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EL PROTAGONISMO DE LA MUJER EN LA IGLESIA CRISTIANA HOY A LA

LUZ DE LAS PRIMERAS COMUNIDADES ECLESIALES: EXPERIENCIAS EN


ALGUNAS COMUNIDADES DE BOGOTÁ

JORGE ELIO CHAPARRO ESCALANTE

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE TEOLOGÍA
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
BOGOTÁ
2014
EL PROTAGONISMO DE LA MUJER EN LA IGLESIA CRISTIANA HOY A LA
LUZ DE LAS PRIMERAS COMUNIDADES ECLESIALES: EXPERIENCIAS EN
ALGUNAS COMUNIDADES DE BOGOTÁ

JORGE ELIO CHAPARRO ESCALANTE

DIRECTORA: OLGA CONSUELO VÉLEZ CARO

TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR AL TÍTULO DE


LICENCIADO EN TEOLOGÍA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE TEOLOGÍA
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
BOGOTÁ
2014

2
Le doy gracias al Padre Creador que envió a su Hijo Jesús, para salvarme y a su Espíritu
Santo que obra en mi vida y me hace comprender la manifestación de su amor en la
historia de mi vida. Le doy gracias a Dios por mi familia que me enseñó a conocerlo.
Gracias a Dios por todas personas que colocas en mi camino porque he comprendido que
Dios actúa en ellos. Gracias a Dios por todas las profesoras y profesores que
contribuyeron con mi formación para enseñarme la sabiduría que viene de él. Gracias a
Dios por mis amigos en quienes logro descubrir el rostro de Dios. Gracias a Dios por
todas las mujeres que me permitieron descubrir en la teología, la revelación de Dios.
Gracias a Dios por ser la opción fundamental de mi vida.

3
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN............................................................................................................. 6

1. CARACTERÍSTICAS DE LAS MUJERES DE LAS PRIMERAS


COMUNIDADES CRISTIANAS.............................................................................. 13
1.1.La mujer en Palestina en tiempos de Jesús ................................................................. 13
1.2.Las mujeres en el movimiento de Jesús ..................................................................... 14
1.3.Mujeres históricas en el movimiento de Jesús ........................................................... 18
1.3.1. Mujer discípula ..................................................................................................... 22
1.3.2. Mujer evangelizadora: María Magdalena ............................................................. 23
1.3.3. Mujer profeta: La Sirofenicia ............................................................................... 24
1.3.4. Mujer servidora: María de Nazaret ...................................................................... 24
1.4.Movimiento Cristiano Misionero ............................................................................... 25
1.5.La Mujer en el Movimiento Cristiano Misionero ...................................................... 26
1.5.1. Mujer discípula: Lidia .......................................................................................... 27
1.5.2. Mujer evangelizadora: Priscila ............................................................................. 27
1.5.3. Mujer profeta: Febe .............................................................................................. 28
1.5.4. Mujer servidora: Junia .......................................................................................... 29
1.6.Conclusión .................................................................................................................. 30

2. LAS MUJERES EN ALGUNAS COMUNIDADES DE LA IGLESIA LOCAL DE


BOGOTÁ................................................................................................................... 32
2.1.Caracterización de las comunidades eclesiales entrevistadas en la Iglesia local de
Bogotá........................................................................................................................ 33
2.2.Técnica de recolección de datos ................................................................................ 35
2.3.Recolección de los contenidos del protagonismo de la mujer en algunas
comunidades de la Iglesia local de Bogotá............................................................... 37
2.4.Relatos relacionados con la experiencia de algunas mujeres que dirigen
comunidades eclesiales en Bogotá............................................................................. 41
2.5.Conclusiones ............................................................................................................. 46

3. RELACIÓN ENTRE LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS MUJERES EN


ALGUNAS COMUNIDADES ECLESIALES DE HOY CON LA PRAXIS DE
LAS MUJERES DE LAS COMUNIDADES PRIMITIVAS.................................... 51
3.1.Mujeres discípulas ...................................................................................................... 52
3.2.Mujeres evangelizadoras ............................................................................................ 55

4
3.3.Mujeres Profetas ....................................................................................................... 58
3.4.Mujeres Servidoras ................................................................................................... 60
3.5.Conclusión ................................................................................................................ 62

CONCLUSIONES FINALES .......................................................................................... 66

BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................. 74

ANEXO: PREGUNTAS PARA LA ENTREVISTA ....................................................... 77

5
INTRODUCCIÓN

Al analizar la realidad histórica de la participación de la mujer dentro de la Iglesia, se


observa que las mujeres no tienen un papel relevante dentro de la institución, su
participación es silenciosa y en una gran medida ha llegado incluso a ser ocultado y no
develado. Sin embargo, ha sido el tiempo, la historia, los hechos, las acciones que se han
encargado de mostrar el papel activo y protagónico que tiene la mujer en las comunidades,
animándolas, sirviéndoles y liderándolas como ejemplo de fe, testimonio y coherencia al
seguimiento a Jesús. La mujer sigue trabajando incasablemente sin ser reconocida por la
institución y la sociedad, que la margina y excluye, quedando en condición de desigualdad
con los varones quienes siguen manteniendo una estructura patriarcal y androcéntrica,
constituyéndose en la autoridad de todo sistema cultural.

Cabe resaltar cómo ha evolucionado la participación de la mujer en el mundo actual dentro


de las instituciones civiles, ejerciendo cargos directivos y administrativos con gran
sabiduría y responsabilidad, demostrando con resultados que pueden dirigir los destinos de
una empresa incluso de un país. No obstante, la Iglesia sigue anclada a su estructura
conservadora y androcéntrica, sin reconocer el papel protagónico y las contribuciones que
la mujer ha hecho desde sus orígenes en la Iglesia de Cristo.

Un ejemplo de la prevalencia de la cultura androcéntrica en nuestra sociedad lo constituye


la brecha salarial que existe entre mujeres y varones según estudios del Departamento
Administrativo Nacional de Estadística (DANE). El estudio indica que en Colombia, las
mujeres ganaban entre los años 2007 y 2011, no más del 84 por ciento del ingreso de los
hombres1, constituyéndose en una clara desigualdad de género. En lo que respecta a la
Iglesia, ella es consciente de lo que la mujer padece en términos de exclusión y

1
DANE, Observatorio de Asuntos de Género. Economía y mercado laboral, Brecha salarial de género.
http://www.equidadmujer.gov.co/oag/indicadores/Economia_y_mercado_laboral/brecha_salarial_de_genero.p
df (Consultado el 29 de marzo de 2014).

6
marginación, sin embargo, mucho de lo que dice se queda como con algunas las leyes
Colombianas, en letra muerta2.

Motivados por esta realidad, surge la pregunta que intentaremos resolver a lo largo de esta
investigación: ¿De qué manera la presencia y praxis de la mujer en el cristianismo
primitivo, impulsa y fortalece la presencia y praxis de la mujer en algunas comunidades
cristianas para un mayor protagonismo eclesial hoy?

La investigación la vamos a realizar partiendo de los aportes de algunas representantes de la


teología feminista como Elisabeth Schüssler Fiorenza, Carmen Bernabé Ubieta y Elisa
Estévez López, quienes desde la interpretación de los textos de la Sagrada Escritura y
especialmente el Nuevo Testamento, realizan una exégesis feminista que pone de relieve la
presencia y participación de las mujeres en la misión de Jesús. Iluminados por este método
teológico feminista buscaremos en algunos textos de los Evangelios (Mc 15,40-41; Mt 27,
55-56; Lc 8, 1-3 y Jn 19, 25), el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 16, 12-40) y las
Cartas Paulinas (Rm 16, 3-7), que relatan la experiencia de mujeres que pertenecieron a las
primeras comunidades cristianas misioneras, para evidenciar cómo ella asumió su
experiencia con el Jesús histórico y con el Resucitado, de manera que se puedan relacionar
con la experiencia de la mujer en la vida eclesial de hoy.

2
El Documento Conclusivo de Aparecida hace una alusión a la situación de la mujer en la sociedad y en la
Iglesia y expone la necesidad de superar la mentalidad machista y de asumir la igualdad de género:
“Lamentamos que innumerables mujeres de toda condición no sean valoradas en su dignidad, queden con
frecuencia solas y abandonadas, no se les reconozca suficientemente su abnegado sacrificio e incluso heroica
generosidad en el cuidado y educación de los hijos, ni en la transmisión de la fe en la familia. Tampoco se
valora ni promueve adecuadamente su indispensable y peculiar participación en la construcción de una vida
social más humana y en la edificación de la Iglesia. A la vez, su urgente dignificación y participación
pretende ser distorsionada por corrientes ideológicas, marcadas por la impronta cultural de las sociedades del
consumo y el espectáculo, que son capaces de someter a las mujeres a nuevas esclavitudes. Es necesario en
América Latina y El Caribe superar una mentalidad machista que ignora la novedad del cristianismo, donde se
reconoce y proclama la ‘igual dignidad y responsabilidad de la mujer respecto al hombre’ (Discurso Inaugural
de S.S. Benedicto XVI en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano)”. (V Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe: Documento Conclusivo, Aparecida, 453).

7
El contexto que abordaremos para revolver esta investigación serán los ambientes de tres
comunidades eclesiales lideradas por mujeres con más de treinta años de participación
activa en la Iglesia local de Bogotá.

Con el ánimo de proteger la identidad e intimidad de las personas que nos aportaron su
experiencia, hemos cambiado sus nombres y lugares de referencia. En primer lugar está la
Comunidad Emaús que lleva más de cuarenta años de fundada al servicio de la
evangelización, dirigida por Marta Lucia Gómez López , se congrega en una parroquia del
occidente de Bogotá; la Fundación María Auxiliadora, dirigida por la señora Adriana
Castro Restrepo quien conformó un grupo de oración y de misión con niños, adolescentes y
jóvenes, para apoyar en la evangelización y la catequesis en las parroquias con el arte y la
música, fundada hace más de treinta y cinco años, se congregan en una parroquia del centro
de Bogotá; y la Asociación María Inmaculada dirigida por la señora Patricia Ramírez,
colabora con una parroquia del sur de Bogotá por más de treinta y siete años en las
actividades de evangelización.

Esta investigación ayudará a comprender históricamente la participación de la mujer en los


orígenes del cristianismo primitivo y el papel que ha tenido como formadora de
comunidades dentro de la Iglesia. También permitirá conocer la situación de la mujer en el
movimiento de Jesús y en la actualidad dentro de la Iglesia católica, ya que la historia
puede ayudar a revindicar el presente.

Permitirá destacar el papel que vienen teniendo las mujeres en las diferentes comunidades
cristianas en la Iglesia local de Bogotá como discípulas, evangelizadoras, profetas y
servidoras, en medio de las experiencias comunitarias que con dificultades y problemas,
pero también con aciertos, les sirvió para mantenerse vigentes y animar a otras mujeres a
seguir en este caminar de seguimiento de Cristo.

Podremos descubrir, qué modelo de Iglesia se está promoviendo y qué clase de liderazgo y
autoridad se está ejerciendo en estas asociaciones.

8
En cuanto a los aportes de las experiencias de las tres comunidades eclesiales abordadas en
esta investigación, nos posibilita distinguir el papel activo que ha tenido la mujer como
sujeto eclesial, bautizada, misionera discípula, que desde su condición como laica, se
compromete con el anuncio del Evangelio y con contribuciones diversas para hacer realidad
el Reino de Dios. De igual forma nos ayudan a teologizar su experiencia sobre la revelación
de Dios en la historia y en sus comunidades.

Para desarrollar esta investigación empleamos el método hermenéutico presentado por


Alberto Parra Mora, S.J., conocido como el círculo hermenéutico de texto, contexto y
pretexto3. Es una forma de hacer teología en América Latina desde los espacios de
injusticia y opresión con una óptica de liberación en Cristo. El método fundamentalmente
se basa en el elemento interno ontológico de la compresión del ser–ahí en su historicidad
del ser en situación y concreción.

El primer elemento, el texto de tradición, tiene el primado en el catálogo de los “loci


theologí, lugares teológicos”, cuyas fuentes de conocimiento teológico católico son la
Sagrada Escritura, la tradición y el magisterio entre otros, el texto hace comprender el acto
de desvelamiento de Dios en la historia de Israel que se da conocer revelándose plenamente
en la historia de su Hijo Jesús, es decir, muestra el rostro humano de Dios como norma
suprema a seguir. El contexto, corresponde a las situaciones sociales, políticas, económicas
y culturales que están presentes en el sujeto ahí que lo manifiesta, que lo padece, que
analiza críticamente la propia situación y la del mundo buscando las causas de la presencia
del antirreino para transformarlas en nuevas posibilidades que den cuenta de una mejor y
más justa realidad, en nuestro caso particular, el contexto lo situamos en la realidad de las
tres comunidades eclesiales lideradas por mujeres que abordamos en esta investigación.
Finalmente, el pretexto muestra cómo se está dando el propósito redentor del plan de Dios
en la realidad-ahí de la persona pobre, oprimida, marginada y en sus intereses4, en donde la
praxis teológica de liberación en Cristo se vuelve una realidad ética. Concretamente

3
Parra, Textos, Contextos y Pretextos, 27-45.
4
Ibíd., 314.

9
encontramos en la praxis de la mujer nuestro pretexto para revindicar su participación y
reconocimiento en la Iglesia de Cristo hoy. Con esto, los elementos hermenéuticos del
texto, contexto y pretexto se transforman en un círculo que interactúan con el movimiento
de la tradición y el movimiento del intérprete dándole sentido al contexto explicitado por
las mujeres que pertenecen a las comunidades eclesiales de Bogotá y con el pretexto de
liberación que es la experiencia teológica de la realidad actual.

Además como la investigación trata sobre el tema de la participación de la mujer en la


Iglesia, tendremos en cuenta la hermenéutica feminista5 que plantea a los textos y a la
historia las preguntas por la condición de la mujer, por su papel, por sus movimientos de
liberación y sufrimientos. “El método consiste en deconstruir el núcleo patriarcal de las
tradiciones bíblicas y elaborar un discurso político alternativo de ekklesia en el seno de las
religiones bíblicas. La interpretación bíblica debe reconceptualizarse en términos
retóricos”6. Este método tiene cuatro pasos que se conoce como la danza de la
concientización de las contradicciones sociopolíticas, económicas, culturales y religiosas:

- La sospecha ideológica: mira los textos con cuidado para detectar valores liberadores u
opresores puesto que estos textos están encaminados por la mano androcéntrica –
patriarcal.

- Reconstrucción de la historia: a pesar de esa visión androcéntrica de la historia


concebida por varones, se dirige y busca la vida de las mujeres y sus luchas en la Iglesia
primitiva y juzga los textos como palabra de Dios.

- Evaluación teoética: busca recuperar el pasado de las mujeres, su memoria, haciendo


una evaluación crítica del texto y la situación de contexto de lectura, buscando recobrar
el lugar de las mujeres en la tradición bíblica.

5
Vélez, El Método Teológico, 240-247.
6
Ibíd., 240.

10
- Imaginación creativa: crea imágenes en los textos bíblicos donde no está presente la
mujer como la transfiguración, la última cena, entre otros, articulando las
interpretaciones liberadoras y no fundamentándose en el dualismo patriarcal y
androcéntrico.

Estos pasos de la danza de concientización no son lineales si no que se dan libremente sin
tener en cuenta una secuencia. Por eso es fundamental comprender el sentido que tienen
estos pasos en la hermenéutica feminista ya que su fin es tener una praxis de la solidaridad
y reclamar los derechos que tienen la mujeres que han sido violentados. Por tanto, la
importancia de la hermenéutica feminista plantea un cuestionamiento muy radical, porque
desvela condicionamientos culturales y antropológicos tan profundos que resultaban
invisibles y desde esta perspectiva debemos mirar las siguientes categorías del pasado,
presente y futuro de la mujer desde una mirada teológica liberadora de esta realidad.

En lo que se respecta a la relación del método hermenéutico y la hermenéutica feminista,


ésta se emplea para realizar el análisis crítico de interpretación feminista de liberación en
los textos bíblicos que hacen referencia a la experiencia de la mujer en el Nuevo
Testamento. De esto surgen por analogía entre las mujeres de las primeras comunidades
cristianas y las líderes de las comunidades eclesiales de hoy las cuatro categorías:
discípulas, evangelizadoras, profetas y servidoras, que permiten recuperar en la Biblia, la
historia de las mujeres en el cristianismo primitivo y su participación fundamental dentro
de la comunidad como discípulas de Jesús.

Finalmente, esta investigación será desarrollada en tres capítulos a saber: en el primer


capítulo determinaremos las características de las mujeres de las primeras comunidades
cristianas, teniendo en cuenta la historia de la mujer en el contexto judío y la participación
de la mujer en el movimiento de Jesús, el movimiento cristiano misionero y las categorías
como discípulas, evangelizadoras, profetas y servidoras dentro de las diferentes
comunidades.

11
En el segundo capítulo identificaremos las características de las tres mujeres en las
comunidades eclesiales de la Iglesia local de Bogotá, señalando las actividades y una
pequeña descripción de estas, y presentaremos los testimonios y las entrevistas realizadas a
las tres líderes.

En el capítulo final relacionaremos la praxis de las mujeres de las comunidades primitivas


con las características de las mujeres en las comunidades eclesiales de hoy, que posibilite
una reivindicación de su participación en la vida de la Iglesia. Finalmente, presentaremos
las respectivas conclusiones del trabajo de investigación.

12
1. CARACTERÍSTICAS DE LAS MUJERES DE LAS PRIMERAS
COMUNIDADES CRISTIANAS

1.1.La mujer en Palestina en tiempos de Jesús7

En la época de Jesús, Palestina formaba parte del imperio romano y esa gran jurisdicción
era manejada por el rey Herodes, que tenía una estructura bien constituida en el campo
político, social, económico y religioso. Pero dentro de toda esa mega estructura romana,
estaba la sociedad judía que conservaba su organización política, social, económica y
religiosa. Y que tenía una estratificación muy marcada y categorizada de la siguiente
manera: la clase alta la constituyen los gobernantes, los comerciantes y los sacerdotes; la
clase baja la constituyen los campesinos, los artesanos, los impuros y los degradados.

Asimismo en el judaísmo tenían una ley que lo precedía: La Torah, la ley religiosa que
marca la historia de la existencia de esta nación. Además las instituciones religiosas dejan
ver las costumbres de la sociedad judía y la realidad de la vida cotidiana de los judíos en
especial la situación de la mujer en esa época.

Estas leyes judías fueron creadas por los hombres que gobernaron este Estado. Estos
individuos hacen que las normas los favorezcan dentro de su estructura organizacional,
pues le daban más importancia al varón: “Todo varón primogénito pertenecía al Señor” (Ex
13, 2). La importancia de ser varón nos deja ver la profunda inclinación androcéntrica de
esta cultura, encontramos que si una mujer da a luz a una niña, tenía que durar más tiempo
su purificación: “Al cabo de 40 días, si había dado luz un varón y de 80 días si había sido
una niña, la madre tenía que purificarse” (Lev 12, 2-7).

7
Saulnier, Palestina en tiempos de Jesús, 43-48.

13
Asimismo se veía el beneficio de esas legislaciones para con los varones demostrando así
su grado de superioridad, pues eran los hombres los que mandaban como lo demuestran en
sus códigos; el padre era quien tenía la jurisdicción del hogar y era él quien negociaba con
sus esposas e hijos, luego, la potestad la tenían los esposos que tenían el control del hogar,
y la mujer no contaba para nada, siempre fue tratada con inferioridad en esa sociedad.

Igualmente, esas normas dejaban a la mujer en una condición muy lamentable, pues no solo
era comprada, sino que se establecían contratos que explicitaban sus obligaciones: ser
esposa, tener relaciones sexuales con su marido, trabajar duramente en la crianza de sus
hijos. Además, no contaban con una buena educación por ser mujeres y estas se orientaba
hacia la enseñanza de los oficios domésticos: cocinar, lavar, hilar, cuidar los niños; la meta
de todas las mujeres era ser madres.

También las mujeres debían aceptar que sus maridos compartieran sus afectos con otras
mujeres, esposas, concubinas esclavas porque era permitida la poligamia en esta sociedad,
así, el número de mujeres que podía tener el varón, dependía de su capacidad económica.
Por lo tanto, se puede percibir en esa cultura una sociedad patriarcal, androcéntrica y
machista donde el poder está centrado en los varones; la mujer está excluida dentro su
organización política, económica y religiosa, esto se evidencia en la marginación que había
respecto a su presencia en el templo, lugar preferencial de inclusión en la cultura judía. Esta
fue la realidad que vivió Jesús en su época.

1.2.Las mujeres en el movimiento de Jesús

“Hablar del movimiento de Jesús es hablar de un movimiento judío que forma parte de la
historia judía del siglo I”8, es comprender que su origen está en el grupo formado por Jesús
y sus discípulos en Palestina antes de su muerte y continúa hasta la destrucción de Jerusalén
en el año 70. La particularidad de este grupo es el mensaje del Reino de Dios que proclama

8
Schüssler, En Menoría de Ella, 145.

14
Jesús, que incluye la participación de las mujeres en este movimiento como lo indica el
autor Rafael Aguirre:

Desde el punto de vista sociológico, el movimiento de Jesús es un movimiento de


renovación intrajudío, contracultural, que cuestiona las dos instituciones sociales y
religiosas centrales, la ley y el templo. [Este] movimiento a diferencia de otros fenómenos
similares contemporáneos no es de carácter exclusivo, sino inclusivo. Es decir, no se
restringen a una élite de puros, que se marginaban de los demás, sino que convoca a todos,
de manera especial a los excluidos por el sistema vigente de la ley y del templo: (…) Los
“pecadores”, los publicanos, los niños, “los leprosos”, los pobres, las mujeres, [los
necesitados, los enfermos y los marginados].9

Cabe decir que Jesús y sus primeros discípulos denuncian y rompen con toda esa
normatividad institucional y religiosa que transmitían las leyes judías de diferenciación
clasista, racista, y sexista que se pregonaban en la sociedad judía, apartándose de esas
conductas que discriminaban y relegaban a las personas.

Se vislumbra que el movimiento de Jesús es un movimiento profético porque cuestionaba y


denunciaba la tradición judía y su identidad, porque desenmascaraba toda la realidad social
de explotación, de desigualdad, de discriminación y de marginalidad que existía con las
personas más desfavorecidas. Asimismo, el anuncio del Reino de Dios que Jesús instituye,
trae una nueva transformación social de esta realidad posibilitando a quienes se disponen
sean convertidos en personas misericordiosas, que se identifiquen con Dios y lleguen a ser
felices, pues para esto hemos sido creados por Dios.

Como aporte adicional Carmen Bernabé expone lo que considera es el papel de la mujer
dentro del movimiento de Jesús:

Las mujeres viven esta acogida y reconocimiento en cuanto mujeres, puesto que el anuncio
del Reino de Dios que trae Jesús incluye la superación de las estructuras y las relaciones
patriarcales que la subordinaban despersonalizándola al tratarla como un objeto o como un
ser permanentemente menor de edad, valorada tan sólo como madre o esposa, y reducidas

9
Aguirre, “La mujer en el cristianismo primitivo”, 4-5. Disponible en http://www.mercaba.org/FICHAS/H-
M/724.htm (Consultado el 23 de agosto de 2013).

15
sus funciones a las del hogar. Jesús valora a la mujer, por encima de todo, como persona, y
jamás restringe su misión a la tarea del hogar y a la maternidad. En el movimiento de Jesús
se establece una nueva forma de relación y vinculación entre hombre y mujer, ya sea como
pareja, o como miembros de una comunidad.10

De acuerdo con este aporte encontramos valiosa la afirmación que hace Jesús referente a las
relaciones en pareja cuando le preguntan sobre el divorcio (Mc 10,2-12, Mt 19,3-9; Lc 16-
18) aquí lo que se demuestra es que Jesús estaba en contra de esas leyes injustas y no estaba
de acuerdo con la estructura patriarcal. Jesús los exhorta a que cambien esa manera de
pensar, es decir, su pensamiento androcéntrico. “En el mundo de Dios las mujeres y los
hombres no establecen ya unas relaciones de dominación y de pendencia patriarcal, sino de
personas que viven en la presencia del Dios vivo”11. Por tanto, lo que Jesús quiere es que
todos los seres humanos seamos uno solo en Dios, y que todas las personas participemos de
esa unidad de amor, fraternidad e igualdad, pues Dios nos ha creado como personas iguales.

El movimiento de Jesús con el anuncio del Reino de Dios está creando una nueva
conciencia de identidad personal y grupal: la fraternidad y la hermandad. Ya que todos los
miembros, varones y mujeres, se sienten incluidos, reconocidos y gozan de igualdad. Esto
es posible gracias a la manifestación que Jesús hace con sus enseñanzas: “Estos son mi
madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana
y mi madre” (Mc 3,34-35). También lo quiere revelar Jesús es que todos somos hijos de un
mismo Padre, por eso el vínculo de hermanos, de familia, de iguales y esto se logra
reconociendo qué Dios es el único Padre, pues Jesús lo declara diciendo: “no llamen a
nadie ‘Padre’ en la tierra, porque uno solo es nuestro Padre: el del cielo” (Mt. 23, 9).

Además el grupo Jesús, fue el primero en vivir la experiencia misericordiosa del Padre, ya
que Jesús con su praxis misericordiosa, logró mostrar el rostro humano de Dios, pues Jesús
se comportó como un Padre amoroso con todos y no hizo excepción de personas, a todos

10
Bernabé, “La mujer en la Iglesia”, 1. Disponible en http://www.mercaba.org/FICHAS/H-M/722-1.htm
(Consultado el 23 de agosto de 2013).
11
Schüssler, En memoria de ella, 193.

16
los trato por igual. Esto Demuestra que por encima de toda ideología androcéntrica y
modelo patriarcal, están primero los seres humanos, pues Dios acoge a todos.

Otras de las manifestaciones que realizó Jesús dentro del movimiento, fue el servicio, algo
distintivo de la personalidad de Jesús. Él lo realizó, lo transmitió y lo enseñó y está dentro
de los pilares del proyecto del Reino de Dios. Esta característica del servicio la debían tener
todos los miembros que pertenecían al movimiento de Jesús, puesto que él lo reiteró
muchas veces en los evangelios (Mc 10, 42-45, Mt 20, 26-27; Lc 22,24-27). Estos pasajes
señalan la importancia del servicio como tarea fundamental, pues Jesús sirvió a las personas
más pobres, desfavorecidas, desplazadas, marginadas que existían y entre ellas las mujeres
que eran víctimas de todos esos problemas y de todas esas situaciones sociales que vivían.

Se redescubre en estos textos que las mujeres tuvieron acogida dentro del movimiento de
Jesús, porque en ese momento ellas padecían una situación crítica de indiferencia, de
abandono, eran las más pobres, más despreciadas, más denigradas, más insultadas de la
tierra12, por eso ellas se sintieron aceptadas, respaldas y redimidas dentro el movimiento de
Jesús. De esta forma, estos textos no solamente develan esa realidad, sino que también nos
confirma que las mujeres han tenido más disposición al servicio y se adaptaron más rápido,
encontrando su lugar en este grupo.

Encontramos la necesidad de analizar los textos y reinterpretarlos para captar el verdadero


sentido de lo que quería mostrar y decir, ya que los libros fueron escritos por varones
mostrando solo su punto de vista, por eso hay que sospechar de los contenidos, porque
detrás de ellos hay otra realidad humana, histórica que se estaba viviendo y que ha sido
ocultada. Con esto vemos cómo una cultura puede llegar a aceptar socialmente una
conducta inhumana dejándola permanecer en su tradición.

Desde este contexto de realidad, presento algunas mujeres que estuvieron en el movimiento
de Jesús y que permanecieron leales con él en el proyecto del Reino de Dios. Puesto que

12
Ibíd., 178.

17
ellas realmente se sintieron acogidas, amadas, liberadas por Jesús, por eso fueron sus
seguidoras, sus discípulas, sus testigos y sus evangelizadoras.

1.3. Mujeres históricas en el movimiento de Jesús13

Hay textos de la tradición que explicitan la vinculación de las mujeres al movimiento de


Jesús, estos son algunos de ellos: Mc 15,40-41; Mt 27, 55-56; Lc 8, 1-3 y Jn 19, 25.

Evangelio según Evangelio según San Evangelio según Evangelio según


San Marcos 15,40-41 Mateo 27,55-56 San Lucas 8,1-3 San Juan 19,25
Había también unas Había allí muchas Y sucedió a Junto a la cruz de
mujeres mirando desde mujeres mirando desde continuación que iba Jesús estaban su
lejos, entre ellas, María lejos, aquellas que por ciudades y madre y la
Magdalena, María la habían seguido a Jesús pueblos, proclamando hermana de su
madre de Santiago el desde Galilea para y anunciando la Buena
madre, María,
menor y de Joset, y servirle. Nueva del Reino de
mujer de Clopás,
Salomé, que le seguían Entre ellas estaban Dios; le acompañaban
y le servían cuando María Magdalena, María los Doce, y algunas
y María
estaba en Galilea, y la madre de Santiago y mujeres que habían Magdalena.
otras muchas que de José, y la madre de sido curadas de
habían subido con él a los hijos de Zebedeo. espíritus malignos y
Jerusalén. enfermedades: María,
llamada Magdalena, de
la que habían salido
siete demonios,
Juana, mujer de Cusa,
un administrador de
Herodes, Susana y
otras muchas que les
servían con sus bienes.

Referente a los nombres de las mujeres en el movimiento de Jesús se observa que en


Marcos y Juan, se mencionan el nombre de cuatro mujeres pero solo coinciden con el
nombre de una sola mujer, el de María Magdalena. En Mateo y en Lucas nombran tres
mujeres pero solo concuerdan con nombre de María Magdalena y además Lucas relata que

13
Estévez, Qué se sabe de…Las mujeres en los orígenes del cristianismo, 75-80.

18
había más mujeres dentro del grupo. Entre Marcos y Mateo aciertan con el nombres de dos
mujeres María Magdalena y María la Madre de Santiago y de Josef, pero no coinciden con
el número de mujeres ya Marcos menciona cuatro y Mateo tres.

Examinando los diferentes pasajes anteriores, las mujeres le seguían y le servían


coincidiendo con la apreciación de los textos de Marcos y Mateo. Asimismo Lucas,
concuerda con Mateo y Marcos en cuanto al servicio de las mujeres, pero no al
seguimiento, ya que Lucas hace referencia a las mujeres y a los discípulos que
acompañaban en su caminar a Jesús, y que Él iba proclamando y anunciando la Buena
Nueva del Reino de Dios.

También se puede observar en los fragmentos de los textos de Marcos y Mateo que las
mujeres le seguían y servían desde Galilea hasta Jerusalén, aunque Mateo lo menciona pero
ambos hacen referencia que las mujeres estuvieron hasta la muerte de Jesús en la cruz. Esta
similitud está contenida en los pasajes del evangelio de Juan.

Recordando las narraciones en las que Jesús llama a sus discípulos varones, cabe
imaginarse que teniendo Jesús discípulas que le seguían, estas pudieron también haber sido
llamadas por Jesús a la orilla del mar (Mc 1,16-18) con sus propios nombres de la siguiente
forma: Jesús iba caminado por el mar de Galilea cuando vio a María Magdalena, Salome,
Juana y María que eran amigas, atendiendo las necesidades de su familia, y posterior a esto
Jesús les dijo “Venid conmigo” y las haré servidoras de personas. Al instante ellas dejaron
sus labores y le siguieron.

De igual manera se puede suponer que los pasajes narrados quieren hacer la diferencia de
las tareas que realizaban las mujeres y los varones en esa época. Ya que cada uno de ellos y
ellas tenían sus trabajos. En especial la labor que realizaban las mujeres era los oficios
domésticos como cocinar, lavar y servir a la mesa entre otras labores. Pues en ningún
momento los varones realizaron este oficio de servir. Parece que esta es una de las posibles

19
interpretaciones sin afirmar por completo que así lo sea. Como lo manifiesta la autora Elisa
Estévez:

Los evangelistas usan el término ‘servir’ para describir el papel de las mujeres como
discípulas en el séquito de Jesús. No obstante, el hecho de que se encargaran de preparar y
servir las comidas durante la misión en Galilea (el significado que parece más adecuado, de
acuerdo con el uso en Mc 1, 13.31), no las distancia del resto de los discípulos. Más bien,
las sitúa en el paralelo con los discípulos que han de aprender a comportarse como siervos,
distribuyendo el alimento entre la gente en la multiplicación de los panes (Mc 6, 41; 8, 6).
La importancia de esta afirmación se entiende todavía mejor si se tiene en cuenta que estas
comidas tienen un fuerte significado teológico ya que en ellas se prefigura la Última Cena,
en la que Jesús es el pan y el vino que se entrega y se reparte por la vida del mundo y, en
14
ellas, se anuncia el banquete de Reino.

Igualmente lo que se descubre en los evangelios es que todas ellas: María, la madre de
Jesús, María Magdalena, María, madre de Santiago y de José, y Salomé, se mantienen
presentes en el ministerio de Jesús desde su inicio hasta la pasión, muerte y resurrección,
siendo las mujeres más leales a Jesús. Los sinópticos no mencionan que todos los
discípulos estuvieran presentes en la crucifixión de Jesús, el único que lo relata es el
evangelio de Juan diciendo: “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su
madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. Jesús, viendo su madre y junto a ella
al discípulo a quien amaba, dice a su madre: ‘Mujer, ahí tienes a tu hijo’. Luego le dice al
discípulo: ‘Ahí tienes a tu madre’. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa”
(Juan 19, 25-27).

Del mismo modo el texto de Lucas, sí bien no hace alusión a los nombres de las mujeres en
la muerte de Jesús, sí se interpreta que estuvieron presentes todas ellas con el siguiente
pasaje: “Las mujeres que habían venido con él desde Galilea fueron detrás y vieron el
sepulcro y cómo era colocado su cuerpo. Luego regresaron y prepararon aromas y mirra. Y
el sábado descasaron según el precepto” (Lc 23, 55-56). En el capítulo 24 se afirma que las
mujeres fueron a visitar el sepulcro y hallaron la tumba vacía, que Jesús se les presentó y
les dijo que había resucitado (Cfr. Lc 24, 1-8).

14
Ibíd., 78.

20
Todas estas ambigüedades que presentan los evangelios hacen sospechar de los escritos, ya
que no hay ninguna información de la presencia de los discípulos en la crucifixión de Jesús.
Todos los discípulos han desertado y lo han abandonado como lo señala Marcos: “Y
abandonándole huyeron todos” (Mc 14, 50).

Además con todos estos testimonios que señalan los evangelios de las mujeres y con esta
lista de nombres propios que las identifican a cada una de ellas, están reconociendo que
realmente todas ellas sí pertenecieron al movimiento de Jesús, y realizaron un papel
importante dentro del movimiento de Jesús. Esto las constituye verdaderamente en sus
discípulas, aunque la tradición no las identifique como tal y las sitúen en condición de
“seguidoras” y “servidoras”, es decir, no serían miembros constantes del grupo de Jesús. Al
mismo tiempo el discípulo es el seguidor de un maestro y de una doctrina.

Entonces para reafirmar esta idea se tiene en cuenta que las mujeres sí fueron discípulas15:
“Los datos que nos ofrecen los Evangelios revelan que Jesús acogió a algunas mujeres entre
sus discípulos y seguidores”16. Esto ratifica que las mujeres tuvieron un papel importante en
el movimiento de Jesús y especialmente María Magdalena:

El hecho de que aquellas mujeres no sean excluidas y arrojadas al anonimato, sino que
hayan sido identificadas con su propio nombre, significa que desempeñaron un papel
importante en el movimiento primitivo de Palestina. Al parecer, estaban encabezadas o
guiadas por María Magdalena, ya que los cuatro evangelios registran su nombre, mientras
que varían los nombres de las demás. Las mujeres, según la tradición evangélica, fueron por
consiguiente los primeros testigos de los datos fundamentales del primitivo kerigma
cristiano. Fueron testigos del ministerio de Jesús, de su muerte, sepultura y resurrección
(Bautista, 1993: 67).17

15
“El término discípulo o discípula traduce la palabra griega que significa: quien aprende y designa a alguien
cuya fidelidad es a la visión, compromiso de un/a maestro/a o de un movimiento. En la Biblia se da este
nombre a quienes siguen a Moisés, a los profetas de Israel, a los fariseos y también quienes seguían a Jesús.
El discípulo implica la felicidad no sólo al mensaje, visión y el compromiso quien se sigue, sino también al
estilo de vida que caracteriza esa misión”. (Vivas, “La misión de las mujeres en la Biblia”, 686).
16
Ibíd.
17
Vivas, “Discípulas y misioneras en la comunión de la Iglesia Católica -Retos pastorales-”, 627.

21
Con esto tenemos algunos datos de los nombres y de la identidad de algunas mujeres dentro
del movimiento de Jesús, esto no significa que no existieran más mujeres, que ellas no
tuvieran una identidad y pertenecieran al grupo de Jesús, y que no hayan desempeñado un
papel importante adentro del ministerio de Jesús, sino que gracias a muchas investigaciones
y a la hermenéutica feminista, se ha recuperado el protagonismo de las mujeres en los
orígenes cristianos junto con los varones que dan testimonio de esa realidad.

1.3.1. Mujer discípula

Luego de hacer este recorrido sobre la tradición evangélica podemos afirmar que existen
textos que relacionan a las mujeres, unos más que otros, con el movimiento de Jesús
reconociéndolas como discípulas. Es el Evangelio de Lucas el que tiene más contenidos de
mujeres con más de veinte referencias y sin paralelos con los otros evangelios, dándoles
mayor importancia a las mujeres.

Lucas muestra una yuxtaposición entre los varones y las mujeres pues en sus capítulos no
dejan de nombrarlas al mismo tiempo. Un ejemplo claro de esta relación son los dos
cánticos escritos por Lucas que se realizan en la liturgia de las horas de la mañana y en la
tarde. El “Cántico de Zacarías” y el “Cántico de María” (Lc 1,39-55; 68-79) diferenciando
así cada uno de los géneros. Se puede pensar en Lucas como alguien que respeta la
diversidad de los hombres y de las mujeres, con ello podemos entender que todos los seres
humanos son iguales y libres.

En lo que respecta a las mujeres, Lucas deja ver los sentimientos, el amor, la entrega, el
compromiso, la fe, la fidelidad, que tenían por la causa del Reino de Dios; muestra cómo
contribuyeron con sus bienes y donaron sus vidas independientemente de sus fragilidades,
anunciaron el mensaje de Dios, lo testificaron, lo proclamaron, convirtiéndose en
verdaderas apóstoles de Cristo. Si observamos del evangelio de Juan, este nos muestra una
similitud que se esboza en el protagonismo que da a las discípulas y apóstoles que
acompañan a Jesús:

22
El Evangelio de Juan señala la bolsa común (12,6; 13, 29) de la comunidad de los/las
discípulos/as de Jesús, donde las mujeres contribuyeron con sus pertenencias; algunas de
ellas, posiblemente viudas, ofrecieron sus bienes y otras mujeres sus pocos ingresos. Esta
actitud de la mujer de entrega generosa y poco apego a los bienes económicos.18

Entre otras contribuciones, Juan muestra una cantidad de diálogos teológicos que Jesús
realiza con muchas mujeres poniéndolas en igualdad de condiciones. Las incluye a todas
ellas en su ministerio como discípulas: María su madre, la Samaritana, la mujer adúltera, y
María Magdalena entre otras.

1.3.2. Mujer evangelizadora: María Magdalena

“María Magdalena es originaria de Magdala, una ciudad conocida por su flota pesquera y
producción de sal, ella probablemente se dedicaba al oficio de la pesca. Es la primera mujer
en aparecer en los cuatro evangelios junto a los tres discípulos más nombrados (Pedro,
Santiago y Juan)”.19

Además todos los evangelios la muestran con un protagonismo desbordante dentro del
movimiento de Jesús, pasó del ser marginada por estar poseída de espíritus malignos (Cfr.
Lc 8,2), a ser transformada por el encuentro con Jesús en una líder y anunciadora del
mensaje de salvación dentro del movimiento Jesús.

Hay varios pasajes que hacen comprender mejor el significado que tiene María Magdalena
en la historia de salvación: Juan narra la crucifixión y muerte de Jesús (Jn 19, 16-30) y por
este evento se vislumbra a María Magdalena como una seguidora fiel que llega a
acompañar a su Maestro hasta el último momento, reflejo de su cercanía y compromiso,
valores que deben estar presentes en un evangelizador. De otro lado con la narración de la
resurrección de Jesús (Jn 20,1-11), la encontramos como la testigo fiel de Cristo resucitado,
constituyéndose en la primera anunciadora de la Resurrección.

18
Vivas, “La misión de las mujeres en la Biblia”, 694.
19
Estévez, Qué se sabe de…Las mujeres en los orígenes del cristianismo, 83.

23
1.3.3. Mujer profeta: La Sirofenicia

Los evangelios de Marcos (Mc 7,24-30) y Mateo (Mt15, 15-28) señalan la identidad de la
mujer Sirofenicia, y señala que esta mujer es extranjera. Esto resulta importante
comprenderlo ya que a los judíos les estaba prohibido relacionarse con los gentiles, porque
son los que no cumplen sus leyes es decir la Torah, no son del pueblo elegido de Dios.

A través de este relato podemos ver que la mujer sirofenicia es acogida por Jesús, cuando él
pone por encima de la ley, el bienestar del ser humano. Ella propicia con su respuesta: “Sí,
Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños” (Mc 7, 28) una
oportunidad para que la voz de los sin voz, es decir, los gentiles, los extranjeros, pudieran
ser escuchados clamando justicia. Jesús atiende este clamor y obra conforme su necesidad,
mostrando que el mensaje salvador trascienden las barreras culturales que el judaísmo
insistía en mantener. Es un hecho destacable la fe de esta mujer, pues “fue esa fe el motor
que le llevó a ponerse en movimiento, dirigirse a Jesús y pronunciarse”20. Este es en
últimas el carácter del profeta, aquel que en nombre de Jesús, denuncia la injusticia
confiando en que es Dios quien responde y respalda a quienes tienen hambre y sed de
justicia (Cfr. Mt 5, 6).

1.3.4. Mujer servidora: María de Nazaret

Los evangelios de Juan y Lucas destacan el papel relevante que realizó María de Nazaret, la
identifican muy claramente en el rol que desempeñó en la sociedad y como seguidora del
movimiento de Jesús. Estos evangelistas coinciden en presentarla como la madre de Jesús
quien fue discípula, testigo y servidora de la palabra.

Juan a través de la narración de la boda de Caná (Jn 2 1, 12) nos muestra la actitud de
María como la conocedora de las necesidades humanas y nos muestra a Jesús como el
camino a seguir para resolverlas. María indica que “hacer lo que él les diga” (v.5) es la

20
Bernabé, Con ellas tras Jesús, 65.

24
manera de resolver el drama humano, pues hacer lo que Jesús nos indica, corresponde a
hacer la voluntad del Padre que habita en él, por tanto, hacer la voluntad de Dios es lo que
posibilita que el ser humano encuentre su verdadero sentido de vida.

Por medio del evangelio de Lucas, María nos muestra cuál es la actitud del que atiende la
voluntad de Jesús: salir a servir como ella salió a servir a su prima Isabel (Cfr. Lc 1, 29-45).
Esto nos indica el doble movimiento que María hace como servidora: por un lado nos
muestra a Jesús como medio de salvación y nos indica por el otro, que el salir de sí mismo
es la manera como se concretiza el ejercicio de acoger la voluntad de Dios. Esto es lo que
María hace como servidora: atender a lo que Jesús dice y sale de sí misma para servir a los
demás.

1.4.Movimiento Cristiano Misionero

“Los orígenes del movimiento misionero cristiano están envueltos en la oscuridad


histórica”21. Libros como Hechos de los Apóstoles y algunas cartas de San Pablo dan
cuenta de ello, pues no tienen información exacta y completa de sus orígenes. Sin embargo,
la experiencia del Resucitado y el acontecimiento de Pentecostés, propició un movimiento
cristiano misionero surgido del movimiento de Jesús, de carácter carismático, no
institucionalizado y que rompe con las antiguas formas de vida, dando inicio a una nueva
humanidad que se hacía explícito mediante el bautismo como rito de inserción a la nueva
comunidad cristiana22.

Es por medio del bautismo de Cristo como nos hacemos nuevas criaturas en él, empezando
una nueva vida por medio del Espíritu Santo, hasta que todos seamos uno en Dios, pues ya
no existe judío, ni griego, ni esclavo, (…) ya que todos somos uno en Cristo (Cfr. Ga 3,27-
28) es decir empieza una nueva humanidad donde todos los hombres son hermanos.

21
Schüssler, En memoria de ella, 205.
22
Aguirre, “La mujer en el cristianismo primitivo”, 10. Disponible en http://www.mercaba.org/FICHAS/H-
M/724.htm (Consultado el 23 de agosto de 2013).

25
El movimiento cristiano misionero también se fundamenta en la experiencia del Espíritu de
Cristo Resucitado, su vida y ministerio. En donde Dios no abandonó a Jesús al poder de la
muerte sino que le resucitó “en poder” para convertirse en “Espíritu que da vida” (1 Co
15,45) Cristo es predicado a judíos y griegos como “fuerza de Dios” y “sabiduría de Dios”
(1 Co 1,24). Por consiguiente, él es el Señor de la gloria, el Señor es el Espíritu (Dios) y el
liberador (donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad; cf.2 Co 3,17)23, con ello, el
poder de Dios actúa en la historia de la humanidad.

1.5. La Mujer en el Movimiento Cristiano Misionero

La reconstrucción del papel de la mujer en el movimiento cristiano primitivo, considera que


se debe comprender la misión de Pablo dentro del ámbito evangelizador de la Iglesia para
recuperar y valorar el papel evangelizador de la mujer. La presencia de ella en la misión
encomendada por Jesús no se reduce a la de simple colaboradora, antes bien, tuvo un papel
de responsabilidad en la dirección de las comunidades cristianas. Es evidente que las
mujeres en el Nuevo Testamento desarrollaron un papel activo y que participaron de
manera directa y comprometida en la obra evangelizadora.

Cabe decir que “estas mujeres estaban comprometidas con la actividad misionera y en las
responsabilidades de la Iglesia antes de Pablo e independientemente del él. Sin duda, eran
iguales Pablo y a veces incluso superiores a él en su actividad evangélica.”24 Esto es
importante presentarlo pues los textos se dedican a dar mayor relevancia a los varones, para
nuestro caso Pedro y Pablo, dejando muy relegado el valor y aporte que tuvieron desde sus
orígenes las mujeres en el surgimiento del movimiento cristiano misionero. Por tanto, es
importante hacer una relectura de este movimiento desde la participación activa de la mujer
dentro de él para que evidenciemos que las mujeres no fueron unas simples auxiliares en la

23
Schüssler, En memoria de ella, 236.
24
Ibíd., 207.

26
tarea evangelizadora25 y que de acuerdo con los datos históricos-críticos mostremos a las
mujeres como líderes activas y responsables del proyecto de Dios.

1.5.1. Mujer discípula: Lidia

Mirar la obra lucana y en especial el libro de los Hechos de los Apóstoles posibilita ver la
participación de las mujeres en el movimiento cristiano misionero. Lidia se adhiere a las
palabras de San Pablo y en consecuencia ella y los de su casa reciben el bautismo (Cfr. Hch
16, 12-40). De este hecho podemos inferir cómo su adhesión al mensaje de Cristo posibilitó
que este sea llevado a otros, empezando por los más cercanos. Cabe agregar que ante la
propuesta de Lidia “si juzgáis que soy fiel al Señor, venid y hospedaos en mi casa” (v.15),
se puede afirmar que “la razón que aduce para convencerlo [a Pablo] es la credibilidad de
su fe”26. Con esto se corrobora la actitud de discipulado que asiste a Lidia por ser el medio
que propició que los de su casa acogieran la invitación del Resucitado y su apertura para
disponer su hogar como hospedaje, permite ver los efectos de su compromiso cristiano con
sus actos de acogida y solidaridad, haciéndose parte del camino cristiano.

1.5.2. Mujer evangelizadora: Priscila

San Pablo a través de su carta a los Romanos nos muestra con Priscila (Rm 16, 3) el
carácter de una evangelizadora. En primer lugar, Pablo resalta a Priscila como
“colaboradora en Cristo Jesús” (v.3), esto indica una actitud misionera, comunicadora de la
experiencia del Resucitado, que enseña la Palabra, sirve, ora, comparte el pan, y vive en
común unidad (Cfr. Hch 2, 46); cuando dice que “ellos expusieron sus cabezas por
salvarme” (v.4) podemos ver cómo en la asimilación del rol del evangelizador, la dispone a
entregar por otros lo más preciado que es su propia vida, confirmando con hechos lo que
afirma la misma Palabra: “nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos”
(Jn 15, 13).

25
Vivas, “La misión de las mujeres en la Biblia”, 689.
26
Bernabé, Con ellas tras Jesús, 158.

27
De otra parte, San Pablo reconoce el papel que tuvo dentro de la Iglesia misionera, ya que
ella creó una comunidad misionera en su casa y trabajó para la obra de Cristo, aportando
económicamente para su crecimiento y extender la evangelización a través de las personas
que llegaban a su casa, las formaba a través de la predicación y el testimonio de vida.

De esta manera se puede afirmar que Priscila es un testimonio coherente como


evangelizadora puesto que se dispuso a difundir el evangelio, formar comunidades sólidas a
través de la Palabra de Cristo y hacer de ella norma de una comunidad.

1.5.3. Mujer profeta: Febe

Podemos afirmar que a través del testimonio de San Pablo se puede reconocer la autoridad
de Febe como mujer profeta (Rm 16, 1-2). Se refiere a ella como diaconisa de la Iglesia
Cencreas (v.1) y con esto evidenciamos que es servidora de la Palabra y de la comunidad,
pues debe estar atenta a las necesidades de los más desprotegidos: viudas, huérfanos,
ancianos, enfermos; con ello recordamos el deber ser del diácono citado por San Pablo en la
epístola de a Timoteo: ser dignos, sin dobles, honrados, cuidadoso del ministerio de la fe,
conciencia pura e irreprensibles (Cfr. 1Tm 3, 8-13). Esto pone de manifiesto el carácter
profético de Febe, pues debe tener una actitud vigilante ante las necesidades o problemas
que tuviera la comunidad.

San Pablo afirma de ella una cualidad: su santidad (v.2a) y esto lo hemos de comprender
como una característica propia del profeta, pues ser justo equivale hacer santo y el profeta
siempre está velando por la justicia. Adicionalmente San Pablo la reconoce como
protectora de muchos, incluso de sí mismo (Cfr. V.2b), ya que Febe vela por los derechos
de los creyentes y de la comunidad. Por ello el profeta es consciente que su servicio le
implica la confrontación siempre estar dispuesto a concretar el Reino de Dios en la historia.

28
Por eso podemos testificar que Febe fue una profeta comprometida con la causa del
mensaje de Dios, pues siempre fue una misionera, predicadora, maestra y servidora
cumplidora de su función desde el ministerio con los miembros de la Iglesia local.

1.5.4. Mujer servidora: Junia

La carta a los Romanos identifica claramente a Junia con un papel destacado en la misión
por comunicar las enseñanzas y vivencia de Jesús (Rm 16, 7). San Pablo habla de ella como
su compañera de prisión, lo cual indica que estuvo como él, dispuesta a asumir las
consecuencias del seguimiento de Cristo, la persecución, sin embargo, cuando se nos
presenta la acción de “compañera” encontramos en ello un servicio de quien está atento a
las necesidades de otros, que acompaña, anima, fortalece, en suma, le sirve.

Considerada ilustre entre los apóstoles, “estamos ante una pareja misionera dedicada a la
difusión del Evangelio, algo que concuerda muy bien con el uso más frecuente del término
‘apóstol’ en Pablo: designar así a los misioneros itinerantes que predican el evangelio (2Cor
11, 4-6.13; 12, 11-12)”27. Ser apóstol es ser reflejo de la imagen de Jesús, es confesarlo con
hechos y fundamentalmente con la entrega, constituyéndose en los servidores de la
comunidad, no buscando ser los primeros sino los últimos. Este reconocimiento que San
Pablo hace a Junia no dice más que afirmar el grado de servicio y entrega que ella tenía por
la causa del Reino.

Finalmente, cuando San Pablo hace mención de ella y Andrónico que llegaron a Cristo
antes que él, les está reconociendo una extraordinaria autoridad, y es motivo de un gran
honor saberse acogido por auténticos seguidores de Jesucristo. Esto pone de manifiesto una
vez más el grado de entrega y compromiso de Junia con la comunidad y el mensaje de
Jesús.

27
Estévez, Qué se sabe de…Las mujeres en los orígenes del cristianismo, 184.

29
Con esto se puede comprobar que el servicio está manifiesto en las mujeres seguidoras de
Cristo Jesús, y esto las hace comprometidas y entregadas por la causa.

1.6.Conclusión

En este capítulo nos permitió comprender la realidad histórica de Jesús y la mujer en los
tiempos de Palestina ya que nos señala la situación social, política y religiosa de
marginación, opresión y exclusión que vivían los pobres, los niños, las mujeres, los
enfermos, los pecadores dentro la estructura cultural y religiosa del judaísmo que nos
muestra modelo patriarcal, androcéntrico exclusivista de estas instituciones.

Asimismo, podemos comprender teológicamente el nacimiento de la Iglesia a través del


surgimiento del movimiento Jesús, que es el grupo guiado por él, en donde se anuncia el
proyecto de Reino de Dios, que consiste que Dios reine en la historia de todos los seres
humanos, para que vivan en el amor, la justicia, la igualdad, la libertad y la fraternidad
como una comunidad de hermanos a imagen de Dios.

Del mismo modo el movimiento Jesús, se caracteriza por ser una comunidad de inclusión
en donde participan hombres y mujeres especialmente los sectores más marginados de la
sociedad, entre ellos las mujeres que se sintieron acogidas, liberadas, salvadas y que
participaron en igualdad de condiciones que los varones y que les fueron restaurados sus
derechos y su dignidad como hijas de Dios, volviéndose así auténticas discípulas y
seguidoras de Jesús.

Igualmente, podemos resaltar el papel activo y protagónico que tuvieron las mujeres dentro
del movimiento de Jesús y el movimiento cristiano misionero, pues fueron discípulas,
evangelizadoras, profetas, servidoras comprometidas con el mensaje de Reino de Dios, ya
que lo anunciaron, lo testificaron, lo enseñaron y ayudaron a formar comunidades en donde
se vivía la Buena Nueva de Cristo.

30
De igual modo las diferentes fuentes históricas del Nuevo Testamento nos permitieron
identificar nombre y las características de algunas mujeres dentro del movimiento de Jesús
y el movimiento cristiano misionero, ya que encontramos testimonios que confirman la
presencia y la participación activa de las mujeres en la misión de Jesús. Ellas aparecen
como discípulas que acompañan a Jesús desde Galilea hasta la muerte en la cruz y son
reconocidas como las primeras testigos de la resurrección de Cristo. Asimismo el texto de
Hechos de los Apóstoles y las diferentes epístolas de San Pablo narran las particularidades
de algunas mujeres y el papel relevante que ellas tuvieron dentro origen de la Iglesia, pues
fueron apóstoles, diaconizas, evangelizadoras, profetas y servidoras de las diferentes
comunidades siendo testimonio de Dios resucitado.

31
2. LAS MUJERES EN ALGUNAS COMUNIDADES DE LA IGLESIA LOCAL DE
BOGOTÁ

Es evidente la participación de la mujer en la Iglesia, desde el principio los textos de la


Sagrada Escritura narran esta realidad, y en la Tradición de los Evangelios encontramos
testimonios de la presencia y participación de las mujeres en la misión de Jesús. Ellas
aparecen como discípulas que acompañan a Jesús desde Galilea hasta el calvario (Lc 8,1-3),
se mantienen firmes al pie de la cruz (Jn 19, 25) y son reconocidas como las primeras
discípulas de la Resurrección (Jn 20, 1-18). Asimismo, la tradición paulina nos brinda la
posibilidad de rescatar el rol de las mujeres en los orígenes de la Iglesia. Desde el principio
ellas son incorporadas en la Iglesia con el rito del bautismo (Hch 8,12), perseveran en la
oración con los discípulos (Hch1, 14) participan en la transmisión de la fe (Hch16, 1;
Rm16, 13), se le confían los ministerios: proféticos (Hch 21,9, 1Co 11,15), diaconal (Rm
16,1), misionero (Rm 16,7), de enseñanza (Hch 18,2-26; Ro 16,3) y de las viudas (1Tm5,
9-10).

La Iglesia con el Concilio Vaticano II en su contenido, instaura la participación de las


mujeres en todos los niveles. En Gaudium et Spes numeral 29 relata sobre la igualdad de
todas las personas y rechaza toda discriminación por motivos de sexo, raza y color. En el
número 49 enfatiza sobre el reconocimiento de la dignidad personal entre el hombre y la
mujer. En el numeral 60 suscita a la mujer para que participe en la vida cultural. El Decreto
sobre los Apostolados de los laicos numeral 9 se refiere sobre la importancia de la
participación de las mujeres en el apostolado y en las comunidades de la Iglesia.

Igualmente la Iglesia ha sacado muchos documentos invitando a participar a las mujeres


dentro de la Iglesia como lo dice Puebla en los numerales 839 y 845 que señala claramente
sobre el estado de la mujer en su situación de marginalidad y de opresión, señalándolo en
la primera parte del texto. Donde especifica que es poseedora de sus derechos

32
fundamentales de igualdad y de dignidad. Es aquí donde la Iglesia reconoce su desatención
en la lucha por reivindicar los derechos de la mujer, la Iglesia no le ha dado una suficiente
valorización a la mujer y un espacio de participación a nivel de iniciativas pastorales. Por
eso la Iglesia se reivindica e invita a la mujer que debe contribuir eficazmente en la misión
de la institución y participar en las tareas pastorales y en los ministerios no ordenados.

Asimismo Pablo VI en Envangelii Nuntiandi en los numerales 18, 58 y 73 exhorta a los


fieles sobre el compromiso como bautizados en la participación de la evangelización en
ambientes concreto que conformen grupos de oración, comunidades eclesiales que ayuden
al crecimiento de la Iglesia.

También Juan Pablo II realizó dos documentos sobre la mujer: La Carta Apostólica
Mulieris Dignitatem señala sobre la igualdad, unidad del hombre y la mujer, ya que los dos
son imagen, semejanza y creación de Dios. Y La carta Encíclica Carta a las Mujeres
donde se reconoce la grandeza de lo femenino a la luz de la Virgen María y la historia de la
humanidad inspirada en ella, por intermedio de las mujeres.

Después de este recorrido histórico en que los textos confirman la participación de las
mujeres y su papel activo dentro de la Iglesia es donde el magisterio con sus documentos
se pronuncia reconociendo el papel fundamental que las mujeres tienen dentro de la Iglesia
como: creyentes bautizadas, seguidoras, discípulas y formadoras de comunidades.

2.1.Caracterización de las comunidades eclesiales entrevistadas en la Iglesia local de


Bogotá.

Bajo ese orden de ideas, se describe la experiencia activa de la participación de mujeres que
son fundadoras de tres comunidades eclesiales en las Iglesia local de Bogotá y que su
objetivo principal es la evangelización kerigmática, es decir anunciar la pasión, muerte y
resurrección de Jesucristo, su mensaje de liberación y salvación a todas las personas que no

33
lo han conocido, los que lo conocen y los que no se han adherido completamente a Cristo,
esta evangelización contiene los siguientes pasos28:

-El amor del Padre: que llama a iniciar una relación personales con Él en Cristo, y abre el
camino a la conversión.
-Conversión es renunciar y alejarse de esos actos y situaciones, individuales y sociales, de
injusticia, opresión, egoísmo, rencores entre otros, y todo esto llamado pecado, que se
aparta del plan de Dios.
-La adhesión de Cristo es el unirse a Jesús y a su mensaje e implica que Jesucristo nos ha
liberado y nos ha salvado, dándonos una nueva vida.
-Cristo sea el Señor y el centro de nuestra vida, reconociéndolo y aceptándolo como Dios,
dueño de nuestra vida.
-Don del Espíritu Santo, es la gracia hallada como respuesta de un vivir permanentemente
en el amor de Dios y esto nos lleva ser sus testigos para anunciar su mensaje a los demás.

Entendiendo que las comunidades están adscritas a una parroquia o diócesis para realizar
sus actividades de evangelización mencionamos los casos de tres comunidades que
participan activamente y colaboran en la Iglesia local de Bogotá como:

La Comunidad Emaús: Esta comunidad llevan más de cuarenta años de fundada ayudando
a la evangelización y a la Iglesia local. Dirigida por Marta Lucia Gómez López que sintió
un llamado de Dios para formar un grupo de oración en su casa, convirtiéndose
posteriormente en la Comunidad Emaús, dedicada al servicio del Evangelio de Jesucristo
como sus discípulos y misioneros, se congrega en una parroquia del occidente de la ciudad.

La Fundación María Auxiliadora, dirigida por la señora Adriana Castro Restrepo quien
conformó un grupo de oración y de misión con niños, adolescentes, jóvenes y familias para
apoyar en la evangelización y la catequesis en las parroquias con el arte y la música,
fundada hace más de treinta y cinco años, se congregan en una parroquia del centro.

28
Red Nacional de la Nueva Evangelización, Retiro de evangelización fundamental, 6.

34
La Asociación María Inmaculada: Esta Asociación tiene más de treinta y siete años de estar
participando dentro de la Iglesia y es dirigida por la señora Patricia Ramírez. El objetivo de
la Asociación consiste en servir a Dios y su actividad principal es la evangelización y el
servicio a la comunidad, basados en la Palabra de Dios como luz y guía, siguiendo la
doctrina de la Iglesia, se reúnen en una parroquia del sur de Bogotá.

Luego de esta breve descripción de las comunidades eclesiales y la actividad de estas tres
mujeres líderes buscaremos en este capítulo presentar los datos recogidos en el trabajo de
campo con las mujeres líderes de las tres comunidades, buscando articular los resultados
bajo las categorías que señalamos en el primer capítulo sobre las mujeres de la comunidad
cristiana del tiempo de Jesús: discípulas, evangelizadoras, profetas y servidoras. Somos
conscientes que no se pueden traspasar los términos porque los contextos son distintos. Sin
embargo, creemos que esas cuatro categorías permiten agrupar los datos y trabajarlos desde
una analogía que respeta la diferencia entre la primera comunidad cristiana y estas
comunidades actuales. Nuestro objetivo final es que se pueda fortalecer e iluminar el
trabajo pastoral de las líderes de las comunidades actuales con las cuatro categorías
señaladas.

2.2.Técnica de recolección de datos

La técnica que utilizamos fue la de “Entrevista de grupos focales”. Esta técnica es “una
entrevista que realiza un moderador en forma natural no estructurada, que formula
preguntas a los encuestados bien informados, en forma individual o en pequeños grupos
sobre la razón de su comportamiento”. El método de investigación es cualitativa social
porque “interactúan los sujetos investigados y el moderador dentro de la investigación
teniendo en cuenta los aportes subjetivos e intersubjetivos de cada uno de ellos, que aporten
al conocimiento científico desde la compresión de la realidad como resultado de un proceso
histórico de construcción a partir de los conocimientos de sus actoras”29.

29
Kinnear, Investigación de Mercados, 300-301.

35
Las entrevistas fueron realizadas a tres mujeres que lideran comunidades eclesiales en las
Iglesia local de Bogotá y que con su testimonio de vida, sus experiencias exponen la
realidad de la participación de las mujeres dentro de la Iglesia. Ya que estas mujeres llevan
más de treinta y siete años trabajando en la evangelización.

Se realizó un cuestionario diseñado con nueve preguntas abiertas con respuesta de selección
múltiple y con respuestas aleatorias, que están relacionadas con el tema del trabajo de
investigación y para ampliar los testimonios se tuvieron en cuenta un material suministrado
por las mismas comunidades revista, folletos y libros de sus experiencias.

Además se utilizó la técnica del “testimonio” que es “un recurso etnográfico, utilizado para
sistematizar la experiencia de las mujeres. A diferencia de la historia de vida, el testimonio
es un recurso motivado por el investigador e implica su presencia como oyente e
interlocutor. El testimonio como herramienta se puede reestructurar y ordenar por temas
por parte del investigador, pero se transcribe tal y como fue narrado por el hablante”30.

Los datos suministrados por las entrevistas y los testimonios se agruparon bajo las cuatro
categorías señaladas en el primer capítulo: discípulas, evangelizadoras, profetas y
servidoras.

Objetivo Preguntas Contenido


Fundamento ¿Conoce el papel que desempeñó la mujer en la Discípulas
Antropológico Iglesia primitiva en época de Jesús?
¿Qué características destacaría del papel de la
mujer en esos tiempos?
Fundamento Social Como mujer líder, ¿cómo se capacita en su Evangelizadoras
labor evangelizadora?
¿Qué pretende la comunidad con las obras que
realiza?

30
Lythgoe, “Paul Ricoeur, pensamiento del testimonio histórico”, 116. Disponible en
http://revistas.ucm.es/index.php/RESF/article/view/39299/37876 (Consultado el 11 de noviembre de 2013).

36
Fundamento ¿Cree que las mujeres participan Profeta
Teológico suficientemente en la Iglesia?
Feminista –Acción ¿Cree que la mujer participa en puestos de
liderazgo en la iglesia?
Fundamento ¿Qué actitudes de las mujeres que participan en Servicio
eclesiológico comunidad le estimulan a usted para fortalecer
su compromiso eclesial?
¿El trabajo apostólico que realiza la comunidad
esta insertado en el plan de la diócesis?
¿Qué tipo de apoyo recibe de parte de su
obispo, diócesis o parroquia?

2.3.Recolección de los contenidos del protagonismo de la mujer en algunas


comunidades de la Iglesia local de Bogotá.

Se seleccionan los datos de las entrevistadas y se le asigna un número cada persona


encuestada de la siguiente manera:

1.) Señora Marta Lucia Gómez, Comunidad Emaús 2.) Señora Adriana Castro, Fundación
María Auxiliadora y 3.) Señora Patricia Ramírez, Asociación María Inmaculada.

Luego se ordena las respuestas y se clasifican resaltando lo común de las contestaciones


que las mujeres han respondido a la pregunta en un solo cuestionario.

1. ¿Conoce el papel que desempeñó la mujer en la iglesia primitiva en época de


Jesús?
1.) “Regular. Jesús dignificó a la mujer e incluyó a las mujeres”.
2.) “Si desde la vida de Jesús las mujeres empezaron a participar, se encuentran y
caminan con Jesús hasta la muerte en cruz, y estuvieron presentes hasta en la tumba
y en la resurrección.”
3.) “Si es Jesús el que da participación de la mujer dentro de la comunidad y fue la
comunidad que Jesucristo constituyó. Estas mujeres siguieron a Jesús y lo
acompañaron en todo su transcurrir. Son mujeres que Jesús transformó y que ellas
fueron modelos de su enseñanza. Son ellas las que llevan el mensaje que Jesús está
vivo.”

37
2. ¿Qué Características destacaría del papel de la mujer en esos tiempos?

1.) “Evangelizadoras y Benefactoras.”


2.) “Perseverantes, seguidoras, valientes, anunciadoras de Jesús resucitado”.
3.) “Estaban cerca de Jesús, oraban con él, lo buscaban, lo amaban, generosas, todo lo
compartían, eran fraternales, llenas de fe.”
3. ¿Cree que las mujeres participan suficientemente en la Iglesia?

1.) “A veces, falta apoyo de parte de la Iglesia y no hay inclusión a la mujer. La Iglesia
no cree en la mujer, buscan a mujeres preparadas y teólogas, no a las empíricas, pero
el Señor las llamó a todas a servir. La mujer puede desempeñar un papel grande en la
Iglesia cuando encuentre un apoyo suficiente. La responsabilidad es de la jerarquía
de la Iglesia que debe generar esa inclusión.”
2.) “Si bastante, hay un porcentaje alto desde la Iglesia primitiva hasta la actualidad. A
veces, no ha sido fácil e implica persecuciones, pero Dios envía ángeles para
protégelas y seguir con la obra.”
3.) “Ha mejorado, están participando más, vemos la participación de nuestras madres,
hermanas, esposas como compañía de sus familiares.”
4. ¿Cree que las mujeres participan de puestos de liderazgo en la Iglesia?

1.) “No. La iglesia no está acostumbrada a tener mujeres en la Iglesia, no le dan apoyo y
hay falta de credibilidad en ellas. La Iglesia es muy dura con la mujer. No es un
campo fácil para la mujer comprometerse verdaderamente como Dios quiere, con
dignidad.”
No es fácil. Menciona que los padres la miran como artículos de segunda mano.
Existe un patriarcado dentro de la Iglesia que sigue mirando con indiferencia a la
mujer, además la formación que recibieron los presbiterios era de forma patriarcal,
androcéntrica que todavía se vive en la Iglesia pero gracias al Concilio Vaticano II,
se dio una apertura para la mujer dentro de la Iglesia. Le dan participación como
Ministras de la comunión, como lectoras, como servidoras, hay algunos que solo las
utilizan para oficios varios de la Iglesia por ej. Barrer, limpiar y no las tienen en
cuenta para las misiones, hay mucha mujer que puede ser misionera. Pero ella dice
no ha dependido de párrocos, si no de Dios.”
2.) “La mujer tiene un liderazgo grandísimo en la Iglesia, ellas son la vida de la Iglesia y
apoyan a los párrocos, esto es un plan de Dios. El papel o la figura de servidora que
desarrolla la mujer dentro de la Iglesia está bien, no estoy de acuerdo con que sean
sacerdotisas o diaconas, quizás por mi mentalidad machista.”
3.) “Si, ella participa en lugares de liderazgo en la Iglesia como es líder en la casa, en
nuestra Iglesia universal todos los días las vemos. Sin embargo falta muchísimo,

38
porque las mujeres somos más comprometidas que los varones.”
5. ¿Qué actitudes de las mujeres que participan en comunidades le estimulan a
usted para fortalecer su compromiso eclesial?
1.) “Testimonio de Vida, constancia y el compromiso con los más pobre y
necesitados, las mujeres somos más receptivas a la acción de Dios y más sensibles
ante el sufrimiento de los demás. Son más perseverantes, comprometidas y
entregadas.
2.) “La única actitud que debe tener es del servicio, otra actitud diferente a esta sería
buscar poder, y llamar la atención. El testimonio de Vida, en importante para esto
se necesita ser humilde, que su corazón no tenga ningún interés material, ni
personal, cuando no se hace eso, las comunidades no perseveran. Debe ser un
servicio a Dios desinteresado.”
3.) “El Testimonio es muy importante, arrastra y atrae la familia pero para esto se tiene
que estar cerca a Dios, los sacramentos y la eucaristía son muy importantes. La
oración y la ayuda de la comunidad también ayudan.”
6. Como mujer líder de comunidad, ¿cómo se prepara o se capacita en su labor
evangelizadora?
1.) “Primero a la luz de la palabra, el estudio de muchos libros cristianos, documentos
de la Iglesia, diferentes temas que saca la Iglesia. Hoy tenemos más libertad de
pensamiento y más deseos de servir a la Iglesia. El amor a la eucaristía, la
preocupación por el momento social que se está viviendo, por la juventud, se prepara
en la oración por la lucha contra el aborto y la corrupción. Inculcándole a la gente
que uno evangeliza por medio de los valores, con los que fuimos formados, valores
en Jesucristo”.
2.) “A través de los Sacramentos, la Iglesia, la oración y el santo rosario, la lectura de la
palabra que es el verbo encarnado, si no conozco la palabra de Dios, puedo conocer
a Cristo. Jesús es el centro de todo. Formando comunidad y creando ministerios y
la experiencia en el trabajo de la evangelización pues lleva 35 años en el medio y
escribe libros para evangelizar.”
3.) “Con la oración, con los sacramentos, con la eucaristía, con los cursos de aspirantes
a servidores, con las enseñanzas permanente, con la preparación continua.”
7. ¿Qué pretende la comunidad con las obras que realiza?

1.) “Transformar la realidad social a través de la conversión y con el testimonio de vida


atraer a muchas personas porque la comunidad cuenta lo que hemos visto y lo que
hemos oído de Jesucristo, contar lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.”
2.) “Es Evangelizar, nada más. Lo más importante es que conozcan a Jesús y tengan una
experiencia con él, esa experiencia implica nacer de nuevo. Que haya
Transformación en la persona, una conversión real. El encuentro real con Jesucristo

39
es lo más importante. De esta comunidad han salido varios Sacerdotes y religiosas,
han salido más vocaciones religiosas que han formado comunidades religiosas. Se
hace evangelización a través de los libros para que las personas se conviertan.”
3.) “Es ser Discípulos, A estar con él, traer personas a los pies de Jesús para que se
conviertan, para que se sanen, ser familias comprometidas con la obra de Dios.
Transformar, cambiar vidas y llevar la palabra de Dios por todo el mundo. Nos
unimos en comunidad por una necesidad puntual de las personas en Intercesión.”
8. ¿El trabajo apostólico que realiza la comunidad esta insertado en el plan
diocesano?
1.) “Si estamos trabajando con la Diócesis y plan de evangelización que ellos tienen
sobre la caridad. Nosotros vamos a Hospitales, la cárcel, los batallones, la
alfabetización de personas mayores para que al leer el evangelio encuentren un
aliento y vean la misericordia de Dios.”
2.) “Si, obviamente uno tiene que andar con la Iglesia. Formándolos, catequizando para
realizar sus sacramentos y formando en los diferentes ministerios y ellos son las
semillas de jóvenes que van a ayudar a las diferentes parroquias ayudando en la
liturgia, el canto, en la danza.”
3.) “Sí, estamos unidos a la Iglesia y estamos ayudando al plan de la nueva
evangelización de la arquidiócesis de Bogotá, visitando a los enfermos de los
diferentes hospitales, evangelizando a los soldados y a los policías, a las personas
del Bronx, a las mujeres en la cárcel de mujeres.”
9. ¿Qué tipo de apoyo recibe de parte de su obispo, diócesis o parroquia?

1.) “Nada. El obispo por la asistencia espiritual, los concejos que le da a la comunidad.
Económico nada, es un deber de las comunidades darle el diezmo al párroco y al
obispo.”
2.) “De reconocimiento a la comunidad, de respaldo a base espiritual y de pura Fe. En la
Iglesia se puede ver que existe mucha rivalidad de parte de los sacerdotes hacia los
laicos, hay envidias que surgen para aplastar a la comunidad. En cuanto a la parte
económica no reciben apoyo pero si tienen que dar su aporte al obispo y a apoyar a
los seminaristas. Con las ofrendas han apoyado a seminarios y religiosas.”
3.) “Ninguna, solo de forma espiritual, van de la mano de la Iglesia en todas las
actividades, pero somos independientes de nuestra parroquia.”

40
2.4. Relatos relacionados con la experiencia de algunas mujeres que dirigen
comunidades eclesiales en Bogotá

Comunidad Emaús – Marta Lucia Gómez López


Discípula:
Hace más de cuarenta y cinco años que fue llamada Marta Lucia Gómez por medio del
padre Enrique Bravo y le dijo: “Marta, deja de coser ropa para los demás y más bien,
confecciona almas para Dios, crea un grupo de oración”. Ella consternada ante lo que el
padre le decía, respondió: ¿cómo será esto posible si yo no conozco de grupos de oración?
El padre le respondió: Tu no, pero el Señor sí. Así se comenzó el llamado de ser discípula
de Dios. Entonces Marta se apropia de la promesa del Señor Jesucristo que dice: “Voy a
hacer nuevas todas las cosas. (…) Al que tenga sed, yo le daré a beber gratis agua del
manantial de la vida” (Ap. 21,5-6) en ese momento empezó una vida nueva.
Y es a través de la experiencia del seguimiento a Cristo como Marta conoció el amor de
Dios, su misericordia y la acción del Espíritu Santo renovador que ella es llamada a ser su
discípula, su apóstol, para guiar y cuidar a una pequeña parte de su pueblo, ese pequeño
grupo de oración se convirtió en la Comunidad Emaús.
Evangelizadora:
La señora Marta al ver todo lo que Cristo había hecho en su vida y la manifestación que
Dios había hecho el grupo recordó el pasaje del Evangelio de San Lucas lo que Jesús les
dijo a su discípulo: “Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos
andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los
pobres la Buena Nueva” (Lc. 7, 22-23). En ese momento comenzó evangelizar y hacer
discípulos comprometidos y efectivamente hubo muchos y grandes milagros. Muchas
personas recuperaron la visión y reconocieron cómo su vida estaba carente de sentido
verdadero, otros recobraron la capacidad de escuchar la voluntad de Dios y dejando las
muletas del pecado, es decir, la falta de reconciliación con Dios, con la humanidad y la
creación, empezaron a caminar con paso decidido por el camino de la salvación, trazado
por la Palabra de Dios y discernido por la Iglesia de Cristo.
Asimismo la Comunidad Emaús, a lo largo de su existencia ha trabajado arduamente
llevando el mensaje del Reino de Dios a miles de personas en un sin número de lugares. La
evangelización inició en casa, en luego paso hacer un grupo de la parroquia guiado por el
padre Enrique Bravo, luego como consecuencia del carisma que se iba discerniendo entre
el padre Enrique Bravo, Marta y otros miembros, se crea el ministerio de evangelización y
empezaron su misión dentro de Bogotá y de manera gradual fueron saliendo hacia otras
ciudades, pueblos y veredas. Donde hubo un gran trabajo fueron la zona esmeraldera y
Chiquinquirá en el Departamento de Boyacá; también predicaron por el Valle, Santander y
la Costa norte del País. Pero grande es la misión, y las fronteras nacionales fueron

41
traspasadas para seguir anunciando el evangelio del Señor. Verdaderamente, esta misión ha
sido una experiencia maravillosa.
Profeta:
La señora Marta por su testimonio, honestidad y coherencia de vida con el Evangelio, paso
por muchas dificultades, calumnias, persecuciones entre otros. Algunas es cuando formo el
grupo de oración le levantaron una calumnia diciendo que la señora Marta cobra dinero por
orar por los enfermos y esto fue corroborado por el padre Enrique Bravo que le pregunto a
la comunidad y todos respondieron que era falso lo que le decían. Asimismo cuando tuvo
que evangelizar predicando en la Costa tuvo que denunciar un grupo ilegal que estaba
abusando de la autoridad con las familias violentándolas en el pueblo fue perseguida pero
dejo un grupo de oración en ese lugar. Además después que murió el padre Enrique Bravo
empezaron las persecuciones del nuevo párroco y otros presbíteros para quitarle lo que
había construido la comunidad la sede y el Hogar de la Sagrada Familia pero gracias a Dios
que habían creado unos estatutos para proteger la comunidad si algo llegara a pasar de no
ser sostenible la obra, los bienes pasarían a la diócesis y a la parroquia si la comunidad no
se compromete a continuar ayudando a los ancianos y a los pobres pero hasta ahora todo
va bien pero no dejan de mirar con indiferencia, envidia algunos párrocos todo lo que ha
realizado y por ser una mujer y a la vez empírica porque no ha tenido ninguna formación
teológica.
Servidora:
Marta empezó a reflexionar por el propósito del grupo, consideraba que este no era sólo
para rezar y pedir y seguir pidiendo, así que un día le manifestó al grupo que ya era hora de
empezar a hacer algo, trabajar por algún fin. La respuesta fue desconcertante, nadie quería
comprometerse a hacer algo. Eso le generó un gran disgusto a Marta pues no concebía que
un grupo de oración no tuviera un propósito de servicio y viendo que la mayoría eran
mujeres mayores y en verdad que no sabía qué hacer con ellas. Orando al Señor encontró
un mensaje que decía: que Dios viste con mayor honor y dignidad a los humildes, a los
sencillos y que esas personas menos apreciadas son las más necesitadas en la iglesia (Cfr.
1Co 12, 22-24). Y pidiendo consejo a su director espiritual padre Enrique Bravo y
Bernardo Roa colaborador del grupo, comprendieron que esa palabra se refería a las
ancianitas entonces iluminada por el Espíritu Santo crearon el Hogar Sagrada Familia para
atender ancianos y su ministerio para servir a los ancianos llevando más 25 años en esta
labor.
Síntesis:
El llamado de Cristo implica una experiencia, entrega y un cambio radical de vida por
Cristo y su mensaje, Marta se dispuso con humildad sin saber nada de Dios, empezó su
caminar a ser una verdadera discípula del Señor.

Como evangelizara está comprometida con el Evangelio pues ayuda en las parroquias de la

42
diócesis a evangelizar, también va diferentes lugares hacer misión proclamando la palabra
de Dios por todo Colombia y fuera de país.

Asimismo como profeta se percibe que ha tenido que pasar dificultades, indiferencias,
maltratos por parte de algunos párrocos pero la señora Marta permanece fiel a Dios y al
Evangelio siendo coherente con el mensaje de Dios.

Igualmente como servidora ha dedicado toda su vida a Dios e hizo su opción fundamental
por Dios y los pobres demostrándolo con la obra que realiza con los ancianos y el hogar de
la sagrada familia.

Fundación María Auxiliadora – Adriana Castro Restrepo


Discípula:
La señora Adriana Castro ayudaba con grupo de música en la parroquia del Barrio Olarte y
conformando grupos de oración, catequesis para los niños que se preparaban para
comunión y la confirmación. Así fue como sintió el llamado de Dios a formar niños y
jóvenes que son el futuro de la sociedad para que sean hombres de bien en el mañana
fomentando valores, la moral, la espiritualidad a través del arte (música, danza y teatro
católico)
Evangelizadora:
A través de la música invitaron a la Fundación evangelizar a las familias y las motivaron
tanto que se formó un grupo de jóvenes y viendo el resultado de esta pastoral se dedicó
tiempo completo a la evangelización ya que sintió ese llamado en el año 1982 extender el
Reino de Dios al mundo entero, teniendo en cuenta las palabras de Cristo “Id, pues, y
haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado” (Mt28,19-20) ha
realizado la evangelización por pueblos, ciudades de Colombia y fuera del país. Lleva más
de 32 años sirviendo a Dios como laico comprometido con la ayuda de Dios y de la mano
de la Virgen María, su lema “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Flp 4,19).
Profeta:
Anunciar el mensaje de Dios le ha traído dificultades porque ha tenido que denunciar las
injusticias que sus padres realizan con sus hijos de maltrato infantil de abandono porque a
veces dejan los niños en la Fundación no quieren volver sus padres a recogerlos, los dejan
por días y no responde con la alimentación asiéndose cargo de todo la señora Adriana.
Igualmente a tenido confrontaciones con algunos párrocos que la han maltratado porque
después de formados los jóvenes los párrocos utiliza para que canten y toquen guitarra en
las celebraciones, y no les paga nada estos jóvenes y ella ha tenido que decirles a los
párrocos que es una obligación pagarles los jóvenes por esa labor que realizan en la Iglesia,

43
asimismo los párrocos no dejan volver a estos jóvenes al grupo de oración.
También señora Adriana la sacaron de una parroquia con el grupo que tuvo que formar la
fundación pero los párrocos no le han ayudan en nada. Ahora está el barrio 20 de Julio
ayuda con la pastoral de esa parroquia y colabora con el diezmo al párroco.
Servidora:
La señora Adriana Castro cumple con el anuncio de la palabra de Dios, la pone en práctica
el mensaje de Jesús que dice: “Dejan que los niños vengan a mí, y no se lo impidan porque
los que son como éstos es el Reino de los Cielos.” (Mt 19,14) Desde el año 1984 La
Fundación está sirviendo en la evangelización y en la preparación de niños y niñas,
adolescentes, jóvenes y familias. Logrando que esta pastoral se extienda a diferentes
localidades, hagan su apostolado en colegios, pastoral infantil, pastoral social y a su vez
enseñando a otros niños lo que han aprendido y los adolescentes se dediquen en apoyar la
liturgia en las parroquias. Ha sido toda una vida de entrega por esta causa hasta invertido
dinero por esta causa formándolos en la música, arte, danza y teatro.
Síntesis:
Se puede analizar como seguidora y discípula de Cristo, hay un compromiso frente a su
vocación porque fue obediente y forma una comunidad que se dedica a la enseñanza los
niños y los jóvenes en el arte.

En la evangelización se observar que participa activamente con responsabilidad a


proclamar el mensaje de Dios, a través de la formación de las familias, niños, adolescentes
jóvenes llevando el mensaje de Cristo por los pueblos, ciudades, y países.

Se manifiesta como profeta en la entrega al anuncio de la palabra de Dios y denuncio de la


injusticia con los padres de familia y los párrocos que ha tenido que pasar maltratos por
parte de ellos.

Como servidora se observa que ha trabajado con dedicación al servicio de Dios invirtiendo
dinero para el aprendizaje de los niños y jóvenes.

Asociación María Inmaculada – Patricia Ramírez Arévalo


Discípula:
Patricia Ramírez Arévalo una persona que se dedicaba ir a la eucaristía todos los domingos
en la Iglesia de San Juan de Ávila pero no estaba comprometida con ningún grupo y
conoció la señora Gloria Rodríguez de López quien tocaba el tiple en las misas quien la
invito formar parte del grupo del grupo de oración y la señora Patricia aceptó el llamado
que Dios le hizo a través de la señora Gloria Rodríguez y empezó su seguimiento a Cristo

44
comprometiéndose con la Asociación María Inmaculada.

Evangelizadora:
La señora Patricia Ramírez empezó a colaborar con el ministerios de la evangelización “Id
por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15) que se encarga
de llevar la palabra a todos los lugares de Bogotá y otras poblaciones del país. Además
llevan el anuncio de la palabra de Dios, a las cárceles, hospitales y hacen un programa de
radio y televisión para difundir el mensaje de Cristo.
Profeta:
La señora Patricia dice que ha tenido tribulaciones personales y comunitarias. Ya que la
evangelización implica dedicación, esfuerzo, renuncia y sacrifico para llevar la palabra de
Dios, a varios lugares y como coordinadora de la Asociación dirigir las personales no es
fácil todas tienen su carácter y hay que tratarlos con paciencia estado a punto de abandonar
el servicio pero con la ayuda de Dios se ha capacitado para servir mejor.
Servidora:
La señora Patricia Ramírez tiene una trayectoria de servicio de 30 años en la Asociación
María Inmaculada dedicada a varios ministerios, entre los que se destacan: Música, Nueva
Evangelización a Desmovilizados, Radio y Televisión. Actualmente es la coordinadora de
la Asociación dedicada de tiempo completo con toda su familia a servir a la comunidad y a
la Iglesia.

Síntesis:
Se puede observar que la señora tiene una experiencia real con Cristo, y cumple con el
llamado que Dios le hace en un lugar específico que es la Asociación, se compromete y
entrega su vida a esta comunidad siendo su coordinadora.

En la evangelización se percibe que participa activamente en proclamar el mensaje de Dios,


llevando el mensaje de Cristo a las cárceles, hospitales y otros lugares. También ha
ayudado a formar otros ministerios como de comunicación para difundir el evangelio.

Como profeta ha tenido tribulaciones en la formación personal y comunitaria pero


realmente esta comunidad no ha tenido conflictos con los párrocos y obispos, porque desde
su fundación ha estado en relación con su obispo ordinario quien los invitó a formar parte
del Consejo Arquidiocesano de Laicos.
Como servidora participa activamente dentro de la Asociación liderando el ministerio de
los desmovilizados, asimismo colabora con los programas de evangelización en la radio y
la televisión para mensaje llegue a varias personas.

45
2.5.Conclusiones

Se puede afirmar en cuanto al discipulado que las tres señoras encuestadas han tenido un
encuentro profundo con Dios, y como bautizadas han comprendido que son llamadas a
participar activamente dentro de la Iglesia y también se observa que antes del llamado de
Cristo Jesús, estas tres mujeres eran amas de casa, que se dedicaban a educar a sus hijos y
ver por el hogar pero todas ellas tenían una vida cristiana inactiva hasta que el Espíritu de
Dios les hizo la invitación a seguirlo radicalmente que se comprometieron y formaron
grupos de oración que más tarde se convirtieron en comunidades que ayudan a las
parroquias a evangelizar a hombres y mujeres siendo testimonio de vida para ellos.

Asimismo se puede afirmar que las tres mujeres siguen en ese proceso de seguimiento con
Cristo Jesús, con su existencia pero que falta todavía mucho más hacia el compromiso
social que Dios está pidiendo a través del Evangelio, ya que todo discípulo tiene que ser
responsable con los más pobre, oprimido y marginado entre otros que son el rostro del
mismo Cristo y hay muchos documentos de la Iglesia que nos exhorta cumplir el mandato
de Jesús, como Aparecida en sus numerales (391-398) explicita claramente la misión que
Dios encomienda a los discípulos, que es la opción por los pobres y esto es lo que falta
realizar más en estas comunidades eclesiales de la Iglesia local de Bogotá.

En cuanto la evangelización se reconoce que las tres señoras entrevistas participan


activamente en sus comunidades eclesiales y en la parroquia ayudando a evangelizar en sus
localidades, pueblos, ciudades y fuera del país. Ya que la razón de ser de estas agrupaciones
es la evangelización kerigmática, pero realmente esta misión no está afectando a las
personas sino emocionalmente y no conscientemente pues no existe una verdadera
conversión, que transforme existencialmente a los hombres y a las mujeres que se
comprometan con el mensaje de Jesús y el proyecto del Reino de Dios de liberación y de
salvación. Ya que no se percibe el reinado de Dios en las personas y siguen existiendo una
realidad histórica social que oprime y esclaviza a las personales más pobres de la sociedad.

46
Además porque no se ve en las comunidades un compromiso social como cristianos como
lo manda el Evangelio de Jesucristo. Por eso la Iglesia a través del papa Francisco saco un
nuevo documento Evangelii Gaudium que exhorta a todos los cristianos a evangelizar de
acuerdo a los criterios Cristo Jesús y su Evangelio para transformar verdaderamente la
sociedad creando verdaderas comunidades humanas donde que se viva el amor, la justicia,
la libertad, la igualdad y la fraternidad con los más necesitados.

Respecto a la categoría de profeta las tres mujeres entrevistadas han hecho un esfuerzo por
anunciar el Reino de Dios y cuando han podido denunciar la injusticia lo hacen como lo
expresan sus testimonios logrando hacer que las personas cambien y se conviertan a Cristo.
Asimismo las señoras Adriana Castro y Marta Gómez sufrieron persecuciones, maltratos,
indiferencias y enviadas por parte de algunos párrocos, feligreses cuando crearon las
comunidades en sus parroquias y del mismo modo cuando fueron evangelizar fuera de las
ciudades. Marta Gómez denuncio las injusticias que están cometiendo los grupos ilegales
con los campesinos y por esto fue perseguida en esa localidad por actuar de acuerdo al
mensaje del Reino de Dios.

Pero se observa que estas comunidades les hacen falta centrarse más en la praxis de Jesús
histórico, que señalan los evangelios y el modelo de hombre que Dios propone a través de
su Hijo Jesucristo y sus enseñanzas. Ya que Jesús asumió la realidad desde proyecto del
Reino de Dios, es decir fue la voz de los oprimidos, excluidos, marginados de su tiempo,
además denuncio las injusticias de ese modelo opresor y patriarcal. Asimismo Jesús actuó
misericordiosamente ayudando a liberar y salvar a todas las personas especialmente los más
pobres. La causa principal de Jesús fue hacer justicia por los más necesitados. Esta nueva
identidad que nos propone Jesús, que es la transformación personal y social de todos los
hombres y mujeres para que vivan más humanamente y dignamente a imagen de Dios.

Además toda esta nueva identidad la recalca los textos de la tradición y varios documentos
de la Iglesia como el Concilio Vaticano II que nos pide que seamos profetas a imagen de
Cristo en la Constitución Lumen Gentium numerales 12 y 31 en Decreto Apostolicam

47
Actuositatem y en el Documento de Aparecida numeral 209, nos invita que seamos
comprometidos como bautizados por las realidades de nuestro tiempo ayudando establecer
el Reino de Dios, es decir la justicia, la libertad e igualdad de todas las personas en el
mundo y especial los pobres y los que sufren.

Referente al servicio, las tres mujeres líderes de las comunidades a través de sus
comunidades eclesiales llevan una experiencia de muchos años sirviendo en sus grupos y
colaborando con las parroquias en las pastorales de sus localidades la señora Adriana con
su Fundación colabora con los jóvenes en parte de litúrgica, la señora Marta a través de la
Comunidad ayuda en la diócesis con plan pastoral “Nueva Evangelización”, asimismo
realizan visitas a los enfermos en el Hospital de San Rafael, visita a las mujeres de la cárcel
del buen pastor y la obra que tienen con los ancianos de la Hogar Sagrada Familia entre
otras, la señora Patricia por medio de la Asociación apoya a la Arquidiócesis con la visita
de enfermos Hospital Militar, visita los presos en la cárcel Modelo, estos son los servicios
que se pueden visualizar.

Se aprecia que hay unas comunidades eclesiales que están comprometidas con el plan
pastoral de sus diócesis como la Comunidad Emaús que la tiene dentro de su misión
trabajando mutuamente con sus pastores obispos, párrocos y con la obra que tienen de
ancianos, la Fundación Mará Auxiliadora colabora con la catequesis de primera comunión
y confirmación en la parroquia y la Asociación Inmaculada pareciera que no colaborara con
su párroco y realiza su servicio individualmente. Lo que se puede percibir que algunas
comunidades si están sujetas a la autoridad de su obispo y sus párrocos pero hay párrocos
que por indiferencia, egoísmo y rivalidades no dejan trabajar estas señoras dentro de sus
parroquias.

Se visualiza una Iglesia institución con falencias en la práctica, para comprender que las
comunidades están constituidas por personas seguidoras de Jesús y que Dios las congrega
en comunidad por medio de su Espíritu Santo como “Pueblo de Dios”, abierta a toda la
humanidad. Cabe recordar lo que San Pablo nos dice de la Iglesia como “Cuerpo de Cristo”

48
y el Concilio Vaticano II (Cfr. LG 1-4; GS 10, 23-25) como misterio, sacramento y Pueblo
de Dios, que resalta la comunión a imagen de la Santísima Trinidad. La Iglesia, por tanto,
ha nacido por el amor del Padre eterno, ha sido fundada en el tiempo por el Hijo y es
vivificada por el Espíritu Santo, afirmando así, la posibilidad de participación del ser
humano en la Comunidad Trinitaria, en la medida que acepte su forma de relacionarse.

Cabe agregar que la estructura jerárquica persiste en mantener el poder y la autoridad en el


ministerio del Orden olvidándose que todos los bautizados son miembros del cuerpo de
Cristo que poseen la misma dignidad y están convocados a participar activamente en el
ministerio que la Iglesia le confiere y olvidando que la apostolicidad es una dimensión de
toda la Iglesia.

Al mismo tiempo la investigación de la participación de las mujeres en la Iglesia local,


dejan ver como la estructura jerárquica institucional, que se mantiene anclada en el pasado
porque sigue conservando su modelo androcéntrico, patriarcal y Kyriarcal, que afecta a
hombres y mujeres porque los siguen utilizando, excluyendo, discriminando y marginado
ya que no los incluyen a participar en puestos de liderazgo dentro de la institución.

Del mismo modo se muestra la realidad que viven estas mujeres dentro de la Iglesia local
ya que tienen que ayudar en sus comunidades y tienen que colaborar con las parroquias y la
diócesis en la evangelización y con aportes económicos a la Iglesia, convirtiéndose
verdaderas testigos de Cristo. Aunque las traten con indiferencia todas ellas siguen
trabajando por el Reino de Dios y siguen colaborando para transformar la vida de las
personas y cambiar la realidad social. Sin embargo ellas no esperan nada a cambio pues los
obispos y los párrocos nos les ayudan económicamente.

Se percibe en lo que manifiestan algunas mujeres líderes de estas comunidades que su


paradigma mental sigue siendo patriarcal como lo comentaba una de ellas que su
mentalidad es machista. Quiere decir que maneja el mismo esquema patriarcal y kyriarcal
y puede estar utilizando este comportamiento dentro la Fundación ya que no se percibe una

49
participación activa de más personas dentro de la organización y no hay koinonias, ni
ministerios claros y establecidos sino que pareciera que la señora fuera la única que dirige
esta fundación manejándola autocráticamente, además dijo que ella era la única que se
encarga de sostener la obra económicamente y conseguir los recursos.

También exterioriza la señora Patricia que se acomodaron al modelo patriarcal que tiene la
institución jerárquica de la Iglesia y que están de acuerdo con este modelo para así poder
participar más activamente de la Iglesia y que la Asociación pudiera trabajar independiente.
Además existen unas relaciones estrechas con la jerarquía de la Iglesia algún Cardenal y
Obispo quienes le han asignado un capellán particular para que le sirva a la Asociación.

Asimismo esta comunidad pareciera que trabajara independientemente de su parroquia


como si fuera una empresa particular. Además las personas entrevistadas no manifestaron
ninguna persecución, ni maltrato, se puede percibir en estas personas por ser de un nivel
económico alto se les facilitan más las cosas, para esto tocaría hacer otra investigación para
verificar lo que se percibe con esta agrupación.

El análisis hecho hasta aquí, permitió identificar las características de las mujeres de las
comunidades locales en la actualidad como: discípulas, evangelizadoras, profetas y
servidoras observando la praxis de las mujeres de las primeras comunidades con problemas
similares.

50
3. RELACIÓN ENTRE LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS MUJERES EN
ALGUNAS COMUNIDADES ECLESIALES DE HOY CON LA PRAXIS DE
LAS MUJERES DE LAS COMUNIDADES PRIMITIVAS

La contextualización histórica de las tres líderes que participan activamente en las


comunidades eclesiales de Bogotá, permite redescubrir el papel que ha tenido la mujer
dentro de la Iglesia, hace revivir el pasado histórico de las mujeres que participaron en el
movimiento de Jesús y el movimiento cristiano misionero, pues con sus identidades y su
praxis, ayudan a impulsar el protagonismo eclesial de las mujeres.

Todo esto fue posible desde “el modelo crítico de interpretación feminista de liberación”31
porque permitió recuperar en la Biblia, la historia de las mujeres en el cristianismo
primitivo y la participación fundamental que ellas tenían dentro de la comunidad como
discípulas de Jesús. También se recuperó el pasado histórico de opresión y sufrimiento que
vivían las mujeres en el sistema político, económico, cultural y religioso del judaísmo con
su modelo patriarcal.

Asimismo, se recupera al Jesús histórico como modelo del mensaje del Reino de Dios, que
es el regir de Dios en la historia para transformar la realidad social de injusta a justa. Del
mismo modo, es comprender en categorías humanas qué significa ser criaturas de Dios a su
imagen y semejanza, para vivir como una comunidad humana de hermanos en el amor, la
igualdad, la justicia, la libertad y la paz. De esta manera Jesús se convierte en el nuevo
modelo humano a seguir.

La interpretación teológica permite confrontar las experiencias, los testimonios que han
tenido estas tres mujeres en su contexto histórico, donde trabajan activamente por
transformar los modos de opresión en los que han vivido y viven. Asimismo, dejan ver sus
31
Vélez, El método teológico, 245.

51
problemas, inquietudes, esperas y esperanzas en el caminar dentro de la Iglesia local, pero
también permite descubrir la relación que existe con Dios que las libera y salva de esas
circunstancias.

A continuación relacionaremos las características de las mujeres en las comunidades


eclesiales de hoy a la luz de la experiencia de las mujeres de las primeras comunidades
cristianas desde las categorías de discípulas, evangelizadoras, profetas y servidoras.
Aunque los contextos son muy distintos hice una comparación analógica para poder
relacionar las mujeres históricas y las mujeres actuales para señalar las categorías
planteadas.

3.1.Mujeres discípulas

El discípulo es un elegido de Cristo Jesús por medio del bautismo para asumir su mismo
estilo de vida, misión, y por tanto, el proyecto del Reino de Dios. Esto hace posible que se
pueda interpretar y comprender que “Dios se revela en la historia a través de Cristo por
medio de su Espíritu Santo en su Iglesia” (LG 4), pues estas líderes desde su servicio en las
parroquias a las que pertenecían, fueron convocadas a la causa del Reino.

Interpretando los testimonios de las entrevistas encontramos que la realidad histórica de las
mujeres dentro de la Iglesia y la sociedad desde sus orígenes hasta la actualidad, no han
cambiado demasiado, pues los pretextos sociales dejan ver que las mujeres siguen viviendo
en una situación de exclusión por una cultura patriarcal y machista, donde la autoridad del
esposo es preminente, y las esposas son relegadas a los deberes domésticos, a velar por la
educación de los hijos y ayudar económicamente a sus esposos con el sustento para la casa.

Hoy día, una manera como se acepta la invitación de seguimiento que nos hace Cristo, se
hace explícita en las diferentes actividades disponibles en las parroquias, esto ha
posibilitado que las mujeres se vean más incluidas tanto en las actividades sociales y
eclesiales, encontrando espacios donde pueden ser reconocidos sus aportes, sin embargo,

52
persiste una mentalidad clerical tanto en la jerarquía como en ellas mismas, que impide una
adecuada interpretación del deseo de participación e inclusión según el modelo de Iglesia
propuesta por Jesucristo que invita a varones y mujeres a ser discípulos sin distinción
alguna.

Del mismo modo se percibe que cuando Jesucristo llama e invita a seguirlo, acepta a todas
las personas por igual sin importar su condición social o si es educada o no, lo importante
es que Cristo acepta la historia personal de cada uno de sus discípulos, sus sufrimientos,
angustias y opresiones; lo importante es que tengan una disposición a seguirlo de verdad
como lo muestran estas mujeres y las primeras mujeres del movimiento de Jesús. Con ello
vemos que estas mujeres fueron radicales con el llamado e hicieron una opción
fundamental por Cristo, reconciliándose con su pasado y optando por el mensaje del Reino
de Dios.

Asimismo, en las encuestas se vislumbran las mismas circunstancias de las mujeres


seguidoras, discípulas y creyentes de las primeras comunidades cristianas, que empezaron
con grupos de oración en sus casas (Cfr. Hch 1, 13-14) reviviendo la memoria de estas
mujeres y la de Jesucristo con su proyecto de amor, liberación y salvación. Por eso, “el
discípulo de Cristo se adhiere por la fe (…) al misterio pascual de Jesús, de modo que el
hombre viejo con sus malas inclinaciones, queda crucificado con Cristo. En cuanto nueva
criatura, es capaz mediante la gracia, de caminar según “una vida nueva” (Rm 6, 4) (DSI
41). De esta forma, encontramos a tres mujeres discípulas que caminan como nuevas
creaturas de Cristo conscientes de su llamado como discípulas.

De la misma manera como aconteció con Lidia (Cfr. Hch16, 14-15), se observa que estas
líderes se incorporaron a través del bautismo para participar activamente en la Iglesia
local32. La compresión teológica del bautismo como el discipulado de iguales según San
Pablo, afirma que cuantos hayan sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo.

32
Bernabé, Con ellas tras Jesús, 125.

53
Luego, no existe varón y mujer, pues todos somos uno en Cristo Jesús (Ga 3,27-28)33; es
comprender que todas estas tres mujeres discípulas son hijas de Dios, pertenecen a la
comunidad de la Iglesia que profesa que todos somos hermanos y son la nueva creación de
Cristo.

Por eso el compromiso consciente de estas tres mujeres discípulas con la Iglesia y con
Cristo, confirman que “los laicos obtienen el derecho y la obligación del apostolado por su
unión con Cristo Cabeza. Ya que insertos por el bautismo en el Cuerpo Místico de Cristo,
robustecidos por la Confirmación en la fortaleza del Espíritu Santo, son destinados al
apostolado por el mismo Señor. Son consagrados como sacerdocio real y gente santa (Cf. 1
Pe., 2,4-10)”34.

Entonces el auténtico discípulo es convocado a la verdadera vocación que es la vida en


Dios por medio de la fe en Cristo Jesús, es transformado a través del Espíritu Santo en
nueva creatura por medio del sacramento del bautismo, recibe el don del amor que tiene
por objeto la caridad, superando tiempo, espacio, culturas, realidades, pero ante todo,
reconociendo el amor que Dios tiene por toda la humanidad. Esto es lo que se manifiesta en
las tres mujeres líderes seguidoras y discípulas de Cristo a través de sus comunidades
eclesiales con sus praxis, pues están presentes y comprometidas con las personas,
especialmente con los que sufren, los que están oprimidos, esclavizados, excluidos y
marginados entre otros problemas. Por eso, estas discípulas se convierten en auténticas
seguidoras de Jesús: creíbles, justas, sensibles, compasivas, misericordiosas que buscan se
recupere la libertad y la dignidad humana en esta sociedad dentro de sus localidades que
conforman la Iglesia.

33
Aguirre, La mujer en el cristianismo primitivo, 10. Disponible en http://www.mercaba.org/FICHAS/H-
M/724.htm (Consultado el 23 de agosto de 2013).
34
Apostolicam Actuositatem, 3.

54
3.2.Mujeres evangelizadoras

Cuando nos acercamos a las características de algunas mujeres de las comunidades


eclesiales, se percibe que fueron afectadas ontológicamente por el Espíritu de Cristo, pues
fueron capaces de reconocerse en su particularidad como hijas de Dios, que son invitadas
desde su naturaleza femenina a hacer parte del proyecto de evangelización del amor,
liberación y salvación a toda la humanidad. Todas ellas son testimonio de lo que Dios ha
hecho en sus vidas, comunicando la Buena Noticia a sus contemporáneos, haciéndolas
capaces de liberar y salvar a muchas mujeres y hombres de estas situaciones de sufrimiento,
opresión, pobreza, exclusión, marginación entre otras. Con ello se propicia una sociedad
más humana donde las mujeres sean las protagonistas de estas sociedades y se logre
comprender lo que es vivir evangélicamente dejando obrar a Dios en cada persona y en la
sociedad.

Esto es lo que se aprecia en las líderes que hemos entrevistado, que como sucedió con
María Magdalena y las primeras mujeres evangelizadoras (Cfr. Jn 20, 18), anunciaron que
Cristo estaba vivo y estaba actuando en sus vidas, y comenzando a evangelizar formaron
discípulos comprometidos. Se puede pensar que todas ellas viven plenamente la palabra de
Dios y que desde la visión de Cristo actúan evangélicamente, es decir, a conciencia con la
realidad y se comprometen anunciar la Buena Noticia de Dios.

Todos estos testimonios de las mujeres evangelizadoras nos hacen volver a tomar
conciencia en la palabra de Dios que se ha hecho carne por medio de su Espíritu y toma
naturaleza humana en la historia de su Hijo Jesús de Nazaret, porque nos hace comprender
en categorías humanas la verdadera esencia del Evangelio, como por ejemplo las
bienaventuranzas (Mt 5,1-12) porque nos comunican el proyecto del Reino de Dios. Es así
como reina Dios en esta vida, pues su mensaje es la mejor descripción de la conducta
humana, y que corresponde a la vida de Jesús y su propia conducta. Esta es la máxima
expresión del amor, justicia, libertad, igualdad y fraternidad, es quien nos enseña a vivir
felices en comunidad.

55
Esta vivencia de la conducta de Jesús, es lo que testifican algunas mujeres del Evangelio
que se convirtieron en discípulas, apóstoles y evangelizadoras, que comprendieron
realmente el contenido del Evangelio como la norma suprema que es Cristo, y construye
una sociedad distinta, más humana, libre, justa y fraterna. Mujeres que siendo apóstoles del
Reino de Dios en esta tierra, están mirando siempre la realidad cotidiana y la analizan desde
la fe en Cristo, es decir, con la mirada de Jesús y los parámetros evangélicos como verdad
suprema. Así pueden actuar desde el Espíritu de Dios transformando las realidades
históricas en acciones liberadoras y salvadoras para que realmente reine la misericordia del
Padre en toda la humanidad.

Además todas estas mujeres evangelizadoras nos permiten conocer las auténticas
situaciones y las verdaderas realidades humanas que está atravesando la población,
señalando las problemáticas presentes en ellas como la opresión, la miseria, el abandono, la
exclusión, el maltrato, el desempleo, las violaciones y las enfermedades entre otras. Todas
ellas tienen que ver con el rostro sufriente de Jesús entre los pobres, quienes son los
bienaventurados de Dios. Sin embargo, a pesar de estas realidades viven el gozo y la
esperanza, propio de los que se sienten hijos de Dios y son evangelizadoras de Cristo (Cfr.
GS 1).

Una de las características de estas mujeres evangelizadoras es que son madres que actúan
desde el corazón de Dios maternal, que desde su conciencia, sentimientos y espiritualidad
tienen que dar respuesta a ellas mismas, a la familia, y a las comunidades ayudando a salvar
y liberar a muchas personas; intentando cumplir con el mandato del Señor que dice:
“Predicad el Evangelio a toda criatura (Mc 16,15)” (LG 16). Estas mujeres se esfuerzan por
ser obedientes a la propuesta de Cristo, desempeñando esta labor personalmente y
comunitariamente dentro de la Iglesia. De igual manera se observa que estas señoras
fundadoras de estas comunidades eclesiales, colocaron como objetivo central la
evangelización puesto que están contenidos dentro sus estatutos.

56
Después de hacer una descripción de las tres mujeres líderes evangelizadoras en las
comunidades eclesiales de hoy, se puede evidenciar que su tarea fundamental es la
participación activa en la evangelización como lo hicieron las primeras mujeres cristianas
dentro de la Iglesia primitiva, colaborando, aunque en algunas ocasiones con mayor
dedicación, en la misión encargada a obispos y párrocos de sus diócesis.

Además, se vislumbran los mismos problemas que se presentaron con las primeras mujeres
evangelizadoras en sus comunidades, que realizaron esta actividad dentro de la Iglesia y
fueron opacadas por los varones, asimismo se manifiesta una subordinación a la institución
jerárquica en esta tarea, ya que todo está en manos de los obispos y de sus párrocos que no
han podido comprender que “Cristo derramó su Espíritu prometido por el Padre a todos su
hijos regalándoles dones y carismas para que anuncien el Reino de Cristo y de Dios a todas
las personas.” (LG 5). Es comprender que todos los seres humanos tenemos el mismo
Espíritu de Cristo y todos estamos llamados a proclamar el Evangelio, siendo además un
mandato del mismo Jesucristo (Cfr. Mt 28,19). Entonces es entender que todos somos
iguales como lo hicieron estas mujeres, por eso a pesar que no las tengan en cuenta, ellas
son conscientes de que son hijas de Dios, que poseen el Espíritu de Dios para anunciar el
Evangelio de Cristo en sus localidades y comunidades eclesiales contribuyendo en el
estableciendo el Reino de Dios de misericordia.

Sería importante que los párrocos, como dice San Pablo, cambiaran su forma de pensar
para que cambie su manera de actuar (Cfr. Ef 4, 22-24), de manera que actuaran con más
caridad hacia estas mujeres evangelizadoras pues tienen las mismas condiciones que los
varones. Asimismo, en otra carta de San Pablo nos es señalado el camino de la excelencia
como el himno de la caridad: “El amor no tiene envidia (…), no es descortés, no busca lo
suyo (…), se complace en la verdad (…)” (1Co 13, 4-6). Es una exhortación a cambiar.
Obrar en oposición a este mensaje es ir en contra del mandamiento de Jesús que explicita el
amor al prójimo (Cfr. Mt 22, 39), y que le hace verdadera imagen de Cristo. Se puede ver
que todavía falta mucho para establecer la verdadera comunidad que presenta Jesús en el

57
Evangelio, pues aún predomina la conducta dominante de algunos varones sobre las
mujeres dentro de la Iglesia.

Por último, es pertinente recordar lo que el Papa Francisco nos comunicó en la Exhortación
Apostólica Evangelii Gaudium35 en la que invita a toda la Iglesia a evangelizar; este es un
compromiso de todo bautizado, pues como lo hicieron las primeras discípulas, “la
samaritana, apenas salió de su diálogo con Jesús, se convirtió en misionera, y muchos
samaritanos creyeron en Jesús ‘por la palabra de la mujer’ (Jn4, 39)” (EG 120). Como se
puede percibir, en este documento el Papa Francisco reconoce el papel fundamental que
tuvieron las primeras mujeres al anunciar el Evangelio, no obstante, hace falta mayor
reconocimiento de las mujeres que actualmente participan activamente en las comunidades
eclesiales de las Iglesia local de Bogotá.

3.3.Mujeres Profetas

El seguidor de Jesucristo se identifica con su carácter profético, y este se puede percibir en


las mujeres líderes que se dedican a proclamar el mensaje de Reino de Dios, a denunciar el
antirreino, es decir, los antivalores de injusticia, opresión, exclusión que viven las personas
en la actualidad dentro de sus localidades, y con el compromiso por un cambio estructural
que haga posible una sociedad donde la justicia, la libertad, la igualdad estén presentes.

Se puede identificar algunos signos de la praxis profética en las tres líderes su conversión
personal que ellas obtuvieron por medio del Espíritu de Cristo, y ahora están
comprometidas con el proyecto del Reino de Dios y colaboran por establecerlo en sus
familias, parroquias, localidades pues se dedican a evangelizar a las personas para sean
verdaderos discípulos de Cristo y que empiecen una nueva vida con Dios. Del mismo modo
ellas lo realizan a través de sus comunidades capacitando a los nuevos seguidores con la
palabra de Dios, a través de una catequesis kerigmática, para que sean verdaderos
35
Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. Disponible en
http://www.vatican.va/holy_father/francesco/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-
ap_20131124_evangelii-gaudium_sp.html (Consultado el 15 de enero de 2014).

58
cristianos. Además las señoras han trabajado y entregado su vida al servicio de la Palabra
de Dios y a la Iglesia local como profetas sin ser reconocidas.

Demostrando así estas tres líderes mujeres su papel responsable con el anuncio del Reino
de Dios, como lo hicieron las primeras profetas que trabajaron recíprocamente con Jesús, y
los discípulos que denunciaron el sistema estructural social, política, religiosa de la
tradición judía y su identidad patriarcal que oprimía, marginaban, excluían a hombres y
mujeres de la sociedad, y el templo. Convirtiéndose así el movimiento profético donde las
voces de Jesús, su grupo representaban las causas de los sectores más pobres, oprimidos,
excluidos y marginados que comenzaron a sentirse liberados, salvados por este movimiento
y reconociendo la realidad del Reino de Dios dentro del grupo ya que se les abrió la
posibilidad de una nueva vida más justa, humana, digna y democrática para todos los
hombres y mujeres que participaron activamente e igualitariamente dentro de la
comunidad.

Se puede interpretar que estas tres mujeres son profetas porque se dejaron conmover por
Dios, se comprometieron a cumplir la palabra de Dios, y a colocarla en práctica siendo
conscientes de la responsabilidad que tienen con la realidad para ayudar a establecer el
Reino de Dios, de misericordia, justicia, libertad, igualdad y fraternidad en sus
comunidades.

Ya todas ellas han aprendido a ser profetas de Cristo porque tienen la mente, ojos, oídos
para escuchar el clamor del pobre que es la voz de Cristo presente en la realidad de estas
personas sufrientes, oprimidas y estas mujeres tienen que actuar desde el Evangelio para
ser respuesta liberadora y salvadora a todas estas personas anunciándoles la buena notica
de Cristo en sus vidas. Como lo hicieron las primeras mujeres cristianas la sirofenicia y
Febe que tomaron la voz de Cristo para ayudar hacer justicia y esto lo que se puede apreciar
que hacen estas tres líderes dentro sus comunidades eclesiales e Iglesia Local.

59
De igual forma se puede ver el compromiso que tienen estas tres mujeres cristianas como
“Pueblo Santo de Dios porque participan de la función profética de Cristo, difundiendo su
testimonio vivo de la fe y la caridad confesando que Dios está vivo y predican la verdadera
palabra de Dios por medio de su Espíritu.” (LG 12) Además es la praxis que realizan estas
mujeres dentro de las comunidades eclesiales que nos llevan a decir que son profetas
porque son mujeres que tienen una identidad que son reconocidas como modelo en sus
comunidades eclesiales y en las Iglesia local son conocidas por su testimonio, porque
anuncian el mensaje del Evangelio de Cristo, y han entregado toda su vida a Dios sin
esperar nada a cambio sino la transformación de los seres humanos, así no sean reconocidas
por la Iglesia, ellas son profetas porque trabajan por la causa del Reino de Dios.

3.4.Mujeres Servidoras

Para comprender el significado del servicio hay que mirar la praxis Jesús que la manifiesta
el Evangelio (Mc10, 42-45). El servicio no es para figurar y tener poder como los jefes que
dominan y oprimen, sino que es una entrega desinteresada, el servicio consiste en que el
que quiera llegar a ser grande, sea el último, y el que quiera ser el primero sea el esclavo de
todos. Todo lo contrario de lo que enseña el mundo. “Esta visión crítica alternativa de
Jesús pertenece al nucleó de su mensaje del Reino de Dios en el que se invierten los valores
hegemónicos del mundo”36. Por eso las mujeres encontraban allí esperanza, acogida y se
convierten en sus seguidoras y servidoras.

Recordemos que Hechos de los Apóstoles y las cartas paulinas testifican que las mujeres
entregaron sus casas para el servicio de la Iglesia y que algunas mujeres pertenecieron al
ministerio de los diáconos como Febe. Estas mujeres son las que han sostenido la Iglesia y
por eso hay que revivir su memoria, ya que la historia las quiere hacer pasar a un segundo
plano dándole más importancia al varón dejando prevalecer la visión androcéntrica en la
tradición de la Iglesia, cuando en realidad las mujeres sirvieron dentro los ministerios igual

36
Bernabé, La mujer en la Iglesia, 2. Disponible en http://www.mercaba.org/FICHAS/H-M/722-1.htm
(Consultado el 23 de agosto de 2013).

60
que los hombres y lo demostraron con sus capacidades de entrega y liderazgo, por eso los
varones no debieran tener esa conducta patriarcal olvidándose por completo de las
enseñanzas de Cristo que nos dice que todos somos hijos de Dios.

Por eso gracias a la memoria de estas mujeres servidoras de Cristo, se puede mirar con
atención la participación de las mujeres actuales en los ministerios del servicio de la Iglesia.
Aunque la institución jerárquica no las reconozca como diáconos y ni les haya dado este
ministerio sino que lo tenga asignado a los varones y tenga a las mujeres en un segundo
plano sin reconocer su labor. Sin embargo hay que comprender que Dios llamo a todo el
mundo a servir en la Iglesia y es un don que Dios regala y esto es lo que realizan estas
mujeres servidoras de la Iglesia local de Bogotá, que trabajan para que reino de Dios se
establezca en sus localidades y en la sociedad. Además hay que comprender que el
ministerio del servicio no es un cargo jerárquico sino es don recibido por la gracia de Dios
que actúa en todas las personas.

Creo que es permitente recordar que el concepto fundamental de servicio tiene que estar
centrado en “la imagen del modelo de autoridad en el servicio que es el mismo Cristo
Jesús”37. Es comprender que todos somos siervos de Dios y que todos formamos parte de la
Iglesia a través del bautismo y que todos están llamados a servir, a participar como una
comunidad de iguales a imagen del Dios trinitario como lo aborda el Concilio Vaticano II
en Lumen Gentium 1 al 4 y Gaudium et Spes 10, 23, 24 y 25 Diciendo: “Y así toda la
Iglesia aparece como un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo.” (LG 4). Además todos participamos de sacerdocio de Cristo, como señala
“Los fieles que, en cuanto incorporados a Cristo por el bautismo, integrados al Pueblo de
Dios y hechos partícipes, a su modo, de la función sacerdotal, profética y real de Cristo,
ejercen en la Iglesia y en el mundo la misión de todo el pueblo cristiano en la parte que a
ellos corresponde” (LG 31). Reconociendo que Cristo es la cabeza de la Iglesia y que es
Espíritu Santo que nos perfecciona en la caridad y el servicio para que todos sus miembros
seamos uno con el Padre como dice el texto (Cfr. Jn 17,21).

37
Parra, La Iglesia, 221.

61
Desde esta mirada es comprender que la participación de los hombres y de las mujeres
dentro de la Iglesia debe ser igualitaria, respetando la dignidad humana, la particularidad y
la diversidad de todos sus miembros reconociendo que todos son criaturas de Dios y somos
hermanos que pertenecemos a la misma familia que es la Iglesia.

3.5.Conclusión

La contextualización histórica de estas tres mujeres que participan activamente en las


comunidades eclesiales de la Iglesia local de Bogotá, permite redescubrir el papel que ha
tenido la mujer dentro de la iglesia, hace revivir el pasado histórico de las mujeres que
participaron en el movimiento de Jesús y el movimiento cristiano misionero pues con sus
identidades y su praxis de discípulas, evangelizadoras, profetas y servidoras son las mismas
cualidades que tiene estas tres mujeres de las comunidades eclesiales de hoy que siguen a
Cristo y forman parte de la Iglesia ya que estas características son fundamentales para la
vida de todo cristiano pues son los cimientos y las columnas que posibilitan su
fortalecimiento de la vida de la Iglesia.

Además los textos de la tradición hacen revivir las tensiones que vivieron estas mujeres
dentro de las primeras comunidades cristianas ya que el paradigma patriarcal estaba más a
arraigado en las costumbres judías y romper con este modelo les debió traer muchos
problemas que todavía no logramos visualizar en todas estas mujeres cristianas. Del mismo
modo las tres mujeres han pasado por dificultades y problemas en sus comunidades
eclesiales y en las Iglesia local pues no se ha podido superar todavía la estructura patriarcal
androcéntrico y kyriarcal pues no dejan participar igualitariamente a la mujer dentro la
Iglesia siendo mirada con indiferencia y maltratándolas psicológicamente como los
expusieron estas mujeres.

Del mismo se interpreta y se comprende que “Dios se revela en la historia a través de Cristo
por medio de su Espíritu Santo en su Iglesia” (LG 4), y que Dios llama al que él quiera “Y
ha escogido Dios a los más débiles del mundo, para confundir a los fuertes. Lo plebeyo y

62
despreciable del mundo ha escogido Dios, para reducir a la nada lo que es.”(1 Co 1,27-28)
Es decir Dios se ha valido de las personas más frágiles pero ha enviado el mismo Espíritu
de Cristo para capacitarlas como sucede con muchos hombres y mujeres que entregan su
vida al servicio Dios y trabajan incansablemente por ayudar establecer el Reino de Dios
como lo testimonian estas tres mujeres que participan activamente en las comunidades
eclesiales de hoy.

Se puede deducir cuál es el auténtico discípulo que es llamado por Cristo, es el que cumple
la voluntad de Dios, siguiendo el verdadero camino de transformación, entrega y servicio
como el maestro que ayuda a transformar su realidad y el contexto de situación que viven
las personas más pobres, excluidas y marginadas de sus localidades ayudan a liberarlas y
salvarlas como lo manda el Evangelio. Esto fue lo que dejaron ver con sus prácticas estas
tres mujeres líderes seguidoras y discípulas de Cristo en sus comunidades eclesiales de hoy
con el compromiso existencial de la misericordia convirtiéndose en auténticas discípulas de
Jesús siendo creíbles, justas, sensibles, compasivas, que buscan recuperar la dignidad de
las personas en esta sociedad y dentro de sus localidades, que con forman la Iglesia.

Asimismo, son mujeres que intenta trabajar por la Iglesia y por Cristo, pues le colaboran a
los obispos y presbíteros de sus localidades en la catequesis, la pastoral social
independientemente que atraviesen dificultades y no tengan una formación teológica
adecuada desean servirle a Dios y la Iglesia desde sus comunidades para así poder
establecer Reino de Dios.

Igualmente se puede interpretar que la presencia de las mujeres del cristianismo primitivo
impulsa y fortalece la presencia de las mujeres en algunas comunidades locales, pues su
experiencia de participación e inclusión dentro del movimiento de Jesús y el movimiento
cristiano estimula la participación de las mujeres en la Iglesia sintiéndose discípulas
iguales. Ya que Jesús suscitó una comunidad participativa, democrática e igualitaria. Esto
es lo que debe existir en nuestra Iglesia actual que no exista diferencia entre hombres y
mujeres pues la misma Iglesia de Cristo.

63
También se pudo percibir que algunas comunidades eclesiales guiadas por estas tres
señoras se esfuerzan por ser comunidades abiertas a todas las personas, no hay ningún gesto
de exclusión sino que todos son acogidos y pueden participar igualitariamente en los
diferentes ministerios, se respeta la diferencia y hay comunión entre todos sus miembros
intentado cumplir con la comunidad propuesta por Cristo.

Se puede observar en algunas mujeres líderes de estas comunidades eclesiales es que su


paradigma mental sigue siendo patriarcal como lo comentaba una de ellas que su
mentalidad es machista por lo menos la señora fue honesta y le cuesta todavía aceptar que
estos modelos maltratan y quizás ella no es consciente que es por esa estructura
androcéntrica y patriarcal que los párrocos la han maltratado por su poder y dominio que
creen poseer. Además sería bueno que la señora fuera consciente que este arquetipo de
estructura, lo que está haciendo es oprimir y esclavizar a las persona. Por eso debe basarse
más en el modelo propuesto por Jesús histórico y su mensaje del Reino de Dios, que
denuncio todos estos modelos que afectan la dignidad humana.

Asimismo, se puede percibir que las tres comunidades eclesiales que trabajan en la
evangelización kerigmática y que son dirigidas por las tres señoras, se han quedado
centradas en el Cristo glorificado y sean olvidado a Jesús histórico, que realmente fue un
hombre que nos enseñó a vivir más humanamente y respondió a la situación del momento
con hechos, acciones y palabras denunciando el antirreino de injusticia, opresión
desigualdad que vivían las personas más pobre; por eso le costó la vida. Esta es la
invitación que nos hace Jesús, es trabajar por la justicia social y la opción preferencial por
los pobres que es lo que le falta más a estas comunidades.

Del mismo modo se puede interpretar que aunque los textos digan que sí participaron las
mujeres en la Iglesia primitiva y los contextos lo demuestren con estas tres mujeres que
trabajan activamente y los pretextos los verifiquen que las mujeres son las que sostiene la
Iglesia. El problema esta es en la estructura jerárquica que sigue anclada en el pasado y su
estructura patriarcal, androcéntrica y kyriarcal que parece que no fue afectada por el Jesús

64
histórico que enseñó el nuevo modelo de vivir igualitariamente como una comunidad de
hermanos a imagen de Dios, siendo todos hermanos. Aunque saquen muchos documentos
pero si no se colocan en práctica son letra muerta.

Lo que toca hacer es construir muchas comunidades conscientes de la realidad y del


Evangelio mirando desde la óptica de Jesús histórico que con sus praxis llego afectar la
conducta humana. Es desde ahí, que toca empezar con el cambio uniéndose hombres y
mujeres cristianos no cristianos para construir sociedades justas, igualitarias, participativas
y democráticas para sí afectar estos modelos que hacen daño a la sociedad y a la Iglesia.
Además hay que apoyar todas las mujeres que participan en la iglesia pero también hay que
buscar hombres y mujeres dentro los grupos juveniles para que lideren esta causa de la
participación activa de los menos favorecidos y en especial las mujeres.

65
CONCLUSIONES FINALES

1. En lo que respecta a la participación de la mujer dentro del movimiento de Jesús y el


movimiento cristiano misionero, destacamos que en ambos movimientos la figura de la
mujer es protagónica y tiene gran relevancia dentro de los dos grupos y sus
comunidades, pues ese lugar de participación se lo dio primero Jesús incluyéndolas en
su movimiento y luego es el mismo Espíritu de Cristo resucitado que le da el lugar
dentro la comunidad cristiana, esto no se lo otorgó ni la cultura, ni el judaísmo ya que la
autoridad la ejercían los varones en la sociedad y la mujer no tenía participación dentro
este modelo patriarcal exclusivista. Además Jesús establece una nueva sociedad
fundamentada en el proyecto del Reino de Dios, que consiste en el regir de Dios en la
historia, en donde el amor, la justicia, la libertad, la igualdad, la dignidad, la
generosidad son los nuevos valores éticos y sociales establecidos por Dios en la
colectividad, en el que hombres y mujeres participan democráticamente dentro de ella
como una familia de hermanos.

Esta nueva familia que es “la Iglesia tiene que estar constituida sobre la imagen de Dios
Trinitario”38, que se fundamenta en la comunión- unidad de las tres divinas personas el
Padre, el Hijo y Espíritu Santo, que actúan siempre en una relación de amor total y
absoluto dentro de la creación. Esta compresión tiene que manifestarse en la comunidad
eclesial que tiene que actuar conforme a la misma relación de comunión, de igualdad y
de libertad como lo enseña la Santísima Trinidad. Al comprender esta magnitud como
seres humanos podremos deducir la utopía de la igualdad que respeta las diferencias de
la comunión plena, y las relaciones justas con la sociedad y la historia.

Además, esa relación establecida por la Trinidad que muestra una actuación relacional
incluyente, actuando completamente en unidad como lo demuestra el evangelio de San

38
Parra, La Iglesia, 159.

66
Juan “Te pido que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos que
también sean uno en nosotros para que el mundo crea que tú me has enviado”
(Cfr.Jn.17, 21). Por lo tanto, al entender en profundidad este versículo y bajarlo al
corazón, actuaríamos como lo que somos una verdadera comunidad de hermanos. Que
somos creados por un mismo Padre, salvados por su Hijo Jesucristo y Santificados por
su Espíritu.

Asimismo estableceríamos más rápidamente el reino Dios en medio de todos los seres
humanos, puesto que dejaríamos que reinara Dios Trino en la diversidad de cada uno
de nosotros. De este modo no habría clericalismo, patriarcalismo, androcentrismo,
marginación, opresión, exclusión, desigualdad, injusticia sino que todas las personas
participarían democráticamente dentro la comunidad. Igualmente, se establecería la
verdadera Iglesia propuesta por Cristo Jesús, donde la unidad, el amor, la justicia, la
igualdad, la fraternidad y la paz se estarían estableciendo en los hombres y mujeres que
siguen y caminan al encuentro de Dios Trinitario en la Iglesia.

2. Referente a la propuesta para determinar las cuatro categorías fundamentales de


discípulas, evangelizadoras, profetas, servidoras se hicieron a partir del estudio bíblico
y “el modelo crítico de interpretación feminista de liberación”39 que permitió recuperar
en la Biblia, la historia de las mujeres en el cristianismo primitivo y la participación
fundamental que ellas tenían dentro de la comunidad como discípulas de Jesús.

Además estas categorías se desarrollaron a partir del texto normativo de la tradición


apostólica, “en el que se testimonia la exégesis de Jesús, se muestra a través de su
existencia categorial y biográfica las características de discípulo, evangelizador, profeta
y servidor que son los elementos reveladores y salvadores de Dios en la historia, en el
que Dios muestra su rostro humano, a través de la existencia de su Hijo Jesús de
Nazaret.”40 Por tanto siendo Jesús histórico el modelo normativo único a seguir, que

39
Vélez, El método teológico, 245.
40
Parra, Texto, Contextos y Pretextos, 165.

67
nos enseñó a vivir humanamente e igualitariamente como hijos de Dios en una
comunidad de hermanos.

3. Lo relacionado a la categoría discipulado se interpretó desde los relatos del Nuevo


Testamento en el que aparecen una cantidad de listas de mujeres que fueron acogidas
por Jesús dentro de su movimiento como discípulos y seguidores (Mc 15,40-41; Mt 27,
55-56; Lc 8, 1-3 y Jn 19, 25), las narraciones evangélicas señalan la importancia que
tenían las mujeres como discípulas iguales en el movimiento de Jesús. Por eso tenemos
a María Magdalena, Salomé, María la madre Santiago y Joset, Juana, la madre los
Zebedeos y María la madre Jesús son las primeras mujeres, que participaron
activamente en el movimiento de Jesús y se convirtieron en modelos de fe a seguir
dentro de la comunidad cristiana. Asimismo las experiencias de estas mujeres creyentes
muestran la manifestación de amor de Dios en sus vidas y se convierten en las primeras
discípulas iconos en la Iglesia.

Del mismo modo, existen una cantidad de relatos en el libro de Hechos de los
Apóstoles y diferentes Carta Paulinas en donde parece una cantidad listas de nombres
de mujeres como: Febe, Lidia, Priscila, Junia que fueron discípulas y seguidora de
Cristo Resucitado, que participaron igualitariamente con los varones en el movimiento
cristiano misionero y colaboran en extender el mensaje del Reino de Dios por el
Mediterráneo. Todas ellas serán recordadas como auténticas discípulas de Cristo, que
comprendieron que el Espíritu de Cristo seguía actuando en sus vidas y que Cristo
permanecía en la comunidad de Iglesia por eso se les recordara como las mujeres que
colocaron con la construcción de la Iglesia.

Por tanto, los testimonios de las mujeres históricas y las líderes actuales de las
diferentes comunidades eclesiales hoy demuestran que son verdaderas discípulas de
Cristo, construyéndose los prototipos a seguir dentro de las comunidades eclesiales de
la Iglesia local. Asimismo estas mujeres discípulas son parámetros de compresión del
actuar de Dios, en la vida de estas líderes y las de sus comunidades locales, de donde se

68
posibilita que el proyecto del Reino de Dios, sea establecido en las personas en la
Iglesia. Igualmente, todas ellas son participantes de la historia de la salvación y están
escribiendo la revelación de Dios en sus vidas.

4. En lo que concierne sobre la categoría evangelizadoras nos centramos en los textos de


los Evangelios, en donde relatan que Jesús predicaba la Buena Nueva del Reino de Dios
junto a los discípulos y algunas mujeres que fueron transformadas por el encuentro con
Jesús (Cfr. Lc 8, 1-3), y se incorporaron como seguidoras que anunciaba el mensaje de
salvación dentro del movimiento Jesús. “Asimismo ellas fueron testigos de la pasión,
muerte y resurrección siendo María Magdalena la primera receptora de la aparición del
resucitado que va y lo anuncia al grupo (Jn 20,14-18; Mt 28.9-10), y todas ellas están
presentes en el grupo de discípulos reunidos a los que el Resucitado confían la misión
y entrega el Espíritu (Lc 24,36ss; Hch 1,14; 2,1-21; Jn 20,19-22)”.41

Igualmente, el libro de Hechos de los Apóstoles y las diferentes Cartas Paulinas


resaltan el rol de las mujeres como misioneras, evangelizadoras que proclamaron y
anunciaron el mensaje de Reino de Dios, asimismo “se dedicaron a enseñar la Palabra
de Dios (Hch 16,3-15; Rm 16,1-13; 2Tm 1,5), se les confían ministerios: proféticos
(Hch 21,9,1Co 11,5), diaconal (Rm 16,1), misionero (Rm 16,7), enseñanza (Hch
18,2.26;Rm 16,3), de las viudas (1Tm 5,9-10)”42 y además estas mujeres colaboraron
en la “construcción de espacios para Iglesia domesticas en donde se predicaba la
palabra, para el culto, para participación en la mesa la eucarística y las relaciones
sociales.”43 También estas mujeres entregaron sus vidas por la causa del evangelio de
Cristo siendo modelos a seguir dentro de las comunidades cristianas.

Lo más importante es comprender el significado que tienen las primeras mujeres


cristianas que aportaron sus vidas al anuncio de la palabra de Dios y las tres líderes

41
Bernabé, “La mujer en la Iglesia”, 2. Disponible en http://www.mercaba.org/FICHAS/H-M/722-1.htm
(Consultado el 23 de agosto de 2013).
42
Vélez, El método teológico, 262.
43
Schüssler, En memoria de ella, 224.

69
actuales como evangelizadoras ya que ellas están colaborando con la misión de la
Iglesia de Bogotá, ya que estas dirigentes de comunidades se dedican a la actividad de
la evangelización kerigmática consiste en ayudar a la pastoral de la evangelización en
las parroquias, enseñando en la catequesis bíblica, proclamando la Buena Nueva,
ayudando en la celebración litúrgica y formando nuevos discípulos.

Por tanto, ver la praxis de las mujeres como evangelizadoras en todo tiempo de la
historia dentro de la Iglesia, significa comprender que estas mujeres son las
bienaventuradas del Evangelio, porque con su práctica han ayudado a salvar y liberar a
muchos hombres y mujeres permitiendo que la acción de Dios se realice en las
comunidades. Por eso sería importante que la institución de la Iglesia, le revindicara su
derecho y su dignidad como mujeres que han colaborado construir el Reino de Dios en
la sociedad.

5. En lo que se refiere a la categoría profética el seguidor de Jesucristo se tiene que


identificar con el carácter profético de su maestro y cumplir con la misma palabra del
Señor como lo hizo Jesús cuando dijo “El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha
ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la
libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y
proclamar un año de gracia del Señor (…) Esta escritura que acabáis de oír se ha
cumplido hoy ”(Lc.4, 18-22).

Este quehacer de Jesús quedo presente en la historia de los más pobres entre ellos las
mujeres que eran las más oprimidas y excluidas. Todas ellas se sintieron liberadas,
salvadas y dignificadas porque la Buena Noticia se había realizado en sus vidas como lo
señalan las diferentes narraciones del Nuevo Testamento, haciendo de los pobres la
razón de ser del Reino de Dios. Como lo testifican el relato de San Marcos (Mc 7,24-
30) con la mujer sirofenicia y la Carta a los Romanos (Rm 16,1-2) con Febe que se
identifican como mujeres proféticas por la praxis que realizaron y fueron reconocidas
por las comunidades cristianas.

70
Asimismo, sucede con las tres mujeres actuales que con sus prácticas, acciones y
compromiso por la proclamación de la Palabra de Dios, hacen posible que el Reino de
Dios sea establecido dentro de sus comunidades y la Iglesia local de Bogotá. Estas tres
mujeres son reconocidas por sus testimonios, coherencia vida y por la forma radical de
anunciar el Evangelio y denunciar las injusticias convirtiéndose en modelos a seguir
dentro de sus agrupaciones, aunque les falta todavía mucho para ser profetas ya que el
profeta trabaja intensamente por la justicia social y la opción preferencial por los
pobres, lo más importante es que se esfuerzan por llegar a ese ideal.

De esta forma, el recuerdo de las mujeres históricas y las actuales evocan siempre el
recuerdo del Reino de Dios prometido a los más pobres y necesitados haciendo de ellos
el fundamento y razón de ser de la Iglesia ya que esa acción profética tiene que ser el
objetivo de todo cristiano la opción fundamental por el pobre y marginado de la
sociedad para ayudarlo a salvarlo, liberarlo y dignificarlo haciendo posible Reino de
Dios siga actuando en cada persona.

6. En lo que corresponde a la categoría de servicio esta es una actitud que debe tener todo
seguidor de Jesucristo que cumple la voluntad de Dios y pone en práctica la Palabra, es
decir, quien como Jesús, sale de sí para servir al prójimo de una forma desinteresada.
Jesús reconoce como iguales a todas las personas a las que sirvió, pero también aclara
que todos los seres humano estamos llamados a servir, siendo esta una característica
que identifica a un auténtico ser humano. Las mujeres del movimiento de Jesús y el
cristiano dan cuenta que esta realidad sí es posible en un seguidor de Cristo y es lo que
deberíamos encontrar en los actuales tiempos en toda experiencia comunitaria.

Encontramos que en las comunidades eclesiales que abordamos en esta investigación,


asumen el llamado a servir participando en las parroquias con entrega y esmero,
sirviendo en diversos ministerios como el de la palabra, la comunión, las que presentan
las ofrendas, las que cantan, esto está bien, pero el servicio no se puede limitar a

71
pertenecer a este o aquel ministerio, es más que esto, es comprometerse a transformar la
realidad de injusticia que padecen las personas a las que servimos.

Surge una crítica adicional y es que la posibilidad de servir dentro de la Iglesia como
ministro ordenado, en caso específico del diaconado, es de acceso exclusivo del varón y
esto en términos de la igualdad que debe regir toda relación entre los seres humanos, no
se está cumpliendo en la Iglesia. Ya que falta recuperar la visión propuesta por Jesús, en
la primera comunidad, en donde el amor, la solidaridad y el servicio fueron los ejes
principales para que varones y mujeres participaran igualitariamente y fraternamente
como una comunidad de hermanos.

Por eso la Iglesia tiene que estar fundamentada en la praxis de Jesús, que es el amor, la
solidaridad, el servicio y la entrega que es la esencia que constituye e identifica la nueva
comunidad eclesial donde se vive la unidad, la participación, la diversidad, la igualdad,
entre las personas, respetando siempre su libertad y dignidad como una verdadera
comunidad a imagen de Dios y derrotando así los modelos clericales, piramidales que
destruyen la fraternidad de los seres humanos.

7. Finalmente al identificar las categorías o roles de discípulas, evangelizadoras, profetas y


servidoras que realizaron las mujeres dentro del movimiento de Jesús, el movimiento
misionero cristiano y las comunidades eclesiales de la Iglesia local de Bogotá, nos
permitió comprender el papel protagónico, fundamental, activo, participativo que ha
tenido la mujer dentro de la sociedad y la Iglesia como verdaderas seguidoras de Cristo
Jesús. Ya que han ayudado a construir el Reino de Dios, en sus vidas, familias,
agrupaciones, localidades y en la colectividad de la Iglesia, puesto que todos ellas
aportaron sus vidas, trabajos, enseñanzas a los hombres y mujeres más pobres,
marginadas, oprimidas, excluidas de la sociedad haciendo posible que se superara estas
situaciones para así poder establecer el Reino de Dios en estas personas.

72
Además estas mujeres han sido fieles, comprometidas con el llamado de Dios porque
han entregado sus vidas con generosidad por la causa del Reino Dios, para que el
misterio de Dios se haga presente en la historia de la Iglesia y para que siga actuando la
acción de Dios en nuestro tiempo a través de las comunidades que son dirigidas por
estas mujeres que han sido el canal de amor de Dios para seguir liberando, salvando y a
las personas.

Por eso el mayor de los errores e injusticias que se podrían cometer es desconocer el
valor de las acciones que han tenido las mujeres en la historia del cristianismo y en la
Iglesia, pues como ya sabemos Dios se sigue revelando en la historia por medio de las
personas. Por tanto se debe posibilitar de una vez por todas que las mujeres sigan
participando activamente dentro la institución de la Iglesia en igualdad de condiciones y
posibilitando su reconocimiento como lo ha tenido los varones.

8. En cuanto al aporte teológico de las mujeres líderes de las comunidades entrevistadas


encontramos una experiencia de la compresión de Dios que se revela en la historia,
especialmente en el rostro pobre de las mujeres. La acción de Dios y su amor se
manifiesta y comunica por medio de las diversas prácticas que realizan desde su
condición de sujetos eclesiales, más aún, desde su condición laical se comprometen con
el anuncio del Evangelio como contribución para hacer visible el Reino de Dios hoy.

73
BIBLIOGRAFÍA

Bernabé Ubieta, Carmen. Con ellas tras Jesús. Mujeres modelos de identidad cristiana.
Navarra: Verbo Divino, 2010.

Estévez López Elisa. Qué se sabe de…Las mujeres en los orígenes del cristianismo.
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Teología, 2005.

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Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Teología, 2005.

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Divino, 1994.

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2007.

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Colombia, 1993.

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Risaralda – Colombia. 2007-2014.

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75
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de género.
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http://www.vatican.va/holy_father/francesco/apost_exhortations/documents/papa-
francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium_sp.html (Consultado el 15
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Lythgoe, Esteban “Paul Ricoeur, pensador del testimonio histórico”, Revista de Filosofía
Vol. 37, Núm.1 (2012): 107-122. Disponible en
http://revistas.ucm.es/index.php/RESF/article/view/39299/37876 (Consultado el 11
de noviembre de 2013).

76
PREGUNTAS PARA LA ENTREVISTA

(Dirigida a las mujeres que lideran algunas comunidades eclesiales en Bogotá)

1. ¿Conoce el papel que desempeñó la mujer en la iglesia primitiva en época de


Jesús?
a. Mucho
b. Regular
c. Casi nada
d. Nada
e. No sabe o no contesta

2. ¿Qué Características destacaría del papel de la mujer en esos tiempos?


a. Evangelizadoras
b. Benefactoras
c. Se sometía completamente a la autoridad del hombre
d. Todas las anteriores
e. No sabe no contesta

3. ¿Cree que las mujeres participan suficientemente en la Iglesia?


a. Muy a menudo
b. A veces
c. Casi nunca
d. Nunca
e. No sabe o no contesta

77
4. ¿Cree que las mujeres participan de puestos de liderazgo en la iglesia?
a. Si ____ (explique de qué manera)
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________

b. No ____ (explique por qué)


________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________

5. ¿Qué actitudes de las mujeres que participan en comunidades le estimulan a usted


para fortalecer su compromiso eclesial?
a. El ejemplo de vida
b. La constancia
c. La hospitalidad
d. Otros factores
e. No sabe o no contesta

6. Como mujer líder, ¿cómo se capacita en su labor evangelizadora?


___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________

78
7. ¿Qué pretende la comunidad con las obras que realiza?
a. Transformar la realidad social
b. Convertir a las personas
c. Vincular más personas al grupo
d. Realizar obras benéficas

8. ¿El trabajo apostólico que realiza la comunidad está insertado con el plan
diocesano?
a. Si ___ (explique de qué manera)
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________

b. No ___ (explique por qué)


________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________

9. ¿Qué tipo de apoyo recibe de parte de su obispo, diócesis o parroquia?


___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________
___________________________________________________________________

79
ANEXO 3
BIBLIOTECA ALFONSO BORRERO CABAL, S.J.
DESCRIPCIÓN DE LA TESIS DOCTORAL O DEL TRABAJO DE GRADO
FORMULARIO

TÍTULO COMPLETO DE LA TESIS DOCTORAL O TRABAJO DE GRADO


EL PROTAGONISMO DE LA MUJER EN LA IGLESIA CRISTIANA HOY A LA
LUZ DE LAS PRIMERAS COMUNIDADES ECLESIALES: EXPERIENCIAS EN
ALGUNAS COMUNIDADES DE BOGOTÁ
SUBTÍTULO, SI LO TIENE

AUTOR O AUTORES
Apellidos Completos Nombres Completos
Chaparro Escalante Jorge Elio

DIRECTOR (ES) TESIS DOCTORAL O DEL TRABAJO DE GRADO


Apellidos Completos Nombres Completos
Vélez Caro Olga Consuelo

FACULTAD
TEOLOGÍA
PROGRAMA ACADÉMICO
Tipo de programa ( seleccione con “x” )
Pregrado Especialización Maestría Doctorado
X
Nombre del programa académico
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
Nombres y apellidos del director del programa académico
P. Alberto Múnera Duque, S.J.
TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE:
LICENCIADO EN TEOLOGÍA
PREMIO O DISTINCIÓN (En caso de ser LAUREADAS o tener una mención especial):

83
CIUDAD AÑO DE PRESENTACIÓN DE NÚMERO DE
LA TESIS O DEL TRABAJO PÁGINAS
DE GRADO
Bogotá 2014 79
TIPO DE ILUSTRACIONES ( seleccione con “x” )
Tablas, gráficos y
Dibujos Pinturas Planos Mapas Fotografías Partituras
diagramas
X
SOFTWARE REQUERIDO O ESPECIALIZADO PARA LA LECTURA DEL DOCUMENTO
Nota: En caso de que el software (programa especializado requerido) no se encuentre licenciado por la Universidad a través
de la Biblioteca (previa consulta al estudiante), el texto de la Tesis o Trabajo de Grado quedará solamente en formato PDF.

MATERIAL ACOMPAÑANTE
DURACIÓN FORMATO
TIPO CANTIDAD
(minutos) CD DVD Otro ¿Cuál?
Vídeo
Audio
Multimedia
Producción
electrónica
Otro ¿Cuál?
DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVE EN ESPAÑOL E INGLÉS
Son los términos que definen los temas que identifican el contenido. (En caso de duda para designar estos descriptores, se
recomienda consultar con la Sección de Desarrollo de Colecciones de la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J en el correo
biblioteca@javeriana.edu.co, donde se les orientará).
ESPAÑOL INGLÉS
Teología feminista Feminist theology
Cristología Christology
Antropología Anthropology
Eclesiología Ecclesiology
Acción social Social action

84
RESUMEN DEL CONTENIDO EN ESPAÑOL E INGLÉS
(Máximo 250 palabras - 1530 caracteres)

Esta investigación nos permite descubrir cómo Dios sigue actuando en la historia y
especialmente en las mujeres en la Iglesia de hoy, quienes siguen siendo llamadas a vivir
como discípulas, evangelizadoras, profetas y servidoras desde el proyecto del Reino de Dios
establecido por Cristo Jesús. Gracias al Espíritu Santo las mujeres participan activamente en la
Iglesia pese al paradigma androcéntrico, patriarcal y kyriarcal que persiste en la institución
eclesial y en la sociedad en contraste con el modelo incluyente, participativo y democrático
establecido por Jesús en su movimiento y que se constituiría en la base inspiradora del
movimiento cristiano misionero.

This research allows us to discover how God is acting in history, especially women in the
Church today who are still called to live as disciples, to preach the gospel, to be prophets and
to serve in the Kingdom of God’s project established by Jesus Christ. Thanks to the Holy
Spirit, women participation active in the Church despite the androcentric, patriarchal paradigm
kyriarchal that persists in the ecclesial institution and society in contrast to the inclusive,
participatory and democratic model established by Jesus in his movement and that would
constitute the inspirational basis of Christian missionary movement.

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