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por
MANUEL PARDO DE SANTAYANA
Real Jardín Botánico, CSIC. Plaza de Murillo, 2. E-28014 Madrid
<mpardo@ma-rjb.csic.es>
Resumen
PARDO DE SANTAYANA, M. (2003). Nomenclatura popular de Quercus (Fagaceae) en los valles
meridionales de Cantabria (España). Anales Jard. Bot. Madrid 60( 1): 189-197.
Se presenta un estudio sobre la etnotaxonomía y etnonomenclatura de los Quercus (Q. faginea
subsp. faginea, Q. ilex subsp. ilex, Q. petraea, Q. pyrenaica, Q. robur) que viven en el S de
Cantabria. Se ha desarrollado un abundante léxico en tomo a estas especies tan cotidianas, que
sirve de ejemplo para estudiar la complejidad y riqueza de la nomenclatura popular. Se han re-
copilado 28 nombres vernáculos, variantes de 12 lexemas principales. Se han realizado mapas
de distribución de los nombres recopilados que permiten delimitar zonas lingüísticas. Además
se presenta un análisis de este rico léxico en el que se hace hincapié en su significado, muchas
veces polisémico, etimología y distribución geográfica.
Palabras clave: Quercus, Cantabria, etnotaxonomía, etnonomenclatura, fitonimia, nombres
vernáculos, encina, roble.
Abstract
PARDO DE SANTA Y ANA, M. (2003). Folk Nomenclature of Quercus (Fagaceae) in the Southern
valleysof Cantabria (Spain). Anales Jard Bot. Madrid60(iy. 189-197 (in Spanish).
A survey of the Ethnotaxonomy and Ethnonomenclature of southern Cantabria Quercus
(Q- faginea subsp. faginea, Q. ilex subsp. ilex, Q. petraea, Q. pyrenaica, Q. robur) is present-
ed. An extensive vocabulary associated with these popular species has been compiled. The
analysis of this lexicón shows the richness and complexity of folk plant taxonomy and nomen-
clature. In total 28 vernacular ñames, which are different forms of 12 principal lexemes, have
been compiled. Maps with the geographical distribution of the ñames let us delimit lingüistical
áreas. An analysis of this rich lexicón is also presented. The meaning of the ñames, often
polisemic, theiretymologies and geographical distribution is studied.
Key words: Quercus, Cantabria, ethnotaxonomy, ethnonomenclature, plant ñames, vernacular
ñames, evergreen oak, oak.
TABLA 1
FRECUENCIA DE CITACIÓN EN LOS NOMBRES VERNÁCULOS DE QUERCUS EN EL S DE CANTABRIA
Nombre vernáculo
Nombre científico
1 referencia 2-5 referencias Más de 5 referencias
Q. faginea Lam. enciniego a/encina
subsp. faginea roble roble
matorrizo roble a/encina
roble carraspo/izo
roble enciniego
Q. ilex subsp. ballota a/encina
(Desf.) Samp.
Q. petraea (Matt.) Liebl. albar roble
roble albar
Q. pyrenaica Willd. berruno rebolla matorra/o
cajiga roble matorrizo roble
negral roble negral/o
roble berruno
roble tocio
robre
Q. robur L. cajigo roble
roble albar
Q. rubra L.' roble americano
1
Aunque no obtuvimos muestra, pensamos que se trata de esta especie, pues se cultiva en regiones cercanas
M. PARDO DE SANTAYANA: NOMENCLATURA POPULAR DE QUERCUS 191
ello se realizaron 93 entrevistas abiertas y se- se conservan en el herbario del Real Jardín
miestructuradas a 107 personas oriundas de la Botánico de Madrid (MA) (apéndice 1).
comarca o que viven en ella desde su infancia Además de los propios datos de campo, he-
o juventud. Los datos de los nombres provie- mos incluido la información sobre las voces
nen tanto de narraciones sobre el uso local de 'berruno', 'roble berruno', 'carraspo' y 'roble
plantas como de los nombres que nos dieron carraspizo', recopilada por G. Moreno, que ya
los informantes cuando paseábamos por el conocíamos de la bibliografía. Aunque noso-
campo con ellos viendo y recogiendo las plan- tros no obtuvimos noticia directa de ellos,
tas, o sobre muestras vivas recién colectadas existen referencias de los mismos o similares
que se llevaban a casa del informador. Para (LÓPEZ VAQUÉ, 1988; AEDO, & ai, 1990). Sin
aceptar la información se han seguido crite- embargo, no hemos considerado los nombres
rios cualitativos, como la fíabilidad del infor- de 'arceru' o 'albariego' para Q. faginea, ni
mante o la coherencia de la información obte- 'cadilla' para Q. pyrenaica, debido a que se
nida, por lo que presentamos algunos nom- trata de datos de un solo informante que no
bres que solo fueron proporcionados por una han podido ser contrastados.
persona, aunque es frecuente emplear crite- Se elaboraron mapas con todas las voces re-
rios numéricos, generalmente tres informan- copiladas, aunque se vio necesario filtrar parte
tes que proporcionan el mismo dato (JOHNS & de la información, pues los datos no son ho-
al., 1990). Se dispone de pliegos testigo que mogéneos al mezclarse los procedentes de dis-
Fig. I .-Robledales y encinares del S de Cantabria. (Elaborado a partir de AEDO & ai, 1990).
192 ANALES JARDÍN BOTÁNICO DE MADRID, 60( 1) 2003
Cajiga/o, quejigo
El nombre de 'cajiga/o' suele referir robles
jóvenes o de porte arbustivo y se usa funda-
mentalmente en Campoo (fig. 5). Generalmen-
te se refiere a Q. pyrenaica (tabla 2), ya que re-
Fig. 2.-Distribución de los nombres vernáculos de Quer- brota de raíz y no llega a desarrollarse en mon-
cus faginea en el S de Cantabria. te alto, sino más bien en bosquetes de porte ar-
M. PARDO DE SANTA Y ANA: NOMENCLATURA POPULAR DE QUERCUS 193
TABLA 2
EQUIVALENCIAS ENTRE NOMBRES VERNÁCULOS Y NOMBRES CIENTÍFICOS DE QUERCUS
EN EL S DE CANTABRIA
Chaparro, chaporrizo
Según el Diccionario de la Lengua Es-
pañola, 'chaparro' es una encina o roble de
muchas ramas y poca altura. Se trata de una
voz común en Castilla que nunca escucha-
mos en la zona de estudio como sustantivo.
Estos términos los extrajimos de las expre-
siones "robles de los chaporrizos" y "estos
robles no son albares, son chaparros"; proba-
blemente se referían a Q. faginea o Q. pyre-
naica.
Fig. 5. Distribución de los nombres vernáculos de Quer-
Encina, enciniego, ancina cus ilex en el S de Cantabria.
Negral
Nombre utilizado en los valles del sur
(fig. 4) para denominar específicamente
Q. pyrenaica (tabla 2). Suele emplearse en
contraposición a 'albar', aunque no es fácil
saber por qué una especie es denominada ne-
gra y la otra albar, blanca. Se emplea general-
mente el binomen roble 'negro/al'.
Rebolla
'Rebollo' proviene del latín repullus (CO-
ROMINAS, 1980-1983). rebrota (de raíz), ca-
racterística propia de Q. pyrenaica y Q. fagi-
nea, aunque se emplea a veces como sinóni-
Fig. 4. Distribución de los nombres vernáculos de Quer- mo de roble, independientemente del tamaño
cus pyrenaica en el S de Cantabria. o la especie.
M. PARDO DE SANTA Y ANA: NOMENCLATURA POPULAR DE QUERCUS 195
Roble
(Quercus spp.)
segundo término que modifica o indica cuali- tamaño de los ejemplares, más que a la mor-
dades del genérico, 'roble' en nuestro caso. fología foliar u otros caracteres. Se diferencia
Además de este tipo de nombres, a veces se entre los robles, ejemplares arbóreos o made-
emplean expresiones más complejas, del tipo rables, que generalmente pertenecen a Q. pe-
"roble algo matorrizo" o "robles de los chapo- traea y Q. robur, y los cajigos, arbolillos de
rrizos" para denominar las categorías bio- menor talla que suelen ser Q. pyrenaica. La
lógicas a nivel popular (FLECK & al., 2002). presencia de Q. faginea es mucho más limita-
Generalmente escuchamos tanto el nombre da y no obtuvimos datos sobre esta especie.
común (roble albar) como la expresión com- Se obtuvieron algunos datos sobre Q. ro-
puesta del nombre y adjetivo (roble algo ma- bur, que confirman las citadas subregiones,
torrizo), pero en algún caso no escuchamos pero demasiado dispersos para agregarlos al
nada más que la segunda. resto. Sería conveniente obtener más datos
Los datos muestran paralelismos entre la certeros sobre la manera de nombrar Q. pe-
nomenclatura popular y la científica, aunque traea y Q. robur en la zona norte.
no siempre es posible establecer equivalen- Según su significado o etimología podemos
cias, ya que, como es sabido, ambos sistemas agrupar los nombres en aquellos que denotan el
tienen orígenes e intereses diferentes (CLÉ- tipo de crecimiento (carraspo, chaparro, mato-
MENT, 1995; ELLEN, 1986; HUNN, 1982). La rro, tocio) o alguna otra característica (negral,
clasificación popular admite táxones de lími- albar, enciniego) y los que provienen directa-
tes imprecisos; por ejemplo, nos indicaron mente del nombre latino (encina y roble).
que un roble era "más albar" y que otro era
"medio albar". En el caso de los robles, no es
AGRADECIMIENTOS
extraño debido a su tendencia a la hibridación.
La primera equivalencia es a nivel gené-
A R. Morales y S. Castroviejo, por sus sugeren-
rico, entre roble y varias especies de Quercus. cias y críticas en la preparación del manuscrito.
Robles son las especies caducas o semicadu- A G. Moreno, por proporcionarnos los datos toma-
cas del género, es decir, todas las que viven en dos por él.
la comarca excepto Quercus ilex.
Al establecer equivalencias en el rango es-
R E F E R E N C I A S BIBLIOGRÁFICAS
pecífico hemos separado la comarca en dos
zonas lingüísticas, los valles del sur (Val-
AEDO, C , C. DIEGO, J.C. GARCÍA CODRÓN & G. MORENO
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nombre 'roble albar', 'roble matorrizo' o ditional societies. New Jersey.
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