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Mayo

2023

Tecnología y
educación en pleno
siglo XXI

GESTIÓN TECNOLÓGICA DEL PROCESO EDUCATIVO


ELIZABETH GARCÍA

DRA. ELIA ASTORGA MENDOZA | TUTORA DE LA MATERIA


Contenido
Introducción ........................................................................................................... 2

La pandemia mundial como uno de los mayores detonantes en el uso de la


tecnología en países en desarrollo. ........................................................................ 3

El avance de la tecnología y su uso en la educación en pleno siglo XXI ................ 4

El rol del docente y los padres de familia en el uso de las TIC en la formación de los
menores ................................................................................................................. 6

Conclusión ............................................................................................................. 9

Referencias .......................................................................................................... 10

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Introducción

En la actualidad, la tecnología está presente en todos los aspectos de nuestra vida,


desde programar una alarma por las mañanas, darle comandos a un asistente
inteligente para que encienda las luces en casa o reproduzca nuestra canción
favorita, hasta programar nuevos dispositivos que funcionen con inteligencia
artificial, cuyos alcances aún no pueden ni siquiera visualizarse.

Al ser la educación uno de los aspectos más importantes en la sociedad a lo largo


de la historia, no podría quedarse atrás en el avance científico y tecnológico que
estamos viviendo desde ya hace unas décadas. El uso de tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) en el proceso de enseñanza-aprendizaje se ha
convertido en una práctica cada vez más común en todo el mundo. A medida que
la tecnología continúa evolucionando, las TIC ofrecen nuevas oportunidades y
posibilidades para mejorar la educación y transformar la forma en que los
estudiantes aprenden y los profesores enseñan.

En este ensayo, se explorará el uso de la tecnología en la educación, examinando


las formas en que las TIC pueden mejorar el aprendizaje, las ventajas y desventajas
de su uso y las implicaciones para la educación en el futuro. Además, se abordarán
algunas de las preocupaciones y desafíos asociados con el uso de la tecnología en
la educación y se seguirán recomendaciones para abordar estos problemas.

Además, se discutirá cómo el docente puede actuar como un facilitador del


aprendizaje, desempeñando un papel fundamental en el uso exitoso de la
tecnología en la educación.

En última instancia, se sostiene que el uso adecuado y eficaz de las TIC puede tener
un impacto positivo en la educación y en la preparación de los estudiantes para un
mundo cada vez más tecnológico.

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La pandemia mundial como uno de los mayores detonantes en el uso
de la tecnología en países en desarrollo.

A pesar de que la tecnología ha buscado siempre incluirse en el proceso educativo,


fue a raíz de la contingencia sanitaria mundial causada por el virus del SARS- CoV
19, o COVID 19, como lo conocimos a finales del año 2019, el mundo entero volteó
a ver a los docentes y se destaparon muchos problemas que se venían arrastrando
desde varias décadas atrás. La gran visualización que tuvo la labor docente, la difícil
tarea del padre como educador, el papel protagónico que tiene la familia en la
formación de los ciudadanos, las carencias del sistema educativo y el acceso a la
tecnología y las redes de conexión a internet quedaron visibles para todo aquel que
quisiese echar un vistazo.

Esta crisis fue crucial para enmarcar los retos y complicaciones de los docentes al
intentar continuar con el currículo mientras allá afuera de nuestras pantallas, las
personas luchaban una batalla contra una enfermedad apenas conocida,
probablemente los propios alumnos y docentes tenían el problema en casa o lo
estaban padeciendo, se tuvo que aprender a lidiar con el duelo mientras se
intentaba dar ánimo a la distancia y la salud mental fue tema protagónico para las
autoridades educativas.

Sin embargo, a pesar de todo el caos, también salió a flote la creatividad del
docente, la vocación y el temple de cada uno para actualizar conocimientos, probar
nuevas tecnologías, enfrentar inseguridades, abrir su mente a nuevas soluciones,
escuchar de forma distinta a sus alumnos, conocerlos en un ambiente distinto y
darle espacio a las TIC en el mundo educativo. Para países en desarrollo, por
supuesto supuso aún más retos, pero en todo el mundo se movieron instituciones,
empresas, autoridades y docentes a buscar facilitar el acceso a la conexión o
incluso a desarrollar nuevas apps, plataformas y servidores que apoyaran el trabajo
educativo. Fue a partir de ahí que muchas aplicaciones redujeron su costo o
mostraron versiones gratuitas y que hubo una necesidad tangente muy difícil de

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ignorar respecto a cómo y para qué incluir la tecnología como herramienta en el
proceso educativo.

El avance de la tecnología y su uso en la educación en pleno siglo XXI


Desde la perspectiva de Jean Piaget, considerado uno de los principales
exponentes del constructivismo, se hace énfasis en la construcción activa del
conocimiento por parte del individuo a través de la interacción con su entorno.
Entonces, con el gran impacto en los últimos años de el uso de dispositivos
electrónicos, también la forma en cómo apreciamos el proceso educativo está
cambiando. Las nuevas tecnologías buscan la autogestión del aprendizaje de los
alumnos y facilitar el alcance de la información a nivel mundial de manera cada vez
más práctica y rápida, así como de revolucionar la experiencia del proceso de
aprendizaje para docentes, padres y alumnos (Torres & Cobo, 2017). Todo esto
nos lleva a maravillarnos por las posibilidades que nos otorga, no sólo en la
investigación sino en la aplicación de los resultados para optimizar nuestras
capacidades humanas en cuanto al saber.

Sin duda, se ha transformado la forma en que los profesores enseñan. Las clases
se han vuelto más interactivas y dinámicas gracias a herramientas como pizarras
electrónicas, software educativo, simulaciones y plataformas de aprendizaje en
línea. Los docentes ahora tienen acceso a una variedad de recursos multimedia que
pueden utilizar para enriquecer las clases y hacerlas significativas para los
estudiantes (Cárdenas, 1996). Las opciones en el mercado de aplicaciones y
herramientas digitales se han multiplicado en los últimos cinco años y muchas de
las antiguas incluso han tenido que desaparecer por no poder hacer frente a los
nuevos retos, o actualizarse para cumplir con las necesidades actuales educativas.

Hoy en día existen aplicaciones y plataformas para tener digitalmente todo aquello
que necesitamos en un aula real, como lo es Google Classroom, una de las más
completas por apoyarse de diversas aplicaciones y que permite tener acceso a salas
de videoconferencias, aulas digitales, medios de evaluación e incluso la generación
automática de informes o reportes de evaluación que pueden ser compartidos con

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autoridades, padres de familia o darle a los estudiantes un reporte y comentarios
para mejora de su trabajo.

Todo esto es posible desde una gran variedad de dispositivos electrónicos, como lo
son las computadoras de escritorio, portátiles, tabletas, teléfonos celulares e incluso
algunas de ellas con interacción de notificaciones en relojes inteligentes, facilitando
el acceso de todos los involucrados en el proceso educativo.

Dentro del aula también se tienen diversos dispositivos y materiales que pueden
cambiar positivamente la experiencia de docentes y alumnos. La realidad virtual es
una de las nuevas tecnologías que se contemplan como posible actor importante
dentro de la educación, cuyo uso podría darles un giro interesante a las clases de
geografía, por ejemplo, caminando distintas ciudades y entornos naturales en el
mundo, o situarnos en otra época, observando los cambios que han tenido a lo largo
de los años.

Por ahora, se disfruta de las variadas opciones para gamificación en el aula, como
“Kahoot!”, que mantiene muchas de sus herramientas de forma gratuita y que es de
fácil acceso por permitir jugar en grupo o individualmente utilizando cada quién su
propio dispositivo y que le da al docente la libertad de crear sus propios juegos que
sean realmente acordes a las necesidades e intereses de los niños.

El uso de distintos materiales digitales como cuentos, que pueden ser elaborados
por los docentes o incluso los alumnos, hojas de trabajo, creadores de
presentaciones digitales, editores de fotografía y video, o incluso de pruebas
evaluativas en línea en las que los alumnos reciben su calificación en tiempo real,
hacen que las posibilidades para desarrollar la creatividad sean infinitas y cada vez
encontremos menos limitantes para materializar la imaginación. Por supuesto, ello
conlleva la responsabilidad de hacer un correcto uso de estos auxiliares y
responsabilizarnos del propio aprendizaje y de los deberes como padres y docentes,
ya que todos estos dispositivos y aplicaciones no dejan de ser ello, simplemente
auxiliares en el proceso.

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El rol del docente y los padres de familia en el uso de las TIC en la
formación de los menores

En el contexto actual, resaltado por el avance acelerado de la tecnología, el papel


del docente en la educación se ha vuelto más relevante que nunca. La incorporación
de las tecnologías de la información y la comunicación en el ámbito educativo ha
generado una transformación profunda en la forma en que se enseña y se aprende.
Sin embargo, el éxito de esta integración no radica únicamente en la misma
tecnología, sino en la tarea del docente de facilitar nuevas e interesantes
herramientas, pero además usarlas con responsabilidad en el aula, para que sea
posible realmente impactar en la visión que tienen los estudiantes de las apps
educativas o el uso que se le da a las plataformas.

Queda claro entonces, el papel del docente como facilitador del aprendizaje,
aprovechando las TIC para fomentar la participación activa, el pensamiento crítico
y la colaboración entre los estudiantes; ampliar su campo de acción en el
aprendizaje, darle seguridad y confianza para explotar sus habilidades y utilizar todo
aquello que tiene a su alcance para lograrlo y darle la calidad de “infinita” a su
creatividad para resolver problemas.

Dentro de este marco de incentivación hacia la independencia de los niños,


adolescentes y jóvenes, es necesario recalcar la importancia de siempre contemplar
de primera mano los aspectos éticos y pedagógicos en los que se asientan las
bases educativas.

Es imperante para cualquier docente tener claro el objetivo educativo, los propósitos
del uso de los medios tecnológicos y un equilibrio entre usar los facilitadores de
tareas cotidianas para optimizar tiempos, y brindarle a los alumnos la oportunidad
de desafiarse intelectualmente todos los días por medio de actividades
operacionales de su cerebro, tales como la lectura, la práctica del lenguaje oral y
escrito, la argumentación, la observación de fenómenos naturales o sociales, la

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reflexión y el análisis y la creación de hipótesis y conclusiones sobre aquello que
estudia.

El docente enfrenta el reto de contar con las competencias necesarias para


manipular estos medios, pero también para hacer una discriminación de aquellos
que realmente cumplen lo descrito anteriormente, si le permiten una práctica
profesional y ética de su labor y mantenerse actualizado sobre las nuevas
propuestas educativas y el papel de las redes sociales, los dispositivos electrónicos
y los temas de interés alrededor de sus alumnos.

El entorno familiar tiene gran peso en esta responsabilidad ética del docente en el
proceso educativo, específicamente los padres o tutores, ya que son ellos los
primeros participantes en la formación del individuo y es su responsabilidad la toma
de decisiones como la edad a la que los niños son expuestos a las pantallas, a los
medios informativos y las redes sociales y en qué forma y medida se les da uso.

Muchos padres jóvenes han decidido no mostrar imágenes de sus hijos en redes
sociales debido al reciente crecimiento de los mercados ocultos que atentar contra
la integridad de la comunidad infantil a nivel mundial, tales como la pornografía
infantil, el uso de narcóticos o la trata de personas. Empero, aún circulan un número
preocupante de fotografías de menores cuyo uso y privacidad no puede regularse
por las características y los términos de la red web y que expone a estos menores
sin ellos ser conscientes aún de ello.

Actualmente existen configuraciones en los dispositivos de los que los padres


pueden echar mano para reducir el brillo y la gama de colores que se muestran en
las pantallas, así como de ajustar un nivel de volumen adecuado e incluso el tiempo
en el que se apaguen estos dispositivos para cuidar de la salud de los más
pequeños, que podrían usarlos indiscriminadamente sin saber el riesgo que
conllevan los dispositivos electrónicos y los audífonos.

También se han desarrollado aplicaciones para controlar el acceso que tienen sus
hijos al internet, eligiendo qué tipo de páginas pueden visitar, eliminando anuncios
comerciales o eligiendo cuáles les pueden ser mostrados; a qué funciones o

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aplicaciones tienen acceso a cada dispositivo y qué configuración es la mejor para
las opciones de streaming que se han vuelto tan populares y que también han tenido
un gran crecimiento y han revolucionado la forma en la conceptualizamos la
televisión hoy en día.

Padres y docentes deben ser consientes de los riesgos que implica la integración
de la tecnología en los distintos ambientes del niño, con el fin de reducirlos y
garantizar que esta integración sea exitosa y funcione como un detonante más de
la autosuficiencia, independencia y desarrollo intelectual de los alumnos.

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Conclusión
El avance de la tecnología en pleno siglo XXI ha abierto un mundo de posibilidades
en el ámbito educativo. Las TIC han transformado la forma en que enseñamos y
aprendemos, ampliando nuestro acceso a la información, fomentando la
interactividad y rompiendo barreras geográficas. Sin embargo, es necesario ser
conscientes sobre los desafíos que surgen con esta tecnología y responsabilizar a
los actores del proceso educativo, de garantizar que su uso en la educación sea
significativo y beneficioso para todos los estudiantes.

Pensar en aprender cualquier idioma o lengua en el mundo por medio de


aplicaciones, chats con nativos hablantes o escuelas en línea en cualquier parte del
mundo, sería algo que la versión más joven de mí, creería inalcanzable cuando
comencé a estudiar inglés a los 13 años; sin embargo hoy en día he aprendido dos
idiomas más por estos medios digitales y empiezo a aprender Lenguaje de Señas
Mexicano, para comunicarme con personas que enfrentan barreras de aprendizaje
y participación en el área oral o auditiva. Por lo tanto, la tecnología en la educación
también abre un panorama más inclusivo e integral, en el que somos partícipes
reales de la globalización de la que tanto se ha hablado en las últimas décadas.

Es tarea de padres, docentes y demás participantes de la formación de los menores,


tener un control adecuado de los dispositivos a los que son expuestos, que se
encuentren en una edad apropiada para avanzar en su acercamiento a la tecnología
y las redes sociales y crear redes de apoyo que sean siempre confiables para los
menores, donde se sientan protegidos, apoyados, escuchados y valorados y
puedan encontrar las principales herramientas para desarrollar sus habilidades y
capacidades a la hora de resolver problemas. Al ser seres sociales, que requerimos
de ser valorados en un grupo social, las máquinas e inteligencias artificiales no
pueden sustituir estas relaciones interpersonales y la capacidad de adaptación de
los individuos.

Por otro lado, la capacitación y hambre del docente por aprender, es justamente
aquello que motiva no sólo a los estudiantes, sino a los colegas o autoridades a
también seguir aprendiendo, seguir capacitándonos y tratar de seguir el paso de los

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vertiginosos avances de la tecnología, puesto que siempre será parte del proceso
formativo de la sociedad, como lo ha sido a lo largo de la historia. Por ello, como
docentes es nuestra responsabilidad compartir e inspirar en nuestros estudiantes,
las ganas de seguir estudiando aquello que desconocemos, mantener una mente
abierta y creativa y buscar siempre respuestas en más de un medio informativo.

Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos que muchos hacen por hacer del internet
un lugar más seguro para los menores, es indispensable el acompañamiento de los
padres y tutores al momento de que los niños sean expuestos a estos dispositivos,
que les muestren no sólo el funcionamiento de éstos, sino cómo usarlo de forma
responsable, de establecer límites y horarios en su uso, y sobre todo, de verlos
como simples dispositivos electrónicos que facilitan las tareas, pero haciendo
énfasis en la maravillosa experiencia de experimentar y explorar con todos los
sentidos, el mundo que les rodea. Es decir, no olvidarnos del increíble viaje que es
vivir el mundo.

Referencias
Cárdenas, A. L. (1996). Los retos del siglo XXI: sociedad, conocimiento y educación.
Caracas: Fondo Editorial de la Universidad Pedagógica Experimental
Libertador.

Torres, P. C., & Cobo, J. K. (2017). Tecnología educativa y su papel en el logro de


los fines de la educación. Educere, 21(68), 31-40. Obtenido de
https://www.redalyc.org/pdf/356/35652744004.pdf

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