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“Lo que seremos está allí, en su configuración y sus objetos.

Nada en el mundo abierto y


andarín podrá reemplazar al espacio cerrado de nuestra infancia, donde algo ocurrió que
nos hizo diferentes y que aún perdura y que podemos rescatar cuando recordamos aquel
lugar de nuestra casa.” Julio Ramón Ribeyro. Buenos días con todos mi código es el
052400-0010 y mi tema a desarrollar o cuestión global en este proyecto es la falta de
identidad en la representación de la cultura infantil; está pertenece al campo de indagación,
cultura, identidad y comunidad. Para poder tener una mayor concentración y explicación de
mi relato, tomé dos estímulos a tratar, el primero, un fragmento literario de la obra por las
azoteas de Julio Ramón Ribeyro (El estilo de este literario posee una escritura sencilla,
austera y formalmente clásica), y el segundo, la famosa pintura Urunchikunahuan. Así son
nuestros niños del pintor Josué Sánchez. Este es uno de los pocos pintores que entienden
los sentimientos que detienen y mueven a los que habitantes ese Perú olvidado; unos
atrapados en un profundo hoyo y otros con esas desesperadas ganas de salir adelante por
voluntad propia, contra la voluntad de esas espaldas de quienes manejan y manejaron por
tanto tiempo los destinos del país.
Cuando uno piensa en culturas, lo primero que se nos vendría a la mente, serían los
grandes imperios que por mucho tiempo estuvieron gobernando nuestra tierra, ya sean la
cultura, egipcia, la romana, la inca, entre otros; quizás otros se pongan a pensar en las
obras de arte más hermosas e interesantes que acechan los museos, o las múltiples
costumbres y tradiciones que crecen o desaparecen con el pasar de los días; pero.., y ¿los
niños?, ellos tienen sus propias raíces, sus propias formas de entender el mundo, su
propia cultura, la cultura infantil. Si buscamos el significado de la palabra cultura, en el
diccionario de la Real Academia Española, la cultura es el conjunto de modos de vida y
costumbres, junto a los conocimientos y al grado de desarrollo artístico, científico e
industrial en una época o grupo social. Algo que está regido dentro de ellos. Ahora bien,
¿cómo puede ser que los niños sean creadores de su propia noción de cultura?. Bueno…
ellos lo hacen a través de sus actividades cotidianas. Muchas de ellas, inclusive, son
juegos inocentes. Por ejemplo, en Por las azoteas, su manifestación se ve en su capacidad
imaginativa y esa creatividad, que lo caracterizan. Lo podemos contemplar en el primer
encuentro del protagonista (que en este caso sería el niño) y el señor anónimo. El niño
tenía miedo de que aquel hombre, vendría a conquistar su reino, tal vez era un ladrón o un
vándalo, por lo que decidió velar por varios días y estar de guardia(imaginación
desmesurada). En donde una calurosa mañana el niño se armó de valor, y fue nuevamente
a la azotea de aquel hombre, y por un agujero de entre las tablas, empezó a observarlo,
para saber con quién se había de enfrentar y pelear para evitar la tragedia, pero grande fue
su sorpresa cuando el hombre lo vio y trató de hacerle señas para que se revelara ante el.
Pero había un detalle que miro el niño, el hombre sacaba un pañuelo blanco, por lo que
pensó que estarían en paz, pero no fue así, el señor solo lo utilizó para secarse la
sudorosa frente. Le preguntó quién era, y el hombre respondió “soy el rey de las azoteas''.
Fue un duro golpe, para el niño, quien dijo que era mentira que yo soy el rey de las
azoteas. Tú serás el rey durante el día y yo durante la noche le dijo el hombre. No, dijo el
niño, yo tengo una linterna por lo que podré ver durante la noche, eso me convierte en el
rey durante la noche también, el señor se quedó triste y dijo que sí podría ser el rey de los
gatos al menos, el niño lo pensó y le parecía una idea genial, ya lo estaba imaginado como
un pastor de gatos, yendo de techo en techo en busca de más aventuras.
Yendo a lo que planteamos en un principio el autor demuestra esta representación de la
cultura infantil por medio de personajes imaginativos y curiosos como el rey azoteas, el que
reclame a todo pulmon ser el supuesto de rey de toda planta alta que existe ante sus ojos,
lo hace ver como alguien que está dispuesto a pelear por quizás a nosotros los adultos o
adolescentes cosas sin significado, pero para el niño, es algo con mucho valor. El
argumentar que él sería el rey durante la noche también solo por poseer una linterna, y
haber ganado con este argumento a una persona mayor, nos hace caer en cuenta que los
mayores guardamos también esa pequeña chispa de ingenuidad en el fondo de nuestros
corazones. El autor también nos muestra el nivel de imaginación y audacia de un niño, que
poco a poco crea su propio mundo, algo que actualmente se está perdiendo por el exceso
de uso de la tecnología.
Con las historias y mitos urbanos, y la presencia de la naturaleza colorida, sucede lo
mismo.
En el segundo estímulo, (se trata sobre la pintura del peruano Josué Sánchez, titulada
Urunchikunahuan) que bien podríamos describirla como una obra llena de hermosos
colores, que contrastan con el paisaje y el ser tan alegres y llamativos, y líneas audaces
para crear personajes y si pensamos en cosas divertidas y alegres obviamente nos
imaginamos a un niño, muy simpático y revoltoso. Al momento de realizar estas pinturas
Josué estaba muy influenciada por su infancia, vivió en una zona rural llena de pájaros y
plantas. Si queremos realizar una explicación más técnica, podríamos decir que utiliza
colores brillantes y líneas audaces para crear su personaje y escenario relacionados a las
emociones, es policromático, porque matiza los colores rojo, verde, amarillo, blanco y
negro; como representación del mundo simbólico y ritual. Los sentimientos que podemos
observar en la pintura, es la paz y tranquilidad de estar rodeados de las personas que más
aman. Considero que quiso representar a los infantes en esta obra, no solamente por lo
anteriormente descrito sino también por el título que le dio, así son nuestros niños. La
presencia de animales también os quieren dar a entender sobre el contexto que pasan los
infantes de la pintura, también podemos observar a los niños conversando con las plantas,
con las aves, con las piedras que cobijan a los grillos y con las criaturas vestidas de
harapos que llaman espantapájaros."A los cinco años me llevaron de la ciudad al campo y
pasé mi infancia conversando con las plantas, con las aves, con las piedras que cobijan a
los grillos y con las criaturas vestidas de harapos que llaman espantapájaros," dice Josue
Sanchez. Como escuchamos en muchas ocasiones representar la infancia puede ser algo
divertido, y emocionante, recuerdas momentos que se hallaban en el olvido, recordar es
volver a vivir verdad?. En esta pintura la cosmovisión, la religión y la naturaleza cobran
mucha fuerza, “El dualismo mágico”, que podemos intepretar del cambio de colores
presentados en la obra nos dicen que el Cielo y la tierra forman parte de un mismo
espacio, se complementan, no se mezclan, pero forman unidad. Esto también se refleja en
su pintura la alegría cultural Wanka, en donde nos da a conocer un mundo de color y
alegría. El tema de su obra está referida a las tradiciones festivas y al trabajo comunal del
pueblo wanka, que muestra una gran solidaridad en el trabajo comunal y una intensa
alegría cuando se trata de festejar un acto familiar o colectivo. Este aspecto se refleja en la
obra de nuestro artista, pues expresa a su modo un mundo infantil bucólico, con sus
fiestas, ferias, bailes y labores de campo; este es un mundo pintado con amor, con colores
claros y alegres. Asimismo, Sánchez toma elementos y expresiones del arte popular, por
ejemplo, de los mates burilados. Es indudable la presencia de las tradiciones y costumbres
representadas en esta obra, la mezcla con las poblaciones rurales y la cosmovisión andina
perteneciente a los antiguos pueblos del Perú. En hilando la vida del mismo autor, también
podemos encontrar la cultura infantil, su importancia en la vida de una madre, que teje su
futuro y el de su familia a base de largos hilos que algún día construirán la base de la
sociedad que conocemos hoy en día. Todas estas cosas que citamos anteriormente, casi
sin quererlo, constituyen la cultura de los niños.
Desde tiempos antiguos, la cultura infantil ha estado representada en la literatura o en las
artes, como pudimos observar en las dos obras anteriores, esta pequeña sociedad se rige
de una manera muy convencional y arraigada a nuestros primeros instintos, todos tenemos
un niño a dentro, solo debemos ser lo suficientemente capaces de encontrarlo. Muchas
gracias, espero que hayas disfrutado, mi presentación.

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