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Presentación...........................................................................................………………5
Patricia Monsalve
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“El otro en el positivismo argentino: aproximaciones desde las teorías de la raza
y el determinismo biológico” ......... …………………………………………………… 99
Esteban González
“Hacía la protección del derecho humano al agua potable en áreas sin cobertura del
servicio”........................................................................................................................ 124
Verónica Cáceres
Presentación
Patricia S. Monsalve
Las producciones que integran esta compilación fueron presentadas en el contexto de las
Jornadas de promoción y protección de los Derechos económicos, sociales y culturales de
la Universidad de General Sarmiento realizadas en 2010 y 2011. Este espacio de
intercambio surgió de la iniciativa de abrir un canal de expresión para los estudiantes,
jóvenes becarios, egresados recientes y docentes, convocados por la creciente importancia
de esta temática que presenta múltiples aspectos, reflejados en la heterogeneidad de los
enfoques que se dan a conocer.
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Este sentido contradictorio, que marca avances y retrocesos, aparece reflejado en las
presentaciones de quienes participaron de la propuesta de las Jornadas, muchas de ellas
refieren a los derechos que han comenzado a reconocerse y otras tantas remiten a las
cuestiones pendientes. Entendemos que todas son un aporte en tanto su problematización
presupone un ejercicio de ciudadanía desde la Universidad, y un modo de asumir la
responsabilidad en la distribución social del conocimiento del cual depende el
mejoramiento de las condiciones de exigibilidad de los derechos de todos.
Abrimos la compilación con dos reflexiones en torno a la premisa básica que da prioridad a
la información y a sus condiciones de accesibilidad como garantía para el ejercicio de los
derechos ciudadanos.
Esta primera sección comprende un artículo de Gimena Perret, “Notas básicas en torno a la
relación tecnología-sociedad: Internet: ¿Tecnología democrática?”. Allí se plantea un
interrogante acerca de las posibilidades democratizantes de la accesibilidad masiva al uso
de Internet y se advierte sobre las tendencias fetichizadoras de la tecnología que suelen
oscurecer las desigualdades presentes en las brechas de accesibilidad.
Este segundo aporte de Karina Montes: “Reflexiones sobre el Programa Jóvenes con Más y
Mejor Trabajo”, examina los alcances de la aplicación del programa gubernamental
Jóvenes con Más y Mejor Trabajo. En primer lugar describe las características del
Programa, focalizando desde una perspectiva local, para luego, agudizando una mirada
crítica, recuperar los logros, pero, además señalar sus limitaciones y proponer algunas ideas
para su mejor implementación.
Finalmente en este capítulo, Sofía Aírala, Valeria Martínez y Rosa Gómez presentan “El
Presupuesto Participativo como herramienta democrática en crecimiento”, una crónica del
desarrollo de la implementación del Presupuesto Participativo en la localidad de San
Miguel, acompañada por un cuidadoso análisis de las categorías conceptuales, que
enmarcan esta propuesta de participación ciudadana en el diseño de políticas públicas, y de
una visión comprometida a partir de la consideración de las contradicciones, límites y
alcances de la propuesta.
Abre esta sección el artículo de María Florencia Basz “Reflexiones sobre la identidad y el
derecho de reconocimiento” en el que, a partir de las categorías filosóficas de Paul Ricoeur,
remite a la construcción de la subjetividad. Contextualiza con el análisis de los procesos
recientes de nuestro país, reivindicando la implementación de acciones por parte del
Estado, para incorporar a los jóvenes al ejercicio de la recuperación de la memoria histórica
y de la identidad, tanto colectiva como individualmente.
Desde otra perspectiva en “Los Márgenes de la Nación. Conformación del Estado nacional
y construcción de la otredad en la Argentina”, Martina García analiza en clave histórica el
rol del Estado argentino en la discriminación e invisibilización de indios y
afrodescendientes como proyecto político-ideológico que desconoció los derechos
culturales de quienes fueron marginados de la construcción de la nación. Así se concretó un
exterminio material y simbólico al amparo de los distintos poderes estatales, que continuó
con la negación en los registros y en un imaginario colectivo que con frecuencia, aún hoy,
persiste en describir a nuestro país como una “nación blanca”.
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lideran las acciones de resistencia ante una estructura de poder donde el Estado y las
corporaciones no titubean a la hora de avasallar sus derechos y reprimir.
En primer lugar presentamos tres trabajos que remiten a la problemática del acceso a
servicios públicos básicos, agua y energía, poniendo en cuestión el rol de Estado
especialmente a partir del análisis de los resultados de la privatización de la prestación
pública, en la década de 1990. El primero de esos trabajos pertenece a Pablo Barneix: “La
privatización de los servicios públicos en Argentina y su impacto sobre la equidad y la
distribución: los casos de la empresa estatal de agua potable y saneamiento y las
distribuidoras de gas y energía eléctrica”. Allí presenta la profundidad el caso extremo de
privatización protagonizado por nuestro país agravado por la ausencia de un marco
regulatorio acorde con la magnitud de ese proceso.
Siguiendo con esta temática, Verónica Cáceres reflexiona sobre uno de los derechos más
comprehensivos y cuya vulneración alcanza niveles dramáticos en perspectiva futura:
“Hacía la protección del derecho humano al agua potable en áreas sin cobertura del
servicio”. Luego de un recorrido por la legislación y un relevamiento de las instituciones
públicas y privadas que deben dar cuenta de la accesibilidad a la cantidad mínima necesaria
de agua para la vida, el análisis se centra en la descripción de la situación en los Partidos
más pobres del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Nuevamente Pablo Barneix, nos introduce con mayor especificidad en “El desempeño del
sector petrolero argentino en la post-convertibilidad: límites y perspectivas para el
crecimiento económico”. El eje del análisis está centrado en la desregulación del mercado
petrolero argentino, la privatización de YPF y sus consecuencias. La falta de control y
regulación estatal en la explotación de este recurso estratégico es una verdadera amenaza
para la economía nacional y en consecuencia para la calidad de vida de la población. El
acceso a las fuentes de energía y especialmente su distribución en condiciones de equidad
debe ser también considerado en el contexto de los derechos humanos socioeconómicos,
por sus implicancias para la población en general y para los sectores más vulnerables en
particular.
Otro de los grandes temas que están en debate en la agenda de nuestros días es el que
aborda Diego Taraborelli en “La expansión de la frontera de la soja y la vulneración de los
derechos culturales y sociales”. En el mismo analiza las transformaciones en el modelo
productivo agropecuario que culminan con la hegemonía de las empresas agroindustriales,
ligadas a las exportaciones, en detrimento de los pequeños y medianos productores
orientados a la producción de alimentos para el consumo interno. En este último grupo se
inscribe la producción indígena campesina cuyos territorios se encuentran bajo una
amenaza constante signada por la expansión del cultivo de soja, en una clara violación de
sus derechos culturales y sociales.
En sintonía con el trabajo de Diego Taraborelli, Belén María Locatelli, presenta: “El
avance de la frontera agrícola en el chaco argentino y su impacto sobre los derechos de los
humanos que lo habitan”. En su texto, Locatelli reflexiona sobre la expansión de la
frontera de la soja en el Chaco, desde mediados de la década del ’90, y las consecuencias
del abuso del herbicida –glifosato- para tales plantaciones. Problematiza en torno a la
inacción de los poderes públicos que recién comienzan a reaccionar cuando las
consecuencias para la vida están ya seriamente afectadas. Entiende que, claramente, esta
situación vulnera los derechos que ampara el pacto Internacional sobre derechos
Económicos, Sociales y Culturales.
Finalmente, cerrando esta sección, Verónica Cáceres reflexiona sobre una de las cuestiones
más paradójicas que produce el sistema capitalista en su actual fase de desarrollo: “La
creciente mercantilización de la naturaleza y la contaminación”. Llevando a un extremo el
carácter ficcional de las mercancías, en orden a la distinción propuesta por Karl Polanyi, se
ha llegado a mercantilizar la emisión de gases de efecto invernadero, transformando así la
contaminación, producto de las “externalidades” del sistema, en un bien transable. Esta
concepción, incorporada por la economía ambiental, que a su vez es producto de la visión
neoclásica, es una de las expresiones más brutales del avasallamiento a los derechos de los
seres humanos del presente y de los que aún no han nacido.
La educación, un derecho básico para el ejercicio de todos los demás derechos, ocupa en
esta presentación un lugar relevante como puede constatarse por la diversidad de trabajos
que de ella tratan. Dos de esos trabajos se ocupan particularmente de la cuestión de la
enseñanza de la economía.
En el caso del análisis de Elisa Rodas Vega y Mariano Rodríguez, “Repensando la teoría
económica: los derechos económicos, sociales y culturales en el currículum de economía”,
la mirada se dirige especialmente a las concepciones subyacentes en los docentes,
expresadas sutilmente en la selección de recursos didácticos o en estilos de enseñanza.
También los estudiantes son considerados en la búsqueda de capturar los supuestos
implícitos que develan que “la economía está atravesada por juicios de valor” y que ponen
en cuestión la relación entre ética y economía.
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Por su parte, el trabajo de Nancy Vega y Valeria Wainer, “Repensando la teoría económica:
Los derechos económicos, sociales y culturales en el curriculum de economía” prioriza el
análisis de los diseños curriculares de Economía para el Polimodal de la Provincia de
Buenos Aires en los años 1999 y 2003 para constatar la marcada ausencia de un enfoque de
derechos humanos, en particular de los DESC, en tal diseño. Destacan la persistencia de esa
vacancia y entienden que los fundamentos del neoliberalismo impuesto a lo largo de la
década de los noventa, sostuvo una consistencia que debería modificarse.
La presentación de Juan Facundo Gerez, Sergio Rojas y Pablo Sisti presenta características
peculiares, dado que se trata de un escrito y de un video- “1800 metros”- que constituye
una producción en sí misma. Resultado de lo que los propios autores definen como una
investigación-acción, se problematiza acerca del derecho a la educación superior, cuyo
ejercicio presupone, en principio, el conocimiento de este derecho. A partir de una
experiencia que se inicia con un taller de radio los jóvenes del barrio “Los Pinos”, a 1800
metros de la Universidad de General Sarmiento, toman conocimiento de su existencia lo
cual da lugar a la pregunta referida al vínculo que se establece entre el Estado y los
ciudadanos para garantizar el pleno ejercicio de sus derechos, en este caso a la Educación
Superior.
Julián Bertachi cierra esta sección con un aporte titulado: “Educar en Derecho humanos y
no meramente enseñarlos”. Propone una diferencia conceptual clave entre educar y enseñar
cuando se trata de los Derechos Humanos, diferencia que alude a la cuestión de los valores,
imprescindible componente de la acción de educar. Considera en su trabajo que la
educación en derechos Humanos debe ocupar un lugar relevante en la formación, no sólo
en su incorporación transversal en las distintas disciplinas, sino también un espacio
curricular propio. Su importancia radica en sus implicancias decisivas para la participación
ciudadana y el despliegue de la democracia.
El derecho a la información y la democratización tecnológica
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NOTAS BASICAS EN TORNO A LA RELACION TECNOLOGICA-SOCIEDAD:
INTERNET ¿TECNOLOGIA DEMOCRATICA?
Gimena Perret
(Antropóloga FFyL-UBA. Doctora en Antropología, ID- UNGS-UBA
gimenaperret@hotmail.com)
Introducción
I.
1
En el marco de mi tesis de doctorado estoy intentando analizar la relación entre las nuevas tecnologías de la
información (Internet más específicamente) y los procesos migratorios contemporáneos.
Sobre estos supuestos generales se asienta la idea de que las nuevas tecnologías de la
información y comunicación mejorarán nuestras democracias actuales, permitiendo en sí mismas
y por si mismas una mayor y mejor participación de la ciudadanía en la vida política y social de
nuestras sociedades.
Esta suerte de idealización de Internet como facilitadora de nuevas, más y mejores prácticas
democráticas tiene su sostén en lo que Tomás Maldonado (1998) concibe como los tres
argumentos básicos que con frecuencia son utilizados como fundamento para considerar las
nuevas tecnologías de la información como potenciadoras de democracia, a saber: 1) se destaca a
diferencia de los medios de comunicación tradicionales, la horizontalidad del recorrido de la
información y la velocidad en la transmisión de la misma (comunicación inmediata e
instantánea), 2) el surgimiento de un nuevo tipo de relación social, no jerárquica, ya que en
teoría todos podríamos dialogar con todos sin importar los condicionamientos de clase, género,
etnía, y 3) debido a la arquitectura y naturaleza interactiva de la red, se excluye la existencia de
un centro desde el cual emanan los mensajes a un receptor pasivo, eliminando de esta manera, la
unidireccionalidad que supone la existencia de un centro y de una periferia en la circulación de
la información (en principio todos somos potenciales productores).
Como plantea Sfez, “la interactividad lleva en sí misma y resume toda la seducción que ejerce la
red (…), postulada como ideología de transparencia, no jerárquica, igualitaria y libre” (2002:
86).
Por su parte, el hecho de que Internet sea caracterizada como una red sin centro es lo que hace
pensar en su potencial democratizador (Finquelievich, 2000) e idealizarla como un espacio
posible de democracia.2
II.
2
Desde o a partir de este tipo de argumentos, autores como los Toffler, Grossman, Negroponet (e incluso el
propio Castells aunque sus trabajos son de una profundización mayor) han contribuido a reforzar el carácter
revolucionario de las nuevas tecnologías y el optimismo democratizante asociado a ellas en lo que caracterizan
como la transición de la “era industrial” a la “era de la información”.
13
servicios, acceso y conocimientos, entre otros factores que ponen límites a las posibilidades
democráticas de las nuevas tecnologías.
Dar por sentado que Internet traerá aparejada por sí misma una ampliación de la democracia
sería negar las condiciones de existencia de la mayoría de los habitantes del planeta3. Y de este
modo, negar que la tecnología se desarrolla en un marco social que la contiene y al que, a la vez,
aquélla contiene en una interrelación dialéctica. Es decir, no debemos considerar la tecnología
como un producto aislado y con fuerza propia sobre lo social, deberíamos por el contrario “...
comprender y analizar cuáles son aquellos aspectos, leyes, programas, formas de utilización y
políticas a desarrollar para proveer a las redes características democratizantes y socializantes de
la información, para que no funcionen meramente como elementos de poder sino también de
contrapoder” (Finquelievich, 2000: 13).
En este marco de perspectivas que se van sumando para entender la relación tecnología-sociedad
a partir de pensar la relación nuevas tecnologías de la información-democracia y, al compás de la
denuncia y estudio de los problemas de acceso de la población a las nuevas tecnologías es que se
vuelve pertinente la pregunta acerca de los beneficios sociales de los desarrollos científico-
tecnológicos, a quiénes benefician, qué sentido tiene el cambio y la innovación, ¿es posible en el
sistema capitalista una ciencia y una tecnología para 6 mil millones de habitantes? ¿Qué se logra
con una netbook para cada niño pobre? (ojo, no digo que no tenga derecho a tener una, sino que
pensemos las implicancias y los fundamentos de muchos programas gubernamentales en materia
de políticas de difusión de la ciencia y la tecnología)
No quiero quedarme con las cifras que pegan duro o que van directo al corazón porque en
general nos dejan paralizados, o al menos eso me ocurre a mí y tienden, a mi juicio, a polarizar e
incluso hacernos caer en juicios moralizantes.
III.
De igual modo que los autores que llaman la atención sobre las dificultades de acceso a las
tecnologías por parte de un porcentaje importante de la población a nivel mundial, otros agregan
un matiz importante al análisis de las relaciones tecnología-sociedad y de las potencialidades que
ofrecería el uso de las nuevas tecnologías sobre lo social.
Convergente con lo que venimos diciendo, se propone no considerar la tecnología como un
producto aislado y con fuerza propia sobre lo social, sino explorar cuáles son aquellas formas de
utilización de la tecnología que proveerían a las “redes características democratizantes y
socializantes de la información” (Finquelievich, 2000: 13).
Se busca no sólo abandonar la “tendencia fetichista” sino reafirmar el hecho de que Internet y las
nuevas tecnologías sólo proporcionan oportunidades o potencialidades “que en el proceso de
interacción con la cultura van adquiriendo formas y resultados particulares” (Raad, 2004: 209).
3
Por citar algunas, en la actualidad sólo un 17% de la población mundial está conectado a la red. Teniendo que,
más del 65% de los hogares del mundo carecen de servicios telefónicos y más de la mitad de los habitantes del
mundo nunca ha hecho una llamada telefónica. En Islandia, por ejemplo, hay más usuarios de Internet que en
toda África (Spadafora, 1999). Estos datos suelen engrosar las discusiones acerca de la denominada “brecha
digital” (que alude a la diferencia entre aquellos que pueden acceder a la tecnología y los que no) y son
utilizados para contrarrestar los planteos de tipo apologéticos o “tecno-optimistas”.
Se trata de reflexionar en torno de la dialéctica que se produce entre la tecnología y la cultura de
modo de analizar los distintos usos sociales y valoraciones que las personas construyen
alrededor de las mismas.
Sobre lo que se está llamando la atención es acerca de la importancia de, además de las
dificultades de acceso como factor básico a tener presente en el análisis, los procesos de
apropiación de la tecnología en el marco de la realidad sociocultural en la que se inscribe y en lo
que algunos denominan el “uso con sentido”, en donde la tecnología más que ser un fin en sí
mismo es el medio o el puente para lograr objetivos más generales o amplios. Se establece así
una distinción entre el mero “uso” y el “uso social” que permitiría mostrar el rol activo y crítico
del sujeto respecto de las tecnologías que utiliza, su forma de apropiación y el sentido particular
que les atribuye (Urresti, 2008). Siendo que, por ejemplo, los “tipos de usos” diferencian
radicalmente el significado social del “estar enchufado a la red” (Barbero, 1999).
Desde este punto de vista, el acceso formal a Internet no sería suficiente para hablar de una
democratización de la sociedad, por el contrario, el nudo del problema está en “los usos
concretos y efectivos que pueden llevar o no a mantener o profundizar las brechas que de hecho
existen en el mundo real”.
Me pregunto igualmente, ¿todo depende del uso? La diferencia de estas posturas con el
determinismo tecnológico es que mientras para éste Internet resuelve los problemas de la
democracia -causalidad directa- para posturas como las que hemos presentado en este último
punto, Internet resuelve los problemas de la democracia siempre y cuando se la use con ese
propósito -causalidad mediada-, razón por la cual sería necesario explorar los posibles usos que
tengan efectos democráticos en lo social.
Aporte final
Considero que para evitar los fetichismos/determinismos (tanto tecnológicos como sociales) hay
que tener en cuenta las condiciones de accesibilidad de la población a la tecnología porque
tienen que ver con impedimentos materiales concretos que no podemos dejar de lado, pero
considero que se enriquece (de modo de no quedarnos en un planteo sólo ético-moral) si
realizamos el análisis de los desarrollos e innovaciones tecnológicas desde la perspectiva de la
economía política.
La tecnología no es ni buena ni mala, ni liberadora, ni explotadora, ni producto de
determinaciones sociales amorfas, laxas o ambiguas, sino de determinadas relaciones sociales de
producción. En este sentido, la perspectiva marxista realiza un análisis de la tecnología (tanto
genérica como específicamente) a partir de considerarla en su contribución directa al proceso de
valorización del capital, al posibilitar mediante su permanente desarrollo e innovación, la
reducción del tiempo de trabajo socialmente necesario para lograr el aumento de la plusvalía
mediante el mecanismo de la plusvalía relativa.4
4
Cfr. Marx, K., El Capital. Crítica de la economía política, México, Siglo XXI, Tomo I, especialmente
Secciones Primera y Cuarta.
15
Por ello, considero fundamental al momento de reflexionar acerca del lugar de la ciencia y la
tecnología en la sociedad contemporánea, sus potencialidades democráticas, sus usos y efectos
posibles, tener presente la vinculación de la tecnología con el proceso de valorización del capital
en un enfoque totalizador de la lucha de clases y la competencia dentro del sistema capitalista.
Bibliografía
Karina Montes
(Lic. en Administración de Pública
Becaria de investigación y docencia UNGS)
Introducción
Este trabajo es de carácter exploratorio y tiene como finalidad conocer algunas cuestiones
vinculadas al acceso a la información pública. Pues es un derecho no tan difundido, y es
fundamental su conocimiento y realización efectiva. Los ciudadanos tienen el derecho de
saber y el poder público tiene la obligación y la responsabilidad de proporcionar
información. Según Lerner (1996), en el sistema democrático, los ciudadanos a través de su
voto, dan un mandato a sus representantes, y les otorgan ciertas facultades para que puedan
recaudar y administrar los recursos a fin de proveer bienes públicos a la comunidad en su
conjunto. Por lo tanto, el representante tiene la obligación de rendir cuentas e informar por
el uso de esos recursos que se le otorgaron para un fin determinado y que son de todos. El
derecho a la información es reconocido en forma expresa en la Constitución Nacional desde
la reforma de 1994, y otras normativas vinculadas.
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El Derecho a la información pública
Para Kutter (2009), el derecho a la información es un pilar del Estado de derecho; no puede
haber vigencia del Estado de derecho sin derecho a la información, ya que éste a su vez
garantiza la libertad de pensamiento. El principio republicano de la publicidad de los actos
de gobierno se remonta al nacimiento del constitucionalismo en el Siglo XVIII. Por lo
tanto, el derecho a la información busca salvaguardar el acceso a todo tipo de información,
y también resguarda la libertad de opinión y de expresión.
El derecho a la información pública, tiene sus orígenes a mediados del Siglo XX, es un
derecho más específico, se refiere a que la información que se genera en el ámbito de las
labores administrativas, esté a disposición de los ciudadanos para que ellos puedan
fiscalizar la labor. Los ciudadanos tienen el derecho de saber y el poder público tiene la
obligación y la responsabilidad de proporcionar información. Según Lerner (1996), en el
sistema democrático, los ciudadanos a través de su voto, dan un mandato a sus
representantes, y les otorgan ciertas facultades para que puedan recaudar y administrar los
recursos a fin de proveer bienes públicos a la comunidad en su conjunto. Por lo tanto, el
representante tiene la obligación de rendir cuentas e informar por el uso de esos recursos
que se le otorgaron para un fin determinado y que son de todos.
En este mismo sentido, Quirós Mercadal sostiene que la información pública es un derecho
colectivo. La titularidad de los derechos de tipo colectivo no pertenece exclusivamente a
una persona en particular, sino que está en cabeza de un grupo concurrente de personas. La
información pública es un derecho colectivo, ya que se manifiesta como la obligación que
pesa sobre el Estado, en cualquiera de sus órganos y/o niveles, de hacer efectivo el derecho
de todos los ciudadanos de acceder a un bien colectivo, como es la información estatal.
En la sociedad democrática todo acto del Poder Estatal debe ser conocido por la
comunidad, que es en última instancia, la “asamblea de accionistas” de la empresa “Estado
XX” y por lo tanto, debe estar informada sobre la gestión de los órganos del Estado1.
1
Lerner, Emilia (1996).
2
Kutter, Guillermo (2009).
El derecho a la información es reconocido por la Constitución Nacional en los artículos: 1,
14, 33, 41,42, 75 inc 22.
Hasta la reforma constitucional de 1994, este derecho solo podía ser ubicado en forma
implícita en los artículos 1º, 14º y 33.
3
Para acceder a esta normativa se pueden consultar las páginas: http://www.infoleg.gov.ar,
http://www.jgm.gov.ar
19
El art. 1, establece la forma republicana de gobierno, e incluye entre sus principios la
publicidad de los actos de gobierno.
El art. 14, reconoce el “derecho a peticionar” ante las autoridades de todos los habitantes,
implica el acceso a la información que es una de las formas y objeto de petición.
En el art. 33, el acceso a la información se encuentra como uno de los derechos implícitos
que derivan de la forma republicana de gobierno y de la soberanía popular.
A ello se suma la existencia de normas de la constitución nacional que expresamente
consagran el libre acceso a la información pública para ciertos temas y/o para determinados
sujetos en particular. Entre ellos podemos nombrar el art. 41, 42, 43 y el art. 75 inc 22.
El art. 41, que establece los derechos para la protección ambiental o del medio ambiente,
en su párrafo segundo dice que el deber de las autoridades a proveer a la información y
educación ambiental.
El art. 42, consagra expresamente el derecho a la información, a favor de los usuarios y
consumidores en las relaciones de consumo, la cual debe ser adecuada y veraz, sobre todos
los aspectos relacionados a la naturaleza del contrato, de la cosa sobre la que se negocia,
para permitirles así una mejor y más libre elección sobre los bienes y servicios a ser
contratados.
El art. 75 inc 22, que incorpora varios Tratados Internacionales:
Se puede ver que hay algunos artículos de la Constitución Nacional vinculados a esta
cuestión, pero que no hay leyes específicas que regulen el acceso a la información pública,
aunque es posible encontrar un decreto del ejecutivo nacional y algunas resoluciones.
Además, establece que toda persona puede conocer el contenido de los actos de gobierno,
consultando libre y gratuitamente vía Internet, la edición del día del Boletín Oficial de la
República Argentina (todos los anexos y todas las secciones).Se exceptúan los casos en que
la información sea reservada por razones de seguridad, defensa nacional o esté protegida
por el secreto bancario o fiscal.
Los tiempos que se establecen para responder a la solicitud de información son: en un plazo
no mayor a DIEZ (10) días hábiles administrativos, que puede ser prorrogado en forma
excepcional por otros DIEZ (10) días en caso de mediar circunstancias que hagan difícil
reunir la información solicitada. Si una vez cumplido el plazo establecido por el
Reglamento, no se le dio respuesta al pedido de información se considera que existe
negativa en brindarla. Lo mismo ocurre cuando la contestación fuese ambigua, parcial o
inexacta. En estos casos, el solicitante puede:
• Realizar una denuncia ante la Oficina Anticorrupción (sede administrativa);
• Realizar un amparo por mora de la administración (art. 28 de la Ley de Procedimientos
Administrativos);
• Interponer una acción de amparo (art. 43 de la Constitución Nacional).
21
de Intereses) y organismo coordinador de los demás Reglamentos; y la Oficina
Anticorrupción que recibe denuncias sobre incumplimientos a los Reglamentos de Acceso a
la Información y Publicidad de las Audiencias de Gestión de Intereses, y es organismo
coordinador de las Audiencias Públicas y de los procedimientos de Elaboración
Participativa de Normas, en casos relacionados con los temas de su competencia.
Transparencia en la gestión10:
Sin derecho a la información no podría ejercerse el control ciudadano de la gestión pública.
Esto evita actos de corrupción y fomentando la mejora de la calidad en la función pública.
Y tiene un gran significado para los actores:
Estado
• Dan visibilidad a las acciones de gobierno;
8
Para más información visitar: http://www.saberesunderecho.org/,
http://www.cippec.org/prensa_det.php?idprensa=286
9
Herramientas para la Transparencia en la Gestión. Participación Ciudadana, de la Oficina Anticorrupción de
la Republica Argentina.
10
Se puede ver más sobre este tema en: http://www.argentina.gov.ar/argentina/portal
• Permite ofrecer servicios de calidad y satisfacer las necesidades de los
usuarios;
• Brindan a los ciudadanos el instrumento más importante para el control de
gestión, la información.
Empresas
• En la publicidad de los llamados y adjudicaciones de Licitaciones,
Contrataciones y Adquisiciones desde el ámbito público;
• En el acceso a la información sobre la gestión y los recursos de los
organismos gubernamentales y de organizaciones no estatales que cumplen
funciones públicas (como los Entes Reguladores);
• Para las empresas extranjeras, en el acceso a la información económica y
financiera y demás factores que puedan incidir en la realización de inversiones
en el país.
Ciudadanos
• Acceder sencilla y libremente a la información pública sobre la gestión y los
recursos, tanto de los organismos gubernamentales como de las organizaciones
no estatales que cumplen funciones públicas (como los Entes Reguladores);
• Ejercer el control sobre los responsables de organismos que cumplen
funciones públicas (tanto en la detección de malas prácticas como en la
publicidad de las buenas prácticas);
• Participar en la fijación de agendas públicas de intereses y en la definición
de políticas comunitarias
Participación y Colaboración:
La participación es muy importante, los ciudadanos participan principalmente realizado
control social y/o, formado parte del proceso de toma de decisiones, colaborando en la en la
definición de políticas comunitarias. La participación activa y directa de los ciudadanos es
reconocida. Luego de la reforma la Constitución Nacional se incorporaran mecanismos de
democracia participativa o semirepresentativa como son la iniciativa popular de leyes (art.
39) y la consulta popular (art. 40), los cuales tienen como requisito previo el acceso y
conocimiento de toda la información necesaria para participar.
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El Decreto 1172/03 (de Acceso a la Información Pública en el Poder Ejecutivo Nacional)
regula las siguientes herramientas de participación:
Audiencia Pública
La Audiencia Pública habilita la participación ciudadana en el proceso de toma
de decisiones a través de un espacio institucional en el que todos aquellos que
puedan sentirse afectados, manifiesten su conocimiento o experiencia y
presenten su perspectiva individual, grupal o colectiva respecto de la decisión a
adoptarse.
Gestión de Intereses
Se establece para los funcionarios la obligación de publicar las audiencias que
mantienen con sujetos cuyo objeto consiste en influir en el ejercicio de sus
funciones y/o decisiones –generalmente conocidos como lobbystas–,
permitiendo ejercer un efectivo control sobre la gestión de gobierno. Una
extensa nómina de funcionarios, desde el Presidente de la República hasta
aquellos que detentan un cargo de Director Nacional o equivalente, se
encuentran obligados a registrarlas.
Elaboración participativa de normas
Es un procedimiento que, a través de consultas no vinculantes, involucra a
sectores interesados y a la ciudadanía en general en la elaboración de normas
administrativas y de proyectos de ley para ser elevados por el Poder Ejecutivo
Nacional al Honorable Congreso de la Nación, cuando las características del
caso —respecto de su viabilidad y oportunidad— así lo imponen.
Reuniones Abiertas de los Entes Reguladores de Servicios Públicos
Se permite a los ciudadanos estar presentes en las reuniones de Directorio de
dichos entes, a fin de que puedan informarse sobre cómo toman las decisiones
que los afectan como usuarios.
El acceso a la información pública permite que los ciudadanos participen y se interesen por
cuestiones que consideran relevantes. La participación resulta muy valiosa para ellos, y los
lleva a colaborar. En la mayoría de los casos, la colaboración esta vinculada sobre todo a la
realización denuncias de todo tipo, que contribuyen a mejorar el accionar del poder
público, o en la definición de políticas comunitarias.
En los últimos tiempos, los gobiernos, organismos y ciudadanos han adoptado Tecnologías
de la Información y la Comunicación (TIC), y ello ha contribuido a mejorar la
transparencia en la gestión, la participación y la colaboración. Los procesos de
modernización del estado a partir de la incorporación de TIC permitió en algunos casos la
simplificación de trámites, para los funcionarios y ciudadanos que manejan esas
tecnologías. Los casos más significativos y exitosos fueron los de ANSES y AFIP.
Las redes sociales como Facebook y Twitter que nacieron en 2006, o recursos como
YouTube que funcionan desde el 2005, permiten a los ciudadanos seguir y participar en
cuestiones de su interés. Según una nota del diario de La Nación11, las redes sociales
ofrecen oportunidades de interacción a personas que se agrupan libremente en redes que no
son orgánicas ni jerarquizadas. Pues los ciudadanos que viven en el ciberespacio no quieren
sólo ser mejor administrados, sino también ser mejor servidos, más informados y
escuchados.
El nuevo umbral tecnológico tiene un doble efecto: tanto los gobiernos como los
ciudadanos están en condiciones de usar aplicaciones que permiten, a los primeros, ofrecer
servicios eficaces y accesibles, y a los segundos, exigir no sólo esos servicios, sino más
transparencia y participación12.Considerando estas ventajas que ofrece este nuevo umbral
tecnológico, han surgido iniciativas que plantean el Open Government o Gobierno Abierto.
Propician la transparencia, la participación y la colaboración a partir del uso de las
herramientas de la Web 2.0.
El Gobierno abierto, según la misma nota del Diario la Nación, supone un modelo superior
y avanzado en nuestro sistema democrático de valores y convivencia, un impulso en la
transparencia de los gobiernos y, a su vez, a la participación y la colaboración del
ciudadano como individuo. Se trata de una nueva dimensión de la política y lo político, que
va mucho más allá de la democracia representativa y de la intermediación clásica de las
11
Disponible en: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1304665
12
En la nota del diario la Nación del día Miércoles 15 de setiembre de 2010.
25
organizaciones sociales. Propone una visión y una acción integradas desde los gobiernos,
una nueva cultura de lo público cuyo objetivo central es implicar al ciudadano en la gestión
y, en particular, en la construcción y evaluación de las políticas.
El constante avance tecnológico está ya haciendo posible y creíble una política de Gobierno
Abierto. Pues Internet y la Web 2.0, no son monopolio de los poderes públicos, sino que
están al alcance de cualquier ciudadano. Y el objetivo del Gobierno Abierto es usar las
tecnologías para hacer accesible a los ciudadanos, en formatos compatibles y procesables
por el usuario, la ingente cantidad de información de las administraciones (data.gov en
Estados Unidos, data.gov.uk en Reino Unido o Irekia en el País Vasco).
En síntesis, las TIC son útiles para acceder a la información pública, y permiten la
transparencia en la gestión, la participación y la colaboración. Por ejemplo las páginas
Web, resultan positivas tanto para la organismos como para los ciudadanos, porque permite
a los primeros transparentar su gestión y de este modo legitimar su funcionamiento, y a los
segundos informarse, conocer la gestión y hacer tramites. Estas acciones sirven entre otras
cosas para evitar la corrupción o denunciarla. Las redes sociales son otra herramienta muy
utilizada, y resultan muy interesantes porque constituyen un espacio propicio para la
interacción, hoy en día muchos organismos, funcionarios y ciudadanos poseen Facebook y
Twitter o utilizan YouTube. Y por ello, resultan útiles para la participación y la
colaboración.
27
Bibliografía
Sitios consultados:
http://www.anticorrupcion.gov.ar
http://www.argentina.gov.ar/argentina/portal
http://www.cippec.org/prensa.php
http://www.infoleg.gov.ar
http://www.jgm.gov.ar
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1304665 (Nota del día miércoles 15 de
setiembre de 2010)
Estado y derechos de ciudadanía
Introducción
Será pertinente ver en qué contexto esta excepcionalidad fue genuina, exagerada o en el
peor de los casos provocada como así también revisar las implicancias del decisionismo en
los sucesos del 2001. Para la elaboración de este trabajo intentaré valerme de los conceptos
heredados y de las nuevas alternativas que proponen aquellos hombres que elaboran la
teoría crítica del derecho
El decisionismo 1 que se presenta como una forma concentrada y discrecional del ejercicio
del poder político, es también una concepción del orden y de la obediencia sostenida por
teóricos autoritarios de la talla de Hobbes y Schmit. Ante todo supone un modelo
1
Para Flax, J. (2004) el ejercicio legitimo de la concentración del poder frente a situaciones excepcionales
genuinas, denominado decisionismo pasó a ser una técnica de concentración de poder, a la cual,
especialmente a partir de la década del 90, se recurrió mediante la generación espuria de tales situaciones
excepcionales, llegando a la exageración que con la sutileza del uso de una cámara era capaz de convertir una
fogata en el incendio de un país.
29
hegemónico de la racionalidad representado por el paradigma arquimédico deductivo1 en el
cual la pérdida del fundamento de normas y valores es remplazada por otra instancia
última: la decisión.
El decisionismo schmittiano.
1
Deducción: La segunda etapa de explicación científica consiste en deducir enunciados acerca de los
fenómenos a partir de las premisas que incluyan o contengan a los principios explicativos.
Aristóteles exigía una relación causal entre las premisas y la conclusión del silogismo acerca del hecho o
fenómeno a explicar.
2
Flax, J. Del decisiomismo y la concentración mediática al pluralismo democrático, en prensa
independiente del parlamento para hacer posible la gobernabilidad frente a las carencias del
estado gobernativo. Schmitt plantea que en la medida en que el conjunto de la población
accede a la representación parlamentaria mediante el sufragio universal, el parlamento pasa
a convertirse en un escenario de intereses contrapuestos que hacen peligrar la unidad
política del Estado, en tanto la dupla amigos-enemigos se ubica al interior del parlamento.
Así la neutralización mutua que se ejerce entre gobierno y parlamento debilita el poder del
primero frente al creciente poder sectorial. No deberíamos menospreciar el uso del
argumento amigo-enemigo al interior el Estado, ya que esto facilita que el conflicto y el
desorden que antes constituían la excepcionalidad ahora adquieran la forma de
permanentes.
El origen del pensamiento decisionista data del siglo XVII. Mientras El estado de
excepcionalidad tiene su correlato en el gobierno de Bismark1, quien boicotea a los
burgueses filisteos con los posibles peligros que representa la extensión de la democracia y
para darle solución recurre a la ley marcial, para lo cual exagera el peligro de la situación
con el fin de sacar del medio al parlamento. Ya no existe diferencia entre conflicto y
desorden. Schimitt eleva a la dictadura plebiscitaria al plano de única forma de gobierno
factible, argumentando que sólo en un representante soberano que encarne lo invisible se
tornará legítima la facticidad de la norma. Pero va mas allá, pues para él la vida del
derecho requiere un orden de normalidad. El sujeto, soberano que lo haga posible sólo
podrá ser el que renovadamente decide la excepción y señala quién es el “enemigo”. De
esta forma, la decisión excluyente se une a la representación de la unidad constituyendo los
dos pilares de una comprensión de lo político, en este punto se da por concluida toda
mediación. Ejemplo de ello resulta La frágil republica de Weimar2 en la cual la emergencia
1
Mr. Bismarck subió al poder decidido a ejecutar el plan con que, hacía muchos años, se había propuesto
variar los rumbos de la política germánica. Consistía éste en el engrandecimiento de la Prusia por todos los
modos y caminos, en conseguir para ella la hegemonía de Alemania reconstituida, y en sustituir, para la
consecución de estos fines, el gobierno personal al parlamentario. A los seis días de constituido el primer
gabinete que presidio, Mr. Bismarck pronunciaba, ante una comisión de la Cámara, estas palabras
inolvidables: «No por los votos de las mayorías ni a virtud de discursos parlamentarios se resolverán las
grandes cuestiones de nuestros tiempos, sino con el hierro y el fuego.»
2
La República de Weimar (en alemán: Weimarer Republik) fue el régimen político y, por extensión, el
periodo histórico que tuvo lugar en Alemania tras su derrota al término de la Primera Guerra Mundial y se
extendió entre los años 1919 y 1933. El nombre de República de Weimar es un término aplicado por la
historiografía posterior, puesto que el país conservó su nombre de Deutsches Reich ('Imperio Alemán'). La
denominación procede de la ciudad homónima, Weimar, donde se reunió la Asamblea Nacional constituyente
y se proclamó la nueva constitución, que fue aprobada el 31 de julio y entró en vigor el 11 de agosto de 1919.
31
de la unidad estatal hacía imperiosa una decisión, siendo el soberano, la figura sobre la cual
recae la misma. Así Schmitt considera al parlamento inoperante por hallarse en retirada. En
el interés de ampliar su dominación, la burocracia necesita paralizar la acción
parlamentaria, con diferentes artilugios, bien conocidos por los argentinos en la época
menemista, sobornos, propinas, etc.
Es factible hacer una mínima distinción entre el pensamiento Schimittiano del Weberiano,
ya que suelen ser considerados del mismo orden, sin embargo de manera paradójica Weber
no ve el ensamble dictatorial burocrático como la consecuencia de la incapacidad
parlamentaria, sino que de manera contraria, ve que esta incapacidad es en todo caso
consecuencia de una alianza entre el poder paternalista, la burocracia y los grupos de
interés, conformando una política conservadora, que necesita de la figura del líder capaz de
llevar adelante políticas antipopulares.
Así en la experiencia alemana, conducciones inexpertas llevan al país a la ruina, por sus
propios medios y por influencias extranjeras. Ante la falta de parlamento, ante la falta de
oposición, la conducción política busca apoyarse en la burocracia, incapaz de fijar
objetivos. Estos funcionarios ya no se forman en el fragor de la lucha, sino en su opuesto, la
subordinación.
Recordemos que tanto para Hobbes, como para Schmitt cualquier conflictividad es leída en
clave de desorden lo cual representa un problema a la hora de preguntarnos cual es el lugar
que le queda a la política, entendida esta como conflictividad. Si cada situación conflictiva
es desorden y en consecuencia para el reestablecimiento del orden se debe concentrar el
poder, el lugar para la política es nulo.
Los antecedentes de la década del setenta, una apertura a las políticas neoliberales
Si bien los sucesos que se presentaran en los siguientes apartados del presente trabajo se
relacionan con los sucesos acaecidos en el año 2001, me parece conveniente recuperar una
historia inmediata de la década del 70, en la cual el decisionismo permitió preparar la
inacción social de décadas sucesivas y abrió la puerta a las políticas neoliberales de la
década menemista. Las sociedades latinoamericanas de la década setentista, constituyeron
un buen contexto para el desenmascaramiento de las políticas decisionistas.
En 1933, la República de Weimar concluye, ya que, si bien la constitución de 1919 no fue revocada hasta el
término de la Segunda Guerra Mundial, el triunfo de Adolf Hitler y las reformas llevadas a cabo por los
nacionalsocialistas (Gleichschaltung) la invalidaron mucho antes, instaurando una dictadura totalitaria, el
llamado Tercer Reich.
En Argentina donde la muerte, se percibió como algo que le pasa al otro, fue de alguna
manera el reflejo de aquella condición trágica de lo humano que aflora en las situaciones
límites, el terror actúa ensimismando a los sujetos y rompiendo los lazos sociales.
A diferencia de la angustia heideggeriana que emerge en el exigente llamado del ser, fue el
terror incontrolable y de origen incierto lo que abrió para nuestra sociedad aquella
disposición afectiva, que seguramente estaba a flor de piel en los campos de concentración
de Auschwitz. Por otro lado la respuesta al imperante dominio de la angustia era la
negación de lo que estaba ocurriendo. El pensamiento crítico, la duda, quedaron
satirizados, en la inmediatez del consumo que mediante la brutal apertura de las
importaciones parecían venir a cumplir la promesa de una vida plena.
Las democracias de los años 80 trajeron frustraciones engendradas sobre todo en el ámbito
económico, pero también político, y la hiperinflación puso el broche final a esta travesía
que amenazaba con traer escena los fantasmas del “Rodrigazo” ante la sensación de
vulnerabilidad que inspiraba.
33
El fantasma del caos y el desorden se transformó en moneda corriente para el nuevo
gobierno. El desorden se hallaba en todas las manifestaciones de inestabilidad, de
hiperinflación.
En el análisis que propone Sabsay1 sobre la reforma constitucional de 1994, el autor expone
que toda delegación tiene un delegante, un delegado y una causa o razón que justifica la
delegación. La delegación de las facultades legislativas encuentra sus límites en el Estado
de Derecho. Las leyes delegadas aparecen como aquellos actos que revisten las formas de
decretos del jefe del Estado y tienen la eficacia de las leyes formales.
Para Montesquieu el parlamento es el órgano exclusivo hacedor de la ley. en el siglo XX,
la necesidad de prontitud impulsada por problemas económicos, conflictos bélicos, etc., se
refleja en el cambio de la naturaleza de las decisiones desde el Estado.
Cullen, profesor santafesino, sostiene que la necesidad de evitar la concentración del poder
por un lado y de permitir una flexibilización y eficacia de ejercicio por el otro llevaron a la
distinción entre delegación propia y delegación impropia. En el primer caso se transfiere de
un órgano a otro la función de manera incondicional. En el segundo caso la transferencia no
es en tanto función sino solo las particularidades que no pueden ser ejecutadas por el
congreso. Pensando en los límites de la delegación Sabsay considera que en primera
instancia la delegación debe siempre ser impropia, así el órgano delegante no pierde sus
facultades y el control sobre el órgano delegado, también es fundamental que el delegante
no pierda su competencia sobre la materia delegada, además ciertas materias deben quedar
fuera de toda delegación, esta delegación en el caso de darse no deberá ser nunca un cheque
en blanco concedido en favor del poder ejecutivo. La delegación debe ser siempre explicita,
y por un tiempo determinado y siempre debe ser controlada.
Llegado este punto deberíamos pensar acerca de donde radica la solución al tema.
Evidentemente no en otorgarle mayores poderes al ejecutivo, pero si en el control de los
poderes ya obtenidos. No se trata de potenciar poderes sino de limitarlos y no por ello debe
pensarse que el poder ejecutivo dejaría de ser el principal gestor y conductor de las
actividades del Estado
Teniendo en cuenta estos parámetros, Cuando recordamos que Menem, asumió su mandato
envuelto por un carisma de salvador, no podemos menos que ver en Duhalde, a un fiel
discípulo, que pone en práctica la lección magistral de su maestro. Los "fantasmas" a los
1
Sabsay, Daniel y Onaindia, José , La constitución de los argentinos, Buenos Aires, ERREPAR, 2004
35
que hacía referencia Duhalde 1durante los conflictos del 2001, amenazaron y asesinaron
a trabajadores y desocupados, encarnaron en individuos de carne y hueso, que actuaban
en el marco de las fuerzas de seguridad. La violencia de la que tanto hablan es
practicada abrumadoramente por las fuerzas de seguridad del estado; la otra violencia,
la de la marginación y la pobreza es consecuencia del sistema económico que se
pretendió perpetuar mediante el miedo y la represión.
Los esfuerzos desestabilizadores que atraviesan la historia nacional hasta nuestros días no
nos resultan ajenos y si bien su presencia ha decrecido no han cesado por completo y
continúan ahí acechando a una democracia que en muchos aspectos puede aparecer sitiada
y todavía en construcción.
Desde la revisión de la historia de aquellos sucesos pasados que hunden sus raíces en las
primeras manifestaciones del accionar de ultraderecha se accede a la comprensión, no la
comprensión donde media el entendimiento aportando conocimiento, sino la comprensión
1
En su afán de alejar esos fantasmas, el ex mandatario insistió con que va a ser candidato y dejó en claro que
lo hará dentro del PJ. “Nunca iría por fuera”, dijo.
Una frase resonó fuerte cuando Duhalde lanzó sus críticas hacia el estilo K: “Hay que terminar con la caza de
brujas”. La repitió cuando se refirió a que hay que darle una definición al pasado y también cuando hizo
mención al caso específico del padre de la jueza María José Sarmiento (que falló en contra del uso de las
reservas del BCRA), quien días atrás fue procesado y detenido por una causa de lesa humanidad.
del ser como la característica fundamental de la existencia humana. La incorporación del
elemento temporal, que para buena parte de la filosofía implica la esencia de la
manifestación de los fenómenos, puede habilitar un espacio para el pago de la deuda que la
actualidad tiene contraída con el pasado.
Actualmente, es hora saber cuánto hemos aprendido como sociedad. La puja entre los
gobiernos kirchneristas y un sector de ultraderecha ahora potenciado, aun más que antes por
los medios, parece librarse sin cuartel. Las medidas tomadas por el gobierno, me refiero a la
Ley 26522: ley de Servicios de Comunicación Audiovisual ha sido un duro golpe a los
monopolios y a la generación de los estados de excepcionalidad.
Conclusión
Tras la crisis del 2001, cuyo punto más álgido se revela en una crisis económica y social, se
ponen en cuestión el sistema político y la representación política. Bajo la consigna “que se
vayan todos” se dejan ver frustraciones y desencantos de décadas pasadas que resultan en
una verdadera crisis de las identidades políticas, donde la política como práctica fue
deslegitimada como camino posible a la hora de dar respuestas a las necesidades de cambio
social y a la disminución de desigualdades. Ahora la imagen del político quedaba ligada a
la conveniencia personal y hacer política fue casi mala palabra. Pensando en el lugar que
les quedó a los partidos políticos estos se redujeron a accesorios de la propaganda
mediática. Del mismo modo los sindicatos vieron incrementar su debilitamiento a la hora
de actuar como los vehículos que trasladan las inquietudes y reclamos de los trabajadores
ante el Estado.
Para muchos esa situación dio lugar a la expresión “no se puede cambiar el sistema”, pero,
sí crisis significa cambio, para otros representó el surgimiento de espacios de resistencia a
las políticas neoliberales que si bien tal vez ya no hallaban su asidero en la participación
partidaria si lo hicieron en los centros culturales, en los espacios barriales; recordemos los
famosos “trueques” infaltables en espacios comunitarios como la placita del barrio, la salita
o la escuela, y en otros privados como la casa de la vecina que abría sus puertas donde por
principio común el lucro quedaba afuera.
37
Verón1, la CCC (Corriente Clasista y Combativa) y en las organización popular de los
comedores comunitarios, centros culturales, bibliotecas etc., en los cuales se vislumbró el
cambio de rumbo de la política ahora lejos de las formas institucionalizadas.
Tras las tumultuosas jornadas de diciembre de 2001, los partidos políticos perdieron terreno
frente a otros actores, aquellos que componen los movimientos sociales, que hasta el
momento se habían mantenido en penumbras.
Los sistemas partidarios funcionaron mas allá de su deslegitimación, mientras hombres y
mujeres comunes se sumaban a los espacios de participación social dando lugar a una
diversidad de grupos que se expandieron por todo el país.
Mi modesta opinión, que pretendo expresar en la presente conclusión es que aquellas
alternativas, aquellos caminos posibles que quedaron planteados en el resumen de este
trabajo, vieron la luz en el accionar de los movimientos sociales y siguieron creciendo de la
mano de nuevos dirigentes.
Que el camino por recorrer es largo, seguros es algo que no escapa al pensamiento común,
pero que el aprendizaje que dejaron los sucesos citados abrió las puertas a una nueva
realidad donde todos tenemos el derecho de ciudadanos fundado en el simple hecho de ser
“ser humano” es una realidad que se ha puesto en marcha y que ya no podrá detenerse.
Nuestro compromiso tiene que ver con la “redención” del pasado, con el tiempo mesiánico
que haga “explotar” la historia. Esto se da en las luchas del presente, en los “instantes de
peligro” oponiéndose a la muy poderosa “empatía con los vencedores” que identifica en la
tesis seis y siete Benjamín. En efecto, El pasado, nunca está cerrado para el filósofo, ya
que ni siquiera “los muertos” pueden estar seguros ante el arrollador paso de los
“vencedores”: los opresores. De lo que se trata, dirá el autor, es de pasarle a la historia el
cepillo a contrapelo, lo que claramente apunta a mostrar la cara de la historia de los
vencidos, los oprimidos, pero, en la línea de su “redención”: no solo para hacer un
recuento de desgracias, sino para “iluminar” las tareas del presente. Se ha dicho con acierto
que Benjamín quiere “redimir” el pasado, pero es meritorio destacar que ahí se juega
también la definición del presente, la promoción, la protección y la garantía de los
derechos conquistados y los que quedan por conquistar en el futuro.
Bibliografía
1
MTD ANIBAL VERON nace en julio de 2001 en tanto expresión orgánica de la coordinación entre
organizaciones de trabajadores desocupados de varios distritos del Conurbano Sur del Gran Buenos Aires y
La Plata bajo el nombre de Coordinadora de Trabajadores Desocupados (CTD) Aníbal Verón. Distintas
experiencias de organización y lucha de los trabajadores desocupados confluyen en esta coordinación.
Flax, J. Del decisiomismo y la concentración mediática al pluralismo democrático, en
prensa
Habermas, J. (2008): El discurso filosófico de la modernidad, Madrid
Kelsen, H. (1960): Teoría pura del derecho, EUDEBA, Bs. As.
Rawls, J. (1993): Teoría de la Justicia, Fondo de Cultura Económica, México
Sabsay, D. y Onaindia, J. (2004): La constitución de los argentinos, ERREPAR, Buenos
Aires
Schmitt, C. (1996): Sobre los tres modos de pensar la ciencia jurídica,, Tecnos, Madrid.
Introducción
Este trabajo se enmarca dentro de mi investigación doctoral que indaga sobre la dinámica
de integración /exclusión /conflicto de la inmigración reciente originaria de los países del
África subsahariana en la sociedad argentina. El análisis centra su atención en la esfera
laboral por considerarla un espacio privilegiado para observar la modalidad de inserción del
colectivo mencionado y su interacción con la sociedad receptora local. La venta ambulante
de bijouterie se constituye en la ocupación mayoritaria de este grupo migratorio en la
Ciudad de Buenos Aires, aunque no existen cifras oficiales ni datos precisos al respecto.
Aquí, más que interesarnos por los ámbitos de interacción informal propios de esta
actividad, optamos por enfocarla en su relación con lo estatal identificando como figuras
clave en esta interacción a las Policías Federal y Metropolitana –por estar encargadas del
control del espacio público- y al Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires–interviniente
en las situaciones de conflicto-.
39
Buenos Aires señalando, además, que esta práctica policial está en connivencia con el
Ministerio Público Fiscal de la Ciudad. En el marco del proceso judicial tuvieron lugar una
serie de audiencias públicas a las que asistí y, producto del fallo final, se realizaron dos
reuniones orientadas a la creación de un protocolo de actuación para la policía en las que
también estuve presente. De mi participación en estos ámbitos, de la lectura de una parte
del expediente a la que tuve acceso y de entrevistas posteriores surgen estas reflexiones.
Hacía poco que los tribunales habían empezado a tener en cuenta estas
cuestiones estructurales para aceptar planteos colectivos. Uno era el caso que
había presentado el CELS en la Corte Suprema por el estado de las cárceles en la
Provincia de Bs. As., el otro era la causa del Riachuelo y no me acuerdo si había
alguno más. Colectivo porque la idea era que se presentan estos tres casos y, si
bien la corte analiza estos tres casos, hay un reconocimiento del Estado -y se
presenta además evidencia- de que estos tres casos son representativos de
muchos más.
1
Me ocupé en detalle de este punto en García, 2010.
41
Acerca de la venta ambulante como ocupación del espacio público o ejercicio del
derecho a la subsistencia
Uno de los puntos más discutidos en el proceso judicial tuvo que ver con esta disyuntiva.
La discusión giraba en torno de si la venta ambulante constituye o no un delito; aquí –y sin
entrar en cuestiones técnicas2- la cuestión decisiva parecía ser si ésta cumple o no fines de
mera subsistencia. De lo que surge de la ley, evidentemente este punto puede ser
argumentado en cualquiera de los dos sentidos:
Vos podés decir esto es venta de subsistencia pero ¿cómo lo pruebo? Los
estándares que tenía el Tribunal Superior eran increíbles. Había un fallo de
Cámara que hasta ahí estaba vigente y que se dio vuelta en el medio del proceso
que decía… había cosas ridículas que hoy todavía están y que se sigue discutiendo
en estos términos, lo cual es absurdo: si vos estás parado debajo de la lluvia, eso es
venta de subsistencia. Si tenés un metro y dejás 20 centímetros en la vereda, eso es
venta de subsistencia pero si tenés tres maletines y las cosas son doradas en vez de
plateadas, eso ya es ocupación del espacio público (abogada de COPADI).
2
La venta ambulante puede ser entendida como falta o como contravención. En el primer caso, ante el control
policial, la situación puede ser resuelta rápidamente por vía administrativa mientras que, en el segundo, el
caso supone la intervención del aparato judicial iniciándose un proceso de mayor complejidad y más larga
resolución.
tenía una serie de obligaciones específicas para con ellos en virtud de tratados
internacionales, circunstancia que genera –de hecho- un tratamiento especial. Por otra parte,
resulta difícil pensar que estos jóvenes pudieran ganarse la vida de otra manera.
Comenzando por su escaso manejo del español3, un listado de razones podrían esgrimirse al
respecto. Además, salvo en el caso de los alimentos, la venta ambulante no está
reglamentada por lo que no hay manera de ejercerla de manera legal y con autorización. Por
otra parte, aunque no se explicita en el expediente, durante las reuniones orientadas al
armado de un protocolo de actuación para la policía -posteriores a la sentencia- la fiscalía
llegó a sostener la ingenuidad de pensar que se estaba ante el caso de migrantes pobres
dedicados a la venta ambulante para la subsistencia; por el contrario, sostenía la existencia
de mafias que se benefician de esta venta sobreexplotando a estos jóvenes migrantes y
presionándolos a través de la retención de su documento.
Con relación a este apartado, resaltamos dos cuestiones que retomaremos luego: por un
lado, el (no) reconocimiento de la existencia de las precondiciones particularmente
desfavorables en que se encuentra este colectivo y, por el otro, el sostenimiento –
prejuicioso y sin ningún tipo de prueba- de la existencia de una red mafiosa en la que estos
sujetos se encontrarían inmersos.
La disputa por el sentido de la discriminación racial constituyó otro punto clave en el caso.
La discusión giraba en torno a dos cuestiones. En primer lugar, qué cantidad de casos se
considerarían representativos para hablar de una discriminación estructural y aceptar
entonces un planteo colectivo. Tal como me comentaba una abogada de la Defensoría
General de CABA:
3
Esto quedó claramente en evidencia en las distintas audiencias que tuvieron lugar durante el juicio,
instancias en las que se necesitó de la ayuda de traductores de wolof para la comunicación entre las
autoridades judiciales y los jóvenes.
43
en la vía pública- que también es un problema enorme y es de carácter estructural.
Básicamente se repite el accionar policial… pero es difícil que los actores
judiciales particularmente hagan esfuerzos por ver… no todos, obviamente, pero
en términos generales es difícil.
En segundo lugar, qué era exactamente lo que había que probar para admitir que se estaba
ante un caso de discriminación racial: ¿una práctica distintiva hacia un grupo determinado
(de todos los vendedores ambulantes, la policía “controla” particularmente a los
senegaleses), o un efecto perjudicial sobre este grupo (el control policial generalizado y de
rutina sobre la venta ambulante tiene consecuencias particularmente nocivas para el
colectivo de los senegaleses)? Al respecto conversé con una de las abogadas de COPADI
quien me decía que:
Como se vio reflejado en las audiencias, la dificultad en la comunicación era uno de los
factores para sostener el efecto discriminatorio de la acción policial y sus circunstancias
concomitantes. Las trabas idiomáticas eran un problema no menor que influía directamente
sobre la decisión acerca de si había discriminación o no. En su fallo final una de las juezas
afirmaba que:
4
Respecto de la prueba, la única evidencia fue la presentada por COPADI. Ésta incluía estadísticas del
Ministerio Público Fiscal en donde figura la nacionalidad de los detenidos en los procedimientos
contravencionales realizados por la policía, encuestas a residentes senegaleses en el país y el testimonio de
distintos expertos.
Sin embargo, paralelamente, en la misma instancia del proceso judicial otro de los jueces
calificaba de irrazonable que el Estado absorbiera estas dificultades comunicativas
considerando que:
Todo parece indicar que quienes dominan los rudimentos del idioma nacional
imprescindibles para interactuar en la vía pública –realizando actividades
lucrativas, lo que importa fijar precios con márgenes de utilidad sobre las
compras, eventualmente realizar regateos y vueltos- y satisfacer sus necesidades
de subsistencia básicas de alimentación, vestido, transporte o vivienda se
encuentran en condiciones de poder comunicarse, de algún modo, con el personal
de prevención a los fines exigidos en dicha incipiente etapa del procedimiento
(Extracto del expediente judicial, fallo del Tribunal Superior de Justicia, p. 64).
Reflexiones finales
A lo largo del proceso judicial analizado el repertorio de posturas adoptadas osciló entre los
extremos de: 1- negar la existencia del problema, 2- aceptarlo pero señalando que el ámbito
judicial resultaba inválido para su resolución dado que las acciones requeridas son
competencia del Poder Legislativo y 3- asumir una responsabilidad y considerar atribución
del Poder Judicial brindar algún tipo de solución al problema. Sin duda, esta escena judicial
puede ser abordada desde otras perspectivas y en función de variados ejes. Nuestro análisis
focalizó en las disputas por el sentido de la discriminación racial advirtiendo que todos los
discursos presentes en las distintas instancias del proceso judicial descripto se construyeron
sobre la base de arrogarse el lugar del no racismo. Si, desde su inicio, la acción de habeas
corpus plantea la existencia de un racismo imperante en la lógica policial del que es
cómplice la Fiscalía, los discursos de rechazo a este recurso califican de racista lo
expresado en el propio habeas corpus bajo el argumento de que, al distinguir a un grupo de
individuos y pretender un tratamiento especial para ellos, se estaría violando el principio de
igualdad ante la ley y, por tanto, discriminando (en un sentido negativo) al resto de los
vendedores ambulantes en particular y, en última instancia, a la sociedad en general.
Quizás sea Pierre Bourdieu quien mejor analizó cómo el campo jurídico se erige sobre
la base de disputas donde las instancias de decisión no son nunca mera aplicación de la letra
de la ley.
45
Como el texto religioso, filosófico o literario, el texto jurídico es un objeto de
luchas dado que la lectura es una manera de apropiarse de la fuerza simbólica que
se encuentra encerrada en estado potencial. Pero, por más que los juristas puedan
enfrentarse a propósito de textos cuyo sentido no se impone nunca de manera
absolutamente imperativa, ellos permanecen insertos en un campo fuertemente
integrado de instancias jerarquizadas que están en condiciones de resolver los
conflictos entre los intérpretes y las interpretaciones. Y la concurrencia entre los
intérpretes encuentra su límite en el hecho de que las decisiones judiciales no
pueden distinguirse de puros abusos de autoridad política más que presentándose
como el resultado necesario de una interpretación reglada de textos unánimemente
reconocidos: como la Iglesia y como la Escuela, la Justicia organiza según una
estricta jerarquía no sólo las instancias judiciales y sus poderes, y por tanto sus
decisiones y las interpretaciones en que se fundamentan, sino también las normas
y las fuentes que confieren autoridad a las decisiones (Bourdieu, 2000: 171).
La cita anterior desnuda aquello que el sistema judicial desconoce o no está dispuesto a
admitir: que sus decisiones son siempre más argumentables de lo que los propios actores
judiciales reconocen, que a pesar de su apariencia de neutralidad este terreno es
interpretable y aparentemente –aunque eficazmente- objetivo. Indudablemente el proceso
analizado en estas líneas no es la excepción y de ningún modo se aparta de este marco
general que nos acerca Bourdieu para pensar lo jurídico. Sin embargo, creemos que el caso
analizado presenta una dificultad adicional, un plus por estar enmarcado en la dimensión
del racismo. Definir qué es y qué no es discriminar supone sumergirse en un terreno
controversial que se encuadra dentro de las polémicas de lo que se conoce como
discriminación positiva. Aquí, el eje permanente de discusión gira en torno a la cuestión de
si los efectos correctores que se esperan de estas políticas justifican la segregación
identitaria de la que necesariamente parten, si esta acción no tiende a perpetuar una lógica
divisionista y conservadora del lugar subalterno de los grupos a los que inicialmente se
discrimina. Desde cierto punto de vista, la discriminación positiva es cuestionada porque
“busca dar oportunidades a cada individuo, no instaurar la igualdad” (Skrentny, 2007: 26).
Desde otra postura, se considera que estas políticas son parte de una “pedagogía
ciudadana”, una suerte de “acción de corrección del rumbo histórico” (Segato, 2007: 143).
Creemos que estas discusiones sólo son decidibles en sus respectivos contextos.
Concretamente en este caso, el punto sería ver qué tipo de igualdad es la que se quiere
garantizar: una formal u otra, más compleja y difícil de calcular, que profundice y
reconozca condiciones desiguales de partida. Retomando palabras de Taguieff,
Entendemos que el caso judicial analizado reviste un interés en sí mismo tanto por lo
novedoso del reclamo como por su resolución favorable, permitiendo sentar un precedente
para casos futuros. Las reflexiones vertidas aquí constituyen un primer acercamiento al
ámbito judicial y, por tanto, son aproximativas y nada concluyentes. Nuestro objetivo fue
contrastar posiciones y abordar las diferentes significaciones que, sobre el racismo,
coexisten en el ámbito judicial. Intentamos desnaturalizar cierta lógica pretendidamente
objetiva, propia del aparato judicial, y mostrar cómo las representaciones de los actores
judiciales acerca de temas tales como la utilización del espacio público, el lugar otorgado a
los migrantes y el rol estatal frente al racismo permean este espacio teniendo consecuencias
prácticas y condicionando las decisiones judiciales.
Bibliografía
47
Segato, R. (2007): La Nación y sus Otros. Raza, etnicidad y diversidad religiosa en tiempos
de Políticas de la Identidad. Buenos Aires, Prometeo.
Taguieff, P.A. (2001): “El racismo” en Debate Feminista. Racismo y Mestizaje. Año 12,
Vol. 24. México.
Karina Montes
(Lic. en Administración de Pública
Becaria de investigación y docencia UNGS)
Introducción
El trabajo es derecho muy importante y como tal está reconocido por la Constitución
Nacional en el artículo 14 bis. El trabajo es más que trabajo, porque es un derecho que
facilita el acceso a otros derechos, como los vinculados a la seguridad social. Por lo tanto,
no tener trabajo es no poder ejercer muchos derechos.
Esta dificultad la tienen principalmente los jóvenes, que no logran insertarse en el mercado
de trabajo de manera formal. Para atenuar este problema en el año 2008, se lanza el
Programa Jóvenes con más y mejor trabajo, con el objetivo de mejorar las oportunidades
laborales de los jóvenes.
En este breve trabajo, se van a enunciar las principales características del Programa
Jóvenes, sus objetivos, los requisitos y sus actividades. Para finalizar con algunas
reflexiones sobre los alcances y limitaciones del programa.
El trabajo es derecho muy importante y como tal está reconocido por la Constitución
Nacional en el artículo 14 bis:
El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al
trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y
vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por
igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y
colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del
empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple
inscripción en un registro especial.
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e
irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo
de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica,
administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la
familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a
una vivienda digna.
Los derechos del trabajo se gozan siempre y cuando se posee trabajo. Pero conseguir
trabajo es el principal problema de los jóvenes. Según un informe del Ministerio de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social partir de procesamientos propios de la Encuesta
Permanente de Hogares (EPH), relevada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INDEC) con datos del cuarto trimestre de 2004, los jóvenes conforman un grupo
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poblacional particularmente afectado por el problema del desempleo. En el total de
aglomerados relevados, la tasa de desocupación de los jóvenes (15 a 24 años) ascendía a
26,3% en el cuarto trimestre de 2004, lo que representaba para el total urbano nacional a
718 mil personas. La proporción de jóvenes en el desempleo global alcanzaba a 40%, cifra
por demás preocupante si se tiene en cuenta que los jóvenes componen sólo un 20% de la
población activa.
Se identifican tres grupos de jóvenes sin empleo cuya situación socio-laboral requiere
atención prioritaria en materia de política social y de empleo. Ellos son: a) los adolescentes
desempleados que no estudian (154 mil personas), b) los jóvenes desempleados con
responsabilidades familiares (69 mil personas) y c) los adolescentes que no trabajan, no
buscan trabajo ni estudian (320 mil personas).
Los jóvenes que si trabajan en muchos casos están inmersos en la precariedad laboral, ya
que trabajan en el mercado informal de manera transitoria, y acceden a los beneficios de la
seguridad social. Según, Enrique Deibe (Secretario de Empleo de la Nación), en materia de
empleo los jóvenes son quienes se ven más afectados, ya sea por el desempleo o por la
inserción en trabajos precarios. Este esquema se plantea quebrar con el Programa Jóvenes
con más y mejor trabajo lanzado en julio de 2008.
Objetivos
Este programa tiene como objetivo generar oportunidades de inclusión social y laboral de
los jóvenes, a través de acciones integradas, que les permitan construir el perfil profesional
en el cual deseen desempeñarse, finalizar su escolaridad obligatoria, realizar experiencias
de formación y prácticas calificantes en ambientes de trabajo, iniciar una actividad
productiva de manera independiente o insertarse en un empleo.
Podrán participar los jóvenes de DIECIOCHO (18) a VEINTICUATRO (24) años de edad,
que tengan residencia permanente en el país, no hayan completado el nivel primario y/o
secundario de escolaridad y se encuentren desempleados. Los jóvenes que superen el límite
máximo de edad durante su participación en el programa, podrán continuar realizando
actividades hasta un plazo de VEINTICUATRO (24) meses contados desde el momento de
su incorporación.
Incompatibilidades
Los jóvenes interesados en participar del Programa, deberán solicitar una entrevista en la
Oficina de Empleo Municipal correspondiente a su domicilio de residencia. En la Oficina
de Empleo Municipal, deberán presentarse con su DNI (actualizado a los 16 años de edad),
y la constancia de CUIL. Un orientador entrevistará a los jóvenes interesados para ampliar
la información sobre el Programa y se completará o actualizará su historia laboral.
Finalizado este registro, ambas partes firmarán un convenio de adhesión al Programa
Jóvenes con Más y Mejor Trabajo que se remitirá, para su validación, a las Gerencias de
Empleo y Capacitación Laboral del Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social. Las
solicitudes que sean validadas antes del día DIEZ (10) de cada mes, permitirán a los
jóvenes iniciar en forma inmediata el primer paso del Programa: los Talleres de Orientación
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e Inducción al Mundo del Trabajo. Cuando la validación sea posterior a dicha fecha, dichos
talleres deberá iniciarse dentro de los primeros DIEZ (10) días corridos del mes siguiente.
Actividades
En 2007, en las 204 oficinas de empleo municipales fortalecidas por el Ministerio, el 5 por
ciento de la población atendida tenía hasta 24 años. En 2010, la cantidad de oficinas de
empleo ascendía a 341 y el 45 por ciento de las personas atendidas eran jóvenes de hasta 24
años.
En la actualidad el Programa Jóvenes con más y mejor trabajo cubre a más de 170 mil
jóvenes distribuidos en 157 municipios. Los jóvenes participan de procesos de orientación e
intermediación laboral y son apoyados en la búsqueda activa de empleo.
Se reconoce, que los avances logrados durante los últimos años en la reducción de la
exclusión social y laboral de la población joven no implican que en la actualidad las
condiciones laborales de estas personas sean óptimas ni aceptables.
Las principales críticas al Programa Jóvenes con más y mejor trabajo, se pueden realizar
considerando su formulación e implementación.
En cuanto a la formulación del programa del programa, considero que dentro de las
incompatibilidades no debería estar la Asignación Universal por Hijo. Otra crítica
observable es la diferencia remunerativa en las prácticas laborales realizadas en el sector
público y privado, que son mayores en el segundo caso.
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puedan generar acciones y procesos propios en el marco de la sociedad en la que se
encuentran inmersos.
El programa abre caminos tendientes mejorar la inserción de los jóvenes en el mundo del
pero se requieren más acciones que permitan una mayor interacción con empresas que
puedan contratar a los jóvenes del programa, y acciones favorezcan principalmente la
terminalidad educativa a la que apunta el programa y el posterior acceso a la universidad de
estos jóvenes que recién finalizan sus estudios secundarios. Y para ello resulta fundamental
el papel desempeñado en forma conjunta entre el nivel nacional, provincial y municipal.
En las últimas décadas han ocurrido dos fenómenos interrelacionados, por una parte, se
constata una permanente mejoría de los niveles educacionales de la población, tanto en las
coberturas como en la calidad de los contenidos. Por otra, el desarrollo de nuevas
tecnologías, la reorganización de la producción y de los procesos productivos requiere cada
vez de trabajadores con mayores niveles educacionales y calificaciones altamente
especializadas. En condiciones de crecimiento, las economías deberían estar generando
empleos de mayor productividad.
Bibliografía
http://www.conciudadanos.com.ar/index.php/2011/10/26/%C2%BFcomo-afecta-el-
desempleo-a-los-jovenes-en-argentina/.26 de Octubre de 2011.
1. Introducción
Durante los últimos años se originaron cambios profundos y precipitados en el terreno de la
política. Tanto desde la Ciencia Política como desde la Teoría social se identifica una crisis
en las formas tradicionales de Gobierno, dada la creciente dificultad para dar respuesta a los
problemas que emergen de un entorno cada vez más complejo, incierto y dinámico.
En este nuevo contexto surge la necesidad de integrar al sistema de Gobierno la
participación de nuevos actores que permitan afrontar el alto grado de fragmentación, la
complejidad de valores e intereses y la creciente interdependencia de esos problemas.
En la actualidad, varias administraciones locales adoptaron una modalidad que brinda
mayor participación a sus habitantes, ya que les permite poder decidir e incidir sobre
problemáticas que afectan en sus barrios. Este es el caso del Presupuesto Participativo
como un mecanismo para canalizar las crecientes demandas de los ciudadanos. Es
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importante mencionar que la política pública pretende modificar una situación inicial y
transformar la realidad, con el fin de conseguir un impacto sobre una población objetivo.
El Presupuesto Participativo en San Miguel es una herramienta de participación social que
fue impulsada por los vecinos y organizaciones sociales, la cual se puso en práctica en el
2008. Esta herramienta ingresa en el municipio como una política pública que posee una
dualidad. Por un lado, posee características de una política universal, pues de ella pueden
participar todos los vecinos del municipio y por otro lado, es focalizada pues los proyectos
que surjan para solucionar las problemáticas expresadas por los Foros Barriales deben ser
de incumbencia municipal.
El siguiente trabajo presenta cuatro apartados importantes, el primero, relacionado a
referencias conceptuales, en el cual se detallaran algunas nociones significativas como:
participación ciudadana, Presupuesto Participativo e implementación de políticas públicas.
Estos conceptos ayudarán a comprender mejor a dicha herramienta. En el segundo
apartado, se llevará a cabo una descripción del desarrollo de la ejecución del Presupuesto
Participativo desde sus comienzos hasta la actualidad en el municipio ya mencionado. En la
tercera sección, se realizará un análisis de cómo se dio la participación de los vecinos en la
herramienta a partir de los conceptos ya definidos en el apartado número dos. También se
analizará los problemas que presentó el presupuesto en su implementación. Por último, el
trabajo cierra con una conclusión destacando la importancia de la herramienta.
2. Referencias Conceptuales
A continuación se van a especificar una serie de conceptos teóricos que van a ser utilizados
posteriormente para el análisis de Presupuesto Participativo en San Miguel.
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Según Fayt la democracia directa es aquella en la que el pueblo, sin mandatarios ni representantes, por sí
mismo, se da sus leyes.
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desarrollo de capacidades organizacionales, que es una función transversal a todo el
proceso de gerencia.
La gestión de operaciones se refiere al conjunto de acciones que transforman y aplican
determinados recursos (capital, materiales, tecnología, habilidades y conocimientos) para
generar bienes o servicios. Las rutinas son un elemento central de las operaciones pues las
mismas se ejecutan dentro de un marco de reglas; el proceso operativo es un mundo
compuesto fundamentalmente por rutinas mediante las cuales los operadores ponen en
movimiento determinados cursos de acción (procesos) siguiendo las reglas. La reiteración
de las rutinas es importante ya que proporciona la especialización. Sin embargo, la
ejecución de rutinas no es un ejercicio que realiza cada individuo de manera aislada al
interior de la organización. Las distintas rutinas se insertan entre si, constituyendo procesos
operativos más amplios que admiten la transformación de los recursos, información,
habilidades y conocimientos en bienes y servicios.
La coordinación entre las distintas actividades rutinarias es central para el proceso
operativo. Pero este proceso está permanentemente acosado por problemas de
incertidumbre y ambigüedad, que conducen a complejos conflictos estratégicos entre los
operadores. Si bien, es requisito indispensable no es sencilla dado que compromete la
asociación y la colaboración de distintos actores que persiguen intereses diferentes.
Cabe destacar que se comprende a la coordinación como un “… proceso mediante el cual
se va generando sinergia entre las acciones y los recursos de los diversos involucrados en
un campo concreto de la gestión pública, al mismo tiempo que en dicho proceso se va
construyendo (…) un sistema de reglas de juego formales e informales, a través de las
cuales los actores participantes encuentran fuertes incentivos a cooperar (…).” Por lo tanto,
la misma tiene un aspecto técnico-administrativo y uno político. La mirada desde lo técnico
“se desplaza hacia la dimensión organizacional y administrativa de la coordinación…”, y la
mirada desde lo político “…se caracteriza por nuclear a numerosos agentes, lo cual torna
muy complicada la negociación de los acuerdos” (Repetto, 2009: 191-193).
Este proceso de coordinación según Licha y Molina, permite que se disminuyan al mínimo
las “redundancias, incoherencia y vacíos”, pues el objetivo de la coordinación es “evitar o
minimizar la duplicación y superposición de políticas; reducir las inconsistencias de las
políticas; asegurar prioridades de políticas y apuntar a la cohesión y coherencia entre ellas;
atenuar el conflicto político y burocrático”.
En lo que respecta al control de gestión abarca a las acciones de control sobre las
actividades operativas, a través de ella se busca organizar la actividad operativa con la
perspectiva estratégica, y realizar cambios que permita la creación de valor. Esto demanda
a que los gerentes se ocupen de cuatro acciones: promover la búsqueda de nuevas
oportunidades, evitar riesgos, promover la obtención de los objetivos y resultados
buscados, y estimular la emergencia de nuevas estrategias. A cada una de estas cuatro
acciones le corresponde un sistema de control: sistema de creencias, sistemas limitantes,
sistema de control diagnóstico, y sistema de control interactivo; que son las “rutinas
formales”.
La organización no sólo tiene que perfeccionar o fortalecer las capacidades que posee para
la implementación sino que además debe desarrollar nuevas capacidades para llevar a cabo
estrategias distintas. Por ende, se debe considerar el desarrollo de capacidades, como la
tercera función. Las capacidades son las aptitudes o cualidades que se poseen para el buen
desempeño o ejercicio de alguna actividad. Involucra cuatro dimensiones interrelacionadas:
habilidades individuales (conocimientos tácitos), sistemas técnicos (procedimientos),
sistemas gerenciales (hacen posible la movilización de recursos y conocimiento) y valores
(determinan cuales habilidades y conocimientos son valiosos y legítimos para la
organización). Las capacidades adquiridas, como las habilidades y los valores suelen ser
más resistente al cambio.
El desarrollo de capacidades se produce a través de actividades de gestión operativa y
control de gestión, que es facilitada a partir de la resolución compartida de de problemas, la
experimentación y la entrada de conocimientos que suele activarse a partir de la toma de
conciencia de las debilidades existentes en la marcha institucional.
Por ende, se podría decir que las actividades de gestión operativa y de control de gestión
contribuyen principalmente a la generación de capacidades organizacionales y
administrativas. Hilderbrand y Grindle (1997) definen la capacidad estatal desde un punto
de vista instrumental, concibiéndola como la destreza por parte de las agencias estatales
para realizar tareas con efectividad, eficiencia y sustentabilidad. Para Repetto (2003), la
capacidad estatal posee dos dimensiones: la capacidad administrativa y la capacidad
política. El análisis de capacidades técnica o administrativa prioriza la mirada hacia adentro
del aparato estatal. Mientras, que la dimensión política pone énfasis en el análisis de la
relación del Estado con los actores, que tienen distintos intereses y que disponen de
diversos recursos de poder.
3. Descripción del Presupuesto Participativo en San Miguel
En este apartado se realizará una breve exposición de cómo se llevó a cabo el Presupuesto
Participativo desde sus comienzos hasta la actualidad en dicha localidad.
El Presupuesto Participativo es una herramienta de participación social que fue impulsada
por lo vecinos y organizaciones sociales del distrito de San Miguel, de la cual el municipio
se apropia como una manera de desarrollar política pública. Esta herramienta consiste en la
participación democrática y directa de la población en las decisiones relativas al gasto
municipal. En Argentina actualmente más de 40 municipios implementan alguna modalidad
de Presupuesto Participativo.
Durante 2006, San Miguel fue el tercer distrito con intención de implementarlo en el
conurbano bonaerense. Aquí fue fundamental la movilización de los vecinos y las
organizaciones sociales para lograr que se elabore la primera ordenanza. Se llevaron a cabo
consultas familiares, campañas en los barrios, se sumaron sindicatos, universidades,
movimientos sociales y muchos vecinos y vecinas, así el Honorable Concejo Deliberante
aprobó por unanimidad la Ordenanza Nº 35/2006 la cual establece “que para la
elaboración del Presupuesto Municipal correspondiente de cada año, un porcentaje del
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mismo deberá confeccionarse bajo la modalidad denominada “Presupuesto
Participativo””. En los primeros meses del 2007 el intendente municipal Oscar Zilochi fija
que el porcentaje del presupuesto municipal destinado a la modalidad de PP sería el 5%.
Sin embargo, transcurrió el año 2007 la Ordenanza no se reglamentó, por ende, muchos
ciudadanos comenzaron a dudar si existía la voluntad política de llevar adelante la
iniciativa. A fines de este año asume una nueva gestión de Gobierno a cargo del Dr.
Joaquín de la Torre, quién en marzo del 2008 firma el decreto que reglamenta Ordenanza
Nº 35/2006 a partir de este momento la herramienta cobra un impulso decisivo y
transformador.
Para llevar adelante esta herramienta se modifica la estructura municipal creando la
Secretaría Ejecutiva de Presupuesto Participativo con el propósito de que esta tenga el
control de todo el proceso administrativo de la herramienta. La estructura interna de dicha
secretaría es la siguiente: 1 secretario, 4 asistentes que los contratos se renuevan cada seis
meses, 1 becario y 50 pasantes universitarios. Las tareas de los asistentes consistían en
llevar a delante todo el proceso administrativo que implicaba cada uno de los proyectos,
además debían realizar las labores territoriales, el becario se dedica a mantener una relación
entre las entidades y el PP. En cuanto, a los pasantes eran contratados para realizar el
trabajo territorial de los 21 foros barriales que se realizarían ese año.
El PP establece en su ordenanza que los núcleos temáticos de presentación, elaboración y
aprobación de Proyectos de cada Foro Barrial son los siguientes: infraestructura, servicio,
salud, deporte, cultura, capacitación, recreación, medio ambiente y espacios verdes; además
se asignó a cada foro barrial 4 proyectos con un monto fijo de hasta $50.000 que permite la
contratación directa de proveedores.
Cabe señalar que por cada Foro Barrial se realizaban las siguientes reuniones, Informativa:
su fin era dar a conocer la herramienta institucional y concientizar sobre la importancia de
su aplicación como instrumento de Democracia Participativa; Preforos: son reuniones
donde la Subsecretaria Ejecutiva recibe de parte de los vecinos y los representantes de las
entidades u organizaciones sociales, la documentación para que posteriormente se
constituya el foro; Constitución del Foro Barrial: en esta etapa se realiza la elección de los
representantes del foro (delegado/a, secretario y prosecretario); Diagnóstico y primera
propuesta barrial: aquí los vecinos debaten sobre las necesidades que perciben en su barrio
y las posibles soluciones para las mismas; Técnicas: los integrantes del Foro Barrial reciben
en el ámbito territorial del mismo, la asistencia e información que brinde el municipio,
directa o indirectamente a través del técnico y funcionarios municipales; Elaboración de
Proyectos: los integrantes del foro se reúnen a elaborar los proyectos tomando como guía el
Modelo Único de Formulación de Proyectos elaborado previamente por el municipio;
Aprobación de proyectos: en la que a partir de la exposición de los proyectos elaborados y
la votación de los integrantes del foro, se eligen los proyectos que serán presentados ante el
Foro Distrital de Organización y Seguimiento (FOS) del PP y su orden de prioridad.
Durante el año 2008 se implementaron 2 etapas del PP. La primera etapa, se realizó una
prueba piloto, en la cual se conformaron 9 Foros Barriales que aprobaron 39 proyectos, a su
vez se constituyeron 2 foros juvenil que avalaron 4 proyectos más. Se tomo la decisión
política de utilizar el 5% que se había fijado en la gestión anterior para ejecutar los
proyectos de la primera etapa. En la segunda etapa, se conforman 21 foros barriales que
aprobaron 89 proyectos. También se conformaron 3 foros juveniles que aprobaron 6
proyectos. Estos proyectos debían ejecutarse con el 5% del presupuesto municipal del año
2009. De la primera etapa se ejecutaron todos los proyectos, y de la segunda etapa
quedaron 2 proyectos están en vía de ejecución y 5 proyectos se encuentran atrasados.
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Económico y de Presupuesto Participativo, es decir esta Subsecretaria no solo se encargaría
de la implementación del PP sino también cumple con otras funciones (asistencia critica,
empleo, microemprendimiento, economía social, etc.). Cabe destacar que la Subsecretaría
que se acaba de mencionar estuvo desde enero/febrero a marzo acéfala, así como también
hubo un recambio completo del personal, la dirección quedo vacante y la cantidad de
pasantes universitarios se redujo a 12. En el transcurso de acefalía el trabajo administrativo
que consistía entre otras tareas en la búsqueda de presupuesto, el armado de expediente, la
carga al sistema RAFAM, se comenzó a realizar en el mes de junio, este problema
repercutió directamente en los proyectos que debían ejecutarse ese año, ya que al atrasarse
estas tareas se atrasa la ejecución de los proyectos.
En ese lapso de tiempo los problemas administrativos persistían, también se hizo más
evidentes las dificultades con respecto a la viabilidad de los proyectos, pues se pudo
observar que en las reuniones técnicas los funcionarios del municipio otorgaban la
viabilidad del proyecto sin haber realizado un previo estudio sobre la problemática que
surgían en la reunión de diagnóstico. A pesar de los problemas este año se logra constituir
27 foros, a esto se le suma 6 foros juveniles logrando aprobar en total 140 proyectos.
En la actualidad la Subsecretaría sufrió cambios en su estructura interna, ya que, se crearon
dos direcciones, estas son la dirección técnica y la de comunicación que se encuentran
vacantes. En cuanto al personal asistente se mantiene y la cantidad de pasantes
universitarios asciende a 18 pero 4 de los pasantes están destinados a tareas de la oficina y
los 14 restantes a tareas territoriales.
A partir de este año se realizó cambios en relación a las reuniones de los Foros Barriales,
estos consistieron en lo siguiente: Informativa y de Constitución esta tiene como fin dar a
conocer la herramienta institucional y concientizar sobre la importancia de su aplicación
sobre la importancia de su aplicación, además en esta reunión se recepciona toda la
documentación de los vecinos que cumpla con los requisitos; Diagnóstico aquí los vecinos
debaten sobre las problemáticas que perciben en su barrio en comisiones de trabajo y luego
se realiza una puesta en común; Técnica y Elaboración del Proyecto; los integrantes de los
foros barriales recibirán, a través de informes escritos, las propuestas de soluciones a los
problemas barriales mencionados en el Diagnóstico Barrial. Dichos informes serán
realizados por técnicos municipales, según el área de incumbencia del problema
mencionado, en conjunto con la Subsecretaría de Desarrollo Social, Económico y de
Presupuesto Participativo; una vez entregados los informes técnicos los integrantes del foro
elaboraran los proyectos tomando como guía el Modelo Único de Formulación de
Proyectos elaborado previamente por el municipio; Aprobación del Proyecto, a partir de los
proyectos elaborados y el consenso o la votación de los integrantes del foro, los mismos
eligen los proyectos a ser presentados ante el FOS.
Este año se constituyeron 31 foros barriales y 20 foros juveniles, aún no se precisa la
cantidad de proyectos porque el Presupuesto Participativo se encuentra en la etapa de
diagnóstico.
4. Análisis del Presupuesto Participativo de San Miguel
En la reseña realizada sobre el Presupuesto Participativo en el municipio de San Miguel
dejo en evidencia diferentes dificultades que sufrió esta herramienta. A continuación se
tratará de reconocer como fue creciendo la participación en el presupuesto, además de los
inconvenientes más importantes y desafíos que debió enfrentar la implementación del
Presupuesto Participativo.
63
diagnóstico, los vecinos participan exponiendo cuales son las problemáticas que visualizan
en su barrio, ya sea de índole infraestructura, salud, cultural o educativo. El diagnóstico
participativo es un instrumento a través del cual la comunidad, de manera colectiva,
construye conocimiento sobre su realidad. En él se reconocen los problemas que afectan al
barrio, los recursos con los que se cuentan y las potencialidades que pueden ser
aprovechadas en beneficio de todos. La metodología utilizada para que cada vecino pueda
participar, es reunirse en grupo reducidos con un representante del municipio para plasmar
en un afiches las problemáticas y que todos los integrantes del grupo puedan visualizar.
Una vez finalizado dicho proceso, se pasa a sistematizar en una puesta en común todos los
problemas surgidos en cada grupo de trabajo, de esta forma se logra que los vecinos sean
consiente de todos los problemas que surgieron en dicha reunión. Por último, otra instancia
importante de gran participación por parte del vecino, es a la hora de decidir qué proyectos
serán los que van a redactar. En esta reunión se realiza una votación de los proyectos que
pasaran a ser redactados, los cuales deben ser cuatro. Se exponen las problemáticas que
salieron en reuniones anteriores, y aquellas que obtengas más votos, pasarán a formar parte
de un proyecto que luego será evaluado por el FOS. En estas tres instancias, es donde se
percibe una voz más activa por parte de la comunidad.
Como se puede advertir de las reuniones participa funcionarios de la subsecretaría que
orienta y ayuda en la organización de la toma de la palabra y de las reuniones en general,
además colaboran en la elaboración de proyectos. En los foros preexiste un proceso de
deliberación/negociación entre los ciudadanos y los representantes de la subsecretaría, por
lo cual se genera un proceso cooperación por medio de los debates y consultas permitiendo
de esta manera que los ciudadanos de San Miguel formen parte del proceso de toma de
decisión con lo que respecta a una parte del presupuesto municipal.
La heterogeneidad de los miembros a pesar de otorgar diversidad, hace difícil construir
afinidades y negociar, este inconveniente probablemente causo que muchas personas fueran
expulsadas indirectamente, los primeros fueron los vecinos que no se sentían en
condiciones de omitir su opinión.
A pesar de esto, el presupuesto parecía ser un instrumento de participación, aunque no
todos los vecinos demostraron interés; y las reacciones fueron tanto de hostilidad como de
desconfianza en especial porque creían que eran utilizados por algún partido político. Pero
con el recorrer del tiempo y los resultados que arrojo el PP hicieron que los vecinos fueran
de a poco perdiendo temor a esta herramienta por ende la participación de los vecinos fue
creciendo.
Cabe destacar que la participación ciudadana es una transformación cultural y gradual, lo
que significa que los funcionarios públicos logren entenderla y además le otorguen el valor,
así mismo el ciudadano posee la responsabilidad de asumirlo como algo cotidiano, que
tiene su sentido y su utilidad.
2
Le Boterf expresa que las competencias son una construcción, a partir de una combinación de recursos
(conocimientos, saber hacer, cualidades o aptitudes), y recursos del ambiente (relaciones, documentos,
informaciones y otros) que son movilizados para lograr un desempeño. Por su parte Levy-Leboyer sostiene
que las competencias son comportamientos que algunas personas dominan mejor que otras, y que las hace
más eficaces en una determinada situación. Son además observables en la realidad del trabajo, e igualmente
en situaciones de test, y ponen en práctica de manera integrada aptitudes, rasgos de personalidad y
conocimientos.
65
permite capacitar por un periodo a futuros profesionales pero a su vez el municipio no logra
retenerlo. Por lo tanto, se podría decir que el Estado no genera mecanismos legales que
aseguren la estabilidad laboral, facilitando de esta manera que las personas altamente
calificadas opten por trabajar en el sector privado obstruyendo de esa forma el desarrollo de
una burocracia altamente calificado, repercutiendo de esta manera negativamente en la
capacidad administrativa.
Así también se pudo divisar en la reseña que para la implementación del PP se creo una
Secretaria Ejecutiva, esto permitiría al PP ejecutar proyectos sin depender de otras áreas, a
través de la contratación directa, esto se lo considera un inconveniente de gran importancia
porque no se tiene en cuenta que para la ejecución los proyectos aprobados en los foros
barriales puede llegar a involucrar a más de una área del municipio.
Lo que se acaba de exponer es un problema, ya que, la Secretaría no tiene en cuenta a todos
los actores necesarios para llevar adelante la herramienta. Este problema tiene relación con
la capacidad política, pues se puede observar que la secretaría no tuvo la capacidad de
convenir reuniones y acuerdos con los actores que son relevantes para la herramienta en
cuanto a la toma decisiones para la ejecución de los proyectos aprobados. Esto significó
una dificultad considerable a la hora de la ejecución de los proyectos, pues los diferentes
actores ponían obstáculos para colaborar con la herramienta. La débil capacidad política
que se mencionó repercute de manera inmediata en la capacidad administrativa pues se
pudo observar que la herramienta presentó problemas en la ejecución de los proyectos.
Tener en cuenta a todos los actores importante en el proceso de toma de decisión de la
herramienta deriva en un proceso de coordinación complejo. Según Martínez Nogueira
(2005), la coordinación interorganizacional e intraorganizacional en la implementación
necesita la colaboración asociada de diversos actores, pero los actores sociales se movilizan
orientados por sus propias expectativas, racionalidad y estrategias lo cual pone límites a la
acción. Por ello, es necesario estimular el apoyo y compromiso de los actores relevantes
para el proceso, lo que exige alcanzar visiones compartidas.
En la coordinación participan múltiples actores que pueden presentar desacuerdo entre los
objetivos de la herramienta y los medios por el cual llevar a cabo la herramienta, para poder
comprender esta situación Pressman y Wildavsky (1998) proponen un conjunto de razones
entre las que se destacan:
Incompatibilidad directa con otros compromisos: hay casos en que los actores
pueden estar de acuerdo con las bondades de la política pero descubrir que es
incompatible con ciertas metas propias.
No hay ninguna incompatibilidad directa, pero si una preferencia por otras
políticas: los actores no presentan oposición a la política pero creen que ésta no tiene
que ver con su especificidad.
Compromisos simultáneos con otras políticas: las organizaciones participantes
deben distribuir sus energías entre las múltiples políticas en las cuales se encuentran
involucrados.
Subordinación a otras entidades que no ven la urgencia de la política: la
implementación de la política puede requerir de la colaboración de actores que no vean
la urgencia del mismo.
En el PP se puede identificar varias de estas razones, una que se presenta de manera
inmediata es la “Incompatibilidad directa con otros compromisos”, pues esta herramienta
debe contar con la colaboración de diferentes áreas del municipio, pero estas poseen un
propósito inmediato a cumplir, por ende le otorguen más importancia al objetivo a su área
que a la herramienta que necesita de cooperación de diferentes áreas para cumplir con el
objetivo, esto significa una dificultad a la hora de llevar adelante la herramienta porque las
diferentes áreas no le dan la importancia que deberían a la herramienta atrasando la
ejecución de los proyectos.
Además se puede advertir que hay “Compromisos simultáneos con otras políticas” pues la
herramienta se implementa en una administración local que no cuenta con suficiente
personal para llevar a cabo todas las tareas del organismo, por tal motivo el personal debe
distribuirse en las diferentes áreas y en consecuencia los servidores públicos se ven
sobrecargado de tareas dificultando que se cumpla con los objetivos, de las áreas
repercutiendo negativamente en el cumplimiento de los objetivos de la organización. Este
inconveniente vuelve a dejar en evidencia la débil capacidad administrativa que posee el
municipio por no lograr tener la cantidad adecuada de personal para lograr el cumplimiento
de las tareas y en consecuencias con los objetivos de la organización.
Otra cuestión importante que surge de la reseña es sobre las reuniones técnicas, el
inconveniente que se pudo divisar es que por 3 años seguidos estas reuniones no arrojaban
los resultados esperados, pues a la hora de llevar a cabo los proyectos se encontraban que
no poseía una correcta viabilidad técnica. Este problema se lo puede relacionar
directamente con que la presencia de un sólo técnico en las reuniones técnicas no detenta
todo el conocimiento de los diversos problemas que surgen de las reuniones, pues el técnico
pertenece a una área determinada del municipio y los problemas que surgían en la reunión
de diagnóstico afecta a más de un área.
Esta cuestión también se lo puede relacionar con que los técnicos que asistían a la reunión
técnica no realizaban un estudio previo de las problemáticas, para ver si los proyectos que
se proponen en las reuniones son viables o no, y ante al presión de los vecinos terminaba
expresando que los proyectos son viables. Como ya se menciono esto causó problema a la
hora de ejecutar lo proyectos porque hubo casos en que los proyectos no se pudieron
ejecutar. Además, implica que en ocasiones se realice nuevamente la tarea de viabilidad
causando una pérdida de tiempo importante.
Este problema que se acaba de mencionar repercute claramente en la capacidad
administrativa y política de municipio, pues la gestión de operaciones que se refiere al
conjunto de acciones que transforman y aplican determinados recursos para generar bienes
o servicios se ve afectada porque la viabilidad no factible, lo que implica la reiteración de la
tarea atrasando la ejecución de proyecto afectando la credibilidad PP.
67
Por tal motivo, la Subsecretaría decidió realizar un cambio esperando que el año próximo
cuando se ejecuten los proyectos sean todos viables. Este cambio implico que la
Subsecretaría realice cambios en cuanto a su organización, es decir que debe recurrir
nuevamente la colaboración de diferentes áreas, esto implica que por parte de la
Subsecretaria se desarrolle la capacidad política para involucrar a las diferentes áreas en la
herramienta para ello debe recurrir a un proceso de coordinación compleja.
En cuanto al control en la ordenanza se establece que se realizará conjuntamente la
Subsecretaría con el FOS. Por su parte, la Subsecretaría desde sus comienzos tenía una
persona que se encargaba del área técnica para controlar que los proyectos se ejecuten, pero
el control realizado en los primeros años no tuvo éxito pues la persona encargada de llevar
a cabo estas tareas no detentaba las competencias necesarias. Esto derivó en un problema
importante porque no se realizaba el seguimiento de la ejecución de los proyectos de
manera adecuada dejando proyectos sin finalizar. Estos proyectos inconclusos ocasionaron
los reproches de los vecinos reclamando la terminación de los proyectos y afectando la
credibilidad del PP.
Este problema evidencia la débil capacidad administrativa que posee el municipio, pues se
demostró que el personal que contratado no posee habilidades para desempeñarse
adecuadamente en sus tareas. A su vez se lo puede relacionar con que el municipio no
cuenta con suficiente recursos para contratar personal capacitado para realizar las tareas.
Considerando que se necesita recursos humanos que desarrollen las características de una
burocracia weberiana, para lo cual se necesita mecanismos de incentivos y recursos
financieros para lograr mantener una burocracia con habilidades e idoneidad requerida, y de
ese modo poder fortalecer un aspecto de las capacidades administrativas.
Como se pudo observar el proceso de implementación es complejo pues presenta problemas
como los que se acaba de analizar, por lo tanto es imprescindible otorgarle la importancia
que corresponde a este proceso para lograr los resultados deseados. A pesar de que el
proceso de ejecución de la herramienta es compleja, lo que se pudo observar es que procura
crear valor pues los proyectos se llevan a cabo a través del PP no solo beneficia a los
vecinos de los foros sino a toda la comunidad, logrando en cierta manera la inclusión de
todos los ciudadanos de San Miguel eleven su calidad de vida.
5. Conclusión
Advertimos las restricciones que poseen las administraciones públicas respecto al manejo
de recursos humanos, económicos y tecnológicos para atención de las demandas de los
ciudadanos. Ante estas restricciones no es suficiente la creación de canales institucionales
que permita la circulación de las diferentes demandas de los individuales y/o grupales sino
que se tiene que avanzar en diferentes direcciones o locaciones, en este caso el municipio
de San Miguel incorporó al PP como una manera de dar respuesta a las crecientes demanda
de los vecinos.
Es importante señalar que el PP como ya se mencionó es una herramienta para la ejecución
de políticas públicas que posee una contradicción inherente, pues es por un lado de índole
universal y por otro lado, es focalizada. Se dice que es universal porque fomenta la
participación ciudadana sin ningún tipo de discriminación, ya que cualquier vecino que
resida en el municipio de San Miguel puede ser parte del mismo. Pero a su vez es
focalizada pues los proyectos que se aprueban a través de esta herramienta deben estar
dentro de los siguientes ejes temáticos: infraestructura, servicio, salud, deporte, cultura,
capacitación, recreación, medio ambiente y espacios verdes, es decir, deben ser de
incumbencia municipal.
La herramienta al tener característica de ser una política pública de carácter universal, le
corresponde promover la participación ciudadana, se podría decir que esta participación es
una expresión de un principio de la democracia que simboliza desarrollo de ésta, pues la
participación de la sociedad ya que no se circunscribe solamente al voto electoral, pues este
se considera el punto de partida de esta participación, sino que el vecino por medio de esta
herramienta tome una aptitud más proactiva y no como un simple destinatario de políticas
públicas.
La idea de la obligación política horizontal entre ciudadanos, y la idea de participación y de
solidaridad son las únicas capaces de fundar una nueva cultura política; y una nueva calidad
de vida personal y colectiva basada en la autonomía y en la democracia participativa. Es
posible pensar y organizar nuevos ejercicios y formas de ciudadanía, a partir de las nuevas
formas de exclusión social.
Este instrumento se la concibe como una de las más transformadoras pero exhibe
dificultades de distintos tipos en el momento de llevarla a cabo. Puesto que los
inconvenientes a la hora de poner en práctica una política pública y obtener los efectos
deseados, pone en evidencia la fragilidad del estado con respecto a algunos temas. Estos
problemas se asocian al que transcurso de implementación es complejo, por lo cual se logra
instaurar un tema previsible y de efectos deseados.
La implementación de PP presentó problemas que influye en la capacidad estatal del
municipio pues en este proceso hubo problemas que afecto a la capacidad administrativa
como la contratación del personal altamente capacitado pues los mecanismos de
contratación legales son frágiles recurriendo a la contratación temporal de los asistentes o
las contratación de los pasantes universitarios. También se vio afectada desde la capacidad
política pues la Secretaría desde que comenzó sus actividades tuvo dificultades para
entablar relaciones con las diferentes áreas del municipio que son importante para la
ejecución de la herramienta.
A pesar de los problemas que presentó la implementación de la herramienta desde sus
comienzos, el objetivo de esta es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de San
Miguel pues la herramienta logró fomentar la participación de los ciudadanos logrando que
diferentes barrios del distrito logren elevar su nivel de vida. Cabe destacar que esta
herramienta tiene expectativa en un futuro lograr que los vecinos se involucren
directamente en la realización de una actividad y/o en la prestación de un servicio
determinado logrando que la implementación se realice a través de la cogestión entre la
administración local y los ciudadanos. El cambio que se aspira a futuro implica un cambio
69
cultural y progresivo de la participación ciudadana, denota que los servidores públicos
consigan entenderla y además le otorguen el valor, así mismo el ciudadano posee la
responsabilidad de asumirlo como algo cotidiano, que tiene su sentido y su utilidad.
Los problemas que se mencionaron y analizaron a lo largo del trabajo se los planteo en
clave de desafió que la herramienta tiene por delante y debe lograr una solución factible
para ello. Pero como se pudo percibir el proceso más complicado que debe enfrentar es
como mejorar el proceso de coordinación y la regulación entre múltiples individuos y
grupos que luchan por constituirse como actores políticos
Por lo tanto, la implementación es una fuente de oportunidades para el desarrollo de
capacidades estatales, si se realizan de la mejor manera las actividades de gestión de
operativa y el control de gestión durante el proceso de implementación. Sin embargo, esto
no es tan sencillo, pues usualmente el proceso de implementación presenta numerosos
problemas y desafíos como los que se pudieron divisar a lo largo del trabajo.
Pues el Presupuesto Participativo es un instrumento de política y a la vez de gestión, por
medio del cual el gobierno locales, así como las organizaciones y la población, definen en
conjunto, cómo y a qué se van a orientar los recursos para lograr el desarrollo del
municipio, pero necesita de adecuadas estrategias de comunicación, orientadas a tener más
en cuenta al otro, que permitan un mayor conocimiento de las bondades de este mecanismo
en la ciudadanía en general para incrementar su participación en el mismo, de forma
organizada y no organizada.
A modo de cierre se puede decir que el Presupuesto Participativo logró ser una herramienta
que permite canalizar las demandas de los ciudadanos a pesar de los obstáculos que debe
atravesar, además logra crear valor pues los beneficios que se obtiene con los proyectos
afecta a la comunidad de San Miguel no sólo a los vecinos que participan del Presupuesto
Participativo.
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Fuente documental
Decreto Reglamentación del Presupuesto Participativo Nº 304/08 del 26 de marzo de 2008
Decreto Reglamentario Nº 386 del 17 de marzo de 2009
Ordenanza Nº 35/2006, del 23 de noviembre de 2006
Ordenanza 40
71
mfbasz@hotmail.com)
1. Introducción
Quisiera partir bajo la frase de lo que históricamente a implicado a los pueblos y a los
individuos el sentido del derecho y tomaré como referente a un ícono fundamental de la
política argentina, Evita Perón: “Donde hay una necesidad, hay un derecho”. Pensar esto
conlleva a afirmar que el derecho se presenta donde las injusticias y los reclamos alzan su
voz encarnado en la acción responsable de los sujetos por exigirlo, siempre que ellos
mismos se piensen como sujetos de derechos.
Nuestro país ha sufrido las más terribles atrocidades que narra la historia reciente: el golpe
cívico-militar del `76, el Plan Cóndor y la complicidad de la CIA y la tarea que llevó
adelante la Escuela de las Américas, atentando contra la libertad en todas sus
manifestaciones por medio del secuestro, la tortura y la desaparición forzada de personas
(sean de organizaciones no gubernamentales, de DDHH, sindicalistas, obreros, etc.). Pero
también la complicidad de civiles pertenecientes a grupos de enorme poder político y
económico, sobretodo empresas extranjeras, que con el camino allanado, pudieron instaurar
en los `90 el modelo neoliberal y, por lo tanto, la privatización de empresas gracias al
gobierno de Carlos Menem. Muchas cosas han ocurrido en nuestro país y en latinoamérica.
Pero todo esto ha sido recuperado cual tesoro perdido, gracias no sólo a la capacidad de
científicos como la CoNaDi de la Secretaria de Derechos Humanos, e intelectuales como
Pérez Esquivel, sino también la misma sociedad en su conjunto y el rol de las políticas
gubernamentales que permitieron el avance en materia de DDHH (nulidad de leyes de
Obediencia debida y Punto Final; juicio a militares y cómplices de genocidio por lesa
humanidad, etc.), ha hecho que la memoria se levante como bandera para los diversos
movimientos sociales y para el resto de una sociedad que hoy es consciente de su pasado.
Si el pasado es conocido y reflexionado en conjunto, se puede construir y redireccionar un
proyecto nacional, o múltiples proyectos si pensamos en un país plural.
Ahora bien, si debemos definir qué es la identidad personal, Ricoeur sostiene que la
persona a lo largo de su vida trata de identificarse con determinados aspectos de la vida
humana, por ejemplo, con valores o ideas, o con prácticas sociales, o con actividades de
movimientos culturales, con historias del pasado, con cuentos literarios o de ficción, o con
acontecimientos políticos de gran envergadura social, es decir, un mundo que en continuo
movimiento ofrece “cosas” que interpelan la subjetividad de las personas. Todo ello, forma
parte de un sujeto que guarda en sí mismo fenómenos dispares y caóticos que se
sedimentan en él. Esto es lo que comprendemos por identidad idem o mismidad, donde lo
sedimentado expresa cierta fijeza sobre la persona, haciendo de sí su carácter o su
personalidad, puesto que todo aquello que le antecede (piénsese la cultura y/o en la historia)
no puede ser totalmente negado, evitado, o si prefiere, hacer “desaparecer”, puesto que todo
lo que el mundo le ofrece está latente en el alma de la persona. Es decir, es lo otro que se
incorpora en la mismidad: “este soy yo”, y por tanto lo hace identificable y reidentificable.
Por ello, no es ilógico afirmar de una persona a otra “sin duda es él, es su carácter”.
Sin embargo, parecería que nos queremos quedar con una identidad que mantiene un
carácter rígido, fijo e inmutable, pues si bien es mismidad, indefectiblemente la persona
cambia si pensamos que vive en este mundo que lo afecta. A dicho cambio es lo que
Ricoeur entiende por identidad ipse o ipseidad. Ésta identidad, a nuestro parecer, expresa el
polo opuesto a esa clase de permanencia que parece sobreponer la identidad idem; por el
contrario, la ipseidad denota la innovación que el sujeto en tanto sujeto, en tanto productor
de la vida misma puede realizar sobre sí y afectar a otros. Además, como veremos más
adelante, dicha ipseidad mantiene estrecha relación con la memoria cuando hablemos de la
imaginación. Pues bien, ambos polos, la identidad idem y la identidad ipse, entran en una
relación dialéctica donde una encubre a la otra bajo un movimiento circular escapando así
de cualquier sentido esencialista sobre el sujeto. Según Ricoeur, el carácter del sujeto es un
conjunto de signos distintivos (1990: 113). Así cuando decimos: “este soy yo porque tengo
determinadas características que otros pueden observar de mí”, características tanto físicas
como de cualidad, al percibirlas se establece un nivel o grado de reconocimiento de la
identidad del otro. En este sentido, la sedimentación recubre la ipseidad de la persona
produciéndose cierta permanencia en el tiempo: una huella dactilar, una muestra de sangre,
una sonrisa, una forma de caminar, una fotografía, todo aquello que permitiría poder
identificar a la persona como la misma, lo cual no es fortuito cuando Ricoeur señala que la
mismidad es una relación de relaciones, de elementos pertenecientes a una única persona
que lo distingue de otras. Por ello, esos aspectos son lo que hacen ser “quién soy”,
permitiendo al otro poder reconocerme, como también poder reconocerme a mí mismo. Eso
73
es lo que Ricoeur denomina identificaciones adquiridas, donde lo otro del mundo entra en
composición de lo mismo (1990: 116). Así, no hay duda cuando Ricoeur afirma que el
carácter de la ipseidad está bajo el ropaje de la mismidad, cuando el ipse se enuncia como
idem (1990: 116), o más sencillamente, la persona se encuentra oculta bajo esa identidad
biológica y estable de la persona, estabilidad marcada por la costumbre o el hábito, en
sentido aristotélico. Para Ricoeur, el carácter de la identidad expresa una temporalidad, es
decir, una historia aún no narrada y que se encuentra allí para ser develada: “lo que la
sedimentación ha contraído, la narración puede volver a desplegarlo (1990: 117)”.
Esto último es importante para Ricoeur, pues aquello que subyace en la persona es la
temporalidad misma de la vida y la dialéctica entre innovación y sedimentación hace de
ello una dimensión narrativa, donde la persona desoculta el quién por medio del rodeo del
qué, la cosificación encarnada en la existencia que puede ser desplegada a través del relato.
Aquí el interrogante por el quién se narra es de suma importancia para que el sujeto pueda
producir su narración.
Ricoeur define por identidad narrativa la dialéctica entre identidad idem e identidad ipse
que se desarrolla por medio del relato. El relato es la herramienta por excelencia para
Ricoeur, ya que el sujeto puede narrarse y evaluar sus acciones pasadas para mirar hacia el
futuro. Hay historias contadas y hay otras que aún están implícitamente guardadas en la
vida de cada sujeto, bajo cierta discordancia de una estructura aún no organizada, de una
maraña de acontecimientos dispares y recuerdos, algunos más presentes y otros más
olvidados.
El ejercicio que implica la dialéctica entre ambas identidades permite configurar una
historia en la cual el sujeto, a medida que organiza su relato, puede comprenderse a sí
mismo. Hay algo del relato de las historias, sean ficcionales o reales, que interpelan la vida
del sujeto a través de sus personajes, por ejemplo. Al ser interpelado el sujeto busca
comprenderse, remueve su pasado sedimentado en retrospectiva hacia la memoria que,
como diría San Agustín en Confesiones, la memoria es un palacio lleno de espacios
recónditos donde se alojan los recuerdos y las imágenes. A medida que inspecciona su
persona, puede armar su historia y, a su vez, comprenderse frente al objeto. Dicha
configuración del relato es lo que establece Ricoeur por concordancia discordante,
mecanismo que la ipseidad se ocupa de organizar los acontecimientos dispares y las
historias enmarañadas. La ipseidad es el ámbito en donde se producen las distintas
variaciones imaginativas sobre lo posible y el ámbito donde reposa la memoria. La
imaginación, en este sentido juega un papel que permite elaborar la identidad narrativa en
relación con lo otro.
En este sentido, podemos decir que el relato como herramienta hermenéutica despliega y
encubre de manera continua y pendular la historia personal del sujeto que, a su vez, es
atravesado por un contexto mayor que la historiografía se dedica estudiar por medio de los
archivos y revisionismos históricos. En el caso de Ricoeur, que tampoco es un tema ajeno a
él, ya que ha dedicado otras obras sobre esto, el sujeto se comprende a sí mismo mediante
el relato, sean ficcionales o reales, escritos u orales y/o mediante otras manifestaciones
estéticas y/o artísticas, que devela el quién de forma reflexiva. Vemos con esto cómo
Ricoeur procura hacernos pensar el relato y la identidad. El relato se establece como
dialéctica que oscila pendularmente en un sí-mismo, comprendiendo que el sí es lo que
subyace en cada quien como ipseidad, como forma de ser de acuerdo a las actitudes que nos
dispongan serlo y nos identifique. Aquello que nos identifica de una forma o de otra es la
mismidad, siendo la identidad de uno mismo y no de otro. El relato es relato de sí en
movimiento, actúa hacia los adentros de la mismidad, desoculta en un esfuerzo de
comprensión el “quién es” de una identidad inacabada, mantiene esta circularidad en
constante relación pues lo temporal atraviesa diametralmente a la identidad. La ipseidad,
compone una narración de sí mismo, mira desde el presente su pasado y se sostiene con él,
revisa sus marcas dejadas en el camino para volver sobre sí, observa aquello que se ha
sedimentado en los avatares de la vida, pero también es capaz de configurar esos
acontecimientos dispares y caóticos en una narración de sí. En definitiva, elabora su
identidad.
Podemos ver no sólo cómo la persona elabora su identidad entre el pasado y el futuro desde
su presente por medio del relato, sino cómo elabora su subjetividad frente a lo otro. Poder
establecer la propia identidad y ser reconocido como tal, le permite a la persona ser sujeto y
no objeto, poder actuar y decidir sobre sí, asumiendo la responsabilidad con su existencia y
con-el otro.
Por otro lado, así como hasta aquí vimos un pasado sedimentado correspondiente con la
mismidad en tanto permanente, al futuro, en cambio, le corresponde la ipseidad. Si bien ella
expresa innovación frente a situaciones que luego se sellan en la persona, también la
ipseidad expresa otra clase de permanencia que es la promesa. Esta promesa como palabra
dada, como fidelidad de compromiso, se da una vez que la identidad es definida de forma
auténtica pese a las vicisitudes del corazón, pese a los cambios venideros. Puede que no
sepamos muy bien qué será de nosotros en el futuro, pero al prometer estamos dando de sí
un compromiso que esperamos por parte nuestra y por parte del otro cumplir.
Pero hay que velar por la memoria, ya que existe en el sujeto como también en la misma
sociedad cierto riesgo o amenaza que menciona Ricoeur con respecto al olvido. De acuerdo
a Ricoeur, si la memoria se relaciona con el pasado ligado en la mismidad y el futuro con la
ipseidad, el presente debe cuidarse del olvido para poder establecer el reconocimiento de sí
mismo, de la identidad frente a los avatares de la vida. Si pensamos que existe un presente
es porque existe un presente vivo encarnado en sujetos que indagan el pasado que quiere
esfumarse de nosotros (o que quieren esfumar en determinadas circunstancias históricas y
75
políticas), que pretende engañar a la memoria con sus vueltas y oscuridades, con prácticas y
discursos ajenos. Sin embargo, reside en los sujetos la capacidad de poder contarse, de
narrarse a sí mismos de manera colectiva. El descubrirse ellos mismos, el comprender
finalmente su identidad de manera clara y distinta (en un sentido cartesiano, aunque claro,
sin ser una racionalidad inmediata), la ipseidad moviliza a la memoria obligándola a
recorrer las imágenes, las sensaciones, los recuerdos del pasado. Ése espacio inigualable
encarnado en los sujetos promete una vida que merece ser contada, que tiene derecho de
contar su propia identidad como atestiguación: “¡heme aquí!” de un sujeto presente.
En nuestra actualidad, recuperar el pasado que alguna vez fue olvidado por, y me atrevo a
generalizar, la mayoría de la sociedad, significa para los jóvenes algo muy importante.
Como generación, tener historia de los últimos acontecimientos que marcaron el rumbo de
nuestro país, era una deuda social, educativa y política para los jóvenes. Hemos dicho que
la identidad se constituye gracias a la historia pasada, que sin ella, sin su interpelación, no
podríamos comprometernos en lo social y en lo político, ni tampoco asumir un rol que
creemos tiene sentido para uno y para otros, que tiene proyección hacia futuro. Es decir, sin
ello no seríamos ipseidad, no desplegaríamos nuestro relato y, por lo tanto, no seríamos
auténticos. Y más aún cuando el olvido atenta contra nosotros. Tal vez, enunciar la idea de
forjar una identidad nacional no sea la más agradable dado sus riesgos de homogeneizar las
múltiples expresiones identitarias, pero sí pensar en una identidad que exprese ésta
diversidad que envuelve hacia su interior y permita realmente el reconocimiento de nuestra
identidad argentina, fundamentalmente para ser sujetos de derechos. Sin ese
reconocimiento, no podríamos ser sujetos. Así, frente a un Estado que sumió a la sociedad
bajo el terror, como fue el robo de niños de su seno familiar y su posterior negación de
identidad sobre sus orígenes, hizo evidente la necesidad de reconocer tiempo después, en
democracia, el derecho social de poder constituir y recuperar la identidad, dado que la
dictadura militar argentina significó de igual manera una maquinaria destructiva de vidas y,
por tanto, de historias. Posteriormente a esta dictadura, puede decirse que se produjo un
olvido social de los hechos y derechos humanos, pero que propulsó inmediatamente entre
las distintas organizaciones de DDHH, como el de Madres y Abuelas, tomar el olvido como
recuerdo, pues el olvido es recordar algo que quedó atrás, pero que ahora se antepone y se
encuentra presente justamente para no olvidar. Apelar a la memoria de cada uno de los
sujetos frente a un olvido presente, es poner en presencia un recuerdo para repensarlo desde
un aquí y ahora, como forma de rememorar la Historia con mayúsculas, como trasfondo de
la historia particular de los hombres. Es decir, la presencia del recuerdo para luego repensar
la identidad, es pensar la identidad inserta en una memoria de un pasado colectivo, que nos
pertenece como marca de nuestro carácter. Eso mismo es lo que creo hacen los nietos
recuperados, relatan su historia, se proyectan a futuro y se comprometen bajo un proyecto
de transformación social. Creo que lo mismo podemos hacer nosotros si no tenemos
claridad sobre quiénes somos ni sabemos qué rumbo tomar, pues ello, nos inhibe actuar.
Ante esta coyuntura histórica que es pertinente para la construcción de nuestra identidad, es
importante pensar qué rol debe tener el Estado en cuanto a la protección y promoción del
derecho a la identidad, pensando en la enseñanza histórica-filosófica de la historia reciente
dirigida a los jóvenes de las escuelas secundarias y medias.
Señalo como caso ejemplar la propuesta del Programa Jóvenes y Memoria que la Comisión
Permanente en Derechos Humanos de la UNGS desarrolla en consonancia con la Comisión
Provincial por la Memoria con las escuelas estatales de la provincia de Buenos Aires como
espacios propicios de conciencia histórica, pensamiento libre y actividades comunitarias
relevantes en la búsqueda de mayor conocimiento sobre los sucesos de la última dictadura
militar hasta la fecha.
Si bien, el Estado asume este compromiso gracias a la voluntad política, además de la gran
tarea descomunal que durante años los movimientos sociales suplieron la falta de presencia
del estado educador en materia de derechos humanos, no podría haber sido posible la
enseñanza de contenidos curriculares valiosos sin el respaldo de políticas educativas que en
los últimos años se llevaron a cabo. Así, contamos la propuesta del Ministerio de Educación
una política educativa tendiente a la formación docente en la enseñanza de la historia
reciente denominada “Programa Educación y memoria: entre el pasado y el futuro. Los
jóvenes y la enseñanza de la historia reciente” que habilita a las diversas escuelas a llevar a
cabo proyectos propios que respondan a los contenidos mínimos curriculares, entiendo que:
77
“La enseñanza del pasado reciente se sostiene en la idea de que los derechos humanos son
conquistas sociales, fruto de la acción humana, y en consecuencia, refuerza la noción de
responsabilidad, participación e inclusión. Es desde la educación, entendida como una
puesta a disposición del pasado en diálogo permanente con el presente y el futuro, que es
posible invitar a los jóvenes a la reflexión, el debate, y la apertura de nuevas preguntas y
respuestas para la toma de posición frente a sus realidades. En este sentido constituye un
aporte fundamental para la construcción de una nación justa, equitativa, económica y
socialmente desarrollada, habitada por ciudadanos activos cuya responsabilidad se alimenta
también a partir de reconocerse como parte de un pasado común” (Ministerio de Educación,
2009)
Este rol que asume el Estado en la promoción y la protección de la educación pública como
derecho social y cultural, creemos que se encuentra fuertemente entrelazada con otro
derecho que es el reconocimiento a la identidad, ya que el proceso de revisión histórica no
puede estar por fuera de los relatos narrativos que los individuos constituyen para su
identidad. Las políticas educativas al contemplar una enseñanza concientizadora de la
historia interpela el sentido de identificación de los sujetos con su pasado, el cual propicia
mayormente a un reconocimiento por la identidad personal y comunitaria de una totalidad,
lo que a futuro puede marcar un rumbo alternativo de proyección política y de justicia para
la sociedad posterior a la guerra de Malvinas, el neoliberalismo en el gobierno de los `90 y
la crisis del 2001.
4. Conclusiones
En la presente ponencia hemos abordado una reflexión acerca de la identidad a partir de la
concepción filosófica de Paul Ricoeur para comprender la importancia del derecho de
reconocimiento que todo sujeto merece.
Bibliografía
Sitios:
http://www.me.gov.ar/educacionymemoria
http://www.serpaj.org
http://www.comisionporlamemoria.org/jovenesymemoria/inicio.php
Martina I. García
(Doctoranda de la Facultad de Filosofía y Letras, Docente UBA.
martinainesgarcia@gmail.com)
Introducción
1
El Progreso, 28/9/1844.
2
La justificación de este recorte temporal se encontrará bien explicada a lo largo de la segunda parte de este
trabajo. Aquí podemos adelantar que en este período se instaura en la Argentina un nuevo modelo político-
económico que en pocas palabras puede definirse como blanqueador, europeizante y homogeneizador, con
una economía de base agroexportadora. Este modelo colapsará hacia 1930, principalmente por las dramáticas
79
marco de este proceso, nuestra atención se centrará por un lado en el análisis del
pensamiento de quienes fueron sin duda los ideólogos de la nación; en particular
atenderemos a las obras de Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi. Estos
personajes nos resultan de interés porque, hallándose enormemente influenciados por las
ideas racistas imperantes a nivel mundial en la época, las han adaptado al contexto local
dando lugar a un corpus más o menos ordenado y bastante original que en gran medida se
tradujo en políticas de Estado concretas y efectivas entre estos años. Dichas políticas serán,
entonces, otro costado de nuestro análisis; aquí nuestra mirada focalizará en aquellas
iniciativas estatales tendientes a estimular la inmigración europea así como en las medidas
que operaron en cierta forma como su contraparte, apuntando a socavar / destruir /
invisibilizar aquellos sectores de la población considerados no deseables: básicamente,
negros e indígenas.
Si bien los negros y los indígenas comparten el penoso privilegio de ser los grandes
excluidos del proyecto nacional argentino, el tratamiento que recibieron por parte del
Estado (las características del proceso concreto de implementación de su destrucción real o
simbólica) no fue el mismo. Por este motivo nuestro abordaje incluirá dos instancias:
1- en tanto las dos grandes figuras de la otredad argentina, nuestro acercamiento a la
historia de los sectores negros e indígenas se llevará a cabo de manera conjunta,
2- en cuanto objeto de las iniciativas estatales concretas tendientes a su destrucción /
desaparición, este análisis requerirá de un tratamiento diferencial y específico según
cada caso.
Nuestro análisis se valdrá además de los aportes de diferentes autores contemporáneos.
Muchos de ellos no han pensado específicamente el caso argentino por lo que el alcance de
sus afirmaciones se tratará con cierto cuidado; recaudo mediante, sus reflexiones en el
marco de procesos acaecidos en otros países latinoamericanos y nuestra comparación con el
caso argentino nos resultan de interés, y contribuyen sin duda a esclarecer las
particularidades implicadas en la conformación del Estado-nación argentino. Justamente, el
lector podrá encontrar a lo largo de estas páginas una línea argumental que sostiene que el
proceso de conformación del Estado-nación argentino presenta rasgos específicos de
envergadura que dificultan la extrapolación simple de muchas de las afirmaciones que sí
son válidas para otros contextos.
Este trabajo se enmarca dentro de la investigación doctoral que estoy realizando en
temáticas relativas a la inserción de la inmigración reciente proveniente de distintos países
de África subsahariana en la sociedad argentina actual. Puede parecer que mi investigación
poco tiene que ver con la necesidad de realizar un análisis de tipo histórico como se
propone aquí. Sin embargo, es en el período comprendido por este trabajo cuando se
origina la mayor parte de las ideas que hasta el día de hoy conforman la narrativa
repercusiones locales de la crisis desatada a nivel mundial. El impacto se debió a que la economía nacional,
totalmente dependiente de la demanda externa, no encontraba ya un mercado para ubicar sus productos.
hegemónica acerca de la nación argentina3. Este imaginario de la argentinidad -excluyente
de la negritud- vigente hasta nuestros días tiene importantes consecuencias a la hora de
pensar cuál es la sociedad que recibe a esta inmigración y qué posibilidades y/o
condicionamientos pueden preverse en este proceso de acogida4. En esta vigencia se
inscribe la razón de ser de las páginas que siguen.
-I-
Es curioso constatar que los enfoques que incluyen a los pueblos indígenas y a los
descendientes de los esclavos africanos como parte de una misma historia son bastante
recientes. Hasta hace pocos años, han sido los historiadores de la esclavitud quienes se
ocupaban del estudio de los negros mientras que otros especialistas, por lo general
antropólogos, se encargaban de lo que se conoce como relaciones interétnicas. La
separación entre ambos tipos de estudios era tal que las categorías de análisis implicadas en
cada uno eran diferentes: mientras que el estudio de los negros se hacía en el marco de las
clasificaciones raciales, para los indígenas solía utilizarse la categoría de lo étnico (Wade,
2000: cap. 2). Si bien estos enfoques siguen siendo los más frecuentes, últimamente la
tendencia a un abordaje conjunto de ambos grupos se ha vuelto más común. La
justificación obedece a que la población originaria de África comparte con los pueblos
originarios de América una historia de despojos y perjuicios comunes cuyas raíces datan de
un mismo proceso iniciado a finales del siglo XV. En este punto, pensarlos como
portadores de historias aisladas supone violentar la historia aunque esto de ningún modo
significa admitir que no haya diferencias importantes entre ellos. Como afirma Peter Wade,
“El punto es entender a los negros y a los indígenas dentro del mismo marco
teórico general, especialmente en el contexto de la nación latinoamericana, al
tiempo de reconocer también las diferencias históricas, políticas y conceptuales
que sí existen entre esas categorías. Tanto los negros y los indígenas han sido
caracterizados como los Otros, y localizados en los espacios correspondientes a
los marginados de la nación; pero han sido encajados de diferentes maneras en
los que llamo las estructuras de alteridad” (Wade, op. cit.: 48).
3
Si bien creemos que en los últimos años han venido acumulándose una serie de indicios que nos permiten
pensar en un posible cambio a futuro en este imaginario nacional -por ejemplo, un cierto reconocimiento
estatal hacia los sectores negros e indígenas como las grandes víctimas en la conformación de nuestro Estado-
nacional o el reciente recibimiento a los pueblos originarios por parte de la actual Presidenta de la Nación con
motivo del bicentenario- éstos no dejan de ser fenómenos incipientes que -hasta ahora- de ningún modo han
logrado romper con el imaginario tradicional de la nación. Me ocupé específicamente de los cambios
recientes que involucran a la negritud en García, 2010.
4
El modo de articulación entre el relato oficial de la nación que tratamos aquí y la recepción de estos nuevos
inmigrantes excede los límites del presente trabajo.
81
Situándonos en el punto de convergencia entre la historia compartida y la de las diferencias
habría que señalar que las categorías que venimos empleando también se inscriben en una
suerte de violencia ontológica heredada. De lo contrario ¿qué tendría en común esa
enorme masa de hombres extraída forzadamente de sus tierras de origen y obligada a viajar
en las condiciones más degradantes para luego trabajar como mano de obra esclava en otro
continente? Miguel Bartolomé da habida cuenta de este problema. Según el autor, los
“Estados de Conquista” (es decir, los territorios definidos como pertenecientes a un mismo
reino) implicaron dos procesos aparentemente contradictorios pero solidarios en su efecto
de la destrucción identitaria de las poblaciones preexistentes. Por un lado, estos Estados
implicaron la fragmentación cultural compulsiva de las poblaciones: si antes los ríos -por
citar un ejemplo- eran espacios de reunión, luego de la conquista pasaron a ser
demarcadores geográficos de fronteras políticas. Estas divisiones respondían a lógicas
exógenas desde el punto de vista de las dinámicas sociopolíticas preexistentes con lo que
determinaron situaciones tan extremas como la de los guaraníes que quedaron separados
por los dominios lusitano e hispano (Bartolomé, 1987: 17). A esto se sumó la trata
esclavista como otro factor multiplicador de diversidad. Por otro lado, la conquista supuso
una gran homogeneización social, proceso del que da cuenta la categoría supraétnica de
indio para designar genéricamente a toda la variedad de grupos sociales preexistentes cuya
característica en común es el haber pasado a formar parte de la población colonizada.
Si bien estas reflexiones no implican nuestro abandono de las referencias a los
indígenas o los negros, apuntan a advertir que estas categorías carecen de toda simplicidad
y transparencia. De lo contrario, existe el riesgo de caer en cristalizaciones que terminen
ocultando los procesos históricos de tensión y sometimiento que las precedieron.
De acuerdo con este planteo, el acceso a una ciudadanía plena en la Argentina estuvo
condicionado por una suerte de desmarcamiento étnico obligatorio por el cual los sujetos
debieron abandonar sus antiguas categorías de pertenencia como condición para formar
parte de esa “gran etnia artificial, inventada en el laboratorio de la generación de 1880”
(Segato, op. cit.: 58). Es decir que este proceso afectó tanto a los derrotados (africanos e
indígenas) como a los inmigrantes europeos –en otro sentido, es evidente que no todos
ellos tuvieron la misma suerte- porque todos fueron objeto de esa vigilancia cultural y
todos debieron pasar por ese tamiz uniformizante que fueron la escuela, la salud pública y
el servicio militar obligatorio, mecanismos institucionales oficiales concebidos con ese fin.
En resumen, este planteo nos muestra a las claras cómo en el caso de la Argentina
las otredades tendieron a desaparecer, y que esto no ocurrió de la nada sino que fue
resultado de un proyecto político cuidadosamente planificado e instrumentado por sujetos
concretos a través de mecanismos sociales específicos. Más adelante profundizaremos
sobre cómo se llevó a cabo el proceso efectivo de este borramiento. Por el momento nos
interesa analizar otra idea que, en su utilización extendida, también tiende a esconder las
diferencias que reviste cada formación nacional.
Al igual que indio y negro, la referencia al crisol de razas típicamente utilizada para la
descripción de los Estados-nación americanos tiene sentidos bien diferentes según qué
países consideremos. Mientras que en el imaginario brasileño el crisol racial se construye
sobre la participación de indios, negros y europeos, el crisol argentino involucra una
mezcla de razas europeas (Grimson, 2003: 145-6). Así es como tiene lugar la frase tan
comúnmente escuchada en nuestro país según la cual los argentinos descendemos de los
barcos; descendencia en un doble sentido, también en alusión a un linaje de ultramar. Un
tercer ejemplo es el de países como México o Perú cuyo discurso oficial establece una
5
Los dos modelos restantes, de los que no nos ocuparemos aquí, son el brasilero y el que corresponde a los
Estados Unidos de Norteamérica.
83
ascendencia en los pueblos mayas o aztecas, e incaica respectivamente. Es este
falseamiento histórico el que conduce a Miguel Bartolomé a calificar a los Estados
poscoloniales americanos como “Estados de Expropiación”:
- II -
6
Esto es lo que Alejandro Grimson denomina como “la historicidad de los regímenes de visibilidad étnica”
(Grimson, op. cit.: 155).
En esta parte nos abocaremos exclusivamente al análisis del contexto argentino.
Prestaremos atención sobre tres componentes que, si bien son inseparables -en el sentido
de que responden a la consumación de un mismo proyecto político nacional- pueden
aislarse analíticamente para un mejor abordaje del problema. Los tres elementos a
considerar serán la política de promoción de la inmigración europea, el tratamiento estatal
hacia los pueblos indígenas y el tratamiento impartido hacia los sectores afrodescendientes.
Como adelantáramos en la introducción, el perfil distintivo de la Argentina frente a los
otros países de la región fue en muchos aspectos delineado entre los años 1880 y 1930 a
través de una serie de políticas concretas y fácilmente rastreables en el pensamiento de los
miembros de las elites ilustradas de aquel entonces. Muchos análisis actuales buscan poner
su énfasis en las diferencias -que sin duda existen- entre estos pensamientos. Dejemos
tamaña tarea en manos de los historiadores. Aquí focalizaremos preferiblemente sobre sus
puntos en común porque nuestra intención se orienta en el sentido de reconstruir las bases
ideológicas que dieron sustento al Estado-nación argentino y, desde esta perspectiva,
veremos que las diferencias no son sustanciales.
Este es el título con que Susana Villavicencio abre un artículo en el que se propone pensar
el proceso de construcción de la ciudadanía argentina. Según la autora,
“La Argentina puede ser considerada, entonces, como un caso ejemplar del
intento de realización de la nación a partir de un proyecto concebido en la
mente clarificada de una clase letrada” (Villavicencio, 2003: 14).
7
Citado en Tonello, 1992: 63.
85
hierro para hacerla efectiva obrarían a nuestra vista mayores prodigios que los
que hemos presentado en donde esa ley y ese camino no existen. Las naciones
se crean hoy en América por decreto” (Sarmiento, “Chivilcoy y el camino de
hierro” en El Nacional, 26/7/18558).
Más allá de estas diferencias lo cierto es que por el año 1876 estas ideas cobrarán
encarnadura en la llamada “Ley de inmigración y colonización” de cuyo texto
transcribimos seguidamente algunas partes.
Primera Parte, Capítulo II, Art. 4: “- El Poder Ejecutivo podrá nombrar agentes
especiales en todos aquellos puntos de Europa o de América que considerase
convenientes, con el encargo de fomentar la inmigración para la República
Argentina”.
Capítulo V, Art. 14: “Todo inmigrante que acreditase suficientemente su buena
conducta y su aptitud para cualquier industria, arte u oficio útil, tendrá derecho…
de las siguientes ventajas especiales: … 2) Ser colocado en el trabajo o industria
existentes en el país, a que prefiriese dedicarse 3) Ser trasladado a costa de la
Nación al punto de la República adonde quisiere fijar su domicilio”.
Segunda Parte, Capítulo III, Art. 82: “El Poder Ejecutivo determinará los
territorios destinados a la colonización, lo que deberá principiar, en cuanto fuese
posible, por los puntos en que ya existiesen pobladores, y por aquellos que por su
8
Tonello, op. cit.: 62.
situación tuviesen una comunicación más fácil y rápida con los centros de
población de la República”.
Capítulo III, Art. 85: “Los cien primeros colones de cada Sección, que sean jefes de
familia y agricultores, recibirán gratis, cada uno, un lote de cien hectáreas, los que
serán distribuidos alternativamente”.
Capítulo V, Art. 114: “Las colonias nacionales estarán exentas de impuestos de
Contribución Directa por el término de diez años contados desde el día en qué se
constituya en ellas el Comisario respectivo” (Auza, 1970: 159-164).
En estos fragmentos puede verse con claridad que el fomento de la inmigración constituyó
un verdadero asunto de Estado, y basta mirar los datos estadísticos de las décadas que le
siguieron para advertir que esta ley fue un éxito desde el punto de vista de los fines que
perseguía. De este modo se efectuó ese tan anhelado proceso de sustitución de la barbarie
(propia) por la civilización (ajena), porque como sostienen Margulis y Belvedere aunque
“es cierto que una parte de la inmigración europea se estableció en el interior como
colonos, es importante destacar que, en el imaginario de los ideólogos de la inmigración, lo
que se buscaba hacer inmigrar no eran sino sólo personas y familias también costumbres y
valores civilizatorios” (Margulis, 1999: 100).
De hecho, este gran cuerpo de ideas refleja el modo en que el racialismo 9 europeo había
influido en el pensamiento político argentino pero habiendo tenido que adaptarse a un
nuevo contexto y, en parte, esto explica también los matices y diferencias presentes en todo
este arco de pensadores. Profundizar sobre estas cuestiones sería objeto de un trabajo en sí
mismo, baste notar que la manera de concebir e implementar las políticas de
blanqueamiento no estuvo libre de debate. En este sentido, es interesante contrastar las
posiciones de J. B. Alberdi y J. Ingenieros acerca de la mezcla racial. Mientras el primero
la consideraba deseable dado que la indudable superioridad blanca necesariamente se
impondría sobre las razas inferiores conduciendo inevitablemente a un mejoramiento
progresivo de la sociedad, Ingenieros sostenía la necesidad de conservar la pureza racial a
través de una separación estricta que impidiera la degeneración; de otra forma, el contacto
solo perjudicaría a los blancos sin otorgar beneficios a las razas inferiores que de ningún
modo podrían –por una imposibilidad ontológica- incorporar las virtudes de los primeros10.
Inclusive, muchos de estos pensadores establecerán distinciones al interior del mundo
blanco, y en estos esquemas los anglosajones estarán siempre a la cabeza. No es raro
encontrar en sus escritos frases como la siguiente:
9
Tomamos la distinción que establece Todorov entre racismo (los comportamientos discriminatorios) y
racialismo (la ideología que asume la existencia de razas humanas). Cfr. Todorov, 1991: 115 y ss.
10
Puede consultarse Geler, 2007: 118 para la posición de Alberdi y Palma, 2005: 126 para la postura de
Ingenieros. También Margulis, op. cit.: 105-6 para ambas posturas.
87
“Las razas americanas viven en la ociosidad, y se muestran incapaces, aun por
medio de la compulsión, para dedicarse a un trabajo duro y seguido. Esto
sugirió la idea de introducir negros en América, que tan fatales resultados ha
producido. Pero no se ha mostrado mejor dotada de acción la raza española
cuando se ha visto en los desiertos americanos abandonada a sus propios
instintos” (Sarmiento, Facundo: 28. El resaltado es nuestro).
Según afirma Helg, esta misma postura será retomada más tardíamente por Carlos Octavio
Bunge (Helg, 1990: 39-40). Pero no todo en la Argentina de este período puede explicarse
como consecuencia de la penetración de las ideas racialistas imperantes en el mundo de la
época11, las políticas implementadas en estos años se corresponderán claramente con la
instauración de un nuevo proyecto económico para el país, que resultará triunfante hasta
los años ’30 del siglo XX. A diferencia de los demás países de la región, Argentina se
caracterizaba por contar con un sistema de tenencia de la tierra altamente concentrada, es
decir que pocas manos eran propietarias de enormes territorios por lo que para los
terratenientes se hacía imposible el control efectivo de sus tierras. Esto se tornará un
problema en las últimas décadas del XIX, momento en que la producción agrícola
comienza a ser la opción más prometedora. Es entonces cuando “la migración masiva
permite afianzarse en el poder económico a los latifundistas, descargando sobre los recién
llegados el peso de la reconversión de la producción ganadera a la agrícola y facilitando
abundante mano de obra. Al mismo tiempo neutralizaba la demanda por la tierra de la
población autóctona y la desmovilizaba políticamente, derivando sus quejas a un
enfrentamiento interétnico” (Juliano, op. cit.: 88). Según Juliano, este fue el modo en que
la oligarquía pudo “acceder al nuevo mercado agrícola (posibilitado por su asociación
previa con Inglaterra) sin invertir dinero ni arriesgarse a la explotación directa” (Juliano,
op. cit.: 90). Las ideas racialistas operaron como justificación ideológica de la nueva
11
Dos tipos de argumentación tenderían a negar que la maquinaria estatal implementada en nuestro país entre
los años 1880 y 1930 pueda explicarse exclusivamente por la influencia y la respetabilidad alcanzadas por las
ideas racialistas en esa época. Primero, las ideas racialistas lejos de ser novedosas para esos años, habían sido
imperantes desde la instauración del Virreinato del Río de la Plata. Como apunta Mario Margulis, éstas
tuvieron un quiebre a partir de la Revolución de Mayo de 1810 cuando fueron discutidas por algunos
personajes influyentes de aquel momento: “Mariano Moreno, Juan José Castelli, Manuel Belgrano y Bernardo
de Monteagudo se destacan como voceros de una actitud que se eleva por encima de los valores y prejuicios
habituales en la época, concibiendo y formulando propuestas verdaderamente igualadoras”. En un documento
de la Primera Junta encontramos la siguiente declaración: “en lo sucesivo no debe haber diferencia entre el
militar español y el indio. Ambos son iguales y siempre debieron serlo” (Margulis, op. cit.: 93). Segundo,
asumimos junto con Aníbal Quijano que la idea de raza surge con la conquista cuando Europa comienza a
pasar a todos los pueblos del mundo por el tamiz racial (Quijano, 2003: 201 y ss.). Ambos argumentos
tienden a debilitar la relación bis a bis que pudiera establecerse entre lo que se dio en llamar el “racismo
científico” y las ideas de la Generación del ’80. Nuestra intención, sin embargo, no es concluir que entre
ambos no existía vinculación alguna sino que su relación no es de tipo causal como a veces se supone. Hay
otros factores a tener en cuenta en la explicación de lo ocurrido en la Argentina en el período 1880- 1930: la
ideología racialista otorgaba una justificación convincente a todo un proyecto político-económico que
requería de la eliminación del indio y la unificación nacional como paso previo para ubicar a la Argentina
dentro del mundo como uno de sus graneros.
política posibilitando una suerte de quid pro quo que hizo pasar por interés general y
beneficio nacional, unas medidas que en realidad servían a los intereses económicos de los
sectores latifundistas de la Argentina.
Los pueblos originarios fueron sin lugar a dudas el principal blanco de ataque de muchas
de las políticas oficiales en este período. Ciertamente, las campañas contra el indio no se
inician en 1880 -iniciativas similares tienen lugar incluso antes de 1810- pero es evidente
que para estos años cobran un nuevo impulso. Una vez concluidas las luchas caudillistas, el
único impedimento para la unificación estatal definitiva parecía ser la presencia de ese gran
número de pueblos indígenas concebidos como los representantes de la más absoluta
ignorancia que nada comprendían del camino hacia el progreso y los valores de la
civilización. Este será el momento en que se imprime definitivamente la impronta del
crisol racial argentino con su ausencia típica del indio. Mientras las luchas intestinas
previas habían sido concebidas como una lucha entre iguales, cuando el enemigo pasó a
ser el indio nadie dudó en ubicarlo sobre los márgenes externos de la nación. Aquí no había
posibilidad de acuerdo alguno por lo que el único proyecto posible era el de su
aniquilamiento. Así es como en Argentina la unidad nacional se presentó primeramente
como un proyecto a construir.
89
todo la incorporación de mejoras técnicas, tales como nuevas armas y el uso del
telégrafo –que redujeron las ventajas centradas hasta entonces en la ágil
movilidad de los indios dentro de un inmenso territorio- favorecieron el
desarrollo de la Campaña del Desierto. También influyeron notablemente en la
decisión política de concentrar recursos y esfuerzos para la lucha contra los
indios las enormes perspectivas de valorización que se vislumbraban para las
fértiles tierras pampeanas, que podrían ser rápidamente integradas a la
producción de alimentos para la exportación” (Margulis, op. cit.: 95).
Estas ideas, lejos de ser reflexiones a posteriori de los historiadores, son razonamientos
que estaban presentes en la época y pueden leerse hoy en los documentos oficiales del
período. Así, por ejemplo, en un mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso Nacional del
año 1878 (es decir un año antes de iniciarse la “Conquista del Desierto”) en el que se
solicita extender la ocupación militar hasta el Río Negro, encontramos frases como las
siguientes:
“Hasta nuestro propio decoro, como pueblo viril, nos obliga a someter cuanto
antes, por la razón o por la fuerza, a un puñado de salvajes que destruyen
nuestra principal riqueza y nos impiden ocupar definitivamente, en nombre de
la ley del progreso y de nuestra propia seguridad, los territorios más ricos y
fértiles de la República”.
“Tenemos seis mil soldados armados con los últimos inventos modernos de la
guerra, para oponerlos a dos mil indios que no tienen otra defensa que la
dispersión, ni otras armas que la lanza primitiva; y sin embargo, les
abandonamos toda la iniciativa de la guerra, permaneciendo nosotros en la más
absoluta defensiva ideando fortificaciones que oponer a sus invasiones, como si
fuéramos un pueblo pusilánime, contra un puñado de bárbaros” (Auza, op. cit.:
175 y 179 respectivamente).
Como nota Trinchero a propósito del caso del Chaco, para las comunidades indígenas las
campañas militares tendrán un efecto desestructurante inmediato en varios sentidos: un
nomadismo exacerbado por la continua desterritorialización forzada, la desposesión de
tierras utilizadas como un “almacén primitivo de víveres” en donde se desarrollaban las
actividades de caza, recolección y pesca limitando las posibilidades de subsistencia, un
nuevo tipo de liderazgo sostenido y legitimado por “la capacidad para generar una táctica
de defensa territorial o bien para ‘negociar’ en la medida de lo posible algunas condiciones
para el reclutamiento en los ingenios (ese trueque de la vida por su fuerza de trabajo)“
(Trinchero, 1998: 99 y páginas anteriores). Es decir que aún si la muerte se hacía esperar,
las campañas militares generaban en las poblaciones una especie de acorralamiento. Así es
como, paradójicamente, ese desierto que en un principio había tenido un sentido simbólico-
metafórico para los ideólogos de la nación, terminará convirtiéndose en un desierto real
por efecto del despoblamiento de las campañas militares emprendidas:
12
Aline Helg también tiene un comentario en este mismo sentido (Helg, op. cit.: 44).
13
Este agrupamiento causal lo tomamos de George Reid Andrews: “Los lectores que busquen una
explicación para esta declinación encontrarán un material no escaso. El conjunto de comentarios históricos
sobre la desaparición de los afroargentinos se fue realizando durante más de un siglo, y es
correspondientemente extenso. Se los puede sintetizar en cuatro temas básicos respecto de la desaparición de
la población negra” (Andrews, 1990: 10 y ss.).
14
“Los ejércitos patrios se nutrieron de soldados negros…‘La mayor mortalidad fue de estos infelices, no
había día que no hicieron recoger del campo negros helados, a veces hasta nueve’, dice el Coronel Manuel
Pueyrredón, integrante de esa expedición”. “En 1867, durante la presidencia de Mitre, cuando se desata la
91
2- el mestizaje; cada vez más frecuente tanto por la disminución en el número de
hombres negros como por el paulatino aumento de hombres blancos a medida que
crece la inmigración europea15,
3- una dramática combinación entre altas tasas de mortalidad y bajas tasas de natalidad
producto de la precariedad socioeconómica por ser el escalón más bajo en la escala
social; en este contexto, la epidemia de fiebre amarilla de 1871 tuvo efectos
negativos definitivos16,
4- la declinación -y posterior desaparición- del comercio de esclavos desde 1813
(abolición oficial del tráfico de esclavos) en adelante; una importación constante de
nueva mano de obra africana habría sido el único “remedio” para compensar la
merma poblacional negra17.
Pero hacia los años ‘80 George Reid Andrews comienza a cuestionar esta mirada histórica
inocente que relata la desaparición natural de la población negra. Sin negar que los
factores recién enumerados hayan tenido una clara incidencia negativa sobre esta
población, Andrews sostiene que existió antes una desaparición artificial y en cierta
medida intencionada, una invisibilización:
guerra de agresión contra el Paraguay de Francisco Solano López, existía un ejército de 10000 soldados de
línea enganchados o condenados a servir a las armas…en la ciudad de Buenos Aires los hijos de esclavos
fueron la base del reclutamiento…Centenares murieron combatiendo en Tuyutí, Humaitá, Curupaytí”
(Duhalde, 1986: segunda y última parte).
“Felizmente las continuas guerras han exterminado ya la parte masculina de esta población [negra], que
encontraba su patria y su manera de gobernar en el amo a quien servía” (Sarmiento, Facundo: 218).
15
“La raza negra, casi extinta ya –excepto en Buenos Aires-, ha dejado sus zambos y mulatos, habitantes de
las ciudades, eslabón que liga al hombre civilizado con el palurdo” (Sarmiento, Facundo, 28).
"En el Río de la Plata y en especial en Buenos Aires... no existen en la actualidad descendientes de los
esclavos, habiéndose este elemento humano diluido entre la población blanca" (Rodríguez Molas, La Música
y la Danza de los negros en el Buenos Aires de los Siglos XVIII y XIX citado en Frigerio, 1993: 5 de la versión
online).
16
“Durante la fiebre amarilla de 1871 (en realidad la epidemia reunió variadas enfermedades contagiosas), los
barrios más castigados por el flagelo fueron los que habitaban los negros. Eran barrios desprovistos de higiene
en una Vieja Aldea que carecía de toda organización sanitaria. Eran los barrios más pobres y en donde la vida
era más dura” (Corbière, op. cit.).
“Tras la caída del Paraguay [en 1869], los sobrevivientes volvieron a los oscuros conventillos de San Telmo,
trayendo consigo ambas enfermedades [cólera y fiebre amarilla]. Los ciudadanos de Buenos Aires morían
diariamente por centenares. La ‘gente bien’ abandonaba el barrio Sur y se refugiaba en el barrio Norte…y el
gobierno nacional con Domingo Faustino Sarmiento a la cabeza, prefería huir de Buenos Aires, dejando a la
ciudad librada a su suerte” (Duhalde, op. cit.).
17
“Hacia mediados del siglo diecinueve comienza la desaparición o disminución del africano en Buenos
Aires, por diversas causas no enigmáticas, sino, de acuerdo con la investigación histórica, razonadamente
comprobables. Empieza a producirse un encadenamiento de factores, como la prohibición de la trata de
esclavos en 1812, y el punto final definitivo a ese comercio en 1840, hechos que originan una reducción en el
ingreso de africanos. Otro factor es la muy elevada tasa de mortalidad negra, en especial la infantil” (Morini,
2001).
población de la capital, hacia 1900, en verdad eran un fragmento minúsculo de
los habitantes de la ciudad. Pero si uno usa ‘desaparecer’ en el sentido de ‘dejar
de existir’, sería completamente equivocado decir que los afroargentinos habían
desaparecido (Andrews, op. cit.: 128-9).
Lo que Andrews pone de relieve es que, más allá de la cuestión fáctica, la disminución de
la presencia negra -al igual que en el caso indígena- también obedeció a un proyecto
político-ideológico aunque de otro tipo. Indudablemente, en el transcurso del siglo XIX con
el crecimiento cada vez mayor de la inmigración europea, el componente poblacional afro
se fue diluyendo, volviéndose proporcionalmente insignificante. Sin embargo, el autor
sostiene que desde una aproximación más prevenida podrían distinguirse medidas
tendientes a favorecer la desaparición negra y blanquear la sociedad en pos de resaltar –
crear- una similitud con Europa. Tomando como base la información proporcionada por los
censos, efectivamente la población afroargentina fue disminuyendo de manera constante a
lo largo del siglo. Sin embargo, Andrews coteja esta información con otros datos
estadísticos del mismo período y ve que aparecen desajustes que nos harían llegar a
conclusiones totalmente diferentes. Es el caso de la categoría “trigueño” que se empezó a
utilizar en diferentes registros demográficos luego de la independencia. Este rótulo hacía
referencia a la población no blanca pero de ninguna manera remitía exclusivamente a una
ascendencia africana (como es el caso de los términos mulato, pardo o moreno). Era una
categoría intermedia y ciertamente ambigua que hasta podía incluir a ciertos grupos de
europeos. La relectura y comparación de diferentes datos demográficos de la época le
permite pensar en la posibilidad de que se haya producido un traslado estadístico de parte
de la población “de la categoría racial pardomoreno a la blanca vía la condición intermedia
de trigueño” (Andrews, op. cit.: 128). Por otra parte, a partir de 1858 en los registros de los
nacimientos dejó de incluirse la categoría de raza que sólo seguirá siendo atendida para los
casos de matrimonios y muertes. Esto es interpretado como otra operativa de
blanqueamiento en el sentido de que tendería igualmente a ocultar los índices reales de
población negra18. Otra evidencia en el mismo sentido es la fuerte presencia afro en
periódicos y revistas -en muchos casos propios de la comunidad- hacia fines del XIX,
momento para el cual según el discurso oficial la población negra se había extinguido
totalmente.
No tenemos por qué tomar parte en esta disyuntiva. Ambas miradas sobre la desaparición
de los negros arrojan aspectos importantes a tener en cuenta. Lo cierto es que las
deducciones de Andrews nos permiten pensar que en el período que trabajamos tuvieron
lugar dos tipos de políticas orientadas hacia la eliminación de la otredad: la que sufrieron
los pueblos indígenas (más drástica y tal vez más acuciante ya que suponía beneficios
18
A mi juicio, habría que ser cautelosos con esta última afirmación ya que el hecho de que siga registrándose
la raza en el caso de los matrimonios constituye un punto de ambigüedad interpretativa en relación con la
política de blanqueamiento. De todas formas, no creo que esto invalide el planteo general de Andrews.
93
inmediatos en el corto plazo) y la que tuvo como víctima a los sectores negros (más difusa,
quizás porque no revestía el carácter de urgente de la primera).
A modo de cierre
19
Esta diferencia en cuanto a las políticas aplicadas sobre el indio y sobre el negro encuentra consonancia
con el planteo de Wade cuando afirma que históricamente el indio ha tendido a ocupar la posición
institucional del Otro, mientras que el lugar del negro ha sido mucho más impreciso y ambiguo (Wade, op.
cit.: 9).
20
“Dentro de veinte o cien años, la consecuencias serán más importantes, y son fáciles de pronosticar. En el
territorio argentino emancipado hace un siglo por el pensamiento y la acción de mil o diez mil
euroargentinos, vivirá una raza compuesta por veinte o cien millones de blancos familiarizados con el baño y
la lectura, símbolos de la civilización. En sus horas de recreo leerán las leyendas de las extinguidas razas
indígenas y las historias de la mestizada raza colonial” (Ingenieros, 1915).
Bibliografía
95
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Wade, P. (2000): Raza y etnicidad en Latinoamérica, Abya-Yala, Quito.
Muchas comunidades indígenas de América Latina han hecho visibles, en los últimos
decenios, una lucha que se inscribe en el amplio espectro de los llamados movimientos
sociales. Por sus características, exhiben con especial nitidez, la disputa consecuente de
afrontar la desposesión territorial que se ha convertido en la lógica de acumulación
privilegiada del sistema global. Sin embargo, sostenemos que en el caso de las poblaciones
indígenas, es necesario darle un lugar a la historia de un despojo que no comenzó en la
actual fase del desarrollo capitalista, sino más bien en sus fases iniciales, y que por lo tanto
requiere complejizar el análisis contemplando aspectos distintivos, como los que remiten a
identidades o identificaciones étnicas.
Desde la lógica global contemporánea, la desposesión del territorio y del trabajo, explica
David Harvey (2010), geógrafo y sociólogo, asegura la perdurabilidad del capitalismo en su
fase actual. Y lo describe como “una alianza non sancta entre los poderes estatales y los
aspectos depredadores del capital financiero (que) forma la punta de lanza de un
“capitalismo de rapiña” dedicado a la apropiación y devaluación de activos, más que a su
construcción a través de inversiones productivas”.21
Señala Harvey que, algunos mecanismos básicos de esta lógica de acumulación capitalista,
comprenden: -la privatización y mercantilización de recursos vitales en grados
impensables, por ejemplo, la mercantilización del aire a través de la compra y venta de
cuotas de emisión de gases, transformando en negocio la degradación medioambiental, o la
privatización del ciclo vegetal por parte de transnacionales como Monsanto, mediante el
patentamiento de semillas modificadas que resultan irremplazables cuando hay que repetir
la siembra; - o también el predominio del capital financiero por sobre el capital productivo,
proceso que comenzó en los años setenta, se amplió en los noventa y entró en una fase
crítica en los últimos años. Un buen ejemplo, consistió en la creación de los fondos de
jubilaciones y pensiones que transferidos al ámbito especulativo, vía inversiones
21
Conferencia de David Harvey -IV Encuentro de Economía Política y Derechos Humanos. CEMOP
Septiembre de 2010, Buenos Aires
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financieras, fueron a parar a los países ricos. Estos movimientos económicos requieren,
como decíamos, de la acción de los Estados nacionales que favorecen la concentración de
la riqueza aumentando la desigualdad en sus propios territorios y con los países ricos.
Lo visible y lo soterrado
Sin embargo, la escasa difusión o más aún, el silenciamiento, en los tramos más recientes
de esa lucha, así como la represión y la injusticia aplicada sobre sus activistas, denuncian
la desigual distribución del poder y dejan en condiciones de desamparo a quienes, desde
estos espacios sociales, articulan identidades colectivas basadas en identificaciones
culturales, territoriales e incluso de género. Ante esta desprotección, en la que se combinan
intereses corporativos y complicidades estatales, ha adquirido cada vez más importancia la
presión de los organismos internacionales de Derechos Humanos que, reiteradamente, en el
caso de las comunidades mapuche han señalado la responsabilidad del Estado chileno.
Resulta particularmente ilustrativo, de ese silenciamiento y de la invisibilización habitual
de los indígenas, lo ocurrido a mediados de 2010, cuando casi en paralelo con la situación
de 33 mineros atrapados en la mina San José de Atacama, transcurrió una huelga de hambre
de 34 comuneros Mapuche en cárceles de Temuco, Concepción, Angol, Valdivia y Lebu,
en las regiones de Bio Bio y Araucanía. El motivo de la medida de fuerza fue pedir un
juicio justo para quienes están siendo acusados por llevar adelante acciones de resistencia a
los abusos sobre sus territorios ancestrales. Básicamente objetan el juzgamiento mediante la
aplicación de la Ley Antiterrorista heredada de la dictadura de Pinochet y ejecutada por la
Justicia militar.
La cobertura informativa de una y otra situación, siendo ambas expresiones de condiciones
de sometimiento y/o explotación totalmente repudiables, mostraron las luces y las sombras
con las que los medios de comunicación, partícipes mayoritariamente de los intereses
corporativos trataron ambos temas. Es inevitable comparar el “reality show” que se montó
en torno al rescate de los mineros y el ninguneo mediático a la tragedia Mapuche. Se trató
de 33 mineros en Atacama, sumergidos a 700 metros del 5 de agosto al 13 de octubre y de
34 comuneros Mapuche al sur del Bio Bio, sumergidos durante más de 5 siglos, en huelga
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de hambre desde el 12 de julio al 1° de octubre. Huelga de hambre que sólo pudo ser
detenida parcialmente cuando, el gobierno chileno se vio obligado a impulsar un acuerdo,
el llamado Plan Araucanía, ante la presión del secretario General de las Naciones Unidos y
de las protestas internacionales de organizaciones solidarias.
Luces de cámaras y flashes de un lado y oscuridad y silenciamiento del otro. Con la
expectativa gubernamental de capitalizar políticamente el rescate, se facilitó la cobertura de
unos 2000 periodistas de todo el mundo en campamentos que rodearon durante varios días
la mina de San José. Simultáneamente, según indicó el comunicador mapuche Sergio
Millamán, los principales medios de comunicación del país ocultaron al denominado
“conflicto mapuche”, sólo se supo de la huelga y la movilización cuando ya llevaban 40
días de protesta: “Los medios de comunicación masivos, la TV, solo se preocupan del
pueblo mapuche y de sus movilizaciones cuando tienen la oportunidad de criminalizarlos,
de inculparlos de supuestos delitos terroristas. Pero cuando tienen la oportunidad de dar a
conocer las demandas de fondo y situaciones de injusticia que vive el pueblo mapuche,
buscan censurar estas movilizaciones, acallar esta realidad, ocultarla. Lo que sin duda es un
reflejo de la falta de democracia que hay en este país”22 Así festejó Chile su bicentenario,
mostrando estos contrastes que los medios reflejaron sesgadamente.
No es la intención en este trabajo historizar la relación del pueblo Mapuche con el Estado
chileno, considerada en términos generales aún más conflictiva que lo que fue con la
22
Sergio Millán, periodista, miembro del equipo de Mapuexpress. Informativo Mapuche electrónico en
http://www.mapuexpress.com
23
Üxüf Xipay, en mapudungun -idioma Mapuche-, significa despojo. Es el nombre del documental realizado
en 2004 por Dauno Tótoro. Allí se cuentan a grandes rasgos los momentos más difíciles de esta historia de
violencia y también de resistencia.
Corona española, especialmente después de que el propio Carlos IV ratificara el Tratado de
Negrete de 1793, por el que se reconoció la soberanía territorial de los mapuche al sur del
Bio Bio. Ya en la etapa republicana, desde 1850 a 1930 van perdiendo territorio y pasan de
ocupar 10 millones de hectáreas a sólo quinientas mil. En 1883 con la “Pacificación de la
Araucanía” perdieron soberanía sobre la totalidad de sus territorios24. Todo fue legitimado
con el propósito de la homogeneización nacional, a través de una política de asimilación, y
consolidación territorial mediante la protección de las fronteras. Esta política, cuyo
propósito económico era el supuesto desarrollo agrícola, sirvió de base a la generación de
latifundios de propiedad privada. Un proceso similar al que, en la Argentina, posibilitó la
primera gran privatización de la tierra a partir de la “Conquista del desierto”.
La consecuencia de la “Pacificación” fue el desarrollo en el sur de Chile de una estructura
agraria basada en la usurpación del territorio ancestral mapuche y en el desconocimiento de
las unidades sociopolíticas para proceder a una minifudización de propiedades individuales.
Cada familia recibió un territorio mínimo para construir su vivienda y un predio ínfimo
para sus actividades de subsistencia. Una condena a la pobreza a la que ni siquiera todos
pudieron acceder, ya que para 1930 más de 30000 mapuches no tenían ningún territorio
asignado. En ese período se crearon los Juzgados de Indios, instrumentos de legitimación
judicial del despojo y de control represivo violento de las situaciones de resistencia
generadas. La Masacre de Ranquil, 25 en Los Altos del Bio Bio, ocurrida a mediados de
1934, ha sido un episodio largamente silenciado por la historia oficial chilena. Según se
estima, en la represión, ordenada por el gobierno, fueron fusilados cerca de 500 personas,
muchos de campesinos pero la mayor parte de ellos de origen mapuche26. Una misma
acción legal y represiva sirvió para arrebatarles la tierra a las comunidades y desactivar la
posibilidad de respuestas colectivas.
A partir de allí, desde 1930 hasta 1960, se sucederán múltiples conflictos territoriales sin
que hubiera, por parte del estado chileno, mecanismos de resolución legal. Por lo tanto, los
Mapuche mantuvieron a lo largo de estas décadas, una suerte de acciones directas para la
movilización y recuperación de tierra. En los años ’60 la ley de Reforma Agraria, en sus
dos versiones, la primera de 1961 y la segunda de 1967, tuvo un escaso impacto para la
reivindicación de tierras indígenas. Este instrumento legal diseñado por la Democracia
Cristiana e impulsado por la política exterior norteamericana desde la Alianza para el
Progreso, no contempló específicamente los reclamos de la población mapuche. No había
24
Eugenio Alcaman ha publicado recientemente un análisis de memoriales elevados al gobierno de Chile,
entre otros, por Juan francisco Nailef, lonko de Rahue en los que ya se denunciaban el racismo y violencia
del que eran víctimas mapuches de la Región de Los Lagos hacia 1894. En “Memoriales mapuches-williches.
Territorios indígenas y propiedad (1793-1936)” PEDCH, Osorno, 2010
25
Renato Reyes, El levantamiento campesino en Ranquil, Lonquimay en Archivo Chile, CEME, 2005 en
http://www.archivo-chile.com
26
Es inevitable establecer un paralelismo con los hechos ocurridos en nuestro país narrados José María
Borrero en la Patagonia Trágica que luego fueron retomados por el historiador Osvaldo Bayer en su obra La
Patagonia Rebelde.
101
en su redacción referencias a las “tierras usurpadas”, cuya devolución formaba parte del eje
reivindicatorio de los pueblos mapuche. Más bien, se dirigía genéricamente a los
campesinos, incluyendo a todos en esta categoría.
Esta cuestión se prolongó en los primeros momentos del gobierno de la Unidad Popular, ya
que la ley anterior siguió vigente. Aún cuando, durante la presidencia de Salvador Allende,
el Estado extendió notablemente el territorio expropiado, las restituciones a las
comunidades mapuche fueron ínfimas en relación con lo reclamado. La Ley Indígena
17729, que hubiese podido constituirse en un instrumento eficaz para proceder a restituir
tierras usurpadas, fue promulgada apenas un año antes del derrocamiento de Allende y fue
poco lo que pudo concretarse27. Las organizaciones campesinas e indígenas sostienen en la
actualidad que lo actuado durante aquellos años de la Reforma Agraria, desde 1962 a 1973,
ha dejado una deuda por parte del Estado que sigue vigente y hoy persisten en el reclamo
legal para la garantía de sus derechos y el cumplimiento de las obligaciones por parte del
Estado.28
Lo que siguió después es la historia de la Contra Reforma Agraria perpetrada por el
gobierno de la dictadura encabezada por Pinochet, el primer gran experimento del
neoliberalismo. Si bien se mantuvo la ley de Reforma Agraria de 1967 y siguió actuando la
CORA, (Corporación de Reforma Agraria) las acciones se centraron en lo que se llamó
“normalización”, que significó la devolución a sus antiguos propietarios de tierras que
habían sido expropiadas; las transferencias a organismos del Estado y especialmente la
transferencia a Corporaciones y Fundaciones, un eufemismo para incorporar tierras al
“mercado”. Las organizaciones campesinas e indígenas no sólo fueron excluidas de
cualquier decisión, sino que sus dirigentes fueron perseguidos, varios de ellos asesinados29,
generándose así un contexto de resistencia a la represión del que surgieron nuevas
organizaciones mapuche.
A partir de 1990, cuando comienza la llamada transición democrática, se inicia un período
de diálogo político entre esas organizaciones y la Concertación de Partidos por la
Democracia. El resultado se plasma en la Ley Indígena de 1993 y la creación de la
CONADI (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena) que incluye a 8 representantes
indígenas. En la Ley, se reconoce la existencia de las etnias indígenas, el pluralismo
cultural chileno y se crea un fondo público para la restitución de tierras. En tal sentido vale
consignar que el Fondo de Tierras y Aguas de la CONADI transfirió más de 500.000
hectáreas entre 1994 y 2007 a todas las poblaciones indígenas del país. No obstante, y a
pesar del reconocimiento al etnodesarrollo establecido en la nueva legislación, al no definir
27
Martín Correa, Raúl Molina Otárola, Nancy Yáñez Fuenzalida, “La reforma agraria y las tierras mapuches.
Chile 1962-1975”, Lom Ediciones, Santiago 2005
28
Víctor Toledo Llancaqueo, Sergio Fuenzalida Bascuñán y José María Bulnes Aldunate “Las tierras y los
campesinos de la Reforma Agraria chilena: responsabilidad y obligación pendiente del Estado”,
Departamento de Derechos Humanos y Estudios Indígenas de la Universidad Arcis, Santiago, 2004
29
En Valdivia, 17 mapuches perdieron la vida, en su mayor parte trabajadores y empleados del Complejo
Maderero Panguipulli, en M. Correa et al. op. cit.
claramente sus alcances, se habilitó una disociación entre el desarrollo económico basado
en los principios neoliberales y los derechos de los pueblos autóctonos. En la práctica
resultó en un avance de la expoliación territorial, especialmente por parte de las
corporaciones forestales.
La explotación forestal, otro modo de exterminio
Con la consigna de: Chile, país forestal, como política de Estado, en el transcurso de la
última década se dio un extraordinario avance de esa industria, concentrada en grandes
corporaciones30. Las acciones los grandes grupos monopólicos no se restringen sólo a la
enorme actividad industrial (poseen más de 2 millones de hectáreas en explotación),
también tienen una gran influencia política que explica la desidia del Estado en la
protección de los derechos de los indígenas y su lugar como agente represivo ante la alta
conflictividad que alcanzan las disputas. Por el impacto regional las empresas forestales
son tal vez las más visibles, pero las emprendimientos hidroeléctricos (ENDESA)31 la
minería, la explotación petrolera, también actúan dentro de todo el poder global que ha
condenado a ciertas regiones del planeta al doble rol de transferencia inversamente
direccionada: de proveedoras de la riqueza de sus recursos naturales en una dirección, y en
sentido contrario, de receptoras de los desechos contaminantes.
La presencia del sector forestal en las regiones al sur del Bio Bio es depredatoria de los
bosques nativos que son sustituidos por monocultivos de especies exóticas, compromete
seriamente los recursos hídricos ya que las variedades transgénicas demandan una cantidad
de riego extraordinario y además encierran espacialmente a las poblaciones mapuche,
limitándoles el acceso a los bienes comunes. De este modo son condenados a un
empobrecimiento tal que los obliga a migrar hacia los centros urbanos. En definitiva el
éxito económico de este sector industrial es inversamente proporcional a la pauperización
de los hogares que rodean las plantaciones, con índices de pobreza que superan el 25%.32
El informe (2003) del Relator de las Naciones Unidas, Rodolfo Stavenhagen, enuncia los
problemas que afectan a las comunidades mapuche de las áreas rurales: a) escasez y
sobreexplotación de tierras; b) aislamiento de las comunidades que se hallan dentro de
propiedades de particulares, principalmente de extensas plantaciones forestales, cercadas y
protegidas por guardias privados (dificultades de tránsito, hostigamiento, ningún acceso a
los bosques); c) pérdida de fuentes de agua, tanto para consumo como para riego, como un
30
Dos de las más importantes son las empresas Arauco y CMPC que además de la silvicultura, tienen
inversiones en la producción de celulosa y papel. CMPC tiene una subsidiaria en Argentina, Bosques del Plata
SA con 70 mil hectáreas de pinos en Corrientes y Misiones.
31
El Tribunal Permanente de los Pueblos ha denunciado en su informe 2010 la creación de cinco represas
hidroeléctricas en la Patagonia chilena. El proyecto HidroAysén supone una total inequidad interregional dado que por motivos técnicos el 100% de
la electricidad sería trasportada a Santiago y el norte, donde se localizan las minas de cobre para la exportación. Es decir, la Patagonia chilena y otras 9 regiones
asumirían todos los costos sin recibir a cambio nada de electricidad
103
efecto del desarrollo de las plantaciones forestales y la disminución de la fauna silvestre
(parte de su dieta) y de la vegetación del sotobosque (tradicionalmente utilizada con fines
rituales, medicinales y alimenticios); d) uso de herbicidas y de plaguicidas, mediante
fumigación aérea que afecta de varias maneras a la salud y a los cultivos y e)
contaminación de los lagos, ríos y cursos de agua, con pérdidas importantes del recurso de
pesca.
Algunos indicadores recientes muestran los contrastes que caracterizan a la población
mapuche en comparación con los mismos indicadores para la población no indígena en el
sur de Chile. En principio, la tasa de pobreza es un 50% más elevada entre la población
indígena en relación con los demás habitantes de la Araucanía. Otro indicador, que remite a
la carencia de agua para la población indígena mapuche en la Región del Biobío, muestra
que afecta a 24 de cada 100 viviendas indígenas, en la Región de Los Lagos, a 34 de cada
100, y en las regiones de La Araucanía y Los Ríos, a 50 de cada 100 viviendas indígenas33.
Por lo tanto la identidad indígena es un marcador de desventajas sociales y económicas y
por lo mismo potencialmente es ser un factor organizador para luchar contra las brechas de
inequidad. Pobreza e identidad étnica se conjugan en construcciones de conciencia
colectiva y motorizan el reclamo desde una visión amplia que denuncia simultáneamente la
apropiación desigual de los recursos naturales y también su destrucción. Constituidos a
partir de la identidad colectiva luchan desde organizaciones socioterritoriales por la
recuperación de los bienes comunes reactivando antiguas concepciones de insurgencia.
Hacen pie en la identidad étnica desde un uso estratégico del esencialismo en aras de un
interés político escrupulosamente visible (Spivak,G 1998).
Como afirma el antropólogo mexicano Héctor Díaz Polanco “Si la identidad se allana a ser
reducida a una cuestión “cultural”, que implica la renuncia a poner sobre la mesa
reivindicaciones políticas, el sistema da paso franco a la entrada en su seno, a la integración
suave; pero si la identidad conlleva el planteamiento de un conflicto sociopolítico (y por
añadidura económico), como el que contiene el proyecto autonómico en su versión no
culturalista ni puramente esencialista, entonces es seguro que será atacada a fondo” (Díaz
Polanco, 2005) Y el ataque a fondo les costó a los Mapuche la pérdida de 8 jóvenes vidas
en lo que va del 2002 al 200934, es decir en plena vigencia del estado de derecho, e
33
Ribotta, Bruno en Diagnóstico socio-demográfico de los Pueblos Indígenas de Chile, CEPAL, Santiago,
2010
34
Asesinados por un Estado represivo que defiende los intereses corporativos a costa de vidas jóvenes como:
Alex Lemun, 17 años de edad, Asesinado en Temuco el 12 de noviembre de 2002 durante un acto de protesta
pacífica junto a miembros de su comunidad. La comunidad reclamaba la restitución de sus tierras usurpadas
por la empresa Forestal Mininco (CMPC); Matías Catrileo, estudiante de Agronomía de 22 años asesinado
por la espalda por el 3 de enero de 2008 cuando ingresaban al fundo Santa Margarita de la comuna de Vilcún
con treinta compañeros con la intención de efectuar una recuperación territorial; Jaime Mendoza Collio, 24
años, asesinado el 12 de agosto de 2009. Después de viajar con una delegación de cien mapuches a Santiago
al no ser recibidos por el gobierno de Michelle Bachelet en La Moneda, las comunidades tomaron la decisión
de intentar recuperar, por la vía de los hechos, espacios territoriales históricamente demandados como propios
ante empresas forestales de Ercilla. En los tres casos fueron baleados por carabineros que a pesar de haber
inclusive bajo el gobierno encabezado por la socialista Michelle Bachelet. Los conflictos
por reivindicaciones territoriales que buscan poner un freno a la expansión de las empresas
forestales han generado cientos de movilizaciones que terminan en represiones violentas.
Centenares de detenidos y procesados son producto de la criminalización de las protestas
que son presentadas como un factor desestabilizante del orden social y de la seguridad
pública, cuando en verdad sólo son una amenaza al modelo económico impulsado por el
Estado y a los intereses corporativos que éste defiende. Todo el aparato del estado se activa
en la persecución de los rebeldes mapuche. La policía asesina o encarcela y los juzgados
civiles y las fiscalías militares se encargan de arbitrarios procesos judiciales. La ley de
Seguridad Interior del Estado y la ley Antiterrorista, ambas creadas durante la dictadura
militar son los instrumentos legales que siguen vigentes en democracia como medio de
control social y como expresión de racismo implícito, ya que especialmente la ley
Antiterrorista se aplica en forma casi exclusiva en los casos de las luchas reivindicatorias
mapuche. A esto se agrega, en la región de la Araucanía, la puesta en práctica desde el año
2000 de un plan piloto del Sistema Procesal Penal que fortalece el rol de la fiscalía en
detrimento de la defensa y admite la utilización de testigos “sin rostro”, dando lugar a todo
tipo de arbitrariedades35.
Alternativas al modelo neoliberal
Ante semejante despliegue represivo cabe preguntarse por qué la alianza estatal/corporativa
ve en el pueblo mapuche a un enemigo cuyas acciones entrañarían alguna peligrosidad para
sus intereses. En principio el número no le juega a favor, estamos hablando de un grupo
étnico que no representa mucho más del 6% de las población chilena. Posiblemente la
respuesta habrá que buscarla en el hecho de que como colectivo tiene un grado de
politización superior al promedio chileno36, pero también podemos pensar que su fortaleza
reside en su condición de minoría indígena recluida en las antiguas regiones-refugio, según
las definiera, el antropólogo mexicano Gonzalo Aguirre Beltrán37, lo que les ha posibilitado
modos de organización diferenciados en la lucha contra los embates del capitalismo en su
fase neoliberal. Esos modos de lucha muestran una continuidad histórica con aquellos otros
enfrentamientos librados a lo largo de siglos de sometimiento colonial por la recuperación
de los bienes comunes y encuentran sus argumentos en concepciones ancestrales que
adquieren poder de cohesión y movilización ante las circunstancias actuales. Padecen el
sido identificados no han cumplido ninguna condena. Fuente: Mapuexpress. Informativo Mapuche electrónico
http://www.mapuexpress.com
35
Seguel, Alfredo “El modelo forestal chileno y el pueblo mapuche” Agrupación Konapewman Colectivo en
defensa de los derechos ambientales
36
Referencias de la encuesta Radiografía del pueblo Mapuche realizada por el CEP, Centro de Estudios
Públicos de Chile, del año 2002 URL: http://www.cepchile.cl
37
La obra de Aguirre Beltrán “Regiones de refugio” publicada en 1967, caracterizó aquellas zonas que por su
ubicación geográfica y por el componente indígena de sus pobladores, habían quedado como espacios
desarticulados de la estructura nacional, con problemáticas peculiares.
105
avasallamiento de sus últimos bastiones de libertad relativa y ven en la defensa de lo poco
que les queda la única oportunidad de seguir siendo dueños de su existencia. Confrontados
con las nuevas invasiones del sistema dominante que avanza implacablemente, -
privatizando la tierra y expulsando a sus pobladores, convirtiendo los antiguos derechos de
propiedad colectiva en propiedad privada, suprimiendo el acceso a las áreas públicas,
destruyendo los sistemas de producción y consumo alternativos, rompiendo el equilibrio
ecológico en el proceso de apropiación de los recursos naturales-, apelan al arraigo de su
propia memoria.
Se atrincheran al amparo de sus creencias, cuando evalúan lo que está en juego en ésta
escalda de explotación irracional de la naturaleza: “el che (el hombre) es un elemento más
de la naturaleza y no su dominador”. Esta relación hombre-naturaleza es vital dentro del
pensamiento mapuche y de su visión del mundo. La riqueza cultural de esa alteridad,
siempre negada, renace persistente, ahora en forma de rebelión, que también puede
apropiarse de nuevas conexiones para proyectarse más allá de lo local.
Y es en este punto en el que sortean el riesgo del confinamiento, y sin abandonar su
identidad colectiva, articulada por complejas relaciones de religión, idioma, territorialidad y
etnicidad, acuden al vínculo transversal con otros pueblos, recurren a los organismos
internacionales de derechos humanos y aúnan intereses con otros movimientos sociales
para lograr el respeto de su diferencia en condiciones de igualdad. Surgen a partir de sus
propias historias pero las trascienden en acciones colectivas que proponen objetivos
comunes, proyectos políticos que enfrentan a la globalización hegemónica del
neoliberalismo. La creciente articulación de los movimientos indígenas y campesinos
latinoamericanos muestra el potencial de nuevas construcciones políticas.
Estas estrategias obligan a los Estados no sólo desde las presiones directas de los grupos
vulnerados sino también desde las exigencias que los organismos de Derechos Humanos
presentan mediante los distintos Sistemas de Monitoreo. El Estado chileno recibió fuertes
recomendaciones de las Naciones Unidas, mediante dos Relatorías especiales, la primera en
2003 y la segunda en 2009, promovidas para constatar la relación entre el Estado y los
pueblos indígenas. En la última de ellas el relator, James Amaya señaló que todavía
“existen grandes desafíos que debe asumir Chile para cumplir con sus deberes de
protección y promoción efectiva de los derechos humanos y las libertades fundamentales de
los indígenas, en particular en materia de consulta y concertación, derechos a tierras y
territorios, explotación de recursos naturales, y políticas penales acerca de conflictos
vinculadas a reivindicaciones de tierras mapuche” Estos desafíos todavía son pendientes. El
Sistema de las Naciones Unidas en Chile en el que participan organismos regionales e
internacionales (CEPAL/FAO/PNUD/UNICEF, entre otras) señaló en su informe de agosto
del 2010 la disconformidad de la dirigencia indígena con la dilación estatal para concretar
los compromisos contraídos38. Cuestionan las políticas públicas de desarrollo agropecuario
38
El Consejo de Lonkos de la Asamblea Mapuche de Izquierda, presionaron al gobierno de Bachelet para
lograr que el Convenio 169 de la OIT fuera ratificado. Sin embargo, a pesar de que el convenio fue aprobado
por la Cámara de Diputados en el año 2000, recién fue ratificado en octubre de 2008.
que consideran a los indígenas como campesinos pobres y no como indígenas en sus tierras.
Los conflictos por la restitución de tierras y el acceso a recursos naturales registran una
mayor intervención policial y su judicialización mediante la utilización de leyes de
excepción (Ley Antiterrorista y Ley de Seguridad Interior del Estado), califican las
acciones de fuerza como “delitos terroristas”, lo que supone un aumento de penas y el uso
de medios de prueba cuestionables según el principio del debido proceso, denunciado en
noviembre según el Informe CIDH 176/10. La huelga de hambre de 2010 ha sido retomada
en marzo de 2011 por cuatro comuneros presos que recibieron condenas de hasta 25 años
de cárcel. Solicitan la nulidad de lo actuado y un nuevo juicio. La cuestión al día de hoy
tiene final abierto ha motivado reacciones en ámbitos diversos, compartimos una carta39
dirigida al gobierno chileno por parte de reconocidos intelectuales y militantes por los
Derechos Humanos.
Resistencia para la re-existencia
Concluyo esta presentación refiriéndome la historia de Juana Calfunao Paillalef, en ella
queda representada la lucha de una mujer mapuche que ha dejado en la resistencia buena
parte de su vida con la esperanza de lograr la re-existencia de su gente. Fue encarcelada
sucesivamente desde el año 2000, luego en 2001, 2003 y finalmente en 2005 con una
condena hasta el 2012. Debido a su delicado estado de salud en 2010 se le otorgó la
libertad condicional, su delito: por encabezar la lucha por la tierra de su comunidad en el
carácter de Lonko (desde 1977). Juana fue torturada, perdió un embarazo, detuvieron a su
madre, a sus hijos, su hogar fue quemado 3 veces, sufrió todo tipo de enfermedades. Sin
embargo, aún está de pie y sigue dando pelea como lo muestra su intervención en marzo
de 2011 ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU:
Intervención de Lonko Juana Calfunao ante el 16º Periodo de sesiones del Consejo de
Derechos Humanos de la ONU Consejo de Derechos Humanos - 16° período de
39
Nosotras, nosotros, artistas, académicos, organizaciones indígenas, civiles, populares y sociales de varias
nacionalidades, deseamos hacer pública nuestra preocupación por las condenas contra los presos políticos
mapuche en Chile, Ramón Llanquileo Pilquiman, José Huenuche, Jonathan Huillical y Héctor Llaitul. Nos
parecen alarmantes las enormes condenas contra ellos así como que no hayan tenido las garantías
procesales que protejan los más elementales derechos humanos, considerando que no puede ser la
criminalización de la protesta social la respuesta del Estado hacia las demandas indígenas de tierra,
territorio y autonomía. Llamamos al Estado Chileno a garantizar el debido proceso de los detenidos, un
juicio justo sin utilización de testigos secretos, la imparcialidad del tribunal que los procese, condiciones
carcelarias dignas y fin al doble procesamiento. Llamamos al Estado chileno a respetar los derechos y
garantías básicas del pueblo mapuche, a reconocer los derechos de los pueblos indígenas consagrados en el
convenio 169 de la OIT y a responder de manera urgente a las demandas de los presos políticos en huelga de
hambre. Enviamos finalmente un mensaje de solidaridad desde muchas partes del mundo a los presos y sus
familiares. Firman entre tantos Galeano, Wallerstein, Pérez Esquivel de Sousa Santos, Sader, Zibecchi, Dos
Santos, González Casanova, Rigoberta Menchu y muchos más.
107
sesiones /Ginebra, Suiza 28 febrero – 25 de marzo 2011- Racismo, discriminación
racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia.-Intervención del Consejo Indio de
Sud-América (CISA)
Bibliografía
Documentos y Fuentes
-Evaluación Conjunta del País - Sistema de las Naciones Unidas en Chile- Programa de las
Naciones Unidas para el desarrollo PNUD, agosto de 2010 URL: http://www.onu.cl
-Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas- URL: http://www2.ohchr.org
-Encuesta Radiografía del pueblo Mapuche realizada por el CEP, Centro de Estudios
Públicos de Chile, del año 2002 URL: http://www.cepchile.cl
-Mapuexpress. Informativo Mapuche electrónico http://www.mapuexpress.com
-Diario La Nación de Chile, “Chile, ¿país forestal?” 21 de septiembre de 2010
-Tribunal Permanente de los Pueblos http://www.enlazandoalternativas.org
-Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades
fundamentales de los indígenas, Sr. Rodolfo Stavenhagen, presentado de conformidad con
la resolución 2003/56 de la Comisión de Derechos Humanos. URL: http://www.onu.cl
-Renato Reyes, El levantamiento campesino en Ranquil, Lonquimay en Archivo Chile,
CEME, 2005 en http://www.archivo-chile.com
109
EL OTRO EN EL POSITIVISMO ARGENTINO: APROXIMACIONES DESDE LAS
TEORÍAS DE LA RAZA Y EL DETERMINISMO BIOLÓGICO.
González, Esteban
Estudiante del Profesorado de Historia
Becario en docencia UNGS
Introducción
El positivismo en Europa
1
Cfr. Marks, J., La raza, teoría popular de la herencia, en Mundo Científico, Nº 185, diciembre 1997, pp.
1045-1051
colección de individuos, y la única forma de apropiada de estudiarla era la
historia2.
Por lo tanto, Hale sostiene que las ideas originales del sistema filosófico de Auguste Comte
que más relevancia toma en Latino América son la clasificación de las ciencias y los tres
estados: básicamente, Comte postula una jerarquización de las ciencias, colocando en la
cúspide lo más sencillo y en la base lo más complejo e independiente, o lo menos
perfeccionado3.
Este procedimiento sería natural porque en cada una de sus concepciones la mente humana
pasa sucesivamente por tres estados, el teológico (imaginario) el metafísico (abstracto) y el
científico (positivo). Por extensión, la sociedad misma también atraviesa estos estados. EL
principal problema que Comte veía en el estado del conocimiento en su época era que lo
métodos teológico y metafísico, habiendo desaparecido en gran parte para tratar los
fenómenos naturales, “aún se usan, en cambio, de manera exclusiva (...) en todo lo
referente a los fenómenos sociales (Comte; 1907)”
Comte pensó en una sociedad que, antes que ser gobernada, debía ser administrada por
representantes elegidos: por lo tanto, la búsqueda y el conocimiento humano debían ir
detrás del descubrimiento de las leyes efectivas de los fenómenos, buscando la
regeneración social. En función de esto, Hale considera que el mote “política científica”
tuvo su auge en la segunda mitad del siglo XIX, pero que fue muchísimo más visible en
México y Brasil, que en Argentina (Hale, 1991).
El positivismo en Argentina
2
Hale, Ch.. “Las ideas políticas y sociales en América Latina, 1870-1930” (ver bibliografía).
3
Cfr. Hale, Ch. op. cit. p. 26 y ss.
111
Retomando, el discurso positivista normalmente estuvo manifestado o presentado desde el
gobierno o las instituciones. Esto responde a la culminación del proceso iniciado con la
cuestión en Caseros en 1852 con un proceso modernizador desatado en 1880, con los
primeros cimientos de conformación de un Estado nación lo que promueve un ascenso de
figuras políticas que , en función del pretendido monopolio de la violencia por parte del
Estado ahora federalizado –debido a la sofocación de los fuegos internos inaugurados a
principios del XIX -, promoverán numerosos lineamientos estructurales acorde a las
posibilidades que el real crecimiento económico del país potencializaba.
Es dentro de este contexto en que el objeto de estudio sociológico y positivo de Comte
otorgaba una posibilidad de análisis nueva y, a partir de esto todo un plano de acción que si
bien tuvo sus antecedentes previos, articulaba el determinismo biológico con la necesidad
de definir una raza.
Hacia principio de siglo, el positivismo en Argentina toma una fuerza muchísimo más
sustantiva como ideario social, fortaleciendo la concepción del país y el territorio como
cuerpo u organismo vivo, sometiendo los procesos sociales a las leyes de la naturaleza. Mas
bien, el paradigma de cientificidad plantea que se formulen leyes y órdenes sobre las
actividades del cuerpo social, el nuevo objeto d estudio de la intelectualidad argentina.
Con las ideas de Herbert Spencer, publicadas hacia la segunda mitad del siglo XX, se
endurecen las bases del evolucionismo en la intelectualidad latinoamericana.
Principalmente, en la obra de Spencer El hombre contra el Estado (1884) es desde donde se
plantea la necesidad de conformar una sociedad individualista como culminación de la
evolución humana y sin Estado, como fruto del hábito y el instinto después de siglos de
adaptación natural – dejando de lado el desarrollo racional. (Hale, 1991)
Esta concepción, que si bien no tiene el impacto intelectual de las obras de Auguste Comte,
coloca en el firmamento intelectual la preocupación por la generación de una raza
focalizando por lo menos en dos teorías muy en boga en la Europa decimonónica: por un
lado, un énfasis en las peculiaridades nacionales, entendiendo raza como una nacionalidad
o un pueblo desarrollándose a lo largo del tiempo, distinguiéndose de otros por la lengua
(Hale;). Pero por otro lado otra fuente del racismo decimonónico puede pensarse como
empírica y antropológica, fundada en el cambio de las actitudes europeas ante los pueblos
primitivos de tez oscura. Lo que Hale nuevamente observa es un retroceso en la
conceptualización del bon savage hacia la idea pseudocientífica de que solo ciertas
razas/grupos humanos eran capaz de civilizarse4.
Este es brevemente el contexto bajo el cual se desarrollarán los dispositivos ideológicos el
positvismo en Argentina.
4
Para estas cuestiones, veremos mas adelante a la luz de la definición de Johnattan Marks una manera de
pensar la raza en función de los positivistas.
Determinismo biológico
Más allá de toda esta espesa masa teórica, el siglo XIX se caracterizó por un creciente
interés por la marginalidad y su fundamentación social y biológica. Estas preocupaciones,
principalmente europeas, tienen una incidencia directa en Argentina.
5
Para esta cuestión, ver
6
Palma, H.Conexiones. Ciencia, política y orden social. Proyecto Editorial, As. As. 2001
7
Palma, H. Op. cit. 53.
113
b) La antropología criminológica toma lugar a partir de las ideas de Cesare Lombroso
(1835-1909). El desarrollo de la teoría de la evolución y los diferentes atavismos tiene un
impacto inmenso en Europa, el cual incide en el concepto de Criminal nato acuñado por
Lombroso, retomando la medición antropométrica y los rasgos empíricos como
conformadores de las jerarquías sociales. “los criminales son tipos atávicos desde el punto
de vista de la evolución que perduran en los seres humanos. Estos poseen un grado de
criminalidad germinal, que fuerzan a los sujetos a actuar como salvajes/monos.
Probablemente, la mayor introducción de las ideas de Lombroso al determinismo biológico
haya sido dejar de centrarse en el cráneo a la hora de establecer una jerarquía o de
establecer leyes de entendimiento de los fenómenos sociales, para comenzar a ver el cuerpo
y lo actitudinal.
La difusión de las ideas de Lombroso fue amplia y rápida tanto en Europa como en
América. Su primer libro, El hombre delincuente ó El hombre criminal, da cuenta de la
revisita a las ideas anteriores de la frenología.
El comportamiento de los delincuentes deriva, en el caso de la antropología criminológica,
de un grado de inmadurez heredado, de un impulso generado por la constitución innata y
subdesarrollada. El criminal se trata de un ser atávico; es decir, de una recapitulación de
características no desarrolladas en el hombre.
La reconsideración del atavismo como un factor determinante de la personalidad y
psicología del sujeto planteó la posibilidad de determinar desde las evidencias físicas de los
hombres los rasgos propios del hombre “involucionado o primitivo”.
8
Cf. Ferro, G. pp. 31-33. Op cit.
La taxonomización de los criminales ofrece, por lo tanto, la posibilidad de colocar en un
marco de referencia científico una idea construida socialmente del delincuente, pero esta
vez volcando ciertas conceptualizaciones que bañarán todo el siglo XIX, como por ejemplo
la evolución. Sin embargo, posibilita reducir la incertidumbre frente a la criminalidad nata
rastreable desde lo empírico y visible. El rastreo y la percepción del delincuente debían ser
totales e ineludibles.
Sin embargo, las ideas de Lombroso no solo pensaron al criminal nato bajo la forma del
delincuente, sino que extendió su análisis hacia anarquistas. Particularmente, en Argentina
tuvieron un inusual recibimiento por parte de los intelectuales de la talla de Ingenieros,
quien presentó en los primeros momentos de su vida pública una caracterización o
taxonomía de los anarquistas:
En síntesis, los postulados generales y más relevantes de la teoría de Lombroso son los
siguientes:
9
Ingenieros, J. “La psicopatología en el arte”, 1903. Citado en Ciafardo, E. y Espesir, D.”Patología del
anarquismo”.
115
5. El objetivo de la lucha contra el delito no debe ser castigar al delincuente sino
ponerlo en la imposibilidad de perjudicar a la sociedad
10
Ingenieros, J. Las teorías de Lombroso ante la crítica. 1902. En Ferro, G. (op. Cit.)
no puede controlar la pasión sobre la moral. “El delito es el resultado de la actividad
psíquica anormal, en cuanto se opone a lo que el sentido moral prescribe11”
Teorías de la raza
Sin embargo, no es solo criminología y anatomía social lo que perdura en el siglo XIX y los
primeros años del siglo XX. La preocupación por la conformación de una raza argentina
fue una preocupación central en el discurso gubernamental.
A partir de la publicación de la Revista de Filosofía fundad por José Ingenieros, se
desarrolla un nuevo momento del positivismo: fundada en 1915, lo que se ve es, por un
lado, la preocupación por la definición cultural de la “argentinidad”, pero por otr lado hay
una suerte de reconocimiento positivo por la obra alcanzada en las décadas anteriores,
cuando en Europa las ideas de Comte y sucesivos había entrado ya en debacle.
Pero, lo interesante es ver como desde las páginas de la revista existen, según Alejandro
Rossi12, ciertas características que echan luz a la hora de entender el discurso positivo.
Una faceta muy interesante es el dilentantismo, es decir, la aproximación a un campo de
estudio desde el lugar de aficionado. Figuras como la de José Ingenieros, De Veyga, etc.,
comparten la característica de abarcar desde su formación médica, cuestiones como la
historia, la filosofía, la biología, y principalmente en el caso de algunos, la sociología13.
Por lo tanto, es una característica ineludible ver como la formación médica permite, dentro
de la Revista, hablar de cualquier cosa.
11
Solari, B. Degeneración i crimen. Compañia Sudamericana de Billetes de Banco, 1891. Citado en Ferro,
2010.
12
Rossi, A. Revista de Filosofía 1915-1919; pp 26.
13
Ejemplo evidente es la siguiente cita, analizada por Rossi ib. Pp. “En al universidad he cursado
simultáneamente dos carreras, que me permitieron adquirir nociones de ciencias fisiconaturales y de ciencias
médico biológicas; vocacionalmente cultivé las ciencias sociales y no fui indiferente a las letras. Especialicé
luego mis estudios en patología nerviosa y mental, vinculándome a su enseñanza en la Facultad de Filosofía y
Letras (1904-1911), extendiendo mis programas a la ética, la lógica y la estética, que siempre consideré como
“ciencias psicológicas”. Desde 1911 he procurado entender la historia de la filosofía; solo ahora en 1918, me
atrevo a emitir una opinión sobre asuntos filosóficos”. A partir de esta cita, Rossi plantea dos cuestiones que
considero interesantes a partir de este párrafo: en primer lugar, la aptitud a hablar de filosofía que le otorga su
formación biologicista; por otro, su presentación en la discusión filosófica como “uno mas entre otros” Cfr.
Rossi, op.cit. p 27.
117
La búsqueda de una tradición cultural se interpela con la pretensión y la necesidad de
definir una argentinidad o una raza argentina:
“Hay también una raza en formación (...) en esta América; su más robusto núcleo
cultural es la Argentina. Cuando haya perfilado su personalidad, ¿por qué no le
dará algún “sentido nuevo” al pensamiento humano? En nuestra raza no han
arraigado gérmenes seniles; sus manos están libres para, en la hora oportuna, asir
la antorcha de la cultura venidera14”
“En toda especie, o fracción de ella, ciertos caracteres varían para adaptarse a las
variaciones del medio en que vive; y cuando la especie emigra sus caracteres
varían para adaptarse a las condiciones del nuevo medio. Pues si no varía y no se
adapta, la especie se extingue. Cuando varias especies vivas se encuentran en un
mismo medio y toman en él recursos de vida similares, acaban por prevalecer las
mejor dotadas para luchar por la vida dentro de este medio, es decir, los mas
adaptables”.
“Las razas blancas han mostrado en los últimos veinte o treinta siglos una
superioridad para la organización social del trabajo y la cultura, cuyas
manifestaciones generales llamamos civilización, y cuyos núcleos concretos
conocemos por naciones civilizadas15”
Considero que en las palabras de Ingenieros la frontera entre biología e ideología es muy
gris y tenue, confirmando en palabras de Marks, que el modo de definir la raza no está
determinado por la biología y no corresponde realmente a las relaciones genéticas; ya que
las razas existen como etiqueta clasificatoria, su uso le da su función (Marks, ).
Según Ingenieros, nacionalidad argentina y raza argentina sociológicamente representan lo
mismo 16, dándole un sentido moral: los ideales son productos naturales de las sociedades en
formación, cuyos pilares serán el trabajo y la cultura17.
14
Ingenieros, J. 1915. en Rossi, A. op. cit.
15
Ingenieros, J. La formación de una raza argentina. 1915. En Rossi, A. op. cit.
16
Ib. pp. 83
17
: “(..) dos fuerzas sociales concurren a [la formación de una raza argentina]: el trabajo y la cultura. Son los
sillares de la raza: convergencia de esfuerzos y unidad de ideales..Por ellos bregaron los dos visionarios de la
nación en marcha: Alberdi, predicando la regeneración argentina por el trabajo, Sarmiento, predicando la
regeneración argentina por la cultura (énfasis mío)”. Nuevamente, vemos como el concepto de regeneración
de una sociedad degenerada se incluye en las misiones de los positivistas argentinos.
La cuestión de la raza como una teoría popular de la herencia es aún mas visible en La
mestización de las razas en América y sus consecuencias degenerativas de Lucas
Ayarragaray: la cuestión que se explicita aquí es la gran confusión que existe, en primer
lugar, en el concepto de herencia. Ayarragaray en el citado artículo, toma como presupuesto
nuevamente la idea de Lombroso de que las propiedades degenerativas son heredadas, pero
en un nuevo plano racial.
“De todas las causas que pueden producir aquellas degeneraciones, la herencia es
ciertamente la más fecunda e importante, a tal punto, que para mí, los degenerados
y hereditarios, son dos términos solidarios y concordantes, que en definitiva se
refieren a modalidades mentales, pero designan una entidad mórbida18”
Ayarragaray considera que las razas homogéneas son menos propicias a la degeneración.
Sin embargo, creo que el texto problematiza sobre el concepto que esboza Marks, al hablar
de la teoría de la herencia como popular: aunque Ayarragaray no crea que las razas sean
inmutables (presenta en el artículo toda una serie de posibilidades de “civilización” del
bárbaro negroide) si considera que las características anatómicas del sujeto representan un
espejo de lo que culturalmente se cree de él.
* * *
18
Ayarragaray, L. La mestización de las razas en América y sus consecuencias degenerativas. 1916. En
Rossi, A. op. cit.
19
Ib. pp 89.
20
Ib. pp 89.
119
En conclusión
El ideal de una raza regenerada llevó a los positivistas a creer que eran los responsables del
futuro argentino. El término de degenerado otorgó una categoría explicativa completamente
original para el caso argentino; la utilización de esta por parte de Ayarragaray hace evidente
cuan desarrolladas estaban estas ideas –si bien con matices- en la sociedad de principios del
XX, sino que plantean una justificación con una pretendida neutralidad biológica y
científica de las jerarquías políticas. Por lo tanto, retomamos una vez más las ideas de
Marks al pensar la raza como un gran problema conceptual, lejos de toda justificación
biológica.
Sin embargo, los planes de acción desde el gobierno –como las cuarentenas y los proyectos
de esterilización- forman parte de una cuestión más amplia que excede el marco general
con el que se pensó este trabajo; pero no por esta cuestión no se relacione con el centro del
concepto de raza en Argentina durante el siglo XIX.
Bibliografía
Hale, C. “Las ideas políticas y sociales en América Latina, 1870-1930” en Leslie Bethell,
Historia de América Latina. Barcelona, Critica, 1991.
Marks, J., La raza, teoría popular de la herencia, en Mundo Científico, Nº 185, diciembre
1997, pp. 1045-1051
Palma, H. “Conexiones. Ciencia, política y orden social”. Proyecto Editorial, As. As. 2001.
Romero, J. L. “Las ideas de la Argentina del siglo XX”. Editorial Nuevo País. Buenos
Aires, 1987.
Pablo Barneix
(Profesor Universitario en Economía.
Becario en investigación y docencia de UNGS
Maestrando en Historia Contemporánea)
Introducción
121
necesario para abordar el caso argentino. En la segunda sección abordamos el balance de la
experiencia privatizadora en Argentina en materia de eficiencia, equidad y democracia
considerando las perspectivas ortodoxas y heterodoxas a partir del análisis de fuentes
secundarias. Dicho análisis se focalizará en los resultados de la transferencia al capital
privado de la empresa encargada de la provisión de agua y saneamiento y de las compañías
distribuidoras de gas natural y energía eléctrica. Finalmente se presentan las conclusiones
obtenidas en relación con los criterios básicos que guían nuestro trabajo.
Desde mediados de los años cuarenta, Argentina, al igual que la mayoría de los países
capitalistas, experimentó un proceso de expansión de las actividades productivas del estado,
en el marco de un sistema de acumulación de capital caracterizado por la industrialización y
por una estructura social que se tornaba cada vez más compleja. En ese contexto, el estado
se constituyó en productor y proveedor de bienes y servicios, a los que debía acceder una
magnitud cada vez más significativa de la población, dado el acelerado proceso de
urbanización.
El predominio de las teorías neoliberales, hacia fines de los años 70, dio comienzo a un
movimiento favorable a la retirada estatal tanto del sector industrial como del sector
servicios con el argumento de que las capacidades de inversión y gestión estatales no eran
suficientes para satisfacer demandas crecientes de acceso a bienes y servicios. La primera
experiencia concreta se dio en Chile con las privatizaciones masivas implementadas entre
1974 y 1989 durante el gobierno de Augusto Pinochet. Más tarde (fines de los años setenta
y comienzos de los ochenta), los primeros países capitalistas avanzados en aplicar
programas neoliberales que incluían privatizaciones de empresas públicas fueron Gran
Bretaña bajo el impulso del gobierno de Margaret Thatcher y los Estados Unidos bajo la
administración Carter y su programa de liberalización de servicios de red, profundizado
luego por Ronald Reagan (Anderson, P. 1997).
El diagnóstico neoliberal sobre las causas de las recurrentes crisis que afectaban a las
economías latinoamericanas destacaba, entre otros aspectos, el deterioro de las empresas
estatales, las cuales “eran mal administradas, presentaban cuadros económico financieros
graves con déficit acumulados y crecientes y prestaban servicios ineficientes” (Ffrench-
Davis, 2007: 47). En este sentido, el traspaso de las empresas públicas a capitales privados
significaba la “única” manera de enfrentar la carencia de recursos y lograr una mayor
eficiencia, lo que se traduciría en crecimiento y equidad.
Las reformas impulsadas por el “Consenso de Washington”, que incluían también
profundas aperturas comerciales, eran presentadas como “el camino que inexorablemente
debían recorrer las economías latinoamericanas para terminar con sus problemas
económicos derivados de un intervencionismo excesivo, un sector privado restringido y
reglas poco transparentes” (Ffrench- Davis, 2007: 47). Los teóricos del neoliberalismo
económico sostenían que se debía dejar actuar a las fuerzas del mercado a las que se les
atribuía virtudes de eficiencia e innovación. De esta manera, las privatizaciones de las
empresas públicas aparecían asociadas con el incremento de la eficiencia económica, que a
su vez debería devenir en un mayor bienestar de la población.
La evaluación del proceso de privatizaciones en América Latina, incluido el desempeño de
las firmas que se hicieron cargo de los servicios de infraestructura, y sus consecuencias
económicas y sociales, está atravesada por diferentes posturas. Por un lado, se encuentran
las interpretaciones positivas de los defensores de las privatizaciones, generalmente
comprometidos con su implementación21. Por el otro, encontramos visiones más críticas y
opositoras hacia las reformas estructurales implementadas en los años noventa22 (Nahón,
2007).
Siguiendo lo expresado por Nahón, es más factible encontrar un enfoque de conjunto, es
decir, que tome en cuenta varios sectores y varios países, entre los autores que defienden
las privatizaciones (ortodoxia), sobre todo aquellos ligados al Banco Mundial (BM) y al
Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Por el contrario, los trabajos efectuados por
investigadores heterodoxos realizan, con mayor frecuencia una evaluación del impacto de
las privatizaciones a nivel sectorial, puesto que “la estructura y los resultados de las
reformas varían sustancialmente entre sectores y países” (Nahón, 2007:2). En este sentido,
“dadas las diferencias técnicas de prestación entre los sectores, los estudios de caso parecen
ser la alternativa más precisa para abordar una temática compleja" (Nahón, 2007: 4).
Para analizar las diversas interpretaciones existentes sobre los resultados del proceso de
privatizaciones nos centraremos en tres parámetros básicos; a saber: eficiencia, equidad y
democracia. En relación con el primero de los criterios considerados en este trabajo,
numerosos estudios encarados por investigadores ligados al BM (fundamentalmente) y al
BID sostienen que existe evidencia analítica que muestra que la participación privada en
infraestructura ha tenido un importante impacto positivo en el desempeño de las empresas y
en el bienestar de los consumidores mejorando la productividad, la calidad y la cobertura
del servicio (ver Boardman y Vining, 1989, Megginson, 1994, Megginson y Netter, 2001,
Chong y López-de-Silanes, 2003 y Andrés, Diop y Guasch, 2007).
Al respecto, en un trabajo que intenta evaluar los efectos microeconómicos de las
privatizaciones en cinco países de América Latina, Chong y López-de-Silanes (2005)
21
Entre los organismos internacionales con mayor poder de influencia y condicionamiento de las políticas
públicas en aquellos años sobresalen el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el
Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
22
Se destacan las opiniones de investigadores ligados a organismos internacionales como la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Instituto Latinoamericano y del Caribe de
Planificación Económica y Social (ILPES).
123
afirman que las privatizaciones elevaron considerablemente la rentabilidad y la eficiencia
de las empresas. Según los autores, después de privatizadas, las empresas registraron un
aumento del 14 % en la relación entre los ingresos netos y las ventas. “La causa principal
de esta mejora de la rentabilidad ha sido un salto en la eficiencia. De hecho, las
privatizaciones produjeron un verdadero desplome de los costos unitarios: 16 % de
reducción en promedio para todos los casos analizados” (Chong y Lora, 2007: 81).
En el mismo sentido, sólo por citar uno de los trabajos considerados como referente de este
enfoque, un estudio de Andrés, Foster y Guasch (BM), que evalúa el impacto de las
reformas en la mayoría de los países de América Latina, sobre la base de datos a nivel
empresa, concluye que “los resultados muestran que en Argentina la privatización del
agua, la electricidad y las telecomunicaciones mejoró el bienestar del consumidor y (en el
caso de los dos primeros) presentó beneficios sesgados hacia los deciles de menores
ingresos” (2006: 45).
Por el contrario, en los trabajos realizados por investigadores no comprometidos
directamente con la implementación de las reformas (CEPAL- ILPES) se concluye que el
programa de privatizaciones no ha alcanzado los objetivos que guiaron su implementación.
Los trabajos más críticos destacan que “los márgenes de competencia, en los sectores en
que ella es posible, son nulos o escasos; la transparencia de los procesos es cuanto menos
dudosa y los avances en la calidad y cobertura de los servicios son poco tangibles” (Nahón,
2007: 3).
Con respecto a la equidad distributiva, desde la ortodoxia se destaca que en el diseño de las
reformas se priorizaron las consideraciones fiscales, puesto que el objetivo principal era
aumentar la recaudación para el estado a través de la venta o concesión de la operación de
servicios, razón por la cual se otorgaron largos períodos de exclusividad, reducción de
riesgos para el operador y pocas obligaciones de prestar servicios universales (Andrés,
Diop y Guasch 2007).
Estudios realizados por investigadores ligados al BID sostienen que las privatizaciones no
han generado efectos adversos significativos sobre la pobreza y la desigualdad. En este tipo
de trabajos, se destaca, además, que “las empresas estatales tuvieron un desempeño
deslucido y que, con contadas excepciones, resultaron ineficientes, produjeron bienes y
servicios de baja calidad y generaron más deudas que ganancias” (Chong y Lora, 2007: 81).
En el mismo trabajo se señala que esto condujo a rescates de empresas y dificultades
fiscales, puesto que, para cubrir pérdidas ocasionadas por el mal manejo empresario del
estado, los gobiernos se vieron obligados a financiar déficits fiscales cada vez más
cuantiosos, a aumentar los impuestos o, más usualmente, a reducir los gastos públicos en
otras áreas, lo que afectaba principalmente a los sectores más vulnerables.
En contraposición, desde perspectivas heterodoxas se enfatiza el carácter regresivo de las
privatizaciones, puesto que “…han sido los sectores rurales y residenciales y, dentro de
estos últimos los de menores ingresos, los más perjudicados con las reformas en
comparación con los usuarios urbanos y comerciales” (Nahón, 2007: 3). Desde la CEPAL
se concluye que, si bien, hubo avances notables en el control de la inflación, se
consiguieron balances fiscales más equilibrados y aumentaron las exportaciones, en el
crecimiento económico y la equidad, el desempeño ha sido mediocre. El PIB per cápita no
se acercó al de los países desarrollados y la brecha entre los grupos de altos y bajos
ingresos aumentó. En la actualidad la concentración económica es un fenómeno
generalizado que se refleja en el deterioro de la distribución del ingreso de América Latina
(Ffrench-Davis, 2007).
Finalmente, en referencia al criterio de democracia en la administración de los recursos
públicos, en una serie de trabajos realizados por investigadores del BM y BID (por ejemplo,
Andrés, Diop y Guasch 2007), se explica que el creciente descontento de la población con
las reformas implementadas se debe la falta de comunicación de los logros, las frecuentes
renegociaciones de los contratos, el escaso esfuerzo en desarrollar marcos regulatorios
adecuados, la falta de transparencia en la implementación de las reformas y la ausencia de
programas sociales para los sectores afectados (sectores más pobres y trabajadores
damnificados).
Otro grupo de artículos realizados desde esta perspectiva (por ejemplo, Fay y Morrison
2005), se ha centrado en justificar los fracasos de las reformas destacando “…la frágil
dotación institucional de los países en desarrollo que avanzaron en las privatizaciones”. Se
señala que la debilidad institucional regulatoria que acompaño la privatización (entes
reguladores deficientes, marcos regulatorios poco específicos, escasa participación de las
asociaciones de usuarios) y el incumplimiento de ciertas pautas de procedimiento (omisión
del saneamiento previo de las empresas, corrupción en los procesos de venta, etc),
resultaron, en algunos casos, determinantes para que no se consiguieran los resultados
esperados. Como vemos, en los casos en que no se produjeron los resultados pronosticados
por los impulsores de las privatizaciones, la responsabilidad vuelve a recaer sobre el estado
y la ineficiencia de sus instituciones regulatorias (o la ausencia de ellas).
En el mismo sentido, trabajos realizados por autores heterodoxos sostienen que, si bien el
fin de las privatizaciones fue mejorar la performance en el largo plazo de los sectores,
necesitan ser complementadas por políticas que promuevan la competencia y una
regulación estatal efectiva (Ffrench- Davis 2005, entre otros). Además de las recurrentes
propuestas de establecer mejoras en las estructuras regulatorias, aparecen con frecuencia
otros dos elementos. Por un lado, la opción por avanzar hacia formas de asociación público-
privadas para resolver las falencias de inversión en infraestructura en la región. Por el otro,
la alternativa de desarrollar nuevos espacios de integración regional en este tipo de sectores
(Nahón, 2007).
Como puede apreciarse desde perspectivas diversas (ortodoxia y heterodoxia) coinciden en
remarcar la debilidad de las estructuras regulatorias surgidas con el proceso de
privatización. Se destaca que el aspecto regulatorio fue relegado en el proceso de
125
privatización, en donde la prioridad fue volver atractivas las empresas, contar con dinero
para pagar deuda y afrontar déficit fiscal (Andrés, Diop y Guasch 2007; Chong y Lora
2007; Chávez 2007; López 2007, entre otros).
De esta manera, las fallas regulatorias son el argumento más utilizado para explicar buena
parte de los fracasos en los resultados esperados de las empresas privatizadas. La mayor
parte de los artículos que hacen referencia a las debilidades regulatorias, destacan las
limitaciones institucionales de los entes reguladores, su falta de autonomía respecto de las
autoridades políticas y las empresas prestatarias, y su escasez de recursos, como elementos
negativos que sirven para explicar de alguna manera la escasa capacidad de acción que han
tenido estos organismos.
En este sentido, debe tenerse en cuenta que establecer un régimen regulatorio adecuado
tras una privatización, como sucedió en gran parte de los casos a nivel regional, puede
resultar problemático23. Chong y Sánchez (2003) muestran que en una gran cantidad de
casos de concesión de proyectos de infraestructura, el sector privado consiguió negociar y
mantener una regulación protectora después de una privatización, debido a la amenaza de
insolvencia, retiro o abandono de compromisos de inversión futuros.
En todos los casos, se afirma que para que las privatizaciones puedan cumplir con sus
promesas de promover la competencia y la transparencia se requiere de la voluntad y el
poder del gobierno para regular a las empresas (Chong y Lora 2007, Ffrench- Davis 2005,
Andrés, Diop y Guasch 2007, entre otros). Cabe señalar, sin embargo, que no existe pleno
consenso en cuento a los objetivos y alcances que debe tener la regulación estatal sobre los
servicios públicos. Por un lado, encontramos una visión que limita la acción reguladora del
estado a suplir “el efecto disciplinador” del mercado priorizando criterios estrictamente
económicos (enfoque ortodoxo). Por el otro, se plantea que la regulación sobre los servicios
públicos privatizados, más allá de la existencia o no de fallas de mercado, debe responder a
criterios democráticos y de inclusión social (enfoque heterodoxo)24.
Una de las cuestiones que ya no se discute y que a nuestro juicio resulta de central
importancia es cuál es el rol del estado en el direccionamiento del desarrollo económico
porque, tanto desde el neoliberalismo como desde ciertas posiciones neoestructuralistas
(heterodoxia predominante en América Latina), se acepta que el mercado debe
proporcionar “las señales” más importantes que orienten las inversiones en infraestructura.
23
“Implementar la regulación en el momento de la privatización permite aclarar el nuevo conjunto de reglas.
De este modo, se reduce la pérdida de valor de las empresas por riesgo regulatorio (aunque si la regulación al
momento de la privatización busca limitar las rentas monopolísticas que pueda obtener la empresa tendrá un
efecto negativo sobre el valor de la venta) y se resuelve el problema de la falta de voluntad política” (Chong y
Lora, 2007: 86).
24
Para mayor información sobre este debate ver Felder y López, 1999.
En América Latina el desarrollo en infraestructura sigue dependiendo de la capacidad
diversificante del núcleo exportador y la cuestión en conflicto hoy, en el marco de los
gobiernos más reformistas en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, etc, es sí el estado
incide en la distribución interna del excedente para fomentar un desarrollo más
diversificado de la economía (y por lo tanto de la infraestructura) o no. Esta cuestión es
omitida desde la ortodoxia, pero también desde gran parte de la heterodoxia, y constituye
desde nuestra perspectiva el problema de fondo en materia de regulación económica.
25
Se destacan las opiniones de académicos y referentes de opinión ligados a instituciones como el IERAL de
la Fundación Mediterránea y la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) y la
Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Entre los organismos internacionales con mayor poder de
influencia y condicionamiento de las políticas públicas en aquellos años sobresalen el Banco Mundial (BM),
el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
26
Se destacan las opiniones de investigadores ligados a Universidades Nacionales (Plan Fénix) e
investigaciones propiciadas por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), el Grupo Moreno o por
organismos internacionales como la CEPAL, INAP, CEDES.
127
de los procesos de privatización periférica27 promovidos por las políticas de la dictadura
militar (1976-1983) que incidían negativamente en el desempeño de las empresas públicas.
En ese escenario, las necesidades de estabilizar rápidamente la economía y achicar la
brecha fiscal actuaron como catalizadores de los argumentos acerca del funcionamiento
deficiente de los servicios y de los límites deseables de la actividad estatal. “El consenso
colectivo respecto de la función del estado en la economía llegó a un punto de ruptura en el
que desprenderse de las empresas públicas implicaba a la vez acabar con la inflación, con la
crisis del sector externo, con el exceso de burocracia y con la falta de productividad”
(Felder y López 1999: 24).
El programa de privatizaciones argentino -encarado como modo de resolver la crisis del 89-
90- dio lugar a un profundo cambio estructural en la economía doméstica cuyas
implicancias dinámicas han sido objeto de numerosas investigaciones (Abdala y Spiler,
1999; Abeles; Forcinito y Schorr, 2001; Azpiazu, 2003, 2005; Azpiazu y Forcinito, 2003;
Bour, 1993; Forcinito, 2005; Forcinito y Nahón, 2005; Gerchunoff y Cánovas, 1995;
Gerchunoff; Greco y Bondorevsky, 2003; Gerchunoff y Torre, 1996; IERAL, 1999; UADE
y ADESPA, 2001, entre otros). Dicho programa se ha caracterizado por su amplitud y
celeridad, dado que involucró a casi la totalidad de las empresas públicas bajo la
administración del estado nacional, un patrimonio acumulado durante aproximadamente 50
años de historia, y fue realizado en un período de sólo cuatro años.
En este sentido, Argentina representa un caso extremo, ya que no mantuvo en poder del
Estado ninguna compañía importante28, con la excepción de algunos bancos. Por el
contrario, otros países latinoamericanos que atravesaron un proceso similar mantuvieron
bajo control gubernamental áreas estratégicas, tal es el caso de Chile, que mantiene bajo
poder estatal la Corporación del Cobre (Codelco), o Brasil en el caso del petróleo, por
nombrar sólo algunos ejemplos.
27
El proceso de privatización periférica llevado a cabo durante la última dictadura militar por la gestión de
Martínez de Hoz al frente del Ministerio de Economía (1976-1981) consistió en la tercerización de ciertas
actividades y la subcontratación de proveedores privados para la prestación de servicios auxiliares.
28
“Durante la etapa de propiedad estatal estas empresas tuvieron un rol protagónico en el proceso de
desarrollo económico argentino desempeñando desde mediados de los cuarenta funciones regulatorias macro
y mesoeconómicas. Las tarifas eran utilizadas como instrumentos para el control de la inflación; la demanda
de insumos al resto del sistema productivo como instrumento anticíclico; los niveles salariales y las
modalidades de explotación de la fuerza de trabajo como parámetros relevantes en el funcionamiento del
mercado laboral; y la inversión en dichas empresas como instrumento para la promoción del desarrollo
regional, entre otros aspectos. Los procesos de privatización de estas empresas alteraron radicalmente las
funciones que las mismas desempeñaban desde mediados de los años cuarenta al establecer pautas
regulatorias para su desempeño de corte estrictamente microeconómico” (Forcinito y Nahón, 2005: 2).
Sus promotores pronosticaban que la gestión privada impulsaría sostenidamente la tasa
de inversión de las ex firmas públicas, generaría una baja considerable de las tarifas
debido a su mayor eficiencia en la prestación de los servicios, contribuiría a la
reducción de la brecha fiscal y la brecha externa del país, fomentaría la competencia y
garantizaría una mayor y mejor cobertura en todo el territorio nacional (Forcinito y
Nahón, 2005:3).
29
Sistema monetario que consiste en la fijación legal del tipo de cambio en una paridad inmutable entre el
peso y el dólar, con caja de conversión.
129
Ahora bien, ya han trascurrido más de veinte años desde que se inició este proceso en
Argentina, razón por la cual disponemos de evidencias concretas de los efectos que las
privatizaciones han causado en la estructura económica y social de la Argentina. La caída
del régimen de convertibilidad a fines de 2001 provocó la ruptura de la hegemonía de las
ideas neoliberales (pensamiento único) que guiaron el proceso de “Reforma del Estado” y
la apertura de la discusión en torno al proceso privatizador. De esta manera, el debate sobre
el resultado de las privatizaciones se encuentra abierto y es de suma actualidad y relevancia
en el ámbito político y académico (y en la opinión pública).
En este sentido, debe señalarse que existen diversas interpretaciones con respecto a las
dimensiones de análisis que consideramos en este trabajo (eficiencia, equidad y
democracia). En primer lugar, en relación a la eficiencia social, desde las usinas de
pensamiento n30eoliberal a nivel local (FIEL, IERAL de la Fundación Mediterránea,
UADE, entre otras instituciones) se considera que: “Los resultados en materia de eficiencia
productiva (inversiones y productividad) y calidad (cobertura, calidad de bienes y servicios)
son en general muy favorables y más parejos a lo largo de los distintos sectores” (FIEL
1999: 20/21). La evaluación de FIEL (1999: 13) del conjunto del proceso es altamente
satisfactoria: “se considera que gracias a las privatizaciones se han verificado importantes
ganancias de productividad y se vislumbran mayores progresos en el futuro como resultado
de la adopción de criterios que, evaluados globalmente, han sido positivos” (Forcinito y
Nahón 2005: 38).
Por su parte, la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) sostiene en un abarcador
estudio de toda la economía argentina para el período 1993-2000 (UADE/ADESPA, 2001),
que las empresas privatizadas de infraestructura generaron importantes ganancias de
competitividad internacional para la economía, tanto por las disminuciones de los costos de
producción como por su contribución al crecimiento de las exportaciones totales e
industriales y de la proporción exportaciones e importaciones, que mostraba un crecimiento
de superávit comercial (o una disminución del déficit) (Forcinito y Nahón 2005: 39). Más
aún, la UADE, a través de su Centro de Estudios Económicos para la Regulación, plantea
que la gestión privada de las empresas de infraestructura les permitió a los consumidores
ahorrar anualmente el 14% de sus ingresos del período (Forcinito y Nahón 2005: 39).
De esta manera, a pesar de la crisis económica en que derivó la puesta en práctica de las
recetas neoliberales en la Argentina, los referentes locales del pensamiento neoliberal31 no
dudan en afirmar que, en términos generales, los resultados de las privatizaciones fueron
positivos (lo mismo sostienen sobre lo ocurrido en el resto de América Latina), puesto que
mejoraron la productividad, la calidad y la cobertura del servicio.
30
31
Cabe destacar que no se presenta aquí la posición del IERAL de la Fundación Mediterránea, debido a que
se considera que su visión respecto de las privatizaciones se encuentra reflejada en las propias reformas de la
década del noventa diseñadas e implementadas por los técnicos de este centro de pensamiento (del cual era
oriundo Domingo Cavallo).
En la visión de la heterodoxia ligada a la CEPAL (por caso, Gerchunoff, Greco y
Bondorevsky, 2003), se destaca que en una primera etapa primaron los objetivos
reputacionales y fiscales como manera de enfrentar la crisis política y económica y,
posteriormente, fueron asumiendo mayor relevancia los de eficiencia macroeconómica
(competitividad). En este sentido, el sector de las telecomunicaciones es considerado la
experiencia más exitosa en virtud del incremento de la teledensidad y de la competencia;
mientras que la privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) es visualizada
como uno de los mayores errores del proceso (Forcinito y Nahón 2005: 39).
Sobre este punto, señalan que en las privatizaciones argentinas prevaleció una apropiación
y utilización de los activos transferidos como colocaciones financieras más que como
inversiones productivas. Por ello, no se habrían ponderado suficientemente los objetivos de
largo plazo en lo referente al impacto de los servicios públicos sobre el resto de la
economía (Forcinito y Nahón 2005: 38). En este sentido, otros enfoques heterodoxos más
críticos hacia las reformas (investigaciones propiciadas por la Central de Trabajadores
Argentinos (CTA), el Grupo Moreno o la FLACSO, etc.) resaltan que, en el caso argentino,
“…los importantes incrementos de productividad que lograron las empresas privatizadas
fueron escasamente trasladados a los usuarios” (Forcinito y Nahón 2005: 34).
En segundo lugar, con respecto a la equidad distributiva, FIEL sostiene que: “Los
resultados en materia de precios en el caso argentino son mixtos” (1999: 20/21), y parece
justificar la venta y/o concesión de monopolios legales (con reservas de mercado) o con
tarifas elevadas, debido a los mayores recursos que esta forma de privatización habrían
generado para el fisco.
Desde la CEPAL, y compartiendo la posición con la FIEL, se plantea que los niveles
iniciales de las tarifas se fijaron excesivamente altos en muchos casos debido al alto nivel
de incertidumbre existente en la Argentina de principios de los noventa. Así, desde esta
visión el gobierno habría sido víctima de la crisis, viéndose en la situación de otorgarle
condiciones ventajosas a las empresas, por acción u omisión (Forcinito y Nahón 2005: 39).
Al respecto, visiones heterodoxas más críticas señalan que “las empresas fueron
transferidas al sector privado a precios subvaluados, prácticamente sin pasivos y con un
atractivo esquema tarifario que facilitó la obtención de elevados niveles de rentabilidad
desde el inicio mismo de las operaciones” (Forcinito y Nahón 2005: 34). Bajo la lógica de
este modelo, “la rentabilidad de las empresas privatizadas fue claramente superior, tanto en
relación con la tasa de ganancia alcanzada por la cúpula económica local como con la
alcanzada con las firmas comparables a nivel internacional” (Forcinito y Nahón, 2005: 34).
Cualquier comparación internacional con empresas que prestan los mismos servicios y que,
como tales, se desenvuelven en actividades que presentan similares niveles de riesgo
empresario que los vigentes en el ámbito local, ofrece al respecto un mismo resultado: las
tasas de ganancias de las privatizadas han sido por demás extraordinarias y exorbitantes
(Azpiazu, 2005: 57).
131
En este sentido, numerosos estudios (entre otros, Kozulj y Pistonesi 2004; Forcinito y
Nahón 2005; Azpiazu 2005; etc) agregan que, durante el período de convertibilidad (1991-
2001), las elevadas ganancias de las empresas fueron giradas mayormente a los accionistas
y no tuvieron como destino la formación de capital, que fue financiada fundamentalmente
con endeudamiento externo32. Desde esta perspectiva se afirma, además, que las
privatizaciones generaron diversos efectos regresivos sobre la distribución del ingreso,
puesto que, durante la vigencia del régimen de convertibilidad, el crecimiento del peso del
gasto en servicios públicos en el gasto total fue mayor en los hogares más pobres.
32
Con respecto a los altos niveles de endeudamiento en que incurrieron las empresas privatizadas durante la
vigencia del régimen de convertibilidad, desde esta línea de análisis se sostiene que fue parte de una estrategia
generalizada de recurrir a los circuitos financieros internacionales (dada la existencia de créditos
relativamente accesibles) para minimizar el aporte de recursos propios. Más aún, “poco tiempo antes de la
caída de la convertibilidad, muchas de las empresas prestatarias de los servicios públicos privatizados
continuaron e incrementaron su ritmo de endeudamiento en dólares en el exterior, tomando créditos por
encima de sus necesidades de inversión” (Kozulj y Pistonesi, 2004: 7).
33
Se afirma que el desarrollo de la telefonía celular tendría más que ver con la revolución tecnológica
mundial que con la política de privatizaciones (Azpiazu, 2005).
Por último, en referencia a la democracia en la administración de los recursos públicos y en
la toma de decisiones sobre producciones socialmente estratégicas, para FIEL (al igual que
para la CEPAL–ILPES) un buen diseño regulatorio debe jerarquizar el criterio de eficiencia
privada, y no social, en el largo plazo (Forcinito y Nahón 2005: 39). Desde la ortodoxia se
acepta que existieron “falencias” en la implementación de las privatizaciones, que incluyen
falta de transparencia, carencia de programas sociales para los sectores de escasos recursos
y frecuentes renegociaciones que explican, de alguna manera, la percepción social negativa
sobre el proceso.
Por su parte, desde la heterodoxia más crítica hacia las reformas se afirma que “más allá de
las cuestiones sectoriales concretas, el problema principal deriva de la carencia de una
política general de regulación. La debilidad manifestada en el funcionamiento de la
estructura regulatoria en la Argentina no es el resultado solamente de déficits técnicos
(visión neoliberal), sino producto del desbalance de fuerzas entre estas fracciones de capital
y el resto de la sociedad” (Felder y López 1999: 38). La “razonabilidad” de las ganancias
de los operadores, tarifas y planes de expansión de los servicios públicos depende, tanto de
la imposición de reglas de juego claras, como de la voluntad política para articular una
nueva coalición que incorpore a los usuarios entre los beneficiarios de la reforma del
Estado (Felder y López, 1999: 39). En este sentido, Azpiazu (2002) advierte que la
supuesta debilidad de los marcos regulatorios no es más que una desregulación funcional a
los intereses de los consorcios operadores que, en la práctica, se convirtió en una
herramienta de cesión de poder regulatorio (por omisión) en manos de las prestatarias.
34
Luego de diez años de tarifas dolarizadas e indexadas por índices de precios externos a la economía
argentina (EE.UU.) en el marco de la Ley de Convertibilidad que lo prohibía expresamente (Azpiazu, 2005).
35
En este sentido, estudios heterodoxos (ver por ejemplo, Azpiazu, 2005; Forcinito y Nahón, 2005, etc)
afirman que tras la caída del régimen de convertibilidad la mayor parte de las empresas ha logrado
recomponer sus tasas de ganancias en pesos, aunque no así en dólares. Esto se dio a la par de una reducción
en los niveles de inversión y, en ocasiones, un deterioro de la calidad de los servicios. “Los sectores que no
fueron beneficiados por el gobierno con incrementos tarifarios y, por tanto, experimentaron una caída de sus
precios de venta en términos reales también recuperaron los niveles de rentabilidad (en moneda local)
anteriores a la crisis” (Forcinito y Nahón 2005: 35). El análisis de la evolución y composición de los estados
133
franceses y españoles, desplegó una estrategia de enfrentamiento directo con el gobierno
(la empresa demandó al estado argentino ante el CIADI), y presionó persistentemente para
preservar las rentas de privilegio.
En líneas generales, la estrategia oficial de renegociación incluyó cuatro objetivos
fundamentales. En primer lugar, no afectar el ingreso de los usuarios residenciales (en
particular los de bajos consumos y recursos), se buscó garantizarles el congelamiento
tarifario 36. En segundo término, se orientó a conseguir que los consorcios y (sus
accionistas) suspendieran, en una primera instancia, para luego, post acuerdo integral,
renunciarán a las demandas contra el país ante el CIADI y la UNCITRAL37. En tercer
lugar, se mantuvo firme en denegar que el estado nacional asumiera el riesgo empresario o
devaluatorio. Por último, intento adquirir una mayor injerencia en la programación e,
incluso, la ejecución de las inversiones (Azpiazu, 2007: 8/9).
Como estrategia de defensa, el gobierno nacional argumentó que la determinación del tipo
de cambio es una medida soberana de política económica no compensable, y que como tal
no afecta la seguridad jurídica. Asimismo, el gobierno de Néstor Kirchner planteó
(mediante la recusación de un miembro del tribunal del CIADI) el conflicto de intereses
existente con el BM, dado que dicho organismo es juez y parte en algunas de las
controversias mencionadas (por ejemplo en el caso de la demanda contra el país iniciada
por AASA).
Finalmente, en marzo 2006, se produjo la cancelación del contrato con la empresa AASA
que operaba en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y 17 partidos del conurbano
bonaerense, y su reemplazo por AySA (Agua y Saneamientos Argentinos). La cancelación
de la concesión en la provisión de agua potable y desagües cloacales se fundamentó en el
incumplimiento de las inversiones comprometidas y en el alto contenido de nitratos
presente en el agua en ciertos distritos.
contables de las firmas durante la post-convertibilidad revela que sus resultados (superavitarios o defícitarios)
están mucho más influenciados por el grado de endeudamiento externo previo al abandono del régimen
convertible que por la evolución de las respectivas tarifas (Azpiazu, 2005: 75).
36
En este sentido, debe señalarse el papel clave que adquieren los crecientes subsidios otorgados por el estado
a las empresas con el fin de mantener congeladas las tarifas.
37
Como consecuencia de los tratados bilaterales de promoción y protección de inversiones extranjeras (TBI)
las empresas trasnacionales pueden iniciar acciones legales a la Argentina fuera del ámbito nacional, por caso
en CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias de Inversiones), creado en el ámbito del Banco
Mundial, y en el UNCITRAL, un tribunal de arbitraje ad hoc establecido de acuerdo con las reglas de
arbitraje de la Comisión de las Naciones Unidas sobre Derecho Mercantil Internacional. A comienzos de los
años noventa Argentina y ratificó 56 tratados de protección de inversiones y se convirtió así en el país
americano en suscribir más acuerdos de esa naturaleza. Los TBI fueron firmados a principios del gobierno de
Menem y renovados sin modificaciones durante las administraciones Duhalde y Kirchner post caída del
régimen de convertibilidad (Chávez, 2007).
Por su parte, la renegociación con las distribuidoras de gas natural por redes y de energía
eléctrica (segmento regulado) emerge como una de las más conflictivas y dilatadas, con
avances mucho más significativos en el segmento eléctrico que en el gasífero. En este
sentido, las empresas encargadas del transporte y distribución de gas natural se muestran
más reticentes a cumplir con el requisito de suspender/renunciar (la empresa y sus
accionistas) a las demandas en tribunales arbitrales internacionales. Cabe señalar, que a
pesar de las restricciones que se desprenden de la infraestructura disponible y del dilatado
proceso de renegociación, la calidad de los respectivos servicios no se vio afectada
(Azpiazu, 2007).
Con respecto a las tarifas, al margen de las renegociaciones de los contratos con las
prestatarias de trasmisión y distribución, se tendió a proteger a los usuarios residenciales
buscando a la vez una paulatina recomposición de los ingresos del sector encargado de la
generación mediante el incremento de tarifas a los grandes usuarios industriales (Azpiazu,
2005).
3. Conclusiones
Las reformas llevadas a cabo en toda América Latina impulsadas por el FMI y el BM en el
marco del “Consenso de Washington” no trajeron los resultados pronosticados. En
Argentina, estas reformas implicaron una masiva privatización de las empresas estatales sin
tener en cuenta si estas eran funcionales para lograr los objetivos finales de crecer más y
con mayor equidad. En aras de controlar la hiperinflación y equilibrar las finanzas públicas,
el gobierno de Menem entregó el patrimonio social acumulado al cabo de varias
generaciones.
No obstante, las privatizaciones constituyen uno de los ejes centrales de un régimen de
acumulación que tiene como características principales la concentración del capital y la
exclusión social. Este modelo tiene sus orígenes a mediados de los años setenta, por ende,
no puede ser explicado en toda su dimensión desconociendo los antecedentes políticos y
económicos que permitieron su implementación y legitimación, así como su vinculación a
nivel mundial con el proceso de internacionalización del capital.
A lo largo de la década de los noventa, la economía argentina (al igual que el resto de los
países latinoamericanos) sufrió graves desequilibrios financieros, como consecuencia de
una oferta de capitales fluctuante, con períodos de sobreoferta y etapas de fuerte retracción.
Por otro lado, no se progreso demasiado en la diversificación de la canasta exportadora
(formada básicamente por productos primarios) hacia productos con mayor valor agregado,
y, pese a lo pronosticado por los organismos internacionales promotores de las reformas
(BM, BID y FMI), la inversión en capital humano, infraestructura e innovación productiva
siguió siendo escasa.
135
En Argentina la profundidad de las reformas realizadas en los años noventa ha producido
una modificación radical de la estructura económica. En la mayoría de los casos, las
empresas privatizadas significaron en excelente negocio para los consorcios adjudicatarios
que gozaron, hasta el abandono del régimen de convertibilidad de exorbitantes márgenes de
ganancia en dólares (esto es admitido incluso desde la ortodoxia). Como resultado del
programa privatizador un reducido núcleo de empresas (en su mayoría extranjeras) pasó a
detentar un peso inédito en la economía del país.
En relación a la eficiencia social, si bien, es cierto que hubo aumentos en la productividad
laboral, estos no fueron trasladados a los usuarios, los que no se beneficiaron con tarifas
más bajas. A la vez que las mejoras en la cobertura de los servicios solo se perciben en
algunos sectores (telefonía, electricidad) y no en la generalidad de los casos. No obstante,
cabe mencionar también, los avances en los sectores de telefonía móvil, internet y GNC.
Con respecto a la equidad distributiva, en Argentina los supuestos efectos positivos
recibidos por los sectores más pobres, solo parecen comprobarse para el caso de la
electricidad mientras que en el resto de los casos el sesgo fue más bien regresivo.
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1. A modo de introducción
Si bien, en los últimos años se han incrementado las obras y los recursos económicos y
técnicos disponibles, la universalización de los servicios en el área de estudio es una tarea
que se demorará varios años. Por lo que, resulta indispensable la intervención estatal, en
tanto garante del derecho humano al agua, a fines de proteger a los hogares no abastecidos.
A lo largo del presente trabajo, se realiza en primer lugar un recorrido con respecto a las
implicancias del derecho humano al agua y la situación en Argentina; en segundo se
caracteriza la problemática en la periferia del AMBA y por último, se esbozan algunos
elementos de política pública.
En el ámbito internacional, la larga década del noventa se caracterizó por el avance del
sector privado en la gestión de los servicios públicos. En el caso del servicio de agua, la
inclusión del sector privado fue promovida por distintos organismos internacionales de
crédito y agentes involucrados en la industria del agua como forma de proteger el recurso
hídrico, aumentar la eficiencia, mejorar la calidad y lograr la universalización;
recomendación que alcanzó a objetivarse en las privatizaciones de las empresas
prestatarias.
Las privatizaciones se sustentaron en la concepción del agua como una simple mercancía
que prioriza el valor económico- derivado de su carácter escaso- y su asignación mediante
las leyes del mercado. Dicha mirada se reconoce ya en 1992 tras la Declaración de Dublín
sobre el Agua y el Desarrollo sostenible que se dio como conclusión de la Conferencia
Internacional sobre el Agua y el Medio Ambiente, realizada en la Ciudad de Dublín,
Irlanda; de la cual participaron los gobiernos de 100 países y representantes de 80
organizaciones internacionales. Cuyos principios rectores son:
1- El agua dulce es un recurso finito y vulnerable, esencial para sostener la vida, el desarrollo y el
medio ambiente.
1
Área Metropolitana de Buenos Aires: conurbación integrada por la Ciudad de Buenos Aires y 24 partidos de
la Provincia de Buenos Aires. Está conformada por los siguientes municipios bonaerenses: Almirante Brown,
Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, General San Martín, San Miguel,
José C. Paz, Malvinas Argentinas, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Merlo, Moreno, Morón, Ituzaingó,
Hurlingham, Quilmes, San Fernando, San Isidro, Tigre, Tres de Febrero y Vicente López. El AMBA ocupa
una superficie aproximada de 4.000 km2 y a la fecha del último censo nacional en 1991 representaba el
33,5% de la población total.
139
2- El aprovechamiento y la gestión del agua debe inspirarse en un planteamiento basado en la
participación de los usuarios, los planificadores y los responsables de las decisiones a todos los
niveles.
3- La mujer desempeña un papel fundamental en el abastecimiento, la gestión y la protección del
agua.
4- El agua tiene un valor económico en todos sus diversos usos en competencia a los que se destina y
2
debería reconocérsele como un bien económico.
Más allá de los continuos y reiterados fracasos de la gestión privada en lo que concierne al
logro de los objetivos sociales perseguidos, los organismos internacionales de crédito así
como los representantes de las mayores empresas trasnacionales del agua tales como el
consorcio Suez-Ondeo y los gobiernos a fines de países desarrollados continúan
promoviendo el camino de la privatización en instancias tales como el Foro Mundial del
Agua (organizado por el Consejo Mundial del Agua).
Tras las terribles secuelas que el proceso dejo en distintos países, el Comité de Derechos
Económicos y Sociales y Culturales, responsable de supervisar la aplicación del Pacto
Internacional de Derechos Económicos y Sociales y Culturales3 formuló la Observación
2
Para mayor detalle ver http://www.wmo.int/pages/prog/hwrp/documents/espanol/icwedecs.html
3
En 1966, en el seno de la Organización de las Naciones Unidas se adoptó el PIDESC que entró en vigor una
década después. El Pacto reconoce que no “puede realizarse el ideal del ser humano libre, liberado del temor
y de la miseria, a menos que se creen condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos” entre
las cuales se encuentran el derecho a trabajar, a la huelga, a la salud, etc. Sin embargo, el Protocolo
Facultativo recién fue aprobado en 2008.
General4 Nº 15 que se ubica en las “antípodas” de la Declaración de Dublín. La OG 15
reconoce que el derecho humano al agua se encuentra incluido en los artículos 11.1 y 12.1
del PIDESC que refieren al derecho a un nivel de vida digno y a la salud.
A su vez, precisó que los estados tienen la obligación de garantizar “el acceso a la cantidad
esencial mínima de agua, que sea eficiente y apta para el uso personal y doméstico y
prevenir las enfermedades” es decir todas las personas tienen el derecho de disponer de
agua “suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible”5 sin discriminaciones.
Particularmente, sostiene la responsabilidad de prestar atención a las personas y grupos que
enfrentaron dificultades para ejercer el derecho. De esta forma, si bien plantea que la
universalización del servicio por red puede lograrse de manera progresiva, los estados
están obligados a asegurar que la población tenga acceso de manera inmediata, para
lo que puede recurrir a otras alternativas como son el reparto de bidones de agua
potable, principalmente, a la población de riesgo.
4
Las Observaciones Generales procuran esclarecer las obligaciones de los estados partes y tienen un carácter
prescriptivo. Son dictadas por el Comité, equivalen a su jurisprudencia en relación con el contenido del pacto,
el cual es el único órgano de aplicación. Para más detalle ver Courtis, C y Abramovich, V (1997) Hacia la
exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales: Estándares internacionales y criterios de
aplicación ante los tribunales locales en La aplicación de los tratados sobre derechos humanos por los
tribunales locales, 1997. Págs. 283-350
5
Comité, DESC, Observación Nº 15.
141
agua, la generalidad refiere a que los servicios tienen que alcanzar a toda la población, por
lo que las prestatarias no pueden negar el servicio ya sea por la condición social, o
economica, etc. de los usuarios. En estrecha relación con lo anterior, la igualdad refiere a
que “todos los habitantes tienen derecho a gozar del servicio y se comprende en una
característica que a veces se menciona aisladamente: la igualdad o uniformidad, por
imperio de la cual todos tienen derecho a exigir el servicio en igualdad de condiciones”.
(Gordillo: 2003, 34)
Así también, la regularidad plantea que el servicio tiene que ser prestado en conformidad
con las regulaciones económicas, ambientales, sanitarias, de presión, etc. específicas,
acordados por las instituciones regulatorias. Mientras que a su vez, no puede ser
interrumpido, por lo que se tiene que garantizar, aunque sea el suministro mínimo. Por
último, la obligatoriedad impide a las empresas proveedoras a efectuar discriminaciones
entre los usuarios y por otro, obliga a los usuarios a conectarse cuando las redes se
encuentran aptas para su uso.
La República Argentina con una superficie de 3.761.274 km2 tiene una multiplicidad de
eco-regiones marcadas tanto por la abundancia como por el déficit del recurso hídrico que a
lo largo de su historia impactó en la distribución poblacional. No obstante, ya en el Siglo
XIX con el incremento del comercio Atlántico y del intercambio mercantil con el viejo
continente, el crecimiento económico y de la población se centralizó en Buenos Aires.
Mientras “en 1869 Buenos Aires era apenas “una gran aldea” sumamente austera de unos
200.000 habitantes, casas de una sola planta y calles polvorientas. En 1914, con cerca de
dos millones, se había convertido en la “capital el continente””.6 Es decir, el apogeo de la
capital de la nación y la emergencia de grandes infraestructuras se vinculan directamente
con el período de “valorización” de la Pampa Húmeda.
6
Para más detalle ver “Argentina. Plan Nacional de los Recursos Hídricos”. Coordinado por Rodríguez
Andrés. (2008), Buenos Aires, Ministerio de Planificación Federal, inversión pública.
7
Para mayor detalle sobre los antecedentes históricos del surgimiento de las redes ver Revistas Hydria Nº2,
pág. 7 y Nº13, pág. 22.
se depositaban los efluentes domésticos. Sin embargo, en 1880 cuando se federalizó la
ciudad los servicios pasaron al ámbito de la nación y, luego de distintas formas jurídicas, en
1912 se creó la empresa Obras Sanitarias de la Nación (OSN). Para prestar los servicios en
las principales ciudades del país, mientras que las poblaciones más pequeñas estuvieron a
cargo de las jurisdicciones provinciales, los municipios, o cooperativas locales, etc.
Catenazzi (2008) explica que las redes técnicas que suministran los servicios son “el
testimonio del lugar que la universalidad ocupa en la agenda pública”. En el caso de la
urbanización de la región en cuestión, siguiendo la periodización propuesta por Horacio
Torres (1990), Catenazzi (2004) distingue tres momentos que dan cuenta de diferentes
vínculos entre el acceso al agua y el servicio público. En primer lugar, el período que
comprende los años dorados, conocido como el “modelo social”, en donde la prestación
estuvo asociada al “hecho de ser ciudadano” y OSN, por los niveles de cobertura de los
servicios así como la calidad técnica de las operaciones se convirtió en una de las empresas
líderes del sector en América latina.
A partir de los años ´50 y ´60 se evidenció que la expansión de los servicios “no acompaño
al crecimiento de la demanda”, principalmente en los partidos del AMBA alejados de la
ciudad, ya que por un lado se privó del acceso “a la población que se incorporaba a las
áreas bajo jurisdicción de OSN”. Mientras que por otro, no se amplió el área de
jurisdicción de OSN, por lo que “la población que se incorporó en las últimas décadas lo
hizo en partidos en que OSN ni siquiera extendía su jurisdicción”. (Brunstein: 1995,22)
Más allá de lo cual cabe destacar que es durante la gestión de OSN que aconteció la mayor
expansión de las infraestructuras de redes financiadas, principalmente, con los aportes de
los propios usuarios y del Tesoro Nacional. En 1980, cuando la empresa proveía al 80% de
la población conectada en todo el territorio del país, el gobierno militar ordenó la
descentralización y transferencia a las provincias de la prestación, lo cual dio lugar al
surgimiento de 161 sistemas de provisión, en tanto OSN mantuvo bajo su jurisdicción a la
Ciudad de Buenos Aires y a trece partidos del conurbano. Si bien la transferencia se efectuó
143
“libre de pasivos” no se establecieron dispositivos de financiamiento orientados a
universalizar los servicios. Por lo que, la expansión quedo limitada por la redistribución
regresiva del ingreso en el marco de la crisis económica que dejó como legado las políticas
implementadas por la dictadura. (Azpiazu y Forcinito: 2004)
El tercer período se vincula con las reformas estructurales de la década del noventa, tras la
sanción de las Leyes de Emergencia Administrativa y Económica N° 23.696 y N° 23.6978,
la población no abastecida por los servicios así como la necesidad de mejorar la calidad de
la prestación fueron los argumentos centrales utilizados para promover en la sociedad la
privatización de OSN. En 1991 la Provincia de Corrientes se convirtió en pionera en llevar
adelante la privatización de los servicios prestados hasta entonces por la Administración de
Obras Sanitarias de la Provincia de Corrientes. De igual manera en 1993, el Estado
Nacional concesionó de forma integral OSN, la cual paso a manos del consorcio Aguas
Argentinas S.A., tras haber presentado el mayor descuento en la tarifa base respecto a la
vigente obtuvo la concesión. La experiencia se repitió también en las siguientes
jurisdicciones subnacionales: Formosa (1995); Tucumán (1995); Santa Fe (1995); Santiago
del Estero (1997); Córdoba (1997, sólo el servicio de agua); Mendoza (1998); Salta
(1998); Buenos Aires (1999, 2000); Misiones (1999); Catamarca (2000) y La Rioja (2002).
En el caso de Aguas Argentinas S.A. a poco de asumir la gestión, procuró renegociar las
tarifas, constituyendo su oferta inicial sólo una “oferta oportunista”9. A su vez, la gestión se
caracterizó por la creciente renegociación de los compromisos contractuales ligados,
principalmente, a la inversión y expansión de las infraestructuras. Tras múltiples
incumplimientos por parte de la concesionaria, en 2006 el Poder Ejecutivo Nacional
rescindió su contrato y creó en su reemplazó Aguas y Saneamientos Argentinos (AYSA)
cuyas acciones corresponden en un 90% al Estado Nacional y en un 10% a los empleados
mediante el Programa de Participación Accionaría. 10 A poco de asumir la gestión AYSA
8
Por un lado, la Ley de reforma del Estado Nº 23696 estableció que las empresas públicas podían ser
privatizadas mediante decretos de Necesidad y Urgencia emanados por el Poder Ejecutivo Nacional, a la vez
autorizó el despido de empleados estatales y otorgó la posibilidad a los acreedores del Estado y/o a sus
empresas a capitalizar sus créditos mediante la adquisición de las firmas. Por otro, la Ley Emergencia
Económica Nº 23.697 cuyo objetivo apuntó a reestructurar el gasto estatal mediante la suspensión de los
regímenes de promoción industrial y todo otro tipo de subsidio o exención impositiva al sector privado. A su
vez, estableció un trato equivalente para el capital nacional y el extranjero, la remisión sin limite de utilidades
al exterior y la suspensión del régimen de compra nacional.
9
Ver, entre otros, Lentini, E. (2004) La regulación de los servicios de agua y saneamiento: el caso de la
concesión de Buenos Aires. Rega Vol. 1 nº2 y Abdala, M y Spiller, P. (1999) Instituciones, contratos y
regulación en Argentina, Editorial Temas.
10
Los impactos socioeconómicos de las privatizaciones de los servicios de agua potable y saneamiento en la
región metropolitana de Buenos Aires han sido abordados en numerosas investigaciones (García (1998);
Solanés y Peña (2003); Lentini (2000); Azpiazu; Catenazzi y Forcinito (2004); Azpiazu y Forcinito (2002);
Azpiazu y Schorr (2006); Schorr (2004), entre otros). Para un seguimiento de la situación en la pos
convertibilidad ver Azpiazu, D y Bonofiglio, N. (2006).
presentó un Plan Rector que tiene como propósito central lograr la universalización de los
servicios. Lo cual cuenta con el apoyo de distintos programas financiados por nación,
principalmente el programa “Agua más trabajo”11.
Según los datos del censo de 2001, la cobertura del servicio de agua en la Argentina se
encontraba en el orden del 78%, lo que representa 7.700.000 ciudadanos sin cobertura,
mientras que en el caso de los desagües cloacales el 43%, con 21 millones de personas sin
acceso a las redes. Si bien en los últimos años se evidencian ciertas mejoras en la prestación
del servicio y en la expansión de las infraestructuras, particularmente en el conurbano
bonaerense. Aún resta bastante para alcanzar las Metas de la Cumbre del Milenio que
plantean lograr para 2015 el 90% de la población conectada al servicio de agua y del 75%
conectado al servicio de desaguas cloacales. 12
Mientras la Carta Magna otorga a la Nación la responsabilidad de “dictar las normas que
contengan los presupuestos mínimos de protección”14 y a las provincias “el dominio
originario de los recursos naturales existentes en su territorio”15 así como la potestad de
11
El Programa es implementado y coordinado por el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento,
(ENOHSA). Abarca a los aglomerados que presentan déficit de cobertura y cuya población se encuentre bajo
riesgo sanitario. Se implementa a partir de cooperativas integradas por desocupados o beneficiarios de planes
sociales.
12
Para más detalle ver “Argentina. Plan Nacional de los Recursos Hídricos”. Op.cit.
13
En 1966, en el seno de la Organización de las Naciones Unidas se adoptó el PIDESC que entró en vigor una
década después. El Pacto reconoce que no “puede realizarse el ideal del ser humano libre, liberado del temor
y de la miseria, a menos que se creen condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos” entre
las cuales se encuentran el derecho a trabajar, a la huelga, a la salud, etc. Sin embargo, el Protocolo
Facultativo recién fue aprobado en 2008.
14
Constitución Nacional, artículo 86.
15
Constitución Nacional, artículo 124
145
reglamentar su aprovechamiento, defensa y conservación. No hay un reconocimiento
explicito en el sistema jurídico del derecho humano al agua, contrariamente a lo que
sucede en países como Uruguay, Ecuador y Bolivia16, ni una ley nacional que sustente
una política de los recursos hídricos en todo el territorio. 17
A fines de avanzar en una política de estado y definir los cimientos de un “sistema jurídico
e institucional” que garantice la gestión integrada de los recursos hídricos. En 2003 se
firmó el Acuerdo Federal del Agua y los Principios Rectores de Política Hídrica por parte
de la Nación, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como pedido de la
Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación. El Acuerdo incluyó la adopción de los
Principios Rectores y el compromiso de compatibilizarlos e instrumentarlos en las
normativas y políticas de las jurisdicciones; así como crear y reconocer el Consejo Hídrico
Federal (COHIFE) como lugar para la definición de la política hídrica nacional; enviar el
documento al Congreso de la Nación para su conocimiento y objetivación a través de una
norma; y promover los procedimientos necesarios para la ratificación del Acuerdo en las
jurisdicciones. En relación al acceso al agua y al saneamiento, el Principio Rector nº8
sostiene que:
“El consumo de agua no potable y la falta de servicios de saneamiento adecuados constituyen causas
principales de enfermedades que impactan negativamente en el desarrollo de las comunidades, la
salud de la población y la integridad de los ecosistemas. La atención a estos problemas exige la
integración de las cuestiones relativas al agua potable y al saneamiento en las políticas de gestión de
los recursos hídricos y la disponibilidad de recursos financieros permanente para mejorar y aumentar
las coberturas de agua potable y saneamiento para la totalidad de la población urbana y rural.
Asimismo, el impacto de la contaminación directa e indirecta sobre las fuentes de agua destinadas al
consumo humano requiere el desarrollo de investigaciones sistemáticas sobre la incidencia de su
18
calidad en los indicadores de salud de la población.”
16
La Constitución de Uruguay es pionera en el mundo en reconocer el derecho al agua en 2004, tras la
reforma del artículo 47 incluyó “El agua es un recurso natural esencial para la vida. El acceso al agua potable
y el acceso al saneamiento, constituyen derechos humanos fundamentales” y 47.3 “El servicio público de
saneamiento y el servicio público de abastecimiento de agua para el consumo humano serán prestados
exclusiva y directamente por personas jurídicas estatales”. Así también la Constitución de Ecuador, publicada
en 2008, en su artículo 12 señala que “El derecho humano al agua es fundamental e irrenunciable. El agua
constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y
esencial para la vida”. De igual manera la Constitución Política de Bolivia, promulgada en 2009, plantea en el
Artículo 20: III que “El acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos, no son objeto de
concesión ni privatización y están sujetos a régimen de licencias y registros, conforme a ley”.
17
En la órbita nacional sólo se promulgó la Ley Nº 25.688/2002 denominada Régimen de Gestión Ambiental
de Aguas que legisla en materia de cuencas interjuridisdiccionales y crea los comités de cuencas como
organismos federales de asesoramiento.
18
Para mayor detalle ver “Principios rectores de Política Hídrica de la República Argentina” Acuerdo Federal
del Agua, Buenos Aires, 8 de agosto de 2003.
Si bien en diciembre de 2008 se sancionó la Ley 26.438 que ratificó el Acta Acuerdo, la
Carta orgánica y las Principios Rectores. La Ley Marco de Política Hídrica que retoma los
principios del acuerdo, luego de un pronunciado descanso en el Congreso, perdió estado
parlamentario. La falta de acceso refuerza las desigualdades y asimetrías existentes en la
estructura social a lo largo de todo el territorio nacional.
19
Se conoce como desvinculado, ya que se encuentra dentro de un área concesionada pero no está integrada a
la concesión.
147
Sin embargo, a pesar que el acceso al agua mediante el sistema de redes se considera la
opción que ofrece mayores garantías de protección, tanto de la salud de la población como
del medio ambiente y reconociendo las inversiones que desde la jurisdicción nacional y
provincial se han efectuado en los últimos años. La falta de extensión de los servicios
centralizados, organizados institucionalmente y regulados por el Estado obliga a amplios
sectores a solucionar el acceso de manera individual, mediante alternativas que incluyen
diferentes grados de seguridad y se nutren de conocimientos y tecnologías desarrolladas
mucho antes del surgimiento de las redes.
Si bien tal como señalan Catenazzi y Kullok (1997) ante la falta de acceso al servicio una
parte de la población se abastece mediante sistemas vecinales, conexiones a las redes
clandestinas y sistemas oficiales de distribución de agua potable o envasada (especialmente
cuando el recurso del subsuelo está contaminado). En la periferia del AMBA el suministro
se encuentra garantizado por la posibilidad de extraer agua de los acuíferos mediante
perforaciones individuales realizadas por pequeñas empresas que operan en los partidos.
Es así que mientras, por un lado la mayor parte de la población que habita la Ciudad de
20
Buenos Aires y los partidos del primer cordón del conurbano abastecidos, mayormente
por AYSA, acceden al agua por medio de las redes físicas que se desplazan en el territorio.
Otra parte que reside, especialmente, en los partidos más pobres del segundo cordón, tales
como los Partidos de José. C. Paz, Malvinas Argentinas, Moreno y San Miguel, bajo el área
de concesión de ABSA, al residir en lugares no conectados a las redes se encuentra
obligada a resolver el acceso mediante formas individuales y circuitos mercantiles.
Los partidos con menor cobertura se localizan a mayor distancia de la Ciudad de Buenos
Aires y experimentaron un proceso de “autourbanización”, que incluyó el desarrollo de
complejas estrategias para acceder a los distintos servicios públicos, y la
21
“autoconstrucción” de las viviendas, características de las décadas ´40, ´50 y ´60. Lo cual
22
se efectúo en el marco de los “loteos populares” , a bajo precio, llevados adelante por
20
La “primer corona” comprende los Partidos: Vicente López, San Martín, Tres de Febrero, Morón, Lanas,
Hurlinghan, Ituizangó, Lomas de Zamora, Avellaneda y Quilmes. La “segunda corona” los Partidos: José. C.
Paz, Malvinas Argentinas, San Miguel, Merlo, Moreno, La Matanza, Esteban Echevarría, Ezeiza, Almirante
Brown, Florencio Varela, Berazategui.
21
Entendemos por autoconstrucción “el proceso llevado a cabo por los propios usuarios para producir su
vivienda, pero son contados los casos en que el trabajo necesario es aportado en su totalidad por ellos”. La
autoconstrucción promovida por los estados latinoamericanos y las agencias internacionales se ha
caracterizado, entre otras cosas, por imponer a los usuarios la compra de un terreno; alejar a los usuarios de
sus fuentes de trabajo, al situarlos en terrenos en la periferia; etc. (Ramírez Saiz: 1993).
22
Los "loteos económicos" constituyeron la aglomeración en un anillo continuo de norte a sur que abarcó la
parte externa de los partidos de la primera corona y la mayor parte de los de la segunda corona. “En este
mismo anillo, a modo de enclaves, también se localizaron los desarrollos fuera del mercado, las "villas
miseria" (aunque también se establecieron "villas" en zonas centrales).”. En la década del ´90, los nuevos
enclaves fueron enclaves ricos, ubicados en partidos de la tercera corona. (Torres: 1998)
empresas inmobiliarias, cuyos destinatarios fueron trabajadores urbanos, de menores
ingresos, favorecidos con las políticas nacionales implementadas que incluyeron, entre
23
otras cosas, los subsidios a los transportes públicos, la extensión de las líneas férreas ,
créditos para la vivienda a través del Banco Hipotecario Nacional, etc. Los loteos
constituyeron un trazado en el suelo, sin construcciones materiales, asfaltos, provisión de
servicios básicos de alta demanda social, etc. (Torres: 1993). Dicho proceso se sustentó,
principalmente, en la participación de los asalariados en el producto nacional, la
financiación a largo plazo, y las bajas exigencias urbanísticas. (Clichevsky: 1975). Con lo
que además “se generó una ecuación por la cual los sectores asalariados transfirieron
importantes recursos -en renta del suelo- a la empresas de loteadoras para acceder a
periferias con nulas condiciones de calidad urbana” (Del Río: 2009, 4)
La desigual cobertura del servicio de agua por red que se visualiza actualmente en el
AMBA afecta a los sectores más postergados de la estructura social, tal como se observa en
el cuadro 1 y tiene como trasfondo el proceso de autourbanización específico que afectó al
AMBA; la interrupción de la política de universalización de los servicios por redes, así
como la necesidad imperiosa de sustituirlos mediante estrategias individuales.
Cuadro 1: Indicadores socioeconómicos de los partidos con menor cobertura de los servicios dentro de la
concesión de ABSA
23
En donde la nacionalización de los ferrocarriles, llevada adelante bajo la presidencia de Juan. D. Perón,
constituyó un factor determinante en la expansión física de la trama urbana.
149
acceso domiciliario, los partidos con menores niveles de cobertura si bien pertenecen al
AMBA nunca han estado bajo el área de jurisdicción de la empresa nacional, ya sea cuando
era OSN; Aguas Argentinas S.A. (luego de la privatización) o AYSA (a partir de su re-
estatización). En cambio han estado y permanecen estando bajo jurisdicción de la Provincia
de Buenos Aires.
Desde 1973 y hasta fines de la década del noventa, la provisión en dichos distritos y en
otros partidos que no integran el AMBA, pero si pertenecen a la provincia estuvo a cargo
del Estado provincial en forma directa mediante la histórica Administración General Obras
Sanitarias de la Provincia de Buenos Aires (AGOSBA). Es durante dicho período que se
alcanzan a extender la mayor parte de las redes y del resto de las infraestructuras básicas
que hacía fines de 1999 fueron concesionadas a empresas privadas.
Dicho proceso se logró luego de arduas negociaciones, el argumento central que operó fue
la necesidad de expandir las redes hacía las áreas menos favorecidas así como mejorar la
eficiencia. Para lo cual, en forma previa fue necesario la sanción del marco regulatorio (Ley
11.820/1996) que dejó de contemplar la posibilidad que el propio Estado provincial
continuara haciéndose cargo de la prestación. A diferencia de lo acaecido con OSN, el
Poder Ejecutivo Provincial (PEP) dividió el territorio en dos áreas de concesión y en la
adjudicación de cada una primó el criterio de mayor canon ofrecido.
Mientras en el área más rentable (zona A) ingresó Azurix S.A., consorcio liderado por el
grupo energético Enron, tras ofrecer un cánon de $ 438.555.554, en un marco de paridad
uno a uno del peso argentino con el dólar de los Estados Unidos.24 En la segunda (zona B)
ingresó Aguas del Gran Buenos Aires S.A., consorcio integrado por el grupo italiano
Impregilo, y los españoles Aguas de Bilbao Bizkaia y Dycasa25, luego de ofrecer un cánon
de $1.260.000.
24
El régimen de convertibilidad fue mantenido desde el 1 de abril de 1991 hasta el 6 de enero de 2002. Se
abandonó tras la sanción de la Ley Nº 25.561 (de “Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario”)
que estableció, entre otras cosas, la “desdolarización” y “desindexación” de todas las tarifas de los servicios
públicos, y la renegociación de los contratos con las proveedoras.
25
La zona A abarcó las siguientes localidades y partidos: 1) Adolfo Gonzáles Cháves: Gonzáles Chaves; 2)
Bahía Blanca: Bahía Blanca, Cabildo, Genrral. Cerri, Ing. White; 3) Coronel Marina Rosales: Punta Alta, Va.
Gral. Arias: 4) General. La Madrid: General. La Madrid, La Colina: 5) Guamini: Guamini; 6) Patagones:
Carmen de Patagones, J. A. Pradere, Stroeder, Villalonga; 7) Salliquelo: Salliquelo; 8) San Cayetano: San
Cayetano; 9)Tornquist: Tornquist; 10) Tres Arroyos:: Copetonas, 11) Villarino: Pedro Luro, Mayor
Buratovich, Médanos, Hilario Ascasubi; 12) Berisso: Berisso, 13) Ensenada: Ensenada; 14) La Plata: La
Plata, City Bell, Gonnet, Villa Elisa; 15) Magdalena: Magdalena; 16) Punta Indio: Verónica, Pipinas; 17)
Florencio Varela: Florencio Varela; 18) Presidente Perón: Guernica, América Unida, 19) San Vicente: San
Vicente, A Korn, Domselaar; 20 Bragado): Bragado; 21) Carlos Casares: Carlos Casares, Bellocq, Cadret,
Hortensia, Moctezuma, Smith; 22) Carlos Tejedor: Carlos Tejedor, Timote, Cnia. Seré, Curarú, 23)
Chivilcoy: Chivilcoy; 24): General Arenales: General Arenales, 25) General Viamonte: General. Viamonte;
26) General Villegas: General Villegas, Sta. Regina, Va. Sauze, 27) Leandro N Alem: Vedia; 28) Lincoln:
Lincoln, Pasteur, C.M. de Hoz, Bayauca, C.Salas; 29) Navarro: Navarro, Las Marianas, J.J. Almeyra; 30)
En el caso de AZURIX S.A, luego de 2 años de gestión caracterizados por amplios
incumplimientos vinculados a la renovación de las cañerías, la expansión del servicio, las
metas de micromedición, etc. y, fundamentalmente, tras la retirada de la propia empresa en
marzo de 2002. El PEP mediante el Decreto Nº 508/02 por el que rescindió su contrato por
“culpa del concesionario”. Seguido a lo cual, sancionó el Decreto Nº 517/02, ratificado
con la Ley 12989/02, en el que declaró la “emergencia pública sanitaria y social” de los
servicios en las zonas prestadas por la empresa y posteriormente creó ABSA para asumir la
prestación.
No obstante en el caso de AGBA, cuya área de concesión incluía las localidades con
mayores niveles de población no servida y vulnerabilidad, a pesar de que la empresa
incumpliera de igual manera que Azurix S.A. con los objetivos sociales perseguidos en el
contrato de concesión recién a mediados de 2006, el PEP rescindió su contrato. Desde
entonces el área de concesión pasó a integrar la Región Metropolitana Oeste de ABSA.
En el plano institucional, los servicios de agua y desagües por redes están a cargo de la
Subsecretaria de Servicios Públicos, dependiente del Ministerio de Infraestructura,
Vivienda y Servicios Públicos (MIVSP). Mientras ABSA tiene a su cargo las tareas
operativas que incluyen la captación y tratamiento del agua cruda, su abasto y distribución;
así como la gestión de las instalaciones de tratamiento, depósito y redes. El control y
fiscalización del servicio de agua y drenaje se encentra a cargo del OCABA y las tareas de
regulación del Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos. Por último,
pero no menos importante, se halla la Autoridad del Agua, quién ejerce el poder de policía
sobre todas las actividades ligadas al agua. El marco regulatorio lo conforma el Decreto N°
878/200326, sancionado bajo el gobierno provincial de Felipe Sola, por la cual se derogó la
Ley 11.820/1996, sancionada como camino a la privatización; en una práctica difundida en
Nueve de Julio: Nueve de Julio, French - M.B. Gonnet; 31) Pehuajó: Pehuajó, Salazar; 32) Ramallo: Ramallo,
Va. Ramallo, Va. General Savio, El Paraíso; 33) Suipacha: Suipacha, 34) Ayacucho: Ayacucho; 35) Dolores:
Dolores, Sevigne; 36) General Paz: Ranchos; 37) General. Alvear: General Alvear; 38) General Belgrano:
General. Belgrano; 39) General Guido: General Guido, Albarden; 40) General Juan Madariaga: General
Madariaga; 41 General Lavalle: General Lavalle; 42) Las Flores: Las Flores; 43) Maipú: Maipú; 44) Mar
Chiquita: Coronel Vidal, Coronel Pirán, Vivoratá, S.C. del Mar; 45) Monte: San Miguel del Monte; 46) Pila:
Pila; 47) Roque Pérez: Roque Pérez, C. Beguerie; 48) Tapalque: Tapalque; 49) Villa Gesell: Villa Gesell.
Mientras que la zona B abarcó las localidades y Partidos de José. C. Paz, San Miguel, Malvinas Argentinas,
Moreno, Merlo, Rodríguez y Escobar (Belén).
26
Reglamentado mediante el Decreto 3289/04, modificado, a su vez, por el Decreto 2231/03 y finalmente,
ratificado por el artículo 33 de la Ley de Presupuesto 13.154/04.
151
los años noventa tendiente a reemplazar leyes aprobadas en el parlamento con decretos del
PEP.27
27
Otra de las prácticas heredadas de los años noventa, que aún se observa, es la sanción de marcos
regulatorios y la creación de entes de regulación y control
Bonaerenses transporte, distribución y comercialización del agua potable, la 517/2002, Ley
Sociedad colección, tratamiento, disposición y eventual reutilización y/o 12989/2002,
Anónima comercialización de desagües cloacales. Decreto
(ABSA) 878/2003
Fuente: Elaboración propia en base a los datos del Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Servicios
Públicos, de la Subsecretaría de Modernización del Estado, la Autoridad del Agua, el Organismo de Control
de Aguas de Buenos Aires y Aguas Bonaerenses S.A.
Si bien entre uno de los principales problemas que enfrenta la provincia se relaciona con la
imperiosa necesidad de mejorar la calidad de los servicios brindados por las prestatarias así
como expandir la cobertura en gran parte del territorio. En la medida que el servicio no se
encuentre al alcance de todos los hogares tiene que velar de manera impostergable,
porque la población solucione el acceso mediante alternativas seguras para su salud y
la protección del ambiente. Tal como establece la OG 15 que reconoce el derecho
humano.
Contrariamente a lo que acontece en los servicios centralizados, las regulaciones del Estado
provincial en las áreas sin redes no han experimentado transformaciones significativas en
las últimas décadas y se relacionan, principalmente, con el establecimiento de normas
técnicas. La principal norma de referencia es la Ley 5376 de 194828, reglamentada un año
después mediante el Decreto 2923, en el marco de la incipiente suburbanización. A pesar
del crecimiento de la población, el proceso de autoconstrucción y el deterioro de los
acuíferos, producto de años de explotación, la norma no se ha modificado. Por lo que, hasta
altura parte de su articulado como: la exigencia de “certificado de aprobación de la fuente
de provisión de agua”29 para autorizar la construcción de una vivienda; que las
perforaciones domiciliarias se ubiquen “en el sitio más alto posible”30; la distancia de las
28
El Código de Aguas establece que mientras el Poder Ejecutivo no ejerza las atribuciones que le otorgan el
Artículo 2 del código, continúan vigentes las disposiciones presentes en la Ley 5376. Art. 181.
29
Ley 5376, artículo 5.
30
Decreto 2923, artículo 1.
153
mismas con las fuentes de contaminación31 son de dudosa aplicación efectiva si es que en
algún momento lo fueron. Más aún parecieran no contemplar que en zonas con alta
densidad de población, con decenas de viviendas por manzana; si bien un propietario puede
controlar en su vivienda, en el mejor de los casos y conociendo las recomendaciones, la
distancia entre la ubicación de la perforación de agua y el “pozo ciego”, las posibilidades
de control de las distintas fuentes de contaminación se tornan poco alcanzables.
5. A modo de cierre
La carencia del servicio de agua produce, al menos dos problemáticas vinculadas de forma
directa, por un lado un alto deterioro de la calidad de vida de quienes están obligados a
abastecerse mediante otras alternativas; mientras que por otro lado impacta fuertemente en
el recurso hídrico.
En las zonas más alejadas de la Ciudad de Buenos Aires, al interior del AMBA, frente a la
imposibilidad de acceder al agua por red, los hogares contratan los servicios que brindan
pequeñas empresas que realizan perforaciones domiciliarias y luego autogestionan su
propio servicio. Situación que a lo largo del tiempo consolidó un “modelo individualista de
explotación”32 que emergió como alternativa sustituta, en nichos vacantes que no fueron
considerados durante la gestión estatal de OSBA ni la gestión a cargo de las privatizadas.
Es más trascurridos varios años de gestión a cargo de ABSA, continúan invisibilizados.
A su vez, los impactos de la explotación masiva de los acuíferos, así como de la creciente
contaminación producida por los propios “pozos ciegos”- los lugares de depósito de los
31
El artículo 4 del Decreto 2923 dispone que tienen que existir, entre la perforación de agua y las cañerías
cloacales 15 metros de distancia.
32
Pedro Arrojo (2000, 17) utiliza esta definición para dar cuenta del modelo de explotación de las aguas
subterráneas que predomina en España; donde el acceso al agua para regadío se efectúa mediante
perforaciones individuales. En dicho trabajo centra la atención en la valoración económica del recurso
subterráneo.
efluentes cloacales en área sin acceso a las redes- más los diversos contaminantes ligados a
la actividad industrial y agropecuaria; han generado un grave deterioro de la calidad de los
reservorios de agua subterránea. Lo que ocasionó, en las últimas décadas, que los hogares
no abastecidos tengan que construir perforaciones más profundas para extraer agua que les
ofrezca mayor seguridad. De seguir dicha situación es esperable, como sucede en otras
parte del mundo, y tal como señala Bruzzone (2009, 81) que “los costos de bombeo
aumentan cada vez más, y los pozos rinden cada vez menos”.
Herrero (2004) explica que los problemas ambientales tienen un “carácter procesal y
acumulativo”, por lo que, en la actualidad existen efectos ambientales negativos
provocados por acciones pasadas; problemas ambientales en que las causas y los efectos
están vigentes; y problemas ambientales futuros que pueden derivarse de acciones e
impactos ambientales presentes. 33
Si bien en los últimos años la problemática se ha instalado como una cuestión socialmente
problematizada en la agenda pública. La atención se mantiene centrada en la prestación de
los servicios por redes y la intervención estatal ha apuntado al financiamiento de la
construcción de obras de expansión hacía las áreas periféricas. Sin embargo, considerando
que la universalización del servicio es una tarea que, incluso con la profundización de las
tareas en el sector, tardará algunos años. Se torna relevante considerar la implementación,
de manera urgente, de políticas públicas que atiendan a la población excluida del servicio.
Lo cual demanda la intervención del Estado en una problemática que hasta el momento se
encuentra omitida y que afecta a los sectores más débiles que habitan los espacios urbanos
más postergados.
33
Aunque en relación a la calidad del agua subterránea, tal como explica Herrero (2008) no existe un estudio
regional actual que dé cuenta de la situación de los acuíferos. No obstante están disponibles distintos trabajos
efectuados por instituciones y organizaciones, entre los que se encuentran los realizados por el Instituto del
Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento en el marco de los diagnósticos ambientales de
los municipios en San Miguel (Herrero y Ramírez, 2001); Pilar (Herrero et al 2002); Ituizangó (Fernández y
Reboratti, 2003); de Malvinas Argentinas (Fernández, Fourinier y Codnia, 2004); José. C. Paz (2005), etc. En
los cuales tras analizar la presencia de E. Coli y la concentración de nitratos se encontró niveles elevado de
contaminación y enfermedades relacionadas con el consumo de agua contaminada (diarrea, hepatitis, etc.), así
como la muerte de lactantes por metahemoglobinemia.
Por otro lado, también en un estudio del Partido de Escobar realizado por Busso y Santa Cruz (2005) se
encontró una “elevada correlación” entre la concentración de nitratos y los valores de coniformes totales en
áreas sin conexión a las redes. Para mayor detalle recomendamos ver Herrero (2008, 40-41).
155
camiones cisternas, agua embotellada, etc.) a la población de riesgo: niños pequeños,
mujeres embarazadas, y personas mayores. A lo cual se suma, la necesidad de promover la
enseñanza y capacitación en torno a prácticas tendientes a proteger el recurso hídrico,
elemento vital para el desarrollo de la vida, y más precisamente de los acuíferos, en tanto
reservorios de agua dulce de las próximas generaciones. Para lo que, la construcción de
perforaciones y sistemas de desagües adecuados y su mantenimiento conforma un punto de
partida. Así también la enseñanza de procesos correctos de potabilización doméstica del
agua y la realización de análisis químicos y bacteriológicos.
La incorporación de dichos contenidos en las currículas, desde los tramos iníciales, como
parte de los saberes transmitidos por la institución escolar, demanda también la
capacitación de los educadores y la generación de materiales didácticos y de divulgación;
así como la incorporación de organizaciones no gubernamentales y de los medios masivos
de comunicación en lo que concierne a la difusión.
Por último, resulta necesario pensar formas de regulación de la actividad que efectúan las
empresas que se dedican a la práctica de perforaciones y realizar controles. A fines de
proteger la salud de la población afectada y del recurso subterráneo. Las medidas no
pueden cernirse, como hasta el momento, en la mera inscripción en un registro de empresas
y profesionales en la Autoridad del Agua. Tarea que requerirá sin dudas la articulación de
los esfuerzos con los municipios, el desarrollo de capacitaciones a los perforistas y la
creación de un reglamento para la construcción, etc.
Bibliografía
157
EL DESEMPEÑO PETROLERO ARGENTINO EN LA POST-CONVERTIBILIDAD
Pablo Barneix
(Profesor Universitario en Economía.
Maestrando en Historia Contemporánea, Becario en investigación y docencia de UNGS)
Introducción
El presente informe pretende realizar un análisis del desempeño del sector petrolero
argentino considerando particularmente los cambios que se produjeron entre 2002 y 2009.
La relevancia del sector petrolero radica en su carácter estratégico en la actual etapa de
crecimiento económico de la Argentina. En este sentido, no debe perderse de vista, que
tanto el petróleo1 como el gas natural2 son recursos no renovables con escasas posibilidades
de sustitución en plazos acotados, si bien resulta necesario por razones sociales y
ecológicas su reemplazo por fuentes de energía no contaminantes en el futuro.
1
Petróleo: Líquido que se encuentra en los estratos superiores de la Tierra y consiste en una compleja mezcla
de hidrocarburos con otras sustancias. A partir del mismo y en distintas proporciones pueden obtenerse
gasolinas, naftas y varios otros subproductos a través de distintos procesos de separación y refinación. //
Hidrocarburo: Cada uno de los compuestos químicos resultantes de la combinación del carbono con el
hidrógeno. //Petróleo crudo o crudo: Se llama así al petróleo en su estado natural (aún contiene gas), sin
refinar.
2
Gas natural: Forma gaseosa del petróleo que ocurre bajo la tierra. Contiene principalmente, metano, etano,
propano, butanos, pentanos y hexanos; más otros elementos no hidrocarburos como nitrógeno, anhídrido
carbónico, gas sulfídrico. Se produce conjuntamente o separado del petróleo.
Las industrias del petróleo y del gas involucran una serie de etapas desde los yacimientos
hasta la utilización de los productos energéticos en los domicilios e industrias que requieren
de enormes inversiones debido a la existencia de economías de escala. Estas etapas son la
exploración y la extracción, el transporte de las materias primas, su procesamiento y la
distribución y la comercialización.
La exploración permite localizar nuevos yacimientos de petróleo y gas natural. Una vez
identificados se realizan perforaciones en el subsuelo para confirmar la presencia de
petróleo o gas y estimar si las reservas existentes justifican la explotación. La extracción se
produce a través de pozos perforados, equipos de bombeo y equipos para separar el
petróleo del agua. Desde las zonas de extracción el petróleo y el gas deben ser
transportados hasta las refinerías y plantas de tratamiento del gas a través de redes de
oleoductos, gasoductos y/o buques petroleros.
Los productos derivados del petróleo llegan al mercado a través de poliductos, camiones
cisterna, tanques petroleros, barcazas, hasta los distribuidores (estaciones de servicio) o
grandes consumidores (centrales térmicas, industrias, etc.). El gas natural se distribuye a
industrias, centrales generadoras de energía eléctrica, estaciones de GNC3, además a través
de redes administradas por medio de varias empresas privadas se abastece a los usuarios
residenciales.
3
El Gas Natural Comprimido (GNC) es el gas natural que ha sido comprimido para propulsión de automotor.
El GNC es almacenado en cilindros a alta presión (200 bar o sea alrededor de 200 Kg/cm2) y puede usarse
como combustible alternativo en cualquier vehículo alimentado a nafta con sistema a carburador o sistema de
inyección.
4
Las cuencas sedimentarias son los lugares donde se dieron las condiciones geológicas para la formación de
hidrocarburos y se distribuyen en distintas partes del país.
159
provincia de Mendoza, Neuquén, Río negro y La Pampa; la cuenca Golfo de San Jorge se
corresponde con las provincias de Chubut y el norte de Santa Cruz; y la Austral con el sur
de Santa Cruz y Tierra del Fuego (tanto el área “on shore”, como “off shore”) más
territorios pertenecientes al Estado Nacional.
De las cinco cuencas en explotación, la cuenca Golfo San Jorge que tiene su epicentro en
Comodoro Rivadavia es la más importante dado que concentra más del 60% de las
reservas5 de petróleo y cerca del 10 % de las de gas natural; le siguen la cuenca Neuquina
que posee el 25% de las reservas de petróleo y el 43% de las de gas natural, y la Austral
que concentra el 28% de las reservas de gas y 4% de las de crudo. Muy por debajo se
ubican la cuenca del Noroeste (19 % de las reservas de gas natural y 2 % de las de petróleo)
y la cuenca Cuyana (6 % de las reservas de petróleo y 1 % de las de gas natural).
Gráfico 1
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) y la Secretaría
de Energía de la Nación
Gráfico 2
5
Reservas: Consisten en el volumen estimado de petróleo crudo, gas natural, gases líquidos naturales, y otras
sustancias asociadas que se consideren comercialmente recuperables de acumulaciones conocidas conforme a
información previa, bajo condiciones económicas existentes, prácticas operativas establecidas, y bajo leyes y
regulaciones en vigencia en ese momento. La información necesaria para la determinación estimada de dichas
reservas se obtiene de interpretaciones geológicas y/o datos de ingeniería disponibles al momento de dicha
estimación.
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) y la Secretaría
de Energía de la Nación
2 Escenario internacional
6
Según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
7
Según datos publicados por Agencia Internacional de Energía (AIE).
161
(Organización de Países Exportadores de Petróleo8) dan cuenta de entre el 60 y el 70 % de
las reservas mundiales de crudo. De los once países que la integran las mayores reservas se
ubican en Arabia Saudita (20,4 %), seguida de Irán (10 %) e Irak (9 %).
De esta manera, todos los principales actores del mercado petrolero interactúan entre sí en
el marco de dos grandes bloques. Por un lado, los mercados de competencia para crudos
conformados por la Bolsa de Nueva York (NIMEX, la mayor plaza mundial en el negocio
de futuros de petróleo y sus derivados) donde cotiza el barril de crudo West Texas
Intermediete (WTI), la Bolsa de Londres (que usa como referencia en Europa el petróleo
Brent del Mar del Norte) y la Bolsa de Dubai9 (el precio del crudo Dubai proveniente de
Emiratos Árabes Unidos reemplazó virtualmente al Arabian Light como valor referente
para el comercio o intercambio de crudos del Golfo Pérsico), en el que hay muchas
transacciones intra-firma. Y por otro lado, un bloque administrado que son los ofertantes de
la OPEP.
Con respecto a la acción de la OPEP, debemos tener en cuenta que, por un lado, existen
diferencias internas y algunos de sus miembros son más proclives que otros a los efectos de
los factores geopolíticos. Y Por otro lado, la competencia de las reservas, capacidades de
producción y costos provenientes de otros ofertantes, principalmente Rusia, Noruega,
Canadá y México que no forman parte del bloque, resulta otro limitante en su capacidad
estratégica de administrar la oferta global de crudo.
8
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) está integrada por Arabia Saudí, Iraq, Irán,
Kuwait, Venezuela (países fundadores), Qatar, Libia, Emiratos Árabes Unidos, Nigeria, Ecuador, Angola y
Argelia. Creada como respuesta a la baja del precio oficial del petróleo acordada unilateralmente por las
grandes compañías distribuidoras en agosto de 1960 (que eran extranjeras). Sus fines son: la unificación y
coordinación de las políticas petroleras de los países miembros, con la defensa de sus intereses como naciones
productoras.
9
La Dubai Holding es la primera bolsa de contratos de futuros de petróleo en el Medio Oriente. Un grupo de
empresas propiedad del príncipe de la Corona controla el 50 %, mientras que la otra mitad corresponde al
NIMEX.
estimaciones indican que la demanda seguirá en ascenso en las próximas décadas
motorizada también por los incrementos en el consumo de los “países en desarrollo”,
fundamentalmente China e India. En cuanto al consumo de gas la tendencia es similar. Las
proyecciones indican que las principales regiones consumidoras incrementarán su demanda,
mayormente los países europeos de la OCDE10.
En segundo lugar se ubican los países europeos miembros de la OCDE que actualmente
registran el 20 % del total mundial del consumo de petróleo e importan casi el 56 % del
crudo que consumen. Rusia y Noruega, en conjunto proveen el 45 % del consumo europeo.
Otro 25 % es aportado por los países miembros de la OPEP. El petróleo es la principal
fuente energética de la Unión Europea, con una participación de 43 % en la matriz
energética, seguida por el gas, con 23 %. A pesar de la importancia del petróleo como
fuente de energía, la región sólo participa del 4,5 % de la extracción mundial y posee sólo
el 0,7 % de las reservas probadas A ello debe sumarse el hecho que los yacimientos del
Mar del Norte han entrado en una fase crítica (considerada por los analistas como
irreversible), lo cual determinaría que el Reino Unido pasaría a ser un importador neto de
crudo y gas en un futuro muy cercano (Ruiz Caro, 2007).
10
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Fundada en 1960, agrupa a los
países más avanzados y desarrollados que explican el 70 % del mercado mundial de bienes y servicios.
11
Cabe señalar, que tanto Rusia como Noruega, principales abastecedores del mercado europeo, producen ya
al máximo de sus capacidades. Ante esta situación, a mediados de 2005 se inauguro un oleoducto que por
primera vez llevará crudo directamente del Mar Caspio (se estima que posee las terceras reservas de crudo del
mundo) al Mediterráneo. Con una longitud de más de 1600 kilómetros la nueva vía energética transporta
crudo desde Azerbaiyán, pasando por Georgia y Turquía (Sánchez-Albavera y Vargas, 2005).
163
las reservas probadas de petróleo a nivel mundial. Sin embargo, los recursos energéticos no
se encuentran distribuidos de manera uniforme. Cerca del 80 % de las reservas de petróleo
se encuentran en Venezuela (70 %) y México (10 %), mientras que Brasil, Ecuador,
Colombia, Argentina y Guatemala (en menor medida, aunque se autoabastece) participan
del resto. En la región Caribe solamente tres países poseen reservas de petróleo: Barbados,
Cuba y Trinidad y Tobago. Cabe señalar, además, que Bolivia posee importantes reservas
de gas natural.
En cuanto a la oferta, la región produce alrededor del 14 % del consumo mundial (mientras
su participación en el consumo global ronda el 9 %). La particularidad de las exportaciones
de los países petroleros de la región, es que éstas se comercializan casi totalmente dentro
del continente americano. Los países de América Latina y el Caribe se autoabastecen de
petróleo en la propia región. Mientras que EE.UU. absorbe la mayor parte de los
excedentes de la producción, fundamentalmente provenientes desde México y Venezuela12
(Ruiz Caro, 2007).
Cabe destacar que en los últimos años, México13 ha visto declinar sus reservas, mientras
que Brasil las ha venido incrementando en forma sostenida producto de los esfuerzos en
exploración de Petrobrás, la apertura petrolera y las nuevas modalidades de contratación.
Cabe destacar, que en 2006 Petrobrás alcanzó el ansiado autoabastecimiento de petróleo.
Más aún, el descubrimiento a fines de 2007 de un gigantesco yacimiento ubicado en el mar
continental brasileño frente a Santos (San Pablo) colocaría a Brasil en un lugar de privilegio
entre los países con mayores reservas del mundo14.
12
Venezuela aporta el 13 % de las importaciones totales de petróleo de EE.UU. Es decir, que no obstante las
conflictivas relaciones políticas que mantienen el gobierno de los EE.UU. (primero Bush y en la actualidad
Obama) con el presidente venezolano Hugo Chávez, las relaciones comerciales en el sector petrolero no se
han visto afectadas.
13
En México (el mayor productor de la región) la industria petrolera es un monopolio estatal. PEMEX envía
aproximadamente 1,8 millones de barriles diarios al mercado estadounidense, lo que significa más de la
mitad del crudo que extrae y un 16 % de las importaciones totales de los EE.UU.
14
El descubrimiento fue producto de años de exploración y fuertes inversiones por parte de Petrobrás y
significará un cambio radical en la situación energética del país sudamericano. El yacimiento denominado
“Tupí” contiene grandes reservas de crudo de la mejor calidad con valor comercial próximo al Brent. Según
datos de la empresa se encuentran ya probadas la existencia de 8.000 millones de barriles que llevarían las
reservas brasileñas a unos 23.000 millones de barriles (las de Nigeria ascienden a 36.000 millones y las de
Venezuela a 80.000 millones). Si bien, el crudo se encuentra entre los 5.000 y 7.000 metros de profundidad,
lo que encarece los costos de extracción, el descubrimiento implica un notable avance en la seguridad
energética del gigante sudamericano, sobre todo si se tienen en cuenta los precios elevados y la volatilidad
que caracterizaron el mercado petrolero en los últimos tiempos. Se estima, además, que las existencias
petroleras serían muy superiores a las comprobadas hasta ahora.
15
Cabe señalar, que el incremento significativo de sus disponibilidades gasíferas, en breve, lo convertirán en
un exportador de la región.
explotación y a las cantidades producidas), también experimentaron un descenso en las
disponibilidades de reservas. Por último, “Argentina orientó una parte significativa de sus
disponibilidades al exterior, lo que determinó que la participación del petróleo crudo y sus
derivados en sus exportaciones fuera creciendo de manera sostenida, pasando de 4 % a 15
% en el periodo 1993-2003. En la medida que las reservas han ido decreciendo dicho país
se ha vuelto más vulnerable a las fluctuaciones de los precios” (Ruiz Caro, 2007: 47)
La apertura registrada en los últimos veinte años en algunos países productores de petróleo
de la región no ha significado que las empresas estatales perdieran control sobre la industria
petrolera, a excepción de Argentina y Perú donde las reformas estructurales llevadas a cabo
produjeron que actualmente la industria petrolera esté hegemónicamente en manos del
capital privado. En dichos países, la modalidad de concesión y contratos de licencia
permiten que, a cambio de una regalía, los contratistas tengan derecho a la propiedad del
petróleo extraído. Similar era el caso de Bolivia hasta que, en mayo de 2006, el gobierno
boliviano encabezado por el presidente Evo Morales anuló los contratos que otorgaban la
propiedad de los hidrocarburos a las empresas privadas, intervino los campos petroleros e
inició un proceso de renegociación para la firma de nuevos contratos. Los nuevos acuerdos
alcanzados significaron para el Estado boliviano un incremento sustancial en el porcentaje
que se apropia de los beneficios obtenidos por las empresas que operan en el país (la
española Repsol-YPF y la brasileña Petrobrás) debido a un drástico cambio en el régimen
tributario.
Cabe señalar, que pese a que las reformas que liberalizaron la economía presentaron
oportunidades de inversión para grandes empresas transnacionales, su participación en la
producción de hidrocarburos es reducida, excepto el caso de Repsol-YPF. “La afluencia de
inversiones extranjeras en el sector petrolero fue canalizada fundamentalmente a los países
que privatizaron su industria petrolera durante la década de los noventa, siendo Argentina y
Bolivia los más importantes en ese sentido” (Ruiz Caro, 2007: 68). Dichas inversiones
privadas se concentraron más en la explotación que en la exploración. De esta manera, las
empresas públicas de la región (PDVSA, PEMEX, Petrobrás, Petroecuador) siguen siendo
las protagonistas principales del desarrollo de la industria, puesto que concentran más del
80 % de la inversión en exploración y desarrollo.
En los últimos años, la dinámica mundial del mercado petrolero se vio afectada por fuertes
fluctuaciones en el precio del crudo debido básicamente al incremento de la demanda y a
los movimientos de capitales especulativos. En este sentido, es importante señalar que
como el petróleo es un producto transable que se comercializa en mercados a futuro, es
objeto de movimientos financieros para ganar o preservar valor y por tanto puede ser
motivo de especulación.
A diferencia de los elevados incrementos de los años setenta e inicios de los noventa, que
se debieron a restricciones en la oferta, en la actualidad la tendencia al alza del precio del
165
crudo está dada por un aumento de las cantidades demandadas movilizadas a su vez por un
sostenido crecimiento del consumo a escala global. El aumento de la demanda mundial,
impulsada en gran medida por el incremento del consumo en China e India, sumado al
declive de la producción de los países miembros de la OCDE (fundamentalmente EE.UU.,
Noruega y Reino Unido) contribuyeron a que las perspectivas de mediano y largo plazo
indiquen que el precio del crudo se mantendrá en un nivel elevado.
La percepción respecto a que la demanda estaba aumentando a un paso más acelerado que
la oferta atrajo especuladores al mercado y dio un impulso mayor a los precios. Además, la
sostenida debilidad del dólar contribuyó a que el interés de los inversionistas se volcara
desde el mercado de divisas hacia los productos básicos o “commodities”, entre ellos el
petróleo (Sánchez- Albavera y Vargas, 2005).
A mediados de 2008, el precio del barril de crudo superaba todos los pronósticos con un
precio récord cercano a los 150 dólares. Luego de la mano de la crisis económica mundial
que se suscitó tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en los EE.UU. y al incremento de
la oferta por parte de algunos países de la OPEP (principalmente Arabia Saudita y Nigeria)
el precio del crudo comenzó a retroceder hasta estabilizarse durante 2010 entre los 70 y 80
dólares.
Es así, que el desarrollo de los biocombustibles, la energía nuclear, el uso del hidrógeno y
otras formas de energía como la eólica, la solar y la geotermia, vienen siendo impulsados
en varios países, tanto por el sector público, como por el privado No obstante los esfuerzos,
en la actualidad las energías renovables producen solo un 2 % de la energía mundial,
aunque el incremento de las inversiones en estas áreas prevé un aumento de su
participación en el abastecimiento energético global (Ruiz Caro, 2007: 24).
16
Cuando hablamos de biocombustibles debemos diferenciar entre el Etanol, producido usualmente en base a
la caña de azúcar y cereales (principalmente maíz) y el biodiesel producido de cultivos de semillas
oleaginosas como la palma y el girasol.
167
en ascenso debido a un fuerte apoyo gubernamental, se produce mayormente biodiésel
(aunque la producción total continúa siendo reducida con respecto a la de Etanol).
17
World Energy Outlook, AIE, 2006.
18
“Es importante destacar que las emisiones de gases contaminantes provenientes de la producción de etanol
en Brasil son considerablemente menores a las que se registran en EE.UU., donde en etanol se produce
básicamente a partir de maíz. Ello se debe a que la producción de etanol basada en la caña de azúcar es
bastante mayor a la producción derivada del maíz, y porque las necesidades de combustibles fósiles para
procesarlo son menores” (Ruiz Caro 2007: 28).
19
Bien transable internacionalmente cuyas pautas de contratación comercial correspondes a usos y
costumbres incorporados a una institucionalidad internacional que define la naturaleza de los contratos, las
cotizaciones de referencia y las calidades del producto que son reconocidas por todos los actores del mercado.
20
La Ley de Reforma del Estado facultó al Poder Ejecutivo Nacional a privatizar la totalidad de las empresas
del Estado.
cambiando radicalmente la orientación que había caracterizado la política petrolera hasta
entonces21.
Hasta 1989, la actividad de extracción de petróleo y gas estaba regida por la Ley de
Hidrocarburos22 de 1967 (Ley Nº 17.319 aún vigente) que permite la concesión de
contratos de exploración y explotación a firmas privadas. Los planes Houston (1985) y
Olivos II (1988), implementados por el gobierno de Raúl Alfonsín, contemplaban una serie
de beneficios fiscales para las concesiones al capital privado de áreas secundarias y la
participación de los privados en la explotación de las denominadas áreas centrales en
asociación con YPF. Sin embargo, “…la totalidad del crudo producido en el país era
redistribuido con intervención de la Secretaría de Energía (que fijaba el precio), entre las
refinerías de YPF y de las empresas privadas en la denominada Mesa de Crudos” (Kozulj
R. y Bravo, V., 1993: 95) con criterios orientados a garantizar el abastecimiento a precios
razonables en todo el territorio nacional.
Luego de la sanción de las leyes mencionadas que asentaron las bases para la
reestructuración y privatización de YPF23, por decreto ese mismo año el presidente Menem
creó un mercado libre de crudo (eliminando la mesa de crudos), otorgó la libre
disponibilidad del petróleo extraído por parte de cada empresa privada y la posibilidad de
exportar, con previa autorización de la Secretaría de Energía. En el caso del gas natural, las
exportaciones debían ser autorizadas por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) en la medida
que no se viera afectado el abastecimiento interno. La instrumentación de estos decretos,
reemplazó las regulaciones estatales en la fijación de los precios, márgenes, cuotas, etc, por
los mecanismos de asignación del mercado.
21
Hasta su privatización, YPF tuvo a su cargo la casi totalidad de los esfuerzos exploratorios a fin de
mantener o incrementar el horizonte de reservas de los hidrocarburos, tarea que realizó exitosamente a pesar
de las distorsiones de precios a las que fue sometida durante los ochenta (Kozulj, R. y Pistonesi, H., 2004: 2).
22
La Ley de Hidrocarburos Nº 17.319 fue sancionada en 1967 durante el gobierno de facto encabezado por el
General Juan Carlos Onganía. Dicha norma establece que debe asegurarse “la plena producción de todos los
yacimientos tomando todas las decisiones que sean necesarias para cumplir estos objetivos”. La participación
privada fue promovida cada vez con mayor alcance a partir del gobierno de facto de 1955 y particularmente
desde el gobierno de Arturo Frondizi.
23
Cabe señalar, que durante la última dictadura YPF fue forzada a endeudarse fuertemente en el exterior.
Entre 1976 y 1983 la deuda de la petrolera estatal se multiplicó por dieciséis (la deuda externa de YPF
ascendía a 372 millones de dólares. En siete años de dictadura se elevaba a 6.000 millones). La política
petrolera del gobierno radical no pudo revertir los graves problemas financieros producto de la explosión de
su endeudamiento externo producido por las políticas implementadas por la última dictadura. Esta situación
sería utilizada por los “lobbystas” de las grandes petroleras y sus periodistas contratados para socavar el papel
central de la petrolera estatal en la extracción de hidrocarburos con el argumento de que "YPF es la única
empresa petrolera del mundo que da pérdidas” (Bernal, F.; De Cicco, R. y Freda, F., 2008)
169
también por decreto, se estableció la igualdad de trato a las inversiones extranjeras y a las
nacionales permitiendo la libre disponibilidad de divisas (luego se restringiría a un 70 %
para el sector petrolero)24.
En 1990, mediante la sanción de otro decreto, se transformó a YPF, que era una Sociedad
del Estado, en una Sociedad Anónima autorizando al Ministerio de Economía para ofrecer
las acciones y obligaciones de YPF S.A. en el mercado a partir del 1 de enero de 1991. Por
su parte, se definió la venta de las refinerías, estaciones de bombeo, ductos, terminales
portuarias, buques/tanque, entre otros activos de la compañía y se licitaron áreas
secundarias y áreas centrales de YPF.
La Ley Nº 24.145 dictada en noviembre de 1992 distribuyó el capital de YPF S.A. entre el
Estado nacional (51%), las provincias productoras de petróleo (27%), el sistema previsional
(12%) y los trabajadores (10%) mediante Programas de Propiedad Participada (PPP). La
misma ley autorizó, aprobando los decretos del Poder Ejecutivo sobre dicha materia, la
privatización de las acciones en poder del Estado nacional y de las provincias obligando a
una liquidación conjunta. La autorización era total, pero el 50% era obligatorio (Hidalgo E.,
2009). Asimismo, el Estado nacional asumía los créditos y deudas de YPF al 31 de
diciembre de 1990. Dicha ley establecía además la transferencia a las provincias del
dominio público sobre los yacimientos existentes en su territorio o hasta 12 millas
marinas25.
En julio de 1993, el 50% de las acciones del Estado nacional y de las provincias fueron
transferidas al sector privado. Entre 1993 y 1998 la estructura de tenencia se fue
modificando debido a que el personal de la empresa, los jubilados y las provincias fueron
vendiendo sus acciones26. De este modo, hacia 1998 antes del ingreso de Repsol, el paquete
accionario se encontraba compuesto de la siguiente manera: Estado nacional (20%),
provincias (4,7%), personal de YPF S.A. (0,4%), fondos de inversión de EE.UU (46%),
fondos de Reino Unido (7,9%), fondos de Francia (2,2%), Citicorp (6,9%), bancos
nacionales y AFJP (8%) y Perez Companc (3,8%) (Kuzulj, 2002: 20).
24
A fines del 2011 el gobierno de Cristina Fernández estableció mediante un decreto la obligatoriedad de
liquidar en el país el 100 % de las divisas provenientes de exportación para las empresas petroleras y mineras.
25
La provincialización de los recursos hidrocarburíferos terminó por consagrarse con la reforma
constitucional propiciada por Menem en 1994 para lograr su reelección. La reforma constitucional estableció
que “corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos existentes en su territorio” (Ver
artículo 124, segundo párrafo de la Constitución Nacional). En 2006, el gobierno de Néstor Kirchner sancionó
la Ley Nº 26.197 (“ley corta de hidrocarburos”) que permitió instrumentar los contenidos de la Ley Nº 24.145
de 2002 que otorgaba la propiedad de los yacimientos de petróleo y de gas a las provincias.
26
Cabe señalar, que “entre mediados de 1994 y abril de 1995 YPF S.A. adquirió petrolera Maxus quedando
muy endeudada, pero en disposición estratégica en casi todos los países de la región (Ecuador, Bolivia,
Colombia, Perú, Venezuela) convirtiéndose en una petrolera multinacional dado que Maxus poseía también
intereses en Asia” (Kozulj, 2002: 19).
En 1999, el Estado vendió a Repsol el 14,9% de las acciones (correspondientes a su parte
del 20%). Finalmente entre mediados y fines de ese mismo año la empresa española Repsol
terminó de adquirir las acciones que todavía se encontraban en poder del Estado, de las
provincias y del sector privado, lo que significó la privatización y extranjerización casi total
de la explotación del petróleo y el gas argentino.
En la práctica Gas del Estado quedó privatizada en dos grandes subsistemas (norte y sur)
altamente integrados. Repsol-YPF tiene una participación de mercado de considerable
gravitación en las tres cuencas que cuentan con importantes reservas gasíferas (sobre todo,
en la neuquina y la noroeste), tanto a partir de su carácter de productor como
comercializador de gas generado por terceros27.
27
Con respecto al subsistema sur, cabe destacar que Repsol-YPF controla más del 50 % de las reservas de la
cuenca neuquina, al tiempo que participa en la propiedad accionaria de Gas Natural Ban y Metrogas. Por su
parte, con referencia al subsistema norte, Repsol-YPF, además de controlar la oferta primaria proveniente de
la cuenca noroeste, participa de la estructura accionaria de dos de las distribuidoras que actúan en la región
(Gas Natural Ban y Litoral Gas). En materia de gasoductos de exportación, Repsol-YPF participa en la
propiedad accionaria del consorcio Gas de Atacama, del Gasoducto del Pacífico y de la Transportadora Gas
del Mercosur (Kozulj, R. y Pistonesi, H., 2004).
28
Cabe señalar, que Argentina fue uno de los únicos países que durante la ola privatizadora neoliberal de los
noventa transfirió el control de los recursos energéticos no renovables a manos privadas. Incluso otros países
latinoamericanos (por caso Brasil o México), que también realizaron numerosas privatizaciones en el área de
los servicios públicos, conservaron bajo control estatal el abastecimiento energético y la renta petrolera.
171
4.1 Estructura de mercado y propiedad del capital
Gráfico 4
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) y la Secretaría de
Energía de la Nación
29
Según datos de 2009 provenientes de la Secretaría de Energía de la Nación
Al igual que en el caso del petróleo, la oferta de gas natural también se encuentra
fuertemente concentrada. Repsol-YPF30 y Total Austral, los dos productores más
importantes, superaron el 50 % del total producido en el año 2009. Luego se ubican Pan
American Energy (13 %) y Petrobrás (10 %). De esta manera, las cuatro firmas líderes en
producción aportaron más del 74 % de la oferta total en dicho periodo. Se trata de una
estructura de mercado oligopólica en donde dos empresas (Repsol-YPF y Total Austral)
comparten el liderazgo económico del sector.
Gráfico 5
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) y la Secretaría
de Energía de la Nación
30
Repsol participa, además, como socio accionario en dos de las principales empresas de transporte y
distribución de gas (TGS y Metrogas).
173
subproductos. Tal concentración económica en manos de Repsol-YPF implica una
estructura de mercado para el segmento de refinación que tiende a minimizar y en el límite
suprimir la competencia vía precios. Al pronunciado grado de concentración de la oferta
debe agregarse el de la infraestructura física para el acopio y transporte de combustibles.
Los oleoductos, tanques de almacenamiento, terminales portuarias y de bombeo están
fuertemente concentrados en manos de Repsol-YPF, Shell, Esso y Petrobrás (Ortiz, R.
2007).
Cabe señalar, que actualmente el sector petrolero, además de ser un importante proveedor
de divisas32, proporciona ingresos relevantes al fisco a través de las retenciones a las
exportaciones y el tributo del impuesto a las ganancias. Por su parte, a las provincias
extractoras les corresponde el 12 % del valor del petróleo extraído en concepto de
regalías33.
Por otra parte, la compra de una parte del paquete accionario (15 % con opción de compra
sobre un 10 % más) de Repsol-YPF por parte del grupo local Petersen de la familia
Eskenazi producida a fines de 2007 habría contado con un guiño del gobierno argentino que
buscaría alentar la posibilidad de que capitales de origen nacional recuperen protagonismo
en el sector energético, mercado fuertemente controlado por empresas extranjeras
(trasnacionales). En el mismo sentido, se enmarcan, entre otros, la compra en 2008 de la
refinería, planta fluvial y red de comercialización de combustible de Petrobrás Energía
31
Creada por la Ley Nº 25.943, donde el Estado Nacional controla el 53% del capital social –acciones
intransferibles–, el 12% corresponde a las provincias y el 35% restante se cotiza en la Bolsa (Kozulj, R. y
Pistonesi, H., 2004).
32
Cabe señalar, que las empresas petroleras sólo están obligadas a liquidar en el país el 30 % de las divisas
(Herrero, F. 2006).
33
La Constitución de 1994, siguiendo la ley 24.415 de privatización de YPF, federalizó las reservas de
hidrocarburos por lo que el petróleo depende de las autoridades provinciales. Luego de la desregulación de
1989 las regalías que por ley son del 12 % se calculan sobre el precio internacional menos una serie de
descuentos (entre los que se encuentran las retenciones a las exportaciones).
ubicada en la ciudad de San Lorenzo (Santa Fé) por parte de Oil Combustibles S.A.34 una
sociedad de capitales nacionales presidida por el empresario Cristóbal López.
Esta supuesta estrategia del gobierno es cuestionada desde diversos sectores, que ponen en
duda los supuestos beneficios para el “interés público” de este tipo de alianzas con
fracciones del capital nacional en virtud de los comportamientos históricos oportunistas y
predatorios de muchas de estas firmas y, fundamentalmente, la escasa capacidad de
disciplinamiento que el Estado argentino ha tenido para lograr procesos de acumulación de
capital por parte de empresas promovidas.
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) y la Secretaría
de Energía de la Nación
34
EL Grupo Oil es el principal prestador de servicios de capital nacional y desde 1996 opera áreas
hidrocarburíferas. La adquisición de la refinería y red de comercialización significan para la firma completar
el proceso de integración vertical.
175
Con respecto al gas natural, el pico de producción se registró en el año 2004, paralelamente
a comienzos del invierno de dicho año se suscitó en el país una situación de escases debido
a la insuficiencia en la oferta de gas natural ante el incremento de la demanda evidenciado a
partir de 2002 con el inicio de la recuperación de la actividad económica. Desde entonces
se registró un paulatino declive en los volúmenes producidos, tendencia que pareciera no
poder revertirse. De esta manera, la producción de gas natural declinó desde 2004, hasta
ubicarse en 2009 en poco más de 48.000 millones de metros cúbicos, con una caída del 7,3
% respecto de un lustro atrás.
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) y la Secretaría
de Energía de la Nación
Por otra parte, no debe perderse de vista que la Argentina va en contra de una tendencia
mundial, puesto que sólo se repuso un 75% del gas producido en el país en los últimos 20
años. A contramano de lo sucedido a nivel mundial, donde por cada metro cúbico (m³)
producido del fluido se repusieron 2,4 m³, los depósitos de gas natural en territorio
argentino se redujeron un 31% desde 1990 y el país cayó del 22º al 42º lugar entre las
naciones con mayores reservas de gas natural35.
Las reservas comprobadas de gas natural disminuyeron en 2009 en un cinco por ciento
respecto del año anterior, mientras que las reservas comprobadas de petróleo, a su vez,
habrían disminuido 0,6 por ciento en el mismo lapso según un informe del Instituto
Argentino de Energía General Mosconi (IAE) en base a datos de la Secretaría de Energía de
la Nación. Frente a un panorama de constante aumento en la demanda, en la última década,
han disminuido las reservas comprobadas de las principales cuencas gasíferas del país. La
merma de las reservas conjuntas de las cuencas Noroeste, Neuquina y Austral, entre 2005 y
2009, alcanza al 16 por ciento. La del Golfo San Jorge exhibe, entre los mismos años, un
incremento del 2 por ciento.
Gráfico 8
35
Según datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG)
177
Fuente: Elaboración propia sobre datos de la Secretaría de Energía.
El dato relevante es que las reservas de gas, así como las de petróleo, no comenzaron a
disminuir en la última década sino en los noventa, en coincidencia con la privatización de
YPF, que impulsaba en la etapa anterior las exploraciones de riesgo. La explicación de la
disminución de las reservas debe entonces ser buscada a través del análisis de las
actividades de exploración. En la década del 80, se habían incorporado unos 1.026 nuevos
pozos de exploración. Entre 1990 y 1999, la cantidad de pozos terminados llegó a 989. Y
en los últimos diez años, sólo se activaron un total de 484 pozos exploratorios.
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Instituto Argentino de la Energía (IAE).
Luego, durante la presidencia de Néstor Kirchner, en mayo de 2004 las retenciones a las
ventas de petróleo crudo se incrementaron en un 5 %. Y en julio de ese mismo año, pasaron
a ser móviles, en relación con la evolución del precio internacional del crudo (en un
contexto de precio récord a nivel internacional), lo que significó un incremento importante
de la renta hidrocarburífera captada por el fisco38. Se estableció un porcentaje de 25 puntos
si el precio internacional del barril (WTI) se ubicaba por debajo de los 32 dólares, más la
aplicación de una escala ascendente de hasta 20 %, si dicho precio internacional se ubicaba
entre 32 y 45 dólares (ver tabla Nº1*). Es decir, que si el precio WTI era de 45 dólares o
más la alícuota de exportación tributada debía ser del 45 %.
36
Fue la utilización de tecnología más avanzada y la mejora en el factor de recuperación lo que permitió
incrementar sustancialmente la producción entre los años 1993 y 1998.
37
En el caso de las empresas de transporte y distribución de gas esta situación se ve agravada por los altos
niveles de endeudamiento (en dólares en el exterior) en que incurrieron las empresas privatizadas durante la
vigencia del régimen de convertibilidad como parte de una estrategia de recurrir a los circuitos financieros
internacionales (dada la existencia de créditos relativamente accesibles) para minimizar el aporte de recursos
propios (Kozulj, R. y Pistonesi, H., 2004).
38
No obstante lo cual, el oligopolio petrolero siguió concentrando exorbitantes ganancias, en virtud de los
devaluados costos domésticos y los altos precios internacionales (Azpiazu, D., 2005: 70).
179
25 %
32,01 a 34,99 3%
35,00 a 36,99 6%
37,00 a 38,99 9%
39,00 a 40,99 12%
41,00 a 42,99 15%
43,00 a 44,99 18%
45,00 y más 20%
Fuente: Resolución 532 (4/8/2004)
Finalmente, en marzo de 2008, dada la diferencia existente entre los precios de importación
y exportación del gas natural, se estableció que “se aplique como base de valoración de las
39
Asimismo, se les permitió a las distribuidoras de gas trasladar a sus usuarios (con excepción de los
residenciales) esos mayores costos. También se les reconoció el respectivo impacto en su estructura de
costos a los generadores de energía eléctrica afectados por el encarecimiento de sus insumos energéticos:
básicamente gas natural y fuel oil (Azpiazu, D., 2005: 69).
exportaciones de gas natural el precio más alto establecido para esa mercadería en los
contratos de importación a la Argentina aplicables en cada momento”. Además, la misma
resolución fijó una retención del 100 % para las exportaciones de gas natural, lo que
implica que el derecho de exportación se iguala al costo de importación del gas que realiza
Argentina. Ese valor se suma al precio de venta al consumidor (chileno, uruguayo o
brasileño).
Cuadro 1
Periodo Norma Alícuota
(2002-2010) Crudo Naftas Gas Natural
13/2/2002 Decreto Nº 310 20% 5%
Donde:
d: Derecho de Exportación
Pi: Precio Internacional
VC: Valor de Corte (crudo: 42 US$;
Naftas: 78 US$).
181
El alza del impuesto a las exportaciones de petróleo y derivados apuntó a divorciar los
precios del mercado interno de los que rigen en el mercado internacional intentando evitar
presiones inflacionarias. Además, la suba de las retenciones generó un importante
incremento en los ingresos fiscales. Así, el Estado buscó modificar el reparto de la renta
petrolera apropiándose de parte de las ganancias "extraordinarias” asociadas a la
explotación de recursos naturales no renovables y eliminar la ventaja económica que
obtenían las petroleras al exportar40 con un tipo de cambio devaluado. Debe tenerse en
cuenta, que limitar o prohibir las ventas de crudo al exterior sería una medida que cambiaría
los contratos de concesión firmados entre 1992 y 1993, los que aseguran la libre
disponibilidad de los hidrocarburos para el concesionario modificando asimismo los
Tratados Bilaterales de Protección de las Inversiones (TBI)41. Así, este mecanismo, el de
las retenciones, fue un modo indirecto de limitar las exportaciones sin establecer cupos que
resultó eficaz.
La política de precios que ha venido manteniendo el Estado nacional a partir del abandono
del régimen de convertibilidad en 2002 determinó que el precio que los consumidores
abonan por los combustibles esté notoriamente disociado del precio internacional. Los
consumidores argentinos pagan menos que el promedio externo (en dólares) por litro de
nafta (ver cuadro 2). En este sentido, el gobierno ha promovido informalmente una política
de acuerdo de precios con las empresas líderes que se va modificando con el tiempo que
opera complementariamente a la política de retenciones.
Año 2009 -Precio final (con impuestos) por litro de nafta súper y diésel (en US$)
(La comparación no hace referencia a las diferencias de calidad que pudieran existir entre los productos)
Cuadro 2
SUPER DIESEL
PAIS Precio en US$ por PAIS Precio en US$ por litro
litro
Brasil 1,63 Reino Unido 1,41
Holanda 1,53 Uruguay 1,35
Reino Unido 1,44 Italia 1,25
Alemania 1,42 Alemania 1,22
Uruguay 1,40 Holanda 1,22
Italia 1,39 Francia 1,17
Francia 1,37 Brasil 1,12
Chile 1,24 España 1,10
40
En la Argentina, en promedio (periodo 2002-2009), el 78,92 % del crudo que se produjo se utilizó en el
mercado doméstico y el resto se exportó.
41
Tratados Bilaterales de Promoción y Protección de las Inversiones Extranjeras (TBI). Argentina firmó y
ratificó 56 tratados de protección de inversiones y se convirtió así en el país americano en suscribir más
acuerdos de esa naturaleza. Los TBI fueron firmados a principios del gobierno de Menem y renovados sin
modificaciones durante las administraciones Duhalde y Kirchner post caída del régimen de convertibilidad.
Luxenburgo 1,19 Luxenburgo 1,00
España 1,18 Chile 0,99
Paraguay 1,16 Paraguay 0,90
Argentina 0,95 Argentina 0,82
EE.UU 0,74 EE.UU 0,79
México 0,66 México 0,77
Venezuela 0,23 Venezuela 0,19
Promedio 1,16 Promedio 1,02
Fuente: Agencia Internacional de Energía (AIE).
4.4 Los cambios experimentados en el sector petrolero con relación a los años noventa
Con la llegada a la presidencia de Néstor Kirchner en 2003 el Estado retoma un rol más
importante en el sector hidrocarburos, fundamentalmente a través de la manipulación del
esquema de retenciones a las exportaciones de crudo y derivados a los que sumó también el
gas natural y biocombustibles. Las retenciones son uno de los ejes centrales de la política
energética llevada adelante por la administración Kirchner y su progresivo incremento
(cuyo nivel se elevó sustantivamente en 2007 sobre todo para el crudo y las naftas y en
2008 en el caso del gas natural) tuvo el triple objetivo de desacoplar los precios internos de
los internacionales, apropiar una mayor porción de la renta petrolera y gasífera para el
Estado y desalentar las exportaciones. Aunque las ventas de petróleo crudo al exterior han
ido cayendo a lo largo del período 2003-2007, no se puede desmerecer como dato que las
exportaciones de ese período (40.639.989 m3) fueron prácticamente equivalentes al
promedio de extracción anual de dicha etapa.
Cabe destacar también, la creación de una empresa mixta con participación mayoritaria del
Estado nacional. Si bien Enarsa no ha intervenido en el mercado energético como agente
regulador de precios y de condiciones de la actividad, ni tampoco ha recuperado
yacimientos con contratos viciados de ilegalidad y faltos de inversión, ha comenzado su
accionar otorgando concesiones en áreas marítimas y asociándose en emprendimientos
productivos tanto con empresas privadas como con otras firmas estatales. Además, ha
intervenido mediante operaciones de importación para cubrir las situaciones de escasez de
energía que le implicaron incurrir en importantes erogaciones financiadas con presupuesto
estatal.
No obstante los esfuerzos del gobierno por promover las inversiones en la extracción de
crudo y gas natural y en la producción de derivados, mediante incentivos fiscales, la
extracción de petróleo sigue disminuyendo año tras año, mientras que la de gas natural
parece estar estancada. Tampoco se registró una ampliación en la capacidad de refinación,
es decir, en la producción de combustibles. Si Argentina vuelve a crecer a una tasa cercana
al 8 % (como indican la mayor parte de los pronósticos económicos para el 2010) la falta de
combustible amenaza con convertirse en un freno para el funcionamiento del conjunto de la
economía. Además, de no revertirse esta situación en plazos acotados, la seguridad
energética del país se encontrará seriamente amenazada.
183
Por su parte, los consumidores también se vieron beneficiados al pagar por los
combustibles líquidos precios sensiblemente menores que los internacionales. Como
correlato Enarsa, con crecientes subsidios estatales, debió incurrir en importantes
erogaciones para cubrir los faltantes de energía producidos, tanto por el aumento de la
demanda, como por la falta de inversiones de las empresas en exploración y en la
ampliación de la capacidad de refinación.
En síntesis, si bien la política de retenciones altas, ha sido exitosa para divorciar los precios
domésticos de los internacionales, desalentar las exportaciones y captar parte de la renta
petrolera, la estrategia energética del gobierno no ha podido revertir los desajustes
estructurales heredados de las reformas de los noventa que devinieron en una caída
incipiente de la producción y de las reservas tanto de petróleo como de gas natural. La
creación de Enarsa no ha significado cambios significativos en el funcionamiento del
sector. Los incentivos fiscales no parecen suficientes para empujar a las empresas a invertir
y el ingreso de empresarios locales como socios en algunas de las empresas petroleras más
importantes tampoco ha revertido la situación de subinversión en el sector. Se trata de una
cuestión pendiente de gran importancia dada la precariedad de los instrumentos utilizados
que poseen carácter coyuntural.
5. Conclusiones
Paralelamente, en los últimos años, la dinámica del mercado mundial petrolero se vio
afectada por fuertes fluctuaciones en el precio del crudo debido básicamente al incremento
de la demanda y a los movimientos de capitales especulativos. En la actualidad la tendencia
al alza del precio del crudo está dada por un aumento de las cantidades demandadas
movilizadas a su vez por un sostenido crecimiento del consumo a escala global. De esta
manera, el panorama del mercado internacional de hidrocarburos indica que los precios del
petróleo y del gas natural pueden ser crecientes en el largo plazo si se supera la crisis
internacional vigente.
Podemos concluir que el proceso privatizador está consiguiendo que el país esté perdiendo
aceleradamente el alto grado de independencia energética que lograra hasta los años
ochenta. Desde entonces hemos pasado de ser un país autoabastecido habitual, luego
exportador de excedentes y ahora entraríamos en la categoría de país importador. Ya es
habitual la importación de gas –a través de Bolivia– y la de gas licuado, fuel oil y gasoil.
Ahora, en 2009, se incorporaron las importaciones de naftas.
En tal sentido, es necesario que la Argentina adopte una estrategia de largo alcance para
poder enfrentar en mejores condiciones las alzas y las crisis temporales así como también
modificar la matriz energética a favor del uso de energías renovables y sustentables social y
ecológicamente. Si las reservas siguen cayendo año tras año, el país puede convertirse en
un importador neto de hidrocarburos. Las consecuencias para la economía nacional y el
nivel de vida en general de la población son muy negativas porque aumenta el grado de
vulnerabilidad externa en relación con un insumo de uso difundido clave.
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187
LA EXPANSIÓN DE LA FRONTERA DE LA SOJA Y LA VULNERACIÓN DE
LOS DERECHOS CULTURALES Y SOCIALES
Diego Taraborrelli
(Licenciado en Estudios Políticos –UNGS-
Maestrando en Relaciones Internacionales-FLACSO)
Introducción
1
A modo de ejemplo en la actualidad, puede consignarse que el costo por tonelada de soja se encuentra
en torno a los U$S 650.
2
Conforme puede observarse de facto en las modificaciones a la Ley de semillas 20247/73 impulsada por
la Sociedad Rural y empresas multinacionales como Monsanto
189
producción, diferenciándonos de otros autores (Guadarrama-Zugasti, 2007) que analizan
cada una de ellas por separado y en mayor profundidad. Este modelo productivo, está
basado en la producción industrial a gran escala utilizando un paquete tecnológico
compuesto de semillas modificadas genéticamente, insumos agroquímicos y un sistema
de labraza que no ara la tierra (llamado Siembra Directa). Los principales actores de
este esquema, invierten ingentes sumas de dinero para investigación básica en áreas
como: genética, ingeniería, informática y biología y, paralelamente, impulsan el uso de
novísimos recursos informáticos y genéticos, como ser, el modelaje satelital de las
producciones y la manipulación de las prácticas agrícolas. Como podemos apreciar, este
modelo se caracteriza por requerir de un importante capital inicial, pues requiere de la
permanente introducción de tecnología, de recursos humanos y grandes extensiones de
tierra para amortizar los costos iniciales (existen en la actualidad megaproducciones de
más de 350.000 hectáreas3), que como contraparte impone la disminución de más de un
25% de explotaciones agropecuarias (EAP´s) desde 1998.
Tal como se desprende de lo dicho, la cuestión territorial afecta mucho más que al uso
del factor productivo sino que, de fondo, implica una cuestión del reconocimiento de los
derechos de las comunidades indígena-campesinas4. Actores que, ante la expansión de
las zonas cultivables en la región Noroeste Argentino (NOA), favorecida por el ciclo
húmedo y la incorporación de nuevas tecnologías en la explotación agraria, emergieron
como protagonistas en el escenario político, haciendo uso de un interesante repertorio
de protesta no violento, logrando constituirse en uno de los principales obstáculos de la
expansión de la agricultura globalizada en la región.
3
Giarraca N (2006)
4
Para las comunidades indígenas y campesinas del norte de la República Argentina (Salta, Jujuy,
Santiago del Estero y Formosa) la tierra ocupa un lugar trascendente, donde no existe la propiedad sobre
ella y que por el contrario, la identidad de los pueblos no puede desprenderse de ella.
Como desarrollaremos a continuación, los conflictos territoriales constituyen un crítico
nodo de la estructura del capitalismo actual, fundamentalmente en las economías de
base extractiva de recursos naturales en Latinoamérica: la mega-minería, la extracción
petrolera y la agricultura globalizada se imponen impulsados por los vientos de cola de
la globalización. Como corolario, se visualiza un aumento de los enfrentamientos de
sectores subalternos del plano productivo (pequeños productores y comunidades
indígenas) con aquellos otros, vinculados al poder hegemónico, como ser en nuestro
análisis, los pooles de siembra y lobbies empresarios. Estos conflictos, usualmente
centrados en la modificación del ambiente (los desmontes masivos e ilegales que
realizan empresas agropecuarias con topadoras, pisamontes y fuego, en varias regiones
del país, para extender la frontera agropecuaria, destruyendo la flora y fauna autóctonas
y provocando destructivos cambios climáticos), también involucran disputas en torno a
la propiedad de la tierra, especialmente en aquellas zonas donde la condición de
tenencia es precaria y la situación socio-ambiental demasiado pobre: “La descontrolada
“agriculturización” motivada por el cultivo de la soja, fue desplazando a los
productores e hizo que abandonaran sus chacras, tambos y pequeñas producciones
regionales de alto interés social…” (Secretaria de ambiente y desarrollo sustentable,
2008)
Siguiendo la caracterización de Pablo Barbeta (2009), son tres las formas en las que se
realizan los desalojos en el norte argentino: a) la primera que implica un desalojo total
mediante la presentación de escrituras y el desalojo de los habitantes apelando a la
fuerza pública y a la violencia (desalojo violento); las otras dos constituyen desalojos
parciales: b) el desalojo latente: que supone el establecimiento de un administrador local
que regula las actividades productivas de los habitantes y c) “desalojo con reubicación”
cuando los empresarios llegan a un acuerdo con los habitantes mediante la cesión de una
parcela dentro de un lote, donde se reubican las familias y dejan el resto del lote para su
explotación. (Barbetta, 2009). Asimismo, en las denuncias realizadas se hacen visibles
los grupos armados que recorren las zonas rurales con el fin de amedrentar a los
campesinos reticentes a abandonar sus tierras. En este sentido, afirman los miembros de
Movimiento Campesino de Santiago del Estero que “…El avance del modelo sojero,
iniciado durante el menemismo y acentuado en esta década, significa un desierto verde
y contaminado, sin agricultores y ciudades saturadas de familias expulsadas de las
zonas rurales” (Pagina 12 Miércoles, 4 de agosto de 2010)
191
La visión campesina da cuenta de una visión con la tierra como elemento que forja su
identidad y tradición consuetudinaria. De ella dependen sus costumbres, su cultura y sus
formas de trabajar. Según Barbetta “La relación con la tierra obliga y vincula. Por un
lado, obliga a que se implementen prácticas agrícolas, ganaderas y forestales que
respeten el equilibrio ecológico y social (por ejemplo mantener los montes de pie) (…)
La tierra vincula, en la medida en que dentro de las comunidades campesinas se
mantienen relaciones de reciprocidad en las labores productivas diarias, pero también
en lo que respecta a la utilización de recursos naturales…” (Barbetta, 2009).
Por lo dicho, la tierra adquiere para los campesinos un sentido distinto al de los
empresarios que la ven como un recurso productivo y especulativo destinado a ser
explotado en búsqueda de una mayor ganancia en el menor tiempo posible. Esta lógica
del empresariado rural, facilita la gestión de miles de hectáreas bajo nuevas formas de
administración como los pooles de siembra.
Políticas Estatales
Conclusiones
Por último, siguiendo a Guadarrama (2011) consideramos que todo modelo de
producción (o paradigma) está determinado por una serie de factores elementales,
sociales, económicos, ecológicos y culturales según la región donde se localice la
producción. “El factor social hace posible que todo proceso de desarrollo signifique un
crecimiento estable. El factor económico consiste en el flujo constante de inversión
pública y privada, la asignación y el manejo eficiente de recursos y un entorno justo. El
factor ecológico plantea la preservación del medio ambiente y la optimización de los
recursos naturales. Y el factor cultural en donde el proceso de modernización debe
tener raíces endógenas, buscando un cambio en la continuidad cultural…”.
(Guadarrama, 2011).
193
Lo interesante de esta caracterización es que ambos modelos presentados entienden y
por lo tanto ponderan de manera distinta los factores descritos. En este sentido, ambos
paradigmas dan cuenta de la importancia de las transformaciones culturales, la
eficientizacion en el uso de los recursos y del aspecto ecológico. Sin embargo, mientras
el paradigma del agribusiness anuda el factor ecológico al económico, el modelo contra
hegemónico lo anuda al factor cultural, constituyendo su principal reivindicación de
protesta social.
Por lo expuesto hasta aquí es posible entender el avance de la frontera agrícola, bajo el
manto de los intereses económicos, implica que existe una negación de la diversidad
cultural, legitimidad bajo principios de crecimiento económico, bioseguridad y
responsabilidad empresaria.
Bibliografía
Barbetta, P. (2009) “En los bordes de lo jurídico. Luchas por la tenencia legal de la
tierra en Santiago del Estero”, Tesis Doctoral, Facultad de Filosofía y Letras,
Universidad de Buenos Aires, mimeo.
Documentos
Greenpeace (julio 2005), Informe: “Razones por las que no debe destruirse la reserva
Pizarro (Salta)”, Buenos Aires
Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable (marzo 2008): Informe “El avance de
la frontera agropecuaria y sus consecuencias” Buenos Aires
Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2 (2011) Ministerio de Agricultura
Ganadería y Pesca, Septiembre
EL AVANCE DE LA FRONTERA AGRÍCOLA EN EL CHACO ARGENTINO Y SU
IMPACTO SOBRE LOS DERECHOS DE LOS HUMANOS QUE LO HABITAN
Los Derechos Humanos (DDHH) forman parte cada vez más del vocabulario de la
sociedad, son parte de las discusiones sociales, académicas, escolares…Aunque no
queda claro a veces qué se discute. Todo derecho es un acuerdo que implica un
compromiso y por tanto una cuestión de Estado. Si el derecho económico no condice
con el desarrollo humano, entonces ¿de qué modo los DDHH se pueden llevar adelante?
¿Cuáles son las condiciones materiales de vida que se deberían buscar?
No hay una única definición ni versión para clasificar, ordenar y establecer cuáles son
los Derechos Humanos. Una definición ampliamente aceptada dice que son “un
conjunto de principios, de aceptación universal, reconocidos constitucionalmente y
garantizados jurídicamente, orientados a asegurar al ser humano su dignidad como
persona, en su dimensión individual y social, material y espiritual. Constituyen
facultades que, de acuerdo al derecho internacional, tienen las personas frente al Estado
para impedir que éste interfiera en el ejercicio de ciertos derechos fundamentales, o para
lograr que el Estado garantice la satisfacción de ciertas necesidades básicas que son
inherentes a todo ser humano por el mero hecho de ser humano”.
5
MORELLO, J. prólogo de “Cultivos transgénicos, ¿Hacia dónde vamos?” de Walter Pengue, disponible
en amazon.com.
195
constituye una actividad peligrosa para la dignidad humana, de modo que su control no
debe dejarse a cargo, monopolísticamente, de las instituciones nacionales, sino que
deben constituirse instancias internacionales para su protección.6
Los DESC amplían el sentido humanista de los derechos. Su goce efectivo, igualitario y
no discriminatorio asegura la sustentabilidad de los derechos civiles y políticos. El
Estado es responsable y garante de los DDHH y debe protegerlos, responsabilizándose
por actos u omisiones y por las consecuencias que se desprendan de éstos ante las
instancias del derecho interno y externo una vez acabadas las vías judiciales internas. 7
6
NIKKEN, P, “El concepto de Derechos Humanos” en Estudios Básicos sobre Derechos Humanos.
Costa Rica, 1994
7
Documento de Formación Política en Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Comisión DESC,
APDH.
8
RODRÍGUEZ, G. en “Médicos argentinos reclaman prohibir el uso del glifosato” en
http://politicaargentina.suite101.net/article.cfm/medicos-argentinos-reclaman. 02/09/2010.
9
NIKKEN, P, “El concepto de Derechos Humanos”, en Estudios básicos sobre Derechos Humanos,
Costa Rica, 1994.
10
Curso Internacional de la Economía Ecológica: Pasivos ambientales y deuda ecológica.
intereses económicos. El bosque “El Impenetrable”, que abarca actualmente casi cuatro
millones de hectáreas se extendía hace 95 años por 8,2 millones de hectáreas. El terreno
se ha perdido ante el avance de la soja y, en menor medida, de la ganadería. El
Impenetrable ocupa el 35% del territorio de Chaco, que alberga 80% del total del
bosque. Es coincidentemente en Chaco donde se registran los picos más altos de
pobreza e indigencia de todo el país. Estos niveles se ven potenciados en El
Impenetrable. Sobre un total oficial censado de 86.000 habitantes, 30.000 son
indígenas.11 El PIDESC establece en su artículo 11, inciso 2 que “Los Estados Partes en
el presente Pacto, reconociendo el derecho fundamental de toda persona a estar
protegida contra el hambre, adoptarán, individualmente y mediante la cooperación
internacional, las medidas, incluidos los programas concretos, que se necesitan para:
Proteger estos derechos significa, por parte del Estado en un contexto de polarización
social, que el Estado no puede ser neutral, y el acceso a la información pública y el
derecho a la comunicación deberían ser ineludibles, tanto como el derecho a la
investigación científica interdisciplinaria, a la tecnología propia y al desarrollo humano
sustentable.”12
11
Datos censales anteriores al censo 2010.
12
FLAX, J. “La necesidad de la metodología interdisciplinaria. El caso de la sojización”
197
detenga a corto plazo. La Argentina, históricamente, ha sido un país exportador. Hoy lo
sigue siendo y la soja es una exportación vital para su economía.
“El 70% de los suelos chaqueños no son aptos para la agricultura, por eso el nuestro va
a ser pronto el primer ecosistema argentino en colapsar”, señaló Rolando Núñez, del
Centro de Estudios e Investigación Social “Nelson Mandela”, con sede en Resistencia.
“El Impenetrable quedó reducido a islas, una gran región central de bosque y después
fragmentos aislados”, detalló Luis Dellamea, un productor agrícola de la zona de Pampa
del Infierno, pueblo ubicado a unos pocos Km. de allí. La tierra del monte chaqueño no
es apta para el cultivo intensivo, por esta razón, luego de pocas temporadas se arruina y
sólo queda arena: donde había un ecosistema natural, acaece la muerte ambiental. La
desaparición de los ecosistemas naturales del norte argentino por la deforestación
acarrea consecuencias terribles, porque en esas tierras arrasadas viven comunidades
indígenas, verdaderas dueñas de las tierras, que la producción de soja se fagocita sin
pausa. La depredación del ecosistema y la colocación indiscriminada de alambrados
para dividir parcelas, está acorralando a estos habitantes, y las consecuencias de este
cercamiento son letales: desnutrición, enfermedades y hacinamiento.
13
FUEGO SIMONDET, J. en http://medioambiente.suite101.net
El ataque al ecosistema es claro, y “medio ambiente” no debe referirnos a una
concepción aislada del espacio social del hombre y vinculada solamente a “la
naturaleza” sino que se trata de una concepción que abarca a los seres vivos, objetos,
agua, suelo, aire y las relaciones entre ellos, de índole económica, política o cultural y
que, por ende, afecta y condiciona de manera especial las circunstancias de vida de las
personas y de la sociedad en su conjunto. De esta manera, la intervención del hombre en
el Impenetrable implica consecuencias que van más allá de un mero cambio de flora o
fauna del lugar. En el caso particular de esta región, para miles de pobladores, muchos
de ellos originarios del lugar, el bosque nativo representa su lugar de pertenencia y su
fuente de alimentación y trabajo. El desmonte del Impenetrable, primero con tala de
árboles y luego con la desertificación de los suelos a causa del auge del cultivo de soja
transgénica, ha derivado en una modificación sustancial del medio ambiente de la
región.
Bibliografía
Verónica Cáceres
(Mg. En Ciencias Sociales, Becaria del Conicet, UNGS
E-mail: vcaceres@ungs.edu.ar)
La última crisis mundial del sistema económico capitalista que afectó a las principales
economías del mundo desarrollado en 2008, y aún no ha sido superada, se entrelaza con
una crisis ecológica que afecta a enormes sectores de la población mundial. La misma
se evidencia, por un lado en el fuerte aumento de los precios que experimentaron los
alimentos y el petróleo; así como en las secuelas del cambio climático (visible en el
calentamiento global, las sequías, etc.) y en el creciente consumo y deterioro de los
“bienes naturales”.
Si bien la problemática ambiental tiene raíces de larga data se profundizó en los últimos
años con la expansión del neoliberalismo. Para muchos autores, el desequilibrio del
sistema capitalista constituye su fase terminal14, no obstante desde la economía
ambiental- la vertiente ecológica del paradigma económico dominante- emergen una
serie de propuestas tendientes a atenuar la destrucción del ambiente y que se sustentan
en la creciente mercantilización de los recursos, así como de la capacidad de disolución
de la naturaleza y, aún, de la propia contaminación. Desde esta visión se vuelve a
legitimar al mercado como institución central desenraizado de la sociedad. Se
transforma a la naturaleza en una mercancía ficticia y se la somete a dicha institución
sacra.
14
Entre los que se encuentran Wallerstein, I. (2008), Lander E. (2010), etc.
201
humanos de la presente y las generaciones futuras; por lo que las “soluciones” no
pueden quedar en manos de los agentes económicos privados, sujetos a las lógicas de
los mercados. Sino que demanda el esfuerzo por deconstruir estructuras naturalizadas,
romper con el capricho del crecimiento infinito, e intentar pensar otros paradigmas
productivos.
A fines de contribuir al debate, a lo largo del presente trabajo se caracterizan las bases y
fundamentos del sistema económico capitalista y su relación con la naturaleza, a partir
de los aportes de Karl Polanyi y en segundo se cuestionan algunos de los elementos
centrales de la economía ambiental. Por último, en el marco del creciente deterioro del
planeta y de las condiciones de vida de la población se reflexiona en la necesidad de
poner en juego otras perspectivas que cuestionen las propias formas de producción y los
patrones de consumo.
Dicha economía de mercado creó un nuevo tipo de sociedad cuyo sistema productivo
quedó sometido a un mecanismo autorregulado que:
“controlaba a los seres humanos en el desarrollo de sus actividades cotidianas, igual que a los
recursos humanos. Este instrumento del bienestar material sólo era controlado por los incentivos
del hambre y de la ganancia o, más precisamente, por el temor a carecer de los medios
indispensables para la existencia y por las expectativas de beneficio. Mientras que todos aquellos
que carecían de propiedad fueran obligados a vender su trabajo para satisfacer su necesidad de
15
Por sistemas económicos entendemos las relaciones sociales que incluyen las decisiones sobre el
trabajo que se realiza y cómo se utilizan los productos resultantes. Es decir, refieren a las formas de
organización del trabajo humano tales como la esclavitud, la economía familiar autosuficiente, los
sistemas tribales comunales, el socialismo estatal, el feudalismo.
alimento, y mientras que todos aquellos que tenían propiedades fueran libres de comprar en los
mercados más baratos y vender en los más caros, la ciega máquina seguiría arrojando cantidades
siempre mayores de mercancías en beneficio de la raza humana. El temor de los trabajadores a la
miseria y la avidez de los empleadores por lograr beneficios mantendrían en pie ese enorme
aparato” (Polanyi: 1980, 112)
Para Polanyi, una mercancía es aquella que ha sido producida para ser vendida en el
mercado, es decir que experimentó algún proceso de trasformación, por lo que el
trabajo, la naturaleza y el dinero son “mercancías ficticias” ya que no fueron producidas
para este fin. Tal como explica Godelier el intercambio a través del mercado logró
dominar el proceso económico “en la medida en que la tierra y los alimentos sean
movilizados por ese intercambio y allí donde la mano de obra se ha convertido en
mercancía que puede comprarse libremente en el mercado”. (Godelier: 1974, 22)
En los años ´80, a partir de la expansión del neoliberalismo como manifestación de una
“teoría científica”, en el marco del “pensamiento único”, fundamentada por la ciencia
económica cobran fuerza y se renuevan, de manera notoria, los discursos a ultranza en
torno a la libertad de mercado. Si bien el neoliberalismo 17 “no constituye una unidad
16
La tesis “contrasta nítidamente tanto con el liberalismo de mercado como con el marxismo ortodoxo en
la variedad de posibilidades que se imaginaron en cualquier momento particular”. (Block: 2007, 32)
17
Según Morresi, el neoliberalismo se contrapone con otras vertientes del modelo liberal clásico al
menos en: la igualdad socio-económica no es un valor deseable; la democracia carece de valor sustantivo;
la intervención estatal produce ineficiencias en la economía y una merma en las libertades personales; el
203
teórica y metodológica homogénea sino que se compone de un conjunto de posiciones
con matices” emergió como una reacción radical a la hegemonía keynesiana en los años
cincuenta que “combina elementos de la teoría neoclásica, y otras teorías afines, con
una filosofía política que atribuye un valor fuertemente positivo a la “desigualdad”
como mecanismo de promoción de la competencia y, con ella, a la eficiencia en el
sistema económico” (Forcinito: 2010, 12)
En términos de política pública las medidas neoliberales tomaron forma en las recetas
del Consenso de Washington18, aplicadas en la Argentina y otros países en vías de
desarrollo de la región, de manera dogmatica, a lo largo de la larga década del ´90. No
obstante, sus abanderados continúan olvidando, incluso en el marco de la crisis
económica actual, tal como señala Stiglitz “que nunca hubo un sistema de mercado
autorregulado de verdad libre. En sus transformaciones, los gobiernos de los países hoy
industrializados tuvieron un papel activo no sólo en la protección de sus industrias
mediante aranceles, sino también en la promoción de nuevas tecnologías” Stiglitz
(2007, 15)
mercado de competencia perfecta no existe; por ello es menester que intervenga el estado para que se
produzcan resultados similares a los que se hubieran producido de haber existido un mercado “ideal”.
Morresi, S. (2006)
18
El término fue acuñado en 1989 por John Williamson para dar cuenta de una serie de recomendaciones
para los países en desarrollo dadas por los organismos internacionales de crédito. Las cuales se
concentran en la disciplina macroeconómica (control fiscal, del gasto público, mejoramiento del sistema
impositivo), apertura (liberalización del sistema financiero, mantenimiento de un tipo de cambio fijo
competitivo, estable y único. Liberalización comercial, fomento de la inversión extranjera directa),
economía de mercado (Privatización de las empresas públicas, desregulación y reforma del estado). Para
más detalle ver Fanelli, J, Frenkel, R, Rozenwurcel, G. (1991)
pueden plantearse, con tal fuerza que aquellos que caen fuera del campo de aplicación
del paradigma ni siquiera lo advierten". (Kuhn: 1971). Es decir, cada paradigma se
define por los problemas sobre los cuales organiza el conocimiento y proporciona “una
visión distinta de la naturaleza del universo económico y de las maneras como los
hombres pueden enfrentarse con él de la forma más efectiva. Las ideas han sobrevivido
ampliamente a sus autores y han sido adaptadas posteriormente para tratar problemas
muy diferentes de aquellos que originalmente dieron lugar a que se formulasen. De aquí
que la investigación de las propiedades de los principales sistemas teóricos construidos
en el pasado tenga una permanente actualidad.” (Barber: 1974)
La acertada distinción que efectúa Polanyi en torno a las mercancías reales y ficticias
cuestiona la concepción de la tierra como mercancía, ya que no ha sido producida para
la venta. El concepto de tierra es amplio “y no comprende meramente la superficie
geográfica en cuestión, sino también las ventajas de su clima, su situación y su riqueza
mineral”. (Polanyi: 1976, 408) Desde la mirada neoclásica se considera, además, que la
tierra constituye un factor de la producción o un insumo.
205
océanos y mares, causando la muerte de muchas especies y afectando la calidad de vida
y la migración forzada de las poblaciones.19
19
A propósito de los desplazamientos forzados de la población ver Cáceres, V. (2010)
De esta manera, la bandera que levanta el pensamiento dominante como forma de
atenuar incluso el deterioro ambiental, una vez más incluye al mecanismo de sistemas
de mercados autorregulados. En relación a la gestión ambiental sobresalen al menos
dos perspectivas: los derechos de propiedad y el balance de materiales. Mientras que
desde la mirada de los derechos de propiedad, se entiende que los impactos se pueden
atenuar cuando existe una adecuada redefinición de la estructura de los derechos de uso
sobre los ríos, las aguas subterráneas, etc. Se promueve el libre mercado, porque al
existir derechos transferibles y precisos los agentes privados tienen incentivos para
usarlos de forma eficiente. Por lo que, cualquier impacto sobre la naturaleza se enmarca
en las conocidas externalidades, es decir en los costos o los beneficios no incluidos en el
precio de un bien que recae sobre la sociedad y el ambiente. En este caso la propuesta
sigue el Teorema de Coase20 de internalizar los costos, el deterioro o la prevención en
términos monetarios, bajo la concepción de que es el contaminador quien tiene que
afrontar los costos. En el marco de lo que los neoclásicos llaman “fallas del mercado”,
las externalidades impiden que los precios alcancen una solución eficiente en el sentido
de Pareto. Por lo que, quién tiene la capacidad económica de afrontar los costos puede
seguir contaminando.
Por otro lado, desde la perspectiva del balance de materiales, a diferencia de lo que
acontece con los derechos de propiedad, se argumenta que se torna necesaria la
intervención gubernamental mediante herramientas de regulación e incentivos
económicos. (Pearce y Turner: 1995). En este caso, si bien una de las herramientas más
discutidas se basa en los aportes de Pigou, para quien el cobro de impuestos era una
forma de asumir las externalidades (en los casos que el impuesto fuera igual al coste
externo marginal en lo que se considera el nivel aceptable de contaminación). No
obstante, se han priorizado otros instrumentos de gestión ambiental como son el
establecimiento de regulaciones directas que adoptan la forma de estándares que
sostienen ciertos niveles de concentración ambiental para los elementos contaminantes.
Tal como se detalla en el siguiente cuadro:
Cuadro 1 Principales instrumentos de política ambiental
Instrumentos de regulación directa Características
Estándares de calidad ambiental Es la medida que establece el nivel de concentración
de sustancias físicas, biológicas, o químicas presentes
en el aire, agua o suelo, en su estado de cuerpo
receptor, que no representa riesgo significativo severo
para la salud o el ambiente.
Estándares de emisión Fijan nivel máximo de emisiones realizadas.
Estándares tecnológicos Establecen el tipo de equipamiento a realizar para
tratar las emisiones previo a la descarga.
20
El teorema sostiene que “…se puede arribar al óptimo tanto si, por ejemplo, el agente contaminador le
paga a la sociedad damnificada por los daños acaecidos como si la sociedad afectada le paga al
contaminador para que deje de efectuar o reduzca, al menos, la acción contaminante. Por lo que, el
sistema económico puede internalizar los costos ecológicos así como las preferencias de las generaciones
futuras, asignando derechos de propiedad y estableciendo precios de mercado a los recursos y servicios
ambientales; de manera tal que el deterioro ambiental producido, más que ser un peligro para la
conservación de la biósfera, se convierte en el nivel de contaminación óptimo. Sin embargo, en todo caso,
la negociación entre los actores sociales y agentes económicos no puede plantearse como una “solución”
cuando existan daños ambientales irreversibles, valores inconmensurables, posibles afectados en el
futuro, etc.” (Cáceres, V; Monsalve, P. y Rodas, E.: 2010)
207
Estándares de productos y estándares de insumos Definen el tipo de insumo que se puede utilizar o
determina la cantidad máxima de insumos
potencialmente contaminante que puede incluirse en
cada proceso de producción.
Fuente: Argerich, A. (2009): Administración y desarrollo sustentable. Catamarca, Editorial científica
universitaria.
Mientras que, por otro se encuentran los permisos de contaminación transables que “se
fundamentan en la idea de que, partiendo de una determinada actividad, pueden ser
emitidos al medio ambiente (atmosférico, acuático o al suelo) una cantidad máxima
determinada de contaminantes y, paralelamente, disponer de todo o parte de dicha
cantidad cuanto ésta no es utilizada”. (Pengue: 2008, 155) Dicha concepción toma
forma en los mercados de carbono que se definen como “el ámbito en que se negocian e
intercambian unidades representativas de derechos de emisión de gases de efecto
invernadero o certificados de reducción de emisiones entre gobiernos, corporaciones
privadas, organismos internacionales, brokers, bancos e individuos”. (Pengue: 2008,
157) Por lo que si bien con la firma del Protocolo de Kyoto21 se impuso las metas
obligatorias y cuantificadas de reducción de gases del efecto invernadero, cobran fuerza
organismos como el Comercio Internacional de Emisiones (CIE) y la posibilidad de
intercambiar permisos como forma de “premiar con la oportunidad de negociar los
excedentes con respecto a las metas comprometidas en un mercado de transacciones,
que establecerá por el juego de la libre oferta y demanda el valor de esas reducciones
excedentes” (Argerich: 2009, 86). Es decir se comercializa tanto la capacidad de
disolución del medio ambiente como la contaminación.
Por último, a su vez, se efectúa un viraje en la discusión en torno a los desechos la cual
deja de discutir el origen de los residuos y centra la mirada en la distribución, es decir
hacía donde se destinan, sin explicar “por qué y cómo entra en el proceso productivo y
cuándo y bajo qué forma se presenta como residuo no es, como la experiencia lo
muestra, un fenómeno naturalmente definido sino económicamente condicionado”. Se
olvida en que en muchos casos, son las estrategias empresariales y los patrones de
consumo las que dicen cuando un objeto cualquiera es desechado como residuo, lo que
no se vincula, generalmente, a la pérdida de sus cualidades como valor de uso.
(Gutman: 2000, 147)
21
El protocolo contempla las siguientes emisiones de gases de efecto invernadero: dióxido de carbono,
metano, oxido nitroso, hidrofluorcarbonos, perfluorcarbonos, y hexafluorcarbono de azufre.
de regulación directa donde “los contaminadores tienen que cumplir y los reguladores
deben fiscalizar”, los cuales procuran reducir los riesgos. Dichas herramientas son
utilizadas por los entes de fiscalización y apuntan tanto a la prevención (es decir
favorecen la concientización y el desarrollo de prácticas que respeten la naturaleza), o
corrección (la acción punitiva). (Argerich: 2009) Las mismas se sintetizan en el
siguiente cuadro:
Cuadro 2: Herramientas de gestión ambiental preventivas y/ o correctivas
Herramientas de gestión ambiental
Preventivas Correctivas Preventivas o correctivas
Investigación ambiental básica y Programas de vigilancia ambiental Los sistemas de información
tecnológica
Educación Las revisiones ambientales La contabilidad social y
ambiental
Formación de técnicos y La auditoria Los sistemas de Gestión
especialistas Ambiental (SGA)
Normativa legal Los tratamientos de conservación, Etiquetados ecológicos
restauración, mejora y
rehabilitación
Políticas estatales de incentivación Los programas para recuperación y Eco-balances o análisis del
y de carácter regulatorio para las reciclados. ciclo de vida
distintas actividades
Tecnología de prevención diseñada
para intervenir en los procesos
productivos
Los sensores o estándares de
sensibilidad ambiental
Estudios de base
Evaluación estratégica ambiental
Evaluación de impacto ambiental
Seguros por riesgos ambientales
Programas de inversión ética
Argerich, A. (2009): Administración y desarrollo sustentable. Catamarca, Editorial científica
universitaria.
Reflexiones finales
22
Los servicios ambientales son los beneficios que obtiene el ser humano como resultado de las funciones
de los ecosistemas. Estos servicios refieren a un amplio rango de condiciones y procesos, a través de los
cuales, los ecosistemas naturales y las especies que las conforman, ayudan a mantener la vida en la tierra
y sus ciclos vitales. Ver Pengue, W. (2009)
209
una relación ineficiente con el medio ambiente ya que la búsqueda de beneficios, central
en el sistema, demanda en forma intrínseca su creciente y masiva explotación. Lo cual
atenta contra la calidad de vida de la presente y futuras generaciones, especialmente de
los sectores más pobres de la estructura social que se asientan en los territorios más
contaminados y desprovistos de los elementos básicos. Tal como señala James O´
Connor (2001) “La naturaleza es un grifo económico y también un sumidero, pero un
gripo que puede secarse y un sumidero que puede taparse (…) El grifo es casi siempre
propiedad privada; el sumidero suele ser propiedad común”
Pero en este marco, tal como señala Polanyi puede señalarse que emerge “el
movimiento protector”, incompatible con la idea de “autorregulación”, de la mano de
los pueblos que ofrecen resistencias y procuran la conservación de la tierra. En la región
latinoamericana, dicha resistencia surge de los sectores más periféricos del sistema-de
las comunidades indígenas y campesinos, entre otros- que se fueron organizando en
movimientos sociales. Desde donde luchan por recuperar los bienes comunes y por
resguardar los recursos naturales ante la creciente expansión del capital, que los
presiona sobre lo que resta de sus tierras, muchas de las cuales si bien son marginales
tienen enormes reservas de agua, bosques, etc. En general “el derecho a la diferencia,
como derecho cultural fundamental y la defensa de los recursos naturales están en la
base de un nuevo formato de acción política que articula cuestiones de reconocimiento
y de redistribución” (Cáceres, Monsalve y Rodas: 2010)
Bibliografía
Lleonard, A. (2010): La historia de las cosas: de cómo nuestra obsesión por las cosas
está destruyendo el planeta, nuestras comunidades y nuestra salud. Y una visión de
cambio. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.
O´ Connor, J. (2001): Causas naturales. Ensayos del marxismo ecológico, Siglo XXI
Editores, México.
211
-------------- (1980): Nuestra obsoleta mentalidad de mercado en Giulio E. (ed.)
Economie primitive, arcaiche e moderne. Turín.
Mariano Rodríguez
(Profesor de Ciencias Económicas, Investigador docente (UNGS)
Elisa Rodas
(Profesora Universitaria en Economía, Maestranda en Ciencias Sociales, Becaria de
docencia de UNGS)
Introducción
En las clases de Economía del nivel secundario frecuentemente se abordan los temas de
manera técnica y sin dar lugar a ningún tipo de discusión ni problematización. Esto se
condice con la teoría neoclásica de la Economía, la cual se impone como verdadera y
única frente al resto de las teorías.
La década de los ´90 estuvo marcada en la Argentina por el predominio ideológico del
neoliberalismo, sustentado en las ideas económicas de una teoría particular: el
paradigma neoclásico. En la dimensión económica, el neoliberalismo instituyó el
predominio de esta teoría económica, basada en modelos matemáticos y abstractos,
alejados de la realidad.
Desde los años ´80 tuvieron lugar una serie de cambios vinculados a la difusión del
neoliberalismo y su manifestación como una “teoría científica” fundamentada por la
ciencia económica. El supuesto básico fue considerar la existencia de una realidad
política única, que puede analizarse a través de métodos científicos. Se conforma así un
saber que se muestra como incuestionable por estar sus ideas expresadas como verdades
absolutas y científicamente demostradas. Ya en los años ´90, la economía como ciencia
emergió como la disciplina más adecuada para abordar y explicar cualquier fenómeno
de la realidad. En la dimensión económica, el neoliberalismo instituyó el predominio de
una teoría económica basada en modelos matemáticos y abstractos, alejados de la
realidad. Ocurre que se difunde la economía de los Estados Unidos (que es matemática,
abstracta) y ello constituye un aspecto fundamental del cambio de paradigma político.
(Beltrán 2005).
Algunos autores sostienen que este proceso ha tenido repercusiones sobre los temas
considerados como relevantes en las discusiones económicas. Considerando el
neoliberalismo como un modelo hegemónico, en cuanto que es capaz de imponer un
modo de concebir e interpretar el entorno social, nos preguntamos ¿cómo se concibe
dentro de este modelo el problema de la distribución teniendo en cuenta que en América
Latina y en Argentina en particular, pese a los períodos de crecimiento económico la
tendencia ha sido una desigual distribución del ingreso y una mayor concentración de la
riqueza?
Ante esto podemos pensar que se conforma una situación en la que se naturalizan
ciertos fenómenos sociales, como la desigualdad en la distribución del ingreso, que es
una problemática alarmante en nuestro país.
Por esta razón, sería preciso determinar qué temas se incluyen y cuáles se excluyen,
para así poder evidenciar cuál es la ideología dominante que está implícita en ello.
Entonces, sería preciso dirigir el análisis a cuestiones tales como: qué temas y enfoques
predominan, y ante ello, qué temas se excluyen. Básicamente, predomina una visión de
la vida social sin conflictos, que lleva a una visión de la economía como algo estático,
unificado, donde hay acuerdo, en lugar de diferentes miradas, acerca de cómo concebir
la realidad. En pocas palabras, como expresa la investigadora Valeria Wainer en su
texto, lo que se consigue no es más que reproducir “la visión del mundo económico que
subyace al pensamiento neoliberal durante la década de los '90.
Resulta importante detenerse en algunos conceptos para determinar qué se busca con
ellos, si permiten desarrollar competencias tales como el razonar y el argumentar,
cuestiones imprescindibles para transmitir a los alumnos y puedan comprender los
problemas socioeconómicos de nuestra realidad. A partir de aquí sería interesante tomar
algunas ideas de la investigadora Eleonora Baringoltz (2001), trabajadas en su artículo
“Ética y Economía”.
Lo que esta autora plantea es que se debería romper con el mundo de modelos ideales
que a menudo se impone en economía, porque al ponerlos en práctica, pueden chocar
con la realidad. Sostiene que toda la economía está atravesada por juicios de valor.
Diversos conceptos que invaden los programas de esta disciplina caen en esta
afirmación: “crecimiento económico”, “eficiencia”, “libertad de los agentes
económicos”, etc. Porque, ¿cómo se mide el crecimiento económico?; ¿por qué habría
que suponer que la eficiencia es buena?; la libertad de los agentes ¿es una libertad real o
retórica? Todas estas son cuestiones que si no son consideradas, se plantea una
neutralidad de problemas y conceptos, y esto a su vez, afecta la relación entre la ética y
la economía.
Martínez Bonafé (2002) describe al libro de texto como un modo de hablar, un código
de transmisión, un símbolo, un campo de significación, una forma de circulación
legítima del saber y de acceso al saber. En este sentido, Coraggio y otros (1998)
sostienen que los recursos didácticos no son neutros, y por ello resulta importante
analizar qué visión transmiten sobre las problemáticas sociales.
En este trabajo se han tomado para su estudio cuatro manuales escolares provenientes
de diferentes editoriales. Para realizar el análisis se tomarán en cuenta los siguientes
ejes: la aparición como contenido de los diferentes temas antes mencionados y el
enfoque adoptado; la consideración de distintos enfoques para abordar el tema, y por
último, qué cuestiones se consideran cuando se trata el complejo contexto de los
noventa.
Por otra parte, resulta importante prestar especial atención a la situación de los años ´90
según la visión presentada por cada uno de los manuales escolares, pues en este
particular contexto se han profundizado diversas problemáticas, como la pobreza y la
desigualdad social. En el manual Aique, de Castillo y Maas (2005) es posible encontrar
una referencia, aunque breve, de la desigualdad social, que es expuesta a modo de
introducir una fotografía que ilustra cómo una villa se ubica al lado de un barrio
cerrado; allí se menciona: “durante la década del ´90 se produjo una fuerte
concentración en la distribución del ingreso en la Argentina. Esta situación acentuó la
desigualdad social”. En este sentido, en el manual Kapeluz de Tobío (1998) también se
aborda el tema de la desigualdad pero teniendo en cuenta el caso particular de EEUU.
Es interesante el hecho de retratar a un país que cuenta con una muy avanzada
producción y tecnología, pero cuyos principales problemas hasta los años ´90 son que
los salarios no crecen, están estancados; además, la brecha entre ricos y pobres es
creciente, pues los salarios más bajos tienden a disminuir y los más altos a aumentar.
Para aproximarnos a qué piensan lo docentes sobre las distintas problemáticas sociales,
las cuales constituyen el aspecto social de la Economía, se entrevistaron a profesores
que dictan la materia en el nivel secundario, y provienen indistintamente de escuelas
públicas y privadas, con diversas experiencias educativas y diferentes trayectorias de
217
formación. La entrevista aplicada es de carácter abierto, pues incluye una serie de
imágenes que los entrevistados determinan, por medio de una breve descripción, qué es
lo que en ellas observan. En términos generales, las imágenes intentan evidenciar el
contraste existente entre los que más y los que menos tienen, por lo cual, en el caso en
que el entrevistado pudiera determinar estas cuestiones, se le indagaba sobre el rol de la
escuela y la educación y luego más específicamente, sobre su opinión y reflexión como
docente y la práctica de enseñanza que desempeña en el aula.
De las entrevistas resultó que muchos docentes efectivamente consideraban que los
problemas sociales son reales y hay que atenderlos otorgándoles especial importancia.
Pero a la hora de explicitar si abordaban estos temas en sus clases y de qué manera, la
gran mayoría decía que no los trataban en sus cursos porque los alumnos son
desinteresados, no les importa discutir ni debatir ningún tema. Otros docentes, no sólo
decían que no abordaban problemáticas sociales, sino que además no eran capaces de
identificarlas en las imágenes que debían observar y describir; se limitaban simplemente
a decir qué figuras estaban en las imágenes, sin ir más allá de eso, sin poder vincularlas
con la existencia de problemas socioeconómicos, ni relacionar esto con el rol de la
escuela y la educación, y mucho menos poder formar una reflexión sobre ello.
Para entender qué concepción tienen los alumnos de la escuela media sobre las
problemáticas sociales, que nos afectan a todos, se llevó adelante una encuesta en
distintos establecimientos y diferentes cursos en los cuales se dicta la materia
Economía. Cabe destacar que la encuesta fue realizada en escuelas de distintos estratos
sociales: esto se hizo para tener mayor información y, así, no relacionar los resultados
con una determinada clase social. También, se puede agregar que esta encuesta fue
hecha en escuelas públicas y privadas. Por consiguiente, los resultados obtenidos en la
encuesta pueden ser vinculados con la totalidad de los alumnos de la escuela media sin
depender de la clase social a la que pertenezcan.
Se pueden extraer algunas conclusiones antes de pasar a la cuarta pregunta. Una de las
ideas que se pueden inferir, a partir de las respuestas de los alumnos, es que casi nadie
vincula a la economía como una herramienta transformadora de la cuestión social. Este
aspecto se ve reflejado en las respuestas obtenidas en la segunda pregunta: muchos la
vinculan con la interpretación de la realidad sin mencionar la transformación que se
podría llegar a lograr desde la economía. Esto claramente tiene correlación con lo
expuesto anteriormente cuando se analiza el diseño curricular, los manuales y lo que
piensan los docentes sobre la enseñanza de la economía, ya que no le dan la importancia
que tiene como herramienta fundamental para el cambio. Esto también se demuestra en
la tercera pregunta, los temas más importantes son la oferta y la demanda, el
crecimiento económico y la producción de bienes (temas muy vinculados al mercado y
a la ideología neoclásica), muy pocos vinculan a desigualdad social y a la pobreza como
un tema relacionado con la economía, lo que hace que se refuerce aún más la idea de
mantener un orden, entendido como un estancamiento en la idea del ascenso social o la
lucha de clases.
Por lo tanto, podemos pensar que están dadas las condiciones, en cuanto a la
receptividad por parte de los alumnos, para poder conocer y entender a la economía
como una ciencia transformadora de la realidad social, a partir de la concientización
desde la escuela. Esto se demuestra en los temas que mencionan los alumnos, que no
fueron tratados en la materia por los docentes, y que les gustaría abordar, todos ellos
relacionados al planteo de políticas que solucionen las problemáticas sociales.
Las ideas expuestas son de gran utilidad para entender la importancia que tiene la
desnaturalización de diferentes problemáticas. Como ya mencionamos, en el contexto
de los '90 se produjo la mayor transferencia de riquezas hacia los sectores económicos
concentrados; aumentó, además, la desigualdad y la pobreza, entre otros problemas.
Entonces, ¿por qué no estudiar estas cuestiones?, ¿por qué no tratarlas dentro de un
contexto histórico para cuestionarlas, desnaturalizarlas y reflexionar sobre ello? Si bien
se trata de problemas para nada nuevos, aún hoy siguen vigentes, sin resolverse.
23
Citado en Rofman, Aronskind, Kulfas y Wainer (2000).
en donde cada individuo posee `irremediablemente' una posición en la estructura social
y espacial, lo que según datos nacionales, ha decantado en una naturalización de las
desigualdades, constituyéndose, entonces, en uno de los instrumentos de dominación
per se del sistema político-económico actual (Roldán Tonioni, 2007: 2).
De esta manera, podemos pensar que una cuestión a desnaturalizar es el tema de las
diferentes problemáticas sociales. Siguiendo las ideas expuestas por Ferreira (1974),
quien centrándose en el concepto de “calidad de vida” propone la deconstrucción de los
términos como mecanismo desnaturalizador de los mismos, es posible afirmar que se
debe analizar un concepto dado tratando siempre de problematizarlo. Ferreira afirma
que muchas veces las definiciones de los conceptos se desconocen, y en el caso de
conocerse no se cuestionan, utilizándose de una manera acrítica, tomándose por estar
en boga y presentarse en forma recurrente en el tratamiento de determinadas temáticas.
Pero, ¿cuál sería el inconveniente de adoptar ciertos principios que ya se encuentran
definidos y aceptados? Justamente, que este modo de utilizar palabras hace que éstas se
instalen, naturalizándose. Cuando un hecho se naturaliza deja de ser nuevo,
significativo, original. Opera un proceso de incuestionabilidad del estado de cosas
vigentes, como ya dado por la naturaleza (Ferreira, 1974: 119).
Finalmente, es preciso señalar que el docente lleva a cabo su práctica (su tarea de
enseñar) en base a, fundamentalmente, el diseño curricular y los libros de texto; sin
embargo, ello no implica que lo expresado en los manuales escolares sea considerado
como una verdad insoslayable e incuestionable. Sostenemos y confiamos que el docente
cumple un rol fundamental en la tarea de enseñar, pues tiene la capacidad de cuestionar
y distinguirse críticamente del pensamiento dominante presente en la mayoría de los
libros de texto. El docente es, en pocas palabras, capaz de innovar.
221
Bibliografía
Coraggio, J.L. y otros (1998): Hacia una pedagogía reflexiva: Informe de dos
experiencias educativas, Serie Experiencias Educativas 2, colección Universidad y
Educación- Instituto del Conurbano, UNGS.
Coscia, S. (1993): Economía Política. Buenos Aires: Kapeluz
Dobb, M. (1973): Teorías del valor y de la distribución desde Adam Smith. España,
Siglo XXI editores.
Ferreira, Sonia (1974): “La calidad de vida como concepto. Su utilización en el
accionar de los trabajadores sociales en el ámbito de la salud”. En: “Servicio Social
Sociedad”. Nº 74. Buenos Aires, Ed. Cortéz
Graña, J. M. y D. Kennedy (2006), “Las apariencias engañan. Diferentes contenidos de
la distribución funcional del ingreso”, XII Jornadas de Epistemología de las Ciencias
Económicas, FCE-UBA, Buenos Aires, septiembre.
Martínez Bonafé, J. (2002): Políticas del libro de texto escolar. Madrid, Ediciones
Morata.
Rofman, A., Aronskind, R., Kulfas, M. y Wainer, V., (2000): Economía. Las ideas y
los grandes procesos económicos en el tiempo. La economía argentina
contemporánea. Buenos Aires, Ediciones SANTILLANA.
Roldán Tonioni, A. (2007): “La desigualdad social como disciplinación de los
cuerpos. Una reflexión desde la estructura espacial de las ciudades” Publicado: 10
de julio de 2008. En: www.trabajosocial.uct.cl (Consultado: 2 de abril de 2009)
Tobío, O. (1998): Economía hoy. La globalización y la nueva relación sociedad-
naturaleza. Buenos Aires: Kapeluz
Wainer, V. (2007): “Currículum y Neoliberalismo: un estudio sobre la enseñanza de
la economía en la escuela media argentina”. Ponencia presentada en el Primer
encuentro internacional “Teoría y práctica política: Argentina y Brasil. Nuevas
formas de la dependencia nuevos desafíos para el desarrollo”.
Valeria S. Wainer
(Economista, Investigadora-Docente en la UNGS y Profesora Adjunta en la Facultad de Ciencias
Económicas de la UBA vwainer@ungs.edu.ar )
Introducción
En contraste, creemos que la economía debe enseñar las herramientas necesarias para
desarrollar el pensamiento crítico. Para esto es fundamental generar un proceso de
223
desnaturalización del orden social existente. De otra forma, ¿qué habría para criticar? La
crítica sólo tiene sentido frente a la posibilidad de mejorar, de transformar el mundo en
que vivimos.
Creemos que “la lucha por los DESC es fundamentalmente la lucha por la
transformación de las condiciones materiales de vida, para garantizar y construir
condiciones de vida digna.” (Hernández, p.6) Por ello es que los DESC están
íntimamente relacionados con la realidad económica actual que viven los estudiantes de
las escuelas.
En virtud de lo expuesto, el presente artículo tiene como objetivo analizar los
contenidos que se enseñan hoy en las clases de economía en las escuelas de la Provincia
de Buenos Aires y reflexionar acerca de la importancia de incorporar la cuestión de los
DESC para generar un conocimiento útil y que permita formar ciudadanos conscientes y
comprometidos con su entorno social.
24
Esta sección y la siguiente se basan en la ponencia “La importancia de los Derechos Económicos,
Sociales y Culturales en la enseñanza de la Economía”, presentada en el IV Encuentro Internacional de
Economía Política y Derechos Humanos, organizado por la Universidad Popular de las Madres de Plaza
de Mayo, los días 14 y 15 de septiembre de 2010.
¿Cómo se legitiman determinados derechos como “naturales” frente a otros derechos
que aparecen como de segunda categoría? ¿Qué dice la teoría económica sobre los
“derechos naturales” del ser humano? ¿Cómo se legitiman esos “derechos naturales” a
través de la enseñanza de la economía?
Si queremos saber qué dice la teoría económica sobre los derechos humanos, tal vez
podríamos rastrear el origen del concepto en la noción de Locke de “derecho natural” o
las ideas de Kant y Rousseau sobre la “libertad innata” o incluso las concepciones de los
Stoicos y los Cristianos sobre la existencia de una “ley natural”. (Gauri, 2003: 466)
Incluso Adam Smith hacía referencia a la existencia de un “sistema de libertad natural”
por oposición al “sistema mercantil”. (Dellemotte, 2009: 3) La idea común en estos
autores es que todo ser humano tiene desde su nacimiento ciertos derechos que le son
fundamentales para la vida (como el derecho a ser libre y a ser dueño del producto de su
trabajo) y, por lo tanto, que estos derechos necesitan ser protegidos y defendidos. Pero,
¿cuáles son esos “derechos”? De acuerdo con Gauri, hay una lista de posibilidades que
podemos dividir en cinco tipos de derechos: civiles (derecho a la vida, la libertad,
seguridad, propiedad, consciencia), legales (debido proceso, igual protección bajo la
ley), políticos (participación, sufragio), económicos y sociales (empleo, salud,
educación, nutrición) y colectivos (derechos de las minorías, autodeterminación étnica).
(Gauri, 2003: 467)
El discurso liberal que difunden las clases dominantes es que los Estados sólo deben
proteger y promover aquellos derechos que son considerados fundamentales al buen
funcionamiento del sistema económico, es decir, los derechos civiles y políticos. Desde
esta lógica, la protección de los derechos económicos, sociales y culturales sólo sería
posible después de que cada Estado haya alcanzado un cierto grado de desarrollo
económico (de ahí que se hable de derechos de ‘primera’ y ‘segunda’ generación).27
25
Para una interesante discusión respecto de la distinción entre estos dos conjuntos de derechos, ver: Ruiz
Miguel, Alfonso “Derechos liberales y derechos sociales” en Revista electrónica DOXA 15-16 (1994).
26
Desde su génesis, “los DESC tienen el mismo nivel que los derechos civiles y políticos sólo que por
razones sobre todo económicas y políticas han quedado relegados a través de la historia en términos de
mecanismos de protección. Hoy día la mayoría de los Estados no los califican como derechos por lo tanto
las violaciones a los DESC no son consideradas violaciones”. (Monsalve, 2009: 9)
27
Para una mirada crítica sobre la distinción entre derechos civiles y políticos y los derechos económicos,
sociales y culturales, ver Abramovich y Courtis: “Hacia la exigibilidad de los derechos económicos,
sociales y culturales. Estándares internacionales y criterios de aplicación ante los tribunales locales.”
IIDH, Curso Básico Autoformativo sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
225
Los liberales consideran que: “El mercado está indisolublemente asociado a las
libertades civiles, políticas y económicas, y a la existencia de un marco jurídico, social y
moral que encuadre dichas libertades y proteja al propio mercado.” (Alsogaray, 1992:
69) Por lo tanto, el pensamiento liberal enfatiza la protección de los derechos civiles y
políticos28 como los derechos fundamentales para el buen funcionamiento del mercado;
luego, sólo los Estados democráticos pueden alcanzar el mayor crecimiento económico.
Por ejemplo, un estudio reciente realizado por dos economistas ortodoxos llegó a la
conclusión de que los derechos civiles y políticos están positivamente correlacionados
con el crecimiento económico, “apoyando la idea original de Milton Friedman sobre
que el desarrollo económico parece ir de la mano con la existencia de libertades
políticas.” (Roll y Talbott, 2003: 76) (Traducción propia)
De hecho, los derechos y libertades civiles y políticas sólo pueden ejercerse en toda su
plenitud si se cuenta con los recursos materiales. De otra manera sólo existen en la
forma pero no en su contenido (el pobre y el rico tienen derecho a elegir entre trabajar o
no trabajar). En los ámbitos de la educación, la salud, la seguridad social y la vivienda
es donde podemos ver que no todos los ciudadanos tienen las mismas oportunidades.
28
La libertad económica está garantizada a través de los derechos (civiles) a la libertad individual y la
propiedad privada.
29
En general, podemos considerar que hay pocos conceptos en economía que se consideren tan
fundamentales como el derecho a la propiedad privada; los manuales de economía (en donde predomina
la teoría neoclásica), incluso los más elementales, hacen hincapié en el hecho que la propiedad privada (y
los derechos de propiedad) forman la base de cualquier sistema de mercado y del buen funcionamiento de
estos. (Cole y Grossman, 2001)
El paradigma neoclásico ha escindido la economía de la ética. Pero, ¿cómo es posible
dejar de lado la ética en las cuestiones referidas al mercado? ¿Acaso la teoría económica
puede desentenderse de problemas vitales para el funcionamiento de cualquier sociedad
como el hecho de que sus habitantes alcancen condiciones de vida dignas? ¿Debemos
(los economistas) asistir con indiferencia ante la escena de violencia y obscenidad que
implica la indigencia y la pobreza de unos en un medio donde hay riqueza y abundancia
para otros, aún cuando esta situación maximizara la eficiencia económica? ¿Quién
decidió que la “eficiencia” es el valor humano máximo al cual debemos rendir nuestras
vidas?
Consideramos que esta forma de discriminar y clasificar los valores humanos tiene
fuertes implicancias.30 Si la ciencia, en este caso la teoría económica, define cuáles son
los valores humanos relevantes y cuáles no, esto tiene consecuencias sobre la visión del
mundo económico que transmite la enseñanza de esta ciencia en particular.
30
“Los conocimientos matemáticos y económicos comportan una dimensión ética que no puede ser
ignorada. Comprender el mundo requiere conocimientos sobre economía, pero sin olvidarnos que el saber
no puede separarse del saber ser, sino que cualquier tipo de interpretación implica unos valores.”
(Santisteban Fernández, 2008: 17)
227
acumulación de capital que permita alcanzar el crecimiento económico. Además, el
pensamiento ortodoxo marca una separación entre los sucesos económicos y la realidad
social, elimina cualquier tipo de consideración subjetiva que involucre la vida cotidiana
de las personas y presenta los fenómenos económicos como ahistóricos y aislados que
se dan en forma natural, y escindidos de lo moral.
Debemos considerar que los cambios profundos que vive la sociedad, tanto desde el
punto de vista social como cultural, nos obligan a revisar nuestras concepciones
respecto al problema de la enseñanza de los contenidos económicos y nuestras formas
de intervención en el aula para generar un aprendizaje significativo. Si consideramos
que una de las tendencias más fuertes de la economía actual es el aumento de las
desigualdades y ese aumento está acompañado por una tendencia a la segmentación
espacial y a la fragmentación cultural de la población (Tedesco, 2004), entonces es de
suma importancia modificar la enseñanza tradicional de la economía (incorporando una
visión pluralista y heterodoxa) a fin de mejorar la comprensión de la realidad y las
posibilidades de actuar transformándola para lograr una mayor igualdad social.
Como ya se ha dicho, consideramos que la educación es una de las herramientas que los
sectores hegemónicos utilizan para legitimar la dominación. Como bien señala Martínez
Bonafé (2002), esto se puede ver mediante el uso del libro de texto escolar dentro de las
instituciones ya que reproduce determinada forma de saber, es decir, responde a los
intereses de determinado grupo social. Además, el texto es depositario de una práctica
social regida por las condiciones económicas del capitalismo. En términos generales,
adherimos a la idea de que el libro de texto escolar funciona como la expresión material
de la relación existente entre saber y poder, ya que determina un campo de
significaciones que definen en el alumno determinada manera de percibir el mundo que
nos rodea. (Martínez Bonafé, 2002). Por eso nuestro planteo radica en la importancia
que tiene la autonomía del docente en su profesión a la hora de seleccionar los
contenidos y las estrategias de enseñanza que utilizará para generar un aprendizaje
significativo en los alumnos. ¿Qué contenidos cree el docente que tienen mayor
relevancia que otros? ¿Enseña contraponiendo diferentes enfoques? ¿O presenta solo
uno de ellos? ¿Se preocupa por generar interrogantes en los alumnos fomentando el
interés a la investigación y el análisis de situaciones reales?
Asimismo, es importante señalar que la escuela cumple una función de reguladora
social y, más allá de los contenidos que imparte, transmite disposiciones, conciencias y
sensibilidades respecto al mundo (Martínez Bonafé, 2002). Como bien señala Touraine
(1997), el espíritu de una sociedad se manifiesta con claridad en sus programas de
educación. Por eso es muy importante estudiar la enseñanza de cada país y analizar si se
adapta a la democracia y a los retos actuales. En este sentido Forquín sostiene que: “La
forma en que una sociedad selecciona, clasifica, distribuye, transmite y valora los
saberes destinados a la enseñanza, refleja la distribución del poder existente en su seno
y el modo en que se encuentra garantizado en ella el control social de los componentes
individuales” (Forquín, 1987: 7). Entonces, la escuela es una institución que refleja la
distribución del poder existente en el seno de la sociedad. El saber no responde a una
concepción autónoma y objetiva sino que es producto de una sociedad particular
atravesada por determinados intereses ideológicos, políticos, religiosos, económicos,
etc.
En primer lugar, señalamos que estos programas plantean una visión económica
notablemente enfocada hacia la escuela de pensamiento neoclásica ya que se observa
que predominan conceptos elementales para el análisis microeconómico y
macroeconómico, característicos de dicha escuela.32 Además, se busca explicar y dar
coherencia al funcionamiento interno de los modelos económicos particulares de un país
dentro de los términos del ya mencionado paradigma neoclásico.
31
Ver una síntesis de los programas en Anexo.
32
Conceptos y temas tales como: Costo de oportunidad, escasez, leyes económicas, Comportamiento,
economía analítica, coherencia interna de los modelos, etc.
33
En el diseño curricular de 2003, por ejemplo, la distribución del ingreso se propone como contenido en
la última unidad, y dentro de la misma es uno de los últimos temas a trabajar. Inferimos por esto, que la
distribución del ingreso se plantea como un contenido irrelevante dado el lugar que ocupa en el programa.
229
Por último, nos parece necesario señalar el hecho de que otro actor determinante del
sistema económico, como lo es el Estado en su función reguladora, solo es abordado
como un actor que participa como cualquier otro dentro de la dinámica económica sin
mencionar que es el aparato que reproduce la dominación de una clase sobre otra. Es
decir, claramente, conforme a la línea de pensamiento de la escuela neoclásica, se
relativiza la función reguladora del Estado y su participación en la determinación del
funcionamiento y desarrollo de la economía.
Respecto al diseño curricular que comienza a ser aplicado a partir del año 2011 en el
ciclo superior de la escuela secundaria de la Provincia de Buenos Airees, señalamos la
existencia de un desdoblamiento de la materia Economía. Ahora se nutren de los
contenidos de esta disciplina los alumnos del último y del anteúltimo año del nivel
secundario. La división de la antigua (y única) materia Economía se expresa a
continuación:
Elementos de Micro y Macroeconomía (destinada a los alumnos
de 5º año del secundario) y,
Economía Política (para los alumnos del 6º y último año del
secundario).
Economía Política:
34
Conceptos y temas tales como: costo de oportunidad, escasez, leyes económicas, maximización de la
utilidad, economía analítica, equilibrio, teoría de los precios, la oferta y la demanda, etc.
A continuación destacamos algunos rasgos fundamentales que, a nuestro criterio,
marcan la diferencia de este programa con los 3 programas analizados anteriormente:
Economía (de 1999 y de 2003) y elementos de micro y macroeconomía (de 2011). La
materia Economía Política es anual y consta de 72 horas totales distribuidas en un
equivalente de dos horas semanales. La misma está dividida en cuatro unidades, con lo
cual inferimos que es posible un estudio más exhaustivo de cada uno de los ejes
temáticos propuestos.
Si bien algunos de los contenidos curriculares pertenecían en parte a los antiguos
programas, actualmente resalta la idea de promover un análisis de los discursos
científicos y políticos en relación con el contexto socio histórico donde tuvieron origen.
Asimismo, en el programa queda explícita una visión crítica respecto a los planteos
neoclásicos pertenecientes al enfoque liberal, y se plantea a la economía como una
construcción social. Entre otros rasgos, se considera que la materia debe contribuir a
que el alumno pueda detectar y comprender la existencia de conflictos de poder que
afectan la dinámica del mundo actual tanto en su dimensión económica como
sociopolítica. Es decir, se considera fundamental que el alumno pueda profundizar en
los problemas de desarrollo y la conformación de un mundo desigual de acuerdo con las
relaciones de fuerza y poder que emanan de lo económico.
En relación más directa con la práctica docente, se plantea que la enseñanza de la
economía debe apuntar a la creación de mejores condiciones de vida, formando al
alumno como ciudadano crítico y reflexivo respecto a la sociedad en la que se
desenvuelve. Tal como se plantea en el diseño curricular: a partir del estudio de la
disciplina “El estudiante podrá reflexionar acerca de la sociedad en la que interviene
como ciudadano critico y reflexivo, le permitirá continuar con sus estudios superiores y
estará en las mejores condiciones para acceder al mundo del trabajo” (diseño curricular
de Economía Política, 2011).
A partir de estas ideas fundamentales plasmadas en dicho programa, nos trasladamos al
análisis de los contenidos ya que consideramos que los objetivos son irrelevantes si no
se condicen con los contenidos que propone. El programa presenta cuatro unidades
fundamentales:
1. Teorías, ideas y núcleos de discusión.
2. Conceptos fundamentales.
3. Los problemas del desarrollo y la consolidación de un mundo desigual.
4. Economía política de la Argentina contemporánea.
231
La unidad 2 pretende que el alumno logre internalizar conceptos fundamentales de la
disciplina de modo que le resulten útiles para establecer relaciones con los contenidos
de otras materias tales como macroeconomía y microeconomía, geografía historia y
sociología. De este modo se plasman contenidos relacionados con las necesidades
humanas y los medios para satisfacerlas. Además, propone el estudio de los mercados,
incluyendo competencia perfecta como competencia imperfecta. También incorpora el
mercado de trabajo en relación con las desigualdades en la distribución de renta, etc.
Consideramos que los programas analizados de 1999 y 2003 son la expresión clara de
una visión social que predominó a lo largo de la década de los noventa, cuando durante
el gobierno de Carlos Menem se implementaron una serie de medidas de corte
neoliberal, que determinarían en forma directa el curso de la economía del país. No nos
resulta casual que los contenidos de ambos programas sean afines al pensamiento
neoliberal.
Respecto a la materia Economía Política consideramos que se establece una coherencia
entre los objetivos propuestos y los contenidos planteados. Aparentemente responde a
una visión económica de corte más nacionalista si se contrapone con los diseños de
1999 y de 2003, ya que la organización del currículum propone una enseñanza de la
disciplina que otorgue a los alumnos las herramientas teóricas necesarias a fin de que
alcancen la comprensión de los sucesos económicos que afectan a nuestra sociedad y a
las sociedades latinoamericanas en forma crítica a la visión dominante.
Se incorporan temáticas clave como la deuda externa y la teoría latinoamericana de la
dependencia que de algún modo rompen con una visión neoliberal del mundo. Además,
propone estudiar el caso argentino como paradójico de algunos hechos económicos
ocurridos a nivel mundial. Es interesante ver cómo se proponen estudiar algunos temas
tratando de generar debate, lo cual lleva a una mejor comprensión de los hechos (como
por ejemplo capitalismo versus socialismo).
Conclusiones generales
Bibliografía
1
Elementos de micro y macroeconomía.
2
Economía Política.
235
Consumo. Sistema Sistemas económicos: producción. *Estructuras
económico complejo. clasificación. Mercados de mercado: Monopolio,
de bienes y servicios. oligopolio, Competencia
Oferta y demanda. monopolística.
Mercado de Mercado de trabajo y la
competencia perfecta e desigualdad en la
imperfecta. Mercado de distribución de la renta.
factores: Oferta y La oferta de trabajo. Su
demanda. Precio de retribución. Análisis del
factores e ingreso. conjunto de oferta y
demanda de trabajo.
III Análisis El sistema económico Análisis de la Los problemas del
microeconómico: complejo. Relaciones distribución del desarrollo y la
Sistema de economía de intersectoriales. ingreso. Mercados de consolidación de un
mercado. Sectores productivos, factores productivos. Su mundo desigual.
Funcionamiento. Oferta, primarios, secundarios remuneración. *Características
demanda. Equilibrio de y terciarios. Sector generales de los sistemas
mercado. Asignación de externo: comercio socioeconómicos
recursos y fases del internacional, servicios, diferentes: Socialismo y
proceso. movimiento de capitalismo. Economías
Desplazamientos de la capitales. Balanza de mixtas y socialismos
curva de demanda y pagos. Mercado de actuales: Los casos de
ofertas por cambios en divisas. china y cuba. Rol del
los precios. Funcionamiento de la estado e intervención en
Representaciones actividad económica: la economía. El fin del
graficas. Elasticidad de Dinero-Naturaleza y mundo bipolar y la
demanda. Los mercados funciones. Función de multipolaridad.
y la competencia los bancos. El Banco * El Comercio
perfecta, monopolio y Central. El sector internacional como factor
oligopolio. Sistema de Público. El Gasto de desigualdad entre los
economía centralizada: Público. Impuestos: países. Centros y
Características, Concepto, clasificación. periferias en el actual
limitaciones. La Sector público como sistema mundial. La
empresa y la producción productor de bienes y incidencia en la
a corto plazo. Costos servicios. Servicios organización mundial de
Fijos. públicos: Regulación y comercio en la
control. Medición de la conformación de las
actividad económica. desigualdades y de
Cuentas Nacionales. deterioro de los términos
de intercambio. Los
salarios de los países del
centro y de los países
periféricos. Las teorías
latinoamericanas sobre el
desarrollo y la
dependencia hacia 1970.
Los principales aportes
latinoamericanos a la
comprensión de la
pobreza urbana y rural de
la región. Las teorías
sobre la marginalidad y
la exclusión social.
La deuda externa
latinoamericana. Y el
caso de la Argentina: La
década perdida de 1980.
Las relaciones entre los
modelos sociales de
acumulación y las
dictaduras cívico-
militares en la región.
Desindustrialización y
apertura económica.
Financierizacion de la
economía. Y destrucción
del aparato productivo: la
ley de entidades
financieras actualmente
vigente. Reflexiones
entorno de las relaciones
entre política y
economía. El nuevo
poder económico de la
argentina desde el fin de
la dictadura militar.
Concentración y
centralización del capital.
IV Análisis Evolución del Herramientas *La globalización
macroeconómico: pensamiento conceptuales para el neoliberal y la
La macroeconomía y el económico: análisis del Ingreso transformación
análisis La economía en la Nacional. Indicadores de ideológica durante los
macroeconómico. La actualidad y en la edad la actividad económica. años 90. El consenso de
contabilidad Nacional. media. Mercantilistas, Washington la política de
El producto Neto. Fisiócratas. La escuela los países endeudados
Consumo ahorro e clásica. Los socialistas Relación entre sector
inversión.: sus Utópicos. Las ideas de público y privado. La
determinantes. Las Marx. Los neoclásicos. apertura de la economía,
intervenciones del La teoría Keynesiana. la eliminación y
estado en la economía. El estructuralismo reducción de las tarifas
Política latinoamericano. El aduaneras y restricciones
Macroeconómica: fiscal neoliberalismo, no arancelarias, reforma
y monetaria, de empleo, enfoques alternativos fiscal, estabilidad
de precios, de comercio actuales. macroeconómica y
exterior, de crecimiento. control de déficit fiscal.
El comercio Ajuste económico,
internacional y balanza inflación y plan de
de pagos. El mercado de convertibilidad.
divisas. El crecimiento Trasnacionalización de la
económico. Y el medio economía: Principales
ambiente. Desarrollo y sectores afectados.
subdesarrollo. Las *Crisis social y deterioro
fluctuaciones del empleo. Caída del
económicas y el salario real y distribución
desempleo. La del ingreso. El fin de las
inflación: causas y protecciones sociales y
efectos. Evolución crisis global del estado
reciente de la economía de bienestar. Las
argentina. Los concepciones
regimenes de comercio. neoliberales del estado,
MERCOSUR, C.E.E, la ciencia, la cultura y la
N.A.F.T.A., PACTO educación en el actual
ANDINO. La contexto sociohistórico.
globalización, efectos y Política fiscal, monetaria,
causas. financiera y cambiaria
del estado neoliberal en
la Argentina.
*La redefinición del rol
del estado. Con
posterioridad a la crisis
del 2001.
Comportamiento de las
principales variables
237
socio-económicas.
Privatizaciones y re-
estatizaciones: Su
impacto el sector público
y privado. La pobreza
actual en el contexto
argentino y
latinoamericano.
V Cuestiones Políticas
económicas Macroeconómicas.
contemporáneas: Desarrollo y
Evolución reciente de la crecimiento.
economía argentina.
Desarrollo y
subdesarrollo.
Crecimiento y
desarrollo. Desarrollo
sustentable. La
economía en los nuevos
escenarios:
Tecnológicos, políticos,
sociales y ecológicos.
Las fluctuaciones
económicas y el
desempleo. La
inflación: Causas y
efectos. Procesos de
integración económica:
Organismos
económicos
multilaterales. La
globalización: causas
efectos. El deterioro de
los términos de
intercambio.
Proteccionismo y libre
comercio. La
distribución del ingreso.
Distribución funcional.
Distribución personal.
VI Oferta y demanda
agregada. Inflación.
Desempleo. Presupuesto.
Deuda Pública.
I. Introducción
3
¿Qué es la acción política? ¿una acción que se propone hacer algo para transformar o cambiar la realidad en
la que se vive? Esto quiere decir ¿poner la conciencia y la voluntad humanas al servicio de las potencias
sociales? ¿Cuál es el contenido de este camino? Porque puede ser la forma de perseguir el ideal como
acción más potente de lo que se quiere transformar o bien, lo que se nos presenta de manera inmediata como
“alternativa”, desterrar al ideal poniendo en evidencia su propia necesidad de existir como tal. En el primer
caso, el contenido que tiene la acción es la de reafirmarse en una cuestión de fe, es decir, accionar creyendo
en algo o respondiendo una idea. De este modo, la ciencia aparece así separada de la acción política, ya que
no le da su fundamento ni da cuenta de su necesidad. En Wolin (Política y perspectiva, Argentina, Amorrotu
editores, 2001, capítulo 2, pág. 38 a 77) este es un paso que, si bien es superador en la historia de la filosofía
política, que se realiza en la Grecia Antigua Clásica, se alza como un límite en la medida que considera
escindida la acción política del conocimiento objetivo del medio (ciencia). En el segundo caso, en cambio, se
trata de utilizar el conocimiento más potente del ser humano, es decir, la ciencia para dar cuenta de por qué se
hace lo que se hace. Por consiguiente, la ciencia no puede aparecer nunca separada de la acción política,
puesto que no se trata de creer ni sostener algo sino de conocer en plenitud lo que se hace, es decir, la
determinación de la acción.
Estas dos alternativas aparecen a la hora de plantearse la acción política y esta es la forma en que se presenta,
de manera inmediata, “la elección entre una y otra” como punto de partida. Así, la cuestión a resolver
parecería ser “cuál es la alternativa correcta” y no que una es la potencia de la otra. Es decir, el segundo caso
es el que puede dar cuenta de los límites que evidencia el primero y superarlo.
4
Esta es la forma en que se presenta la acción, su contenido (el trabajo) es la potencia del ser humano de
transformar objetivamente la realidad y dar cuenta de ella, esto es, la ciencia del ser humano en su pleno
desarrollo cuyo concreto pondrá en evidencia su propia transformación, que no es más que la investigación
científica, es decir la acción política.
5
“Todo problema de investigación es entonces una construcción, una elaboración propia que realiza cada
investigador, o grupo de investigadores, en base a preguntas que le surgen en su labor investigativa. Existen
239
conceptualizar el concreto (objeto) que pretendemos conocer, recurso propio de la
construcción lógica imperante en el conocimiento científico6.
En esta perspectiva, lo que se nos presenta es que, por un lado existe nuestra necesidad
(como sujetos) por investigar o conocer objetivamente la realidad (o un aspecto de ella) y,
por otro lado, un concreto en el que operar o, en otras palabras, objeto de análisis a conocer.
Ahora bien, ¿es posible definir de antemano lo que todavía no conocemos? ¿Es posible
separar sujeto y objeto de análisis?7 o dicho de otra manera, ¿se puede conocer de
antemano, a priori, el concreto al que uno se está por enfrentar?.
Definir, conceptualizar o categorizar estos dos aspectos (sujeto y objeto de estudio) es mirar
la relación entre ambos de manera exterior. Esto es lo que hace el método imperante en la
ciencia, la representación lógica: construir conceptos y teorías de aquello que quiere
conocer antes de enfrentarse al concreto. Por esta razón, aparecen escindidos el objeto y el
sujeto de conocimiento y, más aún, la necesidad de éste por enfrentarse a aquél. Además, el
conocimiento científico aparece fragmentado en diversas disciplinas o ciencias con más o
menos relación o vínculo entre sí8. Entonces, ¿a qué responde esta necesidad de separar
innumerables formas en las que puede surgir un problema de investigación, por ejemplo por algún trabajo, por
algún contacto con una institución, para aclarar algunos puntos, teóricos y teórico-prácticos, de la ciencia, etc.
La experiencia del investigador es de suma importancia para elaborar el problema. Hay varias fuentes de
investigación, tales como experiencias individuales, corazonadas, material escrito, conversaciones personales,
comprobaciones…Cualquier cosa puede ser fuente para un problema de investigación. Una de las fuentes la
constituyen los valores del investigador. Otra fuente pueden ser las comprobaciones consecuentes o
asociaciones estadísticas que llevan a menudo a investigaciones ulteriores de ideas teóricas. Retomando la
idea, podemos decir que una vez planteadas las preguntas de investigación, debemos construir el problema.”
En Adrian Carbonetti, María José Becerra, Paula Costa, Élida Tedesco, María Laura Rodríguez, Nadie
Dreyer, Diego Peralta, Andrea Pomee, El proceso de investigación en Historia, apuntes de cátedra,
Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de Filosofía y Humanidades, Escuela de Historia,
Cátedra Taller de Aplicación, 2000, pág. 13 y 14. Los autores describen de manera singular las distintas
formas en que se le presenta al investigador la motivación por investigar, esto es, corazonadas, etc. Ahora
bien, preguntamos, ¿de dónde brota esta corazonada o la conversación, el material escrito, etc. que los autores
mencionan? ¿cuál es el contenido? ¿por qué los autores no expresan la necesidad de avanzar en responderse
la pregunta de por qué hacen lo que hacen?
6
“La crítica de la ciencia hoy universalmente dominante no toma cuerpo en la construcción de una nueva
teoría, sino en la producción de una forma de conocimiento objetivo que supere a la teoría científica misma.
No se trata de concebir una nueva representación de la realidad, condenada por su sola condición de
representación a responder a una necesidad constructiva ajena a la necesidad real, a una lógica.” Iñigo
Carrera, Juan, El capital: razón histórica, sujeto revolucionario y conciencia, Buenos Aires, Imago Mundi,
Segunda Edición, 2008, página 256.
7
La respuesta a este interrogante es que sí, claro que se puede, de hecho eso es lo que hace (y ha hecho
históricamente) la ciencia, en la medida que su avance se realiza como representación o interpretación de la
realidad es decir, como construcción lógica. Nuestro propio avance en el desarrollo de la conciencia científica
y, a la vez, en la búsqueda de la respuesta sobre la necesidad de la propia acción política, hizo que esta
separación lógica e ideal, entre sujeto y objeto y entre conocimiento y acción, se nos presentara como un
límite. Llegado este punto, es que nos propusimos avanzar en una forma de conocimiento que no parta de la
representación o la interpretación de la realidad, sino de la reproducción de esta en el pensamiento. Así, “la
reproducción de la propia necesidad real concreta mediante el pensamiento muestra en la forma misma de su
método – esto es, como conocimiento dialéctico- que excluye toda apariencia de exterioridad respecto de la
acción que rige” Ibíd, página 270.
8
“…en algún punto crítico del pasado escogimos una opción equivocada, una mala elección que
perturba nuestro entendimiento presente. Este parte aguas crítico es identificable. Ocurrió a mediados del
siglo pasado (XIX), cuando el estudio de la naturaleza y variedades de la especie humana se escindió en
especialidades y disciplinas separadas y desiguales. Está escisión fue funesta, pues no solo desembocó en el
una cosa de la otra? El concreto (objeto de estudio) al que nos enfrentamos es la población
de los barrios aledaños a la Universidad Nacional de General Sarmiento, en particular los
jóvenes denominados de bajos recursos, y su relación con la misma9. Desde el punto de
vista de la representación lógica, dar una respuesta a esta situación implicaría en principio
seguir una serie de pasos. El primero de ellos sería la búsqueda de antecedentes o “estado
del arte” del tema en cuestión y la elaboración de un marco teórico. El segundo paso
consistiría en formular la o las hipótesis, que podrían ser por ejemplo las siguientes:
estudio intensivo y especializado de aspectos particulares de la especie humana, sino que convirtió las razones
ideológicas de esa escisión en una justificación de las especializaciones intelectuales” en Eric, Wolf, Europa
y la gente sin historia, México, Fondo de Cultura Económica, 1987, pág. 20 En esta cita, el autor, pone de
manifiesto las limitaciones que implican la fragmentación del saber (conocimiento científico); sin embargo no
avanza en responderse por la necesidad de dicha fragmentación y cae en la apariencia de considerarlo como
una cuestión de una abstracta “mala elección” de la humanidad.
9
Aquí la cuestión no reside en determinar si los habitantes de bajos recursos tienen derecho o no al acceso a la
educación superior, sino en preguntarnos por qué toma la forma que toma dicha relación en el momento
histórico a estudiar
10
“La lógica: el dinero del espíritu, el valor especulativo, intelectual del hombre y de la naturaleza; su esencia
que se ha vuelto irreal y completamente indiferente a toda determinación real; el pensamiento enajenado y
que, por ende, hace abstracción de la naturaleza y del hombre real.” En Karl, Marx, Manuscritos económicos
filosóficos de 1844, Argentina, editorial Colihue, 2006, pág. 190.
241
implica no partir de la representación ni de la interpretación del objeto de análisis, sino en
dar cuenta de la necesidad de nuestra acción/investigación por el camino de reproducir el
concreto en el pensamiento, en otras palabras, de poner en evidencia lo que uno es como
parte del metabolismo social11. Así, la potencia de la acción está en el método y no el
sentido de pertenencia al barrio o al lugar de quien lo investiga. Esto es, comprender que el
contenido de dicha acción es el conocimiento científico, el método dialéctico como
superación a la representación lógica.
Ahora bien, hasta aquí puede aparecer como una mera cuestión epistemológica o
metodológica, pero para explicar o hablar del método dialéctico no hay otra forma que la de
dar cuenta de cómo se lo utilizó. A continuación avanzaremos con la descripción de nuestro
trabajo cuyo método está implícito en todo su desarrollo y no escindido de él12.
11
“El proceso de trabajo (…) es una actividad orientada a un fin, el de la producción de valores de uso,
apropiación de lo natural para las necesidades humanas, condición general del metabolismo entre el hombre y
la naturaleza, eterna condición natural de la vida humana y por tanto independiente de toda forma de esa vida,
y común, por el contrario, a todas sus formas de sociedad”. “El Capital, crítica de la Economía Política”;
Marx, K., Buenos Aires, Siglo XXI Editores, Tomo I, Vol. I, 2002, página 223.
12
“El método es la fuerza absoluta, única, suprema, infinita a la que ningún objeto puede oponer resistencia;
es la tendencia de la razón a reencontrarse, a reconocerse a sí misma en toda cosa” (Hegel, Lógica, tomo III)
citado en Marx, K. Miseria de la filosofía, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 1987, página 66
13
En Juan Iñigo Carrera, Op. Cit., página 256
14
Con esto nos referimos al conocimiento denominado “del sentido común” es decir aquel que no es científico
y que parte de la experiencia práctica y cotidiana.
15
Cuando hablamos de “modo de producción” hacemos referencia la forma en que se organiza a la
producción social en un momento histórico dado (Marx, K. Contribución a la crítica de la Economía
Política, Buenos Aires, Ediciones Estudio, 1975.
Entonces, aquí es dónde el conocimiento vulgar choca con su límite y empieza un
conocimiento científico cuyo desarrollo expositivo va a ir acompañado con material
bibliográfico, fílmico, auditivo, desgrabaciones, etc.
II.a. El objeto de estudio (concreto) de la investigación participativa
“….me presento: soy Jennifer Aranda, tengo 17 años y voy a contar lo que fue la radio
comunitaria que hicimos el año pasado, soy de la escuela 701, fue un encuentro de
muchos pibes, no lo podíamos creer porque llegaron los chicos de la UNGS, Facu,
Pablo, Sergio. Fueron quienes estuvieron con nosotros viernes tras viernes,
16
apoyándonos y dándonos la oportunidad de expresarnos frente al barrio, los problemas
que cada uno tiene o por ahí conocer más de lo que la gente por ahí conocía. Me acuerdo
que la primera vez que nos dieron un micrófono…. era… ninguno quería agarrar un
micrófono, ninguno se sentía capaz de llegar a lograr lo que al final logramos, lo que
hicimos nos costó un esfuerzo grupal demasiado “groso”, chicos que nunca habían
hablado que eran tímidos, reservados, fue como que una vez que tuvieron la posibilidad
de tener el micrófono en las manos, fue como que cambió… pudimos empezar a hablar
entre nosotros, a relacionarnos, a saber lo que le pasaba, a entendernos, hubo veces en
que tuvimos varios entrevistados: psicólogos, periodistas, maestras. Cuando llegaba esa
persona, ese entrevistado, no podíamos creer que nosotros… nosotros pibes así del
barrio, que nunca en su vida pensábamos que íbamos a tener esta posibilidad, de estar en
un aula, llegar y entrevistar a la otra persona, era un nervio que sentíamos, nos sentíamos
no sé… no sé cómo explicarlo ni cómo expresarlo tampoco, fueron ocho meses que
estuvimos ahí….”17
¿Cómo nos enfrentamos a lo expuesto por Jennifer? es decir, ¿qué hacer? ¿Interpretar lo
actuado o lo actuado va a poner en evidencia su propia necesidad? No vamos a discutir un
abstracto problema epistemológico, metodológico o hermenéutico acerca de lo que quiere,
pretende o insinúa decir la entrevistada en su exposición, porque de esta manera estaríamos
limitando su propio proceso de superación y también el nuestro. Es decir, intentar
proyectar el alcance y la potencialidad que tiene esta acción tanto para uno como para otro,
nos detendría en la abstracta apariencia de lo que quisiéramos que sea. Lo que sí podemos
decir, es que la entrevistada (Jenny), pone de manifiesto los atributos18 que desarrolló a
16
Nosotros nos preguntamos de dónde brota o qué necesidad tiene de ser lo que es, “la oportunidad” que
menciona la entrevistada. Lo que denotamos es que “la oportunidad” no emana de nuestra abstracta libertad o
de algo que se le ofrezca al otro así sin más. No obstante, esto no implica que nosotros (en nuestra
investigación/acción) no hayamos presentado una propuesta sino que, en todo caso, “la oportunidad” se
presenta a partir del momento en que se puede avanzar colectivamente con el desarrollo de la propuesta. Así,
“la oportunidad” no es algo que se ofrece sino que surge del propio proceso de trabajo, no es un punto de
partida sino un punto de llegada o un resultado. No se trata entonces de “dar una oportunidad” y depositar en
el otro la posibilidad de que la aproveche o no. Pensar en estos términos es considerar que “la oportunidad”
está escindida del proceso de trabajo: por un lado “la oportunidad” y por otro el proceso de organización de la
vida material, que no es otra cosa que la organización de la vida social. Por todo esto es que nuestro trabajo
cuestiona la escisión entre sujeto y objeto de estudio y la escisión entre investigación y acción política.
17
Entrevista a Jennifer Aranda, 17 años, vecina del barrio “San Roque”, alumna del colegio 701,
Malvinas Argentinas, Buenos Aires, 9 de mayo de 2009.
18
“Por tanto, desde el punto de vista social, la clase obrera, aun fuera del proceso directo de trabajo, es
atributo del capital, ni más ni menos que los instrumentos inanimados. Hasta su consumo individual es, dentro
de ciertos límites, un mero factor en el proceso de reproducción del capital. Pero el propio proceso se cuida de
243
través de un tipo de trabajo que evidencia la forma que tomó nuestra acción política o
investigación científica.
Esto que pone en palabras Jenny, es resultado de una acción desarrollada en la localidad de
Los Polvorines, en una escuela pública ubicada en el barrio “Los Pinos” del partido
Malvinas Argentinas, durante los meses de abril a diciembre de 2008. La Escuela en
cuestión, es la número701 (ex 41) de adultos, donde esta persona cursó el último año
correspondiente a la Educación Secundaria Básica (ESB). Allí se desarrolló un Taller de
radio abierta, con formato de radio comunitaria, cuyas clases se realizaron una vez por
semana, los días viernes, en el horario de 18:30 hs a 20:30 hs. El Taller culminó con una
transmisión radial en vivo para todo el barrio, el día 5 de diciembre de 2008, realizada por
los propios alumnos y que contó con la presencia de padres, vecinos y estudiantes de otras
escuelas19 (fragmento fílmico D).
Ahora bien, ¿cómo llegamos a este resultado? Para contestar esta cuestión y avanzar en la
descripción del proceso de investigación/acción participativa detallaremos las instancias o
momentos que tuvo el taller, es decir, la forma que fue tomando para luego avanzar con el
contenido.
evitar que estos instrumentos conscientes de la producción se rebelen, desplazando constantemente lo que
producen desde su polo al polo contrario del capital. El consumo individual vela, de una parte, por su propia
conservación y reproducción y de otra parte, por la destrucción de los medios de vida, para obligarlos a que
comparezcan nuevamente y de una manera constante en el mercado de trabajo”. Karl, Marx, Ob. Cit, página,
482.
19
La radio abierta comunitaria (es decir, con formato no “comercial”) tuvo un alcance de aproximadamente 5
kilómetros a la redonda, tomando como centro la escuela. Esta actividad fue posible por el suministro de
equipos y personal técnico aportados por la Agencia Multimedia Barrial (AMBA) perteneciente al Centro de
las Artes de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
Desde fines de junio hasta el receso invernal, la actividad se centró en el aporte del
conocimiento técnico, para la diagramación y funcionamiento de una radio abierta,
brindado por un colaborador y asistente de la Agencia Multimedia Barrial (AMBA). En
esta etapa tuvieron lugar las primeras prácticas con las herramientas técnicas, los primeros
intentos de organizar un programa, de hablar a través de un micrófono, etc.
Durante los meses de agosto y diciembre de 2008 se desarrolló el armado de programas
pilotos que incluyeron la elaboración de publicidades, musicalización y entrevistas a
distintos invitados que fueron asistiendo viernes a viernes. Con respecto a esto último, los
invitados eran especialistas o gente vinculada directamente a los temas de interés
desplegados en la segunda etapa, por ejemplo: un licenciado en enfermería, un estudiante
avanzado de psicología, una maestra de colegio privado, un licenciado en comunicación,
una integrante de la sala de primeros auxilios, padres y distintos vecinos, etc. Además, esta
etapa incluyó la visita al estudio de grabación de AMBA en el Centro de las Artes de la
Universidad de General Sarmiento, en el cual se grabaron las publicidades para la
transmisión de la radio abierta. En el mes de diciembre tuvo lugar la realización del
programa de radio en vivo y en directo para los barrios aledaños a la escuela 701 (situada
aproximadamente a 2 kilómetros de la UNGS) realizada el día 5 de ese mes. Una vez
finalizado el programa de radio abierta nos abocamos a la elaboración del video
documental llamado “1800 metros” y del presente escrito.
20
La amplitud que implica la situación geográfica en la cual se inscribe la UNGS (como su nombre lo índica)
excede la repartición administrativa del partido de Malvinas Argentinas.
245
Miguel y Malvinas Argentinas a partir de la Ley Provincial 11.550 del veintiocho de
diciembre de 199421. Otro dato relevante lo constituye un primer acercamiento a la
información demográfica: al momento de ser construida la UNGS, el ex partido de Gral.
Sarmiento (en cantidad de habitantes) correspondía al cuarto distrito municipal del país
después de la Capital Federal, La Matanza y Rosario22. La ubicación geográfica de este ex
partido era la siguiente: se encontraba situado a treinta y cinco kilómetros de la ciudad de
Buenos Aires. Esta distancia toma como referencia la localidad cabecera de partido, en ese
entonces, la localidad de San Miguel. Esta situación ubicaba al partido de Gral. Sarmiento
dentro de la Zona Noroeste de la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA)23. Dicha
región es una de las diez aglomeraciones urbanas más importantes del mundo y una de las
más importantes en América Latina24. La Zona Noroeste se encuentra constituida por los
partidos correspondientes al ex Gral. Sarmiento, Tres de Febrero y San Martín. El área a
investigar corresponde a la región más poblada de la Zona Noroeste de la Región
Metropolitana de Buenos Aires y al área territorial más extensa de dicha zona.
Además de esta ubicación, se encuentran otros indicadores que destacan otras variables
en su integración a la Región. Nos referimos a la ubicación en Coronas que el Instituto
Nacional de Estadística y Censos realiza en la actualidad. Tomando en cuenta dicha
clasificación, el área a investigar se encuentra incorporada a la segunda corona o anillos de
conurbación de la Región Metropolitana de Buenos Aires.
21
Ver Ley provincial 28/12/94 y Disposición 3.663/94 de Dirección Nacional de Catastro Provincial.
http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/l-11551.html
22
José Antonio Borello, El contexto económico, social y de servicios de Gral. Sarmiento y Capacitación,
Educación y empleo en la industria del Partido de Gral. Sarmiento. UNGS, San Miguel, 1994, pág. 17.
23
INDEC, http://www.indec.gov.ar/glosario/glosario_faq.asp y ¿Qué es el Gran Buenos Aires?
http://www.indec.gov.ar/nuevaweb/cuadros/1/folleto%20gba.pdf . Para analizar la información referida a
anteriores clasificaciones ver la situación de la RMBA que se encontraba integrada por la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires y 43 partidos de la Provincia de Buenos Aires.
24
Rodrigo, Carmona, Instrumentos de política industrial y fomento productivo en el desarrollo económico
local. Los Polvorines, Universidad Nacional de General Sarmiento, 2006.
MAPA Nº 1. RMBA. División en Coronas
Fuente: FRITZSCHE, Federico J. y VIO, Marcela. Especialización y diversificación industrial en la
Región Metropolitana de Buenos Aires. EURE (Santiago), dic. 2000, vol.26, no.79, p.25-45.
25
Para ver cifras de población global del Gran Buenos Aires consultar
http://www.indec.gov.ar/censo2001s2_2/ampliada_index.asp?mode=04 . Los datos a partir de la división de
partido se encuentran desagregados. No existe información desagregada para el período previo a 1995.
26
Instituto Nacional de Estadística y Censo, http://www.indec.gov.ar/glosario/glosario_faq.asp
247
Ahora bien, estos aspectos cuantitativos, demográficos y territoriales nos dan cuenta de
información general sobre el área que contiene a nuestro concreto en cuestión, esto es, los
barrios aledaños a la UNGS en los que se inscribe nuestra acción/investigación.
La actividad que analiza este escrito se desarrolló en la escuela 701 que se encuentra
ubicada en la localidad de Los Polvorines en la calle Comodoro Rivadavia al 300, entre las
calles Dante Alighieri y Lourdes. Para tener una referencia más, el colegio se encuentra a
poco más de tres kilómetros de la zona céntrica de Los Polvorines y a poco menos de dos
kilómetros del Campus de la UNGS. La cursada del año en cuestión tuvo un promedio de
15 estudiantes de distintas edades que van desde los 17 años hasta los 50 años. Todos ellos
se encontraban cursando el último año de la Educación General Básica (EGB) para adultos.
Respecto de la información disponible sobre la Universidad de General Sarmiento y su
desarrollo institucional de los últimos años podemos plantear lo siguiente. La Universidad
Nacional de General Sarmiento fue creada en 1993 y se encuentra ubicada en J. M.
Gutiérrez 1150 (entre José León Suárez y Verdi). De acuerdo a la información de los
últimos años y que figuran en el cuadro A1, hacia el 2005 la misma contaría con una
plantilla de 4000 estudiantes aproximadamente.
Cuadro I
T o tal d e alu mn o s (C A U + P C U y
S C U)
total de es tudiantes de pregrado y grado
tota de nuevos ins c riptos
3.772 3.930
3.346
2.665
2.049
1.179
837 944 853 827
27
La acción/investigación participativa trabajó en la obtención becas para acceso a talleres que se realizaron
dentro del Centro Cultural de la UNGS, durante los primeros meses del 2008 (Registro fílmico y auditivo);
Actividad “visita y charla y recorrido a la UNGS con el centro de escuelas de adultos y vecinos de barrios
aledaños” realizada en noviembre de 2007 (Registro fílmico y auditivo); Actividad “Temprana Infancia y el
sentido de la apropiación de la Educación superior a niños, padres y familiares de barrios periféricos” en
octubre de 2007 (Registro fílmico y auditivo y fuentes escritas); Actividad “El adolescente y la forma en que
se presenta el Estado (realización de mural)” realizada durante los meses de Agosto y Septiembre de 2007
(Registro fílmico y auditivo y fuentes escritas); Actividad sobre las expresiones artísticas de los jóvenes
pertenecientes a los barrios aledaños a la UNGS en “radio La Aplanadora : la cumbia y la universidad” en el
mes de septiembre de 2007 (Registro fílmico y auditivo); Primeros vínculos con la Escuela 11(ex 28) y la
producción de cuentos cuya consigna fue “La Universidad y el Barrio” durante los meses Agosto y
septiembre de 2007 (Registro fílmico y auditivo); Actividad de inicio de convocatoria a vecinos y
organizaciones sociales sobre la propuesta a realizar: “ La relación entre La Universidad y el Barrio” durante
los meses de junio y julio de 2007 (Registro fílmico y auditivo); Movilización de organizaciones sociales y
vecinos del barrio, estudiantes y padres de la Escuela ex 27 de San Miguel dentro del barrio Parque
Sarmiento, durante el mes de mayo de 2007 (Registro fílmico); “Marcha al Concejo Escolar de San Miguel”
durante el mes de abril de 2007 (Registro fílmico); Actividad “Festival: Salvemos a la Escuela” y radio
abierta en ex Escuela 27 de Parque Sarmiento, San Miguel, durante el mes de Octubre de 2006 (Registro
Fílmico); Actividad “Realización del Mural: La Protesta” en escuela ex 27 de Parque Sarmiento, San Miguel,
durante los meses de Agosto y Septiembre de 2006 (Registro fílmico y auditivo); Participación y asistencia en
el “Taller de Lectura Crítica de El Capital” desde enero de 2006 hasta diciembre de 2007 (Registro
auditivo); Acción política de la Agrupación Santiago Pampillón a partir de enero de 2006 en la UNGS.
249
Para decirlo de otro modo, nuestra acción política o investigación científica se realiza de
manera consciente y voluntaria y se le presenta al otro de esta forma para que este se
exprese de la misma manera. Este momento, constituye un avance en el conocimiento de
las determinaciones de nuestra acción y como tal no corresponde a una mera elección de
estrategia didáctica o recurso pedagógico, sino de avanzar en que el otro se enfrente por sí
mismo a su propia necesidad.
Alguien que no se puede preguntar por qué hace lo que hace se encuentra limitado para
organizarse colectivamente. Ahora ¿por qué se encuentra de esta forma? ¿Por qué esto es
esto? Porque su acción inmediata no es más que la expresión más simple de su propio
desorden. Esto es, su angustia puede tomar distintas manifestaciones tanto en sus relaciones
cercanas (con sus pares) como en las lejanas (con figuras de autoridad como el docente
dentro del aula o un jefe en el trabajo). Estas manifestaciones, que brotan de la forma en
que se desarrolla el proceso de trabajo en ese concreto, pueden o no generar relaciones
caóticas con el otro cuando la angustia no puede ser transformada de manera superadora,
dificultando así su apropiación del medio en un medio para sí que le posibilite su propia
superación como ser humano. Esta situación no implica necesariamente que el otro no se
haya apropiado del lugar en el que se encuentra (Estado), el problema reside en conocer
desde donde se está reafirmando para conocer o apropiarse del mismo. En este sentido, ese
otro se puede reafirmar en la negación del desarrollo de sus atributos productivos (en su
degradación) o bien, en el reconocimiento de sus potencialidades para transformar el medio
a través del desarrollo de la conciencia científica (en su superación). La necesidad de
nuestra acción es la de avanzar en esta última posibilidad.
Bibliografía
Carbonetti, A.; Becerra, M.; Costa, P.; Tedesco, E. Rodríguez, M; Dreyer, M; Peralta, D,
Pomee, A. (2000) El proceso de investigación en Historia, apuntes de cátedra, Córdoba,
Universidad Nacional de Córdoba,
Wolf, E. (1987): Europa y la gente sin historia, México, Fondo de Cultura Económica
251
EDUCACION Y DISCAPACIDAD. UN DERECHO DE TODOS
María Rosa Saverino
(Licenciada en Política Social (UNGS))
Introducción
Cuando nos referimos a los derechos humanos una de las preguntas habituales que surge es
¿cómo hacemos para que se nos reconozcan esos derechos? Más aún, se suele consultar
acerca de la posibilidad real de exigir el cumplimiento de esos derechos. Este documento
intenta realizar un aporte a los ciudadanos en general, y a los sectores excluidos en
particular para que conozcan y actúen en pos de impulsar la exigencia de sus derechos. En
este sentido nuestro punto de partida no pasa por referirnos a personas con necesidades no
cubiertas. Nos anclamos en el concepto de ciudadanos, es decir “sujetos con derechos
exigibles que generan obligaciones para el Estado”. A partir de esta premisa el tratamiento
de los Derechos Económicos, sociales y culturales (DESC) en este apartado, tendrá como
finalidad llevar a la comprensión de que todo derecho tiene la característica de poseer
mecanismos de monitoreo, rendición de cuentas y justiciabilidad. Esta característica
inherente a los derechos es lo que los hace exigibles, al tiempo que marca pautas en todo el
proceso de las políticas públicas sociales y económicas, por lo que surge la necesidad de la
participación activa, libre y comprometida especialmente de los grupos excluidos o
marginados28.
De esta forma, nos concentraremos en el proceso social, político y legal que enmarca la
posibilidad de exigir un derecho económico, social y cultural en la República Argentina. En
función de ello analizaremos un derecho -DESC - y lo acotaremos a un grupo vulnerable,
en la época actual y en el nivel más elevado de realización.
28
Instituto Interamericano de Derechos Humanos (2008) “Protección Internacional de los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales. Sistema Universal y Sistema Interamericano” p.17 www.iidh.ed.cr
29
Monsalve, Patricia (s/d) “Los jóvenes y los derechos económicos, sociales y culturales” paper del Instituto
del Desarrollo Humano, Universidad Nacional de General Sarmiento. Resaltado propio.
30
Comisión DESC –APDH- “Documento de formación Política en Derechos Económicos Sociales y
Culturales” P. 4
31
Idem
253
unos frente a otros, dado que el cumplimiento del proyecto de vida de las personas implica
la realización de todos los derechos en su conjunto […] que sean de carácter progresivo
hace referencia al cumplimiento de las obligaciones que tienen los Estados frente a los
derechos humanos”32
32
Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo. Escuela de Formación para un
Nuevo Liderazgo de Derechos Humanos. Mod. I Aspectos fundamentales de los DESC. P. 10. Resaltado
propio.
33
Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo. Escuela de Formación para un
Nuevo Liderazgo de Derechos Humanos. Mod. I Aspectos fundamentales de los DESC. Unidad 3. Págs. 35-
37
Derecho a la seguridad social
Protección de la familia y los menores
Derecho a un nivel de vida adecuado y a la mejora continua de las
condiciones de existencia (alimentación, vivienda, vestido…)
Derecho a la Salud
Derecho a la Educación
Derecho a la ciencia y la cultura.
A priori resulta poco evidente pensar de qué forma o qué herramientas poseemos para el
real cumplimiento de estos derechos. Esta percepción de intangibilidad se agudiza cuando
nos referimos a los grupos vulnerables, por razones de discriminación, raza, religión,
xenofobia, género o sencillamente por una concepción de normalidad que no acepta las
diferencias, la diversidad como parte de la condición humana.
Por esta razón, decidimos desarrollar y desarmar el núcleo duro de un derecho y sus
posibilidades de exigibilidad en torno a un grupo vulnerado. Así, nos referiremos al
derecho a la educación para las personas con discapacidad.
La relevancia de escoger este derecho es que la negación del mismo genera una reacción
en cadena que produce un desequilibrio en las oportunidades de la vida de las personas:
sin educación no hay empleo, sin empleo no hay seguridad social, y sin ésta no hay soporte
para la vejez. Por eso es fundamental entender que este derecho cobija a todas las personas
como parte integrante de la sociedad aunque formalmente los instrumentos que lo
desarrollan protejan especialmente a los niños. 34
En este sentido el Pacto internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales
señala en su artículo 13 que “…La educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de
la personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los
derechos humanos y las libertades fundamentales […] la educación debe capacitar a todos
las personas para participar efectivamente en una sociedad libre, favorecer la
comprensión, la tolerancia y la amistad”
34
Idem. P.44
255
Los Estados están en la obligación de garantizar el acceso de todas las personas a las
instituciones educativas en igualdad de condiciones y sin discriminación. No sólo se refiere
al aspecto físico, sino a la eliminación de barreras culturales. Tres características esenciales:
No discriminación. Debe ser accesible para todos sin ningún tipo de
discriminación.
Accesibilidad material: Se deben garantizar las condiciones de accesibilidad
tanto por localización geográfica o por medio de la tecnología.
Accesibilidad económica: la educación debe estar al alcance de todos35
3. Aceptabilidad (calidad)
El tipo de educación ofrecida, como los programas de estudio y métodos pedagógicos,
deben ser aceptables para los estudiantes y los padres (adecuados culturalmente) y que no
atente contra las libertades y creencias de las personas.
4. Adaptabilidad (permanencia)
Debe poder adaptarse la educación, a los intereses de los estudiantes de manera que les
permita responder a sus necesidades tanto personales como sociales en diferentes
contextos36.
35
Debemos considerar que en algunos Estados existen diferencias a la hora de establecer en su legislación la
importancia y el subsidio del mismo en la educación de nivel 1ª, 2ª y 4ª
36
Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo. Escuela de Formación para un
Nuevo Liderazgo de Derechos Humanos. Mod. I Aspectos fundamentales de los DESC. Unidad 3. Págs. 28,
29 Y 30
37
Instituto Interamericano de Derechos Humanos (2008) “Protección Internacional de los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales. Sistema Universal y Sistema Interamericano” p. 35
38
Versión revisada de la ponencia presentada en las IV Jornadas Nacionales Universidad y Discapacidad,
UBA 2006 “Educación y discapacidad: un mirada de la educación superior” en la Universidad Nacional de
Río Cuarto, basada en la investigación acción de la tesina para la Lic. en Política Social de la UNGS: “El
abordaje de la discapacidad en la Universidad Nacional de General Sarmiento. Un estudio diagnóstico en el
marco de las Universidades Nacionales que pertenecen a la Red Interuniversitaria y/o a la Comisión
Interuniversitaria: Discapacidad y Derechos Humanos”.
En la década del setenta comienzan a generalizarse los postulados de “normalización” que
surge de la llamada Ley Nirje en Dinamarca y constituye un principio filosófico que da
origen a un cambio conceptual, tanto en el campo de la salud, en el sociopolítico como en
el educativo respecto de las necesidades especiales. En el texto de Nirje se alude al
concepto de normalización de modo global, es un programa de vida para conseguir el
objetivo de disminuir los aspectos diferenciales de las personas con discapacidad y realzar
las similitudes. Y en este aspecto define normalización como “la utilización de medios tan
normativos como sea posible, de acuerdo con cada cultura, para conseguir o mantener
conductas o características personales, tan cercanas como sea posible a las normas
culturales del medio donde vive la persona con discapacidad”39. Este principio de
normalización, que comienza a generalizarse en la década del setenta, aplicado al ámbito
educativo constituye lo que denominamos integración escolar, en el marco de la Ley
Federal de Educación Nº 24.195. Esta propuesta da lugar a la transformación de la
educación de las personas con discapacidad. Entonces, se considera que el sistema
educativo debe reconocerles a las personas con discapacidad los mismos derechos y,
además, ofrecerles los servicios de la comunidad para que desarrollen al máximo sus
posibilidades. Este concepto tiende a proporcionarles una vida lo más normal posible.
Como consecuencia de estos cambios se inicia un camino de transformación de la
educación especial, permitiendo, de acuerdo a la idea de integración escolar, a alumnos
con necesidades especiales interactuar con sus pares en los ámbitos educativos comunes, de
esta forma posibilita el educarse juntos.
Por otra parte, recordemos que en Inglaterra a fines de la década surge el Informe Warnock,
(1978) que fue el punto de partida del concepto de necesidades especiales, el que expresa
acerca de los alumnos con necesidades educativas especiales lo siguiente:
“[…] aludir a la diversidad de los alumnos y al ajuste de la respuesta educativa en cada
situación concreta implica reconocer que todos los alumnos tienen necesidades educativas
y que éstas, que pueden ser coincidentes en muchos casos, también son distintas en
muchas ocasiones. Los alumnos, al enfrentarse a los aprendizajes, lo hacen con arreglo a
sus estilos particulares, a su nivel de conocimientos previos, a sus intereses, etc.
El término de necesidades educativas especiales alude precisamente a estos alumnos. Si
bien no se niegan las dificultades que cada uno de ellos puede tener para acceder al
currículo (dificultades que habrá de conocer y valorar), el énfasis se pone, en cambio, en
lo que necesita para compensarlas y para progresar de acuerdo a sus posibilidades. No es,
por lo tanto, el alumno o alumna quien es especial: lo especial son algunas condiciones
que necesita para llevar a cabo los aprendizajes [...]”40
Esta concepción se basa en tres supuestos fundamentales: 1. No todos los alumnos con
necesidades especiales tienen un déficit sensorial, motor o intelectual. Algunos pueden
presentar necesidades especiales como consecuencia de dificultades o carencias en su
39
Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP). Dirección Nacional de Capacitación (1998)
“Introducción a la temática de la discapacidad” Curso a distancia, Módulo II. P.31
40
Warnock, H. M. (1978) Special Educational Needs. Report of the Committee of Enquiry into the Education
of the Handicapped Children and Young People, Longres, HMSO.
257
entorno familiar y social y también como consecuencia de una historia de aprendizaje
desajustada en las etapas anteriores. Por lo que en muchos casos se da una combinación de
varios de estos factores. 2. Incluso en alumnos con una deficiencia similar, las diferencias
individuales son muy grandes. Por estas razones, no es válida la estrategia de clasificarlos
en función de un déficit determinado, suponiendo que la respuesta que precisan debe ser
igual para todos. 3. Las necesidades educativas especiales de un alumno o alumna se
ponen de manifiesto cuando se produce su ubicación en un contexto educativo
determinado (etapa, ciclo, centro, aula, etc.) Por lo tanto no son consustanciales del alumno,
sino fruto de la interacción de éste y la situación de enseñanza y aprendizaje41.
Como consecuencia de esta noción se plantea que las necesidades educativas especiales
(NEE) “sólo podrán determinarse a través de un proceso de evaluación individualizada del
alumno o alumna y de una evaluación rigurosa del contexto en el que se ubica”42 De
acuerdo a ello en 1994, en Salamanca, España, se lleva a cabo la conferencia mundial
NEE, donde se plantean como puntos centrales la adaptación inclusiva y las adaptaciones
curriculares. En la práctica en la República Argentina esto se tradujo en aulas especiales y
aulas de apoyo a niños con deficiencias leves a regular.
Otro punto de inflexión se presenta ese mismo año, cuando la ONU presenta Las Normas
Uniformes sobre la igualdad de oportunidades, en la que se expresa: “Los Estados deben
reconocer el principio de igualdad de oportunidades de educación en los niveles primario,
secundario y superior para todos los niños, jóvenes y adultos con discapacidad en entornos
integrados, y deben velar para que la educación de las personas con discapacidad
constituya una parte integrante del sistema de enseñanza”
Entre los años 1997 a 1999 las investigaciones producidas dan cuenta de que el proceso de
integración arrastra un fundamento médico y comienzan a plantearse discusiones de peso
entre los que resaltan sus beneficios y quienes sostienen amplias críticas.
Fundamentalmente, en concordancia con estas últimas nos encontramos con la visión de
que el concepto de las NEE y las adecuaciones curriculares connotan un aspecto negativo
de discriminación. Esta mirada interpreta que este proceso tiene inmerso como concepto la
idea de normalización como negación de lo distinto, del diferente. Por su parte, los
defensores de este proceso distinguen entre sus beneficios la existencia de un aprendizaje
social, para los niños y adolescentes, en un medio con mayores similitudes a la sociedad
que los rodea.
Para el año 2000 la UNESCO presenta “Educación para todos”, un marco de acción que
propone un ordenamiento ideológico- conceptual de todos los servicios educativos. Así, en
la República Dominicana se produce un encuentro internacional, en el año 2001, bajo el
lema “atención a la diversidad, inclusión y escuelas inclusivas: participación y equidad”
que se consustancia como un cambio de paradigma, un clivaje que atraviesa a otros
41
Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP). Op. Cit. P.38
42
Ministerio de Educación y Ciencia de España, 1992.
ámbitos, además del educativo. Como plantea la Lic. Cecilia Figari43, surge el paradigma
de la inclusión que se diferencia del de integración en varios puntos, particularmente en lo
que cada uno de estos términos conlleva: al referirnos a la integración estamos aludiendo a
un principio de normalización que, como expusimos anteriormente, surge del informe
Warnock y sostiene conceptos básicos como las NEE y las adaptaciones curriculares donde
el énfasis está puesto en incrementar las posibilidades del niño o adolescente para
responder al currículo promedio. Por su parte, el concepto de inclusión incorpora el
principio de la diversidad que se sostiene en tres ejes sustanciales tendientes a: 1° La
atención a la diversidad a toda la población en general, 2° Eliminar las barreras para el
aprendizaje y la participación y 3° Incrementar la capacidad de la escuela para responder al
alumno. Esto implica un cambio en el eje de la discusión, es la escuela la que debe
adaptarse al alumno. Entonces, si bien la educación inclusiva se inspira en la población
con NEE contempla a toda la población en situación de desventaja. Estas condiciones
pueden ser por razones económicas, de raza, de minoras culturales y lingüísticas y también
algo que es muy común en la educación para las personas con discapacidad, como es
desgraciadamente el caso de aquellos que asumen como propio el fracaso del sistema
escolar y huyen de la escuela. El objetivo que se persigue con este paradigma de las
escuelas inclusivas es minimizar o eliminar las barreras de aprendizaje y participación. Por
este motivo, propone la participación de todos los miembros de la comunidad educativa. Es
decir, no sólo la participación de los alumnos que quieren acceder al sistema sino también
el personal docente, los directivos, los auxiliares, los profesionales de apoyo y los padres.
Este breve paneo nos pone frente a los cambios producidos a finales del siglo XX, al
tiempo que abre una serie de interrogantes y compromisos para este siglo. Para el caso de la
educación superior pareciera que estas cuestiones, complejas de por si, se profundizan. En
este marco resulta pertinente considerar la visión para la educación superior propuesta por
el Manual para la integración de las Personas con Discapacidad en las Instituciones de
Educación Superior editado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones
de Educación Superior (ANUES) de México, que plantea acerca de la inclusión de
Personas con discapacidad, lo siguiente:
“Para hablar de inclusión en la educación superior será necesario que realicemos una
reflexión y revisión profunda sobre la manera en que nuestras instituciones de educación
superior integran e incluyen a personas con discapacidad”44
De acuerdo a esta visión, es menester planificar políticas educativas para que nuestras
casas de estudios realmente puedan incluir e integrar a las personas con discapacidad. Esta
planificación implica un conocimiento previo de la situación real por la que atraviesa cada
institución. Para ello consideramos importante visualizar las cuestiones más relevantes
43
III Jornada Discapacidad e Inclusión Social “Escuela de todos y para todos” H. Cámara de Diputados de la
Nación, 11 de mayo de 2006.
44
Ing. Flores, Víctor Hugo –Oficina de Representación para la Promoción e Integración Social para Personas
con Discapacidad. Presidencia de la República de México- Citado en: Flores Vega, Salvador; Gallardo
Fernández, Karla; Priante Bretón, Carmen Maria y Sardá Cué, Natalia (s/d) “Manual para la integración de
las Personas con Discapacidad en las Instituciones de Educación Superior”. Ed. Asociación Nacional de
Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUES) de México (p. 8).
259
respecto de los cambios necesarios, en materia de infraestructura, para hacer accesible a las
instituciones. Como así también, considerar la accesibilidad a lo educativo desde políticas
de contención y equiparación de oportunidades. La equiparación de oportunidades podrá
hacerse visible una vez que las instituciones universitarias investiguen y den a conocer los
adelantos, los derechos y las necesidades de las personas con discapacidad. En este sentido
es que esperamos un cambio en la planificación de las políticas de educación superior desde
el propio reconocimiento de los avances y limitaciones de cada institución. Compartimos
con Ibarra Mendívil que: “Los cambios físicos realizados en nuestras instalaciones son
importantes pero serán de mayor trascendencia los cambios de actitud de los miembros de
la comunidad educativa para que apoyen, con responsabilidad y compromiso, a quienes
buscan la superación para ser mejores ciudadanos”45
Es así que, dentro de este marco referencial, se propone una sistematización de datos de la
situación en la que se encuentra cada Universidad, para que luego esta herramienta se
convierta en un instrumento en la planificación de la educación superior al interior de las
instituciones, como también a nivel nacional para ser utilizado en las políticas propuestas
por la Secretaría de Políticas Universitarias. De esta forma, cada Universidad e incluso cada
Facultad, Departamento o Instituto tendrá en sus manos una herramienta, posible de ser
mejorada, que permita analizar críticamente respecto de la educación superior y la
discapacidad la forma que tienen de garantizar los derechos y qué niveles de disponibilidad
o Asequibilidad, de Accesibilidad, de calidad entendida en términos de Aceptabilidad y
la posibilidad de permanencia o Adaptabilidad, disponen efectivamente en cada casa de
estudio.
45
Ministro Ibarra Mendívil, Jorge Luis –Secretario General Ejecutivo de la ANUIES- Citado en el “Manual
para la integración de las Personas con Discapacidad en las Instituciones de Educación Superior”, Op. Cit. (p.
7)
46
Este apartado formó parte del documento que presenté en la 1º reunión anual de la Comisión
Interuniversitaria: discapacidad y derechos humanos –abril de 2007-, que se llevó a cado en la Universidad
Nacional de Cuyo. En esa ocasión se le hicieron modificaciones al documento base, logrando un análisis del
núcleo duro del derecho desde la participación colectiva. Quedando como tema de agenda para dicha
Comisión.
47
Juan Carlos Pugliese, Equipo Técnico: Luciana Fernández Acquier, Marina Larrea ET ALLI (2005). “La
Integración de las Personas con Discapacidad en la Educación Superior en la República Argentina”
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, Secretaría de Políticas Universitarias.
temas o dimensiones que posibiliten a su interior desglosar varias cuestiones que podrían
considerarse indicadores de situación.
Debemos puntualizar que la unidad de análisis o descripción siempre serán las
Universidades en su conjunto, independientemente que exista un ordenamiento para la
narración descriptiva por Facultad o Departamento o Instituto, según corresponda.
Además, el enfoque debe puntualizar acerca de las posibilidades de desenvolvimiento de
las personas o ciudadanos con discapacidad en el ámbito universitario, tanto para los
estudiantes como para el personal de la administración y para los docentes e investigadores,
considerando que “la planificación centrada en la persona enfatiza el compromiso de los
compañeros, los profesores y la comunidad educativa en la transición y la planificación de
carrera hacia la autonomía personal. Finalmente, la creación de redes de apoyo contribuye
al éxito de un miembro de la comunidad universitaria con discapacidad”48 Esto se plantea
así, porque nuestra perspectiva está basada en la educación inclusiva que considera que es
el medio educacional el que debe adaptarse al estudiante, pero además porque
consideramos de vital importancia difundir y hacer cumplir la Ley de Educación Superior
N° 24.521 que en su artículo 2°, a partir del año 2002, puntualiza como una responsabilidad
indelegable del Estado en la prestación de este servicio con carácter público, garantizando
este nivel de enseñanza a todos los que quieran realizarlo y tengan la formación y
capacidad requerida para hacerlo49, y precisamente refiriéndose a las personas con
discapacidad plantea que el Estado “deberá garantizar asimismo la accesibilidad al medio
físico, servicios de interpretación y los apoyos técnicos necesarios y suficientes, para las
personas con discapacidad.”50
En este sentido, se consideró como criterio unificador de la descripción seis dimensiones
de análisis que nos permiten tener una aproximación de las políticas que las Universidades
están llevando a cabo en materia de discapacidad. Conscientes que las necesidades y
cuestiones a tener en cuenta para mejorar el desenvolvimiento de las personas con
discapacidad en el ámbito universitario son muchas y variadas, se pensaron en indicadores
al interior de cada dimensión de análisis que nos posibiliten una mirada global, sin
pretensiones de abarcar la totalidad de la problemática. En primer lugar se consideró la
accesibilidad –dimensión A- diferenciando las cuestiones de accesibilidad al interior de la
institución, de las posibilidades de acceso a la Universidad.
48
Butterworth, hagner, Heillinnnen, Faris, De Mello, Mc Donough (1993) y O´Brien y Lovett (1993) citados
en Flores Vega, Salvador; Gallardo Fernández, Karla; Priante Bretón, Carmen Maria y Sardá Cué, Natalia
(s/d) “Manual para la integración de las Personas con Discapacidad en las Instituciones de Educación
Superior”. Ed. Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUES) de
México
49
Ley de Educación Superior N° 24.521 (1995), artículo 2°.
50 ARTICULO 1º — Incorpórese al artículo 2º de la Ley 24.521 el texto que a continuación se transcribe, el
cual quedará redactado de la siguiente manera:
Artículo 2º: El Estado, al que le cabe responsabilidad indelegable en la prestación del servicio de educación
superior de carácter público, reconoce y garantiza el derecho a cumplir con ese nivel de la enseñanza a todos
aquellos que quieran hacerlo y cuenten con la formación y capacidad requeridas.
Y deberá garantizar asimismo la accesibilidad al medio físico, servicios de interpretación y los apoyos
técnicos necesarios y suficientes, para las personas con discapacidad.
261
En segundo término se consideraron las posibilidades y necesidades de los estudiantes con
alguna discapacidad, en ese sentido nos referimos a políticas específicas de inclusión
académica -dimensión B-.
En tercer término, focalizamos nuestra mirada en el ámbito laboral –dimensión C -
considerando los recursos humanos de las Universidades, sus posibilidades de capacitación
en la problemática, y el cumplimiento de la ley que establece que en los organismos
públicos un 4% de su planta debe estar ocupada por personas con discapacidad.
En cuarto lugar, se consideró la inclusión de la temática de la discapacidad en la
producción de la Universidad –dimensión D- con las siguientes posibilidades:
incorporación de conocimientos de la temática de la discapacidad en las carreras de grado,
producción científica de la Universidad en materia de discapacidad tanto en investigaciones
como en seminarios o jornadas de divulgación, y proyectos de servicios a la comunidad o
de extensión universitaria con relación a la temática.
En quinto término, la dimensión E en la que se considera la existencia o no de una
comisión o grupo de trabajo dedicado a la temática de la discapacidad en la
Universidad. En los casos en que exista dicha comisión se debería identificar su grado de
institucionalización y el área de la que depende.
Por último, y no por ello menos importante, se agregó una sexta dimensión: otros –la
dimensión F, que englobaría todas aquellas cuestiones de relevancia que hacen a la
historia de cada institución, los antecedentes, el trabajo realizado en el ámbito internacional
–que necesariamente no pueda ser incluido en el apartado de investigación- u otros tipos
de articulaciones y programas que no estén contemplados en la división propuesta
precedentemente.
51
Informe de la discapacidad en la República Argentina, realizado por el Comité de Evaluación del
Seguimiento de la Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
Contra las Personas con Discapacidad (Ley 25.280) p. 19. Buenos Aires 2004
condiciones de seguridad y autonomía como elemento primordial para el desarrollo de
las actividades de la vida diaria, sin restricciones derivadas del ámbito físico urbano,
arquitectónico, del transporte o las comunicaciones, para su integración y la
equiparación de sus oportunidades”. En este sentido, diferenciamos por un lado la
accesibilidad en o dentro de la Universidad y, por el otro, la accesibilidad al ámbito
universitario, definida como el transporte o medio de acceso necesario para su ingreso.
52
Flores y otros “Manual para la integración…” Op. Cit p. 34
263
A. 1. 5º Accesibilidad a servicios y medios de apoyo para lectura y escritura
(lectores de pantallas, magnificadores, materiales y equipo tiflotécnico, libros
parlantes, impresora braile, bancos de horas de lectura, scanner, sistemas visuales,
táctiles y parlantes, software y periféricos específicos, adaptaciones acústicas a los
espacios como ser transmisiones por bucle magnético, rayos infrarrojos o frecuencia
modulada, etc.)
53
Íbidem, p. 25
54
Ídem.
55
Ïbidem, p. 17.
En segundo término, nos interesa poner atención especial a las adaptaciones curriculares
porque el acceso al Curriculum implica una cuestión de importancia para los estudiantes
con discapacidad. En este sentido, los trabajos de María Alejandra Grzona, Prof. titular de
la Facultad de Educación Elemental y Especial de la UNCuyo, presenta un importante
antecedente y material de consulta que, fundamentalmente, plantea que el concepto de
adaptaciones curriculares no es privativo de la educación especial. Por el contrario
considerando la Ley de Educación Superior, la autora puntualiza estas adaptaciones tanto
para el caso de las evaluaciones, como la temporalización y la selección de contenidos,
objetivos y flexibilidad en las metodologías. Al tiempo que nos invita a reflexionar sobre la
necesidad de considerar a cada estudiante con discapacidad en particular desde una
discriminación positiva que nos permita analizar si requieres o no adaptaciones
curriculares56.
B. 1 Integración áulica
B. 2 Adaptaciones curriculares
B. 3 Políticas de Bienestar Universitario: pasantías, becas, servicios de apoyo,
programas especiales.
Esta Dimensión propone una cuestión que originalmente no estuvo contemplada, a la hora
elaborar el informe de lo actuado por las Universidades en materia de discapacidad. Se
incluye aquí el ámbito laboral porque se considera de suma importancia la difusión y el
cumplimiento de la Ley Nº 22.431 que en el Art. 8º del Capítulo II TRABAJO Y
EDUCACIÓN, expresa: “El Estado Nacional, sus organismos descentralizados o
autárquicos, los entes públicos no estatales, las empresas del Estado y la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, están obligados a ocupar personas
discapacitadas que reúnan condiciones de idoneidad para el cargo, en una proporción
no inferior al CUATRO por ciento (4%) de la totalidad de su personal”
56
Grzona, Ma. Alejandra “Adaptaciones curriculares en la Universidad” y Estrategias de discriminación
positiva en la Universidad”
265
C2 Inclusión de personas con discapacidad en el personal administrativo, docente y
laboral en general de la Universidad
57
Flores y otros “Manual para la integración…” Op. Cit p. 47
Reflexiones finales
Nos parece apropiado ir cerrando esta exposición desde la mirada especializada de actores
que vienen trabajando estas cuestiones de derechos humanos y en particular la exigencia
del cumplimiento de los mismos respecto de la educación superior, desde hace muchos
años. Compartimos entonces, con Carlos Eroles, Franco Rinaldi y Juan Seda que el
tratamiento de la exigibilidad de los DESC vulnerados en la educación superior para las
personas con discapacidad implica una decisión política que resulta muy importante
discutir públicamente y visibilizar las situaciones, debido a que “[…] hay decisiones y
omisiones que impactan en hechos concretos con consecuencias en el largo plazo, por
ejemplo el diseño y construcción de nuevas sedes […]. Es posible que las personas
diferentes requieran de la aplicación de políticas diferentes. Esta ética del reconocimiento
tiene por objetivo el mandato de la igualdad entre las personas, nuestra universidad merece
debatir esto en el plano de la gestión y en los ámbitos netamente académicos. No se
requiere ser una persona discapacitada para ver esta flagrante discriminación […] La propia
naturaleza del gobierno universitario implica un debate continuo sobre las políticas
académicas, que debe ser enriquecido con los datos de la puesta en práctica en la gestión
cotidiana. La democratización en las instituciones implica recorrer también el trayecto de la
diversidad no ya reconociéndola entre sus integrantes sino también promoviendo diferentes
estilos, abordajes disciplinarios y formas de gestión docente. […] La integración de las
personas con discapacidad, o si se quieren usar eufemismos de quiénes tienen necesidades
especiales dentro de la comunidad universitaria como estudiantes, graduados, docentes y no
docentes, merece un análisis en profundidad para no continuar invisibilizando, excluyendo
y expulsando. La inclusión de la cuestión de la discapacidad en la vida universitaria es un
tema central de agenda. Si se lo continúa postergando solamente se conseguirá acentuar el
perfil antidemocrático y expulsivo de una Universidad que también rechaza a los más
pobres, aunque no quiera imaginarlo así”58
En este punto, nos parece importante señalar el “Rol actual de la Universidad” en tanto
espacio de formación que al mismo tiempo debe aprender y aprehender con otros actores
sociales, la forma de trabajar en conjunto para hacerle frente a medidas inéditas y estar en
la vanguardia de las transformaciones de las sociedades y del conocimiento.
58
ESTUDIANTES “DISCAPACITADOS”: INVISIBLES EN LA UBA. JORNADAS “TE DOY MI
PALABRA”
Buenos Aires - Octubre de 2004. AUTORES: CARLOS EROLES: Profesor regular de la Facultad de
Ciencias Sociales (UBA). Ex-Director de la Carrera de Trabajo Social (1998-2000) Coodinador Comité de
Evaluación Convención Interamericana Contra la Discriminación de Personas con Discapacidad.
ceroles@fibertel.com.ar; JUAN ANTONIO SEDA: Abogado. Docente (JTP) de la asignatura “Derecho de
Familia y Sucesiones” de la carrera de abogacía (UBA). Subdirector de Carrera y Formación Docente de la
Facultad de Derecho (UBA). juanseda@hotmail.com; FRANCO RINALDI: Estudiante de la Carrera de
Ciencia Política (UBA) luzmoro@ciudad.com.ar
267
Conforme a ello, consideramos que la vulneración de los derechos es una cuestión que nos
atañe a todos como sociedad, por lo tanto no debe ser entendida como concerniente a un
grupo particular de afectados. Por esta razón, la exigibilidad más que una herramienta debe
ser vista como una estrategia, que puede adoptar la forma jurídica, cultural, política o
social, pero que necesariamente debe evidenciar una lucha por la construcción social del
poder, cuya definición está en la praxis de la organización social.
Bibliografía
Monsalve, P. “Los jóvenes y los derechos económicos, sociales y culturales” paper del
Instituto del Desarrollo Humano, Universidad Nacional de General Sarmiento. Mimeo
Julián Bertachi
(Profesor de Filosofía,
becario de investigación de UNGS,
julianbertachi@hotmail.com)
Introducción
269
Comenzaré por diferenciar la perspectiva de la educación en derechos humanos, de la mera
enseñanza de los mismos. En primer lugar, la educación se diferencia de la enseñanza en
que, aunque ambas refieran a la transmisión de conocimientos, la primera hace entrar en
juego diversos valores. Cuando se educa se transmite lo que una cultura considera valioso
que un individuo perteneciente a ella conozca, tanto ideas, como conocimientos técnicos,
como principios morales. En cambio, cuando se enseña sólo se transmite una idea o
procedimiento, que incluso puede ir contra los principios morales en los cuales en esa
cultura se educa, por ejemplo, alguien puede enseñar a otro a robar, pero nadie puede
educar a alguien para el robo en nuestra cultura, estrictamente hablando. Más allá aún,
quien educa debe respetar los principios morales, quien enseña no está obligado a ello. Por
ello, la educación en derechos humanos supone que quien educa respete los derechos
humanos que está transmitiendo, ese contenido a transmitir no puede entrar en
contradicción con la forma en la cual se lo transmite.
Dicha relación entre los currículos puede ser, según el accionar de los actores
institucionales, coherente o incoherente. Habrá relación coherente cuando el accionar de los
actores no entre en contradicción con los contenidos conceptuales, actitudes y competencias
que están enseñándose en la institución. En cambio, habrá relación incoherente cuando si
aparezca esta contradicción, por ejemplo, si por un lado se le está enseñando a un alumno
su derecho a la libre expresión, y es censurado por un docente de Historia cuando quiere
exponer sus opiniones. Aquí se ve claramente la implicancia institucional en su conjunto,
porque no importa en este caso solamente que el docente que enseña en el espacio
curricular específico de derechos humanos sea coherente con lo que enseña, sino que todo
otro actor institucional también debe serlo. Y la razón de este deber es que esta
incoherencia entre lo que se enseña y la práctica de los actores genera en el alumno la
percepción de un discurso dual, que obstaculiza el aprendizaje de los contenidos,
competencias y actitudes que sostiene la educación en derechos humanos. Es muy difícil
enseñarle a un alumno en qué consiste su libertad de expresión y fomentar que la desarrolle,
cuando dentro de la misma institución está siendo censurado.
Finalmente, la última característica importante de esta perspectiva es la presencia
institucional de (al menos) un espacio curricular específico que trabaje los contenidos,
actitudes y competencias relacionados con los derechos humanos, a la cual hare alusión a
continuación.
En primer lugar, el espacio curricular debe tematizar la historia de los derechos humanos,
teniendo en cuenta que esta historia se compone de sucesiones de luchas, conquistas y re-
conquistas de grupos oprimidos ante el poder. Y cuando hablo de poder lo hago de manera
genérica, hablo del poder como aquello que está detrás de toda relación entre seres
humanos, de ese poder que sostenía que la gente de color era inferior, de ese poder que no
otorgó derechos fundamentales como el voto a las mujeres hasta el siglo XX, del poder que
todos reconocemos explícita o implícitamente, y que no se focaliza en una institución, ni
siquiera en un Estado (aunque fácil resulta echar todas las culpas a un Estado). Ese poder
que justamente es tanto más poderoso cuando menos conscientes somos de su existencia.
Pero no es mi intención adentrarme en un asunto tan controversial como definir al poder en
este escrito, solo quisiera dejar en claro que la historia de los derechos humanos no debe
271
presentarse como meras concesiones que fueron haciéndose a ciertas personas o grupos,
sino todo lo contrario, la historia de los derechos son la historia de las conquistas que hizo
una sociedad, a través de la lucha, en pos de una realidad más justa. Y esas conquistas
también tuvieron sus actores principales, sus referentes: Martin Luther King, Nelson
Mandela, las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo son parte fundamental de esa historia,
junto con muchos otros. Su historia es parte de la historia de la lucha por los derechos
humanos, una lucha pacífica pero incansable por una sociedad más justa y democrática. El
espacio curricular específico sobre derechos humanos no puede prescindir de la rica historia
de la lucha por los mismos.
Por último, está claro que las diversas declaraciones y pactos internacionales deben ser
trabajadas en clase. Que la idea no sea aprenderlos de memoria no implica para nada que se
desmerezca el derecho positivo, ya que todo derecho enunciado implica que el mismo está
reconocido y eso es un paso importante, más no suficiente. En todo caso, lo importante es,
como decía más arriba, que no solamente enseñemos que existe y es reconocido el derecho
a la libre expresión, sino que eduquemos para la libre expresión.
A modo de conclusión
Retomando los tres componentes con los cuáles comienza esta ponencia, una verdadera
educación en derechos humanos, y no una mera enseñanza de los mismos, contribuirá a la
formación de los ciudadanos para su participación política, preparará a los individuos para
el ejercicio de sus derechos y fortalecerá a la democracia. Aquí reside la gran importancia
de esta perspectiva, sobre todo teniendo en cuenta nuestro contexto contemporáneo. Como
educadores debemos incentivar el desarrollo cognitivo y moral de nuestros estudiantes para
que estos ejerzan activa y responsablemente su ciudadanía.
Bibliografía
Flax, J. (2007): Ciudadanía, desarrollo moral y educación en derechos humanos en
Cauduro, Gabriela (comp.), “Derechos humanos para estudiantes”, Los Polvorines, Buenos
Aires, UNGS
Padilla, M. (1989): Lecciones sobre Derechos Humanos y garantías: apéndice, Buenos
Aires, Abeledo-Perrot
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