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Unidad didáctica 7
La comunicación en el centro escolar
La comunicación en el centro escolar 4
1. Barreras de comunicación 4
2. Factores que facilitan la comunicación 5
3. La comunicación como parte fundamental de la dirección de centros educativos 7
4. La comunicación en la escuela 8
Las comunicaciones en todas las organizaciones necesitan de una revisión continua por ser el
fundamento de las relaciones entre sus miembros. La calidad de los intercambios y la transmisión de
información de una forma efectiva y plena pasarán por la necesidad de involucrar, en el caso del
centro escolar, a toda la comunidad educativa.
Para conseguir esa comunicación fluida y eficaz por parte de todos los estamentos de la comunidad
educativa, y por lo tanto, poder reducir los posibles conflictos o saber abordarlos de forma positiva,
debemos conocer todos aquellos aspectos que influyen en el sistema de comunicación de un centro
escolar.
1. Barreras de comunicación
Dentro de las acciones comunicativas podemos encontrar ciertas dificultades que impiden que el
mensaje llegue de forma correcta al receptor, que pueden producir una reacción diferente a la
esperada, que genera malentendidos y en definitiva, que no permite una comunicación interpersonal
apropiada.
Estos elementos que no permiten una buena comunicación se definirían como barreras de
comunicación. Algunos ejemplos de esos impedimentos en la comunicación serían:
Cuando estamos ante un conferenciante por ejemplo, tendremos unas expectativas que se relacionan
con su edad, género, estatus social, si es una persona conocida por nosotros o no, su forma de vestir,
su aspecto físico, etc.
De la misma manera, si somos la persona que va a emitir un mensaje, tendremos una serie de
expectativas en relación a las personas que nos están escuchando, en relación a que realmente
estén escuchando y comprendiendo el mensaje que enviamos, y una serie de prejuicios en relación a
su edad, condición social, género, apariencia, etc.
Para poder disponer de una buena comunicación y tener éxito en nuestro acto comunicativo,
deberíamos intentar abandonar, o al menos matizar, nuestros prejuicios tanto por parte del emisor
como del receptor, así como del canal por el que se produce el intercambio de información (por
ejemplo, referido a una clase online: quizás hay personas que no confían en que el acto de
comunicación pueda producir el mismo aprendizaje que una clase netamente presencial).
La atmósfera de confianza entre emisor y receptor es algo esencial para el éxito del acto
comunicativo, puede mantenerse un buen ambiente que facilite el intercambio de información o
mensajes si se utilizan por ejemplo:
• Un lenguaje positivo
• Mensajes éticos y dentro del marco de valores común
• Mensajes cordiales
• Respeto por las condiciones socio-culturales de emisor y receptor
Una dirección de centro que garantiza el cumplimiento tanto de derechos como de deberes de los
miembros de la comunidad educativa, que promociona las reuniones y actividades tanto formativas
como de ocio dentro del centro, será un centro en el que pueda desprenderse una alta participación y
una facilitación de las acciones comunicativas que finalmente puedan derivarse en un modelo de
desarrollo de la comunicación en los alumnos.
Los profesores por ejemplo, dan su clase magistral de manera oral o escrita, a veces por medio de un
vídeo y otras veces por correos electrónicos o aulas virtuales.
Los estudiantes por su lado aprenden por medio de herramientas similares y se comunica no
retroalimentan a los proveedores del mismo modo.
Los directores, a su vez, deben procurar establecer varios canales de comunicación con los
profesores, con los estudiantes y por supuesto con los padres de familia. El clásico envío de
circulares por medio de los estudiantes a casa ya no es tan efectivo; muchos establecimientos
educativos en la actualidad empiezan a utilizar una mezcla de todos estos canales de comunicación,
utilizan mensajes de texto, correos electrónicos, páginas web o app, llamadas telefónicas y por
supuesto conversaciones cara a cara.
Hablamos de los espacios como lugares de comunicación, es decir, la decoración de una clase,
pasillos, comedor, etc., contribuirá a establecer mensajes no verbales que los alumnos ven cada día.
Ofrecer por ejemplo, información sobre acoso escolar, sobre hábitos saludables, sobre la educación
en valores o educación para la Paz, facilitará la comunicación relacionada con esos temas, no solo
dentro de los centros escolares, sino también dentro del entorno familiar.
Los espacios pueden favorecer la participación dentro de una clase, también la acción o la
inmovilidad, o la posibilidad de trabajar en grupos o parejas si existe el espacio adecuado para ello,
por lo que estaremos fomentando o no un tipo de comunicación entre los alumnos, así con diferentes
tipos de interacción entre el profesor y los alumnos, tanto de forma individual como grupal, se
fomentarán distintas actividades y medios de comunicación y trabajo.
Por supuesto, la creación de espacios activos y participativos en los que se puedan fomentar distintas
situaciones y vivencias de aprendizaje, junto con diferentes tipos o momentos de intercambio
comunicativo, deben tener en cuenta el momento madurativo en el que se encuentran los alumnos
receptores de esos espacios.
En la imagen anterior podemos observar la construcción de distintos espacios como opción para
favorecer la motivación y el buen clima de aula para favorecer el aprendizaje. Un nuevo diseño de
espacios escolares y educativos que ofrece otras posibilidades a la disposición tradicional de
espacios estáticos y poco flexibles.
Estas redes pueden ser horizontales o verticales en estructura, horizontales cuando son organizadas
por personas del mismo nivel jerárquico, es decir entre alumnos, entre profesores o entre padres de
familia.
Las redes verticales son aquellas que van de un nivel superior a un nivel inferior en la línea
jerárquica, por ejemplo el sistema de información o los canales que utilice la dirección para mantener
informados a los profesores y estudiantes.
Los padres de familia aunque no están bajo la jerarquía o autoridad directa del colegio o del director
también pueden pertenecer a una red vertical cuando se comprometen mediante la firma de un
contrato a participar en ellas. En esta misma línea de red vertical podemos también ubicar los canales
de comunicación entre profesores y padres de familia.
Finalmente, la comunicación dentro del aula o dentro de un curso cuando este se da en un entorno no
presencial debe ser siempre un tipo de comunicación de doble vía; es decir se debe dejar a los
estudiantes que aporten la retroalimentación necesaria para asegurar el buen funcionamiento del
curso.
Un profesor debe todo el tiempo utilizar un lenguaje apropiado, una vestimenta acorde a su profesión,
un tono de voz respetuoso y mantener la distancia debida. No se trata de establecer diferencias entre
profesor y alumno, sino mostrar respeto en las comunicaciones en doble dirección: tanto del profesor
hacia los alumnos como de estos últimos hacia sus profesores.
En cualquier interacción del docente con sus alumnos se transmite información, no solo a través de la
palabra, sino también en relación a sus gestos, posturas, tono de la voz, gestos, etc. que también
están transmitiendo un mensaje, y que debemos cuidar para no dar información contradictoria.
Los errores de comunicación tienen una influencia negativa en el resultado del aprendizaje. El más
frecuente en los ambientes educativos es la comunicación vaga o imprecisa de los objetivos de
aprendizaje, de las expectativas que se tiene de ese aprendizaje o de los alumnos.
Para que los alumnos se encuentren cómodos dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje deben
tener claros los objetivos y los medios o recursos de los que disponen para conseguirlos.
Las normas de convivencia y de trabajo deben estar bien establecidas, preferentemente construidas
en colaboración con la clase para asegurar su aceptación y por lo tanto su cumplimiento. Partiendo
de esas normas básicas, se establecerá la comunicación de los objetivos y de las perspectivas de
trabajo. Las consecuencias de un trabajo bien o mal hecho deben estar bien definidas y ser claras
para todos.
La coherencia del profesor entre sus disposiciones, normas, peticiones e intereses y la respuesta que
da a los resultados que obtiene de sus alumnos es algo fundamental para establecer un marco de
confianza entre los alumnos y su profesor. La coherencia en la comunicación, las normas, la conducta
del profesor y las consecuencias de las acciones de los alumnos (ya sean estas positivas o
negativas) es algo fundamental en la base del respeto de los alumnos hacia los profesores y para
mantener un buen clima de aula.
Elaboración propia
Los alumnos deben saber qué consecuencias tienen sus actos (ya sea en positivo o en negativo) y
deben recibir las respuestas que se han indicado con anterioridad para que puedan establecer una
determinación por respuesta.
Si el profesor no consigue crear un clima de confianza con sus alumnos, no podrá satisfacer sus
demandas y la comunicación se podrá resentir. Podremos ver entonces alumnos con niveles altos de
ansiedad al no conocer la respuesta del profesor ante sus acciones, no estar seguros de si aquello
que hacen estará bien o mal o por no haber llegado a comprender aquello que les pide el profesor
pero no se resuelven preguntar por miedo a una reprimenda.
Si la clase no está bien planificada, si el lenguaje no es claro y conciso, el mensaje que llegue a los
alumnos puede ser confuso y generar malentendidos o confusiones que entorpecerán tanto el
aprendizaje como los resultados de los alumnos, pudiendo generar conflictos relacionados.
Podemos tener ante nosotros a alumnos nuevos, alumnos con problemas de habilidades sociales o
incluso algún tipo de fobia social. Debemos, como docentes, detectar lo más rápidamente posible
estos casos para poder establecer una relación individual con ellos y ayudarles a, poco a poco,
perder el miedo a la interacción, al menos dentro de su grupo de referencia, que será su clase y
construir un entorno de confianza con él para ayudarle en el conocimiento, al menos de las partes
básicas, de lo que se espera de él en clase.
• Los directores deben reconocer su rol como líderes de la comunicación en la institución educativa.
• Toda comunicación debe iniciarse con ideas constructivas.
• El director tiene la responsabilidad de reconocer las barreras de comunicación en todas las redes
del centro educativo.
• Debe procurar utilizar todos los canales de comunicación disponibles.
• La comunicación debe fomentarse tanto dentro como fuera de la escuela y en torno a toda la
comunidad educativa.
• Toda comunicación tiene que alinearse con los objetivos y proyectos educativos de la institución.
6.2. Profesores
Un proceso realmente educativo y no meramente instructivo sólo tiene lugar cuando las relaciones
entre profesor y alumnos no son únicamente de transmisión de información, sino de intercambio, de
interacción e influencia mutua, cuando se establece una adecuada percepción y comprensión entre
los protagonistas del hecho educativo.
Para la comunicación con sus alumnos y grupos escolares, el profesor debe tener en cuenta
diferentes aspectos como la tarea pedagógica que se propone, el nivel de comunicación con el grupo
y los principios de la dirección de la comunicación, las particularidades individuales de los alumnos,
particularidades individuales propias y métodos de influencia. Y será a partir de estos elementos que
el profesor podrá lograr una mejor instrumentación de la comunicación educativa en su entorno real.
Existen diferentes estilos de comunicación dentro del marco educativo que no siempre estarán en la
línea de la participación democrática y que pueden distinguirse en (Fernández González, 2002):
• Estilo democrático
El estilo democrático se define como:
• Un estilo que tiene en cuenta las particularidades individuales y la experiencia
personal del alumno, sus necesidades, intereses y sentimientos
• Tiene en cuenta además el plano emocional.
• La presencia del trabajo con el grupo como un todo, sin abandonar el enfoque
personal en el tratamiento de los estudiantes.
• No es estereotipado ni en la conducta ni en los juicios.
• No es selectivo en los contactos ni subjetivo en las valoraciones.
• No es agresivo en las relaciones.
• Estilo autoritario
El estilo autoritario se identifica por:
• Trabajar con los alumnos en general, como un todo, sin tener en cuenta las
particularidades de los mismos.
• No tener en cuenta la significación de grupo, sino a los estudiantes como entes
individuales.
• Ser estereotipado en su conducta y en los juicios que emite.
• Ser subjetivo y selectivo en la interacción con los estudiantes.
• Expresar con intensidad las propias reacciones emocionales.
Si bien es cierto que habitualmente encontraremos una combinación de los mismos en cada estilo
comunicativo, y variantes dentro de los mismos, como permisivo, participativo, pasivo, directo, etc.
También debemos tener en cuenta el estilo directivo de cada centro educativo, que permitirá o
facilitará en algunos casos, o dificultará ciertos estilos de comunicación del docente entre los
estamentos directivos o de administración, sus propios compañeros, la relación con las familias y su
interacción con los alumnos.
Por lo tanto, el proyecto educativo de centro, su reglamento interno y la composición de sus niveles
jerárquicos de coordinación y dirección estarán influyendo en el propio modelo pedagógico.
En los planes de centro se hace necesario encontrar un espacio para tratar los temas, no solamente
instructivos, sino también de tratamiento grupal, afectivo y relacional, que permitan la interacción
grupal y la comunicación entre los alumnos y los docentes, pero también entre todos los miembros de
la comunidad educativa.
Además, una idea clara sobre la práctica que se debe tener en cuenta y que se puede proponer en
base a las características individuales de cada centro escolar y sus circunstancias podrán hacer
factibles y viables estas experiencias.
Dentro del ámbito de la comunicación debemos tener en cuenta que no solo nos influirán los
mensajes que recibimos, ya sea de manera verbal o no verbal, el contexto en el que se produzca, las
interferencias que existan o cualquier elemento externo que pueda influir sobre la reacción que
provoque esa comunicación.
Los componentes internos asociados a cada persona, es decir, sus antecedentes personales
(experiencia anterior, aspectos cognitivos, estado psicológico, estado de alerta, etc.) y sobre todo sus
expectativas, estarán en la base de la reacción o conducta que sugerirá esa comunicación.
Familias
Alumnos
Elaboración propia
Existen ciertos componentes del acto comunicativo que no son intencionales sino espontáneos,
podríamos llamarlo el estilo comunicativo de cada persona en el que observamos sus características
individuales que influyen en ese acto comunicativo: la forma de hablar, de vestir, de expresarse, de
gesticular, etc.
Estas dos grandes tendencias comunicativas permiten agrupar los diez estilos del comunicador
definidos desde esta perspectiva. Aunque siempre debemos recordar que una persona no posee un
único estilo de comunicación y es muy probable encontrar que las personas, según las situaciones o
el momento, presenten unos rasgos más acentuados de un tipo o de otro, por lo que no debemos
clasificar o etiquetar a la ligera a quienes tengan una tendencia, sino hablar de diferentes estilos:
Debemos observar por lo tanto las capacidades comunicativas del docente, puesto que el estilo en el
que realice sus intercambios comunicativos tendrá una influencia innegable en su audiencia, en este
caso sus alumnos.
Sin embargo, no debemos olvidar que esa audiencia de educandos tiene también un estilo propio de
comunicación, no solo de forma individual sino también como grupo.
El docente establecerá sus normas de forma tanto explícita como implícita dentro de su estilo de
comunicación. Las acciones comunicativas que se promuevan tendrán una serie de patrones de
participación en la que se establecerán roles y que influirán en ese proceso, disponiendo además las
bases de la comprensión y la explicación de los conceptos en la situación de aula. Puesto que los
eventos comunicativos establecen patrones regulares de comportamiento comunicativo que los
alumnos interpretan y toman como fundamento del intercambio en el ambiente de clase.
Podemos también fijarnos en los intercambios comunicativos entre el profesor y sus alumnos.
Dependiendo de las condiciones particulares que se establezcan (por ejemplo: el profesor es el que
manda, el que domina la situación y el alumno solo interviene cuando le doy pie, o el alumno tiene
cabida en el proceso de aprendizaje y conoce los tiempos y las formas en las que puede pedir
intervenir) se facilitará o dificultará la correspondencia de información, se establecerán turnos de
conversación o no.
Algunas estrategias para el control del comportamiento de los estudiantes en el aula a través de los
estilos de comunicación podrían ser la focalización de la atención sobre ciertos contenidos del
discurso, la aprobación o desaprobación de las respuestas de los estudiantes, la aclaración de
mensajes previos, etc.
Podemos encontrar estilos comunicativos en los que se utilicen en mayor medida expresiones
imperativas para controlar el comportamiento de los alumnos, o estilos en los que se favorezcan las
formas no verbales y matices dentro de la prosodia (es decir, el tono, la entonación, la cadencia, etc.).
Si un profesor tiene una forma de expresarse más autoritaria y es quien marca las pautas de una
conversación con los alumnos, por ejemplo, se esperará que sea quien decida cuándo se puede
intervenir, cómo se puede intervenir y quien marcará las normas para las interacciones dentro de la
clase.