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Actividad Evaluativa Eje 2 - Taller

¿Para qué hablar hoy de Derechos Humanos (D.D.H.H.) y de la Constitución de 1991?

Andrea del pilar Murillo barragán

Fabian Andrés Milian Fuentes

Fanny Johanna García Morales

Fredy Alberto Figueredo Antolinez

Fundación Universitaria del Área Andina

Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Financieras

Programa Virtual de Administración de Empresas

Octubre de 2023
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Actividad Evaluativa Eje 2 - Taller

¿Para qué hablar hoy de Derechos Humanos (D.D.H.H.) y de la Constitución de 1991?

Andrea del pilar Murillo barragán

Fabian Andrés Milian Fuentes

Fanny Johanna García Morales

Fredy Alberto Figueredo Antolinez

Desarrollo Humano y Nuevas Ciudadanías – 202360 – 6A – Grupo 503

Docente

Damaris Ramos Vega

Fundación Universitaria del Área Andina

Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Financieras

Programa Virtual de Administración de Empresas

Octubre de 2023
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Tabla de contenido

Introducción...........................................................................................................................4

Desarrollo del taller...............................................................................................................5

Conclusiones.......................................................................................................................10

Referencias bibliográficas...................................................................................................11
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Introducción

El medio ambiente es uno de los pilares fundamentales que sustentan la vida en

nuestro planeta, y su protección es esencial para garantizar el bienestar de la humanidad. En la

actualidad, nos enfrentamos a una serie de desafíos ambientales que amenazan la integridad

de este recurso vital y, por ende, ponen en riesgo un Derecho Humano (D.H.) fundamental: el

derecho a un medio ambiente sano y equilibrado. En este contexto, este ensayo se adentrará

en la situación actual del medio ambiente, identificando los motivos de la amenaza, los actores

implicados, y los artículos constitucionales que respaldan este D.H., con un enfoque particular

en el contexto colombiano. Además, se propondrá una solución concreta, tanto a nivel estatal

como comunitario, y se argumenta por qué esta solución se erige como la más efectiva para

proteger y preservar el Derecho Humano al medio ambiente en la sociedad contemporánea.

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Desarrollo del taller

El medio ambiente es un tema de gran relevancia en la actualidad debido a la creciente

amenaza que representa el cambio climático y la degradación de los ecosistemas. En este

contexto, se evidencia una amenaza al Derecho Humano (D.H.) a un medio ambiente sano y

equilibrado, el cual está consagrado en la Constitución de 1991 en Colombia (Artículo 79),

Colombia es uno de los países reconocidos como gran potencia mundial a nivel

medioambiental y megadiverso, gracias a su biodiversidad.

Algunas de las principales problemáticas ambientales en Colombia son la deforestación,

la contaminación de las fuentes hídricas (mares, lagos, ríos), contaminación del aire y mal

manejo de los residuos sólidos, la explotación excesiva de recursos naturales, la generación de

residuos tóxicos y la emisión de gases que contribuyen al cambio climático. Estos problemas

son ocasionados principalmente por la actividad humana, como la industria, la agricultura

intensiva y el uso desmedido de combustibles fósiles.

Es necesario tener un entorno limpio, seguro, saludable y sostenible para disfrutar de

los derechos humanos, entre ellos, el de la vida, la salud, agua, saneamiento y alimentación.

El artículo 79 de la constitución política de Colombia dice: “Todas las personas tienen

derecho a gozar de un ambiente sano. La ley garantizará la participación de la comunidad en

las decisiones que puedan afectarlo”. esto quiere decir que el Estado Colombiano debe

proteger, conservar y educar para la protección del medio ambiente y la diversidad.

No obstante, lo anterior, la protección y el mejoramiento del ambiente, en muchas

ocasiones, debido a la omisión del Estado a su deber de protección del medio ambiente, ha

sucumbido frente a procesos de industrialización no sustentables, en donde las empresas e

incluso los consumidores, han priorizado el crecimiento económico, la disminución de costos y

la comodidad.

Dentro de aquellas situaciones que vulneran el derecho fundamental a un medio

ambiente sano por parte de empresas y la omisión estatal a su deber de protección, se enlista
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la desmedida utilización de “plásticos de un solo uso”, los cuales, conforme lo indica su

denominación, son descartados de manera inmediata una vez son utilizados o han cumplido su

finalidad, ocasionando con ello toneladas de basura que, en muchas ocasiones, son dispuestas

de manera inadecuada.

La utilización de plásticos en los procesos industriales y en la cotidianidad, se justifica

por el bajo costo que implica adquirirlos y por la versatilidad de este material para el envase y

transporte de productos perecederos y no perecederos, lo cual ha generado que tanto

empresas productoras como consumidores hagan uso indiscriminado de este material.

La contaminación por plástico no es ajena a la realidad colombiana, pues según cifras

del DANE (2018), en promedio un colombiano utiliza 24 kg de plástico al año y gran parte de

estos, conforme lo expone la Clínica Jurídica de Salud Pública y Medio Ambiente (MASP) de la

Universidad de los andes (2019), acaban en los cuerpos de agua ocasionando su

contaminación.

No obstante, lo anterior además de la contaminación que por sí misma genera la sola

presencia de plástico en los recursos hídricos, no debe descartarse que dicho material se va

degradando a un ritmo lento, generando de esta manera la presencia de micropartículas que

ingresan al cuerpo de los seres vivos ocasionando problemas en su salud y con ello una

afectación indirecta a la salud y la vida tanto de especies animales como del ser humano.

Como puede advertirse, el uso desmedido de plásticos y su inadecuada disposición final

se estructura como una verdadera afectación del derecho humano al medio ambiente sano,

donde las compañías, los productores, los gobiernos y los consumidores son actores

implicados en la problemática, convergiendo, de manera curiosa en los consumidores, la doble

connotación de víctimas y agentes victimarios.

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De otra parte, las empresas se estructuran como macro agentes victimizantes, pues aun

cuando son conscientes de las consecuencias nocivas que genera la utilización de plásticos de

un solo uso dentro de la cadena de producción y consumo, no han adoptado, quizá por resultar

costoso, procesos o lineamientos que les permitan hacer uso de opciones que resulten

amigables con el medio ambiente.

La problemática antes enunciada puede ser abordada y protegida desde una órbita

constitucional, pues como se dijo en precedencia, la Constitución Política de 1991 enlistó en su

artículo 79 el derecho fundamental al medio ambiente y, además, como en el caso de otros

derechos fundamentales, proporcionó herramientas jurídicas que permitieran a cualquier

ciudadano procurar por su cuidado y conservación, lo cual hace inferir que desde aquella época

se entendía que el desarrollo social y económico del Estado Colombiano debía ejecutarse sin

poner en riesgo los recursos naturales para las futuras generaciones.

El medio ambiente sano, conforme lo ha decantado la Jurisprudencia es un derecho

fundamental de tercera generación y según lo relató la Corte Constitucional Colombiana, entre

otras mediante Sentencia T-315 de 2017, el mismo se centra en atribuir al Estado la obligación

de conservarlo y protegerlo y de procurar que el desarrollo económico sea compatible con las

políticas medioambientales y así mismo, el permitir que los ciudadanos hagan exigible dicho

derecho a través de acciones constitucionales como lo son la Tutela, la Acción Popular e

incluso la Acción de Grupo.

Respecto de la Tutela, se ha dicho que la misma es la principal acción judicial para la

defensa y protección de los derechos fundamentales que se encuentran vulnerados o

amenazados. Está consagrada en el artículo 86 de la Constitución Política de Colombia y su

utilización se ha flexibilizado no solo para la protección de derechos de primera generación

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(civiles y políticos), sino además para conjurar riesgos y amenazas de otro tipo de derechos

fundamentales, entre ellos el medio ambiente sano.

Así mismo, enfocada principalmente a la protección de derechos colectivos

relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad, moral administrativa, el

ambiente entre otras, el artículo 88 de la carta Política consagra a la Acción Popular. Dicho

mecanismo de participación ciudadana y de acceso a la administración de justicia está

estrechamente relacionado con la protección del medio ambiente y se estructura como la

principal herramienta de orden constitucional para lograr la protección del derecho colectivo.

Como posible solución a esta problemática es importante crear una cultura ambiental

que nos haga responsables del cuidado del medio ambiente, ya que es una condición básica

para construir un futuro sostenible y una nueva forma de vivir en sociedad gozando de un

entorno saludable tal como lo dice la constitución política de 1991, a nivel de estado y

comunidad como posible solución se aplicarían diferentes estrategias para fomentar en cada

ciudadano esta cultura ambiental:

1. Promover la educación ambiental: La educación ambiental es una herramienta

clave para fomentar una cultura de cuidado hacia el medio ambiente, es

importante desarrollar programas educativos, charlas y talleres en los

establecimientos educativos, en las empresas, en las diferentes ciudades que

generen conciencia sobre los problemas ambientales que enfrenta el planeta y

como cada persona puede contribuir para solucionarlos.

2. Participación comunitaria: Realizando jornadas de arborización en las

comunidades promoviendo la plantación de árboles en áreas locales, con la

participación de niños, jóvenes y adultos, también es necesario organizar

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jornadas de limpieza comunitaria para eliminar la basura y concientizar sobre el

manejo de los residuos.

3. Prácticas sostenibles: La cultura ambiental nos hace comprender la importancia

de los recursos naturales y nos motiva adoptar prácticas sostenibles en nuestra

vida diaria como la reducción de desechos, el ahorro de energía y agua, el

consumo responsable y la implementación de políticas verdes.

4. Campañas de sensibilización: Utilizar las redes sociales y medios de

comunicación como herramientas para lanzar campañas de sensibilización

sobre temas ambientales promoviendo la importancia de la sostenibilidad.

5. Políticas locales: trabajar con los gobiernos locales para implementar políticas

que fomenten la cultura ambiental y penalicen los comportamientos perjudiciales

para el medio ambiente.

6. Promoción del consumo responsable: Educar a los consumidores sobre la

importancia de elegir productos sostenibles y reducir el consumo de plástico y

otros materiales que no son biodegradables, así mismo que los mercados

locales se centren en esta clase de productos.

Para fomentar una cultura de cuidado del medio ambiente es necesario promover la

educación ambiental, generar conciencia, fomentar la participación ciudadana, promover el

trabajo conjunto de una manera informada y responsable ,desarrollar sistemas de gestión

ambiental por parte de las empresas y organizaciones, es importante que cada persona se

concientice y sea responsable de revisar cada uno de sus hábitos y conductas para identificar

cómo podemos mejorar para contribuir a el cuidado del medio ambiente.

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Conclusiones

El medio ambiente es un tesoro compartido por toda la humanidad, y su protección se

encuentra inextricablemente vinculada al bienestar de las generaciones presentes y futuras. A

lo largo de este ensayo, hemos explorado la situación actual del medio ambiente, destacando

los desafíos y amenazas que lo aquejan, así como el Derecho Humano (D.H.) a un medio

ambiente sano y equilibrado, consagrado en la Constitución de 1991 y en constituciones de

todo el mundo.

La degradación ambiental, el cambio climático y la explotación irresponsable de los

recursos naturales representan un claro peligro para este D.H., afectando a comunidades

enteras y a individuos vulnerables. Los actores involucrados, desde empresas contaminantes

hasta gobiernos negligentes y consumidores poco responsables, tienen un papel en esta

problemática que exige una respuesta conjunta.

La solución propuesta, que involucra políticas ambientales más estrictas, educación

ambiental y acciones comunitarias, se erige como la más efectiva para abordar estos desafíos.

Al combinar la regulación gubernamental, la conciencia pública y la acción local, se puede

trabajar en pro de un medio ambiente más saludable y sostenible.

En última instancia, la protección y promoción del Derecho Humano al medio ambiente

no solo es una responsabilidad legal, sino también moral. La preservación de nuestro planeta

es esencial para garantizar un futuro habitable y próspero. A través de un compromiso

unificado de la sociedad, los gobiernos y las empresas, podemos esperar que el Derecho

Humano al medio ambiente sea respetado y que se deje un legado de sostenibilidad para las
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generaciones venideras. La urgencia de actuar es innegable, y el camino hacia un medio

ambiente más sano y equilibrado comienza con cada uno de nosotros.

Referencias bibliográficas

 Vernier, J. (1992). El medio ambiente (Vol. 23). Publicaciones Cruz O., SA.

 Mundial, B. (2019). Medio ambiente. Recuperado de: https://www. banco mundial.

org/es/topic/environment/overview.

 Lezama, J. L., & Graizbord, B. (2010). Medio ambiente.

 Aramburu Ordozgoiti, F. (2000). Medio ambiente y educación. Madrid: Síntesis, 2000.

 Calixto Flores, R. (2008). Representaciones sociales del medio ambiente. Perfiles

educativos, 30(120), 33-62.

 Miranda, L. (2013). Cultura ambiental: un estudio desde las dimensiones de valor,

creencias, actitudes y comportamientos ambientales.