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VIDA CRISTIANA

¿Cómo puedo “luchar” en oración?


17 OCTUBRE, 2022  |  JOHN PIPER

Nota del editor: El pastor John Piper recibe preguntas de algunos de sus oyentes de su
programa Ask Pastor John. A continuación está su respuesta a una de esas preguntas.

Vamos a empezar la semana hablando de la oración. A veces decimos que estamos «luchando en oración» por
algo. Oímos que esa frase también la usan otros. La frase «luchando en oración» es bíblica y Pablo la usa en la
carta a los Colosenses. Pero solo aparece una vez. Entonces, ¿qué significa, bíblicamente hablando, luchar en
oración?

Esa es la pregunta de un oyente llamado Jason. «Pastor John, ¡hola! Escucho el podcast diariamente. Gracias
por ayudarme a pensar a través de las preguntas, incluso en las que ni siquiera sabía que debían hacerse. Aquí
está la mía: En Colosenses 4:12, Pablo elogia a Epafras porque siempre está «luchando» o «esforzándose» en
oración por la iglesia de Colosas. ¿Qué significa luchar en oración? ¿Contra quién se lucha? ¿Cómo puedo
aprender —y todos nosotros— a luchar en oración?

Bueno, lo primero que diré es que este tipo de pregunta es tan buena, tan importante. Es tan simple. Estás
leyendo y tiendes a pasar por alto algo, pero él se detiene y dice: «Oh, wow — espera un momento. ¿Cómo
es eso realmente? Dice que está luchando en oración. ¿Cómo se sentiría eso? ¿Qué estaría haciendo
diferente de lo que estoy haciendo?» Es una gran pregunta y es bueno para mí pensar en ello.

Creo que la mejor manera de responder —esta es la mejor manera en la que sé proceder— a una pregunta
como esa no es primero buscar en mi experiencia y decir: «Bien, ¿dónde he hecho eso? ¿Cómo es para mí
esa lucha?». Porque podría introducir mi experiencia en el texto.

Por lo tanto, creo que lo mejor es tomar la palabra «luchar» o «esforzarse» (o cualquiera que sea la palabra
con la que estés trabajando) y buscar en una concordancia la forma en que Pablo (o quien sea que estés
leyendo) la usó en otros escenarios. En este caso, el griego agonizomai —puedes escuchar la palabra
«agonizar» en el griego: agonizomai. ¿Dónde ha usado esa palabra? (O puedes simplemente usar el español
con «luchar» o «esforzarse») ¿Qué luz podría arrojar eso sobre la forma en que oras?

La lucha de Epafras
Así que empecemos con el texto sobre el que está preguntando. Esto es lo que dice: «Epafras, que es uno de
ustedes» — entonces, Epafras era de Colosas, pero estaba con Pablo y por eso Pablo sabía cómo oraba.
«Epafras, que es uno de ustedes, siervo de Jesucristo, les envía saludos, siempre esforzándose [o luchando]
intensamente a favor de ustedes en sus oraciones, para que estén firmes, perfectos y completamente seguros
en toda la voluntad de Dios» (Col 4:12). Así, la respuesta que Epafras busca en sus oraciones por los
creyentes colosenses sería que estuvieran firmes, maduros y plenamente seguros del favor de Dios y de la
voluntad de Dios mientras viven su vida cristiana.
Pero lo que pregunta Jason no es por qué está orando Epafras, sino por la forma en la que está orando. Está
luchando; dice que está luchando. Él quiere saber y yo quiero saber, ¿cómo es eso? ¿Debería estar haciendo
más de eso? Si lo hiciera, ¿cómo se vería?

Vamos, pues, a esos otros usos de la palabra «lucha» o «esfuerzo» (o como quiera que se traduzca ese
agonizomai).

Trabajando en las fuerzas de otro


Probablemente, el uso más importante se encuentra aquí mismo en Colosenses, donde Pablo dice: «A Él
nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda
sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo» (Col 1:28). Por cierto, ese es el mismo
objetivo de la oración de Epafras. «Con este fin también trabajo» — ahora, esa no es la palabra, pero el
participio modificador que viene después es la palabra. «Esforzándome según Su poder que obra
poderosamente en mí» (v. 29). Él obra dentro de mí. Ahora, dos cosas sobresalen aquí respecto a esta lucha.

Una es la palabra trabajo. Esta forma de lucha es trabajo — es trabajo. Entonces, Pablo está diciendo que su
enseñanza, su advertencia, sus esfuerzos ministeriales para presentar a los colosenses maduros en Cristo es
trabajo duro. Es el tipo de trabajo que involucra lucha — en otras palabras, suena como dificultades y
obstáculos en este trabajo con los que hay que luchar mientras se avanza. Requiere esfuerzo como si hubiera
una gran roca en el camino y tuvieras que esforzarte, poner tu hombro en ella y empujarla fuera del camino
para que puedas seguir con tu trabajo de enseñar, trabajar y orar por estas personas.

Se trata, entonces, de un tipo de trabajo riguroso. Así que creo que sería correcto para nosotros decir que,
en el entendimiento de Pablo, Epafras al orar estaba haciendo algo similar. El tipo de oración que
emprendió por los colosenses implicaba un trabajo arduo, el tipo de trabajo que incluía la lucha contra los
obstáculos o las barreras que hay que apartar del camino para poder seguir orando.

Ahora, lo otro que destaca es casi lo contrario, o al menos un alivio a la presión de poner el hombro contra
una roca. Lo que también destaca es esto: «Esforzándome [luchando] según Su poder que obra
poderosamente en mí» (Col 1:29). Así que Pablo no piensa en su lucha ministerial como algo que hace con
sus propias fuerzas, aunque haya un enorme esfuerzo y trabajo. No lo hace con sus propias fuerzas para
intentar que Cristo actúe por él. Es al revés.

Dice que Cristo está muy activo antes y durante su esfuerzo, permitiendo que su esfuerzo avance en la lucha.
Creo que esa es la idea en cuanto a la oración. No oras —aunque sea difícil; puede haber trabajo en ello—
en tus propias fuerzas.

Luchar todas las batallas por la fe


Creo que Pablo está, en efecto, diciendo a Timoteo que la lucha de la fe es exactamente eso (1 Ti 6:12).
Dice: «Pelea la buena batalla de la fe, Timoteo». La palabra «pelea» allí es agonizomai, la misma que «lucha»
y «esfuerzo».

El punto es que la naturaleza misma de la vida cristiana es que debemos vivir por fe y pelear todas nuestras
batallas por fe — es decir, buscando confiar en la fuerza de otro y hacer todo lo que hacemos, fácil o difícil,
por fe, confiando en el que está obrando en mí y me permite hacer lo que me estoy esforzando por hacer.
Por lo tanto, aunque la palabra «luchar» suene exigente, lo que exige sobre todo es la fe en que Dios es el
que lucha en nosotros, a través de nosotros y por nosotros.
Practicar un dominio propio atlético
“El punto es que la
Otra implicación de la lucha viene de la forma en que Pablo la utiliza naturaleza misma de
en su primera carta a los corintios, donde dice: «Todo el que compite
la vida cristiana es
en los juegos». Esta referencia a un «atleta» se refiere a uno que lucha,
uno que pelea.
que debemos vivir
por fe y pelear todas
nuestras batallas por
fe”

Y todo el que compite [todo luchador] en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una
corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin
tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire, sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi
esclavo (1 Co 9:25-27a).

Creo que esto implica que Epafras, al orar por los colosenses, usaba del dominio propio y se disciplinaba en
su oración.

Quizás eso significa que, para encontrar tiempo en su vida ocupada, tuvo que levantarse más temprano. Así
que se negó a sí mismo media hora de sueño y golpeó su cuerpo, por así decirlo, para decir: «¡Cuerpo,
levántate! Esta cama se siente muy bien ahora». Le dijo a su cuerpo, como un atleta que se levanta a
entrenar a las cinco de la mañana: «¡Levántate, cuerpo!». Se dedicó a orar por sus seres queridos en
Colosas. Eso tomó el control de sus propios impulsos internos que podrían haber preferido quedarse en la
cama.

Tomar el escudo y la espada


Tal vez pueda señalar un ejemplo más. Esta vez viene de la forma en que el Evangelio de Juan usa
agonizomai, o «lucha» o «pelea». Jesús dijo a Pilato: «Mi reino no es de este mundo. Si Mi reino fuera de
este mundo, entonces Mis servidores pelearían» (Jn 18:36). Allí está esa palabra. Eso significa en este
contexto: «Estarían sacando sus espadas y clavando a tus soldados en la garganta para evitar que me
entreguen a ti».

Así que, agonizomai aquí no es «quitar una roca grande del camino». Es «matar a alguien para evitar que
haga ineficaz a tu Jesús» (al menos como ellos lo entendían). Eso significa literalmente luchar contra los
soldados romanos con espadas y palos. Así que creo que, cuando Pablo dice que Epafras está luchando,
peleando o combatiendo, realmente hay una guerra en marcha. Por lo tanto, ahora estoy recurriendo a la
imagen de la guerra, no solo a la imagen atlética. Tienes atletas que necesitan disciplina, ahora tienes una
guerra y necesitas derrotar a un enemigo.

Todos sabemos que Pablo dice: «Nuestra lucha no es contra sangre y carne» (Ef 6:12). Esa es una palabra
diferente para «lucha» en el griego, pero la idea es la misma. No luchamos contra carne y sangre, sino
contra principados y potestades. Así que cuando Pablo dice que Epafras está peleando, no solo luchando,
sino peleando en oración, probablemente incluye la realidad de que a Satanás no le gusta para nada lo que
Epafras está haciendo y está tratando de detenerlo. Él debe tomar la espada del Espíritu junto con el escudo
de la fe y apagar los dardos de fuego que destruyen la oración con ese escudo de la fe y con la espada de
una buena promesa de Dios.
La oración no siempre es fácil
Estas son algunas de las formas en que la oración es como una lucha. Es como una lucha de trabajo duro
con obstáculos que hay que eliminar. Es como una lucha con esfuerzos atléticos que hacen necesario el
dominio propio y la disciplina. Es como una lucha con espadas cuando hay que expulsar al diablo.
Cualquiera que haya tratado de orar de manera enfocada o sostenida en favor de algún avance espiritual
conoce algo de este tipo de lucha.

Por lo tanto, no pienses en la oración siempre como una conversación fácil. Escuchas a muchas personas
hablar de la oración como algo maravilloso: «tener una pequeña conversación con Jesús». Bueno, es dulce y
es fácil a veces, pero, a menudo, es como un mensaje de radio durante la guerra: las bombas están cayendo;
el fuego enemigo es pesado por todas partes. La oración se encuentra asediada y estamos llamados a entrar
en la frecuencia del cuartel general celestial y pedir fuego de cobertura: «Padre, necesito pronto a la fuerza
aérea porque estoy en problemas». Pero nunca olvides que incluso nuestro pedido de ayuda es un acto de
ayuda del Señor que está por nosotros.

Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por Equipo Coalición.

​ ohn Piper (@JohnPiper) es fundador y maestro de desiringGod.org y ministro del Colegio y


J
Seminario Belén. Durante 33 años, trabajó como pastor de la Iglesia Bautista Belén en Minneapolis,
Minnesota. Es autor de más de 50 libros.

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