La Odontología es una profesión de riesgo debido a varios factores que la hacen
especialmente vulnerable a los accidentes y a las enfermedades profesionales. A
continuación, se describen los principales riesgos asociados a esta actividad.
En primer lugar, la Odontología implica el contacto directo con los fluidos
corporales de los pacientes, como la saliva, la sangre y la mucosa oral, lo que aumenta el riesgo de infecciones. Los profesionales pueden estar expuestos a virus como el VIH, el hepatitis B y C, la tuberculosis o la influenza, entre otros. Por esta razón, es fundamental que los odontólogos y el personal de apoyo tomen medidas rigurosas de higiene y esterilización en los equipos y materiales utilizados en los procedimientos clínicos.
En segundo lugar, la Odontología requiere una postura corporal incómoda y
repetitiva, lo que puede ocasionar lesiones musculares y esqueléticas a largo plazo. Los odontólogos suelen pasar largas horas inclinados sobre el paciente, realizando movimientos repetitivos y precisos con las manos y los dedos. Estas exigencias físicas pueden derivar en dolor de cuello, espalda y manos, así como en trastornos circulatorios y respiratorios.
En tercer lugar, la Odontología implica el uso de productos químicos y
herramientas que pueden ocasionar accidentes o lesiones. Por ejemplo, los odontólogos manipulan materiales de obturación, adhesivos, blanqueadores y otros productos que pueden ser corrosivos o tóxicos. Asimismo, las herramientas de trabajo, como las fresas, las limas y los instrumentos de corte, pueden causar cortes, pinchazos o abrasiones en las manos y los dedos.
En conclusión, la Odontología es una profesión que requiere un alto grado de
atención y precaución por parte de los profesionales que la ejercen. La exposición a infecciones, la postura corporal repetitiva y la manipulación de productos químicos y herramientas peligrosas son algunos de los riesgos asociados a esta actividad. Por ello, es fundamental que los odontólogos y el personal de apoyo tomen medidas preventivas y de protección para minimizar estos riesgos y garantizar la salud y seguridad de sus pacientes y de ellos mismos.
Según lo que menciona el doctor Jorge Triana Estrada “Los incidentes no
resueltos a tiempo, y no tratados técnicamente son la principal causa de reclamo, aún cuando la calidad de la atención odontológica pueda no tener reproches” en lo personal consideró que la profesión del odontólogo esta demasiado infravalorada estamos en una sociedad que solo nos considera “sacamuelas” y eso crea que no se valore la salud del mismo paciente, ya que no considera sus órganos dentarios lo suficientemente importantes como para tratarlos correctamente.Nuestra labor como odontólogos es guiar a la misma sociedad para ellos mismos comiencen a crear una educación de salud odontológica en la cual valoren tanto la correcta función de sus dientes como la capacidad profesional del mismo cirujano dentista y que no juzguen nuestro conocimiento si no que sea cuestionado de manera informada y respetuosa.