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El narrador fue acusado de golpear a su madre, pero afirma que sólo se defendió de los abusos que sufría de ella cuando llegaba borracha. Una noche, en un ataque de ira, golpeó a su madre con un martillo hasta matarla. Despertó atado en una cama de hospital, donde un doctor le dijo que su madre ya no podía lastimarlo más. Sin embargo, la madre gritaba haber matado a su hijo, y el narrador encontró su propio cuerpo muerto cerca, golpeado severamente.
El narrador fue acusado de golpear a su madre, pero afirma que sólo se defendió de los abusos que sufría de ella cuando llegaba borracha. Una noche, en un ataque de ira, golpeó a su madre con un martillo hasta matarla. Despertó atado en una cama de hospital, donde un doctor le dijo que su madre ya no podía lastimarlo más. Sin embargo, la madre gritaba haber matado a su hijo, y el narrador encontró su propio cuerpo muerto cerca, golpeado severamente.
El narrador fue acusado de golpear a su madre, pero afirma que sólo se defendió de los abusos que sufría de ella cuando llegaba borracha. Una noche, en un ataque de ira, golpeó a su madre con un martillo hasta matarla. Despertó atado en una cama de hospital, donde un doctor le dijo que su madre ya no podía lastimarlo más. Sin embargo, la madre gritaba haber matado a su hijo, y el narrador encontró su propio cuerpo muerto cerca, golpeado severamente.
Me acusaron de golpear a mi madre, pero yo sólo me defendí. Ella llegaba borracha
todas las noches y me golpeaba hasta manchar su ropa, manos y rostro de sangre. No sé cómo pasó yo sólo agarré un martillo y la golpeé hasta que ya no respiraba. Me asusté mucho, había matado a mi madre. Lloré a mares por su muerte, hasta quedar dormido en su pecho. Abrí los ojos y ella no estaba. Yo estaba recostado en una cama amarrado de mis manos y pies. De pronto entra un señor y toma mi mano diciendo “despierta niño, olvídala. Ella ya no está para golpearte”. Abro los ojos y ahí estaba mi madre esposada, la policía se la llevaba. Ella ya no nos golpearía más. Sólo había una cosa que me llama la atención, mi madre gritaba “¡lo maté, mate a mi hijo a golpes! “. ¿Pero cómo?, si yo estaba vivo, veo hacia todos lados y cerca de un árbol encuentro mi cuerpo en el suelo, lleno de golpes, rasguños y sangre. Estaba muerto… mi madre me había matado no podía creerlo ella en verdad me mató. Al fin ella podrá ser feliz sin mi como me decía cada día.