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Análisis provisional sobre un antiguo problema de imposible

solución: acerca de la cuantificación de los daños


extrapatrimoniales
A propósito de la Casación N.° 6217-2019-Lima

Edgardo Bagate Quispe Villanueva


Universidad Nacional de Trujillo

Con la colaboración de
Cordero Lara Mauri Alexander**
Universidad Privada Antenor Orrego

Vivian Luján Carranza***


Universidad Privada Antenor Orrego

SUMARIO
1. Introducción. — 2. Respecto a la responsabilidad civil. — 3. El sistema
previsional peruano. — 4. Respecto a la Casación N.° 6217-2019-Lima. — 5.
Posición del autor. — 6. Referencias bibliográficas.

RESUMEN
A partir del análisis de la Casación N.° 6217-2019-Lima se pone de manifiesto la
falta de precisión doctrinaria y legal de la definición, estructura y de los criterios
para la cuantificación de los daños extrapatrimoniales, en concreto del
denominado daño moral, cuestionando la valoración equitativa del juez que no
ha permitido establecer criterios objetivos predecibles.

Palabras clave: Antijuridicidad, criterio de equidad, daño moral, máximas de la


experiencia

Fundamento legal: Arts. 10 y 11 de la Const. Pol.; 1318 al 1320 y 1332 del CC



Magíster en Derecho Civil y Comercial por la Universidad Nacional de Trujillo, doctor en Derecho por
la Universidad Privada Antenor Orrego de la misma ciudad. Docente de pregrado en el área de Derecho
Civil de esta última universidad, de la Universidad Privada César Vallejo y de la Universidad Privada
Antonio Guillermo Urrelo de Cajamarca; docente de posgrado de la Universidad Nacional de Trujillo, de
la Universidad Privada Antenor Orrego, de la Universidad Nacional de Cajamarca, de la Universidad
Nacional Santiago Antúnez de Mayolo de Ancash y de la Universidad Privada Alas Peruanas (filial
Tarapoto). Abogado en ejercicio. Árbitro de controversias privadas. Miembro del Centro de Arbitraje de la
Cámara de Comercio de Cajamarca. Conciliador extrajudicial acreditado por el Ministerio de Justicia.
Profesor titulado en la especialidad de Historia y Geografía por el Instituto Superior Pedagógico
“Indoamérica”. Blog: https://elabogadoensulaberinto.wordpress.com.
**
Estudiante de noveno ciclo de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Privada
Antenor Orrego. Asistente legal en el estudio jurídico Quispe Villanueva Abogados (Trujillo).
***
Estudiante de undécimo ciclo de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Privada
Antenor Orrego. Practicante en el estudio jurídico Quispe Villanueva Abogados (Trujillo).
Recibido: 16-01-23
Aprobado:
Publicado en línea:

1. Introducción

Después de un breve repaso de los fundamentos básicos de la responsabilidad


civil y del sistema previsional en la doctrina y la legislación peruana, se verifica la
enorme dificultad teórica y práctica que los operadores del derecho tienen para
para definir, fundamentar y cuantificar los daños extrapatrimoniales expresados
a través del daño a la persona y el daño moral.

Dicha imprecisión genera que la solución planteada por el artículo 1332 del
Código Civil, con relación al deber del juez de emplear el criterio de equidad para
la cuantificación del daño, no basta para superar la señalada anarquía.

2. Respecto a la responsabilidad civil

2.1. Breve antecedente

En las sociedades originarias, el daño o perjuicio infringido al individuo,


despertaba como reacción natural el correspondiente ánimo del desquite. En esa
orientación, dicha retaliación se sustentó durante mucho tiempo en la conocida
e inflexible ley del Talión: “Ojo por ojo, diente por diente”.

Posteriormente, dicha inflexibilidad fue modificándose progresivamente para


civilizarse y flexibilizarse, orientándose a entender que la consecuencia del daño
producido, genera una obligación por parte del perpetrador de subsanar el
agravio producido en el modo y forma regulado en la ley. Es aquí donde surge la
necesidad de fundamentar jurídicamente dicho escenario.

En consecuencia, el desarrollo de un sistema que consolide dichas regulaciones


legales (destinadas a garantizar el cumplimiento de las sanciones asignadas por
parte del Estado a los particulares) ha evolucionado a lo largo del tiempo, para
lograr convertirse en aquella institución jurídica denominada como:
“responsabilidad civil”.

LEÓN HILARIO (2017) define a la responsabilidad civil, en sentido amplio en los


siguientes términos:

[P]uede definirse como la situación del sujeto al que le toca experimentar, concretamente, las
consecuencias, para él desventajosas, que una norma prevé y le impone atendiendo a la
verificación de un determinado presupuesto. (pp. 144-145)
Por su parte, RODRÍGUEZ OLMOS y CHINCHILLA IMBETT, citados por VÁSQUEZ REBAZA
(2022), mencionan lo siguiente:

En el ámbito contractual, tanto la responsabilidad civil autónomamente considerada o como


aquella asociada a otro remedio jurídico, tienen como propósito lograr que el acreedor se ubique
en la misma situación económica en la que hipotéticamente se habría ubicado si el deudor hubiera
cumplido fielmente sus obligaciones. (p. 129)

2.2. Requisitos de la responsabilidad civil

Los requisitos que configuran la responsabilidad civil, son los siguientes:

A. Antijuricidad

A pesar que un sector de la doctrina niega a la antijuricidad o ilicitud la categoría


de elemento de la responsabilidad civil, autores como TABOADA (2018) consideran
que esta sí constituye un requisito, pues nos encontramos frente a una actividad
contraria al derecho que no solo atenta las buenas costumbres, sino, además,
contraviene tanto a las normas jurídicas que prohíben expresa o tácitamente
dichas conductas, como a los valores de convivencia social imperantes que le dan
sustento.

B. Daño

Nuestra doctrina local concibe al daño como:

Una condición desfavorable para un sujeto de derecho que merece ser resarcida, siempre que el
evento que la ha producido afecte una posición protegida por el ordenamiento, y cuando sea
imputable a otro sujeto, según un juicio reglamentado por la ley; todo lo cual conforma el
fenómeno de la responsabilidad civil. (LEÓN HILARIO, 2017, p. 261)

Asimismo, TABOADA (2018), desde una perspectiva distinta a la de LEÓN HILARIO,


resalta que el daño debe ser entendido como toda:

Lesión a todo derecho subjetivo, en el sentido de interés jurídicamente protegido del individuo
en su vida de relación, que en cuanto protegido por el ordenamiento jurídico, se convierte
justamente en derechos subjetivos, esto es un derecho en el sentido formal y técnico de la
expresión. (p. 39)

De los autores citados, se desprende que el daño es aquel perjuicio o menoscabo


que puede ser cuantificado o valorado económicamente, de tal suerte que,
posteriormente, el titular de ese derecho pueda exigir el resarcimiento.
Es necesario precisar que el daño —como requisito de la responsabilidad civil—
presenta una clasificación de acuerdo a su contenido.

No referimos a los daños patrimoniales y los daños extrapatrimoniales. Los daños


patrimoniales comprenden: al daño emergente, que se caracteriza como la
situación por medio del cual el bien económico salió o saldrá del patrimonio de
la víctima (BAJAC ALBERTINI, 2008, p. 25). Además, en este grupo encontramos
también al lucro cesante, integrado por las ganancias lícitas no obtenidas o
dejadas de percibir debido al incumplimiento del contrato o al hecho dañino
(PEÑAILILLO, 2018, p. 10).

A su vez, los daños extrapatrimoniales están compuesto por: el daño moral, el


cual comprende a toda consecuencia perjudicial en las capacidades del entender,
querer y sentir del perjudicado, de tal modo que ello se traduce en un cambio
negativo del comportamiento de las actitudes y la forma de pensar del individuo,
con relación a los que tenía antes del hecho (OSSOLA, 2016, p. 156). Sumado al
anterior, debemos sumar al daño a la persona, entendida como la violación de
derechos personalísimos del ser humano tales como la vida, la integridad física,
el honor, la libertad, entre otros; cuya transgresión generan consecuencias
económicas (TORRES, 2016, p. 738).

Este requisito ayudará al juez a precisar los potenciales riesgos generados por el
hecho ilícito, así como a establecer criterios que permitan reparar o resarcir
económicamente al sujeto afectado.

C. Nexo causal

En toda relación jurídica que genere responsabilidad civil, existe una persona
denominada “víctima”, que puede exigir a otro (denominado el “generador del
daño”) el pago de una compensación económica por los daños irrogados en su
contra.

Sin embargo, como expresa Fernando DE TRAZEGNIES (2001), para poder exigir el
pago de una indemnización, esta no se dirige arbitrariamente contra cualquier
persona. En efecto, debe haber un fundamento en virtud del cual una
determinada persona, y no otra, sea individualizada y obligada a pagar.

En virtud de lo señalado, en nuestra doctrina nacional el jurista Lizardo TABOADA


(2018) señala la necesidad de un tercer requisito, denominado “relación o nexo
de causalidad”. Esto requiere la existencia de una relación de causa a efecto; o de
antecedente a consecuente, entre la conducta antijurídica del autor y el daño
causado a la víctima. En el caso de que no haya dicha relación, no existiría
responsabilidad civil y no habría la obligación legal de indemnizar.
D. Factor de atribución

El último requisito para que se configure la responsabilidad civil es el factor de


atribución. A través de este, se identificará si el sujeto ha actuado con el animus
de generar, o no, un perjuicio a la otra parte. En ese sentido, su conducta está
orientada por un móvil determinado a fin de generar un daño.

PERALTA DÍAZ (2017) considera:

Los factores de atribución son los supuestos necesarios para la existencia de la responsabilidad
civil. Por sí solo, el daño no basta para imputar responsabilidad, sino que “debe conjugarse con
el factor de responsabilidad subjetiva u objetiva que la ley reputa idóneo para atribuirlo a una
determinada persona”. En consecuencia, al referirnos a los factores de atribución, tratamos de
responder básicamente dos interrogantes: quién responde y en virtud de qué circunstancia. (p.
49)

Queda claro que no solo basta el daño, sino también es menester buscar los
fundamentos o razones que lo motivaron, de tal suerte que el responsable tenga
la obligación de repararlo (OSSOLA, 2016). Ahora bien, nuestro Código Civil
peruano considera como factores de atribución al dolo y la culpa, en sus distintas
manifestaciones.

La culpa propiamente dicha, según TANTALEÁN ODAR (2022), “es entendida como
una contravención a un estándar conductual, y puede materializarse bajo cuatro
supuestos generales: imprudencia, negligencia, impericia e inobservancia” (p.
145).

El dolo, desde la perspectiva del mismo autor citado, “se puede entender como
el actuar consciente y voluntario del sujeto que, intencionalmente, dificulta la
ejecución del servicio convenido, sea propiciando su ejecución relativa o su
incumplimiento total, o, en última instancia, su imposibilidad” (TANTALEÁN ODAR,
2022, p. 147).

Sobre el particular, ESPINOZA (2019) considera:

Existen factores de atribución subjetivo (culpa y dolo), objetivos (realizar actividades o ser titular
de determinadas situaciones jurídicas que el ordenamiento jurídico considera —si se quiere ser
redundante— objetivamente o —si se quiere optar por una definición residual— prescindiendo
del criterio de la culpa). También forman parte de los factores de atribución el abuso del derecho
y la equidad. (pp. 260-261)

2.3. Bifurcación de la responsabilidad civil

En término genéricos y clásicos, la responsabilidad civil se divide en:


A. Responsabilidad civil contractual

Este tipo de responsabilidad, no se encuentra normada expresamente como tal


en el Código Civil vigente; no obstante, se regula en términos amplios en las
normas que sobre “inejecución de obligaciones” se encuentran ubicados entre el
artículo 1314 al 1332 del Código Civil.

Hablamos de actuar con dolo, cuando intencionalmente no deseamos cumplir


con nuestras obligaciones, según el artículo 1318 de nuestra codificación civil.

A su vez, nos encontramos frente a la culpa inexcusable, cuando el deudor actúa


con negligencia grave en el cumplimiento de sus obligaciones (conforme lo
dispone el art. 1319). Finalmente, tenemos también a la culpa leve, cuando el
deudor actúa con omisión a la diligencia ordinaria exigida por la naturaleza de la
obligación, en los términos del artículo 1320.

Adicionalmente a lo señalado precedentemente, para hablar de responsabilidad


civil contractual, se requiere ciertos requisitos:

a) La existencia de un contrato válido.


b) Que el deudor incumpla con una o más prestaciones a su cargo.
c) Que dicho incumplimiento le sea imputable al deudor.
d) Que el acreedor haya sufrido un daño patrimonial y/o
extramatrimonial, pues sin daño no hay indemnización.
e) Que exista una relación de causalidad entre el incumplimiento de
la obligación por parte del deudor y el daño sufrido por el acreedor.

B. Responsabilidad civil extracontractual

Este tipo de responsabilidad civil se encuentra expresamente regulada desde el


artículo 1969 hasta el artículo 1988 del Código Civil vigente.

La responsabilidad civil extracontractual es entendida como la obligación que


tiene una persona de reparar un daño, al haber violado el deber jurídico genérico
de no causar daño a otro sujeto, con quien no haya tenido una relación jurídica
previa.

Así, USEDA (2013) señala que se entiende por responsabilidad civil


extracontractual, a:

[L]a obligación que tiene una persona de reparar un daño, por haber violado el deber jurídico de
no causar daño a otro. Para que exista responsabilidad civil extracontractual es necesaria la
presencia de cuatro elementos: que la conducta del autor sea antijurídica, que exista un daño
causado a la víctima, la relación de causalidad y el factor de atribución que puede ser objetivo o
subjetivo. (p. 125)

A las características precisadas anteriormente, se les suman otros como son:

1. La acción u omisión del agente.


2. La culpa o dolo de dicha acción u omisión.
3. La no concurrencia de una causal de exención de responsabilidad.
4. La capacidad del autor para cometer o realizar el hecho ilícito.
5. El daño causado a la víctima.
6. La relación de causalidad entre la acción u omisión culpable o dolosa
y el daño producido.

Un claro ejemplo de la responsabilidad civil extracontractual sería cuando un


conductor causa un accidente y perjudica a terceros, pues entre el conductor y
los que sufrieron el daño no existía ningún tipo de relación.

3. El sistema previsional peruano

3.1. Aspectos generales

El sistema previsional posee una gran trascendencia constitucional, pues se halla


regulada en los artículos 10 y 11 de la Constitución del Estado. En el primer caso,
(art. 10) el Estado reconoce el derecho de toda persona a la seguridad social,
conforme a ley. A su vez, en el caso del artículo 11, se prevé que el Estado será el
ente encargado de garantizar, a través de sus órganos especializados, las
prestaciones de salud y pensiones.

Respecto a este último concepto, la doctrina local lo conceptualiza a la pensión


como:

[E]l pago de una suma dineraria, con carácter vitalicio, que sustituirá la renta percibida por el
asegurado (trabajador en actividad, dependiente o independiente, público o privado) cuando se
presente un estado de necesidad, con la cual podrá satisfacer sus requerimientos básicos mínimos
de subsistencia, siempre que previamente haya cumplido los requisitos fijados por ley. (ABANTO
REVILLA, 2011, p. 16)

Por ello, “los sistemas previsionales son programas de transferencias instituidos


por el Estado, con el objetivo de proporcionar ingresos a los ancianos en un
contexto donde los arreglos informales son considerados insuficientes”. (ROFMAN
y OLIVERI, 2011, p. 8).

Por su parte, BERNAL (2020) sostiene:


El sistema previsional peruano tiene dos componentes: contributivo y no contributivo. El
componente contributivo comprende todos aquellos regímenes previsionales bajo los cuales el
trabajador debe realizar aportaciones para poder recibir una pensión. Este se subdivide a su vez
en el Sistema Público de Pensiones y el Sistema Privado de Pensiones. (p. 11).

Por su parte, el componente no contributivo lo administra el Ministerio de


Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) que fue creado en el 2011. Está comprendido
por el programa social denominado “Pensión 65”, el cual está diseñado para ser
recibido por los adultos mayores que no reciben ninguna pensión y que viven en
condiciones de pobreza extrema.

En ese orden de ideas, en las siguientes líneas se traerá a colación de los sistemas
previsionales que regula nuestra judicatura nacional.

3.2. Sistemas previsionales

3.2.1. Sistema Nacional de Pensiones (SNP)

El Sistema Nacional de Pensiones o en sus siglas SNP fue creado el 1 de mayo de


1973 por el Decreto Ley N.° 19990 y es administrado por la Oficina de
Normalización Previsional (ONP), desde el 1 de junio de 1994.

Así, la doctrina local considera: “Este sistema se caracteriza por ser de reparto,
otorgando prestaciones fijas, sobre contribuciones no definidas, en valor
suficientes para que las aportaciones colectivas financien las pensiones; es decir,
existe una suerte de redistribución de la riqueza” (PUNTRIANO ROSAS, 2015, p. 612).

La SNP otorga cinco prestaciones: de jubilación; viudez; ascendencia; invalidez y


orfandad.

Este sistema beneficia a todos aquellos trabajadores sujetos al régimen de la


actividad privada (Ley N.° 4916 - Decreto Leg. N.° 728), a los obreros (Ley N.°
8433) y a los funcionarios y servidores públicos bajo el régimen de la actividad
pública (Ley N.° 11377 - Decreto Leg. N.° 276) no incorporados al Régimen del
Decreto Ley N.° 20530.

3.2.2. Sistema Privado de Pensiones (SPP)

El Sistema Privado de Pensiones (SPP) fue creado el mes de noviembre de 1991 a


través del Decreto Legislativo N.° 724, posteriormente fortalecido mediante el
Decreto Ley N.° 25897, del 6 de diciembre de 1992, norma vigente hasta la
actualidad. Este sistema se presenta como alternativa a los regímenes
previsionales administrados por el Estado (PUNTRIANO ROSAS, 2015, p. 615). Este
sistema está regulado y supervisado por la Superintendencia de Banca, Seguros
y AFP.

El SPP es un régimen administrado por entidades privadas, también llamadas


Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Ello implica que los aportes que
realiza el trabajador se registran en una cuenta individual.

Así, para PUNTRIANO (2015):

El SPP, a diferencia del SNP, es un régimen de capitalización individual, donde los aportes que
realiza el trabajador se depositan en su cuenta personal, denominada Cuenta Individual de
Capitalización (CIC), la que se incrementa mes a mes con los nuevos aportes y la rentabilidad
general por las inversiones del fondo acumulado. (p. 615)

4. Respecto a la Casación N.° 6217-2019-Lima

4.1. Antecedentes

SENTENCIA SENTENCIA
CONTESTACIÓN RECURSO DE
DEMANDA EN PRIMERA SEGUNDA
DE DEMANDA APELACIÓN
INSTANCIA INSTANCIA
1. MATERIA: 1. 1. FALLO 1. INTERPUESTO: 1. FALLO:
Indemnización DEMANDADOS: Declararon: Superintendencia CONFIRMAN
por daños y -AFP INTEGRA. a) FUNDADA de Banca, Seguros el pago de
perjuicios. -Superintendencia EN PARTE la y AFP (SBS). S/4 150.00
de Banca, Seguros demanda por concepto
2. y AFP (SBS). interpuesta 2. de lucro
DEMANDANTE: por Verónica FUNDAMENTOS: cesante.
Sra. Verónica 2. PETITORIO: Amada a) Error del
Amada Urteaga a) Urteaga juzgado al REVOCAN,
Angulo. Superintendencia Angulo. En el sostener que el en cuanto
de Banca, Seguros extremo que reglamento señala por
3. PETITORIO: (SBS): solicita lucro operativo que concepto de
La recurrente Solicitan declarar cesante por el regula la causal de daño moral
solicita el pago de INFUNDADA el monto de S/4 desafiliación del la suma de
indemnización escrito de 150,00) y por SPP ya había sido S/150 000.00.
por daños y demanda, puesto concepto de emitido y
perjuicios contra que la actora no daño moral publicado. REFORMAN,
AFP INTEGRA y la acreditado los S/150 000.00. en el extremo
Superintendencia elementos de la b) En la fecha de señalando la
de Banco, responsabilidad b) la ocurrencia de suma de s/50
Seguros y AFP- civil. INFUNDADA los supuestos 000, por
SBS por la suma en el extremo hechos dañosos, concepto de
de S/350 000.00; b) AFP INTEGRA: que solicita la demandante daño moral,
más el pago de Solicita declarar daño tenía sesenta más intereses
intereses legales INFUNDADA la emergente. años, es decir, no legales; con
costas y costos demanda, puesto cumplía los costas y
del proceso. que el sesenta y cinco costos del
procedimiento de años de edad proceso.
desafiliación no requeridos para
depende de su ser beneficiaria de
esfera de acción, la pensión.
por lo que no son
los encargar de c) El Juzgado no
declararla del ha motivado
Sistema Privada de debidamente la
Pensiones sino la existencia del
autoridad daño moral, así́
competente es la como su
SBS. cuantificación, es
decir, no se
encuentra
acreditado el
daño sufrido por
la demandante.

4.2. Recurso de Casación

RECURSO DE CASACIÓN INTERPUESTA RECURSO DE CASACIÓN INTERPUESTA


POR LA DEMANDANTE - Verónica Amada POR EL DEMANDADO - Superintendencia
Urteaga Angulo. de Banca, Seguros (SBS)
a) Constitución Política a) Constitución Política
del Perú́ del Perú́
-Artículo 139 incisos 3 y -Artículo 139 incisos 5.
5. -Artículo 47.

b) Código Procesal Civil b) Código Procesal Civil


INFRACCIÓN -Artículos VII del Título INFRACCIÓN -Artículos 413.
NORMATIVA Preliminar. NORMATIVA
-Artículo 122 incisos 3 y
4.

c) Código Civil
-Artículo 1984.

a) La Sala de vista ha a) La Sala de vista ha


cumplido debidamente cumplido con motivar su
con motivar su fallo (f. j. fallo decisión aplicando
sexto). las normas
correspondientes al caso
b) Respecto al quantum en concreto (f. j. octavo).
indemnizatorio del daño
FUNDAMENTOS FUNDAMENTOS
moral, la Sala lo b) En lo referido al lucro
determina tomando en cesante, se ha verificado
cuenta: i) El criterio de una demora de 10 meses,
equidad (Artículo 1332 por lo que la causal de la
del código civil); ii) vulneración del debido
Tiempo en la demora en proceso y la debida
desafiliar (10 meses motivación deviene en
aprox.); y iii) La edad de INFUNDADA (f. j.
la actora (f. j. sexto). octavo).

c) No se advierte la c) Respecto al pago de


infracción normativa costos y costas, le
material sobre los daños corresponde a la parte
producidos ni la vencida conforme al
incidencia al caso que artículo 412 del código
permita revertir lo procesal civil (f. j.
resuelto por la Sala (f. j. noveno).
sétimo)

INFUNDADOS los recursos de casación interpuesto por las partes en


FALLO
mención. Por tanto, NO CASARON la sentencia de vista.

5. Posición del autor

5.1. Un análisis del cuadro ubicado en el numeral 4.1, nos permite apreciar que,
en la sentencia de primera instancia, el a quo sentenció en favor de la
demandante un monto total indemnizatorio, ascendente a la suma de S/154
150.00, desglosables en los siguientes rubros: S/4 150.00 por concepto de
lucro cesante y S/ 150000.00 por daño moral.

El ad quem confirmó en parte la sentencia de primera instancia, en el extremo


de mantener la suma de S/4 150.00 por concepto de lucro cesante, pero
reduciendo significativamente el monto a resarcir el daño moral de la
demandante, en apenas S/50 000.00; es decir una tercera parte.

Planteados los correspondientes recursos de casación por la demandante y


una de las entidades demandadas, la Corte Suprema declaró infundados
ambos recursos, y en consecuencia no casó la sentencia de vista, quedando
en consecuencia el monto indemnizatorio final en la suma de S/54 150.00,
conforme se desprende de la sumatoria de los montos precisados en el
párrafo precedente.

5.2. Como sabemos, la cuantificación de los daños patrimoniales (daño


emergente y lucro cesante) pueden ser probados objetivamente, debiendo
precisarse que, en términos comparativos, por lo general el primer tipo de
daño resulta relativamente más fácil de probarse; mientras que en el segundo
caso suele ser necesario hacer proyecciones sobre una base objetiva.

Por el contrario, la cuantificación de los daños extrapatrimoniales (daño a la


persona y daño moral) constituyen un verdadero quebradero de cabeza, por
decir lo menos; debido en primer lugar a la indeterminación conceptual de
ambos daños, desde una perspectiva doctrinaria y jurisprudencial.
Así tenemos, por ejemplo, la conocida polémica entre FERNÁNDEZ SESSAREGO y
LEÓN HILARIO sobre el particular: para el primero de los nombrados, el daño a
la persona engloba al daño moral; mientras que el segundo considera, por el
contrario, que la noción de daño moral debe mantener su vigencia ante los
inconvenientes prácticos y la falta de precisión conceptual del daño a la
persona.

En segundo lugar, la calificación tanto del daño a la persona como del daño
moral presentan dos grandes inconvenientes: de un lado tenemos la
problemática de su probanza y de otro, los criterios para su cuantificación.

5.3. Lo expresado anteriormente se corrobora cuando con relación a los daños


patrimoniales, tanto el a quo como el ad quem fijaron con precisión el monto
del lucro cesante en la suma S/4 150.00 (véase numeral 5.1), suma de dinero
que finalmente fue confirmada por la Corte Suprema al decidir no casar la
sentencia de vista.

Dicho monto fue calculado sobre la base de la presentación por la


demandante de una hoja de liquidación en virtud de la cual la actora debía
percibir una pensión de S/415.00 mensuales, los cuales fueron multiplicados
por los diez meses que duró la injustificada demora de la ejecución del
proceso de amparo (expediente que sirvió de antecedente al proceso de
indemnización por daños y perjuicios, que a su vez motivó la casación bajo
comentario) dando un total de S/4 150.00.

5.4. También se corrobora (conforme los señalados en el segundo párrafo del


numeral 5.2), la dificultad se centra en la cuantificación del daño
extrapatrimonial; así, en el presente caso, no resultó aplicable la noción del
daño a la persona (y a su correspondiente definición operativa del “proyecto
de vida”), pues la demandante era una persona de avanzada edad, dada su
condición de cesante.

Consecuentemente, el único daño extrapatrimonial a ser calculado en su


monto se limitó al daño moral (que, en términos generales, es considerada
como una afectación genérica e individual que general dolor y sufrimiento en
la persona que lo padece).

5.5. Dicha afectación necesariamente debe ser entendida en términos temporales


y, por ende, acreditarse mediante el correspondiente diagnóstico psicológico,
no bastando en consecuencia la mera alegación de sufrimiento y dolor
emocional por parte de quien solicite ser indemnizado por tal concepto.
En esa orientación, consideramos que no basta el certificado psicológico de
parte que pueda adjuntar el demandante; sino que, además, para efectos de
corroborar la veracidad de tal diagnóstico, el juzgador debería de oficio
disponer la evaluación de este por parte de los psicólogos adscritos al equipo
multidisciplinario.

De los hechos narrados en la casación, se evidencia que los juzgadores en


ambas instancias se limitaron a fijar montos indemnizatorios a partir de la
mera alegación de la demandante, apelando a las máximas de la experiencia,
en el sentido de asumir que resulta a todas luces agobiante moral y
psíquicamente para cualquier persona pasar por los problemas económicos
por los que transitó la actora al no poder disponer de la suma de dinero que
le correspondía por su cesantía, debido a la demora en su correspondiente
trámite de desafiliación.

5.6. En ese contexto entra en juego la aplicación del artículo 1332 del Código Civil,
el cual señala que, si el resarcimiento del perjuicio causado no pudiera ser
acreditado de manera precisa, el juzgador debe fijar dicho monto sobre la
base de una valoración equitativa.

Es del caso precisar que dicho artículo se aplica tanto en los supuestos de
daño patrimoniales como extrapatrimoniales, resultando no obstante
evidente, que su mayor incidencia se verifica en el ámbito extrapatrimonial.

En esa orientación, todo intento de plantear criterios objetivos para la


cuantificación del daño moral y/o del daño a la persona está condenado de
antemano al fracaso, pues la valoración equitativa del juez significa que este
aplique su discrecionalidad y prudencia de manera distinta a cada caso en
concreto.

5.7. Por ello, partiendo de la aplicación de las máximas de la experiencia para


subsanar la falta de prueba del daño moral en perjuicio de la demandante,
la discrecionalidad y prudencia del a quo valorizó dicho daño en S/150
000.00, mientras que para el ad quem su valorización equitativa del citado
daño solo ascendió a la tercera parte del monto anterior (véase numeral
5.1).

En consecuencia, la conclusión de mayor trascendencia consiste en que cada


operador del derecho involucrado (abogados defensores, procuradores,
fiscales y jueces) en cada caso en concreto pretenderá fundamentar y
acreditar un monto distinto, resultando en consecuencia imposible
determinar con precisión la veracidad y justeza de cada uno de dichas
valorizaciones.
6. Referencias bibliográficas

ABANTO, C. (2011). Criterios jurisprudencial relevantes sobre la acreditación de los


requisitos pensionarios. Gaceta Jurídica.
BAJAC, M. (2008). Consideraciones sobre el daño, con énfasis en el daño moral. En:
AA. VV., Responsabilidad civil daños y perjuicios. Intercontinental.
BERNAL, N. (2020). El sistema de pensiones en el Perú. Institucionalidad, gasto
público y sostenibilidad financiera. Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL).
DE TRAZEGNIES, F. (2001). La responsabilidad extracontractual (7.a ed., t. I). PUCP.
ESPINOZA, J. (2019). Derecho de la responsabilidad civil (9.a ed., t. I). Instituto
Pacífico.
LEÓN HILARIO, L. (2017). La responsabilidad civil. Líneas fundamentales y nuevas
perspectivas (3.a ed.). Instituto Pacífico.
OSSOLA, F. (2016). Responsabilidad civil. Abeledo Perrot.
PEÑAILILLO, D. (2018). Sobre el lucro cesante. Revista de Derecho Universidad De
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TEXTO DE LA CASACIÓN
CASACIÓN N.° 6217-2019 LIMA*

Sumilla: Indemnización Por Daños Y Perjuicios.


El que no haya existido el Reglamento de la Ley
N.° 28991, en nada justifica que el derecho
constitucionalmente protegido de la
demandante no haya sido amparado, dado que,
a la fecha, ya existían parámetros para dar inicio
al trámite de desafiliación, que fueron
debidamente señalados por el mismo Tribunal
Constitucional.

Lima, once de enero de dos mil veintidós.

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA


REPÚBLICA: con los expedientes acompañados, vista la causa número 6217-
2019, en audiencia pública realizada en la fecha, y producida la votación
correspondiente conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial, expide la
siguiente sentencia.

I. MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN

En el presente proceso de indemnización por daños y perjuicios, Verónica Amada


Urteaga Angulo y la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP-SBS, interponen
recurso de casación obrante a fojas ochocientos ochenta y uno y seiscientos
sesenta y dos respectivamente, contra la sentencia de vista de fecha dieciséis de
agosto de dos mil diecinueve obrante a fojas seiscientos veintiséis, que confirma
la resolución de fecha veintiuno de noviembre de dos mil dieciséis obrante a fojas
cuatrocientos diez, en el extremo que declaró fundada en parte la demanda; en
consecuencia, ordenó que las codemandadas AFP Integra y la Superintendencia
de Banca, Seguros y AFP - SBS, paguen a la demandante Verónica Amada Urteaga
Angulo, la suma de cuatro mil ciento cincuenta soles (S/4 150.00), por concepto
de lucro cesante; y revocaron, en cuanto señala por concepto de daño moral la
suma de ciento cincuenta mil soles (S/150 000.00) y, reformándola en este
extremo, señalaron la suma de cincuenta mil soles (S/50 000.00), por concepto de
daño moral, más intereses legales; con costas y costos del proceso.

II. ANTECEDENTES

Para analizar esta causa civil y verificar si se ha incurrido o no, en la infracción


normativa denunciada, prima facie, es necesario realizar las siguientes
precisiones:

*
SALA CIVIL PERMANENTE (ponente: Sr. Juez Supremo SALAZAR LIZÁRRAGA), Casación N.° 6217-2019
Lima, Lima: 11 enero del 2022. Publicado en el diario oficial El Peruano con fecha 30 de diciembre
del 2022.
Demanda. Mediante escrito postulatorio de fecha seis de agosto de dos mil
diecinueve, obrante a fojas treinta y ocho subsanada a fojas cincuenta y tres,
Verónica Amada Urteaga Angulo interpone demanda sobre indemnización por
daños y perjuicios contra AFP INTEGRA y la Superintendencia de Banca, Seguros y
AFP-SBS, por la suma de trescientos cincuenta mil soles (S/350 000.00), más el
pago de intereses legales costas y costos del proceso, argumentando que: -
Menciona que con fecha dos de agosto de mil novecientos noventa y cinco se
inscribió en la Administradora de Fondos de Pensiones Integra, debido a una
errónea información en donde no se le advirtió que contaba con más de
veinticinco años de aportaciones y la posibilidad de acceder a la jubilación
adelantada que el Sistema Nacional de Pensiones ofrece. Posteriormente, el
primero de diciembre de mil novecientos noventa y seis fue cesada
arbitrariamente de SEDAPAL, es así que recurrió ante la Administradora de
Fondos de Pensiones Integra para solicitar su desafiliación a fin de recurrir al
Sistema Nacional y acceder a la jubilación adelantada. Ante la negativa, interpuso
demanda de amparo, la que fue materia de pronunciamiento por el TC
(Expediente N.° 00176-2007-AA) en la que se declaró fundada su pretensión y se
ordenó a ambas entidades el inicio del trámite de desafiliación, a partir de la
notificación de la sentencia con fecha nueve de agosto de dos mil siete, siendo
que mantuvo comunicación con ambas entidades a fin de concretar dicho acto,
recibiendo como respuesta solo actos dilatorios, indicándole que al no existir
procedimiento administrativo regulado por la SBS y AFP no les era posible
cumplir la sentencia y que debía de plantear un procedimiento de desafiliación. -
Finalmente, mediante la Resolución SBS N.° 4814-2008 del siete de agosto de dos
mil ocho se declaró su desafiliación del Sistema Privado de Pensiones, agregando
que durante el tiempo que demoró subsistió gracias a la ayuda de familiares y
amigos encontrándose en la actualidad con deudas que debe cancelar. - El grave
daño moral se produjo al verse obligada a asumir una contienda judicial durante
dos años, que le implicó una serie de gastos que la sumergió en una terrible
depresión, además perdió el terreno que había adquirido mediante contrato de
compraventa, pues al no percibir ningún ingreso, no pudo cumplir con las cuotas
de pago, además de ello su hijo se vio impedido de seguir estudiando, es así que
el día de hoy vive alojada en la trastienda de una fábrica de propiedad de Roberto
Watanabe Oyakawa, quien le permite utilizar su espacio de forma gratuita.

Contestación de Demanda. Mediante escrito de fecha ocho de junio de dos mil


diez obrante a fojas ciento veintiséis AFP Integra, contesta la demanda señalando
lo siguiente: Que no dependía de su esfera de acción el procedimiento de
desafiliación, es así que se le envía una comunicación a la SBS con fecha
veintiocho de setiembre de dos mil siete, con el fin de que realice los trámites
que correspondan a efectos de dar cumplimiento de la sentencia, pues AFP
Integra, no es la encargada de declarar la desafiliación del Sistema Privado de
Pensiones, pues para ello se debía contar con una resolución de la SBS, que de
acuerdo a la sentencia del Tribunal Constitucional, la autoridad competente es la
SBS, por lo que en el año dos mil ocho la actora se acoge al procedimiento de la
desafiliación, expidiéndose la resolución SBS N.° 4814-2008 de fecha siete de
agosto de dos mil ocho. Finalmente, manifiesta que la AFP Integra carece
totalmente de responsabilidad por los supuestos daños alegados por la
demandante, pues las supuestas dilaciones no se debieron a actos arbitrarios o
infundados de AFP Integra, sino que fueron producto del cumplimiento de lo
indicado por la SBS e inacción de las entidades administrativas competentes para
resolver tales situaciones. Asimismo, mediante escrito de fecha ocho de junio de
dos mil diez obrante a fojas ciento sesenta y dos, la Superintendencia de Banca,
Seguros y AFP-SBS, contesta la demanda, bajo los siguientes argumentos: La
demandante ha confundido las clases de daños patrimoniales, invocando daño
emergente lo que sería por lucro cesante y viceversa, no existiendo conexión
lógica entre su petitorio de indemnización por daños patrimoniales con los
fundamentos de hecho; La demandante no precisa si la indemnización solicitada
deriva de una responsabilidad contractual o extracontractual, pues si sería
contractual dicho pedido resultaría improcedente, ya que entre las partes no ha
existido ni existe una relación jurídica obligacional derivada de un contrato; y si
fuera extracontractual deberá declararse infundada toda vez que la actora no ha
probado la existencia de los elementos constitutivos de la responsabilidad civil.
La accionante tenía que seguir el procedimiento administrativo (tramite que es
de naturaleza presencial) previsto en el Reglamento operativo aprobado por la
Resolución SBS N.° 1041-20 07, por lo cual no hubo acciones dilatorias en el
procedimiento administrativo toda vez que el mismo se llevó dentro de los
términos y plazos fijados por el artículo 5 del Reglamento Operativo; No
habiéndose acreditado conducta antijurídica ni la existencia de daños
patrimoniales y extrapatrimoniales no existe responsabilidad civil pasible de ser
indemnizada.

Puntos Controvertidos. Mediante resolución número veintidós de fecha nueve de


junio de dos mil catorce obrante a fojas trescientos treinta y cinco, se fijó como
punto controvertido: Determinar si resulta procedente, que las emplazadas,
abonen a la demandante, como consecuencia de una responsabilidad contractual
o extracontractual, por concepto indemnizatorio: a) por lucro cesante la cantidad
de cien mil nuevos soles (S/100 000.00); b) por daño emergente la cantidad de
cien mil nuevos soles (S/100 000.00) y, c) por daño moral la cantidad de ciento
cincuenta mil nuevos soles (S/150 000.00); siendo el total la cantidad de
trescientos cincuenta mil nuevos soles (S/350 000.00).

Sentencia de Primera Instancia. El Juzgado Especializado en ejecución de


sentencias supranacionales de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante
resolución número 34, de fecha veintiuno de noviembre de dos mil dieciséis
obrante a fojas cuatrocientos diez, declara fundada en parte la demanda sobre
indemnización por daños y perjuicios; tan solo en el extremo que solicita lucro
cesante, debiéndosele pagar la suma de cuatro mil ciento cincuenta soles (S/4
150.00) y por concepto de daño moral debe pagársele la suma de ciento
cincuenta mil soles (S/150 000.00); infundada la demanda en el extremo que
solicita daño emergente, e infundada en parte en lo demás que solicita sobre
lucro cesante, con lo demás que contiene, bajo los siguientes fundamentos:
Respecto a la antijuricidad. Como se puede apreciar de las reglas establecidas en
la sentencia N.° 07281-2006-PA/TC utilizada como sustento para dictar el fallo de
la sentencia N.° 176-2007-PA/TC, debía aplicarse el reglamento de la Ley 28991,
y que a falta y en defecto de este, debía aplicarse supletoriamente el
procedimiento contenido en el artículo 52 de la Resolución N.° 080-98-EF-SAFP,
en lo que fuere pertinente, sin ser necesario para el inicio del trámite, ninguna
solicitud por parte del afiliado, pues en la resolución judicial que se va a ejecutar,
ya viene contenida dicha petición; es decir, devueltos los autos a su juzgado de
origen, en vía de ejecución de sentencia se debe dar inicio al trámite de
desafiliación, sin tener que esperar que se publique el reglamento de la Ley
28991. Revisada la Resolución SBS N.° 4814-2008 de fecha siete de agosto de dos
mil dieciocho, que declara la desafiliación al SPP de la demandante, se puede
advertir que la parte expositiva señala que con fecha primero de agosto de dos
mil ocho ingresó a la Superintendencia la solicitud de AFP Integra a fin de que se
declare la desafiliación del Sistema Privado de Pensiones de cincuenta (50)
afiliados. Mientras que, revisado el expediente de amparo que corre
acompañado, resulta que fue devuelto al juzgado de origen para su ejecución
con fecha siete de setiembre de dos mil siete, conforme a lo resuelto por el
Tribunal Constitucional, con fecha doce de setiembre de dos mil siete se dispuso
remitir el expediente a la SBS para que proceda conforme a lo dispuesto en la
sentencia, siendo recibidos los actuados con fecha cuatro de octubre de dos mil
siete. Asimismo, se puede advertir de las cartulares remitidas por AFP Integra a la
demandante, que las entidades emplazadas no han acatado estrictamente lo
ordenado en la sentencia del Tribunal Constitucional, pues se advierte que no
dieron inicio al trámite, y por el contrario esperaron a que la Superintendencia de
Banca y Seguros emitiera el reglamento operativo de la Ley 28991 y la afiliada
presentara nueva solicitud con fecha doce de junio de dos mil ocho para recién
proceder a ordenar la desafiliación. Ello significó efectivamente una demora de
diez meses desde que se recibió el expediente en la SBS el cuatro de octubre de
dos mil siete hasta que se emitió la Resolución SBS N.° 4814-2008 con fecha siete
de agosto de dos mil ocho. Ahora bien, la demandante no ofrece ningún medio
probatorio que acredite los gastos judiciales y administrativos que afirma haber
incurrido durante el periodo de octubre dos mil siete a agosto de dos mil ocho.
De igual modo, respecto de la pérdida del terreno que alude la demandante, el
último vencimiento de cuotas no tiene ninguna vinculación ni relación con el
periodo de demora materia del presente proceso. Por consiguiente, el daño
emergente, resulta infundado. En cuanto al lucro cesante, la demandante no
ofrece medio probatorio que lo acredite, salvo la Hoja de Liquidación N.°
01004916-003 de fojas diecisiete, y el Reporte de Situación en el Sistema Nacional
de Pensiones RESIT-SNP de fojas dieciséis, los cuales arrojan que la actora debería
recibir una pensión de cuatrocientos quince soles mensuales, siendo ello así, solo
se puede aplicar al periodo comprendido de octubre de dos mil siete a agosto de
dos mil ocho (10 meses) que duró la innecesaria demora del cumplimiento de la
sentencia de amparo, dando un total de cuatro mil ciento cincuenta soles (S/4
150.00), por lo que corresponde declarar fundada en parte la demanda. Respecto
al daño moral, resulta posible llegar a la conclusión que sufrió daño moral, pues
resulta evidente que habiendo llegado a la edad de jubilación y no percibir
pensión ni ingreso económico alguno, ello le cause malestar, zozobra,
decaimiento en su estado de ánimo e inclusive la depresión a que hace mención
en su demanda. No obstante, de ser de difícil probanza la existencia y quantum
del daño moral, el órgano jurisdiccional considera que se trata de una persona
de la tercera edad a quien ya no le resulta fácilmente posible su reinserción
laboral, ni obtener otros ingresos económicos, y siendo toda pensión de
jubilación de naturaleza alimentaria, su ausencia, pese a saber tener derecho a
ella, resulta moral y psicológicamente agobiante para cualquier persona. Por todo
lo expuesto, debe declararse fundada en toda su extensión la pretensión
indemnizatoria por daño moral.

Recursos de Apelación. La demandada Superintendencia de Banca, Seguros y


Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones - SBS mediante escrito de fecha
doce de enero de dos mil diecisiete obrante a fojas cuatrocientos treinta y dos
apela la sentencia en el extremo que declara fundada en parte la demanda,
señalando los siguientes agravios: - Incurre en error el Juzgado al sostener que
en octubre de dos mil siete (fecha en que el Juzgado remitió a la SBS el expediente
de amparo), el reglamento operativo que regula la causal de desafiliación del SPP
por falta o insuficiente información ya había sido emitido y publicado. - No se ha
advertido, que no existe pensiones dejadas de percibir, por cuanto en la fecha de
la ocurrencia de los supuestos hechos dañosos, la demandante tenía sesenta
años, es decir, no cumplía los sesenta y cinco años de edad establecidos en el
artículo 9 de la Ley N.° 26504 para ser beneficiaria de una pensión de jubilación
completa en el régimen del Decreto Ley N.° 19990. El Juzgado no ha motivado
debidamente la existencia del daño moral, así como su cuantificación, por cuanto
no se encuentra acreditado el daño sufrido por la demandante, en la demora en
el trámite del procedimiento administrativo de desafiliación del SPP. Asimismo,
AFP INTEGRA interpuso recurso de apelación mediante escrito de fecha
diecinueve de enero de dos mil diecisiete obrante a fojas cuatrocientos cincuenta
y cinco, sin embargo, dicho recurso fue declarado improcedente de plano por
extemporáneo mediante resolución número treinta y seis. Es pertinente
mencionar que mediante resolución número seis de fecha diecisiete de mayo de
dos mil diecisiete se expidió sentencia de vista que revocó la sentencia en el
extremo que declaró fundada en parte la demanda y reformándola declaró
infundada la demanda. Sin embargo, interpuesto recurso de casación por la
demandante Verónica Amada Urteaga Angulo, se emitió la ejecutoria suprema
de fecha diecinueve de diciembre de dos mil dieciocho recaída en la Cas. 3422-
2017 que declaró fundado el recurso, en consecuencia, nula la sentencia de vista,
ordenándose el reenvío de los autos a la Sala de origen a fin de que expida nueva
sentencia.

Sentencia de Vista. La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima


emitió la resolución de vista N.° 05 de fecha dieciséis de agosto de dos mil
diecinueve obrante a fojas seiscientos veintiséis que resolvió confirmar la
sentencia apelada de fecha veintiuno de noviembre de dos mil dieciséis obrante
a fojas cuatrocientos diez, en el extremo que declaró fundada en parte la
demanda; en consecuencia, ordenó que las codemandadas AFP Integra y la
Superintendencia de Banca, Seguros y AFP – SBS, paguen a la demandante
Verónica Amada Urteaga Angulo, la suma de cuatro mil ciento cincuenta soles
(S/4 150.00), por concepto de lucro cesante; la revocaron, en cuanto señala por
concepto de daño moral la suma de ciento cincuenta mil soles (S/150 000.00) y,
reformándola en este extremo, señalaron la suma de cincuenta mil soles (S/50
000), por concepto de daño moral, más intereses legales; con costas y costos del
proceso, bajo los siguientes fundamentos: - Si bien a la fecha en que solicitó la
demandante la desafiliación al SPP, no existía el Reglamento de la Ley N.° 28991
, Ley de la Libre Desafiliación Informada, publicada el veintisiete de marzo de dos
mil siete, la STC N.° 07281-2006-PA/PC, estableció que no será necesario
presentar solicitud alguna por parte del afiliado, pues en dicha resolución ya viene
contenida dicha petición. - El comportamiento o conducta de las codemandadas
no se ajusta a derecho, por cuanto la falta del Reglamento de la Ley N.° 28991,
no es motivo suficiente para desvirtuar los argumentos de la parte demandante,
ni tampoco para sustentar que su actuación se encontraba dentro del ejercicio
regular de un derecho, por cuanto no tuvieron en cuenta la abundante
jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional, a fin de que se ordene el
inicio el trámite desafiliación al SPP. En el presente caso, el daño causado se
generó como consecuencia de la demora innecesaria en el inicio del trámite de
desafiliación que transcurrió desde octubre de dos mil siete, fecha en que se
remitieron los actuados por el Tribunal Constitucional, hasta agosto de dos mil
ocho, fecha en que la SBS emitió la resolución de desafiliación; debido a que
durante este tiempo la demandante no pudo disfrutar de la pensión que le
correspondía. - En el presente caso, el lucro cesante se encuentra constituido por
las pensiones dejadas de percibir como consecuencia de la demora innecesaria
en el inicio del trámite de desafiliación al SPP, y siendo que la demandante recibe
una pensión de cuatrocientos quince soles (S/415.00), y que existió una demora
de diez meses en el inicio del trámite de desafiliación, que conllevaba a su
desafiliación del SPP, siendo un total de cuatro mil ciento cincuenta soles (S/4
150.00). En cuanto al daño moral, se advierte que la demandante tuvo que recurrir
hacia las entidades de las codemandadas, a fin de realizar el inicio del trámite de
desafiliación, cuando estas mismas debieron de realizarlo en virtud del mandato
expedido por el Tribunal Constitucional, lo que ha causado el deterioro, malestar,
zozobra en su estado anímico al mantenerla en estado ansiosa asociada a un
desequilibrio emocional. Siendo ello, el resarcimiento pecuniario del daño moral
solo alivia y no cura lo sufrido; razón por la cual, este Colegiado considera que el
daño moral debe ser resarcido, pero en un monto menor al estimado por el
Juzgado. El quantum indemnizatorio del daño moral se establecerá con criterio
de equidad, teniendo en cuenta, entre otros elementos, el tiempo de la demora
en desafiliar [10 meses aproximadamente] y, la edad de la actora, en la suma de
cincuenta mil soles (S/50 000.00), que debe ser pagado por las demandadas en
forma solidaria.

III. CAUSALES POR LAS QUE SE DECLARÓ PROCEDENTE LOS RECURSOS:

Mediante Resolución de fecha nueve de marzo de dos mil veinte se declaró


procedente los Recursos de Casación interpuestos por: 1) la parte demandante
Verónica Amada Urteaga Angulo, respecto de las siguientes causales: a) Infracción
normativa procesal del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Perú, artículos VII del Título Preliminar y 122 incisos 3 y 4 del Código Procesal Civil;
señala que la sentencia no se encuentra debidamente motivada, toda vez que la
Sala Superior emitió pronunciamiento más allá del petitorio de la apelante
infraccionando el principio de congruencia, siendo que en primera instancia se
estableció el pago de ciento cincuenta mil soles (S/150 000.00). Sin embargo, la
Sala Superior revoca el monto, disponiéndose el pago de cincuenta mil soles
(S/50 000.00) por concepto de daño moral sin que este extremo haya sido materia
de apelación por parte de la apelante Superintendencia de Banca, Seguros y
Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones-SBS, no considerando que
este extremo fue consentido en primera instancia al no ser apelado. b) Infracción
normativa material del artículo 1984 del Código Civil; indica que no se ha
considerado que estamos ante un caso de responsabilidad extracontractual,
debiendo considerar la magnitud del daño para establecer el quantum
indemnizatorio, respecto a la víctima y a la familia, señalando que en el presente
caso, la Sala Superior solo consideró el tiempo en la demora del trámite y la edad
de la actora para establecer un monto menor, cuando debió de fijarse en los
daños producidos por estos actos, conforme al artículo materia de denuncia
casatoria, no realizando un análisis integral de los hechos descritos que causaron
daño a la demandante 2) En lo referido a la parte demandada Superintendencia
de Banca, Seguros, y AFP– SBS, se declaró procedente el Recurso de Casación
interpuesto, respecto de las siguientes causales: a) Infracción normativa procesal
del artículo 139 inciso 5 de la Constitución política del Perú; argumentando que la
sentencia recurrida no se encuentra debidamente motivada al no contener
fundamentos fácticos y jurídicos respecto a las pretensiones de la demanda,
careciendo de un correlato congruente puesto que no procedió a analizar el
grado de responsabilidad de cada una de las codemandadas en el presente caso
respecto a AFP Integra y de la recurrente, fundamentando genéricamente su fallo
al determinar la responsabilidad solidaria de ambas instituciones indistintamente
respecto a la demora de diez meses para realizar el trámite de desafiliación en
cuestión, sin considerar que la parte recurrente cumplió con los plazos
correspondientes actuando conforme a ley, no existiendo demora en su accionar
respecto al trámite solicitado. Asimismo, señala que no se atendió su agravio
expuesto respecto al lucro cesante, no advirtiendo lo expuesto respecto a que la
demandante no había cumplido con los requisitos exigidos por ley para percibir
una pensión de jubilación, por consiguiente, no existían pensiones por percibir.
b) Infracción normativa del artículo 47 de la Constitución Política del Perú y el
artículo 413 del Código Procesal Civil; al respecto, indica que se encuentra exenta
de la condena de costas y costos al tratarse de un órgano constitucional
autónomo que forma parte del Estado Peruano.

IV. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE

En el presente caso, la cuestión jurídica en debate consiste en determinar si la


Sala Superior ha incurrido en error al determinar que corresponde indemnizar por
lucro cesante y daño moral a la demandante y si el monto otorgado son los
correctos.

V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA

PRIMERO. Que, el recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema de Justicia, conforme lo señala el artículo 384 del Código
Procesal Civil.

SEGUNDO. La causal de infracción normativa, según Rafael de Pina “El recurso de


casación ha de fundarse en motivos previamente señalados en la ley. Puede
interponerse por infracción de ley o por quebrantamiento de forma. Los motivos de
casación por infracción de ley se refieren a la violación en el fallo de leyes que
debieran aplicarse al caso, a la falta de congruencia de la resolución judicial con
las pretensiones deducidas por las partes, a la falta de competencia etc.; los motivos
de la casación por quebrantamiento de forma afectan [...] a infracciones en el
procedimiento”. En ese sentido, se entiende que la causal de infracción normativa
supone una violación a la ley, la que puede presentarse en la forma o en el fondo.
TERCERO. Respecto de los alcances del concepto de infracción normativa quedan
comprendidas en la misma, las causales de interpretación errónea, aplicación
indebida e inaplicación de normas de derecho material, incluyendo otros tipos de
normas como son las de carácter adjetivo.

CUARTO. En ese sentido, estando a que ambas partes procesales recurren la


sentencia de vista respecto de los extremos que les afecta; empezaremos por el
análisis del recurso de casación de la parte demandante Verónica Amada Urteaga
Angulo; tenemos que esta parte denuncia como primera causal, la de carácter
procesal, esto es: a) Infracción normativa procesal del artículo 139 incisos 3 y 5 de
la Constitución Política del Perú, artículos VII del Título Preliminar y 122 incisos 3
y 4 del Código Procesal Civil; Siendo ello así tenemos que el inciso 3 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, comprende un haz de garantías; siendo
dos los principales aspectos del mismo: el debido proceso sustantivo, que
protege a los ciudadanos de las leyes contrarias a los derechos fundamentales; y,
el debido proceso adjetivo o formal, que implica las garantías procesales que
aseguran los derechos fundamentales. Es decir que, en el ámbito sustantivo, se
refiere a la necesidad de que las sentencias sean valiosas en sí mismas, esto es,
que sean razonables; mientras que el ámbito adjetivo alude al cumplimiento de
ciertos recaudos formales, de trámite y de procedimiento, para llegar a una
solución judicial mediante la sentencia, entre los distintos elementos integrantes
del derecho al debido proceso se comprenden los siguientes: a) Derecho a un
juez predeterminado por la ley (juez natural). b) Derecho a un juez independiente
e imparcial. c) Derecho a la defensa y patrocinio por un abogado. d) Derecho a la
prueba. e) Derecho a una resolución debidamente motivada. f) Derecho a la
impugnación. g) Derecho a la instancia plural. h) Derecho a no revivir procesos
fenecidos.

QUINTO. En cuanto al derecho a una resolución debidamente motivada, la cual


también se encuentra reconocida en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, corresponde precisar que la necesidad de motivar las
resoluciones judiciales, y de hacerlo de manera razonable y ajustada a las
pretensiones formuladas en el proceso, forma parte de los requisitos que
permiten la observancia en un proceso concreto, del derecho a la tutela judicial
efectiva y el debido proceso. Asimismo, el Tribunal Constitucional en su Sentencia
de fecha trece de octubre de dos mil ocho, al resolver el Expediente N.° 00728-
20 08-HC, respecto de la debida motivación de las resoluciones judiciales, en su
sexto fundamento ha expresado lo siguiente: “[…] Ya en sentencia anterior, este
Tribunal Constitucional (Exp. N.º 1480-2006-AA/TC. FJ 2) ha tenido la oportunidad
de precisar que ‘el derecho a la debida motivación de las resoluciones importa que
los jueces, al resolver las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas que
los llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones, [...] deben provenir no
sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos
debidamente acreditados en el trámite del proceso’”. De igual forma; en el sétimo
fundamento de la referida Sentencia se ha señalado que el contenido
constitucionalmente garantizado del derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales queda delimitado, entre otros, por los supuestos
siguientes: a) inexistencia de motivación o motivación aparente, b) falta de
motivación interna del razonamiento, c) deficiencias en la motivación externa:
justificación de las premisas, d) motivación insuficiente, e) motivación
sustancialmente incongruente y f) motivaciones cualificadas. En ese sentido,
habrá motivación de las resoluciones judiciales siempre que exista
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y por sí misma
la resolución judicial exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada,
aún si esta es breve o concisa.

SEXTO. En ese contexto, es de apreciar que la parte recurrente al cuestionar la


motivación de la recurrida, invoca aspectos relativos a que no obstante no haber
apelado la sentencia de primera instancia la parte demandada —
Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de
Pensiones— sin embargo, se ha revocado el monto concedido por daño moral y
reformándolo se le ha otorgado cincuenta mil soles (S/50 000.00). De los
argumentos esbozados es de apreciar que lo denunciado a través de la presente
causal no corresponde a la realidad de los hechos suscitados durante el trámite
del presente proceso, toda vez que la parte demandada —SBS— sí recurrió la
sentencia de primera instancia y dentro de los argumentos de su recurso
impugnatorio cuestionó el no haberse motivado debidamente la existencia del
daño moral, así como su cuantificación, por cuanto no se encuentra acreditado el
daño sufrido por la demandante en la demora en el trámite del procedimiento
administrativo de desafiliación del SPP. Y es en ese sentido que la Sala de Vista
en el ejercicio de la facultad concedida por ley y dentro del análisis del agravio
en mención ha cumplido con motivar su decisión, aplicando las normas
correspondientes al caso concreto que la justifican, precisando que el quantum
indemnizatorio del daño moral lo establece con criterio de equidad (artículo 1332
del Código Civil), teniendo en cuenta, entre otros elementos, el tiempo de la
demora en desafiliar [10 meses aproximadamente] y, la edad de la actora, en la
suma de cincuenta mil soles (S/50 000.00), que debe ser pagado por las
demandadas en forma solidaria. Siendo ello así no corresponde estimarse la
causal denunciada por lo que deviene en infundada.

SEPTIMO. Respecto a la causal b) Infracción normativa material del artículo 1984


del Código Civil; indica la parte recurrente que la Sala Superior solo consideró el
tiempo en la demora del trámite y la edad de la actora para establecer un monto
menor, cuando debió de fijarse en los daños producidos por estos actos.
Entrando al análisis de los agravios denunciados es de advertir que el numeral
cuestionado regula que “El daño moral es indemnizado considerando su magnitud
y el menoscabo producido a la víctima o a su familia”; y es en atención a ello que
la Sala de Vista tomando en cuenta el tiempo de la demora en desafiliar [10 meses
aproximadamente] y, la edad de la actora aplicó el criterio de equidad que le
faculta el artículo 1332 del Código Civil y fijó en la suma de cincuenta mil soles
(S/50 000.00) el daño moral; siendo ello así no se advierte la infracción normativa
material que se denuncia ni la incidencia al caso en concreto que permita revertir
lo resuelto por la instancia de mérito; por lo que causal material objeto de análisis
también deviene en infundada.

OCTAVO. Ahora bien, ingresando al análisis de la causales denunciadas por la


parte demandada Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas
de Fondos de Pensiones – SBS, la misma que denuncia: a) Infracción normativa
procesal del artículo 139 inciso 5 de la Constitución política del Perú; cuestionando
que la sentencia recurrida no se encuentra debidamente motivada, no se analizó
el grado de responsabilidad de cada una de las codemandadas en el presente
caso, y señala haber actuado conforme a ley, no existiendo demora en su accionar
respecto al trámite, la demandante no había cumplido con los requisitos exigidos
por ley para percibir una pensión de jubilación, por consiguiente no existían
pensiones por percibir. En ese sentido es de precisar por este Supremo Colegiado
conforme lo precisáramos al desarrollar la causal procesal de la parte
demandante que, la Sala de Vista ha cumplido con motivar su decisión, aplicando
las normas correspondientes al caso concreto que la justifican, órgano Colegiado
que determinó que el comportamiento o conducta de las codemandadas, AFP
Integra y, SBS, no se ajusta a derecho, por cuanto la falta del Reglamento de la
Ley N.° 28991, no es motivo suficiente para desvirtuar los argumentos de la parte
demandante, ni tampoco para sustentar que su actuación se encontraba dentro
del ejercicio regular de un derecho. El que no haya existido el Reglamento de la
Ley N.° 28991, en nada justifica que el derecho constitucionalmente protegido de
la demandante, no haya sido amparado, dado que, a la fecha, ya existían
parámetros para dar inicio al trámite de desafiliación, que fueron debidamente
señalados por el mismo Tribunal Constitucional, y que el daño se generó como
consecuencia de la demora innecesaria en el inicio del trámite de desafiliación
que transcurrió desde octubre de dos mil siete hasta agosto de dos mil ocho,
fecha en que la SBS emitió la resolución de desafiliación; debido a que durante
este tiempo la demandante no pudo disfrutar de la pensión que le correspondía.
Y en lo referido al lucro cesante, al existir una demora de diez meses en el inicio
del trámite de desafiliación, y tomando como referente el monto percibido
mensualmente por la parte actora se fijó un monto ascendente a cuatro mil ciento
cincuenta soles (S/4 150.00), no advirtiéndose de autos la concurrencia de la
infracción normativa procesal denunciada, esto es, la vulneración al debido
proceso y al deber de motivación, por lo que causal procesal deviene en
infundada.
NOVENO. Finalmente analizando la causal material b) Infracción normativa del
artículo 47 de la Constitución Política del Perú y el artículo 413 del Código Procesal
Civil; invocando la exención en la condena de costas y costos. En este extremo es
de precisar que procede el pago de costas y costos del proceso, a favor de la
parte demandante, por cuanto su imposición es procedente al ser de cargo de la
parte vencida, como consecuencia de haberse estimado positivamente la
demanda, cumpliéndose de esta forma el supuesto legal contenido en el artículo
412 del Código Procesal Civil. Por lo que este extremo también deviene en
infundado.

DÉCIMO. Que, en ese orden de ideas, esta Sala Suprema no aprecia que con tal
fundamentación se haya infringido las normas de derecho procesal y material
denunciadas, por tanto, el presente recurso de casación debe ser desestimado.

VI. DECISIÓN

Por estas consideraciones y en estricta aplicación del artículo 397 del Código
Procesal Civil, modificado por Ley 29364: Declararon A. INFUNDADOS los
recursos de casación interpuestos por: Verónica Amada Urteaga Angulo y la
Superintendencia de Banca, Seguros y AFP-SBS a fojas ochocientos ochenta y uno
y seiscientos sesenta y dos, respectivamente, en consecuencia, NO CASARON la
sentencia de vista de fecha dieciséis de agosto de dos mil diecinueve, obrante a
fojas seiscientos veintiséis. B. DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Verónica Amada Urteaga Angulo contra AFP INTEGRA y la Super Intendencia
de Banca, Seguros y AFP-SBS, sobre indemnización por daños y perjuicios; y, los
devolvieron. Por impedimento de la señora Jueza Suprema Aranda Rodríguez,
integra esta Sala Suprema el señor Juez Supremo Bustamante Zegarra. Intervino
como ponente el señor Juez Supremo Salazar Lizárraga.

SS. SALAZAR LIZÁRRAGA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, ECHEVARRIA


GAVIRIA, BUSTAMANTE ZEGARRA.

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