Está en la página 1de 3

Psicología

Personalidad I
Docente María Elena Arcos Náquira
Mapa Mental y crítica
Entregado el 30/04/2023

Calderón Téllez Alejandro

Semestre III
2023-1

"El alumno declara haber realizado el presente trabajo de


acuerdo a las normas de la Universidad Católica San Pablo"
Crítica sobre las lecturas
Debo de admitir que las dos lecturas tocan temas similares, incluso llegan a relacionarse entre
sí, pero más que una simple repetición de los temas tratados, se siente como un complemento
necesario para entender el punto de vista cristiano sobre la psicología contemporánea y la
psicoterapia, junto a sus variantes que pueden perjudicar el objetivo final, la plenitud del
hombre, un trabajo que no es sencillo.

Los textos trabajan con dos ideas fundamentales, una optimista y otra pesimista, en la que se
encuentra una tergiversación sobre el concepto antropológico de la persona, en el primero se
encuentra la psicología humanista y la psicología cognitivo conductual, que como se ha
mencionado en el curso, pertenecen a un constructivismo autónomo de la persona, lo cuál a
primera vista pudiera parecer como una solución interesante, pero peca en pensar que es
autosuficiente, que no ha de necesitar nada más que él mismo para realizarse. Por otro lado,
la idea pesimista, nos introduce como máximo ejemplo el psicoanálisis de Freud (aunque
podría considerarse también a distintos tipos de culturalismos), los cuales nos menciona que
el ser humano es un conjunto de deseos y fetiches reprimidos y cuya solución, irónicamente,
sería recordar los traumas del paciente. Ambas ideas no contribuyen en la idea cristiana de la
concepción del hombre, que es imagen y semejanza de Dios y tiene una naturaleza caída por
el pecado. Los textos no se hacen complicados de entender en dichos puntos, pero en mi
opinión personal, siento que más bien se sienten redundantes o incluso pareciera que quisiera
imponer su puntos de vista, no obstante, he de reconocer que tienen un valor importante en
cuanto a la responsabilidad de los actos de la persona, pues una psicología o corriente que
trate de negar o reducir las acciones del hombre, al mismo tiempo, se encuentra restringiendo
su propia libertad, pues a diferencia de las creencias del psicoanálisis, se es más libre cuando
uno tiene el poder de sus elecciones y por ende de sus consecuencias, no se puede escapar o
depender de un mecanismo de defensa para evadir lo que hacemos, por esa parte, el texto nos
presenta con claridad y al mismo tiempo una profundidad sobre esos tópicos.

Sin embargo, una parte que me ha dejado con más dudas fue sobre la propuesta de una
psicología cristiana, es entendible y razonable que todas las psicologías pudieran convertirse
en un sistema jerárquico guiado por la psicología filosófica o teológica, pero por más que la
idea pueda sonar llamativa, en el texto a mi interpretación se siente como un cierto
menosprecio involuntario a los hechos o resultados de las corrientes psicológicas
independientes de la antropología cristiana, si bien es cierto que el objetivo del texto es
presentarnos la importancia de la antropología cristiana, pienso que los avances hechos por
las distintas corrientes, con sus aciertos y errores, contribuyen en la búsqueda de la persona.

En conclusión, podría decir que ambos textos proporcionan una curiosa reflexión sobre los
conceptos de la antropología y la importancia de esta en la práctica psicológica, y las
consecuencias que puede acarrear una mala interpretación de está, sumado a la importancia
de los sistemas de valores morales del individuo, entendiendo que la persona es un ser
complejo de entender y que ciencia y religión buscan encontrar una solución más compleja de
esta, pues la persona no se puede reducir a un mero constructo fisiológico o determinado por
la cultura. Debe haber una mayor complejidad detrás de todo.

También podría gustarte