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Facultad, área de conocimiento

María José Álvarez


Máster en Problemas de conducta en centros educativos

Unidad didáctica 7
La comunicación en el centro escolar
La comunicación en el centro escolar 4
1. Barreras de comunicación 4
2. Factores que facilitan la comunicación 5
3. La comunicación como parte fundamental de la dirección de centros educativos 7
4. La comunicación en la escuela 8

4.1. El espacio como elemento de la actividad docente y facilitador de la comunicación 8


4.2. Redes de comunicación 10
5. Errores frecuentes de comunicación en el aula 11
6. Estrategias para mejorar la comunicación 13

6.1. Dirección de centro 13


6.2. Profesores 13
7. Estilos de comunicación y su influencia en el ámbito educativo 14

7.1. El estilo de comunicación como rasgo cultural. 17


7.2. El estilo de comunicación como rasgo de género/edad 17
7.3. Estilo comunicativo como característica individual 17
7.4. El estilo de comunicación del profesor en el aula 19
8. Bibliografía 20

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La comunicación en el centro escolar
La comunicación efectiva es una de las bases para el desarrollo de un buen aprendizaje. Un proceso
eficiente de intercambio de información necesita que todos los agentes que estén implicados en él
sean conscientes del mismo y participen activamente en esa comunicación.

Las comunicaciones en todas las organizaciones necesitan de una revisión continua por ser el
fundamento de las relaciones entre sus miembros. La calidad de los intercambios y la transmisión de
información de una forma efectiva y plena pasarán por la necesidad de involucrar, en el caso del
centro escolar, a toda la comunidad educativa.

Para conseguir esa comunicación fluida y eficaz por parte de todos los estamentos de la comunidad
educativa, y por lo tanto, poder reducir los posibles conflictos o saber abordarlos de forma positiva,
debemos conocer todos aquellos aspectos que influyen en el sistema de comunicación de un centro
escolar.

1. Barreras de comunicación
Dentro de las acciones comunicativas podemos encontrar ciertas dificultades que impiden que el
mensaje llegue de forma correcta al receptor, que pueden producir una reacción diferente a la
esperada, que genera malentendidos y en definitiva, que no permite una comunicación interpersonal
apropiada.

Estos elementos que no permiten una buena comunicación se definirían como barreras de
comunicación. Algunos ejemplos de esos impedimentos en la comunicación serían:

• Falta de comprensión del objetivo de la comunicación.


• Falta de confianza mutua (tanto en el emisor o receptor).
• La comunicación no es la esperada y por lo tanto no satisface las necesidades del receptor.
• La comunicación se establece por medio de un sistema limitado por ciertas reglas externas o
canales de comunicación no apropiados.
• Diferencias sociales y por lo tanto diferencias en los marcos referenciales de cada componente del
acto comunicativo.
• Presencia de faltas de respeto o interpretaciones como falta de respeto en la actitud, mensaje o
circunstancias del emisor o receptor.
• Errores en la forma de hablar.
• Mala elección de palabras.
• Situación física o psicológica del emisor o receptor que impide una correcta comprensión o
emisión.
• No escuchar activamente.
• No haberse preparado para el proceso de comunicación.
• Factores relacionados al rol o jerarquía del emisor o receptor.

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2. Factores que facilitan la comunicación.
A pesar de que todos contamos con unas opiniones, intereses y cogniciones sobre el mundo que nos
rodea, y que están en su mayoría modeladas por nuestra cultura, experiencia y educación, es
inevitable el poseer ciertos prejuicios sobre los demás.

Cuando estamos ante un conferenciante por ejemplo, tendremos unas expectativas que se relacionan
con su edad, género, estatus social, si es una persona conocida por nosotros o no, su forma de vestir,
su aspecto físico, etc.

De la misma manera, si somos la persona que va a emitir un mensaje, tendremos una serie de
expectativas en relación a las personas que nos están escuchando, en relación a que realmente
estén escuchando y comprendiendo el mensaje que enviamos, y una serie de prejuicios en relación a
su edad, condición social, género, apariencia, etc.

Para poder disponer de una buena comunicación y tener éxito en nuestro acto comunicativo,
deberíamos intentar abandonar, o al menos matizar, nuestros prejuicios tanto por parte del emisor
como del receptor, así como del canal por el que se produce el intercambio de información (por
ejemplo, referido a una clase online: quizás hay personas que no confían en que el acto de
comunicación pueda producir el mismo aprendizaje que una clase netamente presencial).

La atmósfera de confianza entre emisor y receptor es algo esencial para el éxito del acto
comunicativo, puede mantenerse un buen ambiente que facilite el intercambio de información o
mensajes si se utilizan por ejemplo:

• Un lenguaje positivo
• Mensajes éticos y dentro del marco de valores común
• Mensajes cordiales
• Respeto por las condiciones socio-culturales de emisor y receptor

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Elementos que debemos recordar mantener en la transmisión de mensajes para una buena
comunicación:

Claridad Brevedad Concreción

Corrección Exactitud Cortesía

Adaptado de: https://2-learn.net/director/la-comunicacion-en-la-escuela/

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3. La comunicación como parte fundamental de la dirección de centros
educativos.
Además de tener en cuenta el tipo de comunicación que se tiene dentro del aula o en las
interacciones entre profesores o entre profesores y alumnos, es importante tener en cuenta que el
estilo de dirección o liderazgo del centro educativo sentará las bases de la comunicación entre los
miembros de la comunidad, pues no solo debemos hablar de la comunicación entre profesores y
alumnos, sino también:

• Entre dirección o administración del centro escolar y docentes


• Entre dirección o administración y familias
• Entre familias y docentes
• Entre profesores
• Profesores-alumnos
• Incluso la comunicación entre los alumnos dependerá de las características del centro escolar.

Una dirección de centro que garantiza el cumplimiento tanto de derechos como de deberes de los
miembros de la comunidad educativa, que promociona las reuniones y actividades tanto formativas
como de ocio dentro del centro, será un centro en el que pueda desprenderse una alta participación y
una facilitación de las acciones comunicativas que finalmente puedan derivarse en un modelo de
desarrollo de la comunicación en los alumnos.

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4. La comunicación en la escuela.
El principal objetivo de la comunicación en escuela es mantener la cultura escolar y establecer los
procesos de instrucción. Las personas en la escuela deben ser informadas de forma integral acerca
de las clases de tareas que deben ser ejecutadas ya sea estos alumnos o profesores.

Los profesores por ejemplo, dan su clase magistral de manera oral o escrita, a veces por medio de un
vídeo y otras veces por correos electrónicos o aulas virtuales.

Los estudiantes por su lado aprenden por medio de herramientas similares y se comunica no
retroalimentan a los proveedores del mismo modo.

Los directores, a su vez, deben procurar establecer varios canales de comunicación con los
profesores, con los estudiantes y por supuesto con los padres de familia. El clásico envío de
circulares por medio de los estudiantes a casa ya no es tan efectivo; muchos establecimientos
educativos en la actualidad empiezan a utilizar una mezcla de todos estos canales de comunicación,
utilizan mensajes de texto, correos electrónicos, páginas web o app, llamadas telefónicas y por
supuesto conversaciones cara a cara.

Ejemplos de aplicaciones y sistemas de mensajería educativa

4.1. El espacio como elemento de la actividad docente y facilitador de la


comunicación
Los espacios de los que dispone el centro escolar también nos servirán para facilitar o condicionar
una buena comunicación y por lo tanto favorecer o no el aprendizaje. Espacios estáticos o que no
permiten la movilidad pueden influir en la promoción de los aprendizajes.

Hablamos de los espacios como lugares de comunicación, es decir, la decoración de una clase,
pasillos, comedor, etc., contribuirá a establecer mensajes no verbales que los alumnos ven cada día.
Ofrecer por ejemplo, información sobre acoso escolar, sobre hábitos saludables, sobre la educación
en valores o educación para la Paz, facilitará la comunicación relacionada con esos temas, no solo
dentro de los centros escolares, sino también dentro del entorno familiar.

Los espacios pueden favorecer la participación dentro de una clase, también la acción o la
inmovilidad, o la posibilidad de trabajar en grupos o parejas si existe el espacio adecuado para ello,
por lo que estaremos fomentando o no un tipo de comunicación entre los alumnos, así con diferentes
tipos de interacción entre el profesor y los alumnos, tanto de forma individual como grupal, se
fomentarán distintas actividades y medios de comunicación y trabajo.

Por supuesto, la creación de espacios activos y participativos en los que se puedan fomentar distintas
situaciones y vivencias de aprendizaje, junto con diferentes tipos o momentos de intercambio
comunicativo, deben tener en cuenta el momento madurativo en el que se encuentran los alumnos
receptores de esos espacios.

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Por ejemplo, niños de educación infantil necesitarán espacios en los que poder moverse para afianzar
su tono muscular, su control postural y psicomotricidad fina, tener los materiales al alcance de las
manos o de la vista para poder utilizarlo. En otros casos, chicos de 3º de la ESO, necesitarán un
ambiente más ordenado que permita trabajar de forma adecuada, con lugares en los que reunirse en
grupo y trabajar contando con el espacio y los medios adecuados.

También debemos tener en cuenta las necesidades específicas de determinados alumnos y


asegurarnos de que todos ellos pueden moverse libremente por el aula y sin barreras (ejemplo:
espacios abiertos y suficientemente grandes si hay un niño con movilidad reducida)

Tomado de: https://rosanbosch.com/es/pagina/proyectos

En la imagen anterior podemos observar la construcción de distintos espacios como opción para
favorecer la motivación y el buen clima de aula para favorecer el aprendizaje. Un nuevo diseño de
espacios escolares y educativos que ofrece otras posibilidades a la disposición tradicional de
espacios estáticos y poco flexibles.

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4.2. Redes de comunicación.
Las redes de comunicación son aquellos sistemas o canales utilizados para transmitir información a
los padres de familia, a los maestros y a los estudiantes.

Estas redes pueden ser horizontales o verticales en estructura, horizontales cuando son organizadas
por personas del mismo nivel jerárquico, es decir entre alumnos, entre profesores o entre padres de
familia.

Las redes verticales son aquellas que van de un nivel superior a un nivel inferior en la línea
jerárquica, por ejemplo el sistema de información o los canales que utilice la dirección para mantener
informados a los profesores y estudiantes.

Los padres de familia aunque no están bajo la jerarquía o autoridad directa del colegio o del director
también pueden pertenecer a una red vertical cuando se comprometen mediante la firma de un
contrato a participar en ellas. En esta misma línea de red vertical podemos también ubicar los canales
de comunicación entre profesores y padres de familia.

Finalmente, la comunicación dentro del aula o dentro de un curso cuando este se da en un entorno no
presencial debe ser siempre un tipo de comunicación de doble vía; es decir se debe dejar a los
estudiantes que aporten la retroalimentación necesaria para asegurar el buen funcionamiento del
curso.

La calidad de la comunicación entre el profesor y el estudiante influencia la conducta y el éxito de


cada alumno. Los estudiantes siempre prefieren a aquellos profesores con quienes pueden mantener
una comunicación amigable, y evitarán aquellos maestros complicados.

Un profesor debe todo el tiempo utilizar un lenguaje apropiado, una vestimenta acorde a su profesión,
un tono de voz respetuoso y mantener la distancia debida. No se trata de establecer diferencias entre
profesor y alumno, sino mostrar respeto en las comunicaciones en doble dirección: tanto del profesor
hacia los alumnos como de estos últimos hacia sus profesores.

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5. Errores frecuentes de comunicación en el aula
La comunicación entre los profesores y los alumnos debería darse en dos sentidos: en cuanto a la
relación interpersonal (ya sea del profesor con un alumno individualmente o con el grupo) y al
intercambio de información.

En cualquier interacción del docente con sus alumnos se transmite información, no solo a través de la
palabra, sino también en relación a sus gestos, posturas, tono de la voz, gestos, etc. que también
están transmitiendo un mensaje, y que debemos cuidar para no dar información contradictoria.

Los errores de comunicación tienen una influencia negativa en el resultado del aprendizaje. El más
frecuente en los ambientes educativos es la comunicación vaga o imprecisa de los objetivos de
aprendizaje, de las expectativas que se tiene de ese aprendizaje o de los alumnos.

Para que los alumnos se encuentren cómodos dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje deben
tener claros los objetivos y los medios o recursos de los que disponen para conseguirlos.

Las normas de convivencia y de trabajo deben estar bien establecidas, preferentemente construidas
en colaboración con la clase para asegurar su aceptación y por lo tanto su cumplimiento. Partiendo
de esas normas básicas, se establecerá la comunicación de los objetivos y de las perspectivas de
trabajo. Las consecuencias de un trabajo bien o mal hecho deben estar bien definidas y ser claras
para todos.

La coherencia del profesor entre sus disposiciones, normas, peticiones e intereses y la respuesta que
da a los resultados que obtiene de sus alumnos es algo fundamental para establecer un marco de
confianza entre los alumnos y su profesor. La coherencia en la comunicación, las normas, la conducta
del profesor y las consecuencias de las acciones de los alumnos (ya sean estas positivas o
negativas) es algo fundamental en la base del respeto de los alumnos hacia los profesores y para
mantener un buen clima de aula.

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Normas de
Conductas Coherencia
aula

Elaboración propia

Los alumnos deben saber qué consecuencias tienen sus actos (ya sea en positivo o en negativo) y
deben recibir las respuestas que se han indicado con anterioridad para que puedan establecer una
determinación por respuesta.

Si el profesor no consigue crear un clima de confianza con sus alumnos, no podrá satisfacer sus
demandas y la comunicación se podrá resentir. Podremos ver entonces alumnos con niveles altos de
ansiedad al no conocer la respuesta del profesor ante sus acciones, no estar seguros de si aquello
que hacen estará bien o mal o por no haber llegado a comprender aquello que les pide el profesor
pero no se resuelven preguntar por miedo a una reprimenda.

Si la clase no está bien planificada, si el lenguaje no es claro y conciso, el mensaje que llegue a los
alumnos puede ser confuso y generar malentendidos o confusiones que entorpecerán tanto el
aprendizaje como los resultados de los alumnos, pudiendo generar conflictos relacionados.

Además de encontrar dificultades en la comunicación que pueden entorpecer el proceso de


enseñanza-aprendizaje, también encontramos casos en los que los alumnos no se atreven a hablar
con el profesor o a hacer preguntas, por miedo o ansiedad.

Podemos tener ante nosotros a alumnos nuevos, alumnos con problemas de habilidades sociales o
incluso algún tipo de fobia social. Debemos, como docentes, detectar lo más rápidamente posible
estos casos para poder establecer una relación individual con ellos y ayudarles a, poco a poco,
perder el miedo a la interacción, al menos dentro de su grupo de referencia, que será su clase y
construir un entorno de confianza con él para ayudarle en el conocimiento, al menos de las partes
básicas, de lo que se espera de él en clase.

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6. Estrategias para mejorar la comunicación

6.1. Dirección de centro

• Los directores deben reconocer su rol como líderes de la comunicación en la institución educativa.
• Toda comunicación debe iniciarse con ideas constructivas.
• El director tiene la responsabilidad de reconocer las barreras de comunicación en todas las redes
del centro educativo.
• Debe procurar utilizar todos los canales de comunicación disponibles.
• La comunicación debe fomentarse tanto dentro como fuera de la escuela y en torno a toda la
comunidad educativa.
• Toda comunicación tiene que alinearse con los objetivos y proyectos educativos de la institución.

6.2. Profesores

• Deben respetar y tener tolerancia, calma, paciencia con los alumnos.


• Siempre deben escuchar a todos sus alumnos.
• Debe utilizarse un lenguaje positivo incluso cuando estamos dando retroalimentación.
• Utilización del parafraseo a la hora de establecer una conversación, discutir un problema o incluso
resolver una duda para evitar los malentendidos. Antes de contestar se resumirá lo que el otro ha
dicho, así, si la información no es correcta, el otro podrá aclarar lo que dijo y evitar así conflictos
innecesarios.
• Toda comunicación debe ser en doble vía: cuando transmitimos un mensaje a los alumnos
provocamos una reacción en ellos, y deberíamos escuchar cuál ha sido para poder conocer si
hemos tenido el efecto deseado o no.
• Obtener retroalimentación debería ser el principal objetivo en un proceso de comunicación.
• Se debe informar adecuadamente a los estudiantes y padres de familia acerca de las expectativas
que se tiene del aprendizaje del grupo y de cada alumno en particular-
• La comunicación debe darse dentro y fuera del aula.
• Al mantener comunicación oral se debe mantener contacto visual.
• Se debe felicitar en público y reprender en privado.
• No se debe interrumpir a los estudiantes cuando están transmitiendo un mensaje.
• Debemos evitar lenguaje acusador. Es importante centrarse en el problema y no en la persona,
huyendo de frases absolutas (Ejemplo: Juan siempre llega tarde, Marta nunca hace los deberes).

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7. Estilos de comunicación y su influencia en el ámbito educativo
El estilo comunicativo del docente puede ser identificado a partir de su comportamiento lingüístico en
el aula, y este estilo influirá inevitablemente en el comportamiento de sus alumnos, puesto que en el
acto comunicativo entre emisor y receptor encontraremos, como hemos visto, una influencia de uno
sobre otro y la búsqueda de una respuesta.

Un proceso realmente educativo y no meramente instructivo sólo tiene lugar cuando las relaciones
entre profesor y alumnos no son únicamente de transmisión de información, sino de intercambio, de
interacción e influencia mutua, cuando se establece una adecuada percepción y comprensión entre
los protagonistas del hecho educativo.

Para la comunicación con sus alumnos y grupos escolares, el profesor debe tener en cuenta
diferentes aspectos como la tarea pedagógica que se propone, el nivel de comunicación con el grupo
y los principios de la dirección de la comunicación, las particularidades individuales de los alumnos,
particularidades individuales propias y métodos de influencia. Y será a partir de estos elementos que
el profesor podrá lograr una mejor instrumentación de la comunicación educativa en su entorno real.

Existen diferentes estilos de comunicación dentro del marco educativo que no siempre estarán en la
línea de la participación democrática y que pueden distinguirse en (Fernández González, 2002):

• Estilo democrático
El estilo democrático se define como:
• Un estilo que tiene en cuenta las particularidades individuales y la experiencia
personal del alumno, sus necesidades, intereses y sentimientos
• Tiene en cuenta además el plano emocional.
• La presencia del trabajo con el grupo como un todo, sin abandonar el enfoque
personal en el tratamiento de los estudiantes.
• No es estereotipado ni en la conducta ni en los juicios.
• No es selectivo en los contactos ni subjetivo en las valoraciones.
• No es agresivo en las relaciones.
• Estilo autoritario
El estilo autoritario se identifica por:
• Trabajar con los alumnos en general, como un todo, sin tener en cuenta las
particularidades de los mismos.
• No tener en cuenta la significación de grupo, sino a los estudiantes como entes
individuales.
• Ser estereotipado en su conducta y en los juicios que emite.
• Ser subjetivo y selectivo en la interacción con los estudiantes.
• Expresar con intensidad las propias reacciones emocionales.

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• Estilo liberal

El estilo liberal se describe:


• No atiende a las particularidades individuales de los estudiantes, deja al grupo
desenvolverse o desarrollarse de acuerdo con sus criterios y decisiones.
• No emitir juicios sobre el trabajo de los alumnos, a menos que se soliciten.
• No orientar en la tarea, ni estimular al grupo por los resultados alcanzados.
• Mostrarse indiferente en cuanto a las reacciones emocionales.

Si bien es cierto que habitualmente encontraremos una combinación de los mismos en cada estilo
comunicativo, y variantes dentro de los mismos, como permisivo, participativo, pasivo, directo, etc.

También debemos tener en cuenta el estilo directivo de cada centro educativo, que permitirá o
facilitará en algunos casos, o dificultará ciertos estilos de comunicación del docente entre los
estamentos directivos o de administración, sus propios compañeros, la relación con las familias y su
interacción con los alumnos.

Por lo tanto, el proyecto educativo de centro, su reglamento interno y la composición de sus niveles
jerárquicos de coordinación y dirección estarán influyendo en el propio modelo pedagógico.

Un sistema autoritario y verticalizado, en el que prime la transmisión académica de conocimientos, o


un estilo poco afianzado en el que cada docente puede elegir su propia metodología sin una línea
común de actuación determinarán el cumplimiento de la tarea educativa también dentro del aula.

En los planes de centro se hace necesario encontrar un espacio para tratar los temas, no solamente
instructivos, sino también de tratamiento grupal, afectivo y relacional, que permitan la interacción
grupal y la comunicación entre los alumnos y los docentes, pero también entre todos los miembros de
la comunidad educativa.

Como sugerencias generales para la mejora de la comunicación pedagógica se pueden diseñar:


• Proyectos de carácter participativo de la educación en todos sus niveles de organización y
comunidad educativa.
• Ambientes de comunicación democrática entre el profesor y los alumnos, y grupo general.
• Utilización de métodos activos y participativos de enseñanza.
• Utilización del grupo como espacio y medio para el aprendizaje.
• Programas de aprendizaje activo y reflexivo como proceso de construcción del conocimiento.

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Para que estas propuestas puedan llegar a un buen fin, es necesaria la formación del profesorado en
estas materias. El conocimiento de las medidas teóricas y conceptuales relativas a la comunicación y
a los estilos de relación o intercambio de información deberían estar en la base de toda práctica
educativa.

Además, una idea clara sobre la práctica que se debe tener en cuenta y que se puede proponer en
base a las características individuales de cada centro escolar y sus circunstancias podrán hacer
factibles y viables estas experiencias.

La reflexión constante y constructiva de las formas de comunicación pueden establecer la diferencia y


conseguir una práctica educativa exitosa en la que alumnos, profesores, miembros de la
administración y familias tengan un objetivo formativo común en todos los aspectos.

Dentro del ámbito de la comunicación debemos tener en cuenta que no solo nos influirán los
mensajes que recibimos, ya sea de manera verbal o no verbal, el contexto en el que se produzca, las
interferencias que existan o cualquier elemento externo que pueda influir sobre la reacción que
provoque esa comunicación.

Los componentes internos asociados a cada persona, es decir, sus antecedentes personales
(experiencia anterior, aspectos cognitivos, estado psicológico, estado de alerta, etc.) y sobre todo sus
expectativas, estarán en la base de la reacción o conducta que sugerirá esa comunicación.

Familias

Entorno Centro Cuerpos


social educativo docentes

Alumnos

Elaboración propia

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7.1. El estilo de comunicación como rasgo cultural.
Desde el punto de vista cultural, habría que tener en cuenta que poseemos una serie de estereotipos
que nos marcarán en ese estilo comunicativo. Las diferentes culturas tienen un estilo diferente de
comunicación, así por ejemplo en una cultura netamente “occidental” encontraremos un estilo de
comunicación más directo y basado en los hechos. Sin embargo, en ciertas culturas orientales, la
comunicación es más contextualizada y debe leerse entre líneas parte del mensaje que se está
recibiendo, siendo menos directo y más colaborativo. Estas diferencias entre los marcos referenciales
de las personas que están emitiendo o recibiendo un mensaje pueden llevar a equívocos y malas
interpretaciones del mensaje.

7.2. El estilo de comunicación como rasgo de género/edad.


En el mismo marco de las expectativas que tenemos sobre las personas que nos están comunicando
presentamos una serie de sesgos asociados al género de la persona que nos transmite la
información. Tradicionalmente se esperan reacciones diferentes si el comunicador es una mujer o es
un hombre, así como el público o asistente a una sesión informativa. Tenemos unos roles asociados
al género que pueden establecer una diferencia entre las reacciones al mensaje que se reciba.
Lo mismo sucede con la edad que creemos ver en el emisor o el receptor del mensaje, según nuestra
perspectiva o experiencia, ante una persona más joven o mayor que nosotros, tendremos unas
expectativas y nos comportaremos o recibiremos el mensaje de forma distinta.

7.3. Estilo comunicativo como característica individual


Existe una concepción sociocultural del estilo de comunicación que esperamos en determinados
grupos de personas, sin embargo, también debemos pensar que la comunicación tiene un
componente y un contexto individual que no podemos olvidar.

Existen ciertos componentes del acto comunicativo que no son intencionales sino espontáneos,
podríamos llamarlo el estilo comunicativo de cada persona en el que observamos sus características
individuales que influyen en ese acto comunicativo: la forma de hablar, de vestir, de expresarse, de
gesticular, etc.

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En cada persona hay un patrón habitual de comportamiento y será en base a ese patrón que el
receptor captará los mensajes y los interpretará, será el comportamiento comunicativo del individuo (o
individual) que puede dividirse, a grandes rasgos, en dos tendencias comunicativas (Sainz Leyva,
1998):
• Activa
• Pasiva

En el extremo activo se encuentran comportamientos comunicativos que enfatizan en la acción y la


verbalizan; en el extremo pasivo están los comportamientos que enfatizan en los aspectos receptivos,
orientados hacia el interlocutor.

Estas dos grandes tendencias comunicativas permiten agrupar los diez estilos del comunicador
definidos desde esta perspectiva. Aunque siempre debemos recordar que una persona no posee un
único estilo de comunicación y es muy probable encontrar que las personas, según las situaciones o
el momento, presenten unos rasgos más acentuados de un tipo o de otro, por lo que no debemos
clasificar o etiquetar a la ligera a quienes tengan una tendencia, sino hablar de diferentes estilos:

En el extremo activo se ubican:


• Dominante, caracterizado por la tendencia a asumir la responsabilidad de las situaciones sociales,
a hablar más que los otros participantes y a controlar las situaciones.
• Dramático, en el que se actúa de manera ostensiva para expresar las ideas y las emociones por
medio de chistes, historias o exageraciones.
• Polemista, en el que el hablante tiene la tendencia a retar a sus interlocutores.
• Animado, caracterizado por su gestualidad permanente.
• Penetrante, caracterizado por el intento de producir una impresión duradera y memorable en los
interlocutores.
• Abierto, que se identifica por la tendencia a revelar información personal y a expresar emociones.

Por su parte, la tendencia pasiva incluye cuatro estilos comunicativos específicos:

• Relajado, en el que se destaca una forma sobria y ecuánime de interactuar.


• Atento, que se caracteriza por escuchar a los demás haciendo contacto visual y asintiendo con la
cabeza para mantener la conexión con el interlocutor.
• Amigable, que proporciona respuestas positivas a su interlocutor para reconocer, motivar o reforzar
su comportamiento.
• Preciso, que se caracteriza por ser específico y claro a fin de no dar pie a ambigüedades.

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7.4. El estilo de comunicación del profesor en el aula
Ha quedado de manifiesto que en la escuela, ya no es lo meramente académico y la transmisión de
información lo que prima, sino que se atiende a la función pedagógica de la enseñanza y se ve más
allá de la instrucción y del intercambio de saberes en ese proceso de enseñanza-aprendizaje.

Debemos observar por lo tanto las capacidades comunicativas del docente, puesto que el estilo en el
que realice sus intercambios comunicativos tendrá una influencia innegable en su audiencia, en este
caso sus alumnos.

Sin embargo, no debemos olvidar que esa audiencia de educandos tiene también un estilo propio de
comunicación, no solo de forma individual sino también como grupo.

El docente establecerá sus normas de forma tanto explícita como implícita dentro de su estilo de
comunicación. Las acciones comunicativas que se promuevan tendrán una serie de patrones de
participación en la que se establecerán roles y que influirán en ese proceso, disponiendo además las
bases de la comprensión y la explicación de los conceptos en la situación de aula. Puesto que los
eventos comunicativos establecen patrones regulares de comportamiento comunicativo que los
alumnos interpretan y toman como fundamento del intercambio en el ambiente de clase.

Podemos también fijarnos en los intercambios comunicativos entre el profesor y sus alumnos.
Dependiendo de las condiciones particulares que se establezcan (por ejemplo: el profesor es el que
manda, el que domina la situación y el alumno solo interviene cuando le doy pie, o el alumno tiene
cabida en el proceso de aprendizaje y conoce los tiempos y las formas en las que puede pedir
intervenir) se facilitará o dificultará la correspondencia de información, se establecerán turnos de
conversación o no.

Algunas estrategias para el control del comportamiento de los estudiantes en el aula a través de los
estilos de comunicación podrían ser la focalización de la atención sobre ciertos contenidos del
discurso, la aprobación o desaprobación de las respuestas de los estudiantes, la aclaración de
mensajes previos, etc.

Podemos encontrar estilos comunicativos en los que se utilicen en mayor medida expresiones
imperativas para controlar el comportamiento de los alumnos, o estilos en los que se favorezcan las
formas no verbales y matices dentro de la prosodia (es decir, el tono, la entonación, la cadencia, etc.).

Si un profesor tiene una forma de expresarse más autoritaria y es quien marca las pautas de una
conversación con los alumnos, por ejemplo, se esperará que sea quien decida cuándo se puede
intervenir, cómo se puede intervenir y quien marcará las normas para las interacciones dentro de la
clase.

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Se podrán distinguir por lo tanto, diferentes estilos de interacción y de descripción del comportamiento
del profesor desde el punto de vista comunicativo (Uribe y Martínez, 2007):

• Por el grado de claridad de las expresiones producidas por el profesor.


• Por su grado de su cercanía psicológica con los estudiantes.
• Por su grado de asertividad o control activo de contenidos y acciones de la clase.
• Por el grado de receptividad frente a los intereses y necesidades de los estudiantes.

Tomado de: https://www.efdeportes.com/efd178/la-actuacion-docente-en-educacion-fisica.htm

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8. Bibliografía
Fernández González, A.M. (2002). Comunicación educativa. La Habana. Editorial Pueblo y
Educación.

Sainz Leyva, L. (1998). La comunicación en el proceso pedagógico: algunas reflexiones


valorativas. Educación Médica Superior, 12(1), 26-34.

Uribe, Á. C., Martínez, C. H. (2007). El estilo de comunicación y su presencia en el aula de


clase. Revista Folios, (26), 3-12.

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