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ARCANO NUMERO 0

EL LOCO
http://eltarotylasfloresdebach.blogspot.com/2015/02/i-el-mago-
simbologia-analisis-y.html

Nos encontramos ante una carta compleja, llena de potencial, de


vida y de impulso que sólo un loco o de un tonto puede tener. No
por nada esta carta es la única de los triunfos que aparece en las
barajas comunes bajo el nombre de joker, teniendo un valor
cualquiera, y por tanto asignada como valiosa pero al mismo tiempo
insignificante si se la juega sola. Si nos vamos a su numerología (el
cero), vemos que representa la nada, la ausencia de valor; pero
que al mismo tiempo y paradójicamente, puede ser el potenciador
mágico de otras cartas con números; porque claro está que no es lo
mismo escribir 000.001 que 100.000.
Pero lo más curioso de este arcano, es que al tener un valor de
cero puede ocupar cualquier lugar en la baraja, porque en realidad
más que ser uno de los niveles que conforman el proceso de los
arcanos mayores, el Loco es el camino completo, y representa el
impulso necesario en cualquier etapa de la vida de un hombre para
alcanzar lo que desea, siendo ese impulso irreflexivo e inconsciente
que nace en cualquier momento. Por tanto, éste es el verdadero
sentido y significado del Loco.
Pero para significados después. Ahora mejor analiceos la
simbología con estas cuatro barajas de Tarot que
seleccioné: Rider-Waite (el mejor para
enseñar), Marsella, Balbi y Golden Tarot.

De izquierda a derecha: Rider-Waite, Marsella, Balbi y Golden Tarot

Si nos vamos a la simbología, veremos que todas las cartas del


tarot la tienen, y conocerlas es de mucho valor no sólo para
entender su significado, sino también para saber lo que nos quieren
decir. Por eso aquí veremos la diferente simbología que nos
muestran las cuatro barajas que estudiaremos, y aunque quizá no
puedan ser demasiadas las diferencias, sí nos pueden ayudar un
poquito a descifrar esos códigos escondidos que cada
diseñador/autor esconde en su baraja.

EL LOCO DEL TAROT RIDER-WAITE

El Loco (0), Tarot Rider-Waite

Y nos vamos con la primera de ellas, que es la baraja más


importante para aprender: Rider-Waite. Fue creada a principios del
siglo anterior por un ocultista llamado Arthur Edward Waite, quien
en compañía de la artista Pamela Colman Smith, crearon esta
valiosa obra no sólo por su diseño, sino también por el
inconmensurable valor gráfico y explícito para mostrar el significado
de las cartas. Y aunque hizo varios cambios importantes en su tarot,
quizá el más llamativo de ellos, fue el poner en los Arcanos
Menores imágenes explicativas (después tocaré este tema); muy en
contra del diseño más convencionalista del Tarot marsellés y sus
sucedáneos.
Ahora bien, hablemos un poco de este Loco tan loco del Rider-
Waite. ¿A qué nos puede sonar su simbología? Nos encontramos a
un joven o doncella (Adán/Eva) caminando despreocupadamente
por un camino peligroso, en donde no ve –o no le interesa ver– el
barranco que se aproxima. Detrás de él/ella va un perro, que es el
impulso instintivo o el “sentido común” que todos tenemos al
advertir que un peligro se acerca, pero el Loco
despreocupadamente le ignora y sigue adelante. Vemos también
otros símbolos, que no sólo hablan de esta despreocupación e
ingenuidad, sino también de su pureza, y sobre todo de su conexión
con la materia pura e ingenua que vive “arriba” antes de caer a
tierra para materializarse. Por ello el Loco camina mirando al cielo,
como denotando absoluta distracción. También el hatillo que lleva
amarrado como equipaje habla de lo que lleva de sí, lo importante; y
vemos que casi no lleva nada, porque el Loco como arquetipo podrá
tener la inspiración, el impulso y el valor de hacer algo, pero claro
está que carece de esa experiencia para hacerlo. Es tanto así, que
ni siquiera se da cuenta que el palo donde lleva colgado el hatillo,
es en realidad una varita mágica (como dice Rachel Pollack), y que
con ella podría hacer las maravillas, sin embargo, el Loco carece
del conocimiento y tampoco es que le importe, pues así como no
tiene experiencia, tampoco tiene ambiciones.
Detrás de él hay un enorme sol, esto nos indica que es una carta
potente, iluminada y sobre todo de mucho ímpetu para hacer algo
(no por nada muchos tarotistas toman al Loco como energía pura e
instintiva). La flor que lleva en su mano es otro símbolo de simpleza
y pureza. Y las montañas, que representan siempre verdades
abstractas, están lejos e inalcanzables para él, porque no tiene la
experiencia ni la elevación espiritual para merecerlas. Su ropa de
tréboles y ruedas representa su buena suerte (ya quisiéramos la
suerte del loco). Y el precipicio, es el peligro y la caída que acecha,
que aunque en un principio es inminente, esa caída representa al fin
una vivencia y, por tanto, lo que necesita para caer al mundo hacia
su viaje por el resto de los Triunfos.

EL LOCO DEL TAROT DE MARSELLA


El Loco (0), Tarot de Marsella
Aquí la diferencia no es mucha: vemos un mismo ser caminando
con su hatillo y un perro tratando de detenerlo. Sin embargo, ya
podemos advertir ciertos contrastes. La ropa de este ser aquí es
más cómica, burda; ya no está tanto la imagen de alguien con
claras vestiduras y con un sentido un tanto más espiritual, sino tiene
un aspecto más de bufón que de personaje mítico. Su rostro ya no
mira al cielo en busca de inspiración, sino mira al frente, como si
estuviera consciente de lo que le puede suceder, aunque,
evidentemente no es mucho lo que le importa. Y la varita mágica,
aquí es el bastón con el que se sujeta y busca un equilibrio a su
vida, así como un vínculo que forma entre el cielo y la tierra, entre lo
etéreo y lo material. Quizá ese bastón podría ser la varita mágica
que más adelante usa con tanta consciencia y fuerza el mago.

EL LOCO DEL TAROT DE BALBI

El Loco (0), Tarot Balbi


Escogí el Tarot Balbi no sólo por sus símbolos, sino también por
los colores que el autor pintó para cada carta, en donde éstos le
dan un matiz al significado del arcano, y por tanto nos guía en lo
que nos quiere decir. En este caso vemos que en el Loco los
colores son variados y prácticamente los posee todos; esto sería
porque en definición, el Loco representa esa nada y ese todo, el
comodín, la imprecisión; y sin embargo, vemos aquí también priman
un poco más los colores dinámicos de la baraja (rojo, amarillo y
azul), que nos hablan de un trabajo, de una acción quizá un poco
más ingenua e inexperta, pero que nos conduce instintivamente a
un lugar; tal como el Loco se dirige tan tranquilamente hacia el
barranco.
Dentro de sus símbolos vemos arriba el símbolo de Escorpio, el
signo del zodiaco que unos cuantos le dan a esta carta; aunque yo
prefiero no darle un signo específico, pues el Loco es un alma libre
y puede asumir cualquier rol. Representaría más bien el elemento
aire, ¿el planeta Urano? Y el símbolo cabalístico que tiene es la
Letra SHIN (escrita entre los pies del loco) con un valor de 300,
aunque hay otros cabalistas que le dan las primera letra hebrea en
vez de ésta. La verdad no doy más información aquí porque
desconozco mucho sobre cábala y no quiero “cuentear” como dicen
por ahí.
El resto de esta carta se parece mucho al ya visto Tarot
Marsellés.

EL LOCO DEL GOLDEN TAROT

El Loco (0), Golden Tarot


Aquí la cosa ya es diferente, porque no hay tanto grado esotérico
como sí de trabajo artístico. Más bien en esta baraja hay una
representación por el gusto y el amor al arte. Eso sí, es curioso ver
que en vez de un LOCO sea una LOCA (es mujer), aunque claro
que aquí el género no importa mucho, pues como veremos más
adelante, el Loco es un espíritu libre e inmaterial, y como dicen
algunos autores por ahí, es la nada creadora que puede asumir
cualquier forma o género. También vemos a la joven al borde de un
precipicio, y aunque aún conserva ese grado de despreocupación
como en los diseños anteriores, pareciera que se le ve más firme y
arraigada a la experiencia que los demás. El perro en vez de
detenerla parece que jugara con ella, y en vez de llevar un hatillo
leva un instrumento de música; algo que me sonaría más (digo yo),
a un juego divertido y temerario, en vez de la intención de caerse al
precipicio. De hecho en esta carta la Loca ni siquiera camina, sino
que se detiene en el barranco desafiante a éste, como si jugara con
su suerte (y eso que ni lleva su ropita de tréboles y ruedas).

EL VALOR ARQUETÍPICO DEL LOCO:


Entre sus muchas acepciones simbólicas, el Loco representa ante
todo LA NADA, el valor de algo que está apenas en su punto de
inicio y que no ha avanzado en la vida, por tanto está ligado al
impulso, al valor y por sobre todo a la libertad, pero todo esto
inconsciente y carente de experiencia. También su simbología e
imagen típica, viene del bufón (que toma la vida como un chiste),
del vagabundo que ha escogido ser libre del sistema y, lógicamente,
de la locura, pero una locura más bien amable que patológica
(veremos luego sus diferencias normal e invertida la carta).
También se relaciona a la bondad, a la simpleza y al desligarse de
ataduras mundanas como los apegos, el egoísmo y la ambición.
Y por sobre todo, representa el Caos, ese caos antes y durante la
formación del universo.

El Loco (la carta 0)


La carta 0 del Tarot es la primera en orden pero no es 1, es 0; esto es
importante. Corresponde a la letra hebrea Thaw. Según Jodorowsky, el
mencionado Court de Gébelin fue el responsable de incorporar esta carta a
las demás, y por eso quedó en el 0:

Hasta el siglo XVIII, el Tarot es asimilado a un juego de azar y su sentido


profundo pasa desapercibido. Se copian los dibujos, se los transforma, se
los mutila, se adornan con retratos de nobles, se les pone al servicio a la
suerte de la corte. Pero en 1781, el autor francés Court de Gébelin
redescubre el Tarot (de Marsella) y lo presenta en el noveno volumen de
su Mundo primitivo. Agregando un cero al LOCO, equivocándose en los
números del EREMITA y de la templanza agregando un pie a la mesa del
malabarista, transformando el cetro del Papa, dibujando el Ahorcado de
pie, etc., pretende también corregir los "errores" del original e, ignorando
sus inexactitudes, dándole al Tarot un origen puramente inventado: las 22
CARTAS Mayores serán jeroglíficos perteneciendo al Libro de
Toth rescatado de las ruinas egipcias hace mas de mil años... 10 años mas
tarde, un adivino, el barbero Eteilla "restaura" la "significación" del Tarot
de Marsella y establece entre sus relaciones fantasiosas unas menos
fantasiosas relaciones con la Astrología y la Cábala.

Crowley nos recuerda el paralelismo existente entre el Árbol de la vida de


los cabalistas y las cartas del tarot, situando el 0 que representa esta carta
en cuestión con lo negativo que está por encima del Árbol de la vida.

La carta del Loco puede corresponder a una actitud irresponsable, frívola,


indisciplinada, inmadura, lo que puede llevar a ser desconsiderado (a),
porque tendemos a basarnos en una visión egoísta arraigando el placer, y el
exhibicionismo. Pero también de alguien apasionado, con gran iniciativa,
puede simbolizar la sinceridad libre de prejuicios. Puede simbolizar una
espontaneidad inocente que nos hace vivir el presente de manera total,
aunque un percance insensato esté a la vuelta de la esquina.

El loco inocente

En estos sentidos, en el cine se nos presentan estos protagonistas que guían


la trama ágilmente por medio de encarnar al loco. Porque no son reflexivos,
todo lo contrario, y creen ciegamente en una visión que no es muchas veces
correcta, pero la manera en la que echan para delante los pone en conflicto
con figuras de autoridad que son excelentes antagonistas. La
espontaneidad, aquí, es básica para elocuentes escenas de género cómico;
pensemos en el gran personaje creado por Charlie Chaplin, Charlotte, en
específico en Luces de la ciudad (1931). Charlotte tiene que hacer todo lo
que esté en sus manos y lo que no, para conseguir el dinero que una florista
ciega (Virginia Cherrill) de la que se ha enamorado necesita, tras haber sido
confundido por ella como un millonario. Es curioso que Charlotte es el
pobre vagabundo que no sale de su condición nunca; en varias cintas lo
veremos en esa condición, encarnando el arquetipo y viviendo una vida
libre y despreocupada. Aquí es forzado en una situación sentimental a
conseguir dinero, no para sí sino para que ella recobre la vista. Con tintes
melodramáticos hacia el final, ella puede finalmente ver con los ojos, y lo
reconoce como benefactor. La comedia salta al melodrama cuando al final
del juego es su amor por lo que recobra la vista; el loco lleva al amor en
este caso; por ser loco sin un fin, se alcanza la plenitud. Los hermanos
Marx representan a este arcano en cada película, llenando de anarquía sus
argumentos, que pueden resultar inverosímiles si uno no mira los filmes, a
tope de graciosos.

Hollywood se apropia del arcano del loco con mucho provecho ganando
millones de dólares en taquilla, gracias a esos recurrentes personajes que
rumiaban la pantalla, como intrépidos adolescentes, durante los años 80 y
90, burlando impecablemente al sistema. Pensemos en un fuerte ejemplo:
Ferris Bueller (Matthew Broderick) y su cinismo en la exitosa Un experto
en diversión/Todo en un día/La escapada de Ferris Bueller (John Hughes,
1986). Como en la carta (ver la carta), Ferris lleva una vara de poder
representada aquí por el Ferrari del papá de su amigo, Cameron (Alan
Ruck). El mismo amigo representa al perro que le está rompiendo los
pantalones al loco, atrás de él, ya que no le hace caso. Es la lógica del
hombre ordinario a la que, obviamente, el loco no presta atención. El gorro
tiene connotaciones fálicas de atracción, según Crowley, y en la película
Ferris tiene la grata compañía de una de las figuras más sexys de este tipo
de cine, su novia Sloane Peterson (Mia Sara), que más bien es esa atracción
que Ferris porta en su camino.

El arquetipo se vuelve más serio, dejando la comedia, cuando busca


libertad individual pudiendo ser usado por el sistema para asustar a una
juventud que busca un camino diferente; pensemos en Hacia rutas
salvajes/Into the Wild (Sean Penn, 2007). No puedo imaginar algo más
adecuado en términos de subgénero cinematográfico para este arcano que
una road movie; miremos el movimiento que tiene la carta, junto con el
camino que está tomando, caminando. Chris (Emile Hirsch), el loco en este
caso, es cuestionado por lo que le rodea, y sin ceder sigue su camino hasta
una muerte fría que lo aguarda. Nos detenemos aquí porque aquí
iniciaríamos con otro arcano. En este sentido, es una evolución
cinematográfica comercial de lo que antes se hacía con figuras como James
Dean en su momento, por ejemplo en Rebelde sin causa (Nicholas Ray,
1955), con finales trágicos también.

El loco enamorado en la road movie

El loco en el cine puede existir en pareja, que en realidad son las dos
personalidades de un mismo personaje: encarnaciones como Bonnie y
Clyde (Arthur Penn, 1967), que también constituyen una road movie y que
después mutan en propuestas de cine independiente
comoBadlands (Terrence Malick, 1973), curiosamente una road
movie más, de cuyos personajes Amy Kenyon se expresa de la siguiente
manera:

Kit y Holly personifican las líneas enredadas de historia y geografía, mito,


cultura masiva, y las historias de invención personal que corren en muchas
de nuestras biografías americanas. Kit es un personaje compuesto, dibujado
de otros personajes: el asesino de la vida real convertido en figura de culto
(Charles Starkweather), el actor muerto también convertido en figura de
culto James Dean, y Jim Stark, el incomprendido delincuente juvenil
interpretado por Dean a la perfección en la película de Nicholas
Ray Rebelde sin causa. Parece ser que Starkweather modeló su apariencia
y actitud en James Dean, particularmente en Jim Stark. Rebelde sin
causa fue exhibida por primera vez en octubre de 1955, 1 mes después del
accidente fatal del actor, cerca de Salinas, California, y 2 años antes de que
Starkweather empezara a asesinar gente. .

La voice over que le da su carácter infantil a la narración es la voz-


pensamiento de Holly (Sissy Spacek) combinada con el vibráfono en la
pista sonora, representando la inocencia del loco en su más amable faceta,
pero que puede acabar en una huida romántica hacia la nada. La voz, como
el mismo Malick la definió en su momento, no proviene de ninguna
referencia más que de la misma Holly, de su lenguaje inocente y sincero.
Kit es esa locura que nos puede provocar matar a alguien que esté en ese
camino que pensamos debemos seguir recorriendo para permanecer en ese
movimiento, del que forma parte el arcano.

Finalmente, el arcano 0 puede estar


balanceado en dos personajes que se aman a profundidad, demostrado ello
en un trabajo tan potente como lo es Corazón salvaje (David Lynch, 1989).
En esta road movie, Sailor (Nicolas Cage) y Lula (Laura Dern) escapan de
su madre y de toda la gente rara que ha contratado para asesinarlos. Estos
tres ejemplos comparten un principio de forajidos enamorados que es un
espejo de la naturaleza del loco, “prefiere adaptarse a lo que sea antes de
hacer el menor sacrificio, ya sea estudiando o incorporándose a cualquier
trabajo serio”, según K. Bergman. Pero a diferencia de la huida de Bonnie
y Clyde, no están asaltando bancos, ni como Kit y Holly, viviendo la
alucinación del mundo alterno; Sailor y Lula simplemente se están
defendiendo de los más bajos instintos que el mundo ha dejado caer sobre
su amor puro. Finalmente, podríamos decir que hay películas perfectas que
unen estás tres maneras de proceder del loco; pensemos en Thelma y
Louise (Ridley Scott, 1991), las responsables de haber inventado las selfies
antes del smartphone. A lo mucho, al inicio de la cinta, aceptan con el
arcano del loco un proceso de transformación hasta los huesos. Con su
trayecto moral igual dentro de una road movie, terminan dominando un
mundo masculino de manera violenta.
El loco existencial

El existencialismo es un tipo de locura arquetípica trágica que corresponde


a este arcano de algún modo, cuando el individuo no puede encontrar un
espacio dentro de una sociedad corrupta, en una dramaturgia
cinematográfica de los años 70, donde la gente decepcionada apenas se
reponía de lo que pudieron ser los 60 en términos políticos positivos para el
individuo. El personaje parte de un punto de existencia outsider, marginal,
para, a través de sus acciones llenas de locura, quedar colocado dentro de la
sociedad. Travis Bickle (Robert de Niro) sería el loco que logra un éxito
que funciona para la sociedad, salvando a una menor de edad de una red de
prostitución infantil, en Taxi driver (Martin Scorsese, 1976). Pero aquí lo
interesante es que Travis venía de un frustrado intento de asesinato a un
funcionario público de alto rango; para él, es lo mismo lo que tuviera que
hacer ejerciendo la violencia contra la sociedad. Finalmente logra
trascender siendo de utilidad para la misma, y por lo tanto aceptado,
saliendo de su propia degradación siguiendo el camino del loco. Travis
parte de una tristeza generada por su soledad, reacciona a la alienación
dentro de su tiempo; según Paul Schrader, guionista de la cinta, el taxi que
maneja Travis “es el símbolo de la soledad urbana, un ataúd de metal”.

Atrapado sin salida (Milos Forman, 1975) representa al arcano del loco, en
el mundo del loco. R. P. McMurphy (Jack Nicholson), en la senda del loco,
es asignado a un manicomio, dedicándose a provocar la locura en el interior
de los internos; intentando rescatarlos, les presenta un camino de salida
hacia el arcano que acaba siendo su ruina. En un sentido mucho más
trágico y menos triunfalista, McMurphy tiene que actuar como loco para
escapar de ir a la cárcel. Al estar en el hospital psiquiátrico su
comportamiento “normal” lo pone en conflicto con la autoridad del lugar,
la enfermera Ratched (Louise Fletcher) y termina siendo más loco que
todos los demás, al ser trepanado del cerebro.

El seductor es un gran loco existencial por medio de su lujuria, siendo su


máximo representante, en un sentido arquetípico occidental, Giacomo
Casanova (1725–1798) el diplomático italiano que por fortuna escribió sus
memorias, mismas que dieron lugar a la adaptación del texto
en Casanova (Federico Fellini, 1976), que durante sus 155 minutos resulta
excesiva en todos los sentidos; es alucinante formalmente y, en su
dramaturgia exacerbada, nos presenta un loco encarnado por un brillante
Donald Sutherland, que dice haber batallado muchísimo con el maestro
Fellini para lograr el personaje. Casanova aquí es un animal que cambia su
forma miles de veces por segundo, para lograr entrar en la próxima mujer
planteada en la trama; es un camaleón con fuerza de león que utiliza su
vara de poder fálicamente. Sucede que, 38 años después, un autor con
conciencia del cine dentro del cine retoma el arquetipo con la conciencia de
Fellini y filma Historia de mi muerte (Albert Serra, 2014), que coloca a
este loco de manera más fría guiando la trama desde la tranquilidad de un
formalismo cinematográfico, lejos del barroquismo del maestro italiano.
Funcionan parecido pero uno cerca, en la saturación, y otro lejos, en la
contemplación. Los dos Casanovas unen mundos por medio de su alta
cultura, por medio de poseer el cuerpo que tienen, con el que nacieron,
íntegramente, como un transporte; por medio de dominar el paisaje al que
pertenecen. Para Fellini, Casanova es un protagonista que gracias a sus
hazañas brinda al director una estructura de película de aventuras, cuando
para Serra, es fuente de un conflicto interno en un filme contemplativo,
pero el arcano vive de la misma forma, en este caso buscando relacionarse
carnalmente con el mundo. Casanova murió 1 año antes de la Revolución
Francesa y se dedicó a representar los peores vicios de la burguesía.
Curiosamente es una representación en contra de los vientos de cambio y
curiosamente, en su camino se encontró con Rousseau y Voltaire
(seguramente hasta los estafó, no lo dudaría), pero estos encuentros no
están en ninguna de las dos cintas.

El ejercicio cinematográfico como locura arcana

La filmación de un ejercicio como Boyhood (Richard Linklater, 2014)


representa la carta del loco como verbo activo, la acción del mismo director
del mismo Linklater, que encarna al loco cineasta, como en otros
momentos lo han hecho directores como Werner Herzog (Fitzcarraldo) o
Coppola (Apocalipsis ahora), que toman la creación cinematográfica como
Don Quijote tomaba esos molinos y como lo hacía Orson Welles, por
supuesto. Linklater tiene la locura necesaria para invertir, año con año, en
un proyecto que lo más seguro es que fracasará; hay cientos de razones por
las que el crew no se podría reunir el siguiente año. Sin embargo, la locura
de Linklater en forma de pasión hizo que sucediera hasta tener un resultado
final, después de 12 años, lleno de toda la inocencia que el arcano pude
brindar; hace posible que el día de hoy podamos tener un testamento
material de esta acción sublime, que le puede dar a la raza humana un
camino. Boyhood desobedece todos los libros de guión: no plantea
conflictos simples, sino la fuerza de la vida, que es increíble contemplar;
flota de forma angelical entre la frontera de lo documental y lo ficticio,
como suele pasar en este tipo de cine. Pero sucede que aquí no hay
agresión; hay bondad, amistad, familia, paciencia y éxito.

De forma un poco más violenta, por ejemplo un par de cineastas de forma


menos arriesgada, por la duración del proyecto, se enfrentan a maneras de
filmar que cuestionan toda una tradición cinematográfica que rebasa los
100 años de existencia. Hablo de Harmony Korine y Leos Carax. En Spring
Breakers (Harmony Korine, 2013) tres chicas adolescentes se transforman
en el loco, para dar rienda suelta a su imaginación en un camino lleno de
peligro y fantasía que se vuelve realidad. En la siguiente escena donde en
tiempo real están tocando el piano disfrutando una balada de Britney
Spears, se vuelve tiempo imaginario en apariencia cuando en realidad es
un flash forward, sucesos que ocurrirán pronto, encarnando con el montaje
el camino del loco:

Por su parte Leos Carax, que ha hecho una película tan loca como puede
ser Los amantes de Puente Nuevo, y sobrevivido para contar el chiste.
Sigue filmando persiguiendo a un personaje que es un arquetipo de su loco
interno natural; lo persigue de película en película cada que filma de nuevo
su arrugado rostro, el actor Denis Lavant. En la mayoría de las cintas, este
ser toma el nombre del Alex, un alter ego del mismo Carax, o de la carta
del loco más bien, encarnada por director y actor; el ser y su reflejo. Este
tipo de acercamientos a un personaje fue llevado años antes por Francois
Truffaut, por medio de su alter ego que seguía los pasos del arcano de una
manera más moderada; Antoine Doinel interpretado hasta el cansancio por
Jean-Pierre Léaud dándole un sentido metafísico a la nueva ola francesa
más allá de los jump cuts del maestro Godard. Truffaut efectúo el
experimento de Linklater durante toda la vida de Doinel y su propia carrera
fílmica, filmándolo desde su opera prima como puberto rebelde, para vivir
después su adolescencia y su vida adulta como su alter ego loco. En sí, la
nueva ola francesa nacía bajo el signo de esta carta del tarot, con Michel
Poiccard/Laszlo Kovacs, interpretado por Jean-Paul Belmondo en Sin
aliento (Godard, 1960) y al mismo tiempo nacía Doinel en Los 400
golpes(Truffaut, 1959). La nueva ola representa ese camino loco de ir
contra un sistema donde se tiene todo que perder ofreciendo algo puro, algo
distinto, pero sin tener claro a dónde se quiere llegar; filmar por filmar,
básicamente. Fue la única manera de triunfar, con el loco de estandarte.

Aleister Crowley

De hecho para el mago Aleister Crowley (1875-1947) la carta del Loco


significa lo nuevo, incluyendo el despertar espiritual. También como otros
tarotistas entienden la alerta que puede traer esta carta a una tirada de tarot,
sugiriéndonos ser más cautelosos en el camino que hemos elegido, a veces
el Loco sale para que no sea tan loco el consultante, o deje de serlo.

En 1938, Crowley construyó su tarot alterando el Tarot de Marsella,


basándose mucho en lo visual de las pinturas de los arquetipos,
colaborando con Lady Frieda Harris, quién se entregó completamente a la
misión de pintar las cartas bajo la instrucción (¿hipnosis?) de Crowley,
visionando un “espejo del alma”. Él la llamaba Soror Tzaba; era esposa de
Sir Percy Harris (1876-1952), miembro del parlamento inglés y uno de los
líderes del partido liberal de Inglaterra durante las décadas de 1930 y 1940.

Esta es la representación en el deck de Thoth diseñada por Crowley y


Harris:
Así, en una tirada de Crowley podría aparecer Ojos bien cerrados (Stanley
Kubrick, 1999). Viene siendo la manera como en una tirada de tarot el loco
puede ser interpretado según su relación con las otras cartas. Si el doctor
William Hartford (Tom Cruise) hubiera consultado el tarot cuando tuvo la
idea de seguir ese incidente en el primer acto de la cinta, después de
enterarse que su mujer es humana y ha deseado a un hombre, cuando un
amigo suyo de la infancia que toca en un piano-bar le revela que hay un
ritual sexual efectuado en una mansión de gente poderosa, quizás Hartfortd
hubiese decidido no acudir, y arreglar sus problemas con una terapia de
pareja. Por lo que vemos que la cinta no hubiese sucedido, ya que el loco es
básico para cierto cine comercial, que depende de la estupidez del
protagonista. No habría mucho de lo que hizo Alfred Hitchcock sin el loco.
Este director solía expresarse de sus personajes como seres comunes en
situaciones extraordinarias, que por lo general echaban andar por un
comportamiento relacionado con el tema a discusión.

El loco y la anarquía en el cine

Cero en conducta (Jean Vigo, 1933) resulta la mayor encarnación de esta


carta en su sentido 100% lúdico sin reflexión, desatando una revolución
contra un sistema opresivo. Una película básica, para poder entender el
ejercicio revolucionario de la nueva ola francesa.
Más tarde otro cineasta subversivo, Lindsay Anderson, que tomaba un
sentido más social, volviendo a filmar los temas de Vigo de manera
indirecta, en su alegoría fílmica llamada If…(1968). En esta película,
Malcom McDowell, previamente a Naranja mecánica (Kubrick, 1971),
interpreta Mick, un aguerrido estudiante que dentro de un internado
escolar planta una agresiva revolución contra la facultad que los ha
sometido con una filosa disciplina que raya en el sadismo.

Jubilee (Derek Jarman, 1978), apodada la mejor cinta punk de todos los
tiempos, juega de manera interesante con la idea de este arcano de la carta
del Loco. En la trama, la reina Elizabeth I de Inglaterra (Jenny Runacre), es
teletransportada por John Dee (Richard O’Brien, mítica figura del Rocky
Horror’s) en base a la invocación del ángel Ariel, 400 años en el futuro, a
un territorio apocalíptico. En este futuro podemos observar a una serie de
personajes punk, que cuestionan al establecimiento de forma violenta.
Como lo menciona Criterion Collection en su sitio oficial: “la cinta
canaliza disentimiento político y riesgo artístico por medio de una mezcla
revolucionaria de historia y fantasía, musical y experimentación
cinematográfica, sátira y furia, moda y filosofía”. Jarman encontró al
arcano del loco en la estación de tren, caminando con botas de hule y
aspecto punk nato, llamada Jordan y protegida por Vivienne Westwood y
Malcom McLaren, los creadores del aspecto visual del movimiento que se
denominaría punk. En un inicio Jarman se condujo siguiendo el arcano del
loco en un proyecto que simplemente iba a captar las andanzas de Jordan,
su mundo punk, registrado en super 8, cámara en mano de Derek Jarman.
Al platicar con un grupo de productores, estos obligaron a Jarman a intentar
hacer una película comercial largometraje lleno de elementos punk, que tan
en boga estaban entonces. Adam Ant terminó siendo un personaje
importante en la película, por ejemplo, y las míticas Slints, en una escena,
destruyen un automóvil. Jubilee es anarquía pura, es el arcano del loco en
su última extensión, desde su creación, su guión, la manera como los
personajes son interpretados y la manera de ser ejecutada; es grotesca pero
nunca deja de ser hilarante, en su campo arriesgado y de pura esencia.

TAROT JUNGIANO

El Loco

También es el Arquetipo del espíritu. El es aventurero e impulsivo.


Además lleva una fuerza integradora de aspectos negativos y
positivos.

Su naturaleza inquietante puede adentrarnos a vivenciar


experiencias agradables o desagradables, ya que el loco es la
representación de la demencia y la estupidez. A pesar de eso, han
quedado algunos conceptos atrás, porque un loco es también el
original, el ingenioso, el sabelotodo que rompe con algunas reglas
de la sociedad en la que vive, que no se deja embaucar tan fácil,
aunque lo ridiculicen.

En el Tarot el loco es una carta de cambio

Dejemos fluir, que las cosas vayan por su curso,y nos


desestructuremos, que liberemos todo lo que cargamos en nuestra
mochila. El loco nos activa, nos presta toda su espontaneidad para
lanzarnos a lo desconocido, y aventuradas decisiones.

A veces es bueno hacer cosas que nunca hemos hecho o decirle a


alguien lo que piensas sin importar las consecuencias, presentarte
en público sin miedo al ridículo. Imagina ahora todo lo que puedes
hacer con el Arcano Mayor del Tarot o Arquetipo El Loco.

El Loco de Rider Waite Sallie Nichols nos cuenta

Como un delicioso joven por su vestido floreado y una rosa en la


mano, es casi andrógina, que combina de un modo feliz las
cualidades masculinas y femeninas. En muchas culturas primitivas
los dioses, así como los primeros humanos, se consideraban
bisexuales, lo que simbolizaba el primitivo estado de totalidad que
existía antes de que se separaran los opuestos: cielo-tierra, macho-
hembra.

El vestido que lleva el Loco le conecta, pues, con las dos cosas a la
vez: con el poder primordial del Creador y con la inocencia de lo
recién creado. A pesar del precipicio que tiene adelante, el joven
Loco de Waite baila sin preocuparse por ello. Su cabeza está
rodeada de las nubes de ensueño de un mundo perfecto, liberado
de toda miseria, y su corazón anhela aventuras y amoríos. Tiene un
aspecto tan ingenuo como Parsifal.

El Parsifal de Richard Wagner

Parsifal de Richard Wagner es una ópera iniciática en tres actos,


una Bühnenweihfestpiel (representación dramática y sagrada)
creada en el año de 1882.

Aquí el Primer Acto:

Este se desarrolla en Salva Tierra – situada en las regiones


montañosas deOccitania – donde se eleva una alta montaña de
nombre Monsalvat (Monte de Salvación). El rey Titurel la fortificó y
en la cumbre edificó un castillo llamado Gralsburg, rodeado de un
bosque, y en su interior se encuentra el Templo de Grial.
El eremita Gurnemanz, antiguo escudero de Titurel, se va hacia el
baño en el Lago Sagrado donde encuentra al rey Amfortas, hijo de
Titurel, quien padece una herida incurable y busca en las Aguas
Sagradas del Lago un alivio para sus sufrimientos.

Gurnemanz, al enterarse del estado del Rey, le entrega un bálsamo,


que le había traído Kundry, con esperanzas de que esta especie de
elixir le aliviara sus dolores. Después de la partida del Rey, el
eremita les cuenta a los escuderos que la grave y misteriosa herida
de Amfortas había sido provocada por Klingsor quien, con objetivo
de apoderarse de la Santa Lanza para convertirse en el

Maestro del Grial, envió a Kundry para seducirlo, y cuando el Rey


entró en su jardín encantado lo hirió apoderándose de la Lanza que
traía.
Lo dramático es que la herida de Amfortas sólo dejará de sangrar
cuando sea tocada de nuevo con la Lanza, lo que sólo sucederá
cuando esta sea recuperada por un ser “inocente convertido en
sabio por la piedad”. De repente, se escucha un grito agudo: a un
joven desconocido (Parsifal) se le acusa de matar a un Cisne
blanco.

Gurnemanz le habla del Santo Grial y, como Parsifal no sabe de


qué se trata, el eremita cree que él es el “inocente sabio” tan
esperado. Por eso, lo conduce hacia el castillo, más concretamente
al salón del Templo del Grial, con la finalidad de asistir al Banquete
Sagrado celebrado por Amfortas y con la esperanza de que él salve
a su rey.

Para sorpresa de Gurnemanz, Parsifal no solo no entiende nada de


la naturaleza de esta ceremonia, sino que permanece indiferente al
sufrimiento de Amfortas. Gurnemanz, furioso, lo expulsa (Jung &
Franz)

Análisis

Su falta de conciencia le impidió hacer la pregunta esencial en el


Castillo del Grial. No había integrado su ánima y no pudo hacer la
pregunta compasiva y sanadora. Aún no comprende lo que pasa y,
por tanto, no entiende por qué es expulsado del Castillo del Grial
(Jung y Franz).

Parsifal no se entiende a sí mismo y está aislado de su ser interno.


Fracasa porque se preocupa demasiado por su reputación y teme
ser puesto en ridículo por sus pares, y no se guía por su propio
corazón (Campbell)

Más adelante, Parsifal comprende la naturaleza espiritual del Grial


con ayuda de un ermitaño, más consagrado al mundo interior. El
ermitaño le ayuda a expandir su conciencia y a integrar su ánima.
Cerca de su edad madura, Parsifal coloca un vestido harapiento
dentro de la armadura del Caballero Rojo (esto representa su
complejo materno o su deseo de que el mundo cuide de él) y de
nuevo puede entrar al Castillo para hacer la pregunta del Grial, una
pregunta acerca de la expansión de la conciencia y de
preocupación por algo
Palabras clave:
* Principios
* Inocencia
* Espontaneidad
* Espíritu libre
* Sencillez

Introducción
El Loco es el número 0, el número del potencial ilimitado y realmente no tiene un lugar específico en la
secuencia de las cartas del Tarot. El Loco se puede colocar al final o al principio de los arcanos mayores.
A los arcanos mayores a menudo se considera como el viaje del loco por la vida, y como tal, él está
siempre presente y por lo tanto no necesita ningún número.

Símbolos importantes del arcano


El Loco se muestra al principio de su viaje con un potencial ilimitado. El sol elevándose detrás de él
representa el comienzo de su viaje. Se enfrenta al noroeste, la dirección de lo desconocido, mirando
hacia arriba, hacia el cielo o el espíritu. Está a punto de bajar por un acantilado hacia el mundo material,
pero... ¿esta preparado?

Tiene todas las herramientas y recursos que necesita en la bolsa que cuelga de su bastón pero todavía
no sabe que hay en su interior, pues no la ha abierto. La rosa blanca que sostiene en su mano izquierda
representa la pureza y la inocencia. A su lado tiene un guardián, un perro blanco, que no solo lo
protegerá a lo largo de su viaje sino que también le empujará a aprender las lecciones que el Loco vino a
aprender en esta vida. Las montañas detrás de él representan los reinos del espíritu que él acaba de
dejar atrás y el cual pasará toda su vida tratando de recuperar.

Significado derecho
El arcano del Loco es una carta de potenciales, nuevos comienzos e inocencia. Esta carta del Tarot
muestra el mayor potencial para su vida, llegando a un estado de renovación y nuevos comienzos, donde
cada día es una aventura y cada momento se vive al máximo. La carta delLoco representa el comienzo
de toda la creatividad y el deseo de lograr nuevas metas (o, al menos, comenzar el proceso de trabajar
hacia esos objetivos). El Loco indica que cualquier cosa puede suceder y las oportunidades están a la
espera de ser aprovechadas.

En una lectura de Tarot, el Loco representa la necesidad de establecerse en un nuevo viaje, uno que es
totalmente desconocido y le llevará a territorios desconocidos. El Loco se trata de nuevas experiencias,
crecimiento personal, desarrollo y aventura. Le pide dar un 'salto de fe' y a confiar en el universo en que si
empieza un nuevo viaje, encontrará el éxito. Este Loco vive una vida despreocupada, libre de
preocupaciones y ansiedad. No parece importarle el no saber realmente lo que está por venir.

La carta del Tarot Loco puede representar una opción que se hace de vital importancia. Sin embargo,
siempre hay muchas opciones diferentes disponibles y la elección debe hacerse con prudencia. Si se
enfrenta a una decisión o momento de duda, el Loco le invita a creer en si mismo y seguir su corazón, no
importa cuán loco o tonto puedan parecer sus impulsos. Este es un momento en que es necesario que
usted realmente crea y tenga fe en que el Universo te está guiando en su camino.

El Loco es una carta del Tarot excelente para meditar si usted está experimentando un gran temor en su
vida. El Loco aumenta el valor, la asunción de riesgos y la expresión creativa necesaria para abrir nuevas
áreas de su vida.

El Loco siempre esta entero, sano y sin miedo. Él es el espíritu de lo que somos, el espíritu expresado y
vivido como maravilla, asombro, curiosidad y anticipación.
Nunca sabemos lo que nos depara el futuro, pero al igual que el Locodebemos ir adelante ciegamente.
Necesita tener la confianza de que usted es un espíritu que nace en carne para disfrutar de la vida y
crecer en la experiencia. Aproveche la oportunidad y ya se verá qué es lo que pasa.

Significado invertido
Invertida, la carta del Loco sugiere que puede estar actuando en total desconocimiento de las
consecuencias de sus acciones, de hecho, podría estar actuando como "un tonto'. Usted está tratando de
vivir 'en el momento' en lugar de planificar el futuro, actuando de forma imprudentemente, con ganas de
liberarse de la rutina habitual con el fin de 'encontrarse', pero haciéndolo de una manera en el que ignora
por completo los demás.

El Loco invertido advierte precaución pues podría entrar en un acuerdo en el que no entiende
completamente las consecuencias de sus decisiones. Si se le ofrece una oportunidad que parece
demasiado buena para ser verdad, entonces probablemente lo sea. Pero es muy importante que se haga
una "diligencia debida" en las oportunidades que se le presenten para asegurarse de que está tomando la
decisión correcta y no con la oferta más atractiva en el momento. Esté preparado para los desafíos que
quedan por delante para que no se tomen por sorpresa. Haga su investigación y asegúrese de que está
bien preparado para los acontecimientos críticos, tales como entrevistas de trabajo, presentaciones y
reuniones.

En cuestiones de trabajo, el Loco invertido sugiere que no desea que le coloquen en un puesto de trabajo
en el que se encuentre completamente fuera de su profundidad y no tenga ni idea de lo que está
haciendo. Quiere sentirse al menos competente, saber lo que tiene que hacer, y que sin duda, no quiere
verse como el tonto o el 'novato' en la plantilla. Incluso si usted no ha estado inactivo en el trabajo por un
tiempo, quiere ser respetado por su experiencia hasta la fecha y no quiero tener que empezar de cero otra
vez.

En cuestiones sentimentales, el Loco invertido puede indicar que la naturaleza de la relación es muy
cambiante e incierta, pero con espontaneidad puede alcanzar un nivel completamente nuevo. Puede
haber cierta inseguridad acerca de dónde se dirige la relación y si puede confiar con seguridad en su
pareja. Es posible que ambos asuman riesgos teniendo poca consideración en las consecuencias a largo
plazo por sus acciones. Esto puede traer consigo emoción y suspense, pero también una sensación
subyacente de incertidumbre e inseguridad.

Derechos de Autor © Luna Tarot

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