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Pregunta.

Filosofía Española e Iberoamericana.

Patricia Polo Lafuente.

Profª. Dra Gemma del Olmo Campillo

Grosso modo, debemos reconocer que la filosofía española siempre se ha desarrollado de


una forma independiente al resto de la tradición europea. Pero no por ello, debemos de negar de
una forma rotunda la presencia o influencia de la corriente racionalista en los textos de la filosofía
española. Para fundamentar mi opinión al respecto, trataré de hacer un recorrido desde el
pensamiento renacentista-barroco hasta llegar a la filosofía contemporánea. En este recorrido me
serviré como punto de apoyo de El Quijote, ya que como trataré de argumentar a continuación, es la
obra que refleja el debate entre el racionalismo y el idealismo renacentista, y que condicionará la
forma de hacer filosofía en España.

En el renacimiento podemos destacar como máximos representantes a Luis Vives y Erasmo


de Rotterdam, sus planteamientos principales contrapondrán el modelo de sujeto racional. Luis
Vives en su fábula Sobre el hombre, inspirada en el neoplatonismo de Ficino y en el mito de
Prometeo, situará a los humanos en igualdad de condiciones con los dioses. De esta manera
extraemos de su pensamiento una concepción positiva del hombre. Vives valora ante todo la
naturaleza espiritual del hombre y lo compara de una manera equitativa en el banquete con los
dioses. También, podemos extraer de dicha fábula, señalando la analogía del teatro con la vida, que
al final la existencia humana es un teatro, un juego. Dicha concepción será la que condicionará
parte del pensamiento renacentista y del primer periodo del barroco, además esta visión del ser
humano se puede asemejar a la de Erasmo de Rotterdam. En su Elogio de la locura, Erasmo señala
que el ser humano vive en una ficción hecha para locos, al final es todo un “sin sentido” donde
prima el ingenio para burlarse de la ficción. Erasmo define el ingenio en la carta a su amigo Tomás
Moro como: “En cuanto a la sofistería de que haya en ello mordacidad, responderé que siempre ha
gozado el ingenio de la libertad de burlarse sin temor de las cosas humanas, en tanto que la licencia
no se desmande hacia el furor.” 1

De manera, que esta filosofía del ingenio que defiende Erasmo, distará de la corriente
racionalista europea, que defiende el predominio del sujeto racional y el uso de verdades que tienen
que ser “claras y distintas”2. Aunque no debemos de verla como una filosofía opuesta al

1Erasmo de Rotterdam. “De Erasmo de Rotterdam a su amigo Tomás Moro”. Elogio de la locura
o encomino de la estulticia. Barcelona. S.L.U Espasa libros. 2011.p.37.

2 Concepto utilizado por Descartes para referirse a aquellas verdades que son únicas. El empleo
y la búsqueda de un método tiene el objetivo de reconocer solo una verdad, ya que no reconocer
que pueda haber conocimiento si admitimos una pluralidad de interpretaciones. Esta visión se
contrapone con el barroco español, que reconoce la pluralidad de interpretaciones y reconoce la
locura y el sueño como vías para encontrar verdades e interpretaciones que no están implícitas
en la vida.
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racionalismo, ya que la corriente de “filosofía del ingenio” española, no niega el uso de una única
verdad, sino que reconoce la pluralidad de interpretaciones y de verdades, situando la locura y el
sueño como elemento de conocimiento. A diferencia del racionalismo que los percibe como lugares
de duda.

Mediante El Quijote, Miguel de Cervantes logra exponer esta dicotomía entre el idealismo y
el racionalismo que predomina en todo el renacimiento y el barroco español, manteniendo a su vez
la corriente humanista erasmista. Véase en la siguiente cita:

“ De acuerdo con esta tendencia erasmista, Cervantes nos presenta en el Quijote el efecto de una
concepción neoplatónica señalada específicamente por el idealismo. Toda la novela se estructura
alrededor de estos dos ejes: el idealismo representado por don Quijote y el realismo
representado por Sancho Panza. Este neoplatonismo se manifiesta en el Quijote particularmente
por medio del continuo contraste entre apariencia y realidad y por la representación del mito de
la caverna platónica en el descenso que realiza el héroe a la cueva de Montesinos.” 3

Atendiendo a la interpretación de Fajardo, El Quijote se muestra como el debate entre el


idealismo y el racionalismo, que se reflejan en las figuras de Don Quijote y Sancho Panza. De
manera, que la forma de concebir la verdad queda contrapuesta con estos personajes. Por un lado,
Don Quijote defiende la pluralidad de verdades y hace un elogio a la ilusión. La vida sin engaños no
merecería la pena, Don Quijote aunque en todas sus aventuras acaba descubriendo la verdad, nunca
deja de creer en la ilusión. En cambio, Sancho es la voz de la razón el que se encarga de poner
cordura a todas las empresas en las que se encomienda Don Quijote. Lo curioso de la obra es que al
final Don Quijote y Sancho acaban asumiendo elementos de la personalidad del otro. Lo que
implica que la asimilación de dicho elemento podría interpretarse como un análisis de Cervantes de
intentar contraponer la locura y la racionalidad. Al final, con el personaje de Don Quijote acepta que
la vida es parte de un engaño, de forma que lo más coherente es que seamos partícipes de éste.
Aunque nunca sin llegar a abandonar el punto de vista de la razón. La corriente literaria- filosófica
española siempre tratará de reflejar esta dialéctica entre la pluralidad de interpretaciones y la
racionalidad, condicionada por el juego de la apariencia y la realidad. De modo que los diferentes
movimientos filosóficos después del barroco defenderán el rechazo al idealismo y a la corriente
barroca o la defensa a éste. Pero aunque lo intenten, no podrán escapar del gran dilema del
racionalismo o el idealismo.

3 Fajardo, D. “Erasmo y Don Quijote de la Mancha”. Thesaurus. Tomo XL. Nº3. (1985).p. 609.
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En Meditaciones del Quijote, Ortega y Gasset tratará de realizar un análisis filosófico de la
obra cervantina, ya que al igual que Unamuno y Zambrano considera que hay filosofía dentro de la
obra de Cervantes. Pero no solo se limitará a dicha tarea, sino que también hará un recorrido por
todos los autores que han marcado el panorama de la filosofía española. Ortega y Gasset se centra
en la figura de Alonso Quijano, porque en él se refleja el destino de España. Ortega y Gasset
defenderá el perspectivismo de manera que sostiene que las circunstancias comunican el ser
humano con el universo. Son las que forman parte de nuestra vida, pero no solo. Esas circunstancias
son interpretadas por una cultura y no tenemos manera de contactar directamente con las cosas.
Dicha afirmación encaja con su frase El el hombre es su circunstancia.

De esta forma su circustancialismo apunta a verdades diferentes que cuestionan la


racionalidad europea. Así pues, a lo largo de toda la filosofía española en la manera de aceptar el
racionalismo siempre ha habido formas alternativas de llegar al conocimiento. Desde mi opinión,
no podríamos negar la presencia del racionalismo, ya que gracias a éste surge la verdadera riqueza
de la filosofía española, que consiste en el juego de interpretaciones y de pluralidades que
convergen juntas. En ese sentido, la filosofía española sigue conservando en algunos autores su
pluralismo en la diversidad de opiniones, que se distancia del racionalismo. Incluso en el debate
entre Ortega y Unamuno, podemos ver reflejada la defensa de la filosofía española y la necesidad
de “europeizarse”, que también expone de manera crítica Cervantes en su obra.

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