Lauchita

Está enamorada

Texto Descripción Ilustración

Títulos: Lauchita está enamorada La primera ilustración debe mostrar toda la ternura de Lauchita, que
uno se identifique con ese primer enamoramiento, ilusionado y lejano
de la realidad, pues está ella sola suspirando amor. Con sus orejas
caídas, y su mirada tierna.

Lauchita está enamorada…. de un Ilustración: Lauchita aparece en una esquina, sólo se ven sus ojos y
Vaquero sus orejas. Y en la otra esquina se ve la mitad de un Poster donde sale
el vaquero del cuello hacia abajo. (no se entiende que es un ratón)

La primera propuesta de la ilusión a distancia, de la observación y los

momentos de soledad en reflexión del amado. Así que Lauchita está
en su hogar soñando con su amado. Sólo se ve la mitad del poster,
porque durante el comienzo de la historia nos hacen creer que el
Vaquero es distinto a la Lauchita, y que ella quiere cambiar para lograr
la atención de él.
El primer paso para conquistar a un
vaquero es hacerle creer que es él
quien te atrapa a ti
El segundo paso es acercarte a su
mundo
El tercer paso es hacer amistad con
sus amigos
Cuando se decide hacer algo para acercarse a quien a uno le gusta… el
típico paso y error en que todos caen es creer que si nos convertimos
(nos disfrazamos) en algo diferente a lo que somos, llegaremos a la
persona que amamos.
Por eso Lauchita se pone un cintillo de Vaca y un vestido con
manchas, es evidente que ella sigue siendo una ratoncita, pero en su
ilusión, cree que con el cintillo bastará para acercarse y ser más
interesante para el Vaquero, que lo que es ahora.
El segundo error es querer adoptar gustos e intereses que no nos
identifican, por intentar captar la atención de la otra persona.
Lauchita va al campo donde los Vaqueros pasan sus días. Mira el pasto
con extrañeza o reflexión… pues las vacas comen pasto. ¿Debería ella
comer pasto? ¿Qué se está dispuesto hacer Por la persona que a uno
le gusta?
El tercer error es querer imitar a personas que no siempre son el
mejor modelo, o no tienen que ver mucho con uno mismo. Muchas
veces no encajar en un grupo, conlleva situaciones muy incómodas,
que nos ponen inseguros, y nos hacen sentir que nunca seremos lo
suficientemente buenos.
Lauchita trata de acercarse a las Vacas, pero son evidentemente
diferentes, y ellas descubren fácilmente que Lauchita pese a su cintillo
y vestido, no es una Vaca. Lo que señala cierta incomodidad para
Lauchita, su cara expresa temor y preocupación. Obviamente se siente
muy mal en la situación en la que la ponen las Vacas.
Aunque no parezca funcionar No encajar y que los mejores esfuerzos de uno no funcionen, genera
una gran sensación de vacío y frustración.

Lauchita termina sola, sentada en una reja de campo, mirando el

atardecer. Con sus orejas gachas y pateando al aire. Se siente
perdedora. El día termina y la Lauchita se siente de la peor forma. Ha
sido un mal día para ella.

No te rindas Pero el atardecer avanza, y los colores cambian, una estrella aparece
en el horizonte. Pareciera que el día acabó de la peor forma, pero
ahora comienza la noche de la manera más hermosa. Tal vez no todo
está perdido.

Un vaquero jamás lo haría Pero esto no significa que el amor no existe, o que por ser como eres
no tienes ninguna posibilidad con aquel que te gusta.

Las estrellas dibujan un sombrero de Vaquero en el cielo. O puede ser

la imaginación de la Lauchita. Pero de todos modos, es suficiente para
que Lauchita recuerde que sus sentimientos siguen ahí.

La oportunidad podría aparecer La vida da vueltas y te puede sorprender en cualquier momento.

cuando menos lo esperas
Lauchita encuentra una cuerda amarrada al estilo Vaquero. No se
pregunta por qué está ahí, sólo se emociona por la posibilidad de que
sea una “señal”
Pero no fuerces las cosas
Podría desilusionarte no hallar la
respuesta que esperabas
Y afrontar la realidad puede que no
sea fácil…
Aunque tú sientas muchas cosas por la otra persona… la otra puede ni
haberse enterado aún de tus sentimientos. Por eso querer ir con
rapidez e impetuosidad hacia la otra persona puede conllevar
sorpresas desagradables, como que la otra persona no esté en la
misma “sintonía”.
La Lauchita empieza a tirar de la cuerda y seguirla con decisión, no se
espera que del otro lado no “esté” el Vaquero.
Cuando se ha creado todo un castillo en las nubes con la persona
amada, no esperamos que esa persona pueda rechazarnos. O pueda
decirnos que ni se había enterado de nosotros.
Lauchita esperaba encontrar al Vaquero… ¡pero jamás imaginó
encontrarse con una Gato! No hay nada más peligroso para un
ratoncito que un Gato. El Gato representa que el Vaquero no sentía lo
mismo que la Lauchita, o al menos, tan pronto como ella lo deseaba.
Representa la desilusión de la Lauchita de que nuevamente las cosas
no son como su imaginación desea.
El rechazo es una de las sensaciones más difíciles de afrontar, nos
marca y nos llena de inseguridad. Pero no nos damos cuenta de lo
objetivo de la situación… Cuesta aceptar que te equivocaste, pero más
aún tener ganas de salir de tu refugio de vergüenza y compartir
nuevamente con quienes te rodean.
Lauchita se refugia en su hueco, se ve inhóspito e iluminado sólo por
una vela. La cara del Gato se asoma, acecha a la pobre Lauchita que
inmovilizada no puede salir ni moverse. Lauchita ni siquiera ve el Gato
en este momento, pero sabe que está ahí afuera. Y teme mucho salir.
Pero si te atreves a salir.. No podemos quedarnos en la frustración para siempre. Debemos
mirar hacia aquello que somos realmente, que nos hace valiosos, y
dejarlo salir…

Lauchita deja pasar un tiempo y se asoma a su agujero. Del otro lado,

sólo se ve la punta de la cola del Gato. El Gato sigue ahí, y Lauchita
debe decidir si salir o no.

Ilustración: se ve la cabeza de lauchita vista desde atrás, mirando

hacia el vaquero (otra página) domando al gato.

La sorpresa. Lo que Lauchita ve es a su Vaquero domando al Gato, el

Vaquero hace lo que le gusta hacer… y Lauchita sigue enamorada del
Vaquero, por lo que es.

Y te muestras tal como eres Ilustración: Lauchita más lejos del agujero (visión frontal desde el
suelo) con el cintillo de cachitos en las manos, mirando al suelo, algo
avergonzada.

Ser auténtico es la mejor forma de presentarnos en el mundo. Así

sabremos si la persona que nos gusta, nos aprecia por lo que somos
en realidad.

Así que la Lauchita sale con el cintillo en las manos, algo avergonzada,
pero dispuesta a saludar al Vaquero tal como ella es, una ratoncita
tímida, pero linda y dulce.

Ilustración: el Vaquero ratoncito la ve, con cara sorprendida, y algo

sonrojado.

Entonces es cuando la persona que nos gusta nos conoce en realidad,

 y podemos ganar un gran amigo, o podemos ganar su corazón, o tal
vez esa persona nunca aprecie lo que somos. Pero si esa persona nos
conoce y valora, sabremos que es por lo que somos realmente… y no
por lo que aparentamos ser.

El vaquero ve a la Lauchita y se sonroja, la ve como una igual: una

ratoncita. Y Lauchita es muy linda, siempre por ahí alrededor.

Un vaquero podría enamorarse de Ilustración : Lauchita y el Vaquero juntos conversando. La cuerda los
ti. rodea en forma de en un corazón.

Lauchita se acerca, y el Vaquero deja al Gato por allá lejos. Ambos

ratoncitos deben tener mucho que conversar, por fin Lauchita puede
ser ella misma y comportarse natural. Y el Vaquero puede encantarse
con ella.