° generación: son los denominados derechos colectivos, que fueron incorporados en
los últimos años a las constituciones modernas.

Derechos de 4° generación: producto de la evolución del constitucionalismo en el marco de la


sociedad de datos, globalizada.
Enumerados: son aquellos derechos que se encuentran expresamente reconocidos en el texto de la
Constitución.
No enumerados (implícitos): son aquellos derechos que no se encuentran expresamente en el texto
de la C.N. pero que surgen del art. 33
Artículo 33.- Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la Constitución no serán
entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados; pero que nacen del
principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno.

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